Semanario
ESPECTÁCULOS
Cien años de vida Doña Lucha en…
La esquina incómoda
M
Olman Castro
aría de la Luz Cruz Martínez, Doña Lucha, entrañable y abnegada madre de familia mexicana a quien da vida la talentosa actriz Mara Escalante, nos dice por qué no es mitotera ni chismosa y nos comparte su encanto nunca antes revelado. ¿Tienes alguna manía? Punto número uno, en primer lugar me hablas de usted, por favor, el día que me des gasto me puedes hablar de tú. Y sería trapear tres veces al día. ¿Banda, reguetón o bachata? Ninguna de las tres, a mí me gusta La Sonora Santanera. ¿Qué es lo más cursi que ha hecho por amor? Nada de lo que se hace por amor es cursi. He tenido bonitos detalles románticos como un 14 de febrero que sorprendí al papá del Chino con una caja gigante que llegó a su trabajo y de la que salí yo vestida de Cupido. ¿Ha perdonado una infidelidad? Veamos… Más de una porque si multiplicamos unas cuatro o seis por marido, de mis tres hijos, serían como 5 por 3, 15, entonces de 15 a 20 he tenido que perdonar y todo por amor. ¿Cuándo fue la última vez que lloró y por qué fue? La semana pasada que recibí el recibo de la luz porque este año sí adornamos con bastante foquito navideño. ¿Cuál es el piropo más extraño que le han dicho? El otro día, el carnicero me dijo uno muy extraño: “usted hasta lo que no come, le hace daño. ¿Cuál es la parte de su cuerpo que menos le gusta y cuál la que más le piropean? No me gusta mi vientre porque me hicieron una cesárea en el Seguro Social y me la dejaron muy fruncida, como mordida de perro. Y la que más me piropean siempre fue mi cintura porque la tenía así, de avispa, pero ya la tengo de panal. ¿Cuál es su peor defecto? Dicen que soy muy mitotera y chismosa pero no es cierto, lo que soy es muy informativa y me gusta decir lo que pienso, aunque no me lo pregunten. ¿La han confundido alguna vez con una figura pública? El otro día en el Museo del Papalote había un niñito todo güerito y me preguntó si no era yo la señora Angelina Jolie. ¿Con que ropa se va a la cama? En estos días con mallones, sudadera, bata, suéter de Chiconcuac y mis pantuflas de garra. ¿Qué es lo que no puede parar de comer? Mi pozole verde de Guerrero que, no es por nada, me sale muy sabroso. ¿Cuál es la pregunta más extraña que le ha hecho la prensa? Que si algún día voy a aceptar como nuera a María de Todos los Ángeles. De chavita, ¿cuál famoso era su amor platónico? ¡Uyyy! En aquella época me gustaba mucho Camilo Sesto y Sandro de América. Si no hubiera sido una madre abnegada de tres criaturas, ¿a qué le hubiera encantado dedicarse? Edecán, como mi hija Rosa Aurora, pero no estudié. De 1 a 10, donde 10 es lo máximo, ¿qué tan buena bailarina es? Depende de qué me pongan a bailar, porque si me ponen un bonito danzón, si te manejo el 10. ¿Un encanto oculto que no sepamos de Doña Lucha? Mi sopa de lince de Tlaxcala. ¿América o Chivas? Esa pregunta ni se pregunta, en esta casa respetamos a todos, pero las porras solamente son para el América. ¿Cómo es como suegra? Muy comprensiva, amable, cariñosa, presta a dar un buen consejo, siempre y cuando llegue una buena nuera, pero no nace la mujer que merezca a mi primogénito.
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Fernando Rivero M. aura Zapata ultima detalles de lo que será el festejo por el centenario de vida de su abuela, doña Eva Mange, quien este 18 de enero llega a los cien años de vida. La actriz ha organizado una íntima celebración para homenajear a quien, más que su abuela, ha sido su madre. “Habrá una misa de acción de gracias y un brindis para festejar sus cien años. Es una pequeña ceremonia porque ella ya no aguanta fiestas largas y menos con mucha gente, por eso haremos sólo una misa. Así se hizo el año pasado, una comida, pero al final ya estaba cansada, muy inquieta y para evitar eso, ahora le voy a hacer sólo su misa y su brindis con gente que la quiere, algo bonito y digno de sus cien años”, comparte la villana de las telenovelas. Para Laura, tener a su abuela con ella y en casa es una bendición. “Le pregunté hace unos días por qué había vivido tanto y me dijo que porque me tiene que cuidar y que no se quiere morir porque alguien me debe proteger. Eso me hace sentir muy bien, y sí, ella me ha cuidado toda mi vida por lo que siento un profundo agradecimiento y amor hacia ella”. Sin embargo, no todo es fácil, pues aunque abuela y nieta se llevan muy bien, la edad de
doña Eva hace que diversas molestias la aquejen, mismas que generan cambios bruscos en sus estados de ánimo: “Cuidar a un viejo no es nada sencillo. Me he convertido en la cuidadora absoluta de mi abuela y no es fácil porque cambia muy rápido de humor, además no tiene amigas que la visiten. Era una mujer dinámica y hoy ya no se puede desplazar, hacer cosas sola y eso la enoja mucho. Me dice que ya no sirve, se queja de que ya no puede hacer nada y le digo que no tiene que hacerlo. Sentir su dolor, su impotencia es muy fuerte para mí y eso la hace decirme que ya se quiere morir. A veces me pregunta qué sigue haciendo aquí o que ya debería estar muerta y reflexiono en cómo se siente para que me diga eso”. Laura está segura que ella ha dado todo lo posible para que su abuela viva lo más cómoda y sana posible: “Cuidar a tus viejos, protegerlos y atenderlos cuando ya no ven bien, no escuchan o ya no caminan es el mejor significado de gratitud porque cuando yo la necesité estuvo conmigo”. Al cuestionarla sobre si hará partícipes del festejo por los cien años de vida de su abuela a sus cuatro hermanas menores, Ernestina, Gabriela, Federica y Thalía, terminante, contestó: “La única nieta que tiene mi abuela se llama Laura Zapata”.
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