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Figura 5. Es fundamental elegir bien a los animales a la hora de tomar muestras para realizar análisis serológicos.
Como el objetivo son unos animales determinados, la regla general es seleccionar individuos que muestran signos clínicos consistentes con el problema en cuestión, que están en el momento adecuado de la infección (más pronto para que haya viremia o bacteriemia, más tarde para la detección de anticuerpos pero sin que se haya cronificado), y que no hayan sido tratados con antibióticos (cuando nos ocupamos de enfermedades bacterianas).
El sangrado transversal permite obtener resultados rápidos. El inconveniente principal es la asunción de que todos los grupos de cerdos están siendo expuestos a los patógenos a la misma edad. Muchas veces esta premisa es correcta, pero no siempre.
Aunque los antibióticos no interfieren en la detección de anticuerpos, pueden mitigar la exposición a los patógenos (lo cual es bueno) hasta el extremo de que haya una respuesta inmunitaria sistémica baja o inexistente al agente en cuestión. De manera que en este caso, aunque el animal resulte negativo en las pruebas para detectar el patógeno bacteriano de interés, puede haber habido exposición previa o incluso puede estar ocurriendo en el momento de la toma de muestras.
Las respuestas inmunológicas varían entre cerdos, por lo que hay que ser cuidadoso a la hora de interpretar los resultados de los perfiles serológicos transversales. Para entender mejor la prevalencia y la magnitud de la respuesta inmunitaria, se necesitan tamaños de muestra diferentes de cada grupo de cerdos. En otras palabras, se debe calcular el tamaño de muestra para cada grupo de edad analizado. Un tamaño de muestra mayor proporciona una confianza mayor en el estatus de la población de los diferentes grupos de edad (en mayor medida que de manera individual). Esto es especialmente válido cuando se intentan interpretar las diferencias en la magnitud de la respuesta inmunitaria (por ejemplo, cómo están cambiando los títulos de anticuerpos) entre grupos de edad. Los análisis de cohortes proporcionarán una fotografía más precisa del momento en que ha ocurrido la exposición al patógeno y de cómo ese grupo concreto de cerdos ha respondido a ella. Esto resulta especialmente útil cuando están implicados múl-
Perfil transversal o prueba de cohortes Respecto a la selección de animales para la realización de pruebas diagnósticas, también debe decidirse si se elige un grupo de ejemplares para hacer un perfil transversal o para hacer un estudio de cohortes. El muestreo transversal consiste en analizar animales de diferentes grupos de edad al mismo tiempo; por el contrario, en el estudio de cohortes se sigue a un mismo grupo de individuos en un periodo determinado.
Este sistema permite obtener una fotografía de cuándo y con qué frecuencia deberíamos recurrir al diagnóstico serológico para afinar el “calendario” de infección.
SUIS Nº 83 Diciembre 2011
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