Odio evan -"El evangelio del Odio"

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El evangelio del odio, la misoginia, y otras perversidades teológicas. No penséis que he venido para traer la paz a la tierra; no he venido para traer la paz, sino la espada”. “ Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra”. “

Evangelio de San Mateo 10:34-35

0 -Introducción: credulidad y juego Vivir socialmente implica participar en una serie interminable de credulidades y mascaradas.


La sociedad humana, en definitiva, viene a ser un sistema institucionalizado de credulidades sostenidos por el poder, esto es, por la violencia organizada. La institucionalización sistemática de la credulidad mira a la racionalidad con desconfianza y temor, porque la racionalidad profunda es el camino hacia la libertad. La realidad concreta, tal como es vivida por los seres humanos, esta constituida por una complicada -,y extraña- muestra de percepciones sensoriales condicionadas, y credulidades institucionalizadas, más o menos racionalizadas, presentadas como “sagradas” e incuestionables, apoyándose en el monopolio del poder. La credulidad institucionalizada, que sirve de fundamento a la sociedad, esta integrada por


imaginarios compartidos sobre ciencia, tecnología, política, mitología de todo tipo, , más o menos ritual, más o menos sistemática. Dentro de este marco general, el ser humano oscila entre la “memoria” y la “esperanza”. Entendemos por “memoria” la acumulación de datos -e interpretaciones- relativos al pasado colectivo o individual-. Por supuesto en la memoria hay mucho de falsificación y represión o eliminación de datos. No hay una memoria, hay muchas memorias. Que a veces confligen entre si. Entendemos por esperanza el conjunto de imaginarios que tratan de organizar los deseos humanos individuales y colectivos. No hay una sola esperanza, hay muchas esperanzas, que también luchan por dominar e imponerse a las otras.


La tradición, la religión, las ideologías, en cuanto como máscaras y ritualizaciones del poder, aparecen con pretensiones de ser la mas profunda realidad. El individuo ha de poner, sobre si mismo, alguna entidad suprema – mitológica, política, ideológica, a la cual ha de servir hasta la muerte: nación, partido, deidad, tradición etc.. Pero a esta estúpida y masoquista auto-negación del individuo, del aquí y del ahora, porque sí hay que contraponer su radical autoafirmación. ¿Porqué no afirmar el divertido juego del imaginario “yo, del aquí, y del ahora, porque sí? Hay que contraponer los hábitos, largamente establecidos a la espontaneidad inmediata, del aquí y del ahora, del porque sí. La política, la cultura de un pueblo, la religión vienen a constituir una constelación de metáforas, rituales y emociones entrelazadas por un sentido de poder omnímodo,


omnicomprensivo, de pretendida profunda sabiduría cósmica. Pero la vida concreta, instantánea, a veces sorprende con súbitos brotes que no encajan en esos moldes preestablecidos. Aquí es saludable que rompamos esos moldes, y echamos mano al análisis sistemático y a la razón. Hay momentos en la vida humana en que logramos colarnos por una de esas gritas que se producen el nuestro sistemas heredados de la fe colectiva. Y entonces descubrimos que flotamos en el mar incógnito de la nada conceptual. Sentimos que el, ”yo”, el “nosotros”, “Dios” o “la realidad convencional“ son tan solo imaginarios cuyo único fundamento es la fe producto de, nuestro miedo a la nada, de nuestro terror pánico.


Entonces podemos hundirnos en el temor paralizante y buscar desesperadamente un otro imaginario que sea todopoderoso, al que nos, sometemos como esclavos a cambio de ilusiones salvadoras, o por, el contrario podemos aceptar la verdad de nuestra condición imaginaria, soltar una profunda carcajada, y sentirnos libres, radicalmente libres, como dioses que viven de sus ocasionales propias creaciones mentales, a sabiendas de que se trata tan solo de jugar a la ilusión existencial. En cierto modo existir, como olas en el mar de la energía cósmica, equivale a convertirnos en dioses ocasionales, instantáneos, La fe no salva simplemente estultifica y esclaviza, mientras que el hombre radicalmente incrédulo es existencialmente libre y juega sus juegos arbitrariamente elegidos, como si fuera un dios ocasional y momentáneo. Para él, en el fondo, el ser y la nada son simplemente dos imaginarios, dos ilusiones


lúdicamente, equivalentes, pero la una es mas placentera que la otra. A mi, por lo menos, las distintas formas sociales que implican sado-masoquismo institucionalizado no me convencen, En el fondo son formas más o menos refinadas de poder apoyado en el terror y la cobardía. Prefiero la libertad, basada en el juego gozoso, placentero. Por lo cual me proclamo imaginariamente ocasional dios temporero. Si ha que jugar un juego, se juega, pero de la manera mas placentera y divertida

Capítulo I En el concepto de Dios claramente vemos las implicaciones propias del poder y las percibimos mas claramente porque se dan en grado sumo, elevadas a su máxima potencia. Por ello se dan también, como consecuencia inevitable perversas implicaciones sadomasoquistas.


No puede haber poder sin la sombra del sadomasoquismo. Hay quienes goza mandando, hay quienes gozan obedeciendo. Toda obediencia profunda implica cierto grado de masoquismo, todo poder real y efectivo implica cierto grado de sadismo, mas o menos encubierto, e incluso subconsciente. El concepto de Dios es una copia, y una proyección al infinito, de la idea imperial, de la dominación de la especie humana por un único jefe, absoluto y todo poderoso, despótico y perverso. La clave del poder es la fe y sus múltiples y refinadas implicaciones sadomasoquistas. *

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Por otra parte es importante reseñar que como ocurre siempre con toda ideología política, hay que inventar un enemigo a quien echarle las culpa de todo aquello que falla, y desviar el dolor del fracaso hacia el, para que no se oriente hacia y contra el gobernante. Si Dios es omnisapiente, el conocía de antemano que cierto ángel, le iba a fallar. Pero El, sabiéndolo, lo creó. Pero quien a conciencia crea la fuente de mal es responsable del mal. Suponiendo que Dios no sea omnisapiente pero si todopoderoso ¿por qué no aniquila o desvirtúa, de algún modo, las fuerzas del mal, sino que las permite?.


Y si Dios no es omnisapiente y todo poderoso entonces tampoco es único. ¿Por qué entonces sus pretendidos representantes oficiales se las echan de que su Dios es lo que ellos dicen que es, se contradicen al aceptar que existen fuerzas poderosas e indestructibles fuera de su Dios, y acontecimientos no previsibles por El?. Y si es un ser bondadoso, compasivo y lleno de amor, ¿por qué reacciona tan brutal y perversamente contra los pobres seres indefensos e ignorantes que el creó, que con esta limitaciones y propensiones ha caer en el mal?. Estas contradicciones fundamentales de las religiones monoteísta se trata de taparla con el miedo al poder imperial, implacable, del ser divino. Y además para ello se crean instituciones sociales que destruyen -a sangra y fuego -a todo aquel que toma conciencia de ello y trata de comunicar sus perspectivas cuestionadora. Las instituciones religiosas históricamente se han centrado en la prohibición, mas que en el amor. Es habitual en muchas religiones, centrarse en la prohibición, a la que corresponde el concepto de pecado. Un historiador ha señalado que:

“cuando en Mesopotamia los seres humanos se empiezan a organizar socialmente en urbes, aparecen los códigos que legislan (conocemos el de Hamurabi), y lo hacen en negativo. Una religión, que en el fondo es el modo cómo nos organizamos para ser diferentes de los demás, siempre se decide por la prohibición, es decir, por las leyes civiles previas que a su vez son


prohibitivas. En lugar de dirigirse a lo positivo, la felicidad, la empatía, se fija en la desconfianza, la posesión”.

La naturaleza ha dotado a los seres humanos de la doble capacidad –individual y colectiva- de amar y de odiar- a sí mismo y a los demás. Hay pues una doble polaridad sobre la que se asienta la conducta humana –potencial y actual El odio a si mismo es tan posible como el odio al prójimo –o al lejanoEl Evangelio de Lucas -al menos en la versión católica- estructura la relación entre el amor y el odio de un modo sorprendente Encontramos en Lucas -14-23, 24, 25- las siguientes frases: 23. Dijo el señor al siervo: "Sal a los caminos y cercas, y obliga a entrar hasta que se llene mi casa." 24. Porque os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi cena.» 25. Caminaba con él mucha gente, y volviéndose les dijo: 26. «Si alguno viene donde mí y no odia a su padre, a su madre, a su mujer, a sus hijos, a sus hermanos, a sus hermanas y hasta su propia vida, no puede ser discípulo mío”.


Se puede ver este texto en http://www.bibliacatolica.com.br/es/la-biblia-dejerusalen/lucas/14/#ixzz2sGiX98B7 *

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Aquí tenemos que debemos amor a Dios –sobre todas las cosas, sobre todos los seres, y para partir del odio hacia nuestros familiares y demás prójimos. Y también en el evangelio de Mateo tenemos muestras claras del Evangelio del Odio (Ver MT 3:12, 5 al 7: 8:12, 10:21, 13:30, 42, 22:13, 24:51, 25:30,LK 13:28), 5:24 Algunos pasaran la eternidad ardiendo en el infierno. Allí será el lloro, lloro y el crujir de dientes. MT 10:21 "... El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre al hijo, ... los hijos se levantarán contra sus padres, y harán que se sometan a la muerte".


MT 10:35-36 "Porque he venido a enfrentar al hombre contra su padre, una hija contra su madre, una nuera en contra suegra, los enemigos del hombre serán los miembros de su propia familia." 10:34 No piensen que he venido a traer la paz sobre la tierra. No vine a traer la paz, sino la espada. 10:35 Porque he venido a enfrentar al hijo con su padre, a la hija con su madre y a la nuera con su suegra; 10:36 y así, el hombre tendrá como enemigos a los de su propia casa. MT 11:21-24 Jesús maldice a los habitantes de] tres ciudades que no estaban lo suficientemente impresionados con sus grandes obras. Visto desde esta perspectiva “el Sermón de la Montaña” cobra un nuevo significado. No olvidemos el texto de San Juan Evangelista "De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna." (Romanos 5:29, Juan 3:16).


La clemencia y la bondad de Dios es tan solo ”para todo aquel que en él cree”, los otros –los no creyentes- “pasarán la eternidad ardiendo en el infierno. Allí será el lloro, lloro y el crujir de dientes”. Esto es puro tribalismo. Es poner los nuestros contra los otros. Esconde el Evangelio del Odio. (Ver "Capítulo V al VII del Evangelio de San

Mateo"), pero si saltamos al capítulo X – reforzado por Lucas 14-23,24,25- nos encontramos con el “Evangelio del odio”. Releamos los textos antes citados. *

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Por otra parte, desde una perspectiva mas profunda y caritativa tenemos que el ser humano puede elegir entre sentirse mal y sentirse bien. Algunos seres humanos buscan el sufrimiento propio para ofrecérselo a Dios, a la patria, a una ideología cualquiera. Recordemos las prácticas de auto-torturas medioevales llamada “ascetismo”, los cilicios, la penitencia, el


ayuno, la autoflagelación etc. Así como las prácticas de torturas inquisitoriales, aún vigentes en sus versiones políticas e ideológicas. Pensemos hoy en Guantánamo. Tanto el masoquismo, como el sadismo, permean nuestra cultura de origen cristiano. Hay que matar al otro o engendrar al otro sufrimientos -o a sí mismo- para ofrecérselo a Dios –o a los poderosos de turnoSe considera valioso matar o sufrir por un poder colectivo, sea la patria, el imperio o los centros de poder políticos e ideológicos. Estos principios estaba vigentes tanto en la España de Franco como en la Unión Soviética, en la Alemania de Hitler o la Italia de Mussolini. Pero lo mas grave es que actualmente siguen vigentes en todos los países de mundo, incluidos especialmente los países del mundo occidental, de tradición cristiana e ideales llamados “democráticos”. Sufrir o morir por una causa es elogiado en casi todas las culturas. Uno puede elegir la propia muerte para defender a Dios –o a sus substitutos políticos, pero no puede suicidarse porque uno pertenece a Dios, al Estado, a la ideología, pero uno no se pertenece a sí mismo. Este modo de pensar de un sadomasoquismo al servicio del poderoso ha seguido vigente en nuestra


cultura occidental, al margen de los adelantos tecnológicos y científicos. Pensemos específicamente en EE.UU., donde la pena de muerte sigue vigente y en donde existen mas de setecientas bases militares, varias guerras, a la vez , y prisiones donde se practica la tortura como Guantánamo. Y las Iglesias cristianas siguen lanzando sus prédicas masoquistas de llegar a la purificación de nuestros pecados, y a la iluminación. a través del sufrimiento propio autoimpuesto. Por supuesto el concepto mismo de pecado tiene una base fundamentalmente imperial, autoritaria. No se peca contra uno mismo –contra su propia naturalezasino contra Dios, el jefe supremo. El Dios cristiano creó el concepto de pecado “original” basándose en una acción de desobediencia hecho por Eva y Adam contra Jehová. Esa culpa original fue heredada por el género humano por los siglos de los siglos, amén. ¿La culpa se hereda?. ¿Es esta una posición compasiva?. Hoy en día seguimos pensando, en Occidente, en términos de imperialismo teológico, heredado, aunque a veces se cambia su formulación. Disentir profundamente de los principios ideológicos fundamentales es considerado como principio de


sospecha y sometido a la práctica de la censura y de la represión. *

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Existe documentación fidedigna que nos habla de lo que podríamos llamar –justificadamente- “canalladas teológicas”. Hay las clásicas canalladas bíblicas pero también la clásicas canalladas evangélicas, cristianas, A) Canalladas Bíblicas. Para las canalladas bíblicas, remitimos al lector al libro de Pepe Gonzalez: “Los pésimos ejemplos de Dios según la Biblia”. http://www.ateoyagnostico.com/2010/07/15/peperodriguez-%E2%80%93-los-pesimos-ejemplos-deDios, B ) Canalladas cristianas María era una mujer casada y menor de edad –tenía trece años- que es preñada por Dios Padre. Esto nos trae a la memoria el derecho medioeval de “pernada” o “jus primae noctis. La expresión derecho de pernada, en latín vulgar medieval Ius primae noctis, «derecho de la primera noche”. se refiere a un derecho que otorgaba a los señores feudales la potestad de


mantener relaciones sexuales con cualquier doncella, sierva de su feudo, que se casaba con uno de sus siervos. Este derecho tuvo vigencia durante la Edad Media de Europa occidental, aunque hay paralelismos en otras partes del Mundo y en otras épocas. Para otros aspectos esenciales de la falsificación cristiana de la historia, ver los libros, al respecto, de Pepe Rodríguez, “Mentiras fundamentales de la Iglesia Católica”, “Pederastia en la iglesia católica”, etc.. (http://www.lecturalia.com/libro/6947/mentirasfundamentales-de-la-iglesia-catolica) http://www.lecturalia.com/libro/6952/pederastia-en-laiglesia-catolica *

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El sado-masoquismo religioso. Al culto del renunciamiento y la humillación se añade la renuncia a la gratificación sexual. El culto de la continencia se originó como rito entre los soldados antes de emprender batalla. En épocas posteriores se tornó en la práctica de los "santos". Este


culto toleraba el matrimonio tan sólo como un mal menor que la fornicación. Muchas de las grandes religiones mundiales han sido influidas adversamente por este culto antiguo, pero ninguna tanto como el cristianismo. El apóstol Pablo era devoto a este culto, y sus opiniones personales se reflejan en las enseñanzas que introdujo en la teología cristiana: "Bueno le sería al hombre no tocar mujer". "Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo". "Digo, pues, a los solteros y las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo". Pablo bien sabía que estas enseñanzas no eran parte del evangelio de Jesús, cosa que queda demostrada en su declaración: "Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento". Pero este culto condujo a Pablo a despreciar a las mujeres. Esta opinión personal de San Pablo ha influido prolongadamente sobre las enseñanzas del cristianismo. Se tomaron literalmente y se obedecieron los consejos de este santo varón. No es de sorprender que todas estas creencias fomentaran la formación de sacerdocios célibes en muchas religiones cristianas. Pero la exaltación religiosa de la continencia conduce directamente a la guerra contra el matrimonio y el


hogar, y ha generado desviaciones perversas como la pedofilia, dentro del mismo clero. De ahí que se imponga como regla universal el celibato de los sacerdotes y la exclusión de la mujer del orden sacerdotal Es ya hora de que la Iglesia Católica revise este aspecto de su disciplina eclesiástica y reevalúe el papel de la mujer en la vida espiritual y social.

Capítulo II LA ESCLAVITUD, LA MUJER Y LA IGLESIA. Y la historia del odio institucionalizado continua… ininterrumpidamente, a lo largo de más de dos mil años.


Veamos algunos textos ejemplares de las máximas autoridades cristianas. Podríamos llenar cintos de páginas con mas ejemplos. (CÁNONES) LEY “Si alguien enseña a un esclavo, con el pretexto de la piedad, a despreciar a su amo y a huir de su servicio, y no para servir a su propio señor con buena voluntad y el honor de todo, sea anatema.” Fuente: Sínodo de los Gangra, ca.341

“No deben ordenarse de clérigos los que se encuentren obligados á otros legalmente, á no ser que sean de vida muy probada, y se agregue además el consentimiento de los patronos.” Fuente: Canon X, Concilio I de Toledo, 396.

“Ha sabido el santo concilio que los obispos, presbíteros y diáconos convertidos de la herejía tienen aun cópula carnal con sus mujeres, y para que en


adelante no suceda así, se reproduce lo que ya se halla establecido por los cánones anteriores, esto es, que no les sea lícito vivir en sociedad libidinosa, sino que perteneciendo entre ellos la fe conyugal les resulte utilidad común, y no vivan en un mismo techo; o (incluso) si su virtud es suficiente haga que su mujer habite en otra casa, á fin de que la castidad tenga un buen testimonio ante Dios y los hombres. Y si alguno después de este convenio eligiere vivir obscenamente con su mujer, téngase como lector (nota. un cargo menor); más los que siempre han vivido con arreglo al canon eclesiástico, si contra los estatutos antiguos tuvieran en su compañía mujeres que pudieren engendrar sospecha infame, serán castigados canónicamente, y las mujeres vendidas por los obispos entregando su precio a los pobres.” Fuente: Canon V, Concilio III de Toledo, 589.

“Y si es cierto que aquellos que no distribuyen ninguna de sus cosas entre los pobres de Cristo, serán condenados ¿con cuánta mas razón lo serán los que quitan á los pobres lo que no les dieron? Por lo tanto los clérigos que para compensación no trajeren nada propio á la Iglesia, teman esta divina sentencia,


y no se atrevan para condenación suya á dar libertad á los siervos de la familia de la iglesia; pues que es cosa impía que aquellos que no aportaron nada de lo suyo á las iglesias de Cristo, las causen daño, enajenando sus derechos. Semejantes libertos serán reclamados por el obispo sucesor, y sin oposición alguna adjudicados al derecho de la iglesia; porque no fue la equidad quien les manumitió, sino la maldad.” Fuente: Canon LXVII, Concilio IV de Toledo, 633

“El obispo que desea manumitir a un esclavo de la iglesia sin reservar el patrimonio eclesiástico, deberá ofrecer a los sacerdotes que suscriban por vía de permuta dos esclavos del mismo mérito“ Fuente: Canon LXVIII, Concilio IV de Toledo, 633

“Definió el Concilio de común consentimiento que Ab. los sacerdotes que dejan las cosas Ab. la iglesia, Oc. aunque no tengan nada, adquieren para ella algunos predios ó familias, les sea lícito manumitir


algunos siervos de la misma iglesia en recompensa de lo que aportaron, según decreto de los cánones antiguos, pero de modo que permanezcan con su peculio y posterioridad bajo el patrocinio de la iglesia, siendo útiles á ella hasta donde pudieren.” Fuente: Canon XIX, Concilio IV de Toledo, 633. “Los libertos de la iglesia, como que nunca muere su patrona, jamás se libraran de su patrocinio, ni tampoco su posteridad, según decretaron los cánones antiguos; y por si acaso su libertad no estuviere clara á la prole futura y para que su posteridad, apoyándose en la ingenuidad natural, no se sustraiga del patrocinio de la iglesia, es necesario que tanto los mismos libertos como sus descendientes manifiesten ante su obispo, que se hicieron libres cuando correspondían a la familia de la iglesia; no debiendo dejar su patrocinio, sino tributarla en proporción á sus facultades, obsequio y obediencia”. Fuente: Canon LXX, Concilio IV de Toledo, 633 “Algunos clérigos, no teniendo consorte legitima apetecen los consorcios prohibidos de mujeres extrañas ó de las criadas; y por lo tanto cualquiera de


estas que se encuentre así unida á los clérigos sea separada por el obispo y vendida, reduciendo á los clérigos por algún tiempo á la penitencia, porque se mancharon con su liviandad.” Fuente: Canon XLIII, Concilio IV de Toledo, 633 “Sucede muchas veces que por el transcurso del tiempo no está clara la condición del origen; por lo que ya se decretó en un canon del concilio universal que los libertos de la iglesia deben hacer su profesión, en la que confiesen que ellos han sido manumitidos de las familias de la iglesia, y que jamás abandonarán el obsequio de esta. A lo que nosotros añadimos que siempre que muriese el sacerdote, todos los libertos de la iglesia ó sus hijos deben presentar sus escrituras al nuevo pontífice, y reiterar su profesión á la vista de la iglesia; para que ellos obtengan el vigor de su estado y esta tampoco carezca de su obediencia. Mas sino quisieren manifestar las escrituras de libertad al reciente pontífice dentro del año, ó no renovaren su profesión, permanezcan las escrituras sin valor ni efecto, y ellos vueltos á su origen, sean perpetuamente siervos.“ Fuente: Canon IX, Concilio V de Toledo, 636


“Habiéndose promulgado muchos cánones para contener la incontinencia de los clérigos y no habiéndose conseguido de modo alguno, ha parecido, que en adelante no solo se ha de castigar á los que cometen maldades, sino también a su descendencia. Y por lo tanto, cualesquiera desde el obispo al subdiácono, constituidos en el honor, que en adelante engendraren hijos de comercio detestable ó con mujer sierva ó con ingenua (libre), serán condenados á sufrir las censuras canónicas; y la prole de semejante profanación, no solo no recibirá jamás la herencia de sus padres, sino que permanecerá siempre sierva de aquella iglesia en que servía su padre de sacerdote ó ministro para ignominia propia.” Fuente: Canon X, Concilio IX de Toledo, 655

“… Así pues, en conformidad con lo establecido por las respetables leyes civiles, debe conservarse la nobleza de todos los linajes de manera que ninguna mezcla ajena manche lo que la generosidad propia decoró; por lo tanto prohibimos á todos los libertos de las iglesias, tanto hombres como mujeres, y á su descendencia, que en adelante se casen con romanos


ingenuos (libres) ó con godos: y si alguna vez lo hicieren, ordenamos, que la prole que nazca de esta mezcla jamás merezca el derecho de la dignidad indebida, ni se vea libre de prestar obsequios á la iglesia por cuyo beneficio se sabe que consiguió el don de la libertad.”. Fuente: Canon XIII, Concilio IX de Toledo, 655

“Los libertos de la iglesia y su descendencia prepararán obsequios prontos y sinceros á la basílica de la que merecieron la gracia de la libertad.” Fuente: Canon XV, Concilio IX de Toledo, 655

En un extracto del Concilio X de Toledo se puede observar como la iglesia recela además de uno de sus miembros, Ricimiro (obispo de la iglesia de Dume) cuando este al fallecer dona mediante testamento todos sus bienes a los pobres y hace libertos a los esclavos que tenía en su iglesia:


“… En seguida se nos presentó el testamento de Ricimiro (o Rachimiro), obispo de la iglesia de Dume, leído el cual, conocimos que su mismo autor había puesto allí condiciones diversas de su constitución, mandando que lo adquirido de los tributos y precios de los frutos fuera entregado anualmente sin disminución alguna á los pobres, y que no había dejado indeliberadamente cosa alguna que pudiera servir á los usos de la iglesia mediante cualquier liberalidad. Entonces por parte de la iglesia de Dumio se afirmó que cuanto el mismo obispo Richimiro (o Ra halló de toda especie, género y cuerpo, perteneciente intrínsecamente á los usos domésticos de la iglesia en tiempo de su ordenación, y todo lo que él pudo adquirir con el trabajo de los artífices de ambos sexos de la familia de la iglesia ó con las cosas que pareció haber adquirido por su provisión, al morir se diera á los pobres. También ordenó que otras cosas se vendieran a un precio tan vil, que su negociación mas bien se tiene por perdición que por venta; igualmente hizo libertos á ciertos esclavos de las familias de la iglesia, descubriéndose que de ambos sexos ascienden á más de 500 (cincuenta se lee en otros códices).


Conocidos estos daños, y sabiendo que se había hecho una repartición tan indiscreta, de modo que no quedaba nada para la dignidad de la iglesia; siendo así que no había necesidad apremiante á favor de los pobres, y siendo cierto además que nada había dado él en permuta, según mandan los estatutos canónicos, por los siervos; ni que tampoco había traído cosa alguna en recompensa por los esclavos y por las demás cosas dadas á los libertos, y que de tal modo había dejado sus bienes en nombre de los pobres, que nada podría sacar de ellos el uso eclesiástico, determinamos atendiendo tanto á la razón, como al edicto de las sanciones paternales, declarar ilícito su testamento, aunque no en todas sus partes. En efecto, constatándonos que el referido Richimiro obispo, ha causado tantos daños á los bienes de la iglesia; ordenamos que toda sus hacienda, que dejó para los pobres, sea poseída con pleno dominio por la iglesia de Dumio, hasta que pueda repararse este daño; y que concluido el resarcimiento, se cumpla el testamento; y que respecto á los libertos de la familia de la iglesia, y á todas las cosas que se sabe han sido dadas ó en esclavos ó en otros cuerpos ó á aquellos ó a sus hombres, quede todo á la disposición del venerable hermano nuestro, obispo Fructuoso; pues no obstante que el órden evidente de los Padres lo hace ilícito, sin embargo por misericordia permitimos que use de


algún temperamento, de modo que ni se exceda de las reglas paternales, ni la severidad extinga la misericordia: de manera que en atención al mérito de los sirvientes quite ó conceda la libertad ó los donativos. Fue dado este decreto el primero de diciembre del año octavo del feliz reinado de nuestro gloriosos Señor Recesvinto. Repitamos una frase del decreto real condenatorio del referido obispo Richimiro, yaque “ha causado tantos daños á los bienes de la iglesia” al dejar para los pobres toda sus hacienda y libertar a sus esclavos Fuente: Concilio X de Toledo, (páginas 420, 656)

Sobre los esclavos que eran condenados a un castigo: “… Se sabe pues, que algunos hombres de tal modo se hallan contagiados del vicio de la desesperación, que tan pronto como son castigados con la censura de la disciplina, ó que a fin de purgar su maldad son recluidos para satisfacer con la penitencia, les acomete la desesperación y prefieren ahorcarse, darse muerte con arma blanca ó suicidarse de cualquier otro modo… aquel que después de intentar matarse,


por cualquier evento no pudiese llevarlo á efecto quede privado por dos meses de la sociedad con los católicos.” Fuente: Canon IV, Concilio XVI de Toledo, 693

“… Y ordenamos además por necesidad que bajo ningún concepto se encarguen muchas iglesias á un solo presbítero, porque ni solo puede ministrar en todas ellas, ni asistir á los pueblos con derecho sacerdotal, ni tampoco cuidar como debe de sus cosas: debiendo observar que aquella iglesia que poseyera 10 esclavos haya de tener un sacerdote propio, y que la que no los tuviere se agregue á otras.” Fuente: Canon V, Concilio XVI de Toledo, 693

“La avaricia y la crueldad ha incautado los corazones de algunos que, a pesar de que se glorifican con el nombre de cristianos, proporcionan a los sarracenos con armas y madera para cascos, y convertirse así en sus iguales, o incluso en sus superiores en la maldad y suministrarles armas y lo necesario para atacar a los


cristianos. Incluso hay algunos que para el beneficio propio actúan como capitanes o pilotos en las cocinas o los buques piratas sarracenos. Por lo tanto declaramos que esas personas deben ser cortadas de la comunión de la iglesia y ser excomulgados por su maldad, que los príncipes católicos y magistrados civiles confisquen sus bienes y que si son capturados estos deban ser los esclavos de sus captores. – Ordenamos que en todas partes donde haya iglesias en ciudades marítimas la excomunión frecuente y solemne sea pronunciada contra ellos.” Fuente: Canon 24, Tercer Concilio de Letrán, 1179 CE

“La esclavitud misma, considerada como tal en su naturaleza esencial, no es del todo contraria a la ley natural y divina, y puede haber varios títulos de esclavitud y estos se remiten por los teólogos aprobados y por los comentaristas de los sagrados cánones. .. . No es contrario a la ley natural y divina que un esclavo sea vendido, comprado, intercambiado o dado. El comprador debe examinar cuidadosamente si el esclavo que se pone a la venta ha sido justa o injustamente privado de su libertad, y que el vendedor no debería hacer nada que pueda


poner en peligro la vida, la virtud, o la fe católica del esclavo.” Fuente: Instrucción 20, El Santo Oficio (Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe), 20 de junio 1866 .

DECLARACIONES: “La introducción de negros es no sólo deseable sino absolutamente necesaria (…) pues cultivan las haciendas, y no hay otros que podrían hacerlo, por falta de indios. Sin el tráfico América se abocaría a una absoluta ruina (…). En cuanto a si la esclavitud es permitida, muchos autores lo discuten (…) El Consejo [de Indias] cree que no puede haber duda en cuanto a la necesidad de esos esclavos para el sostenimiento del reino de las Indias ni en cuanto a la importancia del bienestar público en la continuación y mantenimiento de este proceder sin cambios; y en cuanto a la cuestión de conciencia, se prueba per las razones expuestas, las autoridades citadas, y su larga y general costumbre en los reinos de Castilla, América y Portugal, sin que haya objeción de parte de Su


Santidad o del estado eclesiástico, sino más bien con la tolerancia de todos ellos…“.

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LA ESCLAVITUD Y EL PAPADO  

Gregorio I 

“En efecto, los actos de los superiores no deben ser heridos con la espada de la boca… Conviene reflexionar sobre sí mismo, y cuando esto ha ofendido el poder distribuido sobre ello, este debería temer el juicio pasado contra ello por Él que designó a sus superiores. Ya que cuando ofendemos a aquellos establecidos sobre nosotros nos oponemos a la ordenanza de Aquel que los puso por encima de nosotros. “ Fuente: El Papa Gregorio I, ca. 540-604 CE,


“La esclavitud en sí … no es del todo contraria a la ley natural y divina … El comprador [del esclavo] debe examinar cuidadosamente si el esclavo que se pone a la venta ha sido justa o injustamente privado de su libertad, y que el vendedor no debe hacer nada que pueda poner en peligro la vida, la virtud, o la fe católica del esclavo.” Fuente: Declaración del Santo Oficio de la Santa Sede de 1866

Nicolás V Obligados por el deber de nuestro ministerio pastoral, lo que se refiere a la integridad y la propagación de la fe por la que Cristo, nuestro Dios ha derramado su sangre, deseando estimular el vigor de los fieles y de su Majestad Real, en la intención más sagrada de este tipo, le otorgamos el poder pleno y libre, a través de la autoridad apostólica por el presente edicto, para invadir, conquistar, combatir, someter a los sarracenos y paganos y otros infieles y otros enemigos de Cristo, y donde establecieron sus reinos, ducados, Palacios Reales, Principados y otros dominios, tierras, lugares, propiedades, campos y cualquier otras posesiones, bienes móviles e inmóviles que se encuentran en todos estos lugares y que se


mantienen en cualquier nombre, y tenían y poseían los sarracenos mismos, paganos, infieles, y los enemigos de Cristo , también los reinos, ducados, principados, los palacios reales y otros dominios, tierras, lugares, propiedades, campos, posesiones del rey o príncipe o de los reyes o príncipes, y para llevar sus personas a servidumbre perpetua, y aplicar a los reinos y apropiados , ducados, principados, palacios reales, y otros dominios, posesiones y bienes de esta naturaleza para usted y su uso y sus sucesores los reyes de Portugal.” Fuente: Nicolas V, Bula Dum Diversas, 18 de Junio de 1452.

“Nosotros (por tanto) con el peso de todas y cada una de las premisas con la meditación de vencimiento, y teniendo en cuenta que desde que teníamos anteriormente otras cartas nuestras otorgando, entre otras cosas, la amplia y libre facultad mencionada al Rey Alfonso – para invadir, buscar, capturar, vencer, y someter a todos los sarracenos y paganos en absoluto, y otros enemigos de Cristo, donde estos se hayan colocado, y los reinos, ducados, principados, señoríos, posesiones, y todos los bienes muebles e inmuebles independientemente de que hayan sido


sostenidos y poseídos por ellos y para reducir sus personas a la esclavitud perpetua. “ Fuente: Nicolás V, Bula Romanus Pontifex, 08 de enero 1455. 

Gregorio IX 

“Sin duda, es una cuestión de fe que este tipo de esclavitud en la que un hombre sirve a su amo como su esclavo es totalmente legal. Esto es resultado de la Sagrada Escritura”. También se ha demostrado mediante la razón, de que no es irracional que tal y como las cosas que se capturan en una contienda pasan al poder y la propiedad de los vencedores, las personas capturadas en la guerra pasen a ser igualmente propiedad de sus captores. Todos los teólogos son unánimes en esto.” *

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Capítulo III El papel de la Iglesia en los últimos cincuenta años en España Los reyes actuales han conseguido algo de lo que se merecen: vivir en la impotencia política. Ojalá que los Papas y los obispos tengan pronto este mismo destino. No hay por qué agredirlos, basta con castrarlos políticamente, y luego ignorarlos en su condición de eunucos celestiales. ¿Por qué no mejor volar con dinamita la tumba del Sangriento Dictador y echarle sus despojos a los perros y los buitres?. Por supuesto no hablo en serio. La violencia jamás lleva a nada valioso. Lo que procede es dejar ese túmulo funerario abandonado a la justa visión crítica de las ratas y las cucarachas. Pero al menos, !por favor!, permítannos expresar este exacerbado imaginario blasfemo a quienes fuimos, por tantos


años, sus víctimas. El generalito vaticanizado, y su gente, estuvieron más de cuatro décadas riéndose, cachondeándose, de nuestro desamparo y de nuestras angustias. Todavía en las iglesias españolas hay tarjas de mármol que nos recuerdan a "los caídos por Dios y por España", mientras los cadáveres de los héroes del pueblo se pudren anónimamente en los descampados y las cunetas. Ninguna voz eclesiástica se ha oído que pida clemencia para los caídos del bando republicano. Indudablemente aún sigue vigente la tácita Santa Alianza entre el Trono y el Altar. Recordemos que La Santa Alianza entre el Trono y el Altar comenzó exactamente con la supuesta conversión del Emperador Constantino al cristianismo. Esta gran blasfemia institucional ha seguido repitiéndose en Occidente durante más de dos mil años, hasta nuestros días.


Esta perversión de la vida política por una herencia histórica inconsciente lo vemos reaparecer en el caso del comunismo soviético. En el caso del ex-seminarista Stalin, vemos lo fácil que es conjugar el estilo dogmático del semanario con el estilo de una ideología. totalitaria, tajante, absoluta. El Papa tiene mucho de emperador romano y de teólogo hebraico, tanto como el ex-seminarista Stalin lo tenía del Zar y de teólogo cristiano ortodoxo. Hay aspectos esenciales de nuestra apreciada tradición hebrea y romana que deben ser desmontados: la teología bíblica y el imperialismo romano. No se trata, ni mucho menos, de renegar de lo que de valioso pueda haber en las tradiciones heredadas, sino más bien de purificarlas, neutralizando en ellas ciertos aspectos enfermizos, perversos, infames. A pesar de las apariencias, los espaňoles seguimos escindidos en lo más


profundo de nuestro corazón. El olvido “oficial” no cura nuestras sangrantes heridas históricas. No se trata de que prediquemos una estúpida revancha sino del reconocimiento de una reprimida verdad histórica: el aplastamiento de media España por la otra media. Según parece, hay dos España: la Espaňa macilenta, sadomasoquista y sombría de Felipe II y la Espaňa vibrante y rebelde de Antonio Machado.

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Por otra parte, resulta curioso que, tanto los obispos espaňoles firmantes de esta "Carta colectiva del episcopado espaňol, como Adolf Hitler, en "Mein Kampf", dicen estar obsesionados con la imagen de un Cristo iracundo que empuňa un lítigo. Parecen olvidar que Cristo no empuňó el látigo contra los infieles, sino contra los mercaderes del Templo, contra quienes intentan lograr y acumular poder y riqueza de la venta de lo sagrado.


El cruzado usa la cruz, pero solo la utiliza para encubrir la espada. La cruz tan solo es parte de la máscara del cruzado y del conquistador… y del golpismo fascista.

Las principales autoridades de la Iglesia Católica terminaron considerando la guerra civil española como una cruzada contra los infieles. Era un regreso al espíritu de la Reconquista y de los Cruzados. Aunque el clero vasco y catalán no estaba íntegramente de acuerdo con esto, ni tampoco algunas voces autorizadas de la intelectualidad católica europea. De todos modos era el Vaticano quien tenía la última palabra. Pero tanto Pio XI (1857-1939) , Papa desde 1922, como Pio XII (1876-1959), Papa desde marzo de 1939, no dudaron nunca en apoyar el concepto de Cruzada. *

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El anticlericalismo en la Guerra Civil


española y la Cruzada nacional.

En un articulo publicado en el diario “El País”, José A. Piqueras dice: «Durante la Segunda República, la iglesia oficial y muchos católicos atrajeron sobre sí la ira de organizaciones y personas de la izquierda, después que se hubiera mostrado beligerante frente al nuevo régimen y a sus reformas. Durante seis años alentó el repudio hacia el adversario político e ideológico y puso su influencia moral y sus medios de comunicación al servicio de las opciones más derechistas, poco o nada respetuosas con el orden constitucional y los valores democráticos.»

Ian Gibson afirma que la Iglesia debe pedir perdón por sus acciones, a raíz de la negativa de Monseñor Rouco Varela, que abrió el proceso de beatificación de varios de los mártires de la Guerra Civil, de pedir perdón por la guerra civil:


«Yo lamento los asesinatos de los curas, porque estoy contra la pena de muerte, pero la Iglesia fue la que sembró la semilla del odio y la violencia. Tienen la obligación de pedir perdón y no son capaces. Son menos humildes que su propio jefe, el Papa; son cobardes y traicionan el mensaje de Cristo.» El catolicismo está enmarcado en la tesis de una II República española como gobierno de plenas libertades, agredido por la reacción de derechas el 18 de Julio de 1936. Como reacción, hubo un odio espontáneo de las masas españolas contra la Iglesia durante el período 1936-1939. Durante la Guerra Civil, se han contabilizado 6.800 religiosos asesinados sobre una población de 30.000.« Veamos, con exactitud, cual fue el comportamiento de las autoridades eclesiásticas, el cual ciertamente no contribuyó a suavizar esta difícil coyuntura histórica.


Al iniciarse el Alzamiento Militar en las Islas Canarias, el general Franco, mandó leer por Radio Tenerife un manifiesto a todos los españoles: Entre otras cosas dice: «La situación de España es, cada día que pasa, más crítica. La anarquía reina en la mayoría de sus campos y pueblos… A tiros de pistola se dirimen las diferencias entre los bandos de los ciudadanos… sin que los poderes públicos impongan la paz y la justicia».«Huelgas revolucionarias de todo orden paralizan la vida de la nación, arruinando y destruyendo sus fuentes de riqueza, y creando una situación de hambre, que lanzará a la desesperación a los hombres trabajadores. Los monumentos y tesoros artísticos son objeto de los ataques de las hordas revolucionarias. “Los más graves delitos se cometen en la ciudades y en los campos, mientras las fuerzas de orden público permanecen acuarteladas, corroídas por la desesperación que


provoca una obediencia ciega a gobernantes que intentan deshonrarlas… La Constitución, por todos suspendida y vulnerada, sufre un eclipse total: Ni igualdad ante la ley, ni libertad, aherrojada por la tiranía, ni fraternidad cuando el odio y el crimen han sustituido al mutuo respeto, ni la unidad de la Patria, amenazada por el desgarramiento territorial. Glorificación de las revoluciones de Asturias y Cataluña, una y otra quebrantadoras de la Constitución… Os ofrecemos justicia e igualdad ante la ley, paz y amor entre los españoles, libertad y fraternidad, exentas de libertinaje y tiranía. Trabajo para todos, justicia social, llevada a cabo sin enconos ni violencias, y una equitativa y progresiva distribución de la riqueza sin destruir ni poner en peligro la economía española… En estos momentos es España entera que se levanta pidiendo paz, fraternidad y justicia… Nuestro impulso no se determina por la defensa de unos intereses bastardos, ni por el deseo de retroceder en el camino de la historia, porque las Instituciones


deben garantizar un mínimum de convivencia entre los ciudadanos… El espíritu de odio y de venganza no tiene albergue en nuestros pechos… Del forzoso naufragio que sufrirán algunos ensayos legislativos, sabremos salvar cuanto sea compatible con la paz interior de España y su anhelada grandeza, haciendo reales en nuestra Patria, por primera vez y por este orden, la trilogía fraternidad, libertad e igualdad. ¡Viva España! Viva el honrado pueblo español!». El término «cruzada» aparece por primera vez en labios del general Franco en su discurso radial, desde Tetuán, el 24 de julio de 1936. Habla de «una cruzada en defensa de España». Pero el día siguiente, 25 de julio, festividad de Santiago Apóstol, patrono de España, desde la misma emisora el general Franco afirma: «Con nosotros va el bienestar, la paz de España, la familia y la Religión, todo» . Así, la cruzada patriótica


se convierte en defensa de los de 19236valores fundamentales de la familia y del sentir religioso de la sociedad española, es decir, en defensa de lo que llamamos la civilización cristiana, como expresamente se declarará en manifestaciones posteriores de los caudillos de la cruzada patriótica."

También el general Mola, en sus charlas radiales del mes de agosto, destaca ya las connotaciones religiosas del Movimiento insurreccional. El 15 de agosto, fiesta de la Asunción, y nueve días después de la Carta pastoral de los Obispos de Vitoria y de Pamplona, desde Radio Castilla de Burgos, el general Mola declara: «Y luego, sobre las ruinas que el Frente Popular deje -sangre, fango y lágrimas- edificar un Estado grande, fuerte y poderoso, que ha de tener gallardo remate, allá en la altura, una Cruz de amplios brazos -señal de protección a todos- la Cruz de nuestra religión y de nuestra fe, lo único que ha quedado y quedará


intacto en esta vorágine de locura…» Y, después de llamar mártires a los muertos de la guerra, termina: «Pido a los creyentes que dediquen una oración por las almas de los murieron en la santa Cruzada de salvar a la Patria. Y a los que no lo sean, un recuerdo. Y yo, más obligado que nadie, prometo una oración y el recuerdo, y para sus tumbas las mejores flores de mi jardín…». En enero de 1937 Mola habla de la «santa cruzada» contra el comunismo y la anarquía». Y en febrero de ese mismo año declara que, después de enterrar la II República, «pondrán sobre su tumba el «símbolo de la redención a pesar de ser rabiosamente laica, influida por el comunismo y la masonería». Franco llama también «los cruzados de la santa España» a los combatientes del Ejército nacional. Y el general Dávila en la ofrenda al apóstol Santiago el 25 de julio de 1937, en plena batalla de Brunete, donde estaba el Generalísimo, proclama: «Surgió el grito de la fe y del patriotismo, y para su defensa, se formaron legiones, regimientos y falanges de cruzados, que llevando en el


pecho tu enseña gloriosa, hacen de nuevo a España, y te proclaman por su patrón y guía». Y le contestó el Cardenal Gomá en el mismo sentido, sin emplear la palabra cruzada que ya había usado el Obispo Pla y Deniel, de Salamanca en su Carta pastroal del 29 de septiembre de 1936, En noviembre de 1936, el general Millán Astray (entonces Director general de Propaganda en la España nacional) declara por Radio Valladolid, dirigiéndose a los madrileños que esperaban su liberación con la conquista de la ciudad por las tropas de Franco: «en la hora suprema de la muerte, Dios abre los ojos a la verdad y ven claramente a Cristo Redentor y a la Patria querida», Ya antes había hablado de «los hombres de la Religión y de la fe que defienden la Religión de Cristo contra las perversas teorías de Moscú». Al terminar la guerra, el Obispo de Salamanca Pla y Deniel llama a Franco «gran Caudillo defensor del espiritualismo de nuestros días». El Obispo de Salamanca, escribía al finalizar la guerra en 1939:


«En la santa Cruzada contra el comunismo ha tenido la Acción Católica, no sólo numerosísimos mártires y algunos de la rama femenina, que han sufrido la muerte a los gritos de «¡Viva Cristo Rey!» y ¡Viva España!, sino también numerosísimos héroes en los campos de batalla», pues «los miembros de la Juventud Católica Española no esperaron a obligadas movilizaciones para ser valientes cruzados de Dios y de España. En el Alcázar de Toledo se encontraban 21 jóvenes de Acción Católica, todos voluntarios, exceptuando algunos que eran soldados de la Escuela Central de Gimnasia, y entre ellos Antonio Rivera, presidente de la Unión diocesana de Toledo, «el ángel del Alcázar» como le llamaban sus heroicos compañeros. Y en Oviedo, los miembros de la Unión diocesana se presentaron voluntarios en el Cuartel de Pelayo…¡Cómo ha contribuido a sostener la llama del ideal y el verdadero espíritu de la Santa Cruzada de su inflamado amor a Dios y a la Patria! . Y el Obispo Pla y Deniel proclama al final de la


guerra: «Cruzada por la civilización cristiana la guerra, cuya victoria estamos celebrando, ha tenido que ser segunda reconquista de España. La primera empezó bajo la protección de Nuestra Señora de Covadonga… La segunda ha comenzado bajo la protección de la Virgen de Africa, a la que invocó el Caudillo para terminar por la expulsión de los comunistas y sus aliados a través de los Pirineos». El primer documento de la jerarquía eclesiástica sobre el sentido religioso de la contienda civil española está en la Carta pastoral de los Obispos de Vitoria, Mateo Mújica, y el de Pamplona, Marcelino Olaechea firmada el 6 de agosto de 1936 (redactada por el Cardenal Gomá a petición de ellos)… En ese documento se declara que en está Guerra: «está en juego la suerte de la Religión y de la Patria», pues en sus diócesis ha surgido «un problema pavoroso de orden religioso-político, porque «en el Movimiento cívico-militar de nuestro país laten juntos, el amor a la Patria


en sus varios matices, y el amor tradicional de nuestra Religión sacrosanta… Vasconia y Navarra con la marca gloriosa de la sangre derramada por Dios»… Y los dos prelados consideran como «gravísimo el que hijos amantísimos de la Iglesia… hayan hecho causa común con enemigos declarados y encarnizados de la Iglesia. Han sumado sus fuerzas a la de ellos… y eso non licet. No es lícito fraccionar las fuerzas católicas ante el común enemigo… Menos es lícito sumarse al enemigo (de la Iglesia), promiscuando el ideal de Cristo y el de Belial, entre los que hay compostura posible… El marxismo o comunismo es hidra de siete cabezas, síntesis de toda herejía, opuesto diametralmente al Cristianismo en su doctrina religiosa, política, social y económica… Y el Sumo Pontífice prohíbe dar la mano al comunismo… No se puede anteponer la política a la Religión. Antes que la Patria está Dios… Y es grave peligro pactar con un enemigo tan tenaz, poderoso como es el que hoy pretende la hegemonía en España; porque la fidelidad a los pactos no obliga a los sin Dios, fundamento único de toda obligación moral. Porque el comunismo no se contenta con menos que con todo, y al


final de la contienda, cuando os halléis en minoría frente a un enemigo irreconciliable por principios, por objetivo social, que daréis en el desamparo que en que quedan todas las minorías en régimen de democrática autocracia… La ruina de España es la ruina de todos, pues en ella como en el regazo de una madre caben todos sus hijos, sin perder la fisonomía particular. Un régimen de sensatez y de comprensión puede en España resolver todas las aspiraciones legítimas». Y terminan los dos prelados otorgando la bendición a todos, especialmente «para cuantos se sacrifican en este momento por la Religión y la Patria». Aquí, pues, aunque no se emplea el término «cruzada», se da una dimensión religiosa a la guerra que empieza a llamarse de liberación entre los nacionales. El Obispo de Vitoria, D. Mateo Múgica, hizo difundir, por la radio de Vitoria, un nuevo documento el 8 de septiembre de 1936 que decía:

«El día 6 de agosto nuestro documento pastoral condenaba la incomprensible


conducta de algunos católicos de nuestra diócesis que combatían a metralla despiadada a otros hermanos suyos católicos levantados en armas a una con la inmensa mayoría del Ejército español, para defender los intereses religiosos de España… No podéis de ninguna manera cooperar ni mucho ni poco, ni directa ni indirectamente, al quebranto del Ejército español y cuerpos auxiliares, requetés, falangistas y milicias ciudadanas, que enarbolando la auténtica bandera española, la bicolor, luchan heroicamente por la Religión y por la Patria. Oh, si triunfaran los marxistas, rotos los diques de la Religión, de la moral y de la decencia, la ola arrolladora hundiría a todos en su ímpetu furioso. ¡No habría salvación para los católicos, y procurarían por todos los medios borrar hasta el último vestigio de Dios! ¡Qué diferencia con lo que sucede en las provincias que resueltamente se adhirieron al Salvador Movimiento del Ejército español!… El crucifijo ha sido restituido a su puesto de honor en las escuelas, la imagen venerada del Sagrado Corazón ha


retornado a su trono que ocupaba en los Ayuntamientos y Diputaciones. Son respetados los derechos de la santa Iglesia. Sacerdotes, religiosos y religiosas son respetados, apoyados, amados… Y se prometen oficialmente soluciones cristianas ventajosísimas a los obreros… Irún fue incendiada por los marxistas, como serían destruidas otras ciudades, si unidos los buenos, como han hecho en el resto de España no aplastan a ese monstruo del marxismo, ruina de toda civilización… El Ejército español y sus cuerpos auxiliares están dispuestos a triunfar cueste lo que cueste, y hay que apoyarles decididamente… Basta de sangre. Dejad de combatir al Ejército español victorioso, apoyadlo, cooperad con él, y sálvase la vida de todos para que todos, olvidando odios y rencores, podamos vivir en paz y santa libertad». Finalmente invita el Obispo de Vitoria a los sacerdotes y religiosos a orar para cooperar por todos los medios visibles al triunfo del Ejército salvador de España!. ¡Viva España!».


El Cardenal Vidal y Barraquer, obispo auxiliar de Tarragona, en carta al Cardenal Gomá respecto al documento previo de la «Carta colectiva», le dice: «He leído atentamente el documento… Lo encuentro admirable de fondo y de forma, como todos los de Vd. y muy propio para propaganda, pero lo estimo poco adecuado a la condición y carácter de quienes han de suscribirlo. Temo que se le dará una interpretación política por su contenido y por algunos datos o hechos en él consignados… Es para mí una seria contrariedad el verme obligado en conciencia a ratificar la opinión de no suscribirlo, que ya me permití anticiparle, pues ello importa el violentar mis sentimientos de Vd. bien conocidos», pensando además en aquellas almas que se hallan todavía en situación incierta y angustiosa». Y en carta del 9 de febrero de 1937 el Cardenal Vidal y Barraquer le decía que «expresara verbal y reservadamente a la persona (Franco) cerca de la cual ejerce su misión altísima, mis salutaciones y homenajes de simpatía y afecto y mis sinceros votos de que


se logre cuanto antes el alcanzar y establecer en nuestra España una paz sincera y perdurable, cimentada en el amor cristiano y en la armónica convivencia de todos los hombres de buena voluntad… Ruego a Dios por el triunfo de la causa de la Iglesia en nuestra patria». El 14 de septiembre de 1936 recibía el Papa Pío XI en audiencia a 500 españoles huidos de la zona republicana, a los que saludaba como «venidos de la gran tribulación», ya que fueron perseguidos como los «primeros mártires», porque «el mundo no era digno de tenerlos». Y les felicitaba por haber sufrido como «los primeros apóstoles por el nombre de Jesús y por ser cristianos… Son verdaderos martirios en el sentido sagrado y glorioso significado de la palabra hasta el sacrificio de las vidas más inocentes, de venerables ancianos, de juventudes primaverales hasta la intrépida generosidad que pide un lugar en el carro y con las víctimas que esperan al verdugo». Y declaraba que los mártires de España se añadían al glorioso martirologio de la Iglesia de España», y se congratulaba del «amplio


despertar de piedad y de vida cristiana, especialmente en el buen pueblo español». Y terminaba la alocución con estas significativas palabras: «Por encima de toda consideración mundana y política, nuestra bendición se dirige de manera especial a cuantos han asumido la difícil y peligrosa tarea de defender los derechos y el honor de Dios y de la Religión» . La alocución de Pío XI dio pie al Obispo de Salamanca para redactar a fines de septiembre de 1936 una Carta Pastoral de tipo doctrinal sobre el profundo sentido de la guerra española, a la que califica explícitamente de Cruzada (término que no habían empleado los obispos de Vitoria y de Pamplona) en estos términos: «Hoy están en lucha épica en nuestra España dos concepciones de la vida, dos fuerzas que están aprestadas para una lucha universal en todos los pueblos de la tierra, las dos ciudades, la del desprecio de Dios y


la del amor a Dios… El comunismo y el anarquismo son la idolatría propia hasta llegar al odio de Dios… pero enfrente han florecido el heroísmo y el martirio, que en amor exaltado a España y a Dios, ofrecen en sacrificio su propia vida… Los comunistas y los anarquistas son los hijos de Caín, fratricidas de sus hermanos… Frente a ellos están los soldados y voluntarios que luchan por Dios y por la Patria».El prelado salmantino pretende justificar el Alzamiento Militar a base de la doctrina de los grandes teólogos hispanos que sostienen la licitud de la insurrección contra una situación de tiranía en los poderes públicos. «Millares de jóvenes luchan por Dios y por España… Son jóvenes combatientes de una Cruzada… El comunismo es el hijo de la envidia y del odio… Una España laica ya no es España… No se confunda la confesionalidad (del Estado) con la teocracia… Los católicos han de ser los mejores ciudadanos y los más fieles cumplidores de las justas leyes del Estado… Nuestro Señor nos concederá la gracia de entornar el Te Deum por la España recobrada para


Dios, recobrándose a sí misma…». Termina enviando su bendición pastoral a los que en los campos de batalla luchan por Dios y por España» y a los que quedan en la retaguardia cooperando a la santa Cruzada. Porque se trata de una Cruzada contra el comunismo para salvar la Religión, la Patria y la Familia, por lo que los combatientes son «los cruzados del s. XX»El 13 de febrero de 1937, se celebra, en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, un acto de homenaje a Pío XI en el XVI aniversario de su coronación pontificia, en el que el Obispo Pla y Deniel pronuncia una larga alocución titulada «Pío XI y España». En ella reitera sus ideas sobre el carácter justo de la insurrección militar según la doctrina católica tradicional, utilizando varias veces el término «Cruzada». Dice: «El desbordamiento de la anarquía comunista contra la cual estamos sosteniendo cruenta y heroica Cruzada, pues no es una mera guerra civil, ni una guerra internacional, sino sustancialmente es una Cruzada con todas las de la ley, al estilo de las históricas campañas


medievales… Sustancialmente es una Cruzada por la Religión, por la Patria y por la civilización contra el comunismo. Una solemne bendición pontificia dada el 14 de septiembre de 1936, desde Castelgandolfo, a los que en España luchaban con las armas en defensa de la Religión y de la civilización cristiana, implícitamente encerraba la aseveración de la tesis tradicional sobre la licitud del Alzamiento en armas contra un poder excesivamente tiránico y contra la anarquía, y la aplicación de esta tesis al caso de España… Las palabras, sin embargo, de mayor trascendencia del discurso papal son las solemnísimas siguientes «Sobre toda la consideración mundana y política nuestra bendición se dirige de una manera esencial a cuantos se han impuesto la difícil y peligrosa tarea de defender y restaurar los derechos y el honor de Dios y de la Religión, que es como defender los derechos de la dignidad de la conciencia, la condición primera y la base segura de todo los humanos y del civil bienestar»…


Por lo que Pla y Deniel concluye que, en la guerra de España, se trata de una verdadera Cruzada por Dios, por la religión y por la civilización. El Cardenal Gomá en su escrito "Sobre el caso de España", dedicado a explicar el carácter religioso de la guerra spañolacontra los que decían que era una mera guerra de clases, de ricos contra pobres, de demócratas contra fascistas, puntualiza: «Si la guerra actual aparece como una guerra puramente civil, porque es en el suelo español y por los mismos españoles donde se sostiene, en el fondo debe reconocerse en ella un espíritu de verdadera Cruzada en pro de la Religión católica; lo que era como un eco de las palabras de la Carta Pastoral de Pla y Deniel, escrita dos meses antes. El Cardenal Gomå continúa: «La Cruz y la espada -la espada contra la Cruz- son la síntesis de la historia del Cristianismo en sus tres primeros siglos. En los tiempos medievales -la espada al servicio de la Cruz- las Cruzadas en que


millares de hombres blanden la espada, marcado su pecho con la cruz, son uno de los movimientos de fuerza y de espíritu, que dejaron huella profunda en la historia del mundo. Y hoy sacerdotes y soldados españoles, para que no falte en la historia de la conjunción de la cruz y la espada, os juntáis en los campos de batalla, unos para levantar, sobre las frentes rendidas, la Hostia y el Cáliz, reproducción del sacrificio de la Cruz y otros obedeciendo al gesto fulminante de la espada de vuestros jefes para lanzar, en nombre de Dios y de la Patria, a la reconquista del bendito pueblo de España… Que la Cruz sea como la forma espiritual de la espada, que no vibre la espada si no es movida por un profundo espíritu de justicia… Es un ejército de cruzados". Y el 2 de febrero el Cardenal Gomá habla de «nuestra Cruzada» en su Pastoral, titulada "Catolicismo y Patria". Ya en 1938 había hablado de que nuestra guerra tiene en algunos aspectos todos los caracteres de Cruzada tanto por lo


menos que algunas guerras de Religión que registra la historia».El 30 de enero de 1937, el Cardenal Gomá publicó una Carta Pastoral sobre "El sentido cristiano español de la guerra", y en ella destacaba cómo el ideal de la paz es consustancial con el Mensaje evangélico, que gira en torno al «Príncipe de la paz». Y la guerra es la antítesis de la paz. Los hombres, si hacen la guerra, debe ser para lograr la paz. Por lo que ahora «el dolor de España» en guerra debe ser «su penitencia». Cada cristiano debe ser un «soldado de la oración», pero «buena parte del territorio de España está sin templos, sin culto, sin Hostia que se levante en medio de los pueblos y ciudades desiertas de Dios… Nuestro espíritu nacional debe ser injertado en Dios… Los enemigos nuestros se llaman así mismos «Sin Dios», y luchan contra Dios… Por eso aplaudimos de corazón la palabra recientemente dicha por el Jefe del Estado: «Nosotros queremos una España católica». Porque «España debe salvar la civilización cristiana de


la acción destructora y antisocial del marxismo, como en otros tiempos la salvó de los horrores de la Media Luna y de la desviación de la Reforma… Porque en esta epopeya que el espíritu nacional escribe, con la profesión de fe y con el valor de sus armas son páginas dignas de los tiempos heroicos, que no desdirían en una antología universal de los hechos famosos. Citemos, en el orden militar, nuestro Alcázar de Toledo, y en lo religioso, el heroísmo de millares de mártires, cuyas gestas no tienen equivalencia sino en el Martirologio romano… En el ejemplo de nuestros héroes y en la sangre de nuestros mártires fundamos otro motivos de nuestras esperanzas… pues la sangre de millares de españoles que la han derramado por su Dios y por su fe, cuyo grito postrero ha sido un vítor a Cristo Rey… es una plegaria viva por España». El 10 de febrero de 1937, el Cardenal Pacelli, Secretario de Estado en el Vaticano, sugirió al Cardenal Gomá en una carta la oportunidad de hacer público algún documento episcopal e en el que se abordara la colaboración de


los católicos vascos con el comunismo. Y entonces, el Cardenal Gomá consultó con los obispos sobre la oportunidad de redactar una Carta colectiva del Episcopado sobre la guerra de España. Consultado el Vaticano sobre el proyecto de una Carta colectiva sobre la guerra en general, el cardenal Pacelli contestó que «el Santo Padre lo deja plenamente a su prudente juicio». El 10 de mayo de 1937, el Cardenal Gomá es llamado por Franco para tener una entrevista en Salamanca, donde estaba el Cuartel General, porque Franco se lamentaba de la injusta campaña en el extranjero contra el bando nacional, y le rogó que «la Jerarquía española hiciera algo para disipar dudas y aclarar horizonte». Entonces el Cardenal Gomá le habla a Franco del proyecto del Documento colectivo del Episcopado español que estaba preparando, y Franco lo acogió con entusiasmo, rogando al Cardenal que lo llevara a efecto». El Cardenal Gomá envió un guión del proyectado Documento al Vaticano, y los obispos españoles dieron su aprobación para su redacción definitiva, pues


conocían el esquema del mismo Documento. Incluso algunos obispos querían que el Documento presentado en borrador fuera más contundente, pero el Cardenal Gomá impuso un tono moderado al mismo. Después envió las galeradas del Documento al Cardenal Pacelli, Secretario de Estado del Vaticano, y le dio seguridades de que el Documento no se publicaría si no era fPor fin, la Carta Colectiva se poublicó el 1 de julio de 1937, y fue firmada por 48 prleados, de los que 8 son arzobispos, 35 obispos y 5 vicarios capitulares. El cardenal Segura, como no residía en España, no quiso firmarla, pues estaba dolido porque el Vaticano le había cesado como Metropolitano de Toledo, y no le había restituido a su Sede. Tampoco le firmaron el Cardenal Vidal y Barraquer y el obispo de Vitoria, forzado al exilio, Mateo Mújica, que había firmado la anterior Carta pastoral del 6 de agosto de 1936 con el Obispo de Pamplona, Marcelino Olaechea. Estaba dolido por haber sido expulsado de su diócesis por el General Mola, pues se le acusaba de demasiado permisivo con el clero separatista de su Diócesis. En el preámbulo de la Carta Episcopal,


misma se declara: «No se trata de la demostración de una tesis, sino de la simple exposición a grandes líneas de los hechos que caracterizan nuestra guerra y le dan una fisonomía histórica». Por eso «tienen escrito un carácter asertivo y categórico de carácter empírico». Porque se trata de «una estimación legítima de los hechos y de una afirmación per oppositum con que deshacemos con toda claridad las afirmaciones falsas y las interpretaciones torcidas con que haya podido falsearse la historia de estos años de la vida de España». Y se destaca que el Episcopado español «desde 1931 (en que se proclamó al República) se puso realmente al lado de los poderes constituidos», siguiendo la doctrina tradicional de la Iglesia y las orientaciones concretas de la Santa Sede. Al mismo tiempo se declara que «perdonan generosamente a sus perseguidores con nuestros sentimiento de caridad para con todos». Pero, «aunque la guerra es uno de los azotes más tremendos de la humanidad, es a


veces, un remedio heroico, único, para centrar las cosas en el quicio de ls justicia y volverlas al reinado de la paz». Por eso «la Iglesia, aún siendo hija del Príncipe de la paz, bendice los emblemas de guerra y ha fundado las Ordenes Militares, ha organizado Cruzadas contra los enemigos de la fe»… Y luego se expone en el Documento la doctrina tradicional de la Iglesia sobre la guerra justa, y se alude a la guerra «santa». Pero en el Documento episcopal colectivo no se emplea el término Cruzada que había utilizado el Obispo de Salamanca, Pla y Deniel, en su Carta pastoral del 30 de septiembre de 1936, aunque el cardenal Gomá lo había utilizado en otros escritos como ya hemos visto. Por otra parte, en la Carta colectiva se declara con énfasis que «la Iglesia no ha querido esta guerra ni la buscó. No provocó ni conspiró para su preparación». Pero, agradecida «a los que la han liberado del enemigo que quiso perdernos, estamos dispuestos a colaborar como obispos y como


españoles, con quienes se esfuerzan en reinstalar en España un régimen de paz y de justicia». Y se afirma que en los últimos años de la República «la situación era tan caótica, y la amenaza comunista tan fuerte… y agotados los medios legales, no había más recurso que el de la fuerza para sostener el orden y la paz»… Por lo que se declara que «el Alzamiento es cívico-militar», un Alzamiento nacional en el que las dos España se batirán en el campo de batalla». Por un lado está la España de la revolución comunista, revolución que es ante todo antidivina», y por otra, la España nacional en la que se produjo «una reacción de tipo religioso frente a la acción destructora y nihilista de los sin Dios. Por lo que «es una lucha cruenta de un pueblo partido en dos tendencias: la espiritual del lado de los sublevados, que salió en defensa del orden, de la paz social, de la civilización tradicional para la defensa de la Religión; y de la otra, la materialista, llamada marxista, comunista y anarquista»…Y por ello la Iglesia «no ha podido ser indiferente a la lucha», ni «se


solidariza con las conductas, tendencias e intenciones que hoy o mañana pudieran desnaturalizar la noble fisonomía del Movimiento Nacional en su origen o en sus manifestaciones y fines». Porque el levantamiento ha tenido en el fondo de la conciencia popular un doble arraigo: el sentido patriótico y el sentido religioso. Por lo que hoy por hoy en España no hay más esperanza para reconquistar la justicia y la paz… que el Movimiento nacional. Por otra parte, se recalca que «la revolución comunista es anticristiana con el odio a la Religión, que llegó de Rusia exportada por orientales de espíritu perverso». Pues «el odio del infierno» se encarnó en nuestros infelices comunistas, por lo que la Iglesia «cuenta con mártires por millares», lo que confirma el aspecto religioso de la contienda, porque el Movimiento Nacional ha fortalecido el sentido de la Patria, y ha garantizado el orden, ya que «mientras en la España marxista se vive sin Dios, en las regiones indemnes o reconquistadas, se celebra profusamente el culto


divino, y pululan y florecen nuevas manifestaciones de vida cristiana». Por lo que «esta situación permite esperar un régimen de justicia y de paz para el futuro». Y la Iglesia «no ha sido agresora, sino que fue la primera bienhechora del pueblo, inculcando la doctrina, y fomentando las obras de justicia social. Y ha sucumbido -donde ha dominado el comunismo anarquista- víctima inocente e indefensa… Porque la Iglesia se ha puesto siempre al lado de la justicia y de la paz, y ha colaborado con los poderes del Estado, en cualquier situación, al servicio del bien común». Por lo que «sería lamentable que la autocracia irresponsable de un parlamentarismo fuese sustituida por la más terrible de una dictadura desarraigada de la nación… Pero el enemigo ha sembrado copiosamente la cizaña con la mentira, la insidia, y con la interpretación torcida de los hechos»… Pero «perdonamos a cuantos sin saber lo que hacían, han inferido un daño gravísimo a la Iglesia y a la Patria… Invocamos en favor de ellos los méritos de nuestros mártires, de los diez


obispos y de los miles de sacerdotes y católicos que murieron perdonándolos» (13). Veamos algunas citas adicionales, sacadas de esta Carta Episcopal. •

...fueron los legisladores de 1931, y luego el Poder ejecutivo del Estado, con sus prácticas de gobierno, los que se empeñaron en torcer bruscamente la ruta de nuestra historia en un sentido totalmente contrario a la naturaleza y exigencias del espíritu nacional, y esencialmente opuesto al sentido religioso predominante en el país. (...) El pueblo español, que en su mayor parte mantenía viva la fe de sus mayores, recibió con paciencia invicta los reiterados agravios hechos a su conciencia por leyes inicuas; (...).

Nuestro régimen político de libertad democrática se desquició, por arbitrariedades de la autoridad del Estado y por coacción gubernamental que


trastocó la voluntad popular en pugna con la mayoría de la nación, dándose el caso, en las últimas elecciones parlamentarias, febrero de 1936, de que, con más de medio millón de votos de exceso sobre las izquierdas, obtuviesen las derechas 118 diputados menos que el Frente Popular, por haberse anulado caprichosamente las actas de provincias enteras, vaciándose así en su origen la legitimidad del Parlamento. •

(...) El 27 de febrero de 1936, a raíz del triunfo del Frente Popular, el Komintern ruso decretaba la revolución española y la financiaba con exorbitantes cantidades.

(Anotaciones. En un principio, en el Frente Popular tan sólo había un diputado comunista. No nos hablan los obispos de la decisiva financiación y ayuda que Franco recibió de Alemania e Italia).

(...) Estos son los hechos.


Cotéjense con la doctrina de Santo Tomás sobre el derecho a la resistencia defensiva por la fuerza y falle cada cual en justo juicio. (...). • Anotaciones:!Oh Santo Tomás, Santo Tomás!...defensor de la pena de muerte!. •

(...) Coincidentes en el mismo momento inicial del choque, marcan desde el principio la división profunda de las dos Españas que se batirán en los campos de batalla. Aún hay más: el movimiento no se produjo sin que los que lo iniciaron intimaran previamente a los poderes públicos a oponerse por los recursos legales a la revolución marxista inminente. La tentativa fue ineficaz, y estalló el conflicto, chocando las fuerzas cívico-militares, desde el primer instante, no tanto con las fuerzas gubernamentales que intentaran reducirlo como con la furia desencadenada de unas milicias populares que, al amparo, por lo


menos, de la pasividad gubernamental, encuadrándose en los mandos oficiales del ejército y utilizando, a más del que ilegítimamente poseían, el armamento de los parques del Estado, se arrojaron como avalancha destructora contra todo lo que constituye un sostén en la sociedad. Anotaciones: ¿no tuvieron noticias los obispos, entre otras muchas masacres cometidas por los defensores de las matanzas de Målaga y Badajoz?,

(...) Las ulteriores complicaciones de la guerra no han variado más que accidentalmente su carácter: el internacionalismo comunista ha corrido al territorio español en ayuda del ejército y pueblo marxista; como, por la natural exigencia de la defensa y por consideraciones de carácter internacional, han venido en ayuda de la España tradicional armas y hombres de otros países extranjeros. Pero los núcleos nacionales siguen igual, aunque


la contienda, siendo profundamente popular, haya llegado a revestir caracteres de lucha internacional. (...) De una parte se suprimía a Dios, cuya obra ha de realizar la Iglesia en el mundo, y se causaba a la misma un daño inmenso, en personas, cosas y derechos, como tal vez no lo haya sufrido institución alguna en la Historia. •

...Fue "cruelísima" la revolución...,La revolución fue "bárbara", en cuanto destruyó la obra de civilización de siglos. Destruyó millares de obras de arte, muchas de ellas de fama universal. Saqueó o incendió los archivos, imposibilitando la rebusca histórica y la prueba instrumental de los hechos de orden jurídico y social.

El odio a Jesucristo y la Virgen ha llegado al paroxismo... (...) Ha sido espantosa la profanación de las sagradas reliquias... (...) Las campanas han sido destrozadas y fundidas. El culto


absolutamente suprimido en todo el territorio comunista... (...) Gran número de templos, entre ellos verdaderas joyas de arte... (...) ...dejamos a la Historia la fiel narración de los hechos en ella acontecidos... o con el ejemplo de nuestro Santísimo Padre [Pío XI], que en su encíclica sobre el comunismo ateo [Divini Redemptoris] habla de «una destrucción tan espantosa llevada a cabo en España, con un odio, una barbarie y una ferocidad que no se hubiese creído posible en nuestro siglo». • Anotaciones: Sin embargo Pío XI firmó un amistoso Concordato con Hitler y miró a otro lado para pretender no ver el cruel exterminio de seis millones de judíos, en cámaras de gas. “Reiteramos nuestra palabra de perdón”afirma la Carta pastoral- para todos y nuestro propósito de hacerles el bien máximo que podamos. (...) En descargo de tantas víctimas, alucinadas por "doctrinas de demonios", digamos que al


morir, sancionados por la ley, nuestros comunistas se han reconciliado en su inmensa mayoría con el Dios de sus padres”. Anotaciones: Por supuesto, como los condenados por la Inquisición al pie de la hoguera. Por otra parte, hay que preguntarse si los obispos no aceptaron más tarde implícitamente los 40,000 fusilamientos firmados por Franco).

(...) Expresamos una realidad y un anhelo general de los ciudadanos españoles; no indicamos los medios para realizarlo....

“El movimiento ha fortalecido el sentido de Patria, contra el exotismo de las fuerzas que le son contrarias. La Patria implica una paternidad; es el ambiente moral, como de una familia dilatada, en que logra el ciudadano su desarrollo total; (...) El movimiento ha generado el orden en el territorio por él dominado.


(...) Quiera Dios ser en España el primer bien servido, condición esencial para que la nación sea verdaderamente bien servida. (...) La Iglesia no ha sido agresora. Fue la primera bienhechora del pueblo, inculcando la doctrina y fomentando las obras de justicia social.

Anotación: Pero la Iglesia apoyó desde el principio a unos militares sublevados contra una república democrática.

• (...) La Iglesia se ha puesto siempre del lado de la justicia y de la paz, y ha colaborado con los poderes del Estado, en cualquier situación, al bien común. No se ha atacado a nadie, fuesen partidos, personas o tendencias. Anotaciones. Confunden las instituciones de caridad con la justicia social) • Y ahora viene lo mejor. Tome


buena nota de esta afirmación, hecha en 1937) •

" Seríamos los primeros en lamentar que la autocracia irresponsable de un parlamento fuera sustituida por la más terrible de una dictadura desarraigada de la nación. Abrigamos la esperanza legítima de que no será así".

Anotaciones: y sin embargo luego apoyaronla cruel y despiadada dictadura de Franco, desde el principio hasta el Final.

Conclusión a que llegan los obispos:.\ • (...) El olvido de la verdad y de la virtud, en el orden político, económico y socia nos ha acarreado esta desgracia colectiva. Hemos sido mal gobernados, porque, como dice Santo Tomás, Dios hace reinar al hombre hipócrita por causa de los pecados del pueblo. (...) ...a la pena por lo que sufrimos, se ha añadido la de no


haberse comprendido nuestros sufrimientos. Más la de aumentarlos con la mentira, con la insidia, con la interpretación torcida de los hechos. No se nos ha hecho siquiera el honor de considerarnos víctimas. La razón y la justicia se han pesado en la misma balanza que la sinrazón y la injusticia, tal vez la mayor que han visto los siglos. (...) Ayudadnos a difundir la verdad. Sus derechos son imprescriptibles, sobre todo cuando se trata del honor de un pueblo, de los prestigios de la Iglesia, de la salvación del mundo. •

(...) Dios sabe que amamos en las entrañas de Cristo y perdonamos de todo corazón a cuantos, sin saber lo que hacían, han inferido daño gravísimo a la Iglesia y a la Patria. Son hijos nuestros.

Anotaciones. ¿Cuando pidieron clemencia los obispos para los vencidos?. Obras son amores y no hueras razones.


“Invocamos ante Dios y en favor de ellos los méritos de nuestros mártires, de los diez Obispos y de los miles de sacerdotes y católicos que murieron perdonándoles, así como el dolor, como de mar profundo, que sufre nuestra España. Abogad para que en nuestro país se extingan los odios, se acerquen las almas y volvamos a ser todos uno en el vínculo de la caridad... (...)

Anotaciones. ¿Con o sin fusilamiento de decenas de miles y encarcelamientos de millones y persecuciones innumerables contra medio país durante decenios?. •

“ Os escribimos desde España, haciendo memoria de los hermanos difuntos y ausentes de la Patria, en la fiesta de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, 1 de julio de 1937.

El 21 de layo de 1939 , después de terminada la guerra civil, el obispo de


Salamanca lanzó una pastoral titulada: "El triunfo de la Ciudad de Dios y la resurrección de España", en las que dice: «La bendición de Pío XI a los heroicos combatientes de la España Nacional consagraba el carácter de Cruzada de la guerra española. No había sido esta Cruzada ordenada ni convocada por la Iglesia, pero fue reconocida y bendecida como tal por Pío XI el 14 de diciembre de 1936. Y el Papa no bendice más que a los cruzados… La bendición de Pío XI nos dio la seguridad suficiente, que como Obispo necesitábamos, para publicar más tarde, el 30 de septiembre de 1936, nuestra Pastoral Las dos ciudades, definiendo la tesis de que no se trataba de que la guerra de España fuera una mera guerra civil, sino de una verdadera Cruzada por la religión, por la Patria y por la civilización cristiana». El Papa Pío XI había fallecido en febrero de 1939, y le sucedió Pío XII, que había tenido mucho interés por el curso de la guerra española en


comunicación directa con el Cardenal Gomá cuando aquel era Secretario de Estado del Vaticano. Y al día siguiente de finalizar la contienda envió, como Pontífice, un telegrama de felicitación al Generalísimo en estos términos: «Levantando nuestro corazón al Señor, agradecemos sinceramente con Vuestra Excelencia deseada victoria católica España, hacemos votos porque este queridísimo país, alcanzada la paz, emprenda con nuevo vigor sus antiguas tradiciones cristianas que tan grande la hicieron. Con estos sentimientos efusivamente enviamos a V.E. y a todo el noble pueblo español nuestra apostólica bendición». El Cardenal Gomá unas semanas antes le escribió a Franco: «Dios ha hallado en V.E. un digno instrumento de sus planes providenciales sobre la Patria». El Papa, el 16 de abril de 1939, quince días después de haber terminado la guerra, lanzó un Radiomensaje a los españoles (el primer Radiomensaje del Papa Pío XII al mundo después de haber sido elegido Pontífice de la


Iglesia Católica), en el que dirigiéndose a la «católica España», se expresa en los siguientes términos: «Con inmenso gozo, hijos queridísimos de la católica España, nos dirigimos para expresar nuestra paternal congratulación por el don de la paz y de la victoria con que Dios se ha dignado coronar el heroísmo cristiano de vuestra fe y caridad, probados en tantos y tan generosos sentimientos. Anhelante y confiado esperaba nuestro predecesor esta paz providencial, fruto, sin duda, de aquella fecunda bendición que en los albores mismos de la contienda enviaba a cuantos se habían propuesto la difícil tarea de defender y restaurar los derechos de Dios y de la Religión. Y no dudamos de que esta paz ha de ser la que él mismo desde entonces auguraba, anuncio de un porvenir de tranquilidad en el orden y de honor en la prosperidad. «Los designios de la Providencia, amadísimos hijos, se han vuelto a manifestar una vez más sobre la heroica España. La nación elegida por Dios como principal instrumento de evangelización del


Nuevo Mundo y como baluarte inexpugnable de la fe acaba de dar a los prosélitos del ateísmo materialista de nuestro siglo la prueba más excelsa de que por encima de todo están los valores eternos de la Religión y del espíritu. La propaganda intensa y los esfuerzos constantes de los enemigos de Jesucristo parece que han querido hacer en España un experimento supremo de las fuerzas disolventes que tienen a su disposición por todo el mundo… Persuadido de esta verdad el sano pueblo español, con las dos notas características de su nobilísimo espíritu que son la generosidad y la franqueza, se alzó decidido en defensa de los ideales de la fe y de la civilización cristiana, profundamente arraigados en el fecundo pueblo de España; y ayudado de Dios… supo resistir el empuje de los que, engañados con lo que creían un ideal humanitario de exaltación del humilde, en realidad, no luchaban sino en provecho del ateísmo". «Este primordial significado de vuestra victoria nos hace concebir las más halagüeñas esperanzas de que Dios se dignará


conducir a España por el camino seguro de su tradicional y católica grandeza, la cual ha de ser el norte y oriente a todos los españoles, amantes de su Religión y de su Patria, en el esfuerzo de organizar la vida de la nación en perfecta consonancia con su nobilísima historia de fe, piedad y civilización católicas… Y la garantía de nuestra firme esperanza son los nobilísimos y cristianos sentimientos de que han dado pruebas inequívocas del Jefe de Estado y tantos caballeros, sus fieles colaboradores en la legal protección que han dispensado a los supremos intereses religiosos y sociales, conforme a las enseñanzas de la Sede Apostólica… Y ahora ante el recuerdo de las ruinas acumuladas en la guerra civil más sangrienta que recuerdan los tiempos modernos. Nos, con piadoso impulso, inclinamos ante todo nuestra frente a la santa memoria de los obispos, sacerdotes, religiosos de uno y otro sexo, y fieles de todas las edades y condiciones que en tan elevado número han sellado con sangre su fe en Jesucristo y su amor a la


Religión católica… Reconocemos también nuestro deber de gratitud hacia todos aquellos que han sabido sacrificarse hasta el heroísmo en defensa de los derechos inalienables de Dios y de la Religión, sea en los campos de batalla, ya bien consagrados en los sublimes oficios de caridad cristiana en cárceles y hospitales…"«A vosotros toca, hermanos en el Episcopado, aconsejar a unos y a los otros que en su política de pacificación todos sigan los principios inculcados por la Iglesia y proclamados con tanta nobleza por el Generalísimo de justicia para el crimen y de benévola generosidad para con los equivocados… Hacemos descender sobre vosotros, nuestros queridos hijos de la católica España (sobre el Jefe del Estado y su ilustre gobierno… sobre los heroicos combatientes y sobre todos los fieles nuestra bendición apostólica». El 3 de junio, el Papa Pío XII recibió al Ministro de Gobernación, a varios generales y a 3.000 soldados españoles que habían acompañado a los voluntarios italianos que habían


participado en la contienda, en el «Cortile San Dámaso» del Palacio apostólico, caso único en los tiempos modernos y en los anales del Vaticano. Era la prueba de que el Papa reconocía su contribución a la victoria sobre ”los secuaces del ateísmo”.Hagamos un resumen de estos complejos datos. Se dice que el alzamiento militar del 18 de julio de 1936 en los propósitos iniciales de sus jefes no tenían ningún carácter religioso, sino puramente nacional, pero ya en su alocución el general Franco desde Radio Tetuán el 25 de julio de 1936 declaraba que se luchaba por la «Patria, la Familia y la religión». El General Mola semanas después venia a destacar el carácter religioso de la contienda en términos vagos. El bando de los sublevados dio un carácter religioso a la lucha. La jerarquía eclesiástica, desde un principio, se manifestó en apoyo de los militares. Recordemos la Carta pastoral de los obispos de Vitoria y de Pamplona,


destacando el carácter religioso de la contienda, como única solución para defender los derechos de Dios y de la Religión. El Obispo de Salamanca con su Carta pastoral Las dos ciudades acuñó expresamente el título de «Cruzada» para interpretar la guerra civil, y este término lo empleó también el Cardenal Gomá. Finalmente en la Carta Colectiva del Episcopado española se justificó el Alzamiento Nacional como último recurso para salvar la herencia cristiana de España, pero no se empleó en ella el término “”Cruzada por razones diplomáticas. Esta posición de la Iglesia dirigente española refleja la actitud, ya anterior al inicio de la guerra civil, de defensa agresiva de la Iglesia frente al laicismo militante del Gobierno del Frente Popular. Cuando los militares se sublevaron y dieron plenos poderes a la Iglesia, no se hizo sino repetir lo que hizo la Iglesia cuando salió de la persecución de Diocleciano y se encontró con el poder y la protección que le ofreció el


emperador Constantino. Por supuesto, esto a la larga trajo una gran corrupción. "El poder corrompe, el poder absoluto corrompe absolutamente". La Iglesia española, cuando la invasión islámica, replegada en la zona ,alentó la reconquista iniciada por D. Pelayo hasta la conquista de Granada en tiempos de los Reyes Católicos. En la zona ocupada por los musulmanes la Iglesia tuvo que soportar una gran servidumbre, aunque los musulmanes no les negaran el derecho de su culto. Pero los Reyes Católicos obligaron a los musulmanes, primero a convertirse al catolicismo, y luego los expulsaron de España, al grito de ¡Santiago y Cierra España!. Santiago dicen que aparece en los campos De batalla de España, para alentar a Los combatientes cristianos. Por eso es considerado Patrón de España. La Guerra civil Española pretende ser – para los obispos -una continuación de la Reconquista en la que se diezman las


huestes del laicismo republicano, por conveniencia publicitaria llamado “rojo”, olvidando el hecho de que en 1936, el partido comunista tenía en las Cortes un solo diputado. ¡Guerra a muerte contra el laicismo republicano!. El ejercito colonial Español, como ha perdido las colonias, decide colonizar a España. ¡Viva Cristo Rey!.

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La persecución religiosa en la España republicana fue cruenta: 13 obispos asesinados, 4.184 del clero diocesano, 4.365 del clero regular y 283 religiosas (37), más la destrucción total o profanación de 8.000 iglesias. ¿Pero cuántas fueron las víctimas del franquismo?. Por supuesto muchas más, entre otras cosas porque estuvieron cuarenta anos en


el poder con plenos poderes. El Alzamiento Militar, que el clero apoyó decididamente, causó medio millón de muertos. Hubo varios cientos de miles de exiliados. Según los historiadores, además de las 300.000 víctimas civiles y militares que dejaron los enfrentamientos armados, 150.000 republicanos y 60.000 nacionalistas fueron víctimas de ejecuciones sumarias durante el conflicto, sin hablar de los 50.000 simpatizantes de izquierda ejecutados después de 1939. Los muertos nacionalistas recibieron todos los honores del régimen franquista, pero no ocurrió lo mismo con las víctimas republicanas. Prueba de ello son las 30.000 víctimas que permanecen en fosas comunes repartidas por toda la geografía española, según entidades republicanas.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que califica la actual situación de "indigna", se


esfuerza desde hace cinco años, sin éxito –y sin apoyo de la Iglesia, por supuesto- por exhumar las fosas comunes y rehabilitar la memoria de las víctimas republicanas.

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Y es que todavía el Evangelio del Odio sigue vigente en la Iglesia Española.

Hacia 1929-1930, Lorca, mirando hacia el Vaticano, nos cantaba proféticamente: ."....agujas instaladas en el caño de la sangre mundos enemigos y amores cubiertos de gusanos caerán sobre ti. Caerán sobre la gran cúpula que untan de aceite las lenguas militares" "donde un hombre se orina sobre una deslumbrante paloma y escupe carbón machacado rodeado de millares campanillas" "Porque ya no hay quien reparta el pan y el vino


ni quien cultive las flores en la boca del muerto ni quien abra los linos del reposo ni quien llore las heridas de los elefantes. "No hay mas que un millón de herreros forjando cadenas para los niños que han de venir" "...El hombre que desprecia la paloma debía gritar desnudo entre las columnas.....". "Pero el hombre vestido de blanco ignora el misterio de la espiga ignora el gemido de las parturienta ignora que Cristo puede dar agua todavía ...y da la sangre del cordero al pico idiota del faisán" "Los maestros muestran con devoción las enormes cúpulas sahumadas pero debajo de las cúpulas no hay amor... el amor esta en las carnes desgarradas por la sed en la choza diminuta que lucha contra la inundación el amor esta en los fosos oscuros donde luchan las sierpes del hambre en el triste mar que mece los cadáveres de las gaviotas y en el oscurísimo beso punzante debajo de las almohadas"


"Pero el viejo de las manos traslúcidas dice amor, amor, amor aclamado por miles de moribundos dirá amor, amor, amor ensangrentando el tisú estremecido por la ternura dirá paz, paz paz, paz entre el tirite de cuchilladas y melones de dinamita dirá amor, amor, amor hasta que se le pongan de plata los labios" (!Hay que gritar, hay que blasfemar, para que esto cambie!) "porque queremos el pan nuestro de cada día porque queremos que se cumpla la voluntad de la tierra que da frutos para todos."

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Parece ser que Lorca presintió inconscientemente su propia muerte, a manos de cretinos españoles vaticanizados, y por ello elaboró estas refinadas joyas de orfebrería blasfema. No quería morir como un perro anónimo,


al borde del camino. Todavía no se ha esclarecido oficialmente y reparado esta gran blasfemia en contra de la poesía y el alma del pueblo español.

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Capítulo III.

La misoginia en las Sagradas Escrituras,los Evangelios y las Encíclicas.


La misoginia tiene un largo historial en la tradición cristiana.

Empecemos por San Pablo. San Pablo, en la Primera carta a los Corintios, 14, 34 dice: “Mulieres in ecclessiis taceant” [las mujeres estarán calladas en las reuniones o asambleas]. Quien dio popularidad a tal expresión en Alemania fue Goethe, con uno de sus ZahmeXenien [Epigramas suaves], libro VII:Was werden das fürZeiten: In Ecclesia mulier taceatl Jetzt, da eine Jegliche Stimme hat, was will Ecclesia bedeuten?

¡Qué tiempos aquéllos!: Incluso Goethe era misógino, y citaba regocijado a San Pablo: ”In Ecclesia mulieris taceat”. Goethe se preguntaba: Cuando cualquier mujer tenga voz, ¿qué va a significar Ecclesia? . Le sigue en turno, como distinguido misógeno San Agustín.

El padre de la Iglesia San Agustín, Obispo de Hippo Regius ( 354 – 430). no tiene desperdicio, en cuanto a


los elogios que dirige hacia la violencia, la guerra, el sadomasoquismo y la misoginia Estos factores de crueldad y discriminación se dan tan estrechamente interrelacionados que nos vemos obligados a citarlos conjuntamente. Agustín fue uno de los primeros de una larga lista de maestros de la Iglesia que apoyaba la conversión coactiva (CC) – cogite intrare – y el castigo por la herejía, de esta forma creando las bases para los tribunales de la inquisición. durante el oscurantismo y la persecución religiosa de otros credos. Los teólogos del cristianismo primitivo tuvieron diferentes opiniones sobre la guerra, mientras algunos como el noble Origen se oponía a la guerra, Agustín por otra parte estaba a favor de las guerras, especialmente las religiosas. 

En una carta al hereje Fausto San Agustín dice: “¿Porque se opone a la guerra? ¿ Por supuesto, no será porque los hombres, que mueren de todos modos, mueran en la guerra?”.


Su punto de vista puede ser resumido así: “Cualquier violación a las leyes de Dios, y por consiguiente, cualquier violación a la doctrina cristiana, puede ser considerada una injusticia la cual merece castigo sin limites … a la población enemiga sin tomar en cuenta la diferencia entre soldados y civiles. Motivado por la furia divina, los justos guerreros pueden matar con impunidad hasta aquellos quienes son moralmente inocentes.” De la misma forma Agustín fue fiel al legado de sus antecesores con referencia a las mujeres. 

Le escribió a un amigo: “Que importa que sea una esposa o una madre, es todavía la Eva, la tentadora, de la cual nos tenemos que cuidar en cualquier mujer….No puedo ver de que le sirve la mujer al hombre, dejando de lado la función de parir hijos.” De esta forma fue la doctrina del Padre de la Iglesia Agustín la cual caracteriza al cristianismo y a las iglesias cristianas desde el principio al oscurantismo. Resultando como consecuencia en las persecuciones,


ataques, tortura y muerte por cientos de años a creyentes y no creyentes por igual. Y por supuesto la marginación y el desprecio contra la mujer.

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Pasemos ahora a Santo Tomás de Aquino. En la “Summa Theologica” dice: “En lo que se refiere a la naturaleza del individuo, la mujer es defectuosa y mal nacida, porque el poder activo de la semilla masculina tiende a la producción de un perfecto parecido en el sexo masculino, mientras que la producción de una mujer proviene de una falta del poder activo.

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Hay varias enciclicas y cartas apostólicas sobre la mujer


En la csrta apostolica del Papa Juan Pablo II titulada “Mulieris dignitatem” –con ocasión del Año Mariano- se dice entre otras cosas: “Cuando María, la «llena de gracia», responde a las palabras del mensajero celestial con su «fiat», siente la necesidad de expresar su relación personal ante el don que le ha sido revelado diciendo: «He aquí la esclava del Señor» (Lc 1, 38). A esta frase no se la puede privar ni disminuir de su sentido profundo, sacándola artificialmente del contexto del acontecimiento y de todo el contenido de la verdad revelada sobre Dios y sobre el hombre. En la expresión «esclava del Señor» se deja traslucir toda la conciencia que María tiene de ser criatura en relación con Dios. Sin embargo, la palabra «esclava», que encontramos hacia el final del diálogo de la Anunciación, se encuadra en la perspectiva de la historia de la Madre y del Hijo. Luego la misión de la mujer es parir. Y “ser esclava del Señor”. De otorgarle poder institucional eclesiásti.co nada de nada. Recuerdo un refrán español: ”mucho te quiero gatito pero pan poquito”


El pan y la sal del poder eclesiástico quedan reservados a los machos. Las

hembras a parir y amar.

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El papa Francisco desea mayor presencia de la mujer en Iglesia, pero también en la familia El papa Francisco dijo hoy que espera ampliar espacios para una presencia femenina más extensa e incisiva en la Iglesia, pero no se puede olvidar el rol insustituible de la mujer en la familia para la transmisión a las generaciones futuras de sólidos principios morales y de la fe. Jorge Mario Bergoglio recordó "la contribución vital de las mujeres en la sociedad, en particular con su sensibilidad e intuición hacia el otro, los débiles y los indefensos".


Dijo haberse alegrado también al ver a muchas mujeres que comparten cierta responsabilidad en la asistencia a los sacerdotes, en el acompañamiento de personas, familias y grupos, como en la reflexión teológica, y "espero ampliar espacios para una presencia femenina más extensa e incisiva en la Iglesia". Estos nuevos espacios y responsabilidades que se han abierto -refirió-, y que espero sinceramente que pueden ampliarse aún más a la presencia y actividad de las mujeres, tanto en el ámbito eclesial como en el civil y de las profesiones, "no puede hacernos olvidar el papel insustituible de la mujer en la familia". "Las cualidades de delicadeza, peculiar sensibilidad y ternura, de las cuales es rica el alma femenina, representan no sólo una fuerza real para las vidas de las familias, sino una realidad sin la que la vocación humana sería irrealizable", mantuvo el pontífice. Si el mundo del trabajo y en la esfera pública es importante, la contribución más incisiva del genio femenino (...), la presencia de la mujer en el hogar, resulta más necesaria que nunca, para su


transmisión a las futuras generaciones de sólidos principios morales y para la misma transmisión de la fe. Volvemos a lo mismo: “mucho te quiero gatita, pero del pan del poder –institucional eclesiásticomuy.poquito. En el Año Mariano se celebrará la función genética de la mujer, y su amorosa generosidad maternal, como recuerdo de María, “la esclava del Señor”. *

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Por supuesto hay mujeres teólogas –y hombres teólogos- que piensan de otra manera, pero al margen de la Iglesia oficial, institucional.

Teología hecha por mujeres. Vemos un punto de partida", on el Proyecto 39 (2001); y el primer Panel de Mujeres Teólogas en la XX Semana Argentina de Teología con el tema "Iglesia, teología y mujeres", De la esperanza a la solidaridad, Buenos Aires, San Benito 2002. 1.


En el ámbito de la teología evangélica, en el Isedet, existe la iniciativa de un "Foro de Teología y Género" que, entre otras actividades, desarrolla un Seminario Permanente de Lectura y Reflexión, y reúne participantes de distintas disciplinas. También se inscribe en este espíritu el Grupo Ecuménico de Teólogas del Río de la Plata, que a partir del equipo Género y Biblia dedicado a la lectura popular, inició sus talleres de debate y encuentro en 1998. Como expresión del intercambio entre teólogas de Alemania y América Latina, cabe destacar –entre otros– el aporte de la Revista para el diálogo intercultural: M. Eckholt (comp.), "Género y teología", en: Erasmus III, 1 (2001). Se dice que “se trata de crear una teología cristiana hecha desde el lugar hermenéutico de la experiencia de las mujeres, se desarrolla como crítica a una teología masculina y como aporte constructivo de una nueva racionalidad de signo diferente; como se esperaría que lo fuera también la teología hecha desde la perspectiva de los varones”.: Datos tomados de “teomujeres @uolsinectis.com.ar” *Y ahí seguimos, como quien dice: “esperando a Godod”, que en este caso curiosamente es un papa argentino.


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REFERENCIAS

(Bibliografía sobre ateísmo). --Slavoj Zizek "The Poppet and the Dwarf" "The Perverse Core of Cristiamity" (2003).

--Sam Harris: "The End of Faith" (2004). --Michel Onfray: “Traité d’athéologie” (“Tratado de ateología”) (2005) . --Daniel Dennett: “Breaking the Spell” (2006) (“Rompiendo el conjuro” -un filósofo que estudia la religión como fenómeno natural-. --Maurizio Ferraris: “Babbo Natale,” “Gesù Adulto” (2006) (“Papá Noel, Jesús Adulto”).


- Piergiorgio Odifreddi: "Perché non possiamo essere cristiani”, e meno che mai cattolici”. (2007) (“Por qué no podemos ser cristianos y menos aún católicos”). --Antonio López Campillo y Juan Ignacio Ferreras: “Curso acelerado de ateísmo” (1998) ). --Eugenio Lecaldano: “Un’etica senza Dio” (2006) (“Una ética sin Dios”). --Cristopher Hitchens: “God Is Not Great: How Religion Poisons Everything” (2007) (“Dios no es grande: cómo la religión lo envenena todo”) . --Cristopher Hitchens: "The portable Atheist.Essential Readings for the Nonbeliever" (2007). --Richard Dawkins: "The God Delusion" (2006) (El espejismo de Dios)


(For the documentary film, see The Root of All Evil?.). -Rodriguez, Pepe. ( 2011) “Mentiras

fundamentakes de kla Iglesia Católica”. Barcelona: Ediciones B. -Rodríguez, Pepe-“Pederastia en la Iglesia católica”. Ediciones B, Barcelona, 2002. -Rodríguez, Pepe -Los pésimos ejemplos de Dios (Según la Biblia). Temas de Hoy, Madrid, 2008 . -Rodríguez, Pepe “Mentiras fundamentales de la Iglesia católica”.-. Ediciones B, Barcelona, 2011.

–Darrel W. Ray , “God Virus, The: How Religion Infects Our Lives and Culture”. “


–Darrel W. Ray

“Sex

& God: How Religion

Distorts Sexuality” “Sex & God: How Religion Distorts Sexuality “.

–Darrel W. Ray,

-Stenger, Victor J.“God and the Folly of Faith: The Incompatibility of Science and Religion” - Mills, David (Author) , Dorion Sagan (Foreword) “Atheist Universe: The Thinking Person's Answer to Christian Fundamentalism”. -Boghossian, Peter (Author) , Michael Shermer (Foreword) “A Manual for Creating Atheists” - Carrier, Richard . “Sense and Goodness Without God: A Defense of Metaphysical Naturalism” -Carrier,

Richard ‘Why I Am Not a Christian: Four Conclusive Reasons to Reject the Faith”. Barker, Dan (Author) , RichaDawkins (Foreword)


“Godless: How an Evangelical Preacher Became One of America's Leading Atheists . -Andrews, Seth “Deconverted: A Journey from Religion to Reason”. ›


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