Rudolf Steiner habló sobre la “buena” y “sanadora sensación” de “no estar a la altura”, es decir, la consecuente toma de conciencia de todo aquello que a uno aún le falta para poder colaborar en forma productiva con la verdadera continuidad de la formación de la Sociedad Antroposófica, del Goetheanum y de la Antroposofía en el mundo. Él llamaba a esta sensación “buena” y “sanadora”, porque no sólo inmuniza contra la tentación de la soberbia, la vanidad y la retórica, sino también puede encauzar y posibilitar un camino productivo y humilde.Pertenece a las esperanzas del Goetheanum y de la Escuela Superior Libre para la Ciencia Espiritual que muchos seres humanos transiten este camino, emerjan del presunto desmayo, searticulen y colaboren permitiendo el crecimiento de la Sociedad Antroposófica en el sentido señalado por Rudolf Steiner.