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5 DE CADA 10 ADULTOS MAYORES EN AGUASCALIENTES SON VÍCTIMAS DE ABANDONO

l maltrato a las personas mayores es frecuente, y a medida que envejece la población, es probable que aumente su prevalencia. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el maltrato en la vejez se define como uno o varios actos repetidos que le causan daño o sufrimiento a una persona mayor, o la no adopción de medidas apropiadas para evitar otros perjuicios.

El maltrato puede ser físico, emocional, sexual, económico o por negligencia. Las personas mayores son particularmente vulnerables a esto debido a su fragilidad física, aislamiento social, dependencia de otros para el cuidado, deterioro cognitivo y escasez de ingresos. Según la OMS, en 2021 aproximadamente uno de cada seis individuos mayores de 60 años sufrió algún tipo de abuso en los entornos comunitarios; y durante la pandemia estas tasas aumentaron. Sin embargo, se considera que las cifras pueden ser más altas debido a la falta de estadísticas, el subregistro y la dificultad para detectarlo.

El estudio “Envejecimiento en América Latina” (con datos recopilados por investigaciones en 28 países de distintas regiones) indica que una de cada seis personas de 60 años o más (15.7 por ciento) fue víctima de alguna forma de abuso o violencia.

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2022, en la que participan el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, la edad es la sexta causa del rechazo social, y 21.4 por ciento de los consultados manifestaron haber sido discriminados por esa razón.

Según el artículo “Maltrato en la vejez: caracterización y prevalencia en la población mexicana”, escrito por Liliana Giraldo Rodríguez para la publicación “Notas de Población 2020”, en México se estima que entre el 8.1 por ciento y el 18.6 por ciento de las personas mayores sufren maltrato, pudiendo superar el 30% entre personas que dependen de cuidados permanentes.

En Aguascalientes, la Dirección de Atención Jurídica del DIF Estatal, estima que por semana se llegan a atender hasta 15 casos de maltrato, siendo el físico el principal, seguido del maltrato psicológico, económico y por negligencia.

“De enero a la fecha, que es el tiempo que tengo a cargo de la dirección, los casos han sido muy variados, al día llegamos a recibir tres reportes, pero cuando recibimos más, atendemos hasta siete reportes por día”, informó Cinthia Rangel, directora de Atención Jurídica del DIF Estatal.

En cuanto a situaciones de abandono, Rangel afirma que 5 de cada 10 adultos mayores son abandonados por sus familiares.

“Son muy recurrentes los casos de abandono. En estos casos, si tienen redes de apoyo, mandamos llamar a sus familiares, esto con la finalidad de ver si los hijos, nietos o algún familiar, es apto para estar al cuidado del adulto mayor. En dado caso que no tengamos una red de apoyo favorable nosotros como DIF estamos al resguardo de ellos en una casa de asistencia que se llama ´Rayito de Luz´”, añadió.

En las tres residencias de la Casa Hogar Divino Maestro, habitan 43 adultos mayores, de los cuales, una gran parte padecen de demencia, esquizofrenia y bipolaridad. Osvaldo Hermosillo, encargado de la casa hogar, comenta que los casos de adultos mayores maltratados son frecuentes y por lo general son los propios hijos quienes ejercen violencia física en contra de sus padres. Desde su apertura en 2020, la Casa Hogar Divino Maestro, ha atendido 4 casos de completo abandono, aunque Osvaldo asegura que, en muchas ocasiones, los familiares solo visitan las instalaciones para dejar los suministros necesarios sin saludar o preguntar por el abuelito.

“Vienen, los dejan y ya no volvemos a saber de los familiares, incluso hemos levantado denuncias al DIF Estatal y a la Comisión

Estatal de Derechos Humanos. Sí es algo muy fuerte, sobretodo el estar apoyando a los abuelitos psicológicamente, porque de por sí ya traen alguna discapacidad ya sea física o cognitiva, más aparte lidiar con el abandono es muy pesado y triste porque los abuelitos se deprimen, dejan de comer y se empiezan a enfermar”, expresó.

Con lágrimas en los ojos, Osvaldo relató un caso en particular que lo marcó de por vida:

“Era un señor grande, tenía 88 años y su problema era motriz, ya no se movía. Me dijo que no le daban de comer, lo vimos demasiado descuidado en su persona, traía costras en varias partes de su cuerpo. Cuando estuvo conmigo lloraba mucho porque se acordaba mucho de su esposa y me preguntaba que por qué él estaba viviendo eso, de que él dio por sus hijos para que lo tuvieran así. Me pedía que lo dejara quedarse en la casa hogar, pero obviamente yo no puedo hacer nada, le comenté a la familia y como que sí se sacaron de onda porque se dieron cuenta que el señor habló conmigo, bloquearon sus contactos y perdí el contacto con ellos”, narró.

En cuanto a las atenciones de instancias como el DIF Estatal y la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Osvaldo expuso que desafortunadamente, entorpecen los procedimientos, bajo el argumento de que tienen muchos casos por resolver.

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