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Una herramienta productiva de peso

Diego Otegui, director de La Magdalena, explicó las virtudes que aporta la raza en la producción ganadera de su establecimiento.

El empresario Diego Otegui, director de cabaña La Magdalena, destacó la nobleza de la raza Hereford y todas sus virtudes en una presentación realizada durante el Foro Nacional Ganadería a la Carta, que se desarrolló en el marco de la 5a Exposición Nacional Hereford, los días 19 y 20 de mayo en Salto.

Bajo el título “Hereford, herramienta productiva en nuestra empresa”, el productor sostuvo que “hoy hablar de no tener una herramienta de manejo objetivo sería impensable”. En ese marco el empresario se refirió a las herramientas y estrategias utilizadas en su establecimiento.

En tal sentido, mencionó “el manejo de la recría, que es distinta para la hembra que para el macho”. Indicó que “nos hemos marcado como objetivo de 170 kilos como peso de destete”, y el 100% de los machos del establecimiento se termina engordando a corral.

“Estamos tratando de adelantar los destetes para que la vaca se preñe. Sobre todo en el mes de abril ya es separada del ternero. Tenemos rastrojo temprano que nos permite manejar una carga alta de vacas en buena parte del otoño y cuidar más los campos para el invierno”.

Por otra parte, el peso objetivo de las hembras a los 12 meses es de 220 kilos, para que lleguen a los 18 meses en condiciones de ir a servicio. “Tenemos el objetivo de producción de 3.000 terneros al año. La del segundo servicio, que tenemos destete precoz ya sistemático, se va para la invernada, 24 meses, con un piso de 340 kilos”, indicó.

Rodeo destetado

Otegui agregó que los machos suelen pesar entre 10 y 15 kilos más que las hembras. “Tratamos que en el destete de fin de marzo no pesen mucho menos de 180 kilos”, con el objetivo de llegar a “los 12 meses con 270 kilos, a los 18 meses con 350 kilos (normalmente cuando están ingresando al corral) y a los 24 meses vayan saliendo para faena con 500 kilos”.

El productor comentó que “este año el 100% del rodeo se terminó destetando bastante antes de lo que normalmente lo hacemos. Para tomar una referencia y ver la nobleza de la raza, las terneras que normalmente las destetamos precozmente, en el segundo parto, por un tema de espacio, entraron en la Primerra tanda en el corral”.

Comentó que “estuvieron entre 60 y 70 días hasta tener buena disponibilidad de verde, con grupos bien representativos en cantidad y en las pesadas”. Indicó que “en los Primerros días de mayo pesaban 223 kilos”, mientras que los terneros, que pasaron por el mismo proceso, “están con un kilaje de 235 kilos”.

Toros astados

Sobre los machos del plantel Hereford, Otegui dijo que “seguimos manejando las dos variedades”, en referencia a mochos y astados. “Hacemos uso de un número menor de toros astados, convencidos, por más que sigue dando un poco más de trabajo la mochada. No lo vemos como un problema, porque somos productores de carne”.

Reconoció que la venta de toros astados “es sensiblemente más complicada” que la de toros mochos, y “por eso buena parte la terminamos usando nosotros”.

Además, indicó que “las vacas destetadas se alimentan de rastrojo de arroz, por 50 o 60 días, que normalmente es de buena calidad y alivia a los campos naturales. Otegui también señaló que el peso promedio de las vacas adultas para frigorífico suele ser de unos 520 kilos.

Mansedumbre y facilidad de parto

Otegui también se refirió a algunas de las principales virtudes de la raza Hereford, comenzando por la mansedumbre. Señaló que en los sistemas actuales cada vez se hacen más potreros con alambrado eléctrico, sobre todo en la zona norte de Uruguay, donde cada vez se cuenta con menos gente para trabajar en el campo. “Se usa más la moto que el caballo, por un tema de lógica productiva. Creo que la docilidad hoy es algo importante dentro de la población, independientemente de la categoría”, sostuvo.

El empresario también destacó la facilidad de parto. “Hace muchos años que quienes trabajamos en esto estamos convencidos de los DEP´s”, destacó. Señaló que desde que se compraron los planteles, La Magdalena perdió tres generaciones de pedigrí por no hacer transferencias (de embriones), debido a su alto costo. “Hoy hablar de no tener una herramienta de manejo objetivo sería impensable”, afirmó.

Sobre la facilidad de parto agregó que “uno ve que hay una preocupación un poco excesiva en la búsqueda del todo, cuando a veces el 50% va por otro lado. Nuestra preocupación, por el volumen de vacas que paren diariamente, es que el recorredor pase el menor trabajo posible”.

Otros objetivos

La ganancia de peso es otro de los objetivos que La Magdalena tiene trazado desde hace años. Por otro lado, admitió que “la incidencia del tiempo a veces es más nuestra que de los animales. Tenemos que hacer regulación de carga, por- que tenemos años con 1.000 milímetros y otros con 1.500 milímetros; es la variabilidad a la que tenemos que acostumbrarnos”.

Otegui destacó el “excelente peso de carcasa” de la raza Hereford. “Entendemos que estamos en un Frame (tamaño) bien razonable para los niveles de alimentación que tenemos. La industria nos pide peso”.

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