ALTERFORUM
LÍDERES EN MERCADOS PRIVADOS
ESTE SUPLEMENTO ACOMPAÑA A LA REVISTA FUNDSPEOPLE DE OCTUBRE 2024

ESTE SUPLEMENTO ACOMPAÑA A LA REVISTA FUNDSPEOPLE DE OCTUBRE 2024
EL ACCESO DEL INVERSOR MINORISTA, EL AUGE DE LOS SECUNDARIOS, LA FLEXIBILIDAD DE LA DEUDA PRIVADA PARA FINANCIAR LA ECONOMÍA REAL, LAS OPORTUNIDADES QUE TRAE LA SOSTENIBILIDAD O POR QUÉ ACTIVOS REALES.
TODAS ESTAS CUESTIONES SE HAN DEBATIDO EN EL THINK TANK DE ALTERFORUM, EL PUNTO DE ENCUENTRO DE LOS LÍDERES DE LA GESTIÓN ALTERNATIVA.
Las expectativas de crecimiento de los activos alternativos justifican la fuerte apuesta de las gestoras por reforzar sus capacidades en este segmento y satisfacer, al mismo tiempo, la demanda del inversor institucional y del inversor particular.
La consultora Bain & Company ha publicado recientemente un informe en el que pronostica que los activos bajo gestión (AUM) del mercado privado aumentarán a una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 9%-10%. Es decir, más del doble que la de los mercados públicos. Los alternativos alcanzarían, de ese modo, un volumen en torno a los 60 billones de dólares en 2032, lo que representaría, para entonces, el 30% de los AUM totales.
La fotografía a 10 años justifica el esfuerzo de las entidades por posicionarse en mercados privados. En un entorno de presión sobre los márgenes, las comisiones de gestión de activos de mercados privados son una fuente de capital muy codiciada. En conjunto, el volumen por ingresos de comisiones avanzaría desde los 0,9 billones de dólares en 2022, hasta los dos billones en 2032.
Más allá de las cifras que se proyecten a 10 años, se observa en los últimos años una tendencia clara. Las gestoras refuerzan sus capacidades para convertirse en proveedores de servicios completos en todas las clases de activos. En ese sentido, Bain & Company observa una convergencia de estrategias entre los proveedores de productos de activos tradicionales y los alternativos. Quienes dominen el mercado probablemente se basarán en dos tácticas: ofrecer un producto de nicho que atraiga a particulares con un ele-
vado patrimonio neto y garantizar una producción a gran escala.
Esa producción a gran escala pasa por el inversor particular, cuyo peso en estos mercados podría pasar del 16% en 2022 al 22% en 2032. Un segmento de inversores que se encuentra, en general, en una etapa incipiente en su experiencia en mercados privados. Para satisfacer esta demanda, muchas gestoras han empezado a construir una oferta de productos que reduzca la iliquidez de los vehículos tradicionales y permitan reembolsos periódicos a través de estructuras semilíquidas.
Por parte de los inversores institucionales (fondos soberanos, de pensiones, endowments y aseguradoras), la asignación de las carteras podría aumentar un 10% anual entre 2022 y 2032. Un perfil de clientes que, a medida que avanza en su expertise y sofisticación, ajusta su asset allocation más allá de los fondos de fondos demandando estrategias más complejas como las coinversiones o el acceso al mercado primario. Dos universos de inversión, el cliente institucional y el particular, para los que las gestoras tratan de adaptar su oferta. No vale el café para todos.
PRIVATE EQUITY DEUDA PRIVADA
INFRAESTRUCTURA & R. NATURALES HEDGE
Fuente: Bain & Company. Las cifras de volumen en alternativos en miles de millones de dólares.
El private equity seguirá siendo la categoría más importante, seguida del crédito privado cuyo peso pasaría del 5% en 2022 hasta el 18%-20% (lo que supone un crecimiento anualizado del 10%-12%). Detrás del avance del private debt están, entre otros factores, la menor emisión de préstamos por parte de la banca tradicional. La tercera categoría con mayor peso será infraestructuras, segmento para el que se espera un crecimiento mayor en la próxima década (CARG del 13%-15%). Detrás de este avance hay una necesidad real de financiar proyectos a medida que los fondos públicos se restringen por el aumento de los déficits de los gobiernos.
En un entorno de caída de los exits, los secundarios de private equity son una herramienta adecuada para ofrecer liquidez a los inversores. El volumen de transacciones en este mercado se ha multiplicado por cinco desde 2008 y supera los 100.000 millones de dólares al año.
Como en cualquier mercado, a la hora de acceder a los activos privados un inversor puede hacerlo a través de fondos de nueva emisión que invierten directamente en empresas no cotizadas, lo que se denomina mercado primario. También puede acudir al mercado secundario, donde se abre una casuística más amplia para toda una serie de operaciones en las que, en definitiva, los profesionales se compran unos a otros las participaciones de fondos distribuidos anteriormente. Esas operaciones pueden ser lideradas por los inversores del fondo (lo que se conoce como LP-stake) o por las gestoras (GP-led). La necesidad de liquidez en un entorno de caída de los exits hace de los secundarios una oportunidad de inversión.
En un segmento de mercado que ha tenido mucho crecimiento, lo primero es contextualizar las cifras: “Hemos pasado de un universo de 20.000 millones de dólares en 2007, a uno de
120.000 millones en 2023”, señala Ricardo Miró-Quesada, socio y responsable de Private Equity en Arcano Partners. “Aunque se ha multiplicado por seis, sigue representando el 1% del mercado de activos privados”.
El crecimiento de este segmento ha estado en línea con la evolución del mercado de private equity. Recuerda Íñigo Gallastegui, director de Productos y Estrategia de Inversión de Santander Banca Privada España, que estas estrategias han existido siempre. “Hace años los fondos ya diversificaban en estrategias de primarios, secundarios y coinversiones”, señala. Aunque no es algo nuevo, reconoce que hay una oportunidad por el momento actual, que hace que se esté poniendo el foco en este segmento.
Para valorar su evolución hay que distinguir las transacciones motivadas por LP de las promovidas por GP. Las primeras “siempre han estado ahí”, apunta Mercedes Fernández-Elías, socia y miembro del Comité de Inversión
del equipo de Secundarios de Morgan Stanley IM. “Es un segmento en el que hay un volumen residual pero cíclico, ya que es la parte que se adapta más rápido a los cambios de mercado”, explica. Sin embargo, en los últimos años se ha producido un cambio estructural que responde a un crecimiento de las operaciones GP-led hasta representar entre un 40% y un 50%. "Los secundarios se han convertido en una opción de los GP para dar liquidez a los inversores de su fondo y poder seguir gestionando activos que ellos consideran muy atractivos”, explica.
La operativa en secundarios es tan amplia que abre una casuística muy diversa, y a medida que el mercado evolucione, esta diferenciación va a ir adquiriendo mayor importancia, lo que exige ir categorizando los vehículos según su nivel de riesgo y liquidez. En VidaCaixa, la estrategia de secundarios pesa entre un 10% y un 15% de la carte-
ra de Private Equity. “Cada año seguimos haciendo compromisos, independientemente del ciclo”, afirma Javier Feliu, director de Inversiones Alternativas. Es un activo que consideran atractivo, y que encaja especialmente en los clientes que están empezando a invertir en mercados privados, ya que permiten ganar exposición rápido reduciendo la curva J”. Feliu reconoce la evolución estructural del segmento de secundarios GP-led, pero advierte que en estas operaciones “hay un inherente conflicto de interés del gestor".
Para el inversor particular, los secundarios abren la oferta a “productos más maduros, con más visibilidad, en los que entrar en una segunda fase o en una fase más avanzada de la inversión”, señala Eduardo Martín, director de Productos y Desarrollo Negocio en Andbank España. Pero explicar las motivaciones del mercado puede suponer un reto. El cliente tiende a asociar estas operaciones con tensiones de liquidez, cuando pueden ser motivadas por decisiones estratégicas una vez alcanzado un objetivo de rentabilidad.
De izquierda a derecha: Íñigo Gallastegui director de Productos y Estrategia de Inversión, Santander Banca Privada España; Javier Feliu, director de Inversiones Alternativas, VidaCaixa; Mercedes Fernández-Elías, socia y miembro del Comité de Inversión del equipo de Secundarios, Morgan Stanley IM; Eduardo Martín, director de Productos y Desarrollo Negocio, Andbank España; y Ricardo Miró-Quesada, socio y responsable de Private Equity, Arcano Partners.
El crecimiento de la industria de activos alternativos pasa por ofrecer una oferta adecuada a las necesidades del segmento wealth, pero también por ayudar al institucional a evolucionar en sus programas de inversión.
Los inversores particulares poseen la mitad de la riqueza mundial, pero representan una proporción mucho menor en el total del capital invertido en mercados privados. Así lo traslada Paloma Ybarra, socia y Global Co-Chief Client Officer de AltamarCAM Partners, pero destaca el caso diferencial de España donde el inversor particular accede desde hace tiempo a estos activos, aunque “queda espacio para crecer”.
Se estima que el proceso de democratización de los mercados privados permitirá desbloquear 70 billones de dólares de activos bajo gestión, lo que podría llevar a unos niveles de asignación en mercados privados al cliente minorista del 3,5% actual hasta el 8%10%. Son datos que ofrece Tania Salvat, responsable del Negocio Institucional
para BlackRock en Iberia. “Si miramos el historial de resultados de los mercados privados vemos que existe un beneficio a largo plazo, con lo cual deberían formar parte de la cartera”, afirma.
Echando la vista atrás, Ignacio Astorqui, socio de Afi y responsable de Mercados Privados de Afi Inversiones Globales, señala que el acceso a los activos alternativos “se ha hecho de forma positiva” y hoy el inversor particular tiene a su alcance productos de “gestores de primer nivel”. Aunque las estimaciones sobre el avance de estos mercados son positivas, reconoce que queda “mucho por hacer y por ofrecer”. Tal como señala Álvaro Villanueva, responsable de Inversiones en Activos Alternativos de CaixaBank Banca Privada, “actualmente, estos productos se colocan erróneamente como fondo temáticos, pero deben for-
mar parte de la construcción de carteras como producto individual”.
¿Cuáles son las palancas que sustentan el crecimiento de estos activos en el inversor retail? Además del impulso regulatorio, Jorge Ferrer, cofundador y socio de finReg360, señala “el hecho de que sea una tipología de activo que en una proporción adecuada puede mejorar la diversificación y el retorno en el medio plazo". En su opinión, "esto, unido a que son productos que vinculan al cliente y que no han sufrido un deterioro en sus comisiones, provocará seguro un crecimiento alto en los próximos años”.
El futuro de la industria es prometedor. En los próximos años se espera un avance espectacular para facilitar el acceso, la distribución y el seguimiento de los mercados privados de la mano de la innovación. Los expertos advierten, no obstante, del riesgo de querer convertir un activo ilíquido en líquido.
La tecnología será un gran acelerador de estos mercados salvando las barreras operativas, permitiendo un avance ordenado. En ese sentido, Salvat observa dos áreas de desarrollo. Una enfocada en el cliente a través de herramientas que permiten desarrollar plataformas de comercialización que aportan mejoras en las llamadas de capital, transparencia y visualizan de manera online las posiciones diarias. Otra, en el gestor, con plataformas que ayudan a tener un mejor control del programa de inversión. “De nada sirve que el cliente acceda de manera más ordenada, eficiente o transparente, si no conseguimos que aquellos que diseñan los programas de inversión tengan herramientas que permitan proyec-
Líderes
tar y planificar mejor”, añade . En un sector dominado por las grandes redes bancarias, como es el español, otra de las palancas de crecimiento será, según Ferrer, el efecto contagio: “Ninguna entidad va a poder permitirse no ofrecer este tipo de activos entre sus clientes minoristas. En caso contrario se desplazarán a otras entidades".
Debatir sobre la extensión de la base inversora exige hablar de producto. “Algunas casas plantean productos a medida para el inversor minorista, que ofrezcan cierta liquidez o que permitan evitar o disminuir el engorroso proceso de las llamadas de capital”, señala Villanueva. Sin embargo, en su opinión, otras “defienden que, si se desnaturaliza el producto perderá parte de su atractivo, privando a los minoristas de invertir en las mejores estrategias, a las que sí accede el inversor institucional”. En este punto, Astorqui recomienda a las gestoras “estructurar fondos de inversión diferenciados para el particular y el institucional” para evitar posibles “conflictos de intereses".
Desde un punto de vista regulatorio, para el cofundador de finReg360 “el ELTIF se va a convertir en el UCITS de los alternativos, dado que soluciona varios de los grandes problemas de los vehículos de capital privado nacionales”. Para Ybarra “es una revolución, un producto transfronterizo que facilita la comercialización en distintos países europeos con una única estructura”. Sin embargo, también considera que, en la actualidad, los vehículos locales “siguen siendo imbatibles” en muchos países, como es el caso de España. En su opinión, “la oportunidad en el segmento de particulares existe, pero no es evidente que la misma fórmula funcione para todos”.
De izquierda a derecha: Tania Salvat, responsable del Negocio Institucional para Iberia, BlackRock; Ignacio Astorqui, socio, Afi, y responsable de Mercados Privados, Afi Inversiones Globales; Álvaro Villanueva, director de Inversiones en Activos Alternativos, CaixaBank Banca Privada; Paloma Ybarra, socia y Global Co-Chief Client Officer, AltamarCAM Partners; y Jorge Ferrer, cofundador y socio, finReg360.
La pregunta también podría plantearse al revés, puesto que ambas tendencias, sostenibilidad y activos no cotizados, van de la mano.
Convertida en una tendencia de crecimiento estructural, la sostenibilidad en el mundo de las finanzas abre la puerta a un enorme abanico de oportunidades de inversión. Ha tenido un “crecimiento exponencial en los últimos años, al menos a nivel de estrategias”, afirma Claudia Antuña, socia y responsable de Sostenibilidad de Afi, para quien se trata de una tendencia más natural en los mercados privados que en los cotizados por las “propias prácticas aparejadas al crecimiento de las compañías”. Y destaca que se ha empezado "a formalizar, de un modo más claro, cómo integrarla en los procesos de inversión”, lo que “favorece la aparición de nuevas oportunidades" asociadas a los recursos necesarios para alcanzar objetivos a nivel medioambiental y social. Los mercados privados ofrecen un espectro mayor de empresas a la hora de invertir. Esto también se cumple en materia de sostenibilidad, explica
María Concepción Bravo, responsable de Inversiones Alternativas de Mapfre AM, y añade que “es mucho más fácil conseguir el impacto de los mercados privados por el hecho de invertir en la economía real, ya que puedes influir para que el objetivo de las compañías vaya alineado con un criterio ASG”.
En ese sentido, Javier Guinea, Senior Investment Manager en Mercados Privados en BBVA AM, señala la ventaja de poder seleccionar gestoras que tienen un mejor track record en active ownership. Este concepto implica tomar una participación de control en una compañía, desarrollar e implementar un plan de transformación para multiplicar el valor de la misma. Según Guinea, esto “es más difícil de hacer cuando se invierte en compañías cotizadas, en las que se tiene una pequeña participación”.
El mercado privado permite hacer las cosas bien hacia arriba, explica Juan Jesús Gómez, socio fundador del family office Consilio y pone como ejemplo los fondos de private equity directos que, “al profesionalizar la gestión de una compañía, consiguen que genere menos componentes insostenibles, ya sea desde el punto de vista de control financiero, de riesgos medioambientales o de gobernanza”.
Centrados en las áreas con mayor potencial, David Martín, Co-Head de Iberia en Tikehau Capital, señala tres temáticas: ciberseguridad, transición energética y descarbonización y la agricultura regenerativa. Respecto a la primera, comenta la necesidad de incrementar la inversión en tecnologías derivada del elevado volumen de ataques; respecto a la descarbonización, señala que es clave “invertir en las empresas que promueven una economía baja en emisiones desde el ámbito residencial, industrial y de la movilidad sostenible”; y en cuanto a la agricultura regenerativa, explica que su firma invierte en compañías que ayudan a la transición del modelo agroalimentario hacia un sistema más sos-
tenible. Abordar dichos sectores desde fondos temáticos genera ecosistemas corporativos: “La retroalimentación entre empresas que trabajan en un mismo concepto da un valor añadido adicional a los inversores”, explica.
Coincide Víctor Monje, responsable de Inversiones en Iberia Schroders Greencoat, en ese concepto de interconexión de enfoques. Ve una tendencia en temáticas relacionadas con las energías limpias, la digitalización, el suelo y la ciberseguridad. Ahora bien, como trabajo previo a la elección de las mismas “hay que dar un paso atrás y pensar cuáles son los objetivos que se quieren conseguir y a partir de ahí identificar la temática más idónea, no al revés”. Dichos objetivos están estandarizados en los 17 ODS y, según recuerda Monje, “la ONU indicó en su informe especial
de 2023 qué ODS son los que sufren un mayor retraso, siendo estos los relacionados con el cambio climático, la pobreza, la ética laboral y el suministro de agua”. Su gestora se focaliza en el primero “con el fin de hacer posible la transición energética y colaborar en la descarbonización del planeta”.
Otras temáticas expuestas por los expertos son smart cities, infraestructuras de energías renovables y biometano o inversión de impacto. Más allá de las ideas de inversión concretas, se está instalando un espectro muy amplio de oportunidades que responde a sensibilidades sociales o ambientales, explica Antuña; y añade que incluso "los inversores que no tienen una sensibilidad tan marcada están entrando en estas propuestas porque tienen sentido desde un punto de vista financiero”.
De izquierda a derecha: Javier Guinea, Senior Investment Manager en Mercados Privados, BBVA AM; David Martín, Co-Head de Iberia, Tikehau Capital; Claudia Antuña, socia y responsable de Sostenibilidad, Afi; Víctor Monje, responsable de Inversiones, Iberia Schroders Greencoat; María Concepción Bravo, responsable de Inversiones Alternativas, Mapfre AM; y Juan Jesús Gómez, socio-fundador, Consilio.
Con una penetración en España todavía a gran distancia de la de otros países europeos y más aún de la de EE.UU., la deuda privada es poco a poco demandada por el tejido empresarial como complemento a la financiación bancaria.
Solo en EE.UU. este segmento de inversión alternativa generó 1,6 millones de empleos en 2022, que suponen 137 billones de dólares en salarios y contribuyen con 224 billones a la economía real, según EY. Esto pone de manifiesto el “clarísimo y creciente” impacto de este mercado, señala Daniel Pingarrón, Sales Manager Head of Private Markets Iberia y Andorra de Natixis IM quien añade que los fondos de private debt representan una oportunidad cada vez mayor: "La financiación bancaria no llega a todos lados, lo que supone mejores condiciones de negociación a favor de los fondos de deuda privada, que se traduce en mayor rentabilidad para los partícipes”.
En la actualidad, los requerimientos regulatorios de capital y solvencia pueden frenar la entrada de la banca en ciertas operaciones. Aunque “cada vez
De izquierda a derecha: Borja González, Associate Director, M&G Investments; Álvaro BuesoInchausti, Head of Product, Santander Alternative Investments; Daniel Pingarrón, Sales Manager Head of Private Markets Iberia y Andorra, Natixis IM; Conchi Melero, Alternative Investments Portfolio Manager, Fonditel, José Cloquell, Illiquid Investments Head, Diaphanum; y Juan José Legarda, socio en España, KPMG Funding.
proyectos corporativos. “La deuda alternativa suele ser una fuente idónea para financiar eventos corporativos: M&A, proyectos de expansión, salida de algún accionista, refinanciaciones de estructuras bancarias, etc.”, añade Álvaro Bueso-Inchausti, Head of Product de Santander Alternative Investments, quien identifica como una de las barreras en España la falta de conocimiento sobre la utilidad de este tipo de instrumentos por parte de las empresas. “Su mayor coste frente a la financiación bancaria hace que genere cierto rechazo y no consideren los posibles beneficios que este tipo de deuda y estructuras les pueden aportar”, apunta.
lance mayor y los financiadores alternativos tienen capacidad de introducir covenants más estrictos”. Además, aporta un perfil de riesgo-retorno en unos niveles más atractivos. En cuanto a estrategias, hay oportunidades en aquellas en las que el subyacente es un activo real, especialmente a nivel de necesidades de refinanciación.
“El potencial de crecimiento para la deuda privada europea es muy significativo. Mientras que en EE.UU. el 70% del mercado de financiación proviene de prestamistas fuera del sector bancario y este supone el 30% de la financiación; en Europa este porcentaje está invertido”, apunta Borja González, Associate Director de M&G Investments.
Estamos ante una fuente de financiación complementaria a la bancaria, cuyas ventajas son que aporta “liquidez de manera puntual, dinamismo, flexibilidad y rapidez”, apunta Conchi Melero, Alternative Investments Portfolio Manager de Fonditel. Un flujo de capital al que se recurre para cubrir necesidades específicas de distintos
A esto se une la bancarización en la concesión de deuda en nuestro país. “El empresario tiene al banco como la figura que cubre sus necesidades de financiación y no piensa en otras alternativas” que, en opinión de José Cloquell, Illiquid Investments Head de Diaphanum, “cada vez van a jugar un papel más importante en la economía real”. Explica que la modalidad con la que se introdujo la deuda alternativa en nuestro país, complementando la bancaria, fue como deuda mezzanine.
A la hora de invertir, la deuda privada abarca una amplia variedad de segmentos. En términos de calidad crediticia, si se compara deuda sénior versus júnior, Cloquell señala que, con la sénior, "en términos generales, el apalancamiento es menor, la contribución proporcional del capital al bahay más bancos ofreciendo financiación de tramos B, con unos márgenes no tan elevados como los de financiadores alternativos”, añade Juan José Legarda, socio de KPMG Funding en España.
En esa línea, Bueso-Inchausti afirma que hay muchas oportunidades en las estrategias plain vanilla de deuda real estate e infraestructuras. Como ejemplo pone la construcción de data centers, que "los bancos no están muy animados a financiar, pero implican un contrato de alquiler de 10-15 años con un cliente investment grade”.
El inmobiliario también aparece entre los activos recomendados por M&G Investments, no solo a través de deuda sénior, “donde hay mucha demanda” indica González, sino también júnior. “Es una opción atractiva para clientes institucionales que quieran diversificar su exposición a deuda con activos reales”, concluye. Por su parte, Pingarrón menciona el posicionamiento de Natixis IM en industrias anticíclicas, el 75% están en health care, software y educación, en empresas paneuropeas con ventas globales, poco consumo de capex y ebitda de entre 30 y 100 millones de euros con un sponsor financiero como un fondo de private equity. Se trata de “una originación muy orientada a minimizar al máximo la tasa de default, siendo incluso más importante la monitorización posterior de los créditos en cartera”, aclara Pingarrón.
Estos activos, en su mayor parte ligados a los sectores de real estate e infraestructuras, requieren un enfoque de inversión de largo plazo. En muchos casos siguen megatendencias cuyos retornos se materializan en un extenso periodo de tiempo.
Cuando hablamos de real assets nos referimos a activos tangibles y de larga duración, en gran parte relacionados con los sectores de real estate y de infraestructuras. No obstante, cada vez más, se está llegando a otro tipo de subsectores, como es el caso de los centros de datos, la logística o, incluso, los recursos naturales. Nos encontramos ante una inversión de riesgo medio, que permite a los inversores tener su yield, sin renunciar a la apreciación del activo.
Ignacio Resusta, Investment Specialist Private Markets Iberia de UBS AM, apunta que, en infraestructuras, estos activos tienen que cumplir con dos características: la larga vida útil del activo y que preste un servicio esencial. "Hay atributos que antes eran muy importantes y que ahora no son básicos, como la estabilidad de flujos de caja, los altos costes de entrada, negocios monopolísticos o tecnologías maduras. Son características cada vez más difusas y que ya no son tan buscadas”, explica. En real estate se encuentra el sector comercial y el residencial, con inversiones más tradicionales y otras más novedosas, como es el coliving. Dentro de la inversión en real assets se pueden
encontrar segmentos “en el limbo entre el real estate y las infraestructuras, como los centros de datos u otros subsectores”, añade Resusta.
Antonio Morales, director de Inversiones no Cotizadas de Mutua Madrileña, asegura que el concepto de real assets se ha ido ampliando: no solo se trata de incorporar infraestructuras tradicionales, las ventajas de estos activos se centran en la diversificación que aportan a una cartera de inversiones, lo que redunda en una mejora del perfil de rentabilidadriesgo. “Las infraestructuras son los activos que más descorrelacionan frente a los tradicionales por la visibilidad de los cash flows y el hecho de que muchos no dependen tanto del ciclo económico” afirma Morales. En contraposición a este comportamiento, tal y como apunta Mónica Gordillo de Private Markets Analysis & Selection de Quality Funds BBVA, el real estate sí ha sufrido en los últimos años al ser más sensible al momento de mercado.
Volviendo a las infraestructuras, otro aspecto interesante es que son un activo a medio camino entre la deuda (que genera rentas) y el equity (que protege de la inflación). Es decir, según Morales"proporcionan yield, pero al mismo tiempo, sin renunciar a la
apreciación. En definitiva, es un perfil de riesgo medio".
Esa diversificación es la que consigue una mayor estabilidad en las carteras. Elena Gamonal, subdirectora de Inversión, Área Infraestructuras y Energías Renovables de Mapfre AM, explica que tradicionalmente en su entidad han invertido en renta fija e inmobiliario en zonas prime de las principales ciudades europeas. Sin embargo, han comenzado a abrirse a otro tipo de inversiones, primero en real estate y después en infraestructuras.Y desde hace algunos años, detalla Gamonal, “no hemos parado de analizar este tipo de productos y alternativas. Es un activo que nos da estabilidad a la cartera y rentabilidades a largo plazo, que es lo que estamos buscando, una valoración estable, pero revaloraciones más modestas y también más consistentes”.
Los expertos destacan la importancia de elegir un buen gestor, máxime desde que este asset class ha llegado a los inversores de banca privada. Dar la oportunidad de entrar y salir, de “hacer líquido lo ilíquido”, en palabras de Ángel de Molina, Senior Sales de PIMCO, históricamente ha tenido com-
plicaciones, en especial si se fomenta la entrada del cliente minorista. En este sentido, para De Molina, “la labor del que vehiculiza, lo distribuye, incluso del que lo compra, es fundamental". En su opinión, "la regulación va a jugar aquí un papel clave”.
En en esa línea, Xevi Moreno, responsable de Inversiones de HNA, apunta que los fondos de infraestructuras, por su naturaleza largoplacista, con periodos de inversión de 10 a 15 años, van a vivir crisis de mercado y afirma: "Si a esto le unes la proliferación de los fondos abiertos, se puede convertir en una combinación peligrosa que es necesario controlar, porque puedes encontrarte con capital huidizo. Es mejor ser cauto y elegir bien a tu compañero
de viaje y el tipo de fondo en el que inviertes”. En general, la búsqueda de una cartera equilibrada es el principal objetivo de los inversores y las infraestructuras brindan un flujo de caja recurrente.
Dentro de las oportunidades de inversión, en los últimos años han aparecido sectores con mucho potencial. En infraestructuras “se ha abierto un interés fuerte por los temas relacionados con la sostenibilidad y los recursos naturales", señala Gordillo. La digitalización también exige acometer inversiones en fibra, torres o data centers para atender el crecimiento de datos. En real estate, a pesar del momento, destacan sectores como la logística o el mercado de life science.
De izquierda a derecha: Ángel de Molina, Sénior Sales, PIMCO; Antonio Morales, director de Inversiones no Cotizadas, Mutua Madrileña; Elena Gamonal, subdirectora de Inversión, Área Infraestructuras y Energías Renovables, Mapfre AM; Xevi Moreno, responsable de Inversiones, HNA; Mónica Gordillo, Private Markets Analysis & Selection, Quality Funds BBVA; e Ignacio Resusta, Investment Specialist Private Markets Iberia, UBS AM.
Guillermo Jiménez
DIRECTOR GENERAL, AXIS (ICO)
Fond-ICO Global es el primer fondo de fondos público de capital privado creado en España. Invierte en vehículos que tengan en cartera empresas españolas en todas sus fases de desarrollo.
El brazo inversor en capital privado del ICO es Axis, gestora que abre un canal de financiación complementaria a la bancaria para proyectos vinculados a la economía española.
“Nuestro objetivo es ayudar al crecimiento, desarrollo e internacionalización de las empresas y el ecosistema emprendedor, especialmente aquellos con base tecnológica”, explica Guillermo Jiménez, director general de Axis, quien pone en valor los casi 40 años de track record de la entidad respaldando el crecimiento de las compañía.
"Axis fue la primera gestora que se registró en la CNMV, en diciembre de 1986, obteniendo el número uno en el registro oficial”, recuerda Jiménez. Desde esa fecha, la entidad ha respaldado a unas 280 empresas y fondos con más de 3.500 millones de euros. Axis cuenta con una capacidad de inversión de 12.150 millones de euros, lo que representa en torno al 12%-15% del volumen de inversión que moviliza el sector del capital riesgo en España. "Una parte de este volumen está invertida y otra se mantiene disponible”, matiza el director general de la gestora, quien explica: "se han ampliado los importes buscando anticiparnos a necesidades de financiación tanto de las gestoras como de las empresas”. El objetivo es que las compañías españolas tengan las mejores opciones de financiación para potenciar su crecimiento y para ello es importante que puedan diversificar las fuentes de recursos.
Con los cuatro fondos que gestiona, AXIS está presente en toda la cadena del ecosistema de capital riesgo. Para ello cubre inversiones en los primeros estadios de desarrollo de las empresas a través de los fondos que selecciona en la categoría de incubación y transferencia tecnológica con Fond-ICO Global, iniciativas ligadas a Fond-ICO Pyme (tales como la de Business Angels en colaboración
con el Fondo Europeo de Inversiones -FEI-). También potencia el crecimiento de las scale ups con Fond-ICO Next Tech si pertenecen al sector deep tech y con FondICO Global si pertenecen a otras tipologías. Además, potencia las inversiones en infraestructuras sostenibles con Fond-ICO Sostenibilidad e Infraestructuras y la inversión de impacto o el desarrollo de otras iniciativas con FondICO Pyme. “Somos el principal financiador de la industria de impacto junto al FEI”, señala Jiménez.
El respaldo de Axis al ecosistema inversor depende de la capacidad de las gestoras de contar con apoyo privado. Por cada euro que una entidad logre de inversiones privadas, Axis aporta la misma cantidad. “Creemos en la colaboración público-privada”, afirma Jiménez. En los fondos en los que participan al menos el 51% de los recursos deben provenir de inversores privados.
Antes de llegar a ese respaldo, una gestora tiene que cumplir unas condiciones, siendo una de ellas generar valor en la economía española. “Si no hay inversión en España no vamos a estar”, apunta. Como cualquier LP analizan el track record de la gestora y del equipo, pero no excluyen first funds. La gestora ha de ser privada y es la que se encarga de la gestión del fondo. AXIS no participa en la toma de decisiones de inversión de los fondos. Como inversores, son el auténtico capital paciente que exigen muchas inversiones en mercados privados. “Somos conscientes de las necesidades y particularidades de los diferentes proyectos. Si tenemos que estar 30 años en un fondo de infraestructuras lo estaremos”, explica. Ahora bien, la inversión se hace pari passu con los inversores privados: “Si ellos esperan, nosotros esperamos; si ellos salen, nosotros también”.
Los próximos meses se presentan más constructivos para una industria afectada por la ralentización de las desinversiones de las carteras y las dificultades para mantener los ritmos de fundraising de los últimos años.
El negocio local en la industria de activos alternativos no es ajeno a las tendencias globales. El patrimonio de los fondos que invierten en mercados privados lanzados por gestoras nacionales sigue su tendencia alcista. Según las cifras que maneja Preqin, este volumen superaba los 55.000 millones de euros a cierre de 2023.
El private equity es la categoría dominante, ahora bien, en los últimos años su peso en la industria de alterna-
tivos ha compartido protagonismo con los fondos de deuda privada, los de infraestructuras y de real estate.
Según datos de Preqin, la captación de nuevos fondos en los primeros ocho meses de 2024 representa el 47% del fundraising del año anterior, pero el tamaño medio de los fondos lanzados retrocede a niveles no vistos desde 2020.
Las gestoras buscan levantar capital apoyándose en distintas palancas de crecimiento, entre las que destacan la ampliación de la base inversora o el
respaldo de programas públicos como Fond-ICO Global y Next Tech. Después de unos años marcados por la desaceleración de la actividad corporativa y de fundraising, el sector espera una reactivación significativa en el segundo semestre. El impulso vendrá por una mayor visibilidad de las condiciones económicas una vez la inflación ha tocado techo y las condiciones monetarias sean menos restrictivas, así como por la agilización de operaciones pendientes.
(miles de millones de USD)