MANIFIESTO En Santiago de Chile, entre el 14 y 18 de marzo del 2019, se ha realizado el primer Encuentro Latinoamericano de la Sociedad Civil y Personas en Situación de Calle -ENLACALLE-, cuyo objetivo ha sido impulsar un referente regional para abordar esta realidad. Con la participación de organizaciones de México, Costa Rica, Colombia, Ecuador, Brasil, Perú, Uruguay, Argentina y Chile, hemos acordado lo siguiente: En el contexto de profundización neoliberal en Nuestra América Latina, se reproducen, acentúan y perpetúan los procesos de exclusión social. La problemática de las personas en situación de calle es una de las máximas expresiones de la desigualdad e injusticias provocadas. Por ello, nos manifestamos a favor de los derechos de todos los compañeros y las compañeras en situación de calle, por lo que alentamos las luchas y organización conjunta en todo el continente para ponerle punto final a esta deshumanización. Nos preocupa que este sistema continúa generando empobrecimiento, especialmente en sus ciclos económicos recesivos que agudizan cada vez más la pobreza y la exclusión, convirtiendo a la calle en la única alternativa posible para vastos sectores de la población. Cada vez es mayor la cantidad de personas que se ven obligadas a dejar sus territorios y a trasladarse a nuevas ciudades, incrementando la situación de calle y, con ello, violentando el Derecho a la Ciudad y a la Vida Digna. Ante lo expuesto, en un escenario donde se consolidan políticas del déficit, y las ciudadanas y ciudadanos en situación de calle son colocadas/os en el lugar de la carencia y la invisibilidad, nosotras y nosotros anteponemos una noción de abundancia: abundancia en nuestra América morena de recursos, inteligencias, herramientas comunicacionales y logísticas, pensamientos, prácticas, sueños y esperanzas, desde la que nos proponemos seguir avanzando con pasos firmes. Posicionamos el entendimiento y abordaje de la situación de calle desde una perspectiva de Derechos Humanos en relación a una vida digna y libre de violencias, dejando de lado los enfoques más clásicos basados en la caridad y el asistencialismo. Luchamos por la dignidad, el respeto y los cuidados de la vida, por lo que es necesario colocar el tema de la situación de calle en las agendas públicas. Trabajamos contra la vulnerabilización y todas las violencias ejercidas desde los malos gobiernos, la criminalización, el encarcelamiento sistemático, el encierro forzado, la estigmatización por el consumo de sustancias, la discriminación que ejercen las instituciones de alojamiento, la violencia policíaca y de los grupos paraestatales y neofascistas que coexisten con redes de narcotráfico y explotación sexual. Nos sentimos parte de las luchas sociales y polìticas de Nuestra América Latina. Y con ello, nos vemos ligadas/os a los movimientos feministas, por la Salud Mental, indigenistas, de migrantes, LGTBQI, de trabajadoras/es, de pobladores/as y de las personas con discapacidad, entre otros. Nos pronunciamos contra todo tipo de discriminación a niño/as, adultos/as mayores y a todo grupo vulnerado por el sistema capitalista, patriarcal y racista.