HIPÉRBOLE FRONTERA | AÑO 3 | NO. 28 | PRIMAVERA 2023

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H I P É R B O L E F R O N T E R A A Ñ O 3 | N Ú M E R O 2 8 | A B R I L 2 0 2 3 L I T E R A T U R A Y O T R A S E X P R E S I O N E S

Editora

Imagen en portada

Mónica Morales Rocha

Hipérbole Frontera | MMR

Laura V. Medel

Amín Trobelle

Basilio Martínez

María Elena Cárdenas

Mara Aschel Benabidez

Carmen Campuzano

Fernando Sánchez

Ana Castañer

Ángela Escobar

Columna

C o l a b o r a c i o n e s

Toño Guede

Thalía Mendoza

Ximena Cobos

Ángel Manuel Nuño

Abigail Smith

Casandra Valenzuela

Simone Matunaga

Oralia Rodríguez

Paula Castro

Ernesto Reséndiz y Odette Alonso

Alfa Tao

Sandra Basurto

Ronnie Camacho

Jacqueline Campos

Rocío Prieto Valdivia

María José Ramírez

Angélica Tirado

Vega Morales

Jonathan Pérez Juárez

Revista de divulgación literaria y otras expresiones artísticas, sin fines de lucro Publicación trimestral.

Archivo disponible para descarga gratuita en: www.moonytj.com/hiperbole-frontera

Javier Vargas de Luna Tijuan

2023
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EN PORTADA

Primavera

Hipérbole Frontera | MMR

Técnica: collage digital

3 PALABRAS DE LA EDITORA 5

INVIERNO

[5] Laura V Medel

[6] Amín Trobelle

[7] Basilio Martínez

[8] María Elena Cárdenas

[9] Mara Aschel Benabidez

[10]Carmen Campuzano

[11] Fernando Sánchez B

[12] Ana Castañer

[13] Ángela Escobar

[14] Toño Guede

[15] Thalía Mendoza

[16] Ximena Cobos

[17] Ángel Manuel Nuño

[18] Abigail Smith

[19] Casandra Valenzuela

[20] Simone Matunaga

[21] Oralia Rodríguez

[22] Paula Castro

[25] Alfa Tao

[26] Sandra Basurto

[27] Ronnie Camacho

[28] Jacqueline Campos

[29] Rocío Prieto Valdivia

[30] María José Ramírez

[31] Angélica Tirado

[32] Vega Morales

COLUMNA

34 Javier Vargas de Luna Lecturas Migratorias

44

Jonathan Pérez Juárez

RESEÑA

Noche de bruces sobre la tierra (2022), de Artemisa Téllez, por Ernesto Reséndiz y Odette Alonso

CONVOCATORIA

No. 29 verano, trimestre julio-septiembre 2023.

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D I C E
36 ENSAYO 38

PALABRAS DE LA EDITORA

¡Llegó la primavera!

Es primero de abril y, si bien aún con las manos frías a causa del invierno que se niega a partir, damos la más cálida y entrañable bienvenida al Número 28 Primavera, de Hipérbole Frontera.

Con emoción celebro la nutrida respuesta a la convocatoria de esta edición. Voces, en poesía, narrativa y ensayo, que ofrecen diversidad de miradas y propuestas para nombrar(nos) en el mundo Gracias por su generosidad y confianza en este proyecto de divulgación

En Lecturas Migratorias, de Javier Vargas de Luna: Mi alma se la dejo al diablo (1982), del colombiano Germán Castro Caycedo; ficción selvática que re-

cupera muchas de nuestras junglas latinoamericanas y permite a Javier evocar al amigo ya ausente, sus léxicos y gentilicios , en la lectura del ejemplar que él mismo le obsequiara

Finalmente, les invito a leer las reseñas de Ernesto Reséndiz y Odette Alonso, a la compilación de cuentos Noche de bruces sobre la tierra (2022), de la escritora mexicana Artemisa Téllez

Recibamos, pues, la primavera; que sus palabras florezcan

¡Gracias por leer!

MÓNICA MORALES ROCHA H I P É R B O L E F R O N T E R A | 3
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P R I M A V E R A

HAIKÚ LAURA V. MEDEL

Mujer, ¡tú grita! Las jacarandas brotan, tu voz también.

Escritora de microficción, poesía y ensayo Estudió Filosofía en la FFyL (UNAM) Actualmente es profesora de literatura en la Casa del Constituyente (Texcoco) Algunos de sus microrrelatos han sido publicados en antologías y revistas de las editoriales Minificción; Minúscula; Amarantine; Rigor Mortis e Hipérbole Frontera

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AMÍN TROBELLE

SUEÑO CONTROLADO

Zafarse de la costra lúcida que aparece, On time

Languidece la vida en formas entrecortadas

Piensos difusos del monstruo sobre la cama Insistente sobre mi punto muladhara infantil Damn it.

Ecos borrosos al conteo de media noche:

Mama I m coming home

Amín Trobelle

(Veracruz, 1982) Ha cursado varios talleres de creación literaria entre ellos los de la SOGEM y la Universidad Veracruzana. En 2020 inició como Mediadora de Lecturas y después se integró al programa de intervención social para la promoción de la misma en el Espacio Cultural Regional Reflexionario Mocambo

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BASILIO MARTÍNEZ VILLA

A LA ORILLA DEL RÍO

Me hago de un libro poesía catalana en este encuentro un recuerdo: Una tarde no muy lejana mi amigo Mario leía con serenidad un poema que evocaba otro tiempo un paso por la historia caminos añejos castillos al atardecer la angustia de haber conquistado todo de vencer al final de la jornada... termina de leer dice: ¡Qué bonito! ¿No? La traducción es mía

Tengo hoy en mi mano ese mismo libro aquella tarde vi lo que el testimonio del poeta mostró vi estandartes ondeando al viento un caballero

frente a su destino una batalla de horas y de centurias que añoro

Hoy no encuentro ese poema lo busco leo y releo esas páginas de la lemosina lengua que pronuncia otros versos otros pasajes

testimonios ajenos una diversa memoria

pero mi recuerdo es tan real tan vívido tangible encuentro un título que me devela el azar «el instante improcedente» de Valls una tipografía gastada se desvanece es probable en el tiraje en esa página se haya agotado la tinta como el hombre que memoro y no encuentro quizá mi recuerdo es irreal.

Camino por un espacio que pueblo con mis palabras pero aquel poema que ahora se hace presente no se manifiesta yace en una transparencia

(México, 1974) Publicó Náufrago de tierra (2002) Accésit I Certamen de Poesía Iberoamericana Víctor Jara Ha publicado la plaquet de relatos la gorruña (1996) editorial Los Domésticos y Vestigios de arena (2000). Ha colaborado con revistas: Aquilón, Viento del Norte, Fronteras, Papeles del Martes, entre otras

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MARÍA ELENA CÁRDENAS

JACARANDAS*

Camino por la acera, voy contando mis pasos abstraída en mis pensamientos

De pronto, en el piso, una alfombra teñida de morado aligera mis pisadas

Alzo mi vista y ahí está, colorida, alegre, majestuosa, la jacaranda en flor.

La jacaranda se mece silenciosa con el viento, "Buenos días" susurra (eso creo)

su color llena mi vista y su esplendor dentro de mí se expande, me evoca nostalgias, alegrías y gozo

Los autos circulan de prisa, los peatones en el celular y yo sigo admirando la flor

El barrendero dice que la flor ensucia la banqueta, mientras yo con las manos moradas, llenas de flores tomadas del suelo, le sonrío.

Cada flor en la rama es una ilusión, un deseo.

Por cada flor en el suelo, un sueño cumplido o un adiós

Por cada flor al viento una pareja hace el amor y vive el vuelo eterno

Mis latidos se aceleran y mi corazón se regocija, presiento que está floreando

María Elena Cárdenas

(Tijuana) Ingeniero Civil, bailadora de danzón y amante de las letras Lectora a micrófono abierto en espacios culturales y radio Actualmente forma parte de un taller literario Escribe del momento, de la luna, de atardeceres, de amor y de reflexión; lo que el corazón le dicte y su mano dibuje

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*PublicadoenAntologíaHojasalviento(AlquimiaEdiciones,2022)

MARA ASCHE BENABIDEZ

UN CANTO DESÉRTICO

Un canto colorido expresa las banderas, Las mil voces bambolean el ímpetu del hombre.

Yo soy el canto y el grito del héroe

Tú eres la tierra y el cultivo de la Constitución

Ellos las brasas y los suspiros de la Revolución

De la A a la Z, no hay conteo que baste. Las heridas en el iris desigual de ellos es el mismo de aquel perro mal herido por el hombre

Yo soy el canto y el grito del héroe

Tú eres la tierra y el cultivo de la Constitución.

Ellos las brasas y los suspiros de la Revolución

No hay noche que alcance:

Vivo, grito y expreso

Yo soy el perdón y el adiós del héroe

Tú eres el aire oscilante y el cultivo del muerto.

Ellos la muerte y el último beso de la Revolución.

Tal vez muera y al final muero

Mara Aschel Benabidez (Tijuana, 1997) Potencial egresada de la Licenciatura en Lengua y Literatura de Hispanoamérica, de la Universidad Autónoma de Baja California. Publicó en la revista virtual La Lengua de Sor Juana. Lectora y escritora de las sombras

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CARMEN CAMPUZANO

CARICIA

Acaricio mi cuerpo voluptuoso y vasto nave que me transporta

portentosa o frágil mapa transitado

sueños pesadillas deseos

Todo viaja en esta nave de piel andamiaje de calcio músculo encendido

gemelas perlas observando mariposa etérea que me habita

Campuzano (Tijuana, 1961) Artista visual, dibujante de palabras Autora de: Atisbos y divagaciones (2023), Hilvanar el alba in memoriam (2020) y Un Ojo ve el otro siente (2018) Coautora de: Haikú/Sexto Sentido (2021), publicados bajo su sello el Cuaderno Secreto Mascotas Fantásticas (2000) y Manual de Artes Plásticas para Niños Invidentes (1999)

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FERNANDO SÁNCHEZ BERNAL

NOSTALGIA DE LA PAZ

IV

Te sumerges como si los recuerdos nocturnos fueran el océano, pero son solamente unas cuantas humedades repartidas en rebanadas finas

Esa burbuja de aire pesado escondida bajo el agua, en constante tensión, es el único hábitat para el dragón de la ausencia.

V

¿Quién serás a tu regreso, quién te abrirá la puerta?

Hay un día destinado para que vuelvas y comas de nosotros y te canses de mirarnos como miras al mar

En ese día los que son como yo esperan a los que son como tú: los que no pueden dejar de tronar los dedos, mirar a los cuatro vientos y convertir los protocolos en rutina

No serás el que se fue, acá dejaste unas pausas y una pequeña última exhalación.

VI

El intervalo de las respiraciones marcaba el ritmo decadente

Sólo me arrepiento de lo que no te dije: que si decidías irte yo podía abrirte la ventana, una grande junto al balcón, como la que vigila tu cama; la que tiene un fantasma del otro lado del vidrio.

Y no te lo dije porque esperaba la señal, sonidos formando figuras en la bolsa de agua salada.

VII

Llegaron poco a poco los pequeños vástagos, los parientes hambrientos y los despojados, algunos de buena estampa

Van como los animales del circo en una caminata melancólica de risas fingidas, arrastrando los pies sobre el aserrín

Entonces (como destino fatídico e inevitable) te nombro para olvidarte.

Artista visual y gestor cultural, experimentando en la multidisciplina He desarrollado proyectos fotográficos, editoriales y de gestión en La Paz, B.C.S., la Ciudad de México y actualmente en Ensenada. Soy fundador del festival Fotosensible y colaborador con otros colectivos como Arte Documento

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ANA CASTAÑER

ESPERARTE

A veces, en las noches desveladas sin ti he tomado el rumbo de la luna y del verso… porque hay flores pájaros luces

Voy a esperarte aquí a la sombre del roble y sauce amigo, con ese olor a silencio y a hierba grata

Voy a esperarte aquí porque la casa está repleta de rumores, de cansancio, de prisas y de vacíos…

¡Aquí sin ti las horas son más largas cada día!

Dame la mano, amor, para hallar en ti un calor distinto para ver que en realidad existen tus besos de mar y escarcha

Dame la mano, amor que quiero borrar el enigma gris que soy en tu ausencia… si supieras…

qué maravilloso es el hoy de estela azul que me produces

Ana Castañer Teruel, España Doctora en Psicología Clínica
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ÁNGELA ESCOBAR CLARIMONDA

JUNIO, OBITUARIO DE NUESTROS CUERPOS

Junio, florece en tus ojos de atardecer inquietos mis pensamientos yacen difuntos Manjar de tu constelación: pálida expuesta a mi jardín lleno de rosas en la mar

Niños que florecen de nuestras olas en la proa que tú gobiernas, zozobra del minutero que tiembla de nuestras manos Al fin, la luna nos abraza con su cuello cantando rodeando tu espalda de náufrago en tu desierto, destino de miel

Llama abrasiva en mi adorable primavera alma mía, eres el espíritu de mi cuerpo de estatua que, nada y nada muriendo en el otoño de nuestra voz

Obituarios de nuestros cuerpos jadeando en la tumba de un solo corazón unidos en el embarcadero oscuro de un rock Ladrón de frutos líricos imagino tu voz débil de música, ¡AHHHH! y el estruendo de tu tormenta en nuestros cuerpos de fuego hundidos en la mar

Cursó el Diplomado de Creación Literaria en la Sociedad General de Escritores Mexicanos (SOGEM) Es actriz, escritora y cineasta Ha publicado en diversas revistas electrónicas tanto como en papel cuento y poesía Publicó Debajo de mis venas silenciosas Ganó la convocatoria “Historias del té” por la Compañía Nacional de Teatro de México Ha sido publicada en países como Argentina, Francia, Grecia, España y Alemania Ganó el VI festival Urgen Musas

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TOÑO GUEDE

EN AUSENCIA DE MIEDO TODO ES DOLOR

Estuve aquí, resistiendo. ¿Tus pies dónde estaban?

Los edificios carecían de reflejos en los cristales de esas ventanas siempre cerradas.

Calles llenas de vacío dentro de los ojos de esas marionetas andantes

zombis de si mismos cuyos pasos suenan como el tic-tac averiado de relojes sin pila. El río que recorre nuestra ciudad se evade cargado con los sueños de nuestras gentes y limpiando las esperanzas de las manos que aún sueñan futuros mejores

Ya no hay caminos de salida, pero tú te has ido

Mientras, algo semejante a un yo desangelado se ha quedado esperando el fin del mundo, habitando dentro de un armario vacío de sueños, con una cabeza llena de recuerdos que son aire

La luna llena se ha extinguido

Las calles de la ciudad esconden dentro de su alma los fantasmas del olvido

Un dolor de derrota emerge de las ventanas

Toño Guede

Irremediablemente pegado en mi cuerpo el sabor de esas grietas que los hechos provocan en mis días, oquedades que son sentimientos, vacíos que son lágrimas y temblores de piel. Miradas huidizas dibujadas en espejos sin reflejos, la nada como realidad inconclusa.

Camino a ciegas hacia el precipicio que absorbe nuestro futuro. Soledad. Bendita maldición.

(Ourense, Galicia, España, 1971) En el año 2000 publicó su primera novela Cicatrices En 2009 publicó en gallego, su idioma materno, su primer poemario Bolboretas na memoria. Ese mismo año fundó la asociación Círculo Poético Ourensán, dedicada a promocionar la literatura en los centros educativos

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THALÍA MENDOZA

OJALÁ

Ojalá se revirtiera el espejo Y pudiera alcanzar la mano de mi madre que me dice

XIMENA COBOS CRUZ

POEMA DE LA PROCRASTINACIÓN ACELERADA

Dicen que escribir a diario mejora tu poesía

Yo lo intento, trato

Me hago hoyos en las manos y me como las uñas

Y no viene

No llega nada

Solo la soledad apacible

Saberme cerca de la cama y la ventana

Mirar la hierba

Oír la lluvia

Respirar el aroma de las gatas

Los chillidos de la perra

La casa que respira y me lo muestra con el vapor que cala en los cristales

Dicen que hay que escribir a régimen, parada cual soldado

Que es la enseñanza de los grandes escritores

/Así, en masculino/

Pero a mí me gusta levantarme hasta la tarde

Comer un poco

Mirarme al espejo horas profundas averiguando dónde nace una nueva cana cómo crecen los pelitos en mis piernas, en las axilas

Sentir el largo, la textura, el olor combinado de sudores que de mí emana

Sí, lo sé

Todos lo saben

No he publicado los libros enteros

Ni ganado la nada de premios bendecidos Sigo gastando las horas Respirando recostada en un tapete oyendo a Dylan

Imaginando que el poema me llega a la boca y entonces canta Como manatí que nada tiene que ver conmigo, canta, la boca, el alma

Y la vida que pesa se vuelve Ingrávida Solana

Ximena Cobos Cruz

Feminista en formación y poeta; editora del medio de comunicación independiente Enpol y co-creadora de Ingrávida. También formó parte del comité organizador de Imaginarias. Premio Nacional para Mujeres Cuentistas de Ciencia Ficción Algunas de sus obras se encuentran en Especulativas, Revista Raíces y Punto en Línea, entre otros

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MINISÚPER ÁNGEL MANUEL NUÑO

Empujar o jalar; esa es la cuestión

Espero fuera, en las ruinas de una banca triste; espero dentro, sin edad ni género, sin identidad entre los pasillos

Somos productos caducados a un costado de la carretera, somos humanos de desecho en los estantes del supermercado.

«México»: tienda abierta las veinticuatro horas, depósito de gritos fúnebres, una promoción de muertes:

Con México seguro 2023 aprovecha esta promoción: 90 asesinatos x $día ¿Vigencia?

Ángel Manuel Nuño (Tijuana, 2001) Cursa la Licenciatura en Lengua y Literatura de Hispanoamérica en la Universidad Autónoma de Baja California Participó en la colección de libros «Letras Diversas», en la categoría de cuento, organizado por el Instituto Municipal para la Juventud (IMJUV); ganó la convocatoria Libro Impreso 2022 de la Coordinadora de Editoriales Independientes con el poemario Yo lírico; a mediados de 2022, publicó el cancionero de rap Sueños rotos en Metaletras Editorial Sus textos han aparecido en revistas digitales como Metáforas al aire, Interliteraria, Apofénicos, Perro negro de la calle, Teresa magazine, entre otras

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ABIGAIL SMITH

ERES TODO

Eres tu todas las cosas trazo indeleble, la huella de dios

Mi vista tu apología perfecta

V I S T A ¡Ay de mi vista! que ya no es una sin ti ordinaria, nubosa, miope y castaña Iris aturdida que sin pedirlo me acompaña.

Soy un par de córneas ambarinas e inundadas con la fecunda necesidad de verte en todo

Te vi en el tacto humeante de la avenida cuando comienza a amanecer. En el derrape repentino del taxi al arrancar, en cada señal de tránsito dispuesta a regular la necesidad de huir; o ¿era de llegar?

Te vi en el melisma del pájaro cantante en mi benevolente tradición de abandonarme cuando no debo, en la humedad que nos vio nacer y en el hueco de la luna cuando anochece menguante.

Te veo Cuando a las mañanas les falta tiempo En la mancha permanente de mi mano izquierda. Te veo en el ruido de mis soledades y en el ambiguo pecado del nefelibato.

Te veo aún con tu embrujo abrazándome en el hueco junto a mi costilla , en el alquitrán de mi sangre y en la neblina que transpira el suelo.

Ve mi pupila, a través de tu pecho ¡ay hombre de calidez tardía ! no hay donde no te encuentre , ni oscuridad en que no te vea Majestuoso a punto de deidad son tus ojos el transcrito de todos mis dogmas y mis rezos no más que otra febril plegaria aullante "Eres tú todas las cosas" trazo indeleble, muestra de que todo lo habita dios.

(Tijuana) Estudiante de filosofía en la Universidad Autónoma de Baja California Disfruta escribir con mala cronología lo que le desborde los poros, fotografiar los agujeros de luz entre las calles y los cerros de su Tijuana e ilustrar su agrietado intento de supervivencia

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CASANDRA VALENZUELA

ALIBABA Y LOS CUARENTA LADRONES

“Nel mezzo del cammin di nostra vita mi ritrovai per una selva oscura che' la diritta via era smarrita”

El cerrajero de Tijuana dijo que no corriera tras la manecilla del reloj que tanto giro y giro es un error sin lucro que los bienes se agradecen y los males se triplican no entendí nada solo sabía que donde fuego hubo las heridas aullaban fuerte entré a un bar e ingerí Agua de la Llave salí al exterior La verdad nos hará mártires o genuflexores agradecí estar en pie frente a la puerta de la columna Septentrional acepté mi destino con la mano en mi cabeza esto es ser humano el casual movimiento lo estático el sonido de las estrellas y los planetas el sonido normal del mundo rosa de los tiempos haz de Orfeo un cisne abre y cierra al dolor en el desierto de lo real

Radica en Ensenada, B C, cuya circunferencia está en todas partes y en ningún sitio Con un lenguaje fresco está en la búsqueda de lo vivo y del cómo era todo cuando no había nada, una tortuga de montaña Recientemente publicada en el Anuario de Poesía de San Diego 2023 Ex miembro del taller Archipiélago dirigido por David Anuar (Premio Nacional de Literatura Joven Salvador Gallardo Dávalos)

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SIMONE MATUNAGA

LA BANDADA

Vuelo tan alto como una bandada de patos, vuelo en un mar de fuertes corrientes de aire que me queman y rasgan la piel cada que pasan de forma violenta

Mi pista de aterrizaje es un lago lleno de melancolía

Mis compañeros los patos aterrizan con elegancia y delicadeza, tan fácil como hablar con un sordo

Siento que me consume de a poco el gran lago y no hago nada para cambiarlo

Sólo sigo a la banda a pesar de ser abandonada.

Simone Matunaga

(Tijuana, 2005) Desde niña presentó un gusto por la escritura y otras artes Actualmente cuenta con una publicación en una revista literaria, una presentación en colaboración con más poetas de Tijuana y la idea de seguir escribiendo para publicar su primer libro

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ORALIA RODRÍGUEZ

SIN TÍTULO

Liberar la cordura en un alarido trenzar las imposiciones y las ausencias

caminar lento

brizna de viento resonancias en la piel

Oralia Rodríguez

(Jerez, México) Poeta y artista multidisciplinar Radica en Tijuana, BC Estudió la Maestría en Cultura Escrita en el Centro de Posgrado y Estudios Sor Juana, un Diplomado en Artes Visuales en la Caja Galería y un Diplomado en Creación Literaria en el CECUT ambos certificados por el INBA Ha publicados dos cuentos infantiles y el poemario Trozos de tarde para no ser olvido

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NIÑA PAULA CASTRO

A la niña que habita dentro de mí la que estaba desesperada por amar, que creía en historias de hadas con un príncipe al final. Querida niña, recibí aquella flor pero, como el papel de la historia, se marchitó A la niña que hacía casas a los insectos porque no quería que pasaran frío, y luego el granizo la atormentó con líos sin embargo, era aquella niña que llenaba su vida de mariposas, porque la pintaron de color rosa.

A la niña que creía que todos eran buenos, y después no le creyeron la que se quedó sola una tarde de junio, "Lo siento mucho" solían decir.

A la niña que no dijo nada, porque le enseñaron a no sentir, porque se disculpaba cuando lloraba, porque, si la gente se alejaba, sentía que era su culpa por decir que los amaba. Querida niña, hoy quiero ser como tú, ahora que soy grande, aún tengo miedo de la oscuridad, el insomnio cobra todo lo que i é d ti d d i Querida niña, hoy quiero amar como tú, quiero volver a creer en cuento quiero poder vivir dentro de nu que sean más que un moment Un deseo cumplido.

Y por más utópico que parezca quiero ser esa niña de vuelta, q que no fue su culpa, que su vulnerabilidad la hace f que sin aquella niña no podría de la persona que soy hoy en d que gracias a su sonrisa, hoy recuerdo que más que viv hay que sentir

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del último año de preparato
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P R I M A V E R A
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P R I M A V E R A

ALFA TAO

¡EXTRA, EXTRA!

¡Nació el primer bebé con IPhone incluido!

Y no importó que naciera con el dispositivo integrado en su mano: en vez de palma y dedos, pantalla táctil. Tampoco llamó la atención que rompiera la regla de fidelidad generacional de su familia por Android. Pareció irrelevante que los niveles de triglicéridos, glucosa y colesterol estuvieran por los cielos y que su sangre en vez de roja, al contacto con el oxígeno se coloreara primero de azul y luego de rosa

Mucho menos inquietante fue que, durante su trayecto a través del canal de parto, el dispositivo donde se reproducía la música del obstetra cambiara abruptamente la reproducción del “Himno a la alegría” de Beethoven, por una playlist retro de Spotify que daba inicio con la canción “Cerdo” de Molotov

Y oiga usted esto: ni a los allí presentes, ni a las benditas redes sociales, les perturbó que antes de llorar, el nene se tomara una selfie y expusiera las partes privadas de su madre en Instagram

¡Lo que a todos irritó, fue que naciera zurdo!

(CDMX, 1976) Reside en Ensenada Artista interdisciplinaria, soprano lírica, actriz, conductora, escritora Bióloga y licenciada en música (UABC) Imparte clases de canto e interpretación escénica En 2021 publicó sus primeros textos en “La Gualdra” segmento cultural de La Jornada Zacatecas y en la revista Delatripa

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SANDRA BASURTO

LA ÚLTIMA Y ME FUI

¡Ya me voy! Les dije

Todos sonrieron y agitaron suavemente sus manos diciéndome adiós Afortunadamente nadie lloró demasiado...

Envolví cuidadosamente mi aprendizaje en una seda blanca por si en el camino me surgían dudas; la paz de la realización la vacié en un bote azul con el espacio preciso, para que no apareciera la exageración cuando se me preguntaran mis logros; en la cartera guardé escritos cinco consejos de ancianos sabios, por si alguien me pedía saber sobre la dificultad de vivir; encerré dentro del corazón tres recuerdos de amor verdadero, hondo, del alma, para aquel que me cuestionara lo eterno; eché dos suspiros sinceros y profundos en frascos de cristal para aliviar el impacto; me unté media pizca de risa por si el llanto aparecía ante la partida; bebí un chorro de valentía para dar el salto. Cerré los ojos y en esa cama vi dentro de mí viajes, espacios, ciudades, luchas, historias, hechos,

gué aquí, en donde estoy nidad

el arte, practica la pintura La música, la ortos como una manera de reflexionar una constante aprendiz de las nuevas a su consciencia a fuego lento en la

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RONNIE CAMACHO

LA PRIMAVERA NEGRA

Por años había seguido los caminos de la magia, mi conexión con ella era innata, más no fue hasta los veinticinco que acepté mi destino y comencé mi entrenamiento como mago

Durante los meses que se prolongó mi adiestramiento, conocí a los dioses, develé los secretos de las lenguas muertas, me hice hermano de los nahuales y un fiel devoto de las visiones de los profetas olvidados

Finalmente, logré consagrarme como hechicero al escribir mi primer grimorio y aun siendo joven, llamé la atención de los aquelarres locales y los viejos maestros, pronto las invitaciones llegaron y la ilusión se apoderó de mis ojos

El universo y los sueños parecían ser cada vez más grandes, hasta que una plaga oscura sacudió el mundo entero.

Ocurrió durante las primeras lunas de marzo, a días de mi vigesimosexta vuelta al sol que la noticia llegó, el virus había arribado a nuestras tierras y a pesar de toda nuestra magia, no hubo mejor hechizo de protección que alejarnos de todos los nuestros

A pesar de nuestra estrategia, los primeros infectados no se hicieron esperar, primero uno, luego cincuenta, después trescientos y cuando menos lo esperábamos mil

Jamás pensé que lo vería, pero la primavera pasó de ser una señal de la nueva vida a un augurio de las muertes por venir.

Ronnie Camacho (Matamoros, Tamaulipas, México) Escritor, Lic en Comercio Internacional y Aduanas Ha publicado 2 novelas, 10 libros infantiles y una antología de cuentos. Colaboró en 13 antologías y publicó textos en más de 130 revistas y blogs nacionales e internacionales

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JACQUELINE CAMPOS

CAFÉ DE OLLA

Aún no me acostumbro al clima de Baja California Tengo las manos frías, las piernas entumidas y deseo que amanezca para sentir calor Son las cinco dela mañana, mis compañeros prendieron una fogata improvisada; respiramos el humo mientras esperamos el camión amarillo que nos llevará a los ranchos del Valle de Guadalupe para piscar uvas. A Martín se le ocurre silbar la canción mixteca y eso me hace recordar a mi madre preparando el café de olla, el olor a piloncillo y a granos de café tostado. Ella silbaba la misma canción cuando hacía el café Y luego me decía “Toma mi hijo, tu cafecito antes de irte a la milpa” Oaxaca quedó en mi pasado, a muchos años de distancia; hoy el frío me abraza en el norte y añoro mi café de olla, ese que huele a hogar

Jacqueline Campos

Productora de la Radio en San Quintín, BC Cursó talleres de creación literaria en el ICBC Publicó en antologías como Jardín de Figuras abiertas II, de la cual fue ganadora del certamen convocado por la editorial Bitácora de Vuelo (2021) y V Antología de cuentos de Escritoras Mexicanas (Ediciones FENALE 2022)

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ROCÍO PRIETO VALDIVIA

LA HORMIGA VIAJERA

Una hormiga intenta subir por la oreja de mi taza favorita La veo trepar muy despacio, pues a pesar de sus diminutas patas es bastante ágil Supongo que el aroma a manzanacanela y las gotas de miel, son el motivo para que la audaz viajera inicie su camino a una posible muerte. Siento pena por ella. Pero la dejo luchar por alcanzar la cima. La observo llegar triunfante a la cúspide, y por un momento creo escucharla:

¡Lo he logrado!; ahora a darme un baño en estas termales aguas.

Quito la vista un momento para volver al párrafo del libro que leía

Al regresar la vista a la taza, cuál va siendo mi sorpresa, que la muy indina ha invitado a todas sus amigas a disfrutar de mi té

Resignada y abatida, aparto la taza para dejarlas disfrutar de ese merecido baño Las observo entrar y salir triunfantes. La hormiga líder se mantiene en la cúspide, erguida y orgullosa.

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Rocío

MARÍA JOSÉ RAMÍREZ

UNA SOMBRA EN LA VENTANA

La luz se escurre por la ventana, cae sobre el dorado lomo; los grandes ojos chispeantes se abren en el momento exacto en que escucha los pasos, el clic de la puerta al cerrarse La pequeña bestia bosteza, se estira un poco y cambia de posición. Desde su sitio observa las sombras deslizarse brevemente por la sala, mientras alista las orejas. Los humanos arrastran los pies, trastabillan, un cuerpo se arroja a la cama y los resortes crujen. La gata sabe, instintivamente, que ha comenzado el ritual del amor.

(Ciudad de México, 1988) Maestrante en Estudios Latinoamericanos en la UNAM Licenciada en Letras Hispánicas por la misma casa de estudios Editora, reportera y escritora Sus ficciones y ensayos han sido publicados en las revistas Tierra Adentro, Marabunta, ERRR Magazine, Enpoli y MilMesetas

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ANGÉLICA TIRADO

JÚPITER

Paradas, mientras la veo cocinar, mi madre me dice:

A Júpiter no le importa si al dirigir tus ojos a la noche no logras encontrarlo o no te interesas en localizarlo . Lo único que te pide, desde su lejanía, es que intentes nombrarlo en los colores de esta tierra. No dejes nunca de saborear el picor del rojizo barro ni la dulzura de la arena blanca, pues en sus profundas notas se ocultan los secretos de la existencia

Júpiter ya está harto de su gaseosa levedad En vez de perderte en la observación del cielo, ayúdale siempre a penetrarse en la textura de la molienda Pero no lo olvides, nada puede ser completamente sólido Déjale sentir la fortaleza de la pepita, sacia su sed con un poco de líquido y permítele conservar un poco de su flamante vapor.

No dejes de aprender de Júpiter y mantente en constante movimiento. Mézclate imparablemente e intégrate en nuevas formas y texturas Explora todas las posibilidades de tu consistencia hasta agotar las ideas No pares hasta que la tersidad habite tu corazón No tengas miedo Haz toda tuya la transformación

Recuérdalo bien Mientras entiendas lo que te digo nunca te faltará el cariño, pues te arropará eternamente el brillo de los astros

Me sienta sobre la mesa. Sin entender por completo lo que acabo de escuchar, finalmente lo veo ante mí: un plato de pipián rojo.

Angélica Tirado

(Tijuana, 2002). Estudiante de Periodismo y Relaciones Internacionales. Insaciablemente buscando inspiración de la naturaleza, los sentimientos confusos y los deseos abstractos

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VEGA MORALES

SEMILLAS DEL CIELO

Había una vez una tierra secreta donde vivían pájaros parlantes que siempre se reunían en la noche para ver a las estrellas Hacían esto ya que todos creían que las estrellas eran semillas brillantes del cielo… todos, menos Timoteo.

Timoteo había pasado varias semanas intentando encontrar la respuesta a lo que realmente eran las estrellas.

Tal vez son hermosas perlas en un segundo océano Dijo pensativo ¿O serán luciérnagas con luces blancas?

Pero eso no tenía sentido, al menos para él; probablemente los demás sí le habrían creído

Entonces decidió volar hasta donde se encontraban las estrellas y conocer la verdad por sí mismo. Lo que pasó después fue que Timoteo murió por la falta de oxígeno, sin mencionar la caída de cientos de kilómetros que tuvo. Todos lo recuerdan como un loco, demente, perturbado, entre otras cosas. Y todos siguen creyendo que las estrellas son sólo deliciosas semillas, siempre fuera de alcance

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Vega Morales (2007) Estudiante de preparatoria Le gusta contar historias con dibujos y palabras
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M A V E
P R I
R A

LECTURAS MIGRATORIAS COLUMNA

Por: Javier Vargas de Luna

Castro Caycedo: selva sin género Castro Caycedo: selva sin género

También están los libros postergados, en la isla de Montreal de todos los lectores del mundo. Para cualquier migrante hispánico, alejado de los bullicios nativos, hay títulos que nos recuerdan a los amigos que se van, porque Pedrito (colombiano de Neiva, recién fallecido, compañero de desarraigos) alguna vez me regaló uno de sus títulos más preciados, un ejemplar ajado y amarillento que supo sobrevivir durante años en las inminencias de mis estantes. Y en estos días, tenía que ser, decidí leerlo, acudir a un escritor como Germán Castro Caycedo (1940-2021) para evocar en él los léxicos y los gentilicios de aquel viejo amigo. Y aún a riesgo de exagerar los subjetivismos en las frases, conviene expresarlo desde el primer párrafo del día: en los libreros del expatriado siempre habrá obras así, portadas que de repente adquieren la insólita condición de mensajeras de quien, muerto en otro clima y rodeado de otra cultura, fue lengua española hasta la última letra de sus autores de cabecera

Dentro y fuera de la literatura, los colombianos son dueños del idioma en el que aprenden a renombrarse Sus frases parecen giros efervescentes, locuciones capaces de triunfar sobre los purismos gramaticales. De hecho, las páginas de Mi alma se la dejo al diablo (1982) nos enseñan que no hay vocabularios absolutos porque la condición humana está hecha de lenguajes abiertos: somos el idioma heredado tanto como el genio que lo recrea, la regla ortográfica y la licencia que la rejuvenece, lo normativo y lo facultativo en un solo golpe de voz Y he allí, quizás, la magia mayor de Germán Castro Caycedo, a saber, confirmarnos como los propietarios de una lengua siempre dispuesta a reinventarse, en la ca-

lle natal de lo amazónico tanto como en el exilio de las auroras boreales de Pedrito

Sí, Castro Caycedo es lengua castellana en ebullición, diga lo que diga la Real Academia que siempre llega tarde a nuestras dicciones y a nuestros aspavientos Sus regionalismos nos confunden porque nos reflejan, o, si se prefiere, sus neologismos nos confirman porque poseen la clave de nuestros desconciertos Diríase que los vocabularios de la selva colombiana nos reflejan de otro modo, y, lo que es más, si alguna vez el destino nos arrojase a los ríos de sus páginas más caudalosas, sabríamos sobrevivirlos gracias a lo aprendido entre sus espesuras lingüísticas Por si ello no bastara, a dichos follajes discursivos se suma su condición de texto de textos, pues Mi alma se la dejo al diablo es un documento de género complicado, un crucero escritural donde se concitan la crónica expedicionaria y la novela de aventuras, el reportaje periodístico y el libro de viajes, el diario íntimo y las ficciones del descubrimiento de América (al estilo de Naufragios y comentarios de Cabeza de Vaca, o de La Florida del Inca del Inca Garcilaso, o de El Dorado de Francisco Vázquez) Por lo demás, a ello se debe que sus personajes no hagan distingos entre lo esencial y lo anecdótico, o entre lo trascendental y lo accesorio..., en fin, mejor seguir adelante con este libro que algo tiene también de Jorge Isaacs y de Zapata Olivella, e incluso de García Már-

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quez.

A pesar de las fotografías que descubrimos en sus páginas, el lector transhispánico (valdría la pena comenzar a llamarnos así, creo yo) no cede jamás al realismo periodístico. Ahora bien, al entrecruzar los colores de lo testimonial en lo imaginario, Castro Caycedo saca provecho de todas las junglas latinoamericanas que, convertidas ya en tradición literaria, también nos han de asistir en la recepción de su libro En efecto, en Mi alma se la dejo al diablo cohabitan La Vorágine de J E Rivera y Los pasos perdidos de Carpentier, Canaima de R Gallegos y El hablador de Vargas Llosa, Un viejo que leía novelas de amor de L Sepúlveda y Cumandá de J L Mera, sin olvidar a R.J. Sender en La aventura equinoccial de Lope de Aguirre. Tantas veces lanzamos la mirada hacia nuestras ficciones más selváticas que, llegados al punto final, la obra nos hace sospechar que en toda escritura siempre será inevitable cierta dosis de idealización: porque cada palabra es símbolo de algo más, detrás de los signos alfabéticos que la sostienen es posible reconocer un sedimento de fantasía, ¿o me equivoco?

Tres últimos respiros se imponen en la entretenida excitación de leer este libro en las calles del Polo Norte Primero, es menester tomar un poco de aire para postular aquí que sus escrituras enmarañadas (nunca mejor dicho) la convierten en una obra que pertenece al lector: estamos ante un texto que coescribimos por cuanto somos nosotros los responsables de reconstruir el cauce verbal del río Yarí, sus afluentes sintácticos y sus desconcertantes elipsis

El segundo de dichos respiros tiene que ver con el tono reiterativo de Castro Caycedo, como si en cada recodo de la jungla fuese necesario advertirnos dos veces de los peligros agazapados en la página venidera; en la transcripción de tales repeticiones entendemos que, para sus figuras, el mayor de todos los miedos no es la soledad, tampoco la selva, y mucho menos el desamparo, sino quedarse a medio camino de nuestra curiosidad, es decir, sucumbir al descrédito de nuestra lectura

El tercero y último respiro exige un párrafo aparte... Sí, lo que también intriga en la edición heredada de Mi alma se la dejo al diablo son los dobleces en las alturas de sus páginas, esas pequeñas cicatrices del papel en los ángulos superiores de las hojas, pues es ahí donde el libro-objeto habla de algo inesperado: de una lectura migratoria realizada con un ritmo diferente o de una pasión literaria que nos sobrepasa, pudiera ser, y, sobre todo y ante todo, de las muchas veces que la vida cotidiana en la ciudad nórdica (con sus afanes en lengua extranjera y sus escarchas de invierno inexplicable) interrumpió a Pedrito en su ocasional regreso a la literatura nacional de sus propias palabras

Javier Vargas de Luna Nacido en Tampico, México, es autor de más de una veintena de libros Poeta, narrador, ensayista, cronista, docente e investigador literario, ejerció el periodismo antes de partir hacia Quebec, Canadá, donde radica desde 1996 Después de cursar la Maestría en Literatura en la Universidad de Ottawa, recibió el grado de Doctor en Letras en la Universidad McGill (Montreal) Desde el año 2004 es catedrático titular en la Facultad de Letras de la Universidad Laval (Ciudad de Quebec) y en diversos periodos de su vida ha sido profesor en la Universidad de Massachusetts (UMASS-Lowell), la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), la Universidad Libre de Bruselas (ULB), la Universidad Eötvös Loránd (ELTE) de Budapest, la Universidad de Quebec (UQÀM) y el Instituto de Estudios Avanzados de Francia (IEA-París) En la actualidad continúa construyendo una enciclopedia de la lectura en el mundo hispano conocida como Bibliotecas ajenas

COLUMNA
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JONATHAN PÉREZ JUÁREZ ENSAYO

(Des)vivir en la Zona Este

(Des)vivir en la Zona Este significa que tú no eres de Tijuana Eres de allá, donde asaltan gratis. Del reflejo proyectado sobre un espejo roto que la ciudad se niega a ver.

Crecer en la Zona Este significa que la infancia mide los 40 m² que permite el Infonavit. Cuando supe que obtuve la beca de Talentos Artísticos del ICBC me quedaba poco tiempo para terminar los 30 minutos en el café internet Trabajé mi solicitud para aplicar al diplomado de Escritura Creativa de la UNAM en una laptop que mis papás sacaron del First Cash La mía es una escritura a doce meses sin intereses Al llegar a la mayoría de edad comprendí que Tijuana no es una ciudad amurallada, sino que por dentro la atraviesan cientos de fronteras. Cada vez que quiero ir a una presentación de un libro, o algún evento literario, tengo que pensarlo dos veces, pues casi todo lo relevante ocurre en el Centro. Ahí tendré que esperar una combi que no sé si vendrá, aunque casi siempre viene, para poder regresar a mi casa Escribo sobre/desde la periferia para dejar registro de que este pedazo de tierra guarda memoria, en él siembro mis recuerdos, risas y anhelos

(Mal)vivir en la Zona Este significa habitar las colonias por sus doppelgänger: Matamorros, Florindio, y Mugrua son solo algunas de las formas en las que el lenguaje se retuerce en expresiones discriminatorias En su poema ‘Al Blvd 2000’ (2018), Marlon PV escribe: “Una hora más, / camión desgarra almas: / los olvidados” Este texto no es individual, pues forma parte de un linaje que (re)victimiza la experiencia de ser de este lado En Buten Smileys (2011), Rafa Saavedra anota la expresión ‘ranchos urbanos’. En el ensayo ‘Crucero 5 y 10’ (2006), Carlos Fa-

bián Sarabia caracteriza a todas las demarcaciones que están más allá de este punto como “otro territorio apartado e inaccesible”. Para Sarabia, la Zona Este encarna “el espectáculo patético de la humana mancha voraz que se desplaza anónima y ensimismada” Si la patria empieza cerca del muro fronterizo, ¿es en los extremos de la ciudad donde termina?

De por sí la geografía de Tijuana se apretuja hacia EEUU, la ciudad como espectador abalanzado sobre el escaparate de la frontera, anhelando un sueño que no se digna a voltear. Emmanuel Molina le pone palabras a esto: “Norte, sigue la centralización”

(Sobre)vivir en la Zona Este significa que tendrás amigos y conocidos que no volverás a ver: las drogas o una bala les cerrarán el paso Esta situación ya no es exclusiva de la Sánchez Taboada Si algo nos enseñó el 12 de agosto del 2022 es la facilidad con que una región puede arder en llamas Taxis incendiados por Santa Fe, camiones de transporte público reducidos a cenizas por la Zona Norte, la imagen de una población que no alcanzó a llegar. Asimismo, los tandeos de luz y agua denotan que la escasez ya no le pertenece a unos cuantos desfavorecidos Para Isabell Lorey la precarización ha dejado el rincón de la periferia y del trabajo asalariado para abarcar “la totalidad de la existencia, los cuerpos, los modos de subjetivación” En Estado de inseguridad (2012), la autora sostiene que ser precario es vivir en la imprevisibilidad, en contingencia perpetua. Con los gobiernos ejerciendo dominio mediante la inseguridad, se podría decir que se ha democratizado la precarización El que esté libre de precariedad, que tire la primera piedra.

(Re)vivir la Zona Este significa reconocer

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que nunca ha estado muerta En su libro Rótulos intempestivos con tinta de maquila (2021), Emmanuel Molina compara sus textos “con los diseños en paredes (casi siempre abandonadas) con pintura a mano alzada y técnica a veces deficiente” El autor, quien trabajó en las fábricas, retrata lo que su Tijuana representa para él. “He entregado mi cuerpo a la ciudad tantas noches / que tal vez he acumulado decenas de horas sin recuerdos ( ) pero no dejaría esta ciudad, mi dolor la habita” Al haber contado mis experiencias no lo hice con el afán de generalizar las de otrxs, pero lo vivido suele formar parte de estructuras sociales No quiero que esta defensa se lea como una alabanza a la pobreza, ni pintar a los pobladores de estas delegaciones como ángeles que no rompen ni un plato. Tampoco ignoro mi privilegio como alguien que pudo terminar la universidad gracias al inmenso esfuerzo de mis papás

El ensayo ‘Zona Este’ (2011) de Christian Zúñiga narra que durante su adolescencia en los 90s, se pensaba que existía otra ciudad más allá de Otay Por momentos el escrito roza el tono despectivo que entrañan los textos mencionados arriba, donde se pinta “un espacio feo, con casas pequeñas, lejano, depósito nocturno de los cadáveres del narco y muchas carencias en el asunto de los servicios públicos”. Sin embargo, pronto vira hacia un enfoque más humanizante: “Por muy adversa o complicada que la situación le pueda parecer a algunos, la gente que vive en la Zona Este, en las invasiones, en los fraccionamientos de interés social o en los más acomodados, está haciendo la ciudad” En 1994, el artista Marcos Ramírez ERRE montó la instalación ‘Century 21’ en la explanada del Cecut. En ella replicaba una casa hecha con palés, láminas, llantas y tierra Con esto no buscaba hacer una es-

tética de los asentamientos irregulares, sino crear una tensión entre la choza y la estructura moderna del museo, que echara luz sobre la disparidad socioeconómica. Al mismo tiempo, postulaba que quienes habitan en estructuras así también son “miembros de la misma sociedad” Emulando la choza, recojo citas, apilo recuerdos, levanto preguntas para construir este texto

Ahora resido en Natura, uno de los fraccionamientos más nuevos (y apartados) al sur de la ciudad.

Así es vivir en la Zona Este, donde también florece(mos)

Aquí

ENSAYO
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Jonathan Pérez Juárez (Tijuana 1999) Obtuvo la beca Talentos Artísticos del Instituto de Cultura de Baja California durante 2017 y 2018. Egresado de Lengua y Literatura de Hispanoamérica de la UABC Es periodista y redactor en Glocal Media Forma parte del Diplomado de Escritura Creativa y Crítica Literaria de la UNAM

N O C H E D E B R U C E S S O B R E L A T I E R R A

Por: Ernesto Reséndiz y Odette Alonso

Por: Ernesto Reséndiz y Odette Alonso

Provocaciones nocturnas

Artemisa Téllez apuesta por la provocación una vez más con Noche de bruces sobre la tierra, libro de cuentos publicado en 2022 Su debut en la cuentística mexicana fue con Un encuentro y otros, publicado en 2005, con un enfoque en las narraciones lésbicas que buscaban la complicidad lectora El título de aquella primera publicación sirvió para nombrar la página de Facebook de la escritora Una década después, en 2015, la editorial Voces en Tinta, bajo la dirección de Bertha de la Maza, publicó Fotografías instantáneas, una colección de 12 historias de chicas lesbianas en la Ciudad de México En 2014, la misma editorial Voces en Tinta le publicó Crema de vainilla, una novela lésbica cuya protagonista Lala conquistó los deseos de múltiples comunidades lectoras y provocó el escándalo en algunas lectoras conservadoras. Con Crema de vainilla, Artemisa se confirmó como una narradora formidable del lesboerotismo y el deseo femenino con todos sus claroscuros e intensidades. De hecho, la escritora mantiene un taller de escritura de cuentos eróticos lo que le permite sostener en óptimas condiciones la imaginación narrativa para distintas exploraciones

Noche de bruces sobre la tierra muestra a una autora con un registro más amplio y ubicuo que en sus libros de cuentos anteriores, porque la obra no se limita a las representaciones de las relaciones lésbicas entre mujeres, sino que propone historias de personas trans, con personajes homosexuales y también con hombres y

y mujeres heterosexuales Toda la humanidad con su gama de sombras y aciertos está presente en este libro primordialmente nocturno, como lo sugiere el título La autora delinea los territorios de la noche con sus riesgos y sus violencias brutales, y también con sus placeres más subyugantes Además, el libro tiene un rico abanico de narraciones que lo mismo ofrece historias de horror, cuentos eróticos, estampas, minificciones y relatos más extensos. Son 17 piezas que nos descubren una autora en la plenitud de sus recursos narrativos

La mayoría de los cuentos están escritos en primera persona como una forma de afirmación personal e identitaria de las voces narradoras protagonistas de las mismas historias que cuentan y también como una estrategia para construir una inmediata complicidad y confianza con las personas lectoras Para decirlo con palabrejas técnicas, estos cuentos tienen voces narradoras homodiegéticas, es decir, que se cuentan a sí mismas. Porque hay que hablar de lo que duele y hay que hacerlo en primera persona Sólo el cuento titulado “Caray” está escrito a partir de una

RESEÑA 3 8 | H I P É R B O L E F R O N T E R A
Ernesto Reséndiz

segunda persona del singular, un “tú” que va descubriendo las motivaciones personales y las perversidades de una fotógrafa dedicada a la publicidad. Por su parte, el cuento “Lady Blues: El verdadero mundo de Sofía” está contado por una voz narradora en tercera persona

En una nota al inicio de la obra, Artemisa Téllez advierte a sus comunidades lectoras que el libro es fruto de la producción cuentística que realizó en la década comprendida entre 1999 y 2009. La mayoría fue publicada en revistas y antologías y ahora reunida en este conjunto Nos dice Artemisa que “todo en este libro es lúdico y disparejo, a mi imagen y semejanza creció sin supervisión y como le dio la gana”. Sobre esta afirmación, discrepo con la autora en el sentido de que este libro sea “disparejo”, pues, aunque reúne piezas de diversa índole escritas a lo largo de la primera década del milenio, tiene una unidad temática y coherencia palpables Considero que precisamente las violencias que atraviesan estas historias constituyen un eje temático que va dando el tono nocturno y oscuro de este libro

El cuento que da título homónimo al libro es una historia desoladora sobre un crimen de odio por expresión de género y homofobia que le mereció a Artemisa Téllez ganar el Premio Lorca en 2013 de Bilbao en el País Vasco La narración expresa la brutalidad machista de un linchamiento colectivo perpetrado por adolescentes despiadados: “Carlos le pega, (le pega) Efraín no se defiende, llora, llora mucho Trae una falda negra y blusa azul Le pego yo también (tengo que pegarle yo también). Hay sangre, sangre, yo creo que ya está muerto, se murió, no, no se murió, ¡lo matamos!”

Este texto tiene resonancias con el cuento “Amante madre y esposa” y con el cuento trans titulado “Lady Blues: El verdadero mundo de Sofía”, cuyo subtítulo irónico parodia la novela El mundo de Sofía, una novela juvenil pedagógica del autor noruego Jostein Gaarder que es un panorama general del pensamiento filosófico occidental masculino desde la mirada de Sofía, una chica con curiosidad intelectual En el caso del cuento de Artemisa, Sofía es una mujer trans que ve truncada su carrera musical en el rock una vez que empieza su transición, a pesar de que le fue arrebatada la posibilidad de convivencia con su hija La primera línea denuncia la marginación a la que se enfrentan muchas personas trans: “Sofía murió como había vivido: con un vestido barato, el corazón destrozado y sola” En esta estética desolada hay una profunda dimensión ética de la autora que conmemora tantas vidas cercenadas en la humillación

La historia “Amante madre y esposa” es la confesión de un feminicida que es el asesino de su propia madre. El título es una referencia de los roles a los que son reducidas las existencias de las mujeres como bien ha explicado el movimiento feminista. Artemisa Téllez señala la banalidad del machismo como una de los gravísimos problemas sociales del presente Con un ánimo feminista, aunque desde el desenfado y el humor, la narradora que escribe su “Diario íntimo”, afirma: “Un espantoso sopor se apoderó de mi cuerpo, ¿qué tengo, que tengo? Estoy monstruando ”

Por su parte, el cuento “El robo” ofrece una mirada irónica de la vida contemporánea convertida en una perpetua burocracia, cuando el narrador afirma: “Cada vez más

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gente quiere suicidarse, así que tomé mi turno y me formé” El recurso de la ironía también está presente con buenas dosis de humor en el cuento “La hora del té” que distorsiona la armonía del momento del té cuando una abuelita se transforma en un enorme insecto alado “La hora del té” y “Darinel” se pueden leer como historias sobrenaturales donde lo insólito irrumpe con su dimensión más terrorífica En el caso de “Darinel”, la narradora Adara, una lectora del Primero sueño, de Sor Juana, tiene una relación de amor y odio con un gato. Aquí la ensoñación amorosa se transforma en una pesadilla insomne angustiante

Mención especial merece el cuento “El otro lado del lago”, que la autora dedica a su hermana Natalia Téllez, que por su extensión es casi un relato La historia muestra la derrota existencial de Estrella, la protagonista, que renuncia a sus convicciones para escapar de la pobreza y la violencia patriarcal que destruye su familia Su novio se llama Octavio y su hermana Delfina Estos nombres significativos son guiños de la escritora que sirven como espejo del matrimonio desdichado que padeció Elena Delfina Garro al lado de Octavio Paz Elena Garro es una de las escritoras favoritas de Artemisa Téllez. La figura de Garro también es un modelo narrativo que le sirve a Artemisa para la exploración de las protagonistas femeninas de sus historias, tal como lo hizo Elena Garro en muchas de sus obras.

El cuento “El otro lado del lago” tiene resonancias con “Fuli brinc: Historia de una vida común”, protagonizado por una lectora enloquecida de una familia artística de clase media, de padre pintor y madre

hippie Esta historia muestra la banalidad de una existencia hundida en la farmacodependencia.

Me divertí mucho con el gracioso cuento “Caray” escrito con gran sentido del humor y que tiene apartados con subtítulos de canciones de Juan Gabriel. La historia muestra la frivolidad y las obsesiones de una fotógrafa enamorada de Mario, un escultural modelo uruguayo, metido en un clóset de cristal

El cuento “Blancanieves corre” con el que cierra el libro es una provocación transgresora que subvierte el modelo narrativo del cuento clásico, porque pone en evidencia que la historia como en el caso de la Caperucita Roja tiene como subtexto el correlato de un abuso sexual contra las menores de edad En este caso, Artemisa Téllez hace explícito lo que estaba implícito en el relato occidental patriarcal y ello le sirve para plantear las perversidades ocultas en la historia clásica Un potente cuento para incomodar buenas conciencias

No pretendo hacer un recuento pormenorizado de todos los cuentos, sean estos comentarios una invitación para acercarse al trabajo cuentístico de una de las autoras fundamentales de la literatura mexicana lésbica

Ernesto

Estudió la Licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas en la UNAM Autor de capítulos de los libros La memoria y el deseo. Estudios gay y queer en México y México se escribe con J; su artículo “César Moro, flor de invernadero” está en la bibliografía de la Obra poética completa de César Moro, publicada por la colección Archivos Twitter: @eroerny

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Artemisa, de bruces sobre la noche

Odette Alonso

Hay que celebrar la publicación de Noche de bruces sobre la tierra por múltiples razones: la primera, por el regreso de la Artemisa narradora, tan distinta a la poeta y que, sin embargo, tiene también tantos puntos en común, entre ellos, el disfrute del trabajo con la lengua (es decir, con el lenguaje), que hace tan amena y gozosa la lectura. Cuando un autor/una autora disfruta su trabajo, eso es notable en el resultado literario y estos cuentos son una delicia: por lo bien escritos pero, además, por la construcción de personajes complejos y multifacéticos, y el trabajo con anécdotas, también muy variadas, en las que destaca la búsqueda de una manera original de ser planteadas.

En segundo lugar, es celebrable el hecho de que Artemisa haya decidido reunir en este volumen 17 historias, muchas de las cuales ya habían sido publicadas en otros medios (revistas y antologías) y que les dé así un “domicilio definitivo” Entre ellas, “Noche de bruces sobre la tierra”, la que da título al volumen, fue galardonada en los premios Lorca 2013, en Bilbao, España

Artemisa ha sido, durante más de 15 años, guía del taller permanente de cuento erótico para mujeres y ha impartido infinidad de cursos sobre narradoras mexicanas. Es experta en ambos temas y su trabajo con la ficción tiene el sello inconfundible de esa experiencia Es fundamentalmente lúdico, como dice ella misma en su breve nota introductoria. Así se regodea en los dominios entre fantasía y realidad, en esa franja a la que suele llamársele lo insólito.

En Noche de bruces nos topamos con la presencia recurrente de lo antropomorfo, como símbolo de una animalidad natural, en personajes que, siendo animales, se comportan como humanos, y viceversa Incluso la lluvia, se estrella contra cierta ventana, suicidándose humanamente (o

eso piensa el personaje)

Así, encontramos a la abuela mosquito, el amenazante alacrán, un gato que empieza hurgando en las bolsas de basura y acaba transformado. Y la propia ciudad es otro gran animal

Los distintos tipos de violencia son, sin duda, el gran tema del libro: la familia como fieras indómitas, la madre que gruñe o la alcohólica o la hippie o la lacrimógena, el hijo como perro, la hija como animal salvaje o aburrida princesa, la hermana ausente, el hermano muerto, las abuelas autoritarias y manipuladoras, el amante abusivo, el novio y el marido sobreprotectores, o golpeadores; todos llevando una vida “de angustia, de pobreza y soledad”, incluso en la opulencia; de acosos, de abuso, de intentos de suicidio y asesinatos. Es “la molesta, larga, permanente, aplastante cotidianidad que [hace la] vida un infierno”, esa vida que nos “dieron sin pedirla” y que, aun así, hay que “ganársela” cual si fuese un premio.

En la mayor parte de los cuentos, los protagonistas navegan como “turista sin responsabilidad”, desobligados, inconscientes, atravesados por un sino trágico en el que se dejan llevar sin oponerse Gente normal lidiando con la vida, llevados a extremos por la narradora, para que así dejen ver sus múltiples aristas, las múltiples caras de su existir Y en todos, el amor (o el desamor), pasando de ser una fuerza destructora, un duende, un intruso, un ladrón, a ser un misterio revelado o un segundo glorioso, como el regalo de una flor inesperada sobre un libro con tapas de color mostaza.

Odette Alonso

Poeta y narradora Su cuaderno Últimos días de un país obtuvo el Premio Clemencia Isaura de Poesía 2019; con Old Music Island ganó el Premio Nacional de Poesía LGBTTTI Zacatecas 2017 Compiladora de la Antología de la poesía cubana del exilio (2011) y coeditora de Versas y diversas, muestra de poesía lésbica mexicana contemporánea (2020)

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P R I M A V E R A

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H i p é r b o l e F r o n t e r a

Revista trimestral de divulgación literaria y otras expresiones artísticas, convoca en poesía, narrativa breve, reseña literaria, ensayo y artes visuales, para nuestro No. 29 VERANO, correspondiente al trimestre julio-septiembre 2023

Favor de enviar tu propuesta al correo electrónico: hiperbolefrontera@gmail.com antes del 11 de junio de 2023; con las siguientescaracterísticas:

Poesía: extensión máxima 45 versos (en total). Arial, 12 puntos, en archivo formato Word, "guardada"conelnombredesuautoroautora

Narrativa breve: extensión máxima media cuartilla Arial, 12 puntos, interlineado sencillo, enarchivoformatoWord,"guardada"conelnombredesuautoroautora.

Reseña literaria y ensayo: extensión máxima 2 cuartillas Arial, 12 puntos, interlineado 15, enarchivoformatoWord,"guardada"conelnombredesuautoroautora Fotografía, obra plástica y/o técnicas mixtas, digitalizada y "guardada" con el nombre de suautoroautora,enalgunadelassiguientesdimensiones:

Página:210x297mm|2480x3508pix|300dpi

Cuadrado:180x180mm|2126x2126pix|300dpi

Mediapáginahorizontal:210x150mm|2480x1772pix|300dpi.

Entodosloscasos,enviarbrevesemblanzapersonal,demáximo50palabras.

Lostrabajosrecibidosseránseleccionadosparasupublicación.Losautoresseránnotificados víacorreoelectrónico DenoaparecerenelNo 29,esposiblequesereservenparaediciones futuras

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P R I M A V E R A

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