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Las oportunidades del actual contexto energético

como de los particulares. Ya hay comercializadoras que están ofreciendo servicios de flexibilidad a sus clientes como agregadores de la demanda.

Sin embargo, también nos estamos encontrando con el escenario contrario. Momentos en los que la demanda baja considerablemente y nos vemos con la necesidad de reducir la capacidad de generación. Por ejemplo, hace varias semanas, concretamente un domingo – día típicamente de bajo consumo – Red Eléctrica Española, como operador del sistema eléctrico, se vio en la necesidad de parar varios parques eólicos ante el exceso de generación de renovables. Esto supone haber dejado de generar más de 25.000 MWh. Lo que evidencia esta situación es una falta de previsión, de capacidad de almacenamiento y de inteligencia en las redes.

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Apesar de todos los retos que entraña el momento actual, por el contexto geopolítico y económico, el sistema eléctrico en España y Portugal sigue contando con unas circunstancias específicas favorecedoras, y que incluso pueden llegar a representar una oportunidad para las empresas del sector energético.

Tengamos en cuenta, por un lado, que la potencia instalada se va a incrementar en un 45%, desde los 111 GW actuales hasta los 157 GW para 2030, y que el mix de renovables pasará del 60% al 78%, especialmente gracias a las inversiones en energía solar y en eólica. Por otro lado, en consumo real, se prevé que pasaremos del 46% actual al 83%, lo que supone multiplicar por 4 la generación fotovoltaica y doblar la generación eólica.

Además, sabemos que las renovables, por su comportamiento difícil de predecir y de gestionar, están provocando un cambio de paradigma en el sistema eléctrico, donde la generación deja de seguir a la demanda y es la demanda –es decir, los consumidores- la que se tiene que adaptar a la generación disponible en cada momento.

De hecho, justo en diciembre se ha puesto en marcha en España el nuevo mecanismo de “respuesta rápida de la demanda”, que hará que las grandes empresas consumidoras reduzcan su consumo en momentos de estrés de la red, y esto representa la antesala para la participación en los mercados de flexibilidad, tanto de las empresas

En este contexto de la infraestructura eléctrica, las compañías eléctricas se encuentran bajo una presión constante por garantizar unas operaciones más eficientes del sistema y más seguras, al mismo tiempo que modernizan la red, dotándola de una mayor digitalización que les otorgue capacidad de predicción y respuesta dinámica y así poder proporcionar un mejor servicio a sus clientes.

En el lado de la demanda, necesitamos una red que impulse el papel de los prosumidores eficientes con las nuevas herramientas de flexibilidad, como la agregación y la gestión de la demanda, convirtiendo la energía en un activo en el balance económico del usuario final. Apostar por las microgrids es la medida más efectiva en este sentido, además de que permite obtener importantes ahorros energéticos, con el aumento en la competitividad que eso supone. Estas facilitan la conexión de almacenamiento y generación de energía renovable onsite, reforzando y haciendo más sostenible la infraestructura local; complementan la capacidad de las redes existentes permitiendo integrar la carga de vehículos eléctricos y, gracias a una flexibilidad energética mejorada, ayudan a reducir los costes de energía y a acceder a nuevas fuentes de ingresos.

En este sentido, todos estos retos - tanto en la generación como en la demanda eléctricapueden convertirse fácilmente en oportunidades para las empresas que dispongan de soluciones que ayuden a avanzar en digitalización, eficiencia, flexibilidad y, en última instancia, también descarbonización de la red eléctrica.

Cómo dar solución a estos retos

El enfoque correcto es la convergencia de la electrificación y de la digitalización, o lo que en Schneider Electric llamamos “Electricidad 4.0”. Está demostrado que la electricidad es de 3 a 5 veces más eficiente que otras fuentes y también es el mejor vector para la descarbonización. la digitalización convierte lo invisible en visible. Los sensores inteligentes y conectados aportan datos, y estos a su vez se analizan a través de sistemas y softwares estratégicos, que aportan información de valor. Con esta información, las redes pueden conocer su comportamiento, y esto les permite tomar decisiones, como por ejemplo automatizar o reducir, para ser más eficientes y reducir el despilfarro energético.

Según investigaciones de Schneider Electric, la descarbonización del suministro de energía puede reducir las emisiones en un 45% y la optimización de la demanda puede reducirlas en el 25%, alcanzando así los objetivos Cero Neto para 2050.

En resumen, el enfoque de la electricidad 4.0 digitalizará nuestro ecosistema energético de principio a fin, permitiéndonos ampliar las energías renovables y reducir la energía que actualmente se pierde o desperdicia por ineficiencias.

Tres Niveles De Oportunidades

Podemos identificar oportunidades en los tres niveles del sistema eléctrico.

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El primer nivel es en la generación, que será mucho más descentralizada. De hecho, pasará del 39% actual al 61% en 2030: el mercado de autoconsumo fotovoltaico sigue creciendo a niveles del 75%, según datos de mediados de 2022.

En cuanto al segundo nivel, la red, son enormes las inversiones que hay que hacer en digitalización y para tener una mucho mayor gestionabilidad. Aquí es cuando se hace imprescindible contar con sistemas digitales, tanto para redes de transporte como de distribución, e incluso en subestaciones y sistemas de baja tensión… Soluciones que ofrezcan una visibilidad completa en tiempo real de toda la red e información sobre el estado previsto de la misma a futuro, y por tanto poder realizar una planificación informada.

Y el tercer pilar será, por supuesto, el lado de la demanda, donde industria, edificios e infraestructuras se tienen que equipar con sistemas basados en software y hardware que les permitan tener flexibilidad total, haciéndolos más sostenibles, eficientes y competitivos. Y así es cómo veremos que la flexibilidad aportada por la propia red y por los consumidores va a incrementarse de manera drástica, lo que permitirá que la energía pasará a ser un activo en lugar de un gasto. La buena noticia es que la tecnología para hacerlo ya existe y que las empresas que nos hemos preparado, apostando por la digitalización y la electrificación, estamos en una posición privilegiada para ayudar a otras a capear tanto los retos económicos como climáticos de la red. En caso de no hacerlo o hacerlo demasiado tarde, además de no aprovechar la gran oportunidad que tenemos encima de la mesa, hay riesgo de entrar en un escenario donde se desincentive la inversión en renovables por incapacidad del sistema de dar cabida a la generación provocando una ralentización de todo este potencial.

DIRIGENTES entrevista a José Ángel Gimeno, director de desarrollo de negocio de Feníe Energía, la energética que integra a la mayor red de empresas instaladoras del país.

En qué punto se encuentra el autoconsumo actualmente?

Los datos hablan por sí solos. En España hemos superado los cinco gigavatios (GW) de potencia instalada de autoconsumo en el año 2022, según UNEF (Unión Española Fotovoltaica). Son datos muy importantes porque hemos duplicado por segunda vez la potencia instalada en el año precedente. Creo que España está en la senda de aprovechamiento de nuestras horas solares haciéndolo mediante generación distribuida, autoconsumo y, también, permitiendo participar en la transición energética a los hogares y, en general, al ámbito doméstico. Son unos datos de acogida fantásticos.

¿Qué proyectos llevan a cabo en Feníe Energía en materia de autoconsumo?

Llevamos casi 13 años ofreciendo nuestros principios fundacionales como compañía, que no son otros que buscar el ahorro de nuestros clientes aportándoles soluciones de eficiencia con contratos de energía transparentes y, sobre todo, con el trato personal y cercano que proporcionan nuestros más de 2.400 agentes energéticos. Trabajamos en todos los segmentos: residencial, pyme e industrial, pero más intensamente en el sector doméstico y pyme por la cercanía que nuestros agentes energéticos tienen con estos clientes. Ofrecemos al cliente proyectos en propiedad y les facilitamos instrumentos de financiación e, incluso, a nivel industrial, ofrecemos también instalaciones sin que la empresa tenga que realizar ningún tipo de inversión. Nuestra máxima es trabajar para facilitar el acceso de las personas a cualquier solución de autoconsumo.

¿Cómo impacta una instalación de este tipo en la factura de electricidad de un cliente?

Para un cliente doméstico una instalación de autoconsumo puede hacer disminuir su consumo de electricidad de la red hasta en un tercio de su factura. Y, normalmente, en algo más de un 40% para una pyme. Si multiplicamos este consumo generado por el precio que le hubiera cobrado su comercializadora y, sobre todo, en unos años de altísimos precios como ha sido 2022, veríamos como esta energía autogenerada representa un ahorro muy notable.

En el segmento pyme e industrial, trabajamos con promedios mayores de ratio de autoconsumo y eso aporta la seguridad de que una parte importante de su factura ya no depende de la incertidumbre del precio de mercado.

¿Qué aporta Feníe Energía a las personas interesadas en autoconsumo que les diferencie de otras compañías?

Lo primero sería un servicio global. En el tema de autoconsumo, por ejemplo, calculamos, diseñamos e instalamos llave en mano plantas de autoconsumo. Nos encargamos de su mantenimiento y gestionamos los contratos de suministros de la energía de red y los excedentes que hubiera.

Lo segundo sería nuestro trato personal. Nuestra compañía está integrada por instaladores autorizados -agentes energéticos-, profesionales que asesoran a los clientes, técnica y comercialmente, sobre la mejor solución para tener un ahorro eléctrico. Incluso aportan instrumentos de financiación en la oferta que permite simplificar la operación.

Lo tercero es nuestra cercanía. Estamos a menos de una hora de cualquier cliente de España que pueda estar interesado en ahorrar en su factura.

¿Están llegando a los usuarios finales las ayudas disponibles para acometer estos proyectos?

El mensaje es positivo porque hay ayudas hasta diciembre de este año y con disponibilidad de incentivos en todas las comunidades autónomas. Queda casi un año para poderlas aprovechar al máximo. Este mensaje debe llegar al ciudadano desde la Administración. Se podría facilitar el acceso a esas ayudas para que se instalase más autoconsumo. Por ejemplo, si se bajase el umbral de la potencia instalada, que es un condicionante en el acceso a las ayudas, se facilitaría la instalación de pequeños proyectos de autoconsumo.

A raíz del Real Decreto de Autoconsumo se recompensa con una reducción en la factura de electricidad a los productores que vierten a la red la energía no consumida. ¿En qué punto se encuentra esta medida?

El Real Decreto 244/2019 y el Decreto Ley 15/2018 han sido los instrumentos legislativos que nos han permitido llegar a esta óptima situación en la que se encuentra el desarrollo del autoconsumo. En cualquier caso, creemos que es el momento de dictar normas complementarias para favorecer el despliegue con rapidez y con eficacia para aprovechar la receptividad del mercado en este tipo de instalaciones. Y, sobre todo, porque podemos estar llegando ya a una etapa de madurez. Los ciudadanos y el sector reclaman agilidad en la tramitación de instalaciones, y el legislador debe estar atento a esta demanda.

¿Hay suficientes profesionales cualificados para cubrir la demanda creciente de instalaciones de autoconsumo?

Este puede ser el inconveniente del sector de la fotovoltaica en este apogeo que vivimos. Los profesionales cualificados, las empresas instaladoras, no pueden atender como les gustaría algunos proyectos de instalaciones.

Lo que se reclama fundamentalmente son acciones formativas específicas para habilitar con rapidez a nuevos profesionales en un sector que, aunque ahora está en el momento de las instalaciones, luego estará la fase del mantenimiento preventivo, el correctivo y la integración con otras soluciones de eficiencia, como la movilidad, la acumulación o la domótica. La formación de este personal no es para un momento puntual, sino que van a tener una carrera profesional, con muchas posibilidades a medio o largo plazo.

¿Qué otros productos u opciones que ofrecen a sus clientes en materia de autoconsumo destacaría?

Tenemos un producto muy útil que sacamos hace pocos meses para clientes que tienen autoconsumo en compensación simplificada y que no pueden aprovechar todo su excedente, que llamamos “monedero solar”. Pueden almacenar aquel saldo económico que no han podido compensar en su factura por la energía evacuada. Este producto les permite compensar próximas facturas, beneficiándose también de esa energía que generaron y que no consumieron y evacuaron a la red.

Y, por último, ¿cuáles son las demandas que el sector hace a la Administración Pública en este campo?

Instrumentos legislativos que defiendan al ciudadano en la agilización de la tramitación de las instalaciones, velar por el despliegue de las ayudas, intensificando y priorizando el almacenamiento para que el ciudadano pueda beneficiarse al máximo de la generación solar en momentos de intermitencia o ausencia del recurso renovable, o cuando existan diferenciales de precio de la energía. Es importante que el sector público acompañe al sector privado en la implantación de este tipo de soluciones, no solo en materia de generación renovable y distribuida, sino en lo que tiene que ver con movilidad eléctrica y en la eficiencia en general.

La Administración está pagando facturas de importes elevados que limitan o complican la prestación de servicios públicos. Implantar soluciones de ahorro como el autoconsumo o de eficiencia en general ayudaría a bajar el coste energético para la Administración. Además, el período de retorno no debería ser el factor decisivo para invertir en estas instalaciones máxime cuando la Administración tendría que ser consecuente con las medidas climáticas que defiende para toda la sociedad.

Otra medida que consideramos importante es la transposición de la directiva que hace referencia a comunidades energéticas y, si es posible, disponer de una legislación favorecedora de este tipo de entes, que van a servir de palanca y promoción de las instalaciones de autoconsumo y de otras de eficiencia y de participación del ciudadano en la transición energética.

Jesús Alcoba

Director Creativo. La Salle Campus Madrid

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