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87 Adiós

87 Adiós

Dolencias

¡ Cuántas dolencias se han impregnado en este ser, unas más sangrientas y lastimeras, que otras sin embargo, sin embargo sigo…

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Hoy, el tiempo cruel, taladra con su énfasis mayor mi entraña son cinceladas al rojo vivo; cinceladas, haciendo la señal de la cruz por fuera y por dentro, esas dolencias, no cesan, morarán en el alma, hasta la eternidad de mis días! cuando el Señor de la Infinitud conceda un poquito de su atención y las transfiera a otro penitente mortal…

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