6 minute read

Preñez del 98% en plena sequía

Next Article
Estancia Navidad

Estancia Navidad

El ingeniero agrónomo Rodrigo Iribarne, destacó los resultados obtenidos con el rodeo de la raza en la Estación Experimental de Facultad de Agronomía en Salto.

El porcentaje de preñez del rodeo Hereford de la Estación Experimental de la Facultad de Agronomía Salto (EEFAS) siempre superó el 90%, pero este año, a pesar de la sequía, llegó al 98%, destacó el docente de esa institución, el ingeniero agrónomo Rodrigo Iribarne, durante el Foro Nacional Ganadería a la Carta, realizado en el marco de la 5a Exposición Nacional Hereford, en Salto.

Allí el docente realizó la presentación denominada “Resultados físicos y económicos del rodeo Hereford de la EEFAS”. Entre otros conceptos, Iribarne destacó que “el margen bruto depende más de lo que hagamos porteras adentro que de los precios”. Agregó que “si bien los precios afectan, muchas veces incide más lo que se hace dentro del establecimiento”, en referencia a las medidas de manejo para producir más.

El profesional comenzó explicando las características del predio de la facultad, contando que la estación se compone de 1.000 hectáreas, donde la ganadería accede a 650 hectáreas aproximadamente. “Todas tienen aguadas y bosques. La mayoría de los suelos en los que se encuentra la ganadería son superficiales, en promedio el índice Coneat es 55, en su mayoría campos naturales con diferentes grados de interven- ción. El 9% es área mejorada, el resto es campo natural”, detalló.

En cuanto al sistema, señaló que es criador y que los terneros se venden al destete. También se comercializan las vaquillonas de refugo, vacas gordas o de invernada, dependiendo de cada situación. “Normalmente se venden vacas gordas y toros de refugo, y ocasionalmente se venden vacas Hereford preñadas”, comentó.

Sistema de pastoreo alterno

Iribarne precisó que en EEFAS el sistema de pastoreo “es alterno (no rotativo), sin un es- quema rígido”, entrando a los potreros con mayor disponibilidad de forraje. El stock del establecimiento es de 320 vacas preñadas, que “están en excelente estado”, aseguró el agrónomo.

La base forrajera de ese predio es campo natural, y la suplementación se realiza en diferentes etapas del ciclo y a diferentes categorías. “La suplementación con sales minerales es todo el año. La suplementación a las terneras al destete se realiza durante 40 o 45 días, con ración comercial de 16% y 18% de proteínas, para que aprendan a comer”, detalló.

Y se suplementa a los terneros en el Primerr invierno, con afrechillo de arroz o algún otro producto disponible, y a las vaquillonas también se las suplementa o se las lleva a verdeo. Y en diciembre se hace flushing a vacas o vaquillonas que se vayan a entorar.

El manejo reproductivo

En cuanto al manejo reproductivo de las vaquillonas, Iribarne dijo que la edad del Primerr servicio es a los dos años. Se les hace inseminación con sincronización de celo, doble dosis de prostaglandina cada 10 días y después se levanta celo a los cuatro días. “Ahí más o menos se insemina al 80% de las vaquillonas, después se repasa con toro. El período es de 90 días y es a partir del 15 de noviembre”, detalló.

“Al inicio de la inseminación las vaquillonas pesan entre 350 kilos y 400 kilos. La recría es muy buena y llegan con excelente peso. Las vacas primíparas y multíparas se entoran el 1° de diciembre. Al inicio del entore se le hace flushing durante 20 días, con dos kilos de afrechillo de arroz, que se lo damos en el piso y se hace en destete temporario”, indicó.

Iribarne agregó que “el destete temporario se hace en dos tandas”. A las que parieron hasta el 10 octubre se les hace destete en ese momento, y cerca de fin de año se hace a las que parieron entre el 10 de octubre y el fin de parición. Lo mismo con las multíparas, explicó.

Lo que se busca con la tecnología

El docente indicó que “lo que se busca con esta tecnología no es tanto aumentar la preñez final, porque es buena, sino concentrar un poco los celos y poder tener mejor calidad de preñez, preñar más temprano”.

Iribarne explicó que “se realiza una revisión de los reproductores machos por parte de los veterinarios y se refugan los que no están aptos”. En cuanto a la elección del reproductor de la raza, dijo que buscan toros mochos, con buena pigmentación, de bajo peso al nacer, un tamaño moderado de vaca adulta (ni muy bajo ni muy alto) y moderados a buenos en leche.

Sobre los criterios de refugo, indicó que son: las vacas vacías; las vaquillonas que no dan el tipo; la edad; y algún defecto físico o sanitario.

Los indicadores físicos

El profesional señaló que se analizaron los indicadores físicos de siete ejercicios. La superficie de pastoreo promedio es de 608 hectáreas, con una carga de 0,84 unidades ganaderas por año. Se entoran señaló que “el porcentaje de reposición de hembras es del 26%. La tasa de extracción –ventas al consumo sobre los kilos que hay al inicio del stock– es de 36%; y la eficiencia del stock –cuántos kilos producidos hay en relación al promedio de kilos del stock– es de 36%. Los destetes de este año pesaron unos 200 kilos de promedio, fueron dos lotes”.

330 vacas, 0,54 por hectárea, y “ese es un indicador que explica bastante el resultado” del alto porcentaje de preñez.

El peso al destete promedio es de 183 kilos (destarados); si se considera el número de vacas entoradas se destetan 140 kilos; y si el análisis se hace por área son 76 kilos por hectárea.

La producción de carne –ventas menos compras más consumo, más-menos diferencias de inventario– fue de 120 kilos por hectárea, solo en la parte de cría del establecimiento.

El resultado económico

Iribarne analizó el resultado económico a nivel de margen de producto bruto. “En producto bruto, que es de carne valorizada, el promedio es de 220 kilos. El aumento de los últimos años es explicado, en parte, por los dólares por kilo vendido que fue aumentando en estos últimos ejercicios. Los costos directos en ganadería incluyendo mano de obra (no hay renta) son US$ 95 por hectárea, por lo que el margen bruto en promedio es US$ 125 por hectárea”, indicó.

Al desglosar los costos, mostró que los principales son: alimentación y mano de obra, considerando a dos trabajadores con las remuneraciones establecidas por Consejo de Salario, un capataz y un peón altamente especializado. “En promedio el 65% o 70% de los costos lo explican esas dos variables”, indicó.

En tal sentido, explicó que “cada ternero destetado llevaría US$ 77 de mano de obra y US$ 83 de suplemento”. Puntualizó que este análisis tiene en cuenta a machos y hembras, pero “podríamos decir que solo la venta de los machos pagaría los costos de mano de obra y de suplemen- to”. Luego, el costo de sanidad es solo de US$ 6 por animal, y señaló que allí “no hay problemas de garrapata, el control es prevención”.

Por último señaló el costo de inseminación por vaquillona inseminada, que es de US$ 17; “el protocolo es sencillo y es barato”, dijo.

Composición de los ingresos

En relación a la composición de los ingresos, Iribarne señaló que tomó “dos supuestos: cuánto aporta la cría (ingresos de terneros, terneras, vaquillonas y alguna vaca preñada) y la invernada (vacas de invernada, vacas gordas y toros).

Mostró que al calcularlo en kilos, aproximadamente el 50% lo aporta la invernada y el 50% la cría, pero cuando se expresa en dólares, la cría aporta un poco más.

De todos modos dijo que “no es menor el aporte que realiza la vaca”, aún cuando se preña más del 90%. La vaca de invernada aporta entre 30% y 40% del ingreso. Explicó que “el principal refugo de la Facultad no es en la ecografía sino en noviembre, cuando se decide qué se va a entorar y lo que no se va a entorar se vende. Ese es el principal aporte económico de las vacas, no tanto en la ecografía, porque ahí son muy pocas”.

Iribarne realizó cálculos que indican que “el margen bruto es más sensible al porcentaje de preñez”, y consideró que esa “es una buena noticia”. Después le siguen los kilos de ternero al destete y los costos operativos. “Los precios igual son importantes pero hacen variar menos el margen bruto en relación a lo que puede incidir el productor. Es decir que la mayoría del aporte al margen bruto se puede solucionar porteras adentro”, enfatizó.

Puntos clave para el resultado

Planteando cuáles son los puntos clave y decisivos para el resultado, Iribarne dijo que trata de “un sistema desarrollado sobre campo natural, con 9% de mejoramiento, con un manejo bien definido (esta calendarizado). Se monitorea la condición corporal, pero normalmente el ganado está en buen estado. Se hace la suplementación en la recría. La recría al ser tan eficiente creo que es gran parte del éxito. La Primerra cría siempre tiene buenos resultados de preñez sin tener que implementar técnicas de destete precoz de forma estructural”.

Agregó que “también se hace flushing y destete temporario, que ayuda a obtener mejor calidad de preñez. El momento del destete es importante porque el otoño es el último momento en que la vaca gana buenos kilos y se desteta a fines de marzo o principios de abril, dependiendo de la venta del ternero. Pero al ser temprano y tener buena disponibilidad de forraje nos permite que la vacas recuperen estado”.

Finalmente, el ingeniero agrónomo dijo que “siempre se busca tener buena calidad de preñez y últimamente se está refugando la cola de parición, para que sea cuerpo y cabeza”.

NACIONAL HEREFORD

This article is from: