En la vida política mexicana, la sustantivación de la democracia durante el siglo XX tuvo como impulsor principal –desde 1939 y hasta finales de los años ochenta– al Partido Acción Nacional: el esfuerzo por consolidar las bases que facultaran el ejercicio efectivo de los derechos políticos garantizados en la Constitución fue una causa a la que, desde distintos espacios de labor coordinada, convocó la primera generación del panismo.