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Escuchando a Mozart

Escuchando a Mozart la pluma se ilumina y la inspiración llega Imagino que a hurtadillas un niño rubios rizos y ojos violeta por el bosque del santuario de la ninfa está, aspirando su deliciosa fragancia halagarle quiere y flores y frutos silvestres le va llevando halagarle quiere! Danza y danza con las mariposas, los pajarillos, los árboles, las nubes de colores, como si fuera un querubín, mas el chiquitín, no logra llamar su atención no se sabe lo que quiere la ninfa tal vez una luna, quizá el sol o a lo mejor el arco iris no sé… si un pedacito de la mar con rosados delfines, o una bandada de azules piqueros o la música de Alej, el Bardo, y su santuario encantado. no se sabe lo que quiere la ninfa!...