HIPÉRBOLE FRONTERA | AÑO 1 | NO. 09 | MARZO 2021

Literatura y otras expresiones MARZO

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NO.

09

Hipérbole Frontera Año 1 | No. 09 Marzo 2021.

Imagen de portada

Sara Schmidt Título: Introspection Técnica: análoga b/n, digitalizada.

Año: 1998.

Editorial

Mónica Morales Rocha Contribuciones

Perla Yackeline Santiago Carrillo Bianka Verduzco Marlon PV Maricela Duarte-Stern Artemisa Téllez Sara Schmidt

Redes sociales

R e v i s t a

d e

d i v u l g a c i ó n

l i t e r a r i a

y

o t r a s

e x p r e s i o n e s s i n

a r t í s t i c a s

f i n e s

P u b l i c a c i ó n

d e

l u c r o .

m e n s u a l

HIPÉRBOLE FRONTERA

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HIPÉRBOLE FRONTERA

EN ESTE NÚMERO

[MEDITACIÓN EN EL UMBRAL] 3

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En portada | Sara

Reseña | Rómpase en

Reseña | Sexto sentido

Convocatoria No. 10 |

Schmidt

caso de

Haiku

Canto de primavera

Mónica Morales Rocha

Esalí / Carmen Campuzano

2 Nota de la Editora

Nota de la Editora

4 Poesía Perla Yackeline Santiago Carrillo

Estamos de regreso en

Hipérbole Frontera Un proyecto de divulgación literaria y otras expresiones Llega marzo y con él la sensación de cambio y renovación. Nueva

5 Poesía Bianka Verduzco

estación y, por consenso institucional, el mes de la mujer. Si bien los días

oficiales

historias

y

pueden

voluntades

sonar

vacíos,

reales,

para

cuando las

no

llevan

mujeres

tras

de

(organizadas

sí en

causas o no) significa un espacio ganado a la historia: visibilidad y voz.

En

Hipérbole Frontera

dedicamos pues este Número 9 Meditación

en el umbral, a la obra literaria y visual de mujeres. En homenaje y diálogo con Rosario Castellanos y su poema que significa, para muchas de nosotras, ruta y destino: la búsqueda de "otro modo de ser humano y libre. Otro modo de ser."

Agradezco la respuesta de nuestras colaboradoras de esta edición; voces jóvenes que se expresan, cuestionan, experimentan (Perla, Bianka, Marlon). Y autoras con trayectoria en las letras y en la vida, lúdicas, reales y contundentes (Maricela, Artemisa, Sara).

Se

suman

2

colaboración

reseñas de

de

poesía,

Lizeth

desde

García

la

editorial

Peña.

Y,

y

para

con

lo

disfruten

y

gracias

por

seguir

aquí;

por

su

apoyo

7 Poesía Maricela Duarte-Stern 8 Poesía Artemisa Téllez 9 Narrativa Sara Schmidt

la

cerrar,

recomendaciones para anotar en sus agendas, en marzo.

Que

6 Poesía visual Marlon PV

13 PARA TU AGENDA

y

divulgación.

Sean, pues, bienvenidos y ¡gracias por leer!

Comparte lectura

y

tus

proyectos

otras

en

torno

expresiones

al

libro,

artísticas

la en

HIPÉRBOLE FRONTERA.

Mónica Morales Rocha Editora

La publicación de tu anuncio es sin costo.

Para más información, envíanos tu mensaje a: hiperbolefrontera@gmail.com

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M E D I T A C I Ó N

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EN PORTADA

Sara Schmidt

Introspection [1998] Técnica: Fotografía análoga b/n, digitalizada en photoshop.

Santa Fe, New Mexico. USA

mi vida cobre sentido

Sara Schmidt El arte es el motor que me hace soñar conectarme con mi parte creativa hace que mi voz contiene verdades y mentiras mis ojos intentan captar cada minúsculo detalle capturarlos en un eterno presente.

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M E D I T A C I Ó N

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Perla yackeline santiago carrillo Estela Ojalá nuestro lenguaje fuera el de los poetas ataviados de poesía y de silencio.

Ojalá fuera conciliación de opuestos, como el mutismo meciendo tu voz.

De tu boca emergen flores, a veces huertos enteros, pero a pesar de eso, abandonas tu cuerpo en una calle cualquiera, y te vas con tu sombra, apenas, con tu espera.

Quisiera regalarte una pradera o un pantano, una chispa o una hoguera, enseñarte que la anticipación es mejor que el beso o que en el beso entregas más que tu saliva, te vuelcas a la deriva y te despides de ti.

Dos gotas se hacen diluvio. Dos seres un infortunio.

Dos lenguas son el efluvio en que se sacia una sed.

Tirito entre tu piel y tu fantasma mientras se agitan maremotos sobre el cénit de la calma. El reloj es frenesí ante el ímpetu de los amantes que se palpan, si esta noche mis almohadas son la estela que nos atenúa el dolor de la distancia.

Yackelin Carrillo (Tijuana, B.C; 1998). Estudiante de Lengua y literatura de Hispanoamérica en UABC. Presentó algunos de sus poemas en el XI Encuentro Internacional de Estudiantes de Lingüística y Literatura por la Universidad Autónoma de Sinaloa. Escribe desde los doce años y publica en su página de Facebook llamada Historias para sonreír.

IG: @PerlaYackelin

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M E D I T A C I Ó N

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Bianka verduzco Autorretrato, un diálogo con Castellanos Soy una señora de por lo menos 50 años, en el cuerpo, en la piel, en los huesos de alguien que aparenta 23, 1.55 metros que busca sobrevivir la vida que a veces no interesa vivir.

llorando, leyendo, escribiendo, es algo que elijo.

Intento de historiadora, feminista, periferia y aborto, que ya no sabe ni donde pisa.

A veces me gustaría salir, sola o con amigas, pero algo me detiene, será la ausencia de dinero, será la violencia en las calles, será el patriarcado, o sólo será mi falta de voluntad.

Me veo a veces dolorosa, carcomida, gorda, pálida, transparente, sin cejas, sin pestañas, sin ojos.

Encerrada en un cuerpo, pero en ocasiones me veo, me siento esplendida, inclusive seductora, a veces feliz.

Roja, amarilla, verde-azul, ni mis ojos, ni mi cabello, ni mis caderas.

Ahogada en llanto una vez por mes, ahogada en lágrimas y sangre, siendo víctima de mi naturaleza, de mi luna, en ocasiones explosiva, arrogante, irritable, a veces suicida.

Adoro mi soledad, pero a veces esta me quiere matar, aprecio las amistades, pero es mayor mi inseguridad, simplemente no puedo estar con ellas.

En lugar de salir un sábado en la noche, en lugar de beber, de fumar, me quedo encerrada,

Mientras escribo lloro, pluma, con mi mano derecha.

escribo

con

Pero también quisiera ser feliz afuera, lejos de esta burbuja de mi cabeza, lejos del temor agonizante que me invade cuando intento cruzar la sala, la puerta, la calle.

Como Castellanos, sería feliz si yo supiera como, tal vez con eso te crías, en una casa feliz, con una infancia feliz, pero sólo crecí con llantos, como receptor de las dolencias de mi madre, con ellas crecí y parece que no se van a ir.

El llanto de ella era el mío, y ahora, Sería feliz si yo supiera cómo, que no llora por la muerte, sino por la vida que a veces parece que no sé vivir.

Bianka Verduzco Feminista periférica, fronteriza y abortera, historiadora, acompañante de aborto seguro; forma parte de Acompañamiento Feminista, Aborto Seguro Red Tijuana. También es cofundadora del Colectiva Feminista de Malas Estudiantes, que busca rescatar el sentir-pensar de las feministas locales. Se ha desarrollado en el ámbito de la fotografía y la poesía, ha publicado sus textos en medios independientes y libros antologías como Poetas, no musas, 100 mujeres poetas, Diarios de encierro y Despatriarcalizando la poesía.

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Marlon pv Si digo casa, ¿aparecerá?

Marlon PV Poeta y escritora de Tijuana. Estudió Lengua y Literatura de Hispanoamérica (UABC). Ha publicado en Revista Espiral (2018) y Gramanimia (2018 a 2020). Ha colaborado con intervención poética con Roberto Romero Molina y Supersadfish. Ha expuesto en Relaciones Inesperadas y el Instituto Goethe de México (2019) y en Nett Nett (2019).

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maricela duarte-stern Política interna –Aquí estamos dice usted pero no incluye al que cruza ríos fronteras de puertos sin barcos navíos son en medio del desierto desbordando sueños por el camino olas de arena bajo el incandescente azar los peces y caracolas yacen intrínsecamente tatuados a las rocas –Aquí somos los que estamos acaso usted ojo todo poderoso observa al que le zurce la ropa en el oscuro sopor de una fábrica y al que prepara la vid de sus brindis para poder salir impecablemente airoso en las fotografías y espectaculares en los periódicos que terminan en la basura junto a la historia que usted se siente orgulloso de erigir Díganos ¿Dónde aprendió la moraleja del menosprecio y a caminar por el viento sin que el lodo le ensuciara los zapatos? ¿A quiénes reconoce entre la multitud?

Pase usted a darles la mano y mirarlos a los ojos –Todos somos incluso los que llevamos a cuestas las raíces de un pacto milenario los que estamos al otro lado de la barandilla recorra las cortinas tal vez por primera vez pueda dejar entrar al sereno y los cantos del pueblo ¿acaso ya ha salido a contemplar las lunas de este primavera enlutada?

Cómo puede seguir yendo por la vida sin haber calzado al alba tejer cordeles de relatos frente a una fogata anidar bajo un árbol y mirar su follaje entrelazarse al cielo distinguir el color de la piel a ojos cerrados sin iras ni prejuicios reconocerse al tacto dejar entrar por la puerta la algarabía fraternal de un tibio abrazo No sería mejor señor presidente erguir estatuas a las obras y no a quienes se empeñan en vender a la igualdad por cinco reales Salga a la calle mire las esculturas de cada esquina: la madre que aún espera a que su hijo regrese al vendedor de flores y el taxista que reparte destinos en cada parada Aquí en este año dos mil veinte doy fe que la historia aún no termina ¿Cómo puede ir usted así por la vida?

No lo entiendo

Maricela Duarte-Stern (Chihuahua, Mexico - Las Cruces, New Mexico USA)

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aretnorfelobrepih/moc.uussi Literatura y otras expresiones

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Artemisa tÉllez Epitafio

Ah, si no hubiera sido tan talentosa (Es que el talento mata, aleja, perturba...)

Nunca hubiera estado sola, soltera, sin hijos con ese hijo escondido -¡¿o muerto?!no hubiese pasado la mitad de su vida en un psiquiátrico si hubiera sido normal…

Quería ser distinta, diferente, mejor: quería escribir -qué carambaescribir, ¡pero la cena se enfriaba!

Artemisa Téllez (Ciudad de México, 1979) Escritora y tallerista. Maestra en Letras Mexicanas por la UNAM. Ha participado en antologías nacionales e internacionales, así como en revistas, publicaciones periódicas y medios virtuales. Autora de nueve libros entre los que se encuentran: Crema de vainilla (Voces en Tinta, 2014), Fotografías instantáneas (Voces en Tinta, 2015), Casa sin fin. Bullicio de la memoria (Verso destierrO, 2018) y Mujeres de Cromagnon (Verso destierrO, 2020). www.artemisatellez.com

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Sara schmidt Las cuidadoras Mamá contrató a dos mujeres para que la ayuden con las labores de la casa. Una se encarga de la cocina y la otra de la limpieza y cuando ella sale, nos cuidan a mis hermanos y a mí; no somos pequeños. Clara y Benita, Benita y Clara; dicen que son primas, pero no se parecen en nada. Clara es gordita, labios gruesos, pelo corto, ojos oscuros, sonríe y me habla bonito.

Benita es delgada, bajita, labios delgados; una larga trenza le cae sobre la espalda, tiene cara de enojada y me regaña todos los días.

—Mi mamá acompañando a mi bebé al panteón— las lágrimas corren por sus ojos y sus labios están apretados como cuando Benita me castiga. La miro esperando me cuente más.

—Vete antes de que regrese tu mamá— dice Clara, con las palabras atoradas en la garganta.

—¿Luego me cuentas de tu bebé?— me mira silenciosa abriendo la puerta.

Bajo al departamento, esperando que mamá no haya regresado. Toco suavemente la puerta de la cocina; Benita abre, su expresión me dice Voy con Clara a su cuarto en la azotea; tengo no hago lo que ella quiere, me baja los C H A R L E S M .que, S Csi H ULZ prohibido subir, pero mi curiosidad es más calzones frente a mi hermano, como ha hecho grande que el miedo al castigo. El cuarto es varias veces ayudada por Clara. pequeño, apenas caben dos camas; en medio veo una mesita con una vela y la imagen de Entro aprisa con la vista en el suelo. Tengo que una mujer con un niño en brazos. Su cama es la contarle a mamá lo que Benita y Clara hacen de la izquierda y está cubierta por una cobija de en su ausencia, aunque sé que no me creerá, color café. Sobre la pared, Clara pegó fotos; en como hace unos días que el maestro de una veo gente sonriendo, árboles detrás y más español, un apestoso gordo, metió su dedo en atrás vacas y caballos; en otra, una caja cubierta mi torta por que me formé junto a mi amiga y de flores y junto a ella envuelta en un rebozo no donde él dijo. Mamá dice que algo debo de oscuro, una mujer sostiene una vela enorme. haber hecho para que esas cosas me pasen; no acabo de entender por qué dice que imagino —¿Quién es? — pregunto mirando la foto de la cosas. Tampoco entiendo que quiere decir mujer con el rebozo. imaginar; me explicó que es lo invento en mi cabeza. Yo sé que eso pasó, no lo i m a g i n é.

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M E D I T A C I Ó N

Mis hermanos están jugando a la matatena sobre el tapete de la sala. Me siento cerca sin decir nada; ¡Uff mamá no ha regresado! le tengo más miedo a los castigos de Benita que a los de mamá.

Una mañana, muchos años después, paso por mamá para ir a comprar una lámpara para mi recámara. Al llegar a su casa me pide que entre un momento.

—Es Benita, ¿te acuerdas de ella?— al entrar al estudio veo a una mujer mayor de piel arrugada, envuelta en un rebozo oscuro.

—Buenas— digo; estira su mano que no tomo; hago como que no me doy cuenta del gesto y me siento frente a ella. El recuerdo de la niña sin calzones pegando de gritos me golpea.

—Benita me contaba que eras muy inquieta.

—¿Más que mis hermanos?— la miro a los ojos un momento, buscando alguna pista que me diga que recuerda lo que me hacía. Solo veo una vieja jodida y enferma.

—Mamá ¿recuerdas que tenemos una cita?

Debemos irnos ya si queremos llegar a tiempo— Sé que es mentira, pero no tengo la menor gana de hablar con esa mujer.

Benita me mira un momento y baja los ojos.

—Señora, me retiro, me dio gusto verla, y a ti también; no les quito más su tiempo.

—Espera un momento— dice mamá y sale del estudio. Me quedo quieta, quiero observarla como acostumbro a mirar a la gente, pero … la imagen de los calzones es tan real, que no confío en mi reacción; hoy ya no soy una niña indefensa, ella sí que lo es.

—¿Tienes hijos? — pregunta Benita.

—Sí, dos, niño y niña, ¿y tú?

—Cuatro, pero ya todos están casados y con hijos. Me marido murió hace unos meses.

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—¿Cómo encontraste a mamá?

—Seguido la llamo para saludarla.

—y pedirle cosas, pienso.

Mamá regresa con su bolsa y un paquete para Benita.

Salimos juntas a la calle, ella se va caminando y nosotras subimos al auto —¿Se puede saber por qué fuiste tan grosera?

—No sabes lo que esa mujer me hacía; dirías que era mi imaginación. ¿Quieres que te cuente ahora?

—Sí—, dice mirándome inquisitiva.

—¿Y me creerás?— digo mientras manejo, buscando las palabras.

—Está bien, ya dime.

—Cuando no obedecía sus órdenes, como quedarme quieta, terminarme la comida del plato, no pelear con mis hermanos; entre ella y Clara, me agarraban fuerte en el piso, me bajaban los calzones y llamaban a Julián a que mirara.

—¿Cómo? ¿Cuándo?— dice mamá abriendo mucho sus azules ojos.

—En las tardes en las que te ibas a jugar canasta con tus amigas— digo con voz temblorosa.

—¿Qué hacías? ¿y tus hermanos?— se mira un momento las manos y luego a mí.

—Gritaba y pataleaba, hasta que me soltaban.

Mis hermanos son más chicos que yo, ¿recuerdas? además a Julián le encantaba verme tan furiosa.

Mamá mira hacia adelante sin decir palabra.

Un denso silencio ocupa el espacio.

—No me crees, ¿verdad?

—Pues me cuesta. Si fuera cierto, ¿tú crees que seguiría buscándome después de tantos años?

Sara Schmidt Nació en la Cd de México al final de la Segunda Guerra Mundial. Es la mayor de cuatro hijos de padres emigrados de Europa de Este en los años treinta.

Educada en escuela judía, creció en el marco de la comunidad. A los cuarenta años estudió Historia del Arte. En la década de los noventa vivió en Estados Unidos dedicándose a la fotografía. Basada en sus recuerdos de infancia y juventud, escribió Leche Fría, su primera novela (Ediciones Periféricas, 2021).

Desnuda ante la página en blanco relata eventos nunca contados. Actualmente vive en Cuernavaca, Morelos.

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RESEÑA:

RÓMPASE

EN

CASO

DE

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MÓNICA

MORLES

Mónica Morales Rómpase en caso de LIZETH GARCÍA PEÑA

Hay eventos en la vida que prácticamente todos vivimos: perder un amigo por un pleito; una traición; desdén de alguna persona; el desamor o el duelo amoroso. Si tu caso es lo último, el poemario Rómpase en caso de (Ediciones Periféricas, 2019), de Mónica Morales, te pueda servir como aliciente para sobrellevarlo o tal vez sirva para encontrarte en algunos de los versos de los 46 poemas que lo componen.

Mónica Morales (Irapuato, 1976) captura en este su cuarto poemario, escenas cotidianas ante la pérdida de un amor, momentos que van desde el extrañar a ese cuerpo que llenó parte del espacio personal, fotografías mentales que C no HA R L E Sa retienen las caricias y besos que volverán ser.

Rómpase en caso de es la metáfora de un extintor dispuesto para la emergencia amorosa o más bien de un desamor; es la búsqueda de una fórmula para rescatarse del duelo: «Crash El sonido aún flota en el ambiente.»

Así inicia el poemario de Mónica, con el sonido que muestra la imagen de los sentimientos hechos pedazos, desperdigados por el suelo. A partir de ese momento, inicia el aturdimiento que causa la pérdida: «¿Qué pasó? ¿Qué cosa en mala hora terminó por romperse?»

En la segunda parte, la poeta aborda los «Primeros auxilios», esa atención inmediata que requiere el sujeto que vive el desamor. Primeros auxilios que se traducen en viajes; en el contacto con los amigos; en el reconocimiento y desconocimiento de uno mismo en un antes y un después del ser amado. Todo puede funcionar como posibilidad de aliviar el dolor: «Un buen día encuentras una fotografía de entonces cuando el brillo en la mirada»

M .EnS la CH U L Zparte última

llega la «Muerte clínica», donde el recordatorio, casi a manera de reclamo, sobre las «contraindicaciones» de los efectos amorosos. Son los momentos en los que se agolpan los recuerdos que están en todo y en todas partes: cuerpo, manos, labios, piel, y revivir la memoria de todos esos amores que han habitado la vida.

Rómpase en caso de, Mónica Morales, es la metáfora de una guía del camino sinuoso que se habrá de recorrer en el duelo amoroso, sus posibles medicaciones para aliviarse, con el peligro de intoxicarse y no recuperarse jamás.

«Crash Un minuto de silencio por todos los amores [fallidos.»

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RESEÑA:

HAIKU

SEXTO

SENTIDO

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ESALÍ

/

CARMEN

CAMPUZANO

EsalÍ carmen campuzano Haiku / Sexto sentido MÓNICA MORALES ROCHA

Ciertas ideas, proyectos, historias, no suceden ni aparecen al ojo público por generación espontánea. Ciertas ideas, proyectos, historias, como la que existe detrás de «Haiku Sexto sentido», una colaboración entre la poeta Estela Alicia López Lomas, Esalí, y la artista multidisciplinaria Carmen Campuzano, es de ese tipo, precisamente.

Carmen, gestora final de la publicación, comparte el relato de aquellos encuentros esporádicos, casi fortuitos, con la ya entonces reconocida Esalí.

Y cómo, derivado del acercamiento inicial y el regalo de sus viñetas Sexto sentido; la poeta, al poco tiempo, le devolvió sus ilustraciones convertidas en breves, pero profundos, poemas. En haikus.

Años debieron transcurrir para que, finalmente, poemas e ilustraciones se materializaran en este libro que ahora Carmen nos presenta.

Suma de talentos luminosos, en imagen y palabra, página a página se devela el oficio en la tinta a través de cada trazo sutil donde la mujer existe en el diálogo preciso, casi a manera de 12

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espejo, con una de las más exquisitas formas poéticas: el haiku.

Libro abierto a toda mirada pero, me parece, en particular para las mujeres, que ahí podemos encontrar nuestro más lúdico reflejo.

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MARZO PARA TU AGENDA

8 Noches de Luna Brava cecut.gob.mx

13 Haiku Sexto Sentido cecut.gob.mx

19 Desde el umbral de la frontera Bibliotecas públicas municipales

27 Anuario de Poesía de San Diego Bibliotecas públicas municipales

Te invitamos a seguir las redes sociales de

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SIN

COSTO hiperbolefrontera@gmail.com

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HIPÉRBOLE FRONTERA: CONVOCATORIA NO. 10 | CANTO DE PRIMAVERA

Hipérbole Frontera Revista de divulgación literaria y otras expresiones artísticas, convoca a escritores y artistas visuales, a participar en el No. 10 Canto de primavera, correspondiente al mes de abril de 2021.

Favor de enviar tu propuesta al correo electrónico: hiperbolefrontera@gmail.com antes del 21 de marzo de 2021; con las siguientes características: Poesía: extensión máxima 45 versos (en total). Arial, 12 puntos, en archivo formato Word, "guardada" con el nombre del autor, Narrativa: extensión máxima media cuartilla. Arial, 12 puntos, interlineado sencillo, en archivo formato Word, "guardada" con el nombre del autor, Fotografía, obra plástica y/o técnicas mixtas, digitalizada y "guardada" con el nombre del autor, en alguna de las siguientes dimensiones: Página: 210 x 297 mm | 2480 x 3508 pix | 300 dpi Cuadrado: 180 x 180 mm | 2126 x 2126 pix | 300 dpi Media página horizontal: 210 x 150 mm | 2480 x 1772 pix | 300 dpi

En todos los casos, enviar breve semblanza personal, de máximo 50 palabras.

Los trabajos recibidos serán seleccionados para su publicación. Los autores serán notificados vía correo electrónico. De no aparecer en el No. 10, es posible que se reserven para ediciones futuras.

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HIPÉRBOLE FRONTERA

Hipérbole Frontera | año 1 | No. 9 | MARZO 2021.