ENERO 13 DE 2012
EL SONIDO DE LAS AMÉRICAS
EL PENTAGRAMA
No 8
Notas del Cartagena VI Festival Internacional de Música
Hoy a las 10:00 p.m. en la Plaza San Pedro, Maracatu Nação Pernambuco, ensamble tradicional de Brasil. Este grupo de 19 intengrantes es hoy una sintesis cultural del nordeste de Brasil. Con este concierto finalizan las noches mágicas del Sonido de las Américas. Transmisión en directo por Señal Colombia..
UNA DEDICACIÓN AL MUNDO DEL ARPA Por Juan Manuel Vásquez
La arpista María Luisa Rayán - Forero se le mide con su instrumento a evocar melodías de Lucho Bermúdez y Joe Arroyo
D
urante la segunda guerra mundial, cuando Victor Salvi prestaba servicio para la marina de Estados Unidos, inició sus estudios en la creación de arpas y emprendió lo que sería una destacada carrera como fabricante de este instrumento. El primer arpa se fabricó en 1954 en un sótano en Nueva York y un año después, Salvi regresó a su pueblo de origen en Villa María, cerca de Génova, Italia, para reunir a un grupo de artesanos locales y fundar Salvi Harps, la marca que revolucionó la construcción del instrumento durante el último siglo. Hoy en día, el arpa hace parte del festival y tiene un lugar especial en él, siendo el instrumento elegido para el motivo de la sexta edición, El Sonido de las Américas. A cargo del joven compositor colombiano
invitado Nicolás Prada, se compusieron 3 piezas que comisionó la Fundación Salvi con el ánimo de recrear obras folclóricas colombianas. Las obras “Colombia Tierra Querida”, del compositor Lucho Bermúdez, “La Mucura”, de Cresencio Salcedo y “A mi dios todo le debo” de Joe Arroyo, fueron las obras elegidas para ser reinterpretadas por Nicolás y ser adaptadas para arpa. “Es la primera vez que compongo para arpa y para estas obras tuve un proceso de autoaprendizaje” dijo el compositor, quien tuvo que escribir la partitura teniendo en cuenta las limitaciones del arpa frente al piano. “La idea era recrear las obras pero aportándole ideas nuevas, manteniendo un balance entre lo que quiero yo como compositor y lo que creo que le gustaría al público”, afirma. Reunido con la arpista argentina María Luisa Rayán-Forero en la capilla del hotel Santa
Teresa para un ensayo, Nicolás observaba atento la ejecución de la obra antes de presentarla al público por primera vez. Nicolás mira con atención y luego hace algunas observaciones y comenta sobre algunos detalles, los cuales María Luisa agrega a la obra para tocarla como quiere el compositor. La capilla vacía, con una tenue luz que entra por la ventana y el sonido del arpa que ocupa el recinto, tiene una magia especial. Por primera vez suena la composición de Nicolás, que cobra vida en las manos de la arpista y renueva el folclor de nuestro país. “Con toda su juventud y todo su rigor, Nicolas asumió la composición de estas obras” dijo la presidenta de la Fundación Salvi, Julia Salvi. “Las obras son muy buenas. Va a ser una dedicación al mundo del arpa”.