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PRESENTACIÓN
Contenido de esta unidad
Lectura inicial El último dragón
Tipología textual Claves teóricas
1. La comunicación
1.1. Concepto de comunicación
1.2. Elementos de la comunicación
1.3. Lenguaje verbal y no verbal
Situaciones de aprendizaje ¿Cómo lo dedujo usted?
Aplica lo aprendido: Habilidades comunicativas
Lengua Claves teóricas
2. El lenguaje y las lenguas. Variedades de la lengua
2.1. Variedades diatópicas del español Situaciones de aprendizaje:
La diversidad como fuente de riqueza cultural Aplica lo aprendido: La diversidad lingüística del español
Literatura Claves teóricas
3. El lenguaje literario (I)
3.1. Los géneros literarios
Situaciones de aprendizaje
Ejemplos de géneros literarios
Aplica lo aprendido: La biblioteca
Ortografía Reglas de acentuación. Acentuación de monosílabos
Léxico
Homónimos. Palabras comodín
Comprensión y expresión oral «E. Nesbit, autora de Historias de dragones »
Diversidad lingüística
Lenguas y dialectos
Repasa la unidad «Recuerdo infantil»
La unidad en 10 preguntas
Situación final de aprendizaje
Creación de un club de lectura
Guía de lectura
El secreto de la esfinge
Cuestiones Previas
¿Qué opinas sobre la cita de Thomas Hobbes?
A B C
¿Sabrías establecer la diferencia entre los conceptos lenguaje y lengua?
Además de comunicarnos, ¿para qué podemos usar también el lenguaje?
Como es habitual en todo el curso, planteamos una metodología abierta, flexible y participativa.
Como norma general, el docente ofrecerá las explicaciones básicas de cada epígrafe, interpelando al alumnado y recibiendo sus intervenciones (para valorar de esta manera sus conocimientos previos y ajustarse al nivel del grupo-clase).
Para este punto será de gran utilidad el uso de las cuestiones previas presentadas en la unidad.
Tras las explicaciones, se pasará al trabajo práctico con los textos. Las actividades, orientadas por el profesorado, serán resueltas por los alumnos, a veces de forma individual para una posterior puesta en común, a veces de forma colaborativa. Esto servirá para afianzar los conceptos fundamentales, a la vez que para resolver las dudas que vayan surgiendo. En las tareas más complejas se dará más tiempo para que el alumnado realice las actividades propuestas y el profesor orientará las producciones lingüísticas del alumnado, resolviendo asimismo sus dudas.
Como siempre, hemos de tener presente una serie de recomendaciones metodológicas.
El aprendizaje del alumno tiene que resultar significativo, es decir, debe partir de su propia experiencia y debe adaptarse a sus necesidades. En cada unidad es posible aplicar los contenidos a textos muy diversos procedentes de fuentes e intereses muy cercanos al alumnado: periódicos locales o juveniles, información local procedente de radio, televisión o Internet, publicidad o propaganda dirigida a la población juvenil, leyendas locales, etc.
Para la elaboración de textos propios no proponemos soluciones cerradas ni fórmulas, sino que las orientaciones han de ser un estímulo para el aprendizaje, que debe ser elaborado por el propio alumno.

El papel del docente es el de dinamizador del aula. Tiene que estimular al alumno a la creación, la participación, la búsqueda de la información y la organización de la misma. Ellos son los protagonistas de su propio aprendizaje.
Los textos, imágenes y actividades propuestas representan un estímulo para la reflexión acerca de la realidad, el lenguaje y la opinión crítica, pero no son excluyentes. Los alumnos pueden proponer otros textos para su trabajo en el aula.
Tanto el profesor como los compañeros de clase tienen un papel importante a la hora de leer, comentar y analizar las respuestas de las actividades y los textos propuestos como tareas. Se debe crear un clima de confianza en el que los alumnos se sientan motivados a la participación, comentando, analizando y exponiendo sus conclusiones acerca de cada contenido teórico o de cada actividad o tarea que se desarrolle en el aula.
Es importante que el alumnado recoja sus ideas previas sobre los contenidos de la unidad en el cuaderno de trabajo para que pueda contrastarlas con los aprendizajes adquiridos al final de la misma y comprobar así su propia progresión. Siempre que sea posible se propondrá el trabajar en grupo. La creación colectiva favorece la cohesión y el respeto entre los alumnos.
Lectura Inicial
La unidad comienza con una atractiva lectura perteneciente a la obra Historias de dragones, de la escritora inglesa Edith Nesbit. Se trata de un fragmento muy motivador para el alumnado y que puede fomentar, por su interés, el hábito lector. Sin olvidar los elementos del cuento tradicional, Edith Nesbit los sazona y enriquece con ingredientes propios: humor, ironía y metáforas muy próximas a la vida cotidiana del mundo que le tocó vivir. En este caso se trata de un modo divertido la necesidad de poner en cuestión actitudes que tan solo se basan en la tradición y no en el sentido común.
Tras la lectura, planteamos siempre una serie de actividades de comprensión, expresión (oral y escrita) y vocabulario. En las actividades de comprensión, pretendemos que, a través de cuestiones breves, el alumnado capte el sentido global del texto, sus ideas principales, su estructura y acabe realizando un resumen del mismo.
Las actividades de expresión (oral y escrita) inciden directamente en la consolidación de la competencia en comunicación lingüística: lectura en voz alta, expresión oral de ideas relacionadas con el ámbito más cercano al alumnado y puesta por escrito de algunas de ellas. El apartado de vocabulario permite ampliar el caudal léxico efectivo con términos de la lectura e incide en la comprensión de determinadas expresiones.
Unidad1
Lectura Inicial
audio1
El último dragón El último dragón viviente existió en Inglaterra, pero esto fue hace muchísimo tiempo, antes de que empezase lo que se llama «Historia de Inglaterra». Este dragón vivía en Cornuailles, en unas cuevas enormes entre las rocas, y era un dragón francamente espléndido: medía setenta pies desde lo más alto de su terrible morro hasta la punta de su tremenda cola. Echaba fuego y humo por la nariz y cuando andaba hacía un ruido espantoso porque estaba cubierto de escamas de hierro. Las alas eran como medios paraguas, o como alas de murciélago, pero mil veces más grandes. Todo el mundo le tenía mucho miedo, y hacían muy requetebién.
Resultó que el rey de Cornuailles tenía una hija, y cuando la hija cumpliera dieciséis años tendría que enfrentarse con el dragón: como en todos los palacios se cuentan estas historias, la princesa sabía muy bien lo que pasaría. El dragón, por supuesto, no se la comería, porque vendría un príncipe a rescatarla.
Pero la princesa no podía dejar de pensar que hubiera sido mucho más agradable no tener nada que ver con el dragón, ni siquiera para que la rescatasen después.
—Todos los príncipes que conozco son de lo más tonto —le dijo a su padre—. ¿Por qué tiene que rescatarme un príncipe?
—Porque siempre se ha hecho así, hija —le contestó el rey, quitándose la corona y dejándola sobre el césped: estaban solos en el jardín y hasta los reyes tienen de vez en cuando que ponerse cómodos.
—Papaíto —dijo la princesa. Había hecho una corona de margaritas y se la puso al rey en la cabeza, en el sitio de la corona real—. Papaíto, ¿por qué no atamos a uno de esos príncipes tan tontos en mi lugar y entonces iría yo y le rescataría? Yo manejo la espada mejor que cualquier príncipe.
—¡Qué idea tan poco a propósito para una señorita! —exclamó el rey. Y se puso otra vez la corona rápidamente, porque acababa de ver al Primer Ministro que le traía un canasto lleno de Proyectos de Ley para firmar—. Olvídalo, hija mía. Yo rescaté a tu madre de un dragón y tú no querrás ser más que ella, ¿verdad?
—Pero es que este es el último dragón, papá. Es diferente de todos los otros dragones.
—¿En qué es diferente? —preguntó el rey.
—En que es el último, precisamente —contestó la princesa. Y se fue a dar su lección de esgrima, que le interesaba muchísimo. En realidad, se tomaba todas sus lecciones muy en serio, porque no podía quitarse de la cabeza la idea de luchar un día contra el dragón. Tan en serio se las tomaba que llegó a ser la princesa más fuerte, más atrevida, más hábil y más lista de Europa. Y eso que ya era la más bonita y la más simpática.
Y pasaron los días, y pasaron los años. Y por fin llegó la víspera del día en que la princesa tenía que ser rescatada del dragón. El príncipe encargado de esta valerosa hazaña era un muchacho pálido, de ojos grandes, que tenía la cabeza llena de matemáticas y de filosofía, pero que había descuidado un tanto sus lecciones de esgrima. Aquella noche se quedaba en palacio como huésped y se celebró un banquete en su honor.
La princesa, después de cenar, le mandó al príncipe su loro amaestrado con una notita que decía:
Por favor, príncipe, ven a la terraza. Quiero hablar contigo sin que nadie nos oiga. La princesa Como es natural, el príncipe fue. Cuando estaba esperando en la terraza vio acercarse, por entre los árboles, a la princesa con un vestido de plata que brillaba como las olas del mar bajo la luz de las estrellas.
—Princesa, estoy a tu servicio —le dijo cuando la tuvo más cerca. Y dobló la rodilla y se puso una mano sobre el corazón.
—¿Tú crees que vas a poder matar al dragón? —le preguntó la princesa.
—Mataré al dragón —aseguró el príncipe— o pereceré en el empeño.
—De bien poco me va a servir que perezcas en el empeño —dijo la princesa.
—Es lo menos que puedo hacer —dijo el príncipe.
La princesa suspiró.
—Mucho me temo que sea lo más que puedes hacer —dijo.
—En realidad, es lo único que puedo hacer, a menos que sea yo quien mate al dragón —dijo entonces él.
—A decir verdad, lo que no comprendo es por qué tienes que hacer nada por mí —dijo ella.
—Porque quiero hacerlo —dijo él— y porque te amo más que a nada en el mundo.
Tras la lectura...
Comprensión
1 Lee y escucha la lectura. ¿Dónde y cuándo se desarrolla la acción?
2 El texto presenta varias partes. Considerando el eje temporal, indica qué líneas abarca cada una de las partes.
3 En varias ocasiones aparecen descripciones. ¿En qué partes? ¿Qué información se aporta en cada una de ellas?
4 Destaca los rasgos de la princesa que más te hayan llamado la atención.
5 También se describen algunos lugares: ¿cuáles?
¿Qué se dice de ellos?
6 ¿Qué proceso sigue la relación entre los protagonistas?
7 ¿Por qué la princesa quiere hablar con el príncipe sin que nadie los oiga?
8 Realiza ahora un resumen de la lectura en un máximo de ocho líneas. Debes escribirlo en tercera persona (comienza, por ejemplo, diciendo El texto nos narra la historia de una princesa que…). Procura no repetir palabras del texto. Ayúdate de las respuestas que has aportado a las preguntas anteriores.
Expres ón oral
9 Seguro que alguna vez has conocido a alguien que te ha impactado enormemente. Di quién es y descríbelo oralmente ante tus compañeros.
10 En un momento del relato, el rey afirma que hay que actuar de un determinado modo «porque siempre se ha hecho así». ¿Crees que esta es una razón suficiente?
Y cuando lo dijo tenía una expresión tan encantadora que a la princesa empezó a gustarle.
—Entonces, escucha —le dijo—. Mañana no saldrá nadie a la calle. Tú ya sabes que a mí me tienen que atar a una roca y dejarme allí. Y después, todo el mundo se vuelve a casa y cierra las ventanas, y corre las cortinas y no puede abrir ni una rendija, hasta que tú entres triunfante en la ciudad gritando que has matado al dragón y yo vaya detrás en mi caballo, llorando de alegría.
—Sí, creo que es así como se hace —dijo él.
—Bien, pues entonces, ¿crees que me amas lo suficiente como para llegar rápidamente y soltarme… y que seamos los dos juntos los que luchemos contra el dragón?
—Pero eso sería peligroso para ti… —Es mucho menos peligroso para los dos si yo estoy libre, con una espada en la mano, que si estoy atada e indefensa. Por favor, di que sí… Edith Nesbit Historias de dragones, Anaya
Expresión escrita vocabulario
11 En el texto se presenta tanto a una princesa como a un príncipe de rasgos peculiares. ¿En qué se diferencian de los de otros cuentos populares? ¿Crees que la princesa representa a lo que sería una figura feminista actual? Redacta un texto de entre 250 y 350 palabras sobre ello.
12 Explica el significado de las siguientes palabras o expresiones del texto: a) Era un dragón francamente espléndido. b) ¡Qué idea tan poco a propósito para una señorita! c) Se quedaba en palacio como huésped. 13 La narradora afirma que el príncipe «tenía la cabeza llena de matemáticas y de filosofía». ¿Qué quiere decir esta afirmación? Que el príncipe odiaba las matemáticas y amaba la filosofía. • Que el príncipe era muy calculador. Que el príncipe era un intelectual al que gustaban las matemáticas y la filosofía.
15 La lengua y los hablantes (I)
Tipolog A Textual Claves Te Ricas
Epígrafe 1. La comunicación
El concepto de comunicación, ya estudiado en Primaria, es básico para establecer las bases del uso de la lengua y conocer sus diferentes contextos, con lo que atendemos a la progresividad y continuidad entre las enseñanzas. Tras explicar el concepto de comunicación y aplicarlo a diversos ejemplos, nos adentramos en los diferentes elementos que intervienen en el proceso comunicativo.
Es importante que el alumnado visualice el proceso de comunicación como un acto creado por varios agentes imprescindibles para su eficaz consecución. Una vez asimilado y aplicado este concepto, pasamos a estudiar las características del lenguaje verbal y del no verbal, dado que el proceso comunicativo puede ejecutarse con palabras o con otros códigos no verbales. En este bloque, debemos alternar teoría y práctica. No solo nos interesa que el alumnado conozca los conceptos, sino que los aplique y sea capaz, a partir de las actividades propuestas, de entender su uso práctico concreto. Recomendamos explicar los conceptos y pasar inmediatamente a la práctica para aplicarlos.
Unidad1
➊ LA COMUNICACIÓN
1.1. Concepto de comunicación
Entendemos por comunicación un proceso mediante el cual un emisor transmite a un receptor un mensaje, que lo recibe e interpreta. Para que la comunicación se produzca, es necesario que el emisor y el receptor compartan el mismo código. Este proceso de comunicación es continuo y se trata de una práctica cotidiana entre los seres humanos. No solo nos comunicamos mediante palabras. Los gestos, las posturas, la forma de mirar y de tocarnos o el atuendo que usamos forman parte de este proceso de comunicación y transmiten una información muy valiosa.
1.2. Elementos de la comunicación z Canal: medio físico por el que circula el mensaje. Existen canales muy variados: el aire (comunicación oral), la página de un libro (comunicación escrita), etc. z Mensaje: conjunto de señales (palabras, por ejemplo) transmitidas por el emisor al receptor. La realidad a la que se refiere el mensaje se llama referente. z Código: conjunto de signos y de reglas para combinarlos que empleamos para construir el mensaje. Son códigos las lenguas o las señales de tráfico. z Contexto o situación comunicativa: circunstancias (lugar, tiempo) en las que se produce el proceso de comunicación. Pongamos un ejemplo: una expresión como Ponte en mi lugar significa una cosa distinta si se dice entre dos personas que están buscando un asiento para ver una película en el cine o si se dice en una conversación en la que el emisor solicita al receptor que comprenda su situación.
Para que la comunicación se produzca es necesario que intervengan estos elementos: z Emisor: elemento que inicia el proceso de comunicación o persona que transmite el mensaje. z Receptor: elemento final del proceso de comunicación o persona que recibe el mensaje.
1.3. Lenguaje verbal y no verbal El lenguaje verbal es la capacidad que posee el ser humano para comunicarse a través de las palabras, ya sea de forma oral o escrita. En la forma de comunicarse del ser humano intervienen, sin embargo, muchos elementos que no son verbales. Algunos de ellos son los gestos, las expresiones faciales, la entonación, la velocidad, el volumen al hablar y las vocalizaciones. La distancia que toman los interlocutores al hablar también informa sobre la relación que mantienen y sobre el proceso comunicativo que se está produciendo. Olores, colores o ropa también transmiten información.
Lenguaje corporal y gestual
Unidad1
Acariciarse la mandíbula: toma de decisiones. Entrelazar los dedos: autoridad.
Dar un tirón al oído: inseguridad. Mirar hacia abajo: no creer en lo que se escucha.
Frotarse las manos: impaciencia. Apretarse la nariz: evaluación negativa. Golpear ligeramente los dedos: impaciencia.
Inclinar la cabeza: interés. Palma de la mano abierta: sinceridad, franqueza e inocencia. La cabeza descansando sobre las manos o mirar hacia el suelo: aburrimiento.
Unir los tobillos: aprensión.
Cruzar las piernas, balanceando ligeramente el pie: aburrimiento. Brazos cruzados a la altura del pecho: actitud a la defensiva.
Frotarse un ojo: dudas. Tocarse ligeramente la nariz: mentir, dudar o rechazar algo. Tapar parcialmente la boca al hablar: mentir.
Mirar el reloj mientras se habla: denota prisa e intranquilidad.
Mirar el reloj al hablar o escuchar: impaciencia. Sentarse con las dos piernas unidas paralelamente: denota una personalidad ordenada y cuidadosa.
Actividades
1 Analiza los elementos de la comunicación (emisor, receptor, canal, mensaje, código y contexto) en las siguientes situaciones y completa el cuadro conforme al ejemplo:
EMISOR RECEPTOR MENSAJE CANAL CÓDIGO SITUACIÓN
Compañero Yo Mañana habrá clase de Matemáticas Aire Lengua española La clase a) Tu compañero te avisa por WhatsApp de que mañana hay una clase de Matemáticas. b) Un policía local le da el alto con la mano a un motorista. c) Tu madre te llama por teléfono para preguntarte cómo te encuentras. d) Valoras de cero a diez en tu tablet la calidad de una tienda. e) Tus padres te despiertan con el toque de diana. f) Un grupo de excursionistas mira un itinerario en un mapa. g) Marta besa a su abuela. h) Una enfermera, cuando mira el termómetro, comprueba que su paciente tiene fiebre. i) Escribes una carta a un amigo para decirle que vas a ir a verlo pronto.
2 Muchos de nuestros actos informan sobre nuestra forma de ser o de pensar. Completa en tu cuaderno el siguiente cuadro, en el que debes incluir nuevos ejemplos de qué pueden significar determinados gestos, la vestimenta que usamos o el lugar que podemos ocupar en algunas situaciones concretas: DESCRIPCIÓN SIGNIFICADO b) Estás muy pensativo porque tienes que tomar una decisión. c) Te niegas rotundamente a hacer algo. d) Tratas de avisar a alguien de un peligro.
Gesto Llevarse las manos a la cabeza. Impresión fuerte. Vestimenta Ropa elegante (traje largo; chaqueta y corbata). Participar en una celebración especial. Lugar Colocarse al final de la clase. Escaso interés.
3 Mediante lenguaje no verbal (gestos, posturas, expresiones faciales, etc.) expresa los siguientes mensajes: a) Estás aburrido.
4 Escribe qué mecanismos no verbales de comunicación has utilizado en el ejercicio anterior.
5 Reflexiona y explica qué pueden significar en determinados contextos los siguientes colores: rojo, amarillo, azul, negro, blanco.
17 La lengua y los hablantes (I)
TIPOLOGÍA TEXTUAL SITUACIONES DE APRENDIZAJE ¿Cómo lo dedujo usted?
El apartado Situaciones de aprendizaje pretende que el alumnado aplique todos los conocimientos trabajados hasta este momento para el reconocimiento de los componentes del acto comunicativo y la construcción de diversos supuestos comunicativos, empleando para ello distintos modelos (tanto el que aquí se ofrece como el de la lectura inicial) y siguiendo las instrucciones precisas que se aportan en las actividades de esta sección. Ofrecemos para ello un texto como punto de partida. Esta forma de abordar la tarea es importante, ya que se afronta el aprendizaje de modo pragmático y constructivo: el alumnado, a partir de ese texto dado debe extraer sus propias conclusiones y construir otros supuestos virtuales de forma autónoma, fomentándose así la creatividad. Además, este fragmento tiene la cualidad de promover la lectura, ya que da a conocer al alumnado al personaje más famoso y carismático de Arthur Conan Doyle (Sherlock Holmes) de una forma atractiva mediante una divertida ilustración.
Tipología textual Unidad1
¿CÓMO LO DEDUJO USTED?
Situaciones de aprendizaje
La comunicación en la vida social puede manifestarse, como hemos visto, de múltiples maneras y mediante muy diversos medios: lenguaje verbal, corporal, musical, plástico, indicios, imágenes, colores, etc. nos rodean de forma constante. Vamos a aplicar todo lo que hemos aprendido hasta ahora a partir de un texto literario. Publicada en 1887, Estudio en escarlata es la primera entrega de la serie de novelas en las que John H. Watson rememora sus aventuras junto a Sherlock Holmes. Todo comienza cuando él y Holmes van a compartir casa en la ya famosa dirección del 221B de Baker Street. Allí, Watson convivirá con las excentricidades de Holmes y será testigo de su asombrosa habilidad para obtener información sobre todo lo que le rodea. Lee el texto que sigue y realiza a continuación las actividades que se proponen.
Confieso que quedé atónito ante aquella nueva prueba de la eficacia práctica de las teorías de mi compañero. Mi respeto por su capacidad analítica aumentó extraordinariamente. Con todo, todavía anidaba en mi mente cierta vaga sospecha de que pudiera tratarse de un montaje con el propósito de deslumbrarme, aunque escapaba a mi comprensión qué podía pretender con ello. Cuando le miré, había acabado de leer la nota, y sus ojos habían adquirido la expresión ausente y apagada del ensimismamiento.
—¿Cómo demonios lo dedujo usted? —le pregunté.
—¿Qué deduje? —dijo malhumorado.
—Pues que era sargento retirado de la Marina.
—No tengo tiempo para fruslerías —respondió con brusquedad, y añadió con una sonrisa—: Disculpe mi descortesía. Ha roto el curso de mis pensamientos, pero tal vez dé lo mismo. Así pues, ¿de verdad no ha sido capaz de ver que ese individuo era un sargento de Marina?
—Claro que no. —Era más fácil darse cuenta de ello que explicar cómo me di cuenta yo. Si a usted le pidieran que probara que dos más dos son cuatro, tal vez se viera en apuros, y, sin embargo, está seguro del hecho. Incluso desde el otro lado de la calle, pude distinguir una gran ancla azul tatuada en el dorso de la mano del individuo. Eso olía a mar. Pero su porte era militar y llevaba las patillas reglamentarias. Ya tenemos, pues, al marino. Era un hombre con ciertas ínfulas y ciertos aires de mando. Habrá usted observado lo erguida que mantenía la cabeza y cómo balanceaba el bastón. Un hombre sólido, respetable, de mediana edad… Todo indicaba que había sido sargento. —¡Asombroso! —grité. —Trivial —dijo Holmes, pero me pareció, por la expresión de su rostro, que le complacían mi evidente sorpresa y admiración—. Acababa de decir que ya no había criminales. Al parecer estaba equivocado… ¡Vea esto! Y me tendió la nota que había traído el mensajero. —¡Dios mío! —exclamé, tras echarle una ojeada—. ¡Es terrible! —Parece salirse un poco de lo común —observó Holmes sin perder la calma—. ¿Le importaría leérmela en voz alta?
La carta que leí decía: Mi querido señor Sherlock Holmes: Esta noche ha tenido lugar un feo asunto en el número 3 de Lauriston Gardens, junto a Brixton Road. Al hacer la ronda, nuestro policía vio allí una luz hacia las dos de la madrugada y, como la casa está deshabitada, sospechó que pasaba algo. Encontró la puerta abierta, y en el salón de la parte delantera, sin amueblar, descubrió el cadáver de un caballero bien vestido, que llevaba en el bolsillo unas tarjetas con el nombre «Enoch J. Drebber, Cleveland, Ohio, U. S. A.».
No han robado nada, ni hay indicios de cómo ese hombre pudo encontrar la muerte. Hay manchas de sangre en la habitación, pero el cuerpo no presenta ninguna herida. No entendemos qué hacía la víctima en la casa vacía. De hecho, todo el asunto es un galimatías. Si puede pasar usted por aquí en cualquier momento, antes de las doce, le estaré esperando. He dejado las cosas in statu quo hasta tener noticias suyas. Si le fuera imposible venir, le proporcionaría datos más precisos y consideraría una gran gentileza por su parte que me favoreciera con su opinión. Su atentísimo, Tobias Gregson —Gregson es el tipo más listo de Scotland Yard —comentó mi amigo—. Él y Lestrade constituyen lo mejorcito de una panda de ineptos. Ambos son rápidos y enérgicos, pero espantosamente convencionales. Además no se pueden ver ni en pintura. Sienten tantos celos uno del otro como un par de bellezas profesionales. Será divertido este caso si los dos se ponen a seguir la pista. Arthur Conan Doyle Estudio en escarlata, Anaya
Unidad1
Aplica lo aprendido HABILIDADES COMUNICATIVAS Vamos a practicar ahora nuestras habilidades comunicativas. Para ello, vamos a formar grupos de cuatro miembros para inventar un diálogo. El tema del diálogo es libre; te sugerimos algunas propuestas: z Una conversación sobre los planes que tenéis para el próximo fin de semana. z Alguien llega a una reunión dando una noticia sorprendente. z Alguien ha dejado olvidado su móvil en la mesa de una cafetería y se dirige, pasado un tiempo, a la misma mesa, ahora ocupada por otras personas, para exponer su problema. Para llevar a cabo el diálogo elegido os proponemos las siguientes indicaciones: cuestiones
1. Tras la elección del tema inicial del diálogo, preparad entre los cuatro integrantes del grupo la redacción del mismo intentando que todos los miembros intervengan en ella.
2. Una vez escrito, cada miembro del grupo debe aprenderse sus intervenciones y estudiar cómo apoyar lo que se dice con el lenguaje gestual.
A Comenta todos los procesos comunicativos que descubras e imagines conforme lees el fragmento. Escenifica la situación cuando te sea necesario. B Estudio en escarlata fue publicada en 1887. Imagina la situación hoy en día. ¿Qué medios comunicativos podríamos incorporar para modificar la escena?
C Los estilos lingüísticos también cambian con el tiempo. Imagina que eres Tobías Gregson, el autor de la carta. Actualiza el contenido de la misma a un momento más actual. D Imagina que una persona se dedica a una determinada profesión. ¿Qué indicios nos podrían facilitar el averiguar a qué actividad se dedica?
19 La lengua y los hablantes (I)
20 La lengua y los hablantes (I)
3. A continuación, os lo aprenderéis para escenificarlo ante la clase.
4. Cuando acabéis, debéis indicar los elementos del proceso de comunicación que habéis creado y explicar también el lenguaje no verbal (sobre todo, los gestos) que habéis empleado y qué denota ese lenguaje no verbal.
Con el mismo enfoque comunicativo que el apartado anterior, el subapartado Aplica lo aprendido (Habilidades comunicativas) pretende que el alumnado aplique todos los conocimientos trabajados hasta este momento para la construcción de un aprendizaje constructivo y altamente pragmático. Esta tarea trata sobre configurar un diálogo, fomentando así la expresión oral y la sociabilización del alumnado (ya que debe hablar y saber escuchar respetando el turno de palabra) y el trabajo en equipo. Además, como el tema del ejercicio es libre, posibilita al alumnado el desarrollo de su creatividad, pudiendo abordar cualquier asunto que le suscite interés (nótese la amplia gama de posibilidades temáticas para abordar la transversalidad que permite esta sección). Debemos destacar cómo este ejercicio insta al alumnado a aunar pragmáticamente lenguaje verbal y no verbal, contenidos esenciales del bloque de Tipología textual.