caso 3
Linfoma ganglionar
gánglios linfáticos
Anamnesis Este caso clínico corresponde a un paciente de raza Golden Retriever de 7 años de edad que presentaba una adenomegalia axilar bilateral marcada con el resto de los ganglios también infartados. Según el dueño el animal se encuentra algo decaído con pérdida de apetito, aunque su condición general externa es buena y no presenta otra sintomatología añadida. Además de realizar un perfil hematológico y una bioquímica general se realizan punciones de los diferentes ganglios infartados, tomando sobre todo como referencia principal los axilares y poplíteos. Como previos diagnósticos habría que diferenciar entre dos líneas de estudio, la infecciosa y la tumoral, por ello el examen microscópico de los ganglios es fundamental.
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Figuras 1 y 2. Población de linfoblastos inmaduros con prominencia nucleolar y escaso halo citoplasmático. Objetivo de inmersión 100x.
Procesado de muestras En todas las preparaciones estudiadas se encontró una elevada exfoliación celular con un incremento y predominio de la subpoblación de células inmaduras o linfoblastos sobre la de linfocitos adultos y pequeños. Estos linfoblastos presentaban gran tamaño, cromatina basófila y un único nucleolo prominente con citoplasma escaso también basófilo. También se detectó un número de mitosis aumentado con presencia de las diferentes fases del ciclo celular, además de abundantes cuerpos linfoglandulares de distinto tamaño por el fondo de las extensiones, perteneciendo a restos de estructuras citoplasmáticas e indicando la fragilidad de las células linfoides inmaduras. No se encontraron células plasmáticas, macrófagos foliculares, población inflamatoria ni amastigotes de Leishmania sp. libres o fagocitados.
Linfoblasto
Linfocito
Diagnóstico Por tanto el diagnóstico fue el de linfoma ganglionar primario no cutáneo, mostrando una fase de adenopatía generalizada y a espera de realizar un estudio ecográfico para determinar alguna afectación de otras estructuras ganglionares o de órganos internos. Quedaba por tanto excluida cualquier implicación infecciosa en la infartación de los ganglios. También es importante en casos de adenopatía generalizada, realizar un estudio citológico de la médula ósea para comprobar el estado de sus diferentes poblaciones hematopoyéticas o la presencia de cualquier infiltración de células neoplásicas. En este caso la rapidez del diagnóstico citológico encauza directamente la línea del tratamiento a seguir para establecer el protocolo más indicado de quimioterapia frente a los linfomas en función del estado general hematológico y bioquímico del paciente. 94
Figura 3. Predominio de la subpoblación de linfoblastos sobre los linfocitos adultos y abundante presencia de cuerpos linfoglandulares libres en el fondo de la preparación. Compárese la diferencia de tamaño de los linfoblastos con los linfocitos adultos más pequeños y de mayor afinidad basófila. Objetivo de inmersión 100x.
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