Recientemente el estudio Droog, cuyo trabajo colaborativo ha sido una fuerza determinante en la vanguardia del diseño holandés en los últimos años, abrió las puertas de su hotel homónimo en el centro histórico de Ámsterdam, Holanda.
DICIEMBRE • ENERO 2013
No. 12
Redacción Fotos Cortesía Droog
U
bicado en un edificio del siglo XVII, mismo que alojó la fábrica textil de la ciudad, Hôtel Droog promete ser un nuevo espacio cultural en el corazón de la capital holandesa. El lugar se aleja de todo concepto convencional de hotel: alberga una tienda de diseño, sala de exposiciones, comedor, jardín, tienda de cosméticos, boutique de marcas exclusivas como Isabel Marant, Opening Ceremony, Maison Martin Margiela y Hussein Chalayan, y un restaurante que sirve platillos creados a partir de recetas locales del barrio. Renny Ramakers, cofundadora y directora de Droog, concibió el hotel como un lugar que reúne todas las actividades que realiza la firma de diseño, desde la curaduría hasta el diseño de producto, así como exhibiciones, conferencias, todo con la finalidad de invitar a la comunidad a ser partícipes. Una de las peculiaridades del hotel, es que cuenta con una sola suite, situada en la planta alta de su recinto de 700 metros cuadrados y que consta de dormitorio, comedor y cocina. El diseño interior consta de paredes, sillas y mesas, sillones monocromáticos y pequeños detalles de colores que irrumpen en el ambiente.
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