2DA PARTE 50 AÑOS DE LA BIOETICA - QUE ES LA BIOETICA

DE LA BIOÉTICA

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PARTE

ENTREVISTAMOS A: DR. JOSÉ MAINETTI DR. JUAN CARLOS TEALDI DRA. MARÍA LUISA PFEIFFER DRA. FLORENCIA LUNA DR. GERARDO PERAZZO

Una de las características del ser humano es su capacidad de celebrar. La conmemoración es una de sus formas, al rememorar periódicamente un acontecimiento; un hecho a partir del cual hubiera surgido determinada transformación.

La Bioética coincide con la condición de haber acontecido y por tanto, se acredita el derecho a ser conmemorada. Pero toda conmemoración requiere acuerdos básicos de la sociedad donde sucede, en especial una fecha precisa. Esta coincidencia falta con la Bioética, pues mientras algunas corrientes toman en cuenta la aparición de la palabra “bioética”, otras se inclinan por la institucionalización o por su puesta en acción y desarrollo. Otra es poder definir con certeza el nacimiento de qué se desea celebrar. Esto no es muy claro con la bioética.

No hay acuerdos ciertos sobre cómo definirla, ni si constituye una disciplina en si misma o se trata de un campo de conocimiento donde convergen y se entrecruzan diversas ciencias.

Para saber algo más y aclarar dudas, pensamos en la conveniencia de solicitarles su mirada sobre estos temas a personalidades referentes de la bioética en la Argentina. Inquiriremos primero sobre si en 2020 cumple cincuenta años la bioética y en una segunda saber qué es la bioética, su desarrollo en la Argentina y la situación actual. ¿Cumple 50 años la bioética en 2020?

ENTREVISTA 1 DR. JOSÉ ALBERTO MAINETTI

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El siguiente es un diálogo con el Prof. Dr. José Alberto Mainetti, Doctor en Medicina y Doctor en Filosofía por la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Investigador Principal del Conicet, Director del Instituto de Bioética y Humanidades Médicas de la Fundación Mainetti, fundador de la revista Quirón y pionero del desarrollo de la bioética nacional. ¿CUÁL ES A SU CRITERIO, LA DEFINICIÓN CORRECTA DE ESTA DISCIPLINA O CAMPO DE CONOCIMIENTO? La Enciclopedia de Bioética la define como: "el estudio sistemático de las dimensiones morales-incluyendo visión moral, decisiones, conductas y política- de las ciencias de la vida

y la atención de la salud, empleando una variedad de metodologías éticas en un campo interdisciplinario".

¿CUÁLES SON SUS OBJETIVOS Y LÍMITES? Estos son sus objetivos: investigación, enseñanza El límite se expresaría en el antiguo adagio: no y práctica social, según los modelos disciplinarios. todo lo técnicamente factible es moralmente lícito.

¿PERO QUIÉN O QUIÉNES DECIDEN QUE DETERMINADO ADELANTO TÉCNICO ES MORALMENTE LÍCITO? ¿CÓMO LLEGA ESE SABER AL CONOCIMIENTO DEL COMÚN DE LAS PERSONAS? El problema es justamente que esta decisión no es sencilla y por eso cada vez que surge un adelanto se requiere de regulaciones legales, las cuales están -o deberían estar- basadas en reflexiones

morales. Se precisa la deliberación moral, lo cual no significa que sea única. Depende del contexto, de la situación. Y se precisa de la comunicaciónpública en la materia.

¿CREE UD. QUE EXTENDER ESTE TIPO DE ENTREVISTAS A DIVERSAS PERSONALIDADES DE LA BIOÉTICA PARA DELIBERAR SOBRE ESTOS ASPECTOS MORALES Y DIRIGIDAS AL PÚBLICO EN GENERAL, PUEDE SER UNA HERRAMIENTA ADECUADA? Creo que sí, por supuesto. El conocimiento bioético no debería quedar solo en el ámbito académico, sino llegar a todas las personas.

La Bioética, así como la ética, no es solo reflexión

sino también comportamiento, costumbres y por eso está en la base de todo: de lo social, de lo económico, de lo político.

¿CUÁLES FUERON LOS ORÍGENES DE LA BIOÉTICA EN LA ARGENTINA? "Identificar el origen de la bioética en los EEUU es materia de cierta considerable controversia.

Pero la historia bioética de América Latina es en

alto grado la historia de un hombre" Drane, 1996, 6:557-569.

SABEMOS DE SU MODESTIA Y TAMBIÉN QUE DRANE HACÍA UNA EXPLÍCITA REFERENCIA A SU PERSONA. CUÉNTENOS UN POQUITO MÁS DE ESOS ORÍGENES. Mi llegada a la Bioética fue a través de la Medicina y la Filosofía y por tanto el modelo clínico prestó el marco de referencia para la

nueva disciplina. Mi escuela fue la de Laín Entralgo y con Diego Gracia compartimos el primer tiempo de desarrollo latinoamericano.

¿CÓMO VE LA SITUACIÓN ACTUAL RESPECTO AL DESARROLLO DE LA BIOÉTICA? asistencial tampoco termina de Estamos atrasados en lo que hace a la bioética institucionalizarse en toda la región. entre nosotros. No se enseña formalmente en todas las facultades de Medicina y en el aspecto

¿A QUÉ ATRIBUYE ESAS FALENCIAS? Posiblemente a la falta de motivos académicos y de profesionalización en la materia.

¿HACIA DONDE SE DIRIGE LA BIOÉTICA EN LA ARGENTINA? Creo que vamos hacia una judicialización de la bioética, que confunde ética y legalidad. Si bien

la ética es ciencia de deberes y no de derechos, estos son fundamentales para su desarrollo.

¿CUÁLES SON LOS MAYORES OBSTÁCULOS A SUPERAR PARA LA APLICACIÓN COTIDIANA DE LA BIOÉTICA, TANTO CLÍNICA COMO DE LA INVESTIGACIÓN? Es preciso hoy en todas las profesiones de la salud, la incorporación de la bioética a través de los llamados comités de ética clínica y de

investigación, pero no parecen tener suficiente apoyo para su cometido.

¿CREE QUE ES SIMILAR EL APOYO – O SU CARENCIA - TANTO A LOS COMITÉS DE ÉTICA CLÍNICA COMO LOS DE ÉTICA EN INVESTIGACIÓN? Sí, ambos son importantes y deberían tener el mayor reconocimiento y apoyo. Lo que sucede es que los comités de ética clínica cumplen una función de asesoramiento en las instituciones y sus dictámenes no son vinculantes (obligatorios).

En cambio los comités de ética de investigación aprueban o desaprueban protocolos de investigación de forma vinculante. Son tareas diferentes, aunque con una raíz común: la protección ética de los sujetos más vulnerables.

Por lo tanto, ambas son fundamentales.

Entrevistaron: Dr. Eduardo Darío Beccar y Dr. Eduardo Piluso. (Médicos, Área bioética de Fundación Jaime Roca).

ENTREVISTA 2 DR. JUAN CARLOS TEALDI

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La siguiente es una entrevista al Dr. Juan Carlos Tealdi, Médico por la Universidad Nacional de La Plata (1974) y Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Salamanca. Cursó estudios de Historia y Filosofía de la Ciencia en España y se especializó en Bioética en centros académicos de los Estados Unidos. Es Director del Comité de Ética y Programa de Bioética del Hospital de Clínicas de la UBA, Asesor en Bioética en el CEMIC, y ex Asesor en Bioética de la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación (2004-2015). ¿CUÁL ES A SU CRITERIO, LA DEFINICIÓN CORRECTA DE BIOÉTICA? ¿ES UNA DISCIPLINA O UN CAMPO DE CONOCIMIENTO? Una disciplina se caracteriza por ser un cuerpo organizado de conocimientos con posibilidad de ser transmitidos. Lo que convirtió a la bioética en disciplina fue la inversión de significado que se operó desde la concepción de Potter en la Universidad de Wisconsin hacia la concepción de Hellegers en la Universidad de Georgetown.

Potter presentó una propuesta poco clara de una suerte de nueva moral o biopolítica del control de la natalidad, la superpoblación y las pulsiones autodestructivas del ser humano, que habría de cambiar las leyes del ente “humanidad” desde una visión de pretensión “ontológica”.

Hellegers y el KIE creían que la bioética era la vieja ética aplicada a la biomedicina como una propuesta enseñable de las leyes (valores y principios) del conocimiento ético, a través de la educación del KIE y la definición y el corpus bioético de la Enciclopedia de Warren Reich, en una visión “gnoseológica” del estatuto del nuevo campo. Ejemplo mayor de esto fueron los sucesivos cursos intensivos de bioética impartidos anualmente a partir de 1974 y el National Center for Bioethics Literature creados ambos por el KIE.

Esa inversión era necesaria por diversas cuestiones, y entre ellas que no había una sola ética, o un único abordaje posible de lo que fuera ese nuevo conjunto de problemas arrojados por la medicina y las ciencias de la vida como un nuevo campo de conocimiento. Y es que entre disciplina y campo de conocimiento no hay una exclusión necesaria aunque cabe la posibilidad de que uno y otro no vayan juntos. La biología nació como un campo agrupado de cuestiones en el que confluían las diversas disciplinas que trataban de “la vida” y sus problemas de conocimiento: zoología, botánica, etc. Y ese campo fue disciplinado, sistematizado, transmisible, y compartido por una comunidad de “biólogos”. Pero en su desarrollo fue precisando conceptos y teorías, como la célula y la teoría celular, o el ADN y la genética molecular, y la biología fue dejando de ser un “campo” para irse cerrando como una “ciencia”, ahora sí más “ontológica” sobre el “ser” vivo que en Lamarck o Treviranus. Sin embargo, siguió

siendo una disciplina enseñable, compartida en cada nuevo paradigma, sólo que ahora pasó a ser una disciplina rigurosamente científica.

La bioética es una disciplina gnoseológica que enseña para la reflexión y la toma de decisiones en el campo de conocimientos que concurren a la evaluación, justificación y prescripción ética de los problemas normativos de la medicina y la salud, las ciencias de la vida y el desarrollo biotecnológico. Es una disciplina interdisciplinar, sin que esto se tome como contradictorio. Pero no es una disciplina unitaria al modo, por ejemplo, como lo son la física atómica o la química orgánica. Por eso es que no hay una definición correcta de bioética y hay muchas bioéticas: principialista, feminista, personalista, racional, práctica, laica, liberal,… Del mismo modo que no hay una sola filosofía, sino diversos sistemas filosóficos. Cada una de esas bioéticas postula distintas concepciones para dar cuenta de aquellos problemas normativos.

¿CUÁLES SON SUS OBJETIVOS Y LÍMITES? A pesar de no poder defender una doctrina unitaria en bioética, y por tanto un único objetivo (el objetivo de una bioética feminista no será el mismo que el de una bioética personalista, aunque las dos puedan reclamar el ser bioéticas “ontológicamente fundadas”), es posible esclarecer en parte al menos el conjunto tan diverso de elementos que concurren en la misma estableciendo algunos límites que permitan que esa diversidad semántica tenga al menos una unidad pragmática.

práctica se ofrece desde la medicina y el derecho.

El intento pragmático de apelar a los contenidos éticos de la medicina y el derecho con las éticas biomédicas y el bioderecho como instrumentos para establecer los límites de la bioética, se focaliza en la esfera práctica de los casos.

Es, por tanto, un saber de metodología casuística, como en los casos jurídicos o en los casos clínicos. Es inductivo, y no se mueve en el terreno de lo necesario (la certeza de lo que no puede ser de otro modo) más que para Para delimitarse, esto es, para trazar sus límites, reflexionar, como cuando el derecho o la la bioética (ese campo común de problemas) se medicina apelan a las ciencias, pero no para decidir porque es un saber presuntivo. Pero el mueve entre dos tentaciones reduccionistas mayores: el reduccionismo teórico y el práctico. cerrar a la esfera prudencial de la jurisprudencia o del “arte” médico, la complejidad normativa En el campo normativo multidisciplinar con el que presupone la bioética, es reducir un que se piensa, decide y actúa en bioética, la tentación de un reduccionismo teórico lo ofrecen pluralismo moral que no puede ser agotado la filosofía y el humanismo -incluído el por esas disciplinas. sociologismo-, mientras que la tentación

Por otro lado, la pretensión de encontrar los límites ético-normativos de la bioética en la filosofía, también resulta débil. La filosofía reflexiona con “ideas”, que como tales son intemporales. Aunque hayan pasado veinticinco siglos, las ideas de verdad en Platón o de justicia en Aristóteles, siguen teniendo vigencia y debemos volver a ellas una y otra vez. En cambio ningún médico hoy regresará a los conceptos anatómicos de Hipócrates o a los fisiológicos de Galeno. Las ideas de cada filósofo sobre el hombre, la verdad o el bien, nos siguen convocando hoy. Pero esa intemporalidad que abre al pluralismo de una misma pretensión de razón en la ética de Aristóteles que en la de Kant o en la de Stuart Mill, aunque pretenda señalar lo necesario en un sistema, al modo deductivo de los axiomas geométricos, no nos permite resolver los problemas prácticos en modo suficientemente justificado y así encontrar los límites de la bioética en la ética filosófica sin más, como ha querido el principialismo de estirpe filosófica originado en el KIE. Algo semejante ocurre con el humanismo, incluyendo al sociologismo (que no es la sociología como ciencia) cuando convierte en ideas los conceptos categoriales de las ciencias y se ofrece como el saber de los saberes. Pero es imposible hacer bioética sin conjugar conceptos e ideas. Y conjugar no es “aplicar”. La problematización teórico-práctica de la bioética y sus límites no se salda semánticamente, sino pragmáticamente, aunque ese plano pragmático esté exigiendo siempre una indisociable dialéctica con el plano semántico. Los límites de la bioética no pueden ser materia de interpretación perpetua, ya que aunque aceptemos como hecho la existencia de distintas bioéticas, algo común debe de haber en todas ellas para llamarlas bioética aún en sus diferencias. Por eso lacuestión es saber dónde encontrar el fundamento pragmático de la línea

de demarcación normativa de la bioética.

En mi caso he sostenido la idea de que ese límite básico y común de demarcación no puede ser dado por alguna de las concepciones o sistemas normativos diversos que se proponen y se oponen unos a otros para intentar dar cuenta de lo que desde la bioética (lato sensu) haya que decir. Debe tratarse, en cambio, de algún marco normativo compartido, suficientemente amplio como para reconocer a una concepción en toda su diversidad frente a otras, con alguna seña de identidad común para aceptarla como bioética. Ese marco supondrá un hecho normativo entonces que permita, por un lado la diversidad más amplia posible de concepciones éticas llevando los límites de la bioética tan lejos como para que su campo sea un conjunto capaz de abarcar a la normatividad de todas las éticas filosóficas, de todas las concepciones religiosas, de todas las concepciones políticas y sistemas sociales y culturales, de toda medicina, toda ciencia y todo derecho, pero, a la vez, con alguna restricción que indique el afuera de la bioética, aquello que quede más allá de su límite. Para nosotros, esa frontera que a la vez cierra al afuera y abre al adentro de la diversidad normativa de la bioética, esa frontera son los derechos humanos. Son esos derechos en lo que tienen de aspiraciones morales jurídicamente protegidas, como el hecho ético-moral de la más amplia universalidad fácticamente compartida. No existe un supuesto normativo de mayor alcance fáctico, con mayor pluralidad posible, con mayor respeto por la diversidad, que el derecho internacional de los derechos humanos. Ellos son, entendemos, los límites de la bioética.

Fuera de ellos, en su violación o falta de respeto, no hay legitimidad para comenzar a hablar en nombre de bioética alguna.

¿CUÁLES FUERON LOS ORÍGENES DE LA BIOÉTICA EN LA ARGENTINA Y QUÉ LO ATRAJO PARA DEDICARLE SUS ESFUERZOS? La bioética en la Argentina tiene su origen como disciplina en la Fundación Mainetti (1969) de La Plata y bajo la figura de José Alberto Mainetti, que se había graduado en medicina y en filosofía, y se dedicaría a conjugar estos dos campos. En 1970 la Fundación comienza a publicar la revista Quirón de Medicina y Humanidades Médicas, primera en dicho campo y que se editaría con regularidad durante tres décadas bajo la dirección de J.A.Mainetti.

En 1972, también bajo la dirección de éste, la Fundación crea el Instituto de Humanidades Médicas, pionero en Argentina y América Latina, y dedicado a investigaciones, educación y publicaciones en un área que comparte, como en otros países, una proximidad transicional con la bioética. Se trataba de la vinculación de la historia y la filosofía, la pedagogía y el derecho, y el humanismo en general, con la medicina y la salud. Mainetti despliega una enorme actividad en el país y en la región, y se vincula internacionalmente con los diversos centros que entonces trabajaban en humanidades médicas y en bioética. El giro fuerte desde las primeras a la última lo realiza en los ochenta y desde entonces y en adelante ya concentraría sus esfuerzos en la bioética. En 1987, en la Fundación se crea el Centro de Bioética que progresivamente iría desplazando al anterior Instituto de Humanidades Médicas.

A mi regreso a Argentina en 1986 me incorporé a la Cátedra de Humanidades Médicas de la Facultad de Medicina (UNLP), creada en 1980 y bajo la titularidad de J.A.Mainetti, en el área de epistemología médica. Al año siguiente la Fundación puso en funcionamiento el Centro Oncológico de Excelencia (COE) en Gonnet y en el edificio del mismo se instaló el Instituto de Humanidades Médicas y el nuevo Centro de Bioética, y se creó el comité de ética del COE que integré como uno de sus miembros. Ya en ese año de 1987 comencé a trabajar y disertar sobre algunas cuestiones de bioética.

En 1989 asistí al curso intensivo de bioética en el KIE y visité distintos centros de bioética en los Estados Unidos como el Hastings Center, el departamento de bioética de la Cleveland Clinic, la Universidad de Wisconsin-Madison, el Centro de Bioética Clínica de la Universidad de Chicago y la iniciativa en bioética que desarrollaba la Organización Panamericana de la Salud en Washington. En el Boletín de la OPS publiqué entonces, con Mainetti, el artículo Los comités hospitalarios de ética, primer trabajo regional en la materia. A mi regreso dirigí el primer curso de comités hospitalarios de ética. Y a final de año presenté a la Fundación Mainetti el proyecto de creación de la Escuela Latinoamericana de Bioética (ELABE) que pasaría a dirigir hasta 1999.

La actividad de la Escuela fue inmensa. En 1990 se convocó el primer curso internacional de bioética, de nueve semanas intensivas de duración, en el que se formaron profesionales de distintos En mi caso, graduado en medicina en 1974 en países de la región, con docentes internacionales. la Universidad Nacional de La Plata, inicié mis estudios en historia, filosofía y humanidades en Esos cursos se siguieron impartiendo anualmente España a partir de 1977. Mi referente mayor fue y fueron la mayor propuesta educativa que durante varios años tuvo Argentina y nuestra el filósofo Gustavo Bueno, que enseñaba en Oviedo, y se dedicaba especialmente a teoría de región. En 1994 se realizó en Buenos Aires el II Congreso Mundial de Bioética convocado por la la ciencia. Mi participación en las actividades Asociación Internacional de Bioética bajo mi convocadas por su grupo de trabajo se orientó hacia la indagación sobre los fundamentos del presidencia y puede considerarse a esa convocatoria como la introducción plena de la conocimiento médico. bioética en América Latina.

¿CÓMO VE LA SITUACIÓN ACTUAL EN LA ARGENTINA RESPECTO AL DESARROLLO DE LA BIOÉTICA? ¿HACIA DÓNDE SE DIRIGE? La bioética en la Argentina, aunque desde sus orígenes se ha difundido ampliamente, no ha terminado de superar su origen voluntarista. Esto significa que no se termina de observar un firme compromiso institucional a nivel gubernamental o de los establecimientos de salud por ejemplo.

En el mejor de los casos se consigue desarrollar y dar continuidad a actividades educativas. Las investigaciones y publicaciones son escasas. A nivel nacional o provincial no se observa la introducción regular de comisiones de bioética activas y bien capacitadas para su tarea. Si en algún área hubo una situación ligeramente distinta fue en las investigaciones en salud, específicamente en los ensayos clínicos con medicamentos y debido a la necesidad de la industria farmacéutica de que sus protocolos sean revisados por comités de ética de la

investigación. En ese sentido se han configurado comisiones centrales al efecto, pero su función corresponde más a una burocratización de la ética en favor de una facilitación de los estudios más que a una responsable protección de los derechos de las personas que participan en esas investigaciones. Actualmente, el Ministerio de Salud ha conformado una comisión asesora en ética y derechos humanos frente a la pandemia, que abre camino al romper, de algún modo, con esa tradición.

Pero la tendencia ha sido hacia la burocratización o hacia la falta de apoyo y compromiso con los supuestos esenciales de una ética que estudie, delibere y reflexione sobre los problemas éticos, legales y sociales de la medicina y el campo de la salud en general, así como de la problematización introducida por el desarrollo científico-tecnológico y las nuevas formas de vida en sociedad.

¿CUÁLES SON LOS MAYORES OBSTÁCULOS A SUPERAR PARA LA APLICACIÓN DE LA BIOÉTICA, TANTO CLÍNICA COMO DE LA INVESTIGACIÓN? Los mayores obstáculos se encuentran en la falta de compromiso institucional, gubernamental y de los establecimientos de salud y otros espacios en los que emergen problemas de la bioética. Esa falta de compromiso significa que no se reconoce y otorga la debida autoridad a comités y comisiones de bioética funcionando en sistema, ni a los programas de investigación y desarrollo relacionados con la bioética. Los organismos gubernamentales no ofrecen el suficiente acceso público a la información, por ejemplo en el caso de las investigaciones en salud. No se disponen programas de capacitación en bioética financiados a nivel gubernamental. La CABA exige una formación previa y una actualización posterior de los miembros de un comité en materia de bioética de la investigación, pero no existe un curso específico para tal fin que sea impartido por el Ministerio de Salud con todas las facilidades para que esos miembros se

capaciten. Ni tampoco se facilita la formación de esos miembros en otro tipo de actividades educativas. A nivel gubernamental se sigue apelando al esfuerzo voluntarista individual o de cada institución. En la bioética clínica también se observa la falta de capacitación. La evaluación de un caso clínico como la de un protocolo de investigación, es de una gran complejidad y quienes trabajan en bioética deben tener una formación capaz de comprender razonablemente la información técnica propia del caso o estudio, y sumar a ello una lectura normativa de los alcances que tiene esa información en perspectiva ética, legal y social. En la medida en que la bioética se siga dejandolibrada a los esfuerzos individuales, su planificación, desarrollo y evolución estará condenada a fracasar. Sólo la conciencia y compromiso institucional, con la voluntad individual que desde los orígenes de la bioética en la Argentina ha sido numerosa, es lo que asegurará que se termine de consolidar una cultura bioética.

Entrevistaron: Dr. Eduardo Darío Beccar y Dr. Eduardo Piluso. (Médicos, Área bioética de Fundación Jaime Roca).

ENTREVISTA 3 DRA. MARÍA LUISA PFEIFFER

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La siguiente es una entrevista a la Dra. María Luisa Pfeiffer, Licenciada en Filosofía, Facultad de Filosofía Universidad del Salvador, Buenos Aires, 1962-1967, Doctora en Filosofía, Université de Paris (Sorbonne), Paris, Investigadora del CONICET, miembro de BIO&SUR, integrante del Comité de bioética del Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires. ¿CUÁL ES A SU CRITERIO, LA DEFINICIÓN CORRECTA DE ESTA DISCIPLINA? ¿O CAMPO DE CONOCIMIENTO? Definir tiene dos razones, una dar una identidad y otra poner límites. Su identidad es no ser una disciplina, pues si bien es cierto que requiere reflexión, lectura y búsqueda (no me gusta hablar de investigación para que no se la convierta en una ciencia, no lo es) que permite conocer a otros que hacen bioética y lo que piensan y proyectan, permite la creación de propuestas y la generación de respuestas teóricas y sobre todo prácticas, no lo hace como una disciplina en tanto y en cuanto no debe

seguir pasos formales para conseguir su objetivo sino que debe acudir a todo lo que pueda promover un juicio ético respecto de lo que es bueno y lo que es malo. Pero además la bioética exige de quien la ejerce comprometerse con acciones, con conductas, con adhesión a movimientos y diligencias que promuevan la restauración de derechos perdidos. En cuanto a sus límites se vienen corriendo a medida que se corren las violaciones a la vida en todas sus manifestaciones.

¿CUÁLES SON SUS OBJETIVOS Y LÍMITES? Creo que está respondido en la pregunta anterior, sus objetivos son fundamentalmente éticos, es decir responder a las preguntas por qué y para qué con responsabilidad, exponiendo la respuesta al juicio de la sociedad y la historia,

respetando el reclamo de ambas para que se reconozca la dignidad humana y de toda vida; y su límite todo lo que afecte a la vida humana y no humana, incluso a la tierra que está en el origen de toda vida.

¿CUÁLES FUERON LOS ORÍGENES DE LA BIOÉTICA EN LA ARGENTINA Y QUÉ LA ATRAJO PARA DEDICARLE SUS ESFUERZOS? La Argentina fue una de las pioneras en el desarrollo de la bioética en América Latina.

Comenzó a conocerse gracias a José Alberto Mainetti y su Escuela Latinoamericana de Bioética (ELABE), en La Plata (Pcia de Bs. As.) donde, junto con su primer director Juan Carlos Tealdi, invitaron a todos los popes de la Bioética en los años 80-90. Allí se fueron formando los que luego serían promotores de la bioética en todo el país, creando comités de Bioética. El II Congreso Internacional de Bioética en 1994, organizado por ellos, fue un acontecimiento en toda la región por el nivel de los invitados y las ponencias. Aunque yo ya conocía a Mainetti

desde la filosofía y había trabajado con él y la Dra. Rovaletti en una investigación sobre el tema del cuerpo, ese congreso fue para mi una revelación porque allí se aunaban mis más profundas vocaciones filosóficas, las que tienen que ver con la corporalidad como realidad unificadora del ser humano, y la ética como el modo de relación con los otros cuerpos, los otros seres humanos y no humanos. Las diferentes dimensiones fenomenológicas de la corporalidad humana fueron y siguen siendo mi principal interés filosófico y fueron ellas las que me acercaron a Mainetti y su obra y luego a la bioética que no puede prescindir de ellas.

¿CÓMO VE LA SITUACIÓN ACTUAL EN LA ARGENTINA RESPECTO AL DESARROLLO DE LA BIOÉTICA? En Argentina, como en muchos otros países la bioética tiene un fuerte sesgo de ética médica, precisamente lo que Potter rechazaba. El hecho de haber tenido un gran protagonismo para conseguir que se instauraran en los hospitales comités de bioética primero y comités de ética de la investigación después, la fue dejando sometida a tratar cuestiones que sin negar su importancia, son sólo un aspecto de lo que debe tratar la bioética. Fue recién a partir de la Declaración Universal de Bioética y Derechos Humanos, que empezó a cambiar esta perspectiva en algunos centros de estudio.

La Argentina, y varios países de América Latina con sus representantes, tuvieron un rol fundamental en el hecho de que esa declaración dejara su orientación tecnológica y médica y pasara a incorporar cuestiones que tienen que ver con la antropología, la filosofía, la sociología, la política, la ecología, la psicología, la nutrición.

Fue la intervención de América Latina la que cambió el nombre de la declaración agregando

a los derechos humanos y la que incorporó artículos como el 14 donde la bioética adquiere la dimensión de debe tener. Sin embargo, si miramos las actividades que se hacen en bioética los cursos, las maestrías, veremos que la cuestión médica sigue preponderando, que se propone introducir cursos y comités de bioética en hospitales y en carreras de medicina, que en las carreras de filosofía la bioética no existe, tampoco en sociología o nutrición o ciencias políticas o antropología, sin hablar de carreras tecnológicas cuyos aportes son hoy más que considerables para cambiar la vida de los pueblos. Sumemos a ello que la problemática preponderante es la intervención mediante los CEIS en protocolos de investigaciones biomédicas, aunando alrededor de este problema las intervenciones nacionales e internacionales de nuestros bioeticistas más reconocidos. Todo esto es un signo notorio de que la medicina sigue aún escribiendo la agenda de la bioética argentina y basta ver su interrogatorio. Este responde sin duda a las inquietudes que manifestaría cualquier persona frente a un bioeticista.

¿HACIA DONDE SE DIRIGE? Es una pregunta difícil de responder. El deseo que sí podría expresar es que me gustaría que los bioeticistas, no solo argentinos sino latinoamericanos recordaran que su razón de ser es la de involucrarse en toda problemática en que la vida del hombre esté en juego. Y eso no acaba con el aborto y la eutanasia, sino que esas cuestiones, sumamente importantes sin duda, sólo atañen al comienzo y el fin de la vida, y en el medio hay muchas cuestiones tanto o más importantes de que debería ocuparse la bioética, no sólo a nivel médico sino a todo otro nivel que no vemos sean abordados o que lo son de manera teórica, cuando la bioética, como toda

ética debe ser práctica y terminar en acciones, opiniones, y recomendaciones políticas. Es verdad que la medicina tiene hoy muchas respuestas que dar a los planteos bioéticos, ya que aún se mantienen viejas prácticas dominantes de parte de ella que causan daño y no podemos hacer oídos sordos a estas problemáticas, pero lo que debe preocupar y ocupar a la bioética es la salud en un sentido integral, propiciar, reclamar, mostrar, las condiciones para que los hombres vivan saludablemente, lo cual significa que puedan vivir bien, a su manera cada pueblo, cada cultura, pero que puedan calificar de buena su vida.

¿CUÁLES SON LOS MAYORES OBSTÁCULOS A SUPERAR PARA LA APLICACIÓN COTIDIANA DE LA BIOÉTICA, TANTO CLÍNICA COMO DE LA INVESTIGACIÓN? Creo que algunos reclamos de derechos de los pacientes hechos por la bioética a lo largo de estos años han sido escuchados y aceptados por parte de algunos equipos de salud, en el sentido de procurar hacer más amable la atención, más holística inclusive, prestar más oídos al enfermo, en algunos casos incluso solicitar un auténtico consentimiento y respetar la voluntad del paciente aunque no coincida con la del médico. Pero aún falta mucho para que sean prácticas realmente incorporadas a la atención de la salud y no se confunda ésta con la atención a la enfermedad.

Mucho más se nota esta carencia cuando se hace investigación con pacientes, en este último caso la interferencia de intereses comerciales es muchas veces más poderosa que cualquier ética, incluso al interior de comités de ética de la investigación. Esa interferencia es a menudo disimulada tras enunciados de libertad de investigación o necesidad de progreso en la farmacología permitiendo, tras argumentos que parecen respetar los derechos, la preponderancia de intereses comerciales sobre los de los pacientes que deben probar nuevas drogas o tratamientos.

Hemos visto esto en acción en la actualidad en el transcurso de la pandemia, donde no importa probar medicamentos y vacunas con poca o ninguna evidencia científica de beneficiar a los pacientes, donde la urgencia es la excusa para respaldar a la industria farmacéutica, donde el hacer daño queda oculto y justificado por la amenaza de muerte de la enfermedad.

En la práctica clínica el obstáculo mayor es una concepción cultural que considera al profesional por encima del hombre común y por consiguiente considera que el médico sabe más sobre el sufrimiento del paciente que el mismo paciente y que por ello tiene todas las respuestas. En investigación la injerencia de los intereses comerciales es el mayor obstáculo así como la falta de compromiso de los estados en la defensa de los derechos de quienes son utilizados como probandos en las investigaciones biomédicas y farmacológicas. La carencia de leyes o leyes que favorecen directamente a las empresas o dejan en un limbo las cuestiones decisivas, son el mayor obstáculo que enfrenta la bioética en este campo.

COINCIDE EN QUE DURANTE 2020 SE PUEDE CONMEMORAR EL CINCUENTENARIO DEL NACIMIENTO DE LA BIOÉTICA? Si, siempre es bueno recordar los comienzos de las buenas iniciativas históricas para recuperar el espíritu de quienes las pusieron en marcha.

A MODO DE CONCLUSIÓN AGREGUE LO QUE CREA IMPORTANTE Y QUE NO HAYA SIDO INCLUIDO EN EL CUESTIONARIO No creo que tenga nada que agregar más que mi agradecimiento a los Dres Beccar y Piluso por su empuje y aliento como responsables del área de bioética en la Fundación Roca para promover el conocimiento de la bioética y ponerla al

alcance de la población, organizando mesas redondas, conferencias, publicaciones y sobre todo el único premio de bioética existente en nuestro continente.

Entrevistaron: Dr. Eduardo Darío Beccar y Dr. Eduardo Piluso. (Médicos, Área bioética de Fundación Jaime Roca).

ENTREVISTA 4 DRA. FLORENCIA LUNA

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La siguiente es una entrevista a la Dra. Florencia Luna, Doctora en Filosofía (UBA), Master of Arts (Columbia University), Investigadora Independiente del CONICET, Directora del Programa Bioética (FLACSO-Argentina). ¿QUÉ ES LA BIOÉTICA?¿CUÁL ES A SU CRITERIO, LA DEFINICIÓN CORRECTA DE ESTA DISCIPLINA O CAMPO DE CONOCIMIENTO? En general, utilizo la definición que da la Enciclopedia de Bioética Reich que dice que es el estudio sistemático de la conducta humana en el campo de las ciencias biológicas y la atención de la salud, en la medida que esta conducta se examina a la luz de valores y principios morales.

Uso esta definición porque me parece de mayor alcance a como habitualmente se considera la bioética. Tiene que ver con las ciencias biológicas y la atención de la salud. Es bastante amplia y además, pone el peso en la reflexión moral: “a la luz de valores y principios morales”. Me parece que esto es fundamental.

Respecto del alcance también tiene una propuesta interesante. Abarca desde cuestiones que tienen que ver con la ética médica y de profesiones afines, con la salud mental, relación médico-paciente, eutanasia, aborto, hasta investigaciones biomédicas que involucran otros tipos de cuestiones. Incluye cuestiones “macro”, que tienen que ver con la salud pública

– por ejemplo, todo lo que estamos viviendo actualmente con la pandemia – y también cuestiones ambientales, experimentos con animales, cómo tratarlos, cómo aprobar investigaciones de este tipo, cuáles son sus derechos. O sea que me parece que el registro es bastante amplio. Eso no quiere decir que después cada persona interesada, cada académico elija trabajar en alguno de estos ámbitos. Yo me dedico a todo lo que tiene que ver con el ser humano, con la medicina, el ejercicio de la medicina, la ética de la investigación.

Pero es una elección personal. Otras personas trabajan la bioética desde un ángulo mucho más “macro”, que tiene que ver más con derechos ambientales o toda una línea que trabaja sobre experimentos con animales. De hecho, uno de los iniciadores de la bioética, Peter Singer, es uno de los grandes defensores de la ética con los animales y ha escrito numerosos trabajos y libros sobre esta cuestión.

¿CUÁLES FUERON LOS ORÍGENES DE LA BIOÉTICA EN LA ARGENTINA Y QUÉ LA ATRAJO PARA DEDICARLE SUS ESFUERZOS? Respecto a cuáles fueron los orígenes de la bioética en la Argentina, creo que un precursor y una de las personas que empezó a trabajar de manera inicial en la bioética fue el Dr. Jośe Mainetti, en La Plata. Indudablemente fue el Dr. Mainetti el que en ese momento empezó

y trajo gente de EEUU y de distintas partes del mundo para reflexionar sobre estos temas.

Tenía una revista que era de humanidades médicas, pero con especial preocupación por la bioética.

¿CÓMO VE LA SITUACIÓN ACTUAL EN LA ARGENTINA RESPECTO AL DESARROLLO DE LA BIOÉTICA? Yo creo que es un campo bastante desarrollado, hay varios centros de investigación y varias propuestas académicas. Así, nosotros en Flacso tenemos una maestría, somos un centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud, de la Organización Panamericana de Salud, tenemos distintos proyectos, pero también

los hay desde otras instituciones y desde otros lugares. A veces lo que se percibe es falta de espíritu democrático y de posibilidad de diálogo.

La defensa de posiciones muy extremas en distintas áreas. Pero bueno, soy una optimista y pienso –y espero- que iremos avanzando.

¿HACIA DONDE SE DIRIGE? Lo que vemos es que empieza a haber un mayor conocimiento de que es una disciplina que es importante. De hecho el Ministerio de Salud de la nación llamó a formar una comisión ad hoc para el tratamiento de la pandemia, hay varios comités regionales de ética de la investigación, el Comité Nacional de Ética en la Ciencia y la Tecnología (CECTE), también hay uno sobre innovaciones y medicina regenerativa, es decir

que va tomando bastante recorrido respecto de la ética de la investigación, cuestiones de salud pública, la formación de comités, así que yo creo que en estos años la bioética en la Argentina ha empezado a tener mayor lugar, y eso es importante. Ahora sería también importante que vaya permeando a la persona común, al médico o médica a investigadores, etc…

¿CUÁLES SON LOS MAYORES OBSTÁCULOS A SUPERAR PARA LA APLICACIÓN COTIDIANA DE LA BIOÉTICA, TANTO CLÍNICA COMO DE LA INVESTIGACIÓN? Yo creo que actuar éticamente es muy difícil.

Todos tenemos que vencer muchas veces nuestros auto-intereses, o lo que más nos conviene, para actuar éticamente. Eso es un gran obstáculo. Pero además somos un país

bastante anómico, nos cuesta respetar las normas, así que eso también conspira en la aplicación cotidiana de la ética. No se valora al que cumple… Respecto de la aplicación de la ética a la clínica como a la investigación, yo creo

que eso se va logrando con mayor educación, con la toma de conciencia. Pero tampoco se puede hacer de manera obligatoria. Para generar cambios uno tiene que ir generando, promoviendo la importancia de tener reflexiones bioéticas Las personas tienen que ir desarrollando esa sensibilidad en el ámbito clínico, por ejemplo, para poder adoptarlas, de lo contrario no tiene mucho sentido. Aunque los obliguemos a tomar no sé cuántos cursos en la universidad. No lo van a hacer. Y en el caso

de la investigación, me parece que lo que hay que hacer es formar a todos los miembros que están en comités de ética seriamente, para que sepan cómo analizar protocolos de manera clara … establecer un sistema de ética en investigación en los cuales estén formados los comités de ética pero también los investigadores, es decir que todos aquellos que vayan a participar de una investigación tomen conciencia de lo que están haciendo, de la importancia que esto tiene y como llevarlo a cabo de manera ética.

Entrevistaron: Dr. Eduardo Darío Beccar y Dr. Eduardo Piluso. (Médicos, Área bioética de Fundación Jaime Roca).

ENTREVISTA 5 DR. GERARDO PERAZZO

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La siguiente es una entrevista al Mg. Dr. Gerardo Perazzo, Coordinador del Instituto de Bioética de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica Argentina, Director del Comité de Bioética de la Sociedad Argentina de Urología, Vicepresidente de la Sociedad de Ética en Medicina (AMA), Tesorero de la Federación Latinoamericana y del Caribe de Bioética (FELAIBE).

¿CUÁL ES A SU CRITERIO, LA DEFINICIÓN CORRECTA DE BIOÉTICA? ¿ES UNA DISCIPLINA O UN CAMPO DE CONOCIMIENTO? De las múltiples definiciones más o menos integrales que se han planteado en estos últimos 50 años, me quedo con la publicada en la Enciclopedia de Bioética de Reich (tercera edición de 1995), en donde este autor modifica la original del 1978 y desarrolla la siguiente definición “El estudio sistemático de las dimensiones morales –incluido el enfoque moral, las decisiones, las conductas, los criterios, etc.- de las ciencias de la vida y de la salud, con el empleo de una variedad de metodologías éticas en un planteamiento interdisciplinar”.

En su Manual de Bioética Elio Sgreccia comenta que “en esta definición, el objeto material de la

bioética se amplía a todas las dimensiones morales, que incluyen las conductas sociales y las decisiones políticas; en este sentido la definición es más completa. Además ha cambiado el objeto formal de la bioética, dado que esta ya no es examinada a la luz de valores y principios morales, sino <a través de una variedad de metodologías éticas>. Con esta afirmación Reich quiere eliminar el error generado en años anteriores, a saber, que los principios fueran exclusivamente los sostenidos por Beauchamp y Childress y, fundamentalmente, desea abrir la puerta al pluralismo ético.”

Con este criterio amplia el campo de conocimiento definiendo una disciplina completa.

¿CUÁLES SON SUS OBJETIVOS Y LÍMITES? La bioética recibe su estatuto epistemológico, su parte teórica e incluso su fundamentación del saber ético; los problemas le son aportados a la bioética por las ciencias de la vida y su análisis y resolución se realizan mediante una metodología interdisciplinar. Por lo tanto su fundamentación es filosófica: es la ética filosófica la que soporta teóricamente la bioética, la que aporta la estructura de la fundamentación de la misma.

La bioética se caracteriza por intentar analizar y resolver los problemas morales que surgen en las ciencias de la vida y el cuidado de la salud.

Por lo tanto el campo de acción es justamente todo lo que atañe al cuidado de la salud y la vida, no es solamente el concepto desarrollado de dilemas médicos determinados, sino que va más allá, en lo que denominamos Bioética Global.

¿CUÁLES FUERON LOS ORÍGENES DE LA BIOÉTICA EN LA ARGENTINA Y QUÉ LO ATRAJO PARA DEDICARLE SUS ESFUERZOS? Es clásico el conocimiento de la introducción de la Bioética en la ciudad de la Plata a través del Profesor Mainetti en su escuela de Humanidades, acompañado de muchos maestros que compartieron desde el inicio en la Argentina esa experiencia, como por ejemplo el Dr. Tealdi y otros.

Posteriormente se fueron formando otras escuelas como la del Profesor Hugo Obliglio, continuada por Monseñor Alberto Bochatey en la UCA.

Desde mis tiempos de estudiantes y los primeros años de ejercicio profesional, experimenté distintas circunstancias sobre la atención profesional, cada vez más deshumanizada, pero he tenido la suerte de conocer y trabajar con un grupo de colegas de distintas especialidades que sostuvieron esa inquietud, donde la preocupación bioética era parte de la atención diaria.

¿CÓMO VE LA SITUACIÓN ACTUAL EN LA ARGENTINA RESPECTO AL DESARROLLO DE LA BIOÉTICA? ¿HACIA DONDE SE DIRIGE? Realmente en todos los foros que me ha tocado actuar se nota un interés profesional por entender la importancia de la necesidad de incorporar los conceptos clásicos de la bioética, en el sentido práctico médico y no en el sentido bioético global.

Hay un desarrollo de programas de estudios de distinta intensidad y desarrollo: cursos, diplomaturas, especializaciones y maestrías, presenciales y a distancia. Y la incorporación en los planes de estudios de postgrados y especializaciones distintas.

La bioética práctica es necesaria para el desarrollo de la actividad médica hoy, en todo

lo referente a la aplicación médica, pero también en la gestión, transformándose en un valor necesario. Pero a mi criterio todavía falta que se integre como en toda sociedad plural los distintos integrantes de las corrientes bioéticas vigentes, esto es la visión Principialista, la de Derechos Humanos y la Personalista. Cada una de ellas tienen representantes destacados y en algunas ocasiones comparten espacios de discusión o cátedras, pero es necesario que sea sistemático. También hay muy escaso trabajo sobre Bioetica Global, incluyendo otras disciplinas en forma integrativa.

¿CUÁLES SON LOS MAYORES OBSTÁCULOS A SUPERAR PARA LA APLICACIÓN DE LA BIOÉTICA, TANTO CLÍNICA COMO DE LA INVESTIGACIÓN? En Ética de la investigación es necesario que las políticas de armonización internacionales lleguen a todos los espacios de impacto, por ejemplo actualmente hay algunas diferencias de criterio entre la Ciudad de BsAs y el Ministerio Nacional.

Es importante que los procesos legislativos integrales acompañen este desarrollo. Otra dificultad que aparece es la de los investigadores (y consecuentemente parte de la industria que financia la investigación) que equivocadamente piensan que los Comités de Ética ponen trabas a su desarrollo de investigación (la mayoría

piensa finalmente que los trabajos tienen mejor calidad).

En Comités de Bioética clínicos, el principal problema es la financiación del tiempo que se debe utilizar para su desarrollo; hasta ahora la mayoría funciona con el esfuerzo personal de los especialistas (más claramente en los privados).

En los hospitales públicos se da la circunstancia que luego de un auge de crecimiento hasta hace mas o menos 10 años, han ido decreciendo por el impacto y desarrollo de los Comités de Ética de Investigación (son los mismos cuadros formados).

Entrevistaron: Dr. Eduardo Darío Beccar y Dr. Eduardo Piluso. (Médicos, Área bioética de Fundación Jaime Roca).