lo exige el código mosaico. (Nótese la contradicción de su Ley con las órdenes xenófobas, contenidas en Deuteronomio y en Josué, supuestamente ordenadas por Dios).
Intenté explicar por qué esa presentación –de feroces combates con vecinos - , no ajustada a la verdad, fue de la conveniencia de las castas sacerdotales-terratenientes que narraron Tanaj, luego Talmud y los escribieron siglos después. . Los israelitas recurrieron a guerras de defensa –no para usurpar territorios ajenos, sino para defender los suyos - con el ejemplo por excelencia de David contra un “Goliat” al frente de los “phulesti”. El movimiento de liberación contra los imperios de Egipto, Babilonia y Asiria; las guerrillas macabeas para enfrentar la dominación seleúcida; “las guerras de los judíos” que narra Josefo contra Roma; el enfrentamiento al colonialismo británico, la guerra de 1948 para expulsar seis ejércitos invasores se enmarcan –todas en guerras de defensa, las cuales contaron, -como en el Exodo- con el apoyo de otras naciones colonizadas y con el respaldo de los trabajadores del mundo. El primer sionismo, el que permitió el Exodo, es un magnífico ejemplo de sionismo para la coexistencia, con otras etnias-naciones esclavizadas que se alistaron en el movimiento de liberación acaudillado por Moisés. Desde esa época el sionismo desde afuera (Egipto, Babilonia y todas las diásporas posteriores) y desde el interior, contra todos los colonialismos, especialmente contra el romano, fue un sionismo que se propuso la coexistencia con conglomerados no judíos (“gentiles ”) contra la dominación. Los sionismos subsiguientes, contra imperios, colonialismos, segregaciones, persecuciones –tanto desde el “galut” (asentamiento) como desde el interior- se enmarcan 209