¿En colombia por qué dejamos matar?

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fred kaim torres

¿En Colombia por qué dejamos matar? Magnicidios/Genocidios, desde la conquista hasta los “Acuerdos de Paz” gobierno colombiano-Farc (2016)

Coedición Colombia México

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En Memoria: De todas las mujeres y hombres asesinados en Colombia para despojarlos de su pequeño terruño, resistir la opresión, persistir en sus ideas y combatir por lo que consideran justo. De las niñas y niños arrasados indiscriminadamente y de quienes reposan en fosas comunes, víctimas del Estado, del paramilitarismo, del militarismo y del “guerrillismo”

Coedición Colombia México

Primera edición, 2011; Segunda, 2015; Tercera, 2018 Hecho en Colombia / 2012 ISBN: 978-958-82-39-33-0

Carátula: “Señalados” Phanor Leon: Oleo/Acrílico; 70x100 cm/ 1960 Colección: Stela González de León

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¿En Colombia, por qué dejamos matar? Magnicidios/Genocidios, desde antes de la conquista hasta los “Acuerdos de Paz” gobierno colombiano-Farc (2016)

Contenido: Introducción p. 7-14: a) “Nosotros” y “los otros” p.7 b) La herencia universal: el ―Homo Magnicida” p. 9 c) Objeto de éste escrito p.13

1.- Indios bajo dominación de Indios (¿? -1536) (El Sol vence a la Luna) p.15-20

- Auge y magnicidios de Sie (“aguas”), de Chía o Huitaca (―Luna‖) y de .

Bachué (―Diosa‖). p.15

- La dictadura del Sol, la hegemonía patrilocal; la división de clases y el .

imperio de zaques, zipas y caciques. P.17

2.- Indios bajo dominación de blancos (1.499,…) p. 21-46 (Magnicidios/genocidios para forjar un nuevo orden económico)

- Primeros genocidios conquistadores. P.21 - “Vamos por oro pero nos quedamos con los Indios”; p,23 - La inquisición en América. p. 26 - El repartimiento, los desplazamientos forzados y el ―rescate‖; p.28 - La Encomienda y la Nueva Mita; p.31 - “La Gaitana”. P.38 - Los primeros“falsos positivos” (la ―antropofagia‖ de los nativos). P.42 - En peligro de extinción. P.44 .

3.- Negros bajo dominación de blancos y mestizos (1.502-s.XX) .

(De la trata a “la leguleyada”) p.47-56

- Orígenes de la trata negrera; p.47; - Trata, esclavitud y magnicidios/genocidios. P.49 - Cimarrones, palenques y escarmiento; p.51; - Las ―leguleyadas‖ P.53

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4.- Genocidios para atajar las economías propias (Siglo XVIII) ( O el dominio a los mestizos ) p.57-70

- ¿Una economía en transición? p.57 - Oro y nueva estratificación social p 60 - “Los comuneros”; p.62 - La primera república negra, Napoleón y el “Nuevo Código para las Indias‖: triple impacto en el ―Nuevo Reyno de Granada”. P.67 - Economía colonial: tapón hacia la transición industrial P. 69 .

5.- El poder de los magnicidios/genocidios y los genocidios/ magnicidios del Poder (Siglo XIX: Las oligarquías vencen a los libertadores. ) p.71-134 - Intentos emancipadores VS Economía Colonial. (1743-1810). p.71 - Ni “Patria”, ni “boba” (1810-1815). p.75 - ¿“Federalismo” y “Centralismo”?. P.78 - Genocidios para el acaparamiento de tierras. p.82 - Puñalada trapera contra la independencia y contra Nariño. P. 85 - Régimen del Terror (1815-1819). p.86 - Nariño y Bolívar. P 90 - ―La libertad cambió de traje: se transformó en Hacienda‖ p. 92 - Revolución evolutiva continental o postración nacional. p.95 - Algunos elementos del magnicidio-Bolívar p.99 - Colombia –y América Latina- bajo la “Doctrina Monroe”. p.103 - El terrorismo de esclavistas/terratenientes contra dos constituciones democráticas (1853/1863) p.106 - 1886…: Una República nada republicana. p.119 - Peculiar proceso de acumulación originaria del Capital p.121 - Colombia en la división internacional del trabajo. p.125 - Genocidios en la construcción del Ferrocarril en Panamá. P.129 - Masacres para una “Regeneración” p.130 .

6.- Surgimiento y evolución de las mafias (s XV -s.XXI…) (Desde la conquista hasta el narco-paramilitarismo) p. 135-146 - El Legado conquistador; p.135 - Contrabando de los ―anti-contrabandistas‖; p.136 - Piratería inglesa; p.138 - Dependencia: oportunidad para el narcotráfico. p.139 - Narcotráfico: oportunidad para otra escalada de dependencia; p.141 - Centro mafioso; periferia mafiosa. p.142 - La ―corrupción en sus justas proporciones‖. p. 144 - ―Cultura y violencia mafiosas‖ p. 144

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7.- Camino a la modernidad (Siglo XX) p. 147-208 (Tránsito magnicida/genocida del latifundio al capitalismo agrario) - Violenta acumulación y paramilitarismo. P.147; - Canal, y el magnicidio de la desmembración de Panamá. p.151; - Genocidios por exportación -.Ola de desplazamientos. P.155; - De la “Hegemonía Conservadora” a “La República Liberal”; de “La

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República Liberal” a la hegemonía oligárquica. p.172 - “Sangre y Fuego”. P.178; - Del Magnicidio Gaitán a la respuesta armada insurgente p.180; - Era del “Frente Nacional”. p. 191. - ´El “foco guerrillero”. P. 199 .

8.- ¿Del Estado del capital mafioso, al capitalismo-mafioso de Estado? (Fine s siglo XX y Siglo XXI) p. 209-235 - Era Post-Frente Nacional. ( Holocausto del Palacio de Justicia y el exterminio de la “Unión Patriótica” ) p.209

- El paramilitarismo de Estado del capitalismo mafioso. p. 217

- Era del ―Estado Social de Derecho”. P. 220 -El Estado colombiano, siglo XXI: parcialmente, reflejo del poder mafioso p. 224 .

9.-Los Acuerdos para la paz y la ofensiva de sus enemigos. (2016,. . .) P.231-235 - El negocio de la guerra en Colombia. P. 231 - Absolución a la criminalidad paramilitar, parte de la ofensiva derechista. P.232 -Guerrilleros y “guerrillos”· p.233 -Búsqueda de la paz p.234 - ―Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz etable y duradera‖, Gobierno colombiano-Farc p. 234 (Intoducción, a manera de Post-Facio: p. 412-417) Ocho Repúblicas p.236-237– La Primera República de Colombia

p. 238

(La bibliografía se señala con numeración continua, para cada capítulo y se incluye inmediatamente al término de cada uno.) ANEXOS : 239-410- Bibliografía de anexos al final de cada uno.

Bibliografía General, sin citas textuales: 411

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Primero masacraron indígenas y negros; como los criollos no lo eran, no dijeron nada. Luego, decapitaron a criollos comuneros, pero halagaron a varios de sus compañeros para que bendijeran el crimen. Un poco después a ―españoles/americanos‖, pero como sus familias aspiraban heredar tierras, minas, esclavos y crueldades, el conquistador reconquistó con vítores de bienvenida. Reemplazados los conquistadores por la aristocracia criolla, ésta extendió sus dominios en tieras y minas; sirvos y esclavos, con genocidios a indígenas y negros, pero muy pocos protestaron porque muy pocos –de la mayorías mestizas y mulatas - se identificaron con las víctimas. Las oligarquías dividieó al pueblo entre liberales y conservadores, pero éste consintió el genocidio de conservadores y liberales porque, en ambos casos, eran ―los otros‖. Continuaron fusilando huelguistas, pero como no fuimos huelguistas, dijimos muy poco. Dispararon, varias veces, contra las protestas estudiantiles, pero dejamos que aprovecharan el luto y utilizar la muchachada para su recambio partidista. Masacraron toda una organización -la ―Unión Patriótica‖-, porque eran comunistas, pero como nosotros no lo éramos, tampoco dijimos nada. Como no fuimos guerrilleros, no nos importó la feria de manos y cabezas para pagar recompensas. El Estado, el paramilitarismo, el militarismo y ―el guerrillismo‖, bombardearon poblaciones, varias veces, como Villarrica, Chaparral, Marquetalia, La Uribe, Tame, Mapiripan, Bojayá, Vigía del Fuerte, El Salado, Segovia,…, pero como no vivíamos allí, levantamos los hombros. Solo protestamos -aisladamente - ante los asesinatos de muchachos de barriada, con los ―falsos positivos‖, pero consentimos en el mantenimiento de una cierta ―Doctrina Militar‖. Nos acostumbramos a no decir nada,…¡hasta cuando matan a nuestras familias y nos secuestran, antes del crimen! (Intento de parodiar conocido poema de Bertold Brecht. Bbl 4, pag. 14.)

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¿En Colombia por qué dejamos matar? Introducción “Nosotros” y “los otros” - La herencia universal: el ―Homo Magnicida” (Causa y efecto del poder; el genocidio es magnicidio; escarnio, desaparición, persecución y cárcel; magnicidios a las conquistas de los trabajadores; los magnicidios del poder mediático) - Objeto de éste escrito

Exponer pasajes y paisajes de la historia colombiana que muestran como permanecemos impávidos -salvo muy pocas excepciones- ante tanto crimen, probablemente contribuya a responder la pregunta. La historia universal conoce horrendos genocidios en los que todo un pueblo levanta los hombros ante las masacres a minorías étnicas, nacionales o religiosas. Pero en Colombia, caso sui-genris de magnicidios/genocidios, no se trata de “minorías‖. Las víctimas hacen parte de las mayorías, ―mestizas, mulatas y tropicales‖: son los trabajadores manuales e intelectuales; los niños y ancianos, del campo y la ciudad

“Nosotros” y “los otros” El poder informático, el manejo estatal, la manipulación partidista, apoya la indiferencia, señalando a las víctimas como ―los otros‖. Así, en nuestras sociedades individualistas, desaparece la culpabilidad social. Separar a ―los otros ‖ de nosotros -verticalmente- es el método por excelencia del Establecimiento, para ejercer el poder horizontalmente, para no ser señalado por sus genocidios/magnicidios, para que la sociedad los bendiga y/o los ignore, para que sus crímenes permanezcan impunes. Proceso posible si se logra castrar el estado de conciencia que posibilita la autoconciencia. (―…de hecho, la autoconciencia es la reflexión, desde el ser del mundo sensible ‗‗percibido‖; es, esencialment e, el retorno desde el ser otro‖…/ Bbl 1, pag. 14).

Lograda la castración, el individuo puede ser empujado a conspirar contra “el otro‖ que, .en esas condiciones, le permitió una identidad,

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pero ―insoportablemente dolorosa‖, O, –mejor- introyectó una “no identidad‖ (Bbl 2, pag.-14) construyendo un Ser que se odia a sí mismo y, por tanto, un conspirador potencial contra la sociabilidad de su propio entorno, despersonalizándose, precipitando una escisión del propio Ser, psicotizándose, transitando por la obsesión, la depresión generalizada, los trastornos disociativos, la histeria, la paranoia (Bbl. 3a, pag. 14) Escindido, psicotizado, ―otro” deja de ser un referente de Ser humano. Queda convertido en “monstruo‖,…O, –como en Nueva Granada/Colombia-, ―radical‖, ―liberal‖, ―ateo‖, ―godo‖ ―indio‖, ―negro‖, y desde los 50, ―cachiporro‖, ―comunista‖, ―guerrillero”, o –de otro lado“contra-revolucionario” o “agente del enemigo”. ―La dialéctica de lo Mismo y del Otro, considerada ―ontológicamente‖, bajo la primacía de la identidad consigo mismo, organiza la ausencia del Otro en el pensamiento efectivo, suprime toda vrdadera experiencia de los otros, y cierra el camino para una apertura ética a la alteridad‖ (Bbl 3b, pag 14) Así, comienza el proceso: Primer paso: el poder. azuza odios y enfrenta a explotados y oprimidos entre sí, aprovechando las diferencias de etnias, religiones, regiones, culturas, banderas partidistas…, hasta psicotizarlos. Segundo paso: el individuo, ya psicótico, puede ser manipulado para que introyecte un cualquier ―otro‖, como ―su enemigo‖. El tercero consiste en pluralizar al pretendido ―enemigo” (―los” negros, “los” indios, “las” mujeres, “las” brujas, “los” homosexuales, “los” comunistas, “los” ateos, ―los‖ etc.). Con un cuarto paso, los detentores del poder se igualan -sólo publicitariamente y c on bendicioes sacerdotales - con sus desiguales. Con el quinto, consigue complicidad, de varios sectores poblacionales, para sus magnicidios/genocidios, tanto directamente, mediante la legalidad de sus cuerpos armados, como indirectamente con bandas ―al margen de la Ley‖. En ambos casos, con aplausos y/o silencios.. Resultado: el poder pluralizó -también- la enfermedad psicótica: la escisión del Ser individual desemboca a escisión del Ser colectivo, con una patología masiva. Se frota las manos con la extensión de la gran propiedad, del poder económico, político y militar, mediante la acción de bandas de borregos psicóticos armados (paramilitares, militares y ―guerrillos‖, que no guerrilleros) los cuales recorren el país sin reconocer

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que están asesinando al hermano y –con ello- fortaleciendo al capital, especialmente al terrateniente, al burocrático y al mafioso. Son sólo algunos elementos para intentar averiguar por qué dejamos matar. Por qué levantamos los hombros frente a los desplazamientos forzados y los genocidios, en los cuales las víctimas, a partir de la segunda mitad del s.XX en Colombia, desde antes y en el Frente Nacional, pero especialmente en las eras post FN y del llamado “Estado Social de Derecho‖, sobrepasan a la décima parte de la población (más de cuatro millones ). Comenzaron con indígenas, siguieron con esclavos, luego con criollos mestizos de las clases medias y continuaron con trabajadores manuales e intelectuales, encarcelando, torturando, desapareciendo a tribunos de la plebe y masacrando poblaciones. ¿Quiénes?: los brazos armados de la aristocracia de “españoles/americanos” y sus descendientes políticos y económicos. Dejamos matar, sin una severa y eficaz respuesta popular, porque ―el enemigo‖ siempre pertenece a ―los otros‖ y cuando nos colocan en el campo de los otros, ya es tarde para escapar a la condición de víctimas. (Bbl 4, pag 14). Es decir, hemos sido amaestrados para aceptar, como una normalidad ajena a nosotros –porque se trata de “los otros”-, desapariciones, desplazamientos forzados, secuestros, ―falsos positivos‖, genocidios, magnicidios, en los cuales incurren tanto el Estado, sus FFAA, monopolios trasnacionales y nacionales, los gobiernos, las oligarquías, las mafias, como -en no pocas ocasiones quienes se presentan como adalides de los humildes y de los explotados, con un perverso, prolongado e infructuoso esfuerzo armado.

La herencia universal: el “Homo magnicida” (Causa y efecto del poder - El genocidio es magnicidio - Magnicidio: escarnio, tortura, desaparición, persecución y cárcel - Magnicidios a las conqui stas de los trabajadores - Guerra contra el entorno ecologico - Los magnicidios del poder mediático)

Aunque, evidentemente, existe una peculiaridad colombiana en la aberración criminal, ella no hubiese sido posible sin la herencia universal. Dejamos – y nos dejamos - matar porque en nuestro espacio se dieron condiciones particulares (Lo intento mostrar en los ocho capítulos ). Pero también porque somos hijos del “homo magnicida”.

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Causa y efecto del poder. . En un proceso desde hace unos dos millones de años con el ―homo-habilis”, el uso de piedras, huesos y palos como herramientas, desemboca hacia armas de exterminio (Bbl. 5, pag. 14) Primero de animales, luego del semejante. ( O, ¿al revés?) Los magnicidios están presentes en casi todas las mitologías, pero reflejan la historia real y, probablemente, comienzan con una fase parricida. (Que, por extensión, incluye a hijos, hermanos y familiares cerc anos ). Un buen ejemplo nos lo da el antiguo Derecho Romano: el magnicidio sobre el hijo era consentido legalmente, mediante la permisible ―Sentencia Privada‖, privilegio del padre. En contrapartida, (el hijo se convertía en ciudadano sólo a la muerte de su padre), los magnicidios ilegales y contrarios a Derecho pero aceptables familiar y socialmente, fueron frecuentes y, hasta, bendecidos (Bbl.6, pag 14). Mito cultural y rito religioso se superponen: la historia de las monarquías es una historia repleta de magnicidios selectivos con los cuales, padres, hermanos, hijos, sobrinos se asesinan en procura del poder .(Bbl.7, pag 14) Sometimiento al semejante > magnicidios/genocidios > Conquista o/y perpetuación del poder, son tres eslabones inseparables. Así, aparece el magnicidio/genocidio como causa del poder. Pero también como su efecto, porque el mismo no se mantiene sin el dominio violento y la muerte de los competidores. Con la primera y segunda división del trabajo (entre hombres y mujeres y entre cazadores y agricultores ), los magnicidios cobran fuerza como causa y efecto del poder, en los albores de la división humana en clases sociales. En la leyenda popular, el poder es otorgado –en forma de unciones, coronas, bendiciones y promesas -, al más fuerte, como hizo Dios con el cazador Avel, contra el agricultor Caín; o como Zeus, contra la plebe, a través de su hijo/dios, Hermes (Dios del comercio y –al tiempo- de los ladrones, poseedor de “astutos pensamientos, cuatrero de bueyes, jefe de los sueños, espía nocturno‖, según himno de Homero, referido en “La Iliada”), es magnicidio: El magnicidio no es genocidio, pero el genocidio sí es magnicidio. Aunque el diccionario define el magnicidio como “muerte violenta dada a persona muy principal por su cargo o poder ”, en el contexto sociológico se extiende a quienes no tienen ―cargo o El

genocidio

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poder‖ formal. El magnicidio no se proyecta exclusivamente al dirigente: implica, además, a las masas masacradas, las que pasan a los fosas comunes y cuyos nombres quedan ignorados. Las razias, los bombardeos, las masacres, son genocidios y –al tiempo - magnicidios. Es el caso de Colombia: los magnicidios incluyen a la masa de trabajadores anónimos, a las mujeres, a los hombres y a los niños de la calle y la vereda. (Bbl..8, pag. 14) Magnicidio: escarnio y tortura; desaparición, persecución y cárcel. Los magnicidios trascienden la eliminación de la persona para proyectarse a las masas. Por eso, en general, son públicos, en espacios abiertos, para que transeúntes, parroquianos o el público, sean testigos, para que la ejecución sea transmitida con la mayor rapidez. El magnicidio exige el impacto, el escarnio. Cuando el magnicidio no es promulgado o santificado por los códigos penales, es realizado por el poder en la sombra que, a la luz del día, “investiga” el asesinato, pero que utiliza la legislación y sus aparatos de inteligencia para encubrirlos, dirigir la investigación hacia pobres personajillos y ocultar los verdaderos autores intelectuales (Como ocurrió con Lincoln, Ghandi, Gaitán, Kennedy y con decenas de lídres populares colombianos).

Existe otro tipo de magnicidios no conceptualizado como tal: las desapariciones y la cárcel y/o persecución a quienes conspiran contra el sistema e incluso sólo contra gobiernos. Las desapariciones, formalmente inaugurados en Latinoamérica por el conquistador, fueron continuados en el s. XX, por las oligarquías, a través de las dictaduras militares, como las de Argentina y Chile, con una crueldad no antes conocida; por el poder militar abierto y en la sombra, como ocurrió en Centroamérica y por dictaduras civiles como en Perú y Colombia. La cárcel y/o persecución a los opositores políticos, data desde el mismo surgimiento del Estado y se constituye, a veces, en una verdadera “cadena perpetua”, o en el acoso permanente hasta lograr el aniquilamiento. (Son instrumentos predilectos del poder para acallar a s us enemigos políticos, como ocurrió con Nariño y con Bolívar, hasta desterrarlo de hecho y perseguirlo, -después del frustrado asesinato- camino a la muerte por enfermedad). Una justificación cínica, de éste tipo de magnicidios, la dio

el juez italiano que sentenció presidio para Gramsci en 1928:

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(…) tenemos que impedir, funcione”./Bbl. 9, pag 14 ).

durante

veinte

años,

que

éste

cerebro

Magnicidios a las conquistas de los trabajadores y/o a la personalidad colectiva. El poder asesina no sólo a dirigentes y conglomerados. Aniquilar sus conquistas, es –probablemente - la forma más eficaz para eliminar la fusión de caudillos con las masas oprimidas que se rebelan. La trampeada revolución comunera; la supresión de los “Cabildos Abiertos” –en 1810- como forma participativa de ejercicio del poder; la República unida de 1821; la propiedad pública sobre infraestructuras y riquezas de la Nación; la jornada laboral de 8 horas y hasta los victoriosos pliegos de peticiones que hulguistas logran imponer, han sido burlados, trampeados, revertidos. Es un fenómeno mundial: en otras latitudes, ejemplos que marcaron hitos en la historia como la Comuna de Paris; los Consejos de obreros y soldados, que intentaron construir gobiernos de trabajadores; en Latinoamérica, las repúblicas socialistas de Chile y Bolivia en los años 30; los gobiernos independientes que lograron nacionalizar yacimientos petroleros y emprender reformas agrarias, como en México, Brasil y –especialmente- Guatemala, fueron subvertidos por la alianza del poder imperialista y el capital nacional. Son sólo algunos –muy pocos - ejemplos de magnicidios a la personalidad colectiva. Guerra contra el entorno ecológico Masacrar la naturaleza es una de las principales formas con las cuales el poder se ha enriquecido sometiendo al ser humano. Decidió que el entorno ecológico es un mero ―objeto de trabajo” y no parte integrarte de la relaciòn hombre/naturaleza. Lo ha polucionado con una creciente capa de CO2. Ha transformado los ciclos vitales, ha subvertido tierra, ríos, aire y mares para hacer de la naturaleza una fuente insaciable de acumulación capitalista. America latina está dando un ejemplo maravilloso en el respecto a la relación hombre/naturaleza, incluida el medio ambiente ( “pachamama” de las culturas indoamericanas), lo cual implica que la naturaleza sea considerada como sujeto de Derecho y no mero objeto, de acuerdo a las nuevas Constituciones de Ecuador y Bolivia.

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En el crimen ecológico se unen Estados, monopolios, capitalistas, comerciantes y labriegos aspirantes a “nuevos ricos”, además de organizaciones auto-calificadas como “revolucionrias”. (Anexo 78; El magnicidio al entorno ecológico. Pag, 356).

Los magnicidios del poder mediático. La persecución a un dirigente, mediante la propagación de calumnias, publicidad de procesos no concluidos, acusaciones ―no corroboradas‖, para amedrentarlo y avergonzarlo; para desprestigiarlo, por hechos u omisiones no cometidos o no probados; el chantaje sobre conductas muy íntimas, propias o de familiares, que no le conciernen ni perjudican a la sociedad pero que son estigmatizadas, para sacarlo de la arena política, para escarnio, es otra forma de magnicidio. Con la revolución informática del presente, éste tipo de magnicidios cobra especial importancia. Universidades norteamericanas han establecido la inmensa desproporción entre el impacto del mensaje calumnioso o no probado y su corrección, aunque uno y otro ocupen similares espacios mediáticos. El primero, por un efecto de receptibilidad social, más propenso a encuadrar con los sentimientos de culpa colectivos, queda impreso con mayor profundidad y extensión en el alma popular, mientras el segundo no se asimila, o será olvidado prontamente.

Objeto de este escrito Pretender responder la pregunta ¿Por qué dejamos matar?, equivale a mostrar que la historia de Colombia es, también, una historia de magnicidios/genocidios con los cuales el poder ha intentado - y conseguido - frenar los procesos democráticos, hasta situar a Colombia como el país más atrasado, políticamente, de Suramérica y en los últimos renglones de todo el continente. Aspiro que la exposición de varios fragmentos de historia colombiana muestre cómo la sed de esclavos y de siervos; de oro y de tierras; de tributos y de manejo burocrático; de banano y petróleo; de café y esmeraldas; de empréstitos onerosos y de sumisión político-militar; de narcóticos y sus precursores; es decir, de la llave imperio-oligarquíamafia, ayude a la comprensión que dejamos matar, para engordar a nuestros victimarios, con un masoquismo colectivo e imbécil. Esta aproximación a la historia de los magnicidios/genocidios de Colombia,

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no implica un listado, presentado en orden cronológico, ni de las biografías de las víctimas, sino una aproximación al contexto político, socio-económico e histórico en los cuales ellos ocurrieron. Por cada época muestro los que me parecen más significantes, con presentación de excusas por la no inclusión de muchos que se escapan. (El solo listado de magnicidios/genocidios en Colombia, requerirá docenas de volúmenes.) Los que presento no muestran la muerte de personalidades en las guerras, ni en la confrontación ejército-guerrillas, ni guerrillas-paramilitares, ni -obvio- en accidentes o catástrofes, sino a los asesinatos sobre individualidades fuera de combate y sobre poblaciones indefensas. (Bbl 8). Intento mostrar ésta historia desde antes de la conquista hasta los “Acuerdos de Paz”, gobierno-Farc, firmados en Noviembre de 2016. Para la tercra edición (2018) éste proceso de paz se estaba cumpliendo, según los “Acuerdos” firmados, pero –aunque con notoria disminución- continuaban magnicidios contra excombatientes y líderes populares. A manera de “Post-Facio”, incluyo la Introducción a dichos acuerdos, en páginas 412 a 417.

Bibliografía: (1): “Fenomenologia del Espíritu”: Federico Hegel; (2) “Dialéctica Negativa”: Theodoro Adorno (3a) “Sobre la dinámica de la transferencia”/1912; “Pérdida de la realidad en la neurosis y la psicosis”/1924, “La escisión del yo en el proceso defensivo”/1938: Sigmund Freud; “La pérdida de la realidad en la neurosis y la psicosis”: James B. Strachey; “Estudios sobre la psicosis”: Estanislao Zuleta; (3b): “La Etica”: Alain Badiou. Sin cita textual: “Totalidad e Infinito”: Emmanuel Lévinas/1961 (4) Me atreví a paradiar un conocido poema de Bertold Brecht, aunque algunos cronistas lo atribuyen a Martin Niemoeller (5) “Cronología del Mundo”: Isaac Asimov (6) “Historia de la vida privada”, Tomo 1” : Aries/Fuby (7) “Crónica de la Humanidad”: Plaza & Jannes, editores (8) “Libro Negro de la Represión, 1958-1980”: Gerardo Rivas/FICA y “Centro de Investigaciones y educación Popular”, CINEP (pag. Web) (9) “Antonio Gramsci, antología”.-Selección y notas: Manuel Sacristan

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1.- Indios bajo dominación de Indios (¿? -1536) (El Sol vence a la Luna) Auge y magnicidios de Sie (“aguas”), de Chía o Huitaca (―Luna‖) y de Bachué (―diosa‖). - La dictadura del Sol, la hegemonía patrilocal; la división de clases y el imperio de zaques/ zipas y caciques.

(Sitúo en 1536 el final de ―los comienzos‖ y no en 1499, año probable del primer arribo español a nuestras costas, porque los chibchas empezaron a ser masacrados y despojados de su cultura, en ese año en el cual Jiménez de Quesada entró a los territorios de Bochica)

Auge y magnicidios de Sie ( “Aguas” ), de Huitaca o Chía (“Luna” ) y de Bachué (“Diosa”). En la temprana cultura chibcha es el hombre sub-producto de la mujer, en asocio con el agua, fuente de vida. A 10 km de la actual “Villa de Leyva”, en la laguna Iguanque, la bella mujer de potentes senos (Bac = afuera; Chue= senos), saca un niño que cria y haciendo gala de un fecundo “Edipo”, sin complejo, procrea con él poblando la tierra. Es el culto al matriarcado. La mayoría de los cronistas (Bbl. 1, pag 20) intentaron superponer las creencias chibchas a la ortodoxia vaticana. Así, unos señalan a BacChué, otros a Chia como pecadoras que pervierten a los hombres; originan un hijo de Dios; exaltan la abstinencia y condenan el placer.…Un ejemplo:―Después del Bochica que enseñó cosas buenas, vino a la tierra una bella mujer Huitaca o Chía que enseñó cosas malas. Bochica aconsejó a los hombres llevar una vida ejemplar más abstinente que placentera, pero Huitaca se esforzó por quebrantar éstas leyes y pervertir a los chibchas predicándoles la vida alegre, fiestas y borracheras.‖ (Bbl, 2, pag. 20). Entre los chibchas la división del trabajo entre pastores y agricultores coincide con la de hombres y mujeres. Prefirieron el pastoreo y la

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domesticación, a la caza sanguinaria y cruel. La mujer controlaba la base de la economía de cada clan, con producción común, distribución igualitaria y sin sumisión a poderes. Se generó un matriarcado en el cual los chibchas le rendían tributo al agua fecundadora a través de las lagunas (―Sie‖ o ―Sia‖) y a la apacible Luna (―Chía‖) que iluminaba y acariciaba, sin herir, la piel y la tierra. Y por supuesto, a la Madre, representada por la diosa Bac-chué (que Simón superpone con ―Chía‖). El culto a ―Sie‖ fue reprimido por el conquistador. El catecismo para la conversión contenía una pregunta: ―¿Habéis adorado las lagunas?‖. La respuesta positiva permitía la absolución; la negativa, una mentira que debía ser espulgada, con torturas, hasta lograr la positiva. Existía una organización comunista, como narra Mariátegui, investigando la cultura Quechua (la cual se extendió hasta lo que es hoy territorio colombiano, llegando hasta la actual ciudad de Cali): "propiedad colectiva de la tierra cultivable por el 'ayllu' o conjunto de familias emparentadas, aunque dividida en lotes individuales intransferibles; propiedad colectiva de las aguas, tierras de pasto y bosques por la marca o tribu, o sea la federación de ayllus establecidos alrededor de una misma aldea; cooperación común en el trabajo; apropiación individual de las cosechas y frutos ”. (Bbl. 3, pag 20) Se confirma con la descripción del ―Archivo General de Indias de Sevilla‖, sobre los chibchas: “(…) antes que los españoles descubrieron esta tierra, los naturales destas provincias no pagaban ni han pagado tributos a caciques ni capitanes porque entre ellos jamás tuvieron caciques naturales ni extranjeros a quienes reconocer vasallaje (…) elegían por sus capitanes a los indios más valientes y más briosos (…) y si algunos capitanes hay entre ellos son que casi como compañeros: los mandan y llaman para hacer sus labranzas (…) ” (Bbl, 4, pag 20) El historiador compara ésta comunidad con la horda: “(…) no hay jefes, no hay súbditos, sino traslados en masa (…)”. (iden, 4, pag 20). El concepto de ―propiedad‖ sobre tierra y animales –mucho menos del ser humano- no existía. Las divinidades eran variadas, en una respetuosa ―democracia teológica‖ . . . , pero . . .

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. . . La dictadura del Sol, la hegemonía patrilocal, la división de clases y el imperio de zipas/zaques y caciques . Del nororiente vino la primera conquista sobre estas comunidades que, en la leyenda, fue conducida por Bochica (―Nemqueteba‖ o ―Nenterequeba‖) y/o el sacerdote Nompanem (¿aztecas?, ¿quechuas? Las costumbres y creencias, la mayor proximidad, las relaciones lingüísticas y étnicas, llevan a aceptar que, en el altiplano cundiboyasence de hoy, se produjo una presencia más próxima de ambas, pero a la vez ellas pudieron estar emparentadas con otras naciones polinesias y/o asiáticas). (Bbl. 5, pag. 20). Los cronistas Triana, Simón, Fernández y Castellanos no coinciden si se trata o no del mismo héroe (¿Bochica = Nompanem?, por supuesto acompañado de una legión). El maestro Montaña afirma que ―posiblemente se trata de diversos personajes, llegados por el oriente a través de las gargantas de desagüe de los altiplanos…‖.(Bbl. 6, pag. 20) Como sea, quienes llegaron, introdujeron importantes avances de ingeniería para la desecación de los lagos, innovaciones en los telares y estampados y nuevas técnicas para la extracción de esmeraldas, sal y carbón. Los pobladores fueron forzados a la servidumbre: “(…) artesanos, agricultores, cazadores, pescadores…estaban sometidos a un esclavismo sui-generis: el Estado como propietario real de sus súbditos los prestaba a zipas, zaques, caciques, para una variedad de oficios, a cambio de ofrendas al zipazgo y al Dios-sol (…) ―‖ ―― Como las sociedades precolombinas se encontraban en tránsito entre la propiedad colectiva y las incipientes formas de propiedad privada y de dominio estatal, fue el Estado quien ejerció la esclavitud de hecho, sin que los individuos pertenecieran a un esclavista individual (…)” (Bbl. 7, pag 20). Para ello existía una institución indígena: “Mita”. (Ver cap. 2, acápite 5, pag 35).

Con la veneración al Sol, aparece el magnicidio:“(…) vinieron los bárbaros sacrificios de sangre, matando jóvenes (…) Estos sacrificios, las procesiones y danzas solemnes (…) se dirigían a un lugar notable, generalmente una colina (y) a la víctima propiciatoria (…) se arrancaba el corazón sangrante en ceremonia celebrada cada quince años (…)

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para hacer coincidir exactamente el curso de las sementeras y cosechas. Lo sangriento y dramático de los sacrificios (de clara procedencia azteca, NdelA) estaba calculado por los legisladores chibchas para llamar la atención de los pueblos (…)”, como lo refiere Montaña siguiendo a Miguel Triana ,(Bbl. 8 y 9, pag. 20 )

El sacrificio del ser humano a los dioses fue una práctica corriente en las culturas de la antigüedad, incluidas las americanas. El asunto se complica cuando observamos que los niños están siempre presentes en esta aberración. ¿Por qué?; ¿Por qué el ser humano, después de crear un dios a su imagen y semejanza, lo independiza y le vierte órdenes contra sí mismo?; ¿Por qué ésta práctica se dirige también hacia los niños y se torna en satisfacción social y en agradecimiento?; ¿Por qué ese dios o esos dioses ordenaban despojar lo más precioso de la sociedad y lo más amado por un padre?; ¿Por qué ésta prueba de obediencia y por qué éste masoquismo individual y colectivo?. Las religiones contestan: ―Porque sí‖. Porque un dios único, o varios, o la naturaleza erigida como dios, el Sol por ejemplo –entre algunas naciones precolombinas, concretament e la chibcha -, lo ordenó así. Porque la divina providencia quiere probar la humildad, la obediencia del hombre hacia dios y saber si éste es merecedor de El. Porque los dioses o el dios, merecen a los seres humanos en holocaustos y sólo con ellos gratifican al pueblo con buenas cosechas y victorias guerreras… El marxismo, el cual se base en análisis de las clases sociales y sus conflictos, explica éste tipo de prácticas, como necesarias para constituir y aferrarse al poder, para consolidar la explotación. Un psicoanálisis social, interpretaría que someter a un pueblo pasa por amedrentarlo, por crearle sentimientos de culpa y privarlo del placer. Para ambos, el poder requiere alimentar un espíritu guerrero entre los jóvenes, cuyos mejores exponentes son entregados a los dioses. Similarmente, deberán entregar sus vidas a su rey o zipa, a sus sacerdotes, representantes de dioses y de Estados. Además, si los gobernantes y explotadores merecen la vida humana, también

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merecerán el producto del trabajo de la vida humana y al propio ser, como su esclavo. Obviamente, no existen narraciones absolutamente creíbles sobre estos acontecimientos. Todas son leyendas que se trasmitieron verbalmente entre las generaciones y las culturas. Por tanto, deformadas. Los cronistas han recogido estas creencias, las han enlazado, extrapolado y arreglado de acuerdo a los intereses que defienden. Cuando se quiere estigmatizar a pueblos –como ocurre con los americanos la leyenda adquiere connotaciones dramáticas y sanguinarias; cuando se lo quiere ensalzar, el mismo cuento se presenta como un gran desprendimiento humano frente a una prueba divina, como un acto sublime merecedor de aplauso, como el de los relatos bíblicos y coránicos. (Anexo 1: sacrificios al sol, pag. 239)

* * * * Bochica dejó un grupo de discípulos o seguidores –zipas y zaques- de la nueva religión del Sol. La vida ya no provenía del agua y la mujer, sino del hombre, a partir de los primeros jefes –Ramiriquí y Suamoxquienes suben al cielo para convertirse en Sol. El Sol-Hombre-Dios, se apareja con india de Guachetá con la cual concibe una colosal esmeralda, convertida luego en varón: era el hijo del dios-sol, jefe natural de clanes, tribus y confederaciones, que dejará como herencia a sus hijos varones. La riqueza, representada en uno de los más importantes “equivalentes generales” (La esmeralda); el poder, representado por el dios-sol y la sociedad patriarcal, representada por un varón, se conjugan para la aparición, consolidación y desarrollo de la sociedad de clases. La obediencia patrilineal fue la costumbre generalizada, garantizada por su propia policía (“güechas”) con procedimientos crueles que llegaban a la muerte mediante la horca. A la llegada de los españoles a Hunzahua (“Tunja”, en mala pronunciación), encontraron un cerro con cientos de ahorcados. Aún hoy, los vecinos lo denominan “Cerro de las horcas”. A la desintegración comunitaria, correspondió la aparición de un fuerte Estado que escarmentó, con magnicidios/genocidios, a los contestatarios de la época.

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Tránsito, en el cual el matriarcado cedió al patriarcado; la democracia aborigen, al gobierno de zaques, zipas y psi´ipkwa (jefes locales denominados “caciques”, una palabra K arib, ni chibcha, ni quec hua, pero que se generalizó); la propiedad/usufructo de tierras y aguas de las

comunidades fue acaparada por las nuevas élites; la producción social entró en contradicción con la apropiación personal; la democracia militar, ocasional, fue reemplazada por una fuerza armada permanente; el desconocimiento de impuestos y/o tasas, por su aparición; la unión libre y polígama, sustituida por relación monógama, exclusiva para la mujer; el culto a la luna, por la adoración al sol; la decisión participativa y directa de las comunidades, a un poder central: la sociedad chibcha se había dividido en clases sociales (Bbl 9, pag. 20). Proceso similar al de casi todas las naciones de la hoy América, incluído cruentas guerras intestinas, las cuales provocaron alianzas de aborígenes con el conquistador, quien pudo arrasar fácilmente a las comunidades desgastadas con las matanzas inter-indígenas.

Bibliografía: (1) “ Noticias historiales”: Fray Pedro Simón; “Elegías de varones

ilustres de Indias”: Juan de Castellanos; “Historia de la conquista del Nuevo Reyno de Granada”: Lucas Fernández Piedrahita;; (2) Fernández Piedrahita, citado por Guillermo Hernández Rodriguez., o.c, cap. 2, Tít ulo III) (3) “7 ensayos sobre la realidad Peruana”: José Carlos Mariátegui; (4) Citado por Guillermo Hernández: ““De los Chibchas a la Colonia y a la República”: (5) “Orígenes del hombre americano”: Paul Rivet; (6)”Colombia Social”: Diego Montaña; (7) “¿Adios Socialismo?”: Fred Kaim (8) “ Civilización Chibcha”: Miguel Triana, citado por Diego Montaña (o.c) (9) “Sociología Americana”: Diego Montaña.

General, sin citas textuales : “Historia de la nación latinoamericana”: Jorge Abelardo Ramos

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2.- Indios bajo dominación de blancos (1.499,…) (Magnicidios/genocidios para forjar un nuevo orden económico) Primeros genocidios conquistadores. - “Vamos por oro pero nos quedamos con los Indios” - La inquisición en América. - El repartimiento, los desplazamientos forzados y el “rescate” - La Encomienda y la Nueva Mita - “La Gaitana” - Los primeros “falsos positivos” (“antropofagia” de los aborígenes). - En peligro de extinción - Economía colonial: tapón hacia la transición industrial (Es difícil establecer fechas claras con las cuales “comienza” el dominio blanco sobre el indio en un territorio no unificado, que se va a llamar “Nuevo Reyno de Granada”, compuesto por diversos pueblos. Algunas, que resume Melo (Bbl 1, pag 46), pueden ayudar: 1498, Colón llega a Paría, actual Venezuela y en 1499, Alonso de Ojeda y Rodrigo de Bastidas saliendo de “La Española” (República Dominicana + Haití, hoy), siguiendo el río Birú, anclan en Cabo de La Vela, desde donde se da aprovisionamientos de esclavos hacia La Española, sin que esté establecido claramente el año. (Bbl. 1, pag. 46). El período 1499-1509, es un misterio porque no existen narraciones, sobre actividades españolas, en la hoy Costa Atlántica colombiana, salvo las de Pedro de Lugo, pero sin fechas).

Primeros genocidios conquistadores En el lapso 1498-1509, debió producirse saqueos, magnicidios y genocidios, porque en 1509, -siguiendo a Melo - los indios enfrentan a los españoles ―con mucha aspereza‖. En ese año –según Henao y Arubla (Bbl, 2, pag. 46)-, Ojeda, que había desembarcado en tierra firme con Bastidas, advierte a los aborígenes, en lo que va a ser Cartagena, sus designios genocidas. Quiere decir que antes de ese 1509, ya había comenzado la criminalidad blanca sobre el aborigen. Las fechas son significativas porque sólo hasta 1517 México de hoy es bautizado como “Nueva España”; en 1525, Centroamérica –Guatemalaes –oficialmente- parte de España y en 1526, comienza la conquista al Imperio Inca. Así, la conquista y colonización del Nuevo Reyno de Granada, incluida parte de la hoy Venezuela (después de la isla “La Española”) es la primera implantación político-militar española en “Tierra

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Firme” (1499), reconocida oficialmente por la Corona. En éstos años de conquista se producen varios magnicidios-genocidios intestinos, tanto entre indígenas, como entre conquistadores. Las primeras masacres en estas tierras tienen ese carácter, antes del enfrentamiento de españoles e indígenas. Cortez, para la conquista de México se enfrenta a las autoridades designadas por España, representadas por Velásquez. Pizarro y Almagro combaten entre sí por lograr la representación Real del imperio Inca; Aztecas, Tlaxcalas y Mayas se destrozan; Atahualpa y Manco Cápac se enfrentan por la jefatura de los quechuas… En éstos casos, confederaciones indígenas se alían con el español contra sus hermanos: un anticipo de nuestras guerras civiles en las cuales un bando toma partido por una potencia, contra el otro bando, aliado de otra potencia. En lo que va ser Nueva Granada los enfrentamientos, tanto interindígenas como inter-españoles fueron aislados, menos cruentos y no determinantes en el proceso de conquista. Probablemente el magnicidio más relevante entre los conquistadores sea el del gobernador Jorge Robledo a manos de Ben- Alcazar, en 1546. (Bbl. 3, pag. 46)

* * * * En Europa, a principios del s. XI la producción y el comercio se disparan; surgen las ferias y, como consecuencia de todo ese proceso, las actividades comerciales cobran autonomía frente a la agricultura, la artesanía, la manufactura y la ganadería. Entre los siglo XI y XV III , los Estados nacionales se fortalecen alrededor de las monarquías que legislan para proteger su propia producción. El ―mercantilismo‖, se constituye en la política económica de los gobiernos. Doctrina que aconsejaba un superávit permanente en la balanza de pagos. Como el comercio entre los dominios de las monarquías, era principalmente a través del oro, ese superávit implicaba alimentar, con el precioso metal, cada reino. Si a ello se agrega la necesidad de “hacerle el quite” al tapón árabe-musulmán para el comercio de Europa con Asia que no lograron las cruzadas, tras la victoria de los ejércitos comandados por Saladino. a principios del s.XII, se entenderá que el oro y nuevas rutas hacia los abastecedores de especies en el Lejano Oriente, constituían las dos prioridades para las potencias. Marco Polo

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había advertido que en “Cipango‖ (“Japón”, pero generalización que abarcaba todo el lejano oriente), se encontraba “ oro en enorme abundancia y las minas donde se encuentra no se agotan jamás… ”. (Bbl. 4, pag. 46)

Oro, perlas, pimienta negra, clavos de olor, jengibre, nuez, canela, sal, permitían arriesgar expediciones: Colón e Isabel se entendieron en 1.492. España contaba con expertos soldados que lograron la expulsión de los moros (―Matamoros ‖ es un apellido que se generalizó. También, ―Matajudíos ”). Sus arcas fueron fortalecidas con altas tributaciones bendecidas por el papado, como potencia preferida –conjuntamente con Portugal ya que en Gran Bretaña, Holanda, Alemania y Francia comenzaba a cocerse la “Reforma”. Así, dotado con poderes económicos, militares, políticos y divinos, Colón y sus expedicionarios tuvieron manos libres para la conquista. Perros amaestrados para ser salvajes; salvajes aventureros, amaestrados para ser perros-soldados; veloces caballos hambrientos, con poderosas mandíbulas y un puñado de caballeros jefes comandando rudos soldados, iniciaron en “La Española” (Haití + Rep. Dominicana, hoy), desde 1.495, la campaña militar, la cacería magnicida-genocida al indígena precolombino.

“Vamos por oro, pero nos quedamos con los Indios”. Previamente –desde el mismo 1492- habían pasado por las espadas a ingenuos indios; luego enviaron los primeros 500 a España, esclavizados y vendidos en Sevilla donde murieron rápidamente. (E ra sólo una muestra para Europa).

el negocio, fracasado, de la trata indígena hacia

Ocho años después del llamado ―descubrimiento‖, la Corona establece su primera base de apoyo en lo que va a ser el Nuevo Reyno de Granada. Le ordena a Rodrigo de Bastidas esa verdadera cruzada que lo lleva a recorrer el Cabo de la Vela y a la fundación de Santa Marta, después de haber establecido, con Ojeda, un asentamiento que llamó ―Santa María la Antigüa‖, primera ciudad española en ―tierra firme‖. (P or muchos años quedó asumida como una “ciudad perdida”. Desde 1957, antropólogos, de la Universidad Nacional, la ubicaron en el Departamento del Choc ó, cerca de la frontera con Panamá, con el nombre de “Ungía”).

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Poco oro inicialmente, pero encontró otra mercancía con la que lo obtendría en “La Española”: el indio, codiciado para el trabajo esclavo. Tiempo después, ante la resistencia indígena y las denuncias de maltratos por algunos clérigos, como De Las Casas, era preciso legalizar severas torturas y generalizar los magnicidios y la Trata: los nativos además de ser guerreros y carecer de alma, eran ―antropófagos‖. La cascada de calumnias, sirvió de pretexto para un ―hagan, pero no me

cuenten‖, por parte de las llamadas ―capitulaciones‖ (Acuerdos o contratos con los cuales, La corona cedía buena parte de sus facultades a ―adelantados‖ españoles, a cambio del envío a “La Española” de las mercancías requeridas, principalmente, los indios cazados y esclavizados). A la Corona llegaban informes de ―inmensas riquezas‖, ―lagunas llenas de oro‖ y ―Dorados‖ en regiones escondidas en “Nuevo Reyno de Castilla” (Perú), “Nueva España” (México), “Santa María del Buen Aire” (Argentina) y “Nuevo Reyno de Granada” (Colombia). Entonces, las ―capitulaciones‖ debían ceder: el negocio quedó a cargo directo de la Corona sin la intermediación de los ―adelantados‖. Cobró impulso, como lo expone Liévano, “una etapa de saqueo organizado de los bienes de las comunidades indígenas (…) y las instituciones de éste período se inspiraron en un evidente espíritu de rapiña (…)” (Liévano, al parecer, es defensor de la moralidad de la monarquía pre-borbónica y descarga los genocidios y el saqueo exclusivamente en conquistadores y adelantados. Sus pormenorizadas investigaciones se basan directamente en el ―Archivo General de Indias‖, que reposa en Sevilla./Bbl. 5, pag. 46) En 1.509, Alonso de Ojeda advertía en el lugar que iba a ser Cartagena a los desconcertados aborígenes: “Emplearé mi poder en contra vuestra y batallaré contra vosotros en todas las maneras y sitios que me sea posible hacerlo, y os someteré al yugo y obediencia de la iglesia y de su majestad; y me apoderaré de vuestras propiedades y os causaré en fin, todo el daño que me sea posible, como a vasallos desobedientes que no desean recibir a su Señor y que se le resisten u oponen” (Bbl. 6, con 2, pag. 46) (El catolicismo de los indígenas se impuso, pues, con cruces hechas con bayonetas, látigo, torturas,

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sangre, secuestro extorsivo sobre arrodilladas y besos a catecismos)

hijos y

humillaciones con

Ojeda fue apoyado por varias Cedulas Reales (14 de Agosto de 1509; 15 de Junio de 1510; 6 de Junio de 1511), La primera, instruyó los repartimientos de esclavos indígenas según rango de conquistadores; la segunda, permitió los magnicidios/genocidios a quienes conspiraban o se oponían a la “propagación de la Fé‖ ; la tercera, ordenó su traslado a minas (Anexo 2: Cedulas reales, pag. 239). Las expediciones genocidas se extendieron a otras cinco “bases de apoyo” del conquistador: Popayán (centro para el dominio a los Andak í, conjunto de tribus provenientes de los quechuas); Bacatá y Hunza (Dos núcleos del inmenso territorio de los chibchas); Zenufana o región de pueblos zenú (Antioquia); el eje de los magníficos orfebres quimbaya (Actual eje cafetero); el valle medio del “Gran Río” (Magdalena, hoy departamentos de Tolima, Huila, Caldas), donde se encontraban los indómitos Pijaos, con un jefe carismático y combativo: Calarcá. (Bbl 7, pag. 46) ; (Anexo 3 : Exterminio a los pijaos, pag. 240). Además de las regiones habitadas por tribus de la civilizaciones Tayrona, Yurbaco, Arauca, Guajira (Santa Mart a y Cartagena, de hoy con sus inmediaciones ) El automagnicidio y los autogenocidios para evitar la tortura, el escarnio y la humillación, fueron frecuentes. Suicidios en masa, ―como reacción a las prácticas de la conquista y colonización, están comprobados por muchos relatos de los cronistas‖, afirma Juan Friede (Bbl. 8, pag 46.) Sería larguísimo describir la cadena de magnicidios en los dos primeros siglos de la conquista. Para el objeto de éste libro creo que basta ésta presentación más la referencia a “La Gaitana” y a los primeros ―falsos positivos‖ de nuestra historia. Titulé entre comillas: ―Vamos por oro, pero nos quedamos con el Indio‖, no como frase textual pronunciada por algún conquistador o cronista, sino para expresar que el negocio de la sujeción y tributación del indígena a través de “La Encomienda” y de la “Nueva Mita”, dio mayores réditos –por un período- que la propia extracción del oro. Ambos fenómenos están entrelazados, pues la obtención del codiciado metal fue imposible sin la “Nueva Mita”, bien directamente con la “Mita Minera”, bien indirectamente con la “Mita agrícola”, para que el indígena

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mitayo proveyera de alimentos al esclavo negro en las minas y ríos de sus cercanías . Con la leyenda ―El Dorado‖, muchos conquistadores, prefirieron ejercer torturas y masacres, para obtener la conducción hacia los pretendidos escondites con tesoros, en lugar del trabajo productivo, lo cual entraba en relativa contradicción con las autoridades coloniales que perdían encomendados; con la Iglesia, por la disminución de diezmos, lo mismo que la afrenta a la conciencia de algunos clérigos (De Las Casas y Montecinos, por. ej.), y con la propia Corona, cuyos ―quintos‖ tributarios bajaban drásticamente. Para los “nuevos ricos”, como se dice hoy, “Talar las labranzas de los indios, quemar y saquear sus pueblos fue por entonces la forma generalizada de hacer la guerra, con el resultado de la destrucción de las comunidades indígenas, del hambre y la miseria de las colonias españolas ” (Bbl. 9, pag. 46) Varios cronistas calculan en 100 millones la mortandad de indios en América entre los siglos XVI. y XVIII. Las armas fueron complementadas por la viruela y la sífilis, desconocidas por las comunidades aborígenes. El pacifismo indígena, tan exaltado por el sacerdote Las Casas, se transformó en organización de guerra de guerrillas, produciendo la muerte de miles de españoles. (Bbl. 10, pag. 46) Pero se presentará la involución hacia la sumisión. Lo que no pudo el arma y el látigo; la tortura y el asesinato, lo hizo la religión: un Dios conquistador y colonialista, se había apoderado de América y del ya denominado “Nuevo Reyno de Granada”.

La inquisición en América El comienzo del s. XIII es amenazante para la autoridad papal: en el siglo anterior las cruzadas fueron derrotadas; las “herejías” –Los cátaros, p.ej.- se extendían, como prólogo a la Reforma y la lucha por el poder político, religioso y económico lo enfrenta contra varios obispados y monarquías (Raimundo V I, de Tolosa; Otón IV de Alemania, Juan sin Tierra, de Inglaterra,…). Era preciso someter a jerarcas religiosos y políticos a su batuta. Por ello el Papa Gregorio IX en 1231, expide la bula ―Excommunicamus‖, con la cual centralizó las acciones de inquisidores, arrebatándole esa jurisdicción a Federico II, emperador del

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“Sacro Imperio Romano-Germánico” e incrementó los castigos a los herejes e incluso a clérigos y obispos “desobedientes” ―La inquisición‖ (de ―inquirir‖: acción de examinar o averiguar cuidadosamente una cosa), en adelante tendrá forma orgánica, legislación central conforme al Derecho canónigo y dependencia pontificia: una verdadera Gestapo, encargada de vigilar cualquier intento de desobediencia. Las congregaciones que más confianza le daban en la nueva misión apostólica y policíaca fueron la de los franciscanos y –especialmente- la de los dominicos. Su método predilecto fue la tortura. El papa Inocencio IV en 1252, la impulsó para ―aportar la verdad a la luz‖. Fue instituida – formalmente - para perseguir la adivinación, la idolatría, la seducción, las relaciones extra-conyugales, la apostasía, la homosexualidad, la vida marital de curas y monjas, la observación del ayuno el sábado, la brujería, las falsas conversiones obligadas de judíos y musulmanes; más tarde –con el dominio español y portugués sobre el nuevo mundo- de negros esclavizados e indígenas. Además, so pretexto de perseguirlos, someter a las disidencias. En 1542, “La Reforma” se extendió por Europa, apoyada por varios sacerdotes de Roma. El nuevo Papa, Pablo III, le dio más atribuciones a la Inquisición, instituyendo ―El Santo Oficio‖. Otro Papa, Pablo IV, la extendió a los libros con el ―Index Librorum Prohibitorum‖” de 1559, para vigilar y censurar cualquier letra opuesta al dogma, como el de la rotación de la Tierra, por lo cual condenó a Galileo-Galilei. (Bbl. 11, pag. 46) A España le cayó como anillo al dedo. Con ella, Fernando de Aragón e Isabel podían someter los feudos dispersos, incrementar la tributación, mediante la persecución de “apóstatas” y/o ―falsos conversos‖. Carambola a tres bandas: en 1492 había emitido el edicto obligando a los judíos a la conversión so pena de expulsión y/o la hoguera. Obtenida la conversión de miles, la inquisición española -al mando del dominico Tomás de Torquemada-, se encargó de cuestionar la ―conversión de corazón‖, cuya medida era el pago de los diezmos. Coincidente con la conquista de América, la Inquisición constituyó un buen instrumento para doblegar la resistencia indígena, con carambolas parecidas a las empleadas contra judíos y musulmanes: conversión con bautismo obligado a miles de indígenas; pago de diezmos para ―la

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santa-madre iglesia‖ y torturas/masacres cuando la conversión no era sincera, solo demostrable con la obediencia, tributos y sometimiento a las Encomiendas y Nuevas Mitas . Así, Iglesia y Estado se entendieron con una inquisición que les producía magníficos dividendos. Fue creada, para América, desde 1511 por el Cardenal Cisneros quien ordenó a los obispos que cumplieran funciones inquisidoras. Formalmente, se estableció como institución en 1569, por Felipe II, con los tribunales de México y Lima (Para P erú, Bolivia, Chile, A rgentina, Uruguay y Paraguay de hoy) y en 1610, en Cartagena (Para el “Nuevo Reyno de Granada”, que incluía las Capit anías Generales de V enezuela y Quito, con autoridad que se extendía a América Central, Santo Domingo (“La Española”), Panamá y Cuba, de hoy). (Bbl. 12, con 3, pag. 46)

La cultura africana, “paganismo de los negros‖, fue cruelmente aniquilada por los tribunales inquisidores americanos. (Cap. 3, pags 47-56). La inquisición en el mundo –no solo católico, sino también “cristana reformista”se proyectó en forma especialmente cruel contra las mujeres, calificadas de ―brujas‖. Esta forma de magnicidio en La Nueva Granada duró un año después de la Independencia, pues una de las primeras Leyes de la ―República de Colombia‖, que unió los Estados recién independizados de Cundinamarca y Venezuela + Quito y Guayaquil, ―reunidos en un solo cuerpo de nación‖, promulgada por el Congreso de Cúcuta el 12 de Julio de 1821, por propuesta del Libertador Bolívar, suprimió la Inquisición en Colombia y cerró los conventos religiosos, cuyos locales fueron dispuestos para escuelas y colegios públicos. (Bbl 13, pag. 46)

La inquisición en América y Europa, constituyó –probablementeel primer experimento sistemático, masivo de la coalición Estadojerarquía religiosa, haciendo de la tortura un procedimiento eficaz para doblegar los individuos y arrancarles “confesiones”. Fue padre y madre de ésta práctica que heredarán todas las dictaduras y los servicios secretos. (Anexo 4: La inquisición en Amèrica, pag. 241)

“El Repartimiento”, los desplazamientos forzados y el “rescate” La ambición comercial de Colon-Isabel de instalar almacenes para distribución de productos europeos a cambio de oro, otros metales, producción agraria y artesanal y –sobre todo- la fracasada trata del indígena hacia Europa, fracasó. Además, los solos salarios no eran

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acicate suficiente para que peninsulares se alistaran hacia el Nuevo Mundo. Era preciso revertir, sobre la marcha, los primeros propósitos expedicionarios. No asalariados disciplinados, sino convictos en las cárceles, marcharon hacia el Nuevo Mundo, a cambio de indulto en la península y adjudicación de tierras, minas….e indios, en las tierras recién conquistadas. Para ello, se precisó una nueva institución: “El Repartimiento” de aborígnes. Tuvo implicaciones legales (Cédula Real del 20 de diciembre de 1503) y militares (disposición de armamento y –en la práctica- “licencia para mat ar” indígenas insubordinados, a cargo del beneficiario del repartimient o, más tarde encomendero). Además, convirtió a

los recién llegados en amos, esclavistas de hecho, aunque no –formalment e- en Derecho. Tal ambición comercial tropezó con el agotamiento de las riquezas mineras y silvestres. “(…) los bienes económicos acumulados por las civilizaciones precolombinas no podía prolongarse indefinidamente y (…) pronto los conquistadores se vieron forzados a cambiar el sistema de recolección de la riqueza por el más difícil y complejo de producirla. Entonces la tierra y especialmente la mano de obra indígena, adquirieron decisiva importancia y su reparto se convirtió en motivo de álgidos conflictos sociales (…) ” (Bbl. 14, con 5, pag. 46).

Conflictos que desembocaban en genocidios, como lo observa Washington Irving, citado por Liévano: “Las Casas pinta indignado la tiranía caprichosa que usaban con los indios algunos malvados españoles (…) Estos miserables que eran en su país los más viles, (…) decían que necesitaban que le sirviesen y acompañasen grandes comitivas de criados. Se apoderaban de las hijas y parientas de los caciques haciéndolas sus criadas, o más bien sus concubinas, sin limitar el número de éstas. Cuando viajaban en vez de usar de sus caballos y mulas, hacían que los naturales los transportasen en hombres en literas o hamacas (…) y Las Casas añade que vio las espaldas y hombros de los desventurados indios chorreando sangre después de aquel vil e ímprobo trabajo (…) a la menor falta de humildad que mostrases, les daban golpes, azotes y hasta la muerte ” (Bb. 15, con 5, pag. 46).

La figura del “Repartimiento”, que no se asumía legalmente como esclavitud de hecho, la refiere Montaña: “El repartimiento de indios fue reglamentado por el rey católico en carta-poder al almirante Colón: A los oficiales y alcaldes de provisión real, 100 indios; al

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caballero que llevaba mujer, 80 indios; al escudero con mujer, 60 indios; al labrador casado, 30 indios. (…) El indio era teóricamente libre y se diferenciaba jurídicamente del esclavo, pero la distinción era meramente formal, porque se le reducía al repartimiento por la fuerza y se le compulsaba al trabajo extrayéndolo de su comunidad por medio de la violencia” (Bbl, 16, pag. 46). Los procedimientos para cazarlos, para esclavizarlos, guardan coincidencias escalofriantes a las de los africanos, generalizando el método de los genocidios/magnicidios: “La rapidez con que se institucionalizó la esclavitud de los indios en los primeros asientos de la colonización, la práctica de cazarlos con perros de presa, el establecimiento de mercados de esclavos y la costumbre de marcar a los indígenas con hierro candente, fueron consecuencias legales de la filosofía política que sobre la ―guerra justa‖ se elaboró en España durante la prolongada Reconquista contra Moros y Sarracenos .” (Bb. 17, con 5, pag. 46).

Conjuntamente con el Repartimiento se dio “el rescate”, un secuestro extorsivo e institucionalizado: los indígenas eran enjaulados con mujer e hijos, sin comer y con latigazos, hasta que entregaran oro a cambio de libertad. No aceptaban solución colectiva: cada miembro de familia era tasado y su libertad dependía del pago. Aunque la Encomienda constituyó la institución y la forma legal para los repartimientos, no fueron coincidentes, como los identifican varios historiadores. (Las fechas son contundentes: los repartimientos se dan en “La Española”, desde el mismo 1492; en lo que será Nuevo Reyno de Granada, desde 1499 y la Encomienda se establece formalmente en 1576: ¡ Casi 80 años de diferencia !, período en el cual los indígenas estuvieron a merced del dictad individual de cada conquistador. Por tanto, asociar ambas formas de dominio, implica ignorar los genocidios, “por cuenta propia” de cada mercenario-conquistador.) Surge autónomamente, -como descarada esclaviz ación y trata, hacia La Española- , el negocio de tasar los indios, según sexo, acompañamiento de infantes, corpulencia, para ser vendidos en pública subasta. En lo que va ser el Nuevo Reyno de Granada, los indígenas chibchas, fueron utilizados por Jiménez de Quesada, como recompensa, -―por los martirios y proez as‖- a sus bravos acompañantes. Con la sola autorización de la Corona a Colón, que de hecho la trasladó a sus

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oficiales, pero sin un marco legal que más tarde fue la ―Encomienda”, Jiménez de Quesada repartió indios y tierras a merced de sus capitanes y soldados. (Lo mismo que Ojeda y Bastidas; Quesada y Robledo.) La “Ley” sobre los indios repartidos y las tierras adjudicadas, fue la Ley individual de cada mercenario. Constituyó el primer desplazamiento forzoso de la historia de Colombia y “el holocausto de la explotación económica”, en la apreciación del historiador Hernández (Bbl. 18, pag. 46).

La arbitrariedad de los repartimientos, sin ajustarse a inexistentes leyes al respecto –la sola carta-poder del Rey a Colón- , se observa en el Archivo de Indias de Sevilla, según relación de Jiménez, quien adjudica indios en concreto; pasando de la generalidad a la acción:‖Capitán Antonio de Olalla, repartimiento de Bogotá, con 800 a 1000 indios, Capitán Antonio Cardoso, repartimiento de Suba con 900 a 1.000 indios …‖, etc, etc (Bbl. 19, con 18, pag. 46) (Los “Repartimientos ” en la forma contemporánea de des alojos, extendidos a colonos y campesinos, es un signo permanente magnicida/genocida de la historia de Colombia.)

La Encomienda y la Nueva Mita Al hecho sucede el Derecho. A la sujeción de indios a favor de un conquistador que aplicaba sus propias reglas, la Corona rápidamente creó una institución que reglamentó la sujeción, dispuso la división de los tributos y un código de deberes-derechos que obligaba al encomendero y a los indios, con vigilancia de las autoridades virreinales o gobernaciones: surgió, formalmente, “La Encomienda” en 1578, con la Cédula Real de Felipe II: “Un derecho concedido por gracia Real a los servidores de América, para recibir y recoger para ellos los tributos de los indios que le son dados en conjunto, por toda su vida y la vida de un descendiente con cargo de proveer el bienestar espiritual y material de los indios.” (Fuente: “Real Academia de la Historia, bibliotecadigital.rah.es/dgbrah/es/consulta/ registro.cmd?id= 226)

Establecida la Encomienda, el repartimiento arbitrario y sin sujeción a disposiciones legales, cedió formalmente a la nueva institución. Ahora se mantendrán los repartimientos, pero no como forma estable de sujeción sino como vía hacia las encomiendas. Se repartirán indios a la Encomienda establecida o con la obligación de establecer, con arreglo a

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disposiciones pre-establecidas y en cabeza del encomendero, con obligaciones contractuales entre éste y la Corona o la administración virreinal. La Corona le dio un carácter ―temporal‖, que se prolongaba hasta por cuatro generaciones (―vidas‖). En la Nueva Granada ésta temporalidad fue la más corta con respecto a México y Perú, por sólo ―dos vidas‖ (La del encomendero y sus inmediatos descendientes) . Entonces, no implicaba extensiones territoriales, sino, “(…) núcleos de indígenas (ob ligados) a pagar (…) un tributo que fijaban los oficiales de la Corona” (Bbl. 20, con 18, pag. 46)

En el Nuevo Reino de Granada, la Encomienda se organizó con peculiaridades propias. Montaña lo explica: “(…) No fueron encomendadas las personas de los indios, sino los pueblos con sus capitanes, jefes y caciques (…) Los tributos fueron menos importantes que el trabajo personal y los bienes de los indios, joyas, mantas, etc (…) Los encomenderos nunca cumplieron la obligación de tener casa poblada y residir en territorio de la encomienda. Tampoco tuvo vigencia la prohibición de tener obrajes cerca de las encomiendas, ni estancias de ganado. A los dos años de la invasión española al territorio chibcha, ya los indios estaban repartidos en encomiendas y sus pueblos y aldeas convertidos en objetos de propiedad, en cuanto de hecho y derecho formaban parte del patrimonio privado de los conquistadores .” (iden, Bbl 9; pag. 46)

La resultante de éste método fue el genocidio-magnicidio sobre la población, con ajusticiamientos declarados, asesinatos secretos, hambre y huída de los indígenas hacia regiones inhóspitas donde morían. No faltaron los suicidios colectivos como lo narra Juan Friede en “Los Andakí” (Acápite 1, punto 2, de éste libro). Germán Colmenares (Bbl., 21, pag. 46), con datos pormenorizados, y varios historiadores y cronistas citados, coinciden en la magnitud de las cifras sobre el genocidio a la población aborigen a lo largo y ancho de lo que hoy es Colombia, en el período de las Encomiendas: entre un 80 y 90% fue arrasada. Esta despoblación produjo la ruina de las Encomiendas que desaparecieron lentamente en sesenta años aprox., entre finales del s. XVII y mediados del s.XVIII. Ospina Vásquez presenta una explicación adicional:“La encomienda que había sido un baluarte del parasitismo de los españoles y de sus descendientes, atacada ya por la Real Cédula de 8 de agosto de 1686, había entrado en el período final de

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decadencia y obsolescencia con el decreto de 18 de Noviembre de 1718, que incorporaba a la Corona las vacas o que vacaran por la muerte de quien fuera el titular en el momento del decreto (se revocaba cualquier concesión que hiciera pasar a su sucesor la encomienda (…)” (Bbl. 22, pag. 46)

La desaparición de ésta institución produjo dos grandes fenómenos en el desarrollo económico y sociológico de la actual Colombia: El primero, el latifundio/minifundio, generador de genocidios; el segundo, el mestizaje, constitutivo de un Ser que desembocará a una nueva nacionalidad, enfrentada al despojo y a la humillación. El Latifundio y su complemento, el minifundio, como herencia de la Encomienda, surgieron con la contradicción entre la Ley y la realidad. Según la Ley, la Encomienda sólo se refería a los indios, no a las tierras Estas eran propiedad de la Corona: “Los descubridores tomaron posesión de las tierras y aún de los mares descubiertos, no como señores (…) sino como representantes de la Corona, como mandatarios de los reyes de España” (Bbl. 23, pag. 46). Según la realidad, la Corona adjudicó grandes extensiones al conquistador –“Capitulaciones‖- pero con titulación condicionada al beneficio productivo. Requisito, en general, violado, lo cual –de hecho- extendía la condición de ―mandatarios‖ a la de ―propietarios‖ y los convertía en “señores de las tierras”. En el complemento, buena parte de los resguardos de propiedad colectiva indígena, fueron convertidos en sumatoria de pequeñas parcelas o minifundios de cientos de miles de arrendatarios quienes con los frutos del trabajo familiar pagaban el derecho a cultivar. Entonces los indios encomendados ya no moraban en sus tierras ancestrales, sino en las del señor. A la desaparición de la Encomienda, el conquistador y/o sus descendientes continuaron de propietarios de tierras y los encomendados -sujetos formalmente a la Corona-, quedaron unos de siervos del propietario; otros, confinados en Resguardos, que pronto les serán arrebatados. Además, pagando tributos a la “Real Hacienda”. Como muchos de los terratenientes no aplicaron la orden de Fernando V que ordenaba cultivos y plantaciones, so pena de perder la titulación, los terrenos adjudicados –según la Ley-, debieron pasar a la Corona y –en su defecto, siguiendo el “Derecho de Gentes” (En su acepción de “Derecho Natural‖)- al Estado independiente. Pero el nuevo latifundista y

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sus descendientes criollos, con escaramuzas legalistas de ―su‖ Estado, produjo adjudicaciones ilegales de inmensos fundos, adjudicaciones que extendió –en una escalada de ilegalidades- a terrenos exclusivos para el ―usufructo de los moradores de un pueblo‖ (“Ejidos”). A éstas dos adjudicaciones ilegales se agrega otra: la apropiación de “tierras realengas” que por definición y el ya citado ―Derecho de Gentes‖, debieron pasar de la Corona al nuevo Estado Independiente. La propiedad colectiva de pocas tierras a los indígenas (“ resguardos”) fue burlada por la tenaza del latifundista, con el nuevo terrateniente urbano y el Estado. Así, los conquistadores y su descendencia, se quedaron ilegalmente con grandes extensiones territoriales que fueron dispuestas o bien para pequeños arrendatarios que pagaban principalmente con frutos, sin arreglo a ley alguna, para que siervos vivieran y comieran a cambio de entregar el grueso de la cosecha al propietario. Otras grandes extensiones sirvieron para alimentar con pastos silvestres la creciente ganadería; otros como reserva improductiva. Un régimen semi-feudal y –al tiempo- semi-capitalista, por muchos años, fue el patrón de la tierra –y de la sociedad- colombiana. Uno de los factores de la extinción de la Encomienda y del surgimiento de la Hacienda. La Encomienda, como todo legado jurídico-cultural de la Corona, muestra la burla ventajista a la Ley, de hecho, ya ventajista: Sucesivos decretos de Felipe V en 1718, 1720 y 1721, prohibían la concesión de nuevas encomiendas y estipulaban su abolición definitiva, pero en realidad se mantuvieron, hasta que se cayeron por sí solas. Dependiendo de sus ingresos fiscales, las “prohibía”, otorgaba nuevas concesiones y permitía que se conservaran extraoficialmente. El segundo fenómeno, que produjo la decadencia de la Encomienda, fue el sociológico de la recomposición -o, mejor, composición - poblacional: dejó “libres” formalmente a los encomendados, que pasaron, unos a ser peones agrícolas de los nuevos latifundistas; otros, pequeños minifundistas; artesanos y deambulantes por el país, tanto como comerciantes, como recolectores. Otros, se vieron obligados a alistarse en el ―ejército industrial de reserva‖ de los cinturones de miseria de las ciudades en crecimiento. Especialmente las indias, como criadas de las haciendas y labores domésticas en suntuosas mansiones. Reacomodo poblacional que va implicar la aceleración de uno de los

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fenómenos más bellos de la América meridional: el mestizaje. Con el colapso de las encomiendas cobró fuerza raizal un nuevo ser humano que hoy, fusionado con las negritudes, constituye el Ser latinoamericano y caribeño. Precisamente la Nueva Granada-Colombia, por el relativo equilibrio poblacional, su ubicación en el centro continental, sus dos mares, la comunicación que permitió dos grandes ríos que la atraviesan, fue –probablemente- la región americana en la cual las mezclas raciales, étnicas y culturales se produjeron con mayor celeridad e integración. Pero,…“el mestizaje trajo aparejados problemas de carácter social y económico, menosprecio y discriminación. (…) al mestizo solamente le corresponden las funciones intermedias de artesano, dependiente en las haciendas, o comercios, o en los oficios urbanos que la ociosidad señorial no practicaba. A los negros e indios los oficios bajos (…) Durante finales del s.XVI y comienzos del XVII, comienza a inquietar a la corona la proliferación de los mestizos y se inicia la legislación discriminatoria (…) no se los admite como notarios, ni escribanos, (…) sólo se les permitía recibir órdenes sacerdotales en jerarquía inferior y cuando eran ―hijos de legítimo matrimonio‖ (…) fueron siempre postergados en la admisión de cargos públicos (…) ”(Bbl. 24, con 16, pag. 46).

Al tiempo, la Corona, mediante Cédula Real o el Papa, emitiendo una Bula, transformaban en blancos ciertos mestizos, como ocurrió con los hijos de Cortez y Pizarro y –en general - con los nuevos ricos de las colonias americanas quienes –conjuntamente con los “pura-sangre”pasaron a llamarse ―españoles-americanos‖, conformando las nuevas oligarquías. Proceso que cobrará impulso con la compra de títulos honoríficos, como el del “Marquez de San Jorge”, vendido y luego revendido al que llegó a ser primer presidente del recién Estado de Cundinamarca, Dn. Jorge Tadeo Lozano. * * * * Debo regresar más de dos siglos para referirme a otra institución, madre de genocidios-magnicidios, “La Mita”, de origen quechua, aprovechada y desarrollada por el colonizador. Sus raíces están en la conformación de los Estados indígenas. Como no existía el esclavismo de particulares, los indios rasos pertenecían a los Estados (―A yllus‖, entre los quechuas; ―zipasgos‖, entre los chibchas de Bacatá) que los adjudicaban temporalmente a la aristocracia indígena (caciques).

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La “Mita” era un servicio que obligaba a cada uno del clan. El cacique tenía la atribución de adjudicar los indios, para los oficios que el zaque o zipa ordenaba en talleres, minas o dominios de la aristocracia aborigen. La palabra (“Mita”) proviene del Quechua, ―estación del año‖ y/o ―turno de trabajo‖ que ya implica la modalidad de la sujeción. (Observando, Marx, organizaciones parecidas en Asia en las cuales un hombre no pert enec ía en propiedad a ot ro hombre, según el concepto clásico de esclavismo, ni estaba sujeto a un fundo, según los parámetros del feudalismo, utilizó una expresión facilista: ·‖Modo de P roducción Asiático‖, que correspondería a un ―despotismo oriental‖.(Bb. 25, pag. 46)

La “Mita” fue una forma estatal, sui-generis, de prestación obligada de servicios, apropiada por el conquistador con una mezcla de esclavismo (pertenencia del indio, de hecho, al encomendero que lo obliga a prestar un trabajo donde lo enviaba, según su decisión), capitalismo (el indio percibe un salario –que, en la práctica, divide con el encomendero- por tiempo de trabajo, “de sol a sol” y produce una plus-valía, con la valorización de materias primas que transforma en productos terminados o semi-t erminados) y relaciones

feudales (sujeción temporal del indígena-mit ayo a un fundo, mina o taller) Tan espléndida forma de explotación, fue utilizada por La corona y sus autoridades virreinales. Surgió una ―Nueva Mita‖, la Mita española, con el fácil expediente de sustituir en esas funciones a los caciques y a los beneficiarios. Ahora era el conquistador-encomendero –como jefe del cacique- , quien determinaba dónde trabajaban los indios. Se produjo una colaboración o engranaje entre las dos instituciones, Encomienda y Mita. Como en la Nueva Granada, la Encomienda no era de personas sino de comunidades (clanes y tribus) que mantenían la jefatura del cacique, -intermediario entre el encomendero explotador y los indios explotados-, éste recibía el encargo de enviar sus indios a obras, minas, talleres, sembradíos, hatos, que decidiera el conquistador/encomendero, bien bajo órdenes de la Corona o del virreinato; bien en desarrollo de un acuerdo con otro encomendero. Así, el indio encomendado era sujeto, al tiempo, del trabajo mitayo. El trabajo mitayo era considerado ―de interés general‖, que prevalecía sobre el interés particular del encomendero: “En atención a la común y pública utilidad, permitimos que se hagan repartimientos de los indios necesarios para labrar los campos, criar ganados, beneficiar minas de oro, plata, azogue, esmeraldas” (Notificación oficial de Felipe III a Jiménez

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de Quesada, el 26 de May o de 1609/.-Bbl. 26, pag. 46), Que se trataba de un

esclavismo temporal se confirma con el hecho que el mitayo recobraba su libertad para regresar al seno de su clan, una vez concluido el trabajo asignado. El artificio para convertir en legalidad, la ilegalidad (una de las preciosas herencias con las cuales los alumnos criollos superaron a s us maestros hispanos) tuvo en la Mita una magnífica expresión: como por

Cédulas Reales no se permitía que el encomendero utilizara sus encomendados en “obrajes”, minas o hatos suyos, se organizaba un verdadero ―carrusel de la contratación‖, con el cual los encomenderos no violaban las leyes y se beneficiaban de un trabajo mitayo, en sus obrajes, minas y hatos. con indígenas que no pertenecían a su Encomienda, sino a la de su amigo-cómplice. Y viceversa, en contraprestación. Lo que bien podemos llamar ―magnicidios-genocidios mitayos‖, se aprecia observando las diferentes formas de Mita o “Nueva Mita española”, en especial en la ―Mita minera‖ -la más generalizada, cruel y genocida- . que implicaba el traslado forzoso del indígena lejos de familia, clan y tribu, donde morían miles. Otra modalidad de Mita fue la de pesquería de perlas, con la cual, decenas perecían ahogados o morían días después del suplicio: una vez arrojados al mar debían regresar con la bolsa llena de ostras, depositarla en la canoa y zambullirse inmediatamente. Con menos agravantes pero con exterminio “natural”, por agotamiento, existió la Mita para la boga en el río Magdalena. Las otras formas de mita, menos demandadas y más benévolas para el indio, fueron la ―Mita Agraria‖ y la ―Mita industrial‖ u “obraje. (La Mita, por oficios, no estaba reglamentada: simplemente correspondía al que designara su beneficiario. Las que exponen los historiadores: “minera‖, ―industrial‖, ―agríc ola‖, ―para boga‖, son las principales, pero existían ot ras, como la de oficios domésticos, transporte por tierra, etc, aunque así no lo cobijara la autorización Real). Las “Mitas industriales” fueron rápidamente cerradas

por orden de la corona, para evitar la competencia con mercancías similares importadas, pero permitieron una experiencia que implicó, con los años, la gestación y desarrollo de talleres criollos. Tirado Mejía sostiene que la Mita fue una “institución desintegradora del Clan y de la comunidad indígena” (Bbl. 27, pag. 46). Siguiendo su análisis, desarraigar al indígena de familia y clan, creó el germen del proletariado tanto

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urbano como rural. Al tiempo, permitió nuevas instituciones como la “aparcería”, en la cual los ex-mitayos trabajaban por un porcentaje de las cosechas (Hoy, en varias regiones, existen relaciones no salariales en las que el trabajador –a cambio del uso de la tierra y de insumos, siembra, vigila cosechas, recoge frutos, vende y entrega al latifundistas un porcentaje.).

Podríamos concluir que las mitas agrarias e industriales fueron la “forma suave” del exterminio indígena, no ya mediante magnicidios, mucho menos genocidios, sino desapareciendo las organizaciones de clan y tribu, mediante la expulsión de hecho del indígena con respecto a su “hábitat” y su “asimilación” a un entorno hostil. Además, facilitó la usurpación de “españoles-americanos” y mestizos de sus resguardos.

* * * * “La Gaitana” (Algunos neo-historiadores, desconocen la existencia real de La Gaitana y atribuyen la leyenda a un “mito”. Si no se puede exhibir cédula con firma y huella, ni archivo procesal de la Cacica, ello no implica que en la Valle de Laboyos, hoy departamentos de Huila y Caquetá, no se produjeron magnicidios/genocidios contra los jefes y masas indígenas que se negaron a la tributación. Que éstos contraatacaron y que varias mujeres vengaron a sus hijos, cercaron Timaná y organizaron guerra de guerrillas contra el conquistador, como lo cuentan los más prestigiosos narradores de los acontecimientos en esas épocas, Fray Pedro Simón y Juan de Castellanos: “En aquella cercana serranía/ Era señora de las más `potent es/ Y por toda la tierra se tendía/ Gran fuerza de sus deudos y parientes:/ Viuda regalada que tenía/ Un hijo que mandaba muchas gentes,/ Al cual por no acudir como vasallo / Añasco procuró de castigallo”

Bbl. 28, pag. 46. “La Gaitana” o “Las Gaitanas”, existieron, con o sin la identidad personalizada)

La España de Carlos V estaba en su apogeo: sus conquistas se extendían, con magnicidios como los de Tupac-Amarú, Cahutemoc, Atahualpa. . . Pero surgian en todos sus dominios americanos, nuevos líderes indígenas quienes aglutinaban a la población contra las Encomiendas. Por tanto, la Corona preparó la disolución gradual de esa institución. No de un tajo, sino impidiendo que ella continuara siendo hereditaria. Hacia 1537, estableció la fecha límite del 1º de Enero/1542. Desde ese día, a la muerte del encomendero, los indios pasarían a ser sujetos directos

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de la Corona, no así los encomendados antes de esa fecha, quienes continuaban sujetos a los herederos del conquistador/encomendero. Por tanto, fueron presurosos para establecer nuevas Encomiendas antes de ese año, mediante la rápida conquista de nuevas poblaciones y su “titulación”, quedando cobijados con la leguleyada de ―Derecho Adquirido‖, pues esas ―nuevas Encomiendas” exitían antes de Enero/1542. Así, Sebastián de BenAlcazar que extendía sus conquistas al suroccidente de lo que ya era “Nuevo Reyno de Granada”, ordenó –desde Popayán, en 1.538- al capitán Pedro de Añasco, someter a tributación y separar, en Encomiendas, a los indígenas asentados en la cordillera andina central, cuenca del “Gran Río” (Magdalena) , valle de Laboyos (hoy departamentos de Huila y Caquetá), con Timaná (o Guacamayo), como centro de operaciones

* * * * (Es preciso un paréntesis para referirme a la variedad de pueblos, con nombres arbitrarios, imposible de catalogarlos hoy que pretendía encomendar BenAlcazar.. Los repartimientos y nuevas encomiendas, disolvían las uniones naturales de clanes y tribus y creaban otras, artificiales, que años después adquirían “carta de ciudadanía”. El vocablo ―Andakí‖ resulta impreciso para designar esos conglomerados. La palabra indica, probablemente, ―guerreros, atrás de la mont aña‖, lo cual no implica una homogeneidad tribal. Pero una cosa es cierta: la confluencia de todos en la nación quechua, si aceptamos que lengua y comunes rasgos étnicos son dos variables contundentes que marcan un tronco común. Friede asegura que “los intérpretes indígenas que acompañaron a los conquistadores en las tierras meridionales de la actual Colombia Andina eran casi exclusivamente de habla quechua” (Bbl. 29, con 8, pag. 46).

El historiador advierte que los nombres indígenas divulgados por las crónicas, para designar ―pueblos‖, ―naciones‖ o ―tribus‖, corresponden –en realidad - a denominaciones geográficas mal pronunciadas y, por tanto, unas mismas comunidades son designadas con diferentes nombres y diferentes comunidades con los mismos nombres. Además, de no ser propósito de éste libro, no voy a repetir esas deformaciones. Pero como algún nombre se requiere para denominar la variedad de ramas, provenientes de un mismo tronco, prefiero el que Friede –con las objeciones señaladas - denomina ―los

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llamados andaquies‖ que ubica en “dos regiones diferentes adyacentes a la imponente mole del Macizo Central Colombiano: el Valle del Magdalena, situado entre las cordilleras Central y Oriental, y la región selvática, situada en las vertientes de la Cordillera Oriental y el Macizo Central” (Bbl. 30, con 8, pag. 46). Las dos grandes civilizaciones que poblaron, desde época desconocida, lo que fue en la Colonia, el “Nuevo Reyno de Granada”, fueron la Chibcha y la Quechua. Ramas de ésta última, a partir del Macizo Central se conocerán con la generalidad de Andakí, compuesta por diversas culturas como Yalcón y Nasa (paez). Constituyó la reunión de pueblos indígenas que con más valor e inteligencia contuvieron, por casi dos siglos, la invasión española. Los Andakí construyeron el conjunto de monumentos arqueológicos más importante de Colombia y uno de los más sobresalientes de América, hoy patrimonio cultural de la humanidad, conocido impropiamente como ―cultura agustiniana‖, casi un insulto a la creatividad y al arte aborigen.)

* * * * Cerrado el paréntesis, volvamos al “Plan BenAlcazar”: su estrategia consistió en contar con una base española –Timaná-; asegurar las comunicaciones de los valles del Magdalena y Cauca; controlar a los nasa y pijaos; repartir y encomendar indios aún no sometidos, como los yalcón. El método para la subordinación de la variedad de tribus, en extensísimos territorios, fue sencillo: convocar a los jefes de éstas comunidades a Timaná, repartirlos en Encomiendas e informarles de los nuevos tributos. Pero el joven jefe de los Yalcón no concurrió a la emboscada legalista. Era lo que necesitaba el lugarteniente Añasco para ejecutar “el plan B”, del magnicidio con escarmiento: una táctica que desde Cartagena de Indias estaba dando magníficos resultados, pues los indígenas se doblegaban, se encomendaban y tributaban. Así, el jefe Yalcón fue quemado vivo en presencia de su anciana madre, jefa (cacica) de la comunidad yalcón, a quien los españoles apodaron ―Gaitana‖·. La aguerrida jefe no dejó las cosas de ese tamaño: organizó una emboscada, capturó a Añasco y lo sometió a una cruel tortura. Después de vengar a su hijo (sacó los ojos y la lengua al conquistador y – aún vivo- con soga al cuello lo arrastró de caserío en cas erío), organizó guerra de guerrillas, principalmente con yalcón y nasas (paeces) y logró

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interceptar las comunicaciones españolas, casi desde las afueras de Popayán; cercó a Timaná, en procura del asalto final, uniendo a los pueblos y organizando 12.000 guerreros. Solo la traición de un potentado indígena –el cacique Inando- quien informó al conquistador las rutas y las pequeñas y débiles armas con que contaban los insurgentes, permitió acribillarlos antes de que pudieran tomar Timaná. Aún así, los combates continuaron. La represalia conquistadora no se hizo esperar: movilizaron nuevos contingentes con tropas de Cali y Popayán, comandados por expertos capitanes como Juan de Ampudia y Francisco García de Tovar. Fueron derrotados. (Ampudia murió en combate con un lanzaz o en el cuello y García de Tovar –herido- huyó). Pero los españoles lograron la victoria militar, con un genocidio-magnicidio que masacró a las comunidades en busca de la cacica. (Bbl. 31, pag. 46). La indomable “Gaitana” no les dio el gusto de apresarla: cometió “automagnicidio”, en el estrecho de “Pericongo”, en el río Magdalena, entre Timaná y Altamira (hoy municipios del depart amento del Huila). Muerta “Gaitana”, continuó la guerra de guerrillas y los españoles, por algunos años, tuvieron que abandonar ese valle, pero -al tiempo - fueron acribillados los combatientes indígenas. El historiador Bernardo Tovar, según lo refiere el también historiador y neuroepidemiólogo Andrés Rosselli, le hace un justo homenaje a la cacica: “Símbolo de la lucha de la mujer, de la tierra, de la maternidad, de la libertad, emblema de la conquista, mito guerrillero, en fin.”. (Bbl.32, pag. 46) Los sucesos en ésta región andina, reflejan un proceso particular del latifundio colombiano. Se trata de un valle fértil, rodeado de abundantes aguas, donde fueron despojados sus propietarios naturales y ancestrales, las comunidades indígenas, para otorgarlo, mediante la escrituración por el Estado, a una sola familia: la familia de José Hilario López, presidente, hacendado y militar. La hacienda-Latifundio, “Laboyos”, con miles de km 2, fue uno de los primeros escenarios del capital agro-industrial, cuando los herederos López la transfieren a la familia Lara, convirtiéndola en “la tierra de los Laras” o “Larandia”. Ya, en 1902 contaba con 120.000 cafetos, cientos de cabezas de ganado y sistemas avanzados de riego.

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Los primeros “falsos positivos” (La mentirosa “Antropofagia” de los des-almados aborígenes) La justificación moral para la persecución inmoral –e ilegal- de la víctima, con el circuito de acusarla de crímenes horrendos > superponerlos a la legalidad existente > desprestigiarla socialmente > bendecir el asesinato del Estado con torturas y penas de muerte, se aprecia en lo que va a ser Colombia, con la acusación de ―antropofagia‖ a los nativos. Constituyeron los primeros ―falsos positivos‖ de nuestra historia. Las principales comunidades indígenas víctimas de semejante calumnia fueron precisamente (¡ qué casualidad !) las que opusieron una mayor resistencia a la Conquista: la ―Karib‖ (caribe) y la Yalcón, la cual se inscribe en la “Andakí‖. En la época era un pleonasmo las denominaciones “caribes” y “antropófagos”: “La declaración oficial de algunos indios como caribes, es decir, como antropófagos, daba derecho a exterminarlos o esclavizarlos legalmente; lo que producía apreciables ventajas económicas para los conquistadores”, como lo refiere Friede. (Bbl. 33, con 8, pag. 46) Cronistas como Fray Pedro Simón y oidores como Tomás López, ayudaron a tejer las leyendas (El segundo afirmó, en referencia a los indios de la gobernación de Popayán que son ―c aribes y carniceros…, que se matan y comen gran cantidad en pública carnicería‖. ..- Archi vo 8, Santa-Fé, citado por

Como ésta, son muchas las referencias con las cuales se insiste en la pretendida ―antropofagia‖, cuya sola credibilidad descansa en las propias narraciones de agentes, cronistas, oidores…, quienes proporcionaban una especie de “paz y salvo” a conquistadores y encomenderos, para sus comparecencias ante la Real Audiencia, acusados de esclavización, traslados ilegales y/o exterminio de indígenas. O, a los fracasados evangelizadores de las misiones, como el de la franciscana, al mando de Fray Fermín Ibáñez, quien lo explicó aduciendo que los Andakí, “se devoran unos a otros, sirviéndoles de alimentos los individuos de su propia especie…” ( Iden, Bbl. 33, con 8 Friede, o.c.)

pag. 46).

Calumnia que se cae por sí sola, pues la sociología, la antropología y la historiografía enseñan que las prácticas de alimentarse con carne de su propia especie, sólo y exclusivamente se da en las excepcionalidades de carencia absoluta de otros alimentos, lo cual no podía ser el caso de las comunidades aborígenes americanas con relativo acceso –a veces abundant e- de flora y fauna.

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Las crónicas que refieren venganzas indígenas mediante el ajusticiamiento del conquistador o del traidor y ―beber chicha en la cabeza…‖ , o a la exhibición pública de sus cráneos, implican sí, una horrenda costumbre, pero no matar para comer carne de la víctima, lo cual constituye la verdadera “antropofagia” Si descartamos, conforme a las reglas del Derecho Universal, toda acusación mediante testigos amigos, de quienes tienen interés en una falsa imputación, ningún documento, ninguna crónica acusatoria de canibalismo queda en pié. Sin aceptar semejantes procedimientos macabros, es preciso destacar que la dirigencia indígena requería, en su guerra desigual, vencer las creencias sobre ―inmortalidad‖ de los cristianos que hacía mella en los “güechas‖ o guerreros, mostrando públicamente que habían matado a los soldados conquistadores, que ellos no eran inmortales y en muestra, bebían en sus bóvedas craneanas. Práctica horrible pero usual en toda guerra, como la de los comandantes de los ejércitos ―civilizados‖ que hacían (¿hacen?) con los aterrados y bisoños reclutas, obligándolos a chupar la sangre del enemigo muerto o herido en combate para vencer el miedo. Con semejante acusación cobró legalidad la cadena de magnicidios. La eliminación de los indios aguerridos se constituyó en los ―Falsos positivos‖ de la época, que “producían la inmediata recompensa de los riesgos y gastos que se invierten en ella”(Bbl.34, con 7, pag. 46). Cobrar para matar, matar para cobrar; y –de carambola - obtener una ganancia política con el aplauso ciudadano, el desprestigio del adversario y el ascenso administrativo y/o militar, fue un magnifico negocio que se viene repitiendo en Colombia.. Se precisaba demostrar la ―Antropofagia‖. Quienes contaban con “alma”, alma cristiana, no podían ser caníbales. Era preciso que no la tuvieran, era preciso des-almar a los indígenas, mientras se armaba al encomendero. Por los mismos años que se proclamaba la antropofagia de Andakí y Karib, se emitieron Cédulas, con base a la ―investigación‖, en 1.510 , del teólogo escocés al servicio del Vaticano, John Legran: “Los no cristianos carecen de alma” (Bbl. 35, con 8, pag. 46). Ese mismo año, se produce la Cédula Real del 15 de Junio que permitió al conquistador “capturar y encomendar a título de esclavos a los indígenas rebeldes opuestos a la propagación de la Fe Católica… ” ,

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(Bbl iden + Volumen 5 de ―Document os inéditos relativos al descubrimiento de las antiguas pos esiones españolas de ultramar ”, editadas por Antonio María Fabié. Pocedencia del original: Universidad de Michigan. Tomado de Wikipedia).

Además de permitir los repartimientos desde Santa Marta la bendición vaticana a Legran, posibilitó al conquistador un tratamiento de animales a los indígenas, puesto que no tenían alma. La recuperaron sólo en 1537 con la bula ―Sublimis Deus‖ del Papa Paulo III que declaraba ―humanos‖ a los indoamericanos, es decir, poseedores de alma y, en consecuencia, “ordenamos que los dichos indios, aunque se hallen fuera de la fe, no pueden ser privados de su libertad ni de la posesión de sus bienes y que pueden hacer uso de su libertad y dominio y no deben ser reducidos a la esclavitud” (Bbl. 36, pag. 46) Sólo existe una narración probablemente presencial; en todo caso creíble, cuyo testimonio no se constituyó en defensa de acusado ni en premio de acusador, sobre antropofagia, …pero, … ¡realizada por españoles!. La refiere Fernández de Oviedo, según Melo: (Las tropas de La Cosa…), “como lo que hallaron de comer era poco, algunos de éstos cristianos, viéndose en extraña hambre, mataron un indio que tomaron, y asaron la asadura y la comieron; y pusieron a comer mucha parte del indio en una grande olla para llevar que comer en el batel…” (Bb, 37, pag. 46) (Traslado de indígenas a La Española.-anexo 2, pag. 239.),

En peligro de extinción ―Porque son tantos y tales los estragos y crueldades, matanzas y

destrucciones, despoblaciones, robos, violencias y tiranías, y en tantos y tales reinos de Tierra Firme ,que todas las cosas que hemos dicho son nada en comparación de las que se hicieron‖. Fray Bartolomé De Las Casas (Iden, Bbl 10, p. 46)

El genocidio-etnocidio, en América dejó cerca de 150 millones de muertos entre los siglos XV y XIX. En la América española, dos instituciones (“Encomienda” y “Nueva Mit a”) reagruparon los individuos en entidades arbitrarias y los expulsaron de sus comunidades, destrozando familias, tribus, congregaciones; inventándose historietas calumniosas como la mentirosa antropofagia. En Colombia, éste fenómeno, referido a las comunidades del sur (pero que puede generalizarse a todo el territorio), ha sido estudiado, entre otros, por la Antropóloga Mónica Espinosa.

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Reproduzco pequeños apartes de sus investigaciones : “En la (…) promulgación de la ley KMisak, el cabildo de Guambía hizo su propia evocación de la historia y estableció una serie de puntos para recordar” (…): “1. En la Conquista invadieron nuestros territorios, saquearon nuestro patrimonio natural, generaron el genocidio de pueblos milenarios, acabaron con muchas de nuestras culturas, con su organización social, política y económica, (…); 2. En la Colonia continuaron con el proceso exterminador de los pueblos en resistencia, con la usurpación de sus territorios, acorralándolos en pequeñas áreas denominadas resguardos(…), 3. En las Guerras de Independencia (…) lo único que sucedió fue que cambiamos de amo, porque después de la independencia siguió el sistema esclavista, colonialista, exterminador y aniquilador; 4. Con la República se impusieron nuevas leyes, normas y decretos destinados a liquidar los resguardos existentes, a declarar los territorios indígenas como baldíos, y a nuestros abuelos como salvajes y menores de edad, favoreciendo a los hacendados terratenientes y a la iglesia en su tarea de reducción de los salvajes a la "vida civilizada"; 5. La violencia generalizada que ha vivido el país durante los siglos ha causado grandes desplazamientos de pueblos indígenas, con lo cual se busca ocupar nuestros territorios para continuar saqueándolos en beneficio de las diferentes fuerzas con sus grupos armados y las transnacionales apoyadas por el Estado colombiano,(…); 6. En 1991 participamos en la Constituyente y la Constitución resultante nos reconoció algunos derechos, pero esto no ha sido más que un engaño, porque el proceso de exterminio de nuestros pueblos en todos los campos continúa (Guamb ía, 2007: 3, 4)”. (Bbl. 38, pag. 46) Los genocidios contra indígenas que señalo en los anexos referidos abajo, continuaron, para satisfacer la sed de tierras en los siglos XVIIIXIX y se extendieron al XX, sin parar en el XXI, en el cual los nuevos elementos del narcotráfico, el acaparamiento de minas, los enfrentamientos paramilitares-guerrillas-ejército, para ubicarse en zonas estratégicas, hacen de las comunidades indígenas, víctimas de las guerras que ellas no se inventaron.

- - - Es imposible el listado de tantas masacres. (Algunos se encuentran en los anexos 3, p.240; 4, p.241; 29, p.275; 32, p.281; 38, p. 290)

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Bibliografía: (1)“Historia de Colombia”, Tomo 1, Cap. IX, 3ª part e: Jorge Orlando Melo (2 y 6) “Historia de Colombia”: Jesús María Henao/Gerardo Arubla (3, 12) “Crónica de América”, 1er. Tomo: Plaza & Janes (4) “Libro de las maravillas del mundo”: Emilione Rustuchelo de Pisa (5, 14,15,17,37) “Los grandes conflictos sociales y económicos de nuestra historia” Tercera parte, Cap. IX y X:”: Indalecio Liévano; (7, 34) “Los Pijaos”: Leovigildo Bernal (8,29,30,33,35) “Los Andaki”: Juan Friede (9): “Sociología Americana”, cap.III: Diego Montaña (10) “Documentos inéditos para . la historia de iberoamérica”: Santiago Montoto, compilador, citando a Bartolomé de Las Casas. (11) Crónica de la Humanidad”: Plaza & Janes; (12) Crónica de América, tomo 2: Plaza & Janes (13) “Constitución de la República de Colombia”: 1821, editada como “Catecismo Político arreglado”, Editor: Jaso Grau/1824 (16,21,24) “Colombia Social”, cap 5: Diego Montaña (18,19,20) ”De los Chibchas, a la Colonia y a la República”: Guillermo Hernández Rodriguez (21) “Historia económica y social de Colombia, 1537-1719”: Germán Colmenares (22) Industria y protección en Colombia 1810-1930”: Luis Ospina Vásquez (23) “El régimen de la tierra en la América española durante el período colonial”: J.M.Ots Capdequí, citado por Tirado (o.c). (25) “Formaciones económicas pre-capitalistas”: Carlos Marx; (26) Primeras sociedades de clase y Modo de Producción Asiático”: Arturo Ruiz y otros; (27) “Introducción a la historia económica de Colombia”: Alvaro Tirado (28) “Elegías de varones ilustres de Indias”: Juan de Castellanos (31 y 32): “Los laboyanos de Pitalito”: Bernardo Tovar, citado por Andrés Roselli (o.c) (35) Crónica de la Humanidad”, Plaza & Jannes, editores (36): “Bula” papal: Paulo III, “Crónica de la Humanidad”: Plaza & Janes (37):“Historia Natural” (III,133-63):Fernández de Oviedo, citado por Jorge Orlando Melo, o.c. (38): :“Antípoda”, Revista de Antropología y Arqueología de la U. de los Andes, Dic . de 2007, No.5, art. de Mónica Espinosa.

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3.- Negros bajo dominación de blancos y mestizos (1.502-s.XX) (De la trata a “la leguleyada”)

Orígenes de la trata negrera - Esclavitud y magnicidios/genocidios - Cimarrones, palenques y escarmiento - Las “leguleyadas”

Orígenes de la trata negrera “El esclavo fue una mercancía singular y, como tal, hace parte del proceso comercial desde la antigüedad remota (…). La ―producción‖ de esclavos, estaba muy limitada desde el s. X en los territorios europeos donde estaba colapsando el antiguo esclavismo por la mayor rentabilidad que producían los campesinos ―libres‖, (…) Así, el mercado de esclavos se restringía aceleradamente. En esas condiciones los pocos esclavos europeos, mediterráneos y cananeos disponibles se vendían a precios altos: se abría el magnífico negocio de la trata negrera, monopolizada por el imperio árabe-musulmán a partir del s.VII (aprox. en 661) con el ímpetu de la dinastía Omeya, capitaneada por el califato de Bagdad que logra rápidas conquistas en el Medio Oriente, Asia Central, buena parte de India, Tartaria, porciones del occidente chino, Oceanía y todo el mediterráneo africano (Egipto hasta el Atlántico), imprescindible para su avance hacia España, donde instauró el califato Andalús, con capital en Córdoba. Ocupó 15 millones de km 2, el más grande imperio del mundo hasta que fue vencido hacia 750, por su rival Abasí (750-1258), el cual se apoderó del calfato, trasladando la capital a Damasco Esta comercialización del ser humano, fue uno de los motivos de las guerras mundiales de la época: primero, entre califatos árabes, después entre colonialistas árabes y europeos, mas tarde entre las potencias europeas, para hacerse a los Fuertes o Castillos donde eran recluidos los africanos cazados por sus propios monarcas. Las capitales europeas de la trata fueron Lisboa y Amberes. Portugal fué la potencia más desarrollada en el tráfico marítimo y la circunnavegación de África: su condición de proveedora de esclavos,

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fue bendecida -―sancionada‖- por dos bulas pontificias de 1493. Amberes, como centro comercial europeo, posibilitó la fusión entre la oferta de mercaderías y el aprovisionamiento de esclavos.. Desde el s.XVI, con la necesidad de esclavos para las minas españolas en América, las plantaciones francesas azucareras del Caribe, el comercio sueco, danés y alemán del marfil, las minas carboníferas inglesas, las plantaciones algodoneras de Norteamérica, los remos de los barcos holandeses…, el monopolio portugués de la trata fue cuestionado por las otras potencias europeas. Las guerras coloniales que se desataron a partir de ese siglo no fueron exclusivamente por territorios y materias primas, sino por la mercancía más barata para producir las otras mercancías-materias primas: el negro” (Bbl. 1, pag. 56)

* * * * Como el lector podrá advertir, para ubicar el comienzo de la trata hacia América, existe una obvia diferencia entre los historiadores norteamericanos - Manix y Cowley, por ej.- con los latinoamericanos –Mellafe, Escalante, Eduardo Zuleta, Freide, entre otros-. porque los primeros se refieren a la trata inglesa, desde 1518 y los segundos a la española, desde 1501, aprox. En 1502, la corona española produce la primera legislación sobre trata y esclavitud negra en sus dominios americanos. Pero fue una legislación que –precisamente- prohibía el ingreso de esclavos, realizado por cuenta –no centralizada- de las distintas facciones de conquistadores esclavistas que aspiraban a gobernar sin directrices de Castilla. Esa dispersión de mandos terminó en 1502 con el nombramiento de un “Gobernador General” para las tierras conquistadas y por conquistar con sede en “La Española”.(Haití + Rep. Dominicana, hoy). El mismo año, Isabel autorizó la introducción de esclavos negros, requerida para los recientes cañaduzales en “La Española” y para las minas, en Tierra Firme (Colombia, hoy), contradiciendo la norma del año anterior. (Bbl. 2, pag. 56). Por tanto –creo- que ese año -1502- debe ser considerado como el comienzo de la trata en Hispanoamérica, aunque la “Casa de Contratación”, haya reglamentado la importación de africanos, con sus correspondientes aranceles, sólo hasta 1510. Al parecer, para Norteamérica la trata organizada se efectuó a partir de 1518.

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Trata, esclavitud y genocidios-magnicidios Según Manix & Cowley, “ los negros llegaron (a Nort eamérica, not a de éste escrito.) casi al mismo tiempo que los colonos blancos; (pues) ya existían negros en la isla La Española (Haití) en 1501. Fue en 1518, sin embargo cuando la trata se inició realmente, con el desembarco en las Indias Occidentales del primer cargamento negro llegado directamente de África. (…) La justificación religiosa de la esclavitud –basada en la afirmación de ―negros herejes‖ cuyas almas podían ser salvadas- dio paso a una justificación racista, según la cual todos los negros estaban condenados a la esclavitud [...]”

(Bbl. 3, pag. 56)

La trata demuestra que la tortura es, per-se, un magnicidio-genocidio, desde la caza y captura. Cada metrópoli tratante tenía su propio escudo para distinguir ―sus‖ esclavos que marcaba con hierro candente. A quienes preferían morir de hambre, otros hierros, al rojo vivo, se aplicaban a los labios. La mitad del cargamento moría, sin contar los que no subían a los barcos, pues se ahorcaban antes. Los autores citados agregan que “(…) Tan pronto se llegaba a puerto (…) se procedía al ―palmeo‖ o sea el avalúo oficial y la medición de la carga humana. La operación deriva su nombre de una unidad española de medida, el palmo (…). Una operación final, de profundos efectos psicológicos completaba la operación de palmeo. Cada negro era herrado sobre el pecho derecho con un ―sello real‖ guardado celosamente y hecho de metal precioso. En él se distinguía una letra ―R‖ orlada por una corona y el monograma reinante, para indicar que se había cubierto al fisco el derecho de introducción (…) se les imponía una marca para reconocerlos en caso de fuga: (…) hierro candente en el rostro (…)” (Bbl. 4, pag. 56) Rolando Mellafe sostiene que, “ La primera legislación americana sobre esclavos negros es nueve años posterior a la fecha del descubrimiento, lo que nos muestra que los grupos blancos y negros llegaron prácticamente al mismo tiempo. La legislación a que nos referimos son las Instrucciones dadas por la Corona en 1501, que prohibían la inmigración a las nuevas tierras de esclavos, de judíos, moros y nuevos convertidos, limitándola solo a los cristianos que hubieran nacido entre cristianos, es decir, a todos los que hubieran nacido en la Península. Algunos autores han escrito y discutido sobre la posibilidad

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de la llegada de negros antes del descubrimiento, sea a través de una legendaria expedición efectuada por el sultán de Guinea, Mohamed Gao, en el año 1300, o por otras causas aún desconocidas. Se ha dicho que Alonso Pietro, piloto de La Niña, era mulato. (…) ” (NdelA: el apellido lo demostraría) (BB. 5, pag. 56)

Agotada la obtención del oro, mediante torturas y masacres a indígenas para que indicaran los escondites o “dorados”, su apropiación se logró con trabajo esclavo negro en las minas y riberas de los ríos. Así, la trata, la extracción de oro y la esclavitud formaron un solo circuito: yacimiento descubierto producía poblamiento negro. La economía del oro a partir del s. XVI, mediante trabajo esclavo, cohabitó con trabajo agrícola mitayo de indígenas, para la obtención de la alimentación del conjunto de explotados, más los administradores mestizos al servicio del conquistador. Así, la sangre indígena y la sangre negra se fusionaron para amasar el oro exportado a España. Comienza, entonces, un tortuoso y contradictorio tránsito hacia la economía mercantil-capitalista que implicaba “cargamentos” de negros, tasados por toneladas (una tonelada = una “pieza”), comprados principalmente a la ―Real Compañía de Guinea de Portugal‖.. En el s.XVI y buena parte del XVII, la trata es uno de los mejores negocios del capitalismo comercial, un negocio redondo: los príncipes africanos ganaban por cazar y/o dejar cazar, por permitir Fuertes o “Castillos” de reclutamiento; ganaban las navieras por cada embarque; ganaban los herreros por colocar las marcas candentes; ganaban los mercaderes que compraban y vendían; ganaban los banqueros, prestos a facilitar numerario para la trata; ganaban las Coronas por los impuestos; ganaban los dueños de minas, tierras, cañaduzales y transportes, con mano de obra esclava; ganaban los administradores e intermediarios quienes obtenían con rapidez y favoritismo las licencias de exportaciónimportación de negros y ganaban los contrabandistas que introduc ían esclavos sin pagar aranceles. Tan extraordinario negocio produjo guerras entre las metrópolis por conseguir trato preferente de los príncipes africanos para el reclutamiento de la carga humana y su correspondiente embarque.

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Holanda fue ganando la hegemonía y logró desplazar a Portugal a partir de mediados del s.XVII. Esta pérdida portuguesa impactó en España, pues continuar con la trata significaba entenderse con sus enemigos y vecinos; pararla, darle un impulso al contrabando y enemistarse con los colonizadores mineros que exigían más y más negros. Al tiempo, el tráfico permitió la renovación naviera de Holanda, Francia e Inglaterra, mientras España se quedó atrás. La resultante de todo éste circuito fue el genocidio de cerca de 100 millones de negros entre los siglos XVI y XX, con la caza, las mazmorras, los embarques en Africa y la trata y esclavitud en Europa, pero especialmente en América, porque después de las independencias, cobró impulso el aniquilamiento genocida por trabajos forzados, principalmente en EEUU, donde las grandes plantaciones algodoneras alimentaban, con trabajo esclavo, la naciente revolución industrial. Pero también en la América Meridional, donde la casta criolla de españoles-americanos y parte de mestizos, heredó el negocio de la esclavitud, no para alimentar una inexistente industria, sino para la exacción de oro hacia la metrópoli.

Cimarrones, palenques y escarmiento ( El ejemplo del “Rey Benkos” ) En Las Antillas, el ganado vacuno de los españoles huía hacia el monte, hacia la cima, con lo cual éstos animales “cimarrones” podían deambular libremente. Así, “ir p´al monte” y “flecha que busca la libertad” fueron conceptos análogos. A partir de comienzos del s.XVIII, la denominación sirvió para la auto-identificación de los esclavos que huían en grupos. Las costas selváticas centroamericanas fueron el refugio inhóspito, pero seguro, para quienes huían de La Española. Pronto el ejemplo se extendió al “Nuevo Reyno de Granada”, con levantamientos cada vez más frecuentes. Santa Marta fue la cuna de las rebeliones, cuando la furia esclava la semi-destruyó en 1529. Estas rebeliones tenían raíces en los combatientes, expertos en emboscadas y asaltos, que los tratantes portugueses traían del reino Mandinga (Hoy Zimbabue, Gambia, Guinea, Guinea-Bissau, Senegal, Malí, Sierra Leona, Liberia, Burkina Faso, y Costa de Marfil).

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En un cargamento, llegado a Cartagena de Indias en 1596, vendido y revendido ―pieza por pieza‖, se encontraba un recién bautizado con el nombre de ―Domingo Biohó‖ (era usual la práctica inquisidora de coloc ar un nombre cristiano con apellido lugareño) . Pero no era ni ―Domingo‖, ni ―Biohó‖. Había nacido entre los mandingas, en la ribera oriental del río Senegal, región “Benkos”. Era jefe tribal de esa región, de allí que fuera conocido como “Rey Benkos”. Este hombre, de ancestro guerrero y curtido en recientes luchas, fue vendido para su utilización como boga por el río Magdalena. Huyó dos veces en 1599, dominando los terrenos cenagosos, destacándose como conductor político (logró atraerse a cientos de esclavos), militar (organizó la fuga de esclavos, creó una red de inteligencia, dirigió enfrentamientos con el mét odo guerrillero, arrebat ó y utilizó las armas del enemigo, diseñaba los combates,…), ingeniero (con palizadas –“palanques” o “quilombos”- construyó fuertes y poblaciones, que resultaron inexpugnables para el conquistador). Instaba a los esclavos a escaparse

―p´al monte‖, ir a la cima y combatir desde allí, con táctica similar a los guerrilleros latinoamericanos de los 60s. Los ―palenques de cimarrones‖ fueron por mucho tiempo invencibles, particularmente el de San Basilio, muy famoso en la época, como foco resistente. Los ―cimarrones neogranadinos‖, se extendieron desde Cartagena hacia Tolú, Mompox y Tenerife, luego organizaron “palenques” para acoger a sus hermanos de los, hoy, departamentos de Atlántico, Magdalena, Antioquia y Chocó. Los cimarrones se extendieron hasta la provincia de Popayán donde organizaron varios palenques, especialmente en el Valle del Patía, entre ellos, otro muy famoso, el de “Castillo” y llegaron hasta la capitanía de Quito. En éstas extensas regiones asaltaban hatos, sementeras, haciendas.., hasta barcos, utilizando pequeñas canoas. Derrotado, el gobernador de Cartagena, propuso en 1605 un tratado de paz, por el cual respetaría el Palenque y la autoridad de Benkos, contra la promesa de no incitar más esclavos a huir y tornarse ―cimarrones‖. Benkos aceptó, pero como con Atahualpa, Tupac-Amarú, Moctezuma, …el colonizador incumplió. En 1619 violó el tratado, apresó a Benkos, quien fue ahorcado y descuartizado en 1621, porque ―con encantos se

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llevaba tras de sí a todas las naciones de Guinea que hay en la ciudad‖ (Bbl, 6, pag. 56).

Otras rebeliones negras tuvieron lugar. Probablemente, la más importante, la de Mariquita, promovida por “los comuneros” en 1781, expresada en un informe del alcalde de Medellín (“El proyecto de éstos malvados es matar a sus amos, y de consiguiente a todos los blancos, quemar los papeles de los archivos del Cabildo, proclamar la libertad y hacerse dueños de todo…”. /iden, Bbl 6, pag. 56) Antes, en 1545, revueltas en la Costa, Anserma y en la cordillera de Chisquío; en 155657, en varias regiones mineras de Antioquia; en 1610, asalto de minas y rancherías en Zaragoza, Antioquia, etc.)

Las “leguleyadas” * ( * ―trampas y artimañas en el ejercicio del Derecho‖ ) El movimiento de “los comuneros” (1780-81), al mando de José Antonio Galán, exigió la libertad de esclavos, lo cual contagió varias regiones mineras como la de Malpaso, cerca de Mariquita y otras de Antioquia. El magnicidio-Galán y su descuartizamiento para escarmiento, aplazó, para los años de la independencia, nuevos reclamos por la libertad de esclavos. Se entiende: frente a las revueltas y la oposición de buena parte de artesanos, comerciantes y dirigentes independentistas como Nariño, Carbonell y Bolívar, contra la esclavitud, el nuevo Establecimiento, surgido con una mentirosa “independencia” o “Canapé oligárquico”, propició trampas y maniobras legalistas –―leguleyadas‖para bloquear los intentos liberadores. Por ej. ―Libertad‖, pero para quienes se inscribieran en los registros –¡en un país de analfabetos!-; o, libertad formal pero después de los dieciséis años (“edad”, que establecía el esclavista), u ―orden de libertad‖ pero para el 10% de esclavos por esclavista (sobre un monto de ―piezas‖, también establecido por el amo) Antes de la batalla de Boyacá, el libertador Bolívar que exigía la libertad inmediata e incondicional fue burlado sucesivamente. Al instalar el congreso de Angostura, el 15 de Febrero de 1819, proclamó:: “ yo

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abandono a vuestra soberana decisión la reforma, o la revocación de todos mis estatutos y decretos, pero yo imploro la confirmación de la libertad absoluta de los esclavos como imploraría mi vida y la vida de la República” (Bbl 7, pag. 56). Meses antes, en Haití, se había comprometido con Petion, libertador de Haití, con la libertad a todos los esclavos de los países donde lograra la victoria. Aunque no pudo imponer en 1821 (primera Constitución de la República de Colombia) la libertad absoluta y total de esclavos, logró –c omo transacción- la ―Ley de Manumisión‖, por la cual se concedía libertad a los esclavos a partir de los 18 años. (Esa Constitución, proclamada en Cúcuta, fue un malabarismo de negociaciones con los esclavistas: en el art. 4º se reconoce como colombianos a ―todos los hombres libres nacidos en el territorio (…) y a los hijos de éstos‖. Puesto que los esclavos no tenían status de ―hombres libres‖, su nacionalidad -y por tanto, su libertad- no fue reconocida. /Bbl 8, pag. 56.) En 1826, logró un pequeño avance. En el Congreso Anfictiónico de Panamá, a través de su plenipotenciario, intentó imponer en ―El Tratado Final‖, la abolición de la esclavitud, pero una leguleyada más cambió “esclavitud”, por “trata”. Así, el artículo 27 , condena “la trata desde territorio africano”, no entre y dentro de países americanos. Además, ni siquiera se refirió a la esclavitud, pues las oligarquías del continente, representadas en ese congreso, tenían como parte de sus fortunas, miles de esclavos. En 1843, muerto el Libertador, el Congreso, de la “República de la Nueva Granada”, legalizó el esclavismo: permitió la importación y exportación de esclavos (―Gaceta de La Nueva Granada‖, Bbl 9, pag 56) En 1850 el general Tomás Cipriano de Mosquera ofreció comprar –y compró- esclavos para la construcción del ferrocarril, realmente norteamericano, en (no ―de‖) Panamá (“El Día”/ Febrero 20 de 1850, tituló “Trampas a la libertad”; Bbl 10, pag. 56

+ Anexo 4, pag. 241)

Más leguleyadas: en el mismo año (1850), una ley amarra la libertad de esclavos a la indemnización al esclavista, a costa del erario público con 1600 reales por esclavo. En Marzo/1851, los jóvenes conservadores desde la publicación ―El Filotémico‖ consideraron la abolición de la

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esclavitud como una conspiración contra la propiedad y las leyes. Mediante Ley (21- Ma yo/1851), propuesta por el presidente José Hilario López -en su artículo 1º- decreta: “ Desde el día primero de Enero de 1852, serán libres todos los esclavos que existan en el territorio de la República (…)”. (Bbl 11, pag. 56. Hasta allí, magnífico. Pero a la Ley, dentro de la ley, sucede la trampa a la Ley (Art. 2º): “El comprobante de libertad de cada esclavo será la carta de libertad expedida a su favor con arreglo a las leyes vigentes, previos los respectivos avalúos…” / Bbl 12, pag. 56 ). ¿Para qué los avalúos y la exigencia de ―carta de libertad‖? Porque alguien debía pagarlos: quien le prestara el monto avaluado al esclavo, el cual será sometido a un esclavismo-asalariado para pagar la deuda contraída. Aunque el Estado se comprometía a pagar 1.600 reales por esclavo liberto, ello contradecía la disposición legal, pues los ―avalúos‖ sobrepasaban muchas veces esos 1.600 reales, con lo cual “legalmente” no se podía cumplir con la legalidad. Como ―la carta‖ sólo la otorgaba el esclavista, con dinero en mano, el esclavismo de hecho se prolongó. No sólo de hecho, también en Derecho: en 1864 la Cámara rechazó la reforma constitucional que pretendía eliminar completamente la esclavitud. (Bbl 13, pag. 56) Observemos: la historia oficial nos dice que ―la esclavitud quedó totalmente abolida con la Ley de 1861 en la administración López‖, pero tan solo 3 años después, se rechaza enmienda constitucional que la pretendía eliminar realmente (Bbl 14, pag. 56). El esclavismo con genocidios-magnicidios se mantuvo, pues, todo el s.XIX y –bajo cubierta legalista- bien entrado el s.XX. Persiste en el s. XXI: varias familias “recogen” niñas indígenas, para “protegerlas” en sus residencias…. ¡ como sirvientas ! ; los tratantes compran jovencitas, a madres hambrientas, para someterlas a la prostitución, con sus colegas europeos y japoneses Además de las masacres físicas, el magnicidio a la cultura afroamericana fue eficaz. Obligado el negro al bautizo, se lo despojó de sus creencias ancestrales, las cuales mantuvo secretamente, afrontando torturas, cuando se descubrían sus prácticas. Entonces optó por el “sincretismo”: mantener sus “Orichas” -divinidades- y conservar sus ritos con nombres cristianos, como se observa con la contagiosa

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música cubana: Yemayá = Virgen María; Babalú Ayé = Sn Lázaro; Changó = Sta Bárbara; Ogún = Sn.Pablo…. Los carnavales (―libaciones carnales‖), otra forma de manifestación de la cultura negra, apropiada “sincréticamente” , fueron –finalmente aceptados, aunque reglamentados. El baile y la música constituyeron expresiones de rebelión, como lo cuenta Isabel Allende a través de su personaje Zarité, quen se entusiasma con los consejos del abuelo: ―Baila, baila, Zarité, porque esclavo que baila es libre,.. ¡.mientras baila !‖ (Bb. 15, pag. 56)

Bibliografía: (1) “¿Adiós Socialismo?: ¡Evoluciòn revolucionaria al Ecosocialismo”!:, 1ª Parte, Cap 6º, “Los Marginados”; Acp 3: “Las negritudes”: Fred Kaim (2) “El negro en Colombia”: Aquiles Escalante (3 y 4): “Historia de la trata de negros”: Mannix y Cowley (5):“La trata hacia Hispanoamérica”: Rolando Mellafe (6) “Movimiento anti-esclavista en Antioquia”: Eduardo Zuleta (“Boletín de Historia y Antigüedades”); “Documentos inéditos para la historia de Colombia”:Juan Friede; (7) “Obras Completas de Bolívar”, Tomo IV: “Discurso en Congreso de Angostura”, . editado por FICA/Gerardo Rivas (8): “Congreso de Cúcuta de 1821, Constitución y leyes”: Banco Popular/1971

(9): “Gaceta de la Nueva Granada”: Biblioteca Nal. de Colombia, tomado de “Biblioteca virtual Miguel de Cervantes”; (10): “El Día”, Feb. 20/1810, biblioteca Banco de la República, Bogotá (11 y 12): Documentos inéditos para la historia de Colombia”:Juan Friede (13): “Diario Oficial, Agosto 21/1864: Boblioteca BdelaR, Bogotá; (14): “La historia como noticia”: Boletín, B..de la R./1988; (15): “La Isla bajo el mar”: Isabel Allende.

General, sin citas textuales: - “Historia de la nación latinoamericana”: Jorge Abelardo Ramos;

- “Changó,

el gran putas”: Manuel Zapata Olivella.

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4.- Genocidios para atajar las economías propias (Siglo XVIII) ( o el dominio a los mestizos ) ¿Una economía en transición? – Oro y una nueva estratificación social - “Los comuneros” - La primera república negra del mundo, Napoleón y el “Nuevo Código para las Indias”: triple impacto en el “Nuevo Reyno de Granada” - Economía colonial: tapón hacia la transición industrial

¿Una economía en transición? En el “Nuevo Reyno de Granada” (más tarde Colombia) la economía de la tributación, a través de la Encomienda, coexistió con la economía del oro, a través del trabajo esclavo. Una cohabitación que impuso, tanto la Corona española como sus autoridades coloniales, varias veces en contradicción. Varios historiadores denominan éste período como ―Economía de transición‖ Pero una “transición‖, para merecer ese nombre, debe desembocar, con relativa rapidez, a un nuevo estadio. Cuando no ocurre así, en lugar de ―transición‖, la economía deambula por un laberinto sin encontrar salida y regresa a estadios anteriores. Así, la ―Economía colonial‖, en la relación España-dominios americanos, más que de ―transición‖, fue una especie de círculo vicioso, con predominio de las economías del oro y de la tributación. Se perpetuaba, manteniendo un prolongado “statuoquo”, con sus aparatos políticos, idológicos y militares. Los intereses de la metrópoli y de las autoridades coloniales (aunque muchas veces contradictorios), conspiraron contra las manufacturas; la agricultura comercial; los servicios y el comercio de las economías indígenas y mestizas, que sí estaban en transición, pero que perdieron capacidad de liderazgo. La economía colonial las supeditó a su engranaje. Ello explica el aniquilamiento de los “obrajes” que ya existían antes de la conquista y cuya actividad llegó a ser erigida en delito, porque su producción entraba en contradicción con un aspecto de la

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política de tributación, el de los aranceles, que acrecentaba las arcas de la “Casa de la Contratación”. La Economía Colonial se afincó en cuatro pilares: a) Aniquilamiento de obrajes, para privilegiar los aranceles, obtenidos por ingreso de mercancías foráneas; b) Auge del trabajo mitayo, el cual arrancaba al indígena de su pequeño círculo productivo-mercantil; c) Percepción de numerario a través de la tributación, mediante la Encomienda y d) Exportaciones, que implicaron fuga de trabajo esclavo y mitayo, en forma –principalmente- de oro, lo cual no impactaba en inversiones inducidas ni en las colonias, ni en la metrópoli y que –por el contrarioimpulsaba las economías europeas al trasladar ese oro para la compra de sus mercancías. Por tanto –he allí un punto fundamental - la economía colonial EspañaAmérica, no fue de ―transición‖, como sí lo fue la de Inglaterra-América. Además, España golpeó y en buena parte aniquiló, el incipiente proceso manufacturero, frustrando un mercado interior. Así, el estamento criollo, el de productores y comerciantes mestizos e indígenas, fué asfixiado por los dos Estados, el de la Corona y el de la autoridad colonial, a diferencia de todas las transiciones al capitalismo industrial, las cuales contaron –como el caso nort eamericano- con el dinamismo de sus élites y el apoyo de las monarquías absolutistas. Además, una ―transición‖, cuyas inversiones –principalmente hacia las minas fueron provocadas por un capital financiero, divorciado de proyectos industriales . (De paso: los manuales y sus seguidores ortodoxos, sólo aceptan el “Capital financiero”, desde sus inicios, como la fusión y producto del Capital bancario con el Industrial. Nada más desacertado. El Capital financiero no sólo fue previo al industrial, sino su soporte -a través de la Sociedad Anónima, por acciones-, para lograr masas de numerario que financiaran las guerras, el colonialismo y la Trata. Se dio desde las cruzadas con los “Caballeros Templarios”, institución -además de militar-, religiosa/mercantil/bancaria (siglos XII-XIII). Más tarde en Amsterdam, cuando al tiempo que Holanda proclama la independencia con respecto a España, funda el banco que absorbe las más importantes cuentas de la burguesía mercantil –no industrial- europea

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(1.609). Con la fundación del Banco de Inglaterra (1694), se realizan las primeras emisiones masivas de acciones y se crea la “Sociedad Anónima”, para atender la deuda del Estado y financiar las dos sociedades coloniales, “Indias Occidentales” e “Indias Orientales”) En el ―Nuevo Reyno de Granada‖ -bajo el arzobispo/virrey Caballerola actividad financiera capta numerario para invertir en las nuevas minas de Antioquia y Popayán, fusionando un Capital financiero, más que ―pre‖, anti-industrial, con el esclavismo. Si a ello se agrega los magnicidios y genocidios, el escarmiento con torturas a una población que requería la iniciativa creadora y productiva, para lograr una efectiva transición hacia el capitalismo industrial, se entenderá el estancamiento de las economías de los dominios españoles; se entenderá que una efectiva ―economía en transición‖, hacia un capitalismo industrial, sólo se dio –lentamente- en el s. XX La llamada ―Economía de transición‖ fue, al tiempo, una economía ―hacia afuera‖, sin crecimiento ―hacia adentro‖, con un mercado interior muy restringido, sin impactar en forma significativa la infraestructura, ni dinamizar la demanda. En varios sectores se presentaba una sobreoferta relativa, mientras en otros se carecía de los mismos productos, con demanda insatisfecha. El escaso gasto público para infraestructura se concentró en puertos y vías hacia los mismos, que permitieron mantener el flujo exportador. Como lo expresa Otto Morales, ―En la Colonia se estancó el tiempo en la cisterna‖ ( Bbl 1, pag. 70). Para rematar, el capitalismo mercantil en la Nueva Granada –y en la América his panacomienza con la dependencia. Una dependencia que – por sí- impide, por siglos, la transición hacia el desarrollo industrial. Pero sí mantuvo la base mafiosa, propia de toda acumulación originaria del capital, que se extiende hasta nuestros días: ―(…) los métodos de la acumulación originaria fueron cualquier cosa menos idílic os (…) en la historia real desempeñan un gran papel la conquista, la esclavización, el robo y el asesinato; la violencia en una palabra‖ (Bbl. 2, pag. 70)

Enfocar la economía colonial como una economía que taponó la transición hacia una economía mercantil en proceso industrial, no

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implica que parte del estamento criollo no luchara por liderar una transición hacia la industria. Por el contrario, creó una “economía alterna” al modelo colonial/español, - como lo advierte Nito Arteta- desintegrando el mapa con ―Dos economías y dos sociedades‖: “En el oriente (…) se desarrolla una vigorosa economía manufacturera (…) una más intensa vida urbana y, por consiguiente de un mayor desarrollo económico. La producción agrícola en esa región es cuantiosa” (Bbl 3, pag. 70). El mismo autor cita a Vicente de Oviedo, en referencia a El Socorro: ―produce de todos frutos de tierra caliente, caña dulce, plátanos, maíz, yuca, algodón y muchas frutas (…) hay mucho comercio de varios géneros del país, lienzos, pabellones, mantas, paños, sobrecamas, (…)‖ (Bbl. 4, pag. 70). Extiende la narración para otras comarcas como Charalá, San Gil, Pamplona…, en las cuales incluye la gran producción de tabaco. A diferencia del desarrollo oriental, Nieto Arteta advierte que ―las regiones centrales‖ (Cundinamarca, Boyacá, Huila, Tolima…) se estancan en ―una vigorosa inclinación a la conservación de (…) la vieja y caduca economía‖ colonial. (Bbl. 5, pag. 70)

Oro y nueva estratificación social Los principales núcleos coloniales, además de Santafé, fueron Cartagena, Santa Marta, Mompóx, Río Hacha, Chocó, Popayán, Barbacoas, Supía, Remedios, Nóvita, Pamplona, Cartago, Antioquia, Vélez, El Socorro,… todos, centros en cuyas cercanías se encontraban miles de esclavos en las minas de oro y plata y la economía –incluida, principalmente, la producción agrícola- giraba en torno a esa producción. Montaña afirma que ―la economía del oro transformó a los encomenderos en ―señores de cuadrilla‖, dueños de minas y esclavos, o en comerciantes, compradores de negros (…) o en terratenientes dueños de haciendas productoras para el abastecimiento de minas‖.(Bb.- 6, pag. 70). Todo ello produjo un cambio tanto en la composición social, como en la combinación poblacional. La capa social dominante quedó constituida por tratantes y contrabandistas; por los dueños de minas,

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necesariamente esclavistas, y por latifundistas. En contrapartida, se produjo una nueva estratificación: ―tres clases de explotados: los esclavos negros; los indios en servidumbre y proceso de aniquilamiento, y los mestizos y españoles pobres que trabajaban en las minas como capataces a sueldo, a quienes se denominaba ―mineros‖, y sobre quienes se descargaba toda la responsabilidad por la inhumana explotación de los trabajadores esclavos‖. (Bbl. 7, pag. 70) La combinación poblacional también cambio con la extensión del trabajo esclavo. El colapso de “La Encomienda”, impulsó el mestizaje; ahora, el auge de la minería va a producir el mulato. La población de la Nueva Granada-Colombia creció con tasas de progresión geométrica para mestizos, negros y mulatos; con progresión aritmética para blancos y negativas para indios, en proceso de exterminio, excepto -afortunadamente- para varias comunidades que lograron los “resguardos”, lo cual permitió conservar raza y cultura. En resumen: una economía de transición en América Meridional y Caribeña, hacia un rápido proceso manufacturero que desembocara en la industrialización, fue atajada por la econom ía colonial, de las metrópolis española, portuguesa, francesa, holandesa y parcialmente inglesa (sólo, con respecto a las Antillas menores) . En Norteamérica, la “fiebre de oro” desembocó rápidamente en “fiebre industrial y agro-industrial” y fue el motor de la producción agrícola, la cual alimentó, con materias primas, la industrialización. Por el contrario, ese mismo oro, en América española, implicó el abandono de buena parte de la producción agrícola-comercial, para sustituirla hacia alimentos para el ejército de esclavos mineros, lo cual se proyectó en carencia de materias primas para una manufactura que no cuajaba con dinamismo. Mientras un gramo de oro norteamericano, se convertía en alimento industrial en su propio territorio, el mismo gramo -en América Meridional- salía hacia España y de allí a las potencias europeas. Así, un dinámico mercado interior –motor de la industria y agro/industria - fue abortado, en éstas tierras. Por otro lado, la economía del oro, en la Nueva Granada, está en la base de las guerras civiles y en el surgimiento de la mafia burocrática.

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Un mentiroso ―federalismo‖ fue la bandera política para que los dueños de minas no se vieran amenazados por un control central. Fueron las dos más importantes provincias del oro –P opayán y Antioquia- las más firmes defensoras de una caricatura de federalismo y gestoras del negocio y los negociados de las guerras civiles. Además, que está en la base de la actividad mafiosa, lo prueba el hecho que entre 1555 y 1644, precisamente en las regiones de las oligarquías federalistas de Antioquia y Popayán, se produjo la mayor parte de la producción total de oro, aproximadamente 114.5 millones de gramos-oro de 22.5 quilates, mientras a España sólo llegaron 35 millones (la diferencia fue, sencillament e, robada, burlando t odos los ac uerdos, disposiciones, leyes, vigilancia, tributos…/Bbl. 8, pag. 70).

Lograda la independencia formal, ésta herencia burocrático-mafiosa, se va a mantener y las nuevas castas en el poder guerrearán por el control administrativo y la posesión de minas. Fueron los esclavistas mineros de la provincia que desde 1680, era la mayor productora de oro –Popayán, donde se manejaba el negocio, desde Barbacoas hasta el Chocó-

quienes aportaron los más sobresalientes ―patriotas‖ y presidentes de ambos partidos, los cuales condujeron, por buen tiempo, la nación: las familias Caldas, Torres, Mosquera, López, Arboleda, Valencia… Control político, propiedad/posesión de minas, genocidios/magnicidios, han sido una constante en la historia (A mediados del s.XX, las minas esmeraldíferas de Boyacá, sostuvieron fuerzas paramilitares, apoyaron los gobiernos dictatoriales, y sirvieron para una ―acumulación originaria‖ mafiosa del narco-capitalismo. Además, gestaron magnicidios como los de Luis Carlos Galán y Jaime Pardo)

Los comuneros Con la pérdida de oro tanto por la piratería inglesa, como por la evasión-robo del conquistador y, luego, de la oligarquía “españolaamericana”, la corona –a través de la autoridad virreinal- no tuvo otra opción que una nueva escalada en la tributación. ¿Hacia quienes?. Pues hacia los dueños de productos-regiones más desarrollados, a los que podía reprimir con facilidad dada su concentración y la imposibilidad de esconder producción: el oriente y concretamente a las

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provincias de Vélez y El Socorro. No fue casual, pues, que el movimiento de “Los Comuneros”, surgiera allí. Sus raíces provienen de los levantamientos de “los comunes”, de la plebe, contra la monarquía y sus emisarios. En Castilla -1520- surgen ―Las tropas comuneras‖, afincadas en los artesanos y contra la monarquía que pretende escalar en los tributos. Aunque fueron derrotadas, su ejemplo cundió en la América española y dos siglos después, un ―Sí se puede‖, fue ganando las mentes de los más sobresalientes dirigentes criollos en Venezuela, Ecuador y muy especialmente en Paraguay, Nuevo Reyno de Castilla (Perú) y Nuevo Reyno de Granada. A nombre de ―Los Comunes‖, la incipiente burguesía manufacturera europea, se enfrentaba al absolutismo monárquico. Este enfrentamiento se proyectó en la América española, pero con una doble contradicción, pues “los comunes”, en éstas tierras, agrupaban –por un lado - una gama muy variada de contestatarios y –por otro ladoa “españoles/americanos”, quienes utilizaban a los criollos para sus reclamos ante las autoridades coloniales y a éstas, para someter esclavos, siervos, artesanos y comerciantes. Por tanto, los “españoles/americanos” jugaron tanto en el bando independentista, como en el pro-monárquico y no faltaron familias que combatieran simultáneamente en uno y otro. Para enfrentar la contradicción, en el manejo burocrático, entre españoles/españoles, “pura sangre” y la nueva clase emergente de “españoles/americanos”, ésta última acudió al expediente más fácil: intentar el apoyo del ―populacho‖. Las condiciones, estaban dadas: la Corona de Carlos III comenzaba un proceso de debilitamiento con la declaración de guerra a Inglaterra, lo cual va implicar el sitio a Cartagena. La administración virreinal se movilizó para enfrentar el desembarco inglés, descuidando el “orden interior” de unas provincias sometidas a escaladas impositivas. El descontento era general y el desprestigio de las autoridades se manifestaba a diario. Al tiempo, vientos libertarios del sur llegaban hasta “El Socorro” y a todo el Nuevo Reyno de Granada, como lo narra Montaña: ―(…) El poder del común –dicen los comuneros del Paraguay-

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de cualquier república, villa, ciudad o aldea, es más poderoso que el mismo rey. En manos del común está admitir la ley o gobernador que gustase, porque aunque se le diese príncipe, si el Común no lo quiere, puede justamente resistir y dejar de obedecer‖. (Bbl 9, pag. 70). A ello se agregó un marco de notables contradicciones en todo el “Nuevo Reyno”, particularmente en Santa Fé, en Cartagena y en El Socorro, como lo describe Liévano: ” Los grandes señores de la oligarquía criolla (…), formulaban severas críticas a las autoridades del virreinato, pero en manera alguna estaban dispuestos a fraternizar con la plebe (…) Los desheredados querían tierras y esas tierras habían sido monopolizadas por las grandes familias criollas (…) Los indios ambicionaban disfrutar de sus resguardos y evitar que ellos continuaran ―demoliéndose‖, y los criollos eran, por el contrario, los principales favorecidos por esa demolición (,..) Sólo los abusos del visitador Gutiérrez de Piñeres habían establecido un esporádico vínculo de solidaridad entre la oligarquía criolla y el pueblo, porque ambos sufrían las consecuencias de la política fiscal (…)” (Bbl. 10, pag. 70) La chispa que prendió la pradera, fue el nuevo impuesto para enfrentar el acoso de la flota inglesa. Al día siguiente de la fijación del edicto en la plaza mayor de “El Socorro”, en pleno mercado semanal, el 16 de Marzo de 1781, fue desprendido bruscamente por una mujer –Manuela Beltrán- quien logró convocar un ―Cabildo abierto‖, el cual desconoció el nuevo impuesto. (De paso: poco se ha profundizado en ésta modalidad revolucionaria de democracia directa y participativa que constituyó una verdadera institución de hecho. A semejanza de los comuneros de Castilla, Paraguay y Perú, se convirtió en una terrible amenaza para las autoridades y en una fuerza llena de energía y posibilidades para los pueblos. Un verdadero ―constituyente primario‖ de la época, capaz de tomar decisiones, revertir decretos, promulgar leyes, producir renuncias y destituciones, cambiar gobiernos…) La pradera comenzó a arder: el 17, motines en Simacota; días siguientes, mujeres de San Gil cercan la sede del gobierno; en Pinchote, la gente quema las existencias de tabaco; el 30, una movilización, en El Socorro, abre las puertas de la cárcel y el descontento organizado se extiende desde Barichara, Simacota, Valle de Sn. José, Chima, Olba, Guadalupe, …a pueblos y veredas.

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El Común reunido en Cabildo decide marchar hacia Santa Fe y a la columna se la van agregando gentes por todos los caminos hasta llegar a las “gargantas del virreinato”, Ambalema y Honda. Huyen las autoridades recaudadoras, el cabildo de Tunja apoya con envío de tropas, al movimiento, que llega hasta lo que se denominará “Puente Nacional”, donde el oidor, enviado por el virrey se rinde, entrega armas y regresa. Los insurrectos penetran en Girón, un importante eslabón que conecta con Cartagena. Ya están en Nemocon, al mando del capitán del movimiento nombrado por el Cabildo, Juan Francisco Berbeo, comerciante acaudalado. Ahora son 20.000 insurgentes que marchan a la capital tras reemplazar, en los pueblos y comarcas, autoridades virreinales por “los comunes” quienes expropian estancos y rentas locales. La oratoria del mestizo José Antonio Galán, congrega multitudes, asusta autoridades y preocupa a grandes comerciantes y aristócratas criollos, con su grito de combate: ―¡Unión de los oprimidos contra los opresores!‖ (más de 60 años antes que Marx y Engels publicaran el Manifiesto Comunista). Hasta Antioquia, Popayán, Neiva, Pasto.., llega el mensaje de Galán. En Zipaquirá, las fuerzas insurrecciónales deciden dividirse y Galán toma la ruta noroccidental, hacia Antioquia, Rionegro, Mariquita, el gran centro minero, para proclamar la libertad de esclavos (―Se acabó la esclavitud!”, grita ante entusiastas negros): las minas se paralizan; asaltos a los depósitos de plata; capataces y propietarios huyen. Cientos de esclavos se incorporan a la insurrección. Antes, Galán había hecho escala en Facatativa, donde aparentemente existía un foco pro-virreinal. Pero en lugar de tranzar con las autoridades y los dueños de la villa, se dirigió a los indios, los incitó a la rebelión, a recobrar por su cuenta las tierras de los Resguardos usurpadas y a desobedecer el pago de tributos. Por tanto, cuando un destacamento militar enviado desde Santa Fe se aproximó, para intentar apresarlo, ―les salieron todos los indios, indias, mestizos, mulatos y hasta los muchachos armados de piedras, palos y cuantos instrumentos toparon…‖·, según informe del general Miranda, citado por Liévano. (o.c., Bbl 10, pag. 70) El gobierno de Santa Fe está rodeado por una tenaza que comprende Sogamoso, Tunja, Villa de Leyva,

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Moniquirá,..En cualquier momento puede caer y producirse la proclamación de una república independiente de criollos, trabajadores y medianos comerciantes y propietarios. ¿Si los insurrectos norteamericanos habían podido desplazar la autoridad del potente imperio británico, por qué no ellos a la decaída Casa de Borbón? Surgen diferencias entre los comunes y la aristocracia criolla no tan ―común‖. Los primeros, al mando de Galán, no aceptan transacciones, diferentes a la caída del gobierno virreinal. Los segundos, dirigidos por Berbeo, quisieron –y lograron- aceptar la mediación del arzobispo Caballero y Góngora para presentar sus demandas en forma de “Capitulaciones‖ (acuerdos) : son 35 artículos (supresión de estancos, alcabalas y los nuevos impuestos, abolición del monopolio del tabaco, restitución de resguardos y devolución de minas de sal a los indios, e indulto, entre otros). Negadas en principio, los insurrectos proclaman ―guerra a Santa Fe‖, por lo cual –con algunas modificaciones - fueron aprobadas por el virreinato, constituyendo un significativa victoria de los comunes. Solemnemente confirmadas en el altar de la catedral de Zipaquirá, por el obispo Caballero y Góngora, Galán creyó que serían aplicadas. Por tanto, con increíble rapidez y candidez, disuelve las tropas y regresa. Una campaña de calumnias, como se observa en la sentencia, que incluso llegó a acusarlo de “incestuoso”, no desmentidas oportunamente por Berbeo, permitió que frente al desconocimiento de las capitulaciones por el virrey, las protestan no desataran un nuevo movimiento. Las “Capitulaciones” fueron desconocidas por decreto virreinal el 18 de Marzo de 1782, con pleno acuerdo del notablato de patricios criollos, mediante ―Constancias de nulidad‖, emitidas por un “Consejo de Capitanes insurrectos de El Socorro”, auto-nombrado, -no elegido- y antítesis de los “cabildos abiertos”, promotores de la insurrección. Los (ex) comuneros de la aristocracia criolla con títulos administrativos como el de ―Regidor y Justicia Mayor de El Socorro‖, conferido a Berbeo, se convirtieron en policías que detuvieron a Galán, Molina; Alcantuz, Ortiz y al cacique Pisco, en ―la primera acción paramilitar de que se tenga memoria contra un grupo guerrillero‖ (Bbl 11, pag. 70).

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Después de algunos cambios en el Virreinato, fue nombrado el arzobispo, Caballero y Góngora, nuevo Virrey. El mismo que ante el altar, de rodillas y frente al crucifijo, había jurado respetar las capitulaciones. Sentenciados los comuneros, fueron torturados, ahorcados, desmembrados, exhibido miembro por miembro de sus cuerpos en todas las comarcas, a los aterrados excombatientes y al pueblo, en general. Bajo autoridad virreinal, los indígenas y negros habían padecido magnicidios-genocidios …Ahora le tocó el turno a los mestizos. Galán y sus compañeros fueron ejecutados el 1 de Febrero de 1782. La aristocracia criolla estuvo comprometida en éste magnicidio de Estado, como lo prueba el hecho que las sentencias fueron firmadas y –probablemente- redactadas por Juan Francisco Pey y Ruiz y otros cinco “españoles-americanos”. (Victoria, O.C.,Bbl. 11, pag 70) (Anexo: 5: Magnicidios con e scarnio: Sentencia s contra José Antonio Galán y compañeros, publicada en “La Bagatel a”, de Nariño, pag. 242).

Dos geocidios, con magnicidios, en el s. XVIII: el sitio inglés a Cartagena (1741) y la masacre a “Los Comuneros” en las provincias de El Socorro y Velez (Hoy Departamento de Santander, en 1782), muestran la feocidad de las dos potencias de la época. El primero, marcó la derrota inglesa; el segundo de la isurgencia plebeya en “Nuevo Reyno de Grnada”.

La Primera república negra del mundo, Napoleón y el “Nuevo Código para las Indias”: triple impacto en el “Nuevo Reyno de Granada” Una de las primeras consecuencias de la revolución francesa en América, fue el surgimiento de la primera república negra del mundo, la segunda de América y la primera de América Latina y el Caribe: Haití, parte occidental de la isla de Santo Domingo. La economía del azúcar y el café, permitió la trata permanente de miles de negros, recién esclavizados, con la memoria de libertad aún fresca. Unidos con los mulatos en ascenso, exigieron –en 1791- igualdad de derechos con los blancos al amparo de las nuevas disposiciones de la Asamblea francesa, surgida con la revolución.

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Los colonialistas se vieron atrapados, simultáneamente, por la insurgencia esclava y por las proclamas libertarias de su metrópoli. Los esclavos advirtieron que había llegado el momento propicio para levantamientos masivos en toda la isla. Al frente de los insurrectos, un esclavo mulato, -Toussaint Louverture-, aún muerto, asesinado en prisión, pero con miles de seguidores levantando sus machetes, logra la victoria en 1804. Su repercusión en el Nuevo Reyno de Granada fue casi inmediata. A las minas, llegaban las noticias de la libertad de esclavos y de la nueva República de negros y mulatos. Un contingente decididamente anti-español, que vitoreaba ―Los Derechos del Hombre‖ y al nuevo Estado de Haití, especialmente en Cartagena y las regiones mineras de Antioquia que ya habían saboreado una momentánea libertad con el levantamiento comunero, va a propiciar un oleaje de contradicciones y, al tiempo, de fusión de intereses, entre la oligarquía criolla y las autoridades virreinales, para atajar nuevos levantamientos esclavos. Por otro lado, Napoleón hacía arder los corazones libertarios de Europa y del Nuevo Mundo. Su golpe al Directorio no era visto como una jugada requerida por la vieja aristocracia y la nueva burguesía, sino como una limpieza del terror de Robespiere, lo cual permitía avanzar en la línea de los enciclopedistas, del laicismo, del poder de la razón, de la filosofía crítica, de la aplicación de los ―Derechos del hombre y del ciudadano‖, de la libertad y protección a los clubes políticos y artísticos. Todo ello permitió la honra de los grandes de las artes como Goya y Beethoven, quien tituló su sinfonía No.3 de 1803, “Oda a Napoleón” (le cambió el nombre por ―Sinfonía heroica‖, cuando Bonaparte se proclamó emperador). Pero su influencia se vio menguada en España porque la

hegemonía mundial -disputada por Francia, Inglaterra y Españarequería que Francia doblegara a un Portugal pro-británico, para lo cual necesitó la alianza con la monarquía borbónica-española, ofreciéndole una importante tajada de tierras y dominios portugueses. Parte del acuerdo (“Tratado de Fontaineb leau”), implicaba atravesar territorio español con 40.000 soldados. Frente a los titubeos españoles, Bonaparte depuso a la dinastía de los borbones, aprovechando las rencillas

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familiares del padre (Carlos IV) con su hijo (Fernando VII, monarca en funciones ). Así, la corona fue devuelta a Carlos, quien abdicó el trono en favor de Napoleón, el cual fue inmediatamente transferido a su hermano José. La indignación de las élites peninsulares fue acogida por los ―españoles americanos‖ del Nuevo Reyno de Granada, lo cual creó en la práctica- dos corrientes o dos partidos: los incondicionales a la corona española y quienes veían en las contradicciones mundiales la gran oportunidad para la independencia. No era una posición romántica ni gratuita: la nueva Constitución napoleónica para España (“Estatuto de B oloña”), proclamaba en su artículo X: (Las) ―(…) provincias españolas de América y Asia, tendrán los mismos derechos que las provincias españolas (…)‖.(Bbl 12, pag. 70). “La Junta de Regencia”, desde la isla de León, contra-atacó políticamente con nuevas disposiciones, para atraerse la dirección criolla en sus dominios americanos: promulga un ―Nuevo Código para las Indias‖, otorgándoles la condición de ―parte esencial e integrante de la Monarquía Española‖. Al tiempo, hizo omisión de sus disputas con Gran Bretaña y se unió/a/la/batalla/contra/Napoleón. . La nueva doctrina de la Junta de Regencia, precipitó enfrentamientos entre la administración colonial y los estamentos criollos que aspiraban a una ―adecuada‖ participación de las provincias. Además, quien en sus dominios, asumiera la defensa de la Francia napoleónica se convertía en ―traidor‖. En conclusión, la Constitución napoleónica de España y el ―Nuevo Código para las Indias” de la Junta de Regencia sirvieron, en el Nuevo Reyno, para decantar dos posiciones, dos partidos, cuyos enfrentamientos van a producir, primero escaramuzas y trampas; un poco después guerras, las cuales, desembocarán en magnicidios y genocidios, elementos integrantes del movimiento de Independencia

Economía colonial: tapón hacia la transición industrial La economía esclavista cumplió, en Norteamérica, la función de transición hacia el capitalismo industrial, dinamizando la economía mercantil.

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En Hispanoamérica, no: se constituyó en tapón hacia la industrialización. La esclavitud permitió –en el conjunto norteamericano- la acumulación originaria capitalista, para que las mercancías-materias primas, alimentaran una naciente industria. En Hispanoamérica, alimentó –indirectamente- el desarrollo manufacturero europeo e impidió la aceleración de la economía mercantil propia hacia procesos industriales . La economía indígena, en Hispanoamérica, –con propiedad colectiva sobre tierra y aguas- fue reemplazada por la relación minifundiolatifundio, para que los agricultores pagaran, con sus frutos, a los nuevos dueños de lo que fue su propiedad. En Norteamérica, la “economía indígena”, sencillamente fue aniquilada. No existió la relación minifundio-latifundio, como tal: los grandes fundos (principalmente algodoneros) fueron utilizados con trabajo esclavo; para alimentar el creciente mercado tanto personal cono industrial.

Bibliografía: (1) Lo socioeconómico y lo popular en la Independencia”: Otto Morales Benítez: (2) “El Capital” (Tomo 1. cap. XXIV): Carlos Marx (3 y 5) “Economía y cultura en la historia de Colombia”: Luis Eduardo Nieto Arteta; (4): Nieto cita a Vicente de Oviedo en “Cualidades y riquezas del Nuevo Reyno de Granada”; (6 y 7) “Colombia Social”: Diego Montaña; (8); “Historia económica y social de Colombia,1537-1719”: Germán Colmenares; (9): Sociología Americana”: Diego Montaña;. (10 y 12) “Los grandes conflictos sociales y económicos de nuestra historia”: Indalecio Liévano; (11) “Grandes mitos en la historia de Colombia”: Pablo Victoria. (12), La Constitution de Bayonne (1808), Édouard Cornély et Cia., Paris, 1910.

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5.- El poder de los magnicidios/genocidios y los genocidios/magnicidios del Poder (Siglo XIX: Las oligarquías vencen a los libertadores) Intentos emancipadores VS Economía Colonial. (1743-1810) -Ni “patria”, ni “boba” (1810-1815). - ¿“Federalismo” y “Centralismo”?. - Genocidios para el acaparamiento de tierras Puñalada trapera contra la independencia y contra Nariño. Régimen del Terror (1815-1819). - Nariño y Bolívar – “La libertad cambió de traje: se transformó en Hacienda” - Revolución evolutiva continental o postración nacional. - Elementos del magnicidio Bolívar – Colombia, y América Latina, bajo la “Doctrina Monroe”. El terrorismo de esclavistas/terratenientes contra dos constituciones democráticas (1853/1863) - 1886…: Una República nada republicana. - Peculiar proceso de acumulación originaria del Capital - Colombia en la división internacional del trabajo. Genocidios en la construcción del Ferrocarril en Panamá. . - Masacres para una “Regeneración”

Intentos emancipadores VS. Economía Colonial (1743-1810) El período que media entre los primeros brotes generalizados de intentos emancipadores, que incluyen la aplastada revolución de los comuneros, hasta la unión federalista/centralista para enfrentar la reconquista (1770,...-1813), pasando por el primer triunfo formal –y mentirosodel movimiento independentista (1810), está marcado, también, por visionarios intentos de desarrollo hacia una economía manufacturera, agrícola y mercantil propias, con las cuales se aspiraba a la emancipación real, (por ej. los levantamientos en la Provincia de Popayán, el movimiento comunero, los reclamos de Nariño al Rey para que la economía interna lograra un curso normal y la traducción-publicación de los “Derechos del Hombre”).

También por el rechazo y boicot a esos intentos emancipadores, por parte de la economía colonial, que unía los tres grandes intereses en la cúspide:

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a) el de la Corona (cuyo objetivo fundamental era el de mantener y acrecent ar la economía colonial del oro y la tributación); b) el de los “españoles europeos” en Nuevo Reyno de Granada ( muchas veces no coincidía con la primera, con negocios propios como el contrabando y la trata no disimulada, la apropiación de fundos ejidos y realengos que negociaba con “españoles-americanos”, el des falco a “los quintos del Rey”, ocultando buena part e de la extracción total del oro;,…);

c) el de los “españoles-americanos”, dueños de minas y de esclavos; exportadores y terratenientes; burócratas y cabildantes criollos, cuyas aspiraciones administrativas se limitaban a una mayor participación en la dirección de las Indias (por ej., las quejas sobre ―Representación del Cabildo de Santafé a la Suprema Junt a Central‖, conocido impropiamente como ―Memorial de Agravios‖, de Camilo Torres).

Tardíamente España comprendió que la carrera de las potencias por la hegemonía mundial se ganaba con mayor producción del conjunto metrópoli-colonias. Carlos III, había emprendido el timonazo para beneficiarse más con la producción de sus dominios, que con la tributación. Por tanto, promulgó nuevos códigos para las Indias, como el levantamiento de prohibiciones para la producción (Cédula Real del 12Oct-1778, lo cual permitió un rápido crecimiento de la producción y el comercio, en ceca del 50% en 18 años, 1778-1796)

Pero era tarde. La ventaja industrial, naviera y militar de sus enemigos, Francia e Inglaterra, la convirtieron en potencia de segundo orden. Estaba colapsando: Andalucía fue ocupada por Napoleón y el tradicional enemigo británico, debió acudir en su ayuda, para que en la isla de León se constituyera un ―Consejo de Regencia de España e Indias‖ (Reemplazó provisionalmente a Fernando VII, huésped obligado de los hermanos Bonaparte), el cual reconoció a delegados de sus colonias con una dádiva oportunista: ―Desde éste momento, españolesamericanos, os veis elevados a la dignidad de hombres libres; no sois ya los mismos que antes, encorvados bajo un yugo mucho más duro (…) vuestros destinos no dependen ya de los Ministros ni de los Virreyes, ni de los Gobernadores: están en vuestras manos (…)‖ (Bbl 1, pag. 132 ).

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En todo caso, ese decreto de 1810, esa dádiva de una mayor representación de españoles-americanos en el ―Consejo de Regencia de España e Indias‖, tendiente a estrechar las relaciones de dominio con las colonias, se constituyó en base jurídica para los reclamos burocráticos de la oligarquía criolla con respecto a la autoridad virreinal. Se desarrolló la contradicción entre éstas dos pinzas de la tenaza, contra los esfuerzos emancipadores: a) la de la oligarquía criolla (“española-americana”) y, b) la de los representantes de la metrópolí (“españoles-europeos”)

La oligarquía criolla acude al “populacho” para presionar al Consejo de Regencia y al virreinato e intentar arribar a más puestos públicos, derogar algunos impuestos y mantener en cintura a sus esclavos negros, a sus indígenas siervos y a los intermediarios mestizos. Los españoles europeos del Nuevo Reyno de Granada,, boicotearon a los ―comisionados regios‖, voceros del Consejo de Regencia, quienes se constituyen en puente directo entre éste y la oligarquía criolla, de españoles-americanos, burlando –de hecho - a la autoridad colonial/virreinal Surgen zancadillas y enfrentamientos directos entre esos dos sectores, con sus propias contradicciones internas: a) los ―españoles americanos‖, divididos entre quienes querían a todo trance la continuación de la sujeción a España, bien a través del Consejo de Regencia o del inmovilizado -en Francia- Frenando VII, (Jorge Tadeo Lozano, Camilo Torres, José Miguel Pey, …) y quienes permanecían “neutrales” frente a los dos poderes españoles y el nuevo orden napoleónico; (Un ambivalente Francisco José de Caldas, Frutos Joaquin Gutiérrez, Acebedo y Gómez, Antonio Morales, el capitán Antonio Baraya…, en Santa Fe; Diaz Granados, Castillo y Rada, Gutiérrez de Piñeres,…, en Cartagena);

b) los ―españoles europeos‖ , divididos entre quienes defendían abiertamente el Consejo de Regencia y quienes, secretamente, se alistaban a una posible alianza con la victoriosa Francia, alrededor del Virrey y los oidores. Oponiéndose a ambos, pero en alianza con los primeros, quienes veían, en los enfrentamientos inter-metropolitanos, la gran oportunidad libertadora (Nariño, Carbobell, Bolívar, Policarpa,…)

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En esa perspectiva, Nariño aspiraba a darle un vuelco a la estructura económica. Desde 1797 en carta al rey, reclamó un cambio en el modelo económico que implicara una ampliación del mercado interior, un crecimiento de la demanda, es decir un desarrollo de la economía mercantil, frenada por la econom ía colonial del oro y la tributación:

“(…)

por rico que sea un país en minas y otras producciones, si sus habitantes son pobres, el Estado no puede sacar grandes ventajas; el que nada tiene no puede contribuir, y el único modo de que contribuya es proporcionando medios de que adquiera (…)‖. Y agregaba, ―El comercio es lánguido; el erario no corresponde ni a su población, ni a sus riquezas territoriales; y sus habitantes son los más pobres de América. Nada es más común que el espectáculo de una familia andrajosa sin un real en el bolsillo, habitando una choza miserable, rodeada de algodones, de canelos, de cacaos y de otras riquezas sin exceptuar el oro y las piedras preciosas … (…) Hay un género de contribuciones que son más gravosas por los obstáculos que oponen al adelantamiento de los vasallos que por la cantidad que de ellos se exige, o por lo que el erario reporta. Tales son, en este Reyno, las alcabalas interiores y los estancos de aguardiente y tabaco (…) El producto que aquí dejan (…) no corresponde al atraso que causan (…) ” (Bbl 2, pag. 132)

Son dos modelos económicos en pugna: el del poder metropolitano + el de la oligarquía heredera del colonialismo, en contraposición con el de los trabajadores-artesanos y un sector de intelectuales y comerciantes que interpretaba Nariño, quienes reclamaban una emancipación real. Pugna de modelos, lo cual llevará a una cadena de magnicidiosgenocidios, por parte de la Corona + las autoridades virreynales + buena parte de la oligarquía criolla (Camilo Torres y su canapé), La trampa de la oligarquía criolla para impedir una real emancipación, constituyó –al tiempo- el magnicidio a un modelo propio de desarrollo; el magnicidio realizado por la economía colonial del oro y la tributación a la economía de la liberación, que hubiera implicado la protección a la producción y al comercio propios.

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La economía colonial impedía la formación de una cadena productiva autóctona, separando el eslabón central (manufacturo e industria) de los otros dos eslabones (agricultura y comercio int erior). El eslabón agrícola, que debió transitar hacia la agricultura comercial y ser productor de materias primas, se limitó a “pan-coger” y a alimentar esclavos, cuya producción se fugaba en forma de oro. El eslabón intermedio, el del comercio interior, que debió dinamizar el mercado, permanecía estancado, restringido, sin poder ejercer sus funciones propias, como conector de los otros dos. El eslabón central, el industrial, de toda cadena productiva normal, se encontraba anormalmente afuera y, por tanto, los otros dos se relacionarán sólo a través de decisiones y manejos externos. Quedó sellado el signo de la dependencia: la economía colonial desplazó a un modelo propio.

Ni Patria, ni Boba (1810-1815) La “independencia‖ del 20 de Julio de 1810, en realidad fue una negociación adornada con un florero roto, con la cual el virrey Amar quedó presidiendo una Junta de Notables con el nombre, primero de “Cabildo Extraordinario”, luego de “Junta Suprema”, con manifiesta devoción a la Corona y reconocimiento al ―Consejo de Regencia de España e Indias‖. Esa fecha quedó consagrada en la historia –escrita y legislada por la oligarquía criolla de “españoles/americanos”- como la primera ―independencia‖. (¡El primer presidente de la celebrada “primera independencia”, un virrey!. ―¡Hágame el favor!‖, expresa la burla popular), Ella no se logró ese día. Fue menester la gran movilización popular, la exigencia de “cabildo abierto”, el encarcelamiento y destierro del Virrey, oidores y jefes militares, logrados en los días subsiguientes, para que en realidad puede hablarse de “independencia”, aunque trampeada y momentánea. Son los días desde el 21 de Julio, hasta el 23, en los cuales se conforma la “Junta Popular” contra la monárquica “Junta Suprema” –jamás el 20- , los que deberían ser consagrados a la conmemoración.

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La “Junta Suprema” de Santafé, al proclamar una mentirosa “independencia”, se sometía al “Consejo de Regencia‖ instalado en la Isla de León, por estar España invadida por Napoleón. Así, la tal “independencia” no lo fue con respecto a España invadida, sino con respecto a una Francia invasora, y “libertina”, con la cual no existía ninguna dependencia. En los días siguientes del canapé monárquico-oligárquico, entre el 21 y el 23 de Julio, Carbonell y sus “chisperos”, aguaron la fiesta, exigiendo cárcel para las autoridades coloniales y declaración de independencia, en siete, de los ocho barrios de Santafé: San Victorino, Las Cruces, Egipto, Belén, Santa Bárbara, Oriental, Las Aguas. (―Chispero‖ significa a la vez “cohete”, “diestro”, “escrupuloso”·. También “herrero de barriadas‖.) . Se dirige con la población enardecida al palacio virreinal donde exige “Cabildo Abierto”, con la gran lección aprendida de ―los comuneros”. Se opone a la “Junta Suprema” con una “Junta Popular” con sede en el barrio más populoso, San Victorino, que exige libertad inmediata de España, ningún entendimiento con la monarquía o sus representantes, cárcel y deportación a las figuras sobresalientes del virreinato. (La virreina fue encerrada en la cárcel de mujeres: ―El Divorcio”· )

Soberanía popular, democracia directa, mediante ―cabildos abiertos‖ y “Junta Popular” en Santa Fe; “Junta Patriótica‖ en Caracas, más la insurrección exitosa en México, constituyeron la debacle colonial española. Además, el movimiento insurreccional rescató uno de los conceptos más vilipendiados tanto por monarquías, religiones, aristocracias, burguesías y –posteriormente- por dueños de ―la verdad revolucionaria‖: ―(…) que la anarquía con la antorcha de las furias en la mano, nos guíe al congreso para que su humo embriague a los facciones del Orden y la sigan por las calles y plazas, gritando ¡Libertad! (…)‖ (Bbl. 3, pag. 132 ) (Años después, un insigne peruano, advertía a los calumniadores: ―Anarquía y anarquista encierran lo contrario de lo que pretenden sus detractores. El ideal anárquico se pudiera resumir en dos líneas: la libertad ilimitada y el mayor bienestar posible del individuo con el abolición del Estado y la propiedad individual‖ /Bbl 4, pag. 132 )

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En la “Junta Patriótica” caraqueña, inaugura su oratoria y sus dotes organizativos, un joven –Simón Bolívar- que no le come cuento al calificativo de “traidores”, dado a los criollos entusiasmados con la Revolución Francesa, ni a la consigna ‖Viva el Rey, Abajo el mal gobierno‖ enarbolada por los españoles-americanos. Por el contrario advierte en esa Junta: “(…) ¿Que nos importa que España venda a Bonaparte sus esclavos o que los conserve, si estamos resueltos a ser libres? Esas dudas son tristes efectos de las antigüas cadenas. ¡Que los grandes proyectos deben prepararse en calma! Trescientos años de calma ¿no bastan?”(…)”. (Bbl 5, pag. 132) Así, Carbonell, Nariño y Bolívar están conectados por la misma visión, la misma valentía, la misma decisión libertadora. Se enfrentan a una oligarquía muy hábil en el manejo diplomático y muy dura en el manejo policíaco. Cuando se siente derrotada, acude al desconocimiento de sus propios acuerdos (como hac ían los españoles con “las capitulaciones”), inventándose argucias legalistas y pseudo-filosóficas. Al manejo diplomático, con el cual se gana parte de la población, sigue el policíaco para apresar a Carbonell, destruir la organización popular y liquidar la forma más extraordinaria de democracia directa y participativa: los cabildos abiertos. El magnicidio político de silenciar a los líderes independentistas, mediante cárcel había sido aplicado a Nariño por la autoridad virreinal. Ahora, el canapé oligárquico empleará esa fórmula contra Carbonell, agregando la calumnia de ―tirano, aspirante a Monarca‖. Nariño preso por los “españoles europeos”, representados por el Virrey y Carbonell, en Santafé, por los “españoles americanos”, representados por la “Junta Suprema”, no pudieron recurrir a “los chisperos” para nuevos levantamientos que impidieran el triunfo contra-revolucionario del canapé oligárquico, el 16 de Agosto de 1810, con la abolición de los cabildos abiertos y la hegemonía de la “Junta Suprema”. El calificativo de ―Patria Boba‖ para designar el período – entre la tal “independencia” y la reconquista española -, no se compadece con esa expresión: No fue ―Patria‖, (etimológic ament e, ―Tierra de los padres‖) porque la tierra no fue para indígenas, ni para colonos criollos, sino para la casta oligárquica de “españoles-americanos”. Menos fue ―boba‖,

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denominación candorosa para crear la imagen mentirosa de una oligarquía ingenua, débil y bonachona. Por el contrario, fue la heredera consanguínea, pero sobre todo, socio-económica, de todas las atrocidades coloniales, con magnicidios/genocidios, principalmente a la personalidad colectiva, plural, del indígena. Además, fue violenta, pues desencadenó la primera guerra civil y la inauguración de la violencia interna. La movilización popular, dirigida por Carbonell, permitió que Nariño fuera nombrado presidente de la Junta Popular o gobierno de Cundinamarca, enfrentado a la “Junta Suprema”. Entonces, el Canapé oligárquico fraguó el primer magnicidio de la era “independiente”: su asesinato, mediante una serie de complots, en los cuales, uno de los asesinos potenciales –ant e la audacia y el verbo de Nariño- no tuvo más que lloriquear y entregar el puñal, según el historiador Alberto Miramón en cita de Liévano. (o.c., Bbl 3, pag. 132).

¿“Federalismo”?

y ¿“Centralismo”?

Un incierto ―federalismo‖ fue manejado por las oligarquías criollas, especialmente de las provincias, como pretexto para la claudicación ante la Corona y el Virreynato. Aparentemente en contradicción, apareció un “centralismo‖ del canapé oligárquico, que aspiró manejar una representatividad que permitiera negociar nuevas condiciones de dependencia. Las dos corrientes, ―federalista‖ y ―centralista estaban al mando de “patricios‖, ―españoles-americanos‖, herederos de tierras, minas, esclavos, tributos, comercios, quienes aspiraban a una “independencia”, para el manejo monopólico de “la cosa pública”. Enarbolaron, tardíamente, cierto “anti-monarquismo”, pero sólo cuando la Corona –para atraerse a negros e indígenas - ofreció libertad de esclavos y devolución de tierras indias. Contra ambas coaliciones oligárquicas, ―chisperos‖ de Santa-fe, dirigidos por Carbonell; artesanos, comerciantes del centro y de las provincias, representados por Nariño y varios cabildos de “ciudades confederadas”, propendían por la centralización de provincias, villas y comarcas en una unión federal opuesta tanto a la férula patricia “federalista”, como a quienes, con el manto de la unión y del

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“centralismo”, esperaban la derrota napoleónica para cobrar su lealtad a la corona ( ―¡Viva el Rey, abajo el mal gobierno !‖ ). Eran asuntos fundamentales para el “Primer Congreso General del Reyno‖, convocado para los primeros días de 1811. El reconocimiento de credenciales provocó los primeros enfrentamientos, pues los poderosos terratenientes, mineros y esclavistas que pretend ían la representación monopólica de las viejas provincias virreinales – ―Provincias mat rices‖-, no consentían que villas y regiones como Mompóx, Sogamoso, más “las ciudades confederadas del Valle‖, tuvieran representación propia. ( El ―miserable pueblo de Sogamoso (…) sólo se compone de indios que no han adquirido ni adquirirán en muchos años, los derechos activos de la representación civil por la estupidez en que yacen ….‖ Discurso del vicepresidente Pey, en nombre de la Junta Suprema de Santafé. (Bbl 6, pag. 132)

Un frente común de patricios boicoteó el Congreso que fundaría el abortado –en ésa época - “Estado de Cundinamarca”, condicionando su posible integración al reconocimiento pleno de la autoridad monárquica y al desconocimiento como entidades cofundadoras del nuevo Estado a las provincias “no matrices”, entendiendo sólo como “matrices”, las diseñadas por el colonizador. De los núcleos “matrices”, sólo asistieron El Socorro, Neiva, Nóvita, Mariquita, Santafé, por ser sede del Congreso, más Pamplona, porque su delegado, Camilo Torres, fue encargado por las otras, –Popayán, Antioquia, Cartagena, Santa Marta, Tunja -. para llevar la voz-advertencia, tanto del acatamiento irrestricto a Fernando VII, como –principalmente -, del rechazo absoluto a la presencia de “provincias no matrices”. (Las provincias realistas, que apoyaron abiertamente a la “Junta de Regencia”, por definición, ni se invitaban ni concurrirían),

Camilo Torres, como vocero de los pro-monárquicos, fue enfrentado por los estamentos criollos que acudieron al abortado Congreso, representando las poblaciones de Zipaquirá, Sogamoso, Vélez, Ibagué, Tocaima, Mompox, Quibdó, Cali, Buga, Tulúa, Cartago, Anserma, Caloto, Toro, las cuales constituyeron -éstas últimas siete- una nueva unidad provincial, “las ciudades confederadas del Valle”. Este enfrentamiento puso en evidencia que “El Federalismo” inicial neo-

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granadino, resultó en férreo ―centralismo federal‖, dictatorial, usurpando la vocería de pequeñas villas y comarcas, sin representación y ―El Centralismo‖, en un gelatinoso “federalismo central”, cómplice de las élites regionales. Ambos se coaligaron para excluir del congreso a los indios (Sogamoso) a los mulatos (Mompóx) y a los mestizos (“las ciudades confederadas del Valle”). (Los negros estaban de hecho excluídos por ser esclavos).

Finalmente, el Congreso logró instalarse, pero maniatado jurídica y militarmente. Jurídicamente porque las delegaciones de Pamplona y Santafé, advirtieron que se retirarían si no se excluía de inmediato las representaciones de Sogamoso y Mompox; militarmente, porque el 28 de Enero de 1811, la guarnición al servicio de la oligarquía “centralista” santafereña, rodeó la sede con cañones e impresionante despliegue de tropas, comandadas por oficiales españoles, en un verdadero golpe de Estado, antes de proclamarse el Estado. Las denuncias de la Mesa del Congreso contra ―las maniobras regentistas, inspiradas por el señor Pey y Don Camilo Torres‖, fueron publicadas y desencadenó la solidaridad de “los chisperos”, quienes rodearon la sede del Congreso, como había ocurrido seis meses antes con el palacio virreinal. Pero ésta vez, la Junta de Santafé que mandaba las guarniciones militares y ejercía el control de la ciudad, ordenó encarcelar a Carbonell y al editor Espinosa, decomisar las publicaciones y ejercer la censura de prensa. Entretanto, los independentistas habían logrado una significativa victoria: impusieron a Nariño, como Secretario General del Congreso, contra Camilo Torres. Eso, más el reconocimiento de Sogamoso como Provincia confederada, bastó para que un indignado Camilo Torres, en representación de las provincias pro-monárquicas, se retirara. El 12 de Febrero de 1811, el “Primer Congreso” abortó: fue disuelto sin clausura y sin Declaración. Usurpando sus funciones, la Junta de Santafé, convocó un ―Colegio Constituyente de Cundinamarca‖ que sesionó entre el 6 de Marzo y el 2 de Abril de 1811, encargó el poder ejecutivo a Jorge Tadeo Lozano, en representación de Fernando VII, con el título de “Presidente y vice-regente”, redactó una ― Constitución

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para el Reyno de Cundinamarca‖, promulgada el 4, la cual proclamó su devoción a la monarquía de Fernando y el derecho al sufragio sólo a los poseedores de bienes inmuebles o de fortuna. Implicaba la continuación de la proclamación de la “Junta Suprema”, presidida por el Virrey, el 21 de Julio de 1810: “…no abdicar los derechos imprescriptibles de la soberanía del pueblo a otra persona que a la de su augusto y desgraciado Monarca don Fernando VII” (Bbl 7, pag. 132) La incapacidad de los patricios, tanto “federalistas”, como “centralistas”, para gobernar una independencia ―no nata‖, quedó demostrada con un “federalismo”, que impuso a extensas regiones la centralización en torno a los grandes poseedores de tierras y minas . Por otro lado, el llamado ―Centralismo‖, no pudo aglutinar las provincias con una política económica, ni administrativa. Escasamente, con la constitución de un ejército único, después de la primera guerra civil y ante la inminencia de la reconquista española, pero con mandos dirigidos por cada provincia federada. La “unión” sólo logró circunscribirse a un entendimiento de la oligarquía santafereña con las oligarquías regionales. (1813). En realidad, la figura que se impuso, fue la cohabitación de un centralismo, militarmente victorioso, pero políticamente derrotado; con un federalismo, políticamente victorioso, pero militarmente derrotado. La misma oligarquía que había manifestado su sumisión a Fernando VII, se volvió decididamente “patriótica”, cuando Fernando VII tendió redes para atraerse las masas de esclavos e indígenas, con promesas de “libertad” y de “devolución de tierras”. Nariño contra-ataca, mostrando la mentira demagógica de la Corona y –al tiempocombatiendo a las oligarquías provinciales. Con la usurpación, por el auto-denominado “Colegio Constituyente de Cundinamarca‖, de la vocería de todo el Estado, Nariño desde el primer número del primer periódico de la historia independiente, ―La Bagatela” (14-07-1811), ataca esa representación espuria, con grandes movilizaciones en Septiembre/1811, las cuales obligaron al presidente Jorge Tadeo Lozano a renunciar y a la “Representación Nacional” ante el clamor popular en la Plaza Mayor: ―Nariño, Presidente!, ¡Abajo los explotadores!‖.

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Pero fue el comienzo del primer genocidio en la primera guerra civil, con unas “federalistas” “Provincias Unidas‖ coordinadas desde Tunja, por Lozano y Torres, contra el independentista “Estado de Cundinamarca”, con sede en Santafé, nuevamente bajo coordinación de Nariño. Se unieron -con zancadillas del mal llamado “federalismo”- en Julio de 1813, para enfrentar la anunciada reconquista, con un ejército comandado por Nariño, pero con guarniciones obedientes a las provincias. Con semejante “respaldo”, Nariño fué derrotado. (Datos del “Archivo Histórico”, tomo X /Bbl 8, pag 132)

Genocidios para el acaparamiento de tierras Silenciados Nariño y Carbonell (en cárceles, el primero por la aut oridad virreinal; el segundo, por el “Canapé”, entre 1810 y 1813), pudo la “Junta Suprema” promulgar medidas de despojo territorial a los indíge nas, mediante decreto del 24 de Septiembre/1810.. Un tributo cesaba (Art. Primero) pero a cambio de liquidar los resguardos (Art. Segundo), aparentemente, para entregarlos a los indígenas con el método –típico de las oligarquías neogranadinas - de la ―legalidad ilegal‖, o de la ―ilegalidad legal‖. El estratagema consistió en darle el golpe de gracia a la propiedad colectiva de la tierra – patrimonio de la cultura y del Derecho Consuetudinario Indígena-, repartiendo los resguardos comunitarios en pequeñas parcelas individuales que pasaron a propiedad patriarcal. –con toda la demagogia democratera, legalista y “redentora” - de los empobrecidos indígenas (“ El origen de la organización feudal no es la expropiación de la tierra a los propietarios independientes, sino –al contrario- la adjudicación de pequeñas parcelas al campesino para que las trabaje y entregue la mayor parte de sus frutos al señor ” , según Engels/ Bbl 9, pag. 132.)

Como lo expresa el decreto en su artículo segundo, ―(…) Se les repartirá, a los indios en propiedad las tierras de los Resguardos,

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distribuyéndolas en cada pueblo según su justo valor y en suertes separadas, con proporción a sus familias (…)‖ ( Bb´10, pag. 132 ). Las oligarquías organizaron -matemáticamente- ―sobrantes‖ (importantes residuos, que besaban los cocientes), entre el dividendo (una extensión territorial amañada) y el divisor (cabezas escogidas de familias indígenas). Esa sumatoria de ―sobrantes‖, quedó sin dueño legal, matemático y fue auto-adjudicada, mediante subasta a precios irrisorios por el Estado de la oligarquía criolla a los oligarcas del Estado, los nuevos latifundistas criollos –ellos mismos- que pasaban a ser propietarios legales de fundos ya trabajados. “Para evadir sus responsabilidades históricas la misma Junta preparó una justificación anticipada (fijando) un plazo durante el cual les estaba vedado a los indios enajenar sus parcelas ‖, –dice Liévano, citando a continuación a Triana - : ―de modo que no sea fácil engañarlos ni seducirlos valiéndose de su natural sencillez‖ para despojarlos de su pertenencia territorial”. ( Bbl 11, pag. 132 ) Una perfecta maniobra legalista, precisamente para despojarlos de su pertenencia territorial con engaños y seducciones, porque ese “plazo”, terminaba prontamente. Método similar al empleado con los esclavos negros: ―Libertad inmediata‖, pero…con tantos artilugios que la hacían imposible. (Como intento mostrarlo en el capít ulo 3, Acp. 4, pag. 53) No contenta con esa maniobra, la oligarquía latifundista, quiso dinamizar su proceso de concentración territorial. Los plazos establecidos, le resultaban dilatados. Por ello, delegó en las autoridades provinciales (¡ compuestas por latifundistas !) ―arreglar la medida, repartimiento, adjudicación y libre enajenación de los resguardos de indígenas, pudiendo, en consecuencia, autorizar a éstos para disponer de sus propiedades del mismo modo y por los propios títulos que los demás granadinos‖. (Art ículo 4º de la Ley del 22 de Junio de 1850/ Bbl 12, pag. 132). Igualó –muy democráticamente- a los indígenas con “los demás granadinos”, para ―disponer de sus propiedades‖: Es decir para enajenarlas, a los nuevos latifundistas y a precios de hambre del indígena empobrecido,. Al establecer, jurídicamente, la igualdad entre desiguales, estableció una monstruosa desigualdad para que el

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poderoso pudiera comprar las tierras del hambriento. El decreto del Libertador ( 5 de Julio de 1820), quedaba burlado, treinta años después . (ver “elementos del magnicidio-Bolívar”, Cap..5, Acp.10, pag. 98 )

La consecuencia de ese magnicidio a la propiedad colectiva indígena sobre la tierra, fue el desarrollo de dos formas de propiedad que estrangularon las posibilidades de crecimiento económico: el latifundio y el minifundio. El primero, en las tierras más fértiles o ricas en minería, mediante la compra de los fundos a los empobrecidos indígenas, más la adquisición de “sobrantes”, adjudicados por el Estado. El segundo, con parcelas de pequeña extensión, que podían dar frutos para el señor, materializándose una organización feudal, según concepto de Engels, señalado arriba. Una fotografía espeluznante de la agonía indígena, particularmente en “el país de los chibchas”, la hace Miguel Triana: “De la ventajosa posición de propietarios, lo que dignifica y ciudadaniza, pasaron los indios por centenares de miles a la de concertados inseguros, en la calidad de colonos de tierras estériles e insalubres, o como dispersos jornaleros sin familia (…) donde hace ésta raza sus últimos esfuerzos de agonía (…) en éxodo hacia las cumbres del páramo, cuyo abuelo vendió su derecho de tierra (en los Resguardos) al patrón que hoy le cobra en trabajo la obligación de vivir en un retazo estéril al pié del peñasco” ( Bbl 12, pag. 132). El indio se “liberó” de tributos pero a la corona, para que ellos transitaran a los “españoles americanos” y –además- sin tierras de los resguardos. Al tiempo, fué víctima de la tenaza capitalista: una pinza, la usura, que le proveía de muy escaso capital-dinero a altísimas tasas de interés; la otra pinza, la burocrática (y la de los abogados/leguleyos) , mediante la ejecución de la hipoteca con la cual su terruño quedaba en prenda y pasaba, a través de la ejecución judicial, al ensanche del latifundista. Se explica, entonces, la desconfianza creciente de los indígenas frente a quienes posaban de sus libertadores y sus preferencias –en varias provinciaspor las fuerzas realistas en las condiciones de la reconquista. La aclamación a Morillo en Venezuela y Santa Marta y la

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oposición del dirigente indígena Agualango, en el hoy departamento de Nariño, a las fuerzas de Bolívar, debe entenderse en éste contexto. En la Nueva Granada, los indígenas sin resguardos, es decir, sin tierras y sin posibilidades de representación, ―hasta que hayan adquirido las luc es necesarias‖; los esclavos, manteniendo su condición y los mestizos con la pérdida de la democracia participativa y directa que permitían los ―cabildos abiertos‖, remplazados por la ―representación‖, del Procurador General, nombrado por las Juntas, constituyeron las ―boberías‖ de una ―patria‖ que no lo fue. (La oligarquía, “española-americana”, no fue “boba”, sino ventajista y avispada. Los bobos fueron quienes vitorearon a sus nuevos explotadores y opresores)

Puñalada trapera contra la independencia y contra Nariño La oligarquía criolla neo-granadina continuó resquebrajando las fuerzas anti-monárquicas. El 2 de Noviembre de 1812, el canapé oligárquico o Congreso de las Provincias Confederadas, promulgó el decreto que declaró a Nariño “usurpador y tirano”. A renglón seguido (2 de Dic/1812) desató la primera guerra civil con toma genocida de Ventaquemada (Centro de Boyacá), mientras organizaba el asalto sobre Santafé (Enero de 1813), que por la desproporción de fuerzas a su favor, ganaría fácilmente. Pero Nariño, en una hábil táctica militar, con la cual hizo “ruido en el Oeste, para atacar por el Este” y convocar las masas de los barrios, avasalló a las llamadas fuerzas federales que huyeron rápida, desordenada y cobardemente. Su triunfo impidió la generalización de la violencia “federalista”. Después, con su peculiar generosidad y patriotismo, llamó a la unidad, entregó el mando y se dispuso al combate para enfrentar la reconquista. La presidencia del Estado de Cundinamarca, conjuntamente con el de las Provincias Unidas, pasaba a Camilo Torres. Nariño había logrado –con su renuncia- una unidad precaria para enfrentar la reconquista. Pero la urgente campaña del sur, para frenar la columna de Sámano, quedó comprometida, maltrecha, porque las provincias de Antioquia, Tunja y El Socorro que debían apoyarla con contingentes y dinero, condicionaron su muy limitada colaboración a una dispersión de

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mandos, no centralizados en la práctica y con dirección directa de cada provincia. El General Nariño, al frente de las tropas republicanas, quedaba –de hecho- como un comandante sin atribuciones completas sobre varios contingentes. A éste intento de erosión de la unidad independentista, Nariño respondió con una declaración aprobada por el Colegio Electoral de Cundinamarca, el 13 de Julio de 1814: ―(…) total desconocimiento y separación absoluta de la nación española y de su Rey Fernando VII” (Bbl 13, pag. 132), aclamada por entusiastas soldados. Nariño, derrotado por la falta de apoyo de las provincias en la campaña de Pasto, con buena parte de población india, mestiza y blanca, respaldando la reconquista, preso por el ejército realista y trasladado a España, dejó de participar directamente en la gran gesta de independencia del 7 de Agosto de 1819. Aunque físicamente vivo, es el magnicidio a la personalidad libertaria e independentista, a quien proyectó un plan revolucionario que pasaba fundamentalmente –como lo explicó en varios documentos y en su periódico ”La Bagatela”- por los mismos objetivos de Bolívar (Realmente fue al contrario: Bolívar tenía los mismos objetivos de Nariño,)

“Régimen del terror” (1815-1819) Como los dominios coloniales de España en América se estaban perdiendo, la metrópoli acudió a la “Santa Alianza” con Rusia, Prusia (Oriente de Alemania + Polonia) y Austria para intentar, con una impresionante escalada de magnicidios-genocidios, recuperar -por un corto tiempo - sus colonias. Se incorpora a esa “Alianza” en 1816, un año después de creada y casi dos de emprender su reconquista, tras la derrota de Napoleón y con una Francia bajo la égida de los borbones, la misma casa monárquica española. La nueva Francia borbónica coadyuvó a esos propósitos. Inglaterra, por el contrario, apoyó los esfuerzos libertadores para que las nuevas oligarquías criollas en el poder, aseguraran su política económica del libre-cambio: fué el comienzo del neo-colonialismo.

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Bolívar, convencido que España emprendería la reconquista y conocedor que vastos sectores indígenas y aún de negros, mulatos y mestizos, preferían el dominio de la Corona al de la emergente oligarquía criolla, dcta el 15 de Junio de 1813, en Trujillo, la famosa ―Proclama de guerra a muerte‖. En ella denuncia la costumbre de las autoridades coloniales de burlar su propia palabra, mediante “Capitulaciones”, seguidas de magnicidios a los estamentos dirigentes y de genocidios a las masas de criollos (Anexo 6 : Proclama de guerra a muerte, de Bolívar, pag. 244).

Proclama, “táctica”, como lo reconoció el 1 de Noviembre de 1819 en carta a Santander (―Para comprometer cuatro guerrillas que han contribuido a liberarnos, fue necesario declarar la guerra a muerte‖ (…). (Bbl 14, pag 132). Pero antes de la proclama, en 1812, ya había ordenado el fusilamiento de presos españoles, fuera de combate, (Anexo 7: Orden de fusilar pre sos, pag. 245).

La previsión del Libertador se cumplió: derrotado Napoleón, Fernando VII ocupó de nuevo el trono de España. Emprendió el plan de reconquista y le encomendó esa misión a Pablo Morillo, un sobresaliente guerrero que desde soldado raso ascendió hasta “Mariscal de Campo”, por ser ―el más capaz de los militares españoles‖. Este estratega y, a la vez, tropero parte de Cádiz a mediados de Febrero de 1815. En rápida expedición llegó a Venezuela, (Margarita y Cumaná), envío regimientos a Puerto Rico, Panamá y Perú y continuó hacia Caracas, donde llegó el 11 de Mayo, con 10.000 hombres y una porción del pueblo –capitaneado ahora por la aristocracia criolla - que vitoreó la reconquista. Le encomendó la pacificación de esa capitanía a Boves y, personalmente, organizó el asalto al virreinato de “La Nueva Granada” con una tenaza desde Cúcuta, Santa Marta y Quito que le permitió conquistar Cartagena y proseguir hacia Santafé. En Santa Marta recibió una mayor acogida que en Venezuela, especialmente de comunidades indígenas, por lo cual condecoró al Cacique Mamatoco. En Agosto/1815, marchó hacia Cartagena, donde se encontró con una feroz resistencia: “ El 4 de diciembre llegó a 300 el número de personas que murieron de hambre en las calles. Todas las guarniciones de los Fuertes, Castillos y baluartes se habían disminuido

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en extremo; en los hospitales se hallaban literalmente amontonados los hombres semivivos, sin más esperanza que la muerte (…) Sin embargo, no amainaba la constancia de los sitiados que preferían morir antes que rendirse(…)” (Bbl. 15, pag. 132) Con toda razón, desde éste momento se conoce a Cartagena, como ―La heroica‖- (Anexo 8: Ma sacre en Cartagena,pag.-246). . Con el apoyó de Sta Marta y la masacre de Cartagena,

se posibilitó el objetivo central español: Santafé y –de paso- las principales provincias. Seis columnas muy bien dotadas: la primera ya había entrado a Cúcuta por Venezuela; la segunda al mando de Sámano, después de tomar Quito, esperaba en Pasto, la orden de avanzar sobre Popayán, Cali y Cartago; la tercera tomaría Ocaña y las provincias de Vélez, El Socorro y Bucaramanga; una cuarta, la costa atlántica que, recorriendo el Atrato, tomaría las minas de oro del Chocó; la quinta, toda la región minera de Antioquia; y, por último, la sexta columna –a su mando directo - bajaría por el Magdalena, se apoderaría de Honda y enlazaría con las tropas de Sámano. Santafé fue el objetivo de todas las columnas que confluyeron más o menos simultáneamente. Ofensiva magnicida-genocida, pues Morillo –enterado de la resistencia venezolana, al mando de Bolívar - dirigió un comunicado a Madrid: ―No hay remedio (…) no cortando la cabeza de todos los que han sido revolucionarios, siempre darán que hacer; así que no debe haber clemencia con éstos pícaros‖ (Bbl 16, pag. 132). Cumplió: organizó ejecuciones en masa. Su lugarteniente, Boves , siguió su ejemplo, con la toma de Caracas, al frente de ―La Legión del Infierno‖. Sus huestes fueron expertas en genocidios, además de robos, violaciones y arrasamientos. (Anexo 9: La “Legión del Infierno” de Boves, pag. 246). En la Nueva Granada, ningún miembro de la oligarquía criolla del Congreso quiso aceptar la Primera Magistratura –en las condiciones de la reconquista española- que Torres depuso con el gesto teatral de tirar al suelo el bastón de mando. Después de reiteradas insistencias, el único que aceptó fue José Fernández Madrid, con el permiso/orden tajante, de una negociación con el General Morillo. El pueblo raso se desligó, con burlas, del mando de la oligarquía criolla y acogió con demostraciones de júbilo el avance de las tropas españolas. Morillo, hábilmente, combinó las sentencias amenazantes (―…Si permanecéis sordos a mi voz, si os atrevéis a medir vuestras

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armas con las armas españolas, vuestro país será muy pronto un vasto desierto‖ Bbl 17, pag. 132.), con promesas y lisonjas, a sabiendas que las inmensas masas de indígenas, mestizos y negros, aborrecían la oligarquía criolla (―Desde mi llegada a Cartagena, os prometí liberaros pronto de la esclavitud en que os retienen algunos hombres que no trabajan sino por su elevación; ellos son vuestros verdugos y ríen de vuestra miseria (…)‖. (Bbl 18, pag. 132) .

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La oligarquía lacaya organizó una espléndida fiesta de bienvenida, con caminos adornados, arcos triunfales y banderas monárquicas. Morillo desechó la farsa hipócrita y en su lugar acogió las listas que dóciles patricios le proporcionaron con los nombres de los “insurgentes”, quienes pasaban a tres tribunales: ―Consejos Permanentes de Guerra‖, para “los cabecillas”; “Consejos de Purificación”, para mandos intermedios que podían esquivar el fusilamiento mediante pago de cuantiosas multas y “Junta de Secuestros”, para la expropiación de bienes a favor de la corona. Detenciones, confiscaciones, torturas, fusilamientos que no se detuvieron con súplicas de madres, esposas e hijas que besaban los pies del General. ―Siento mucho el dolor que veo en vuestros rostros pero no puedo perdonar‖. (Bbl 19, pag. 132) Anexos: 10, p. 247: La pasión de cuatro “chi speros” ; 11, p. 251: No pudo el llanto; 12, p. 254: Del arribismo a la traición y a la muerte; 13, p. 255: La dignidad muere de pié; 14, p. 256: La re surrección comunera; 15, p. 256: Los ojos bien abiertos; 16, p. 257: Automagnicidio por la independencia: Ricaurte.)

Una lección de la historia: en casi todas las geografías: son los más dóciles, los que juegan simultáneamente a una oposición de mentira y a una sumisión de verdad, los aduladores, las primeras víctimas de la contra-ofensiva de los adulados. ―La Patria Boba”, había desembocado al “Régimen del Terror‖. El 30 de Enero de 1816, cuando Morillo y Sámano habían producido – con el apoyo de la Corona- atroces magnicidios y genocidios, el Papa Pío VII emitió la encíclica –publicada en Latín y Castellano - contra ―las veleidades independentistas en Hispanoamérica‖ y exhortó a las colonias para que mantuvieran el reconocimiento y la sumisión a Fernando V II y la soberanía española desde México a Argentina. (Anexo 17: Bula papal: “Las vel eidades independenti stas en Hi spanoamérica”, pag. 258)

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Nariño y Bolívar Que los destinos de Nariño y Bolívar son confluyentes, se aprecia –además de sus convicciones y de su decisión para lograrlas- en la parábola de sus vidas. Ambos pertenecían a la aristocracia criolla, ―española-americana‖; ambos “traicionaron” esa casta para comprometerse con mestizos, negros, mulatos, “chisperos” y blancos empobrecidos, en la libertad de América Meridional. Ambos fusionaron el amor a las letras con el ingenio político-militar: mientras combatían, con la oratoria y las armas, fueron magníficos periodistas con “La Bagatela‖ y ―Correo del Orinoco”, por ejemplo. Ambos fueron librepensadores (más favorable, Bolívar que Nariño, a la separación Estado-Iglesia).

Ambos fueron llamados “dictadores” (la palabra no tenía la misma connotación de hoy: Congres os y Asambleas otorgaban ese “t ítulo” –algo inimaginable en nuestros días- en momentos cruciales, exigidos por la defensa nacional.); ambos ejercieron tal condición, no por golpe de

Estado, sino por nombramiento de cuerpos colegiados. Ambos tenían convicciones de democracia participativa, apelando a la población, por encima de engranajes colegiados auto-elegidos por notablatos, falsamente “representativos”, los cuales –ambosrepudiaban (Mucho más Nariño, quien buscó siempre el apoyo de los “cabildos abiertos”, una concepción -¡perdón!- con alguna similitud a la organización de consejos obreros de autogestión (―soviets‖, en ruso), 84 años antes de fundados y 50 años antes de “La Comuna de Paris”:

“(…)

todos los hombres (…) deben concurrir en pequeñas Asambleas que estén al alcance de sus conocimientos, a manifestar su voluntad y a nombrar un cierto número de personas que, según ella, formen las leyes que las deben gobernar en lo sucesivo. Las elecciones deben ser graduales tomando en primer término las más pequeñas poblaciones y subiendo hasta la totalidad de la República (…)” (Nariño / Bbl 20, pag. 133), Trotsky en San Petersburgo/1905 y la ―Comuna de Paris‖. de 1871, parecen inspirados en el legado del americano Nariño, muerto en 1823. / Bbl 21, Pg. 133)

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< Contra ambos se urdieron asesinatos fracasados. Estos “gigantes sin brazos”, persistieron en la independencia: Nariño, derrotado en Pasto, después de su victoria sobre los ejércitos de la oligarquía federalista; Bolívar, también derrotado cerca de Caracas, después de haber vencido en la “Campaña Admirable”. El primero, sin claudicar, desde la cárcel española; el segundo movilizándose para conseguir apoyo, armas, financiación y reemprender cinco ―campañas admirables‖.). Ambos fueron hostigados por la maquinaria pseudo-legalista de una oligarquía esclavista, latifundista, burocrática e inclinada a los nuevos imperialismos que representaba Santander, aunque éste descendía de agricultores empobrecidos y mestizos. Ambos fueron impulsores de la unidad colombiana (En aquella época “Colombia” no existía y fue el nombre acordado para la unión entre “Cundinamarca”, - anterior “Nuevo Reyno de Granada”-, con Venezuela, Quito y Guayaquil. La denominación “Gran Colombia”, nunca fue legal, sino periodística, para diferenciarla –a posteriori- de la nueva Colombia, o anterior Cundinamarca). Era un primer paso para la unidad de toda “América Meridional”. Nariño convocó –ya enfermo, dos años antes de morir, con acuerdo del Libertador-, el “Congreso Constituyente” en Cúcuta, cuyo punto central fue la unión de Cundinamarca, Quito, Guayaquil y Venezuela, “en un solo cuerpo de nación”./1821; Bolívar, el “Anfictiónico”, en Panamá/1826 (Nariño había dejado de existir, pero participó de éste ideario). Ambos, fracasaron en éstos objetivos. Incluso, ambos, se enredaron en amores con damas casadas con caballeros ingleses (Nariño a la brava, denunciado por la propia señora; Bolívar –seductor- preso de la belleza y de las cartas de Manuelita, en –tal vez- el más bello y desafiante amor de nuestros líderes de la independencia).

Ambos mueren solos, enfermos, virtualmente perseguidos, víctimas de ―magnicidio político‖

“La libertad cambió de traje: se transformó en Hacienda” 91


(Magnicidios/genocidios, incluso entre “patriotas” – Una “independencia” que no lo fue – Victoria oligárquica y los inicios del manejo imperial) Todo el proceso entre la reconquista española y la expulsión definitiva de la Corona con la batalla de Ayacucho (1.813-1824) fue un período de magnicidios-genocidios con los cuales se alternaba el ―perdón‖ con los fusilamientos con y sin juicio, tanto por parte realista y de la oligarquía criolla, como republicana. Los asesinatos, con sevicia, de Morillo; el decreto “Guerra a Muerte” de Bolívar; las proclamas de Montalvo; las ejecuciones de Sámano y Monteverde; la ―Legión del Infierno‖, de Boves; los fusilamientos, con descuartizamiento posterior, a Carbonell, Caldas, Villavicencio, Policarpa; los crímenes a dirigentes mulatos e indígenas, como Piar y Agualongo, por parte de las fuerzas republicanas independentistas; los fusilamientos de oficiales realistas presos: un irrespeto a las elementales normas de guerra, como el ordenado por Santander contra Barreiro y otros 38 oficiales y soldados detenidos, lo confirman (Bbl 22, pag. 133) (Anexo: 18: Fusilado Barreriro, pag. 259)

La llamada ―Revolución de independencia‖, no lo fue: resultó dependiente y contra-revolucionaria. Una real independencia en los ex dominios españoles implicaba, para comenzar –necesariamente- la liberación de esclavos y la devolución de tierras indias, manteniendo y desarrollando el principio indígena de la propiedad colectiva de la tierra. Un movimiento “independentista”, conducido por la oligarquía criolla de esclavistas “españoles-americanos”, los mismos que convirtieron los inmensos resguardos indígenas en grandes fundos latifundistas para ellos y en pequeñas parcelas para centenares de miles de nuevos aparceros, sólo podía desembocar en magnicidios/genocidios. Una independencia real, fracasó en su cuna. En su lugar, triunfó la contra-revolución de la oligarquía criolla. Advirtiendo ésta situación, Orlando Fals denomina el proceso independentista latinoamericano como ―revoluciones inconclusas‖, ―parciales‖ o de ―cambios marginales‖ (Bbl 23, pag. 133). Pero una verdadera independencia no se logró por falta de tiempo o de visión de sus dirigentes, ni de la dinámica propia de las fuerzas sociales. Mucho menos, fue una “revolución inconclusa‖. Por el contrario, se trató de una contra-revolución continuada. La revolución

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“concluyó‖ porque fué revertida, atajada, por la victoria contrarrevolucionaria de la oligarquía criolla y los manejos sibilinos del poder imperial británico. Victoria oligárquica y manejo imperial, posibles porque la conducción republicana patriota, encabezada por Bolívar, intentó utilizar a los segundos y debió conciliar con los primeros. El Libertador, quien en su afán por captar financiación, para hacerle frente al poderoso ejército español, recurrió a concesiones onerosas con el león británico. Incluso, un año antes de la Batalla de Boyacá, comenzó el proceso de una creciente deuda externa, según el “Diario Oficial‖ (Bbl 24, pag. 133), pactada por Bolívar en Londres . Por otro lado, el Libertador se vio obligado (¿―ob ligado‖, en verdad? ) a alianzas “no santas” con lo más ruin de las oligarquías regionales, como la de Popayán, por no saber captar que el apoyo indígena a las fuerzas realistas estaba afincado en un odio de clase a sus inmediatos explotadores y verdugos, los ―patriotas independentistas”. De hecho, bendijo masacres e infamias contra la población de Pasto, según lo refirió el General Obando: “ Un vecino de éstos pueblos apuró toda la amargura que puede ofrecerse a un esposo y padre de familia: amarrado de espaldas a un pilar de su propia casa, debía presenciar antes de morir, la violencia hecha a su propia esposa e hijas, consignadas al efecto a los soldados…y a los ojos de éste infeliz padre y esposo, fue encerrada en su casa la mártir familia, con dos chiquillos más y, pegando fuego al edificio, fueron quemados todos vivos ”

(Bbl

25, pag. 133).

El historiador Bastidas Urresty agrega: “ Lo que se hizo en Pasto en aquella época rebasa las crueldades cometidas en Venezuela durante la sangrienta etapa de la ―guerra a muerte‖, pues desaparecieron todas las normas del Derecho, todos los sentimientos humanitarios. El asesinato, el robo, el estupro, eran cosas comunes y corrientes‖. Cabe preguntar (…) ¿Era tan alto el precio de la libertad? (…)”

(Bbl 26, pag. 133).

La retoma de Pasto, en 1822 por las fuerzas “patriotas”, después de dos asaltos aguerridos y con armamento rudimentario, de Agualongo, fue un verdadero genocidio, una carnicería que cruzó las fronteras del enfrentamiento militar para desembocar en

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fusilamientos sin juicio, en escarnio público, una vendetta propia de mafias, con la cual los verdugos creían cumplir el deseo de un Libertador salido de sus casillas y de su humanismo: raza infame de los pastusos”

“exterminar

a la

(Según cita del profesor Jairo Gutiérrez, / Bbl 27,

pag. 133).

Una vergüenza de la gesta libertadora, en contravía de la decencia y humanismo del indio Agualongo con sus presos, como lo proclamó al Consejo de Otavalo, después de su victoria en Pasto: “ (…) En la gloriosa e inmemorable acción, fue enteramente arrollado el enemigo, habiéndole muerto en la campaña más de 300 hombres y hécholes prisioneros igual número…Fuera de acción de guerra a ninguno de ellos se les ha hecho ni se les hará la menor hostilidad, pues antes si a todos los mantenemos con toda consideración y humanidad que nos es característica (…)” (Bbl 28, pag. 133). Agualongo, se enfrentó al pelotón de fusilamiento con toda la dignidad con la cual vivió y combatió y sin saber que Fernando V II lo acababa de ascender al grado de “General de los ejércitos realistas”. Pero cometió también crímenes como el de cohonestar el fusilamiento a presos en estado de indefensión como a Joaquín de Caycedo y Cuero, aunque la sentencia fue pronunciada por el presidente de Quito. En síntesis, una página dolorosa del movimiento de independencia fue la de los magnicidios/genocidios entre patriotas y entre republicanos e indígenas. (Anexo 19: Crímenes Patriotas contra patriota s, pag. 259). .

* * * * Probablemente es Pablo Neruda, quien mejor refleja la derrota independentista y la victoria de la oligarquía contrarrevolucionaria en América Meridional : “No, aún no se secaban las banderas/ Aún no dormían los soldados/ cuando la libertad cambió de traje,/ Se transformó en Hacienda;/ De las tierras recién sembradas,/ salió una casta, una cuadrilla/ de nuevos ricos con escudo,/ con policía y con prisiones (…) Ellos se declararon patriotas/ En los clubes se condecoraron/ y fueron escribiendo la historia/ Los parlamentos se llenaron/ de pompa, se repartieron/ después la tierra, la ley/ Las mejores calles, el aire / la universidad, los zapatos/ Su extraordinaria iniciativa/ fue el Estado,

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erigido en esa/ forma, la rígida impostura”

(Bbl 29, pag. 133)

Revolución evolutiva continental o postración nacional. La táctica militar de Bolívar hizo parte de su estrategia política: a la victoria con las armas, en cada porción continental, debía corresponder la integración creciente de los artificiales “compartimentos estancos”, creados por el régimen colonial. Fue la idea que predominó para hacer frente a la reconquista. El PlanBolívar era fortalecerse con fuerzas neogranadinas, avanzar hacia Venezuela y cortar la logística española, pero tropezó con la oposición de Francisco de Paula Santander. Aparentemente se trataba de discrepancias tácticas militares. La historia demostró que ellas encubrían diferentes concepciones de las repúblicas por liberar: una sola nación de América Meridional, o el mantenimiento de su división; una independencia revolucionaria, para lograr la libertad de esclavos, la devolución de tierras indias, la unidad de América Meridional, la industrialización y consolidación de un mercado interior continental. o una independencia formal, sólo para cambiar la dirección política La concepción bolivariana ya había sido plasmada en, por lo menos, dos documentos, en los cuales había advertido la amenaza imperialista que se cernía sobre los países recién liberados: a) “Carta de Jamaica”; b) Mensaje al coronel Campbell. a) En el ´primero, deja clara su convicción de la unidad continental. Por ello, en Jamaica, -donde se enc ontraba, ent re Sept-Dic/1815- responde al señor Henry Cullen, embajador de oficio de su Majestad Británica, el sondeo que el imperio inglés hacía para decidirse a apoyar la independencia de los dominios españoles. Escribe el famoso documento conocido como ―Carta de Jamaica‖. (Nunca Bolívar le dio ese nombre. sólo, ―Contestación de un americano meridional a un caballero de ésta Isla‖).

Esta visión, la de la emancipación y unidad continentales, unida a la preocupación de una nueva dependencia a la que seríamos sometidos, se aprecian en ésta Carta. En ella, plantea su visión y su propósito inquebrantable de la Unión, a la que más tarde agregará la propuesta de un “Congreso Anfictiónico” que uniera a nuestras nacientes

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repúblicas. Este Congreso lo concibió una vez lograda la total derrota de España con la batalla de Ayacucho, mediante un ―Primer Llamamiento‖ a los presidentes de la repúblicas independientes recién proclamadas (1824), para salirle al paso a la pretensión norteamericana de “América para los americanos‖ (―Doctrina Monroe‖/ 2-Dic /1823). b) El segundo, un “documento premonitorio”, dirigido al Coronel Patricio Campbell, encargado de negocios de S.M.B. el 5 de Agosto de 1829, desde Guayaquil, cuando la ―Doctrina Monroe‖ mostraba que ―el destino manifiesto‖, con el cual se cobijaba, comenzaba a ponerse en práctica. En él, puede apreciarse que tempranamente Bolívar había previsto la pretensión sobre la “América Meridional”, de la naciente potencia. Advertía: ―los Estados Unidos (…) parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad. Me parece que ya veo una conjuración general contra ésta pobre Colombia, ya demasiado envidiada de cuantas repúblicas tiene América‖. (Bbl 30, pag. 133) La “Carta de Jamaica”, fue escrita por un Bolívar desterrado, aislado, que ―parece un gigante sin brazos‖ (Alfonso Rumazo), porque en 1815, no conducía victoriosos ejércitos. Su visión política y su sueño, cobran especial admiración cuando a pesar de una victoria incierta, pues España en ese mismo 1815, contaba con el respaldo de “La Santa Alianza” para la reconquista, traza un destino común (“Yo deseo más que otro alguno ver formar en la América la más grande nación del mundo, menos por s u extensión y riqueza que por su libert ad y gloria ”.- (Fragmento de Carta de Jamaica, citado por Consuegra,/ Bbl 31, pag. 133).

Los asuntos fundamentales del ―Primer Llamamiento‖ y del “Tratado Final” del “Congreso Anfictiónico” (1826), no se cumplieron, pero demuestran la obsesión del Libertador por la Unidad de nuestras repúblicas: “(…) es tiempo ya de que los intereses y relaciones que unen entre sí a las Repúblicas americanas, antes colonias españolas, tengan una base fundamental (…) Entablar aquel sistema y consolidar el poder de este gran Cuerpo político, pertenece al ejercicio de una autoridad sublime que dirija la política de nuestros Gobiernos, (…) Tan respetable autoridad no puede existir sino en una Asamblea de Plenipotenciarios nombrados por cada una de nuestras Repúblicas, y

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reunidos bajo los auspicios de la victoria, obtenida por nuestras armas contra el poder español (…) El día que nuestros plenipotenciarios hagan el canje de sus poderes, se fijará en la historia diplomática de la América una época inmortal (…) “ (Primer Llamamiento (Bbl 32, pag. 133) (“Anfictiónico‖, del griego:”Fundar ciudades” o “Asociación contra el enemigo común”, u homenaje al héroe mítico “Anfictión”)

El congreso y la Liga de Naciones hispanoamericanas propuesta, como obvia consecuencia organizativa, fueron un fracaso: el ―Tratado Final‖ sólo fue suscrito por Perú, la República de Colombia, las Provincias Unidas de Centroamérica y los Estados Unidos Mejicanos. El Tratado en sí fue un malabarismo de redacción para ocultar ante el mundo el fracaso de la voluntad política de unión. Nada de integración política; nada de mercado común; nada de planeación económica conjunta; nada de acción militar combinada para la independencia de Cuba, nada de frente latinoamericano ante las pretensiones económicas y políticas de las potencias… Sólo acuerdos militares contra una eventual reconquista española y para zanjar disputas de los asociados. Y, para completar, no fue ratificado por los gobiernos signatarios, exigencia del ―Tratado‖, para que entrara en vigor. Como lo expresa Liévano, “ (…) si el Hispanoamericanismo de Bolívar fue sustituido por el Monroísmo y el Panamericanismo de estirpe Anglosajón, de tal claudicación de nuestra cultura y de nuestra raza no puede responsabilizarse al Libertador, quien realizo todos los esfuerzos intelectuales y políticos a su alcance para conseguir que la gran hermandad hispanoamericana creara oportunamente la instituciones de colaboración supranacional que le eran indispensable para tutelar su personalidad histórica, sus intereses y su heredad común. (…)” (Bbl 33, pag. 133) Esta hermandad de la América Meridional, se manifestó con una decisión, que amenazó los intereses de la oligarquía norteamericana: “(…) el Libertador le ordenó al vicepresidente Santander preparar las fuerzas de mar y tierra que debían efectuar (...) las operaciones de invasión a Cuba, y como sus operaciones aparejaban, según las instrucciones de Bolívar, la inmediata proclamación de la libertad de los esclavos en dicha isla, se comprende la reacción contraria del gobierno norteamericano cuando se vio enfrentado a la doble y alarmante

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perspectiva de la emancipación de la raza negra en territorios tan cercanos a sus Estados sureños y a la ocupación por las fuerzas colombianas de una isla que (…) consideraban como complemento y apéndice de su República Continental.(...)” [...] (Iden, 33, pag 133). América Latina y Caribeña, o “América Meridional”, como la denominaba Bolívar, quedó dividida en “compartimentos estancos”. Incluso, tan sólo un año después del Congreso Anfictiónico, se fraguó la disolución de la primera Colombia (Anexo 20: El Magnicidio contra la Primera República de Colombia, pag. 262). Muy probablemente promovida por el gobierno USA, en desarrollo de la “Doctrina Monroe‖, pues “América para los americanos”, exigía pequeñas repúblicas, no grandes uniones. Tales manejos fueron denunciados por “El Demócrata”, en 1830 (Bbl 34, pag. 133) (Anexo 21: ¿Participó US A en el magnicidio de la primera República de Colombia?, pag. 264)

Sin unión continental, se impuso la postración nacional. América Latina y Caribeña, durante los s. XIX y XX, fue presa de la coalición imperialismo-oligarquías criollas, mediante inversiones onerosas; exacción brutal de sus recursos naturales; extensión de dominios territoriales en detrimento de indígenas, campesinos y colonos; superexplotación a los trabajadores; polución y enrarecimiento del ambiente, en lo socio-económico y con dictaduras magnicidas/genocidas, en lo político. Ciento cincuenta años después de ―La Carta de Jamaica”, el Che Guevara intentó llevar a la práctica esta concepción, proponiendo ―el carácter continental de la lucha‖ en varios escritos y discursos, especialmente en su carta de despedida, considerada como su testamento (Bbl. 35a, pag. 133). Pero, principalmente, con su ejemplo cuando pretendió construir en Bolivia –contra el sentimiento de los ciudadanos y el curso del proc eso latinoamericano- una “guerrilla madre‖ que se extendería por todo el continente. Su táctica guerrillera –“método”, como lo llamó en uno de sus escritos, (Bbl 35b, pag. 133)- fracasó, tenía que fracasar por no consultar ni las aspiraciones, ni la dinámica de las fuerzas sociales y políticas, como fracasó la táctica de Bolívar de acudir a los canapés oligárquicos en búsqueda de la unión.

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Bolívar fracasó buscando aliados en las oligarquías nacionales; el “Che”, en el “guerrillismo” de una izquierda ―cabeza-caliente‖. Pero sus estrategias de “Unidad de la América Meridional‖ o de la ―Revolución Continental‖, no: ¡están vigentes! Lo había previsto el Libertador en carta al presidente Unanué, de Perú: ―Nuestras repúblicas se unirán de tal modo que no parezcan en calidad de naciones sino de hermanas (…) con leyes diferentes y aún gobiernos diversos, pues cada pueblo será libre (…) y disfrutará de su soberanía según la voluntad de su conciencia (…)‖ (Bbl 36, pag. 133) Con los legados de Bolívar y el Che (“legados‖ estratégicos, no tácticos), una cierta revolución evolutiva continental está avanzando, lenta –aunque en zigzag - por fuera de esquemas dogmáticos; con participación -aún pobre y deficiente - de los trabajadores en el manejo de “la cosa pública‖. Eso sí, con contra-corrientes, expresadas en Estados y economías conducidos por una nueva clase: la burguesía-burocrática, sumisa a nuevos poderes imperiales, represiva y conculcadora de libertades individuales y asociativas..(Cuba, Venezuela, Nicaragua.) Por el contrario, en libertad, auto-determinación y democracia, como se observa principalmente en el proceso ecuatoriano de “Revolución Ciudadana‖, pero también en Uruguay, Rep. Dominicana, en el desconocido experimento de la “República Cooperativa de Guyana”, en los paréntesis inciertos pero esperanzadores de Brasil y Argentina; parcialmente en Bolivia y Chile

Algunos elementos del Magnicidio Bolívar Fueron, principalmente seis, las propuestas del Libertador que lo enfrentaron con las oligarquías criollas quienes ya habían transitado de su inclinación por España y Francia a la de Inglaterra y Estados Unidos. Enfrentamiento que provocó el intento de magnicidio físico y el logrado magnicidio político: a) Libertad absoluta e inmediata de esclavos; b) Devolución de tierras indias; c) Industrialización, tecnificación agrícola y pecuaria; d) Reversión para la economía nacional de las minas y las riquezas del subsuelo; e) Democratización de la nueva República de Colombia; f) Confederación política, económica y militar de “América Meridional”. Aunque una exposición detallada de éstos seis

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principios bolivarianos no es tema de éste libro, por considerar que la lucha por su realización conllevó al frustrado magnicidio septembrino y al magnicidio político real, me detengo un poco en éstos puntos: a) Libertad de esclavos.- En procura de éste sueño, desde 1815, Bolívar se movilizó a Haití y Jamaica, para obtener apoyo del nuevo Estado de los libertos negros y de Inglaterra, a través de varios contactos en la isla. Las coincidencias de Bolívar con el mandatario haitiano Petion fueron claras por lo cual el primero se comprometió con la libertad inmediata de esclavos en las repúblicas independientes y, el segundo, a suministrar importante ayuda en pertrechos militares. Bolívar fue consecuente con la libertad inmediata de esclavos, recibiendo toda suerte de zancadillas de las oligarquías criollas. Además de varias cartas, discursos y proclamas sobre el asunto, fue enfático en los congresos que dictaron leyes. Así, lo propuso desde el Congreso de Angostura en 1819 (citado en el cap.3, acápite 4, pag 54); en el primer congreso de la nueva República de Colombia que unió Cundinamarca con Venezuela, Quito y Guayaquil, celebrado en Cúcuta el 12 de Junio de 1821 (Bbl 37, pag. 133) y en el Congreso Anfictiónico de Panamá, en 1826, cuyo Art. 27 del “Tratado Final” prohíbe la Trata. b) Devolución de tierras indias. Además de constituir la natural y gran reivindicación indígena, el desarrollo agrícola exigía que las “tierras de engorde”· del nuevo latifundio, fueran cultivadas. Por ello, emite el decreto de 5 de Julio de 1820, el cual ordenó devolver a los indios las tierras de los resguardos.: los indígenas , ―(…), como los demás hombres libres de la República, pueden ir y venir con sus pasaportes, comerciar sus frutos y efectos, llevarlos al mercado o ferias que quieran (…)‖ ―Advirtió que para lograr un desarrollo agrícola no sólo bastaba conceder créditos a través de un banco especialmente destinado para tal efecto, sino que era fundamental la redistribución de la tierra‖. (Bbl 38, pag. 133).

Pero fue ambivalente - y en modo grave - porque la devolución no se dirigió claramente al expropiado por el conquistador -la comunidad como expresión colectiva de la propiedad, sino a familias indígenas separadas –antes no propiet arias individuales- con lo cual le permitió al Estado de las oligarquía, parcelar grandes extensiones en minifundios, desconociendo la cultura y el Derecho Consuetudinario indígena, lo cual

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desembocó en la nefasta economía del minifundio-Latifundio. Con esa parcelación, la oligarquía terrateniente se hizo a inmensos fundos, con el fácil expediente -entre otros -, de comprarlos, parcela por parcela, a unos indígenas hambrientos. Pero en ese momento, la autoridad de Bolívar y el decreto citado de 1820, no le permitían a la oligarquía terrateniente extender sus fundos, puesto que estipulaba claramente la imposibilidad, por un largo período, de enajenación de los predios devueltos. Bolívar, pues, fue el gran obstáculo para que la jugada oligárquica culminara prontamente. Como fracasó en el magnicidio septembrino directo, se vio precisada a esperar 20 años, para promulgar una nueva Ley –el 22 de Junio de 1850, desaparecido Bolívar- que la dejaba con las manos libres al respecto. c) Industrialización, tecnificación agrícola y pecuaria. Frente a la política librecambista del imperio inglés, aceitada por su portentosa revolución industrial que exigía libertad absoluta del comercio exterior, el segundo pelotón -en esa época - de países capitalistas, encabezados por Alemania y EEUU, se divorció de las pretensiones inglesas y promovió políticas económicas para fomentar sus respectivas industrializaciones, con coexistencia del libre cambio y del proteccionismo. Se conoce hoy como ―Sistema Nacional de Economía Política‖ del alemán Fiederich List y del norteamericano Alexander Hamilton, respaldado por el presidente Abraham Lincoln. El pensamiento económico de Bolívar –a éste respecto- lo resume Consuegra. ―(…) mientras List descuida las actividades primarias por considerar que éstas deben quedar a cargo de regiones sometidas, nuestro Libertador, de manera integral, opina que: ―la agricultura, el comercio y la industria son el origen de la abundancia y la prosperidad nacional (…)‖. De ahí que el 21 de Mayo de 1820, desde la Villa del Rosario, expida un decreto con el fin de fomentar el desarrollo económico (…)‖ /Bbl 39, pag. 133). Bolívar expide en Mayo de 1829 el Decreto que sube aranceles para mercancías competidoras y meses después enfurece a los exportadores ingleses con otro decreto que prohíbe la importación de telas a Ecuador y de sal a toda Colombia.

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d) Reversión para la economía nacional de las minas y las riquezas del subsuelo: ―Las minas de cualquier clase pertenecen a la nación‖, sentenció con el decreto del 24 de Octubre de 1829, promulgado en Quito. La oligarquía, principalmente de Popayán y Antioquia, apoderada de las minas de oro y plata, se vio amenazada por el decreto que –una vez muerto el Libertador-, modificó. e) Democratización de la nueva República de Colombia, mediante la supresión de la representación aristócrata e indirecta del ―voto ilustrado‖, decidida por caprichosos ―colegios electorales‖, y –en su luga rconvocatoria a sufragio universal con elección directa, como lo expresa en su proclama del 27 de Agosto de 1828. Democratización que implicaba como lo subraya Luis Vitale, citando la “Carta de Jamaica” y a manera de ejemplo, tener presente que ―(…) en Lima no tolerarán los ricos la democracia, ni los esclavos y pardos libertos, la aristocracia‖ (Bb´40, pag. 133)

f) Unión política, económica y militar de “América Meridional”. O, unidad de las repúblicas recién liberadas de España: Se trata de uno de los asuntos –probablemente el principal - de lo que hoy se conoce como ―El sueño bolivariano”. Fueron éstas seis propuestas las que impulsaron a las oligarquías de Cundinamarca, Venezuela y Ecuador a conspirar contra la nueva República de Colombia, acudiendo al magnicidio fracasado contra él y realizado contra Sucre, gran compañero del Libertador. ( Su asesinat o fue el primer gran magnicidio contra un caudillo de la independencia y la integración. (Anexo 22: ¿Quién mató a Sucre?, pag. 266 )

Estos seis principios que provocaron la ira de la aristocracia criolla, son ocultados en la historia oficial. En su lugar, justifica el intento de magnicidio con la oposición a una pretendida ―dictadura‖ que desembocaría en ―monarquía‖, pretexto con el cual fabricaron el atentado la noche del 25 de Sept de 1828 (Anexo 23: “La noche septembrina”, pag. 268). Intento de magnicidio por el cual fue condenado en primera instancia el General Santander. Crimen que propició otro magnicidio: la pena capital para varios de los supuestmente conjurados. (Anexo 24: Conjurados en el paredón, pag. 269)

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Año y medio después morirá, perseguido, enfermo:“(…) Su Excelencia viene de la luz de t odas las glorias imaginables. (…) Y sin embargo de todas las glorias pas adas debe enfrentar el destierro, la impugnación de la baba, la pavorosa nada de un hastío sin espacio y sin tiempo que lo empuja hacia un viaje que no es de huída de lo concreto sino simple hijo del desengaño. Su Excelencia ha decidido partir para siempre (…)” (Bbl 41, en la visión novelada de Cruz, pag. 133).

Pero el Libertador fabricó su propio laberinto y cayó en graves inconsecuencias. Por momentos prefirió la unidad nacional con las oligarquías a los reclamos de los más explotados, las negritudes y los indígenas. Por ello, incurrió en reprobables crímenes, como el consentimiento para los fusilamientos de Piar y Agualongo, con los cuales la solidaridad con las oligarquías regionales (Caracas y Popayán), primó sobre las reivindicaciones mulatas, indígenas y mestizas.

Colombia –y América Latina- bajo la “Doctrina Monroe” La llamada “Doctrina Monroe”

(―América para los americanos‖) ,

fue formulada ante el Congreso estadunidense, el 2 de diciembre de 1823, por el presidente James Monroe, aunque él no pronunció la famosa frase, que luego fue empleada repetidamente por funcionarios, senadores y por la prensa. Su contenido fue expuesto cuando la independencia de la parte sur de America era un hecho y emergían las nuevas repúblicas. Constituyó una advertencia a Europa –Gran Bretaña, Francia y “La Santa Alianza” (España-Rusia-Prusia (Alemania)- Austro/Hungría)pero también a la dirigencia y a los pueblos criollos, para que ésta porción de América fuera asumida como su “esfera de influencia”. (Bbl 42, pag 133) En puntos anteriores expongo los esfuerzos del libertador para lograr la unidad de la América Meridional. La previsión de las consecuencias funestas por malograrla y la implementación imperial de la ―Doctrina Monroe‖, están confirmadas por la historia con una escalada de magnicidios/genocidios, principalmente mediante golpes de Estado e intervenciones militares, para frenar el gran auge de las luchas sociales y patrióticas, cuyo éxito hubiera provocado un desarrollo independiente de nuestros países. (Continuar con un somero relato del impacto de ―La Doctrina…‖, implica un salto de la primera mitad del s.XIX a todo el s.XX):

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Desde la segunda revolución industrial (a partir de 1850, aprox.) los Estados Unidos se consolidan como potencia imperial: primero se implantaron en territorios mejicanos y en Puerto Rico. A comienzos del s.XX, ponen el ojo en Colombia (El ferrocarril del istmo, el canal y la “Independencia” del Departamento de Panamá que queda bajo su control), Centroamérica (banano y minas) y Cuba (Base estratégica para el dominio del mar Caribe). Como consecuencia de la crisis económica mundial (el “Crac” de 192930), proyectada en Latinoamérica, sectores progresistas de las burguesías; de “anti-élites” militares y de las capas medias, logran canalizar el descontento popular ofreciendo reformas indispensables (tenencia de la tierra, gasto público hacia la infraestructura, nacionalización de monopolios trasnacionales, democratización de la educación, libertades políticas y sindicales…). En el período 1930-60, un gran número de estos sectores logró la conducción de sus Estados con notoria participación popular. La contraofensiva EEUU-Oligarquías militaristas fue contundente, venciendo a los procesos bolivarianos, democráticos y socialistas con genocidios/magnicidios. La historia demuestra, contra el acendrado prejuicio liberal, que sectores anti-élite de los ejércitos latinoamericanos han liderado y/o participado en importantes proyectos revolucionarios, democráticos y socialistas. En la segunda mitad del s.XIX, el General Melo, en la Nueva Granada, conduce una rebelión de artesanos y soldados contra el libre cambio y por la protección a las manufacturas; en los años 30 del s.XX –en Chile y Bolivia- la alianza de las centrales obreras y de jefes militares, crea efímeramente, “Repúblicas Socialistas”. En los 50, un Coronel, Jacobo Arbenz. en Guatemala, nacionaliza “La United; ” y reparte tierras; en los 60, se da en Perú un fenómeno no repetido ni estudiado: la ―Comunidad Industrial‖ del General-Presidente Velazco Alvarado, con la cual se socializaba sin estatizar.

“(…)

Al término de la primera mitad del s.XX, (…) se consolida el monroísmo y se aplaza el bolivarismo (…). Pero allí estaban, en la Sierra Maestra de Cuba, ―los barbudos‖ que devolverían la esperanza a

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trabajadores; campesinos; estudiantes; pequeños y medianos empresarios; clases medias; sectores ―anti-élites‖ de burgueses y militares del continente….Pero,…¡sólo por cinco años!: en 1965, la revolución libertaria, se viste de stalinismo con un rígido modelo económico estatista, no socialista, y un servilismo a la política internacional soviética (…) ― (Bbl 43, pag 133). No obstante ésta frustración, el proceso de integración regional cobró nuevo ímpetu con el Grupo Andino. que incluyó a Colombia, Chile, Bolivia, Perú, Ecuador y más tarde Venezuela, con un “Arancel Externo Común” y un “Estatuto de Capitales”, diseñados para proteger y desarrollar industrias y agro-industrias regionales y frenar al Capital monopolista que conspira contra ellas . Se presentó la ofensiva del capitalismo dependiente, encabezada por el presidente de la Asociación de Industriales de Colombia, Luis Prieto Ocampo:

“La

Tratado desestimula toda nueva inversión extranjera”

(Bbl 44, pag 133).

adopción del

Pécaut enfatiza: “ Estas reservas no son sorprendentes, pues la mayoría de los industriales, incluidos los de Antioquia, se han sumado a una política de asociación con el capital extranjero. En el seno mismo de la ANDI, las empresas extranjeras tienen un peso determinante (…) ” (Bbl 45, pag 134.) (Anexo 25: “ Estatuto de Capitales”·: Ignorado y olvidado

instrumento de emancipación. Pag. 269)

El Grupo Andino, como organización económica, surgió formalmente el 26 de Mayo de 1969, con el “Acuerdo de Cartagena”, (Proceso aún no estudiado en toda su dimensión y que unió, contra él, en santa alianza silenciosa a las empresas tras-nacionales + sectores oligárquicos + una mal llamada “izquierda‖. El funeral del “Grupo Andino”, también fue silencioso, pero con brindis en los altos clubes sociales: un magnicidio contra un proceso de integración de inspiración bolivariana, el cual en los años 80 y 90 sufrió los honores del frigorífico. Luego, deformado y amputado –sin Chile, ni Venezuela- fue “revivido” sin mayor vitalidad para continuar con el nombre de “Comunidad Andina”/”CAN”, a partir de 1996, con sede en Lima. Los sectores partidarios de la integración, fueron derrotados, con .

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malabarismos politiqueros

(Colombia, Ecuador, Venezuela) y

golpes militares

(Chile, Perú, Bolivia).

El magnicidio al Grupo Andino se extendió a la integración económica sub-regional, indispensable para la victoria del neo-liberalismo, en los años 80 y 90: un nuevo triunfo de la “Doctrina Monroe”

El terrorismo de esclavistas/terratenientes contra dos Constituciones democráticas (1853/1863) Dos notas previas: Primera: La corrupción es ―variable endógena‖ en las sociedades dependientes (“tercermundistas”), como lo señala el premio nobel de econom ía, Gunar Myrdal./Bbl 46, pag. 134. Ello explica, en parte, las cruentas guerras civiles y la feroz lucha por hacerse al control del aparato de Estado, por encima de reales o hipotéticas representaciones de estamentos socio-económicos, sin principios filosóficos ni políticos. Más que sacar adelante a sus dudosos representados, es el botín del Estado lo que anima a las facciones en pugna. Por eso, los partidos políticos dominantes tercermundistas se diferencian más por las tácticas coyunturales para hacerse a la cosa pública que por programas y proyectos estratégicos sobre la organización estatal y de desarrollo económico-social. Pero conjuntamente con la voracidad burocrática, las facciones en pugna representan, varias veces, aspiraciones de los diversos estamentos socio económicos.. Segunda: Para presentar las constituciones federales de 1853 y 1863, debo hacer una exposición de aspectos de nuestra historia constitucional, que muestra la confrontación entre dos grandes escuelas económicas. La resultante fue la victoria del libre cambio contra el proteccionismo que reclamaban manufactureros y artesanos, en los siglos XIX y buena parte del XX. A fines del s.XX y principios del .XXI, la pretensión del capital internacional + emergentes monopolios nacionales en varios países, con notoria influencia de capitales mafiosos, se dispusieron privatizar el portentoso sector de la economía mundial que fue estatizado, tanto en sociedades sujetas a un plan central, como a las que se beneficiaron con el intervencionismo de Estado.

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Se trata del auge del neoliberalismo, capitaneado políticamente por las Administraciones Reagan (1981-1989, EEUU) y Thatcher (19791990, Reino Unido), especialmente a partir de los años 80s y que se mantiene en el s. XXI Como ello ocurre simultáneamente con la escalada globalizadora que requiere de Tratados de Libre Comercio (“TLC”), se tiende a asociar ambos procesos para presentarlos como un solo “instrumento imperialista”. Pero son asuntos diferentes: los TLC no son una pieza del neo-liberlismo y pueden –incluso- fomentar la propiedad social y/o estatal si se proyectan como instrumentos de países que se asocian para fortalecer sus mercados y –por tanto- su capacidad inversionista. Los grupos de integración regional, como el Andino, Alalc, Carifta, Mercosur, Aladi, Sela, Can, Alba, Alianza del Pacífico, Comunidad del Caribe, Organización del Tratado de Cooperación Amazónica, Proyecto Mesoamérica, y otros, son buenos ejemplos. El “Estatuto de Capitales” del Grupo Andino, mostró que precisamente el libre comercio, permite acciones conjuntas para industrializar grupos de países y enfrentar al capital monopolista. (iden, Anexo 25: Pag. 269). Igual ocurre con la Unión Europea: la libertad comercial interna, enfrenta a monopolios trasnacionales, principalmente norteamericanos. Los “Tigres asiáticos” y los esfuerzos de integración africana, sostienen ésta afirmación. Por tanto, la crítica al neo-liberalismo debe enfilarse contra su esencia: la pretensión de privatizar industrias, agroindustrias, banca, transporte, sectores fundamentales de la salud y la educación e –incluso- riquezas de la infraestructura, sin circunscribirse a majaderas letanías “antiimperialistas”, enfiladas a cuestionar los TLC. Cuestionamiento que encabeza el capitalismo-terrateniente, aliado al nacional-capitalismo y a subsidiarias de matrices monopolistas, contra sus competidoras. Este conjunto exige mercados cautivos, monopólicos, en detrimento de los trabajadores, quienes aspiran a los beneficios de un mundo globalizado, con precios y calidades sometidos a la competitividad. En síntesis: la corrupción como variable endógena, por un lado y –por otro lado- el libre cambio con su contra parte, el proteccionismo, como asuntos históricos –éstos últimos- que deben ser considerados en las condiciones concretas de tiempo y espacio, presiden éste intento de

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notas para una historia constitucional de Colombia, historia que incluye una cadena que aún no termina de magnicidios y genocidios.

* * * * Producida la independencia, el país transitó bajo varias Constituciones o importantes Leyes reformadoras. Estos principales hitos legales fueron: 1821: Constitución que da Inicio a la ―República de Colombia‖, con la unión de Venezuela, Cundinamarca (comprendía las provincias del ―Nuevo Reyno de Granada‖, más la Capit anía de Quito) y Guayaquil. Sus principales disposiciones: unión de nuestras repúblicas ―en un solo cuerpo de nación‖, abolición de la inquisición, Estado unitario, división de poderes, abolición – formal- de la esclavitud; derechos individuales y asociativos. (Contra la c reencia generalizada, nunca el país se dio el nombre legal, constitucional, de “Gran Colombia”);

1830: Constitución que diseña organizaciones departamentales, bajo control centralista; con amplias libertades individuales y asociativas y triple división de poderes. Pero fue la segunda y última de la “República de Colombia”, pues meses después fue disuelta; 1832-37: Durante la presidencia del General Santander, el nuevo ente político –antiguo “Nuevo Reyno de Granada”, con el nombre de “Estado de Cundinamarca”, ya desmembrada la “República de Colombia”, -se da los nombres de “Estado de la Nueva Granada” y de “República de Nueva Granada”, mantiene la organización centralista y proteccionista con la “Ley de Aduanas”. Nace endeudada con el capital financiero inglés en casi $52 millones de libras, más los intereses que corren, según informó “Diario Oficial” (Bbl 47, pag. 134) 1837-41: Se inaugura un período conservador, manejando las ideas económicas liberales de la época. Con José Ignacio de Márquez, se aprecia claramente el giro dependiente del país: “(…) la producción de frutos tropicales para la exportación y en la explotación de las minas de metales preciosos s on (…) objetos en los que s e deben hacer mayores esfuerzos‖, según “Memoria”, en 1842, del ―Secretario de Estado de lo

Interior‖ (Bbl 48, pag. 134). En ese período tiene lugar la segunda guerra civil de la Nueva Granada. (Varios historiadores la ubican como “la primera”, porque no incluyen el enfrentamiento “centralista”-“federalista” de 1810). Fue una guerra por la política económica del proteccionismo, reclamada por el radicalismo encabezado por el General Obando quien logra sublevar

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más de 20 provincias contra el libre-cambio del gobierno constitucional. Guerra, cobijada con mantos religiosos y regionalistas, se la denominó "de los Conventos", o "de los Supremos": “(…) Caudillos militares supérstites de la Independencia, los "Supremos" de cada región, no satisfechos en sus aspiraciones por el poder cent ral, se levantaron en guerra y la mantuvieron, durant e tres años, a nombre de la religión ultrajada. (…)” (Bbl 49, pag. 134)

En ambos partidos se encontraban las tendencias librecambistas y proteccionistas. Los presidentes, Tomás Cipriano de Mosquera y Rafael Núñez, son buenos ejemplos de éste tipo de oscilaciones, especialmente el primero. Tan liberal, abierto al diálogo; como sanguinario implacable, según lo demostró en ésta guerra al fusilar sin fórmula de juicio a sus prisioneros, lo cual le valió un merecido apodo. (Anexo 26: “La hiena de Cartago”, pag. 271) 1841-45: Leyes, bajo la presidencia de Pedro Alcántara, quien pretendió un férreo centralismo proteccionista, a la manera de las monarquías absolutistas, pero de chanchullos, con los cuales la autoridad de turno concedía o no, a discreción, las licencias de importación. ―En el sistema proteccionista de la época desempeñaban papel importante los privil egios industriales. (…)‖, que se conferían a personas, por tiempo y regiones determinadas (…)” (Bbl 50, pag. 134).

1845-49: Primer período del General Mosquera. Elegido por el conservatismo, inaugura una etapa de las más importantes reformas liberales del s.XIX, pero que se enmarcan tanto en la nueva relación neo-colonial y el mantenimiento –solapado - de la esclavitud, como en la legalización de una fraudulenta tenencia de la tierra. Autoriza la construcción de ferrocarril en Panamá, para beneficio de la industrialización norteamericana (Anexo 27: Primera inversión trasnacional norteamericana, pag. 272). Además, reclutó esclavos para la empresa constructora (Anexo 28: Trampas a la libertad, pag 274). Legalizó uno de los peores crímenes –magnicidios- de la oligarquía contra los indígenas y la economía nacional: la liquidación de hecho de los resguardos, parcelándolos en minúsculos fundos. Ospina Vásquez lo resume: Mediante Ley del 3 de Junio de 1848, “La liquidación efectiva de los Resguardos fue de mucho de más trascendencia en lo económico y lo social (…) El efecto nat ural fue el pront o paso de las tierras repartidas de manos de los indígenas a las de hacendados y capitalistas blancos o asimilados a t ales. Ocurrió un fenómeno de proletarización, en el sect or rural, en escala antes no vista en el país. Los nuevos proletarios dieron braz os

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baratos a los cultivadores de tabaco y a los hacendados del interior: nacía, puede decirse, la ―plantación‖, y se reforzaba la hacienda (…)” (o.c, Bbl 50, pag. 134 )

Vendrá un período de desplazamientos forzados, uno de los objetivos encubiertos de las guerras civiles, con genocidio de miles de indígenas y minifundistas. (Anexo 29 : Los de splazamientos tienen su historia, pag. 275)

Con Florentino González, como secretario de hacienda, promulgó leyes que permitieron el triunfo del libre cambio sobre el proteccionismo, cobijándose como gran reformador. En una muy amena biografía (―auto-biografía‖) se presenta ésta etapa, con el sesgo propio del admirador: “Colombia en 1845 era una extensión (…) amorf a, contrahecha, deshilvanada, carente de unidad (…) Se compraba y consumía lo que se traía del extranjero. No había industria (,,,) Llegué imponiéndome sobre las camarillas y las roscas (…) Cuando formé mi primer gabinete lo estructuré homogéneamente c onservador (…) A los pocos mes es me renunciaron en masa (…) P rocedí a escoger los hombres para mi gabinete sin importarme un pepino de donde fueran oriundos (…) si del bolivarismo, si del santanderismo (…) si creían o no creían en la existencia de un Dios (…) Inicié la navegación sobre el río Magdalena (…) Creé los Correos y contrat é la construcción del ferrocarril de Panamá (…) Abolí el monopolio del tabaco (…) disminuí las Fuerzas Armadas cuyo presupuesto se succionaba las demás partidas; rebajé la deuda pública (…)‖ (Bbl 51, pag. 134)

1849-1854: Es la oportunidad de los artesanos y su expresión política, las “Sociedades Democráticas”, durante los gobiernos de José Hilario López (1849-53), José María Obando (1853-54) y la “dictadura de Melo”. (1854; 17 abril/ 22 nov).

La producción nacional había tropezado con la competencia de mercancías inglesas que ingresaban en aplicación de la política de Libre Cambio, presionada –mediante chantaje financiero- por la creciente deuda externa. La Nueva Granada absorbió la mayor parte, contraída por quienes formaron la primera “República de Colombia”. El país, al igual que toda Latinoamérica, cayó en un círculo vicioso: “el financiamiento externo se hacía, como la morfina, imprescindible. Se habría agujeros para tapar agujeros (…) se hace preciso recurrir a la inflación, que produce la depreciación de la moneda y a los empréstitos onerosos. Las operaciones agiotistas encartaban a los países libres”. (Bbl 52, pag. 134

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La asfixia de una industria embrionaria que no lograba cuajar y de miles de artesanos quebrados con las mercancías foráneas, explica la presión agresiva de las masas que obligó al Congreso a designar presidente a José Hilario López, para el período 1849-53, impulsor y partidario de los Sociedades Democráticas. Se requería, por tanto, un timonazo en la conducción política que se logró con la Constitución de 1853, en la Administraciín siguiente de José María Obando, intérprete de una industria secundaria domésticorural y artesanal que intentaba avanzar hacia la manufactura. Timonazo, imposible sin que en la Administración anterior de José Hilario López no se hubiera abonado el terreno para el importante viraje –aunque moment áneo- del Libre Cambio hacia cierta protección. La Constitución de 1853 que irritó al conservatismo, derrotado electoralmente con el triunfo arrollador de Obando, perdió sostén político y su futuro quedó a merced de un fuerte Congreso, con cómoda mayoría conservadora-“gólgota”. (El ―golgotianismo” implica la conducción del Estado por coaliciones entre des prendimientos partidistas de vencedores con el partido minoritario, para forjar una nueva mayoría formal, sumatoria que revierte la decisión mayoritaria y posibilita burlar el proyecto político de las mayorías.) Mantener la Constitución o derogarla, enfrentó a congreso y

gobierno representantes de dos fuerzas en pugna: artesanos y soldados, por un lado, contra jefes militares, comerciantes-importadores y señoritos de la oligarquía, por otro lado. Estos últimos exigieron la renuncia de Obando, enfrentando a soldados, y artesanos, quienes coreaban: ―Vivan el ejército y los democráticos. Abajo los monopolistas‖... Al frente de ellos, el General Melo intenta restaurar el orden, mediante Golpe de Estado, en 1854. Además, el caos creado por los opositores al radicalismo, a las Sociedades Democráticas y a los gobiernos que las interpretaban, fue pretexto para lo que hubiera sido el más grande magnicidio contra la integridad de la República, contra la conservación de nuestro mapa: “ (…) en el año de 1854, cuando las Sociedades Democráticas intentaron una verdadera revolución social, algunos capitalistas de Medellín, asustados, idearon el plan de incorporar toda la nación colombiana en los EEUU. ( …)” (Bbl 54, pag 134). Corroborado, por quien iba a ser Presidente –Mariano Ospina Rodríguez-, en carta a Alcántara Herrán, según la misma cita de Tirado:

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“(…) Los negociantes de éste Provincia han acogido con mucho ent usiasmo la idea de anexar la República a los EEUU, como único medio de conseguir seguridad. Tal paso tendría algunos inconvenientes, pero es el único remedio posible que se enc uent ra, para oponer a la barbarie que amenaza a devastar éste país para siempre (…)” ( Ibid, o.c.)

El precio para la unidad del país, fue el magnicidio político a la Constitución más democrática de toda nuestra historia y la supresión de las “Sociedades Democráticas”. Su método fue el terrorismo chantajista de la fragmentación nacional, el cual contribuyo, en buena medida, para que artesanos y soldados, cedieran (Anexo 30: Victoria del libre cambio, mediante chantaje, pag. 277); (Anexo 31: El exterminio de las “Sociedades Democráticas”, pag. 278)

Las dos más importantes reformas en éste período, con tres administraciones (Hilario López, Obando y Melo), son: la abolición formal de la esclavitud en el gobierno López y la Constitución de 1853 en el gobierno Obando. La primera, contra la opinión general que la presenta como una abolición real, no corresponde a la estricta verdad: si bien es cierto que presentó una ley que en su artículo primero la abolía, en el siguiente y en el parágrafo, la desvirtúa ( Ley del 21 May-1851) La segunda, la Constitución de 1853, promulgó la elección popular de gobernadores, libertad de cultos, prensa y palabra, libertades individuales y asociativas, sufragio universal, matrimonio civil, separación Estado-iglesia. Es –mucho más que la Constitución del 63- el gran legado radical que implicó, además, por 10 años una paz relativa. El proceso reformador de López-Obando-Melo, tropezó con la oposición latifundista y de comerciantes, ambos librecambistas. Surge una disidencia liberal que enfrentó a comerciantes con artesanos. El liberalismo se escindió entre “Draconianos” (intérpretes de manufactureros y artesanos) y “Gólgotas” (importadores, obviamente amigos del libre-cambio) Se produjo la natural alianza entre éstos últimos con el conservatismo, lo cual va a impactar en la recomposición política del Estado y el reemplazo de la Constitución radical del 53, por la conservadora, librecambista, y retrograda del 58. Sin el apoyo gólgota ,―Las Sociedades Democráticas solo podían ser (…) focos de agitación de ideas económicas y sociales; base de presión de masas en las contiendas políticas‖ (…)― (Bbl. 53, pag. 134).

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1855-61: Período conservador y librecambista, del triunfo de los comerciantes, unidos al conservatismo y al latifundio, sobre los artesanos, con las Administraciones de Manuel María Mallarino (1855-57) y Mariano Ospina Rodríguez (1857-61), Los nutrientes librecambistas del conservatismo son de clara inspiración manchesteriana y particularmente de las teorías de Smith y Ricardo, justificadoras y sostenedoras de la agresividad comercial de la industria Inglesa, formulada teóricamente con la tesis de ―las ventajas absolutas‖: “ Cuando en un país extranjero se puede surtir de una mercancía a precio más cómodo que el que nosotros podemos fabricar, será mejor comprarla que hacerla, dando por ella parte del producto de nuestra propia industria, y dejando a ésta emplearse en aquellos ramos en que tenga ventaja respecto al extranjero (…) ” (Bbl 55, pag 134). O, como lo expresó Ricardo, ―En un sistema de comercio absolutamente libre, cada país invertirá naturalmente su capital y su trabajo en empleos tales que sean más beneficioso para ambos. (…) Es este principio el que determina que el vino se produzca en Francia y Portugal, que los cereales se cultiven en América y Polonia, y que Inglaterra produzca artículos de ferreterías u otros ” . (Bbl 56, pag. 134) La, administración Ospina Rodríguez, promulgó una nueva Constitución en 1858, la cual cambió el nombre de ―República de la Nueva Granada‖, por el de ―Confederación Granadina‖, acrecentó el rumbo librecambista y neo-colonial, inaugurado por Mallarino y del que él mismo hizo gala con su proyecto de constituir otra estrella en la bandera norteamericana: (“…anexar la República a los EEUU, como único medio de conseguir seguridad”. O.c. de Tirado Mejía, Bbl 49, pag. 134 )

No obstante, el presidente Ospina tropezó con la contradicción entre su política centralista a la que sumó un cierto proyecto intervencionista de Estado y la nueva realidad federalista. Contradicción que intentó solucionar con abusos centralistas, de subversión e intromisión políticomilitar en los Estados federales de Santander, Magdalena, Bolívar y Cauca porque: “Este Estado (Sant ander) como el de Magdalena ha sido organizado y dirigido por instituciones basadas en las teorías radicales (…)” (Bbl 57, pag. 134).

En 1860 contaba con mayoría en el Congreso, por lo cual pudo expedir una ―Ley de Orden Público‖ que le permitía intervenir

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en los Estados confederados. El General Mosquera respondió con la amenaza de separación del Estado del Cauca. Fue imitado por los Estados de Santander, Bolívar y Magdalena. Los cuatro se unieron en pacto de defensa conjunta. Ospina, con su ejército, irrumpió en el Estado de Santander, cambiando dignatarios provinciales radicales por sus propios partidarios: el país entraba en la nueva guerra civil (1860-62), una de las más sangrientas, con la bandera religiosa, un fácil expediente para eliminar liberales. Los más sobresalientes estrategas militares, como José María Obando, José Hilario López, Santos Acosta, Santos Gutiérrez, se unieron alrededor de Mosquera que tomó Bogotá y aniquiló los ejércitos de Ospina, haciendo prisionero al presidente. Las fuerzas gubernamentales ejercieron el secuestro extorsivo, con amenaza de asesinar a todos los presos del Estado de Santander si el presidente era sometido a juicio y condenado. La guerra fue una impresionante cadena de genocidios, especialmente contra indígenas y campesinos... con ―Pacto de Unión‖ entre Estados confederados, partidos políticos y personalidades. (Anexo 32: Cadena de genocidios contra indígenas, pag. 281).

1861-1864: Segunda Administración Mosquera (ahora liberal/ gólgota) En 1861, recién posesionado, elaboró y ejecutó el ―Decreto de Bienes de Manos Muertas‖, según el cual la Nación se apropia de los bienes raíces y capitales pertenecientes a monasterios y otras “organizaciones piadosas”. Fue una gran reforma. Montaña afirma que la más importante, con la abolición de la esclavitud, porque los monasterios sumaban la más grande extensión territorial improductiva. (Fue una expropiación, a semejanza de la Reforma Protesta nte en Europa). Todo lo cual repercutió en un incremento de la renta nacional. Conforme al ideario liberal/radical de autonom ía estatal, logró la separación de la Iglesia y el Estado. Se fue cocinando la rebelión contra la Constitución/1858, pues en su articulado creaba la imposibilidad constitucional para cambiarla o enmendarla Al nudo constitucional se agregaba el desarrollo de las contradicciones entre el ascenso artesanal y manufacturero, con la urgencia de ampliar el mercado interior, para lo cual se requería parámetros proteccionistas centrales contra un conjunto federal, con

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archipiélago de gobiernos autónomos. Por otro lado, las reformas anti/clericales de Mosquera chocaban con la moribunda Constitución de 1858 /Bbl 58, pag. 134 Se imponía un vuelco, solo posible con otra Constitución. Mosquera se propuso esa reforma, mediante convocatoria de una ―Convención de Plenipotenciarios”, amañada, nombrada “a dedo”, por fuera de parámetros legales. Así, la Constitución de 1858 dejo de existir y en su lugar se promulgo una nueva, conocida como ―Constitución de 1863‖, la cual confirmo el nombre de ―EEUU de Colombia”, mantuvo varias de las conquistas federalistas, pero le entrego tal mando a las regiones que sus oligarquías pudieron mantener la esclavitud de hecho y acrecentar sus dominios territoriales. Fue un gran avance con respecto a la retrograda Constitución del 58, pero un notable retroceso frente a la mucho más avanzada de 1853. Pero fue una Constitución al margen de un proceso electoral, incluso indirecto. Si a ello se agrega el hecho indiscutible que, además de ser el resultado de cruenta guerra, se excluía de tan magna decisión, nada menos que a cerca de la mitad de las fuerzas políticas, constituidas por el Partido Conservador, se entenderá la cadena de guerras civiles, una tras otra, y los genocidios, que ensangrentaron el país por 39 años, entre esa Constitución de 1863 y el término de la guerra “de los mil días” o de “los cien mil muertos”.(Sept. 1902). Colombia vivió una cadena, otra, de genocidios/magnicidios, para ―arrasar al radicalismo‖, por parte de los jefes conservadores quienes hicieron uso tanto del manto religioso, como del cuestionamiento de la nueva Constitución. Con la Constitución/1863, llamada de “Rionegro”, surgen los Estados federales, con coordinación central solo para cuestiones marginales, como relaciones exteriores, ejército permanente, crédito externo, naturalización de extranjeros, presupuesto nacional, pesas y medidas; bandera, tenencia de tierras exclusivamente baldías. Asuntos capitales como los de la esclavitud, resguardos indígenas, titulación de predios realengos, emisión de moneda propia, bancos centrales autónomos, quedaron en los poderes federales, lo cual implicó nuevos elementos para nuevas y sucesivas guerras civiles. Pero la Constitución, consagro plenas libertades individuales y asociativas, inmunidad de la vida humana, libertad de pensamiento, palabra y prensa, libre uso de armas, período presidencial de dos años, total separación Estado-

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Iglesia. Son estas reformas lo que le valió la imagen de “radical” y el odio de los estamentos más conservadores, particularmente de la Iglesia. 1864-1880: Continuación de gobiernos liberales (algunos radicales) con las administraciones de Manuel Murillo Toro, José María Rojas Garrido, Santos Acosta, Salvador Camacho, Eustorgio Salgar, Aquileo Parra, y los genuinamente liberales, sin radicalismo, de Zaldúa, Otálora y Hurtado. En ésta etapa, que podemos llamar “Radical y liberal‖ (con el lunar del golpe de Mos quera, en 1867, contra Rojas Garrido, -aunque s ólo de meses- más el período 1882-1884), se realizó una revolución educativa,

con la creación de la Universidad Nacional, la extensión de la educación primaria y un prolongado esfuerzo por educar educadores, mediante la instalación de varias escuelas normales masculinas y femeninas. En el manejo económico, propició atinado y pulcro gasto público dirigido hacia obras de infraestructura como arreglo y construcción de carreteras, sano manejo fiscal con pago puntual del servicio de la deuda, propició el auge de la economía mercantil e inauguró el sistema bancario. (Desde ese período, Colombia es, quizás, el país latinoamericano con más confianza y fama por el cumplimiento de la deuda. Sólo s uperado al comenz ar el segundo decenio del s. XXI por B rasil, país que canceló todas sus deudas )

Aún, en medio de las guerras, el país vivió un período de amplias libertades individuales y asociativas con el radicalismo en el poder Pero las guerras civiles que terminaban en magnicidios, asesinatos y fusilamiento de presos, sin ser sometidos a juicio, impidieron que las medidas proteccionistas se constituyeran en palancas para el avance significativo industrial, manufacturero, artesanal y de la agricultura comercial, porque esas guerras corroen las posibilidades del mercado interior. Además, crean y extienden el caos fiscal y administrativo. (Un solo ejemplo: en 1878-79, la Renta fue de $4.840.000, frente a un presupuesto de gastos de $11.000.000: el 44% de déficit que se va a cubrir con emisiones)

Con una economía quebrada, el manejo presupuestal desplazo, como negocio, los proyectos inversionistas internos, lo cual va a desarrollar el hábito burocrático de la corrupción administrativa, que se extiende escandalosamente. La única posibilidad de paliar la crisis, generar algún empleo y activar la economía, estaba en proteger la producción nacional. Pero no. Se intentó aplicar la teoría de List del ―Sistema

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Nacional de Economía Política‖ (BBl 58, pag. 134), pero deformada y con probable corrupción administrativa, pues legalizó la figura de ―los privilegios industriales‖ (Bbl 59, pag 134), que en realidad fueron privilegios comerciales, ávidos para la corrupción. El radicalismo/liberalismo intentó combinar el federalismo político con el proteccionismo centralizado. Una combinación, a semejanza de los EEUU, pero que en nuestro país resultaba de muy difícil aplicación dada la incomunicación y la prolongación de las guerras, entre otras razones. Esas guerras civiles colapsaron el experimento federal y aniquilaron las fuerzas liberales y radicales. No se recuperaron prontamente y el país fue sometido a una cadena de dictaduras civiles legalizadas, con nuevos magnicidios/genocidios, etapa conocida como ―hegemonía conservadora‖, a partir de la imposición de la Constitución del 86 (1884-1930). La Constitución de 1863 y con ella el radicalismo, había entrado en coma. La primera fue el plato fuerte del banquete latifundista/esclavista/clerical/conservador; el segundo, fue aniquilado. 1880-82 y 1884-88: Son los dos períodos de Rafael Núñez que los

historiadores suelen separar, para mostrarnos una Administración liberal y otra conservadora. Me separo de esa apreciación. Creo que frente al manejo del Estado, lo que interesa, siempre fue conservador y librecambista. Si Núñez llegó a la presidencia como liberal, fue porque de otra forma no la hubiese logrado. Como la Constitución del 63 estipuló períodos presidenciales de sólo dos años, en 1880, no contaba con fuerzas suficientes para lograr el cambio constitucional, tampoco para imponer una nueva Carta. Mucho menos, para embarcarse en otra guerra civil de la que saldría derrotado. Pero con su notable sagacidad política, esperó una mejor oportunidad para el timonazo que deseaba darle al país, lo cual finalmente logró. Su ideario conservador y librecambista se expresó desde su primera administración ―liberal‖. Los mineros, exportadores, comerciantes/importadores y las burocracias de los Estados confederados, entendieron que la organización federativa, se constituía en tapón para el progreso de sus negocios y coincidieron –jubilosos- en una nueva estructura centralista. La Constitución de 1863 estaba en coma y avanzaba hacia su muerte inexorable: se requería la gestación de una nueva Carta Política. Como todo proceso, requirió de un desencadenante.

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La cruenta guerra civil de 1885, le va a permitir a la coalición centralista, aniquilar las fuerzas federalistas y al radicalismo, particularmente fuertes en el Estado de Santander, cuyas mayorías fueron burladas por la fuerza pública enviada por el presidente Núñez. El conflicto del Estado se transformó en guerra civil, impulsada por el poder central. En Tolima y Cauca los radicales fueron derrotados. Pero en Cundinamarca, los federalistas, al mando del General Gaitán Obeso tomaron la flota del río Magdalena y avanzaron hacia Barranquilla, donde quedaron presos por la tenaza de fuerzas gubernamentales combinadas de Panamá y Cartagena, apoyadas por EEUU con su fragata “Powshattan”, que las aprovisionaba, con lo cual aniquilaron las fuerzas insurgentes, las cuales quedaron con pocos sobrevivientes. Mientras, en Colon, el general radical Prestán se adueñó de la plaza, pero Núñez solicitó la intervención norteamericana, que se hizo efectiva con el desembarco de 800 marines que se apoderaron del ferrocarril, apresaron al general Prestán, lo entregaron a los nuñistas quienes lo fusilaron, sin someterlo a juicio. Entre tanto, en el interior, las fuerzas liberales –diezmadas- capitularon en “El Salado”, Estado de Santander. (Anexo 33: Los magnicidios de Obando y Pre stán, pag. 284); (Anexo 34: General Gaitán Obeso, primera víctima de la técnica de las desapariciones, pag. 286).

El presidente Núñez pudo proclamar, desde el balcón de Palacio, en los primeros días de Septiembre de 1885: ―¡La Constitución de Rionegro ha dejado de existir!‖ (Bbl 59, pag 134). Quedó consumado el magnicidio político más devastador para el proceso democrático del s, XIX (Anexo 35: El magnicidio al radicalismo, pag. 286). Faltaba el puntillazo legal que lo dio la nueva Carta del 86. El conservatismo gobernó hegemónicamente, por 46 años: los últimos 16 del siglo XIX (con la máscara de “Partido Nacional” + un intervalo –muy corto, de 5 meses - de administraciones “liberales” golgotianas de josé María Campo y Eliseo Payán), más los primeros treinta del XX. Volverá a gobernar con “la violencia” (1946-1958) y la otra mascarada de “Frente Nacional” (1958-1978), unido al “golgotianismo” liberal, dirigido por su exponente más representativo (Alberto Lleras Camargo). Con otro liberal conservadurista, César Gaviria –ayudado por el M-19produjo la Constitución de 1991, muy inferior a la radical de 1853, inclus o –con algunas excepciones - a la de ―Rionegro‖ o de 1863.

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1886…, Una República nada republicana Las potencias están en la euforia de la segunda revolución industrial. El petróleo, como fuente energética, permite el motor de combustión y la producción se dispara. Se requieren nuevos mercados con gobiernos que impulsen la libre importación. Pero, al tiempo, las artesanías y las manufacturas en el mundo de la periferia que no había arribado ni siquiera a la primera revolución industrial, exigían protección para su producción. Así, los gobiernos que comienzan a ser corrompidos por el gran capital trasnacional que requiere el libre-cambio, entran en conflicto con las fuerzas socio-económicas que reclaman protección y mercado interior propio. Las guerras civiles pasarán de episodios fugaces a conflictos permanentes en el s. XIX y parte del XX. La competencia entre las potencias que requieren más y más materias primas para sus máquinas en acción, al tiempo que ampliación de los mercados ya copados, para sus productos terminados, se torna cada vez más álgida, por lo cual modernizan sus ejércitos, producen e inventan nuevas armas, subvierten gobiernos de la periferia. Esa situación mundial se reflejó en unos caóticos “Estados Unidos de Colombia”, con conflictos permanentes entre sí y principalmente con el gobierno central. Las oligarquías requerían un nuevo modelo políticoeconómico. Rafael Núñez simboliza la necesidad de ese cambio No es casual que el mismo personaje haya transitado del federalismo al centralismo; del liberalismo al conservatismo y de partidario de la constitución de 1863 a impulsor de una nueva carta política, la de 1886. Por tanto en su segunda presidencia (1884-1886) crea un anticipo del Frente Nacional que en aquella época se llamó “Regeneración”. Se trató de una sumatoria de proyectos que –de hecho- excluyeron la división de poderes e hicieron de los órganos legislativos, ejecutivos y judiciales engranajes bajo la conducción del partido gobernante. Es decir, una república, nada republicana. Un resumen de tales proyectos: a) Económico, con el cual garantizó el librecambio; dio confianza a inversionistas con la supresión del abanico de monedas, la centralización del manejo monetario y el control bancario.

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b) Político-Administrativo–Militar. Bajo la consigna ―centralización política y descentralización administrativa‖, los Estados federales quedaron abolidos, sustituyéndolos por los “Departamentos” con jefes ya no elegidos sino nombrados; una sola legislación para todo el país; centralización, pero con notables poderes a las oligarquías regionales, mediante la ―descentralización administrativa‖. Igualmente los ejércitos regionales fueron suprimidos y reemplazados por Ejército y Policía Nacionales. El nombre del país, cambiado: surgía la ―República de Colombia‖; c) Educativo y de magnicidio al Estado laico, para asegurar un nuevo pacto con el Vaticano, mediante “Concordato” de 1887, por medio del cual le entregó a la Iglesia Católica el control de la política educativa. El divorcio quedó suprimido y por supuesto –de hecho - el matrimonio civil. El artículo 12 de la Constitución estableció que “en las universidades y en los colegios, en las escuelas y en los demás centros de enseñanza la educación y la instrucción pública se organizará y dirigirá de conformidad con los dogmas y la moral de la religión católica”. De acuerdo al art. 13, el gobierno se obligó a vigilar que en las asignaturas literarias y científicas “no se propagarán enfoques contrarios a la moral católica, al dogma de la iglesia y al respeto y veneración a la jerarquía”. (Bbl/60,-pag-134)

d) Represivo: reemplazo de libertades individuales y asociativas, por un régimen autocrático. Surgió la legalización jurídica de las órdenes verbales, que le permitía al Presidente de la República o a quien lo reemplazara y/o lo representara, desterrar y encarcelar, restringir derechos políticos y sociales; producir leyes por decreto, como la 61 de 1888 conocida como “la Ley de los Caballos ”, dictada por venganza a un maltrato de caballos oligarcas. Su artículo 1 decía: “facúltese al presidente de la República para prevenir y reprimir administrativamente los delitos y las culpas contra el Estado que afecten el orden público pudiendo imponer según el caso, las penas de confinamiento, expulsión o pérdida de los derechos políticos por el tiempo que crea necesario”

.(Bbl 61, pag. 134) Violencia institucional que debía garantizarse con nuevos ordenamientos constitucionales. Con Carlos Holguín (1888–1892) y Miguel Antonio Caro (1892-1898) se abre el periodo de la “hegemonía conservadora” que hizo de la constitución de 1886 la base jurídica para

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su reinado. Así, la constitución de 1886 y la ―Regeneración” que la creó constituyen –también- bases de la ola de magnicidios/genocidios que son parte integrante y continua de la historia colombiana. Las oligarquías conservadoras y liberales se volvieron expertas en burlarse de los pilares republicanos en nombre del republicanismo. La historia constitucional del país es, en buena parte, la historia de una cadena de violencias garantizada legalmente. Aniquilado el radicalismo, el Partido Conservador impone la Constitución de 1886, cuestionada - y defendida –con la “Guerra de los mil días”, el puente entre los siglos XIX y XX. La violencia de la primera mitad del s. XX, se zanjó con el pacto del Frente Nacional que con sus dos pilares, “la Alternación” y “la paridad”, creó una aberración constitucional única en el mundo, la cual coadyuvó al tránsito de la violencia partidista a tres tipos de violencia que continúan ensangrentando al país: la violencia capitalista-terrateniente para ampliar fundos; la violencia de resistencia campesina capitaneada por un movimiento guerrillero que fue perdiendo sus objetivos políticos y la violencia mafiosa de bandas errantes, esmeralderas, narcotraficantes, paramilitares, de un nuevo capitalismo. No es casual que los más importantes recambios políticos, los de 1853 y 1886, en el s.XIX y los de 1930 y 1946, en el s.XX, fueran posibles por la división del partido gobernante. Cambios que produjeron la victoria de minorías y olas de magnicidios/genocidios, con los cuales gobiernos minoritarios lograron imponerse. Un asunto que ahora apreciamos como elemental, la Segunda Vuelta Electoral, no se le ocurrió a nuestros legisladores –porque conspiraba contra sus proyectos hegemónicos- en 170 años de babas parlamentarias.

Peculiar proceso de la acumulación originaria del capital El proceso de acumulación capitalista en Colombia –y en casi todo el mundo de la periferia - está signado por la característica peculiar de no ser propio, sino inducido por la relación de dependencia, de haber sido forjado como una herencia colonial y neocolonial. Razón tienen historiadores como Álvaro Tirado Mejía, Mario Arrubla y Nieto Arteta, en afirmar que ―no existe una historia nacional‖.

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La acumulación capitalista en la zona de la periferia, o dependiente, quedó signada por el tránsito de la colonia al semi colonialismo: “No existe una historia nacional. (…) El viraje de nuestro país y del conjunto de Hispanoamérica hacia nuevas formas de dependencia colonial, iniciado políticamente con el movimiento de independencia, se vio coronado por la adopción (…) del librecambio, explotación por medio de tributos y de un comercio reglamentado. (…)” (Bbl 62, pag. 134) El libre-cambio nos incorporó, como un firme eslabón, a la cadena capitalista mundial. Ahora bien: todo proceso capitalista implica una “acumulación originaria”, que involucra a cada metrópoli con su mundo dependiente. Es decir, la participación conjunta del ―centro‖ y ―la periferia”, así el centro se industrialice y la periferia se estanque. Los cuatro elementos que Marx indica como factores (“palancas”) de esta acumulación, están presentes en la relación desde la Nueva Granada, hasta la República de Colombia, con las metrópolis española, inglesa y norteamericana: a) “el licenciamiento de las huestes feudales”; b) “el colonialismo; c) ―la trata del negro‖, y d) “la deuda pública”. (Bbl 63, pag. 134) Pero es preciso agregar, para el caso colombiano, otra “palanca”: el narcotráfico, como parte integrante del capital mafioso (Bbl. 64, pag. 134)

a) El “Licenciamiento de las huestes feudales”, está constituido por los sucesivos desplazamientos de campesinos (mediant e la violencia). En Colombia, éste “licenciamiento…” ha sido un desplazamiento continuo, con genocidios y magnicidios, realizados, primero por el conquistador; luego, -y más brut alment e-, por los nuevos latifundistas españolesamericanos. Después, con el expansionismo territorial de la oligarquía terrateniente criolla, conjuntamente con inversiones de monopolios norteamericanos agro-mineros (principalment e en el banano, el petróleo y el oro). Continuadas por el capital-mafioso, directamente (mediante asociaciones de hecho y en Derecho) e indirectamente (a través de los bancos cómplices) , el cual irriga tanto las inversiones capitalistas en territorios ya libres de campesinos desplazados, como el sostenimiento de ejércitos paramilitares que desplazan. Así, el emergente capitalismo colombiano, logró un apoyo decisivo para su acumulación originaria. b) “El colonialismo” ―La Encomienda”, en América española permitió una alta tributación, la cual acumuló numerario, tanto “adentro”, para el español encomendero, como afuera, para la Corona y su burocracia.

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En el universo de la metrópoli española –con sus dominios americanos -, la acumulación de numerario, en lugar de impactar su raquítica industria, financió la de sus enemigos, a través de importar sus manufacturas, tanto hacia América como a la península. Así, el colonialismo EspañaAmérica, taponó los intentos industriales internos, arruinando artesanías, “obrajes” y manufacturas. Por otra parte, el colonialismo implica guerras: magnífico negocio que abre el mercado de las armas, desvaloriza tierras, minas, materias primas y alimentos, los cuales pueden ser comprados a precios irrisorios, por guerreros y administradores del poder colonial. Además, fomenta las guerras intestinas que, como en Colombia, implican cadena de magnicidios/genocidios, los cuales continúa padeciendo. c) La esclavitud del negro fue otro de los negocios que la oligarquía criolla heredó y que le permitió el mismo tipo de acumulación con consecuencias ya descritas. La esclavización del negro, en lo que va a ser Colombia, no impactó –c omo en los EEUU- la producción de materias primas para la industria, sino de oro para la exportación. La esclavitud/capitalista –en EEUU - fue el motor de la “producción hacia adentro”; en la América española, “hacia afuera” d) La deuda pública, con la cual el endeudamiento de los Estados del “centro”, alimenta la utilidad bancaria. Esos Estados lograron pagar el servicio de sus deudas con oro, plata y tributaciones que obtenían en sus colonias. Ello implicó que la deuda pública posibilitara recursos para la financiación a su naciente sector industrial, mediante ―la fabricación de fabricantes‖. Así, fue (es) ―la varita mágica que infunde virtud procreadora al dinero improductivo‖ (iden, Bbl 63, p. 134), que –por tantodeja de serlo. En la relación metrópolis-colonias, “la deuda pública”, son dos deudas públicas: la metropolitana, entre sus bancos y el Estado colonial; y la colonizada, entre los Estados de la periferia y los bancos (amparados por su Estado) del centro metropolitano. Esta última deuda pública está soportada por el comercio exterior, con exportaciones que pagan el servicio de la deuda e importaciones que la acrecientan. La deuda pública del centro metropolitano, favorece su industria porque fortalece su Estado, lo cual permite fuerza de imposición para mantener y ampliar el libre cambio, vital para la industria del centro. Pero la

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deuda pública de los Estados de la periferia, los debilita y empobrece con dos consecuencias: a) Aceptación del libre cambio; b) incremento permanente de la deuda con crecientes intereses onerosos. Así, la deuda pública de los Estados colonizados, careció de “virtud procreadora” interna, ya que no alimentó inexistentes bancos propios, ni se quedó en su territorio, sino que el servicio de la misma, al irrigar los bancos europeos, indirectamente, “procreó‖ la industria metropolitana. La deuda pública de la periferia –en su primera fase- no fue palanca de acumulación originaria interna para el desarrollo agro-industrial, ya que, al transferir oro y materias primas al exterior, no impactó ni la oferta de productos, ni el mercado interior. (Nos quedamos “con el pecado y sin el género”: el pecado de un endeudamiento oneroso, con alt ísimos intereses y sin los lienzos de la industria) Además, con un aditamento peculiar: la deuda

pública externa de las colonias y neo-colonias, se traduce en una importante acumulación para la burguesía-burocrática, en forma de ―comisiones‖ (sobornos) a funcionarios que empeñan los países.

* * * * Mientras en el proceso normal o “clásico” de acumulación originaria del capital, el Estado desarrolla “la fabricación de fabricantes‖ como lo expresa Marx (iden, Bbl 63, pag. 134), en nuestros países, el Estado fabricó anti fabricantes, favoreciendo a los exportadores/fabricantes externos y a los importadores/comerciantes internos, lo cual, implicaba competencia ruinosa para “los obrajes”, las artesanías y las manufacturas nacionales. Con una doble política: crecientemente impositiva para la producción local; librecambista y dúctil para las mercancías importadas, fabricó “anti-fabricantes” (burguesía burocrática corrupta + importadores aliados a los nuevos monopolios trasnacionales). Así, en la acumulación originaria del capital, el proteccionismo es el instrumento jurídico para la “fabricación artificial de fabricantes”, dentro del propio espacio económico, pero la metrópoli debe imponer el libre cambio afuera, a su competencia y en el mundo colonial y neo-colonial, incluso con cañones, para obstaculizar la producción competitiva, apoyándose en las burocracias dependientes y corruptas. Entonces, ―dejad hacer; dejad pasar‖, sin intervención estatal, se convierte en un asunto cotidiano del mercado libre-cambista, en la fabricación natural de anti-fabricantes.

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En la variante del “sistema nacional de economía política‖ de List, el Estado asume una posición intermedia entre librecambio y proteccionismo, mediante tres listas de importación (“libre”, “prohibida” y “consens uada” o “previa”), lo cual le permite una política no rígida ni absolutista, permitiendo/restringiendo importaciones, de acuerdo a los requerimientos de su producción. Política que tuvo un notable éxito para jalonar la producción agro-industrial norteamericana y alemana, pero en nuestros países, alimentó un nuevo capitalismo, el burocrático, porque dejó en los organismos corruptos del Estado, las decisiones sobre lo que debía ser “prohibido” o finalmente aceptado. Las importaciones, entonces, estaban decididas por la burocracia de turno, sobornable para estos –y otros- casos.

Colombia –y América Latina- en la división internacional del trabajo La primera revolución industrial (Desde la segunda mitad del s. XVII, hasta la primera mitad del XX), implico, al tiempo, la ―Primera División Internacional del Trabajo‖ (P roductos elaborados X mat erias primas) y la consolidación de un “centro”, compuesto por países metropolitanos o “desarrollados” y “la periferia”, o conjunto de países dependientes, llamados “subdesarrollados‖. Hasta bien entrado el s.XX, la relación de dependencia quedó asegurada porque el eslabón central de la cadena productiva –la industria- fue desplazado –en nuestros países - hacia centros de decisión externos. El circuito producción/oferta de alimentos y materias primas > consumo/demanda interior para población e industrias > desarrollo de la oferta industrial y al tiempo, crecimiento del empleo > ampliación del mercado interior, generando demanda masiva, con ―crecimiento hacia adentro‖, típico de la espiral del desarrollo capitalista, fue bloqueado en las colonias y neo-colonias, aislando los tres eslabones principales de la cadena (producción agro minera, industria y mercado), con la desaparición por años del eslabón central: la producción industrial. Entonces, los otros dos eslabones (el mercado y la producción agro minera) quedaron aislados durante todo el s.XIX y mediados del XX: se encontraron con el eslabón industrial, sólo a través de centros de decisión externos. Sin el eslabón industrial interno, las materias primas salieron y entraron los productos elaborados: se desarrolló la relación de dependencia, consubstancial de la primera

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división internacional del trabajo. Las materias primas se producían en territorios acaparados por la aristocracia terrateniente de “españoles/americanos”, más la emergente clase de capitalistas agro/ganaderos y mineros criollos, contra indígenas, comunidades negras, campesinos y colonos mestizos y blancos. Entonces, exportar -en Colombia- requería la violencia. Por otro lado, dirigentes de artesanos y pequeños manufactureros, -opuestos al ingreso de productos elaboraos, competidores - fueron víctimas de la violencia de un Estado al servicio de las metrópolis. Por tanto, importar también requería procedimientos violentos. Genocidios para exportar; magnicidios, para importar. Por la misma época de auge de esta relación de intercambio, dos teorías competían. Pero ambas surgieron para consolidar la hegemonía metropolitana: la ―proteccionista”, para defender sus manufacturas en el auge mercantilista y la “librecambista‖, para qué la nueva producción industrial no fuera víctima de la protección defendida años atrás por los mismos. El famoso “Dejad hacer, dejad pasar”, de los franceses, la cobijo (Bbl 65, pag. 134). Fué la formulación teórica para la necesidad práctica del “Libre Cambio”, necesitado por Gran Bretaña y Francia. Como lo señala Mandel, “(…) Durante el siglo XIX, la exportación de mercancías a los países atrasados destruyó allí los antiguos modos de producción, sin permitir la introducción del nuevo modo de producción capitalista.‖ (…) ―La exportación imperialista de capitales realiza, (…), una verdadera división mundial del trabajo, uniendo íntimamente entre sí a todos los países del mundo (…) El capital realiza así la socialización y la nacionalización de hecho de la producción a escala mundial, aunque en beneficio casi exclusivo de los países metropolitanos (…)” (Bbl 66, pag. 134)

Se había creado y se desarrollaba, vertiginosamente, la oposición entre ―El Centro‖ y “La Periferia”. Samir Amin plantea tres tipos de distorsiones en éste proceso: “1) una distorsión decisiva en favor de las actividades exportadoras que absorberán la fracción motriz de los capitales que provienen del centro; 2) una distorsión en favor de las actividades "terciarias", que traduce las contradicciones particulares del capitalismo periférico y las estructuras originales de las formaciones periféricas, y; 3) una distorsión en la selección de las ramas de la industria en favor de las ramas "ligeras", y accesoriamente en favor de

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las "técnicas livianas". Esta triple distorsión traduce la integración asimétrica de la periferia en el mercado mundial. .(…).” (Bbl 67, pag. 134) Con la Segunda y la Tercera Revoluciones Industriales (Desde mediados del s. XIX, con la utilización del petróleo com o fuente energética y des de la segunda mitad del s. XX, con la incorporació n a los procesos productivos de la energía atómica), evoluciona la “Segunda División Internacional del

Trabajo‖: maquinaria e insumos agro/industriales y mineros X productos elaborados con tecnologías incipientes y medianas. Pero ello, en lugar de desdibujar la relación dependiente y desigual en el intercambio, la acentúa.Aunque a partir de fines del s. XX, exportamos productos terminados con creciente incremento tecnológico, ello no descarta nuestra inscripción en el mundo de la periferia, caracterizada por la diferencia entre el valor (horas/trabajo) exportadas, con respecto a las importadas, es decir, por la diferencia tecnológica. (“mercancías y servicios‖, expresados en dinero/peso, esconden la verdadera relación de intercambio, porque un dólar se iguala con un dólar, relacionándolo con las toneladas importadas/exportadas. Pero si esa relación se midiera con horas/trabajo, tendríamos una hora/trabajo “subdesarrollada” contra 1/4 “desarrollada”, por ej., diferencia que tiende a aumentarse) Es curiosa la aparente contradicción: América Latina importaba –por ejemplo- harina, barras de chocolate, puertas y muebles de madera, tejidos y confecciones, mientras exportaba trigo, cacao, maíz, madera en trozas, algodón e insumos para la industria química. A fines del siglo XX y en el s. XXI, importa trigo, frijol, hilados de fibras sintéticas, precursores e insumos químicos y maíz, mientras exporta galletería, barras de chocolate, puertas, muebles de madera, confecciones, narcóticos y variedad de productos fabricados con maíz. ¿Se trata de una inversión de factores?, según la cual, ¿ahora importamos productos primarios y exportamos elaborados? ¡NO! Ocurre que el grano de fríjol o maíz que antes exportábamos y ahora importamos, bioquímicamente iguales o muy parecidos, no son -económicamente- los mismos. En el microscopio lo son, en el proceso productivo, no. Los granos hoy, se producen con altas tecnologías, en “fábricas de granos” en los países del primer mundo; en los del tercero, continúan en minifundios, en precarias condiciones. Por ello, el valor de un grano “desarrollado” puede equivaler a cuatro o cinco, o más granos

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“subdesarrollados”. No fueron las artesanías y manufacturas la plataforma para la incorporación de Colombia en la Segunda División Internacional del Trabajo: fueron los productos “primarios” de antaño, pero elaborados, ahora, con avanzadas tecnologías: Café, pero sujeto a fumigaciones, selecciones, lavado… (“beneficio”, lo llaman); algodón, pero desmotado con complejas y costosas instalaciones; bananos, flores y azúcar…,obtenidos en procesos agro/industriales; metales y minerales, extraídos con potentes excavadoras, ….que solo el capital/intensivo puede lograr. Y el capital/intensivo solo se aplica en grandes fundos, o en medianos, pero como demandantes de empresas de fumigación aérea, instalación de riego con goteo, importadoras de maquinaria agrícola y, especialmente, demandantes de empréstitos al capital financiero, atrincherado en grandes bancos... Entonces, la participación de Colombia en la segunda división internacional del trabajo, implicó el arribo a nuevas tecnologías, relacionadas con la tenencia de la tierra, extendiendo “su” frontera agrícola, con desalojos genocidas, para el avance del capitalterrateniente, de la Hacienda capitalista y para asegurar la presencia en grandes extensiones del capital monopolista foráneo. Antes, la única vía hacia el incremento de la productividad agrícola era repartir la tierra en granjas familiares. Pero cuando nueva producción exige capital/intensivo, es la gran concentración mucho más productiva, en relación con las pequeñas parcelas. Ello explica que el capitalismo en Europa apoyó las reformas agrarias, según el principio ―Tierra para quien la trabaja”, aliándose con campesinos que asaltaban fundos improductivos, porque así obtenía materias primas para sus industrias; mientras en Latinoamérica, especialmente en Colombia y México, organizó genocidios para aniquilar los movimientos “A desalambrar” y mantener, obtener y ampliar “Tierra para la inversión‖. El capitalismo-terrateniente, agropecuario y minero, propiamente dicho, se da en Colombia, siguiendo la segunda vía, porque el poder latifundista cerró por más de dos siglos, la primera. Por tanto la lucha por reforma agraria, como el disfrute de predios conseguidos en largas batallas, fueron contestados por latifundistas y por emergentes capitalistas agrarios con desalojos, desplazamientos violentos,

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magnicidios de los líderes populares y genocidios a la masa campesina. Es decir, a “sangre y fuego”. Una “Tercera División Internacional del Trabajo”, cohabitando con la Segunda, está en marcha, la cual corresponde a las Tercera y Cuarta Revoluciones Industriales, caracterizadas por la utilización de las energías atómicas e nformáticas, mediante procesos computarizados y robóticos. Son negocios (biocombustibles, variedad de minerales y narcóticos, por ejemplo), que exigen grandes extensiones y –por tanto- producen nuevos desplazamientos forzados, nuevos genocidios/magnicidios. Al tiempo, constituye el puente para que el capital mafioso adquiera una pretendida respetabilidad. Los cuerpos colegiados, el poder ejecutivo, los cargos administrativos, la banca, las organizaciones gremiales, algunas academias y el poder mediático, le son favorables. ¿Se entiende por qué altos dignatarios de agremiaciones agro/ganaderas y mineras han financiado al paramilitarismo?

Genocidios en la construcción del Ferrocarril en Panamá Contar con el privilegio del Istmo panameño fue una desgracia para Colombia (¡y sigue en el escudo!). Se quedó sin el Istmo y con la voracidad financiera, económica, militar, mafiosa y política de los poderes imperiales de Francia y EEUU. Además, con sus consecuencias: primero, el fomento de las guerras civiles para que la dueña del Istmo fuera una república débil y dependiente; luego, los genocidios en las construcciones del ferrocarril y el Canal , después y –como si fuera poco- la amputación del país. Y entre ellas, la gran escalada de corrupción administrativa por una oligarquía afincada en el capitalismo burocrático. Corrupción que irrigó al conjunto social y fue creando la cultura peculiar del enriquecimiento fácil y rápido, la cual privilegia el dinero con respecto a la vida humana y crea la base material, psíquica y moral para genocidios y magnicidios. La revolución industrial en marcha y la comercial, fundamental para sustentarla, exigían la interconexión oceánica. La ubicación y conformación física del Istmo, brindaban las mejores posibilidades para construir un ferrocarril que desde Colón a Ciudad de Panamá posibilitara el trasbordo de mercancías para el flujo comercial norteamericano Este/Oeste; luego el paso de los barcos a través del

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canal interoceánico. Así, el control del Istmo fue uno de los primeros objetivos de la “Doctrina Monroe”. Ferrocarril y Canal están presentes en la última guerra civil colombiana del s. XIX, al tiempo la primera del XX. .

El

contrato del ferrocarril, propuesto en 1836 (gobierno de Santander), fue aceptado en 1848 (Gobierno/Mosquera, quien ofreció comprar esclavos para aportarlos a “The Pacific Mail Steam ship”, según informó, complacido, ―El Día”, en Febrero 20 de 1850.- Fue firmado en 1859 (Ad. Ospina Rodríguez) e implicó genocidios a trabajadores, llevados desde Buenaventura, la Costa Atlántica y de la propia Panamá. Finalmente. el ferrocarril iba a ser cedido a 100 años a los EEUU, s egún el Tratado Herrán-Hay (Art 1º), no ratificado. Con la desmembración de Panamá, quedó panameño, pero bajo control norteamericano (Anexo 36: Tratado Herrán-Hay, pag. 287)

Masacres para una “Regeneración” El esquema liberal/radical de reforma agraria-libertades políticas.proteccionismo, tropezó con el conservador de Gran Hacienda-orden público militarizado-libre cambio. La solución fue “La ―Regeneración‖, para salir del “caos liberal”, caos promovido –según los “regeneradores”- por la “Constitución de Rionegro” (1863) Al emergente capital imperialista, le acomodaba mucho mas, los gobiernos conservadores, porque facilitaba sus inversiones en tierras (por ej. la “Unit ed Fruit Company”), minas (South American Gold and Platinum Company, ot ro ejemplo) e infraestructura en Colombia, para desarrollo norteamericano (Ferrocarril Colon/ Ciudad de Panamá). Ese esquema, conspiraba contra la urgencia de derribar el tapón que supuestamente impedía el crecimiento económico. Dentro de ésta concepción, “ (…) Confrontados por el fracaso de los programas políticos, económicos y sociales del liberalismo, influyentes miembros de la élite colombiana se prepararon para emprender una drástica reestructuración del Estado (…)” (Bbl 68, pag 134). Pretender “regenerar” instituciones, dejando intacta la estructura, es una concepción que desemboca al romanticismo del sable y el confesionario, e –incluso- al fascismo de un “orden” para los monopolios, con su poesía, sus vistosas marchas militares y la represión permanente, contra el racionalismo del

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entendimiento, de la realidad y el sindicalismo, cuyas propuestas de mejoramiento del nivel de vida de los trabajadores, coincidían con las necesidades del capitalismo de libre empresa, porque ambas permitían la ampliación del mercado interior. Por ello los pulcros regeneradores colombianos vivieron la tragedia contradictoria de no entender por qué no tenía aceptación su prédica en un país turbulento. Como no la tenía, acudieron a la fuerza; al sable y la cárcel; a la represión, la pena de muerte y las masacres, para imponer “su” orden, su “regeneración”. Los mariscales del romanticismo (que jamás puede igualarse ni confundirse con “lo romántico”) encuentran siempre aliados en ciertos letrados, caudillos y charlatanes o/y viceversa. La historia colombiana es rica en ejemplos. Un caudillo de escritorio, sectario anti-radical, empirista, pero al fin y al cabo caudillo, como el presidente Rafael Núñez (Administraciones, 1880-82 y 1884-88) se entendió de maravillas con el exponente del romanticismo y también presidente, Miguel Antonio Caro (Administración,1892-98), descendiente de familia de sobresalientes intelectuales y él también un pulido castizo, heredero paterno de rancios monárquicos y materno de independentistas españoles-americanos, dos ancestros que le permitieron -sin contradicciones -. ser traficante de esclavos. Un dúo perfecto: el presidente Núñez requería la formalidad jurídica -una nueva Constitución - para imponer su nuevo orden, su “Regeneración‖ y el aristócrata intelectual, Caro, la redactaría. Así surge –en el segundo gobierno Núñez -, la llamada “Regeneración‖ (si se le suma, como deber ser, la “hegemonía conservadora”, desde 1885 a 1930, 45 años. ). Contra la división de poderes, el laicismo, la democracia, la participación ciudadana en la cosa pública, los vientos libertarios que soplaban en Europa, Caro presentó, el 17 de Mayo de 1886, un nuevo proyecto constitucional ante un “Consejo de Delegatarios‖, convocado a dedo por el presidente, para oponerse –al tiempo - a la Constitución de 1863: “Aquel código impío y absurdo después de negar la suprema autoridad divina, pulverizó la soberanía nacional creando tres soberanos absolutos, la nación, la provincia y el individuo…(…) La nación es una y una es la autoridad (…) ¡Vinimos a matar la hidra de la revolución! (…) La República debe ser autoritaria so pena de incurrir

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en permanente desorden. La garantía de la ciudadanos no estriba en reducir a inutilidad a sus mandatarios, sino en elegirlos ellos mismos (…)” (Bbl 69, pag. 134).. Efectivamente, mataron la revolución que en aquella época se llamó “radicalismo”, con un baño de sangre magnicida/genocida, en la última guerra civil del s. XIX, y primera del XX, desatada por la pulcritud regeneradora, con la cual se cobijó tanto la derecha para exterminar al radicalismo, como los latifundistas –conservadores y liberales- para hacerse y/o ampliar sus ya extensos fundos, mediante nuevos desplazamientos forzados.

Bibliografía (Todo el Cap. 5): (1): Decreto del 24 de Feb/1810, citado en “Los grandes conflictos

sociales y económicos de nuestra historia, tomos 3 y 4”: Indalecio Liévano; (2): “Escritos Políticos”: Antonio Nariño; Compilación de “El Ancora Editores”; (3):“Los grandes conflictos sociales y económicos de nuestra historia”: Indalecio Liévano,o.c; (4) “Anarquía”: Manuel García Peña; (5): Proclama a la Sociedad Patriótica de Caracas, cita de Liévano, (6): Discurso del vicepresidente Pey, citado por Liévano, o.c.; (7): “Economía y Cultura en la historia de Colombia”: Nieto Arteta; (8): “Escritos Políticos Antonio Nariño; Compilación de “El Ancora”

(9) Prólogo III a “La situación de la clase obrera en Inglaterra”: Federico Engels, compilación de Ancora editores; (10): Art. 4 de Ley de 22 Jul/1850, citado por Nieto Arteta, o.c; (11): .“Civilización Chibcha”: Miguel Triana, citado por Liévano. (12): Cita

de Indalecio Liévano (o.c.);

(13): .“Civilización Chibcha”: Miguel Triana, citado por Liévano; (14) “Obras completas de Bolívar”: Fica/Gerardo Rivas; (15) Cita de Liévano (O.C.); (16, 17, 18, 19 ): “Memorias de Pablo Morillo”: Compilación de Gerardo Rivas

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(20): “Escritos Políticos”: Antonio Nariño; compilación de Ancora Editores; (21): “Declaración de la “Comuna de Paris”, reproducida por Historia del Movimiento Obrero”, No. 18, bajo dirección de Susana Belmartino; (22):”El Final de la Grandeza”: Laureano Gómez; (23) Las revoluciones inconclusas en América Latina”: Orlando Fals; (24): “Diario Oficial, 1873, referido en “La historia como noticia: II, B de la R, Bogotá; (25) Citado en “La Independencia de Colombia”: Javier Ocampo; (26) “Las guerras de Pasto”: Edgar Bastidas Urresty; (27): “El Fugaz pero fatal encuentro del indio Agualongo con el coronel Mosquera”: Jairo Gutiérrez Ramos; (28): “Vida de Agualongo”: Montezuma Hurtado, citado por Bastidas Urresty (o.c.); (29): “Las oligarquías”, en “La Arena Traicionada”: Pablo Neruda (30): “Carta a Campbell; Simon Bolívar, reproducida en “Bolivarismo y Monroísmo”: Indalecio Liévano; (31): “Carta de Jamaica”: Simón Bolívar, párrafo reproducido en “Las ideas económicas de Simón Bolívar”: José Consuegra; (32): Primer llamamiento a Congreso Anfictiónico: S. Bolívar, reproducido por Indalecio Liévano (o.c); (33) Indalecio Liévano Aguirre (o.c); (34): “El Demócrata”: Jun/1830, No.36; p. 9-10: Biblioteca BdelaR, (35a. y 35b): “Escritos y Discursos No. 1”, Ed. Ciencias Sociales, La Habana/1972: Ernesto Guevara; (36): Visión geopolítica de Bolívar”: Julio Londoño; (37): Simón Bolívar: Proclamas y discursos: Editorial FICA, tomado de los originales. (38): Decreto 5 Jul/1820: Simón Bolívar: Obras Completas de Bolívar”: Fica/Gerardo Rivas; (39): “Las ideas económicas de Simón Bolívar”: José Consuegra; (40):“La contribución de Bolívar a la Economía Política de América Latina”: Luis Vitale; (41): “La ceniza del Libertador”: Fernando Cruz; (42): Discurso ante el Congreso” (2-12-1823): James Monroe; (43): “¿Adiós Socialismo?”, 2ª Parte: “El capitalismo del desastre”, acápite 6: “Del colonialismo a modelos propios”: Fred Kaim; (44): “Cuatro décadas de Política colombiana”; Daniel Pécaut;

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(45): Luis Prieto, citado por Daniel Pécaut (o.c) (46):“Teoría Económica y regiones sub-desarrolladas”: Gunnar Myrdall; (47):“Diario Oficial”, 21 Feb/1873, referido en “La Historia como noticia 1865-74”, BdelaR/1993”; (48) “Memoria-1842”, en “Informes y Mensajes”: Mariano Ospina Rodríguez: Antología del pensamiento colombiano/ Tomo I, Compilación, Banco de la República; (49): “Las guerras civiles en el siglo XIX”: Alvaro Tirado; (50):“Industria y Protección en Colombia: 1810-1930”: Luis Ospina Vásquez; (51): “Yo, Tomás Cipriano de Mosquera”: Mario H. Perico; (52) ”Las venas abiertas de América Latina”: Eduardo Galeano; (53):”Síntesis de historia política de Colombia”:Vol.6: Ignacio Torres (54): “Significado de los antioqueños en el desarrollo económico”: Frank Safford en Anuario colombiano de Historia Social y de la Cultura/1965; (55): “Causa de la Riqueza de las Naciones”: Adam Smith, citado por Edgard Vásquez en “La Economía Clásica”; (56):“Principios de Economía Política y Tributación”: David Ricardo; (57): “Colombia, País real y País formal”: Diego Montaña; (58): “Sistema Nacional de Economía Política”, Libro Tercero, “Los Sistemas”: Freiderich List; (59): “Industria y Protección en Colombia, 1810/1930: Luis Ospina Vásquez (60): “Constitución Nal. De Colombia, 1886” (sin las reformas de 1936), citadas por Montaña y Tirado (o.c); (61): Colombia, país real y país formal”: Diego Montaña; (62): Estudios Sobre el Subdesarrollo Colombiano”: Mario Arrubla; (63): “El Capital”, tomo 1, cap.24: Carlos Marx; (64): “¿Adiós Socialismo?”, Segunda Parte, acápite 4, “El capital mafioso”: Fred Kaim; (65): Divisa de la “Fisiocracia”: escuela económica del siglo XVIII, fundada por François Quesnay, en Francia (“laissez faire; laissez passer‖ = dejad hacer, dejad pasar) (66) “Tratado de Economía Marxista”, Capítulo XIII”: Ernest Mandel; (67): “La Acumulación a Escala Mundial”: Samir Amin; (68): “La modernización en Colombia”: James D. Henderson; (69): ”Vida de Miguel Antonio Caro”: Marco Díaz

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6.- Surgimiento y evolución de las mafias (s XV -s.XXI…) (De sde la conquista hasta el narco-paramilitarismo)

El Legado conquistador - Contrabando de los “anticontrabandistas” - Piratería inglesa - Dependencia: oportunidad para el narcotráfico; Narcotráfico: oportunidad para otra escalada de dependencia - Centro mafioso; periferia mafiosa - La “corrupción en sus justas proporciones” - Cultura y violencia . mafiosas. ( Es preciso manejar el concepto “mafia” en sus dos principales acepciones: tanto de “organizaciones criminales al margen de la Ley”, como, principalmente, de “artimaña, trampa. ardid”, en la Ley. Sin que tengamos crónicas sobre ello, las primeras mafias debieron aparecer en las culturas pre-colombinas, una vez la sociedad se había dividido en clases. En éste sentido la actividad mafiosa indígena –que debió haberla- se mantuvo como “trampa en la Ley“. Cuando las trampas se desbordan, estamos ante el imperio desembozado de las mafias, es decir ante Estados manejados por “organizaciones criminales al margen de la Ley”, pero que terminan redactando y aprobando nuevas leyes.)

El legado conquistador En el cap. 2 y en todo éste capítulo, intento exponer el carácter mafioso del proceso conquistador, del colonialismo, del neo-colonialismo y sus consecuencias magnicidas/genocidas, con los repartimientos; las acusaciones calumniosas; los desplazamientos forzados; el secuestro extorsivo (―rescate‖); las instituciones jurídicas para legalizar el crimen; la usurpación de tierras indígenas; la trata y la esclavitud legal; el esclavismo ilegal, legalizado; carruseles de la contratación; el irrespeto y la burla a la palabra empeñada y el desconocimiento de acuerdos contraídos (“Capitulaciones”); las titulaciones fraudulentas; el contrabando; la corrupción administrativa, el saqueo de las riquezas naturales, mediante masacres; los “falsos positivos”: .legalización del crimen (“legítima defensa”, “c astigo a la antropofagia‖, “combates con el enemigo‖, ―ley de fuga‖,..). Obvio, no voy a repetir. Sólo deseo subrayar que éste punto,

―surgimiento y evolución de las mafias‖, tiene conquistador.

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raíces en el legado


Contrabando de los anticontrabandistas En enero de 1507, los reyes católicos establecen ―La Casa de la Contratación‖, en Sevilla, para controlar el comercio con las Indias. Quedó dispuesto el monopolio del comercio España-América. Pero –a diferencia de Gran Bretaña- las tarifas arancelarias, más que un proteccionismo que implicaba el desarrollo productivo, en la América española, fue una fuente –c recient e y fácil- para incrementar la disposición de oro en las arcas Reales. Al oro, proveniente de minas, de tributos encomenderos y de buena parte de diezmos, que llegaba a la península, convertidos en moneda circulante, se sumo el proveniente de los nuevos tributos arancelarios, con las dos pinzas de la tenaza que hará colapsar a España como potencia: la inflación continua y el estímulo a la producción de sus enemigos, con el oro americano. Por otro lado, creó un problema adicional: la multiplicación del contrabando. Como una variedad creciente de productos traídos a América en los barcos españoles o de las otras potencias eran mercancías inglesas, belgas, holandesas, francesas…, pero con gravámenes decididos por la Casa de Contratación, se produjo el atractivo negocio del contrabando. Fácil: a las pequeñas islas caribeñas de las otras metrópolis europeas, llegaban las mismas mercancías sin gravámenes que luego eran transportadas en pequeñas embarcaciones a tierra firme. La “tierra firme” más próxima a esas islas era el “Nuevo Reyno de Granada”, donde se van consolidando cuatro polos: las oligarquías coloniales de españoles europeos, una incipiente oligarquía colonial-colonizada, de españoles-americanos, el pueblo llano de agricultores, artesanos, pequeños manufactureros y comerciantes, las masas de indígenas y esclavos, explotadas por los otros tres polos.. Los dos primeros jugaron un papel dual: como representantes y/o servidores de la Corona, eran ―anticontrabandistas‖; como comerciantes e intermediarios de las mercaderías europeas eran, en buena proporción, contrabandistas. El tercero de éstos polos, encabezado por artesanos, –objetivamente- coincidía con los esfuerzos de la “Casa de la Contratación” para frenar el contrabando, perjudicial para sus artesanías y manufacturas, aunque las importaciones legales, también los perjudicaba, pero al pagar aranceles, proporcionaba alguna

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competitividad a la producción nativa. (El cuarto polo –la masa de siervos, semi-siervos y esclavos- no contaba para el manejo de la política económica).

Entre los dos primeros, pero haciendo parte de ambos, las mafias comenzaban a sacar sus uñas, muy bien conectadas con La Corona, las autoridades virreinales, la incipiente burguesía criolla y –al tiempocon los representantes del comercio inglés, holandés y francés, ubicados en las Antillas. Así, surgió una mafia que amasó rápidamente una gran fortuna, ubicada especialmente en Cartagena, Santa Marta y Santafé. Se entiende el sello peculiar de la oligarquía-mafia neogranadina con respecto a sus colegas americanos: su fuerza y desarrollo fueron posibles por la mayor vecindad con respecto a las mafias europeas apostadas en las pequeñas islas caribeñas. La corrupción, elemento fundamental de la mafia contrabandista, comenzó a jugar su papel: varios representantes de la Casa de la Contratación, instruidos para vigilar el cumplimiento del régimen de monopolio español, es decir policías anti-contrabandistas, fueron de hecho, socios de los principales contrabandistas. Es la dinámica de los negocios mafiosos que requieren “prohibiciones” para sacar del mercado a los competidores y –al tiempo- elevar precios, por un lado, mientras se fusionan con las autoridades para cometer el delito impunemente, por otro lado, agregando – necesariamente-, otro elemento: la corrupción administrativa. Ello explica que en 1794, mientras más se perseguía, formalmente, el contrabando, el Virrey, José de Espeleta, logró del Rey Carlos IV, instrucciones para autorizar el flujo de buques mercantes entre Cartagena y Santa Marta con Jamaica (Bbl 1, pag. 146.), lo cual facilitaba y –al tiempo- monopolizaba, el contrabando. (En todos éstos elementos – contrabando, represión, corrupción administrativa-, las oligarquías del “Nuevo Reyno de Granada”, llevaban la delantera con respecto a sus colegas hispanoamericanos. Y en los otros dos: trata-esclavitud y usurpación de tierras indias, se igualaban.).

Se completó una espiral viciosa: mayores impuestos arancelarios > estimulo al contrabando > disminución de las arcas reales > escaladas impositivas > nuevo acicate para el contrabando > fortalecimiento de mafias en las colonias españolas principalmente en Nuevo Reyno de Granada.

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. Piratería inglesa La acumulación primitiva de Capital-dinero, desembocó en la revolución comercial, con una producción cuyo objeto principal no es la satisfacción de necesidades para el productor, sino la producción para el mercado (“mercanc ías”, proceso que se expresa en el dicho popular “en casa de herrero, cuchillo de palo”). También, por la separación de las actividades productivas con el comercio, cobrando autonomía una nueva clase. Comprar mercancías por debajo de su valor y venderlas por encima, constituyó uno de los más importantes negocios, adicionales, de la época mercantilista: la obtención de una plusvalía comercial sui-generis. Vender por encima del valor se entiende: es la normal operación industrial/comercial. (―La plusvalía aparece (…) durante la circulación del dinero (…) ya sea del comercio o de la usura‖:/Bbl. 2, pag 146.). Pero, ¿cómo es posible comprar por debajo del valor?: sólo

comprando a quien no paga el precio de mercado por producto. Es decir, a quien roba, a quienes ejercen la piratería, a las mafias de tierra y mar. El poder se inventó un dios para su protección: Mercurio, no en balde, dios del comercio y, al tiempo, de los ladrones. (Hermes, entre los griegos / Bbl 3, pag 146)

Es un período ventajista para las potencias ibéricas, porque la gran autoridad mundial –el papado, bajo Alejandro V Irepartió el “Nuevo Mundo”, sólo entre España y Portugal, dados los brotes contra su autoridad, que desembocaron en ―La Reforma‖., de las 0tras potencias europeas. Por tanto, las otras potencias, impulsaron el contrabando y la piratería hacia las posesiones y barcos españoles, especialmente desde 1522. Sus piratas se alistaron, pues, en las pequeñas islas del Caribe o “Antillas menores”, con posibilidad de anclar pequeñas embarcaciones y distribuir su carga en tierra firme. (Principalmente, en la más cercana, el Nuevo Reyno de Granada). Se alimentaban con peces preparados en un asador de madera llamado “bucan”. Estos “bucaneros” –además de contrabandistas-, ejercieron la piratería, asaltando embarcaciones en asocio con “filibusteros” (marinos con embarc aciones y bandera propias, pero que gozaban de permiso y apoyo de sus gobiernos ), generalmente ingleses, apostados en las pequeñas islas del Caribe. Estas fueron bases de apoyo para los asaltos a los veleros cargados de

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oro y plata, rumbo a España, provenientes de La Habana, Cartagena y Portobello (Depediente del “Nuevo Reyno de Granada`”, en la época. Hoy, parte de Colón en Panamá),. Se creó un “eje pirata y contrabandista” entre SaintDomingue (franc és, hoy Hait í), Jamaica (inglés) y Curazao (holandés). La base económica y logística para la piratería desembozada estaba dada. Henry Morgan, con sus filibusteros, asaltó y saqueó Portobello en 1668, El pánico que desató, le permitió el negocio adicional de la extorsión con el cual obligó a Panamá a pagar ―vacuna‖, en 1671, para que la ciudad no fuera destruida. Dos años después, la asalta de nuevo, vence la resistencia española, incendia, secuestra rehenes y se hace a un cuantioso botín, todo bajo aprobación y apoyo del gobernador inglés de Jamaica. Carlos II, lo honró con el título de ―Sir‖ y el nombramiento de ―lugarteniente general de Jamaica‖. La piratería que había salido secretamente de la Corte Inglesa, entraba ahora por la puerta principal, con saludo militar, trompetas, grados honoríficos y condecoraciones, que ya habían recibido otros dos piratas: Drake y Hawkins. No porque sí. Además del porcentaje convenido por cada asalto, la destrucción de barcos españoles y el aniquilamiento de sus escuadras, va carcomiendo el poderío naval de España y pronto la famosa ―Armada Invencible”, será vencida. Inglaterra quedará en adelante, hasta la primera guerra mundial como la potencia principal en el dominio de los mares. Como la piratería fue enfrentada por España, Inglaterra –mediante guerra formal- sitió Cartagena entre Febrero y Mayo de 1741. Fue un genocidio en el cual muieron por balas y hambre miles de pobladores. Movilizó 28.000 hombes, 2.000 cañones, 51 buques de guerra y 186 barcos de transporte. Fue el desembarco masivo más grande de la historia, sólo superado por el “Dia D” en Normandía, con la 2ª guerra. Pero fue el final para su flota: perdió 18.000 combatientes.

Dependencia: oportunidad para el narcotráfico El común denominador de la evolución mafiosa colombiana –y tercermundista- ha sido la dependencia con respecto de metrópolis y potencias imperiales, con su hija: la tenaza burocracia-corrupción. Dos hitos básicos: a) La voracidad de una oligarquía criolla, de “españolesamericanos”, que forjó la primera mafia organizada, asaltando extensiones “baldías” y “tierras realengas”, acaparando minas y

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comprando esclavos, con oro robado a la Corona. “Mafia legalista y burocrática” –persiste- experta en “parágrafos” para burlar su demagógica formalidad legal, con una mentirosa “libertad de esclavos”; b) Su conversión a mafia neo-colonial, asociada a las dos potencias imperantes: primero, a la de Gran Bretaña, aniquilando la producción propia, mediante la aceptación de sobornos para darle curso al librecambio, Además, negociando créditos onerosos, a altísimas tasas de interés, con los cuales compraba producción inglesa. Luego, a la de EEUU, con la cual le dio la bienvenida a la corrupción administrativa moderna, a partir del negociado en la construcción del ferrocarril en Panamá, que incluyó erogación del erario público para un transporte que beneficiaba casi exclusivamente a la potencia norteamericana, con mano de obra esclava, cuando el esclavismo estaba legalmente excluido. La corrupción administrativa se extendió para permitir los negocios de las importaciones y los créditos ingleses; las exportaciones a EEUU de banano y petróleo; el arrasamiento de bosques madereros y la esclavitud de indígenas, en el negocio del caucho, por parte de franceses, además de la compra de armas a todos, para lo cual las guerras civiles eran el motor del mercado. Todos éstos negociados que implicaron masacres de obreros como el de la United Fruit Company, fueron posibles porque la presencia neo-colonial fue favorecida por la oligarquía criolla, la cual facilitó la emergencia del capitalismo mafioso. Por tanto, la dependencia fue la gran oportunidad para las mafias en la periferia latinoamericana desde los siglos XIX y XX y -particularmentedel narcotráfico desde los años 80s del s. XX, más lo que va corrido del s.XXI. Desde los años 50s del s.XX, un nuevo elemento en la evolución mafiosa del país, motor de numerosos magnicidios y genocidios, entró en escena, por etapas y por sectores de inversión: el capitalismo emergente, cuya reciente y rápida acumulación se agilizó mediante el narcotráfico, con el importante soporte bancario. Todo proceso capitalista requiere una acumulación originaria o previa, claramente mafiosa (Desplazamientos forzosos: colonialismo, con s us guerras de rapiña; trata y esclavización; deuda pública que se traduce en montañas de impuestos. Así, “el capital llega al mundo choreando sangre y lodo por todos los poros‖, como lo señaló Marx en ―El Capit al‖, Libro I, cap. 24, sección VII) La potencia capitalista por excelencia entre los siglos XVI y

XIX, la inglesa,

se inventó una nueva palanca: el opiotráfico.

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Constituyó la forma más rápida de la acumulación. (“Guerra del Opio”, con la c ual, lo producía en su colonia India y lo comercializaba en su neocolonia, China).

La agro-industria de narcóticos, a diferencia de la producción industrial normal, no requiere –para ganar en competenciauna tecnología de punta: las neo-colonias producen tanto la materia prima como el producto terminado. Los grandes capos de los países desarrollados –cubiertos de moralidad - inducen, con mejores credenciales, una mentirosa “persecución” formal –tanto en la producción como en la comercialización y los mercados-, con la cual, por un lado sacan a los competidores y, por otro lado, burlan el principio de la teoría económica que estipula que el aumento de la oferta produce una baja en los precios. NO: ese negocio, “reprimido” formalmente, pero apoyado económicamente y con precios artificiales que produce todo cerco formal, implica la paradoja que su persecución genera su fuerza, dadas las altísimas utilidades. “Represión” que requiere una mayor dependencia, con financiación, armas, equipos electrónicos, prescencia directa de organismos paramilitares –como la DEA- cesión de bases militares, estaciones satelitales…, una mayor dependencia que –al tiempo- le entrega el negocio de la droga a nuevos y más poderosos carteles, ubicados en la metrópolis. Así, una mayor dependencia le da –y le dio- magníficas oportunidades al narcotráfico.

Narcotráfico: oportunidad para otra escalada de dependencia. Inversamente, el narcotráfico le abrió otra oportunidad al capitalismo global para una nueva dependencia. La conciencia patriótica de trabajadores, estudiantes, campesinos, intelectuales, capas medias, lograda en años de lucha y miles de muertos, ante la embestida criminal del narcotráfico con sus ejércitos propios, ayudado por la fuerza pública, resulta impotente. Es silenciada con la noticia cotidiana de asesinato de jueces, periodistas, parlamentarios; dirigentes revolucionarios, sindicales, estudiantiles, agrarios, indígenas; sacerdotes, policías; con la guerra inter-mafiosa, con voladuras de edificios, escuelas, aviones. Además, con secuestros y “pescas milagrosas” del “guerrillismo‖. , el cual colaboró –de hecho- con el pánico a las protestas populares requerido por el narco.paramilitarismo, las oligarquías y el Estado.

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Todo ello, al tiempo que permitió la aceptación silenciosa de magnicidios y genocidios, provocó –también- la indiferencia popular a la intromisión imperialista, con el mantenimiento y la extensión de bases militares. El capital trasnacional asecha los yacimientos de Coltan, u “oro azul”, una combinación de columbio y tantanio. (Colombia es una de las 7 reservas. Insumo para ins umos de la economía electrónic a, pilar de la cuarta revolución industrial: “c hips”, teléfonos celulares, computadores, satélites, armas teledirigidas, centrales atómicas, trenes de levitación magnética, . . . .: 100.000 dólares/ton, contrabandeados, sin impuestos, producen rapiña, guerras, violencia, magnicidios/genocidios. El Congo y Colombia son unas de sus víctimas.)

Los monopolios, y los gobiernos de EEUU y Colombia encontraron en el narcotráfico un importante aliado –de hecho- para la ubicación de nuevas bases militares alrededor de los yacimientos, pues se logró desviar la oposición patriótica a la nueva injerencia, con el pretexto de su persecución. Dependencia y narcotráfico se ayudan recíprocamente (objetivamente, aunque se c ombatan formalmente). La dependencia corrompe gobiernos y el narcotráfico se sirve de la corrupción; el narcotráfico inmoviliza la expresión democrática de los trabajadores y el capital trasnacional se sirve de esa inmovilización para sacar mayores tajadas con una mayor dependencia. Ambos acuden al método de magnicidios/genocidios para lograr sus propósitos.

Centro mafioso y Periferia mafiosa Las mafias, su violencia y su cultura, son nacionales, pero sólo en su forma; en su contenido, son internacionales: “A la centralización capitalista del mundo llevada a cabo con guerras de rapiña, piratería, esclavización, robo de las riquezas naturales, contaminación del medio ambiente, narcotráfico, fomento de guerras civiles en la periferia para el negocio de las armas y el control de gobiernos amigos, corresponde la centralización de las actividades mafiosas. Negocios, que enlazan centro (mundo desarrollado), con periferia (mundo subdesarrollado), los dos elementos de la ecuación, que no es lo mismo que ―mafias desarrolladas― y ―mafias sub-desarrolladas―, puesto que ambas integradas- son ―desarrolladas‖: mejor dicho, subdesarrolladas. Presentar el negocio del narcotráfico con un centro en la periferia, es la

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prédica de un análisis marginalista que ignora el concepto de estructura, de la estructura del capital en general como capital legal y capital mafioso y del hilo conductor que los une. (…)‖ ―Pretender que en el mundo globalizado, que incluye a la mafia globalizada, la corrupción y el capital mafioso son exógenos al sistema o pueden realizarse autónomamente, en cada país, sin la conexión global –la legal y la mafiosa; la del cent ro y la perif eria - , sería como pretender un comercio internacional dentro de una sola frontera nacional.‖ ―Publicitar que el famoso ―lavado‖ se hace exclusivamente mediante contrabando, giros desde casas de cambio o directamente camuflado y no legalmente a través de cadenas de supermercados, grandes almacenes, bancos ―de primera‖ y multinacionales, es una burla a la inteligencia ciudadana. Menos aún se puede aceptar ni creer que existe una inversión del orden de los factores, según el cual el centro pasó al mundo subdesarrollado y la periferia al mundo desarrollado. Esa es la pretensión de los gobiernos norteamericanos y europeos: que el centro de la mafia internacional está en la periferia y la periferia en el centro. Y ese es el sentido de la represión unilateral a la periferia, uno solo de los componentes del binomio.(centro + periferias mafiosas) ” (Bbl. 4, pag 146) Además de la represión oficial formal al “monomio periferia”, el genocidio/magnicidio, se proyecta contra “mulas” (mensajeros), algunos capos regionales, sicarios, pero –fundamentalmente- contra campesinos, obreros, jóvenes, magistrados, periodistas, sindicalistas, que no tienen nada que ver con ese negocio. Los capos en la cúspide de ese monomio, sostenidos por la mafia del centro, escapan -salvo pocas excepciones- a la represión. El apogeo de las mafias de la periferia, implica dictaduras sui-generis y democracias sui-generis, fusionadas dialécticamente: está en los gobiernos y en la oposición; atemoriza las movilizaciones populares y – a vec es - las impulsa o se sirve de ellas; asesina jueces y periodistas, pero empleados de altos capos son jueces, dueños y accionistas del poder mediático y/o viceversa; liquida a quienes intentan robarse un gramo de su botín, pero controla el gran robo; masacra a los “soplones”, pero es particularmente soplona cuando entra en negociaciones con gobiernos y DEA.

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La “corrupción en sus justas proporciones” Las mafias pues, están ancladas en la vida nacional desde el proceso de conquista. Todas las etapas están untadas tanto de ―artimañas,..en la Ley‖, como al margen de ella. Lo cual jamás podrá desconocer los esfuerzos de la sociedad como conjunto –incluso de varios sectores de las clases dirigentes - por frenarlas y construir un proceso de sano desarrollo, pero con el criterio capitalista –debe entenderse - de la ―maximización de utilidades‖ (―Hagan plata, honradamente, hijos. Pero si no pueden, ¡hagan plata!‖. Ciert a o no, la frase del patriarca K ennedy, expresa el punto de equilibrio –al tiempo, de fusión- entre la honradez capitalista y la artimaña mafiosa; entre la “maximización de utilidades” y ―las justas proporciones”).

Este protuberante sello de nuestra conformación nacional, lo expresó el Presidente Turbay Ayala en su administración ( 1978-1982), siendo candidato (1977): ―bajaremos la corrupción a sus justas proporciones‖ Cínica, aunque realista política. Pero le quedó mal su oferta porque fue precisamente en su administración en la cual se disparó la acción mafiosa en Colombia e irrigó –como nunca antes- al Estado.

Cultura y Violencia mafiosas Un “efecto demostración”, desde los años 50s., que suma los “Cowboys” del oeste norteamericano con Superman, Tarzán y AlCapone + capos cubiertos, acompañados de mujeres descubiertas, saltó de las pantallas al modelo de vida de los nuevos ricos latinoamericanos. El prestigio social y la estética, tradicionales de las culturas regionales colombianas, fueron desplazados por un nuevo liderazgo en base a la ostentación, a la fuerza, a la capacidad de infundir terror. Se fue aclimatando una nueva cultura que marcha al compás de la violencia. (¿o viceversa?). Las mafias producen nuevas formas de acumulación capitalista, nuevas formas de régimen salarial, con métodos violentos y estética, similares a los de los piratas, siglos antes de la e.c (caletas con armas, los mejores medios de t rans port e, “bravas” cohortes, mástiles dorados, velas púrpuras, harenes c on bellas mujeres, remos –hoy culatas- de plat a, torturas, crímenes-advertencias, escarnio para infundir temor y terror…). Una acumulación no lenta y

progresiva según

los

modelos

clásicos, sino abrupta, rápida,

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zigzagueante y en curva sinusoidal. El dinero mafioso, a través de la banca irriga las actividades capitalistas “decentes”, con las cuales se asocia. Sus empleados se ven sorprendidos por generosos obsequios pero al tiempo sufren la irregularidad de sus salarios . (Un “salario del miedo‖: trabajan sospechando que serán asesinados después de construir caletas o túneles o de conducir hacia refugios. El paquete de dinero y/o la financiación para fiestas y “becas”, son los avisos) . El capitalista-mafioso burla la legalidad, pero se aferra a la legalidad, la cual logra utilizar para lograr leyes en los parlamentos y control municipal en sitios estratégicos. Un ejemplo protuberante fue la Constituyente del 91, con la cual logró arreglar la mayoría necesaria para derrotar la extradición. Con teléfono en mano, Pablo Escobar esperó el resultado electoral para abordar el helicóptero que lo condujo a su mansión-cárcel, un episodio del que aún no se ha avergonzado el presidente Gaviria. Los capos, comienzan violando las normas, la juridicidad establecida; luego, ya con un segmento del poder político, haciéndolas; después -mediante la fuerza del Estado que parcialmente es suya, sumada a sus propios ejércitos privados- imponen su cumplimiento. Son amonestados o, algunas veces, reprimidos no por su condición, sino por “competencia desleal” y por pretender asaltar la burocracia sin permiso o por infracciones menores o robos descarados al erario público. La persecución que el “capital legal”, a través del Estado, le hace al “capital ilegal” (mafioso) es en última instancia cosmética. En el mejor de los casos son reprimidos unos dirigentes pero la estructura como tal queda intacta y se desarrolla con nuevas modalidades y recientes generaciones que, a través de la vía universitaria, en los más prestigiosos centros del mundo, adquieren el estatus de “gentlemen” y los conocimientos tecnológicos, literarios, científicos, políticos, administrativos, de verdaderos “hombres de empresa” (―Las mentiras vivientes‖ los llamó –premonit oriamente- Sartre en prólogo a ―los condenados de la tierra‖).

Como en el cuento de Ali-Ba-Bá, unos hermanos –como Kasem administran los negocios lícitos de los bazares; otros –como Alí-Ba-Bá-, se quedan haciendo los atracos directos, con sus 40 ladrones y con el secreto de la gruta (los bancos de hoy), pero todos contribuyen al arca

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común, continúan su esplendor y recibiendo ―honores de las primeras dignidades de la nación‖. (Bbl 5, pag 146) Según Philippe Barin des Roziers , en Colombia, “(…) La violencia mafiosa no se explicaría sin el antecedente de una cultura de la violencia y la comunicación existente entre sus diferentes actores; (…) Pero la mafia determina el desarrollo de la violencia. Fue ella la que amplió el tráfico de armas, creó un mercado de asesinos a sueldo, (e) impuso nuevas expectativas de riqueza (…) Acostumbrarse a los valores y la estética mafiosa tiende a volverse la norma, mientras que una oposición clara, intransigente y sin concesiones tiende a hacerse atípica, (…) el Estado no escapa al dominio de la cultura mafiosa. Sin embargo, ¿a partir de qué momento puede hablarse de un Estado mafioso? Las relaciones entre el Estado y la mafia son complejas y corresponden a diversos niveles que se superponen y se contradicen. (…)‖ (Un tipo) ―de vínculos, conscientes o inconscientes,, reposan en la aceptación del papel económicamente positivo del actor mafioso (…) El Estado es llevado inevitablemente, en un momento u otro, a negociar con el actor mafioso, bien sea para resolver situaciones de crisis o porque (su) peso económico, político y social (…) es demasiado grande (…)” (Bbl 6, pag. 146)

Bibliografía 1): “Papel Periódico”; abril 1874, referida en “La historia como noticia, 1450-1830”: Índice cronológico, B. de la R (2): “Tratado de Economía marxista”, Tomo 1: Ernest Mandel; 3) Crónica de la Humanidad”: Plaza & Janes, editores; (4):“¿Adiós Socialismo?”: “2ª Parte: El Capitalismo del desastre: Mafias centrales y mafias periféricas”: Fred Kaim; (5): “Alí Ba-Ba y los 40 ladrones”: compilación, resumen y traducción del árabe al francés: Antoine Galland; (6): “Culturas mafiosas en Colombia”:Phillippe Burin Des Roziers (Blanquer y Gros, compiladores en ―Las dos colombias”).

General, sin incluir en citas textuales: “Colombia Social”: Diego Montaña; “Introducción a la historia económica de Colombia”: Alvaro Tirado; ““Los grandes conflictos sociales y económicos de nuestra historia”: Indalecio Liévano; “Historia de la nación latinoamericana” : Jorge Abelardo Ramos.

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7.- Camino a la modernidad (Siglo XX) (Tránsito magnicida/genocida del latifundio al capitalismo agrario)

Violenta acumulación y paramilitarismo - Canal, guerra de los cien mil muertos y el Magnicidio de la desmembración de Panamá Genocidios por exportación (oro, platino y otros minerales; tabaco;quina/añil/algodón/; caucho, banano, café, petróleo, azúcar, esmeraldas y narcóticos. Otros) - Desplazamientos forzados - De la “Hegemonía Conservadora” a “La República Liberal”; de la “República Liberal” a la hegemonía oligárquica - ”Sangre y Fuego” - Del Magnicidio Gaitán a la respuesta armada insurgente (El Magnicidio; la movilización desordenada; ola genocida/magnicida) - Colombia, víctima de “la guerra fría” Respuesta armada insurgente - Era del “Frente Nacional” (“Poder militar en la sombra”, tránsito de las viejas formas de propiedad al capitalismo agrario.) - El “foco guerrillero”

Violenta acumulación y paramilitarismo El camino a la modernidad en Colombia, particularmente al de la modernidad agro-minera y pecuaria, transitó por una cinta a alta velocidad de genocidios. A diferencia de “los modelos clásicos” con los cuales el capitalismo fue posible, a costa de la gran propiedad, repartiendo la tierra, a quienes la trabajaban; en Colombia se produjo un proceso dual y coexistente, contradictorio con el anterior: el capitalismo agrario se está alcanzando, principalmente, a costa de la pequeña propiedad, extendiendo y/o comprando fundos a menos-precio, provocando desalojos violentos, satelizando al minifundio y hasta las medianas fincas. Para lograrlo no basta la legalidad formal, ni las leguleyadas, ni la acción de las fuerzas armadas al servicio del Estado y del capitalismo terrateniente. Ha sido preciso –además- la formación de falanges armadas, de ejércitos propios que no se dejan limitar por parámetros legales. Estos “ejércitos propios” son las bandas paramilitares que surgieron desde antes de la independencia para impedir la “devolución de tierras indias” y la libertad de esclavos. Cuando ni la legalidad formal

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ni las leguleyadas logran que la fuerza pública auxilie completamente sus pretensiones, actúan con éstos cuerpos armados y/o con la sumatoria de ambos. Las guerras civiles del s.XIX, la violencia de los partidos tradicionales –Conservador y Liberal- para hacerse al botín estatal; los desplazamientos mediante el terror, para la ampliación de la propiedad territorial, en la primera mitad del s. XX; el narcotráfico y el auge del capitalismo terrateniente del s.XXI, han permitido nuevas formas con variados nombres de éstos ejércitos paramilitares, que van desde “los chulavitas” y “Los pájaros”, hasta las “Convivir”, las AUC y las “Bacrim”·(La escalada “guerrilista” se trata en el acápite “el foco”, de éste cap., pag. 199; más el Siguiente, el octavo, pags 209 - 235) Es un largo proceso del surgimiento del capitalismo agrario, respaldado por el Estado, mediante distritos de riego, silos, desmotadoras, fuerza militar para impedir acciones ―¡a desalambrar!‖, sostenimiento de precios con compras estatales , variada infraestructura; inyección de créditos. Cobró impulso en la Administración Ospina Pérez (1946-50). Contra varias especulaciones que la sitúan como el tránsito del intervencionismo económico y liberalismo político de anteriores gobiernos liberales, al liberalismo económico y absolutismo político del conservatismo, esa Administración se caracterizó por un intervencionismo económico, palanca del capitalismo agrario, mucho más decisivo que el del liberalismo, eso sí, con la fase superior del absolutismo político: la violencia. Un nuevo capitalismo-terrateniente se hizo a grandes extensiones territoriales, lo cual le permitió volcar créditos e inversiones intensivas, a través de masas de capital-dinero “ocioso” en los bancos. Terratenientes con Capital; capitalistas con tierras, quedaron fusionados. Dos preguntas deben ser contestadas: ¿Cómo fue posible disponer de tierras para volcar inversiones?; ¿De dónde salió la disponibilidad monetaria? Primera respuesta: mediante desplazamientos y despojos violentos, con genocidios, combinados con argucias legalistas a indígenas, pequeños propietarios, colonos y por etapas, según el arribo de nuevos estamentos capitalistas a la cúspide de las finanzas y al manejo estatal. Las guerras civiles del s.XIX; las exportaciones tradicionales; “la violencia” del siglo XX; la sumisión a los poderes imperiales; la lucha

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por el monopolio del Estado, partidista primero, bipartidista, luego; el narcoterrorismo de fines del s. XX y principios del s. XXI; el paramilitarismo y la represión estatal; …, fueron los instrumentos del nuevo capitalismo-terrateniente. Segunda respuesta: A la acumulación “normal”, lenta, capitalista, desde la segunda mitad del s.XIX, hasta los años 80s del s.XX, deberá agregarse –a partir de esos 80s, hasta nuestras días- la única acumulación posible de los negocios rápidos: la mafiosa. Se logró, inicialmente, mediante la corrupción administrativa, es decir sobornos a la burocracia por parte de monopolios transnacionales e importadores nacionales y contrabando de exportación (cafetero, minero y esmeraldero, principalmente). Corrupción que fortaleció, y fortalece, uno de los sectores capitalistas más agresivos del tercer mundo, el burocrático. Capta y acumula masas enormes de capital-dinero, temporalmente “ocioso”. El nuevo capital agrario logró, auxiliado por los bancos, realizar esa enorme masa de capital-dinero, proveniente de la corrupción y del narcotráfico. Esta realización, es decir, su inversión, dependía, en buena medida, de la posesión de extensiones territoriales. Había que logarla a toda costa. Así, los desplazamientos y/o compra a menos-precio a aterrados minifundistas y colonos, más las inversiones del nuevo capital agro-minero y pecuario, constituyeron las dos pinzas de la nueva tenaza en el camino a la modernidad. El proceso capitalista o ―hacia la modernidad‖, exige: 1) libre movilidad de tierras; 2) de fuerza de trabajo y, 3) disponibilidad inversionista. Sin éstos tres pre–requisitos es imposible hablar de “modernidad”. Es decir, la vía hacia la modernidad, transitó en Colombia a partir de los 50s-60s, pero con renovados bríos desde los 80s –básicamente- con la sumatoria de esos tres elementos que hacen parte de un solo proceso. Pero los dos primeros, especialmente la movilidad de tierras, fue posible con magnicidios, genocidios y terror, para lograr una movilidad no voluntaria. Colombia muestra un –otro- caso sui-generis, porque aunque un examen de titulaciones y escrituras puede mostrar “libertad‖ de enajenación, la escrituración de predios rurales (incluso urbanos ), movidos por el miedo y como “seguro de vida”, permite una movilidad sin libertad. Pero en términos clásicos del desarrollo capitalista lo que cuenta es la movilidad a secas. Esta última

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característica, se dio en Colombia en un largo proceso, pero por etapas, las cuales no se cumplían por completo y se regresaba. (siglo XIX y hasta los 60s del s.XX). Un despegue continuado se da, por fin, a comienzos de los 60s, con la “guerra que derrota al movimiento campesino. Esto ya significa que las barreras mayores a la movilidad de hombres y tierras han sido superadas en gran medida y que el capital puede entrar a organizar más y más regiones de gran propiedad que a su vez compiten contra la frágil economía campesina, acelerando un proceso combinado de proletarización y lumpenización de la población concentrada en ella. ‖ ―A partir de éste momento, la acumulación en el campo se acelera. El mercado no es obstáculo mayor a la inversión, cuando ella misma lo expande, mientras que la diferenciación de la economía campesina incrementa el número de consumidores que depende cada vez más del mercado y la creciente población urbana crea una demanda efectiva que es muchas veces superior a la que produce el estadio anterior de producción parcelaria combinada con el régimen de haciendas, no importa que una parte importante de la población urbana se encuentre desempleada y produzca en cierta medida en las ciudades una economía doméstica” (Bbl 1, pag 207).

El motor, para la producción agro/minera (Siglo XX) y de narcóticos (fines s, XX, especialmente desde los 80 + s. XXI) fue el mercado. nacional pero, especialmente, internacional. (Acápite siguiente: “Genocidios por exportación”, pag. 154) La pista, las tierras obtenidas con desplazamientos. El combustible, las enormes inversiones, disponibles con “capital ocioso”, manejado por los bancos. El instrumento, El Estado y/o las bandas paramilitares al servicio de los capitalismos terrateniente y mafioso, con “vista gorda” y hasta con aplausos del Estado y sus FFAA. Las víctimas, masas de indígenas, campesinos y colonos desplazados o masacrados; trabajadores, funcionarios, periodistas de la ciudad, que se enfrentaron al desalojo y al paramilitarismo (último acápite del cap.8: “La resistencia de la sociedad colombiana”, pag. 232) Motor, pista, combustible, instrumentos, víctimas, posibilitaron las Inversiones desde la primera mitad del s. XX, en el Magdalena Medio, el eje cafetero, Tolima, Huila, Caquetá, Valle y Cauca. Desde los 80s ,

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principalmente en la Costa Atlántica, el Urabá antioqueño, Chocó y los departamentos de la amazonía, extendidos a Putumayo y Caquetá (Inversiones que posibilitaron volcar capitales de y a narcóticos, minería y biocombustibles) El paramilitarismo para lograr la violenta acumulación de capital que requirió la nueva Hacienda, no fue invención del narcotráfico. Lo aprovechó, lo desarrolló y le dió esa fuerza descomunal que posibilita que varios sectores estatales se dobleguen ante él. Inversamente, la acumulación capitalista de fines del s. XX en México, Perú y Colombia, habría sido mucho mas lenta sin las bandas paramilitaristas. Una investigación rigurosa sobre la etapa 1946 (cambio de régimen político) – 1958 (inicio del “Frente Nacional”), se presenta en el libro “La Violencia en Colombia”, escrito por Monseñor Germán Guzmán, Orlando Fals y Eduardo Umaña Luna.

* * * * Regresemos a comienzos del s.XX, al inicio del “camino hacia la modernidad”:

Canal, guerra y el magnicidio de la desmembración de Panamá. Antes de terminar el ferrocarril Colón-Ciudad de Panamá, fue claro que el trasbordo no solucionaba la impresionante demanda de transporte de los productos norteamericanos entre costa y costa, ni la urgencia franco-británica para transitar hacia el pacífico americano. Era preciso el canal. En previsión de la construcción, en 1846, (Administración del General Mosquera), se firmó un “Tratado Defensivo‖ entre La Nueva Granada y los EEUU de Norteamérica, para proteger el Istmo con una “neutralidad” que vinculaba a Francia y Gran Bretaña. Pero la construcción del Canal se negoció con la Sociedad Civil Internacional (SCI), en 1882, y la obra se inició en 1888, con mayoría de capital francés, bajo propuesta y diseño de Fernando de Lesseps, cubierto de prestigio por el éxito del canal de Suez. Como representante de esa colosal empresa estaba Luciano Bonaparte Wyse, quien en Bogotá logró un ventajoso contrato por medio del cual Colombia le otorgaba una zona de 200 mts, a cada lado del Canal, la cual comprendía 500.000 ha. En contrapartida, el país

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recibiría el 5% de la recaudación. Además, cerca de 800.000 francos, antes del inicio de la obra. La financiación comenzó con la emisión de acciones anónimas que rápidamente llegó a 1.200 millones de Francos. Fueron reclutados unos 20.000 trabajadores, de los cuales, en 9 años, murieron cerca de 1.500 por inseguridad industrial, pésimas condiciones alimentarias, de vivienda y por enfermedades tropicales. Ello coadyuvó al proceso de quiebra de la S.C. I, por dos factores principales: 1) incremento no calculado de costos (el desnivel de los dos océanos exigía esclusas, no conexión directa como en Suez; inundaciones y avalanchas de lodo; permanente mortaliad laboral); 2) Corrupción (sobornos: comprometieron a 104 legisladores franceses + estafas, las cuales implicaron varias demandas. Sumatoria que se conocerá como “los papeles de Panamá”, etc); Estos dos sumandos exigieron prórrogas del contrato a las cuales

accedió Colombia por dos veces, extendiéndolo hasta 1904. Prórrogas obtenidas a cambio de anticipos, con los cuales el gobierno del conservador Marroquín, financió al ejército, a la burocracia y el armamento para las guerras civiles contra el liberalismo. No obstante, la SCI debió convertir en ―Nueva Sociedad”, intentando paliar -sin éxito- la bancarrota. En Mayo de 1889 suspendió el proyecto con sólo 2/5 de la obra. Así, EEUU compró a Francia, en 1901, por 40 millones de dólares, una inversión que pasaba los 100 millones. La guerra de “Los Mil Días”, iniciada en 1899, era seguida atentamente (¿o, fomentada?) por EEUU que se entendía con los dos bandos en conflicto: con el gobierno-Marroquín (1900-04) y con la dirigencia de las huestes liberales. Al tiempo, presionaba con el canal por Nicaragua, con lo cual logró la adhesión de la oligarquía panameña que aspiraba a la construcción inmediata del canal en su istmo. Así, podían negociar con el sector que le diera mayores prebendas. Resultó ser el gobierno. Ni corta ni perezosa, la administración norteamericana ordenó el desembarco en Panamá de sus marines, con el pretexto de proteger el ferrocarril de los avances revolucionarios liberales en la guerra civil. Actuaba como ministro plenipotenciario del gobierno colombiano ante los EEUU, José Vicente Concha, quien –indignado por el desembarco del ejército norteamericano- renunció enérgicamente: “El jefe de las fuerzas americanas ha asumido de hecho la autoridad suprema en el istmo (…) las tropas colombianas son desarmadas (…) y cuando el ministro de

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Colombia pide instrucciones a Bogotá para protestar oficialmente, se le impone silencio (…) No caben ya tratados, el Derecho diplomático cede al Derecho de conquista (…) cesa la discusión y sólo quedan, uno que dicta la ley y otro que ha de recibirla y obedecerla (…) El suscrito ha terminado su labor”. (Bbl 2, pag 207). El Tratado, propuesto por Estados Unidos y que Concha se negó a firmar era mucho más ventajista que el suscrito con la empresa de Bonaparte Weys, e implicaba ampliación de la zona territorial del canal y –sobre todo- “ durante el término de cien años prorrogables a la absoluta y exclusiva opción de los Estados Unidos, por períodos de igual duración (…) ” (Iden: Anexo 36: Aparte s del “Tratado Herran-Hay, pag. 287/ + (Bbl 3, pag 207). Un poco antes, el embajador en funciones, Concha, produjo nuevos comunicados :

“Debo

declarar a su señoría que en ningún caso y por ninguna consideración humana firmaré tratado alguno con el gobierno de los EEUU mientras sus tropas, contra todo principio de Derecho y de justicia, y con la violación de una promesa pública continúen pisando territorio colombiano y ejerciendo allí una usurpada jurisdicción ”

(Bbl 4,

pag 207)

Siete días después insistía: “ los dedos se me paralizan en pensar no mas en poner mi firma al pie de estipulaciones de esta índole. Nada vale mi oscuro nombre y yo no quisiera para mí sino el olvido completo; pero muchos días pienso y veo hasta en sueños una época no remota en que se señalaría a mis pobres hijos con el dedo diciéndoles: esos son los hijos del que firmó la desmembración del territorio colombiano”

(Bbl 5, pag 207)

(Será interesante poder comparar éste Tratado con el suscrito por los gobiernos de Alvaro Uribe y de Obama, en el cual se concede territorio colombiano para instalar bases militares norteamericanas que ni son contra Venezuela, ni contra el narcoterrorismo: están cercando la inmensa riqueza minera, c on important es yacimientos de Coltan y –probablement e-, Uranio. Pero el nuevo “Tratado” permanece secreto).

Las fuerzas revolucionarias liberales habían logrado victorias consecutivas y el General Benjam ín Herrera reconquistó la costa atlántica, desembarcó en la provincia de Veraguas, Departamento de Panamá y cercó su capital, pero las tropas norteamericanas cortaron el Istmo, en “protección” de la zona del ferrocarril y de los dos puertos (Colón y Ciudad de Panamá). En un vapor de la Armada de los EEUU

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–Wisconsin- obligó a las partes, a firmar la paz, temeroso de la victoria liberal que podría replantear el Tratado. La guerra de los mil días que había dejado 100.000 muertos, cesaba. El texto del acuerdo de ―paz de

Wisconsin‖, correspondía a los intereses norteamericanos: “ procurar el restablecimiento de la paz en la República y proveer los medios conducentes para que la nación pueda llevar a feliz término las negociaciones pendientes sobre el canal de Panamá ” . (Bbl 6, pag 207) Entre tanto, el presidente Marroquín reemplazó a José Vicente Concha por Tomás Herrán quien firmó el Tratado exigido por los EEUU. Aunque el congreso colombiano era hegemónicamente conservador y partidario de Marroquín, a última hora negó su aprobación, pese a las amenazas del presidente Theodoro Roosevelt: “ las relaciones amistosas entre los dos países quedarían tan gravemente comprometidas, que en nuestro congreso, en el próximo invierno, podría tomar pasos que lamentaría todo amigo de Colombia (…) los EEUU no aceptarían por ningún motivo la supresión de los tribunales separados, ni la jurisdicción mixta; la insistencia de Colombia en condicionar la vigencia del Tratado a un previo acuerdo con las compañías del Canal, equivalía a un rechazo absoluto de aquel”

(Bbl 7, pag 207).

Ante la opinión pública el senado conservador y el presidente Marroquín salían a la defensa de la soberanía nacional sin aprobar el lesivo Tratado. En realidad, era una colosal leguleyada: se nombró como nuevo gobernador para el Departamento de Panamá, al senador José de Obaldía, reconocido partidario de los EEUU, quien fue uno de los impulsores de la “independencia” (Segundo presidente de Panamá: 1908-10). Probablemente con un entendimiento secreto (gobierno colombianoEEUU-oligarquía departamental panameña), con el cual le permitía al Senado colombiano posar de “patriota”, éste no ratificó el Tratado. Así, EEUU quedó con manos libres para ofrecer un Tratato más “generoso” al nuevo gobierno panameño, al tiempo que fabricaba la independencia del Istmo. El 3 de noviembre de 1903 , Panamá proclamó la más dependiente de todas las “independencias”. El magnicidio a la integridad territorial se había consumado, magníficamente representado en teatro por Jorge Alí Triana; en ―I Took Panamá‖ (Anexo 37, pag. 289) + idem Bbl 2, pag. 207

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Genocidios por exportación - Ola de desplazamientos (Minerales; tabaco; quina-/añil/algodón; caucho; banano; café; petróleo, azúcar, esmeraldas y narcóticos. Otros). El lento tránsito de la herramienta a la máquina, provocado por la revolución industrial, implicó –al tiempo con el régimen salarial-. el aprovechamiento por el capitalismo mundial de productos agro-mineros, en lo que se llamará “Tercer Mundo”. Mientras la manufactura –por mucho tiempo- permaneció estancada con la herramienta, la agrominería de exportación, requirió formas –aunque rudiment arias- de empleo de maquinaria para el beneficio de los productos, como excavadoras manuales, correas de transmisión y pequeñas líneas férreas (minerales), desmotadoras (algodón), procesamiento de la hoja (tabaco), cuartos fríos (banano), molinos, apiladoras hidráulicas, procesos de secado (azúcar, café y arroz ), desarrollo del transporte terrestre, fluvial y ferrocarrilero y –por supuesto- motores para la extracción del Petróleo. Contra la ortodoxia, son los productos agromineros de exportación, antes que los manufactureros, los capitanes de la precaria revolución industrial colombiana. Obtener productos para la exportación era imposible sin que, por lo menos, cuatro variables confluyeran: a) Desplazamientos forzosos para el acaparamiento de tierras y de minas en poder o usufructo de indígenas y/o colonos que permitiera consolidar una adecuada oferta exportable; b) Genocidios –e incluso magnicidios- para vencer la resistencia a los desplazamientos; c) Corrupción, para obtener cesión o compra fraudulenta –“legalización”- de ejidos y tierras “baldías” y/o “realengas” con la cual los terratenientes podían inmiscuir al Estado para la protección de los nuevos fundos o ampliación de los existentes.. La “legalidad”, estaba dado por “las mercedes del monarc a, la adquisición directa en pública subasta, o las viejas encomiendas. (…) Se forma as í el latifundio (…) El gran propietario es esclavista. Cuando cultiva su hacienda, lo hace utilizando el trabajo no libre de los esclavos ” (Bbl 8, pag 207); d) Contar

con la mano de obra más barata para lograr “competitividad en precios”. Los productos para la exportación, han sido principalmente minerales (Oro, Plata, Platino, Azogue, esmeraldas y muy recientemente, proyectándose como el gran negocio del s. XXI, “Coltan” ); Tabaco; un conjunto de

quina/añil/algodón; Caucho, Narcóticos y flores.

Banano,

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Café,

Petróleo,

Azúcar,


Minerales (Oro, Plata, Platino, Azogue.- Refiero por aparte E sm eraldas y “Coltan”):

Primero, con la mita minera; casi enseguida, con la esclavización del negro. (Cap. 3, pags, 47 a 56). Genocidios a todo lo largo de la Colonia y gran parte de las repúblicas, los cuales destruyeron la propiedad colectiva indígena de la tierra. Obvio: quienes tenían capital-dinero disponible, para comprarlas (y corromper jueces adjudicadores ) eran los esclavistas, pues el oro y en menor grado la Plata extraídos, quedaba en su poder. Así, esclavismo, exportación de oro y otros minerales; genocidios de esclavos; desplazamiento de indígenas mitayos, hacia minas o sus cercanías para producir los alimentos requeridos para los esclavos y administradores mineros; auto-adjudicación de tierras realengas y/o “baldías”, confluían. Los genocidios a indígenas y negros son inseparables del negocio del oro. (Los capítulos 2 y 3 están dedicados a estas masacres)

El Libertador, aprovechó la

Real Cedula sobre regalías

(“(…) todos los vasallos, vecinos y mercaderes de I ndias que cogieren o sacaren de cualquier Provincia o lugar de ellas, plata, oro, estaño, azogue, fierro, o cualquier metal, habían de pagar y contribuir al Real Pat rimonio con la 5ª parte de lo que sacaren de ella (…)” (Bbl 9, pag 207.). Expidió, desde

Quito, el 24 de Octubre de 1829, el decreto por el cual las minas y las riquezas del subsuelo quedaban en poder de la República, es decir, propiedad social. Las oligarquías invalidan – primero de hecho, luego en Derecho- el decreto del Libertador y mediante nuevas leyes conceden la explotación minera a los monopolios tras-nacionales, sin vigilancia, ni auditorias estatales. El platino, a partir de la segunda mitad del s. XIX había triplicado al oro en su precio comercial por su aplicación a la industria y a la odontología y medicina,…. Con la Revolución Rusa en 1917, que nacionalizó minas, los monopolios establecieron nuevas factorías en Chocó, Colombia, para la extracción de Platino y otros metales estratégicos, como iridum, paladium, asmeridum y osmio. Con el único mineral registrado, el platino, la “Chocó-Pacífico”, filial de “International Mining co.” colocó a Colombia como el primer productor mundial entre 1917 y 1923. La super-explotación, las pésimas condiciones de vivienda, alimentarias y salubres de los trabajadores, la nula protección industrial en las minas, permitió el “genocidio silencioso‖, que –como los minerales extraídos - jamás fueron contabilizados. Casi todos, los masacrados en minas, fueron afro descendientes

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(Desde 2009, nuevos desplazamientos y masacres se produc en en la frontera colombo-venezolana por la exportación clandestina de “Coltan”, cuyos yacimientos –al parecer- son contiguos a los de uranio. Las nuevas bas es norteamericanas cercan éstas reservas de minerales estratégicos)

Tabaco, de origen americano, se convirtió rápidamente, en la principal mercancía para las arcas coloniales, descontado el oro. En las últimas estadísticas conocidas del fisco virreinal (1810), el tabaco permitió la más alta recaudación ($470.000, frent e a $2.500.000, aprox. del total. - /Bbl 10,. Pag 207 ). Tan jugoso negocio implicó su acaparamiento por la Corona, para enviarlo a Europa y el mayor esfuerzo en la tributación por las autoridades virreinales. Los “Estancos”, modalidad de confiscación, mediante la venta obligada por el agricultor, a precios irrisorios pre-establecidos y su distribución interna y/o exportación a precios de mercado, produciendo una enorme masa –y tasa- de plusvalía, constituyó el móvil último del levantamiento de los comuneros, el cual desembocó en genocidio y en el magnicidio de Galán y sus compañeros. (Cap. 4, Acp.3, pag. 62). Quina, Añil y Algodón, “de vida efímera‖, (Bbl 11, pag 207). No obstante, con el oro y el tabaco, fueron fuentes de la gran acumulación de la oligarquía criolla, como puede apreciarse en la lloricona carta de Acebedo y Gómez al comisionado regio Villavicencio. La caída de éstas exportaciones implicó un remesón económico para ésta oligarquía y uno de los móviles independentistas, pues el algodón, al contrario del reflujo comercial de los otros, contaba con una creciente demanda y estaba sujeto a venta obligada a España, por debajo de los precios internacionales. Lograr grandes ganancias, implicó que los latifundistasexportadores (―españoles/americanos‖), monopolizaran éstos cultivos, mediante desplazamientos forzosos de indígenas y mestizos, para hacerse a los fundos productores. En el s. XX, la oposición a la “Ley de tierras” de López Pumarejo y luego a la limitadísima acción del Instituto Colombiano de la Reforma Agraria de Lleras Restrepo, por parte de terratenientes/capitalistas algodoneros de la costa atlántica y del norte del Departamento del Valle; las amenazas a funcionarios públicos e intentos de homicidios, responden a las inmensas ganancias de éstas exportaciones, las cuales requieren la concentración territorial, por que es muchísimo más rentable en grandes extensiones, que en pequeños y medianos fundos.

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Caucho: “Antes que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugué mi corazón al azar y me lo ganó la violencia‖, sentencia de Arturo Cova con la cual José Eustasio Rivera comienza una de nuestras más importantes novelas, “La Vorágine” (Bbl 12, pag 207). La violencia que narra Rivera a través de las vicisitudes de Arturo Cova, fue una violencia por el caucho, producto que en aquella época reemplazaba buena parte de los subproductos del petróleo, fundamental en los procesos industriales. Aunque Colombia, Brasil, Perú, Venezuela y Ecuador están separados formalmente en “Repúblicas Independientes”, para los monopolios caucheros tal división era inexistente y se constituyeron en verdaderos dueños de la extensa zona cauchera de la región amazónica. (No figura en estadísticas de producción/exportación, sencillamente porque las empres as francesas lo hacían directament e, ignorando las autoridades de los países ).

Los genocidios, especialmente sobre indígenas, realizados por las empresas caucheras, que llegaron a la tortura, son uno de los episodios que la justicia colombiana no investigó y que terminaron solo después de la segunda revolución industrial, cuando los productos del caucho cedieron al polietileno y al polipropileno. José Eustasio Rivera recuperó algunos manuscritos de Arturo Cova con denuncias concretas. Los envió al ministro de relaciones exteriores pero, temeroso de la integridad de los caucheros, advirtió que “no se debe publicar antes de tener más noticias de los caucheros colombianos del Rio Negro o Guainía…”. (Bbl. 12, pag 207). Se mantuvo por más de un siglo, un verdadero esclavismo, sui-generis, “esclavismocapitalista”, algo parecido al de las plantaciones algodoneras norteamericanas. El trabajo semi-esclavo del indígena amazónico, alimentó las industrias caucheras francesas. Este esclavismo del indígena amazónico para la producción/exportación del caucho se mantuvo hasta los años 70 del siglo XX, como lo denuncia el escritor y periodista Germán Castro Caicedo. (Anexo 38: “Se venden 80 indios”, pag. 290)

Banano: En el último año del s.XIX aparece. con sede en Costa Rica, un nuevo conglomerado, la ”United Fruit Company”, como fusión de los monopolios bananeros “Minor Cooper Kwith” y “Boston Fruit Company”, que habían iniciado plantaciones en 1872. Después de la primera guerra, controlaba las dos terceras partes del negocio mundial del banano, poseía una marina, la “Flota Blanca”, con 95 barcos. También

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grandes dominios territoriales, en toda Centro América, Rep. Dominicana, Jamaica, Cuba, Colombia Obtiene concesión de inmensos fundos con alquiler irrisorio y términos prolongados, tarifas preferenciales en el transporte ferrocarrilero, exención de impuestos, legislación favorable para obstaculizar y/o impedir la organización sindical y fuerza pública a su servicio para reprimir los reclamos de los trabajadores. Los gobiernos centroamericanos no cambiaban sin su aprobación por lo cual, esos territorios fueron llamados “Bananas Republik”. Desde 1890, las empresas que darán origen a la UFC, establecen plantaciones en Colombia (Departamentos de Panamá y Magdalena), donde establece su Zona, entre la Sierra Nevada, Ciénaga y Fundación, con cerca de 70.000 ha. cultivadas. En ese año se registra en Santa Marta, con auspicio de la UFC, “The Santa Marta Railway Co” para la construcción del ferrocarril que debía llegar a puerto. Los anuncios de compra de banano, además de su propia producción, llevó a grandes hacendados a sembrar la fruta. Cobró impulso el proceso de desalojo y desplazamientos forzados, la violencia permanente para obligar la venta de pequeños fundos a precios irrisorios. Aparece la alianza UFC, latifundistas y el Estado que a través del poder judicial ordenaba, bajo pretextos baladíes, desocupar parcelas para entregarlas, mediante venta formal, tanto al nuevo capitalismoterrateniente bananero, como a la empresa norteamericana. La intromisión de la UFC en la economía, la sociedad, la fuerza pública y la administración en el Magdalena fue tal que el periódico “El Estado”, denunciaba en 1928: ―(…) aquí, en la región bananera quien gobierna es la UFC (…) Los agentes del gobierno (…) se hallan vendidos a la UFC, lo mismo que la Polic ía y el Ejército (…)” (Bbl 13, pag 207)

En 1928, la UFC se adelantó un siglo a la práctica, corriente hoy, de cambiar los contratos laborales por comerciales, según los cuales los trabajadores eran “contratistas”, sin posibilidad legal sindical, sin prestaciones, sin servicio médico, sin descanso dominical, sin horario de trabajo fijo. Pero, además, los contratos obligaban a recibir como parte de pago, las mercancías que la UFC les vendía en sus “comisariatos” a precios por encima del mercado. Los trabajadores persistieron en su organización, ―Unión Sindical de Trabajadores del

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Magdalena” y presentaron “Pliego de Peticiones”, de acuerdo a la normatividad vigente. La empresa desconoció organización y pliego: la huelga estalló el 12 de Noviembre de 1928, con 30.000 obreros en paro, el apoyo masivo de la población y la declaración del Inspector de Trabajo sobre la legalidad y justeza de la huelga. 500 dirigentes y promotores fueron encarcelados, lo mismo que el Inspector, por orden del jefe militar. El gobierno calificó inmediatamente la huelga como “insurrección comunista”. El 5 de Diciembre, obtuvo del Consejo de Estado concepto favorable sobre “turbación del orden público”, fue decretado el Estado de Sitio y nombrado el General Cortez Vargas como jefe civil y militar. Barcos norteamericanos bordearon la costa, mientras el Departamento de Estado advertía al gobierno colombiano que debía sofocar la revuelta contra la empresa norteamericana. El canciller respondió: “antes de pocos días se habrá logrado restablecer la tranquilidad. El gobierno se propone enviar refuerzos de tropa y llegarán próximamente (…)‖ (Bbl 14, pag 207). Efectivamente, los

envió y masacró. El 6, éste General ordenó ametrallar las manifestaciones, produciendo centenares de muertos y número indeterminado de heridos y desaparecidos. Los acribillados incluso heridos - fueron enterrados en fosas comunes y/o lanzados al mar. (Anexo 39: “120 días bajo el terror militar”, pag. 291)

La masacre de las bananeras fue conocida por todo el mundo y las nuevas generaciones, con la novela de García: ―(…) Han pasado cinco minutos –dijo el capit án (…)- Un minuto más y se hará fuego (…) José Arcadio Segundo (…) levantó la voz: -cabrones –gritó-, les regalamos el minuto que falta. (…) El Capitán dio la orden de fuego y catorce nidos de ametralladoras le respondieron en el acto (…)‖· (Bb. 15, pag 207).

Masacres que continúan hoy a cargo del paramilitarismo financiado por el sustituto de ―la United‖, la ―Chiquita Brand International Incorpored” quien confesó la entrega de US$ 1.700.000 a organizaciones “paras ” (¿Cuánt o ha sido en realidad?). Sus socios comerciales colombianos, la Asociación de bananeros de Colombia, ―Augura‖, también han financiado paramilitares, extendido propiedades con compras a menos precio e intimidado a los trabajadores.

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Café: A partir, más o menos, de 1850; goza de una sostenida demanda internacional (a veces, saltos) que ha sido satisfecha con aumento de la producción, conseguida –mucho más- con extensión de plantaciones que con incrementos de la productividad. Varias plantaciones fueron producto de desplazamientos forzosos, convertidas en haciendas cafeteras. También constituyó un poderoso acicate para el desarrollo de las primeras mafias internacionales, cuando la obligada “retención cafetera”, para el sostenimiento artificial de precios, en casi toda la segunda mitad del s.XX, posibilitó el contrabando de exportación – muchas veces a cargo de los propios cafeteros - quienes con lanchas rápidas desde Barranquilla a Colón (Panamá), burlaban el control, evadían la retención y “convertían” el Café colombiano en centroamericano, obteniendo las correspondientes “cuotas” en el mercado internacional. Estuvo presente en un verdadero crimen contra la juventud colombiana y la dignidad nacional, pues el mercado norteamericano logró ser jalonado con precios y cuotas preferentes, a partir de la participación de Colombia (¡único país latinoamericano!) en la guerra de Korea, primera fase caliente de “la guerra fría”, por decisión de la Administración Laureano Regreso a los inicios de la economía cafetera: desde su cuna: los genocidios, la violencia, las artimañas de las mafias y las guerras civiles están presentes. Observando la curva del café que da el gran salto en 1842-45, la producción, principalmente en Cundinamarca y a lo largo del río Magdalena, aumentó considerablemente en las nuevas haciendas, instaladas en fundos donde se presentaron desplazamientos forzados, en plena “guerra de los supremos”. Prácticamente en las seis guerras del s. XIX (1851; 1860; 1876; 1885, -con genocidios/magnicidios sobre el radicalismo -; 1895; 1899 o “de los mil días” /Bbl. 16, pag 207)

Seis guerras en medio siglo, permitieron la caída drástica del precio de la tierra. con lo cual fue fácil acudir a las amenazas y producir desplazamientos para que los nuevos hacendados cafeteros, adquirieran o ampliaran predios, los cuales se convirtieron en las nuevas haciendas. La creciente demanda internacional del grano, en todo ese período, con muy pocos intervalos, permitió el jugoso negocio. Un buen ejemplo de la economía cafetera como producto de desplazamientos forzosos, nos lo da “Larandia”, gran hacienda cafetera entre Huila y Caquetá (“Valle de Laboyos”), la cual, a principios del s.XX

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contaba con 120.000 cafetos, pero pudo constituirse, con masacres/desplazamientos de indígenas Yalcón quienes fueron obligados –los sobrevivientes - a abandonar su terruño ( Cap. 2, Acp 6, pags 38-41, en el cual se enuncia el tránsito de usurpación del resguardo indígena hacia el conquistador, del conquistador hacia la familia paterna del presidente José H. López; de la familia López a la familia Lara). Después, la violencia comenzará de nuevo en los años 40s del s. XX, pero se acentuará a partir del 46. Con mascarada partidista liberalconservadora, escondió –entre otros asunt os - el tránsito cafetero de Cundinamarca al actual eje cafetero, integrado por pequeños y medianos fundos, pero con gran productividad (Entre ½ y 40 ha., por fundo, los cuales cultivaban el 75%, del grano exportado/ Bbl 17, pag 207). Fue frecuente, en los años 50s , la venta obligada de predios, entre 1/2 y 5 ha, los cuales –consolidados - produjeron el salto de éstos minifundios a la mediana y gran propiedad (entre 5 y 200 ha), con oferentes que aparecían días después de las masacres a ―cachiporros” liberales, especialmente en la zona cafetera del Departamento del Valle. El genocidio sobre las tierras cafeteras de ese departamento y del “Eje Cafetero”, implicó municipios como Tulua, La Virginia, Riofrío, Trujillo, Sevilla . (Bbl 18, pag 207). (Anexo 40: “Y pa saron los cóndore s”, pag. 292) Petróleo: ―Entre los países exportadores de petróleo del mundo, Colombia es un caso único: realiza a precio ínfimo su precioso petróleo‖ (Bbl 19, pag 207)

Toda revolución industrial tiene una fuente energética que la hace posible: para la primera se requirió la utilización y conducción de la fuerza del vapor de agua; para la segunda, el petróleo que posibilitó el motor de combustión; para la tercera, en marcha, la energía atómica. Pero ello no implica el desplazamiento de la energía producida en las precedentes revoluciones.. Por el contrario, cohabitan y, en el caso del petróleo, continúa dándole una impronta fundamental a los procesos productivos. Los jugosos negocios permiten que la contaminación que produce quemarlo, venza los esfuerzos ecologistas para que el planeta no se teche de CO2. Al empleo del petróleo, corresponde el desarrollo de los grandes monopolios. En 1859, el coronel Drake realiza la primera perforación comercial en Pensilvania. Diez años después, Rockefeller, en Ohio, funda/la/“Standard-Oil-Company”. El monopolio da tránsito al “trust” (Los accionistas del monopolio, conservan sus acciones pero

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transfieren derechos al Trust, lo cual le permite mostrar -en papeles- un irreal paquete accionario, sin incremento de Capital. Así logran cuantiosos empréstitos para controlar varias empresas, asumiendo todos los escalones de la cadena productiva, como –en el caso del petróleo-, producción, refinamiento, transporte marítimo, terrestre y red de oleoductos; distribución, comercialización al consumidor final, con inversiones directas mínimas y erogaciones a través de bancos, es decir con el dinero público. En los bancos –en los cuales son accionistas- obtienen tales créditos no con el respaldo accionario, que inmovilizaría las acciones, sino con papeles “representativos” de acciones, mientras las mismas siguen jugando. Literalmente, la palabra significa “confianza”, pero en el sentido de “abuso de confianza”). Para la Primera Guerra, EEUU, de lejos, capitaneaban la producción mundial con 281 millones de barriles en 1915, seguido por Rusia con menos de 69. millones Un victorioso Henry Berenguer, ministro de petróleos de Francia, durante la guerra, dirá: “ Quien sea dueño del petróleo será amo del mundo y además de esto dominará a sus congéneres (…). El pet róleo fue la verdadera sangre de la victoria ”. (Bbl 20, p, 207). EEUU

decide que sus yacimientos deberán ser conservados como reserva y se lanza por el petróleo del mundo. América Latina y concretamente Colombia es uno de sus objetivos inmediatos. En 1919 adquiere las dos concesiones más importantes: “Barco” y “Mares” (por el General Virgilio Barco Martínez, abuelo del ex –presidente Virgilio Barco Vargas y Roberto Mares) (Bb. 21, pag 208)

Con base al decreto del Libertador en 1829 que declaraba que las minas y yacimientos, propiedad de la Corona española, pasaban a la República de Colombia, la administración Marco Fidel Suárez (1918-22) dictó el Decreto 1255 bis, de 1919, exigiendo que cualquier explotación debía contar con permiso del Estado y contrato entre las partes. Ante el enojo del Departamento de Estado y del Senado norteamericano, Suárez se arrepintió: le ordenó a su embajador ―explicar (…) que el decreto sobre petróleos no afecta derechos adquiridos; que ese decreto está suspendido y que será revocado en el momento oportuno; que se expedirá una legislación más favorable a los intereses comerciales; (…)‖ (Bbl 22, pag 208). El “Mensaje”, implicó la renuncia de los ministros de Relaciones Exteriores y de Obras Públicas y el retiro del apoyo del “Grupo

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Republicano”, el cual organizó un movimiento nacional, liberalconservador, contra el presidente, pero no por patriotismo, sino porque defendía y promovía las inversiones foráneas, pero privadas, con entendimiento exclusivo del sector privado entre petroleros extranjeros y capitalistas nacionales. Como lo afirma Montaña, ―el patriotismo de la burguesía sólo llegó hasta la era del petróleo‖. (O.C, ibid Bbl 22, pag 208). Por el contrario, los trabajadores levantaban las consignas patrióticas de la nacionalización, a semejanza de sus compañeros y de gobiernos en México, Brasil y Bolivia. Ese clamor de los trabajadores petroleros colombianos fué acogido por el recién fundado Partido Socialista Revolucionario, con dirigentes como el sindicalista Raúl Mahecha, la dirigente feminista María Cano y el intelectual Ignacio Torres, con notable influencia en el centro petrolero de Barrancabermeja, donde operaba la Tropical Oil Company. La empresa imponía condiciones muy parecidas a las de la United Fruit Company en la zona bananera. Al igual que ella, no quiso recibir el pliego de peticiones del sindicato con lo cual legalizó la huelga que estalló el 5 de Enero de 1927. La solidaridad obrera fue total: marinos mercantes, estibadores, cargueros, paralizaron la navegación por el río Magdalena. Al igual que en el conflicto bananero, fue destituido el alcalde civil y nombrado alcalde militar quien ordenó disparar contra un mitin, dejando tres obreros acribillados y numerosos heridos. Los hechos coincidieron con la resistencia de Sandino en Nicaragua contra la intromisión norteamericana, por lo cual se forjó un gran movimiento a la vez anti-imperialista, latinoamericanista, patriótico y reivindicativo, con grandes manifestaciones en Barrancabermeja, Bucaramanga y Bogotá. Huelguistas, cual prisioneros de guerra, fueron recluidos en un cañonero. La batalla por la nacionalización del petróleo, cobraba un nuevo ímpetu. Obreros y estudiantes fueron masacrados por ésta exigencia, como el caso del estudiante Gonzalo Bravo Pérez, baleado un 8 de Junio de 1929, en manifestación celebrada en Bogotá, seguido de cientos de genocidios que aún no terminan. (Anexo 41: Genocidios/magnicidios al Movimiento estudiantil, pag. 293).

Diego Montaña Cuellar (1910-1991), revolucionario socialista, profesor universitario, estudioso de la economía del país, particularmente de la del petróleo y de su legislación, vibrante orador, autor de varios libros,

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gran compañero, asesor sindical, mantendrá hasta su muerte la lucha por la reversión a la economía nacional de la riqueza petrolera. Una parcial recuperación, con varias limitaciones al ventajismo imperialista y reconocimiento, como fuerza dirigente de los trabajadores, a la Unión Sindical Obrera, son algunas de las conquistas logradas con los movimientos inspirados en el legado de Montaña. Azúcar: Con la caña de azúcar se producen tres mercancías muy parecidas en sus composición bioquímica, pero muy diferentes socioeconómicamente: la panela, la miel o “melaza” y el azúcar . (A partir de la segunda mitad del s. XX, sub-productos como el papel, el alcohol, etanol, agrocombustibles.., constituyen part e integrante de la industria). La panela es

base alimentaria latinoamericana y caribeña, se produce en pequeños minifundios y se procesa en trapiches, con escasa tecnología. La miel o “melaza”, hermana melliza de la primera, fue producto de exportación, con trabajo esclavo en los trapiches; la tercera, azúcar, es rentable en grandes plantaciones y requiere complejos procesos tecnológicos. Las dos primeras coexisten con economías pre-capitalistas; la tercera le apuesta –necesita- el desarrollo capitalista, así mantenga relaciones laborales esclavistas. Constituyó –después del oro - uno de los principales productos de exportación tanto de colonialistas franceses como españoles. Fue introducida a América por Colon (1493) a “La Española” (República Dominicana + Haití, hoy), luego a Cuba, Centroamérica, Nuevo Reyno de Granada (Colombia) y Nuevo Reyno de Castilla (Perú). Los portugueses la introdujeron a Brasil y Francia a Haití. Oro y azúcar fueron posibles con el trabajo esclavo de africanos. Francia se especializó en este tipo de trata, lo cual explica la inmensa población afrodescendiente de su colonia Haití. España hizo lo propio con Cuba y República Dominicana de hoy. En resumen, la producción azucarera en escala importante fue posible mediante los dos genocidios más brutales en América: las masacres a indígenas para el abandono territorial donde las colonialistas extendían los cañaduzales y los genocidios a los esclavos negros, primero con la trata en sí, en la cual morían la mitad de los africanos cazados (cap. 3, pag 47-56,). Después, con los genocidios propios de un trabajo de sol a sol, las enfermedades y los ajusticiamientos para escarmiento del conjunto esclavo, cuando osaban rebelarse, como ocurrió con varias rebeliones a fines del s. XVIII en Jamaica y Santo Domingo.

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Los dos fenómenos poblacionales del Caribe se explican: la escasa y diezmada población aborigen y por consiguiente mestiza y la gran población negra y por consiguiente mulata. El folclor, la música, la poesía caribeña están –por tanto- impregnadas de la caña, de la cultura afrodescendiente y de la condición esclava. Los poemas de Nicolás Guillén lo refleja. Un fragmento, a manera de ejemplo: ―(…) Este es un oscuro pueblo sonriente/ conservador y liberal,/ ganadero y azucarero,/ donde a veces corre mucho dinero,/ pero donde siempre se vive muy mal./ El sol achicharra aquí todas las cosas,/ desde el cerebro hasta las rosas./ (…) éste es un pueblo descendiente de esclavos/ y de aquella chusma incivil/ de aventureros agresivos y bravos,/ gente de variadísima calaña,/ (…)(Bbl 23, pag. 208). Producto, pues, ligado desde sus primeras siembras y beneficio al proceso conquistador, esclavista y exportador. Uno de los más sanguinarios genocidas, Pedro de Heredia, cofundador de Cartagena, logró extender el cultivo en la Costa Atlántica, alrededor de 1533 y Sebastián de BenÁlcazar por los mismos años que arrasaba a varias tribus de los Andaki, como los yalcón y nasas (“paeces”) (1538-41,), ordenaba las plantaciones de cañaduzales en su estancia de Yumbo, con genocidio a los calimas. En las provincias de Vélez y Socorro (Departamento de Santander, hoy), ya había, en 1670, 40 ingenios azucareros y trapiches paneleros, con 500 esclavos. Pero el hoy Valle del Cauca mostró tierras capaces de mayor productividad. En 1721 funcionaban 33 trapiches que exportaban miel a Europa, vía Panamá, con trabajo esclavo y en fundos obtenidos mediante desplazamientos de indígenas. Probablemente, el azúcar representa la evolución agro/industrial y el tránsito latifundista a capitalismo/terrateniente, más claro y más integrado de Colombia. En la segunda mitad del s.XIX, ya se había introducido la innovación tecnológica de la época, el molino, y constituido una hacienda, “Manuelita”, propiedad de los jesuitas, quienes se propusieron, como en Paraguay, cooperativas de indígenas y negros, cuando fueron expulsados y expropiados. Expropiada “Manuelita”, el gobierno cede la posesión al padre de uno de los comandantes de las fuerzas federalistas, Jorge Isaacs, quien finalmente la vende a la familia Eder. La hacienda es explotada con trabajo asalariado, e instalación de

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motores de combustión desde 1920, aprovechando las tecnologías de la 2ª revolución industrial. En 50 años (1912/1962), se presentó un impresionante crecimiento de la industria, con una producción que se dirigió principalmente hacia la exportación. Las buenas tierras, la inexistencia de zafra en el Valle del Cauca, la inversión intensiva de Capital, la super-explotación de los trabajadores y la revolución cubana, la cual permitió el acceso a la cuota norteamericana, .tienen la culpa de ese “milagro”. Este cultivo-industria fue líder de la integración horizontal. Los empresarios del más importante ingenio –Riopaila- son los gestores e impulsores de la mayor industria de caramelos del país: “colombina”. (Hoy los ―sub-productos‖ como papel, alcohol, etanol, agro-combustibles..,, consolidan la integración agro/industrial). Fue favorecida por las cuotas preferenciales norteamericanas, al trasladar las compras de su mayor proveedor, Cuba, en buena parte a Colombia. (La paradoja quiere que uno de los sectores oligárquicos más agresivos y reaccionarios de Colombia, el azucarero, sea el que más se benefició con la revolución cubana. Son ellos, más que los trabajadores, los que están en deuda con Fidel). Con el pretexto que su mayor producción se dirigía al mercado externo, con precios fijos y que los gobiernos no autorizaban alzas internas, mantuvo rígidos los salarios, con apoyo del Estado represivo. Por tanto las huelgas fueron cruelmente reprimidas en el período 1960/1980 , con decenas de heridos y varios muertos. La misma caña, para trapiches paneleros, no ha producido en el país ningún genocidio, pero en los ingenios exportadores sí. Esmeraldas y Narcóticos Las esmeraldas fueron instrumento de cambio y guardaban un simbolismo mágico-religioso: de allí provenía el hijo del sol, el poder. Desde la segunda mitad del s.XX, será causa y efecto de brutales genocidios. El negocio de las esmeraldas (desde los años 50s), evoluciona y se funde, en los 70s-80s, al del narcotráfico. Ambos, con sus dos y medio ejércitos: a) Sus propias milicias de sicarios (desde los años 50s); b) Las AUC, tropas “independientes”, político-militares, que obvian los parámetros legalistas para, con el pretexto de enfrentar la guerrilla, adquirir y consolidar las extensiones requeridas para las nuevas inversiones (evolucionaron en el s. XXI como “Grupos Sucesores” y/o Bandas

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Criminales, “Bacrim”) ; c) El “medio” ejército, o ―Sexta División” (El Ejército colombiano tenía, oficialmente, sólo cinco Divisiones. La “sexta”, fue expresión popular para señalar las operaciones militares clandestinas. Anexo 86, pag. 376), Esta correspondió a un sector de la fuerza pública que, mediante

oficiales corruptos, estuvo al servicio de las AUC/Bacrim (Esta tendencia tiende a disminuir)

Los magnicidios/genocidios por cuenta de las mafias, en el s.XX, se presentaron, como constante nacional, con “los pájaros”, en los departamentos del Valle y del Eje Cafetero; “los chulavitas”, en los de Boyacá/Cundinamarca y las “bandas limpias” de Cundinamarca, Tolima, Huila, Valle, para desalojar nativos minifundistas y pequeños y medianos/colonos. . El negocio esmeraldero tiene su propio sello. La forma de extracción minera, con explosiones dinamiteras que amputa miembros de los trabajadores; la muerte de sus hijos y familiares, al tiempo provoca la huida campesina de esos terrenos en manos de los capos, lo cual implica desplazamientos forzados e inmediatos. Un producto pequeño con enorme precio, transportado por caminos, facilita la piratería terrestre con genocidios sobre genocidios, de unas mafias contra otras, masacrando poblaciones, villorrios y transeúntes de los buses inter-municipales. Características todas que implican organización de bandas y ejércitos privados para asaltos por un lado y asegurar la propiedad, por otro; el soborno y la corrupción administrativa a alcaldes, inspectores de impuestos, jefes policiales y de ejército; la compra de votos –con venta obligada, so pena de muerte - para asegurar concejos municipales, asambleas y “cupos” en el parlamento. A partir de los años 50s, nuevas bandas paramilitares fueron sostenedoras de los regímenes de turno. Aparecieron “los chulavitas ” (por población boyacense), los más importantes sostenedores paramilitares de los gobiernos Ospina-Gómez-Urdaneta-Rojas (1946-1957). Su “Carlos Castaño” de la época, Efraín González, fue llamado ―Robín Hood del conservatismo‖ (Anexo 42, pag. 295). La ―guerrilla conservadora‖, fue un magnífico instrumento para desplazar pobladores y lograr el monopolio de los ricos yacimientos boyacenses. (Anexo 43: la “guerra verde”, pag. 296). Ese “bandolerismo social”, continuó en los primeros años del ―Frente Nacional‖ (anexo iden). Este subvencionó las exportaciones, con incentivos tributarios convertibles en dinero. En la “era post-FN”, la Administración Turbay, legalizó estas mafias, creando la Empresa

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Colombiana de Minas, con la cual agrupó grandes capos, al tiempo, narcotraficantes, como Rodríguez Gacha. Fueron autores de cientos de genocidios y, por lo menos, tres de los magnicidios que más han impactado: contra Jaime Pardo, Luis Carlos Galán y Manuel Cepeda. Los narcóticos, dada su importancia, lo trato en capítulo siguiente ( 8º: ―¿Del Estado, con alta injerencia del capital mafioso, al c apital -mafioso de Estado?‖, Pags 209 a 235)

Las flores, tercer producto de exportación después del Petróleo y el Café, que en 30 años –con crecimiento sostenido, a partir de 1970-, situó a Colombia como el más grande exportador mundial, después de Holanda y en el primer abastecedor de los EEUU, con el 65% de sus importaciones de éste rubro. Es un típico producto agro-industrial, propio del desarrollo capitalista, sembrado en plantaciones de Cundinamarca, Antioquia y Valle, adquiridas por empresas capitalistas en transacciones normales, aplicando sofisticada tecnología de punta. El llamado “capitalismo nacional” se asoció con los dos más importantes monopolios trasnacionales en éste ramo, “Usa Floral Products Inc” y “Dole International co” que hoy son los mayores exportadores y a la vez, importadores mundiales. Tampoco está vinculado, directamente, a magnicidios/genocidios. Otros productos, agro-mineros de notable importancia en la economía indígena y mestiza, como el maíz, la papa, la sal, el fríjol, la agricultura de “pan-coger”, el carbón y los productos altamente perecederos, no fueron ni causa ni efecto de magnicidios/genocidios, precisamente por eso: eran de importancia para el pueblo, no para exportadores, ávidos de tierras y de mano de obra. Los aborígenes y más tarde los mestizos –pequeños y medianos propiet arios -, los producían y comercializaban pacíficamente, con los que además de satisfacer sus necesidades, tributaban. (No obstante, la sal y el carbón produjeron constantes y continuos genocidios, no directamente inducidos, sino por el trabajo “normal” minero –“accidentes de trabajo”- no planeados.) Estos “otros productos”, con el trigo, hacen parte de las ―plantas de la civilización‖ que –además- permiten una de las mayores diferencias tecnológicas –y por supuesto, de intercambio comercial- entre el “Centro” y ―La Periferia‖. Hoy, el “centro” los produce en sus “fábricas de

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granos”, mientras “la periferia”, en minifundios o, como el arroz, en grandes plantaciones pero sin mayor tecnología. En Colombia, el cultivo del arroz está asociado a la aparición del capitalismo agrario a partir de 1916, en el Valle del Cauca, Huila, Tolima, Meta y Bolívar, aunque desde la Colonia es mencionado esporádicamente. En las estadísticas mundiales, Colombia aparece como el 21 productor, pero es –en general- un importador neto y el consumo aparente (Importaciones + producción, menos exportaciones ) es superior a la producción. No está directamente vinculado a genocidios/magnicidios. Oleadas de desplazamientos: Intenté exponer la vinculación de los principales productos de exportación, con las masacres, las guerras y los desplazamientos forzosos. Algunos agentes en éste proceso, entre finales de la primera guerra mundial y comienzos del s.XXI, fueron y en buena parte, siguen siendo: a) Terratenientes, utilizando “La Violencia”, como medio de los desplazamientos forzados, para revertir las pequeñas conquistas territoriales logradas por los campesinos, impedir la aplicación de ―¡Tierra para el que la trabaja!‖ y desplazar otros, especialmente en Tolima, Huila, Cundinamarca, Eje Cafetero, Valle y desde finales del s.XX y principios del s.XXI, en Antioquia, la Costa Atlántica, Vichada, Casanare, Vaupés, Guania, Putumayo, Caquetá, Nariño; b) Imperialistas, en las regiones petroleras de Santanderes y el río Magdalena y mineras en Chocó y Nariño. (No incluy o, por estar narrada arriba, las realizadas por la UFC) Las ventas y/o arriendos de terrenos a las petroleras por capitalistas-terratenientes (Robert o Mares, General Virgilio Barco, por ejemplo) fueron ilegales, pues los habían adquirido fraudulentamente, ya que se trataba de terrenos ejidos –por tanto de las comunidades - de los que no podían disponer. (B eneficiadas: Tex as Petrolium, Tropical Oil, Gulf Oil). Lo mismo ocurrió con las empresas mineras (filiales de la “International Mining Co” de New Y ork: Frontino Gold Mines, Chocó Pac ífico, P ato Consolidated, Gold Dredging, Cia Minera de Nariño, Novita Mines Corporation, Pacific Metals Co.) (Iden, Bbl 22, pag 208).

Tales enajenaciones ilegales, fueron resistidas por campesinos y obreros. La población residente o próxima a tales yacimientos –sin documentos de propiedad- fue desplazada, con toda la prestigitación legalista. Pero cuando ella no lograba su cometido, violentamente.

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c) Fascistas. Para acallar y pretender revertir las mayorías democráticas, el jefe conservador Laureano Gómez, desde 1935, se ideó una consigna movilizadora de genocidios (Anexo 44: “E s preci so suprimir un millón de cédulas liberales fal sas”, pag.298). Luego, su cantaleta fue dirigida contra territorios con influencia comunista (Anexo 45: “las república s independientes”, pag.299). Objetivo coincidente con el de Estados Unidos, al compás de la política global del macartismo en el apogeo de la “guerra fría”. Con “sangre y fuego” se anuló, en fosas comunes, una tercera parte del millón de cédulas, como lo denunció el ex-presidente Eduardo Santos en Europa (Bbl 24, p. 208). Con bombardeos, iniciados en Chaparral y Villarrica y continuados en Marquetalia y los departamentos de los Llanos Orientales, se impedía el surgimiento de una supuesta “República Popular Democrática”, “cabeza de playa” de la URSS en Latinoamérica: tal fue el descabellado y grotesco frenesí anti-comunista; d) Capital mafioso. Para usurpar territorios mineros, en Boyacá y Chocó, ricos en esmeraldas, oro, platino y plata; en Vichada, Casanare, Guanía, Vaupés, Putumayo; de platino y “oro azul” (Coltan, que ya está produciendo notables genocidios.- Iden Anexo 43, p.296) Además, masacrando campesinos, a través de las AUC, para hacerse a regiones donde espera desarrollar el negocio de los agro-combustibles. (Principalmente Costa Atlántica, Antioquia y los departamentos citados).

e) “Guerrillistas”. Se iniciaron, como guerrilleras (1948) con el apoyo de los partidos liberal y comunista, para contestar la violencia oficial, pero degeneraron, los liberales o “limpios”, en bandas delincuenciales y evolucionaron, los comunistas o “comunes”, en oposición política. En tránsito gradual, desembocaron en FARC, más nuevas organizaciones, con ascendencia liberal, como el ELN; anapista y un sector de la Juco, como el M-19 y descendencia paramilitar/mafiosa como el EPL. Recurrieron –en conjunto- hacia métodos terroristas, reclutamiento de niños, asesinato de indigenistas, magnicidios a sus propios compañeros y a víctimas del secuestro; genocidios a población inerme, contaminación de ríos con voladuras de oleoductos. Pero M-19 y FARC, con timonazo de 180 grados, le apostaron a la paz, boicoteada con acciones criminales del militarismo, de mafias y de las Bacrim, endilgadas, a fuerzas “guerrillistas”, que no son guerrilleras (Hago la diferencia porque las segundas tuvieron objetivos políticos, las primeras, no)

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De la “Hegemonía Conservadora” a “La República Liberal”; de la “República Liberal” a la hegemonía oligárquica Un “espíritu gólgota‖ ha impactado la historia colombiana. ( “Gólgota”: nuevas “mayorías”, con sumatoria de minorías. En el sentido literal, “gólgota”, traduce “lugar de la calavera”, o “calvario”. S u significado político, en idioma colombiano, expresa “traición” y componendas con el adversario: aprox. lo mismo)

En el s. XIX, el ―santanderismo” logró unir bolivarianos descontentos por el anti-esclavismo del Libertador, con viejos exponentes del “canapé pro-monárquico”. Un audaz Mosquera se opuso a la Constitución conservadora de 1858, pero ayudó a sepultar la progresista del 53, para impulsar -en 1863-, una nueva Constitución, aliado con el liberalismo. Frente al auge del radicalismo y las “Sociedades Democráticas‖; la expresión política de los comerciantes -“gólgotas‖-, dentro del liberalismo, escindió el Partido para unirse con el conservatismo y producir el regreso al librecambio y a los intereses latifundistas en la administración Mallarino (1853-57). Núñez, antes de dirigir el golpe demoledor contra el radicalismo, se inventa “La Regeneración” (1880-86) que unió al conservatismo con una fracción liberal (“Partido Nacional”) Comenzando el s. XX, después de la guerra de “los mil días”, con el genocidio a las Sociedades Democráticas y el auge de la “Regeneración”, el liberalismo fué víctima de otro “golgotianismo”, con el cual un sector en el gobierno, conducido por Rafael Reyes, con medidas crecientemente represivas, logró el apoyo de Uribe-Uribe, quien gozaba de todo el prestigio como conductor de los ejércitos liberales. Un bloque “Republicano” de liberales y conservadores se opuso al giro del gobierno, acusaron de traición a Uribe-Uribe y lograron un corto paréntesis de gobierno repúblicano (1910/14). La continuidad del republicanismo fue combatida tanto por liberales como por conservadores, siendo Uribe-Uribe el más resueltamente anti-republicano dentro del liberalismo, lo cual implicaba favorecer la reconquista conservadora. En éstas condiciones, se produce su asesinato el 15 de Oct/1914 (Anexo: 46, pag. 300’: El Magnicidio al General Rafael Uribe)

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El conservatismo se atrincheró en la conducción del Estado, desconociendo los grandes cambios en la sociedad colombiana por el rápido crecimiento capitalista, lo cual implicó el auge del movimiento sindical y agrario. Auge enfrentado con genocidios, con el ejemplo por excelencia: la masacre en la zona bananera. Los trabajadores del banano se enfrentaron, en 1929, a la United Fruit Company y al gobierno de Miguel Abadía, sostenedor de los intereses del monopolio. El ejército ametralló a los huelguistas en un episodio que quedó impreso en la historia de Colombia (En el acápite anterior: “Genocidios por exportación” –“Banano”-, pag. 158, me refiero a ´ésta masacre) Toda Colombia se estremeció con la masacre de las bananeras, lo cual produjo una gran fuerza anti-imperialista, clamor por “tierra para el que la trabaja”, exigencia de limitaciones a los monopolios extranjeros, extensión del sindicalismo… Esta agitación popular permitió primero, la derrota de la hegemonía conservadora con un “gobierno puente”, el de Olaya Herrera. Después, la presidencia del jefe liberal, Alfonso López Pumarejo. El electorado fue atraído por denuncias a los gobiernos que incurrieron en préstamos onerosos a la banca internacional; al enriquecimiento de la oligarquía; a los peculados y a la corrupción. Denuncias no del gusto del “club oligárquico” liberal, pero receptoras del clamor de los trabajadores: “ por supuesto, la dinámica del partido era revolucionaria puesto que el pueblo, y no el club, lo caracterizaban: en el club se hablaba un lenguaje republicano individualista y burgués (…) entre el pueblo se usaba un lenguaje de clase, socialista y revolucionario” (Bbl 25, pag 208 ) El conjunto de reformas que pusieron a Colombia al ritmo de varios países latinoamericanos, fue llamado “La Revolución en Marcha‖. Desde su posesión, López presentó al Congreso una reforma tributaria que exigía mayores contribuciones de capitalistas y latifundistas y un plan de parcelación. El primero fue aprobado, pero declarado inconstitucional por la Corte Suprema; el segundo, rechazado por el Congreso. Era claro que la “Revolución en Marcha” requería una viabilidad constitucional, sólo posible con una reforma a la Constitución, para lo cual debió esperar dos años, mientras se producía una recomposición del cuerpo legislativo en las nuevas elecciones (1935). Por ello sólo en 1936, faltando dos años para la terminación de su

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mandato, pudo plasmar, en reforma constitucional, su “Revolución en Marcha”. Sintéticamente: “El trabajo es una obligación social que gozará de la protección especial del Estado” (Art. 17, título III); “S e garantiza el derecho de huelga, excepto en los servicios públicos ” (Art. 18). Aplicando éstos preceptos, promulgó la Ley 6, según la cual se liberaba las relaciones laborales de las leyes comunes; creó el salario mínimo; exigió pago de vacaciones y días de fiesta; hizo responsable al empleador por enfermedad y accidentes; garantizó el derecho de asociación y huelga, prohibió el empleo de “rompehuelgas”; promulgó la jornada de 8 horas; prohibió el “paralelismo sindical”, con el cual los patronos boicoteaban la organización de los trabajadores… Le pisó los callos a las oligarquías: “La propiedad es una función social que implica obligaciones (…) cuando en aplicación de una Ley expedida por motivos de utilidad pública o interés social, resultaren en conflicto los derechos de particulares (…) el interés privado deberá c eder ante el interés público o social” (…) “podrá haber expropiación mediante sentencia judicial, previa indemnización (…) el legislador por razones de equidad, podrá determinar los casos en que no haya lugar a indemnización‖ (…)” (Art. 30) . “El Estado puede intervenir, por medio de leyes, en la explotación de industrias o empres as públicas y privadas, con el fin de racionalizar la producción, distribución y consumo de las riquezas o de dar al t rabajador la justa protección a que tiene derecho” (Art. 32).

Otro puntillazo, ésta vez al país confesional: por medio del Título IV, separó la Iglesia del Estado, permitió la igualdad de cultos, prohibió a los sacerdotes ocupar cargos públicos, sometió a leyes ordinarias los actos civiles. Y lo más importante: la educación quedó bajo control del Estado, retirándole ese privilegio a la Iglesia. Lo que más irritó al frente oligárquico unido y agresivo, fue la “Ley 200 de 1936”, llamada “Ley de Tierras”, por medio de la cual los campesinos adquirían derechos de ocupación de predios, tanto públicos como privados, sin que los terratenientes pudieran reclamar auxilio de la fuerza pública, limitándose exclusivamente a dirimir propiedad y posesión ante el poder judicial, con pleitos engorrosos y dilatados, ya que cualquier mejora beneficiaba a los invasores. La Ley prohibió los desalojos a campesinos que ocuparan tierras, facultó al Estado para

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expropiar predios y decretó extinción del dominio si el predio no estaba debidamente explotado. Liberales “republicanos” y conservadores; industriales, comerciantes y latifundistas, (“empleadores”, agrupados en Asociación P atronal Económica Nacional”/ APEN ) iniciaron la contra-revolución: la organización del salto de la República Liberal a la Hegemonía Oligárquica. Como costumbre, ya expresada, un nuevo ―manejo golgotiano‖, que implicó el entendimiento entre el conservatismo y un sector liberal, el llamado “republicanismo” del magnate y dueño del cada vez más influyente diario “El Tiempo”, constituyó el método para lograr un “gobierno puente” que le permitiera nueva oportunidad al conservatismo. La candidatura de Eduardo Santos logró la mayoría en el Convención Liberal de 1937, para ser candidato de partido para el período 1939-42. Fue un período tranquilo, de cierto progreso económico, signado por la Segunda Guerra, lo cual implicó una pausa en el entendimiento con el conservatismo y una precaria unidad del liberalismo, pues Santos –defensor de la República Española- fue un claro anti-nazi, lo cual se oponía a la inclinación falangista del laureanismo. Gómez intentó derrotar a López para un segundo período (1942-1945) con la candidatura liberal de Carlos Arango Vélez (abuelo materno de Andrés Pastrana), pero le salió el tiro por la culata, porque López ganó holgadamente las elecciones. Las urgentes reformas no esperaban más y en un ambiente de paz relativa, un López, más enfático, inicia su segunda administración ( 194245, completado el período por Alberto Lleras, 1945 -46). El conservatismo y la derecha liberal, utilizaron como pretextos para torpedear la nueva administración, los manejos inescrupulosos del hijo del presidente, quien aprovechó el decomiso de acciones de empresas alemanas y holandesas, en plena segunda guerra mundial, para ser el beneficiario de su manejo. Lo explica Diego Montaña: “ (…) Hubo el control de los bienes de los súbditos del eje, es decir, de los alemanes y los países ocupados por Alemania; esos bienes quedaban en decomiso bajo el control del Banco de la República. Hubo un gran escándalo en torno a la trilladora Mallentthin, que era de unos alemanes, a quienes se la quitaron y apareció en poder del doctor Alfonso López Michelsen. Eso lo

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utilizaron también políticamente en una forma tremenda contra el gobierno de López (Pumarejo) (…)‖. ―En síntesis, los periódicos liberales declararon que no podían seguir sosteniendo al gobierno y la dirección liberal consideraba que tampoco podía responder de las mayorías liberales ” (…) “La pausa (a la “revolución en marcha”, bandera del presidente) se la impusieron los elementos de centro y de derecha del liberalismo por temor a que López impulsara el socialismo; especialmente, después del Congreso de Medellín de la C.T.C. (Confederación de Trabajadores de Colombia), un Congreso muy radical en que la C.T.C. aprobó un programa político para la clase obrera.‖ ‖En ese entonces la C.T.C. estaba orientada por todos los grupos de izquierda, comunistas, socialistas, yo pertenecía a un grupo de izquierda, que orientaba la organización obrera. Ese Congreso proclamó la adhesión a López, proclamó la necesidad de que la clase obrera se organizara políticamente e incluso aprendiera a utilizar las armas, por el temor del fascismo, que ya se veía venir y ofrecía el apoyo al gobierno. (…)” (Bbl 26, pag 208) López interpretando la democracia y al país nacional, le declaró la guerra al “Eje” (No v/1943) y estableció relaciones con la URSS, con lo cual la arremetida del conservatismo no se hizo esperar: Laureano acusó al presidente de estar al servicio de “la gestapo yanqui”, de “entreguismo a los cercenadores de Panamá‖ y al tiempo de ―filo-comunista”, de ser el culpable de pérdida de transporte marítimo para el café, logrando el apoyo de no pocos exportadores. En 1944, con su renuncia anunciada, con la pausa a “la revolución en marcha‖, la tenaza golgotiana de una oligarquía liberal, con numerosos asientos en el congreso + una oligarquía conservadora unida, atajaron la “Ley de Tierras‖, con la Ley 100 de 1944, que legaliza la aparcería. Kalmanovitz asegura que “ ella refleja una concesión importante a los terratenientes pues deja de estar en cuestión la propiedad de las parcelas de los arrendatarios y también las relaciones de trabajo basadas en la corrección extraeconómica.”

(Bbl 27, pag 208).

Por otro lado, fue cercado con una serie de calumnias burdas e infames como la del asesinato “por agentes del gobierno” del boxeador “Mamatoco”, más el intento golpista en Pasto (Julio/1944), cuando

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militares ponen preso al presidente, pero lo dejan en libertad por el gran clamor del país, incluidos jefes del ejército. Todo ello produjo en López “la soledad del poder”, el hastío, el deseo de cerrar su gobierno, pero dejando abierta “la pausa‖ de “la revolución en marcha”. El gobierno entró en una etapa de inestabilidad (―Durante ocho meses hubo cinco cambios completos de gabinet e”/ Bbl. 28, pag 208) Renunció en Agosto de 1945. (Años más tarde, en 1959, en homenaje en la Universidad Nacional, se arrepentirá de esa paus a que permitió el salt o ―de la República Liberal, a la hegemonía oligárquica‖)

El país estaba polarizado: los partidarios de “La Revolución en Marcha” (liberales reformistas + Partido Comunista /―mi partido liberal organizado‖, dirá el presidente/ + sindicalistas + colonos + socialistas dispersos + la “Liga de Acción Política”, emergente coalición que pretendía represent ar al “lopismo” y urgía al presidente para un auto-golpe, dirigida por el socialista Antonio García) VS. La contra-revolución (Una “santa alianza”, ex pres ada con libro de Silvio Villegas: ―No hay enemigos a la derecha‖, aunque escrito en 1936, visionó el frente de derecha que derrotaría a López en 1945: conservatismo + jerarquía católica + liberalismo “republicano‖ + asociaciones de capitalistas y latifundistas + la APEN /Asociación Patronal Económica Nal./ + el poder mediático.)

Ese período de un año que le faltó para completar el mandato constitucional, fue ocupado por Alberto Lleras, ―santista‖ y “republicano”, periodista, escritor, embajador de Colombia en los Estados Unidos, ministro, director de la Unión Panamericana, uno de los mejores exponentes de la política del Departamento de Estado para Latinoamérica. Ofreció –como toda ―tendencia golgotiana”-, “Unión Nacional” con el conservatismo. Lleras Camargo logró que el oficialismo liberal o “republicanismo” o “golgotianismo del s.XX”, fuera el sepulturero de “La Revolución en Marcha‖, con todo el apoyo del gran capital nacional. “La oligarquía económica de la ANDI (Asociación Nal. de Industriales) y FENALCO (Federación Nal. de Comerciantes) participó, sin comprometerse, en la atmósfera conspirativa‖. (Bbl 29, pag 208). Con su renuncia, el propio López advirtió el fin de “la República Liberal”: ―Me alarma que pueda crearse –como parece que ha sido creada- una clase política distanciada de los intereses vitales del trabajador colombiano, de sus preocupaciones actuales y sus ambiciones legítimas (…)” (Bbl 30, pag 208) Ese presente y el próximo futuro del liberalismo, lo sintetizó Montaña: “El régimen liberal cayó,

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pero las masas populares del liberalismo se aglutinaron alrededor del jefe, Jorge Eliecer Gaitán, en cuyas manos se concentraron toda la organización y el poder mayoritario del liberalismo. (…) en ese momento el partido liberal dejo de ser poli-clasista y fue esencialmente popular en su dirección, en su organización y en sus propósitos... (…).” (Bbl 31, pag 208)

La oligarquía ejercerá una hegemonía ininterrumpida con la “Unión Nacional” de Alberto Lleras; con “Sangre y Fuego” de Ospina/Laureano/urdaneta; con el ―Binomio Pueblo-Fuerzas Armadas‖ de Rojas; con el “Frente Nacional” liberal-conservador y con todas las coaliciones hasta el presente, como la “de la U” y el “Centro Democrático”, los cuales reproducen el viejo consorcio golgotiano liberal-conservador, expresado hoy en un incierto ―Estado Social de Derecho‖. Esa hegemonía oligárquica y excluyente, provocó –desde los años 50s- el surgimiento y el auge tanto del paramilitarismo como del movimiento guerrillero que, a partir de los 80s-90s, degeneró en ―guerrillismo‖.

“Sangre y Fuego” (*) ( * Anexo 47: “Responder con sangre y fuego”, pag. 301

La ausencia del caudillo de “la revolución en marcha‖, paradójicamente, inyectó de mayor fervor revolucionario a las masas porque el conductor esperado, Jorge Eliécer Gaitán (1898-1948), manejó un lenguaje y unas propuestas de claro contenido clasista. Se apartó de la dicotomía liberal-conservadora (―Con el pueblo de todos los partidos, contra las oligarquías de todos los partidos‖). Además, caló muy hondo su prédica por la moralidad administrativa y el imperio de la democracia (¡ ―Por la reconstrucción moral y democrática de la República, a la carga !‖)

No era ningún ―demagogo, recién aparecido‖, como lo presentaban los oficialismos liberal y comunista. En el gobierno de Abadía Méndez (192630), logró la renuncia del ministro de guerra, con la denuncia de la masacre a las bananeras; en el de Olaya (1930-34), fundó la Unión Nacional Izquierdista Revolucionaria (UNIR). Este líder, cuyo origen mestizo y mulato, causaba urticaria a la aristocracia (―¿Nos va a gobernar un indio, un negro?‖), fue el más grande penalista colombiano, laureado en Italia, profesor universitario y rector de la Universidad Libre, parlamentario, alcalde de Bogotá, ministro, caudillo de multitudes y organizador partidista; aclamado y citado en revistas, periódicos y libros

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de toda Latinoamérica. Autor de varios libros, entre ellos, ―Las ideas socialistas en Colombia‖/1934. El más grande conductor político que ha dado Colombia y uno de los más prominentes de América Latina. Nuevas elecciones para presidente, en Colombia, se dan tan solo un año después del fin de la segunda guerra mundial (1945). Sólo hasta 1944, las oligarquías de Latinoamérica asimilaron la derrota nazi. En el periodo que media entre el triunfo de Hitler, en 1933 y su derrota en 1945, pasando por el inicio de la guerra de Franco contra la república española en 1936, un importante sector del conservatismo esperó -frustrado- el triunfo del nazifascismo. Pero logró un premio gordo anticomunista más jugoso: la cacería de brujas o ―macartismo‖ (por el senador Josph McCarthy quien encabezó el delirio en 1950, afincado en el anticomunismo de la guerra fría, comenzada desde 1946, el mismo año de la posesión de Ospina).

Para su receptibilidad en Latinoamérica, el macartismo, requería dictaduras militares y/o civiles, incluidos golpes de Estado. Por ello, la candidatura Ospina, promovida por un Gámez, clerical y anti-comunista, fue de su agrado. Frente a la divisiónn liberal, la aritmética electoral le dio el triunfo a Ospina para el período 1946-50. (Los dos liberales, sumados Gabriel Turbay + Gaitán, aventajaron con creces al conservador Os pina).

Un año después, Gaitán asumió la jefatura única de su partido con una impresionante victoria electoral en las elecciones para Concejos Municipales y Cámara de Representantes. (Ideó la táctica de encabezar todas las listas gaitanistas a todos los concejos municipales del país, lo cual le permitió una contundente victoria, tanto con respecto al oficialismo liberal como al conservatismo en el gobierno). Las

oligarquías contra-atacaron: Ospina inauguró una policía política, raíz del paramilitarismo, que asaltó villorrios y asesinó jefes liberales y comunistas. Produjo nuevos desplazamientos forzados para la extensión de la gran Hacienda, en los departamentos de Tolima, Huila, Valle y Cundinamarca. Los refugiados huyeron hacia las ciudades e incluso hacia Venezuela. Gaitán proclamó el derecho a la autodefensa, frente al crimen de Estado, al paramilitarismo conservador y a su incitación por parte de varios exponentes de la jerarquía católica (Anexo 48: “ ¡Viva Cri sto Rey; abajo cachiporros!”, pag. 301). Entre tanto, se aproximaba la Novena Conferencia Panamericana, presidida por el canciller colombiano,

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Laureano Gómez, cuya sede fue Bogotá, respondida por la juventud latinoamericana con un congreso estudiantil anti-imperialista. (P or Cuba, asistió el dirigente universitario, Fidel Castro)

Del Magnicidio Gaitán a la respuesta armada Insurgente a.- El Magnicidio; b.- La movilización desordenada; c.- Ola genocida/magnicida; d.- Colombia, víctima de “la guerra fría”; e.- Respuesta armada insurgente de los años 50s a.- El magnicidio: Gaitán, que estaba movilizando a las masas de ambos partidos, contra las oligarquías de los dos partidos y ofrecía una pulcra administración con su próxima victoria, se enfrentó a la violencia que estaba produciendo “desplazamientos forzados” y suprimiendo el “millón de cédulas falsas liberales”, invento laureanista para explicar los arrolladores triunfos electorales del liberalismo (Iden, anexo 44: “Un millón de cedulas liberales falsa s”, pag. 298) Coordinó sus denuncias parlamentarias con una impresionante movilización. El descontento social y la conciencia anti-imperialista que canalizaba Gaitán, y -sobre todo- el temor a la materialización de la ―Plataforma del Colón‖, en la próxima presidencia, atemorizó a las oligarquías y al capital monopolista (Anexo 49: La “Plataforma del Colón”, pag. 302)

Si a ello se agrega el proyecto del Partido Conservador de consolidarse en el poder y el apoyo del Departamento de Estado a ese proyecto, como freno al comunismo, se entenderá las miles de víctimas semanales, incluso con pretextos grotescos: hasta las fachadas y las corbatas rojas de humildes caseríos y de clientes en los cafés de las ciudades, eran invitación para el ataque. Gaitán provocó un fenómeno de sociología política no conocido en el mundo: unas masas enardecidas por asesinatos, genocidios, desplazamientos forzosos, pérdida de propiedades, despidos, humillación…,acudieron al llamado de Gaitán, marcharon en memorable silencio, exigido por el jefe indiscutido de las multitudes y en la plaza pronunció el famoso discurso (Anexo 50: “Oración por la Paz”, pag. 305) Gaitán enarbolaba un gran pleito tanto contra las oligarquías nacionales, como contra los intereses imperialistas. Salir del gran conductor, era la aspiración de ambos. “(…) El siete de febrero de 1948, quedó sellada la muerte de Gaitán, porque ese día se hizo la Manifestación del Silencio, donde Gaitán pronunció el discurso más importante en toda su carrera

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política, el más elocuente.(…) Fue realmente impresionant e, porque la plaz a de Bolívar se llenó al tope. (…) el fenómeno de la popularidad de Gaitán rebasaba las fronteras; en todas partes se veía que era el líder necesario, no sólo de Colombia, sino de la Izquierda de América. Entonces empezamos a ver qué Gaitán estaba en peligro y se lo dijimos (…): –―A mí no me matan, mi seguro es el pueblo (…) Esas son pendejadas, a mí no me pasa nada, yo no me pongo con esas cosas (…)” (Bbl 32, pag 208)

Minutos antes del asesinato, Gaitán bajó de su oficina acompañado por Plinio Mendoza Neira a quien la hija del líder, Gloria, califica de cómplice del magnicidio. Gaitán acababa de ganar una de sus más importantes peleas jurídicas. El episodio es narrado por Mendoza en entrevista con Alape (o.c.): “(…) tomé yo del brazo a Gaitán y, adelantándonos a los demás amigos, le dije: Lo que tengo que decirte es muy corto. Simultáneamente escuché t res disparos consecutivos y un c uart o, retardado. Fragmentos de segundos más tarde, Gaitán cayó al suelo” (ibid,)

b) La movilización desordenada. La noticia del asesinato se fue regando como pólvora. Lo primero que hizo la gente, manipulada seguramente por agentes del régimen, fue darle muerte al asesino directo, un pobre instrumento de los autores intelectuales. Sin coordinación real, espontáneamente, el pueblo se amotinó. Universitarios y trabajadores llevados por la ira y el ardor revolucionario, se tomaron algunas emisoras en varias ciudades y emitieron proclamas y comunicados con notorias informaciones engañosas como el ajusticiamiento de las figuras más representativas del régimen y la “incorporación del ejército a la revolución”, pero sin dar directrices concretas para la organización popular. Alape muestra éstas arengas, de las cuales reproduzco tres: ―(…) Ultimas Noticias con ustedes. Los conservadores y el gobierno de Ospina Pérez acaban de asesinar a Gaitán, quien cayó frente a la puerta de su oficina abaleado por un policía. ¡Pueblo, a las armas! ¡A la Carga!, a la calle con palos, piedras, escopetas, cuanto haya a la mano. (…) Asaltad las ferreterías y tomaos la dinamita, la pólvora, las herramientas, los machetes (…) Aquí la Radio Nacional tomada por el comando revolucionario de la Universidad. (…) Arden los edificios del gobierno asesino! Pueblo liberal, por la venganza de Gaitán, ¡ A LA CARGA !;Pueblo liberal, por el triunfo de la revolución, ¡ A LA CARGA !; Pueblo liberal, por la reconquista de poder, ¡ A LA CARGA ! (…) La revolución popular ha triunfado. (…)‖

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Sólo la Central de Trabajadores (CTC), representaba un polo organizado, aunque pequeño, que llama a la “Huelga General”. En el resto del país se crean, principalmente en núcleos obreros como Barrancabermeja y Cali, “Juntas Populares de Gobierno‖ que obligan a algunas administraciones departamentales y municipales a huir. Pero no existe un mando central. La llamada “Junta Revolucionaria de Gobierno”, no tiene un contacto real con la insurrección de provincia, ni siquiera con la de los barrios de Bogotá. El liberalismo está dividido entre la oligarquía, bien organizada, que pretende ser la “legitima” dirección liberal y la izquierda o gaitanismo, sin organización, con varios grupos, uno de los cuales se constituye, según las emisoras de los insurgentes, en “Junta Revolucionara de Gobierno‖. La primera se encuentra en Palacio, con el presidente, sus ministros y los altos mandos militares, todos temerosos ante la incontenible revuelta popular que se extiende a todo el país. Pacta un gobierno de “Unidad Nacional”, en el cual asume varios ministerios, entre ellos el de Gobierno. La segunda –en la principal emisora-, emitiendo mensajes confusos y no ciertos. Horas después fue desalojada. Alape continúa el relato, reproduciendo las impresiones del jefe militar de Palacio: -“No tenemos sino un puñado de soldados para la defensa. (…) Acabo de informarme de que los tanques con que contaba el gobierno se han pasado a la revuelta. Avanzan (…) agitando banderas rojas y dando vivas a la revolución. (…)” Los “tanques revolucionarios”, fueron la gran artimaña del ejército para aplastar la insurrección. En realidad, fueron leales al régimen. Con banderas rojas y saludando puño en alto, pudieron llegar a palacio, desde donde dispararon contra los manifestantes. La insurrección o, mejor, la movilización desordenada, se propagó a todo el país, pero fué aplastada pocos días después, con una cadena de genocidios, principalmente en Bogotá. La más grande insurrección latinoamericana de la primera mitad del siglo XX había terminado con un baño de sangre, en varias ciudades. Pero aunque desorganizada, contó con un contingente de la Policía de Bogotá, la Octava División. El pueblo, “superior a sus dirigentes”, como lo proclamó Gaitán, asustó a las oligarquías y a los monopolios, como lo reflejó la prensa nacional e internacional (Por ej., ―El

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Colombiano‖ y norteamericano)

revista

―Life‖,

vocera

del

“Establecimiento”

c.- Ola genocida/magnicida. Una cuadruple victoria había alcanzado la recién creada Agencia Central de Inteligencia de: los EEUU (CIA) y la coalición oligárquica liberal-conservadora: 1) Asesinar al gran conductor; 2) Aplastar la insurrección desorganizada y aniquilar el gaitanismo; 3) Enganchar a Colombia en el tren de “la guerra fría”, acusando al “comunismo” de autor del crimen. (Para darle vistosidad dramática, se ordenó “en el término de la distancia” que todos los inmigrant es de Europa central y orient al se presentaran ante las autoridades militares ); 4) El triunfo del panamericanismo (“Doctrina Monroe”) sobre el

bolivarismo, con la Conferencia Panamericana que creó la Organización de Estados Americanos (OEA) Después de pocos meses de “Unión Nacional‖, con ministro de gobierno, presentado como “gaitanista”·, Darío Echandía, el Presidente Ospina realiza una “poda liberal”, en la administración pública en todos los niveles y regresó a gobierno de Partido. El Congreso, las Asambleas departamentales y los Concejos municipales fueron disueltos por tiempo ilimitado, “legalmente”, pese al concepto negativo del Concejo de Estado sobre turbación del orden público, dentro de la típica leguleyada colombiana: ―la Constitución me ordena sólo oír al Consejo de Estado, no aceptar su concepto, y eso hice: ya lo oí‖, expresó el presidente Ospina. El gobierno a todo nivel fue revestido de “poderes extraordinarios”, promulgó censura de prensa; el nombramiento del contralor pasó del congreso al presidente. “(…) Lo único que hicieron los representantes liberales fue continuar reclamando sus sueldos (…)”, según Antonio García (Bbl 32, pag 208). Con manos libres, Congreso maniatado y con un poder judicial ermpantanado provisionalmente, mientras instalaba uno de bolsillo,

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continuó la cadena de genocidios/magnicidios iniciada desde 1946, como nunca antes se había visto en la historia de ningún país latinoamericano, con 300.000 muertos, en dos años. (Bbl 33, pag 208) La represión, anunciada por su ministro Montalvo, “A Sangre y Fuego”, se cumplía inexorablemente, para permitir elecciones sin contendor y con violencia para el arribo a la presidencia del jefe conservador Laureano Gómez en 1950. Incluso, unos meses antes de su elección, en el Congreso de la República, se produjo el magnicidio contra el senador liberal Gustavo Jiménez, en pleno discurso. En otra sesión, se realizaron cien disparos y fue herido, provocando la invalidez hasta su muerte, el congresista y ex ministro Jorge Soto del Corral. Incluso, el hermano del ex-ministro Echandía, Vicente, fue asesinado durante manifestación. (Anexo 51: Los magnicidios de Gustavo Jimenez, Jorge Soto del Corral y Vicente Echandía , pag. 306; En las veredas y las ciudades, la condición de “liberal –Obvio: ni que decir de la “comunista” producía la muerte instantánea. (Anexo 52 Ma sacre selectiva a sindi calista s y comuni sta s, pag. 308)

Campesinos y labriegos debían portar, lo que constituía un “seguro de vida”: credencial numerada, con la foto de Laureano y firmada por el presidente del Directorio Conservador, municipal o veredal, en la que aseguraba, que ―el portador ha jurado que no pertenece al Partido Liberal. Por tanto, su vida, su propiedad y su familia deben ser respetadas‖ (Bbl 34a, pag 208). Las “Casas Liberales” de varios municipios fueron baleadas, dejando numerosos muertos y heridos (Anexo 53 : Genocidios en las ca sa s liberales: Cali, un ejemplo. Pag. 308).

La cacería de inconformes se extendió a la religión (unos sectores y prelados, la bendec ían –como monseñor Builes-; otros, se oponían, incluso asumiendo riesgos, como el sacerdote antioqueño Félix Restrepo). Un grupo

de jóvenes, entre 15 y 20 años fueron mutilados, cercenado su mano derecha por el delito de ser “protestantes”, pertenecientes a las congregaciones de los Llanos . (Fluharthy, Bbl 34b, 208.). Las oligarquías liberales y conservadoras fomentaron, ―la guerra civil no declarada‖, con violencia directa y con expresiones como las del nuevo jefe del liberalismo Carlos Lleras Restrepo, quien “ordenó” a sus

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huestes no volver a saludar a conservadores, así fueran sus amigos (Anexo 54: Saludo entre oligarcas; odio, entre trabajadores pag. 309).

El camino, necesario para el arribo de Gómez a la presidencia en 1950, estaba pavimentado. Esa violencia magnicida/genocida de los 50s, forjó una nueva alma social, adormecida ante el crimen, magnífica herencia para las mafias y el paramilitarismo que pueden actuar sin el contra-ataque colectivo. (Ayuda a explicar “Por qué en Colombia dejamos matar” Sólo como muestra: ―En el Líbano (Tolima) ―Tarzán‖ y sus hombres aplicaron a la familia Duque la decapitación del padre, el cort e de franela a los niños, golpes contra el pavimento –dentro de un costal- a la chiquilla de un año, hasta convertirla en una masa informe para dejarla colgada de una vara, eventración a la madre embarazada y profanación impúdica del cadáver‖. (Bbl 35,-pag-208

+ Anexo.55: ”La violencia en Colombia, 1946-57” ,

pag. 310)

d) Colombia, víctima de “la guerra fría” La ola de violencia, coincide con la rápida extensión de la “guerra fría”, como respuesta de EEUU y sus aliados al impresionante avance de una mezcla de proceso revolucionario mundial y ocupación imperial stalinista del oriente europeo. (El triunfo del movimiento guerrillero en Yugoslavia, la fundación de la República Popular China y las victorios as insurrecciones armadas de Korea y Viet-nam; los avances guerrilleros en Grecia, los triunfos electorales comunistas en Checoslovaquia, Francia e Italia y social-demócrat as en el Reino Unido, Suecia, Noruega y Finlandia, más los movimient os de liberación nacional “al socialismo” africanos, parec ían darle un giro socialista al planet a. Pero, lamentablemente, coincidieron con la violencia stalinista sobre los trabajadores de URSS y Europa Oriental, más la satelización, t anto de E uropa oriental, como de los partidos comunistas, en torno al “Gran Padre”)

Por otra parte, los gobiernos de México, Bolivia y Brasil estaban nacionalizando los yacimientos petroleros; en Guatemala, el de Arévalo menciona la urgencia de reforma agraria en las extensiones bananeras de la United Fruit Company; los movimientos reformistas que invitan a la neutralidad en la guerra fría, avanzan en Latinoamérica. EEUU afina con brutalidad su política expansionista, vestida de anti-comunismo y de ―salvación de la cultura cristiana y occidental‖. Promuve golpes de Estado, afincado en élites militares corruptas y genocidas. Toda América Latina los sufrió, con excepción de México. Dos países -Chile y Colombia-, fueron excluidos, inicialmente, de golpes de Estado

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militar, porque los gobiernos “civilistas” encarnaban el alineamiento anticomunista con la política norteamericana, la cual amenazó con la bomba atómica, para ser arrojada “atrás de la cortina de hierro”. El movimiento comunista, aliado con socialistas y radicales del mundo, advirtió que luchaba por la paz, pero que no descuidaría la posibilidad de “guerra caliente”, si los EEUU invadían países con triunfos revolucionarios y utilizara la bomba atómica contra la URSS y el ―campo socialista‖. Por tanto, al clima de guerra nacional se superpone, en Colombia, un clima de guerra internacional. En documentos, varios partidos comunistas –entre ellos, el colombiano- anunciaron que abrirían frentes de combate si EEUU desatara la guerra. Probablemente, Pablo Neruda es quien mejor reflejó ésta situación: ―(…) Si armas tus huestes Norte América,/ (…) saldremos de las piedras y del aire,/ para morderte:/ saldremos de la última ventana para volcarte fuego/ (…)/ saldremos del surco para que la semilla/ golpee como un puño colombiano, / (…) No vengas entonces a pescar a Tacopila/ porque el pez espada conocerá vuestros despojos/ No confíes del gaucho (…) ni del obrero de los frigoríficos/ Ellos estarán en todas partes/(…) como los venezolanos/(…) que os esperan con una botella de petróleo/ (…)/ No desembarques en China:/ ya no estará Chang, el mercenario/ (…) / de todas las banderas y navíos (…) saldrá también el átomo desencadenado/ hacia vuestras ciudades orgullosas/ (…) Que nada de esto pase (…)/ ¡Que despierte el leñador.!‖ (Bbl 36, pag 208) La víctima latinoamericana, más cercenada en la “guerra fría”, convertida en caliente, fue Colombia que soportó un baño de sangre permanente. Además, con la pérdida del conductor que logró unir a los trabajadores contra las oligarquías. La “guerra fría” sirvió para que EEUU y la URSS satelizaran tanto a Europa Occidental, Japón y gran parte del tercer mundo, como a Europa Oriental y la otra parte del Tercer Mundo. (―Las dos potencias se parecen a dos elefantes: cuando pelean, tiembla la tierra; pero tiembla más, cuando hacen el amor‖, según un expositor indú).

Disuelta la URSS, EE UU establece su incuestionable unipolaridad mundial y sus monopolios penetraron en China, Europa central, Rusia y

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la repúblicas ex-soviéticas. Perdieron todas las guerras en las que se embarcaron ( la 2ª, la “ganaron” a costa del ejército rojo; a Japón lo “derrotaron” con la bomba atómica, sucumbieron en Korea, Cuba, Viet -nam, Camboya, Laos,…), pero ganaron la más importante de la historia: ―la

guerra de las galaxias‖ o la hegemonía mundial satelital. El espionaje electrónico de hoy –con generaciones de s ofisticados aparat os no conocidos más allá del Pentágono logra penetrar en todos los recónditos lugares, filmar conversaciones de presidentes, guerrilleros, magistrados, sindicalistas, dirigentes revolucionarios, periodistas, terroristas, narcotraficantes, que luego son utilizados como chantaje o armas electorales para sus amigos. Colombia fue (es) una especie de base experimental. La administración Gaviria (1990-94), con el pretexto de construir una escuelita, permitió en el espacio de la costa pacífica un satélite que espía a todos los países suramericanos en éste litoral; la Administración Samper (1994-98) fue sometida a toda clase de chantajes y la presidencia de Colombia en los ―No Alineados‖, durante ese período, fue una verdadera vergüenza pues en lugar de ejercer un liderazgo no alineado, sumergió la organización en una laguna gelatinosa, que no brindó la más mínima solidaridad a ningún país agredido. Samper será condecorado como uno de los sepultureros mayores de esa organización. La fusión de la mecánica, la electrónica y la informática con la biología, ya está siendo utilizada en el ciber-espionaje. Con los “Chips-espías”·, los “Bio-chips” y la “Nano-technologie”, desarrollados por la Agencia de Investigación Avanzada del Pentágono (D ARPA) ya se logró la cohabitación de larvas, portadas en micro-chips, con cacahuates, fríjoles, aceitunas, …, hasta y después de su conversión en insectos. Este “Hi-Mems” (Sistema de híbridos micro-electrónicomecánicos) no tiene contención. Aunque aún en experimentación, ya están siendo utilizados y -al ser digeridos-, cohabitan en el organismo de la víctima, identificándola desde los satélites. Aún, sin recurrir a la biología, a través de un bolígrafo, gafas, zapatos y hasta en tinturas de cabello, lápiz labial e implantes odontológicos, podrán conectar a las víctimas potenciales con los satélites y a los satélites con aviones portadores de “bombas inteligentes”.

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En Colombia, los jefes “guerrillos‖ (dejaron hace rato de ser altruistas guerrilleros, lo cual no exonera de criminalidad ni al Estado ni al imperio) fueron –están siendo- alcanzados por la búsqueda satelital y

masacrados. (Anexo 56: los magnicidios a Raúl Reyes y a la soberanía ecuatoriana. Pag., 311)

e) Respuesta armada insurgente de los años 50s. A la lucha por Reforma Agraria y por mantener las conquistas obreras, se suma, desde 1946, la batalla por la vida y contra la represión, unida a la exigencia política de derrotar un gobierno de minorías. Gaitán la capitaneó hasta su asesinato. A partir del 9 de Abril de 1948, surge y se desarrolla el movimiento guerrillero, el ejército es depurado de oficiales y sub-oficiales liberales, muchos de los cuales se alistan en las guerrillas Ese movimiento guerrillero, obviamente popular en sus bases, pero manejado por la Dirección Nacional Liberal, como carta de negociación con el gobierno conservador, se va extendiendo por el país. Se auto-denomina “República Libre de Colombia”, o simplemente “guerrilleros limpios”, en el argot coloquial. El Partido Comunista no se quedó atrás: apoyó la organización autodefensiva del campesinado. En Cundinamarca (Sumapaz y Tequendama), en Tolima, Huila, Caquetá, Cauca, promueve a “los guerrilleros comunes”, con un “coronel de guerrillas”, Jacobo Prias Alape, “Charro Negro” miembro del Comité Central y con los “Mayores‖ “Lister” (Isauro Yosa), “Richard” (josé Alonso Castañeda), “Ciro Trujillo” (Juan de Jesús Trujillo Alape), “Manuel Marulanda”. (Pedro Antonio Marín) (En la historia oficial de las Farc se minimiza el liderazgo inicial de “los Mayores”, c uatro, que –con el mismo rango y respeto que Marulanda - constituían un Estado May or Conjunto de “las regiones de Autodefensa”, bajo la jefatura del “Coronel de guerrillas Charro Negro”. Menos se menciona al orientador político e ideológic o, Camargo, fundamental para que los guerrilleros optaran por el PC).

Bajo el auspicio de los partidos liberal y comunista, se organizaron varios frentes guerrilleros, con un “Estado Mayor Conjunto”, expresado en ―las guerrillas de Davis‖ (Cañón de Cambrín, confluencia de los ríos Amoyá, Ambeima, Anac hí y Cambrín, hoy “Parque Nacional Natural Las Hermosas”, Departamento del Tolima), En Cundinamarca, un líder

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guerrillero, Juan de la Cruz Varela, aglutina combatientes de todos los partidos Esa confluencia guerrillera liberal-comunista, arrincona al gobierno. En el período 1949-1953 (administraciones Ospina/Laureano/ Urdaneta), obtiene importantes victorias tácticas que son respondidas no tanto con enfrentamientos directos, sino –especialmentecon bombardeos a poblaciones inermes, con genocidios como los casos de Chaparral (1949) y Villarrica (1955). (Anexo 57: Masacre en Villarrica y bombardeo a Chaparral. Pag, 313). Genocidios, a la manera del conquistador español, desconociendo “capitulaciones‖, es decir acuerdos –incluso con el gobierno venezolano- y masacrando amnistiados. (Anexos 58 Ase sinatos negociados de Saul Fajardo, “Chieto” Velásquez y Guadalupe Salcedo. Pag, 314), con episodios tan ultrajantes, entreguistas

y vergonzosos como el de la cesión de los islotes “Los Monjes” a Venezuela, en pago por la extradición de jefes guerrilleros refugiados en el hermano país. (Anexo 59 “Los Monjes” : el magnicidio de otra entrega de nuestro e spacio territorial. Pag, 316).

Violencia de los 50s que tiene como objetivo político inmediato la presidencia para el jefe del Partido Conservador, Laureano Gómez. Pero como las inmensas mayorías del país eran liberales-gaitanistas, ese objetivo sólo lo garantizaba el terror. (Anexo 60: Arra sados periódicos y ca sas de jefes liberales. Pag, 319).

Desde el levantamiento espontáneo, el 9 de Abril, hasta el auge guerrillero que se extendió en los 50s, nada preocupaba más a los EEUU, en América que la situación colombiana: ―Ningún hecho posterior a la Segunda Guerra Mundial ha revelado tan violentamente el potencial revolucionario que existe entre nuestros vecinos del S ur como la abortada revolución del 9 de Abril, (…) muestra todos los elementos de una revolución latinoamericana‖ (Bbl. 37, pag, 208)

El panorama colombiano entre 1946 y 1957: pueblo Liberal y conservador matándose; la segunda parte del propuesto ―binomio pueblo-FFAA‖, acribillando a la primera; un circulante en crecimiento debido al disparo de los precios del café, cuyos dólares eran convertidos a pesos, desvalorizando la moneda e incrementando los precios (Sólo en cuatro años -1946-50-, los medios de pago se incrementaron en cerca del 80%. Es diferente el ingreso de divisas via producción que el de

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vía precios: Con el primero, la producción s ostiene el incremento de la masa monetaria; con el segundo, también s e increment a, pero la producción no: tiende a disminuir. Proceso que pude constituir una inflación galopante) Para

completar, con una férrea legislación laboral que impedía la protesta. Todo ello permitió a oligarcas conservadores y liberales brindar en la euforia de una ”dictadura buena para los negocios‖: se abrió paso una economía expansionista, monetarista, sin respaldo productivo, sumada a un proceso especulativo, pero que Laureano y sus consejeros llamaron “Economía de la Prosperidad‖. Fue de poco tiempo: a la ola expansionista, el ciclo económico presentó contracciones, las cuales se sumaron al “ciclo político”, por la expectativa de la nueva Constitución falangista, propuesta por el gobierno, con la cual moldeaba un “Estado Corporativo” (a semejanza de España y Portugal, que mostraban bancarrota económic a). Hasta allí llegó la luna de miel entre el “laureanismo‖ con su propio partido. Otro “golgotianismo‖ sucederá con el entendimiento de un sector conservador (Ospina + Alzate A vendaño) y el oficialismo liberal. El golpe militar (1953), fué la solución para lograr el punto de equilibrio sobre el necesario recambio político y el apoyo de la población al nuevo experimento, que atajó el proceso insurreccional y –al tiempo- aseguró el eslabón colombiano en “el patio trasero” de los EEUU. Rojas intentó un populismo tipo Perón, en el cual su hija María Eugenia, a semejanza de Evita, repartía importadas muñecas de porcelana a niñas hambrientas, pero sin la legislación laboral del “Justicialismo” que implicó el apoyo de los trabajadores argentinos. Logró -eso si- la desmovilización de la guerrilla liberal más poderosa, la de los Llanos, no así la de las dispersas y pequeñas organizaciones de Cundinamarca, Tolima, Huila, Valle, que se convirtieron en bandas de delincuentes y en paramilitares al servicio de la represión, con magnicidios a líderes sindicales, estudiantiles y guerrilleros (Anexo 61: Antonio Larrota o la teoría del foco en acción, pag 320) ; (Anexo 62: El ase sinato de “Charro Negro” , pag. 321). Obvio: tampoco la

desmovilización de las “guerrillas comunes”, las cuales conformaron “Regiones de Auto-Defensa‖, precursoras de las FARC El liberalismo, sin participación gubernamental, propició otro “golgotianismo”, aliándose a su archienemigo Laureano, contra Rojas-

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Ospina. (Después, incorporará a la alianza a Ospina para formar el “Frente Civil”, denominado luego “Frent e Nacional”). Un Genocidio/magnicidio, días antes de cumplir el primer año del golpe militar, la masacre a estudiantes en Bogotá, será el pretexto para la nueva alianza liberalconservadora. Y para que el estudiantado sea el sector escogido, como ―carne de cañón‖, para el derrocamiento de Rojas y la consolidación de la hegemonía oligárquica. (Iden, Anexo 41, pag. 293)

Era del “Frente Nacional” a. El nudo politiquero/económico; b.-Poder militar en la sombra; c.- Tránsito al gran capital-terrateniente (Un: avance: ”Acuerdo de Chicoral”) a. El nudo politiquero/económico. Aunque un candidato liberal fue elegido al término legal de la “Alternación”, según la cual los dos partidos tradicionales alternaban la presidencia por cuatro períodos, de cuatro años, desde 1958 hasta 1974, uno de los acuerdos del FN, fue la “paridad” de esos dos partidos en los cargos públicos, condición que debía prolongarse por cuatro años (hasta 1978). Es decir, hasta la Administración siguiente, que resultó ser la de López (1974-78). Por tanto, en rigor, el “Frente Nacional”, comenzó en 1958, con la reforma constitucional, decidida por el plebiscito de 1957 y terminó –realmenteen 1978. Fueron 20 años de un “nudo politiquero/económico”, con acuerdos y desacuerdos para repartirse cargos públicos, alternarse en la administración del Estado, dividirse el botín presupuestal y capitanear a la burguesía burocrática como receptora de “comisiones” por negocios y contratos con el capital trans-nacional… El “nudo” implicó golpes bajos, conspiraciones contra tibias reformas, apoyos solapados y destapados a bandas de asesinos, como a las de Efraín González (Anexos 42, p. 295 y 43, p. 296) y a los bandoleros ―limpios”, como el caso del asesinato de “Charro Negro”· (Anexo 62, pag. 321), los cuales produjeron numerosos genocidios y magnicidios. La importante transformación política que propició el Frente Nacional, de unión clara entre las oligarquías conservadoras y liberales, requería cobijar política y militarmente el proceso capitalista en el campo colombiano, el cual convirtió al viejo latifundista (quien nunca fué “puro”), en

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nuevo capitalista y, al tiempo, atrajo a capitalistas urbanos a los negocios agromineros y pecuarios. Así se produjo el enlace de capitalistas con tierras + latifundistas con capital. Es decir, un “nudo” (Sin que ello traduzca la pueril interpret ación que el conservatismo representaba exclusivament e a los intereses latifundistas y el liberalismo propiciara un modelo puramente capitalista-industrial y comercial)

Ese “nudo” politiquero y económico, implicó la hegemonía oligárquica del F.N. Hegemonía que se manifestó con terribles genocidios (Santa Bárbara, Antioquia, 23 de Febrero de 1963, en apoyo a los monopolios del cemento, con gobernador accionista de la empresa (Anexo 63: Masacre en Santa Bárbara. Pag. 322 y de varias manifestaciones y marchas sindicales, acribilladas como las de Septiembre/1977, en la Administración López,). + Magnicidios, o asesinatos selectivos de líderes sindicales (Anexo 64: pag. 324) y dirigentes campesinos, como Jacobo Prias Alape, ya citado (Iden anexo 62, pag. 321) b) Poder militar en la sombra. En las guerras de independencia la oligarquía criolla vistió trajes militares, sustituyendo e intentando sustituir líderes político-militares, con raigambre popular, como Nariño y Bolívar. Hasta la mitad del s.XIX, de los ocho presidentes, seis fueron “generales”, pero elegidos por cuerpos colegiados, lo cual permitió el imperio de un poder en manos del Senado –notablato- que jamás representó a la población, en ausencia de elecciones directas. Además las sucesivas guerras civiles, implicaron –de hecho- presidentes militares o senados obsecuentes con el poder militar. Ese poder militar real no estuvo “en la sombra” y respondía ante cuerpos colegiados. Un “poder militar en la sombra”, comienza a principios del s.XX, con la aplicación de la “Doctrina Monroe”, lo cual implica asegurar que América siempre será para Norteamérica. Para ello se requería que la organización militar de cada país cumpliera esos objetivos, con una dependencia directa con respecto a la Secretaría de Defensa norteamericana (a partir de 1943, conocida como “Pentágono ”) y a la Secretaría de Estado, representada por las embajadas, obviando “el conducto regular” de los despachos presidenciales. Así, EEUU –con un poder militar en la sombra- ejerció el papel de árbitro en los conflictos partidistas y garantizó el orden para que las multinacionales pudieran

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actuar sin conflictos laborales. Pero el poder militar en la sombra tuvo otro patrón: el nuevo capitalismo terrateniente, siempre ávido de nuevas extensiones.. Poder civil formal; poder militar real (en la sombra), fue el esquema de las administraciones públicas en varios países latinoamericanos. A partir del grado de “Mayor”, la jerarquía militar contó con una formación política en la Escuela de las Américas, de acuerdo al “Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca”, -TIAR- de 1947. Al regresar, es ascendida y le habla duro a los presidentes. Cuando colige que no es acatada, acude a Palacio y los depositan en aviones hacia el exterior, para “salvar la patria”. Es invitada con frecuencia a las embajadas norteamericanas, con pompa y ruido, lo cual constituye un aviso a los presidentes que vacilan en cumplir dictados del imperio. (Existen, desde luego, honrosas excepciones en las cuales altos mandos escuchan más a los trabajadores que a las oligarquías y a las embajadas)

En Colombia, sólo se da un golpe militar en el s.XX, en 1953. Pero cuando ese poder militar fue impotente para liquidar el movimiento guerrillero, con influencia comunista y se estaba corriendo peligrosamente hacia un populismo con asesores socialistas, como Antonio García, se propició el levantamiento ciudadano para regresar a gobiernos civiles oligárquicos, ahora en coalición bipartidista y “paritaria”: fue el inicio del “Frente Nacional”. Comenzada esa era, con un partido liberal, reestructurado, al que ya se le ha amputado el gaitanismo y otro conservador, el exterminio de las guerrillas que no aceptaron la desmovilización, está al orden del día. Se requería el fundamento político-publicitario. El laureanismo lo inventa: ―En Colombia existen Repúblicas independientes‖ próximas a constituirse en “democracias populares” a semejanza de la comunista Europa del Este y de Korea. (Iden, anexo 45, pag. 299). En “El Siglo”, diario del “laureanismo”, se lanza la campaña de arrasarlas. Bombardeos, masacres, cárcel, torturas, desapariciones, nuevos desplazamientos forzosos,… y asesinatos que incluyen –por supuesto- a dirigentes revolucionarios en las ciudades. (Anexo 65: “Plan Laso” y/o “Lazo”. Pag, 327). Magnífico negocio: más tierras para el capitalismo agropecuario y minero, adquiridas a irrisorios precios del

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miedo; el capital burocrático se fortalece con compra de armamento, cuentas secretas de “orden público”; negociados con empresas trasnacionales, desvío a su bolsillo de buena parte del presupuesto; disposición, por los mandos militares, de mayor autonomía, mejores sueldos, primas y prebendas. Los sindicalistas y líderes del campesinado fueron acusados de ―amigos de la repúblicas independientes‖, con lo cual frenaron las luchas obreras y por la tierra. Las agremiaciones de capitalistas, particularmente la ANDI, organizaron “homenajes a las FFAA”, una advertencia al poder civil, para que destineara más recursos –sustrayéndolos al gasto social- para la financiación del exterminio de “las repúblicas independientes”. A la “guerra fría”, “normal” se agrega, en Colombia, el proyecto capitalista, suma que produjo un coctel explosivo, con variedad de ingredientes. El reformismo económico es uno de ellos, porque requería ampliación del mercado; propiciar un ascenso vertical de las capas medias; lograr una mayor cobertura a la salud, que sostuviera al trabajador; tecnificar y ampliar la educación, para dotar al nuevo capital de energías más calificadas.. Principalmente, las economías de las neo-colonias debían adecuarse a las nuevas necesidades monopolísticas como receptoras de créditos y filiales de casas matrices, exportando productos elaborados, además de las tradicionales materias primas y alimentos. Nunca antes, en la historia de Colombia, los intereses capitalistas nacionales, los políticos de ambos partidos tradicionales y los de la potencia imperial norteamericana, se habían identificado tanto. Comenzando el FN, América –y el mundo- son sacudidos por “la revolución de los barbudos”, comandada por Fidel Castro quien llega a La Habana y expulsa al dictador Batista, finalizando 1959. En el primer año todo el mundo se enamora del nuevo proceso. Pero las reformas agrarias y urbanas; la nacionalización de los ingenios del azúcar, de los bancos, de las empresas de servicios públicos, la expulsión de la mafia de los casinos, alarman a la sumatoria de gobiernos norteamericanos y latinoamericanos, a las burguesías; a los monopolios, al militarismo y a las mafias de ambas Américas. Atajar las simpatías manifiestas por el Tercer Mundo, la URSS, China y

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en general por el ―socialismo inexistente realmente‖ (jamás, ―realmente existente‖), logran el frente común panamericanista. El peligro de la “exportación de la revolución”, desde Cuba, no los deja dormir. Las inexistentes “repúblicas independientes”, en Colombia, tampoco. Era preciso revertir esos peligrosos procesos con la tenaza reformismo + represión. Por tanto, la evolución capitalista y la represión fascista –en Colombia- son los dos ingredientes principales del coctel. Es decir, la “Alianza para el progreso” de Kennedy + “El Plan Laso”, (También llamado “Lazo”, iden, anexo 65, pag 328) aconsejado por los instructores militares norteamericanos. (General William Yarborough, quien lo llamó “guerra de baja intensidad”). (Anexo 66: Una “Alianza” para parar el Progreso socio-político”, p. 328). La primera fue ejecutada por el reformismo que encabezó Lleras Restrepo (Administración 1966-70). El segundo, por la represión del “poder militar en la sombra”, que implicó la “Acción cívico-militar”, desde la Administración Valencia (1962-66) (Anexo 67: “Acción Ci vico-Militar”. Pag, 330).

El “Plan Lazo” cobró fuerza dominante, como concepción general de sometimiento, de “enlazar”, la oposición, en la Administración Turbay (1978-1982), con el “Estatuto de Seguridad” (Anexo 68: Pag, 332), el cual formalizó el poder militar agazapado, en la sombra, pero que actuaba a la luz del día allanando, encarcelando sin dictamen judicial, torturando, desapareciendo, asesinando con la mascarada de “ley de fuga”. (Fue la expresión jurídico-militarista de la política nort eamericana para América Latina desde 1947, con el ya citado TIA R, que permitió la intervención militar, el manejo del P entágono a las Fuerzas Armadas nacionales y una estrategia común contra los brotes revolucionarios que incluyeran –de ser necesariomagnicidios/genocidios)

c) Tránsito al gran capital-terrateniente (Un avance: “Acuerdo de Chicoral”) (Parte de éste literal está referido en el primer acápite de éste capítulo. Pag. 147: “La violenta acumulación‖).

La segunda y tercera revoluciones industriales + los primeros elementos de la cuarta (la aplicación del motor de combustión y de la energía at ómica a los proces os industriales, mineros, agro-industriales y pecuarios, más los inicios de la era informática), transformaron la relación ciudad-campo, en casi toda la

geografía del planeta. “La dictadura de la herramienta” agrícola sobre la

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creciente demanda de la industria, cesaba. Ahora la fumigación aérea, la irrigación por goteo desde el escritorio, tractores, las máquinas recolectoras, cosechadoras y empacadoras, los silos y frigoríficos, imposibles de adquisición para el pequeño y mediano agricultor, reemplazan el trabajo manual en la gran extensión. En términos de productividad, la parcelación de grandes extensiones, para constituir pequeñas y medianas propiedades familiares, resultaba anacrónica. –en términos técnico-económicos, enfrentados a los sociales y políticos)

Los pequeños fundos quedaron relegados para la agricultura de ”pancoger”, productos altamente perecederos y para satisfacer el mercado interior. Los grandes, para la gran agricultura comercial, tanto exterior como interior, especialmente para “las fábricas de granos” y las portentosas producciones lácteas, de cerdos y de polllos. Surge una contradicción que, en Colombia, se soluciona –se está “solucionando”- con desplazamientos forzados y genocidios: la gran producción agro/pecuaria y minera, requiere la extensión permanente de las fronteras agrícolas y mineras para los nuevos negocios, que tropiezan con la aparcería, los resguardos indígenas, la pequeña y mediana propiedad y las tierras beneficiadas con el trabajo de familias de colonos. Los capitalistas/terratenientes deben contar con nuevos predios y/o el ensanche de los ya conseguidos, mediante compraventas “voluntarias” y/o desplazamientos forzosos. En todo caso, la modernización del país (transformación capitalista del agro) requería la transferencia de mano de obra. Fue la materialización de la ―Operación Colombia‖ (P ropuesta por el economista canadiense Lauchlin Currie, rechazada por el presidente Alberto Lleras en 196 0, pero aceptada 12 años después, en la administración Misael Pastrana (1970-74). (Bbl 38, pag 208))

El capitalismo-terrateniente se apropió de éstas recomendaciones, no para fundamentar un plan socio-económico en el cual la demanda efectiva fuera el motor de una mayor productividad, sino para el empleo de un método rápido y abrupto para esa transferencia de mano de obra, que además le permitió ampliar sus fundos y dar cabida a aceleradas inversiones. (En su manejo sibilino “transferencia de mano de obra” implicaba desplazamientos forzos os).

Una nueva edición de las guerras civiles del s.XIX y “la primera

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violencia” del s. XX (1946-1957), propició la adquisición de predios a precios del nuevo mercado en la nueva guerra. Este tránsito, del minifundio y de pequeñas y medianas propiedades a la Hacienda y a la gran propiedad, logró absorber un torrente de capital-intensivo, con el cual se logró un importante incremento de la productividad Así se produce –en Colombia, desde la segunda mitad del s. XX- el proceso al capitalismo agropecuario y minero. Los desplazamientos fueron resistidos por una masa campesina curtida en la lucha, que se había movilizado y desmovilizado en contiendas armadas, que sabía pelear. Por tanto, el sector más lúcido de la burguesía, entendió –ésta vez con el apoyo de la “Alianza para el Progreso”- que debía emprender una Reforma Agraria, así fuera un remedo. A fines de la Administración Lleras Camargo (1958-62), produjo la Ley 135 que creó el INCORA. Pero fue la Administración Lleras Restrepo (1966-70), que la impulsó, con la Ley 1° de 1968, la cual estableció el fin de la propiedad para predios improductivos, definió cuales eran, favoreció la creación de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos” (ANUC) y nombró en el INCORA un cuerpo de funcionarios que, en alianza con los campesinos, hiciera respetar la Ley, con el programa de “adjudicaciones”, el cual enervó a las terratenientes/capitalistas, especialmente, de las regiones azucareras del Valle del Cauca y de las algodoneras de la costa atlántica. El objetivo capitalista de mayor productividad agrícola quedó preso de la contradicción entre los exponentes de la forma “clásica‖ y los impulsores de inversión-intensiva acelerada en grandes extensiones. Para los primeros, -además de la productividad en sí- debía atenderse el problema de ―la injusta tenencia de la tierra”, mediante un programa de “adjudicaciones” que, al tiempo, le quitara el apoyo a la insurgencia del momento (las “regiones de autodefens a”) y a la potencial (apoyo popular a nuevos “focos”), Fue la política de Lleras Restrepo. Para los segundos, la gran productividad requerida debía pasar por “transferencias” rápidas de mano obra y represión a las pretensiones campesinas por “desalambrar‖. Política de una gran coalición liberal-conservadora y de las agremiaciones de industriales (ANDI) y de capitalistas-terratenientes (“Sociedad de Agricultores Colombianos”, SAC ), de las federaciones nacionales de cafeteros, azucareros, algodoneros, ganaderos (FEDEGAN) con el

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apoyo del Banco Mundial. Las dos políticas no eran antagónicas, porque al tiempo que adjudicaba tierras en algunas comarcas, se favorecía la gran inversión agrícola y pecuaria en varios regiones con fundos de capitalistas-terratenientes, mediante inversiones estatales, en “Distritos de Riego”, carreteras, desmotadoras y silos, realizados en la administración Lleras. Pero el presidente insistió en expropiar predios incultos. Aún así, fue una caricatura, como lo advirtió Pécaut: “(…) lo que se había llamado Reforma Agraria, consistió, en lo esencial, en programas de colonización y adecuación de tierras incultas (…) para 1972 (…) el Instituto mismo parece languidecer. Los directores se cambian con frecuencia (…) Los Lleristas son expulsados gradualmente (…) las dificultades financieras se multiplican. En suma, todo parece dar testimonio de la voluntad de tranquilizar a los grandes propietarios (…)”. (Bbl,39-pag,-208).

El contra- ataque a las tibias reformas de Lleras no se hizo esperar: Inspirado por López Michelsen, pero decidido por el presidente Misael Pastrana, apoyado por los dos partidos tradicionales, con el concurso de altos mandos militares, jerarcas de la Iglesia y agremiaciones de capitalistas y capitalistas-terratenientes, acordaron en 1972, en Chicoral (Departamento del Tolima), la contrarreforma al proyecto Llerista, con Ley de 1973 (finales de la Administración Pastrana), la cual modificó la calificación de “predios adecuadamente explotados‖, impidiendo la expropiación de los no cultivados. Con un aditamento peor – es decir mejor, para el binomio latifundista + burocracia-: la “indemnización‖, que implicó el negociado de azuzar a unos campesinos para la toma de tierras sin producción, para luego comprarlas por el Estado, con pago inmediato, al propietario, del 40 por ciento (el saldo, con títulos/ valor a cinco años), A los campesinos invasores se los “indemnizó” con parte irrisoria de esos títulos, que luego fueron vendidos, a precios unitarios infames, por un pequeño agricultor hambriento, nuevamente a los propietarios de antaño. Esas políticas y éstos métodos, más nuevas medidas de fomento, realizadas por Misael Pastrana, como ofrecer capital-inversión mediante la creación del ·”Fondo Financiero Agropecuario”, implicó que ―Las

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condiciones no podrían ser más favorables para el progreso de la gran agricultura capitalista‖ (Pécaut, Bbl 40, pag 208). Pastrana le entregó a López un INCORA en coma, sin fantasmas de expropiaciones, solucianadas con el “Acuerdo de Chicoral” (“Chicorolazo‖, lo denominó la Asociación de Usuarios Campesinos).

Ambos, Pastrana y López, impulsaron la modernización del agro, mediante inversiones en grandes extensiones territoriales, en lugar de la vía reforma agraria, en pequeñas y medianas parcelas. Además, el Incora fue sepultado por el presidente-cafetero (Cuando el café conoció su más alto precio internacional de 3 dólares/libra, se inventó la tesis: “la bonanza es para los cafeteros‖, ni siquiera para los caficultores, mucho menos para el país) El período real del F.N (1958-1978: Lleras Camargo-López),

cumplió un objetivo, con un método y un sub-producto: la modernización capitalista, con feroz represión y el sub-producto del capitalismo mafioso. (Anexo 69: Rsumen de genocidios/magnicidios en la era del Frente Nacional. Pag, 332

El “foco guerrillero”. Comenzando la era del “Frente Nacional”, importantes núcleos del estudiantado, promueven la respuesta armada insurgente, mediante la teoría y la práctica del foco guerrillero, inspirados en el “Che”. Surgen varios intentos fracasados, como las guerrillas de Antonio Larrota, Tulio Bayer, Federico Arango, Leonel Brand/Gleydis Pineda; los experimentos fallidos del PC (m.l)/EPL, con Garnica, Torres y Morales, Libardo Mora y Bernardo Ferreira; con excepción de la insurgencia indígena del “Quintín Lame”, en el Departamento del Cauca, que no fue ningún ―fracaso‖, sino desmovilización con negociación (Tuvo antecedentes con la ―República chiquita de indígenas‖, organizada –precisamente- por Quintín Lame en Inzá/1915-16. (Bbl 41, pag 208).

La “línea armada” se consolida con el ELN, el EPL, el M-19 y, particularmente, con las FARC, que cambia el nombre de “regiones de autodefensa”, antes ―guerrillas comunes‖. (En general, por tratarse de muertes naturales, o en combate o en accidentes, no incluyo en la galería de “magnicidios”, la desaparición de

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varios de éstos combatientes, consecuentes con su discurso, como los del “cura-guerrillero” Camilo Torres Restrepo, Eduardo Franco, Jaime Bateman, Luis Morantes (―Jacobo Arenas‖), Pedro Antonio Marín (―Manuel Marulanda‖-). Isauro Yosa (“Mayor Lister”), Hernando Gonzalez, José Antonio Castañeda (“Mayor Richard”, extrañamente desaparecido y extrañamente ignorado en la historia oficial de las Farc); Manuel Vázquez, del ELN, los curas guerrilleros españoles incorporados al ELN a través del “Movimiento Golconda”, como Manuel Perez, “Plutarco”, primer comandante, a partir de los 80s, Domingo Laín, José Antonio Jimenez, Diego Cristobal Uribe,... Antes, de jefes guerrilleros liberales como Dulmar Aljure, Rafael Rangel, Silvestre Bermudez, asesinado fuera de combate por un cabo de la policía, Hermógenes Vargas (“General Vencedor”, asesinado semanas después ) y Juan de la Cruz Varela, quien posteriormente adhirió al Partido Comunista. (Estos últimos aceptaron la “paz” propuesta por el gobierno militar)

En Colombia, la violencia exigió la autodefensa campesina desde 1949. Cuando esas organizaciones campesinas –que, en rigor, no pueden ser llamadas ―focos‖- pretendían su disolución, mediante compromisos gubernamentales de seguridad y cierta reforma agraria, surge la ofensiva militar contra ellas mediante la acusación de “repúblicas independientes” (Anexo 45, pag.299) El Partido Comunista estimuló “la lucha por la legalidad” (7º Congreso, 22 y 23 plenos del Comité Central, por ej), es decir el cese de acciones armadas ofensivas, o “guerrillas móviles”. Paradójicamente, eso asustó a los asesores militares norteamericanos que aconsejaron el exterminio de tales regiones en acuerdo con el laureanismo. Las regiones de autodefensa, debieron persistir en los combates, para enfrentar los bombardeos. Luego, -comienzos de los 90s - por la ruptura de “Los acuerdos de La Uribe‖ y de “Cese al Fuego”, entre gobierno y Farc, boicoteados por las FFAA, (Anexo 70: “Acuerdo de La Uribe, pag 338); (Anexo 71: Propue sta Farc: “Cese al fuego”, pag, 338.

Animado por el proceso de paz en curso, el presidente Betancur en discurso a sus ministros y a jefes militares, expresó: “es una vergüenza que estos hombre hayan tenido que luchar con las armas por objetivos

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que están dentro de la Constitución y las leyes, que debieron haber sido realizados por el gobierno y el Parlamento y que sin embargo no han pasado a los hechos” , (Bbl 42, pag 208) Volvamos a los 60s: las juventudes latinoamericanas –incluidas las colombianas- fueron animadas con el concepto de la toma rápida del poder (“revolución política”) para desde allí emprender el denominado ―cambio de estructuras‖ (“revolución socio-económica”). Para unos debía ser por “la vía pacífica” (los partidos comunistas oficiales, fieles a la “línea Moscú”). Otros, la ―línea Pekin‖, mediante la guerra popular (escisiones “marxistas-leninistas” de los partidos “oficiales ”). Pero surgió otra, inspirada por la revolución cubana: “el foco guerrillero”, según la concepción del “Che” (“no siempre hay que esperar a que se den todas las condiciones para la revolución; el foco insurreccional puede crearlas”/Bbl -43,-p..208). Pero ,-¿profetizando el desastre colombiano y el suyo en Bolivia? - advertía: “Pretender realizar éste tipo de guerra sin el apoyo de la población, es el preludio de un desastre inevitable” y agregaba: “Está apoyada por las masas campesinas y obreras de la zona y de todo el territorio. Sin ésta premisa no se puede admitir la guerra de guerrillas”.- (Bbl 44, pag. 208)

Estas dos últimas premisas afianzaban su concepción inicial, según la cual “Donde un gobierno haya subido al poder por alguna forma de consulta popular, fraudulenta o no, (…) el brote guerrillero es imposible de producir por no haber agotado las posibilidades de la lucha cívica”. (ibid). Una caricatura –muy deformada- de éstas concepciones la popularizó el ideólogo francés de la guerrilla latinoamericana, Regis Debray, con su panfleto ―¿Revolución en la revolución?”. Bastaba “inflamar‖ con discursos revolucionarios a las masas campesinas, para constituir “Ejércitos de Liberación”. Preso de ésta concepción es asesinado –años antes- por un bandolero, al servicio del Ejército, el valiente líder estudiantil, fundador del MOE C y uno de los más notables revolucionarios de los años 60s, Antonio Larrota (Anexo 61, ya citado, p.320). En América Latina se extendieron las dictaduras militares y civiles, con gobiernos “sin consulta popular” o con “consulta” muy cuestionada. El pasabordo para iniciar ―el foco‖ estaba expedido. Con éstos alientos, inspirados en el líder más carismático de América,

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después de Bolívar, un sector de la muchachada latinoamericana se comprometió en la aventura guerrillera a partir de los años 60s. En Colombia, después de algunos “focos”· fracasados, se estabilizaron las organizaciones guerrilleras (FARC, ELN, EPL, M-19) Pero una combinación de resistencia armada de masas, con guerrillas, comenzó antes de los 60s, es decir antes de la revolución cubana. Las primeras direcciones guerrilleras que –en rigor- no corresponden a “focos”, sino a organizaciones campesinas de masas, datan desde 1949, como respuesta al genocidio en Villarrica (anexo 57, ya citado, p 313). El “Estado Mayor Guerrillero‖, liberal-comunista fue disuelto en 1953 tras el golpe militar, pues mientras los liberales se entusiasmaron con la propuesta de Paz de Rojas, “los comunes” “no comieron cuento” y prosiguieron los combates, como respuesta campesina a nuevos genocidios, especialmente en Chaparral, perpetrados por la dictadura militar (anexo Iden). Varios mandos guerrilleros se incorporaron al PC y algunos fueron elegidos a su comité central. En los años 50s, inspirados en las guerrillas antifascistas yugoslavas, en el ―Ejército Popular de la República española‖, en las hazañas de los militares soviéticos y en “La Gran Marcha‖ china, se propusieron por muy corto tiempo la toma del poder y constituyeron, fugazmente, un ―Ejército Revolucionario de Liberación Nacional‖ (La inspiración de sus mandos puede advertirse en hechos, aparent ement e, triviales: dos jefes guerrilleros, los “mayores” ―Lister‖ y ―Richard‖, en Guayabero y Pato, adoptaron sus pseudónimos, como homenaje a Enrique Lister, fundador de las Milicias Antifranquistas obreras y campesinas de España y forjador del ―Quinto Regimiento” y a Richard Sorge, audaz militar soviético, quien logró infiltrarse en el ejército alemán e informar sobre el ataque a la Unión S oviética, desestimado por Stalin.- Ambos personajes muy admirados por el Movimiento Comunista Internacional)

Desde los inicios del FN (1957-58), las “guerrillas comunes” se transforman en “Regiones de Autodefensa”, principalmente en El Pato, Guayabero, Riochiquito y Marquetalia, bajo la dirección del ―Coronel de guerrillas‖ Jacobo Prias Alape, asesinado en 1960 (Anexo 62, ya citado, p. 321). Unificaron su mando y cambiaron su nombre por el de FARC, en 1968 (“Tercera Conf erencia de combatientes‖), aunque hoy reivindican su fundación en 1964 con la respuesta al ataque

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a Marquetalia. ―Esa fecha se toma como fundación de las FARC‖, (Bbl 45, pag 208). Pero en aquella época jamás se autodenominaron así (Habría sido una desobediencia al PC). Al parecer ésta historia contada por Jacobo Arenas en su ―Diario de la Resistencia de Marquetalia‖ (Bbl 46,pag. 208) y reeditada en 2005 corresponde a la intención de proyectarse como la primera fuerza insurgente en postular “la captura del poder” (IBbl 45) Pero tampoco fue así: las ―Regiones de Autodefensa”, enmarcadas en la línea política del PC, persistieron en descartar cualquier formulación de ―toma del poder‖. Además muestra cómo el naciente ―Partido Comunista Clandestino‖, se diferencia del “oficial”, reivindicando la orientación guerrillera del Partido desde 1949, lo cual no sucedió, pues por mucho tiempo su comité central se opuso a lo que era la voluntad de los guerrilleros, favoreció la ―lucha por la legalidad‖, el mantenimiento de las ―regiones de autodefensa” y su rechazo a “la guerrilla móvil” (“Lister”, organizó la guerrilla móvil denominada “Columna Prestes”, en homenaje al S ecretario General del Partido Comunista brasilero, pero fue amonestado y su “columna”, disuelta ).

Por otro lado es una historia que no subraya que la dirección de “los comunes” y de las “regiones de autodefensa” estuvo a cargo, por varios años, del “Coronel de Guerrillas” Charro Negro y que los mandos operativos, con el rango de “Mayores”, fueron conducidos por ―Lister‖ ―Richard‖ ―Ciro‖ y ―Manuel Marulanda‖ Desde los 60-70s, el primero estaba aislado, por enfermedad; el segundo, silenciado por completo; el tercero, “muerto en combate”, pero en Miraflores, extremo oriental de Boyacá, sin tropas de su confianza y en medio de población hostil, que recuerda el colapso del General Nariño. El cuarto, Manuel Marulanda, quedó entonces con el mando, proclama las Farc y es aclamado como indiscutido comandante general.. La muerte por enfermedad del segundo comandante de las Farc, “Jacobo Arenas” (Luis Morant es 1924-1990), corresponde, en términos generales, al comienzo del fin de los métodos revolucionarios y guerrilleros, los cuales mantuvieron objetivos políticos y persistieron en “la línea de masas”, es decir no ejecutar acciones opuestas al sentimiento de la población tanto la circundante como la de todo el país. Las otras organizaciones son: ELN-1964; EP L-1965 y M-19- 1973 . (El EPL:

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no “surgió” en 1968, como lo sostiene algunos neo-historiadores, sino en el llamado “10 Congreso del PC” -que, en realidad fue el primero del m-l./1965. Garnica y sus compañeros son torturados y asesinados presos, después de la “primera incursión”, la cual ocurrió en 1966).(Anexo 72: Magnicidios a dirigentes del PCC/ml. Pag, 341).

El ELN constituye el mejor ejemplo de la aplicación de la tesis del “foco”. Estudiantes e intelectuales van “pal-monte”, con un importante auge inicial que logra la incorporación del sacerdote Camilo Torres (1929-66), quien pudo ser un “foco” de unidad popular con su tesis del “Frente Unido”, colapsado por su temprana desaparición. Bajo el mando de Fabio Vázquez, ELN establece un puritanismo fascista que lleva al asesinato -con la pantomima de procesos- a importantes dirigentes y revolucionarios honestos con su causa y su organización. (No poder caminar 30 km con 50 kilos en la espalda, cuestionar el mando “facho”, pretender aplicar las enseñanzas guerrilleras del Che y de Mao en cuanto a la necesaria vinculación con las masas, eran razones suficientes para decretar los fusilamientos. ¡Lo que no pudo hacer el ejército, lo hizo Fabio Vázquez!). El PCC (m-l)/EPL no se quedó atrás: el solo

cuestionamiento a las extravagancias de Pedro León Arboleda, implicó fusilamientos (Anexo 73: “Compañeros” ase sinan compañeros. Pag, 343)...

Las Farc compitieron con éste tipo de crímenes que incluyeron a revolucionarios excluidos del Partido Comunista.(Anexo 74: El vil ase sinato de José Cardona Hoyos, pag. 345) Tambien a miembros del PC m-l y del MOEC/Moir, quienes acudieron a entrevistas concedidas, en las cuales entregaron drogas, víveres, armas y dinero….,¡a cambio de sus vidas!, como el médico y secretario político del PC(m-l), en Antioquia, Aldemar Londoño; a enfrentamientos armados con el ELN y el EPL, en los cuales murieron decenas de revolucionarios para adueñarse, exclusivamente, de “zonas de influencia”, vitales…¡económicamente! No expongo el proceso del M-19, pues descontadas las vistosas acciones –como la espada de Bolívar, o la captura de 5.000 fusiles en el cuartel más protegido del ejército, o la toma de la embajada de República Dominicana, o el asalto a camiones con víveres que fueron

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repartidos en los barrios populares; o las audaces fugas de cárceles -, que no vienen al caso, sus concepciones se enmarcan en las otras dos (―guerra popular de masas‖ y/o ―foco guerrillero‖). El M-19 inauguró y desarrolló el secuestro extorsivo para su financiación. Asesinó al líder sindical-patronal José Raquel Mercado, no tanto como asunto político, sino para aterrorizar a familiares de “secuestrados económicos” que tenían en su poder. (Anexo 75: Un ase sinato “político”, para escarno económico, pag. 346). Tuvo éxito: El M19 comenzó a enriquecerse. El ejemplo cunde: Las FARC, el ELN y la delincuencia común, le compiten. Sus víctimas pocas veces fueron “oligarcas”, pues ellos se defendieron con ejércitos de escoltas y residencia en New York y Miami. En dos o tres ocasiones, mafiosos que no aceptaron el chantaje sobre sus hijos secuestrados, secuestraron a los secuestradores, con una guerra tenaz, aunque corta, entre ambos. Después, las clases medias fueron sus víctimas, con “pescas milagrosas” y/o secuestros selectivos. Si no pueden defenderse, ni tienen el dinero exigido en la extorsión: permanecen años encadenadas … Se montó por un tiempo una transnacional del secuestro: el magnate alemán herr Werner Mauss y el ELN, organizaron el eje macabro-financiero de voladura de oleoductos > negociados Ecopetrol-empresas alemanas para la reconstrucción > secuestro de los técnicos europeos re-constructores, con informaciones proporcionadas por el alemán. (Anexo 76: El enlace Herr Mauss-ELN, pag. 347). Crimen financiero que se extendió. (Anexo 77: El negocio “revolucionario” del secuestro, pag. 349).

Por otro lado, importantes contingentes del EPL, hicieron tránsito hacia las A UC y no pocos de sus simpatizantes iniciales –como Obdulio Gaviria- , al uribismo. Algo aparentemente inentendible, se entiende si se sigue la historia menuda de esa organización que se gestó en alianza con las mafias, con el secuestro extorsivo y con el asesinato a “compañeros” disidentes. El ELN, seguido del PLA (P edro León Arboleda, brazo armado urbano del EPL), sometieron mediante el terror magnicida a sus propios militantes. Algunos ejemplos de ésta aberración, en el anexo 73, ya citado:: “ Compañeros”, ase sinan compañeros, pag 343.

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Sin darse cuenta (O, ¿dándose?), los movimientos armados insurgentes le dan una mano a la avidez capitalista-terrateniente por tierras. El capitalismo-terrateniente consiguió, a precios de miedo, las pequeñas y medianas parcelas en regiones con presencia “guerrilla‖, lo cual desvaloriza la tierra. El movimiento guerrillero que tuvo la gran oportunidad de diferenciarse de las atrocidades magnicidas y genocidas del narcoparamilitarismo y del militarismo, con lo cual habría ganado la mayor opinión pública, extendió los secuestros, constituyó “frentes” con mercenarios, reclutó niños, corrompió el medio ambiente con la contaminación de ríos, para volar oleoductos. (Anexo 78; El magnicidio al entorno ecológico, pag. 355, el cual incluye el envenenamiento de extensos territorios con glifosato, por la

Así, en Colombia, el movimiento guerrillero hizo tránsito al “guerrillismo‖. Dos asuntos bien diferentes: el primero corresponde –se esté o no de acuerdo con sus postulados y métodos - a un esfuerzo político por recomponer el Estado; el segundo, a una guerra que aunque se adorna con consignas políticas, persigue objetivos financieros, haciendo uso de secuestros, “vacunas”, intermediación mafiosa que incluye manejos bursátiles en el mundo. No porque sí, el segundo jefe de las FARC tuvo la “honra”, asistido por el ministro de Hacienda de la época, -quien hizo las veces no de ministro sino de traductor- de recibir al presidente de la Bolsa de New York, mariscal de campo del manejo bursátil más importante del mundo, el señor Richard Grasso en Junio de 1999.- Anexo 79: “La guerrilla cotiza en aviación del Estado).

bolsa”, pag. 357.

En todo caso ese apogeo organizativo y publicitario de las Farc con la “Zona de despegue”, acordada por el Presidente Andrés Pastrana, tropezó con la miopía política de sus dirigentes, frenando lo que pudo ser uno de los experimentos más importantes en el mundo. Los grupos capitalistas si lo entendieron y acudieron al Caguán (Grupo A val, representado por Luis Carlos Sarmiento; Sanford, por Edmundo Esquenazi; Bavaria, por Andrés Obregón).

En éste breve recuento de “focos” es preciso resaltar los esfuerzos –muchas veces con mayores riesgos que la propia guerrilla- con los cuales varios sectores de trabajadores, de estudiantes, de sacerdotes y de monjas, rodearon las

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organizaciones guerrilleras. Particularmente, el movimiento “Golconda” (pueblo cerca de Viotá, Cundinamarca) , liderado por el sacerdote René García y por Gerardo Valencia Cano, “obispo rojo” de Buenaventura, quien desaparece trágicamente. ( ¿Muerte o magnicidio?: Es un misterio porque el avión en el cual viajaba se estrelló con otras 34 personas el 21 de Enero de 1972, en circunstancias extrañas- El gobierno impidió la investigación ocular y declaró la zona como “inaccesible”). "Golconda" fue una asociación

de sacerdotes, inspirados en el ejemplo del cura guerrillero Camilo Torres; luego en la "Teología de la liberación".

Bibliografía: (1) ““El Desarrollo histórico del campo colombiano” (en compilación, “Colombia hoy”): Salomón Kalmanovitz; (2): “Panamá y su Separación de Colombia”: Eduardo Lemaitre; (3):Tratado Herrán-Hay”, citado en “Colombia Social”: Diego Montaña. (4): Carta al ministro de RREE, 15 Nov/1902, citada por E. Lemaitre. (5): idem, citada por Montaña: “Colombia Social”; (6): “Tratado de Wisconsin, citado por Montaña, o.c; (7): Carta de Theodore Roosevelt a Marroquín, citada por Montaña, (8): “El Café en la sociedad colombiana”: Luis E. Nieto; (9): Cédula Real de 18 May/1680, reproducida en “El régimen de la explotación minera en la legislación venezolana”, Revista “Estudios Jurídicos”, No. 45: R.E. Amorer; (10):“Industria y Protección en Colombia,1810-1930”: Ospina Vásquez; (11): “Introducción a la historia económica de Colombia”: Alvaro Tirado; (12): “La Vorágine”: José Eustasio Rivera; (13): Citado en “Bananeras, 1928-1978”: Centro de Investigaciones y Estudios Sociales, CEIS, bajo coordinación de Alvaro Delgado; (14): Correo de Colombia”/28-12-1928/, citado por Montaña, “Colombia, país/formal/y/país/real”; (15): “Cien años de Soledad”: Gabriel García; (16): “Las guerras del s. XIX”: Alvaro Tirdo; (17): cifras de “Historia del sindicalismo en Colombia”: Miguel Urrutia; y de “El problema de la tierra en Colombia”: Anteo Quimbaya; (18): “Cóndores no entierran todos los días”: Gustavo Álvarez (19): “El Imperio del Petróleo”: Harvey O ´Connor; (20): “Petróleo, oligarquía e imperio”: Jorge Villegas

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(21): “La Concesión Barco”: Alvaro Concha; (22): Carta del presidente Marco Fidel Suarez al embajador colombiano en EEUU, citado por Montaña, “Colombia Social”; (23): “West Indies Ltda.”: Nicolás Guillen; (24): Quincenario “Colombie”, dirigido por Eduardo Santos, Paris/1952 (25): “Gaitán y el Problema de la Revolución Colombiana”: A. García; (26): Entrevista a Diego Montaña en El Bogotazo”: Arturo Alape; (27): ““El Desarrollo histórico del campo colombiano” (en compilación, “Colombia hoy”): Salomón Kalmanovitz; (28): Latin American Politics and gouverment”: Austin Mac Donald; (29): Antonio García, citado por Lee Flubarty en “La Danza de los millones”; (30): Carta de Renuncia de López: Lee Flubarty (O.C.), (31): Entrevista con D. Montaña, por Arturo Alape en “El Bogotazo”. (32): Entrevista a Julio Marquez, “El Bogotazo”: Arturo Alape (33 y 34a): “The State of Latin America”: Germán Arciniegas; (34b): “La Danza de los millones”: Lee Flubarty (35): “La violencia en Colombia”: Guzmán/ Fals, / Umaña; (36): ”Que despierte el Leñador”: Pablo Neruda; (37): The Roots of Revolution in América”: : Donald M. Dozer; (38); “Operación Colombia”/1960 y “Las 4 estrategias/1971: Lauchlin Currie; (39 y 40): “Crónica de cuatro décadas de política colombiana”: Daniel Pécaut; (41): “En defensa de mi raza”: Quintín Lame; (42: Discurso de Belisario Betancur, ante ministros y mandos militares, según Alberto Rojas: “Correspondencia secreta del Proceso de paz”: Jacobo Arenas; (43):”Guerra de Guerrillas”/1959: Ernesto Guevara, (44): “Guerra de Guerrillas, un método”/1964: Ernesto Guevara; (45): Resistencia” /2005: : Farc; (46) ―Diario de la Resistencia de Marquetalia‖: Jacobo Arenas.

General, sin citas textuales: “La Violencia en Colombia”, trabajo investigativo colectivo, auspiciado por la Universidad Nacional de Colombia. Sus autores fueron profesores y conferencistas: Monseñor Germán Guzmán, Orlando Fals, Eduardo Umaña Luna.

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8.- ¿Del Estado, con alta injerencia del capital mafioso, al capitalismo-mafioso de Estado? (Fines siglo XX y Siglo XXI)

Era Post-Frente Nacional. (Holocausto del Palacio de Justicia y el exterminio de la “Unión Patriótica” )- El paramilitarismo de Estado del capitalismo mafioso. - Era del “Estado Social de Derecho” - El Estado colombiano, siglo XXI: parcialmente, reflejo del poder mafioso.

Era “post-Frente Nacional” . (Holocausto del Palacio de Justicia y exterminio de la “UniónPatriótica” )

(La “era” se inicia con la Administración Turbay (1978-1982), a nombre del Partido Liberal, con la cual se cruzó el puente entre el FN y los gobiernos de Partido. Aunque su antecesor, López, ganó la presidencia contra candidato conservador, estuvo constitucionalmente obligado a mantener una de las instituciones “frentenacionalistas”, la de la Paridad en los cargos públicos, es decir, a gobernar conjuntamente con el Partido Conservador. Por ello –siguiendo parámetros constitucionales- ubico la “era post.FN” entre el fin de la prolongación del mismo (1978), hasta la nueva cosntitución del 91, la cual inaugura –formalmente- un hipotético ―Estado Social de Derecho‖: 1991- … ) . a.-Dos etapas post FN; b.- Auge paramilitar-militarista del capital mafioso; c.- Asesoría norteamericana a la tenaza militar-paramilitar d.-Corrupción estatal, capitalismo mafioso y narco-paramilitarismo

a.-Dos etapas “post FN”. La “Era post-Frente Nacional”, está compuesta –creo- por dos etapas bien diferenciadas: 1) Del “puente López” (1974-78), a la Administración Turbay (1978-82) Es decir, 8 años; y, 2) Las administraciones Betancur y Barco, a las cuales debe agregársele un año de la presidencia Gaviria: un período de 9 años (1982-91). (En 1991, con la nueva Constitución, continuando como presidente Gaviria, se abre la etapa que llamo –c omo lo define la Carta-, ―Estado Social de Derecho”)

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1) La primera, se caracteriza por una continuación del auge del capitalismo agrario, comenzado en la “era F.N”. En su última administración (Misael Pastrana) y en “el puente López”, se consolidó ésta tendencia con “Los acuerdos de Chicoral”. Ellos favorecieron la concentración terrateniente para grandes inversiones y permitieron revertir la caricatura de Reforma Agraria Llerista, (“Chicorolazo”, según la denominación de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos). La primera etapa de la “era”, fué también de auge tanto del poder militar en la sombra y del narcoterrorismo, como del movimiento guerrillero. 2) La segunda etapa, a partir de 1982, (Administración B etancur) que se extiende con la administración Barco (1986-1990) y se prolonga por un año (Administración Gaviria), hasta la Constitución del 91, estuvo marcada tanto por los esfuerzos presidenciales hacia una paz negociada, (Excepción de la puñalada trapera de Gaviria a los acuerdos) como al auge del narcoparamilitarismo que intentó –con éxito- conspirar contra la paz. La nueva administración Betancur (1982-1986) se inauguró con un memorable discurso: “ Levanto una blanca bandera de paz para ofrecerla a todos mis compatriotas. Tiendo mis manos a los alzados en armas para que se incorporen al ejercicio pleno de sus derechos, en el amplio marco de la decisión que tomen las cámaras. Les declaro la paz a mis conciudadanos sin distinción alguna. A esa tarea me consagro (…) Una blanca bandera de paz la levanto ante los oprimidos, la levanto ante los perseguidos, la levanto ante los alzados en armas, levanto la blanca bandera de la paz ante mis compatriotas de todos los partidos y de los sin partido, de todas las regiones, de todas las procedencias. No quiero que se derrame una sola gota más de sangre colombiana, de nuestros soldados abnegados, ni de nuestros campesinos inocentes, ni de los obcecados, ni una gota más de sangre humana. ¡Ni una sola gota más!”

(Bbl 1, pag 235).

Con estas intenciones, reconstruye y acelera diálogos con las fuerzas guerrilleras que reconocen un ―Cambio de Estilo”, acuden a las negociaciones y se incorporan a los cuerpos colegiados en alianza con el PC, sindicatos, personalidades y otras organizaciones, las cuales conforman la ―Unión Patriótica‖. Los mandos militares obstaculizan el proceso, engañan a los presidentes y desobedecen el “alto al fuego”,

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con evidentes vínculos con el paramilitarismo y las mafias. (Un ejemplo: en circular del Ejército a todas sus guarniciones y firmada por el Mayor General Vega Uribe, comandante general de las Fuerzas Militares, en Mayo de 1984, días antes de entrar en vigor el “Cese al fuego”, el jefe del Ejército anuncia la captura de “las cuadrillas”, alude a precept os constitucionales que presuntamente le dan fuerza para romper el “Cese” y en sus 13 punt os, formula una real declaración de guerra, en contravía de la decisión presidencial). (Bbl 2, pag 235)

Pasan los meses y el proceso con FARC y ELN esta empantanado, embolatado. Pero además, por un lado con mandos militares desobedientes y conspiradores contra la paz y, por otro lado, con un M-19, aliado –para esos efectos - con el narcotráfico, se da el holocausto del Palacio de Justicia, uno de los magnicidios/genocidios más impactantes de la historia de Colombia y de América (Anexo 80: Holocausto del Palacio de Justi cia , pag. 358).

La administración Barco (1986-90) ofrece una mano abierta a las FARC y congratula a la Unión Patriótica por la participación en los cuerpos colegiados. El militarismo, cuestionado por Betancur, está en la mira del nuevo presidente. (Le propone un ―negocio‖, obvio en broma, a su colega venezolano: no comprar más armas. A los países le sale mucho más barato pagar la intermediación, que comprarlas. Por tanto, ―no habrá problema con los mandos militares‖). Pero oscila: se pronunció contra el armamentismo,

pero le dio rienda suelta a los mandos militares y llevó a la jefatura del DAS al General de la Policía Masa Marquez, tenebroso socio del narcoparamilitarismo, hoy procesado por su participación en el magnicidio Galán. As í, un nuevo militarismo entró en escena durante su administración, el cual buscó nuevos y más eficaces métodos para la represión. El poder de las mafias en ascenso + El requerimirnto terrateniente de más extensiones + La existencia de ejércitos de sicarios al servicio de los carteles + El apoyo de varios mandos militares a los genocidios/magnicidios contra todo lo que sonara a revolución, produjo el gran auge paramilitar, como se aprecia con el “Estatuto de seguridad” (Anexo 68, p 333, ya citado)). El terreno quedó abonado para posibilitar el ya mencionado holocausto del palacio de justicia (Anexo 80, p 358); el magnicidio/genocidio contra la Union Patriotica y el Partido Comunista (Anexo 81, p.362); los magnicidios a Galan, Pizarro, Cepeda, Gomez,

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Garzon, Andres Escobar

(Anexo 82,p.364); el pamilitarismo (Anexo

83,p.372); el alumbramiento genocida del “Estado Social de Derecho” (Anexo 84,p.374). Pudo consolidarse el Eje “Extradictables”-“Paras”-

Estado (Anexo 85, p.376). Persistieron el juego descarado entre una “obediencia” mentirosa a los presidentes y la represión encubierta de un sector del ejercito llamado “la Sexta Division” (Anexo 86,p.376); la legalización del paramilitarismo con la bendición y apoyo a las “convivir” (Anexo 87,p.380); las acciones, con sostén oficial y aplausos de gran parte de los medios de comunicación y el empresariado a las “Auto Defensas Unidas de Colombia/AUC (Anexo 88,p,382). Quedaron bendecidos la mentirosa desmovilización (Anexo 89,p.383); los “Falsos Positivos” (Anexo 90,p.384); los “Grupos Sucesores” y las “Bacrim” (Anexo 91,p.386). Los genocidios que produjo “la Guerra entre Carteles” (Anexo 92,p.387), nunca fueron investigados. Las víctimas de ésta nueva modalidad son, principalmente, la Unión Patriótica y el Partido Comunista, que sufren simultáneamente magnicidios y genocidios. El destierro aunque prohibido en la Constitución, quedó legalizado con la advertencia mafiosa, como el caso de la concejal por Bogotá y dirigente de la U.P, Aída Abella. Genocidios indiscriminados, a asistentes de mítines y manifestaciones; reuniones en locales cerrados, sedes sindicales, colegios y universidades, en fin, de quien levantara una bandera en la plaza pública o murmurara alguna simpatía por esas organizaciones. Son decenas de miles de acribillados, imposibles de listar. Son toneladas de denuncias, advertencias, reclamos, súplicas a las autoridades para frenar el crimen; son cuadernos de folios de prestantes voceros de la ONU, ONGs, Amnistía Internacional, sacerdotes, premios nobel, escritores, periodistas, para parar el crimen anunciado. Pero no. La mafia, el militarismo, el Estado corrupto y el paramilitarismo ganaron: la Unión Patriótica fue aniquilada. Cada vez que se cedió, en el señalamiento directo de los criminales y sus autores intelectuales, aumentó la escalada genocida, que recuerda el libro del sacerdote jesuita Javier Giraldo, ―Ceder es más terrible que la muerte‖ escrito en 1998, sobre las masacres en el Departamento de El Meta a la Unión Patriótica. Cediendo, la triple alianza

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paramilitarmilitarista – narcoterrorista - Estado, pudo cumplir su objetivo de magnicidios selectivos. b.- Auge paramilitar-militarista del capital mafioso: La era Post- FN se inaugura compitiéndole en atrocidades a las dictaduras militares de Argentina y Chile, pero con todas las argucias legalistas, constitucionalistas, propias de la oligarquía colombiana. Desapariciones, asesinatos, torturas…., quedaron legalizados con un paquete juídico: ―Estatuto de Seguridad‖, “Estado de Sitio” y Decreto 1923 del 6 de Sept de 1978. “Paquete” que posibilitó allanamientos sin fórmula judicial, cárcel sin “habeas corpus”, “Ley de Fuga”, con víctimas encadenadas, . . . El pretexto fue el auge del movimiento guerrillero y la amplia y creciente simpatía popular que estaba adquiriendo el M-19, especialmente después del inteligente, laborioso y audaz robo de 5.000 fusiles en el “Cantón Norte” del Ejército, que dejó con la boca abierta al mundo entero…, ¡sin un solo muerto, ni herido, ni disparo! Y lo peor para los servicios de inteligencia: sin saber quiénes eran, sin conocer un organigrama de esa organización, desconociendo sus jefes. Por ello, la “táctica” militar fue apresar a los revolucionarios que se encontraban en sus antiguas listas y torturarlos. Es un proceso represivo enmarcado en el ascenso de un nuevo capitalismo, el capitalismo-mafioso, primo hermano del capitalismo-terrateniente. Se consolida y se agiganta un nuevo elemento de la acumulación, el narcotráfico, al que se alían terratenientes/capitalistas, esmeralderos, varios banqueros e industriales Constituye la gran arteria por la cual circula abundante Capital de Inversión para nuevas empresas y “Capital de trabajo”, para las existentes. El capitalismo mafioso requiere –además de un Estado cómplice- su propia fuerza armada, sus cuerpos sicariales, con los cuales logra intimidar y silenciar periodistas, jueces, sindicalistas, sacerdotes, dirigentes agrarios, estudiantiles, periodistas,… El paramilitarismo intermitente y aislado, se convierte en un paramilitarismo estructurado, nacional y permanente. Pero el gobierno norteamericano “se pone las pilas” para impedir la fuga de capital-dinero mediante el narcotráfico. Presiona a las autoridades colombianas y logra que la administración Turbay sancione la extradición con la Ley 27

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de 1980, “Tratado”, firmado en Washington el 14 de Sept de 1979. Son 35 artículos que no se circunscriben al narcotráfico: comprenden “Daños contra la propiedad” (art. 15); “Abuso de confianza” (art.11); “Infracciones a la legislación de aduanas ” (art.23); “Cohecho y falso testimonio” (artr.26); “competencia desleal” (art.32, ¡! : ¿vender papas procesadas, con marca colombiana pero sin patente USA ?), . . . Una cascada de delitos y presuntos delitos, que puede cobijar cualquier actividad que bordee la Ley…., ¡ norteamericana, por supuesto ! La mafia no se deja enredar por el complejo articulado y reacciona, advirtiendo su oposición a la extradición, mediante el asesinato de periodistas, jueces y políticos que la apoyaban. La “era post-Frente Nacional” constituye una especie de “Frente Nacional Mafioso”, con el cual la mafia, a través de los dos Partidos -Liberal y Conservador- logra escalar a los cuerpos colegiados, incluída la Constituyente del 91; controlar Aduanas e Impuestos; tener una red de mandos militares y policiales; jueces y periodistas; bancos; promover a los barones electorales con una financiación sin límites. Creó una entidad político-publicitaria: ―Los extraditables‖. Son fantoches y se burlan de la sociedad (―Dios es muy injusto: nos dejó t oda la plata a nosotros‖: Carlos Lheder en “Semana”).

Surgen, con toda la pompa legal, con prensa, con magnicidios y con el aterrador “poder de las motos” (anexos, ya citados del 80 al 88, pags 358-382 y 91 al 92, pags 386 a 387). Atraen buen número de mandos policiales y militares, incluidas brigadas de contra-inteligencia, expertas en masacres, como la brigada XX que se convirtió en un verdadero estorbo para la DEA y por tanto, la embajada norteamericana urgió –con éxitosu desmovilización (anexo ya citado: 86, pag. 376) , La administración Betancur encaró tres grandes asuntos: la paz con las organizaciones guerrilleras, el narcotráfico en impresionante ascenso y las relaciones de imposición con EEUU. Desde su posesión realizó innegables esfuerzos por la paz . Las negociaciones con las guerrillas parecían bien encaminadas, pues la naciente “Unión Patriótica” con innegable influencia de las FA RC dio muestras de querer un entendimiento que comenzó con su participación en el parlamento. Igualmente el M-19, mostraba voluntad de diálogo. .

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Pero enfrentar los otros dos asuntos implicaba “la cuadratura del círculo”, porque discutir las relaciones de sumisión con los EEUU en asuntos fundamentales de la economía, la política, la política militar –como efectivamente ocurrió- implicaba, al tiempo, reconocer la necesidad de batallar contra el narcotráfico y –por tanto- darle vía a la extradición firmada por su antecesor. Inversamente, exigir a los carteles el cese de sus crímenes, pasaba por manejar la extradición con paso de tortuga. En su administración, los procesos contra varios capos se amontonaban en el Palacio de Justicia. Paralelamente, el M-19, dirigido por “la línea dura” (Almarales, Otero, Fayad), continuadora de Jaime Bateman desaparecido en accidente aéreo en 1983 y de Ivan Marino Ospina, acribillado en su residencia en Agosto 28 de 1985, presionaba otro “acuerdo de paz” desde posiciones ofensivas militares. Planeó la toma del palacio de Justicia, ejecutada el 6 de Noviembre de 1985, con consecuencias funestas que terminaron en el criminal holocausto (Anexo 80, ya citado, pag. 358), en circunstancias en las cuales el presidente Betancur mantiene un “secreto” que la opinión pública captó de inmediato: se produjo un golpe de Estado por cerca de 20 horas, en el cual los mandos militares desobedecieron al presidente e impusieron su “diktad”. Por éste brutal magnicidio/genocidio han sido procesados dos coroneles, varios militares y condenados políticamente los dirigentes del M-19 . El pretexto para el impresionante auge paramilitar estaba dado. c.- Asesoría norteamericana a la tenaza militar-paramilitar Los EEUU, tanto desde agencias gubernamentales y del “establishment”, como con sus monopolios, prestan asesoría y financiación, a cualquier “peligro comunista” o del narcotráfico. Pero es sólo una mascarada: utilizan “el peligro,,,” y al narcotráfico, para ampliar sus inversiones, venciendo la oposición popular y construir nuevas bases militares. En el caso colombiano, en las regiones de gran potencial de economía minera. Como los casos de “Irán-Contras”, “las autodefensas fueron creadas como parte de las recomendaciones contenidas en el informe secreto de la visita del General Yarbourough, director de investigaciones de la Escuela de Guerra Especial de Fort

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Brag, en 1962, que se propuso ―desarrollar una estructura cívico-militar que se explote en la eventualidad de que el sistema de seguridad interna de Colombia se deteriore más. Esta estructura se usará (…) para poner acciones de contra-gentes y contra-propaganda y en la medida que sea necesario impulsar sabotajes y/o actividades terroristas paramilitares contra los conocidos partidarios del comunismo‖ (Biblioteca Kennedy, casilla 319, archivos de seguridad nacional. Grupo Especial. Suplemento secreto, referencia de Ivan Forero en “Voces del Exilio”.)” (Bbl 3, pag 235) En todos los países ésta modalidad se le sale de las manos a sus gestores imperialistas porque un sector nacional-capitalista descubre que su empleo proporciona enormes ganancias. En consecuencia, lo moldea para sus propios fines, sin permiso de los gestores, como en Colombia desde los decenios 70s-80s. La sociedad fue sometida a numerosos magnicidios/genocidios y lo peor: al miedo colectivo. Las denuncias –cuando el denunciante no desaparecía- eran inocuas. Las masacres a poblaciones que no “cooperaban” o pretendidamente “aliadas a la guerrilla”, eran conocidas con antelación por los mandos militares que las facilitaban. No obstante, la asesoría norteamericana al paramilitarismo queda presa de una contradicción: Si no lo apoya, la izquierda avanza; si lo apoya, quien avanza es el narcotráfico. En Nicaragua el rápido avance sandinista, prmitió que el apoyo fuera para el narcotráfico (Caso “IránContras); en Colombia, el rápido avance del narcotráfico, permitió que el apoyo fuera para combatir una de las palancas del paramilitarismo. La izquierda oficial no reconoce que mucho más que sus denuncias, fue la embajada gringa quien logró desarticular el monstruo creado por ella misma, el de la ―Brigada 20 de Contrainteligencia” –parte del poder militar en la sombra- autora de numerosos magnicidios y genocidios. d.- Corrupción estatal, capitalismo mafioso y narcoparamilitarismo. (Cito éste literal para conservar el ordenamiento y para hacer énfasis que ´éstos tres elementos hacen parte de la “era ´Post-Frente Nacional”, pero está incluido en casi todos los acápites de los capítulos 7 y 8)

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El paramilitarismo de Estado del capitalismo mafioso. ( El paramilitarismo de Estado se afinca en “tres cañones pesados”. Primero: acelerada corrupción; segundo: nueva clase o -mejorsegmento de clase que lo sostiene y que –al tiempo- es sostenida por él; tercero: olas cíclicas de magnicidios/genocidios para limpiar de obstáculos su dominio e incluso como medida preventiva, para atemorizar ). a.- Estado corrupto; b.- Capitalismo mafioso; c.- Magnicidios/genocidios a.- Estado corrupto Es consubstancial al surgimiento del Estado, pero –al tiemporelativamente marginal, porque el Estado requiere de unas reglas aceptables, aceptadas y cumplidas. Si bien su legalidad está anclada en una arena movediza, llena de leyes contradictorias y parágrafos para ser burlados con la bendición oficial, la necesidad de mostrarlo como “imparcial”, le da, al Estado, una imagen –sólo un imagen- de limpieza. El texto que reproduzco nos da una idea de la corrupción estatal que se anida en su propia fuente: “(…) Lo que llamamos la casta estatal es un hecho universal y una de las mayores realidades de la historia. La mentalidad de los hombres y mujeres que consiguieron instalarse en la administración pública es, con pocas variantes la misma en todas partes. La estructura piramidal del Estado engendra un espíritu de cuerpo universal, una ambición generalizada. Para empezar cualquier funcionario desea «subir», llegar a los puestos más elevados, trepar en la jerarquía para gozar de superior retribución y porque está convencido de la importancia del papel que desempeña en la sociedad por el mero hecho de pertenecer al Estado. Se inserta en la jerarquía.(…)” (Bbl 4, pag 235)

Con el Estado-empresario y con el empresariado-Estado, se presenta el usufructo personal de la propiedad social que coexiste con la contradicción capitalista clásica entre producción social y apropiación privada empresarial. Con la diferencia que la apropiación privadaempresarial es legal y hasta moralmente válida, dentro de los parámetros tradicionales. La apropiación burocrática, no. Es ilegal,

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corrupta e inmoral y por tanto las utilidades deben ser escondidas y los usufructuarios señalados por la sociedad e incluso, por el mismo Estado. Gunnar Myrdall, premio nobel de economía/1974, conceptuó que en la mayoría de los países tercermundistas la “corrupción es una variable endógena” (o.c. Bbl 5, pag. 235) “Variable endógena”, quiere decir “dato del problema‖, asunto inseparable del ordenamiento socio-estatal en éstos países. (Iden, Bbl 5) Como éstos Estados tercermundistas surgieron y se desarrollaron como Estados dependientes, sin dinámica productiva propia, alrededor de ellos se gestó y se multiplicó una nueva clase, una oligarquía burocrática, que vive de los presupuestos nacionales, del soborno y de la corrupción administrativa. Por ello se afinca en el aparato del poder. Además, con el fenómeno del narcotráfico que ya se globalizó, la política queda sujeta a sus maquinaciones. Se establece una cadena tenebrosa porque ese Estado corrupto, en el gran elector de los tres poderes del mismo Estado, en número creciente de países. Los presidentes, gobernadores, alcaldes, senadores, concejales, elegidos arman “carruseles de la contratación” para devolver con creces su financiación, adjudicando las obras públicas y buena parte del gasto social destinado a educación y salud, a ONGs y empresas de pantalla de la nueva clase. b.- Capitalismo mafioso. Es un segmento de clase formado –en el Tercer Mundo- en el tránsito de la burocracia colonizada al capital burocrático y del capital burocrático al capitalismo mafioso. Tránsito que requiere de la corrupción estatal. Es decir, un segmento de clase que nace dependiente. En varios países, logra capitanear a los demás segmentos del nuevo capitalismo, lo cual hace de los negocios legales instrumentos y/o apéndices de los ilegales, en contravía de lo que ocurre en los países del “primer mundo”, en los cuales los negocios ilegales dependen de los legales. Ambos negocios confluyen, como en el cuento ya citado de Alí-Ba-Bá, en el cual Kasem es el negociante legal y Alí el ilegal. El segundo deposita el producto de sus robos en la gruta secreta (los bancos de hoy); el primero, los retira. Después, los invierte en negocios legales. Ambos hermanos, siguiendo el cuento, “manejan su fortuna (…) la cual les procura

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un gran esplendor y honores de las primeras dignidades de la ciudad (…)” (Bbl 6, pag 235).

El cliente del dinero depositado por los capitalistas burocráticos y mafiosos, es –en general - toda la economía. Por tanto, el “desarrollo” que fomenta éste capitalismo mafioso es un crecimiento económico parcial, cíclico, sinusoidal, que no sólo corrompe a la sociedad, sino que dirige la economía a una cresta de la que caerá con gravísimas consecuencias, cuando la inflación y el desempleo se desbordan, por el paro abrubto de procesos productivos –como el de la construcción-, dejando cientos de miles cesantes. Por tanto, el crecimiento mafioso es un “lumpendesarrollo”, promovido por una agresiva y criminal lumpenburguesía. Y, “La lumpenburguesía latinoamericana sólo se puede valer de la manu militari (…)” (BBl 7, pag 235). c.- Magnicidios/genocidios. Los dos “cañones pesados” anteriores, el Estado corrupto y el capital mafioso no pueden retroalimentarse sin magnicidios y genocidios. Le son consubstanciales para alejar el peligro de dirigentes populares, magistrados, jueces, periodistas y trabajadores del campo y la ciudad, que puedan estorbar sus manejos. (En capítulos anteriores, muestro su génesis y desarrollo)

El “Paramilitarismo” como se denomina ahora el sistema de bandas “por fuera, pero dentro del Estado”, ha existido en todo el mundo desde la división de la sociedad humana en clases. Es la vía más rápida de la acumulación: asaltantes de caravanas; piratas; desplazadores de campesinos, rompehuelgas y sicarios; cobradores armados de deudas…, etc, etc. Como son connaturales al sistema, lo son también a los Estados. Pero manejando la hipócrita contradicción de judicializarlos por un lado y por otro, protegerlos.. El paramilitarismo en Colombia no es, pues, un invento nuestro. Pero ha sido reinventado, pulido, modernizado y –sobre todo- extendido por la inmensa geografía y a través de toda nuestra historia. Los libertadores, tanto Nariño pero especialmente Bolívar y Sucre, fueron víctimas de conspiraciones paramilitares; grandes conductores

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populares y revolucionarios como Gaitán., el primer Manuel Marulanda, Galán, Jaime Pardo y Bernardo Jaramillo; jefes exguerrilleros como “cheito” velazquez y Guadalupe Salcedo; dirigentes estudiantiles, como José Antequera, militante de la Juventud Comunista; jefes del M-19, como Ivan Marino Ospina, y Carlos Pizarro; del Partido Comunista como Manuel Cepeda y Teófilo Forero; Alvaro Gómez, del Movimiento de Salvación Nacional, los dirigentes del PCC (m-l) como Francisco Garnica, Ricardo Torres, Carlos Alberto Morales, cayeron con sus balas, fuera de combate. También destacados exponentes de la cultura y el deporte como Jaime Garzón y Andrés Escobar. Pero, principalmente, los cientos de miles de trabajadores y jóvenes anónimos. (la mayoría, narrados en los Anexos, 80 al 92). También existen magnicidios, perpetrados por organizaciones que se proclaman “revolucionarias”, principalmente contra ex-compañeros que se enfrentaron a la conducción terrorista, como el caso de Cardona Hoyos y Adelmar Londoño, asesinados por las Farc. O de Jaime Arenas, Julio Cesar Cortez, Víctor Medina y decenas de guerrilleros, “ajusticiados” por el ELN. Etc, etc.

Era del “Estado Social de Derecho” La burguesía mafiosa, con una importante tajada del Estado en sus manos, con la recomposición territorial que le permitió extender, aún más, sus grandes fundos, se la jugó a un nuevo “pacto social” que le permitiera tranquilidad, sin extradición y con un poder muy bien aceitado, en las tres palancas de la cosa pública. (“social”, no por acuerdo de clases sociales enfrentadas, sino porque pret endió el pacto con los otros segment os-socios de su propia clas e: industrial, bancario, terratenient e, burocrático, comercial, pero sin incluir –obvio- al grueso de la población)

Creyó que con una nueva Constitución, lo cual coincidía con el plan USA para Latinoamérica, consolidaba su fuerza hegemónica. Pero no contó con la resistencia de la sociedad colombiana, ni con la eficacia de la embajada norteamericana (desaparición, por exigencia a los gobiernos, de uno de s us instrumentos, que ella misma había auspiciado: la B rigada XX de Cont ra-inteligencia del ejército, por ej.), ni con el “mamagallismo” en la

firma del TLC, ni con las exitosas presiones sobre Ejecutivo y Legislativo para revertir la NO extradición, como efectivamente ocurrió.

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Al tiempo, una nueva Constitución que superara la anacrónica del 86, era gran aspiración ciudadana. Los estudiantes se inventaron “la séptima papeleta”, una adicional, para elecciones legislativas con la cual exigían la convocatoria a una Constituyente, obteniendo un triunfo significativo. El gobierno Gaviria (1990-94) intentó el artilugio de convocar una asamblea “constitucional”, no “constituyente”, para limitarla, modificando solo algunos de los artículos de la Carta. Pero la Corte le dijo NO: triunfo el constituyente primario. La Asamblea Constituyente debía ser convocada, con el mandato de modificar toda la Constitución. Es decir, redactar una nueva. El resultado electoral produjo un equilibrio de fuerzas entre el Partido Liberal, el Movimiento de Salvación Nacional, y el M-19, (Bbl 8, pag. 235). Las tres, interesadas en sepultar la caduca Constitución de 1886, pero la nueva Constitución, resultó un híbrido con la cual ganaron todos. Mejor dicho, perdieron todos La mafia ganó con la no extradición pero sólo por pocos meses; con medidas de hecho federativas, con las cuales puede manipular la elección de gobernadores, alcaldes, parlamentarios, concejales y diputados; con el manejo regional –en última instancia su manejo- de buena parte del gasto público; pero perdió, con una mayor independencia del poder judicial con respecto al Ejecutivo; con la implementación de una legislación penal que permite cercarla; con la posibilidad de reformas rápidas a la Constitución que le drenan las posibilidades de maniobra, precisamente como la extradición. El Capital Monopolista ganó con la independencia del Banco de la República –es decir, de la política monetaria- con respecto al Ejecutivo; con el privilegio de los Tratados Internacionales sobre la legislación nacional y con las seguridades de no expropiación, pero perdió con la posibilidad de fáciles nuevas reformas a la Carta que cambien el curso del ―Destino Manifiesto‖ (“Doctrina Monroe”), hacia un socialismo democrático, evolutivo y humanista, como ya se advierte en las reformas a la reformas, en algunos países latinoamericanos. La ciudadanía ganó asuntos importantes como la ubicación del individuo como centro del ordenamiento legal; la “Acción de Tutela” y varias leyes posteriores, sólo posibles con leyes que interpretan la

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nueva Carta, tales como una mayor igualdad de los géneros; el derecho de las diferencias; la posibilidad legal –como efectivamente ocurrió- del aborto, derechos de la niñez como el de la paternidad y a un nombre; acceso de indígenas y negritudes a los cuerpos colegiados; un fuero especial para la “Economía Solidaria”, pero perdió con el mantenimiento de la tenaz diferencia en la distribución del ingreso; con imposiciones como el de los tratados internacionales por encima de la propia Constitución; con una fuerza descomunal de los ejecutivos nacionales, departamentales y municipales; con la ausencia de efectivo control ciudadano en las elecciones a los cuerpos colegiados y al gasto público; con la posibilidad de leyes –como ocurre- que permiten el desarrollo de una nueva mafia burocrática con capacidad de trampas electorales; con una legislación penal que le permite a los corruptos de la burocracia, cárceles de lujo y la supeditación del Derecho positivo, probatorio, al “Derecho olfativo” de jueces y fiscales; con el monopolio informático y muy escaso control estatal al poder monopolista nacional y extranjero; con la continuidad de la educación elitista, etc, etc. Con la Constitución del 91, se abrió una nueva era que pretenciosamente se consagró en la Carta como ―Estado Social de Derecho” con un bautizo genocida, planedo por los mandos militares con bendición Gaviria, previo a su promulgación y en violación a los acuerdos de “Cese al Fuego” entre la administración Betancur, mantenidos por la de Barco y las Farc: el bombardeo al campamento “Casa Verde” (área adyacente al río Duda, estribaciones de la Cordillera Oriental en el municipio de La Uribe, Departamento del Meta). en el cual murieron varios campesinos, algunos guerrilleros, más de una docena de soldados. (Anexo 84, ya citado, pag. 374) Después de un período de acomodo (11 años: tres de la Administración Gaviria, más las administraciones de Ernesto Samper y

Andrés Pastrana),

Alvaro Uribe emerge como el capitán de un nuevo segmento de clase que se afianza en la conducción del Estado: el lumpenburgués. Colombia vio multiplicada la más horrenda ola de crímenes. Ola imposible sin potenciar el cuerpo paramilitar mafioso con financiación de grandes corporaciones de terratenientes-capitalistas, sin contar con apoyo de mandos militares, de algunas alcaldías y gobernaciones, como la de Antioquia, que aprovechó las “Convivir”, creadas por el

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mismo Uribe/gobernador, para darle una paramilitarismo (Anexo 87, ya citado, pag. 380)

cobertura

legal

al

Como consecuencia de la relación evidente militar-paramilitar, varios mandos militares y altos funcionarios civiles ya han sido o están siendo procesados por la justicia. Con esa relación militar-paramilitar y financiación del capitgalismo-trrateniente, surgen las AUC. Un listado de crímenes super-resumido lo presento en el Anexo 97 (pag, 394). Quedó demostrado que éste segmento sólo puede afincarse con represión y desplazamientos forzados; crecimiento económico con relativo orden público militarizado y asalto burocrático al erario público, Se detectó una impresionante cadena de corrupción, la cual involucró a varios de los colaboradores del gobierno Uribe, como el episodio de “ Agro Ingreso Seguro”, : programa, capitaneado por el ministro de agricultura Andrés Felipe Arias, quien entregó millonarios subsidios a narcotraficantes y capitalistas-terratenientes de los departamentos del Magdalena y del Valle del Cauca. El 12 de Octubre de 2010 la Procuraduría General de la Nación le formuló pliego de cargos, conjuntamente con varios altos funcionarios. En esa administración se destapó el crimen continuado, conocido como “falsos positivos” (Anexo 90, ya citado, pag. 384) . Además, se pagó con dineros del Estado, dedos, manos y partes corporales de guerrilleros, como botín y demostración de sus muertes para recibir las cuantiosas sumas ofrecidas que nunca se sabe a cual último bolsillo llegan; se organizó la mentirosa y lucrativa desmovilización de las AUC (Anexo 89, ya citado, pag. 383), etc, etc Además, bombardeó un país hermano con el sólo objetivo de matar al segundo comandante de las FARC, “Raúl Reyes”. (Anexo-56,ya/citado,Pag,-311) Una foto muestra la altiva respuesta ecuatoriana. El desprecio de la nación latinoamericana -incluído el pueblo colombiano- a Uribe, por su cohabitación con el paramilitaismo y el bombardeo a un hermano, se expresa en la foto con un Uribe que pidió perdón, asumiendo la actitud mas indigna para un presidente y a un Correa diplomático, pero severo, altivo y despreciativo, en la reunión de presidentes realiza en Republica Dominicana, dentro del marco de la OEA (citada de urgencia por Ecuador) (Iden, Anexo 56, pag. 311)

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Uribe, se hizo reelegir, escasamente por un voto, el cual resultó producto de la corrupción, como lo declaró la propia votante, quien decidió la re-elección, una señora Yidis Medina,(A propósito: siguiendo la ortodoxia del Derecho que estipula que los actos emitidos por autoridad ilegal, son ilegales, deberían ser cuestionados jurídicament e todos los de la segunda administración Uribe, pues ella fue posible por la “Yidis- política” u obtención fraudulenta de un voto ilegal. - La ex parlamentaria fue sancionada por la Fiscalía y las altas cortes). La “desmovilización” fue un

cambio de nombre: las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) hacen tránsito a “los grupos sucesores” que coexisten con las “Bandas Criminales”, “Bacrim (Anexo 91, ya citado, pag. 386)

El Estado colombiano, siglo XXI: parcialmente reflejo del poder mafioso a–Violencia paramilitar; b–Desplazamientos forzados; c.Lumpenburguesía y Estado; d. Reencauche de las AUC; e.; La mentirosa desmovilización; f, “Falsos Positivos” g. Guerras intermafias a.- Violencia paramilitar La violencia paramiliar ha sido consubstancial con el Estado. Es un elemento necesario para el surgimento y consolidación de nuevos estamentos capitalistas, con sus propios procesos de acumulación originaria. El Estado la proteje, la utiliza y se deja utilizar. Pero con contradicciones, a vces profundas. Por períodos se le enfrenta, la obliga a paréntesis prolongados y/o a asimilarse a la legalidad de la máquina

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estatal. Cuando el capitalismo terrateniente ha requerido ampliar su frontera agrícola –desde los años 50 a 90 y, nuevamente en el s. XXI, ella se recrudece. En el cap. 6, “Surgiminto y evolución de las mafias”, pags 135-146, intento exponer parámetros generales de éste proceso. b). Desplazamientos forzados (NdelA: Reproduzco el artículo de Alfredo Molano en la Revista “Número” (54) sobre una realidad verdaderamente espeluznante que quizás implique una nueva edición –tardía y colombiana- de otra acumulación originaria del capital ya no a cargo de emergentes industriales sino principalmente del capital mafioso que desea un reacomodo político-económico, el cual, en última instancia -¿o en primera?- desemboca en un nuevo capitalismo-terrateniente. Molano presenta su investigación exponiendo los casos del Catatumbo, de Cienaga (Magdalena), del Bajo Atrato, Ciudad Bolivar, el cual hace parte de estudios más amplios que incluyen a Vigia del Fuerte, Opagadó (Chocó), San Carlos (Antioquia) y otros casos. A continuación la conclusión del artículo: Una política de exterminio por razones Económicas: Alfredo Molano Conclusión a manera de resumen:

“Eric Hobsbawm, notable historiador inglés, conocedor a fondo de nuestra realidad, ha dicho que las dos características más persistentes de la historia de Colombia son la violencia y la colonización. Desde el despojo original hecho por los conquistadores, que luego se convirtieron en encomenderos y después en hacendados, la historia parece ser un proceso cíclico que deja un sabor redundante. El poder político es resultado de la concentración de la tierra, pero también la herramienta más expedita para el despojo de tierras. ¿No quiere decir, por tanto, que el desplazamiento es la índoletrágica que nos define? Porque bien vistas las cosas, en la raíz de la colonización hay una expulsión de población, ordinariamente forzada, que obliga a la gente a buscar una región nueva donde reiniciar su vida y su actividad social. La tragedia consiste en que, en la nueva condición —una especie de tierra prometida—, se repite el fenómeno y, por ende, la violencia reaparece. La primera clave del proceso está en el papel que cumple la tierra —su

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posesión, su explotación y los recursos que exhibe o esconde—. La distribución de la propiedad implica un gran desequilibrio en el país y, necesariamente, la exclusión de un sector de campesinos de su disfrute o control, mecanismo sin el cual la explotación misma del trabajo sería imposible. Entre los grandes y los pequeños propietarios y, por supuesto, con desposeídos de tierra, se establecen relaciones conflictivas. La concentración y, por tanto, la exclusión no se detienen por simples mecanismos económicos; por el contrario, tienden a ser más graves cada día. Se necesitaría la intervención del Estado para regular el proceso. En Colombia el poder político, al ser en buena medida producto de la concentración de la tierra, excepcionalmente toma medidas para reformarla. La gran propiedad ha sido la base de la política y continua siéndolo en la provincia. A la violencia que nace dela distribución desigual se agrega la represión que mantiene ese orden. Los excluidos, explotados y oprimidos son obligados a huir y dejar expósitos sus propiedades, fruto de su trabajo y escenario de sus sueños. El Estado, o los terratenientes armados, suelen ser por tanto, desde el punto de vista histórico, el resorte del desplazamiento. (…) (…) Entre los años veinte y sesenta, la tierra —conservando una enorme significación política, como fuente de poder— se ve disminuida por la formación de capitales empresariales y financieros. Es la época de la sustitución de importaciones. Que, entre otras cosas, nunca pudo alcanzar el nivel de las sustituciones mayores por el límite que el latifundismo le imponía al mercado. Este límite fue el que el liberalismo, aliado con movimientos populares y de izquierda, trató de romper con la reforma constitucional de 1936. La derecha, acaudillada por el conservatismo y por la Iglesia católica, se opuso con tenacidad a la transición. El resultado fue la violencia de los años cincuenta y, de nuevo, el desplazamiento de miles de campesinos hacia las ciudades y hacia las zonas baldías. El Frente Nacional consiguió poner fin al enfrentamiento político entre partidos y empujó, sin quererlo, el conflicto hacia el campo social. Para evitar el nuevo carácter del problema, un enfrentamiento de clases, trató de hacer una reforma agraria que menguara la confrontación armada que se comenzaba a gestar. A

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pesar del apoyo de la Alianza para el Progreso, no lo logró. En vez de redistribución de la tierra, la política aumentó la concentración de ella, y el conflicto encontró así nuevo combustible. La guerra irregu lar no sólo continuó sino que se amplió. En la década de los setenta, los gobiernos se acercaron cada vez más a Estados Unidos y el conflicto lo absorbió la guerra fría, enmascarando su carácter social. Se justificó así la organización armada de grupos civiles, que por lo demás era un recurso convencional de la guerra. En el fondo, la idea era armar a civiles — que por su carácter social estuvieran más cerca de la población— para controlar las regiones más rebeldes y hacer la guerra sucia, lo que por ley estaba vedado. En estos términos, muchas comunidades se dividían y otras huían de la nueva estrategia represiva. La nueva política expulsó a mucha gente hacia zonas baldías sin ley, o hacia ciudades carentes de servicios por el inusitado crecimiento. (…) Hay que anotar también que no sólo la violencia ha sido el resorte de una y otra tendencias. Las leyes del mercado y el orden jurídico que las garantiza, basado en el clientelismo y el carácter patrimonial del Estado, han aportado quizás la condición más importante para este desenlace. La existencia del movimiento guerrillero debe explicarse -que no justificarse- por la coherencia de este esquema político que defiende la concentración de la tierra y el poder y, al mismo tiempo, impide una representación política auténtica de los afectados. Pero cuando ésta trata de convertirse en un movimiento político, la respuesta ha sido la represión violenta. En estas condiciones sociales no es sorprendente que el narcotráfico, así como el cultivo de coca y marihuana, se haya generalizado e infiltrado en todos los sectores, todas las estructuras y todas las instituciones, como se está revelando hoy. Por supuesto que gran parte de la explicación está en la guerra a la droga que Estados Unidos impuso desde 1961 con la Convención Única de Estupefacientes, pero el complemento lo añadió el régimen de exclusión política y de inequidad económica vigente en Colombia. La dependencia, la corrupción y el hambre están en el fondo de este barril de pólvora. Mientras tanto, la gente sigue huyendo de sitio en sitio, de región en región. Una décima parte de nuestro pueblo huye, vive en

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una especie de éxodo permanente (…) Las condiciones del mercado, siempre adversas para los débiles y en particular para los campesinos, la guerra irregular que no cesa y que permite la acumulación de tierras y beneficios económicos en efectivo, la impunidad y la corrupción ligadas al narcotráfico y a la lucha contra dicho flagelo, todas estas fuerzas asociadas, son la verdadera matriz del desplazamiento incesante de la población” (o.c/ Bbl 9, pag 235.). (Hasta aquí ,la cita en el artículo de Molano).

* * * * Una nueva oleada de desplazamientos se produjo a partir de los 80s la cual se ha intensificado en el s. XXI. Las acciones narcotraficantes, casi silenciosas, en el Chocó, la protección a sus “zonas sagradas” del Meta, Vichada, Guanía, Vaupés, Caquetá, Putumayo, pero sobre todo las nuevas inversiones del capital mafioso (agro-combustibles y mineras) han creado una de las mayores expectativas inversionistas para el s.XXI, en la costa atlántica y Antioquia, además de los departamentos citados. Expectativas que implican avidez para la extensión de las fronteras territoriles del nuevo capital mafioso. Es decir, más y mayores desplazamientos. La avidez por hacerse a extensiones ricas en minería, enfrenta al capital mafioso-minero con el capital imperialista. Como lo señalé en otro acápite, las nuevas bases norteamericanas no son contra Venezuela ni contra el narcotráfico: están cuidando los yacimientos hasta que una transnacional proponga nuevas inversiones. c. Lumpenburguesía y Estado En general, el Estado –todo Estado- refleja y promueve los intereses de clases y/o segmentos de clase dominantes. Si la burguesía mafiosa o lumpenburguesía, en Colombia, se mantiene como segmento de clase dominante, es claro que el Estado colombiano –en buena proporciónes “su” Estado... La pregunta inquietante es: ¿Se está produciendo el tránsito de un Estado, con notable ingerencia paramilitarista a un paramilitarismo de Estado? No es un juego de palabras, porque no es lo mismo que en el Estado participen –en buena parte- paramilitaristas, que la consolidación de un paramilitarismo de Estado.

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El primer caso se da en Colombia, México, Perú, lo cual implica que ellos –los mafiosos- pueden ser desalojados de sectore el Estado, o –al menos- arrinconados en una porción pequeña del mismo, con la condición que el sector no mafioso del Estado no se deje corromper y/o intimidar por el sector mafioso. El segundo caso implica que toda la maquinaria estatal es y está al servicio de la mafia; que gran parte de la institucionalidad se comporte como eslabones de la cadena capitalistamafiosa. dueña del aparato de Estado, como en Myamar, por ejemplo. Si ello ocurre, permite que el Estado formal sea una mera vitrina del Estado informal, pero decisivo y actuante, de la burguesía mafiosa. En esas condiciones, estaremos ante un “Paramilitarismo de Estado”. Colombia estuvo (¿aún está?) en el filo de la navaja, entre un Estado con notoria influencia paramilitarista y el paramilitarismo de Estado. Los carteles de Medellín, Costa Atlántica, Amazonía, Cundiboyacense, Cali y del Norte del Valle, que manipulaban el nombramiento de jueces, aún se inmiscuyen en las decisiones partidistas (crecientemente las deciden) para elegir parlamentarios, gobernadores y alcaldes. Entregan a presidentes o ministros listas de sus amigos para ser nombrados en altos cargos, construyen y/o dotan sus propias hoteles seis estrellas – llamados penitenciarías - para pasar una temporadas vacacional mientras cumplen sentencias. (La c ompra actual y descarada de votos, comprueba que aún están afincados en la estructura estatal) . El nombamiento de fiscalías, comenzando con el fiscal general de lña nación, refleja el pulso entre un Estado con creciente influencia paramilitarista, el paramilitarismo de Estado y el sector del Establecimiento que se rebela contra ambos. Ello explica la inestabilidad del jefe de éste organismo investigador y los vaivenes que sufren –particularmente en Colombia- los procesos contra grandes jerarcas civiles y militares inmersos en corrupción, narcotráfico y genocidios. d. Rencauche de las AUC En 2010, “Human Right Watch”, en un extenso documento con variados ejemplos, denuncia una ―Nueva cara de la Violencia en Colombia‖ con los “Grupos sucesores”, 37 hasta esa fecha, continuadores de las AUC

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que desmiente las afirmaciones gubernamentales del “proceso exitoso” de la desmovilización paramilitar. Las AUC se reencaucharon con éstos grupos y de carambola hicieron el jugoso negocio, con la complicidad oficial, de cobrar la desmovilización y seguir delinquiendo (una “desmovilización fraudulenta”, la llama HRW) . Así, los famosos “30.000 desmovilizados” “paras”, no lo fueron. Sus herederos, sus “sucesores” han incrementado el desplazamiento de miles de campesinos, duplicaron los homicidios, se extendieron a 173 municipios y a 24 de los 32 departamentos colombianos, reconstruyeron un tejido de tolerancia con los agentes del Estado y actúan más o menos tranquilamente con los nombres de “urabeños”, “rastrojos”, “los paisas”, “los machos”, “nueva generación”, “renacer”, “águilas negras”, etc. Sus jefes son los mismos mandos medios de las AUC; actúan en las mismas regiones y se extienden a otras; sus contactos gubernamentales, los mismos. Los mentirosos “reinsertados” (Bandas Criminales –“Bacrim”-), son otro eslabón de los “grupos sucesores”. (Bbl 10, pag 234). Es feroz la contra-ofensiva capitalista-terrateniente no sólo para consolidarse en sus grandes fundos, sino para ampliarlos. La síntesis, es presentada en estudio de Jorge Garay y Fernando Barberi. (sólo hasta años 80s: “Comisión de Seguimiento a la Política Pública sobre Desplazamiento Forzado‖, Publicado por “Semana”, diciembre/2010, No. 1491. (Bbl 11, pag 235) :

*Familias desplazadas: Un millón; *Riqueza de las tierras abandonas por desplazamiento directo y por temor: 80%, con agua permanente; 55%, tierras planas. *Superficie en poder de los nuevos terratenientes-capitalistas: 13%, del total del país (6.6 millones de hectáreas). *Los campesinos, de más del 80% de los departamentos del país, han sufrido algún grado de desplazamiento forzoso”. e . La mentirosa desmovilización (Anexo 89, ya citado, p. 384);

f. Los “falsos positivos” (Anexo 90, ya citado, p. 385); g. La guerra entre carteles (anexo 92, ya citado, p 388.)

(La bibliografía de éste cap. 8, en pag. 235) 230


9.- Los Acuerdos para la paz y la ofensiva de sus enemigos. .

(2016,. . .) El negocio de la guerra en Colombia. – Absolución a la criminalidad paramilitar, parte de la ofensiva derechista – Guerrilleros y “guerrillos”Búsqueda de la paz - ―Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera‖, Gobierno colombianoFarc

El negocio de la guerra en Colombia Guerra, corrupción administrativa y criminalidad paramilitar constituyen, en Colombia, tres procesos entrelazados. Mejor dicho: un solo proceso de nueva “acumulación originaria de capital”. La guerra en Colombia ha sido un magnifico negocio para las oligarquías terrateniente y burocrática y –des de los años 80 del s. XX- para un nuevo capitalismo. Este, con el narcotráfico, logró su propia “acumulación origimaria”, la cual le ha permitido incorporarse a las clases dominantes – a través del capital financiero, de los monopolios mediáticos y de la burocracia- como nueva “oligarquía decente”. Con paz generalizada y duradera, ese proceso es imposible, porque todo el territorio nacional estaría controlado por el sector del Estado que combate al nrcotráfico y que requiere la paz para la extensión del mercado interior. Por tanto, la guerra mantiene una propia inercia. Esta característica, ha implicado una especie de ―Frente Común‖ tácito, (a veces, expreso) de quienes desean prorrogar un conflicto para justificar al paramilitarismo, al militarismo y al guerrillismo. Ello ayuda a explicar el auge de la derecha, la cual aglutina a noticieros monopólicos, grandes banqueros, congregaciones cristianas opuestas a la derrota al machismo, corrientes políticas que se nutren con el capitalismo burocrático y a un sector del Estado, Por otro lado, la justificada oposición ciudadana a la criminalidad guerrilla y muy concretamente a las Farc, después del episodio de “la silla vacía” (Anexo 94, p.391), volcó al electorado hacia la derecha; a votar por el sector emergente de la burguesía -mafioso y paramilitar-, representado

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por Uribe, halagado por la promesa incumplida de la liquidación de las Farc, con o sin negociación. (Que el pueblo colombiano deseaba una paz negociada con las Farc, lo prueba el hecho que el electorado apoy ó a Pastrana contra Serpa, quien llevaba la delantera, porque s úbita y muy hábilmente, el primero, ofreció un amplio acuerdo de paz con las Farc)

El gobierno Pastrana Arango (1998-2002) logró el “Plan Colombia” (Anexo 95, p.393), el cual coadyuvó al auge del capitalismo burocrático. Así, el manejo de los dineros contra guerrillas y narcotráfico; la financiación USA para el militarismo; “capital ocioso” –momentaneamenteen los bancos, producto del narcotráfico; la extensión del paramilitarismo, para sostener a los “nuevos ricos” y el “guerrillismo” forman el sólido enganaje que necesita el negocio de la guerra. En anexos y capítulos anteiores, me he referido a éstos aspectos de la guerra en Colombia. Pero, a manera de epílogo de ese proceso. Me refiero a dos de ellos:

Absolución a la criminalidad paramilitar, parte de la ofensiva derechista La ofensiva derechista contra la paz ha estado siempre presente en la historia colombiana. Gaitán la denunció en su memorable “Oración por la Paz” (Anexo 50, pag. 306); la candidatura “en solitario” de Laureano Gómez -uno de los principales artífices de la guerra - fue posible con magnicidios (Anexos 51, 52, 53, p. 307, 308, 309). Los genocidios fueron el anverso de los magnicidios, para consolidar la guerra (por ej. Anexos 55, 57, 63, 69, p. 310, 314, 323, 333). Políticas – y prácticas- que contaron con asesoría del Estado norteamericano (Anexos 65, 67, 95, p. 328, 331, 393). Las administraciones Betancur y Barco fueron bloqueadas y trampeadas, en sus esfuerzos de paz, por la dirigencia militarista y burocrática y por el poder mafioso,. Avanzar hacia acuerdos con la insurgencia, implica quebarle el espinazo al paramilitarismo y a la corrupción administrativa, hacedores y beneficiarios de las guerras. Por tanto, la ofensiva derechista –con varios elementos fascistas -, contra la paz incluye –como pilar fundamental - la absolución de notables dirigentes del paramilitarismo y de la corrupción. Se judicializa a las “paracos” con credencial de parlamentarios (―parapoliticos”), pero son absueltos y

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nuevamente elegidos. Los narcoterroristas y los parapoliticos “confiesan” mentiras banales, mientras silencian verdades criminales, para una pronta absolución por jueces y fiscales que ellos ayudaron a nombrar. Los corruptos burócratas de cuello blanco, “pagan” sus fechorías en los muy bien acondicionados cuarteles militares y policiales, sus fortunas –robadas al erario público- permanecen intocables; autores intelectuales y socios de los carruseles corruptos, que ellos dirigieron, deambulan libres. El engranaje actual –de la legislación y práctica carcelarias- corrobora la burla a la sociedad, cuyo caso más cínico se dio con Pablo Escobar. (Anexo 96: “La Catedral”, p. 394). Un super resumen de magnicidios/genocidios de la “era” Estado Social de Derecho, que implica el soporte de la ofensiva derechista contra la paz, lo presento en Anexo 97, pag. 395

Guerrilleros y “guerrillos” Los movimientos guerrilleros y la guerra popular, requieren objetivos políticos y socio-económicos. Más unos métodos, que armonicen con esos objetivos, basados en una ―línea de masas‖ de respeto, compresión y amor al pueblo. Sin éstas condiciones, están condenados al fracaso, o lo peor: asimilarse a todo lo que dicen combatir, como lo señalaron los más prestantes Jefes guerrilleros y comandantes de insurrecciones y guerras populares (Emiliano Zapata; Mao Dse Dong; el mariscal Tito; Alfredo Pizzoni, jefe partisano italiano; Jean Moulin, comandante guerrillero de la resistencia franc esa; Paul Roberson, artista y aguerrido internacionalista norteamericano, uno de los jefes de la Brigada Lincoln, combatiente por la República Española; Ben Bella, jefe del Ejército de Liberación de Argelia; El Che; Ho Chi Ming; Jomo K enyatta, conductor de los temibles Mau-Mau en Kennya; Vo NGuyen Giap, probablemente el más inteligente y audaz jefe guerrillero y de guerra popular/del/S. -XX)--(Bbl-1, de cap, 9, pag-235). (complemento al “Foco Guerrillero”, cap. 7, pag. 199)

Convocar combatientes contra el “Estado represivo y asesino”, cuando sus mandos reprimen y asesinan, incluidos a sus propios militantes; reivindicar al pueblo y las riquezas nacionales, cuando masacran poblaciones y contaminan ríos; proclamar la lucha contra toda opresión, cuando se oprime en cautiverio y se encadena a secuestrados, sin

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respetar las normas universales de las guerras; plantear una revolución para asegurar el futuro de la niñez, cuando se reclutan niñas y niños; proponer “paz”, cuando se buarla a la ciudadanía (“Anexo 94: “ la silla vacía”, p. 391), son contradicciones que conspiran contra los sentimientos de los jóvenes que empuñan armas por una causa. La resultante, a falta de combatientes abnegados, es el reclutamiento de mercenarios, método corrupto en su esencia. Por ello la denominación de ―guerrillos”, no de guerrilleros, según la burla popular. (Anexo 93: la criminalidad guerrilla, pag 389).

Búsqueda de la paz En éste marco el sector del Estado, representado por el gobierno Santos, se embarcó en un exitoso proceso de paz de varios años –secreto, en un principio en territorio nacional; público después, en La Habana-

que reflejaba las intenciones, varias veces proclamadas del secretariado de las Farc (Anexos 70 y 71: “Acuerdos de La Uribe” y Propiuesta de Farc. “Cese al Fugo, pag 338 y 339). Proceso de paz, cuya primera etapa terminó con la firma del ―Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz etable y duradera‖, Gobierno colombiano-Farc‖, en Noviembre de 2016, en Bogotá (La “Introducción”, en el post-facio, pags. 412-417). Estos acuerdos enfurecen a los hacedores de las guerras, quienes desatan una ofensiva combinada legal-publicitaria, paramilitar y “guerrillista” contra los mismos. Lograron parcialmente sus propósitos al obtener un estrechísimo “NO”, además, no vinculante, para refrendar los acuerdos que precipitadamente, con pésima publicidad, sin información y presentándolos como aprobación a su administración, fueron sometidos por el presidente Santos a la consideración popular. - ―Acuerdo Final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz etable y duradera”, Gobierno colombiano-Farc A manera de “Post-Facio” de éste libro, reproduzco lo que –ojalá- se constituya en un alegato contra el título del mismo, que podría ser ―En Colombia NO dejamos matar‖ : la Introducción al “Acuerdo”, en pags 412 a 417. (Bbl 2, de cap 9, pag. 235)

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Bibliografía del cap 8 (Viene de pag. 230): 1): Inicio del discurso de posesión del presidente Betancur, 7-08/1982: www.ideaspaz.org. 2):Circular del comandante del Ejército a todas las Divisiones, Brigadas y Guarniciones: “Colombia: la guerra por la paz”: Libardo Buitrago; (3): Biblioteca Kennedy, casilla 319, archivos de seguridad nacional. Grupo Especial. Suplemento secreto, referencia de Ivan Forero en “Voces del Exilio”. Tomado de la revista “Cepa”, No. 4.- Sept/2007 (4): El Estado en la Historia”: Gaston Leval; (5): “Teoría Económica y Regiones subdesarrolladas”: Gunnar Myrdall; (6): “Alí-Ba-Bá y los cuarenta ladrones”, fragmento de “Las mil y una noches” : traducción del árabe por Antoine Galtand; (7): “Lumpenburguesía: lumpendesarrollo”: Andre Gunder Frank; (8): “Constituyente 91”: publicación dirigida por Diego Montaña, coordinación.y.edición de Fred Kaim (9): “Una política de exterminio por razones económicas”: Alfredo Molano, tomado de “Revista Número” (54);; (10): Documentos de HRW; (11): “Seguimiento a la Política Pública sobre Desplazamiento Forzado”. (Síntesis publicada por “Semana”, diciembre/2010, No. 1491): Jorge Garay y Fernando Barberi;

Bibliografía del cap 9 (viene de pags. 233 y 234) (1) “Emiliano Zapata, escritos”: Ramón Martinez; “Problemas de la guerra revolucionaria china” y “Sobre la guerra prolongada”: “ Mao Dse Dong/1936 y 1947; “Tito: Obras militares escogidas”: Compilación; “Memorias” (compilación): Alfredo Pizzoni; “El Estado y el ciudadano”: Jean Moulin; “Acciones que deben hacerse y que no deben hacerse”/1948: Ho Chi Ming; “Guerra de guerrillas” y “Guerra de guerrillas, un método”: Ernesto, “che” Guevara; Entrevistas: Compilación: Ahmed Ben Bella; “My people of kikuyo”: Kamau Ngengi (“Jomo Kenyatta”); “Guerra del pueblo, ejército del pueblo”: Vo NGuyen Giap. (2): Gobierno colombiano/Farc. (El documento completo, de 310 páginas, está ubicado en http://www.altocomisionadoparalapaz.gov.co)

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Ocho Repúblicas (Ref: p 5) (Un vi stazo a ésta hi storia constitucional en el cap. 5, acápite 11, p. 110) La primera fue “La Patria Boba” (1810-14) que nació claudicante ante la monarquía. Fue un archipiélago de ―Juntas‖, ―Ciudades‖, ―Gobernaciones ”, desunidas entre s í, pero con el com ún denominador de la sumisión a Fernando VII. S ólo en 1814, Nari ño logró una efímera y precaria unidad para combatir la reconquista, pero ya fue tarde: las oligarquías regionales federalistas lo traicionaron. Realmente, la ―Primera República‖, ni nació unida; ni fue “República”: fue un bobo rompecabezas, con dos piezas , que no lograron encajar: las ―Provincias Unidas de la Nueva Granada‖ y el ―Estado de Cundinamarca‖ (A ntes -por pocos días, bajo la presidencia de Tadeo Lozano -, promulgó una ―Constitución‖, bajo el nombre de ―Reyno de Cundinamarca‖). La primer pieza, pro-monárquica, viró hacia el enfrentamiento contra el conquistador,. porque las oligarquías de “españoles-americanos”, se aterraron con la nueva política demogógica de La Corona sobre “devolución de tierras indias” y cierta “·libertad de esclavos”, en s us dominios americanos, La segunda, dirigida por Nariño, aunque decididament e antimonárquica, fue conciliadora c on la anterior. . Tan claudicant e y “boba”, fué la mal llamada –retrospectivamente- “Primera República”, que el primer presidente de su primera Junta, fue,… ¡ el Virrey !. Ninguna de las dos piezas optó por el nombre “República”. La Segunda, el ―Estado Libre de Cundinamarca‖ (1819-1821), victorioso con la Batalla de B oyacá, que aglutinó tras de sí, las anteriores “Provincias Unidas de la Nueva Granada”, más Chocó. La Tercera, la “República de Colombia” (3 Oct/1821- 1830/31). Nacida con el Congreso de Cúcut a -a instancias de Nariño y Bolívar-, mediant e Constitución que unió “en un solo cuerpo de nación‖ al “Estado Libre de Cundinamarca”, la Capit ana General de V enez uela, la P residencia de Quito y la Provincia Libre de Guayaquil. Luego, a la P rovincia del Itsmo, que se inc orpor ó, como “Departamento”, al ―Distrito del Cent ro”. Por poco tiempo adhiri ó el ―Estado Independient e de Hait í español‖ (Rep. Dominicana hoy, pero fue invadido, 9 semanas des pués, por la primera república negra del mundo -Haití- unificando la Isla bajo su liderazgo anti-esclavista).

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< El territorio de la República, se extendía con porciones hoy pertenecientes a Costa Rica, Nicaragua, P erú, Brasil, Guy anas. Su prólogo, el 15 de Febrero de 1819 en Angostura, (hoy Ciudad Bolívar, Venezuela), no creó ninguna ―Gran Colombia‖, como se advierte incluso en algunos textos escolares. El Art 1 de la ―Ley Fundament al”, decía: ―Las Repúblicas de Venezuela y la Nueva Granada quedan desde este día reunidas en una sola, bajo el título glorioso de la República de Colombia‖. (Ese Congreso de A ngostura, fue -en realidad- el Segundo Congreso de los ins urgentes republicanos de la Capitanía General de Venezuela, realizado en dos et apas: a.- 15 Febrero/1819, cuando la independencia aún estaba gestándose, y –por tanto- no estaban, realment e, constituidas ni una “República de Venezuela‖, ni una de “Nueva Granada”, que tampoco existió por esa época con ese nombre, pues se llamó ―Cundinamarca”; b.- 15 Agosto/1819, después de la victoria de la B atalla de Boyacá, -quedando pendiente la libertad total de Venezuela que se logró más de un año después. En ésta “Segunda Etapa”, Bolívar convocó el Congreso constitutivo de la República de Colombia, para Octubre de 1821 en Cúcuta,, el cual promulgó la primera Constitución. La Cuarta, desmembrada la primera Colombia, en 1830, retomó sucesivamente los nombres de ―Estado de la Nueva Granada‖ (1830-32) y “República de la Nueva Granada” (1832-57/58). La Quinta, la “Confederación Granadina”/(1858-1861/63), La Sexta, los ―Estados Unidos de Colombia‖ (1863-1885/86), que concluye con la masacre al radicalismo y la victoria de la llamada “Regeneración”. La Séptima, nuevamente con el nombre de “República de Colombia”, pero contradiciendo los más importantes legados bolivarianos y bajo la Constitución anacrónica y férreament e cent ralista de 1886 (1886-1991). Esa S éptima República, fue sepultada con la “séptima papeleta” de los estudiantes que lograron convocar la ―Constiruyent e de 1,991‖. La Octava, continuando con el mismo nombre, proclama, con la nueva Constitución de 1991, un “Estado Social de Derecho”, que, sin embargo, le ha dado oport unidad a los gobiernos de s er permisibles con el paramilitarismo y la corrupción.

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La Primera “República de Colombia” (1821)

(La patria que nos legaron los libertadores, hacia una gran unidad de “América Meridional”)

Sin ningún chovinismo que concibe una “Patria grande”, a expensas de hermanos y vecinos, sino para mostrar el colapso del sueño bolivariano, muestro a “Colombia‖, llamada así para unir a Venezuela, Guayaquil, Quito, Cundinamarca, como un primer trampolín de unión de toda la América meridional, desde Argentina a México, pasando por el Caribe. (“Colombia‖ era el nombre reservado para todo el continente de la ex América española, comenzando con ésta primera unión) Distritos y Departamentos de la “República de Colombia” / 1821 Distrito del Norte: 4 Departamentos: Apure, Orinoco, Zulia y Venezuela (comprendía casi todas las Guyanas, más una pequeña porción de Brasil. Distrito del Centro: 5 Departamentos: Boyacá, Cauca, (incluía porción de Brasil); Cundinamarca, Istmo y Magdalena. (al cual pertenec ía la provincia de Cartagena, c on jurisdicción sobre la costa de Mosquitos, hoy Departament o de Zelay a en Nicaragua, hasta los límites con Honduras y parte de la provincia de Veragua, parcialmente la actual provincia “Limón”, en Costa Rica. Por 9 semanas, también, al “Haití español”, Rep. Dominicana, hoy.)

Distrito del Sur: 3 Departamentos: Azuay, Guayaquil Ecuador.(comprendía buena parte de la actual amazonía peruana.)

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y


ANEXOS: Magnicidios/Genocidios, desde antes de la conquista hasta la Octava Repúiblica , está l(Al final de todos a bibliografía, anexo, por anexo

Anexo 1: Sacrificios al Dios-Sol

(viene p. 19)

“Los Chibchas practicaron los sacrificios humanos, en un templo dedicado al Sol en los Llanos orientales. Le inmolaban ―mojas! o niños cuidados con esmero. Vendidos a los Caciques a muy alto precio, los niños desempeñaban en los adoratorios los sagrados oficios y cantaban las divinas alabanzas y al llegar a la pubertad eran sacrificados por los jeques solemnemente.“ (…) En las guerras aprisionaban niños de las naciones enemigas y sacrificados, los exponían en las cumbres de los cerros para que el Sol los devorara. Cuando los Caciques erigían mansiones nuevas, en cada uno de los hoyos escavados para los estantillos de las casas arrojaban una niña, porque su sangre daría consistencia a la nueva habitación y auguraba felicidad a los moradores. Sacrificaban también con frecuencia esclavos sobre altos palos (…) Cuando moría algún cacique sepultaban con él a sus mujeres y sus esclavos predilectos. (…)” (Bbl. 1). -----

Bbl. 1·: “Creencias Religiosas de los Pueblos Indígenas que Habitaban el Territorio de la Futura Colombia”: En Revista Missionalia Hispánica/Carlos Mesa;

Anexo 2: Cedulas Reales El repartimiento de los indios (14-08-1509) ( Apartes / Viene P. 25)

“ (….) Por la presente vos mando (…) del repartimiento de los, dichos indios (…) e de aquí adelante en la forma siguiente: que a los oficiales e alcaldes que fueren proueydos por mi (…) les deys a señalrys de repartimiento cient yndios o al caullero que llruare su muger ochenta yndios e al escudero que anay mismo lleuvare su mujer sesenta yndios e al labrador que anay mismo llevare a su muger treyta ydios e anay fecho el repartimiento de los dichos

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yndios (…) a los dichos yndios los ynstruyan e ynformen en las cosas de la Fe (…)” En Junio de 1511, expidió otra para asegurar esclavos en minas: “Diz que en minas se pone muy buen recaudo (…) procureis siempre se faga así‖ (…) deis orden (…) se tomen para Nos los mejores yndios que en aquellas yndias hobiere (…)” (Bbl. 2)

- - - -

Bbl.- 2: “Documentos inéditos para la historia de iberoamérica”: Santiago Montoto, recopilador;

Anexo 3: Exterminio de los pijaos (viene pags. 25 y 45) “(…) Desde 1538 (…) el gobierno colonialista volcó todo su poderío militar contra ellos y los barrió de la faz de la tierra. (…) Fue así como el 10 de Agosto de 1606, sobre la Meseta de Chaparral, se inauguró el Fuerte de San Lorenzo, desde el cual se repartieron hacia todos los parajes, en que habitaban los pijaos, las numerosas tropas que se dedicaron a destruir sus ranchos y sementeras, y a matar a todos los varones y a apresar a todas las mujeres y los niños. La resistencia de los guerreros indígenas, armados de sólo lanzas, hondas y piedras fue tenaz y heroica, pero al cabo, el poderío de los hispanos, con corazas, arcabuces, espadas y lanzas de acero, caballos y feroces perros, se impuso.. Uno de los principales episodios de esa guerra, sino el principal, fue la muerte del comandante general de los pijaos, el cacique Calarcá, alrededor del 15 de Mayo de 1607 (…) La muerte fue fatal para los pijaos. Siguieron persistiendo pero al cabo hubieron de sucumbir. Y cuando toda resistencia desapareció (por haber sido muerto todos los pijaos, salvo las mujeres y los niños apresados), el presidente Borja (…) volvió a Santafé llevando las cabezas de varios de los guerreros pijaos muertos para exhibirlas en jaulas (…)” (Carlos O. Pardo, “El Tiempo”, Nov/2006, tomado de libro de Leovigildo Bernal, o.c./Bbl 3) - - - Bbl. 3: “Los Pijaos: Historia e importancia antropológica”: Leovigildo Bernal.

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Anexo 4: Inquisición en América (viene pgs. 28 y 54) La inquisición en América, tiene características diferentes a la española/portuguesa. En Europa se aplicó contra minorías (judíos y musulmanes + “herejes”) quienes ya conversos persistían en sus cultos. Para legalizar las torturas inquisitoriales se requería –como pre requisito- que la víctima “voluntariamente” hubiera adherido al catolicismo. Pero en América la “Santa Madre Iglesia” no se encontraba ante minorías sino ante grandes masas de indígenas y, crecientemente, de negros no católicos, en un principio. Sus ritualidades no implicaban un regreso “traicionero” a sus creencias. Signos propios de judíos y musulmanes conversos, como no ingerir cerdo o no postrarse ante la cruz y –por supuesto- no pagar diezmos a la iglesia, eran suficientes, para que el inquisidor tuviera manos libres para la tortura. En América, no. Las conversiones masivas, normas dietéticas flexibles de indígenas y africanos, democracia teológica, que admitía todo tipo de ritualidades…, facilitaron la acción de la catequización. Por eso el sincretismo, -en Américaimposible entre musulmanes y judíos, no sólo fue posible, sino deseado por el inquisidor. Los “Autos de Fe”, una forma de inspeccionar que los conversos -al postrarse ante la “Santísima Trinidad”- habían abjurado de sus religiones, eran asuntos lacerantes para judíos y musulmanes, pero baladíes para africanos e indígenas, quienes lograron fusionar a Bachué, Sie, Ochun, Lemayá, con sus homologas, como las Vírgenes del cobre, la de Guadalupe, etc. Así fue surgiendo el sincretismo para que la Inquisición tolerara las divinidades aborígenes y africanas y, -al tiempo- las masas aceptaran la adoración a las divinidades católicas. El sincretismo permitía abrazar el catolicismo, sin traicionar sus creencias. No dogmas bíblicos, sino postración socio-económica, fue el nuevo catecismo inquisitorial para América. Entonces, el potro de torturas y los ”Autos de Fe”, se dirigieron principalmente al sometimiento clasista, para reprimir esclavos + indígenas encomendados y/o mitayos + patriotas republicanos, y controlar rebeliones, como fue denunciado por ―El Telegrama‖ de Bogotá (Bbl 4) Francisco de Goya (1746-1828), revolucionario del pincel y la política, plasmó críticas a la inquisiciónn y de exaltación de sus víctimas, como en las series ―Caprichos‖, “Pinturas Negras” con “El Santo

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Oficio‖ y ―Auto de Fe de la inquisiciónn‖ (fragmento, fig. 1), pero sobre todo en la úúltima producción de su vida, difundida como “Álbum C, o de la inquisición” (1808-24), con dibujos, cuyos nombres son elocuentes: ―Por linaje de ebreos‖, ―Por mover la lengua en otro modo‖, ―Por descubrir el mobimiento de la tierra‖, en los cuales plasma la persecución a indígenas y negros; a judíos y musulmanes; a los opositores; a las mujeres y a los científicos (Dos muestras de ésta colección, fig 2 y 3) (Bbl. 4).

1

2

3

Bbl. 4: “El Telegrama”, Bog, Nov//1889, No. 826, biblioteca B de la R; El Dia‖: Febrero 20/1850 No. 37; ―Diario Oficial”, Agosto 2/1864, No. 37; La Bagatela: Sept 15-1852; La Crónica: Jun 30/1898; ―Los negros esclavos y el tribunal de la santa inquisición en América (1570- 1650)‖ Ruth Magali Rosas Navarro Madrid, marzo de 2003 U, de Piura; “Album C, de la inquisición”: Francisco de Goya ( “Museo del Prado”, Madrid. Tomado de Wikipedia)

Anexo 5: Magnicidios con escarnio (viene p. 67) Descuartizados los dirigentes comuneros Galán, Molina, Alcantuz, Ortiz, –Publicado en el s.XIX por La Bagatela, de Nariño.- Bog Sept 15-1852; y La Crónica, Bog. (Bbl 5)

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Sentencia contra José Antonio Galán y sus compañeros “(…) Teniendo presente los escandalosos hechos y enormes infamias que ejecutó en todos los lugares y villas en su tránsito, saqueando los reales intereses, ultrajando a sus administradores, derramando y vendiendo los efectos estancados, multando y exigiendo penas a los fieles vasallos de Su Majestad, nombrando capitanes y levantando tropas para con su auxilio cometer tan asombrosos como no oídos ni esperados excesos contra el Rey y contra la Patria, siendo asimismo escandaloso y relajado en su trato con mujeres de todos estados, castigado repetidas veces por las justicias y procesado de incestuoso con su hija, desertor también del Regimiento Fijo de Cartagena y últimamente un monstruo de maldad y objeto de abominación, cuyo nombre y memoria debe ser proscrita y borrada (…) Habiendo estos reos y sus pérfidos secuaces olvidado las piedades y gracias que tan liberalmente se les habían franqueado por los superiores afianzados en su Real clemencia, atendida su estupidez y falta de religión, viendo el abuso que hacían de ellas, siendo ya preciso usar del rigor para poner freno a los sediciosos y mal contentos y que sirva el castigo de éste reo y sus socios de ejemplar escarmiento, no pudiendo nadie alegar ignorancia del horroroso crimen que comete en resistir las providencias o establecimientos que dimanan de los legítimos superiores (…) para que todos entiendan la estrecha e indispensable obligación de defender, auxiliar y proteger cuanto sea del servicio de su Rey, ocurriendo en caso de sentirse agraviados de los ejecutores a la superioridad por los medios del respeto y sumisión, sin poder tomar por sí otro arbitrio, siendo en éste asunto cualquiera opinión contraria escandalosa, errónea y directamente opuesta al juramento de fidelidad que, llegando a todos sin distinción de personas, sexos, clases ni estado, por privilegios que sean, obliga también mutuamente a delatar cualesquiera transgresiones, ya lo sean con hechos o con palabras, y de su silencio serán responsables y tratados como verdaderos reos y cómplices en el abominable crimen de lesa Majestad y por tanto merecedores de las atroces penas que las leyes les imponen. Siendo, pues, forzoso dar satisfacción al público y usar la severidad, lavando con la sangre de los culpados los negros borrones de infidelidad, con que han manchado el amor y ternura con que los fieles habitantes de éste Reino gloriosamente se

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lisonjean de obedecer a su Soberano, condenamos a José Antonio Galán a que sea sacado de la cárcel, arrastrado y llevado al lugar del suplicio, donde sea puesto en la horca hasta que naturalmente muera. Que bajado, se le corte la cabeza, se divida su cuerpo en cuatro partes y pasado el resto por las llamas (para lo que se encenderá una hoguera delante del patíbulo), su cabeza será conducida a las Guaduas, teatro de sus escandalosos insultos; la mano derecha puesta en Plaza del Socorro; la izquierda en Villa de San Gil; el pié derecho en Charalá y el pie izquierdo en el lugar de Mogotes y declarada por infame su descendencia, ocupados todos sus bienes y aplicados al Real fisco; asolada su casa y sembrada de sal, para que de ésta manera se dé al olvido su infame nombre y acabe con tan vil persona tan detestable memoria, sin que quede otra cosa que el odio y espanto que inspira la fealdad del delito.‖ (Citado por Juan Friede: “Rebelión Comunera de 1871.Instituto Colombiano de Cultura, 1981: p. 624-625: Tomado de “Antología Histórica”, Biblioteca Norma/1987) - - - Bbl. 5: Reproducido en “Los comuneros y su aventura”: Juan Friede: “El Tiempo”, Bogotá, Jul 8/1962, “Lecturas Dominicales”;). Descuartizados los dirigentes comuneros (Galán, Molina, Alcantuz, Ortiz.): La Bagatela, Sept 15-1852; La Crónica, Bog. Jun 30/1898; “Rebelión Comunera de 1871”: Juan Friede: “.Instituto Colombiano de Cultura, 1981: p. 624-625: Tomado de “Antología Histórica”, Biblioteca Norma/1987.

Anexo 6: Proclama de “Guerra muerte” (Apartes) (viene p. 86) “(…) Tocado a vuestros infortunios, no hemos podido ver con indiferencia a las aflicciones que os hacían experimentar los bárbaros españoles, que os han aniquilado con la rapiña, y os han destruido con la muerte: que han violado los derechos sagrados de las gentes: que han infringido las capitulaciones y los tratados más solemnes (…) Así, pues, la justicia exige la vindicta y la necesidad nos obliga a tomarla. Que desaparezcan para siempre del suelo colombiano los monstruos que lo infestan y han cubierto de sangre: que su escarmiento sea igual a la enormidad de su perfidia, para lavar de este modo la mancha de nuestra ignorancia y mostrar a las naciones del Universo que no se ofende impunemente a los hijos de América (…) Todo español que no conspire contra la tiranía a favor

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de la justa causa, por los medios más activos y eficaces, será tenido por enemigo y castigado como traidor a la patria y, por consiguiente será irremisiblemente pasado por las armas. Por el contrario se concede un indulto general y absoluto a los que pasen a nuestros ejércitos con sus armas o sin ellas (…); en una palabra, los españoles que hagan señalados servicios al Estado, serán reputados y tratados como americanos (…) Y vosotros, americanos, que el error o la perfidia os ha extraviado de las sendas de la justicia, sabed que vuestros hermanos os perdonan y lamentan sinceramente vuestros descarríos, en la íntima presunción de que vosotros no podéis ser culpables, y sólo la ceguedad e ignorancia en que os han tenido hasta el presente, los autores de vuestros crímenes, han podido induciros a ellos (…) Contad con una inmunidad absoluta en vuestro honor, vida y propiedad: el solo título de americanos será vuestra garantía y salvaguarda (…) Españoles y canarios, contad con la muerte, aún siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de América. ¡Americanos!, contad con la vida aún siendo culpables.” Simón Bolívar, Cuartel Gen eral de Trujillo, el 15 de Junio de 1813. (Bbl.6) - - - Bbl 6: Obras Completas de Bolívar: Compilación Fica - Gerardo Rivas;

Anexo 7: Bolívar ordena fusilar presos en La Guaria y El Hospital, el 8 de Feb de 1812. (Ref: “Hechos Militares”, Feb 7/1894, No.17, p.1) (viene p. 87) Las cuatro fases más importantes en la confrontación EspañaAmérica (Conquista/colonia; “independencia” de los oligárquicos estamentos criollos; reconquista o “pacificación”; guerras de independencia) estuvieron signadas con magnicidios/genocidios, ajenas a las normas de las guerras convencionales. Las tres primeras ejercidas por la metrópoli y sus agentes; la última, tanto por la Corona, como por los republicanos. Así, se fusilaba presos fuera de combate y sin fórmula de juicio, sólo como “represalia” a otros fusilamientos del ejército enemigo, aunque los implicados no tuvieran que ver con esos crímenes. Para responder a masacres ordenadas por el gobernador de Quito en 1810 y por Domingo Monteverde al mando del ejército español en la Capitanía de Venezuela en 1813, fueron fusilados 886 prisioneros españoles,

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incluidos enfermos hospitalizados, por orden de Bolívar en 1814. Morillo y Sámano lo imitarán. (Bbl 7) - - - Bbl 7:: “Hechos Militares”, Feb 7/1894, No.17, p.1;

Anexo 8: Masacre en Cartagena (viene p. 87) Ref: ”El Nacional, Nov. 29/1866, No. 66, p.270; “La Pacificación”/1815) Un año después de proclamada la independencia de Cundinamarca (1810), una Junta de notables, en Cartagena, secunda el movimiento republicano, pero sin integrarse y –por el contrario- proclamando su propia autonom ía. Fernando VII de regreso al trono español, ordena pacificar ante todo “Cartagena de Indias”, vital puerto caribeño. Pablo Morillo, el 20 de Agosto de 1815, encuentra una feroz resistencia, sitia el puerto durante cuatro meses que no se rinde y resiste sin pertrechos militares, sin comida, con soldados heridos y población hambrienta, hasta que el ejército invasor penetra a una ciudad desolada, sin una sola bandera blanca. Morillo destroza la ciudad, masacra, asesina sin fórmula de juicio, incluidos heridos. Los sobrevivientes del ejército patriota se dirigen a Haití para ponerse bajo órdenes de Bolívar y reiniciar la batalla independentista. Fue el primer genocidio de la llamada “reconquista”, pues en Venezuela y Santa Marta los ejércitos españoles en lugar de resistencia de importancia, encontraron acogidas de indígenas y negros enfrentados a las oligarquías criollas. (Bbl 8) - - - Bbl 8:: “El Nacional”, Nov. 29/1886, No. 66, p.270. B dela R, Bogotá; “Fusilamientos en Cartagena”: Diario Oficial, Jun 10/1871, N. 2265, p. 558. Biblioteca Bde la R., Bogotá

Anexo 9: La “Legión del Infierno” de Boves (viene p. 88) “La Reconquista” o “Pacificación” se cimentó en la mezcla del dulce y la ejecución. Tanto el virrey Montalvo como, especialmente el General Morillo fueron expertos en ésta táctica. Ofrecían todas las dádivas y todas las seguridades a los ―buenos hijos de la patria‖,

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pero a la menor frustración, apresaban, expropiaban y fusilaban con descuartizamiento. La “Legión del Infierno”, de Boves cumplió su propósito de infundir terror, con el solo anuncio de una próxima presencia. Este joven aventurero, llega a Venezuela y se incorporó a acciones piratas, por lo cual es puesto preso, en condiciones benévolas. Luego, en libertad, cumplió funciones de espía al servicio de la Corona, desde una pulpería donde logró permanente y abundante información sobre los movimientos independentistas. Para hacerse al favor de los patriotas, proclamó:”…todos los que se opongan (a la causa independentista) que se pudran en los oscuros rincones del infierno‖. De allí –probablemente- surgió el nombre de su legión: en realidad el ejército más poderoso de los Llanos, con 16.000 combatientes, un importante sostén de “la pacificación” entre 1813 y 1814, lo cual le permitió a Morillo concentrarse en la Nueva Granada y el Caribe. De una crueldad sádica, hacia bailar a los próximos ejecutados. (Bbl 9) - - - Bbl 9: “La Pacificación”/1815;

Anexo 10: La pasión de cuatro “chisperos” (viene p.89) (Carbonell, Policarpa y los hermanos Alme yda) Carbonell (Bbl 10): Con 25 años, empleado de la ―Expedición Botánica” y estudios incompletos en el Colegio Sn. Bartolomé, gran agitador/organizador y elocuente orador, se alistó en la causa de Nariño por una independencia real que –como lo estaban haciendo los venezolanos, acaudillados por el joven Bolívar-, no la aceptaba con “vivas” al Rey, ni –menos- condicionada a la sumisión ante Fernando VII, como lo quería el “Canapé oligárquico‖ santafereño. Sabía que los destinos de la patria por nacer, dependían del populacho, de “los chisperos” y con ellos, cercó al Virrey, presionó al “Canapé‖, apresó a la familia virreinal, la despachó a España y marcó la ruta de una verdadera independencia. El presidio de Nariño, en Cartagena, impidió que los acontecimientos de Julio de 1810, desembocaran en una independencia completamente desligada de la monarquía.

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Suele ocurrir que, a veces, la mejor referencia de un condenado la hacen jueces y verdugos que, aunque con insultos, reflejan el coraje y la abnegación de quien van a asesinar. Morillo, escribió el mejor elogio: ―José María Carbonell fue el primer presidente de la junta tumultuaria que se formó en ésta capital, quien puso los grillos al excelentísimo señor Virrey Amar, y lo condujo a la cárcel; el principal autor y cabeza del motín, el que sedujo a las revendedoras y a la plebe para insultar a la excelentísima virreina, cuando la pasaban por La Enseñanza a la Casa del Divorcio: ministro principal del Tesoro Público; acérrimo perseguidor de los españoles americanos y europeos que defendían al rey, y uno de los hombres más perversos y crueles que se han señalado entre los traidores (…)‖. (“Informe de Don Pablo Morillo al gobierno español”, citado por Liévano, o.c) Luego, pronunció la sentencia el 16 de Junio de 1816: Horca y descuartizamiento en una huerta, hoy consagrada a la memoria de las víctimas de la reconquista española, espacio público, con el nombre de ―Plaza de los Mártires‖ en Bogotá, D.C. Policarpa Salavarrieta (Bbl 10): El sargento Iglesias irrumpió brutalmente, tumbando puertas, en la casa de la anciana Andrea Ricaurte, que escondía a Gregoria Apolinaria Salavarrieta. ―joven y bien parecida, de color aperlado, viva, inteligente‖. (…) “Aprendió a leer y escribir en la escuela de la villa, y a esa misma escuela entró de maestra en 1812. (…) describía con entusiasmo (…) el heroísmo de los chisperos, el entusiasmo del, pueblo en el momento de darle al régimen de la Colonia el empujón final. (…) Y si había que dar la vida por ayudar a construir esa nación, ella, Policarpa Salavarrieta, la daría con gusto‖. (…) ―La entrada de las tropas realistas en Santafé, el 26 de Mayo de 1816, provocó en Guaduas una explosión de alegría vengativa por parte de los monárquicos. (…) Los siguientes seis meses los pasaron (Policarpa con varios patriotas) planeando la estrategia para formar una guerrilla que hostilizara a los españoles; entretanto Simón Bolívar preparaba al Ejército Libertador en los dos frentes patriotas que oponían resistencia al Ejército Pacificador, la Guyana venezolana y los

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Llanos Orientales de la Nueva Granada‖(…) (Versión de Enrique Santos Molano en ”Mujeres Libertadoras”.o.c.·) . El éxito de ésta tenaza requería informes sobre el movimiento de las fuerzas realistas, número de soldados, ubicación de cada regimiento y –de ser posible- planes de combate, que Policarpa recogía en festines con oficiales realistas, los cuales hacía llegar a Bolívar, a través de cadena de mensajeros. Uno cayó y bajo tortura denunció la fuente de la información. (Probablemente Alejo Savaraín, con quien la chismografía popular y las pésimas telenovelas atribuyen un romance inexistente o no probado) Ni corto ni perezoso Juan Sámano, al frente del gobierno colonial, ofreció gratificación y ascenso a quien diera con el paradero de la hábil, misteriosa y escurridiza “Pola”. Le confió la misión al sargento Iglesias quien ideó el plan de contactar al inocente hermano de Policarpa, Bibiano, para que lo condujera a casa de la anciana Ricaurte, en busca de la insurgente. Debía trasladarla a la cárcel y de allí a una sala para dictar sentencia, mediante simulacro de juicio, pues ya estaba redactada. De sus labios no se obtuvo información alguna, ni siquiera con la celada de la confesión. Fue torturada con amagos de fusilamiento y el ofrecimiento de indulto a cambio de facilitar nombres de la organización clandestina. La narración citada de Santos Molano, refiere las últimas palabras de la “Pola” en ―Memorias‖ por José Hilario López y trasmitidas por un oficial de la Legión Británica. Según López, ―La Pola marchó con paso firme hasta el suplicio. (…) Al salir a la plaza y ver al pueblo agolpado, para presenciar el sacrificio, exclamó: ¡Pueblo indolente! ¡‘Cuan diversa sería hoy vuestra suerte si conocieseis el precio de la libertad! Pero no es tarde. Ved que, aunque mujer y joven, me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes más!‖ (…) Llegada al pié del banquillo volvió otra vez los ojos al pueblo y dijo: Miserable pueblo! Yo os compadezco: algún día tendréis más dignidad (…) ―. Según el Oficial, la “Pola”, presionada para que delatara: ―Declaró entonces, sin manifestar el menor síntoma de temor, que si tuviera cómplices se negaría a denunciarlos, y que, por lo demás, ya los conocerían a la llegada de Bolívar. (…)

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Antes de que la ejecutasen, dirigiéndose a los soldados exclamó: ―Conque, verdugos ¿tenéis el valor de matar a una mujer? (…)”. (La “Pola”, muy probablemente, fue fusilada en Octubre de 1817) (Santos Molano subraya que el conocimiento de la vida, pasión y muerte de Policarpa Salavarrieta, se la debemos a José Hilario López, combatiente republicano, General y presidente de la República, a quien se le atribuye el primer decreto funcional sobre libertad de esclavos. Pero…(ver cap. 3, acápite 4, pag. 53: “Las leguleyadas”)

Los hermanos Almeyda: (Ambrosio y Vicente) (Bbl 10). Constituye –probablemente- la primera red urbana de guerrillas. En Machetá, entre 1816 y 1817, la guerrilla bajo su mando tomó Chocontá, Sesquilé y Nemocón, dentro del Plan Bolívar para cercar Santafé. Pero, hechos prisioneros y trasladados a Santafé, fueron fusilados, ahorcados y despedazados, según la costumbre española, para escarnio, conjuntamente con Policarpa Salavarietta y otros presos patriotas, el 14 de Noviembre de 1817. Fue la segunda vez que los apresaron. La primera, se escaparon. A quienes los ayudaron en la fuga (Santiago Lara, Bernabé Pulido, Pablo Corona), se les aplicó el mismo procedimiento, el 26 de Enero de 1818, pero con la peculiaridad tragicómica que cuenta el historiador E. Posada: ―(…) Puestos los reos de rodillas delante de su bandera (la del Batallón Tambo), y las estatuas de los paisanos (los maniquíes que representaban a Ambrosio, a Vicente Almeida y a Pedro Torneros), al pie del suplicio, (…) y a las tres de la tarde del mismo se les cortaron las cabezas a las estatuas (…)‖ (Bbl. 10)

- - - Bbl 10: : “Los grandes conflictos sociales y económicos de nuestra historia”, tomo IV, cap. 32, 2ª parte: Indalecio Liévano: “La Independencia de Colombia”: Javier Ocampo; ”Mujeres libertadoras”: Enrique Santos Molano; “El 20 de julio”: Eduardo Posada; “Diario Oficial”, Jun 10/1871, No. 2265 p.558; “El Telegrama”, Nov. 14/1889, No.826; “El Correo Nacional”, Jul 20/1894, No. 1105, p.23.; “Colombia, crisis imperial e independencia” Tomo I (1808-.1830)”; Eduardo Posada Carbó

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Anexo 11: No pudo el llanto (Torres, Lozano, Caldas) (viene p.89) (Los más sobresalientes exponentes de la llamada ―Patria boba‖, Camilo Torres, Jorge Tadeo Lozano y Francisco José de Caldas éste último con oscilaciones ambivalentes- fueron realistas hasta la muerte, jugando al ―Viva el Rey, abajo el mal gobierno‖, ―se obedece, pero no se cumple‖. Fieles a Fernando VII, ―si viene a gobernar personalmente‖, etc. Traicionando a Nariño, a quien dejaron solo en la batalla de Pasto, se oponían a un gobierno popular que proclamara la liberación de esclavos y la devolución de tierras indias, pues representaban el esclavismo y al latifundio, los dos pilares fuentes de la riqueza oligárquica criolla que representaban. Por ser ―más papistas que el papa‖, fueron víctimas del desprecio, la brutalidad y la inclemencia de Morillo/Sámano.) Camilo Torres y Tenorio (1766-1816): Legítimo “español-americano”, monárquico, ferviente católico, doctor en jurisprudencia del Colegio Mayor del Rosario, obtuvo licencia del Virrey Mendieta para leer “libros prohibidos”. Redactor de la súplica lastimera a la Junta de Regencia para pedir mayor representación burocrática de “españoles americanos”, impropiamente conocida como “Memorial de Agravios”; organizador del incidente del florero para provocar la presión al Virrey y conformar una junta presidida por el representante del monarca. Se enfrentó a Nariño y Carbonell, para constituir una república subordinada a Fernando VII, federalista para que actuaran a sus anchas las oligarquías provinciales, por lo cual desató la primera guerra civil de nuestra historia. Y cuando Nariño fue a combatir a Sámano en el sur, boicoteó esos esfuerzos y lo engañó con anuncio de envío de tropas que nunca llegaron. Esperó “ganar con cara y con sello“: con cara, si Fernando VII regresaba al trono, sería el exponente criollo con mayores títulos de acatamiento a la monarquía; con sello, si se consolidaba la república federalista, sería el natural exponente de los anhelos oligárquicos regionales. Decididamente contra-revolucionario (―la peor forma de gobierno vale cien veces más que una revolución‖) y racista anti-americano (―…tan españoles somos, como los descendientes de Don Pelayo, y tan acreedores por ésta razón a las distinciones, privilegios y

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prerrogativas del resto de la Nación…‖). Esperó confiado, ser tenido como auténtico defensor de la Corona, por los ejércitos al mando de Morillo. Cuando comprobó que estaba en la mira del pacificador, huyó hacia Popayán. Detenido, fue conducido para juicio a Santafé, donde reiteró su fidelidad a Fernando VII y a la Santa Madre Iglesia. Pero no logró convencer: fue fusilado, ahorcado, descuartizado, sus miembros exhibidos en jaulas de gallinas en la Plaza Mayor y en el camino de San Diego, práctica usual española, para escarnio. (Bbl. 11) Jorge Tadeo Lozano, Marques de San Jorge (Santafé, 1771-1816): Naturalista neogranadino, se dedicó al estudio de la zoología, incorporándose a la Expedición Botánica. José Celestino Mutis lo consideró un erudito y valoró altamente sus investigaciones. Además, periodista (“Correo curioso‖, ―Erudito‖, ―Económico‖, ―Mercantil de Santafé de Bogotá‖). Escritor científico («Memoria sobre las Serpientes») y profesor (cátedra de química en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario). Hizo parte de la oligarquía neo-granadina que aprovechó la invasión de Napoleón a España para oponerse tibiamente a la autoridad virreinal pero con sujeción a la metrópoli, mediante su adhesión al monarca Fernando VII. Primer presidente del recién creado Estado Libre de Cundinamarca. Proclamando su condición de “españolamericano‖, se opuso a la liberación de esclavos, a la devolución de tierras indias y a la independencia total, exigidas por Nariño, Carbonell y Policarpa Salavarrieta, lo cual lo lleva al enfrentamiento con los “centralistas”, desde su posición “federalista”, que le proporcionaba autonomía para mantener la esclavitud y el dominio latifundista. Organizó, con los demás integrantes de “la Patria Boba”, la primera guerra civil, cuando aún no se había proclamado la independencia y, luego, desde el “canapé republicano” federalista, traicionó al ejército patriota –impidiendo, con Camilo Torres, su aprovisionamiento-, creyendo que así ganaba indulgencias españolas para la reconquista, que se veía venir... Durante la Reconquista de la Nueva Granada, el Pacificador Pablo Morillo invadió Bogotá y marcó el comienzo del reinado del terror. Una de sus víctimas fue Jorge Tadeo Lozano: perseguido, lo expropiaron y, finalmente, fue ejecutado. Probablemente, en el

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momento de su fusilamiento, Tadeo recordó uno de sus libros: “Memoria sobre las Serpientes‖ Una paradoja: los serviles promonárquicos de “La Patria Boba”, fueron ejecutados y descuartizados por el conquistador, lo mismo que los revolucionarios independentistas, como Carbonell, “La Pola”, los hermanos Almeyda, Villavicencio,…. Al más erguido anti-monárquico –Nariño-, se les respetó la vida y en intercambio de prisioneros, devuelto a su tierra. (Bbl. 11) Francisco José de Caldas (1768-1816) . Con la reconquista española, Caldas regresa a la hacienda paterna en Popayán, donde es apresado por Sámano quien la traslada a Santafé para evitar la presión de clemencia otorgada por el presidente de Quito Toribio Montes. El 30 de Octubre de 1816 es fusilado, obviando el descuartizamiento a que fueron sometidos los otros integrantes de “la patria boba‖. Un documento con un arrepentimiento –el último, además de su silenciosa “O larga y negra partida”-,es la carta dirigida al General Enrile, urgiéndole clemencia (Apartes):: ―(…) Un astrónomo desgraciado se dirige directamente a vuestra excelencia sin otro mérito que el saber que V.E. profesa las ciencias exactas y que conoce su importancia y su mérito. (…) Es verdad, señor, que me dejé arrebatar del torrente contagioso de ésta desastrosa revolución y que he cometido en ella algunos errores; pero también es verdad que mi conducta ha sido la más moderada; que no he perseguido a ningún español; que no les he ocasionado ningún perjuicio; que no he sido funcionario ni en el Gobierno General ni en ninguna Provincia; que no he tomado las armas ni salido en campaña contra las tropas del Rey; que no he incendiado, asesinado, robado, ni cometido ninguno de esos delitos que llaman venganza pública. Siempre pacífico, amigo de las ciencias y ardiente cultivador, he amado el trabajo y el retiro y he puesto los fundamentos a muchas obras originales que habrían hecho honor a la Expedición botánica de quien dependía, y si mi amor propio no me engaña, creo que habrían llamado la atención de Europa si las perturbaciones políticas no hubieran venido a turbar mi reposo (…)Cuando preparaba la

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reforma de la geografía de ésta parte de América me sobrecogió la época de la revolución (…) Señor, jefe ilustrado y sabio de un ejército victorioso, señor, salve V.E, en éste desgraciado un cúmulo de descubrimientos de ideas felices, y las familias de tantas obras importantes que harían honor al nombre español, y más a VE que habría sido su salvador. Arránqueme VE con su autoridad del seno de ésta borrasca formidable... Yo serviré a VE, yo seguiré a VE a todos los puntos de la tierra a donde lo lleve su gloria y su deber, yo consagraré todas mis fuerzas y todo mi genio en contribuir a la gloria de un jefe tan lustrado. Señor, socorra V.E a un desgraciado que estás penetrado del más vivo arrepentimiento de haber tomado una parte de ésta abominable revolución; (…) tenga VE piedad de mi, téngala gala de mi desgraciada familia, y sálveme por el Rey y por su honor. Dios, nuestro Señor, guarde a VE muchos años. Octubre 22 de 1816‖ (Bbl. 11)

- - - Bbl 11: ”Antología Histórica”, Biblioteca Norma/1987; “Francisco José

de Caldas, el hombre y el sabio”: Alfredo D. Bateman. Banco Popular/1978. “La Nación”, Oct. 29/1886, No, 115.; “Adios a los próceres”: Pablo Montoya; “Grandes Mitos de la Historia de Colombia”: Pablo Victoria; “Colombia Social”: Diego Montaña; “La independencia de Colombia”: Javier Ocampo; Diario Oficial, Bog. Nov. 24/1879. No. 475; La Nación Bogotá, oct. 29/1886 No. 115, p.19

Anexo 12: Del arribismo a la traición y a la muerte (Antonio Baraya; 1775-1816) (viene p. 89) Desoyendo los consejos del sabio Mutis, escogió el camino de las armas en los cuarteles virreinales. Luego, hizo causa común con Carbonell y Nariño, pero se embobó con el Canapé oligárquico, traicionó y se alistó en las huestes federalistas de Camilo Torres, contra Nariño, con advertencias dignas de un oficial fascista del s.xx: ―Si no te entregas, saquearé la ciudad y pasaré a cuchillo a sus habitantes‖. Aunque le prometió a sus soldados sin salario, dinero, joyas, ropas, mujeres con la toma de Santafé, ellos se doblegaron ante el generalísimo de los ejércitos centralistas, nombrado por Nariño: Jesucristo y perdió una batalla en la que contó con más y

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mejores armas. Al igual que los otros integrantes de “la patria boba”, fue fusilado por la espalda, ahorcado y descuartizado. Para los patriotas fue un traidor; para los españoles, también; y en el canapé oligárquico nuca le dieron sillón pues lo consideraban un arribista. (Bbl 12)

- - - Bbl 12. : “Adios a los próceres”: Pablo Montoya; “Grandes Mitos de la

Historia de Colombia”: Pablo Victoria.

Anexo 13: La dignidad muere de pié: Antonio Villavicencio (1775-1816) Ref. Diario Oficial, Bog. Nov. 24/1879. No. 475; La Nación Bogotá, oct. 29/1886 No. 115, p. 1 (viene p 89) Una de las víctimas de las contradicciones españolas entre la “Junta de Regencia” y la autoridad virreinal. Ante la pérdida de apoyo criollo en sus colonias y con Fernando VII preso en Francia, la “Junta” decidió nombrar “visitadores regios” para entablar un mayor acercamiento con los criollos, lo cual –de hecho- burlaba o pasaba por alto la autoridad virreinal. Antonio Villavicencio como comisionado de la “Junta”, entabló negociaciones con la dirigencia criolla. Nombrado, meses después, gobernador de Honda en la primera fase independentista, fue víctima de la contraofensiva realista con ―la pacificación‖. Apresado y llevado a las cárceles de Santafé en Mayo de 1816, fue juzgado y sentenciado a muerte. Para el “pacificador” resultó Inaceptable ese acto de “alta traición”: transitar de “Comisionado Regio” a revolucionario independentista. Fue víctima de toda la sevicia propia de verdugo: degradación de títulos e insignias militares, confiscación de todos sus bienes, fusilamiento por la espalda, ahorcado, descuartizado y exhibido. Con toda dignidad Villavicencio se defendió en juicio y marchó al suplicio. (Bbl 13)

- - - Bbl 13: Don Antonio Villavicencio”: Eduardo Posada, (o.c) + notas periodísticas, arriba.; ”Don Antonio Villavicencio”: Eduardo Posada, Boletín de Historia y Antigüedades, julio 1916;

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Anexo 14 La resurrección comunera (Antonia Santos): 1782-1819) (viene p. 89) En Pinchote (Santander), Petrolina Plata pujaba para dar nacimiento a su séptimo hijo o hija. “Si es niño se llamará José Antonio; si niña, Antonia”, había sentenciado el esposo Pedro Santos, compadre y gran amigo del “más grande héroe que han visto éstas tierras de las Indias occidentales‖. La criatura fue bautizada Antonia, ocho días después de su nacimiento, el 10 de Abril de 1782, en homenaje a José Antonio Galán, ahorcado, descuartizado y exhibido con sus compañeros comuneros. (cap.4, Acp. 2,). Pedro Santos, a pesar de “los estancos”, tuvo una economía próspera con una mediana hacienda y una mansión en “El Hatillo”, donde la niña Antonia aprendió a cabalgar, usar el machete, disparar. Un año después de muerto el padre de Antonia, en 1813, “la pacificación”, amenazó la libertad de la provincia de El Socorro. Derrotado Nariño en Pasto y aniquilada la resistencia en Cartagena, era obvio suponer la caída de Santafé y las Provincias Unidas. Pero Antonia Santos y sus hermanos no se conformaron con ese destino y crearon guerrillas que acosaron y distrajeron fuerzas realistas, mientras Bolívar avanzaba por los Llanos. El 12 de Julio de 1819, prácticamente derrotados los españoles, se toman El Hatillo, centro de operaciones guerrilleras donde detuvieron a Antonia y a varios de sus compañeros. Juicio sumario y condena a muerte el 25 de Julio, el mismo día de la victoria patriota del Pantano de Vargas. Antonia, con notable dignidad se enfrentó al pelotón de fusilamiento. (Bbl 14) - - - Bbl 14: :”Mujeres libertadoras”: Enrique Santos Molano.

Anexo 15: Los ojos bien abiertos de José María Cabal (1770-1816) (viene p. 89) José María Cabal fue un estudioso de su medio, usando la botánica y los minerales como objeto de investigaciones. Entendió que ese medio no era suyo ni de sus conciudadanos y empuño armas, organizando guerrillas contra el poder colonial en las praderas de Buga. Antes, estudiando en España y Francia fue partidario de Nariño y lo ayudó en la traducción de “Los Derechos del Hombre”. Promueve círculos de lectura, por lo que es puesto en prisión en

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Santafé. En libertad se moviliza a La Habana, Cartagena, Buga, Cali, Popayán, predicando el Manifiesto, ayudando y organizando las fuerzas insurreccionales. Sorprendido, apresado, resiste las torturas pero no entrega la “caleta” con armas, municiones, documentos y oro, fundamentales para la causa independentista. Cuando se entrega, viste de nuevo el uniforme republicano en un gesto altivo de afirmación patriótica, se coloca frente al pelotón de fusilamiento, no permite que le venden los ojos y recoge un poco de tierra, la tierra que desea ver libre y cultivada, la besa y la tira a los fusileros. Muere digno, con los ojos bien abiertos, como vivió. (Bbl, iden 11, pag 255)

Anexo 16: Automagnicidio por la independencia (Antonio Ricaurte 1793-1814) (viene p. 89) Refleja, como ninguno, la condición y la historia del criollo: nieto del Marquez de San Jorge e hijo de aristócrata española-americana con mestizo; huérfano a temprana edad; su condición de descendiente de Marquez, creó –al tiempo- obligación a regañadientes de la familia Tadeo Lozano, rechazo y vida nómada permanente de uno a otro hogar. Así, el encanto por la calle lo acercó a los chisperos, con una leal amistad con Carbonell y el resentimiento familiar lo hizo un firme anti-monárquico (―no hay peor opresión que aceptar el sometimiento”). Partidario irrestricto de Nariño, fue nombrado comandante del ejército de Cundinamarca que enfrentó a los federalistas dirigidos por familiares. Por ello, momentáneamente, se retira de la gesta libertadora pero por poco tiempo, pues se alista en el ejército de Bolívar que enfrenta a Boves en las afueras de Caracas, en San Mateo, cuidando el fortín de municiones y pólvora del ejército patriota que no puede caer en poder del enemigo porque ello causaría un giro negativo a la guerra. Estaba cercado, sin fuerza combativa para oponerse a ―la Legión del infierno” de Boves. ¿Qué hacer?: no lo dudó. Prendió fuego, se inmoló pero no permitió que el codiciado armamento cayera en poder del enemigo y –de paso- mandó al infierno a buena parte de la Legón. En su honor, una estrofa de nuestra himno nacional: ―Del hombre los derechos Nariño predicando/ el alma de la lucha

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profético enseñó,/ Ricaurte en San Mateo en átomos volando,/ ―deber antes que vida‖, con llamas escribió‖ (Bbl iden 11, pag. 253)

Anexo 17: Bula papal: “Las veleidades independentistas de Hispanoamérica” (viene p. 89) ―Venerables hermanos o hijos queridos, salud y nuestra apostólica bendición. Aunque inmensos espacios de tierras y de mares nos separan, bien conocida nos es vuestra piedad y vuestro celo en la práctica y predicación de la santísima religión que profesamos.(…) hemos creído propio de las apostólicas funciones que, aunque sin merecerlo, nos competen, el excitaros más con esta carta a no perdonar esfuerzo para desarraigar y destruir completamente la funesta cizaña de alborotos y sediciones que el hombre enemigo sembró en esos países. Fácilmente lograréis tan santo objetivo si cada uno de vosotros demuestra a sus ovejas con todo el celo que pueda los terribles y gravísimos prejuicios de la rebelión, si presenta las ilustres y singulares virtudes de nuestro carísimo Hijo en Jesucristo, Fernando, vuestro Rey Católico (…) Procurad pues, venerables hermanos o hijos queridos, corresponder gustosos a nuestras paternales exhortaciones y deseos, recomendando con el mayor ahínco la fidelidad y obediencia debidas a nuestro monarca, haced el mayor servicio a los pueblos que están a vuestro cuidado; acrecentad el afecto que vuestro soberano y Nos os profesamos; y vuestros afanes y trabajos lograrán por último en el cielo la recompensa prometida por aquel que llama bienaventurados e hijos de Dios a los pacíficos. Entre tanto, venerables hermanos e hijos queridos, asegurándoos el éxito más completo en tan ilustre fructuoso empeño, os damos con el mayor amor nuestra apostólica bendición.‖ (Dado en Roma en Santa maría la Mayor, con el sello del pescador; el día treinta de enero de mil ochocientos diez y seis, de Nuestro Pontificado el decimosexto)‖ Pio VII: encíclica 30 enero 1816 (Bbl. 17)

- - - Bbl 17: Encíclica 30 enero 1816: Pio VII: referida en “Crónica de la Humanidad”· y “Crónica de América”: Plaza & Janes.

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Anexo 18: Fusilado Barreiro y otros 38 presos españoles (viene p. 92) Mientras Bolívar –como lo sostiene Laureano Gómez- había negociado con el Virrey, canje de prisioneros, Santander procedió al fusilamiento de presos en combate: “(…) No hubo consejo de guerra ni tribunal alguno que interviniera, ni las víctimas fueron oídas, ni se les permitió género alguno de descargo o defensa. Barreiro quiso hablar con Santander y éste se denegó. Le envió su diploma de insignias de masón de alto grado, sabiendo que Santander era hermano; más éste respondió que la patria estaba primero que la masonería. (…) José María Barreiro, Francisco Jiménez, Antonio Plá, Antonio gallazo, a formar el frente (…) recibieron la orden de hincarse de cara hacia los muros de las casas y se le hicieron las descargas por la espalda, a quemarropa, según la orden, para que no se desperdiciaran las municiones (…)” (Laureano Gómez, o.c/Bbl 18.) - - - Bbl. 18: “El Final de la grandeza”: Laureano Gómez;

Anexo 19: Crímenes patriotas contra patriotas (Piar, Córdoba, Agualongo, Caycedo y Cuero) (viene p. 94) Fusilamiento de Manuel Piar (1774-1817): El 28 de septiembre de 1817, tras ser acusado de sedición, traición, conspiración insubordinación y deserción, fue hecho prisionero y conducido al cuartel general de Angostura, donde el Consejo de Guerra lo condenó a muerte, tras analizar las circunstancias en las cuales trató de convencer a los pardos de derrocar a los patriotas blancos. La sentencia fue cumplida el 16 de octubre de 1817. Piar representó una lucha de clases –y probablemente racial- dentro de la batalla por la independencia. Este episodio muestra la inclinación de toda dictadura –así esté justificada en la creencia del “bien común”- de deshacerse de los colaboradores de los procesos, si ellos no se inclinan ante el conductor supremo. La ejecución de Piar rompe incluso el esquema de Bolívar plasmado en la “Guerra a Muerte”. Fue una acusación de “insubordinación por la insubordinación”, haciendo de la disciplina interna un objetivo y no un medio. Fue un vil magnicidio del que seguramente se arrepintió Bolívar cuando exclamó ―He derramado mi propia sangre‖. El pueblo

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venezolano lo ha reivindicado como un importante patriota muy valioso en la lucha por la independencia, cuando venezolanos y neogranadinos, firmemente unidos, combatían por las mismas ilusiones. De acuerdo a esta apreciación, el 8 de mayo de 1997 el senado venezolano trasladó simbólicamente el cuerpo del prócer al Panteón Nacional.

A sablazos masacrado José María Córdoba (1799-1829) El General José María Córdoba adquirió resonancia por el triunfo de la batalla de Ayacucho, al mando de Bolívar, con la cual España – derrotada- abandona América del Sur. Su notable participación le valió la denominación de “Héroe de Ayacucho”. Después de ser “bolivariano” fue partidario del grupo “santanderista”, opuesto a ―la dictadura de Bolívar‖, aunque repudió la conspiración septembrina. Bolívar lo envía al Cauca a combatir el alzamiento de los generales López y Obando, quienes habían derrotado a Tomás Cipriano de Mosquera, obstaculizando el plan de Bolívar de combatir al General peruano Lamar, que había invadido Ecuador. El desacuerdo entre los dos continuaba con la insistencia de Córdoba para que Bolívar renunciara a la dictadura y amnistiara a los conspiradores. Córdoba se rebela y en Rionegro, a fines de 1829, organiza un “Ejército de la libertad” respondido con una tenaza militar desde Santa Fe (contingente al mando de dos oficiales de la legión británica) y Cartagena. Los combates suceden el 17 de octubre de 1829 entre fuerzas muy desiguales, pues las comandadas por el héroe de Ayacucho, eran menores y mal armadas. Córdoba al frente de sus tropas, fue herido y en estado de completa indefensión fue ultimado y asesinado a sablazos, directamente por uno de los miembros de la Legión Británica. Agustín Agualongo (Anganoy, Pasto, 1780- 1824). Defensor de sus gentes y de su espacio, ante maniobras legalistas y violentas para despojar a los indígenas de su terruño, por parte de la oligarquía criolla, se alista en las fuerzas realistas en 1811, cuando contaba 30 años. En 1812 combatió al lado de los negros del Patía. Rápida pero sostenida carrera militar: En 1813 es Sargento; dos años después encabeza la retoma de Popayán por las fuerzas realistas; en 1916 es Teniente; en 1820, Capitán y jefe

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civil y militar de Cuenca (hoy, Ecuador); en 1822 es derrotado por Sucre en Pichincha y licenciado. En Pasto se rebela contra la ocupación por Bolívar, al frente de grandes movilizaciones populares e integrado nuevamente a las fuerzas realistas con el grado de Coronel. Ese año, bajo el mando de Boves, pretende la recuperación de la ciudad, pero Pasto es sometida a un baño de sangre por las fuerzas republicanas. En 1823, con el apoyo de la población, reinicia otro levantamiento, en condiciones muy desiguales en cuanto armamento, pero vence al general patriota Flórez, toma la ciudad y marcha hacia Quito. Derrotado en Ibarra, reorganiza sus tropas, sitia Pasto, pero no logra sus propósitos. Retrocede y reagrupa sus fuerzas para la toma fracasada de Barbacoas en 1824. Se dirigió, herido, al Patía. Un teniente, luego ascendido a General –Mosquera- captura a Agualongo, quien es ya General de las fuerzas realistas, pero desconoce el nombramiento. Preso, en estado de indefensión y con una caricatura de juicio, es fusilado. Aunque –en general- fue decente con sus prisioneros , también recurrió a crímenes de varios patriotas, como a Joaquín de Caycedo y Cuero, cobijado con una sentencia proferida por Montes, Capitán General y Presidente de Quito. Joaquín de Caycedo y Cuero (1773-1813) Desde Cali, siendo “Alférez Real”, organizó las “Ciudades Confederadas del Cauca”, con un ejército que unido a las fuerzas enviadas desde Santafé, comandadas por Baraya, avanzó hasta Popayán y logró la huida de las tropas monárquicas hacia el fuerte realista de Pasto. Un descendiente de esclavos, probablemente de las plantaciones de la familia Caycedo y Cuero en el Patía, el negro realista, Juan josé Caicedo, al mando de huestes patianas, lo enfrentó, con varios contingentes. Pero la Junta de Gobierno de Popayán, envía poderosas tropas dirigidas por el médico norteamericano Alejandro Macaulay, con una advertencia, que muestra la sevicia genocida: ―La ruina de Pasto ha llegado y esa ciudad infame y criminal va a ser reducida a cenizas. No hay remedio: un pueblo estúpido, perjuro e ingrato que ha roto los pactos y convenciones políticas y con la más

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negra perfidia ha cometido el horrible atentado de hacer prisioneros al presidente que enjugó sus lágrimas y le levantó de la desgracia en los días de sus amarguras, debe ser, como el pueblo judío, entregado al saqueo y a las llamas. Tiemble, pues, la ingrata Pasto que ha hecho causa común con los ladrones y asesinos del Patía‖ (Manuscrito de Mariano del Campo y Larrahondo, citado por el historiador Bastidas Urresty. (o.c) Caycedo y Cuero fue puesto en libertad, pero Macaulay incumplió el pacto y marchó hacia el sur. Los campanarios a rebato llamaron al pueblo que se lanzó sobre los republicanos, sufriendo 200 muertos y 400 prisioneros entre ellos Macaulay y Caycedo y Cuero, quienes fueron apresados, robados y torturados. A Macaulay se lo procesó, también, por “extranjero y protestante” Desde Quito el Presidente realista dio la orden de fusilamiento de Caycedo y Cuero, Macaulay, más otros cinco prisioneros, delante de la derrotada tropa republicana. (Bbl 19) - - - -

19: El Telegrama, Bog. Nov. 14/1889 No. 826; “La independencia de Colombia”: Javier Ocampo: “Banderas solitarias”: Alberto Montezuma Hurtado; “La historia de Agualongo”: Enrique Herrera; “La fugaz, pero fatal encuentro del indio Agualongo con el coronel Mosquera”: Jairo Gutiérrez Ramos en Revista Credencial. Bbl:

Anexo 20: El Magnicidio a la Primera “República de Colombia” (viene p. 98) Según “El Conductor” (Jul. 18 de 1827, No. 48, p-3-4), Santander planeó, en 1827, la disolución de la República de Colombia (extraoficialmente, “Gran…”) Las tres oligarquías de Quito, Bogotá y Caracas, aunque con disputas personalistas y baladíes, estaban de acuerdo en lo fundamental: cercenar la gran patria, para poder mantener los pilares de sus negocios: esclavitud, gran propiedad territorial, poderes omnímodos regionales y usufructo por la dependencia con respecto a las potencias inglesa y norteamericana. Políticamente, el magnicidio contra la integridad territorial, estuvo cobijado por un mal llamado ―Federalismo”, con lo cual era posible atraerse las capas medias contra el ideal centralizador del Libertador.

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Pero era muy difícil su victoria dado el notable prestigio de Bolívar y de Sucre, ―centralistas”. Por tanto, debían ser eliminados. Desde 1828, se planea el magnicidio contra Bolívar, en Bucaramanga importante núcleo “federalista”. Ese mismo año fue convocada una “representación de las parroquias” (municipios) que decide un “Congreso Constituyente” para Enero de 1830, con el fin de reformar la Constitución de 1821 que dio nacimiento a la “República de Colombia”, uniendo “en un solo cuerpo de nación” a Quito, Cundinamarca y Venezuela. Fue el inicio de las elecciones amañadas de delegatarios en lo cual era experto Santander, quien logró una mayoría pre-fabricada. Los bolivarianos abandonan el recinto con lo cual la reunión constituyente quedó disuelta por falta de quórum. Ante la inminencia de la disolución de la República, los bolivarianos contra-atacan, ampliando los poderes del Libertador a funciones legislativas y redactando, en Agosto de 1828, un proyecto de nueva constitución, más centralista, con la abolición completa y definitiva de la esclavitud y con la incorporación de Perú y Bolivia a la “República de Colombia” Para darle fundamento jurídico a su proyecto, Bolívar convoca desde fines de 1828, en Bogotá, un “Congreso Constituyente de Colombia” (“Congreso Admirable”, que sesionó en dos rondas: el 20 de Enero y el 11 de Mayo de1830), pero al que asisten delegatarios con los que escasamente logró un quórum. La rebeldía se generalizó. El secesionista venezolano Paez, encabezando la oligarquía venezolana, convoca en Valencia, paralelamente en el mismo año, un congreso que aprueba la separación. Pocos meses después, lo hace Ecuador. En Mayo, en la segunda ronda del ―Congreso Admirable‖, la disolución está confirmada. Bolívar renuncia definitivamente, golpeado irreparablemente al ver liquidado su proyecto. Pero sigue luchando por la unión. Las tres oligarquías se unen de hecho –aunque no formalmente- para liquidar a los cabecillas de la unión, Bolívar y Sucre. Los magnicidios a la República de Colombia, cuando era la gran patria bolivariana, y los de Sucre, realizado y Bolívar, frustrado físicamente pero cometido políticamente, están conectados, son eslabones de la misma cadena oligárquica. (Bbl 20) - - - -

Bbl 20: : El Telegrama, Bog. Nov. 14/1889 No. 826.

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Anexo 21: ¿Participación USA en el magnicidio de la Primera República de Colombia? (Denunciada por “El Demócrata”, Jun. 1830) (viene. p. 98) Sólo hasta mediados del s.XIX la revolución industrial norteamericana requirió el itsmo, como vía más rápida y más barata para conectar sus dos costas. Además, la fiebre de oro en California, a partir de 1848, permitió que fuera el mejor tránsito para su comercialización. Comenzada la segunda mitad del siglo XIX, el proyecto del ferrocarril que uniera los dos puertos (Colón con Ciudad de Panamá) y, posteriormente, un canal, eran vitales para el empuje arrollador de su industria. El itsmo panameño constituyó en asunto estratégico, geopolítico, para la nueva potencia. Por tanto, un gran país o confederación que lo poseyera, rodeado de la solidaridad de la America Meridional, haría del istmo un bocado imposible. Es decir, la unión colombiana, conspiraba contra esas pretensiones. Como lo expresa el historiador Liévano: ―(…) una organización política que parcelara a la gran sociedad hispanoamericana en un archipiélago de Estados hostiles entre sí, era el marco ideal para los nuevos imperialismos que se proponían ocupar el puesto de la Metrópoli que España dejaba vacante; y estos imperialismos se iban a sumar, por lo mismo, a la oposición que desataran los patriciados criollos de Hispanoamérica contra el proyectado Congreso Anfictiónico de Panamá‖ (o.c,) El problema del itsmo consista, principalmente, en que era parte integrante de la república más contestataria a sus intereses: Colombia; dirigida por el líder más opuesto a sus designios: el General Bolívar. La integridad de ambos era un verdadero estorbo. Fallido el intento de asesinato del Libertador en el que no existe ninguna evidencia, pero sí interrogantes, de participación norteamericana, el magnicidio político a la integridad de la República de Colombia, sí tiene bases, porque la oligarquía santafereña, instigada por Harison, -embajador de oficio, no en funciones- acosó con tal ímpetu al Libertador que logró su renuncia y su autoexilio, el cual lo llevó a una muerte rápida, sin lograr ejercer su influencia para restablecer la unidad de la República. Al tiempo, los emisarios estadunidenses en Caracas y Quito, apoyaron a Paez y Flores en sus esfuerzos separatistas.

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La sumisión o la desmembración de la República de Colombia ( Gran Colombia, extraoficialmente), era vital para la apropiación, años después, del Itsmo, a través de un Tratado ventajista y leonino con la ya desmembrada Colombia. O, con una Panamá ―independiente‖. La primera opción, el Tratado Herran-Hay (Anexo 36, pag. 287), fracasó porque no fue ratificado por el Senado colombiano Por tanto, se recurrió a la segunda. Los EEUU se quedaron con la zona del canal, con el canal y por varios años con el ferrocarril. El paso previo fué -tenía que ser- el magnicidio a la integridad territorial de la primera “República de Colombia”. El Itsmo, pues, fue una desgracia para Colombia. y para el mundo. Tiene, desafortunadamente, la culpa de la ex istencia desafortunada del mal llamado homo sapiens-sapiens. Como lo expresa Keith Holder : “Hace 160 millones de años, América emergió del agua, dejando un espacio entre el centro y sur del continente. Se calcula que el istmo de Panamá emergió hace apenas 3 millones de años, cerrando el paso a las corrientes del océano Atlántico y del océano Pacífico. Esta obstrucción de aguas (… ) (permitió) la formación de los dos polos fríos del planeta,(…). Los vientos más fríos y secos, destruyeron grandes extensiones de bosques y se formaron los desiertos, llanuras y estepas‖. ―En África vivía el simio Australopithecus, fuera del alcance de animales depredadores. Quedándose progresivamente sin hogar, (…), inició un éxodo de más de 2 millones de años, adaptándose a cambios del ambiente y evolucionando de simio a Homo Abilis, a Homo Erectus a Homo sapiens, el llamado ser humano. Eminentes paleontólogos han afirmado que si la delgada franja de tierra, el istmo de Panamá, no hubiese emergido aún del mar, produciendo los cambios climáticos que produjo, es probable que tampoco hubiesen existido aún los seres humanos en el planeta Tierra” (Bbl 21)

- - - Bbl 21; “Los grandes conflictos sociales y económicos de nuestra

historia”:· Indalecio Liévano; “El Demócrata‖, Jun. 1830; Artículo de Keith Holder, reproducido por “La Prensa” de Panamá

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Anexo 22: ¿Quién mató a Sucre? (1795-1830) (vine p. 102) El primer magnicidio de la naciente República de Colombia, el del General Sucre, está rodeado de las más extrañas anécdotas, de opiniones, acusaciones y contra-acusaciones de los altos mandos de la oligarquía y de complicidades de la prensa de la época (“El Demócrata”, por ej.).La relación de fechas de las conspiraciones puede ayudar a una comprensión: - Comienzo del movimiento por separación de “La República de Colombia” (denominada, no constitucionalmente, “Gran Colombia”), con “La Casiata” (―esa cosita‖) en Venezuela: 1826; - “Convención de Ocaña”, para reformar la Constitución de 1821, que resultó en fracaso, lo cual dejó a la República sin Congreso y sin Constitución: Jun/1828 - Promulgación por el Libertador de la “Ley Fundamental‖ que deroga la Constitución de 1821, decide la redacción de una nueva y otorga poderes ejecutivos y legislativos a Bolívar (“La dictadura”): 27 Agosto/1828: - Intento de magnicidio a Bolívar: 25, Sept/1828 - Promulgación de la nueva Constitución bolivariana (29 Abril); renuncia irrevocable de la presidencia por el Libertador (1 de Mayo); firma de la Constitución (4 de Mayo): 1830 - Disolución de la “República de Colombia”: Sept. (Venezuela) y Mayo (Quito); 1830 - Sucre se dirige a Ecuador para intentar revertir la separación del “Departamento del Sur”: 13 de Mayo de 1830 - Sucre es asesinado: 4 Jun/1830. Una verdad contundente: el magnicidio está ligado a la contienda por la unidad colombiana (Bolívar, Sucre, Urdaneta…) vs. Su disolución (Paez en Venezuela, Santander en Nueva Granada, Flores en Quito). El ―Gran Mariscal de Ayacucho‖ era el blanco de los conspiradores contra la integridad de la recién nacida “República de Colombia”. Al tiempo –por lo mismo- era defendido por el Libertador públicamente y en reuniones en estrechos círculos. ―Sucre, continuó S. E., es caballero en todo: es la cabeza mejor organizada de Colombia: (…) es el mejor General de la República y su primer hombre de Estado. Sus principios son excelentes y fijos;

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su moralidad es ejemplar y tiene el alma grande y fuerte. Sabe persuadir y conducir a los hombres; los sabe juzgar, (…) ‖ ( ―Historia Crítica del asesinato del Gran Mariscal de Ayacucho‖, Julio César García Vásquez). Del magnicidio fue acusado, juzgado, sentenciado y ejecutado por éste crimen el coronel Apolinar Morillo. Pero…¿los autores intelectuales? Como la inmensa mayoría de magnicidios, quedó con interrogantes. El general Obando fue acusado y absuelto. Los conspiradores contra el proteccionismo y el radicalismo aprovecharon el crimen para sacar ventaja política, acusando – precisamente- a quienes convergían políticamente con Bolívar y Sucre en defensa del artesano y sus expresiones políticas. Algo similar a las acusaciones al “comunismo” por el asesinato de Gaitán, cometido –precisamente- por los acusadores. Los historiadores no se ponen de acuerdo sobre los personajes que estuvieron detrás del gatillo. (Bbl. 22) - - - -

Bbl. 22: Bibliografía citada arriba. Quien desee investigar a

profundidad, sugiero algunos de los periódicos a disposición de los lectores en la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República, Bogotá, El Demócrata, Bog, Jun 1/1830 No. 3, p. 1213.- 1830; Gaceta de la NG, Dic 1.842 No. 587.- Gaceta de Colombia Jul 4/1830 No.472; Gaceta de Cartagena, Agosto 8/1830 No. 463; El Dia Mzo 2/1850 No.- 699, p. 2; El Recopilador, Bog, Oct. 21/1830 No. 9: El Mercurio de N.Y. Dic 11 /1830 (Carta de Marquesa de Solanda); Gaceta de Colombia, bog. Dic 1830 N 495. “los Amigo de los Pueblos”, Ecuador, Nov 21/1830 (carta de la hija de Sucre)

Anexo 23: La noche septembrina (viene p. 102) Sólo presento un relato de Manuelita Saenz, con el cual se aprecian las conspiraciones previas, las manipulaciones del General Santander y los hechos del día, aparecido en “El Telegrama” (o.c.) “Señor General O‟Leary, Encargado de Negocios de su Majestad Británica. Me pide usted le diga lo que presencié el 25 de septiembre del año 28 en la casa del Gobierno bogotano; a más quiero decirle lo que ocurrió días antes. (…) los conjurados se reunían en varias partes; una de ellas, en la Casa de Moneda; que el jefe de esta

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maquinación era el General Santander, aunque no asistía a las reuniones, y solo sabía el estado de las cosas por sus agentes. Pero que él era el jefe de la obra. Que el General Córdoba sabía algo, pero no del todo, pues sus amigos lo iban reduciendo poco a poco. (…) El 25 a las 6, me mandó a llamar el Libertador; (…) como las calles estaban mojadas, me puse sobre mis zapatos, zapatos dobles (estos le sirvieron en la huida, porque las botas las habían sacado para limpiar)., sin más precaución que espada y pistolas, sin más guardia que la de costumbre, sin prevenir al Oficial de Guard ia ni a nadie, contento con que el Jefe de Estado Mayor, o no sé lo que era, le había dicho que no tuviera cuidado, que él respondía. (Este era el señor Coronel Guerra, que dicen que dio para esa noche santo, seña y contraseña, y más al otro día andaba prendiendo a todos, hasta que no sé quién denunció a dicho Jefe): Serían las 12 de la noche cuando (…) se oyó un ruido extraño (…) . Desperté al Libertador, y lo primero que hizo fue tomar su espada y una pistola y tratar de abrir la puerta, lo contuve y le hice vestir, lo que verificó con mucha serenidad y prontitud. Me dijo: ―Bravo, vaya, pues: ya estoy vestido y ahora ¿qué haremos?, hacernos fuertes‖; volvió a querer abrir la puerta y lo detuve. Entonces se me ocurrió lo que le había oído al mismo General un día: ―¿Usted no le dijo a don Pepe París que esta ventana era muy buena para un lance de estos?‖. ―Dices muy bien‖ me dijo, y se fue a la ventana; yo impedí que él se botase porque pasaban gentes, y lo verificó cuando no hubo gente, y porque ya estaban forzando la puerta. Yo fui a encontrarme con ellos, a darle tiempo que se fuese, pero no tuve tiempo para verlo saltar, ni para cerrar la ventana. De que me vieron, me agarraron y me preguntaron: ¿Dónde está Bolívar?” les dije que en el Consejo, que fue lo primero que se me ocurrió; registraron la primera pieza con formalidad, pasaron a la segunda, y viendo la ventana abierta, exclamaban: “Huyó, se ha salvado”. (…) me fui hasta la plaza y allí encontré al Libertador a caballo hablando con Santander y Padilla, entre mucha tropa que daba vivas al Libertador. Cuando regreso a la casa, me dijo: “Tu eres la Libertadora del Libertador”. (…) Manuela Sáenz; Paipa, 10 de agosto de 1850‖ (Bbl-23) Bbl 23: “El

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Telegrama”, No. 2214 p.3.: Carta de Manuelita Saenz;

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Anexo 24: Conjurados al paredón (viene p. 102) Como venganza pero dentro del ordenamiento “legal” de una dictadura, dos instancias: “Tribunal Extraordinario”, compuesto por cuatro oficiales superiores y cuatro jueces civiles, y otra, estrictamente militar presidida por el seguidor e íntimo amigo de Bolívar, el general Urdaneta, procedieron a juzgar a los prisioneros que atentaron contra la vida del Libertador el 25 de Sept de 1829. Fueron ejecutados después de proceso y juicio sumarísimo de sólo cinco días, los prisioneros Horment, Sulaibar, Silva, tenientes Galindo y López; Coronel Guerra, General Padilla, el profesor Celestino Azuero. (Bbl 24) - - - Bbl 24: idem/ “El Telegrama”·, Enero 1829

Anexo 25: El Magnicidio a la integración andina. (“Estatuto de Capitales”·: Ignorado y olvidado instrumento bolivariano de emancipación). (viene pgs.105 y 107) Los procesos de integración latinoamericanos no son, precisamente, los que reciben el apoyo del gran capital trasnacional. Las potencias son ambivalentes ante ellos. Los apoyan cuando observan que esos procesos tienden a dinamizar los mercados, pero los boicotean cuando comprueban que esos mercados no son para ellas, sino para el capital en desarrollo de los países signatarios. Tal fue el ejemplo del “Grupo Andino” (Hoy, “Comunidad Andina”/CAN, sin Venezuela ni Chile: Bolivia-Ecuador-Perú-Colombia, en aparente proceso de reactivación que resiste ser cadáver. Pero la CAN sin Venezuela ni Chile dejó de ser el vigoroso “Grupo Andino”). Algunos de los alcances del Grupo Andino, pueden verse en las Decisiones 21 y 24 del “Estatuto de Capitales” que intentó desarrollar las industrias y frenar la conspiración contra su avance por los grandes capitales. : El Acuerdo de Cartagena concedió alta prioridad al establecimiento de una política común hacia la Inversión Extranjera Directa (IED)., que impidiera la absorción de industrias nacionales por las corporaciones extranjeras o que cualquier país signatario se prestara a ser puente para burlar las ―Decisiones‖ Sus objetivos principales cran: a) Estimular Ia formación de capital

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propio en los países receptores de capital foráneo; b) Facilitar la participaci6n amplia del capital nacional en el proceso de integración; c) Evitar condiciones bajo las cuales Ia inversión foránea en los países pudiera obstruir la integración; d) Coordinar la IED can los planes de desarrollo de cada país y con el grupo; e) Privilegiar las empresas del Grupo, y presentar una política inversionista común frente a terceros países. Las principales disposiciones de las Decisiones 21 y 24, fueron: -Cada proyecto de inversión extranjera debe ser autorizado explícitamente y registrado por la autoridad nacional competente. -Exc1uir Ia lED de ciertos sectores específicos de las economías, tales como las industrias extractivas, los servicios públicos, los medias de comunicación de masas, la propaganda comercial y algunos otros. -La reinversión de las utilidades que excedan del 5% del capital (posteriormente elevada al 7%) -Prohibición a la IED de adquisici6n de empresas nacionales ya constituidas, Finalmente, la Decisión 24 regulaba la transferencia de tecnología extranjera, el pago de regalías y los préstamos externos. Descartaba los acuerdos que obligaban a las empresas nacionales a obtener servicios de fuentes determinadas o que limitaran sus derechos a exportar a cualquier parte del mundo. Esta política anti-monopolista y de protección a las economías nacionales se entiende porque el “Grupo” en aquella época estaba constituido por un Perú con la presidencia del General Velazco Alvarado quien intentó el proyecto de “la comunidad industrial”, según el cual los trabajadores en forma progresiva adquirían la propiedad empresarial; con un Chile de la Unidad Popular con “el compañero presidente” Allende dirigiéndolo; con una Bolivia presidida –aunque por un cortísimo período- por el General Torres, cuya política de reforma agraria y de intervención a los monopolios del estaño, fue atajada por el golpe militar de Banzer y con una Colombia bajo las presidencia de Lleras Restrepo y Misael Pastrana que optaron por políticas de fortalecimiento del Grupo. Pero rápidamente, los cambios políticos en los países permitieron el triunfo monopolista transnacional: el ―Estatuto de Capitales‖, quedó

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reducido a pieza de museo. Incluso, fue escondido para el estudio en las academias andinas. En los años 70s-80s, con el nuevo auge capitalista andino, cada vez más dependiente de los monopolios transnacionales, el Estatuto de Capitales y en general toda la política integracionista, fué un obstáculo para el desarrollo de esa vía. ¿Conclusión?: el magnicidio silencioso al Estatuto de Capitales y a los esfuerzos integracionistas. (Bbl 25) - - - -

“Acuerdo de Cartagena” y “Estatuto de Capitales, Grupo Andino. Editado por Banco de la República; Bbl 25:

Anexo 26: “La Hiena de Cartago” (1798-1878) (viene p. 109) El General Tomás Cipriano de Mosquera, proveniente de una de las familias más acaudaladas, de la provincia más acaudalada del Nuevo Reyno –Popayán- con sus minas, esclavos y latifundios desde el Patía, hasta el pacífico panameño, es uno de los personajes más contradictorios, más aclamados y más cuestionados de la historia colombiana. (En el cap. 6, refiero dos de sus tres presidencias –la otra, de sólo meses no tiene mayor relevanciaexpongo algunos de los rasgos y de las realizaciones de éste personaje sorprendente, caudillo del conservatismo contra el liberalismo y del liberalismo contra el conservatismo. (En el cap. 6, el lector encontrará unos párrafos de la amena biografía, “Yo, Tomás Cipriano”) Ante todo, fue un guerrero –sanguinario y cruel- que propició las más cruentas guerras civiles del s.XIX. Ese aspecto nos lo cuenta Diego Montaña, pero antes el maestro asegura que ―conoció todas las amarguras de la impopularidad y todas las grandezas del poder. Tuvo una certera y clara visión del proceso histórico y siempre quiso servir la causa del progreso y engrandecimiento de su patria‖ (o.c.): “ “En la guerra del 40 contra ―Los Supremos‖, dio muestras de su alma sanguinaria y de su temperamento despótico, cuando al llegar a Cartago y encontrar como prisionero de guerra al General Salvador Córdova, al doctor Manuel Antonio Jaramillo, es gobernador de Antioquia, al capitán Robledo, al teniente José Antonio Castrillón, a los señores José María Ayala, y Juan de la Cruz González y al joven abogado Manuel Antonio Camacho,

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hombres de bien (…) en un alarde de odio y de ferocidad inútil (…) ordenó el fusilamiento que tuvo lugar el 8 de Julio de 1841, y que manchó para siempre su reputación y la del gobierno conservador a cuyo servicio estaba. Por esto su candidatura a la Presidencia de la República del 45 al 49, fue violentamente combatida por el liberalismo, que odiaba legítimamente a ―la hiena de Cartago‖. Fue sacada avante por su yerno Herrán, el arzobispo, su hermano y los jesuitas. (…)‖ (o.c.) (Bbl 26) - - - -

Bbl 26: : “Colombia Social”: Diego Montaña

Anexo 27: El Ferrocarril colombiano Colón/C. de Panamá: primera inversión transnacional norteamericana (viene p. 109) Por Gabriel Poveda (Título original del ingeniero Poveda: ―El ferrocarril en Panamá‖ .-tomado de ―¿AdiosSocialismo?

“ En 1836 gobernaba en la Nueva Granada el general Francisco de Paula Santander. Desde ese momento comenzaron a llegar a Bogotá numerosos ―barones‖, ―empresarios‖ ―embajadores‖ […] a proponer al gobierno neogranadino la construcción de un ferrocarril interoceánico en Panamá. Es una historia de intrigas, ingenuidades, frustraciones y –quizá- uno que otro soborno, que duró catorce años. Finalmente, en 1850 se firmó el contrato entre la Nación y la Panamá Rilara Company para que ésta construyera y operara el esperado ferrocarril. El contrato estaba lleno de ventajas para la empresa extranjera. En ese mismo año comenzó la obra en la costa del Atlántico, donde hoy está la ciudad de Colón. (…) Fue una proeza de ingeniería, y de trabajo físico sobrehumano de obreros, quienes eran llevados de Cartagena y Buenaventura y que morían en la selva y los pantanos de Panamá por docenas cada día... Se terminó de construir en 1855 al llegar los primeros trenes a Ciudad de Panamá sobre el Pacífico.‖ ―La compañía le dijo al gobierno que había costado 8 millones de pesos neogranadinos […]. El gobierno le creyó porque carecía en absoluto de capacidad técnica, administrativa y política para averiguar el verdadero costo. Aparte de los obreros [que casi nunca volvieron vivos] y de sus pobres mujercitas que convivían con ellos, allí todo era norteamericano: la empresa, los ingenieros, los

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gerentes de obra, el capital, los capataces, las herramientas, las enormes utilidades en dinero, los viajeros en los trenes atestados de estadounidenses que iban del Atlántico a California a buscar oro, el idioma oficial, el dinero, las mujeres blancas que vivían con los altos empleados o los distraían, las fajas de tierra para la carrilera [que la empresa obtuvo como regalo gratuito del gobierno]. Norteamericanos eran los médicos de los altos empleados. [Los obreros colombianos, llenos de malaria, fiebre amarilla, tifo, cólera, sífilis, heridas de trabajo y mordeduras de serpiente, no tenían derecho a médicos]‖. ―De EEUU venían los rieles, las locomotoras, (…) el güisqui fino para los ―místeres‖; el ron ordinario para los obreros rasos, el maíz para la lavaza que se les vendía a los obreros como almuerzo (…) .Estadounidenses eran las drogas y (…) las viandas finas para la cocina de sus campamentos confortables que estaban rodeados de mallas impenetrables y custodiadas por policías norteamericanos (…) y de perros guardianes traídos de EEUU. Los trenes recorrían las carrileras enarbolando la bandera de las barras y las estrellas(…) Para el país del norte salían desde Colón regularmente las inmensas utilidades en dólares y en oro. Pero de EEUU no venía suero antiofídico para los obreros rasos colombianos o panameños, ni quinina ni antifilíticos para ellos ni para sus familias.‖ ― En ese ferrocarril nunca nada fue neogranadino [o colombiano, como diríamos hoy] ni siquiera panameño a no ser los miles y miles de muertos que quedaron enterrados en fosas anónimas y olvidadas al lado y lado de la carrilera, a los largo de sus 80 km de trocha ancha [1.44 metros entre rieles]. ― (El ingeniero Pedro J. Sosa [1853-1898] (…), tuvo un empleo en ese ferroc arril. Así conoció la historia de la construcción, y vivió la vida en ese enclave colonialista en el siglo XIX. (…) Sosa t rasmitió esa información al ingeniero Miguel Triana (quien) narra ésta historia vergonzosa del ferrocarril estadounidense en P anamá [nunca de P anamá] a s us alumnos en la clase de Aritmética Analítica. Entre ellos estaba el estudiante Pio B Poveda (…), quien la trasmitió con muc hos otros conocimientos al autor de ésta nota...―)” (o.c), (Bbl 27). - - - -

Bbl 27: “El ferrocarril en Panamá: Gabriel Poveda;

Social”: Diego Montaña

“Colombia

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Anexo 28: Trampas a la libertad (viene p 109) Formalmente, la esclavitud estaba abolida, pero el Presidente. General Mosquera, realiza compra-venta de esclavos para la construcción del ferrocarril norteamericano en Panamá, como lo publicó -con elogios- “El Dia” en Febrero 20/1850 No. 696, Además, las legislaciones –según las mayorías esclavistas en el Senadoabolían la libertad, aprobada en sesiones anteriores, como lo informó “Diario Oficial‖, en Agosto 2/1864, No. 37: “Negada la libertad de esclavos”: “ El señor general Tomás Cipriano de Mosquera ha dirigido la siguiente carta circular a varios propietarios de esta provincia: ―Cali, 10 de Enero de 1850. Muy señor mío: (…) se me hizo una invitación para pasar al istmo de Panamá (y) conseguir brazos para llevar al cabo obra tan importante; y deseando ver efectuado el camino de hierro, (…) me he prestado a solicitar (…) el número de esclavos, que destinados a la empresa, puedan servir (…)‖ ―El señor Joht Llovd Stephens, en nombre de (la) compañía, ha convenido en que le preste los brazos necesarios hasta un número suficiente para los trabajos, y siendo esclavos podré comprarlos hasta por trescientos setenta y cinco pesos (375 ps.) marido y mujer, siempre que sean útiles y sanos; y por los hijos manumitidos se hará un arreglo por sus servicios. (…) espero que usted se sirva contestarme, diciendo si puede usted entrar en arreglos conmigo para venderme los esclavos de que pueda disponer, al precio indicado de (375 ps.) el matrimonio puestos en Buenaventura, (…)‖ ―Los esclavos varones solteros podré pagarlos según su edad y robustez a más de ciento y ochenta y ocho pesos (188 ps.), mitad de la suma ofrecida por un matrimonio. (…) Soy de usted muy atento servidor. Tomás Cipriano de Mosquera‖ “ (La carta tiene la fecha indicada, el negocio se gestó meses antes, cuando ocupaba la presidencia, se escribió, se envió y se ejecutó, pocos meses después de dejar el mando, en el gobierno de José Hilario López, el “libertador” de esclavos) (Bbl 28, citada arriba)

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Anexo 29: Los desplazamientos tienen su historia (viene Pgs, 45 y .110)

(Ref: Este trabajo tiene como eje los genocidios, realizados principalmente para extender propiedades territoriales mediante desalojos forzados. Las referencias, pues, están en casi todo el libro.) Las comunidades indígenas y campesinas colombianas han sido sometidas a continuos desplazamientos que confluyen a beneficiar el desarrollo del capitalismo agrario. Proceso que comienza, desde la conquista con ―los repartimientos‖ y ―la Mita‖ de indígenas (Cap.2, pags 14-28 y Anexo 33) y se impulsa – incluyendo a mestizos- a todo lo largo del s.XIX con “las guerras civiles” que cumplieron el papel de ensanche, fortalecimiento y legalización de la gran propiedad territorial y de la Hacienda Agrícola. La llamada ―Regeneración‖ (1884-86), más la ―Hegemonía conservadora‖ (1886-1930), volcó al país, hacia la consolidación de una economía exportadora –un “crecimiento hacia afuera”-.con la cual la oferta agro-minera exigía aún más grandes extensiones, con nuevos desplazamientos, al tiempo con el sometimiento de los trabajadores, especialmente del banano, del petróleo y del oro a los nuevos monopolios norteamericanos, instalados en el país quienes, con el apoyo estatal, lograron nuevos desplazamientos. A partir de 1946, la fusión “guerra fría”-“reconquista conservadora”, para intentar convertir las mayorías democráticas en minorías asustadas, arrasó las “zonas rojas” (departamentos de Tolima, Cundinamarca, parte del Valle y los “Llanos orientales”) lo cual obligó a miles de familias a deambular por el país. Debe agregarse los desalojos masivos en Boyacá, realizados por la nueva mafia esmeraldera apoyada y apoyando a los gobiernos Ospina-LaureanoUrdaneta-Rojas. En las eras “Frente Nacional”, (1958- 1974/78); “Post FN” (1978-91); y “Estado Social de Derecho” (1991, …) el narcoparamilitarismo es el principal gestor de los desplazamientos porque ese negocio en sí, unido al de sus cómplices, el emergente capitalismo agro-minero, requiere correr permanentemente la frontera agro-minera para volcar grandes inversiones en los

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negocios del siglo XXI: los agro-combustibles y las nuevas riquezas mineras como el Coltan. Algunos de estos principales actores son los esmeralderos, los organismos del Estado, como el servicio de inteligencia, Policía, fuerzas militares, bandas sicariales de terratenientes, paramilitares al servicio del Gobierno de turno (Chulavitas,“pájaros”,AUC”), monopolios tras-nacionales, narcotraficantes,... La tasa de crecimiento urbano colombiano a partir de los desplazamiento es una de la más altas de América y del mundo, que en el periodo de 1951-64 alcanzo el 26 por mil, Según el ―Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados‖ (ACNUR), en 1997, “Cada hora 28 colombianos se vieron obligados a abandonar su hogares, víctimas de la violencia política. Entre 1985 y 1994 hubo 700.000 desplazados mientras que en 1995 y en 1999 la cifra se elevo a 1.770.000 que abandonaron 3.057.995 hectáreas de tierra. Durante el primer trimestre de 2001 arribaron a Bogotá 22.620 desplazados. La llamada lucha contra las drogas aceleró el proceso migratorio. (…) El ―plan Colombia‖, especialmente las fumigaciones contra las poblaciones donde se coca y el ataque militar insurgente representa una nueva causa de refugio que ya se advierte en el departamento del Putumayo y en la zona de frontera con el Ecuador” (o.c) Otro informe de la misma entidad reitera que “Colombia es uno de los países del mundo con el mayor número de desplazados internos. Hasta mayo de 2011 el Gobierno de Colombia ha registrado a más de 3,7 millones de desplazados internos en el país. ONG como la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES) consideran que la cifra real de desplazados por el conflicto armado interno desde mediados de los años 80 supera los 5 millones de personas. (…) Hasta mayo de 2011, la Agencia Presidencial para la Acción Social – organismo del gobierno que coordina la política frente al desplazamiento - ha registrado a cerca de 3,7 millones de personas que han sido forzadas a abandonar sus lugares de residencia. De ellas, cerca del 70 por ciento tenían vínculos con la tierra –como propietarios, poseedores, tenedores u ocupantes. (…) Según cifras oficiales, aproximadamente el 2% del total de personas desplazadas

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del país pertenece a alguna etnia indígena.‖ (NdelA: es decir, unas 80.000 personas) (…) Cerca del 80 % de las personas desplazadas internamente en Colombia son mujeres, niñas y niños. Según el séptimo informe de la Comisión de Seguimiento a la política pública sobre el desplazamiento forzado el 43% de las familias desplazadas tienen jefatura femenina y el 68% de las mujeres desplazadas cabeza de familia están solas. (…)” (Ibid,o.c.) (Bbl 29) -- - - Bbl. 29: (Varios: Anexos 3, 33, 39, 44) e “Informe ACNUR/1997, “El

libro Negro de la Represión”: FICA/Gerardo Rivas; Antípoda”, Revista de Antropología y Arqueología de la U. de los Andes, Dic de 2007, No.5;Comunicado de Organización Nacional Indígena Colombiana/ONIC, 2007; “Los indígenas colombianos en peligro de extinción”: Arturo Wallace, BBC Mundo-Bogotá; elmercuriodigital.com (18-11-11)

Anexo 30: Victoria con magnicidios para el “libre-cambo” (vine p.112) Al comenzar la segunda mitad del s.XIX, la iniciativa productiva más los desplazamientos que multiplicaron el mercado, dieron lugar a la proliferación de talleres de herrería, ebanistería, confecciones, locería…, con los cuales el artesano va logrando una importante fuerza económica y política que se proyecta en las “Sociedades Democráticas”. Logra una recomposición del Estado mediante, probablemente, la Constitución más democrática y progresista de la historia de Colombia (incluida la de 1991), la de 1853. Pero desde el Estado y al margen de él, se desencadenó la corrupción y el fraude electorales, con unos magnates que manipularon los procesos para controlar el Congreso y producir la contra-reforma de 1858. Fue el triunfo de los comerciantes sobre los artesanos. Y la victoria de la violencia sobre la democracia. Los dirigentes artesanos y las Sociedades Democráticas fueron arrasados. Algunos ejemplos, con los cuales cito los periódicos que reseñaron los magnicidios de esa época: *Manuel Ferro.- ―La civilización‖,, Mayo 1/1851 N. 88, p.1; ―El Dia‖ May. 3/1851, No. 814;

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1851; *José Raimundo Russi (Julio 19/ 1851).-El Neogranadino, jul 18/1851 No. 165; 1853; *Vicente Herrera, gobernador de Santander. El Porvenir, bog..- Mzo 29-Sept 6/ 1859,. El Comercio, Bog.- May 8.Ab. /1859; 1861: * 20 liberales en Popayán, Registro Oficial, Bog. Nov 19/1861, No. 27, -1869)*Carnicería en “El Oratorio”·, Santander: “El Tiempo”, Bog. Agosto 28/1860 No. 297; *Ramón Carranza (guerrillero conservador) La Opinión, Bog, Oct 28/ 1863 No. 36.- p.1; El Conservador, Bog. Agosto25/1865 No. 10 p. 22-23 *Fusilado el jefe conservador Guillermo McEween en Antioquia por el gobernador Tomás Rengifo.- Diario Oficial, Bog. Oct 4 /1880 No. 4827, p. 8538; *1882: Julio Arboleda en Berruecos. “El Colombiano”, Dic 19/1882 No. 69, p. 280: Ene 9/1883 No. 72.- p-. 7; 1863: (Bbl 30: citada en el texto)

Anexo 31: El exterminio de las “Sociedades Democráticas” (viene p.112) Las “Sociedades Democráticas”, fueron fundadas inicialmente por prestantes exponentes del liberalismo, quienes organizaron en Cartagena, Santafé y Bucaramanga, principalmente, "clubes" de agitación política de los artesanos, quienes reclamaban protección para sus manufacturas. La primera Sociedad Democrática se fundó en 1838 por, Lorenzo María Lleras, con el nombre de "Sociedad Democrática Republicana de artesanos y labradores progresistas de Bogotá", más conocida como “Democrática Republicana". La oposición artesanal a la candidatura de Mosquera y al libre cambio de su ministro (“Secretario”) Florentino González, se había manifestado el 11 de Julio de 1844, en Medellín con el manifiesto "Grito de la Democracia", firmada por varios artesanos y reproducida en Bogotá en los siguientes términos: "sepa la Nueva Granada, sepa el mundo entero, que no es un pariente de los emperadores ni de los reyes el que queremos que rija nuestros destinos. Lo que queremos y deseamos es un patriota decidido que sostenga nuestra Constitución, que respete nuestras garantías y que haga la felicidad de nuestra patria. Es un republicano i nada más lo que queremos…‖. Y agregaba en referencia a la coyuntura electoral: ―La elección del general Mosquera para presidente de la Nueva Granada en las presentes circunstancias es impolítica, extemporánea y peligrosa.

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(…) . Nuestros votos serán pues para el republicano general Eusebio Borrero…” (“Manifiesto” citado) Sin barreras aduaneras y con financiación a los importadores para la adquisición de mercaderías inglesas, la oposición al gobierno, por parte de las Sociedades Democráticas es beligerante y desembocará en la revolución artesano-militar de 1854, conducida por el General Melo que da un golpe de Estado para una “dictadura” –según el Derecho establecido, pero aclamada pr el pueblo- de siete meses de duración. Antes, los artesanos resolvieron respaldar la candidatura presidencial y luego el gobierno de José Hilario López, Entre 1849 y 1852, fueron organizadas más de cuarenta Sociedades Democráticas. La fracción “Gólgota” dentro del Partido Liberal que reunía a los comerciantes, se unió con el conservatismo para impulsar el librecambio desde el gobierno. El presidente José Hilario López cedió a las presiones y no cumplió sus promesas electorales, enfrentándose al artesanado. “En lugar del proteccionismo se impuso con más fuerza el credo manchesteriano y en vez de entregarle al pueblo los ejidos se permitió su libre enajenación y las tierras quedaron en manos de los grandes terratenientes. La reacción de los artesanos y campesinos no se hizo esperar. Ambrosio López publica su escrito "El desengaño" en el que denuncia con razón que el gobierno de José Hilario López no había expedido la ley proteccionista y el misterioso José Raimundo Russi, suscita un acalorado debate el 26 de febrero de 1850 en la sociedad democrática de Bogotá sobre una nueva petición de los artesanos exigiendo un alza de aranceles para los artículos de importación‖. ― De otro lado, los indios desposeídos de sus tierras, se unieron con los artesanos y organizados en cuadrillas armadas se lanzaron a los campos, asaltaron las haciendas, mataron a sus dueños y en Palmira, instituyeron la "era del zurriago", así denominada porque en la noche dichas cuadrillas salían armadas de zurriagos a castigar a los hacendados que se habían adueñado de los ejidos del pueblo. Eran los prolegómenos de una verdadera revolución social. (…)‖ ― El incumplimiento de las promesas electorales por parte de José Hilario López, tuvo como consecuencia el inmediato desplazamiento de la militancia política de los artesanos hacia la fracción draconiana

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del partido liberal. Desengañados con la actitud de los gólgotas, los miembros de las Sociedades Democráticas buscaron refugio en otras guías y motivaciones. La división de esta colectividad se agudizó y en las elecciones presidenciales de 1852 cada fracción presentó su propio candidato ―Los gólgotas lanzaron al panameño Tomás Herrera y los draconianos al prestigioso general José María Obando. Los conservadores no presentaron candidato y observaban impávidos los acontecimientos. (…) Las urnas favorecieron indiscutiblemente al candidato de los draconianos y José María Obando se posesiona el 1º de abril de 1853 como nuevo Presidente de la República.(…)” (o.c. de Tirado) Conservadores y gólgotas se enfrentan al nuevo gobierno con un Frente Común, respondido con otro frente de artesanos y militares. . El 13 de abril de 1854 los democráticos comenzaron a desfilar armados y con pancartas que proclamaban "Vivan los artesanos y el ejército, abajo los agiotistas", apoyando al presidente Obando, contra la nueva mayoría en el congreso de conservadores y gólgotas. (Episodio que produce el primer golpe de Estado de nuestra/historia) En su corto ejercicio de la presidencia, el General Melo decide "gravar fuertemente todas las industrias y todas las importaciones, exceptuando las artesanías nacionales colocadas en niveles preferenciales, creando una especie de impuestos al patrimonio para tierras y semovientes y exportación del tabaco.”. (o.c). ―Se produce uno de los primeros entendimientos entre la oligarquía librecambista y el gobierno norteamericano que despacha los buques “Decatur” y “Massachusetts” para apoyar a los constitucionalistas contra el nuevo gobierno militar-artesano. Pero la alta oficialidad está con el Congreso. Los generales Mosquera, Alcántara Herrán, José Hilario López., organizan el “Ejército del Sur” que domina la situación, ponen preso a Melo y su pequeña tropa, produciendo un genocidio indirecto por malaria y fiebre amarilla a orillas/del/río/Chagres.” . “Así terminó la más importante ofensiva patriótica de las Sociedades Democráticas parta lograr la protección a la industria nacional. Nuevos enfrentamientos, particularmente en

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Bucaramanga, ciudad de gran fuerza artesanal, se presentaron entre defensores de la producción nacional y el librecambio. Derrotados, los primeros, porque año por año la oligarquía librecambista obtenía mayor apoyo de las dos grandes potencias, Gran Bretaña y EEUU, interesadas en ―dejar pasar‖, pero sin ―dejar hacer‖ al colonizado y neo-colonizado, dividiendo por dos, mutilando, su tradicional consigna de “laizzes passer, laizzes faire”. (Bbl-31) Bbl 31: ―Las Sociedades Democráticas y la insurrección de los

artesanos contra el libre cambio‖: www.grafitel.com; ―Introducción a la Economía Colombiana‖:Alvaro Tirado Mejía; ”Colombia Social: Diego Montaña;

Anexo 32: Indígenas colombianos en peligro de extinción (Ref: anexos 3, 30,73,76) (Viene pgs. 45 y 114) Los desplazamientos genocidas contra indígenas que señalo en el anexo 29, continuaron, con especial sevicia para satisfacer la sed de tierras en los siglos XVIII-XIX y se extendieron al XX, sin parar en el XXI, en el que los nuevos elementos del narcotráfico, el acaparamiento de minas, los enfrentamientos paramilitaresguerrillas-ejército, para ubicarse en zonas estratégicas, hace de las comunidades indígenas víctimas de las guerras que ellas no se inventaron. Es imposible el listado de tantas masacres. Sólo, a manera de ejemplos, refiero algunas, reproduciendo apartes del periodista H. Salazar de BBC Mundo, el 27 de Agosto de 2007 y otras -sólo algunas- de fines del s, XX y del s. XXI,. Con algunos casos hasta 2011: (Nota 31) “Masacre de Bahía Portete: En el Departamento de la Guajira, donde habitan los indígenas Wuayuu, tuvo lugar una de las masacres más macabras de la historia contra los indígenas Colombianos (…) Por su ubicación y recurso naturales, esta zona es apetecida por varios sectores económicos que se valen de grupos paramilitares para implantar el terror en los tradicionales dueños de estas tierras, y de esta manera expulsarlos y apropiarse de ellas. No es coincidencia que de los reportes por violación de los derechos humanos contra esta comunidad, sean las empresas multinacionales las principales acusadas de cometer crímenes. (…)

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El 18 de abril de 2004 llegaron a la comunidad conformada por 580 personas Indígenas, maltratando, asesinando y destruyendo uno de sus lugares sagrados como es el cementerio que alberga a sus antepasados y que dentro de la tradición wayuu es prueba de propiedad de dicho territorio. Resultado de esto fueron casi 30 desaparecidos entre estos 20 niños en edades de 3 a 12 años de los cuales algunos fueron quemados vivos, 13 indígenas asesinados y desplazados (…) mientras tanto, el Alto Comisionado de paz del gobierno Uribe se reunía con los jefes paramilitares, para consolidar un proceso de paz y negociación, (…) (comunicado ONIC, 2007) La masacre del Naya: En un lugar distinto del territorio nacional, en la zona del Cauca, tuvo lugar otra de las masacre más conocidas por parte de los grupos paramilitares. En esta ocasión, tras el secuestro de un grupo de personas por parte del ELN, los paramilitares atacaron a las poblaciones indígenas de esta región, acusándolas de ser colaboradores de la guerrilla. Según reportes de la propia comunidad indígena (Asociación de Cabildos indígenas del Norte del Cauca) más de cien personas fueron asesinadas en medio de torturas. (…) Naya, (…) se extiende entre los departamentos del Cauca y Nariño. Pese al tiempo transcurrido, el número de muertos es incierto por la dificultad de las autoridades para acceder a lo profundo de su geografía. Aunque hay una lista oficial con 40 muertos, el saldo del Cabildo de los Paeces, que se apoya en el testimonio de los líderes de las 25 veredas de la zona, supera los 100. Dos de los dirigentes narraron que los autores de la matanza además de la amputación de las manos de la niña, utilizaron la sierra para abrirle el estómago a otra mujer mientras que a un joven lo lanzaron vivo a un precipicio. (…). Escribieron en las paredes de varias casas: ―Ya llegamos: AUC‖. (…) La masacre ocurrida durante la semana Santa de 2001 hace parte de los actos de mayor barbarie en la reciente historia del departamento del Cauca. (…) alrededor de 500 hombres pertenecientes a las tropas paramilitares del Frente Calima de las AUC en complicidad con soldados de la Tercera Brigada del Batallón Pichincha con sede en Cali, incursionaron en las veredas de Patio Bonito, El Ceral, La Silvia, La Mina, El Playón, Alto Seco, Palo Grande y Río Mina, (…)” (31)

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“ En el Departamento del Meta, región de Planas, el Ejército masacra, en 1971, a la comunidad Guhibo, desplazando, quemando casas, torturando, violando, desapareciendo… En Caloto, Cauca, el 16 de Diciembre de 1991, la policía ejecuta 21 indígenas de la etnia NASA (paeces) , logrando la expulsión de sus tierras. Sierra Nevada – Perijá. En el 2002, en “Montes de María, fueron masacrados indígenas Wiwa. En Nariño, como lo denunció la Organización Nacional Indígena Colombiana (ONIC), se repitieron genocidios desde 2009 a la comunidad Awá, presumiblemente por parte de las FARC. En Antioquia, límites con Chocó,. Resguardo Uradá, Marzo de 2010: la Brigada 17 del Ejército le hizo el favor a las multinacionales Muriel Mining, co y Anglo Gold Achanti, arrasando la zona indígena para conseguir desplazamientos que le permitieran instalarse en la región minera (16.000 ha), rica en oro, cobre y molibdeno. Sólo en 2011 se produjo nueva oleada de magnicidios. Algunos: “el Gobernador Suplente de la comunidad Embera-Katío de Nendó, Fabio Domic, fue asesinado en el municipio de Dabeiba (Antioquia). Según la Organización Indígena de Antioquia (OIA), existe una lista con los nombres de 8 indígenas amenazados, entre quienes se encontraba Domic. A este caso se une el homicidio del l íder John Dobiana Mecheche (Embera-Dobida), quien fue asesinado en la comunidad de Guaguandó, municipio de Vigía del Fuerte, el da 7 de noviembre de este año. En el municipio de Zaragoza, región del Bajo Cauca antioqueño, se encuentra confinada la comunidad indígena (…) con acceso restringido a sus lugares de trabajo y al casco urbano del municipio. Según datos de la Defensoría del Pueblo, al menos 5 miembros de esta comunidad también han recibido amenazas contra su vida desde el mes de septiembre de 2011. (…) Al sur de Colombia, en el resguardo indígena de Cuasbó (La Faldada, municipio de Barbacoas, departamento de Nariño), 28 personas (7 familias) resultaron desplazadas. En el 2011 los Awá sufrieron el desplazamiento masivo de 1035 personas (207 familias

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del municipio de Ricaurte), la desaparición de 3 jóvenes, las amenazas a 4 líderes de sus organizaciones, y 8 miembros de la comunidad (31) (Las masacres a indígenas ha sido una constante de la historia de Colombia que aún no para. Incluso, han sido víctimas en la confrontación de fuegos cruzados entre ejército y guerrilla y entre guerrilla y “paras”) (Bbl 32) - - - -

Iden bibliografía 29, pag. 276 + “Colombia amarga”: Germán Castro; + Ponencia sobre “Historia de la Violencia de Colombia Darío Betancourt/2004:”; Bbl 32 :

Anexo 33: Asesinados los Generales Obando y Prestán - Ahorcado y descuartizado José María Obando (1795-1861) (viene p.118) En la lucha por la emancipación fue experto en las tácticas guerrilleras de españoles y libertadores. porque Obando fue guerrillero en ambos bandos. Al principio tuvo contradicciones con el Libertador y con Sucre, pero rápidamente pactó un acuerdo con Bolívar, quien le confía la vanguardia de sus ejércitos en el Patía, lo cual permitió la victoria en la batalla de Pichincha. Además de estratega militar, aparece como uno de los campeones por la legalidad republicana en el enfrentamiento a la primera dictadura de hecho, mediante un “poder militar en la sombra” ejercida por el General Urdaneta quien se proclamaba como el más fiel Bolivariano. Desde Popayán, en coordinación con el General José Hilario López organiza una fuerza liberadora que se dirige a Bogotá. Avanza con sus guerreros rápidamente y derrota a la fuerza de Urdaneta que había derrocado, mediante “golpe constitucional” al presidente Joaquín Mosquera. Con gran apoyo dentro de las “Sociedades Democráticas‖, logra un congreso que lo elige presidente (1853-54), pero no concluye su período por el golpe militar del general Melo, al mando de artesanos y soldados radicalizados. El incidente fue aprovechado por el ”golgotianismo‖ (alianza oligárquica liberal-conservadora, estimulada por comerciantes liberales, ―gólgotas‖) para revertir el proceso democrático, proteccionista y contra el libre-cambio. La nueva

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coalición, mayoritaria en el Congreso, , decide destituir al presidente, reemplazarlo por Manuel María Mallarino y luego nombrar a Mariano Ospina Rodríguez, arremeter contra el liberalismo-radical, imponer el libre-cambio, perseguir a artesanos y sus ―Sociedades Democráticas‖,. El nuevo presidente Ospina Rodriguez, dirige la invasión al Estado de Santander, donde era fuerte el radicalismo. Mosquera y Obando se le enfrentan, pero para lograr la victoria, Obando debió subir por el rio Magdalena con cien soldados enfermos del 9º Ejército, por lo que fue fácilmente cercado. Preso, desarmado y sin formula de juicio, fue acribillado con lanzazos, al igual que su compañero el Dr. Cuellar. Después, ahorcado, desnudado, enlazado y arrastrado por el lodo, afeitado y exhibido como trofeo. Incluso después de muerto su cadáver fue descuartizado a machetazos al igual que los conquistadores hacían con sus víctimas insurgentes. De éste magnicidio es responsable el presidente Mariano Ospina Rodriguez.

- Los magnicidios estimulados por la calumnia de la información mediática. (Pedro Prestán: 1852-85)) El presidente Núñez en el último de sus períodos (1884-88), solicitó la intervención norteamericana que, con el pretexto de defender el ferrocarril Colón-Ciudad de Panamá, fue utilizada contra el radicalismo, facilitándole al gobierno el más moderno armamento y consejeros militares. El General-Abogado Prestán toma la plaza de Colón en nombre del radicalismo, como protesta por la intervención norteamericana. Pavorosos incendios semi-destruyen el puerto de Colón, de los que es acusado, sin prueba alguna Nie ga de plano la acusación calumniosa que no logra amedrentarlo para continuar la guerra. Ante la desigualdad de armamento y con tropas diezmadas y enfermas cae prisionero y sin fórmula de juicio, ni posibilidades de defensa es fusilado por el ejército del gobierno, con la sola acusación de haber sido promotor y gestor de los incendios. Fue otra víctima sobresaliente y el primer magnicidio físico, en la historia republicana, producto de la calumnia. (Bbl 33) - - - -

Bbla 33: “La guerra de los mil días”: Jorge Villegas y José Yunis

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Anexo 34: La primera víctima de las desapariciones: General Ricardo Gaitán Obeso (1851 1886) (viene p. 118) Los ejércitos del gobierno Núñez cercan las fuerzas radicales que reciben lluvias de artillería por tierra y desde buques, en la costa atlántica y Panamá. No obstante, la contra ofensiva radical logra la desbandada de las fuerzas gobiernistas. Los generales radicales – intelectuales, pero también “troperos”, como se dice hoy- están en la vanguardia de los combates. Entre ellos, el General Gaitán Obeso quien cae prisionero, sufre calabozo en Cartagena, pero es trasladado ―por razones de seguridad‖ a Panamá, prácticamente desaparecido por algunas semanas, sin que sus familiares y copartidarios fueran enterados (Se les dijo que sería trasladado a Pasto) En la prisión panameña, se le suministra, en la magra comida, “digitilina”, veneno fatal que le produce la muerte. No se permitió examen legal a su cadáver y fue sepultado dos horas antes del anuncio oficial. (o.c.). Aunque por corto tiempo, estuvo desaparecido: probablemente- sea la primera víctima de ésta técnica criminal. (Bbl 34) - - - -

Bbl 34: “Colombia Social”: Diego Montaña; “La guerra de los mil días”:

Jorge Villegas y José Yunis;

Anexo 35: El magnicidio al radicalismo (viene p. 118) El radicalismo es una expresión política que cobró fuerza en la segunda mitad del siglo XIX tanto en Europa como en América Latina (Chile, Argentina, Colombia, Rep. Dominicana, Paraguay y Venezuela). Hijo de la revolución francesa, expresó el pensamiento racionalista-laico y libertario, lo cual lo emparenta con el marxismo. En Colombia se usa el término equivocadamente, pues en el lenguaje coloquial es sinónimo de “extremista”: todo lo contrario del sentido original, pues equivale a “raíz”. Analizar los procesos desde su raíz y formular propuestas radicales, implica –precisamente- la tolerancia y la intransigencia, pero sólo para el respeto al otro y a las libertades individuales y asociativas. El radicalismo colombiano se nucleó alrededor de la defensa del proteccionismo y como expresión política de la izquierda liberal.

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Sufrió sus dos más importantes heridas de muerte, tanto políticas como militares en el s.XIX, las cuales lo liquidaron como fuerza independiente. La primera se dió en la primera administración Mosquera (1845-49), cuando el General nombró como secretario de Hacienda (1846) a Florentino González, no sólo el más lúcido exponente del libre cambio, sino él mismo comerciante importador y abogado de las ya multinacionales inglesas. La segunda y definitiva fue la promulgación de la Constitución de 1886 por Rafael Núñez. Liquidación del radicalismo imposible sin maniobras “golgotianas” y guerras para su exterminio. Las primeras, palaciegas, con la derrota del General Melo (1854). Las segundas tienen su epílogo en dos poblaciones con nombres premonitorios: “La Humareda”, con victoria radical, pero que lo dejó exhausto (1885), y “El Salado”, donde el liberalismo debió firmar, con tropas hambrientas, enfermas, heridas y sin armas adecuadas, un “Tratado de Paz”, incumplido por el presidente Núñez. La tercera, ya en vigor la Constitución del 86, la de “Los Mil días” (1889-1902), con imposición norteamericana, que lo desarticuló políticamente. (Bbl 35) - - - Bbl. 35: “Colombia social‖: Diego Montaña; “La guerra de los mil

días”: Jorge Villegas y José Yunis; “Los grandes conflictos sociales y económicos de nuestra historia”: Indalecio Liévano; ―Orígenes e historia del Partido Radical” (De España): Manuel Perez Ledesma; “El legado de los liberales radicales del siglo XIX”: Jorge Cardona Alzate.

Anexo 36: Tratado Herran-Hay (Apartes) (viene pgs. 130 y 154) A continuación apartes del Tratado que pudo llamarse “ConchaHay”, si el embajador lo hubiera firmado. Pero se negó rotundamente tanto por la invasión de tropas norteamericanas a un Departamento colombiano (Panamá), como por su texto claramente lesivo. El Tratado, firmado por el gobierno, no fue ratificado por el Congreso. Nótese en artículos como el XXIII, expresiones que le permiten a EEUU negociar con las autoridades departamentales y que separa “la República de Colombia” y al ―Departamento de Panamá”, una advertencia del zarpazo –en ese mismo año- sobre el Istmo que ―independiza”, para hacerlo suyo. Washington, Enero 22 de 1903 “(…) La República de Colombia y los Estados Unidos de América, (…) han resuelto celebrar un

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convenio (…) y, en consecuencia, han nombrado como sus plenipotenciarios: El Presidente de la República de Colombia, a Tomás Herrán, (…) El presidente de los Estados Unidos, a John Hay, Secretario de Estado(…) ARTÍCULO I: El Gobierno de Colombia autoriza a la Compañía Nueva del canal de Panamá para vender y traspasar a los Estados Unidos sus derechos, privilegios, propiedades y concesiones, como también el ferrocarril de Panamá y todas las acciones o partes de ellas en dicha Compañía, (…) ARTÍCULO II: Los Estados Unidos Tendrán derecho exclusivo durante el término de cien años prorrogables a la exclusiva y absoluta opción de los Estados Unidos, por periodos de igual duración, mientras así lo deseen, para excavar, construir, conservar, explotar, dirigir y proteger el canal marítimo, con o sin esclusas, del Atlántico al Pacífico, a través del territorio, (…) ARTÍCULO III: Para que el Gobierno de los Estados Unidos pueda ejercer los derechos y privilegios concedidos por este Tratado, la república de Colombia concede a dicho Gobierno el uso y dirección por el término de cien años prorrogables a la exclusiva y absoluta opción de los Estados Unidos por períodos de igual duración mientras así lo deseen, de una zona de terreno a lo largo del Canal que se abra, de cinco kilómetros de ancho a cada lado de la vía (…) ARTICULO XV: La República de Colombia concede a los Estados Unidos el uso de todos los puertos de la República abiertos al comercio, como lugares de refugio para cualesquiera buques empleados en la obra del Canal (…) ARTICULO XXIII: Si llegare a ser necesario en algún tiempo el empleo de fuerzas armadas para la seguridad o protección del Canal, o de los buques que de él se sirvan, o de los ferrocarriles y otras obras, la República de Colombia se compromete a hacer uso de las necesarias para tal objeto, según las circunstancias; pero si el Gobierno de Colombia no pudiere atender eficazmente a este compromiso, el de los Estados Unidos, con el consentimiento o a la solicitud del de Colombia, o del Ministro de ella en Washington, o de la autoridad local, civil o militar empleará la fuerza necesaria para este solo objeto (…)

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ARTICULO XXVI: Ningún cambio en el Gobierno, las leyes o 'Tratados de Colombia podrá afectar, sin el consentimiento de los Estados Unidos, los derechos que correspondan a los Estados Unidos en virtud de esta Convención (…)” (Se incluyó, como anexos, en el “Tratado”, la “Spooner Act” de 1902 del Senado y la Cámara de E.E.U.U.)

Anexo 37. “I Took Panamá” (viene p.154) Obra del “Teatro Popular de Bogotá (TPB ), dirigido por Jorge Alí Triana. Probablemente el montaje teatral que más tiempo ha estado en escena (1974-1987). Con fina ironía y un sarcasmo que lleva al público a reir mientras aplaude, Triana contribuye al rescate de nuestra memoria histórica sobre un acontecimiento que mantiene piezas escondidas en las relaciones Colombia-USA. La frase atribuida, con razón, al presidente Theodoro Roosvelt (―Yo tomé Panamá‖) sintetiza éstas relaciones, muy parecidas con la actualidad: las guerras, la violencia, son los métodos para ocupar territorio (Ayer, con el pretexto de “contribuir a la paz” en la “guerra de los mil días”, si hizo a un país con la riqueza comercial del ferrocarril y del canal que une dos océanos; hoy, extendiendo el pretexto de la paz a la “lucha contra el narcotráfico”, ocupa -con 7 bases militares- regiones mineras muy ricas en Coltan, Uranio, Platino, Oro…). En 1903, los EEUU manejaron simultáneamente los planes “A” y “B” para tomar Panamá: Con el “A”, imponían un “Tratado” ventajista, lesivo e indigno que se negó a firmar el embajador Concha (Anexo 36); con el “B” fraguaron la “independencia” del entonces Departamento de Panamá para que “su” canal y “su” ferrocarril quedaron situados en un país débil y con una oligarquía aún más servil que la colombiana. Como perdieron el Tratado, al no ser ratificado por el Congreso colombiano, ganaron un país con canal, al ser proclamada una risible “independencia”.. (Bbl. 37) - - - -

Bbl 37: “I Took Panamá” (“Yo tomé Panamá”): Jorge Alí Triana

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Anexo 38. “Se Venden 80 indios”: Germán Castro (viene pgs. 45 y 158) (Tomado de “Colombia Amarga”, a la vez de “¿Adios Socialismo?”· “(…) Luego de once días de espera, los 239 indígenas andoques que trabajaban en la extracción del caucho en Araracuara aún no habían salido a cedularse, porque, según los muinanes que hablaron diariamente con nosotros no podían abandonar el ―áfrico‖. Si lo hacían, perdían mucho tiempo y la deuda con sus dueños podía aumentar. Los andoques son los únicos indígenas de ésta zona que todavía tienen dueño. Ellos se compran y se venden como cualquier animal, a precio que algunas veces son relativamente ―altos‖. Pero la demora de los andoques para presentarse ante la única comisión oficial que ha llevado allí algo concreto –de la registraduría- se debía, según Pablito Firitek y Vicente Makuritofe –capitán indígena de los muinanes- al temor de sus propietarios de que ellos contaran cómo en Araracuara – hoy, como en 1890- prevalecen las condiciones de esclavitud impuesta durante los primeros 40 años del presente siglo por la ―Casa Arana‖. La ―Casa Arana‖ fue una compañía de caucheros peruanos que hasta finalizar la década del 30 explotó las selvas del sur con la sangre de millares de indígenas. Ellos marcaron con hierros calientes a los aborígenes; utilizaron todas las mujeres de sus tribus cuando llegaban a los 12 años, azotaron hasta morir a aquellos que no entregaban periódicamente una cuota de caucho previamente fijada, o simplemente los encerraban en cuevas talladas en la roca [aún en Chorrera se encuentran estos calabozos], hasta que fallecieran de hambre. Los indígenas del sur no conocieron el dinero ni el descanso, porque el sistema de ―endeudarlos‖, impuesto por la ―Casa Arana‖, consistía en darles, por ejemplo, una camisa o un pantalón que les eran cobrados a precios extraordinarios, los cuales duraban pagando con trabajo, muchas veces, toda la vida (...). Los andoques son de propiedad de dos descendientes directos de uno de los verdugos que más recuerda la historia de la ―Casa Arana‖, uno de los cuales se hace cada día más fuerte, apoyado por algunos políticos que viven en la capital. En Araracuara cualquiera puede conseguir sin mayor esfuerzo un esclavo indígena de su

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propiedad [sin llenar formularios ni escritura] pagando a éstos dos caucheros la deuda que el escogido tenga con ellos (...) Los andoques trabajan por temporadas (o ―fábricos‖) de 6 meses, tiempo durante el cual se internan en la selva solamente con algunas porciones de fariña (arepa extraída de la yuca brava), que ellos mismos producen. (...). Como desde el siglo pasado es usual allí, los indígenas caucheros solo logran su libertad [aunque el dueño pierda la deuda], cuando se hallan enfermos de muerte (...). Los muinanes de esta zona se hayan destrozados moral, cultural y físicamente. Ellos llegaron allí a principios del siglo (XX), huyendo de la ―Casa Arana‖ y habían logrado reconstruir parte de la dignidad perdida y curar las heridas de los hierros candentes. Pero cuando esto estaba a punto de lograrse en 1934 el gobierno –olvidando que allí había toda una comunidad indígena- envió a los peores delincuentes: creó la colonia penal.”. Araracuara, 17 de Nov./1972 ( Bbl 38) ----

Bbl 38: “Colombia Amarga”: Germán Castro Caicedo

Anexo 39: “120 días bajo el terror militar” (viene p. 160) “(…) se dieron tres toques de corneta con intervalos de un minuto cada uno y una descarga cerrada ahogó el grito de ¡Viva Colombia libre! que quedó cuajado en témpanos de sangre en las bocas de más de cuatrocientos centenares de víctimas indefensas (…) en momentos en que en Santa Marta el gerente yanqui y los productores nacionales se frotaban las manos (…) Montones de cadáveres rellenaban la ancha plazoleta, (…) imprecaciones de dolor de vidas que se extinguían; niños de corta edad, mujeres en cinta, jóvenes vigorosos, hombres cuyos brazos habían vivido en alto pregonando la canción del trabajo, ancianos que otrora ayudaron con su sangre a la conquista de la libertad, cayeron allí no ajusticiados por la patria, sino asesinados de manera cobarde (…) Los soldados se dispersaron acto seguido en pelotones y al estallido del fusil se daba la voz de alto. En la plaza quedó un

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grupo pequeño de soldados y dos jefes: uno de éstos con una pequeña arma de fuego en su diestra se adelantó sobre el tendal de muertos y de heridos y toda protesta de misericordia que se escapaba de algunos labios yacentes, era acallada por un disparo certero o la punta de una bayoneta se clavaba en las carnes abiertas y palpitantes de los moribundos. Así concluyó esa escena de ferocidad inverosímil, en la plaza de la estación de ferrocarril de Ciénaga, a la una y cuarenta minutos del amanecer del día 6 de diciembre. Entre tanto, por las calles de la ciudad la tropa, esa misma tropa que acababa de masacrar a la multitud reunida pacíficamente, tomaba el asesinato por deporte y el saqueo por diversión. Más de diez muertos de diversos lugares fueron hallados horas más tarde y cerca de cuarenta heridos se recogieron después en las calles. (…)Es voz pública en Ciénaga que la mayoría de estos cadáveres fueron arrojados al mar cuando los primeros rayos (…) alumbraron un islote de cuerpos humanos aún tibios que habían conservado en los gestos de tragedia de sus rostros una protesta impotente por la fatalidad que les rodeara desde su cuna hasta su tumba. Otros cayeron en las fosas comunes abiertas desde las siete de la noche en los dos cementerios de la ciudad, y se afirma que el resto fue sepultado en ―Manzanares‖ (…) Otra parte de la tropa se dedicó a los saqueos de la ciudad de casas y almacenes; las puertas eran derribadas, las paredes y techos, demolidos; víveres, licores, dineros, todo pasó por las manos de los soldados ebrios (…) Todos éstos actos se ejecutaban pretextando la búsqueda de cabecillas, armas, municiones y documentos sobre un plan revolucionario (…) Víctimas hubo (…) que murieron asesinados en su propio lecho mientras dormían profundamente (…) Toda esta malhadada acción no tenía otro objeto que dar tiempo para hacer desaparecer los cadáveres y dejar sólo ocho cuerpos sin vida que testificaran una acción extraordinaria de valor llevada a cabo por nuestro ejército. (…)” (Fragmentos del informe dirigido al Congreso Nacional por Alberto Castrillón desde la cárcel.- (Bbli 39) - - - -

Bbl 39: “120 días bajo el poder militar”: Alberto Castrillón, tomado

del libro “Bananeras /1928-1978”, realizado por CSTC y CEIS, bajo coordinación de Alvaro Delgado y con participación de Nicolás Buenaventura, Julio Silva, Carlos Arango, Gilberto Morales y Francisco Sandoval

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Anexo 40 : Y pasaron los cóndores (viene p.162) El Cóndor, rey de los pájaros, es la figura empleada por el escritor Gustavo Alvarez Gardeazábal para referirse a la modalidad de magnicidios/genocidios en el departamento del Valle: una mezcla de los negocios de extensión territorial, del sicariato a cargo de la burguesía burocrática y de la “lucha por los principios políticos y religiosos.,” . Los cóndores como Leon María Lozano, personaje central de la novela, pasaron, pero los pájaros –sicarios- se quedaron. En su libro, llevado al cine, “Cóndores no entierran todos los días‖ muestra un aspecto de la violencia para desaparecer “un millón de cédulas” liberales “falsas”. Liberales y conservadores en lugar de proteger las vidas, se apropiaban de las muertes: “La disculpa (de las masacres) fueron los muertos que bajaban todas las noches por el Cauca. ―El Siglo‖ dijo que eran conservadores y ―El Tiempo‖ que eran liberales‖. Como consecuencia, “los conservadores del Valle del Cauca formaron ellos mismos su policía privada y le dieron funciones específicas con miras a las elecciones presidenciales” (que eligieron en 1950 a Laureano) (o.c.). Además, …“El café jugó un papel preponderante en la violencia en el norte del Valle y el Quindío. Su facilidad de comercio, de almacenamiento y los buenos precios del grano lo convirtieron en un dinamizador sostenedor de las cuadrillas y los bandoleros. El nombre de ―diezmero‖ fue tomado de la terminología religiosa de la iglesia que para este periodo todavía percibía diezmos de los campesinos. La presión sobre los propietarios para la venta de tierra y el ascenso de sectores medios y las nuevas clases sociales fue muy parecido a lo acontecido actualmente en las zonas de Urabá, Córdoba y Cesar. (…) La salida del ―Cóndor‖ de Tulúa en 1955 debilitó la organización de ―Los Pájaros‖ como aparato, como fuerza con estructura y apoyo político por parte de las autoridades y agentes locales del Estado. No obstante, hacia finales de la década del cincuenta y bien entrada

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la década del sesenta los ―Pájaros‖ continuaban actuando incluso al servicio de algunas cuadrillas, transformándose en verdaderos sicarios que actuaban por una paga, a diferencia del ―Pájaro veredal‖ de los primeros años de la década del cincuenta que era un fanático partidista.” (Darío Betancourt/ o.c) (Bbl 40) - - - -

“Cóndores no entierran todos los días”: Gustavo Alvarez; “Historia de la Violencia en Colombia”: Darlo Betantcurt; Bbl 40:

Anexo 41: Magnicidios/Genocidios al mov. Estudiantil (viene p. 164 y 190) La rebeldía estudiantil, parcialmente manipulada por las oligarquías, se manifiesta en Colombia -un siglo después de la “independencia” formal y pro-monárquica-contra la nueva “dictadura” de Rafael Reyes, quien se separó de la hegemonía conservadora, propició un entendimiento con el liberalismo-radical y dirigió importantes reformas democráticas, educativas y sociales, que no gustaron a la oligarquía conservadora-liberal que se coaligó para utilizar a un estudiantado elitista contra el gobierno. En Junio de 1909, la declaración de “Estado de Sitio” y la cárcel a dirigentes estudiantiles opositores, produce las primeras “pedradas”. Desde 1920, un nuevo estudiantado exige la democratización de la Universidad: cobra impulso el movimiento por la “Autonom ía Universitaria” que se originó en Córdoba, Argentina. El Congreso estudiantil colombiano, celebrado en Medellín en 1923, acoge como propio el “Manifiesto de Córdoba” que contempla participación estudiantil y profesoral en la dirección universitaria, profesores por concurso, cátedra libre, abolición de enseñanza y métodos confesionales,… Cinco años después, el estudiantado conjuga la lucha por la aplicación del “Manifiesto…”, con la solidaridad latinoamericanista con el pueblo de Nicaragua invadido por el imperialismo

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norteamericano y con el apoyo a los obreros del banano y de indignación y repudio por la masacre de las bananeras por parte de gobierno de Abadía Méndez y la United Fruit Company. Las tropas del gobierno disparan contra manifestación de jóvenes, dejando varios muertos y heridos.. Para conmemorar un año de la masacre, en 1929, los estudiantes organizan una “marcha estudiantil” los días 7 y 8 de Junio, baleada por la tropa, produciendo el magnicidio del dirigente Gonzalo Bravo Pérez. Así, esa fecha se convierte en conmemoración anual por la masacre a estudiantes y trabajadores, en lucha antidictatorial, en protesta anti-imperialista y por las reivindicaciones estudiantiles. En 1954, unos días antes del primer año de la dictadura militar de Rojas, nuevas marchas son baleadas, tanto el mismo 8 de Junio en predios de la ciudad universitaria, como un día después, el 9, en céntricas calles bogotanas. Genocidio/magnicidio en el que son acribillados Uriel Gutiérrez, Elmo Gómez (peruano), Hernando Morales, Rafael Chavez, Jaime Maure, Hernando Ospina, León Vásquez, Jaime Pacheco….La dictadura contesta con nombramiento de rector militar para la Universidad Nacional. El movimiento estudiantil agrupado en la Federación de Estudiantes Colombianos, FEC, edita el periódico “Junio‖ (Dirigido por Armando Yepes, con colaboración de Estanislao Zuleta) y es motor del alzamiento ciudadano contra la dictadura. Sobrevendrán nuevas masacres a estudiantes en la era del Frente Nacional y después. La Unión Nacional de Estudiantes (UNEC) y la Federación Universitaria Nacional (FUN), lideran decenas de luchas tanto con objetivos claramente universitarios como de solidaridad con las luchas de los trabajadores en las que caen acribillados dirigentes como Jorge Useche en 1965. Los movimientos estudiantiles de Medellín y Bucaramanga son masacrados con numerosos heridos. En 1971, la huelga en la universidad del Valle que reclama la expulsión de la Fundación Ford y reforma universitaria con cogobierno, es respondida por el ejército con balacera en las que cae Edgar Mejía Vargas, conocido cariñosamente como “Jalisco”. Otros estudiantes, trabajadores y niños fueron igualmente acribillados.

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El Movimiento se extiende a Popayán, donde es baleado Carlos Augusto (―Tuto‖) González., el 4 de Marzo (o.c.). Los genocidios –y magnicidios- como el de José Antequera cometidos por el Estado y el narcoparamilitarismo contra estudiantes, merecerían libros, ya que suman miles. En síntesis, el movimiento estudiantil fue brutalmente reprimido y sus movilizaciones y expresiones democráticas impedidas, durante las eras del Frente Nacional y Post Frente Nacional (1958-1991). El paramilitarismo penetró claustros universitarios, como en Medellín, asesinando varios estudiantes. Cobijado con la persecución a guerrilleros “infiltrados”, la “Mano Negra”, una de las primeras escuadras paramilitares de los años 60s, silenció docenas de muchachos.

Anexo 42: “El Robin Hood del conservatismo” (viene p.168) 1959: un año del FN, para poner fin a la violencia liberalconservadora (gobierno de Lleras Camargo) Pero no. En Boyacá seguían asesinando campesinos para desplazarlos de los ricos yacimientos esmeraldíferos. El pretexto continuaba siendo la condición partidista de los desplazados, forma con la cual una emergente mafia, precursora del narcotráfico y favorecida por el sector ospinista del conservatismo, se adueñó de las minas de Cosquez, Muzu, Chivor,.. El asunto se debatió en el parlamento, pero el paramilitar Efraín González fue apoyado por senadores de la bancada conservadora. Su héroe, después de acribillar mujeres y niños de regiones adyacentes a las ricas minas, era sólo un ―bandolero social‖, probablemente asesino pero “asesino romántico”, en todo caso un “héroe de los ,pobres”, un “pacificador patriótico”, el “Robin Hodd del conservatismo”. Finalmente, fue “dado de baja” en un impresionante tiroteo en residencia bogotana, por la policía, el 9 de Julio de 1965. (Bbl 42)

- - - Bbl 42: “Un bandolero para el recuerdo: Efraín González”, Revista “Antípoda”, No.2. Uniandes: Claudia Steiner;

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Anexo 43: “La guerra verde” (viene pgs. 168, 171, 191) ―1. La Guerra Verde: Colombia, país de paradojas, es uno de los mayores productores de esmeraldas en el mundo, y sin embargo solo recibe divisas por su exportación, que apenas superan los US$2 millones anuales. Las minas, a cielo abierto, se encuentran en una zona abrupta y montañosa. En torno a ellas viven centenares de campesinos que aprovechan la oscuridad de la noche para horadar la tierra, sometidos a dos temores: los celadores, unos jinetes armados que disparan antes de preguntar quién es. O que sus propios vecinos descubran que han hallado una gema de valor. En los dos casos, pagarán su suerte con la vida. (…). La explotación ilícita de las minas de esmeraldas en Boyacá, que son patrimonio de la Nación, ha sido la fuente de poder para dos familias, ambas enraizadas en la misma historia política de Colombia. La primera fue dirigida por Efraín González Téllez -- un veterano luchador de la violencia política de la década de los 50s (…), González era buscado por los campesinos boyacenses y santandereanos como su juez supremo. Dirimía en conciencia, y sin trámites ni abogados, cualquier pleito familiar, de tierras e incluso aquellos con ribetes penales. (…) La otra familia, que trabajó en sociedad con la de González, era la dirigida por Humberto Ariza, "El Ganso Ariza", un asesino nato (purgó una larga condena en Bogotá), que basó su poder en la fuerza. Durante la época de su reinado en la zona esmeraldífera se asegura que asesinó o mandó hacerlo a más de 800 personas. Efraín González murió en Bogotá el 9 de junio de 1965, luego de un gigantesco operativo que incluyó dos batallones del ejército y un cañón, bajo la dirección de un militar especialista en lucha contraguerrillera, José Joaquín Matallana. (…) El Ganso Ariza fue acribillado, al salir de su residencia, el 10 de octubre de 1985. Los dos protagonistas del negocio de las esmeraldas controlaban una verdadera mafia de pobres: campesinos desempleados y el lumpen delictivo del nororiente de Boyacá (…) Tras la muerte de Efraín González se desató una ola de violencia en la región, que se conoció como la Guerra Verde. Esta guerra produjo más de 1.200

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muertos en los municipios de Chiquinquirá, Muzo, Coscuez, Borbur y Somondoco. El campo de batalla se trasladó también a Bogotá y a Miami. Para afrontar tamaño derramamiento de sangre, el gobierno decidió cerrar las minas de esmeraldas en 1971, y encargó de su vigilancia a la Policía. La sorpresiva determinación puso al descubierto otro negocio en torno a las esmeraldas: la venta de cargos públicos. El entonces contralor general de la República, Julio Enrique Escallón Ordóñez, a través del congresista Samuel Alberto Escrucería (condenado en el Estado de Carolina del Norte por narcotráfico), vendió a un particular el cargo de auditor ante las minas de Muzo por $ 100.000. Para superar la guerra verde se acordó una solución: entregar las minas en concesión a una sociedad que constituyeron los mismos esmeralderos. Por un acuerdo que propició el gobierno, se crearon varias sociedades, de las cuajes las más conocidas son Esmeralcol y Tecminas, a las que se vincularon los más importantes "gemólogos" que luego terminarían como socios de los traficantes de cocaína. Conscientes de su debilidad -- en su mayoría los esmeralderos son campesinos iletrados, pero con elevado poder económico –- cada grupo concesionario de la explotación de minas patrocina sus propios congresistas, que le sirven como factor de presión para la implantación, por ejemplo, del subsidio a las exportaciones de esmeraldas. (…) La nueva generación de esmeralderos cambió los ostentosos camperos cabinados, por helicópteros que atraviesan el cielo boyacense con la frecuencia de cualquier aeropuerto” (Fabio Castillo/o.c)--(Bbl-43) - - - Bbl 43: “La guerra verde”: Pedro Claver; Cocaína”, cap. 1: Fabio Castillo;

Los Jinetes de la

Anexo 44. “Es preciso suprimir un millón de cédulas liberales falsas” (Vine pgs. 170 y 180) Instaurada la República y a todo lo largo del s.XIX y principios del XX (1926-29), el voto (sólo para hombres mayores de 21 años, ilustrados y/o con propiedad raíz), fue indirecto: se elegían compromisarios, quienes a su vez elegían senadores y Presidente

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(Más o menos a la manera estadunidense que en el año 2000 eligió por mayoría a Gore pero el voto, de compromiso, por Estados, según el cual cada Estado asume determinados votos, permitió que el presidente fuera Buch, con votación minoritaria). Los liberales, con apoyo de un sector conservador, consiguieron revertir el método y lograron imponer “un ciudadano, un voto” para la elección de Enrique Olaya, quien, con su victoria, frente a la división conservadora, dio termino a la “hegemonía” de ese Partido. Comenzó el prólogo de “La Primera Violencia del s.xx” (1946/481957), a partir de los años 30s. Cuerpos colegiados nacionales, departamentales y municipales de mayoría conservadora, frente a alcaldes y gobernadores liberales, nombrados por el nuevo presidente: “gobernabilidad”, como se dice hoy, imposible. Pero Colombia era otra: la recomposición poblacional hacia centros urbanos, las incipientes organizaciones sindicales, el auge de las ideas libertarias y socialistas, los avances democráticos en el continente y en el mundo, la influencia creciente de la revolución rusa y –sobre todo- la insoportable crisis económica, permitían prever un arrollador triunfo liberal con la candidatura de su jefe, Alfonso López Pumarejo, para las elecciones de 1934. El caudillo conservador, Laureano Gómez, decretó la abstención con la denuncia de un ―millón de cédulas liberales falsas‖. Alegó que la expedición de las mismas estaba multiplicada, que se cedulaba a muertos, niños y ausentes del país; que en las veredas conservadoras no se otorgaban los documentos, que los fotógrafos no aparecían o cobraban enormes sumas, pero que se obtenían las solicitudes y con ellas se documentaba a liberales, etc, etc. Argumentaba con cuentas electorales: en 1930, los conservadores, divididos, habían obtenido más de 450.000 votos, mientras los liberales casi 370.000, para una votación total de 825.000, aprox. Entonces, ¿de dónde salían los 925.000 votos de López?, casi 3 veces más que los de Olaya en sólo 4 años? El liberalismo comenzó –decía- a montar un colosal fraude y ya contaba con 1.800.000 cédulas falsas. Agregaba que el fraude electoral es causa de la violencia; los liberales replicaban que la violencia se hacía para montar el fraude electoral. Hasta allí eran discursos, arengas y escritos. Pero el pueblo los convertía en balas en las veredas y en las calles. Como existían casi dos millones de

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cédulas electorales falsas, pues había que suprimirlas. En el gobierno Ospina se comenzó esa supresión con 300.000 muertos. (Bbl 44) - - - -

Bb 44: Periódico El Siglo”, 3 Nov./1961 y varias ediciones sucesivas; “La modernizaciónónn en Colombia.-Los años de Laureano Gómez/1899-1965”: James D. Henderson

Anexo 45. “Las Repúblicas Independientes” (viene pags . 170, 193 y 200) Pasada la Segunda Guerra, la Casa Laureano quedó con una derrota y dos victorias Su derrota fue la derrota del nazismo; sus victorias, la consolidación del franquismo en España y la reconquista del poder en Colombia. Pero su derrota implicó toda suerte de escaramuzas para lograr el saludo de una de las potencias vencedoras que le canceló visas a los colaboradores de Alemania y Japón. El macartismo en auge desde 1946, especialmente desde 1950, precisamente el año de posesión de Laureano, tendió el puente para un acercamiento anticomunista. Ello explica que Laureano como presidente, envió al Batallón Colombia a la guerra de Korea, siendo el único país latinoamericano en prestarse a semejante aventura. La persistencia guerrillera en Colombia y la creación en Europa Central y en Korea de “Repúblicas Democráticas Populares”, fue la oportunidad del laureanismo para inventarse el fantasma de “Repúblicas Independientes‖ en Colombia. Lo expresó Álvaro Gómez Hurtado, en su discurso ante el Senado el 2 de noviembre de 1961: “En este país hay una serie de repúblicas independientes, que no reconocen la soberanía del Estado colombiano, donde el ejército colombiano no puede entrar; donde se le dice que su presencia es nefanda, que ahuyenta al pueblo o a los habitantes. (…) Hay la república independiente de Sumapaz, de Planadas, de Ro Chiquito y ahora tenemos el nacimiento de una nueva república independiente del Vichada, la soberana nacional se está encogiendo como un pañuelo‖. (o.c) Desde el punto de vista norteamericano, según lo expresó James D. Henderson, “El discurso de Alvaro Gómez fue oportuno por cuanto llegó dos días antes que Fidel Castro suscribiera abiertamente al

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marxismo-leninismo, diez días antes de que Colombia rompiera relaciones con Cuba y dos semanas antes de la visita de John F. Kennedy‖ (o.c./62). ―El Siglo‖, lo difundió ampliamente, seguido de una campaña sostenida en la cual reprodujo cupones de campañas financieras del PC, con fotos de Marx, Galán y Lenin, para presentarlos como ―prueba de billetes en circulación‖ de las pretendidas repúblicas. No logró que el presidente Lleras Camargo, presto a terminar su mandato, ejecutara la operación militar que ya estaba montada. El sucesor, Guillermo León Valencia, acogió la campaña, enmarcada dentro del Plan Laso (Latin American Security Operation) (Anexo 65, pag 328) con bombardeos, en 1964, al sur de Planadas (Marquetalia). Posteriormente, surgen las Farc (1968, no en 1964, como lo asegura su historia oficial). En todo caso, la resistencia de Marquetalia, como respuesta a la acción militar contra unas inexistentes ―repúblicas independientes‖, marca el inicio del actual conflicto armado colombiano. (Bbl 45) - - - -

Bbl 45: “El Siglo”, a partir de 1961.

Anexo 46. General Rafael Uribe Uribe (1859 1914) (Viene p. 172) Colegio militar de la U. de Antioquia, abogado (U. del Rosario); profesor (Derecho Constitucional y Economía Política); dirigente político y hombre público (Procurador General de Antioquia, diputado a la Cámara de Representantes, Senador por Antioquia y Caldas, ministro plenipotenciario en Chile, Argentina y Brasil, jefe del partido liberal); periodista (director del “Autonomista”), académico (fundador y profesor de la Universidad Libre). Partícipe de dos de las guerras civiles del s.XIX, y primera del s.XX, encabeza el alzamiento liberal contra el gobierno conservador en 1899, con lo cual se da comienzo a la “Guerra de los Mil Días”. Su cautivante liderazgo, lo llevó a victorias con fuerzas muy inferiores a las del gobierno, que incluyeron la captura del alto mando conservador en 1900. Firmada la paz en 1902, se dedicó a la organización del liberalismo desde una perspectiva socialista, sindicalista y cooperativista. (―El liberalismo debe beber en las canteras del socialismo moderno‖) Pero concilia con el gobierno conservador, acepta un ministerio, por lo cual fue llamado “traidor”

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por un sector de su partido. Fue masacrado a hachazos, sin que nunca se detectaran los autores intelectuales, en las escalinatas del Capitolio Nacional en Bogotá, el 15 de Octubre de 1914. Morirá 15 días después. (Bbl 46) - - - -

Bbl 46: “El crimen del capitolio”: Sebastian Moreno ; Colombia

Social”: Diego Montaña; “La historia como noticia”: B dela R.

Anexo 47 : “Responderemos a Sangre y Fuego” (viene p. 178) Durante el gobierno de Mariano Ospina Pérez (1946-50), José Antonio Montalvo, fue Ministro de Justicia (1947-1948) y Ministro de Gobierno (1948). Amenazó con arrasar mediante ―Sangre y fuego‖ si su jefe, Laureano Gómez, no ganaba las elecciones de 1950, como candidato de su Partido Conservador. Unas semanas después de su amenaza, frente a la inminente victoria de Jorge Eliecer Gaitán, que estaba aglutinando al pueblo de los dos partidos, “contra las oligarquías de los dos partidos”, el líder popular fue acribillado y –efectivamente- el país sometido “a sangre y fuego”. Así comenzó la primera etapa de “La Violencia” (1946/48-1957). La consigna no se la inventó: el pacificador Pablo Morillo pronunció la amenaza con la que fueron sometidos los republicanos resistentes.

Anexo 48: “¡Viva Cristo Rey; abajo cachiporros!” (viene p. 179) Fue la consigna que atemorizaba a la vez física, psicología y afectivamente a los pequeños y medianos propietarios, particularmente del eje cafetero, para vender a menos precio las tierras que fueron utilizadas para la extensión de los predios cafeteros. El gestor de esta cruzada fue el obispo de Santa Rosa de Osos Miguel Angel Builes, portavoz de Laureano Gómez, quien llegó a calificar como ―perros adormecidos‖ a otros jerarcas de la iglesia que no se prestaban a la cruzada antiliberal y anticomunista. Protestaba porque un sector de la iglesia afirmaba que ―El liberalismo ya no es pecado; ser liberal ya no es malo” a lo cual Builes respondía ―nada mas erróneo porque lo que es esencialmente malo jamás dejara de serlo y el liberalismo es esencialmente malo‖. (Pastoral de Pascua el 5 de Abril de 1931, o.c.).

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La apertura de relaciones con la Unión Soviética, lo llevó a incitar a la rebelión militar (“Soldados de mi patria para que recibiste la bandera tricolor y juraste defenderla si ahora la arrojáis por tierra para que la pise el ruso infame…ya suenan los clarines que llaman al combate.”). Dos meses después del asesinato de Gaitán, él y cientos de sacerdotes que lo seguían en todo el país aprovechando las procesiones del ―Sagrado Corazón‖ exigían juramento a los fieles para defender a Cristo Rey y combatir al ―liberalismo colombiano, vestido de comunismo”. Fue bendecido en Roma /1952, por el Papa Pío XII quien lo honró con el título de ―Prelado domestico de su santidad, asistente al solio pontificio y conde romano‖. (Bbl 48) - - - -

Bbl 48: “Pastorales de Pascua” (5 Abril/1931);” Wikipedia cita: «Diócesis de Santa Rosa de Osos». Conferencia Episcopal de Colombia. Consultado el 1 de abril de 2009 + .Giraldo, Juan David. «Builes, Miguel Ángel». Biblioteca Virtual del Banco de la República. Consultado el 23 de abril de 2009.+ Mejía Escobar, Jesús. Obispos

antioqueños. Academia Antioqueña de Historia, Editorial Granamérica, Medellín.

Anexo 49. La Plataforma del Colon (viene p. 180) Se trata del único Programa “al socialismo” del Partido Liberal, un nuevo Programa -“Plataforma‖- que propuso Gaitán y aprobó la Convención cuando obtiene el contundente triunfo en las urnas (1.947) sobre lo que era el oficialismo que acepta su derrota. Gaitán, le da un histórico vuelco al partido liberal, pero será revertido con su asesinato. La Plataforma exigió, como aguda premonición del actual proceso latinoamericano, precisamente aquellos asuntos programáticos que están siendo desarrollados por varios de los proyectos al socialismo en el continente. En sus 53 artículos plantea la necesaria lucha por la dignificación del ser humano, la igualdad de la mujer, la atención a la ni ñez, la protección del medio ambiente, la autonom ía universitaria, la extensión de la educación, etc, etc. La confluencia y la lucha por la democracia, el latinoamericanismo, el humanismo, al socialismo, el anti-imperialismo, sin propiciar un irracional y hasta vulgar antigringuismo, muy en boga hoy por las emergentes burguesias

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mafiosas latinoamericanas, muchas de las cuales se nutren del narcotráfico. Intento resumir estos postulados: (Democracia) Art III: ―El liberalismo reconoce que siendo el ideal de la democracia la decisión mayoritaria, su fuerza y realidad residen, en última instancia, en las condiciones y virtudes del hombre que vive en comunidad‖. Art. VI: ―El Liberalismo reafirma su fe en los principios de la libertad de palabra de prensa y de pensamiento y en la defensa del patrimonio moral; intelectual y social de los ciudadanos, pero reconoce el hecho de que estas normas democráticas se tornan teóricas e ineficaces para la gran mayora del pueblo cuando su ejercicio se subordina a la supremacía de los medios económicos‖. Art VII: ―El Liberalismo considera el fraude y la coacción electoral, en todas sus formas como el ms grave atentado contra la democracia y cree necesaria la adopción de sanciones penales realmente aplicables‖. Art VIII: ―El Partido Liberal .es una asociación de hombres libres en busca de un sistema de beneficio para todos los colombianos, y afirma que sus intereses deben someterse a los de la Nación, y no los de la Nación a los suyos. Por esto, el Partido declara contrario al bien de la Patria convertir la actividad política en una simple actividad electoral y la conquista del poder en una retribución burocrática‖ (…) (Latinoamericanismo y Bolivarismo). Art. X: ―El Liberalismo proclama su solidaridad con todas las fuerzas políticas de izquierda que en el Continente Americano luchan por hacer efectiva la democracia librándola del dominio de los grupos plutocráticos que en lo externo actúan como fuerzas imperialistas y en lo interno como oligarquías que concentran en su excluyente interés los poderes económicos como medio de influencia política y la influencia política como medio de ventajas económicas‖ Art XII: ―El liberalismo proclama la urgencia de una unidad real de los pueblos latinoamericanos, tomando como base la armonía de las distintas economías nacionales‖ (…) (Humanismo): Art XL.: ―El Estado debe considerar el elemento humano como la primera fuente de la riqueza nacional y por lo tanto la producción de las demás riquezas ha de estar condicionada a las necesidades de aquel. La producción es para el hombre y no el hombre para la producciónn. (…)‖ Art XLI : “Constituye derecho del ciudadano y un deber del Estado

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asegurar a los colombianos sin distinción de sexo, raza, creencia o condición, un mínimo inicial de atención, en desarrollo de su cultura, en la defensa biológica, en la subsistencia de su familia y en su preparación para el trabajo‖ (…) (Al Socialismo) Art XXX:“El Liberalismo defiende el sistema de la propiedad comunal de los grupos indígenas y reclama la supresión de las limitaciones de derechos que hoy tienen, acomodando la legislación a sus costumbres. Igualmente se pronuncia por la conservación de los ejidos municipales para dedicarlos a obras de finalidad social”. (…); Art XXXVII.: “El Liberalismo es partidario de la nacionalización o municipalización de los servicios públicos fundamentales, energía eléctrica, acueducto y teléfonos. Igualmente propugnar por una legislación de unidad nacional sobre transportes.(…)El Liberalismo luchar contra todo grupo económico y político cerrado, que pretenda por cualquier medio, controlar para su solo beneficio lo que debe ofrecer iguales oportunidades a todos los colombianos con igualdad de esfuerzos. probar la seriedad de sus prospectos de negocios y la realidad del capital con el fin de defender a los inversionistas de las .posibles especulaciones‖. (…) El Estado debe tener derecho a la representación en las juntas directivas de las empresas que la ley determine, para asegurar el legal funcionamiento comercial, el cumplimiento de las leyes sociales y la efectividad de los impuestos correspondientes. (…) Igualmente es partidario de la modificación de las normas que regulan el ahorro en forma que sus rendimientos sean para beneficio exclusivo de los depositarios y que su inversión no pueda tener fines de especulación, sino productivos‖ (…). (Anti-imperialismo) Art XIII. ―El Liberalismo es partidario de la solidaridad de Colombia con los Estados Unidos y en ningún caso confunde a las grandes fuerzas democráticas que en esa nación batallan por el mismo ideal de los demás pueblos con los grupos imperialistas cuya actividad es funesta tanto para la democracia del Norte, como para la de otros pases‖. (…) (Bbl 49) - - - -

Bbl 49: : “Plataforma del Colón”: Jorge Eliécer Gaitán, tomado de “¿‟Adios Socialismo?””

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Anexo 50: “Oración por la Paz” (Apartes) (viene p. 180) “Señor Presidente Mariano Ospina Pérez: Bajo el peso de una honda emoción me dirijo a vuestra Excelencia, interpretando el querer y la voluntad de esta inmensa multitud que esconde su ardiente corazón, lacerado por tanta injusticia, bajo un silencio clamoroso, para pedir que haya paz y piedad para la patria. En todo el día de hoy, Excelentísimo Señor, la capital de Colombia ha presenciado un espectáculo que no tiene precedentes en su historia. Gentes que vinieron de todo el país, de todas las latitudes —de los llanos ardientes y de las frías altiplanicies— han llegado a congregarse en esta plaza, cuna de nuestras libertades, para expresar la irrevocable decisión de defender sus derechos. Dos horas hace que la inmensa multitud desemboca en esta plaza y no se ha escuchado sin embargo un solo grito, porque en el fondo de los corazones sólo se escucha el golpe de la emoción. Durante las grandes tempestades la fuerza subterránea es mucho más poderosa, y ésta tiene el poder de imponer la paz cuando quienes están obligados a imponerla no la imponen. Señor Presidente: aquí no se oyen aplausos: sólo se ven banderas negras que se agitan!. Señor Presidente: Vos que sois un hombre de Universidad debéis comprender de lo que es capaz la disciplina de un partido, que logra contrariar las leyes de la psicología colectiva para rescatar la emoción en su silencio, como el de esta inmensa muchedumbre. Bien comprendéis que un partido que logra esto, muy fácilmente podría reaccionar bajo el estímulo de la legítima defensa. Ninguna colectividad en el mundo ha dado una demostración superior a la presente. Pero si esta manifestación sucede, es porque hay algo grave, y no por triviales razones. Hay un partido de orden capaz de realizar este acto para evitar que la sangre siga derramándose y para que las leyes se cumplan, porque ellas son la expresión de la conciencia general. (…) Señor Presidente: en esta ocasión no os reclamamos tesis económicas o políticas. Apenas os pedimos que nuestra patria no transite por caminos que nos avergüencen ante propios y extraños.

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Os pedimos hechos de paz y de civilización! Nosotros, señor Presidente, no somos cobardes. Somos descendientes de los bravos que aniquilaron las tiranías en este suelo sagrado. Somos capaces de sacrificar nuestras vidas para salvar la paz y la liberta d de Colombia! Impedid, señor, la violencia. Queremos la defensa de la vida humana, que es lo menos que puede pedir un pueblo. En vez de ésta fuerza ciega desatada, debemos aprovechar la capacidad de trabajo del pueblo para beneficio del progreso de Colombia. Señor Presidente: nuestra bandera está enlutada y esta silenciosa muchedumbre y este grito mudo de nuestros corazones sólo os reclama: que nos tratéis nosotros, a nuestras madres, a nuestras esposas, a nuestros hijos y a nuestros bienes, como queráis que os traten a vos, a vuestra madre, a vuestra esposa, a vuestros hijos y a vuestros bienes! Os decimos finalmente, Excelentísimo Señor: Bienaventurados los que entienden que las palabras de concordia y de paz no deben servir para ocultar sentimientos de rencor y exterminio. Malaventurados los que en el gobierno ocultan tras la bondad de las palabras la impiedad para los hombres de su pueblo, porque ellos serán señalados con el dedo de la ignominia en las páginas de la historia!” (Pronunciado el 7 de Febrero de 1948: Tomado de Antología de un pasado social y político”.- Reproducido por “¿Adiós Socialismo?”)

Anexo 51: Los magnicidios de Gustavo Jiménez, Jorge Soto del Corral y Vicente Echandía (viene p. 184) Los magnicidios de éstos jefes liberales se enmarcan en la descripción del periodista y escritor Cesar Augusto Ayala (o.c,): “(…) La intensidad de la lucha partidista se explica, además, por las estrategias de ambos partidos para ganarse definitivamente las mayorías del electorado colombiano. Así, el 5 de Junio se llevaron a cabo las elecciones (1949). Los liberales salieron favorecidos (…) Enardecido el conservatismo, vería en los resultados de las elecciones un peligro para la continuidad de la nueva república conservadora. (..-.) En vísperas de la posesión del nuevo Congreso, la junta asesora de la candidatura conservadora a la presidencia

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impartió la voz de Laureano: "A la ofensiva contra el liberalismo. Contra todo plan y toda iniciativa de las mayorías parlamentarias" (El Espectador, julio 20 de 1949) (…) No importaba el carácter del acto legislativo que presentara el liberalismo. Igual, los conservadores lo declararán proyecto heroico, para desprestigiarlo. Esta estrategia produjo enfrentamientos que terminaron la noche del 9 de octubre con el asesinato en pleno recinto del Congreso del representante liberal Gustavo Jiménez y herido mortalmente Jorge Soto del Corral. De ahí en adelante cualquier cosa podría esperarse en los cuerpos legislativos menores. De hecho, en julio ya el cabildo de Ibagué anunció que se preparaba a decretar resistencia civil. Los primeros días de Noviembre fueron dramáticos. En Cali carros fantasmas recorrían la ciudad cometiendo asesinatos después de las siete de la noche, (…)” Dos candidatos se lanzan a la contienda: Laureano Gómez por el conservatismo, con apoyo oficial y bandas paramilitares (“Chulavitas” y “Pájaros”) vs. Darío Echandía, quien retira su candidatura al día siguiente de baleada una manifestación, el 21 de Nov. De 1949, en la que cae su hermano Vicente. Así se cumple el objetivo laureanista: Laureano va solo a las elecciones”. (Bbl 51) -- - - Bbl. 51: “El Cierre del Congreso de 1949”: Cesar Augusto Ayala, Rev. Credencial

Anexo 52: Asesinatos de sindicalistas y comunistas (viene p. 184) El terror anticomunista fue una de las esencias del macartismo. Al auge del marxismo, una coalición del Estado norteamericano, el vaticano, las oligarquías y los gobiernos locales produjo tanto la cirugía instantánea, como la terapia preventiva. La primera consistió sencillamente en los asesinatos selectivos con o sin fórmula de juicio; la segunda en el ―lavado del cerebro‖ para reprimir psicológica y emocionalmente. América Latina, ―patio trasero‖ del imperio, pero particularmente Colombia, muy temida, con y después del llamado ―bogotazo‖, fue objetivo de ésta ―santa alianza‖.

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―Ser comunista fue un delito. De hecho, cualquier policía o el sicariato del régimen, tenían plenas atribuciones para proceder. Fueron muchos los militantes del PC y sus aliados o simpatizantes acribillados por quienes tenían ―licencia para matar‖. Sólo tres ejemplos, circunscritos a ese período de diez años (1948-58): el “verdadero Manuel Marulanda” (líder sindical del Valle) Julio Rincón, dirigente obrero y comunista, varias veces torturado; Angel María Cano, dirigente obrero, fundador del PC, desaparecido y asesinado en 1953‖. La misma “santa alianza!, sin el vaticano pero con el nuevo capitalismo narcoterrorista exterminó a la Unión Patriótica en los años 80. (Bbl 52) - - - -

Bbl 52:: “21 años de asesinatos sistemáticos y selectivos contra sindicalistas en Colombia (1986-2006)”: Cuaderno de DDHH, No. 19:: Guillermo Correa. Editado por “Escuela Nacional Sindical”, con patrocinio de la CUT; “30 años de historia del Partido Comunista de Colombia”, Tomo 1: Gilberto Vieira y otros

Anexo 53: Arrasadas casas liberales (Cali, un ejemplo) (viene p. 184) Cali ha sido una “ciudad roja”, desde la independencia. A su alrededor se forjó el conjunto de las “ciudades confederadas” que se opusieron a la hegemonía oligárquica de Popayán. A Cali confluían miles de esclavos escapados de la costa atlántica en un tránsito extenuante por las selvas del Chocó. También aglutinó a los indígenas calimas y andaquies que se escapaban de las huestes de BenAlcazar. Cuando las manufacturas crecieron a partir de los 30s, un fermento rebelde bullía en la naciente clase obrera. Todo ello, contribuye a explicar que cuando Gaitán es asesinado, los trabajadores organizaran “Juntas obreras de gobierno” que se toman la alcaldía y la gobernación y hacen huir a los dignatarios.. Aniquilada la “movilización desorganizada”, la venganza contra “Cali Roja” comienza a fraguarse: bandas paramilitares –“pájaros”asesinan en “carros fantasmas” a transeúntes, para “afinar la puntería”. Pero los liberales rebeldes seguían aglutinándose alrededor de “la casa liberal”, situada en el centro de la ciudad. Un

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día de Septiembre de 1949, desde techos adyacentes, la combinación militar-paramilitar, en plena reunión de los liberales, procedió a un tiroteo indiscriminado, con decenas de muertos y heridos. Fue un genocidio-advertencia.-(Bbl-53) -

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Bbl 53: Periódico “Relator” (cali) Sept, de 1949

Anexo 54: Saludo entre oligarcas; odio, entre trabajadores pag. 310 (viene p. 184) El 19 de noviembre de 1949, el Presidente Ospina declaro el “Estado de Sitio”, a pesar del concepto adverso del “Concejo de Estado” a lo cual Ospina se aferró al pie de la letra al texto constitucional que exigía ―oir‖, pero que no estipulaba “acatar‖.. Seguidamente, clausuro el Congreso, instauró la censura de prensa, prohibió manifestaciones y cualquiera reunión que los agentes del régimen calificaran de “subversiva”.. A principios de 1950, el Director Provisional del Liberalismo, Carlos Lleras Restrepo, pronunció la célebre exhortación a todo Liberal para que no saludara a ningún conservador, así fuese su amigo o familiar; su compañero de trabajo o vecino. Las oligarquías liberales y conservadoras se abrazaban en sus clubes, pero inyectaban odio entre el pueblo (―divide y gobernarás‖) (Emisoras y varios periódicos reprodujeron esa exhortación )

Anexo 55: “La Violencia en Colombia (1946-1957)” (viene p. 185) “11 años de terror, asesinato y Estado de Sitio. Al final de ésta brutal masacre, conocida como la época de la Violencia, 300.000 colombianos habían muerto y quedaron borradas las débiles conquistas populares de los años anteriores” ( “La Paz es un poema”.-o.c.) ―La violencia‖ se ejerció en el campo y la ciudad. Pero la más sádica, fue la que, con mascarada politiquera, logró la expulsión de miles de familias campesinas para la ampliación de los fundos del nuevo y pujante capital-terrateniente, mediante la exhibición del terror ―La violencia‖ tuvo un capítulo especial, fascista, contra los

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dirigentes sindicales. Entre muchos, contra “el verdadero” Manuel Marulanda Velez. Marulanda (1900.1953) fue un aguerrido dirigente, compañero de María Cano e Ignacio Torres, en las luchas sindicales y la fundación del Partido Socialista Revolucionario (luego, Partido Comunista). Había sido concejal en Medellín y presidente del sindicato de albañiles. Su nombre es conocido en el mundo entero porque fue el pseudónimo del comandante general de las Farc. Pedro Antonio Marín quien lo adoptó porque en una escuela de formación del Partido Comunista, se lo aconsejó uno de sus profesores, Pedro Vásquez. Pasaron los años, Marín era ya “Tiro fijo” y dominaba una extensa región con epicentro en Marquetalia y Vásquez rompe la credencial del PC oficial y coadyuva a la fundación del PCC (m-l), del que llegó a ser el primer secretario general. Como ―la línea‖ Marulanda, aparentemente, coincidía con la del nuevo Partido, Vásquez le envió, en 1965, un médico y militante, Aldemar Londoño, que jamás regresó: se lo tragó ―la selva guerrilla‖ (Se inauguró un nuevo tipo de violencia: -―stalinista‖―los ajusticiamientos‖ por no compartir, apartarse u oponerse a “la línea” de una determinada organización) ―El verdadero‖ Manuel Marulanda muere en los calabozos del Servicio de Inteligencia Colombiano (SIC), linchado a golpes. Su cadáver fue arrojado a la calle para intentar esconder el crimen oficial.

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(Foto reproducida del libro “La violencia en Colombia 1946, 1957” de Monsñor Gumán, Orlando Fals y Eduardo Umaña)

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¿Sus ojos se detuvieron más en el campesino decapitado o en la morbosidad del soldado asesino?; ¿Pudo ver al fotógrafo radiante y al coro de observadores frenéticos?;. Sólo fue la primera etapa (1946-57), militarista; la segunda, con el narco-paramilitarismo apoyado por el militarismo, la del sicariato (1985…) que no termina. Dos novelas, entre otras muchas, reflejan las dos épocas: ―Viento Seco‖ (1953) de Daniel Caicedo y ―La virgen de los sicarios‖ (1993) de Fernando Vallejo.-(Bbl.-55) -- - - -

Bbl.-55: ―La Paz es un Poema‖: Gerardo Rivas/Jorge Villegas; ―La Violencia en Colombia‖: Guzman/Fals/Umaña.

Anexo 56; Los magnicidios a Raúl Reyes y a la soberanía ecuatoriana. (viene de p. 188) ―Raúl Reyes‖ se movía a toda velocidad por las capitales del mundo, recabando la aceptación de ―conflicto armado” en Colombia para que las Farc fueran excluidas del calificativo ―terroristas‖, recogiendo fondos que captaban ONG y organizaciones sindicales y políticas simpatizantes, consiguiendo moderno armamento y pertrechos…Esto le valió fungir como “responsable internacional” de su organización. También se movía en los límites entre Ecuador con Colombia. En 2007 “craneó” jornadas de solidaridad juvenil latinoamericana con su causa. Un primer paso fueron los “campamentos latinoamericanos‖, ubicados en la frontera. Pero en algún regalo, bolígrafo, o gafas, o botón de camisa, o zapatos, probablemente, fue ubicado un micro-chip conectado con satélite norteamericano. Los asesores militares de la embajada comunicaron al presidente Uribe y al ministro de defensa Santos que el buscado segundo comandante de las Farc se encontraba cerca de Santa Rosa de Yamemaru, Provincia de Sucumbíos, Ecuador..Inmediatamente fue tendido el operativo mediante fuerza terrestre y aérea desplegada desde base aún incierta pues no está claro si fue desde territorio colombiano o de la plataforma que aún conservaban los EEUU en Ecuador. El gobierno ecuatoriano no fue informado, según elementales reglas del Derecho Internacional, pues el colombiano desconfiaba de la

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inclinación izquierdista de su colega. Fue un nutrido bombardeo en el que murieron 17 guerrilleros, un ciudadano ecuatoriano y los estudiantes mexicanos Ulises Aviles, Fernando Franco, Juan González, Verónica Velázquez de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El computador de Raúl Reyes fue confiscado y sobre su contenido se tejió especulaciones y varias acusaciones a los gobiernos de Venezuela y Ecuador. La Fiscalía colombiana desechó como prueba de cualquier proceso su contenido total o parcial, pues estimó que la ilegalidad de su obtención, impedía su aporte y que ―la cadena de custodia‖ no había sido aplicada estrictamente.. En la noche del 2 de marzo de 2008, el presidente Correa anunció la expulsión del embajador colombiano en Quito y solicitó la convocatoria inmediata de los Concejos permanentes de la OEA y de la CAN (Comunidad Andina), además de ordenar la movilización de tropas ecuatorianas a la frontera norte. Al mismo tiempo, Correa exigió al gobierno colombiano "compromisos firmados de respeto a Ecuador" y no solamente disculpas formales. El hecho fue severamente condenado por todos los gobiernos de la región y algunos europeos. Colombia debió comparecer como acusada ante la OEA, en sesión de urgencia, en República Dominicana, en la cual Uribe debió pedir suplicantemente “perdón”. (Ver foto, pag 224) ―Raúl Reyes‖ , (Luis Edgar Devia, La Plata, Huila, 1948 - Santa Rosa de Yanamaru, Ecuador, 2008) fue un joven rebelde que se alistó en la Juventud Comunista a mediados de los 60s. Sindicalista, ganó escaño en el Concejo Municipal. Miembro del Comité Central del PC y guerrillero; fue el vocero de las FARC en los “Diálogos del Caguán” con el presidente Pastrana. Contra él pesaban 100 procesos por secuestros –entre ellos el de 12 diputados del Valle- , atentados terroristas, como el del Club El Nogal de Bogotá, donde perecieron 36 personas y masacres a poblaciones como el de Bojayá donde murieron 119 campesinos. Tanto el Departamento de Estado estadunidense -que lo acusó de tráfico de cocaína- como el gobierno colombiano, ofrecieron cada uno 5 millones de dólares por información que condujera a sus arresto o a su muerte. (Bbl. 56) - - - -

Bbl 56: : “El Mundo/EFE, España, Marzo/2008

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Anexo 57: Masacre en Villarrica y Bombardeo a Chaparral (viene p. 189) El mismo año del genocidio a los estudiantes, tropas del ejército masacraron a un grupo de campesinos en Villarrica, Tolima, el 12 de noviembre de 1954, El 4 de abril de 1955, el gobierno emitió un decreto mediante el cual se declaraban zonas de operaciones militares a Villarrica, Carmen de Apicalá, Cabrera, Pandi, Icononzo, Cunday, en el sur del Tolima, y en la región de Sumapaz en Cundinamarca. Como consecuencia de la política de tierra arrasada y exterminio puesta en práctica, por el régimen militar, los campesinos volvieron al monte a organizarse en grupos guerrilleros, de tal manera que hacia fines de 1955 el gobierno se encontraba como comenzó. Es decir, con una creciente e imbatible resistencia armada, pero en un proceso de diferenciación política entre “limpios” (puramente liberales) y “comunes” (con influencia del Partido Comunista) En general, la lucha armada abarcó las zonas de Sumapaz y Tequendama en Cundinamarca; Tolima, Huila, Caquetá y los Llanos. (hoy departamentos del Meta, Vichada, Casanare) En Chaparral (Tolima), el gobierno militar bombardea masivamente la población, lo cual implicó el reagrupamiento guerrillero bajo el mando de “los comunes” a los que se incorporan decenas de combatientes “limpios” que se separan de la dirección liberal. La historia se repetirá el 12 de Agosto de 2011, ésta vez con el pretexto de perseguir a las FARC en el gobierno Santos, con numerosos muertos y heridos arrasados por bombas arrojadas en el vereda El Cairo, corregimiento “El Cañón de las Hermosas”, municipio de Chaparral (Bbl 57) - - - -

Bbl 57:: “La Violencia en Colombia”: Orlando Fals/Germán Guzman/Eduardo Umaña; “30 años de Historia del PC”, Tomo 1: Gilberto Vieira y otros; “Historia de las Farc”: Mario O´Donell

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Anexo 58: Asesinatos negociados de Saúl Fajardo, “Cheito” Velásquez y Guadalupe Salcedo. (viene p. 189) Para no verse desbordada, para manipular la indignación gaitanista y para tener una eficaz carta de negociación con el gobierno conservador, el Directorio Liberal constituye, a mediados de 1949, una denominada “República Libre de Colombia‖, que coordinara las guerrillas liberales, que estaban surgiendo en los Llanos, Tolima, sur-occidente antioqueño, sur de Córdoba y Cundinamarca. Su objetivo -decía- era derrocar al gobierno y reconquistar el poder. El día D, para el inicio de la toma simultánea de cuarteles del Ejército y poblaciones, sería el 27 de Noviembre de 1949. Pero deja filtrar la información, asusta al gobierno y logra acuerdos interoligárquicos. En consecuencia, a última hora, da una contra-orden que no llega a todos los destacamentos, varios dirigidos por ex oficiales y sub-oficiales gaitanistas que logran tomarse algunas guarniciones importantes como las de Villavicencio (Capital del hoy Departamento del Meta), Yacopí (Cundinamarca), y Puerto López. (Meta). Estas dos últimas, con asaltos dirigidos por Saúl Fajardo y Eliseo Velásquez (―Cheito‖). En el suroeste antioqueño, Jesús Franco asalta una guarnición y al sur de Córdoba hace lo propio Jesús Guerra. *** Fajardo fue un sub-oficial, organizó la insurgencia armada en Cundinamarca, tomó Yacopí y dirigió a cerca de mil guerrilleros para avanzar en pos de los objetivos. Pero con las seguridades de los jerarcas liberales, entre ellos quien había sido ministro de guerra, Plinio Mendoza Neira, según las cuales, ―se abrirá un proceso de paz negociada con imposición de varios artículos de La Plataforma del Colon‖, el dirigente guerrillero, depone armas y se entrega con las seguridades de respeto a su vida y la de sus compañeros. Pero fue asesinado a fines de 1952. Haba sido corresponsal de ―Jornada‖, el periódico gaitanista y un escritor en potencia (―Memorias de un pobre diablo‖). * * * * Los guerrilleros liberales del Llano, con combatientes como Guadalupe Salcedo, Dulmar Aljure, Eduardo Franco, Cheito Velásquez, Enrique González, los hermanos Bautista, Fonseca y Chaparro y muchos otros. se mantuvieron rebeldes hasta 1953, con

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la paz ofrecida por el gobierno militar, en momentos de notables y consecutivos triunfos militares y políticos de las guerrillas. La población los acompañaba, jubilosa, ―Soy testigo que fueron todos los habitantes de los Llanos Orientales que se alzaron en armas contra el gobierno conservador (...) Me pareció ver en esas gentes, el espíritu que debieron tener un siglo atrás, los habitantes de esas mismas llanuras cuando llegaba el Libertador con sus huestes procedentes de Venezuela‖, según el General Josa Joaquin Matallana. (o.c). Era frecuente que pasaran a territorio venezolano a aprovisionarse, descansar y demandar asistencia médica. La dictadura del general Pérez Jimenez logró emboscar un contingente guerrillero y detener a Cheito. Fue juzgado en Venezuela (1952) y absuelto. Ese mismo año, ¡ Oh casualidad !, Cheito regresa al país, con seguridades sobre su integridad, al tiempo que Colombia acepta la titularidad de los islotes Los Monjes, en beneficio de Venezuela (anexo 59). Meses después, Rojas Pinilla da el golpe militar, acuerda la desmovilización de las guerrillas del Llano con seguridades a Cheito que había cumplido su propuesta de cambiar armas por herramientas. Pero es asesinado en plena calle en otro magnicidio, cuyo autores intelectuales se evaporaron. * * * * Guadalupe Salcedo, muchacho Llanero, colombo-venezolano, ilusionado con ―La República Libre de Colombia‖, se alista en los contingentes de Cheito Velásquez y organiza –en 1952- sus propias fuerzas guerrilleras con las que llega a comandar 5.000 hombres. Es el temor del ejército pues toma varias regiones y avanza por los Llanos con vítores de la población. La producción es planificada por la guerrilla, que asume gestiones administrativas, policivas y judiciales: Un Estado dentro del Estado: la ―República Libre…‖. Se entiende que las oligarquías de los dos partidos y el Departamento de Estado se inquieten. Fabrican rápidamente el golpe militar de Rojas para 1953 El regreso de Laureano a la presidencia que asumía interinamente Urdaneta, es el pretexto esperado. Rojas promete paz y amnistía. El liberalismo acoge la propuesta y las guerrillas del Llano son desmovilizadas. La ―República Libre de Colombia‖ deja de existir... Un mes después de la caída del régimen militar, Guadalupe es

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asesinado, el 6 de junio de 1957, conjuntamente con el ex guerrillero José Aldana, en Bogotá por agentes de la Policía, en momentos en que se entregaba, sin combatir, y con las manos en alto. Otro magnicidio en la impunidad. Su vida y su muerte fueron llevadas al teatro por el grupo “La Candelaria”, bajo dirección de Santiago García: ―Guadalupe, años sin cuenta‖, que termina con un corrido: ―Con respeto y con su venia/ les pedimos su permiso/ y aunque dejen esta sala/ mediten bien lo que han visto/. Esta historia que contamos/ los invita para que piensen/ que los tiempos del pasado/ se parecen al presente (…)‖. (La obra fue escrita por Arturo Alape) (Bbl 58) - - - -

Bbl 58: “Las guerrillas del Llano”; Eduardo Franco Isaza; “Memorias de un pobre diablo”: Saúl Fajardo; “Guadalupe, años sin cuenta”: Arturo Alape.

Anexo 59. “Los Monjes”: el magnicidio de otra entrega de nuestro espacio territorial. (viene p. 189) “Colombia y Venezuela habían determinado sus fronteras terrestres. Después de discusiones y acuerdos, se adoptó el principio del Uti Possidetis Juris y con base en este concepto se firmó la autorización de dos arbitramentos El del Rey de España (que al final fue de la Reina) y del Presidente de la República de Suiza. Quedó sin definirse la frontera marítima y, especialmente, por fuera de los tratados y los laudos, el archipiélago de Los Monjes, que conforman nueve islotes rocosos, situados en el Golfo que en Venezuela se llama ―de Venezuela‖, y en Colombia,―Coaquibacoa‖. Por otro lado, históricamente, los guerrilleros colombianos se han refugiado en el país vecino y han originado incidentes diplomáticos. Pero el más penoso y costoso ocurrió, cuando Colombia reclamaba la entrega de unos insurgentes y Venezuela pidió que en contraprestación resolvieran el asunto de Los Monjes. . El 22 de noviembre de 1952 (Gobierno del designado Urdaneta Arbeláez), el canciller de Colombia, Juan Uribe Holguín, aceptó con una sola nota secretarial, la soberana de Venezuela sobre los Monjes. Es decir, cumplió. Y, Venezuela agradeció, invocó la solidaridad latinoamericana y entregó al jefe guerrillero ―Cheito‖

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Velásquez. Es decir, cumplió. El guerrillero fue asesinado, los Monjes están perdidos y la lección histórica esta por repetirse”. (Nota-colaboración del profesor universitario, internacionalista, constitucionalista, ex parlamentario y Constituyente 91, Armando Holguín.- Bbl 59):

* * * * En nota de secretaría (GM-542), ―El gobierno de Colombia declara que no objeta la soberanía de los Estados Unidos de Venezuela sobre el archipiélago de Los Monjes y que en consecuencia no se opone ni tiene objeción respecto al ejercicio de la misma o cualquier acto de reclamación alguna que formular respecto al ejercicio de la misma o a cualquier acto de dominio de este país sobre el archipiélago en referencia‖. Pero fue una nota ilegal porque la Constitución vigente (1886) establecía la prohibición de variar el territorio nacional sin aprobación del Congreso. Dos días después la bandera de Venezuela fue izada en los islotes e instalado un observatorio científico-militar. - - - Bbl 59: “Colombia no es como la pintan”: Armando Holguín; Nota explicativa del diferendo, para éste libro: Armando Holguín

Aguila de

Como se aprecia, la colombiana nariz provocativa (no provocadora) de la hermosa Guajira, permitiría bajar la línea hasta tierra firme venezolana, con lo cual aprox. el 33% del lago petrolero quedaría

(Flecha 2)

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bajo jurisdicción colombiana (flecha izquierda) Si se parte de “Los Monjes”, la línea marítima limítrofe arrancaría desde el extremo más oriental de los islotes, Águila de Los Monjes, de 43 mts, hasta tierra firme venezolana en el Estado Falcón, dejando para Colombia por lo menos el 50% del Golfo de Coquibacoa (flecha derecha) Pero la tesis venezolana no es la de la nariz provocativa, sino la de la cumbamba, apenas insinuante. De acuerdo a ella, la línea marítima limítrofe se desplazaría horizontalmente (línea roja).. Como “Los Monjes ya no son colombianos (lo fueron hasta 1952), la línea limítrofe marítima se devolvería desde la punta de la nariz (“Punta Espada”) hacia el norte (línea verde). Es decir, dejaría a Colombia sin jurisdicción en el golfo petrolero. El llamado “Diferendo”, principalmente, se refiere a una porción del lago: Colombia reclama una zona marítima al norte y al sur de la línea limítrofe pretendida por Venezuela; que sólo aceptaría la porción arriba de ésta línea.En el mapa con línea verde. En el Tratado de Límites Marítimos entre los Países Bajos y los EEUU de Venezuela, (1978) se fijo la frontera marítima entre el archipiélago Los Monjes (Venezuela) con la isla de Aruba (Antillas Holandesas). Los Monjes, con 2 ha (0.2km) de extensión, están más cerca de tierra firme colombiana que venezolana (34.8 km de la península de La Guajira y 40 km de Zulia, en las dos puntas, de cada una, más próximas a los islotes). Independientemente de éste regalo que el gobierno falangista colombiano le hizo al militar-dictatorial venezolano, la frontera marítima está en discusión. Diplomáticamente se llama “Diferendo‖, congelado hasta el año 2042, aprox. ¿Desde donde se toma, a partir de ambas costas, la delimitación? ―Allí está el detalle‖, como diría Cantinflas. El 22 de octubre de 1992 el Consejo de Estado de Colombia dictó sentencia, rechazando las excepciones de falta de competencia y declarando la nulidad de la nota referida (GM-542), Pero agregó la leguleyada de siempre: “cosa juzgada”, con lo cual esa sentencia es un adorno patriotero, pues de hecho “cosa juzgada” implica la abstención de Colombia para cualquier reclamo sobre los islotes. (Bb. 59)

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Anexo 60: Arrasados periódicos y asaltadas casas de jefes liberales . (viene p. 189) El sábado, 6 de Sept./1952, fueron enterrados en Bogotá, cinco agentes de la Policía, caídos en asalto guerrillero en Rovira, Tolima. Al mediodía, el cortejo fúnebre, en dirección al cementerio central, paso por la Carrera 7a.. Allí, el Presidente Roberto Urdaneta, pronunció unas palabras, condenando el suceso. Enfurecidos manifestantes, con banderas azules, embriagados, profirieron insultos contra el Partido Liberal, los diarios ―El Espectador‖, ―El Tiempo‖ y las casas de los jefes liberales Alfonso López Pumarejo y Lleras Restrepo. Se dirigieron primero a la Dirección Nacional Liberal, muy cercana donde se celebró el acto, saquearon sus instalaciones y le prendieron fuego. Continuaron hacia los periódicos. Numerosas botellas con gasolina y mechas encendidas, fueron arrojadas. Grupos armados impidieron la acción de los bomberos. Luego, continuaron hacia las casas de los jefes liberales. A las bombas Molotov agregaron dinamita. Ninguna autoridad militar, policial o civil contestaba las numerosas llamadas. La secretaria del presidente Urdaneta lo disculpó con “el merecido descanso de su excelencia en finca cercana‖. Solo a las diez y media de la noche, apareció con un comunicado en el cual declaraba que haría una severa investigación. Lleras y López se asilaron en la embajada venezolana, como puente hacia México y EEUU. Urdaneta y ―El Siglo‖ justificaron los atentados criminales, como consecuencia de una natural exacerbación popular. ―El Siglo‖, en nota atribuida a Álvaro Gómez, relató el asalto a la casa de López, observando que habían quedado destrozadas cajas de fino whisky escocés, vestidos del mejor paño inglés, dátiles del Medio Oriente, vinos y quesos importados de Francia, aceitunas griegas, etc., etc. La respuesta periodística, con los diarios reaparecidos 6 das después, en imprentas amigas, fue imposible por la implacable mordaza de la censura oficial. (Bbl 60) - - - -

Bbl 60: “El Siglo”, 7, 8 Sept/1952; ediciones de “El Espectador” y “·El Tiempo” del 12, 14 y 15 de Sept/1952, con títulos, pero con espacios en blanco con la leyenda ―Censurado‖.

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Anexo 61: Antonio Larrota o la teoría del foco en acción (viene pgs.190, 201) El movimiento estudiantil estuvo en la vanguardia de la lucha contra la dictadura militar de Rojas (Administración, por golpe, 1953-1957). Un colegial, Antonio Larrota, nacido en Santander, educado en el Valle, es fogoso orador y se enrola en la Federación de Estudiantes Colombianos (FEC). Con la caía de la dictadura, como el estudiantado estaba dividido en dos federaciones, Larrota participa en la fundación de una nueva entidad unitaria: la Unión Nacional de Estudiantes Colombianos (UNEC), de la que es su primer Secretario General. Antonio provenía de familia conservadora, sector laureanista, muy beligerante contra Rojas. Al calor de las luchas estudiantiles y de militantes del Partido Comunista en la clandestinidad, rápidamente se entusiasma con el marxismo, rompe con su Partido pero discrepa con los comunistas oficialistas por “dogmáticos‖, ―obedientes a Moscú‖, ―ortodoxos‖ y ―lerdos en la táctica‖ (serán conocidos como ―mamertos”). Con el victorioso movimiento estudiantil, recién inaugurado el Frente Nacional y con la presidencia de Alberto Lleras, quien contaba con prestigio popular, se enfrenta al alza de las tarifas del transporte y el día en que ello ocurriría, con combativas manifestaciones en Cali, funda en 1959, con Eduardo Aristizabal, el ―Movimiento Obrero Estudiantil, 7 de Enero‖ (“MOE” y que adicionará, ya con el consejo chino-cubano, la “C” del campesino, precursor del MOIR.). El movimiento se extiende nacionalmente, con tal vigor, que el gobierno se ve obligado a bajar las tarifas: un importante triunfo para la naciente agrupación. La revolución cubana implica su ideario y la “teoría del foco”, el método adecuado para “hacer la revolución”. Fue uno de los primeros dirigentes que se embelesó con el “Proyecto Monte” y hacía reír y aplaudir a Fidel y al Che con frases como ―el problema de la revolución no es tanto cerebral como hormonal‖ o –enfatizando la peculiaridad del proceso colombiano que ya contaba

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con una larga experiencia de luchas guerrilleras: ―es más fácil enseñarle marxismo a un hombre alzado en armas, que el manejo de las armas a un marxista‖. Larrotta, un idealista consecuente con su proyecto: fue al monte y cayó asesinado en 1961 por dos de esos “alzados en armas” (“Aguililla” y “Tijeras” que, en realidad, estaban al servicio de los organismos secretos del Estado), a los que “era fácil enseñarles marxismo‖. (Tal vez la primera industria azucarera nacionalizada en Cuba fue bautizada por el Che Guevara con el nombre “Antonio Larrotta”) ” (Tomado de “¿Adios Socialismo? ”)

Anexo 62: El asesinato de “Charro Negro” (viene pgs. 190) En Enero de 1960, bandas de “Mariachi” (Jesús María Oviedo), ex guerrillero liberal, asesinaron –mientras regresaba a su comarca- a Jacobo Prías Alape, “Charro Negro”, coronel de “las guerrillas comunes”, desmovilizadas como tales y que conforman “regiones de autodefensa” en Río-Chiquito, Pato, Guayabero y Marquetalia. Hijo de familia indígena de Natagaima (Tolima), era miembro del comité central del Partido Comunista que en aplicación de la nueva política, “lucha por la legalidad‖, fue requerido para participar en reunión de la dirección nacional de esa organización. El crimen fué proyectado por los latifundistas, organizado por los mandos militares y ejecutado por bandas paramilitares de ex guerrilleros “limpios”. Con motivo de su asesinato, dentro del PC es cuestionada la política de “legalización” que, sin embargo, se mantuvo, produciendo hondas divisiones que van a desembocar en el marginamiento de notables dirigentes, en la ruptura de la Juventud Comunista, en la creación del PCC (m-l) y, a principios del siglo xxi, en la escisión del PC: el ―tradicional‖ y el clandestino, coloquialmente conocido como “P3”. (Bbl 62) ----

Bbl 62: : “Voz de la Democracia”: PCC, primera quincena, Enero/1960; “Materiales de educación y pedagogía popular”: Farc/EP: Emilio Salgari; “30 años de lucha por la paz, democracia y soberanía”: Farc/EP

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Anexo 63: Masacre en Santa Bárbara (vine p. 192) Los obreros de Cementos “El Cairo”, en Antioquia decretaron –en Febrero de 1963- paro indefinido, exigiendo aumentos salariales, cumplimiento de la legislación laboral y seguridad industrial, dirigidos por Emilio Ospina. “Tras quedar paralizado totalmente el transporte de materia prima (…) el 22 de febrero (de 1963) el Gobernador del Departamento (de Antioquia), Fernando Gómez Martínez, dio a conocer la determinación de transportar cemento y klinker, (…) ―costare lo que costare‖ (los obreros resistieron y mantuvieron la determinación de no dejar salir los camiones cargados por esquiroles y soldados. Pero el gobernador, accionista de la empresa insistía:) : "hay que sacar el cemento por encima de los cadáveres que sea". (…) Cuando, el reloj señalaba las 4:45 de la tarde, el comando del Batallón (ordena):: ―dispersión con gases‖. (…) se produjo la pr imera descarga de gases sobre la multitud y un pelotón se lanza a la captura de los dirigentes de la huelga. Ante la arremetida de las Fuerzas Armadas, la multitud respondió con una nutrida lluvia de piedras, (…)‖ ―Posteriormente (…) , bala de pistola, ametralladora y fusil contra los inermes trabajadores y contra la multitud presente en el lugar, (…) alrededor de las 4 de la tarde, (…) se oyó el fuego de ametralladora, hubo una pausa y el (…) fuego comenzó nuevamente, (…) comenzaron a caer los primeros trabajadores víctimas de las balas oficiales, asesinados a mansalva (…) A las 5:15 de la tarde se observaban los primeros heridos y varios muertos, y el ejército continuaba la inmisericorde persecución contra los obreros y el pueblo de Santa Bárbara que trataba por todos los medios de huir de la masacre, Se abrió entonces un tenso compás de espera. A las cinco de la tarde, las volquetas repletas de cemento y soldados trataron de forzar la salida, frente a la carpa de los huelguistas‖ ―.Los obreros, entonces, se apostaron como un solo hombre para impedirlo. Súbitamente, se oyó la chillona voz del coronel al mando que ordenaba abrir fuego, (…) Las ametralladoras y los fusiles disparaban sobre todo lo que se moviera. Mientras un grupo

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descargaba contra los obreros ubicados en la carretera, otro lo hacía contra el hospital, (…) La persecución prosiguió‖. ―El ejército empezó a allanar domicilios, en busca de los obreros, mientras otros pelotones de soldados se dispersaban por todas partes, por el hospital, el camino del Cauca, los cafetales, los almendros y por el llano, continuando con la masacre. Los obreros estaban acorralados y muchos habían sido concentrados por el Ejército en las carpas de la huelga” (Tomado de “Masacre de Santa Bárbara” de Germán Jáuragui, o.c..) En éste genocidio, ocurrido en la Administración Valencia (1962-66), crimen que permanece impune, en el cual EstadoEmpresa-Ejército se confabularon en la defensa no sólo del monopolio cementero, sino de los grandes constructores y de la Cámara Colombiana de la Construcción ( CAMACOL), el ministro de trabajo, quien aprobó la incursión del Ejército, fue Belisario Betancur, posteriormente presidente. 13 muertos entre ellos una chiquilla de 10 años, hija de un sindicalista. (Bbl. 63) ----

Bbl 63: “Masacre de Santa Bárbara”: Germán Jáuragui;

Anexo 64: Magnicidios contra la dirigencia sindical (viene p.192 /Otra ref: anexo 52, pag. 308) Los crímenes selectivos y masivos planeados por el Estado y ejecutados por los paramilitarismos de todas las épocas, al movimiento sindical y gremial de los trabajadores, datan desde la Nueva Granada en 1844, con el exterminio de las Sociedades Democráticas En la primera etapa (―la regeneración‖: 1885-1903), del período de la “hegemonía conservadora‖ (1885-1930), incluída la guerra de “los mil días”, los dirigentes sindicales (que fungían como artesanos) fueron exterminados. En la segunda etapa, que los historiadores señalan como “la hegemonía” propiamente dicha (1903-30), con el crecimiento rápido de la clase obrera y el auge sindical, además de la persecución y los asesinatos selectivos, se presenta la masacre a los trabajadores de las bananeras de 1929. Un año antes, cuando la dirección sindical declaró la huelga a la Tropical Oil Company en Barrancabermeja, la

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policía ingresó al recinto sindical y abrió fuego dejando varios muertos. En la era falangista y militarista, entre principios de la administración Ospina en 1946 y el fin de la de Rojas, en 1957 ( “era” que se prolongó al puente de la Junta Militar / 1957-58) las condiciones de dura represión, asesinatos, carros fantasmas en barrios obreros, detenciones clandestinas, secreto para la información de reclusos, censura de prensa, persecución sindical e ilegalización de organizaciones de izquierda y sindicales, impide tener datos, siquiera aproximados, de lo que sería un inmenso listado de activistas obreros asesinados (no sindicalistas, pues las organizaciones eran –en la práctica- prohibidas). Solo, a manera de ejemplo, destaco la desaparición y ulterior asesinato (8 de Junio de 1958) del líder sindical del Valle, gestor y dirigente de la Federación de Trabajadores (FEDETAV), Julio Rincón e impulsor de una de las primeras movilizaciones de “destechados”, para recuperar terrenos ejidos usurpados por la burguesía terrateniente urbana (En su honor, un barrio de Cali, lleva su nombre).Antes, en 1953, fue asesinado en cautiverio el “verdadero‖ Manuel Marulanda Vélez, por los servicios de seguridad del Estado (Anexo 53). Durante el Frente Nacional (1958-1974/ 78), la represión a marcha de los trabajadores del azúcar, en el Valle, pero –muy especialmente- la masacre a los obreros del cemento en Santa Bárbara (Antioquia) sega la vida de 13 activistas, entre ellos una chiquilla de 10 años, hija de un sindicalista (anexo 62) En ésta etapa, a nombre de ―la lucha armada revolucionaria‖, es asesinado el presidente de la “Confederación de Trabajadores Colombianos”, José Raquel Marcado, por el M-19 (anexo 70). Además, según los ―Cuadernos de DDHH‖, No18, editado por la ―Escuela Sindical Nacional‖, “ (…) es necesario observar que simultáneamente los líderes sindicales son perseguidos por su actividad sindical, y que sus homicidios no responden exclusivamente a las lógicas de las disputas territoriales y las confrontaciones de actores armados. Uno de los casos ocurrió el 20 de septiembre de 1995, día en el que un grupo de las FARC hizo parar un bus con veintinueve pasajeros, en el área conocida como Bajo del Oso en el municipio de Apartadó.

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Las FARC obligaron a todos los pasajeros del bus a bajarse, forzándolos luego a permanecer boca abajo en el piso y finalmente atándoles las manos. Los guerrilleros procedieron a ejecutar veinticuatro de los trabajadores (…)‖ Sin mayor confirmación, sindicalistas –de la fuente citada- acusan a “presuntos miembros del V frente de las FARC, al mando de alguien conocido como ―Papujo‖, y de acuerdo a testigos (…)‖ de masacres a trabajadores bananeros, por haber ―(…) solicitado protección (…) del Ejército (…)‖ El FN termina con la masacre a los manifestantes de la jornada promovida por las centrales obreras, en Septiembre de 1976, donde murieron en todo el país cerca de 50 trabajadores. Los períodos “Post FN” (1978-1991) y “Estado Social de Derecho (1991, ….), comienzan al amparo del “Estatuto de Seguridad” de la Administración Turbay Ayala, gobernada en realidad por un “poder militar en la sombra”. (Administración 1978-1982. ―Estatuto de Seguridad‖: anexo 72), El paramilitarismo, ejecuta los crímenes a dirigentes sindicales que los servicios de seguridad el Estado y de la inteligencia militar le señalan. Fueron asesinados, los dirigentes sindicales Víctor Manuel Almanza, Emilio Vásquez y José Israel Arias, presidente de la Federación de Trabajadores del Tolima; Hernán Úsuga, presidente de la Federación de Trabajadores de Urabá; Libardo Acevedo, presidente de la Federación de Trabajadores del Valle del Cauca, más activistas “de base” calificados de “subversivos” (Datos de la Escuela Nacional Sindical, según denuncia el presidente de la Central Unica de Trabajadores, difundidos por ―verdadabierta.com‖): Cinco dirigentes sindicales, asesinados en 4 años. El nuevo oleaje genocida contra sindicalistas apenas comenzaba. Sólo algunos, entre 2.500: “Ernesto Pill Parra (1 de abril de 1982, Asesinado por el ejército); Teófilo Forero, destacado líder, cofundador de la Confederación Sindical de Trabajadores Colombianos (CSTC), presidente de la Federación de Trabajadores de Cundinamarca, concejal por Bogotá y diputado por Cundinamarca, elegido por la Unión Patriótica, asesinado por paramilitares, el 27 de Febrero de 1989, siempre en la mira del gran Capital, con su esposa Leonilde Mora y los dirigentes

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revolucionarios Antonio Sotelo y José Antonio Toscano; Ernesto Fernández (20 Febrero/ 1995, asesinado por los Paramilitares en asocio con el Ejercito, en Pailitas Cesar en presencia de sus Hijos Menores); Julio Henríquez Santamaría (4 de febrero de 200, asesinado por paramilitares) Carlos Bernal (1 de Abril de 2001, asesinado por unidades de la estrategia militar); María Margarita Giraldo (23 de diciembre de 2007, asesinada por el ejército); Juan Javier Manco (14 de diciembre de 2007, asesinado por paramilitares); Mario Zuluaga (2 de Enero de 2008); Ramiro de Jesús Pérez Zapata (12 de Enero de 2008); Israel González (24 de Enero de 2008); José Yebrail Suárez (28 de Enero de 2008); Hugo Armando Torres (20 de enero de 2008); Heyner Alexánder Guerrero (20 de enero de 2008); Gabriel Rios (21 de enero de 2008); Juan Carlos Cortés (23 de enero de 2008); John Jaime Silva (23 de enero de 2008); Nolberto Clavijo (7 de enero de 2008); Umael Chitiva (26 de febrero de 2008); José Martín Duarte (2 de Febrero de 2008); María del Carmen Mesa (8 de Febrero de 2008); Arley Benavidez (9 de Febrero de 2008); José Giraldo (9 de Febrero de 2008); Carmen Cecilia Carvajal (4 de Marzo de 2008); Gildardo Antonio Gómez (7 de Marzo de 2008); Leonidas Gómez Rozo (8 de Marzo de 2008) Víctor Manuel Muñoz (12 de Marzo de 2008) Carlos Burbano (12 de Marzo de 2008); Manuel Antonio Jiménez (15 de Marzo de 2008); José Fernando Quiroz (16 de Marzo de 2008); José Gregorio Astros (18 de Marzo de 2008); Anaias Mateus (25 de marzo de 2008, asesinado por paramilitares); Adolfo González (22 de Marzo de 2008); Juan Esteban López (28 de marzo de 2008, asesinado por el ejército); Julián Alberto Jiménez (28 de marzo de 2008, asesinado por el ejército); Óscar Alexánder Ramírez (28 de marzo de 2008, asesinado por el ejército); César Augusto Cardona (28 de marzo de 2008, asesinado por el ejército) ” (Este listado es tomado de Wikipedia: “Sindicalistas asesinados en Colombia”) ¡ 2.505 sindicalistas asesinados en 30 años ! (1.978.-2008). Pero hay más: Según registros de la Escuela Nacional Sindical, en el 2010 asesinaron en Colombia 51 sindicalistas (29 de ellos docentes) y 7 fueron desaparecidos forzadamente; y en l2011, 29 sindicalistas asesinados, según denunció la CUT. Un total (conocido y aproximado) de 2.090 sindicalistas asesinados en 33 años, entre 1978 y 2011: cifra record mundial!, que en 2002 llegó al 88% de los líderes sindicales asesinados en el mundo y en el período 1999-

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2005, alcanzó un promedio del 72% (Datos de ―verdadabierta.com) ¡ Un solo país –Colombia- con el 72% de sindicalistas asesinados de todo el mundo--(Bbl-64) - - - -

Bbl 64: “21 años de asesinatos sistemáticos y selectivos contra

sindicalistas en Colombia (1986-2006)”: Cuaderno de DDHH, No. 19:: Guillermo Correa.

Anexo 65: El “Plan Laso” o “Lazo” (viene p. 193) Inicialmente “Plan Laso” (―Latin American Security Operation‖), luego “Lazo” (según la apropiación militar colombiana, para “enlazar”, sometiendo, “enlazando”, las “regiones de autodefensa”). Plan, elaborado y puesto en ejecución en 1964, para aniquilar las llamadas “Repúblicas Independientes”. Etapas: a): Guerra psicológica que incluyó el espionaje, apoyado por la “Acción cívicomilitar” que intentó el apoyo campesino, mediante la repartición de mercados, por instituciones norteamericanas como Care y Caritas, asistencia sanitaria a cargo de la “Acción Comunal”; arreglo de tugurios y asistencia educativa, realizadas por “Cuerpos de Paz” de la Alianza para el Progreso; b) Bloqueo económico y militar (“cerco”) que censa familia por familia y contabiliza los mercados, especialmente de la sal, a fin de impedir “excedentes” para la guerrilla. Los campesinos son recluidos en verdaderos campos de concentración (“aldeas estratégicas”); c) Acción militar directa sobre territorios no incorporados a las “aldeas estratégicas”, con bombardeos, fusilamientos y torturas. El ejército trató infructuosamente de cerrar el amplio cerco, pero campesinos armados, con sus familias, emprendieron exitosamente ―la marcha hacia el Sur‖ (“Riochiquito”), conceptuaron que se había iniciado “La Segunda Violencia” y transformaron “la autodefensa campesina” en “guerrillas defensivas”. (Años más tarde las Farc sostuvieron que el año de la “Conferencia de Guerrilleros‖ que acordó la defensa con ataques (1965), se “tomaba” como el inicio de las Farc, pero tardaron tres años en darle formalmente ese nombre.) (Bbl 65) - - - -

Bbl. 65: “Voz Proletaria ”: Artículo de Gilberto Viera, (Segunda Quincena de Junio/1964); Intervención de Paul Wolf, Universidad de la Sabana/20 Mzo, 2002

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Anexo 66: Una “Alianza” para parar el Progreso socio-político (Viene pag 195) En 1960, la Revolución cubana comenzó a preocupar a las oligarquías latinoamericanas y al gobierno norteamericano: Reforma Agraria, Reforma Urbana, nacionalización de transnacionales, relaciones con el llamado “bloque socialista”, alineamiento tercermundista y oposición a la guerra de Viet-Nam, El presidente norteamericano Kennedy proclama, entre EEUU y Latinoamérica, una “Alianza para el Progreso” que –a la manera del “Plan Marshall para Europa, se decía-, le mostraría a los trabajadores ―las ventajas de la libre empresa sobre el comunismo‖. Destinó 2.000 millones de dólares para que –entre 1961 y 1970sirvieran de base para emprender reformas que alejaran a las masas del atractivo revolucionario, entre ellas, Reforma Agraria; proyectos de vivienda y educación, control a la inflación, promoción al comercio inter-regional mediante grupos sub-regionales de integración….., a cambio de un frente común latinoamericano que comenzara con la expulsión de Cuba de la OEA, de los organismos multilaterales de crédito (Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional) y el rompimiento de relaciones con la Isla. Fue un total fracaso: las reformas agrarias fueron imposibles (Sólo Chile, Venezuela y Colombia hicieron algunas caricaturas) porque la burocracia dirigente era, al tiempo, propietaria de las grandes extensiones; los proyectos de vivienda, educación y salud sirvieron para fomentar la corrupción administrativa, porque a la burguesíaburocrática le sirvió en bandeja de plata la corriente de dólares que fue a parar –en buena parte- a sus bolsillos; la inflación no pudo ser atajada porque la emisión monetaria siempre ha sido la forma más expedita de canalizar dólares, convertirlos en monedas nacionales sin proyectos inversionistas, además de bajar los salarios reales.

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Los bloques de integración regional sí avanzaron porque beneficiaron, en sus primeras etapas, a los poderosos grupos exportadores. Cuba fue efectivamente, expulsada de la OEA, de los organismos crediticios y todos los países –excepto Méxicorompieron relaciones, pero nunca antes, en la historia de las Américas, un país y un pueblo se vieron rodeados de la más grande solidaridad popular continental. Entre el 5 y 17 de Agosto de 1961 en Punta del Este (Uruguay), los países de América –con excepción, claro, de Cuba- le dieron existencia legal a la “Alianza Para el Progreso”, que se convirtió en una alianza para parar la promoción social de .los pueblos y que desarrolló una corrupta ―latinocracia‖. La invasión a “Bahía Cochinos” y el posterior bloqueo económico-financiero a la isla, demostraron la verdadera naturaleza de esa “Alianza”. Como lo denunció premonitoriamente el Che, en esa reunión: “(…) Ya sabemos todos el íntimo sentir del departamento de Estado norteamericano: Es que hay que hacer que los países de Latinoamérica crezcan, porque si no, viene un fenómeno que se llama castrismo que es tremendo para... Estados Unidos. Pues bien, señores, hagamos la Alianza para el Progreso sobre esos términos: que crezcan de verdad las economías de todos los países miembros de la Organización de Estados Americanos; que crezcan, para que consuman sus productos y no para convertirse en fuente de recursos para los monopolios norteamericanos; que crezcan para asegurar la paz social, para crear nuevas reservas para una eventual guerra de conquista; que crezcan para nosotros, no para los de afuera. Y a todos ustedes, señores delegados, la delegación de Cuba les dice, con toda franquea: queremos, dentro de nuestras condiciones, estar dentro de la familia latinoamericana; queremos convivir con Latinoamérica; queremos verlos crecer, (…) Lo que sí exigimos es la garantía de la no agresión para nuestras fronteras. No podemos dejar de exportar ejemplo, como quiere Estados Unidos, porque el ejemplo es algo espiritual que traspasa las fronteras (…)‖ ― Fidel dijo que si seguían las condiciones sociales como hasta ahora, "la Cordillera de los Andes sería la Sierra Maestra de América". (…) Nosotros, señores delegados, llamamos a la Alianza para nuestro Progreso, la Alianza pacífica para el progreso de todos (…) Lo que nunca admitiremos es que se nos

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coarte nuestra libertad de comerciar y tener relaciones con todos los pueblos del mundo, y de lo que nos defenderemos con todas nuestras fuerzas es de cualquier intento de agresión extranjera, sea hecho por la potencia imperial o sea hecho por algún organismo latinoamericano que englobe el deseo de algunos de vernos liquidados (…) " (o.c) (Bbl 66) - - - -

Bbl 66:: Discurso del comandante Guevara en Punta del Este, el 6 de Agosto de 1961: “DOCUMENTOS HISTÓRICOS” CONTENIDOS EN WIKISOURCE. “La Alianza para el progreso en Colombia”: Diana Rojas, Programa Clacso

Anexo 67: “Acción Civico-Militar” (viene de p. 195) Es una táctica militar con procedimientos civiles: ganar la confianza de la población mediante la conformación de brigadas que ayudan a solucionar algunos problemas de la comunidad, pero con el objetivo de cercar los movimientos insurreccionales, impedir su aprovisionamiento y delatar sus movimientos. (Con razón, es llamada, también, ―Guerra Psicológica‖) En Colombia éste tipo de ―Acciones‖, datan desde 1817, antes de la independencia, con la asesoría de ―La Legión Británica‖ (1° y 2° legiones, más la irlandesa), expertas en las guerras napoleónicas y –por tanto- hábiles para atraerse la población civil, una de las grandes ventajas de Napoleón. En 1903 y 1938, la asesoría extranjera para ésta política militar provino de Chile y Alemania. Con la Segunda Guerra Mundial, en su inicio (1939) y con el comienzo de “la guerra fía” (1945-46), tal asesoría fue prestada por EEUU. Aunque la ―Acción Civico-Militar” fue un plan elaborado por el Pentágono para toda Latinoamérica, el levantamiento popular del 9 de Abril de 1948, puso en especial relieve a Colombia La Resolución 42 de la 9° Conferencia Panamericana celebrada en Bogotá, creó el “Consejo de Defensa Interamericano‖ y proclamó en su ―Acta Final” la necesidad de .”erradicar y impedir actividades que tienden a derrocar sus instituciones por fuerza, a fomentar desorden en su vida política doméstica, o a molestar el libre y soberano derecho de sus pueblos a gobernar ellos mismos." .

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En Abril de 1960, en “la cumbre‖ de ―Camp David” entre los presidentes Eisenhower y Lleras Camargo, un asustado y oportunista presidente colombiano declaró que ―si el Presidente y el Señor Khrushchev son capaces de mantener la paz, los comunistas utilizarán terceras partes para fomentar el conflicto, incluyendo la actividad de guerrillas en las áreas débiles del mundo‖.(o.c. idem) En 1962, el experto en ―Acción civico-militar‖, General norteamericano William Yarborough, después de visitar el país, recomendó a Washington asignar cinco destacamentos de las Fuerzas Especiales, de doce hombres cada uno, para dirigir las Brigadas Colombianas de Contraguerrilla, como también especialistas en “guerra psicológica”. En Colombia fueron organizadas en tiempos del Frente Nacional (Principalmente, Administraciones Lleras Camargo y Valencia) para combatir las “zonas de autodefensa” campesinas de Marquetalia, Pato, Riochiquito y Guayabero y facilitar los bombardeos. Estos “brigadistas” de “patriotas colaboradores”, pasan rápidamente a ser mercenarios. Fueron instruidos en el anti-comunismo y recibieron asistencia de ―Los Cuerpos de Paz‖ de la “Alianza para el Progreso”. Años después, en el Perú de Fujimori se los llamó ―Ronderos‖ y en la Colombia de Uribe, ―Convivir‖ y ―AUC‖. Como su salario, muchas veces, es a destajo por cumplimiento de acciones, son facilitadores para montar episodios como ―falsos positivos‖. (Bbl 67) ----

Bbl 67: “Voz Proletaria” (Primera semana, julio/1964); “Libro Negro de la Represión (1958-78)”: Gerardo Rivas y Otros

Anexo 68: Estatuto de Seguridad (viene p. 195) Promulgado pocas semanas después de posesionado Turbay (Administración 1978-1982) y derrogado dos meses antes de concluir su mandato por petición del presidente electo Betancur, , “Su propósito es defender las instituciones democráticas, hoy asediadas por serios peligros, y defender a los asociados de toda clase de asechanzas (...) con toda clase de seguridades para la vida y el trabajo‖. En estos términos, en la noche del 6 de septiembre de 1978, el ministro de Gobierno, Germán Zea Hernández, en directo por televisión anunció a los colombianos la expedición de un severo régimen penal adoptado por el gobierno del

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presidente Julio César Turbay con un sugestivo título: el Estatuto de Seguridad (...)‖ . ―Con amparo en el polémico Estado de Sitio, el Decreto 1923 o Estatuto de Seguridad se convirtió en el centro de la discusión pública hasta su derogatoria en junio de 1982 y su severa aplicación, especialmente por la concesión de facultades de policía judicial a las Fuerzas Militares, caracterizó una época de polarización social, crisis de derechos humanos, confrontación armada y denuncias ante la comunidad internacional. (...)” (Tomado de “El Espectador”). Su aplicación produjo magnicios/genocidios, torturas, desapariciones, cárcel sin fórmula de juicio, principalmente por la ira del poder militar ante los osados actos del M-19, como el robo de 5.000 fusiles en sus narices. (Bbl 68) - - - -

Bbl 68: Revista Semana: No. 1261, Jul/2006; “El Espectador”: Sept/1978; “Cese al Fuego”: Jacobo Arenas, compilación de Cristina De la Torre; ”El Mundo”, España, 06-01-97: Corresponsalía de Cristina Fernández; Libro Negro de la Represión, 1958-1980”: Fica/Gerardo Rivas;

Anexo 69: Resumen de Magnicidios/Genocidios en el Frente Nacional (1958-1978) (viene p. 199) El Proyecto del Frente Nacional, permitió que “la violencia” se despojara de trajes partidistas y se presentara –en generalclaramente como la forma de las luchas sociales que latifu ndistas, industriales y el Estado utilizaron para expandir territorios, aterrar huelguistas y vacunar a estudiantes y trabajadores contra la reproducción del experimento cubano. La Fundación para la Investigación y la Cultura”, FICA, hizo una magnífica investigación al respecto, publicada en el ―Libro Negro de la Represión, 1958-1980‖. El listado es eso: todo un libro, imposible de reproducir. En él baso el siguiente recuento que arreglé, resumí y extendí según diferentes periodos: Estrictamente, esa “era” debió terminar en 1974, con el cuarto periodo de la “Alternación” pactada entre los dos partidos tradicionales. Pero fue prolongada para mantener por cuatro años más la otra figura del pacto frentenacionalista, la de la paridad de esos partidos en los cargos públicos. Por ello sitúo el final del FN en 1978. Insisto: no refiero ni muertes en combate ni naturales.

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(Los magnicidios más impactantes se presentan por separado) 1958: Breve período de Junta Militar, puente entre la dictadura de Rojas y el “Frente Nacional”: Ola de asesinatos sobre campesinos que no acceden a vender a menos precio sus parcelas, principalmente en el norte del departamento del Valle.: En Mayo son asesinados 9 labriegos, en los alrededores de la ciudad de Sevilla. En Septiembre es acribillado el desmovilizado jefe guerrillero liberal Guadalupe Salcedo. (Por la importancia del crimen se refiere por aparte en los anexos 57 1959-1978: Era del “Frente Nacional”: En Mayo/59 son masacrados 30 campesinos en Rovira (Tolima); 9 colonos, en el departamento del Magdalena; en Icononzo (Cundinamarca) 9 labriegos; en Octubre, el presidente del sindicato agrícola de Delicias (Tolima); en Noviembre es masacrada concentración campesina en Lérida (Tolima), dejando 4 muertos y numerosos heridos; En Enero/1960, una patrulla del batallón “Lanceros”, asesina a José Anselmo Rodriguez, dirigente agrario del Líbano (Tolima); entre Enero y Septiembre, “chulavitas” (paramilitares o militares sin uniforme de la época) asesinan más de 20 campesinos en Sumapaz; son acribillados los hermanos del dirigente agrario y comunista Juan de la Cruz Varela. En 1961, se extiende la ola de violencia con genocidios en Natagaima, Coyaima (Tolima), Algeciras (Huila) y del secretario del sindicato agrario del Quindío, Luis Alberto Bustos. Con descaro y complicidad oficial, el latifundista Antonio Torres de Pandi (Cundinamarca) ofrece dos mil pesos (unos 2 millones de hoy) por la eliminación de tres dirigentes agrarios; en Villarrica es asesinado Genaro Fernández, {último sobreviviente de familia liquidada); Varias poblaciones del Huila son masacradas como El Carmen (16 muertos). La complicidad Estado-Ejército-Paramilitares-Latifundistas, organiza y ejecuta el asesinato del jefe guerrillero desmovilizado, Jacobo Prias Alape, en 1960 (Anexo 61) Aparece “La Mano Negra”, organización paramilitar que, desde avionetas arroja propaganda incitando al asesinato de estudiantes en Medellín; el ex guerrillero de la resistencia liberal, Miguel Alfonso Rodriguez es asesinado en Icononzo (Tolima), por bandas al servicio de terratenientes. El

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alcalde de Quimbaya (Caldas) autoriza bandas de ejércitos privados. En Puerto Boyacá patrulla de carabineros fusila al dirigente campesino Jesús Castañeda y a dos de sus compañeros. Entre 1960 y 62, fueron asesinados 12.000 campesinos. Bandas armadas protegidas por el Ejército y financiadas por el latifundista Antonio Vargas masacran colonos en la región de Sumapaz (Cundinamarca). Se extiende la aplicación de “La Ley de Fuga”, con el asesinato de Fernando Restrepo en Sevilla (Valle). La parte occidental del Departamento del Cauca es declarada “zona de Guerra”: Un bandolero, al servicio del Ejército, “Tijeras‖, infiltrado en guerrilla en gestación, dio muerte por la espalda a Antonio Larrota en 1961 (Anexo 67) Desde ese año hasta 1978, son masacrados miles de campesinos, obreros, estudiantes, dirigentes políticos especialmente del MRL, Partido Comunista y MOEC. Imposible reproducir toda la lista. Sólo algunos pocos ejemplos: Con la ―Operación Marquetalia‖ son bombardeadas poblaciones del Tolima con cientos de muertos que se extiende a asesinatos selectivos y aplicación de la “Ley de Fuga” a dirigentes como Francisco Zuluaga y Melquisedec Quintero del MRL, en la población de Gaitania y Fernando Restrepo en Sevilla (Valle); el dirigente agrario Tulio Martínez en Sumapaz (Cundinamarca), varios dirigentes indígenas en el Cauca y otras zonas, como José del Carmen Tique, el líder sindical Maximiliano Méndez, trabajador de la Frontino Gold Mines. Las Fuerzas Armadas tienen licencia para matar con la cual informan permanentemente ―Dados de baja…‖ y a continuación lista de decenas de trabajadores y labriegos, incluso en “combates” contra festivales campesinos como ocurrió en Puente Rojo (Valle) y en algunos colegios. Las huelgas son reprimidas con metralla, como la de “Cementos El Cairo” (Antioquia) y los marchantes azucareros en Puente Rojo (Valle). En Sept de 1963 16 campesinos son acribillados por el “Batallón Caycedo”, en Natagiama (Tolima). Los gobiernos emprenden la “Acción Civico-Militar‖, formalmente encaminada a una nueva edición del “binomio pueblo-FFAA” de la dictadura, pero realmente organizada para descubrir a los dirigentes populares y asesinarlos, acusándolos de ―bandoleros”: es el comienzo de la política de los ―falsos positivos‖ y la extensión de la “mano negra”, a través de varias organizaciones –con apoyo estatalque invitan abiertamente a la “eliminación de comunistas” como

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FUNAC (Fuerza Nacional Anticomunista). Los bombardeos se extienden a “Territorio Vásquez” donde los heridos son rematados por bandas al servicio de “Texas Petrolium Company”. Monstruoso genocidio en Natagaima con cabezas cortadas y exhibidas, entre ellas las de varios dirigentes comunistas. El Guerrillero Federico Arango es tomado prisionero por el ejército y asesinado en cautiverio. Los soldados que huyen de la guerra sucia son torturados y masacrados. Los presos son mutilados y quemados en varias guarniciones militares, como las de los batallones “Tenerife” y “Boyacá”, La desaparición de las “Repúblicas Independientes” implica las utilización de Napalm, y el genocidio de decenas de campesinos en Rio-Chiquito, Cauca, El Pato y Guayabero, además de Marquetalia. En la costa atlántica, particularmente en el Departamento de Córdoba se extiende la ola de desplazamientos. Nuevas enfermedades, como la “viruela negra” y la “espuela de Gallo”, se extienden en Tolima, Huila, Cauca y Caquetá por la acción de “bombardeos venosos”, En la Cámara de Representantes, en varios concejos municipales y sindicatos, son denunciadas las torturas y fusilamientos que incluyen madres con hijos de 5 años (Clementina Cruz y Benilsa Esquivel, por ej.). La intelectualidad europea, encabezada por Sartre, denuncia ―La vietnamización de Colombia‖. A partir de 1966, los genocidios se concentran en las llamadas “Repúblicas independientes”, mediante bombardeos que incluyen substancias químicas. Las oligarquías intentan un vuelco reformista con la nueva administración Lleras Restrepo, mediante “Reforma Agraria” y unidad sub-regional con “el Grupo Andino”. Pero se extienden los asesinatos selectivos y los genocidios. Sólo en ese año y en una sola región (Pato) son acribillados más de 100 campesinos. El 7 de diciembre de 1966, la Tercera Brigada del Ejército al mando del coronel Dousdebes, apresa, tortura y asesina, aplicando la Ley de Fuga a los dirigentes del Partido Comunista (marxista-leninista) Francisco Garnica, Ricardo Torres y Carlos Alberto Morales, en un asesinato anunciado (Por su importancia, se refiere por aparte, en anexo precedente, 69) Para resumir, en el período 1966-69, se

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producen los magnicidios –generalmente cometidos por el ejércitode Alberto Peña, Marco Soler y Francisco Hernandez jefes sindicales agrarios de Caparraquí, Catatumbo y Pasca; del dirigente obrero del Carbón. Anibal Puerta, de los dirigentes del PCC(m-l) fusilados en prisión, Bernardo Ferreira, David Barón; del dirigente estudiantil Rómulo Carvalho, de los miembros de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC),José de Jesús Giraldo y Fidel Rivera y decenas de genocidios en Guacamayas (Caquetá), Cimitarra, de estudiantes en Lorica, Cali y Popayán; de obreros en Segovia (Antioquia); de colonos, para lograr el desalojo de tierras para la extensión latifundista en Huila, todos los departamentos de la Costa Atlántica, el norte del Departamento del Valle, norte del Cauca y Antioquía. Tres de los terratenientes más poderosos que, al tiempo, son capos electorales, Mosquera Chaux en el Cauca, Marulanda Grillo en Magdalena y Cristian Siegerth de la Sierra en Antioquia, son beneficiarios de ésta ola genocida y magnicida. En 1970, los indígenas son masacrados en Planas (Tolima) y arrasadas las comunidades guahibos. Entre 1970 y 1978 se extiende la “Ley de Fuga” con decenas de acribillados en Yacopí, Montería, Antioquia, Puerto López, Córdoba, Cauca, Boyacá, Tolima, Cesar, varios estudiantes en Cali, Popayán y Barranquilla, cuyas denuncias son acalladas mediante sucesivas promulgaciones de “Estado de Sitio”. Se extienden las “bombas humanas”, arrojando desde helicópteros y/o altos pisos, presos políticos, dirigentes sindicales, agrarios y estudiantiles. Los dirigentes de ANUC están en la mira de las bandas de asesinos y de brigadas militares por los impresionantes avances del movimiento “A desalambrar” que recupera tierras de ejidos usurpadas por latifundistas. Las torturas para escarmentar están al orden del día, como la ocurrida en Corinto (Córdoba) en Enero de 1973 al campesino Eduardo Mendoza, con pies quemados por carabineros, o al dirigente de ANUC en Antioquia, Salomón Tuberquía, por efectivos del ejército. En Julio, 1973, el ministro de gobierno Arenas Bonilla (Administración Misael Pastrana) advierte: ―Los indígenas serán integrados a la sociedad. Esta integración en unos casos podrá ser drástica…‖.

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En los límites de los Departamentos de Córdoba y Antioquia se instala el Campo de Concentración de Granada, corregimiento de Nechí, bajo control del Batallón Colombia, dependiente de la V Brigada, donde son encerrados miembros de ANUC, con varios torturados y muertos. En marzo de 1974 aparecen nuevos grupos paramilitares como “Escuadrón de la Muerte” y “Triple A” (Alianza Anticomunista Americana), con los asesinatos de dos líderes campesinos, varios indígenas y estudiantes. El período del Frente Nacional se cierra con la prolongación del mismo al término de la presidencia de López Michelsen (hasta 1978) y nuevos asesinatos más desapariciones, como los de Omaira Montoya y Pedro Pablo Bello. En el puente FN-Post FN, se produce el genocidio contra las manifestaciones del 17 de Septiembre de 1977 de indignados en todo el país por la escalada en el costo de vida, que deja cerca de 50 muertos y numerosos heridos, respondido por el “fascismo rojo” o aprovechado por la ultraderecha, asesinando al ex ministro Pardo Buelvas. (Bbl 69) - - - -

Bbl. 69: Libro Negro de la Represión, 1958-1980”: Fica/Gerardo Rivas; “Cese al Fuego”: Jacobo Arenas, compilación de Cristina De la Torre; ”El Mundo”, España, 06-01-97: Corresponsalía de Cristina Fernández; “Semana”: ed. 1261, Jul/2006; “El Espectador, 100 años”: No. 11, May 22/1987; Todos los diarios y semanarios nacionales; resumidos en “Selecciones de Prensa Colombiana”, + “El País” y “El Mundo” de España, etc

Anexo 70: Acuerdo de La Uribe (viene p.200) Los Acuerdos de La Uribe o ―Acuerdos de cese al Fuego y Tregua” entre las Farc y el gobierno de Betancur, fueron firmados el 28 de marzo de 1984 Las partes se comprometieron a un cese bilateral del fuego y la búsqueda conjunta de una salida política al conflicto armado colombiano. El Documento fue suscrito por una ―Comisión de Paz, Diálogo y Verificación‖, en representación del gobierno, y por el Estado Mayor de las FARC-EP, en el campamento del “Secretariado” de las Farc (“Casa Verde” municipio de La Uribe, Departamento del Meta).

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En consecuencia, el 28 de mayo de 1984, las FARC ordenaron el cese al fuego a sus 27 frentes guerrilleros y el presidente Betanc ur, a todas las autoridades civiles y militares del país. Se abrió un período de prueba de un año para que los integrantes de las Farc se organizaran política, económica y socialmente... El 2 de Mayo de 1986, las partes prorrogan el “Acuerdo”. Las Farc con otras organizaciones y personalidades, entre ellas el PC, organizaron el Partido “Unión Patriótica” que fue a elecciones y ganó una importante representación... Pero será masacrada por el paramilitarismo. (Bbl 70) - - - -

Bbl 70: “Acuerdos de cese al fuego, paz y tregua‖, firmados el 28 de marzo de 1984, por el presidente Belisario Betancurt y por Jhon Agudelo Rios, comisionado de Paz, en representación del gobierno colombiano y por Manuel Marulanda y Jacobo Arenas, en representación del Secretariado de las Farc; “ Proceso de Paz Colombia”: Universidad de Barcelona:; “Correspondencia secreta del proceso de paz”: Jacobo Arenas; “Vicisitudes del proceso de paz”: Jacobo Arenas

Anexo 71: La propuesta de las FARC: “Cese al Fuego” (viene p. 200) Las FARC enviaron el 7 de octubre de 1984 al Presidente Betancur desde La Uribe, lugar de reunión de la Comisión Verificadora, ―Memorando del Estado Mayor Central de las FARC-EP”, a la plenaria de la Comisión Nacional de Verificación de cese al fuego, tregua y paz. (Texto extraído del libro “Cese al Fuego”, en el que figura como autor Jacobo Arenas, con presentación, compilación, edición y notas de Cristina De la Torre) “Honorables miembros de la comisión: El 28 de mayo de 1984, luego de un pleno ampliado al que asistieron todos los jefes de los Estados Mayores de los 27 frentes,^ todos los miembros del Estado Mayor Central de las FARC, con las firmas de todos nosotros, dimos la orden de cese del fuego a todos los frentes, columnas, compañías y guerrillas de nuestro movimiento en el país. De la misma manera, ese mismo día y a la misma hora, el señor Presidente de la

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República la dio al Ejército, a la Armada, a la Aviación y a todos los mecanismos de Inteligencia y Seguridad del Estado. De nuestra parte hemos cumplido al pie de la letra los acuerdos de La Uribe. No acontece de la misma manera con la orden presidencial de cese del fuego. A partir del 28 de mayo de 1984, el Ejército despliega operativos contraguerrilleros (…) ” (a continuación enumera casos concretos, NdelA) “(…) Esta violación de los acuerdos de La Uribe y de la orden presidencial de cese al fuego de parte del Ejército tiene base en la circular del general Vega Uribe aparecida en la prensa el lo. de junio de l984 y que en concreto dice: ‗‗Las Fuerzas Militares continuarán (…) intensificando (los operativos) hasta (…) que las organizaciones subversivas de las FARC tomen su determinación de cese al fuego, (…)” “Pero el cese del fuego comenzó el 28 de mayo y la orden de Vega Uribe se produjo, como respuesta, dos días después. En este sentido, la verdad sea dicha, las FARC sí han cumplido, mientras el Ejército viola los acuerdos (…) lo que realmente significa la circular para los mandos militares, es la continuación de los operativos militares contra los diversos frentes de las FARC, para romper los acuerdos de La Uribe , impedir que se abra la posibilidad de la tregua o período de prueba de un año, bloquear un posible tratado de paz democrática, estable y duradera en Colombia y por ahí mismo, impedir la apertura democrática que garantice la movilización de las masas para la lucha por una verdadera reforma de las costumbres políticas. Sabemos que los acuerdos de La Uribe cuyo primer fundamento es el cese del fuego (…) tiene poderosos enemigos anidados en la cúpula militar actual‖. ―A lo anterior se agrega el estado de sitio generalizado a todo el territorio nacional, los asesinatos de campesinos y gentes del pueblo, de dirigentes revolucionarios como Jesús Eduardo Vasco y el médico Carlos Toledo Plata en Santander, y muchos otros (…) , las desapariciones, y todavía la tortura, y en general la continuación de la ola terrorista con cargo a las Fuerzas Militares y mecanismos paramilitares como el MAS y otros escuadrones de la rnuerte, sabiéndose como se sabe de la procedencia, dirección y financiación de tales grupos terroristas. Pero, por encima de todo, las FARC cumplen y cumplirán los acuerdos de La Uribe rubricados con nuestras firmas. (…)‖

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―¿Qué entienden las FARC por apertura democrática y qué por reforma política?, ¿qué por Reforma Agraria?, ¿qué por Reforma Urbana, ¿y qué por Reforma de la Constitución ? He aquí nuestra carta' abierta al Parlamento de fecha julio 20 de 1984, que en líneas generales es el diseño de nuestra plataforma política con la cual, las FARC se convierten en la base de lanzamiento de un movimiento político nacional en Colombia.(…)” (Son 18 puntos, varios cumplidos como la elección popular de alcaldes y gobernadores, una nueva Constitución, reforma electoral; en otras las reformas han sido más profundas que las propuestas, como el imperio de la justicia civil para los delitos y crímenes de los militares, mientras las Farc sólo –en el punto 13- solicitaban “separar” ambas justicias; muy parcial y tardíamente se está avanzando en la propuesta de ―indemnización justa a las víctimas de la violencia, por llamamiento a juicio a los torturadores y asesinos (…)”; otras ni siquiera discutidas como las Reformas Agraria y urbana, el estudio sobre la conveniencia de nacionalizar monopolios extranjeros y bancos y lograr que ―la política internacional del país, se libere de la injerencia del imperialismo yanqui‖ , ni el freno a las bandas terroristas mafiosas y paramilitares que, por el contrario, se extendieron(…)” El Memorando termina: “ (…) unámonos para la batalla contra la teoría de la Seguridad , llevando aliento a nuestro pueblo para que se alce a la conquista de una verdadera paz democrática para Colombia. Atentamente, Estado Mayor Central Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo FARC-EP. Manuel Marulanda Vélez, Jacobo Arenas, Jaime Guaraca, Raúl Reyes, Alfonso Cano.Octubre 7 de 1984. La Uribe (Meta).” (Bbl 71) - - - -

Bbl 71: “Cese al fuego”: Jacobo Arenas; Vicisitudes del proceso de

paz”:Jacobo Arenas; “Correspondencia secreta del proceso de paz”: Jacobo Arenas.

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Anexo 72: Los asesinatos a dirigentes del PCC (m-l) El Triple asesinato de Garnica, Torres y Morales (viene p. 204) En 1965 se escinde la Juventud Comunista en su V Pleno. Impulsada por una minoría de miembros del Comité Ejecutivo Central, la organización del Valle del Cauca, en su conjunto, secunda a ésta fracción. Estos dos bloques, unidos a otros sectores de todos los Departamentos, más algunos Comités Regionales y disidentes de vieja data, constituyen un nuevo Partido, el PCC (m-l). En la organización juvenil vallecaucana se encontraban Francisco Garnica, Carlos Alberto Morales y Ricardo Torres. El nuevo Partido proclamó la “Revolución patriótica y anti-imperialista, al socialismo, dirigida por los trabajadores”, el boicot electoral, la lucha armada por el poder político, inspirada en los procesos de China y Cuba, contra la “línea” autodefensiva y de ―revolución democrática‖, en alianza con la denominada ―burguesía progresista‖, propuesta por el PC, Rápidamente, lo que se creía una alianza China-Cuba se deteriora con el apoyo de Fidel a la URSS. Los dos dirigentes del nuevo Partido, Vásquez y Arboleda, proponen “condenar” a Cuba, con lo cual se produjo la primera escisión del PC (m-l) entre ―maoístas recalcitrantes‖ y ―cubanófilos‖. El comité regional del Valle propicia la unidad, ―haciendo la guerra popular‖, pero en rechazo a la política de Pedro Vásquez y León Arboleda, que abogaban por la alianza con la “burguesía nacional‖, en la cual incluían las incipientes organizaciones mafiosas (años más tarde la historia demostró que buena parte del PC(m-l)/EPL se enroló en las AUC y varios de sus simpatizantes, como Obdulio Gaviria, en el uribismo) Por su cuenta, sin apoyo económico ni logístico, la dirección regional del Valle, se aventura a abrir un frente guerrillero con la esperanza de unir a todo el Partido. Lo hace al norte del Departamento del Valle, cerca del municipio de Guacarí. El ejército les tiende emboscada y tres dirigentes y miembros del comité central caen presos (Garnica, Torres y Morales, el primero –al tiempo- miembro del Comité Ejecutivo) La solidaridad se extiende rápidamente y desde emisoras, concejo municipal de Cali, sacerdotes, dirigentes de la ANAPO, (“Alianza Nacional Popular, de Rojas Pinilla, dirigida

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en el Valle por Hernando Olano Cruz y Elías Salazar García), sindicatos, concejos estudiantiles, asociaciones pro-vivienda popular, se denuncia que serán asesinados, pues así lo había advertido, sin tapujos, el coronel Deusdebes, comandante de la Tercera Brigada. La certeza del crimen anunciado estaba dada porque en los movimientos ―a desalambrar‖ del Valle y en la invasión de terrenos urbanos para la construcción de barrios populares, habían sido capturados. Deusdebes les había advertido: “¿Saben lo que voy a hacer con Uds?. Los pondré en libertad, pero lo próxima vez que los aprese no saldrán vivos, tampoco con una muerte rápida…¡Van a sufrir!.” Cumplió. Fueron brutalmente torturados. Desechos, en cumplimiento de cosmética legalista, fueron conducidos cerca de Guacarí, para ―reconstruir los hechos‖ , en los cuales se les aplicó, con descaro, la “Ley de fuga”, a fines de 1966. Otros asesinatos Antes de “Abrir frentes”, la dirección del PC(m-l) conceptuó que la mejor forma de dar inicio a la guerra popular era atrayéndose las regiones de autodefensa del PC, así como se estaba atrayendo algunos sectores de Comités Regionales y varios “de zona”. Contaba con relaciones con Ciro Trujillo en Riochiquito y –según Pedro Vásquez- la amistad con Marulanda era el puente ideal. Entonces, envío al médico de Cartago y secretario político del Regional de Antioquia, Aldemar Londoño, con carta fraterna, documentos del PC(m-l), medicinas, dinero…. Aldemar no volvió: fue fusilado por “anti-partido‖. Meses más tarde el EPL intenta irrumpir en la costa atlántica y el Magdalena Medio. Le encomienda la jefatura de ―frentes‖ potenciales a Bernardo Ferreira, quien provenía de las JMRL, es capturado y asesinado en prisión; Libardo Mora, único de ésta relación que es acribillado en combate, en 1971. Fue abogado, campeón suramericano de atletismo, en 400 mts planos, viejo militante del PC pero enrolado en el ELN (aceptar su paso al m-l y la conmutación de pena de muerte por semejante delito, fue una difícil y larga negociación con Fabio Vásquez). Pedro Vásquez Rondón, ex secretario político del PC en el Departamento del Magdalena, profesor de escuelas del Partido, y secretario general del m-l, quien muere enfermo, pero acribillado por la policía, en casa de familiares de su mujer, donde es delatado por parientes para cobrar la recompensa ofrecida por el Estado (un breve comentario en anexo 69). León Arboleda, ex dirigente del PC en el

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Valle y Bogotá, reconocido periodista, fundador y primer presidente de la “Federación Colombiana de Periodistas” (Fecolper), impulsor de la escisión del PC para construir un ‖verdadero partido marxistaleninista‖, desde la revista ―Polémica‖ que fundó. En su casa fue asesinado, en 1975, fuera de combate, por efectivos del Ejército que dieron con su paradero por un informante que fungía como su “hombre de confianza”. (Un comentario sobre los hermanos Calvo, en el anexo 94) En memoria de todos ellos, los frentes del EPL se denominaron con sus nombres y el “brazo armado urbano”, como “PLA” (Pedro León Arboleda) (Bbl 72) - - - -

Bli 72: “Los orígenes del Partido Comunista (marxista-leninista) de Colombia y del Ejército Popular de Liberación, EPL”: Frank Molano Camargo, publicado por “Rebelión”

Anexo 73: “Compañeros”, asesinan compañeros (vine p. 205) La ilusión del “cambio de estructuras”, que comenzaría con la “revolución política” la cual se alcanzaría con “la toma del poder”, mediante la acción guerrillera, comenzó a declinar cuando el machismo y la prepotencia desembocaron en un “fascismo rojo” con el cual el socialismo-humanismo cedió frente al stalinismo. El ELN, alimentado por “el fidelismo‖, hizo de la puntería, la resistencia del caminante, la capacidad de supervivencia en condiciones inhóspitas, atributos más importantes que el respeto al campesinado, la camaradería, la convicción política…. La primera víctima de ésta concepción fue “el compañero Ariel‖ de Santamarta, quien desfalleció después de caminar 30 kilómetros con 50 kilos en la espalda, más el armamento: había traicionado a la revolución y debía ser fusilado. Luego, como en cascada, se produjo los asesinatos –con pantomima de “juicio”, a partir aprox de 1967de Florentino Anaya, hospitalizado, Julio César Cortez, Víctor Medina, Armando Correa, Heliodoro Ochoa, Juan de Dios Aguilera, Ricardo Lara Parada y otros porque cuestionar al jefe, Fabio Vásquez, era cuestionar la revolución. Una cadena morbosa y perversa se apoderó de esa organización, porque en los “juicios”, los

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guerrilleros que serían fusilados meses después, votaban – temerosos- por la muerte de sus compañeros para no ser considerados “aliados de la contra-revolución‖. Entre esos votantes, estuvo Jaime Arenas. Fue el más grande dirigente estudiantil de fines de los años 60s, organizó la marcha universitaria Bucaramanga-Bogotá, que unió al país estudiantil y fortaleció la FUN. Con su capacidad de liderazgo y convencimiento, fue quien logró la incorporación de Camilo Torres a su organización guerrillera. Hastiado del “fascismo rojo”, burló la vigilancia y huyó. Cometió el peor de los ―delitos contra revolucionarios‖: golpear el ego del macho-jefe. Millones de pesos y una escuadra de “combatientes” fueron trasladados a Bogotá, donde fue acribillado, en 1971. Murió manteniendo sus convicciones revolucionarias, pero -por lo mismo- condenando al fascismo rojo, como lo muestra en su libro ―La Guerrilla por Dentro‖. Posteriormente, Fabio Vásquez dio orden de “ejecutar” a Juan de Dios Aguilera y Jesús Antonio Bejarano, notable intelectual, profesor, periodista, destacado economista y escritor, por exponer “algunas diferencias” con esa organización. Esos asesinatos, para consolidar un poder personal, y organizacional, tenían antecedentes en las ―Regiones de autodefensa‖ que se convertirán en FARC. Dirigentes del PC (m-l), como el médico Aldemar Londoño y del MOEC (Movimiento ObreroEstudiantil-Campesino, precursor del MOIR), quienes acudían a esas regiones para prestar ayuda, llevar dinero y medicamentos, fueron fusilados por el delito de controvertir al PC oficial. Incluso, aunque aparentemente “murieron en combate”, otros comandantes de esas regiones, como “Richard” y muy claramente Ciro Trujillo, segundo comandante de las Farc, trasladado donde era “pez en el ―agua” (Riochiquito, límites Huila-Cauca) a regiones desconocidas (Miraflores, Boyacá), con el pretexto de “abrir frente”. Fue encontrado muerto en condiciones no claramente explicadas. Por otra parte, en fuego cruzado con el ELN, mueren varios combatientes guerrilleros de parte y parte, en circunstancias en las cuales la implantación en lugares “estratégicos‖ (léase económicos), pudo más que los objetivos revolucionarios.

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El EPL/PLA no se quedó atrás: dirigentes obreros y militantes del Partido m-l, entre ellos el líder sindical, José Lenin Santana y el asesor laboral Alfonso Romero Buj, junto con su mujer embarazada, fueron acribillados en las calles de Medellín y Bogotá, por oponerse a las extravagancias de Pedro León Arboleda que fungía como “teórico” del PCC (m-l). (Otros dirigentes fueron declarados “objetivo militar”, orden retirada a la muerte de Arboleda, con el cambio de dirección por William Calvo y por presión de dirigentes del M-19, e indirectamente, por el PC chino que, a través de “Pekin Informa”, publicó artículos contra tales concepciones y métodos.) (Bbl 73) ----

Bbl 73: “Las guerras de la paz”: Olga Behar

Anexo 74: El vil asesinato de José Cardona Hoyos (viene p. 204) Miembro del comité central del Partido Comunista, Secretario político del Comité Regional del Departamento del Valle, parlamentario, cofundador de la “Universidad Obrera” en Cali, asesor de la Federación de trabajadores del Valle (FEDETAV), profesor universitario, miembro del Comité Permanente por la defensa de los Derechos Humanos, éste líder fue asesinado por órdenes de las FARC. Parecería una contradicción. Pero no. Cardona se enfrentó, dentro del PC, a la tesis “combatir con la combinación de todas las formas de lucha‖, cuando ―la combinación de todas‖ dejó de entenderse en la acepción original de “callejeras”, “huelguísticas”, “electorales”, “parlamentarias”, toma de tierras y ocupación de ejidos urbanos, paros estudiantiles, etc, etc y se circunscribió a “lucha armada” y “las demás”. Cardona fue el adalid –dentro del PC- de presionar a las FARC para desechar el secuestro, la vacuna, formas financieras repugnantes,…., pero sin entregar armas que deberían ser reservadas para contestar agresiones y para la autodefensa campesina. Eso le valió el retiro primero del comité central, luego del Partido y ser declarado “objetivo militar” por las FARC. Funda, con varios de sus compañeros, el Partido Revolucionario Popular Colombiano que editó el periódico “Rumbo Popular”, ambos efímeros, pues fue

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asesinado cuando salía de la Universidad Santiago de Cali el 7 de Mayo de 1986 (Bbl 74) - - - - -

Bbl 74: “Rumbo Popular” (última edición, en homenaje póstumo)

Anexo 75: José Raquel Mercado: Un asesinato “político” para escarnio económico (viene p. 205) El M-19 llevó a cabo un plan macabro: secuestrar, someter a “juicio” y asesinar a José Raquel Mercado, presidente de la Confederación de Trabajadores Colombianos (CTC) El “M” era un misterio y muchos se preguntaban si realmente existía. El ex presidente López Michelsen llegó a afirmar que era “una razón social”, no en el sentido de su justificación, sino en el de nombre comercial. Tenía planes que implicaban mucho dinero y -por tanto- muchos secuestrados. Los familiares no entregaban las enormes sumas exigidas: no creían en el destino fatal de sus allegados. ¿Qué hacer?: Demostrar que sí eran capaces de matar. Escogieron a una víctima despreciada por la oligarquía, acusada por los trabajadores de ”vende-obreros al servicio del capital, desde la patronal CTC‖, sin respaldo en ningún sector social o político, sobre el que no podían exigir dinero, pues sabían que no lo tenía. Una víctima ideal para lograr que los familiares de otros secuestrados se asustaran y “cotizaran”. Adornaron el crimen con una parodia vulgar de juicio: ―¿Culpable?‖, escribieron en las paredes y a los ocho días ―Sí‖. El “juicio” estaba consumado y Mercado asesinado, el 19 de Abrir de 1976. (Bbl 75) ----

Bbl 75: “Detenido y puesto en prisión José Raquel Mercado”, publicado por “Con el pueblo, con las armas al poder”, “Organo del M-19”, Febrero 15/1976;

Anexo 76: Enlace Herr Maus-ELN (viene p. 205) “Die verbindung” Mauss-ELN, parece extraído de un film. Comienza con un asalto guerrillero a principios de 1983 en el cual son

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secuestrados ingenieros alemanes al servicio de la multinacional Manessmann, El gobierno alemán hace uso de su espía especializado en “asuntos del Tercer Mundo”, Werner Mauss, el cual es enviado a Colombia en Julio de ese año con su esposa, también espía, Isabel Seidel. El hábil “diplomático” dice compartir con ―los elenos‖ las teorías de la Teología de la Liberación, la cual según Mauss- era de buen recibo en el gobierno demócrata cristiano alemán. Mauss obtiene una triple ganancia: comisión de parte y parte por la liberación de los secuestrados, que disfruta en su super-mansión de Bonn, felicitaciones de gobierno y empresas alemanas y vínculos de confianza con el ELN.. La segunda parte del film se desarrolla con una escalada del enlace, o “Die verbindung”, Mauss-ELN-Estado colombiano. Fácil: el ELN es animado por el alemán a continuar con la práctica de voladura de oleoductos. Misteriosamente los contratos de re-conexión son otorgados por Ecopetrol a empresas alemanas; el ELN se entera –también misteriosamente- de nombres y fechas de llegada de los técnicos alemanes quienes son secuestrados. Mauss interpone sus buenos oficios para la liberación tras el pago de los respectivos rescates vía extorsión. Adorna el tórax de su esposa y su espléndida mansión con diamantes y esculturas en marfil africanos. En Julio de 1988, el que llegó a ser el grupo armado más adinerado de Latinoamérica –muy bien informado- secuestra a dos cónsules alemanes, dos consejeros suizos, un ejecutivo francés y 5 periodistas europeos,. Vuelve y juega. La tercera escena agrega un eslabón al ―enlace”: las mafias. Se desarrolla a partir de 1989 y está a cargo de presidentes: Helmut Kohl, canciller demócrata-cristiano en Alemania; Gaviria, presidente liberal en Colombia (antes, por pocos meses, Barco) y George Bush, conservador (“republicano”) en EEUU. El gobierno alemán interviene simultáneamente ante el gobierno colombiano como intermediario de propuestas de paz del ELN y ante el gobierno estaudinense con un “paquete” que implicaba levantar la persecución a los extraditables colombianos, a cambio de la entrega de conexiones USA y sus fortunas, menos el 20%. Ambos

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dicen NO, aunque Barco, un poco antes de la posesión de Gaviria había manifestado cierta aceptación. No obstante, Kohl obtiene salvoconductos del gobierno colombiano para el desplazamiento de 20 guerrilleros del ELN a Europa, incluidos los jefes “Antonio García” (Eliécer Chamorro) y “Gabino” (Nicolás Bautista). Visita de 6 meses a Alemania, España, Suiza, Francia, Holanda, Noruega y al Vaticano, dónde queda bendecido el “Plan de paz para Colombia”. La escena final comienza con el secuestro, en 1996, de la elegante señora Brigitte Schoene, esposa del presidente del monopolio BASF en Colombia. Nuevamente Mauss es el intermediario exitoso de la operación de rescate,…pero…un ―‖Guten Abend, herr Mauss‖, pronunciado impecablemente por el agente de emigración en el aeropuerto de Medellín a un sorprendido “Moliner‖, como se identificaba con uno de sus doce pasaportes, calma la euforia del alemán. Solo a medias se destapó el entuerto. Mauss fue secundado por el jefe del espionaje alemán (“Coordinador de servicios secretos”) Bernd Schmidbauer, quien compareció ante el Congreso colombiano defendiendo a su agente “que actuó por razones humanitarias y con conocimiento de las autoridades colombianas‖. Pero se le decomisó documentos que lo asociaban al ETA, al tráfico de armas y al pago de sobornos. Final feliz: Mauss salió del país sin pagar condena; los secuestrados, liberados; el ELN, enriquecido; las iglesias alemana y colombiana con carta de negociación de paz. Epílogo: El Metro de Medellín, adjudicado a la empresa alemana Siemens, que participó dentro de consorcio hispano-alemán. Según “El Mundo‖ de España, los sobornos por esa adjudicación ascendieron a 45 millones de dólares, negociados por…¡Mauss!. (Bbl 76) - - - -

Bbl 76: “El Mundo”, España 06.01-97. Corresponsalía de Cristina

Fernández

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Anexo 77: El negocio “revolucionario” del secuestro (viene p. 205) Debe ser considerado, también, como un magnicidio/genocidio, aunque su desenlace no sea la muerte. Desde los 80, pero especialmente en los 90, se multiplica con noticias que recorrieron el mundo. La negociación de los seres humanos, continua siendo un botín de los guerrillos, que copió el narcoterrorismo. Varios personajes colombianos han sido víctimas de éste magnicidio, aunque no resultaran muertos. Gabriel García en ―Noticia de un secuestro‖ e Ingrid Betancourt en ―No hay silencio que no termine‖, entre otros, nos muestran tanto las vicisitudes de secuestrados y familiares, como los manejos de los secuestradores. Probablemente la práctica de secuestros como sistema de financiación de alianza mafia-presuntuosa guerrilla, comienza en Cali, con el hijo del cónsul suizo, el joven de 16 años José Werner Straessle, en 1969. Se dice que su rescate constituyó el capital inicial de uno de los carteles más sofisticados del país. Otro que “marcó época” fue el de Nieves Ochoa, en 1981 realizado por el M19 y que desembocó en la alianza de todas las mafias, la creación de la banda terrorista ―Muerte a los Secuestradores‖ (MAS). La advertencia que no entregarían ni un centavo; el secuestro a presuntos secuestradores, torturas, asesinatos…, que lograron la devolución sin pago de la secuestrada. La mención de listado de secuestrados, además de muy largo, no creo que tenga relieve de importancia, excepto subrayar la paradoja que fue el nuevo narco-capitalismo, quien secuestró oligarcas (Andrés Pastrana, Francisco Santos, Diana Turbay,…) y los guerrillos a exponentes de las clases medias; a indigenistas por el delito de ser gringos; a policías y soldados; a periodistas y parlamentarios no titiriteros del conflicto armado (Ingrid Betancurt, Clara López, el hermano del presidente Gaviria,,,). Además del delito moral, -anti-revolucionario- del secuestro en sí, la guerrilla cometió el notable error político de sumar los presos en combate (militares) y agentes de la CIA/DEA, con exponentes de la clase media, periodistas, políticos y empresarios (“retenidos económicos”). Así se ganó el rechazo del conjunto de la sociedad colombiana..

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Aceptado que en Colombia existe un conflicto armado, según la mayoría de países latinoamericanos, africanos y asiáticos, los presos en combate puieron ser materia de un acuerdo humanitario, el cual habría beneficiado, también, a guerrilleros cautivos. Pero las condiciones inclementes y en varios casos los asesinatos ulteriores a que fueron sometidas los secuestrados, desdibuja la figura de ―presos en combate‖. El secuestro, además de presentar a la guerrilla como destacamento inmoral y de la inmensa pérdida política, debió costarle una notable pérdida económica, pues la cadena de derrotas, en su ocaso, tiene mucho que ver con el costo del cuidado y movilización de sus secuestrados. El secuestro más frecuente es el extorsivo por razones económicas en el cual el M-19 se destacó de lejos, amasando una inmensa fortuna. Con el de Alvaro Gámez, también obtuvo una importante suma, además del impacto político, con la paradoja que a ambos secuestradores y secuestrado- les fue muy bien, como lo demuestran las cifras electorales para la Constituyente. Un aspecto particularmente repugnante de la repugnante operación del secuestro fue la alianza de ―los guerrillos‖ con la delincuencia común en la operación de compraventa de los seres humanos (la delincuencia secuestra, tasa a la víctima y la vende). Como muchas veces la inversión, costos de mantenimiento y utilidades esperadas superaban con creces las arcas de las familias de las víctimas, estás padecieron por años el cautiverio y murieron en él. Al parecer, ésta asociación puntual ha cesado, pero la delincuencia común (―Delco‖) ha desarrollado el delito. En 2011 del total de secuestros, el 80% corresponde a éstas bandas. Las cifras son imposibles, porque existen muchos secuestrados no reportados, En 1997 el cálculo era de 1.000/año. Desde 1998 a 2.000, la cifra se acercó a 3.800. Esto significa que “Colombia tiene realmente un promedio de ocho secuestros por día. En otras palabras, cada tres horas se secuestra una persona (…)‖ (oc, nota 70b). (A partir de mediados de 2005, las cifras han bajado significativamente). En estos datos y ésta exposición no está incluido el reclutamiento de niñas y niños, una práctica aberrante, tal vez la peor de los secuestros. Algunos secuestros más publicitados, probablemente, fueron:

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*Camila Michelsen: Fue secuestrada por el M-19, durante 22 meses. Su entrega fue condicionada al reembolso de los afectados por las manipulaciones del grupo “Gran colombiano”, cuyo presidente era su padre Jaime. Las victimas económicas no fueron resarcidas, pero el “M” cobró cerca de 3.000.000 de dólares por su devolución. *”Pesca milagrosa” Más de 650 personas, fueron secuestradas en el primer semestre de 1992 por organizaciones guerrilleras y de delincuencia común, sin siquiera seleccionar a sus víctimas: asaltaban buses intermunicipales y vehículos en carreteras, identificaban o se guiaban por el olor según sus vestimentas y secuestraban. *Andrés Pastrana, Hoy ex-presidente de la República; Francisco Santos, Hoy ex vicepresidente y jefe de la redacción de El Tiempo en el momento de su plagio, Diana Turbay, hija del ex presidente Turbay y directora de la revista “Hoy”, fueron secuestrados el 18 de Enero de 1988, en 1990 y el 25 de Enero de 1991. Los tres por el cartel de Medellín, bajo el mando de Pablo Escobar con la estrategia de atemorizar al sector del establecimiento que abogaba por la extradición. Los dos primeros fueron liberados, y aunque mediaron acciones militares, su integridad fue respetada; con un presidente –Virginio Barco- para quien las vidas estaban por encima de rígidos parámetros institucionalistas. No así con Diana Turbay secuestrada en la administración Gaviria, quien fue muerta en asalto por la policía en Enero 25 de 1991 sin respetar posibilidades de negociación. Con Diana Turbay y Francisco Santos fueron secuestrados María Montoya y Maruja Pachón. “Los extraditables” reivindicaron estos secuestros en comunicado en el que exigían igual trato que los movimientos guerrilleros, para eventuales negociaciones y –decían- ―Para que se conozcan las torturas y las masacres sufridas por las personas cercanas a los extraditables‖. *Alvaro Gomez: Su secuestro conmovió el país y –además- resultó en espectacular ganancia política para secuestrado y secuestradores, en las elecciones para Constituyente. El primero, sacó adelante y triunfó con el ―Movimiento de Salvación Nacional‖ que inexplicablemente dejó decaer, con el cual se ideó una alianza con sectores no oficialistas del liberalismo (Carlos Lleras De La Fuente, fue su segundo en las listas) e independientes (el periodista

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de amplio prestigio por sus postulados patrióticos de izquierda, Alberto Zalamea, el tercero). El “M”, logró una inesperada victoria electoral. (Un comentario sobre el personaje y su asesinato en el anexo 80b) *Ingrid Betancur: Es probablemente el secuestro más conocido: la doble nacionalidad, Colombo-Francesa, permitió que el gobierno francés en varias oportunidades interviniera y que durante mucho tiempo fuera protagonista de una amplia campaña internacional por su liberación. Ingrid aspiraba a la presidencia de la República con su fórmula vicepresidencial Clara Rojas, igualmente secuestrada por las FARC. En su cautiverio, compartió penalidades con varios otros secuestrados, liberados en la misma operación: los oficiales, soldados y agentes, Juan Carlos Bermeo, Raimundo Malagón, José Ricardo Marulanda, William Humberto Pérez, Erasmo Romero, José Miguel Arteaga, Amaón Flórez Julio César Buitrago, Armando Castellanos, Vianey Javier Rodríguez, John Jairo Durán y los ciudadanos norteamericanos, probablemente empleados de la CIA o de la DEA, Keith Stansell, Thomas Howen, Mark Gonzalve, contratados por el Departamento de Defensa de EE.UU, a través de “California Microwave Systems”. La ―Operación Jaque‖, los liberó, con un exitoso operativo, que dejo boquiabierto al mundo, sin disparar un solo tiro y con una sagaz labor de inteligencia, con penetración de informantes al frente guerrillero (que incluyó enormes sumas para obtener la delación y la colaboración de sus mandos). Los secuestrados de todo un Frente, militares y civiles fueron liberados el 2 de Julio de 2008. Secuestro y asesinato de diputados del Valle: Con un operativo cinematográfico, las Farc secuestraron a 12 diputados en la misma sede de la asamblea del Valle del Cauca, el 11 de abril de 2002. En ese golpe, fueron plagiados los diputados Juan Carlos Narváez, Jairo Hoyos, Alberto Quintero, Edison Pérez, Héctor Fabio Arizmendi, Javier Giraldo, Ramiro Echeverri, Rufino Varela, Carlos Charry, Carlos Barragán, Nacianceno Orozco y Sigifredo López. La operación se realizó para presionar un Acuerdo humanitario, e intercambiar militares, civiles y políticos por guerrilleros presos y negociar el despeje militar de los municipios de Florida y Pradera. Después de una serie de videos distribuidos por las FARC el 28 de

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junio de 2007 en el que los diputados secuestrados enviaban mensajes como pruebas de supervivencia, la misma organización guerrillera anunció que once de los doce diputados habían muerto al presentarse un enfrentamiento con “un grupo no identificado” que atacó el campamento (que, al parecer resultó ser el ELN),. El gobierno aclaró que no habían realizado ningún operativo militar de rescate y acusó a las FARC de haber ejecutado a los once diputados. Las FARC admitieron luego, por medio de un comunicado, que los diputados habían muerto por "falla de seguridad" de sus propios hombres. El único sobreviviente de los 12, fue el diputado. Sigifredo López, liberado el 5 de febrero del 2009, tras una operación humanitaria coordinada entre los gobiernos de Brasil y Colombia más la ONG, "Colombianas y colombianos por la Paz", liderada por Piedad Córdoba. (A manera de epílogo de éste crimen: el Estado organizó una cacería maestra contra el diputado y secuestrado Sigifredo López, con las más burdas y ridículas argucias. Deberá investigarse que hay detrás de esa madeja, Por qué altos funcionarios como el Fiscal y el Procurador, prohijaron la persecusión) Militares secuestrados, asesinados: El 27 de Nov/2011, cuatro militares, en cautiverio, fueron asesinados por las Farc impactados por proyectiles de arma de fuego de alta velocidad, cuyos disparos se produjeron a una distancia menor de metro y medio, según el Instituto de Medicina Legal, versión desmentida por la guerrilla. Pero el director de la entidad, confirmó el informe legal, señalando que el equipo que realizó la técnica forense estuvo conformado por 20 especialistas muy calificados y haciendo parte de equipos interdisciplinarios. Se pudo descartar que en el lugar de los hechos se presentó fuego cruzado. Con los análisis de estos peritos se comprobó que los orificios causados en los cuerpos del coronel Édgar Yesid Duarte, el subintendente Álvaro Moreno y el mayor Elkin Hernández, integrantes de la Policía, así como el sargento mayor del Ejército, Libio José Martínez, fueron posteriores. Es decir, por la espalda y su trayectoria, conforme los expertos en balística, fue de atrás hacia adelante. Aunque es verdad que el ejército realizó un operativo de rescate, ello no es ninguna excusa para el brutal asesinato. Cuando los

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guerrillos advirtieron que la disyuntiva era entregarlos y huir o asesinarlos, acostados, boca abajo en completa indefensión, prefirieron ésta última “solución”. “Aprenderás a no llorar” El Reclutamiento de niños: un miserable magnicidio directo y a la conciencia colectiva que había comenzado con la “guerra de los mil días”, se intensificó en los 90, especialmente por parte de las FARC. Cerca de 12.000 menores han sido reclutados, sólo en el s.XXI (“Semana, ed. 1261, julio 2006 y “El Espectador 100 años”, No. 11, mayo 22/1987, reprodujeron fotos-denuncia sobre éste crimen.)

Fotos; “Semana” y “El Espectador‖

Dos épocas, el mismo crimen: secuestro contra la infancia Primera foto: la valentía de las Farc al reclutar una niña de unos 12 años. Segunda foto: Los partidos conservador y liberal, reclutaron infantes como ―carne de cañón‖ para su ―Guerra de ―los mil días‖. Bbl 77: Publicaciones referidas de “Semana” y “El Espectador”; “Lo que en la selva quedó”: Arbey Delgado Argote; ―No hay silencio que no termine‖: Ingrid Betancourt; “Noticia de un secustro”: Gabriel García; “Infierno verde”: Luis Eladio Perez; “El Trapecista”: Fernando Araújo; Toda la prensa nacional, recopilada en “Selecciones de Prensa Colombiana” (1985-1990).

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Anexo 78: El magnicidio al entorno ecológico (viene pags. 13 y 206) En ésta síntesis sobre los magnicidios en Colombia, no puede faltar el crimen contra la naturaleza que nos afecta no sólo a todos por igual, sino a las próximas generaciones. Tanto el Estado, por órdenes imperiales, como los movimientos que se autodenominan ―revolucionarios‖, han atentado y atentan contra la naturaleza y el medio ambiente. El Estado, con bombardeos mediante glifosatos y otros venenos cuyo impacto se refleja en desplazamientos y contaminación de alimentos que son consumidos por los trabajadores en las ciudades; los guerrillos, volando oleoductos que contaminan ríos, dejan sin alimentación o con alimentación envenenada a la población circundante que se nutre de la pesca y bebe el agua con residuos de petróleo. El principal autor de la contaminación es el ELN que, además, obstaculiza de hecho, la patriótica campaña de los trabajadores por la reversión al país de la riqueza petrolera. La voladura de oleoductos se convirtió en negocio, mediante la conexión Maus-ELN, como lo refiero en el anexo 75a, El oleoducto Caño Limón-Coveñas, por su extensión (77km, más 8.500 km de redes que convergen), es una víctima fácil, que obvia los enfrentamientos armados. La red fluvial de los Departamentos de Arauca, Norte de Santander, Cesar, Sucre, es la más vulnerable (Ríos Catatumbo, con pequeños afluentes como Campoalegre, Miraflores, Tiradera, que desembocan finalmente en el lago venezolano de Maracaibo; Pamplonita, Sardinata, Arauca, Casanare, Cesar, Lebrija, Ariguan, Badillo, Guatapuri, Manaure, Guamez, Guitara, San Jorge, todos directa o indirectamente afluentes de nuestros dos grandes ríos Magdalena y Cauca, sin contar numerosas ciénegas, igualmente contaminadas). Toda ésta inmensa región, con una población cercana a 5 millones de habitantes (más de la décima parte del total nacional) tiene como base alimentaria la agricultura de pan coger, la pesca y la caza y por tanto- está directamente afectada por los daños ecológicos de los atentados ―revolucionarios‖. Volar éstos oleoductos se constituyó en la línea político-militar del cura Perez, cuando asumió la jefatura del ELN hacia 1983. En sólo

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un mes (Nov-Dic/1992) dirigió 22 atentados a oleoductos, con más de 77.000 barriles de crudo derramado que fueron a parar a los ríos y a la capa vegetal, asesinando miles de aves, lo cual tuvo una amplia difusión fotográfica que obligó a un comandante del ELN a exclamar: ―Ese pajarito nos jodió!‖ (¿Qué tal el inconsciente? Ellos no jodieron al pajarito y con él a la población, al país y sus ríos, el pajarito envenenado y fotografiado los ― jodió” a ellos!). Aunque las Farc también le han jalado a los oleoductos, ha sido en mínima proporción con respecto al ELN. En éste crimen, aunque con evidente menos proporción, está incluida la burguesía narcotraficante porque sus “cocinas” (laboratorios urbanos y rurales) polucionan el medio ambiente y contaminan ríos. Paralelamente con las voladuras de oleoductos se presenta otro crimen contra el entorno ecológico: el bombardeo con glifosatos que por ser aéreos no distingue ni los cultivos ni la población. Es una exigencia norteamericana que han acatado todos los obedientes gobiernos, especialmente el de Gaviria. Además es uno de los componentes esenciales del Plan Colombia Este crimen se basa en la concepción norteamericana que el flagelo de la droga depende fundamentalmente de la oferta, no de la demanda, como enseña la economía. El empleo de glifosatos es bendecido con la mentira que es inofensivo para las vidas humana y animal y que su compos ición química sólo afecta a la hoja de coca y a la flor de amapola. Pero el hecho contundente es que compite con las masacres directas en el desplazamiento de la población. Los cultivos, los animales, las aguas y las personas sufren éste envenenamiento. Como grandes plantaciones de hoja de coca se encuentran cerca de regiones indígenas y en la frontera con Ecuador, pues allí se bombardea, desintegrando dichas comunidades y creando problemas diplomáticos con el hermano país. ―¿Inofensivo?‖ Aunque sus impulsores insisten que el glifosato no penetra a la raíz y sólo daña la hoja sin que se proyecte a los seres vivos en movimiento, la verdad es que investigadores europeos, especialmente franceses, han concluido que genera problemas hormonales (en los receptores de andrógenos y estrógenos), daño en el ADN y efectos tóxicos como apoptosis. Además de las

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alteraciones hormonales, existen otros estudios que indican actividad pro-tumoral del glifosato y sus adyuvantes. Por ejemplo, el adyuvante X-77 induce a la proliferación en células tumorales de mama . Hasta el presente se ha encontrado reacción positiva de toxicidad en embriones ya malformados, desregulación del ciclo celular en animales, y humanos. En todo caso el daño psicológico masivo es impresionante porque las poblaciones huyen -con o sin razones científicas- ante el miedo de quedar contaminados y perder sus alimentos. Invaden las ciudades y multiplican los cinturones de miseria. (Bbl 78) - - - Bbl 78: Toda la prensa nacional, recopilada en “Selecciones de Prensa Colombiana” (1985-1995); “Crímenes ecológicos de la guerrilla”·:”Dossier” “El Tiempo”, 5/Julio/2015; “Contra el cambio climático”:Martín Caparroso, Gaceta “El País”, 6 Febrro/2011

Anexo 79: La guerrilla cotiza en Bolsa

(viene p.206) Por Antonio Morales de “El Clarín”, Argentina, Julio de 1999) “(…) La estrafalaria visita de Richard Grasso, presidente de la Bolsa de Nueva York, a la zona de distensión con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), (…) ha sido un mixtura de alta alquimia, mezcla (…) de los finos aromas de Wall Street con el olor de la bosta vacuna en las botas de los guerrilleros. (…) Esos hombres hoy trasiegan libremente y con la aprobación del gobierno, las tropicales llanuras de la zona del Caguán, donde desde hace muchos años han sido el poder militar y económico que hoy, oficialmente, se les reconoce. Se trata de un territorio (…) propicio para la apertura de unas negociaciones de paz entre el gobierno y la más vieja guerrilla latinoamericana, dirigida por el hermético comandante "Tirofijo", Manuel Marulanda Vélez, el viejo zorro que ha andado los últimos cuarenta años haciéndole la guerra al ejército colombiano y al imperialismo. (…) ¿Qué hay detrás de esta insólita visita de un gringo que sólo conoce el verde color del dólar, a estas tierras de un verde natural,

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incrustadas entre la Cordillera de los Andes y la Amazonia?. Todo obedece a las necesidades del libre mercado y de las futuras inversiones en Colombia de esa gran Bolsa, que ha reconocido la trascendencia global de la hoy multinacional guerrillera encabezada por "Tirofijo", que quizá muy pronto se rebautice como la FARC West Inc.?. La decisión del señor Grasso de darse un baño de marxismoleninismo en versión Marulanda, se debe sin duda a que la gran competitividad de las FARC es un peligro para los Estados Unidos en el mercado de inversiones de Panamá. Mercado, cuyo negocio más notorio y rentable es el tráfico de armas y el cambalache de ellas por la purísima cocaína colombiana, tan apetecida en algunas esquinas de la larga Wall Street. Tráfico, el de armas, que lidera el Pentágono, (…)” (Tomado de “¿Adios socialismo?”, a la vez de “Selecciones de Prensa Colombiana”. Cita, de “El Clarín”, arriba)

Anexo 80: Holocausto del Palacio de Justicia (viene p- 211 y 212) La Toma del Palacio de Justicia, “Operación Antonio Nariño por los Derechos del Hombre”, fue realizada el 6 de noviembre de 1985 por el M-19 frente al Congreso y a una cuadra del palacio presidencial. Sin disparar, en un principio, capturaron 350 rehenes entre magistrados, consejeros de Estado, servidores judiciales, empleados y visitantes. Con la acción, el “M” denunciaba que el ejército había roto un cese al fuego, comprometido con el presidente Betancur, según acuerdo firmado el 24 de agosto de 1984, en la población de Corinto, entre representantes del gobierno y esa organización.. Por tanto exigían: *Publicación de las actas de la Comisión de Verificación; *Publicación de varios documentos oficiales, entre ellos, acuerdos entre el gobierno y el FMI; *Comparecencia del Presidente Betancur en el Palacio de Justicia para hacerle un juicio público, presidido por la Corte Suprema de Justicia, teniendo como fiscal a todo el pueblo colombiano, el cual formularía sus denuncias a través de la radio.

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El Ejército y la Policía realizaron “la retoma”, la cual se extendió hasta el día siguiente con 1000 efectivos, 5 tanques cascabel, participación de una fuerza conjunta compuesta por la Brigada XIII, el Batallón Guardia Presidencial, la Escuela de Caballería, la Policía Nacional, Fuerza Aérea y el servicio de seguridad (DAS). El “M” contaba con 33 guerrilleros, distribuidos en 4 escuadras. La “retoma” dejó 95 muertos, entre ellos 11 magistrados y 12 ―desaparecidos‖, personas que salieron con vida, fueron capturadas –según se estableció en la investigación con varios videos- y aparecieron muertas. En uno de ellos, se puede observar que el magistrado Carlos Horacio Urán sale vivo del Palacio de Justicia, pero un día más tarde, apareció muerto con una bala 9 mm en la cabeza disparada a contacto. Por éstas desapariciones han sido detenidos dos coroneles, más el jefe de “la retoma”, el coronel Alfonso Plazas Vega. La toma y la retoma fueron calificados como holocausto y masacre por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Este “holocausto del Palacio de Justicia”, mantiene una serie de hechos no descifrados, más de un cuarto de siglo después. Por ejemplo :

* Los “extraditables”, a través de abogados de fachada, demandaron el Acuerdo de extradición Colombia-EEUU, firmado por el antecesor del gobierno Betancur.; * Por esos días la Sala Constitucional de la Corte Suprema estaba considerando el alegato. * ―Los extraditables” amenazaron a varios de sus miembros, entre principios y mediados de septiembre de 1985, para coaccionarlos o intimidarlos.(Magistrados, Patiño, Medina y Gaona). Entre las amenazas recibidas por el Magistrado Patiño, había una contundente: “(…) no aceptamos renuncia, no aceptamos licencias, no aceptamos enfermedades ficticias, no aceptamos vacaciones sospechosas y apresuradas. Cualquier posición asumida en contra nuestra, la tomaremos como un reto y como una aceptación a nuestra declaración de guerra... desde la cárcel ordenaremos tu

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ejecución y fumigaremos con sangre y con plomo tus más preciados miembros de familia.- Los extraditables.”

* El conocimiento previo de los hechos por parte de los mandos militares: captura de individuos con mapas del edificio, almacenamiento en la cafetería de Palacio de víveres fuera de lo corriente y con conocimiento policial (p. ej. 1.500 pollos).; * El presidente de la Corte, ante el alto gobierno en previsión de hechos criminales, solicitó al Das, al Ejército y a la Policía, alta protección al edificio y a los magistrados; * Dos días antes del asalto, la Policía Nacional retiró la vigilancia asignada al edificio, dejándola en manos de una empresa privada. * El personal de Inteligencia fue acuartelado bajo la advertencia de que algo iba a ocurrir; * Se montó un comando operativo en la “Casa del Florero” (monumento nacional a pocos pasos del Palacio). * A las 5:30 AM, horas antes de la toma, varios agentes de inteligencia fueron ubicados cerca del Palacio “por lo que pueda pasar‖; * Las exigencias del “M” al gobierno, particularmente la comparecencia del presidente, claramente eran inaceptables y al parecer se formularon para eso: para que fueran rechazadas.

* Con la toma y retoma, los archivos con los cuales se procesaba numerosos capos, fueron incinerados Pasó lo que tenía que pasar: el edificio fue tomado por la guerrilla y “la retoma” inmediata por la fuerza pública, con una acción no diseñada para rescate de rehenes sino de ofensiva devastadora con tanques, helicópteros y disparos inmediatos. Todo parece indicar que se dio un golpe de Estado por cerca de 20 horas que aún el presidente Betancur no ha reconocido. Sus órdenes de “alto el fuego” cuando aún los magistrados estaban vivos, no fue cumplida. Fue nombrada una “Comisión de la Verdad‖, compuesta por ex magistrados y expertos penalistas que concluyó en el hecho de los desaparecidos y en advertir que se comprobó que el M-19 fue financiado por el narcotraficante y jefe del Cartel de Medellín, Pablo Escobar y el grupo de narcoterroristas autodenominados "Los/Extraditables".

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El Magnicidio:

Magistrados: Alfonso Reyes Echandía, presidente de la Corte Suprema de Justicia. Las autoridades le encontraron una bala similar a las utilizadas por la Fuerza Pública, que le destrozó el tórax, 26Fabio Calderón, Pedro Elías Serrano, Darío Velásquez, José Eduardo Gnecco, Ricardo Medina, Alfonso Patiño, Carlos Medellín, Fanny González, Luis Fiorillo, Manuel Gaona, Horacio Montoya Servidores públicos: Juan Romero Barrios. Carlos Horacio Urán Rojas. Luz Estela Bernal Marín. Emiro Sandoval Huertas. Julio César Andrade Andrade, Jorge A. Correa Echeverry. María Teresa Muñoz de Jiménez. Hermógenes Cortés Nomelín. Isabel Méndez de Herrera. Cecilia Concha Arboleda. María Cristina Herrera. María Lida Mondol de Palacios. Rosalba Romero de Díaz, María Janeth Rozo. Ruth Mariela Zuluaga de Correa. Ana Beatriz Moscoso de Cediel. Libia Rincón Mora. Nury Soto de Piñeros. Aura María Nieto de Navarrete Blanca Inés Ramírez de Angulo. Jaime Alberto Córdoba Ávila., María Teresa Barrios Rodríguez Empleados de las instalaciones, visitantes y transeúntes: Luis Humberto García, José Eduardo Medina, Plácido Barrera, Jorge Tadeo Mayo Castro. Gerardo Díaz, Carlota Sánchez, Gustavo Ramírez, Marina Isabel Ferrer, René Francisco Acuña. Desaparecidos (Lista incompleta): Carlos Augusto Rodríguez, Cristina del Pilar Guarín, David Suspes, Bernardo Beltrán, Héctor Jaime Beltrán, Ana Rosa Castiblanco, Gloria Estela Lizarazo, Luz Mary Portela, Norma Costanza Esguerra, Gloria Anzola, Luz Amparo Oviedo, Irma Franco Pineda. Más 33 guerrilleros, entre los que se encontraba la cúpula del “M” en ese entonces: Andrés Almarales, Luis Otero y Alvaro/Fayad--(Bbl-80) - - - -

―Comisión de la verdad sobre los hechos del Palacio de Justicia‖: Jorge Aníbal Gómez, José Roberto Herrera y Nilson Pinilla; ―El Palacio sin máscara‖: Germán Castro Caycedo; “Noches de humo‖: Olga Behar; ―Holocauso en silencio‖: Adriana Echeverry – Ana María Hansen; ―Libro Blanco, 20 años del Palacio de Justicia‖: Consejo Superior de la Judicatura; ―Del Palacio de Justicia a la Casa de Nariño‖: Jaime Castro; ―Prohibido olvidar: dos miradas sobre el Palacio de Justicia‖: Gustavo Petro y Maureén Maya; Bbl 80;

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Anexo 81: El Magnicidio/genocidio contra la Unión Patriótica y el Partido Comunista (viene p. 212) En 1985 surge la UP, como expresión y al tiempo experimento político de las Farc, movidas por el deseo de un proceso de paz coincidente con los esfuerzos de la administración Betancur (198286). En la UP confluyen las Farc, el PC, fuerzas sindicales y agraristas, movimientos cívicos regionales y personalidades de diferentes sectores. Un año después participa en la contienda electoral para cuerpos colegiados y en 1988, con la reforma constitucional, para alcaldes. Los Departamentos donde obtiene sus más significativas victorias son El Meta, regiones de la Costa Atlántica, del Magdalena Medio, el Bajo Cauca, Antioquia, Chocó, Arauca y Guaviare. Particularmente, en las poblaciones de La Macarena, Vista Hermosa, Mesetas, San Juan de Arama, Lejanas, El Castillo y Puerto Rico, donde sus candidatos lograron abrumadoras mayoras que llegaron desde el 58% al 85%. En el Guaviare, al 76%, en tanto que la votación de liberales y conservadores disminuyó al 8% y 11%, respectivamente. En la Reserva La Macarena, con sus cinco municipios, la UP aventajó con creces a sus competidores. La influencia política se extendió a Casanare y Vichada. Por tanto no es nada casual que los magnicidios/genocidios 19852002, tuvieran como eje precisamente esas regiones y sobre militancia y dirigencia de la UP. Fueron tres etapas: a): ―Ablandamiento de las bases‖ con notorio influjo en toda la población (1985, …); b): “Golpe de Gracia‖ (1986-2002) dirigido a los dirigentes; c): ―Exterminio de los sobrantes‖ (2002,…) a).-“Ablandamiento de las bases”. Diversas unidades de FFAA adscritas a la Brigada VII, así como las Brigadas I y II, se movilizan masacrando, advirtiendo a los pobladores aterrorizados que deben asimilar el mensaje : pertenecer a la UP o a grupos similares de izquierda y elegir sus candidatos, tendrá cárcel, tortura y muerte, con tierra arrasada, a toda la población. Propósitos coincidentes con los de los capos Gonzalo Rodriguez Gacha y Víctor Carranza (Esmeralderos, narcotraficantes y poderosos terratenientes),

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lastimados por la oposición de las Farc de dejarlos construir un aeropuerto en La Uribe. (cuestión que hicieron diferentes gobiernos, desde Turbay hasta Uribe, construyendo espléndidas carreteras que sirvieran de aeropuertos ocasionales). La alianza ―para” y ―mili”, estaba hecha: los ―milis” proporcionaban salvoconductos para el porte de armas, facilitaban camiones, entregaban información, mandaban dormir a la tropa y los “paras‖ masacraban y repartían dinero a mandos militares, policiales; a soldados y agentes. Con ese esquema se producen los genocidios en Puerto López, Puerto Gaitán, Granada, El Castillo, Cabral, El Dorado, Mesitas, Acacias, Guanal, Restrepo, Chingata, Segovia, Puerto Boyacá, Caño Sibao y La Uribe (Meta); La Rochela, Segovia, Marquetalia, Chaparral, Mapiripan. Estas dos últimas en varias ocasiones que se prolongaron con la administración Santos en 2011. Fueron más de 20 las poblaciones que sufrieron su adhesión electoral y política a la UP Las masacres incluyeron cascos urbanos de Medellín y Barrancabermeja. Masacres, parte de la ―Operación Centauro 2‖ de guerra Integral, poco antes de instalarse la Constituyente 91, que tuvo como uno de sus objetivos, ―Casa Verde”, sede del Secretariado de las Farc. Parte integrante de los ―Acuerdos de Paz‖ era el respeto por ese lugar, acordado por el presidente Barco y que ofreció continuar Gaviria. Pero, creyendo contar con el factor sorpresa, aceptó el consejo de los mandos militares de bombardear para aniquilar con un sólo golpe todo el secretariado de las Farc. Táctica fracasada, pues los guerrilleros protegieron con fuego antiaéreo a sus dirigentes y las bombas fueron arrojadas sobre población inerme.(Anexo 84, pag 375) b).- “Golpe de Gracia”. Militantes y dirigentes de la Juventud Comunista, del PC y de la Unión Patriótica, además de gentes sin partido, liberales y conservadores, opuestos a la criminalidad, fueron masacrados. Dos senadores Manuel Cepeda y Pedro Luis Valencia; cinco representantes, entre ellos la primer víctima, Leonardo Posada; 2 candidatos presidenciales Jaime Pardo y Bernardo Jaramillo; 13 diputados; 11 alcaldes; 6 concejales, 300 dirigentes sindicales como Teófilo Forero y decenas de militantes que incluyen a destacados miembros del Comité Central como el secretario nacional de organización Miller Chacón asesinado en 1999; 100

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desaparecidos. Dirigentes partidistas, sindicales y de comunidades agrarias como William Ocampo, Rosa Peña, Ernesto Soralde, Antonio Agudelo, el concejal Alfonso López, Carlos Arciniegas (desaparecido), Edgard Fajardo, Luis Mayusa, Alirio Quiñones, asesinado en 2008 en el Estado Apure (Venezuela) por sicarios al servicio del Ejército. c).- “Exterminio de los sobrantes‖ . El periodo genocida contra la UP, en forma concentrada y continua se extendió durante todo el período 1985-2010 (Administraciones Betancur, Barco, Gaviria, Samper, Pastrana, Uribe), es decir. eras Post FN y del Estado Social de Derecho, hasta la liquidación de la organización (Exterminio de ―los sobrantes‖) La Comisión Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado colombiano por varios de éstos crímenes. (Bbl 81) - - - -

Bbl 81: “Historia de un genocidio‖: Corporación para la defensa y promoción e los DDHH”, Reiniciar, dirigida por Jahel Quiroga Carrillo; “La paz frustrada en tierra firme. La historia de la Unión Patriótica en el Tolima”, iden: Reiniciar; Varios comunicados y Declaraciones: Human Right Wastch; ―Pedro Alirio Silva y el Genocidio Político contra la UP y el PCC en Colombia‖: Alberto Sterling/German Silva; “Vicisitudes del proceso de paz”: Jacobo Arenas; “Genocidio Político (El caso de la U.P)”: Ivan Cepeda Castro.

Anexo 82: Los más conmovedores magnicidios (Galán, Pizarro, Cepeda, Gómez. Garzón, Andrés Escobar) (vene p. 212) Una cadena continua de magnicidios puede observarse en las “eras” del Frente Nacional, Post-Frente Nacional y del Estado Social de Derecho, “eras” que separo por el marco jurídico, Constitucional, diferente que le da una peculiar impronta a cada una de ellas, jamás por la estructura socio-económica y los asesinatos selectivos y masivos que caracterizan a todas por igual. De los miles de estos crímenes, sólo destaco, por un lado, los de Luis Carlos Galán, Carlos Pizarro, Manuel Cepeda y Alvaro Gómez, por representar –cada uno- fuerzas políticas diferentes. Por otro lado, los de Jaime Garzón y Andrés Escobar, por ser –el primero-

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un mordaz crítico contra el “Establecimiento”, por representar el humor popular, a veces el arma más temida por los dueños del poder; y –el segundo- por representar a la juventud colombiana ajena a los tejemanejes de la politiquería y de los negocios mafiosos. Son un buen ejemplo que muestra cómo, con marcos constitucionales diferentes, los objetivos y métodos magnicidas, son similares. (Presento, los cuatro primeros, de acuerdo al orden cronológico de sus asesinatos) Luis Carlos Galán (Bucaramanga, 1943- Soacha/Cund., 1989): Objetivo del narcoterrorismo.En los 80s, el narcotráfico estaba en su apogeo. Los Carteles de Medellín (Pablo Escobar), cundiboyacence (Rodriguez Gacha) y de Cali (hermanos Rodriguez Orejuela), competían y se aliaban. Competían por los mercados y se aliaban contra la extradición. Desde el gobierno Turbay (1978-82), abierta y descaradamente participaban en política, financiando a los barones electorales o – incluso, como Escobar- arribando al parlamento. Jueces, mandos policiales y militares, periodistas, parlamentarios, gobernadores, alcaldes, concejales, diputados; terratenientes, banqueros, varios industriales, se beneficiaban con el “dinero caliente” y la “ventanilla siniestra” del Banco de las República, como se llamaba en la época al capital mafioso. Así, el aparato de Estado, el capitalismo burocrático, terrateniente, bancario e industrial, los partidos políticos tradicionales y el narcotráfico, se integraban. Incluso, el gobierno construyó la – probablemente- mejor y más ancha carretera del país en la costa atlántica, que el narcotráfico cerraba –en las noches- para convertirla en aeropuerto para pequeños avionetas. Por tanto, una renovación en el aparato del Estado, unido a la guerra anunciada por Luis Carlos Galán contra el narcotráfico, constituyó el terror de las mafias a fines de los 80s. Los carteles cundiboyacense y de Medellín se unieron para éste magnicidio: contrataron técnicos militares (al israelí Yair Klein, mercenario ex militar, quien logró burlar las estrictas disposiciones de su gobierno al respecto), dispusieron de cuantiosos fondos,

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reclutaron los sicarios y obtuvieron la colaboración del jefe del DAS, Maza Marquez (con el pretexto de la seguridad del candidato presidencial, ordenó cambiar su chaleco anti-balas por otro más denso…., ¡pero más corto!, precisamente uno que dejaba sin protección el abdomen del líder, cuando éste levantaba sus brazos en su gesto peculiar. Por allí entraron las balas que le costaron la vida en manifestación en Soacha, Departamento de Cundinamarca.). Su carrera política fue meteórica, impulsada por el presidente Lleras Restrepo. Desde muy joven fue periodista, funcionario, parlamentario. Luego –en la administración Pastrana Borrero- el más joven ministro de la historia. Después, llega al parlamento con su movimiento “Nuevo Liberalismo”, en disidencia, enfrentando a la burocracia liberal y se postula a la presidencia de la República que hubiera ganado con amplia mayoría, como lo aseguraban las encuestas. Carlos Pizarro (Cartagena, 1951- Vuelo Bogotá Barranquilla/1990): Objetivo de la oligarquía mafiosa En un principio su asesinato estuvo rodeado de misterio: ¿Quién lo mató?. Se atribuyó a Pablo Escobar, quien rechazó tajantemente el hecho: ―Si somos compañeros‖. Obvio, no fueron “compañeros”, pero se identificaron en la lucha contra la extradición, por lo cual es preciso descartar a ―los extraditables‖, organización liderada por Escobar. Luego, quedó claro que fueron las AUC, bajo dirección de Carlos Castaño, quien no desmintió el hecho, corroborado por miembros de esa organización, ante la Fiscalía... ¿Por qué? El paramilitarismo, creado y financiado por la oligarquía mafiosa de terratenientes y varios industriales + banqueros, le tenía pavor a la fuerza política que estaba adquiriendo AD-M, 19, liderada por Pizarro, después del “Adios a las armas” de 1990 y de su postulación como candidato presidencial. En aquella época, Castaño aspiraba a unas AUC, con una imagen de estar por fuera del narcotráfico y constituir la principal fuerza armada contra la insurgencia guerrillera y –en general- contra “el comunismo”, en el que incluían al M-19. Por tanto la creación y primeras actividades de las AUC fueron conocidas por los altos mandos militares y financiadas –como lo aseguraron algunos Medios- por dirigentes de la Asociación de agricultores colombianos (SAC). Su crimen fué

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calificado, por la Fiscalía, como “Delito de lesa humanidad” A los 17 años (1968) ingresa a las FARC, de las que se retira en 1973, con Jaime Bateman, Alvaro Fayad, Luis Otero, con quienes organizará el M-1i9, uno de los movimientos insurgentes más conocidos en el mundo, pues llevó a cabo acciones como “la recuperación” de la espada de Bolívar, el espectacular robo de 5.000 fusiles en la guarnición militar más protegida, el “Cantón Norte”, el decomiso de camiones cargados de alimentos para ser repartidos en los barrios pobres, etc. En 1979 es detenido, pero a los tres años recibe una amnistía del gobierno Betancur. En 1985, declara “rota la tregua” y empuña nuevamente las armas. . En ese año, al frente del M-19, es cofundador del “Batallón América”, que cumpliría el sueño bolivariano y del Che, con “Tupac-Amarú” de Perú, “Alfaro Vive, Carajo!” de Ecuador, y “Los Tupamaros” de Uruguay. En 1988, acepta la “Iniciativa Paz” del presidente Virgilio Barco y antes de dos años, en 1990, le da –definitivamente- un “Adios a las Armas”, se incorpora a la lucha política, convierte el M-19 en Alianza democrática, M-19” (AD-M 19). Pizarro, comandante del M-19, a la muerte de Jaime Bateman, ya desmovilizado, fué el dirigente de una fuerza política decisiva en el país, como se demostró con la votación a la Constituyente. Manuel Cepeda (Armenia, 1930 - Bogotá, 9 agosto 1994): objetivo del anticomunismo El anti-comunismo, la venganza, el miedo a las luchas que convocaba, la certeza de la imposibilidad de corromperlo, la incitación al crimen por parte de altos mandos del Ejército, el pretexto del apoyo a la insurgencia armada, constituyen móviles para los asesinatos, que se manifiestan, por separado, en cada uno de los otros magnicidios, pero –sumados- en el de Manuel Cepeda. Además, la Sentencia de la Corte Interamericana de derecho Humanos hace de éste documento una muestra fehaciente del magnicidio como método habitual del Estado Colombiano y sus cómplices paramilitares. El gobierno colombiano, tuvo que aceptar, a regañadientes, que éste magnicidio, fué un “Crimen de Estado”, tal como lo asegura el pronunciamiento tajante de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el 26 de Mayo de 2010: “Se alega que su ejecución se

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enmarca en un patrón sistemático de violencia contra los miembros de la UP y del PCC y que fue perpetrada mediante la supuesta coordinación operativa entre miembros del Ejército y grupos paramilitares, a través del llamado ―plan golpe de gracia‖. La Comisión sostuvo, asimismo, que dicha ejecución refleja la situación de los miembros de la UP, los actos de hostigamientos, persecución y atentados en su contra, y la impunidad en que se mantienen tales hechos. Además, alegó que la ejecución del Senador Cepeda ―sobresale en el patrón de violencia contra los militantes de la UP, dado su rol como último representante electo por voto popular‖ de ese partido, y constituye un crimen contra la humanidad. ―(…). La Comisión solicitó a la Corte que declare al Estado responsable por la violación de los derechos a la vida, integridad personal, garantías judiciales, protección de la honra y de la “dignidad libertad de pensamiento y expresión, libertad de asociación, derechos políticos y protección, judicial, reconocidos respectivamente en los artículos 4, 5, 8, 11, 13, 16, 23 y 25 de la Convención Americana en relación con el artículo 11 de la misma‖ (…) “ La Corte Constitucional de Colombia ha considerado que el Estado no adoptó ―las medidas suficientes para garantizar la protección especial [de la UP] como partido político minoritario, sistemáticamente diezmado a pesar de su reconocimiento oficial‖. Adicionalmente sostuvo que “[l]as simples cifras de muertes y desapariciones de […] militantes o simpatizantes [de la UP] durante los años 1985 a 1992, […] muestran de manera fehaciente la dimensión objetiva de la persecución política contra ella desatada […]”. [La] oleada violenta [contra la UP] deja entrever evidentes síntomas de intolerancia política, ausencia de garantías electorales y exterminio sistematizado contra los dirigentes y militantes de la UP […]”.“También la Procuraduría Segunda Distrital señaló que “la dirigencia del izquierdista partido político [UP] se encontraba amenazada de muerte desde hacía mucho tiempo atrás, en desarrollo de la denominada „guerra sucia‟ que desde sectores de la extrema derecha del país, no muy bien identificados, se había venido dando en contra de dicho movimiento político desde su creación […]” ―La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos

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Humanos se refirió a las ejecuciones de militantes de la UP como “sistemáticas”; el Defensor del Pueblo calificó a la violencia contra los dirigentes y militantes de ese partido como “exterminio sistematizado”; la Corte Constitucional de Colombia como “eliminación progresiva”; la Comisión Interamericana como “asesinato masivo y sistemático (…).” Manuel Cepeda fue un destacado líder comunista: Secretario General de la Juventud Comunista, director del semanario “Voz Proletaria”, Secretario General del PC, poeta, escritor, dirigente de la Unión Patriótica, Senador, vibrante orador. Alvaro Gómez (Bogotá, 1919-1995): Objetivo de las mafias burocráticas. Es, tal vez, el político colombiano más contradictorio, después de Tomás Cipriano de Mosquera y Rafael Núñez: Nació, vivió y batalló en la derecha, murió -¡perdón!, pero así fue- en la izquierda. Un político que luchó para consolidar regímenes sostenedores de violencia, corrupción y explotación, que se inventó –con su padre, Laureano- el cuento de “las repúblicas independientes‖ para instigar ametrallamientos y bombardeos, es acribillado después de proclamar ―Hay que tumbar el régimen‖, o ―La revolución social tenemos que hacerla‖; o ―la divina voz del pueblo es la que debemos seguir y no la de las sub-ametradoras‖ .La burguesía burocrática, siempre y en todos los países, no acepta que los políticos que considera “suyos” se le enfrente y promuevan modelos de Estado muy diferentes a los convencionales. Después de su secuestro por el M-19 en 1988, Alvaro Gómez da un vuelco político: en una especie de “Síndrome de Stokholmo”, llama a la unidad nacional para un “Acuerdo sobre lo fundamental‖, entendiendo por ―fundamental‖, la salvación del país, tanto de las mafias, la burocracia, el régimen, como de los dictados imperiales. Las mafias burocráticas no se lo perdonaron. Como lo expresó un capo mafioso extraditado, “Rasguño” (Hernando Gómez Bustamante), ―A Alvaro Gómez Hurtado lo mató la mafia para hacerle un favor a los políticos‖, en entrevista de la Revista Semana, el 10 de Julio de 2007, realizada por la periodista Gloria Congote. O, más concretamente, su hermano Enrique Gómez Hurtado: “el asesino es un político vinculado con la mafia; el mismo que entregó millones de dólares a la campaña Samper. A Alvaro Gómez lo mandaron a

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matar para evitar que se cayera el régimen‖. Aún, una cortina de misterio y silencio ha impedido llegar hasta las autores intelectuales: tupida cortina, tejida hábil y precisamente, por la burocracia. Alvaro Gómez, hijo del político conservador más combativo del s.XX, Laureano, elegido presidente, en elecciones con su sola candidatura y con un impresionante oleaje de violencia. Alvaro Gómez, fué –también- un aguerrido conductor. Abogado, periodista, escritor, embajador, parlamentario, pintor, profesor universitario, copresidente de la Constituyente del 91…En 1973 fue candidato a la presidencia por su partido y en 1990 por el “Movimiento de Salvación Nacional” que él fundó, en el cual incluyó jefes liberales como Carlos Lleras de la Fuente y periodistas independientes, como Alberto Zalamea. Conduciendo éste movimiento, logró una importante victoria en las elecciones para la Constituyente-91. Ofreció a sus ex secuestradores del M-19 una alianza ―Con la cual podemos cambiar el País, cambiarlo todo‖. Pero sus secuestradores de “izquierda” estaban a la derecha de él y prefirieron el acuerdo pero con el gobierno Gaviria, con los grandes oligarcas como Julio Mario Santodomingo y con el estamento militar. Es decir, ―con la Plata y con el Sable‖, como lo escribió el periodista Antonio Caballero. Cuando salía de dictar cátedra en la Universidad Sergio Arboleda, fue acribillado... Jaime Garzón: objetivo militar-paramilitar Burlarse con sarcasmo de los detentadores del poder y del contrapoder (que también es un poder); mostrar la pequeñez de los grandes y la grandeza de sus pequeñeces, irrita de tal manera a ciertos manipuladores de la “cosa pública”, que organizan magnicidios contra exponentes muy queridos de la ciudadanía. Es el caso de Jaime Garzón (1960-99). Este ex estudiante de Derecho y Sociología de la Universidad Nacional, prefirió la critica mordaz que los títulos universitarios: se retiró de los estudios formales para profundizar el estudio de la sociedad a través de la crítica ingeniosa y burlona de sus más connotados representantes. Con una versatilidad sagaz, transitó desde portero del “Edificio Colombia”, en demolición, a empleada del presidente, pasando por el revolucionario (“Jhon Lenin‖) y el funcionario conservador (―Godofredo Cínico Caspa‖), en sus presentaciones del “Noticiero

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Quac”. Luego, como lustrabotas (―Humberto de la Calle‖), emboló a todas las personalidades, incluido el embajador norteamericano Frechete (―¿cuanto le costaron las rodilleras que le regaló a Andrés Pastrana para su visita a Clinton?‖). Su compromiso con la ciudadanía lo llevó a proyectarse como un gestor de paz, con lo cual logró la liberación de varios secuestrados. Los servicios de inteligencia, tanto del ejército como del Das, establecieron una corta militancia en el ELN. Así, militares, paramilitares, servicios de inteligencia, aunaron ―sus razones‖ para ubicarlo como “objetivo militar”. En 1999 el General Jorge Enrique Mora solicitó investigación para ―establecer sus lazos con las Farc‖. Casi simultáneamente el jefe de las AUC, Carlos Castaño lo acusó de ―colaborador e intermediario de la guerrilla‖. El 13 de Agosto de 1999 es acribillado en calles bogotanas. El Das, desorientó la investigación con falsos testigos. Un año después, un “paraco”, Fredy Rendón, alias “El alemán”, ante juez de Justicia y Paz declaró: ―Carlos Castaño ordenó el asesinato del periodista por petición expresa de altos mandos militares de la época‖. ¿Cuáles?. No se dicen: como todos los magnicidios se evaporan en una pluralidad que jamás se hace singular. Andrés Escobar: objetivo de la mafia de las apuestas El hecho de representar a la juventud deportiva, me permite subrayar éste magnicidio. La mafia de las apuestas, “pasa agachada” en el contexto nacional pero su poder es temible. Además de ser un mecanismo para el lavado de dinero, las apuestas le apuestan a los cuerpos colegiados y en la Costa Atlántica y en el Valle, lograron elegir gobernadores, alcaldes, senadores, representantes, concejales, diputados. Colombia participó en el campeonato mundial de futbol, celebrado en EEUU en 1994, con –probablemente- la mejor selección que ha tenido el país. Clasificó con el memorable 5-0 a la selección argentina en Buenos Aires. En las apuestas mundiales, Colombia, estuvo ubicada como probable finalista para “los cuartos del final”. Fuertes sumas le apostaron a esa posibilidad. Por ello el autogol del defensor central, Andrés Escobar, enervó a la mafia de las apuestas.

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Un empleado de la familia Gallón Henao, conocida en Antioquia por sus vínculos con el paramilitarismo y el narcotráfico (Humberto Muñoz), forzando una pelea que se negó a entablar el jugador, lo acribilló en un bar-restaurante, el 2 de Julio de 1994, cuando contaba con 27 años. El asesino no pudo fugarse pues los vecinos lo cercaron y lo detuvieron, pero si pudo escapar temprana y legalmente de la penitenciaría: Condenado -publicitariamente- a 43 años; se le rebaja, calladamente, la pena a 23 y sin que la opinión se de cuenta, lo liberan –con maniobras legalistas- antes de cumplir 11 años, en cárcel 5 estrellas. ¡ Un verdadero gol a los colombianos ! (Bbl 82) - - - -

Bbl 82: “El asesinato de Galan”: Fernando Cortes; “¿Quien mató a Pizarro?”: Semana.com/27 Dic-2011; “Quince años del asesinato de Manuel Cepeda Vargas”: Mauren Maya/2009; “¿Por qué lo mataron?”: Enrique Gomez Hurtado; “Jaime Garzón, mi hermano del alma”: Marisol Garzón; “Andrés Escobar, el héroe que cometió un error fatal”: Luis Fernando Charry, entrevista en Revista Credencial, No. 30, Dic/ 2011.

Anexo 83: El paramilitarismo (viene p. 212) Aunque el paramilitarismo en Colombia, tiene sus raíces remotas en las bandas de los conquistadores que actuaban esclavizando indígenas, y extendiendo la Trata, por cuenta propia, incluso contra órdenes de la Corona y se manifestó en la República con las bandas armadas que produjeron magnicidios como el de Sucre, los atentados a Nariño y Bolívar, el asesinato de Uribe-Uribe, el magnicidio Gaitán y miles de genocidios para sofocar rebeliones esclavistas y extender dominios territoriales, cobró vigor por la necesidad de mostrar un “Estado oficial” por fuera de los crímenes y del terror a la población que él mismo necesitaba y promovía, con instrumentos para-estatales, encubiertos (―Para‖ = ―al lado de‖ , ―al servicio de…‖). Se extendió, como vida cotidiana colombiana al término de la primera mitad del s.xx, cuando un gobierno conservador de minoría

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–por la división liberal- utilizó las primeras bandas paramilitares de “chulavitas” y “pájaros” para asegurar su continuidad y -al tiempoextender aun más los extensos latifundios. Luego se presenta, –con el Frente Nacional- la organización de cuadrillas, a partir de viejas guerrillas liberales y conservadoras, para masacrar las regiones de auto-defensa de “los comunes”, aniquilar las llamadas ”repúblicas independientes”, mediante la “Acción Cívica-Militar”, la organización de escuadrones armados que latifundistas y alcaldes organizaban abiertamente con apoyo del Ejército (ver Anexos 72 y 73). Después, vendrán los genocidios/magnicidios del “Estado social de Derecho”, con las “Convivir”, en Antioquia y las AUC en el período de la “Seguridad Democrática”, durante los 8 años de la Administración Uribe. Es decir, se presentan por lo menos tres formas de paramilitarismo: la encubierta, la legal y la semi-legal, las tres con protección oficial y financiación mafiosa. La encubierta, tiene sus mejores expresiones con “los chulavitas” y “los pájaros”, ya referidos y que se re-editará con las AUC y “los grupos sucesores”.(;A-89, p.240) La legal, traída a Colombia por instructores norteamericanos, con la “Acción Civico-Militar”, desde 1963, destinada a darle una cobertura de apoyo a los bombarderos sobre las llamadas “repúblicas independientes” (A-45b). Su ejemplo fue copiado y actualizado con “Las Convivir”. La semilegal que es “semi” en tanto no cuenta con bendición pública oficial y hasta es atacada de palabra, pero es “legal”, porque hace uso de información, armas, vehículos, uniformes y hombres de la legalidad estatal. La primera importante expresión, post FN, fueron las “Convivir” y las AUC Ahora, se designa al paramilitarismo con los nombres genéricos de “Grupos Sucesores” y “Bacrim” (bandas criminales), aunque cada banda se autodenomina con los más variados y curiosos nombres. (Bbl 83)

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Bbl 83: “Historia del paramilitarismo en Colombia”: Ivan Madero; “Libro negro de la Represión”: Gerardo Rivas/Fica; “Selecciones de Prensa Colombiana”: No, 1-150

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Anexo 84: El alumbramiento genocida del “Estado Social de Derecho” (viene p.212 y 364) En marzo de 1984, como producto de acuerdos con el presidente Betancur, el máximo comandante de las FARC, Manuel Marulanda, en entrevista televisada ordena a sus 27 frentes el “Cese al fuego”. Un año después, intenta un proceso pacífico con la fundación de la Unión Patriótica” en alianza con varias organizaciones y personalidades, entre ellas el PC. El paramilitarismo, con notoria ayuda de las FFAA, inicia la campaña sistemática para su exterminio. No obstante, las Farc mantuvieron el proceso pacífico con la condición de respetar los acuerdos entre otros la inviolabilidad de campamento del Secretariado, denominado “Casa Verde” (área adyacente al río Duda, estribaciones de la Cordillera Oriental en el municipio de La Uribe, Departamento del Meta). El gobierno Barco (1986-90), heredó el acuerdo de paz y lo cumplió estrictamente. Pero su ministro de gobierno quien iba a ser próximo presidente, César Gaviria, instigó –sin éxito- la violación de los acuerdos, Casi 4 meses después de posesionado Gaviria, en diciembre/1990, fue convocada la ciudadanía a elecciones para conformar una “Asamblea Nacional Constituyente”. Derrotado Gaviria con su tesis de “Asamblea Constitucional” sólo para cambiar algunos de los artículos de la Carta, frente a la decisión de la Corte Suprema que le dio validez legal a los resultados de la “séptima papeleta” propuesta por los estudiantes, la Constituyente elegida quedó con facultades supremas para ―cambiarlo todo‖, como lo propuso un Alvaro Gómez situado –en ese entonces- a la izquierda del M-19. Las Farc propusieron extender el “alto al fuego” y participar en la Asamblea Nacional que pudo ser el gran cambio anhelado por la ciudadanía para abrir una era de paz., con un verdadero “pacto social”. El ex ministro, ahora presidente Gaviria, que había propuesto romper el alto al fuego, pretendió adelantarse a la Constituyente que se instaló el 5 de Febrero de 1991, creando un hecho irreversible: la liquidación –con un sólo golpe- del Estado Mayor de las Farc. Por ello, el 9 de Diciembre/1990, faltando dos meses para la instalación

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de la Asamblea, ordena el bombardeo a “Casa Verde”, presumiendo que en unos minutos acababa con el “Secretariado” (Estado Mayor de las Farc). Tropas de la XIII Brigada, la tripulación de dos K-fir, nueve AT-37 y dos AC-47, cargados con bombas de 250 libras, 14 helicópteros, más nutridos contingentes, bombardearon y asaltaron el campamento. El jefe de la operación, brigadier general Humberto Correa, emitió 3 comunicados con “parte de victoria”, pero el cuarto fue tartamudeado: las FARC habían derribado un Bell 212 artillado, con pérdida de vida de sus cuatro tripulantes. 60 minutos después fueron averiados otros cinco helicópteros, días siguientes, oficialmente se reportaron 19 bajas militares. En los “partes” oficiales no se mencionan “las bajas” de la población adyacente a “Casa Verde”, en otro genocidio en la antesala para inaugurar el “Estado Social de Derecho”. Ningún miembro del “Secretariado” fue alcanzado, aunque en el campamento se encontraba casi todo, entre ellos sus tres más importantes jefes: Manuel Marulanda, Raúl Reyes y Alfonso Cano. La ―Operación Casa Verde‖ rompió definitivamente los Acuerdos de la Uribe, e impidió formales conversaciones entre las FARC y el gobierno Gaviria. (Bbl 84) - - - -

Bbl 84: “Roliback” (“Reversión” o el retorno del capitalismo depredador”); Noam Chomsky; “Panorama social de América Latina/2008”: CEPAL

Anexo 85: El Eje Extraitables-Paras-Estado (viene p.212) Los carteles estaban envalentonados con el caudaloso rio de dólares del insaciable mercado norteamericano. Proclamaron que ―preferimos una tumba en Colombia que una cárcel en EEUU‖, se constituyeron como organización coordinadora, pública y con publicidad -―Los Extraditables‖-, pagaban millonadas por la publicación de sus comunicados no rechazados por la gran prensa, constituyeron mascaradas políticas como el “Movimiento Civico Latino”, con periódico a todo color, regalado por doquier. Al tiempo, Pablo Escobar arribó al parlamento en las listas del Nuevo

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Liberalismo. Lograron la intermediación del ex presidente López para una negociación en Panamá que implicaba –entre otros ofrecimientos- el pago de la deuda externa colombiana (unos 30.000 millones de dólares, en esa época). “Los extraditables” coordinaron a los capos de todos los carteles, excepto los de Cali y el Norte del Valle. Estaba representado el del eje cafetero por Carlos Lheder, el de Medellín por Pablo Escobar, el cundiboyacense por Rodriguez Gacha, el de la costa por los hermanos Ochoa,..Pero el presidente Betancur mantuvo su propia directriz y avanzó con los primeros extraditados. La ofensiva mafiosa fue implacable; comenzaron con el magnicidio del ministro de Justicia y segundo dirigente del Nuevo Liberalismo, Rodrigo Lara en 1984, seguido de la más intensa oleada de magnicidios/genocidios en la historia de Colombia. (Bbl 85) - - - -

Bbl 85: Cinep; www “Comcosur”

Anexo 86: “La Sexta División” (viene pgs 167 y 212) (Nota previa: El 24 de Dic/2002, un año después del informe de “Amnistía”, a continuación, , fue creada oficialmente la Sexta División y luego otras dos. ―La Sexta División‖ –con comillas- fue expresión utilizada para designar una falange del paramilitarismo. Pero el Ejército creó nuevas Divisiones. Así apareció la Sexta División –sin comillas- como nueva División Oficial para los Departamentos de Amazonas, Caquetá y Putumayo, con siete Brigadas) Según Human Right Watsch, (Informe año 2001) “ La "Sexta División" es una expresión que se utiliza en Colombia para denominar a los grupos paramilitares. Las Fuerzas Armadas de Colombia cuentan con cinco divisiones, pero muchos colombianos indicaron a Human Rights Watch que los paramilitares están tan plenamente integrados en la estrategia de combate del Ejército, coordinados con sus soldados sobre el terreno y vinculados con las unidades gubernamentales mediante la inteligencia, las provisiones, las radios, el armamento, recursos financieros y un propósito común

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que constituyen efectivamente una sexta división de las Fuerzas Armadas. (…)‖ ― (…) conllevan una coordinación activa entre las unidades gubernamentales y paramilitares durante operaciones militares; comunicación por radio, teléfonos celulares y buscapersonas (beepers); el intercambio de inteligencia, lo que incluye los nombres de presuntos colaboradores de la guerrilla; compartir combatientes, entre ellos soldados en servicio activo que participan en unidades militares y comandantes paramilitares que se albergan en bases militares; compartir vehículos, incluidos camiones del Ejército empleados para transportar a combatientes paramilitares; coordinación de retenes del Ejército, que permiten habitualmente el paso de combatientes paramilitares fuertemente armados; y pagos de los paramilitares a oficiales militares a cambio de su apoyo. (…)” (H.R:W sindica expresamente, con datos sobre colaboración con fuerzas paramilitares a las Brigadas 24, 3° y 5°) Por otro lado, la desmovilización de la Brigada de Inteligencia y Contrainteligencia XX, (1997, administración Samper) exigida por la embajada norteamericana, muestra cómo, el mando paramilitar sobre algunos cuerpos armados colombianos, sólo puede ser excluido por intervención externa. HRW continúa: “Esa unidad fue acusada de tener en su seno a militares que actuaban "como escuadrones de la muerte", vinculados con ataques a defensores de los derechos humanos y crímenes a intelectuales de izquierda (…)”. Varias características que unen la inmensa mayoría de masacres: son ejecutadas por grupos de 50 a 100 hombres movilizados en camiones, que masacran, violan, reúnen la población para que aprecie el futbol con cabezas humanas, torturan Las masacres se realizan a pocos km de cuarteles de la fuerza pública; los “paras” disponen de varios días para efectuar los crímenes sin que ejército o policía acudan; los genocidios se realizan en trayectos largos, vereda por vereda…. Es claro el objetivo: los desplazamientos, como efectivamente ocurre. Antioquia, zona fronteriza con Chocó, es el departamento de lejos- que más ha sufrido éstos genocidios. ¿Por qué?: el nuevo

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capitalismo minero requiere los desplazamientos de los ricos yacimientos de oro y platino; la Costa Atlántica y Meta que, en conjunto, registran el segundo lugar en masacres, tienen extensiones para los cultivos bioenergéticas, que requieren gran inversión, ávidos para el nuevo capital-terrateniente. La mafia necesita de los departamentos del Sur y del Chocó para sembrar, procesar y despachar droga y tanto la población como las guerrillas son obstáculos. Al tiempo, el viejo y nuevo capitalismo minero y terrateniente, requiere sepultar los movimientos llamados insurgentes. Son procesos coincidentes con el “Estado Social de Derecho” Algunos de los genocidios cometidos en santa alianza militarparamilitar a partir de 1994 (administración Samper): Tiquisio y Puerto Coca (Bolívar), Marzo/97: Batallón Nariño más AUC asesinan 2 sacerdotes y 4 campesinos; Mapiripan (Meta) que ha sufrido varias masacres; San José de Apartadó (Antioquia) en retenes “paras”, a 2 km de la 17 Brigada, asesinan campesinos, operación encubierta con uno de los primeros ―falsos positivos‖. ―Muertos guerrilleros en combate‖; según el comunicado de la Brigada. Genocidio ocurrido en el “Nudo de Paramillo (Antioquia), el 25 de Oct. de 2007, región acusada de “pro Farc”. División del trabajo: el ejército rodea y los paras disparan: 30 muertos incluidos niños. En la administración Andrés Pastrana (1998-2002), el esfuerzo “mili-para” tiene un soporte con el “Plan Colombia”, firmado en 2000: En Segovia, el 11 de Nov. de 1998 aparecen 43 muertos y 45 heridos, con implicación del Mayor Marco Hernández y los capitanes Hugo Valencia y Jorge Chacón, más dos tenientes. Fueron condenados a 18 años de cárcel. Nuevamente en Mapiripán se produce masacre el 4 de mayo de 1999, implicados 4 Generales,1 coronel y 4 oficiales de la Policía (Las consecutivas masacres a esa población se explican porque es catalogada por la inteligencia militar como “colaboradora de las Farc‖). En Gabarra y Tibú (Norte Santander), del 4 al 23 de Mayo, que se repite el 20 de Agosto de 1999, genocidio con 130 muertos. Nuevamente en Enero 2000, 26 asesinados; en Chengue (Sucre) el 17 de Enero de 2001, 27 asesinados, todos en una combinación de “paras” con uniformados en servicio activo. (“Fuerza pública

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Travesti‖, la llama la burla popular, porque de “día lucen trajes militares; de noche se transforman”. (Referencia de Allende La Paz/o.c/). En Puerto Rico (Antioquia) el Ejército metralla el 18 de Junio y luego el 15 de Agosto de 2000 a varios civiles, incluidos niños, ―por equivocación‖: ―Son los riesgos de ésta guerra en la que estamos comprometidos‖, según el General Jorge Mora, comandante del Ejército... La Tercera Brigada, con sede en Cali, apoyó al paramilitar “Frente Calima” en una acción que produjo 200 muertos y 10.000 desplazados. El 18 de Febrero, las Autodefensas en El Salado (Bolívar) asesinan 42 labriegos, violan y ahogan niña a pocos minutos de las base de la Armada, cuyos efectivos montaron retenes para no dejar pasar mientras se masacraba. Entre fines de 2000 y principios de 2001, según HRW, ―se produjo 235 masacres con 1073 víctimas‖. Están implicados, según la misma fuente, “Brigada 24 (Putumayo), Quinta (Santander) Tercera (Valle). Entre 1980 y 1987 se producen masacres a cargo del Ejército y del paramilitarismo en Puerto Boyacá, El Pato (Huila/Caquetá), Andráguedan (Chocó), Urabá, Magdalena Medio que incluyó regiones indígenas “Emberá”, con el criterio de “arrasar zonas guerrilleras‖, mediante bombardeos indiscriminados que arrojaron varios muertos y desaparecidos. (Las efectuadas por la “guerrilla”, en anexo 91, y el del “Holocausto del Palacio de Justicia, en anexo 78) Especialmente a partir de 1988, el paramilitarismo –con innegable protección de las FFAA, como fue demostrado por varios organismos internacionales-, en Santander, Córdoba y Urabá masacra, obligando a los sobrevivientes a ver descuartizamientos antes de la muerte a fin de advertirles que no regresaran a sus tierras de las cuales fueron expulsados. En la finca ―Las Tangas‖ (Urabá), establecieron campo de concentración para secuestrados sindicalistas, defensores de DDHH, estudiantes y en general izquierdistas, donde eran asesinados después de torturas, acusados de ―colaboradores con la guerrilla”. En sólo una semana en “Honduras”, “La Negra”, “Coquitos”, Segovia (Antioquia) asesinan a 95 campesinos; en “La Mejor Esquina”, “La Negra” (Córdoba) y en Simacota (Santander), a 46. Siguen muchas, pero muchas masacres más a partir de 2001, HRW, en su ―Informe

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anual 2001, eventos 2000” afirma: ”Las FFAA colombianas siguen implicadas en grandes violaciones de los DDHH, así como en el apoyo a grupos paramilitares, considerados responsables de al menos el 78% de las violaciones registradas en los 6 meses posteriores a Octubre de 1999”. Luego, Uribe-Santos multiplican uno de los capítulos más tenebrosos de la historia genocida de Colombia: “Los falsos positivos”, entre 2.002 y 2009 (Anexo 88). (Fuentes: “Selecciones de Prensa colombiana”, No/59180;Informes/HRW;bogotasubteránea@gmail.com;“Plan Colombia y Conflicto interno colombiano”/ o.c.) (Bbl 86) - - - -

Bbl 86: Amnistía Internacional (Tomado de “Conc osur.com”)

Anexo 87: “Convivir”: la legalización del paramilitarismo (viene p.212) (Tomado del Centro de Investigación y Educación Popular – Cinep) “El 11 de febrero de 1994, el gobierno colombiano expidió el decreto 356, por medio del cual autoriza la creación y funcionamiento de ―servicios comunitarios de vigilancia y seguridad privada”, los cuales son definidos como ―la organización de la comunidad en forma de cooperativa (…) A su vez, se autorizaba para que los integrantes de dichos servicios comunitarios fueran dotados de armas de uso restringido para la fuerza pública. (…) La actuación de las CONVIVIR, como organizaciones de carácter ofensivo, nueva expresión del paramilitarismo y sus riesgos para la vigencia de los derechos humanos, fueron siendo constatados por diversas instancias internacionales. La Oficina en Colombia del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas concluía: ―Así nacieron las asociaciones "Convivir", hoy privadas de tal nombre, que en nada han contribuido a clarificar las relaciones entre el Estado y el fenómeno paramilitar. En la práctica, para quienes observan la situación de los derechos humanos en el país, resulta muy difícil distinguir las acciones de los grupos paramilitares de aquellas de algunas asociaciones, "Convivir"

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pues entre ellas se dan, en numerosos casos, relaciones de coincidencia, convergencia, complementariedad y suplantación.(…) La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en su III Informe sobre Colombia, expresaba:―La Comisión también ha observado con preocupación la creación y desarrollo de las Cooperativas de Vigilancia Rural ("CONVIVIR"), (…) como grupos de individuos particulares armados para apoyar a las fuerzas armadas de Colombia en actividades de inteligencia contra los insurgentes y de otra índole. (…) En similar sentido Human Rights Watch, en el Informe Anual correspondiente al año 1998, concluyó en relación con las Cooperativas de Vigilancia Rural Convivir, que ―En 1997,recibimos informaciones creíbles que indicaban que las CONVIVIR de las regiones del Magdalena Medio y el sur del Cesar estaban dirigidas por conocidos paramilitares y habían amenazado con asesinar a colombianos considerados simpatizantes de la guerrilla o que se habían negado a inscribirse en las cooperativas. (…) Integrantes de esta estructura paramilitar, patrocinada por altos oficiales de la fuerza pública, el 4 de septiembre de 1997, sacaron a la fuerza de su casa a Leonardo Cadena y a su hijo José Manuel Cadena y posteriormente los ejecutaron... (…) En el año 1997, la Fiscalía General de la Nación informaba de la existencia de más de 35 investigaciones penales, en contra de integrantes de las denominadas Convivir, en razón de su participación directa en la ejecución de diversos crímenes de lesa humanidad. (…)” - - - Bbl 87: Tomado de http://www.hrw.org// Nota del Autor: Las ―Convivir‖ nacen en Antioquia en 1994, gobernación de Alvaro Uribe)

Anexo 88: Las AUC (viene p.212) Sus raíces datan desde los años 50, cuando con una nueva estrategia para revertir la insurgencia revolucionaria en plena “Guerra Fría”, los teóricos militares norteamericanos recomendaron incluir a la población civil en el conflicto armado para aislar a la guerrilla. Se materializó con la “Acción Cívica-Militar”. En 1968 se

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legalizan las patrullas de civiles, ilegalizadas 12 años después. Pero fué una “ilegalización” de mentira, cosmética, porque se le dio vía libre a grupos de defensa privados, siempre ligados a la ayuda militar y de inteligencia del ejército y –principalmente- a los terratenientes. Su nacimiento formal fué en 1997, con el estandarte de “Combatir la guerrilla” y con Carlos Castaño como “Comandante General”. “Aunque todos los Gobiernos lo hayan siempre negado y sólo se haya comenzado a investigar a comienzos de los 90, existen muchas investigaciones de organismos nacionales e internacionales que evidencian de la colaboración y la convivencia de las fuerzas armadas y los paramilitares, así como la poca voluntad política para combatirlos. El más conocido fue el MÁS –Muerte a Secuestradoresque fue organizado por Pablo Escobar y sus socios y con el que lograron liberar a una cuñada de uno de los hermanos Ochoa, reconocidos narcotraficantes. Por la misma época, los hermanos Fidel y Carlos Castaño conformaron, con ayuda de otros ganaderos y terratenientes de la región, las Autodefensas Unidas de Córdoba y Urabá, un grupo armado al margen de la ley que tenía como objetivo combatir a los frentes que la guerrilla tenía en el Magdalena Medio, una de las regiones más azotadas por las extorsiones y secuestros de la guerrilla. (…)” (Tomado de ―Canalsolidario org. Fundación hazloposible‖) “Las AUC se declararon como un grupo contrainsurgente que combatía a las guerrillas de las FARC, ELN y EPL y eran patrocinados por grupos de ganaderos, terratenientes y narcotraficantes de las regiones en las que operaban que eran hostigados o amenazados por dichas guerrillas. Más del 70% de sus ingresos provenían del narcotráfico, igualmente se financiaban con el secuestro y la extorsión7 además de recibir dinero de multinacionales que operaban en las zonas bajo su control También recibieron colaboración de varios miembros de las Fuerzas Armadas, además de tener estrechos vínculos con múltiples políticos colombianos con el objetivo de ganar poder militar y político en el país. Las AUC fueron responsables de un gran número de masacres y torturas utilizando métodos de terror contra la población civil y guerrilleros, usando armas no convencionales como

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motosierras para descuartizar a sus víctimas. Dichos actos causaron el desplazamiento forzado de miles de personas, así como la desaparición de cerca de 15.000 individuos, muchos de ellos asesinados y enterrados en fosas comunes o arrojados sus cadáveres a los ríos. De la misma forma son responsables de la muerte de miles de indígenas, sindicalistas y militantes de grupos políticos de izquierda, (…) Entre 1982 y 2005 los paramilitares perpetraron más de 3.500 masacres, y robaron más de seis millones de hectáreas de tierra. En 2003 (los líderes de AUC, encabezados por Carlos Castaño, NdelA) firmaron un acuerdo de desmovilización con el gobierno como resultado del cual se dejaron las armas unos 30.000 miembros de las llamadas autodefensas y sus comandantes cesaron sus operaciones. (…).” (Tomado de http://es. Wikipedia.org).

La llamada ―desmovilización‖ fue un negocio y una farsa, montada por el gobierno Uribe y sus asesores José Obdulio Gaviria y Luis Carlos Restrepo (Ver “La mentirosa desmovilización”, Anexo siguiente) (Bbl 88) - - - -

Bbl 88: “Anarkismo”. Net ( http://es.wikipedia.org/wiki/Wikipedia:)

Anexo 89: La mentirosa desmovilización . (viene p.- 212 y 231) “Según la organización Amnistía Internacional (AI), las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) son responsables de 1.900 homicidios y desapariciones desde que anunciaron un alto el fuego en el año 2002‖. (Datos del 2005, Desde ese año al 2010 se multiplicó, con creces, ésta cifra. NdelA) Algunos de estos crímenes han sido ejecutados por unidades que supuestamente están desmovilizadas por el proceso de paz abierto por el gobierno de Alvaro Uribe. Susan Lee, directora del Programa Regional para América de AI, dijo: ―siempre hemos pedido a los gobiernos de Colombia que combatan y disuelvan a los grupos armados ilegales, pero cualquier desmovilización debe ajustarse a las normas internacionales sobre verdad, justicia y reparación; de lo contrario esos esfuerzos sólo servirán para reforzar la impunidad‖.

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Por otro lado, se siguen verificando fuertes vínculos entre las fuerzas de seguridad y los escuadrones de la muerte. (…).” “Pero, además, la llamada “desmovilización” es un fabuloso negocio: ―los paracos‖ entregan armas no o mal contabilizadas que regresan a sus manos, reciben pago como “desmovilizados”, el cual se multiplica porque acuden varias veces con ese carácter, imitando la táctica de Rommel en la 2° guerra, que asustaba a los ingleses paseando sus tropas, varias veces, alrededor de una montaña, produciendo la ilusión de miles de soldados, cuando en realidad se trataba de pequeños contingentes. Continúan como mercenarios, pagados con el prooducto del narcotráfico y las contribuciones de nuevos capitalistasterratenientes, que los necesitan para amedrentar la población, lo cual hace imposible que los desplazados intenten recuperar sus terruños” (Bbl 89) - - - Bbl 89:

“Concosur.com”.

Anexo 90: Los “falsos positivos” Tomado de “Anarkismo.net”, Oct. 12/2008

(Viene p. 212 y 231)

“El conflicto social y armado que azota a Colombia desde hace seis décadas, sufrió una extraordinaria transformación desde el ascenso de Uribe al poder en el 2002: desde entonces, el campo de batalla privilegiado dejó de estar en los campos colombianos o en sus montes, y pasó a estar en los medios informativos. La principal guerra que hoy se libra es mediática, y desde las pantallas televisivas o desde las ediciones de la prensa, el ministro de defensa Juan Manuel Santos, el general Montoya o Naranjo, y hasta el propio presidente Uribe, se encargan de transmitir a todo el país, cómo si se tratara de un macabro reality show, los últimos ―golpes contundentes‖ a las guerrillas (principalmente a las FARCEP) o se exhiben, con un morbo rayano en lo pornográfico, los insurgentes capturados o los cadáveres de los guerrilleros abatidos. (…)

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Es en este contexto en donde tiene que entenderse el fenómeno típicamente colombiano de los ―falsos positivos‖. Un concepto que a cualquiera que no esté familiarizado con la realidad colombiana le parece sencillamente un oximorón, pero que es en realidad una palabrita cuya sola mención hace que a cualquier campesino colombiano le den escalofríos. En medicina, un falso positivo es cuando a alguien se le diagnostica de una enfermedad que no padece. En la jerga militar colombiana, un falso positivo, es algo similar: declarar un resultado positivo del Ejército a algo que no lo es. (…) la lista de posibilidades de falsos positivos es bastante larga/y/extensa. Algunas

de las

motivaciones

de los falsos positivos

son:

-Tender cortinas de humo para distraer la atención pública de situaciones escandalosas que involucren al gobierno o al Ejército; -Buscar desacreditar y aislar a los insurgentes culpándolos de atrocidades que no han cometido; -Obtener beneficios por parte de los militares (ascensos y días libres) o recompensas por parte de los ―sapos‖ de la red de informantes (los cuales muchas veces comparten con sus socios en el/Ejército); -Cumplir con las metas impuestas por los mandos superiores so pena/de/castigos/y/maltrato/físico; -Inflar los resultados favorables al gobierno, como por ejemplo, decir que se ha dado de baja a tal número de guerrilleros en combate cuando/no/es/verdad; -Tratar de mostrar más eficiencia de la que realmente tiene el Ejército (por ejemplo, con los montajes de atentados ―frustrados‖); -Deshacerse de elementos molestos de la oposición o del movimiento popular, sin necesidad de asumir directamente las consecuencias; -Culpar de sus propios crímenes (o de los crímenes de sus aliados en la mafia paramilitar y narcotraficante) a los insurgentes;

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-Aumentar la popularidad del Supremo Líder colombiano (Álvaro Uribe) por oposición a la satanización de la insurgencia(…)” El articulista no destacó las cuantiosas sumas, manejadas en cuentas secretas por varios organismos gubernamentales, principalmente el Ejército, para comprar información sobre “positivos”. Asesinados humildes muchachos, secuestrados en sus barrios o veredas y disfrazados de “guerrilleros”, el informante cobra. Sólo que nunca se sabe quien fue el informante, pero engordan las cuentas bancarias de altos burócratas, civiles y militares. Niños y adolescentes fueron las víctimas de éste tipo de criminalidad. (Bbl: arriba, “Anarkismo.com”)

Anexo 91 : Los “Grupos sucesores” y las “Bacrim” (viene p. 212) En 2010, ―Human Right Watch‖, en un extenso documento con variados ejemplos, denuncia una ―Nueva cara de la Violencia en Colombia‖ con los ―Grupos sucesores‖, 37 hasta esa fecha, continuadores de las AUC‖ lo cual desmiente las afirmaciones gubernamentales del ―proceso exitoso‖ de la desmovilización paramilitar. Las AUC se reencaucharon con éstos grupos y de carambola hicieron el jugoso negocio, con la complicidad oficial, de cobrar la desmovilización y seguir delinquiendo (una “desmovilización fraudulenta”, la llama HRW). Así, los famosos ―30.000 desmovilizados‖ “paras”, no lo fueron. Sus herederos, sus “sucesores” han incrementado el desplazamiento de miles de campesinos, duplicaron los homicidios, se extendieron a 173 municipios de 24 de los 32 departamentos colombianos, reconstruyeron un tejido de tolerancia con los agentes del Estado y actúan más o menos tranquilamente con los nombres de “urabeños”, “rastrojos”, “los paisas”, “los machos”, “nueva generación”, “renacer”, “águilas/negras”,etc. . Sus jefes son los mismos mandos medios de las AUC; actúan en las mismas regiones; sus contactos gubernamentales, los mismos; los mismos crímenes; el mismo negocio.

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Negocio que implica la fusión con frentes o semi-frentes de las Farc, que ya no atienden al “Secretariado”. Surgen, así, Bandas Criminales –“Bacrim”-, otro eslabón de los “grupos sucesores”. (Tomado de “¿Adios Socialismo?” En otra prestigitación paramilitarEstado, a fines de 2011, ésta alianza se inventó, nueva organización para el jugoso negocio de la desmovilización: el llamado ―Ejército Revolucionario Popular Anticomunista‖ (ERPAC). ¡Que curiosa denominación! Indudablemente fruto de sofisticada publicidad subliminal, tan lejana a los grotescos “paras” como cercana a “la línea exquisita” Santos de “contra-inteligencia”, promovida por sus asesores norteamericanos. El reverso de esa moneda perversa es la denominación ―gaitanista‖ a una banda paramilirtar, muy probablemente, uribista, bendecida cuando era presidente, al suprimir de un plumazo el “Instituto de la Participación, J.E. Gaitán”

Anexo 92: La guerra entre carteles (viene p. 212 y 231) Un gracejo popular, “la guerra entre carteles no es más que el enfrentamiento de unos muchachitos de la comuna sur-oriental de Medellín, contra otros del barrio Terrón Colorado de Cali, para repartirse Los Angeles y New-York‖, muestra cómo la sociedad, en su conjunto, ha sido víctima de la guerra de los carteles.. Los organismos del Estado tomaron partido por uno y otro. Mandos militares con uno; policiales, con otro; jefes del DAS con uno, de la Fiscalía con el otro; el gobierno y la DEA, pactando con unos y otros para conseguir –como obtuvieron- que dos se destrozaran. Hasta allí sería una inteligente táctica, si su implementación no hubiese ocasionado numerosos genocidios: Bombas, voladura de edificios, fuego cruzado en medio de transeúntes, atemorización a la población con bandas armadas que se transportaban “de civil”, tranquilamente por las calles,…e incluso el criminal atentado contra avión de Avianca en la ruta Bogotá-Cali, en el cual murieron 106 ciudadanos, el 27 de Noviembre/1989, como advertencia de un cartel sobre el otro.

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Aún es un misterio la aparición y desaparición de “los pepes” (“perseguidos por Pablo Escobar”), aparato paramilitar imposible sin que sectores del Estado y/o la propia Dea no lo crearan, hasta conseguir su propósito. Policias, en Medellín, con precio, sin importar de quien se tratara, sólo como fórmula de terror de Escobar; agentes masacrados en Cali, por soldados que cumplieron orden de algún cartel, etc, etc. Suman miles las víctimas de éstos enfrentamientos. En sólo una semana, la primera de Junio de 1990, fueron asesinadas 238 personas en Medellín Sin la intensidad de esos años, el fuego cruzado entre carteles, le sigue costando la vida a decenas de transeúntes sin que el Estado acepte las numerosos propuestas por el desarme y confiscación de armas a personal ajeno a la fuerza pública. Medida que los carteles no permiten, para lo cual cuentan con el respaldo de las FFAA que invocan su jurisdicción sobre éste tema. El cacareado “monopolio de las armas por el Estado‖ no se aplica porque quienes deberían ser los primeros en defenderlo, -las FFAAson permisibles con los carteles que requieren la tenencia de armas para sus escuadras de sicarios. (Bbl: “Selecciones de Prensa Colombiana : No 1-150)

Anexo 93: La criminalidad “guerrilla” (viene p. 232) El movimiento que dejó de ser guerrillero de las ex - FARC y el ELN, son respònsables de masacres a campesinos, tanto por fuego cruzado con fuerza pública y paramilitares, como por las “minas antipersona” o “quiebrapatas” que ubican de acuerdo a su localización coyuntural, sin imporatarles la niñez campesina que deambula por las veredas en dirección a sus escuelas. Han llevado el Secuestro al, probablemente, el mayor índice en el mundo que dividen entre ―político‖ y ―económico‖, con el resultado paradógico que con él obtienen la mayor pérdida política y económica.

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Me atrevo a afirmar que sin los secuerstros, hoy las FARC gozarían de un no despreciable apoyo ciudadano e internacional. Además, valdría la pena que hicieran el balance político y económico: priobablemente gastan más en sostener secuestrados, guardianes y movilizaciones que los fondos que logran canalizar por esa vía. Han produicido desplazamientos en masa de campesinas en un extraño movimiento que favorece al capital-terrateniente; secuestraron y asesinaron indigenistas norteamericanos que acudieron a nuestras selvas para colaborar con las comunidades (¿Es más importante ser “gringos” que trabajadores sociales?). Hostigan al movimiento estudiantil y obrero, mediante encapuchados, con exigencias y prescencia en sus marchas, lo cual logra la desactivación del movimiento popular. Si Colombia es hoy –politicamente- el país suramericano más atrasado, es en gran parte gracias a las Farc y al ELN. Sólo dos ejemplos, sin contar masacres a población indígena en Nariño y Cauca, que evidencian que la teoría marxista, socialista y revolucionaria, tan subrayada por el Che, quedó atrás. Sus objetivos y métodos se equiparan a las mafias, como se demuestra con las masacres, entre otras, de las poblaciones de Bojayá y Vigía del Fuerte (Chocó): a principios de 2000, en las que perpetraron un cruento ataque con explosivos, arrojándolos indiscriminadamente contra la población Pero es una historia –ojalá- del pasado. Las Farc, ahora nuevo partido político legal, bajo conducción de “Timochenko”” han cuestinado y han pedido perdón públicamente por sus crímenes de antaño y -pese a la permanente oposición de los sectores guerreristas de la sociedad, encabezados por el llamado “Centro Deocrático” de Uibe- están demostrando su lealtad con los “Acuerdos de Paz”, logrados en La Habana. ( Sobre arrepntimiento de acciones criminales: EL TIEMPO 18 de

diciembre de 2014) 390


Anexo 94: “La silla vacía” (viene p.233) En 1999, los acuerdos de paz Farc-Gobierno iban viento en popa: la organización guerrillera contaba con una “zona de despeje” de 42,000 km2, (El Caguán) más grande que algunos países centroamericanos o de Europa. Las “Mesas de Trabajo” con sindicalistas, políticos, empresarios, líderes indígenas, campesinos, estudiantiles, gremiales, religiosos, se sucedían permanentemente para lograr propuestas a fin de forjar ―un nuevo país‖. Delegaciones extranjeras asistían. Incluso fue visitado –en una extraña jugada, aún no clara- por el presidente de la bolsa de New York, Mr. Richard Grasso. Había llegado el momento (7 de enero de 1999) de firmar y proclamar el ansiado “Acuerdo de Paz” entre el presidente Pastrana y el máximo líder de las FARC, Manuel Marulanda. El presidente asistió, pero la silla que le correspondía a Marulanda permaneció vacía. El profesor universitario y psicoanalista Fabio Buriticá, enfoca el hecho con una mirada a la psicología profunda del líder guerrillero: La Emboscada del Caguán: Por Fabio Buriticá en ―Desde el Jardín de Freud‖, No. 8, anuario de la “Escuela de Estudios en Psicoanálisis y Cultura” de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional, (Apart es del fragmento final). “(…) la inasistencia de Pedro Antonio Marín al acto protocolario de instalación de las mesas de conversaciones se debió fundamentalmente al carácter fantasmático (…), pues, en su condición de fantasma no podía mostrarse ni confrontarse en público, so pena de dejar de serlo. Los fantasmas en su trato con los hombres son objeto de convocatorias mágicas y de conjuros; y, como sujetos, pues son sujetos fantasmales, sólo les es dado asediar personas, lugares y, en éste caso, también instituciones. Asedian en el sentido que tiene para Derrida, ―estar en un lugar sin ocuparlo‖. Por lo tanto, una de sus figuras de aparición es la emboscada. Inasistencia no significa ausencia. El fantasma de Manuel Marulanda

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hizo presencia en el acto del Caguán bajo la figura de la emboscada. En la emboscada se destaca el predominio de la mirada sobre la escucha. En ella se está al asecho de voces que delaten una figura; mientras que a la percepción borrosa de la misma se le escruta la voz potencial que la especifique. Pero otras voces se hacen oír y se imponen. Son las voces de la guerra. La emboscada pareciera ser un dispositivo que garantiza la eclosión de voces para el goce de los combatientes. (…) En la inauguración de la mesa del Caguán se pueden distinguir tres actores: el presidente de la nación, Andrés Pastrana; el fantasma de Manuel Marulanda y el público en general. Cada uno de ellos tenía en su mira, por medio de la mirada y de la escucha, la captación de otro: el presidente Andrés Pastrana tenía en su mira la captación del fantasma de Manuel Marulanda; el público en general, incluido el televisivo, tenía en su mira la captación del presidente Andrés Pastrana y del fantasma de Manuel Marulanda; y, por su parte, el fantasma de Manuel Marulanda tenía en su mira la captación del Presidente y del público en general. En ésta confrontación de posiciones el fantasma de Manuel Marulanda dominó con su mirada todos los actores del escenario y accedió al conocimiento de los mismos controlando, en éste sentido, la situación; mientras que el presidente Pastrana y el público asistente, a pesar de la alta intensidad de sus miradas, no pudieron captar al fantasma, escapándoseles, por así decirlo, del control que sobre él pudo haber ejercido la mirada. No otra es la estructura de la emboscada. En la mañana del 7 de enero de 1999, a un minuto del Caguán o a mil horas del mismo, resguardado en el filo de una montaña o sentado en algún lugar frente al aparato de televisión, el fantasma de Manuel Marulanda le tendió una emboscada a San Vicente del Caguán. Su emboscada maestra a los colombianos! (…)”

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Anexo 95: El “Plan Colombia” (Viene pag. 233) Plan Colombia (También llamado Plan para la Paz, la Prosperidad y el Fortalecimiento del Estado o Plan Colombia para la paz) fue firmado entre los presidentes Pastrana y Clinton en 1999 con los objetivos teóricos de “generar una revitalización social y económica, terminar el conflicto armado en Colombia y crear una estrategia antinarcóticos.” Continuó en las administraciones colombianas de Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos, y los estadounidenses de George W. Bush y Barack Obama. Recibe asistencia del Foreign Military Financing (FMF) o "Financiación para Fuerzas Militares Extranjeras" del Departamento de Defensa. El “Plan”, volcó en 10 años (1999-2009) 7.300 millones de dólares, más de 3.5 veces que la “Alianza para el Progreso” en el mismo período de 10 años (1961-71), ¡ Pero era para toda América Latina y el Caribe !. (Si dividimos los 2000 de la “Alianza” por países y lo comparemos con el monto del “Plan Colombia”, advertimos que lo supera en más de 100 veces (¡!)) Una somera comparación entre realidad:

los objetivos propuestos y la

1.-―Generar una revitalización social y económica‖. ¿Social? : la pobreza extrema se mantiene en las mismas proporciones –con respecto a América Latina- en estos 10 años. La “tasa de pobreza” de Colombia en el 2007 (a dos años de finalizar el primer período del “Plan”) fue de 46.8%, muy por encima de la mayoría de países como Perú, Panamá, Venezuela, Argentina, Brasil, Cuba, Costa Rica, Chile, sin “planes” de éste tipo. . Está más cerca de Haití que cuenta con el 75% y más lejos de Chile (13.7%), los dos extremos. (Fuente: Cepal, “Panorama Social de América Latina”/2008). ¿Económica?: El crecimiento anual promedio del PIB fue inferior o igual al de otros países latinoamericanos sin éste tipo de planes e incluso inferior al colombiano en algunos períodos anteriores al “Plan” 2.-“Terminar con el conflicto armado‖, bandera –también- del presidente Uribe en 8 años con su ―Seguridad Democrática‖. El conflicto`continuó con más beligerancia, hasta los “Acuerdos de paz

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de La Habana”, no por “El Plan Colombia”, sino por la voluntad FARC-gobierno; 3.- “Crear una estrategia antinarcóticos”. ¿Resultado?: el narcotráfico se ha extendido con “los grupos sucesores” y las “Bacrim”. Hay más droga, después que antes del “Plan”, procedente de Colombia en las calles norteamericanas, con la paradoja que entre más fumigaciones, contra el campesino colombiano, más drogas contra la juventud norteamericana. La fumigación aérea con glifosatos y otros venenos que arruinan la “economía de pan-coger” fue un rotundo fracaso. .En todo caso, se trató de un Plan enmarcado en la geopolítica norteamericana y en la geo-economía monopolista, con el pretexto de una “lucha contra la droga” que no toca a los importadores, ni previene y/o castigue el consumo. Como lo advierte el sociólogo norteamericano Noam Chomsky, en su libro “Colbac”, "La droga ha provocado una serie de actividades subversivas y contrainsurgentes de parte de Washington desde los años posteriores a la segunda guerra mundial, cuando ayudó a la mafia a establecer el tráfico de heroína en Francia como parte de una estrategia para socavar al movimiento obrero europeo..." (Bbl. 95)

- - - Bbl 95: “Colbac”: Noam Chomsky; “Plan Colombia y Conflicto Interno Colombiano”: Allende La Paz

Anexo 96: La “Catedral” (viene p. 234) Uno de los actos –y omisiones- más bochornosos de la administración Gaviria es el ―episodio Pablo Escobar-―La Catedral‖Gaviria”. La nueva Constitución del 91, en su art. 35, consagró que ―se prohíbe la extradición de nacionales,‖. con el visto bueno del presidente y el apoyo de gran parte de la bancada de su Partido Liberal. Escobar, con esa garantía y previo acuerdo con el presidente (cuya totalidad aún no se conoce), se dirigió en helicóptero a la Oficina de Instrucción Criminal de Medellín, el 19 de Junio de 1991. Estaba acompañado de una numerosa escolta. También en helicóptero, con sus lugartenientes, ocupó la “cárcel” que él mismo había acondicionado en Envigado, cerca de Medellín,

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protegido por la 4a Brigada del Ejército. Había construido ―(…) habitaciones cómodas, salas de billar y pool, bar, cancha de fútbol, cascada, excelente vista de los contornos de la prisión, cuadros y muebles importados, etc. En ―La Catedral‖ se celebraban también orgías y fiestas para amigos y sicarios. Los medios apodaron a ―La Catedral‖ como "cárcel de Lujo", "cárcel 5 estrellas", etc.” (o.c.). Tenía computadores, decenas de aparatos de comunicación, armas y municiones, instaló bancos en sus inmediaciones para disponer permanentemente de grandes sumas en efectivo,… Todo con el consentimiento y la cobertura del alto gobierno. Llegó a asesinar en esos predios a sus propios compinches, haciéndolos comparecer ante él. Por presión de la embajada norteamericana, el presidente Gaviria dispuso su traslado a ―una verdadera prisión‖, de lo cual se enteró Escobar. Así, el 10 de Julio de 1992 la abandonó tranquilamente sin que toda una Brigada del Ejército (la Cuarta), a pocos metros de la “prisión”, interviniera. El “Acuerdo” sobre “La Catedral” permitió que desde allí y fuera de allí, cuando salió sin ningún problema, acrecentara los magnicidios y genocidios, especialmente contra agentes de policía, “tasados” a 20 millones de pesos por cada uno asesinado. - - - (Bbl: 96 “Selecciones de Prensa Colombiana” , 1991; “El País” de España, archivos/1991; “Pablo Escobar, mi padre”: Juan Pablo Escobar.

Anexo 97: Super-Resumen (Viene pag. 234): Algunos genocidios/magnicidios en las “eras” “Post-Frente Nacional” y “Estado Social de Derecho (1978, hasta 2011) Un común denominador de magnicidios/genocidios se presenta tanto en la “era post FN‖, como en la del ―Estado Social de Derecho‖: lograr desplazamientos forzados y rápidos. Aunque estos desplazamientos han sido un signo continuado en toda la historia, desde la conquista, en la “era pos FN”, comienzan con el ―Estatuto de Seguridad‖, en la primera administración, la de Turbay.(El gobierno López fue puente porque si bien puso fin a la “alternación”,

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continuó con la repartición burocrática bipartidista del poder ejecutivo, hasta 1978) Fue aplicado tanto en las ciudades, contra toda la izquierda, como en regiones campesinas en las cuales se extendió el capitalismoterrateniente, lo cual implicó brutales desalojos, como en Urabá, en Puerto Boyacá; en San Vicente de Chucuri, en la Sierra Nevada, en Huila, en el Cauca, particularmente contra indígenas y en el “Magdalena Medio” (Rica y estratégica zona que enlaza al sur, al centro, al oriente, al occidente y al norte del país, con grandes yacimientos minerales, ganadería, diversa agricultura, pesca, petróleo, esmeraldas, platino, y comprende porciones importantes de los departamentos de Antioquia, Bolívar, Boyacá, Cesar, Santander más pequeños segmentos de Caldas, Cundinamarca y Tolima) Periodo del poder militar en la sombra, el auge –sin precedentes en toda América- del paramilitarismo; el imperio de las mafias narcotraficantes; el desenfreno del capitalismo burocrático, con una escalada nunca antes vista de la corrupción administrativa; los esfuerzos de paz de las administraciones Betancur, Barco y de las Farc, colapsados por los mandos militares; el auge y la desmovilización del M-19; la victoria estudiantil de “la séptima papeleta” que obligó a la convocatoria de la Constituyente. De otro lado, los secuestros, la voladura de oleoductos, masacres a poblaciones y otras actividades demenciales por parte del movimiento guerrillero que involucionó al ―guerrillismo‖.

-Era Post Frente Nacional (1978-2001) A los crímenes para la expansión terrateniente en el campo se agrega las desapariciones, las torturas y los asesinatos en cautiverio por parte de las FFAA contra cualquier sospechoso de pertenecer o simpatizar con las guerrillas. Crímenes que se multiplicaron, especialmente contra adolescentes y niños, a partir de 2003, mediante el macabro expediente de ―falsos positivos” (anexo 88). Algunos ejemplos de la oleada criminal en la “era post FN”: El cadáver de uno de los fundadores del ELN, José Manuel Martínez,

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capturado por el B-2 (Inteligencia del ejército), pero desaparecido para efectos legales, fue encontrado en Sibaté (Cundinamarca) con notorias señales de tortura; Omaira Montoya fue desaparecida; en el Cauca es asesinado el líder indígena Benjamín Dindincué. El Magnicidio/genocidio contra la Unión Patriótica y el Partido Comunista. Las protestas estudiantiles y obreras son baleadas con varios muertos y heridos. Cadáveres no identificados aparecen en varias veredas. La Unión Nacional de Oposición (UNO) que agrupa a disidentes liberales, intelectuales, sindicatos, organizaciones estudiantiles y campesinas y al Partido Comunista, es el blanco de los crímenes semi-oficiales de 1979/80, con el asesinato de los concejales Darío Arango, en Medellín; Rodrigo Castro en el Huila, Jaime Posada en Turbo (Antioquia). Los informes condenatorios de tanto crimen por Internacional, son rechazados por el gobierno Turbay.

Amnistía

Es una administración manejada por un poder militar no tan en la sombra. El ex presidente Echandía declara: ―En Colombia hay un gobierno militar y el dictador es el General Camacho Leyva‖ (Ministro de Defensa, en reportaje con la revista “Cromos”) En todo el gobierno Turbay (1978-82), ese poder militar en la sombra, tortura, desaparece, ejecuta a miles de campesinos y ciudadanos. Las cifras son imposibles, pero esa ola genocida fue denunciada por prelados de la Iglesia, organismos internacionales, comités pro DDHH, periodistas, ex presidentes, magistrados y organizaciones sindicales. En el puente entre las dos “eras”, el presidente Cesar Gaviria, en 1990, para boicotear el proceso de paz, comprometido por el presidente Barco, ordena a las FFAA la ―Operación Centauro‖ que cerca “La Uribe”, sede del secretariado de las Farc, con bombardeos indiscriminados que producen la muerte de numerosos labriegos. Fue un desastre táctico para el Ejército, pues mueren 120 soldados (Anexo 81b). Pero un desastre, madre de genocidios ulteriores, para Colombia, pues abortó el laborioso proceso de paz que emprendieron las administraciones Betancur y Barco con las Farc. ****

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El “Estado Social de Derecho”, el del viejísimo “Nuevo País”, no sólo nace con el luto ya señalado, sino que acrecienta la ola magnicida/genocida: Sólo tres ejemplos de masacres a poblaciones en tres meses: en el 2000: en Yarumal (Antioquia) las AUC asesinan 19 campesinos y en Febrero, producen la masacre de 100 en El Salado (Bolívar), repiten la hazaña en Macayepo (Sucre) con 15, logrando el éxodo de la población. Presento una incompleta relación de otros magnicidios/genocidios, cometidos por Paramilitares, FFAA y ―guerrillos‖: (Reitero que no se incluyen muertes en combate. Separo, por actividades de las víctimas, e incluyo tanto a los asesinados en la ―era post Frente Nacional‖, como a los de la época del “Estado Social de Derecho‖, excluyendo aquellos que a mi juicio fue importante destacar en anexos aparte y entendiendo por “magnicidios” los secuestros con o sin muerte. En éste listado incluyo las masacres cometidas por los narcotraficantes en la guerra inter-mafias que obviamente se proyectó en genocidio contra la población.) Dirigentes políticos, magistrados, jueces, militares, (Este anexo y en el 79a, destaco los de Alvaro Gomez, Luis Carlos Galán, Manuel Cepeda y Carlos Pizarro, Otros políticos prominentes, víctimas de la ola criminal del período fueron (el orden, aprox, sigue fechas de asesinatos): Rafael Pardo Buelvas (1928-78): Abogado, político, dirigente del Partido Conservador, hizo parte del gobierno López (1974-78) en los ministerios de agricultura y gobierno. Desde muy joven fue exponente de los intereses del capitalismo terrateniente, en cargos públicos (Gerente de la Caja Agraria, Ministro de Agricultura) y privados (Presidente de la Federación Nacional de algodoneros y de la Sociedad de Agricultores de Colombia). Fue un cerrado opositor a la política agraria del presidente Lleras Restrepo y su ―brazo de expropiaciones‖, el Instituto Colombiano de la Reforma Agraria. Como ministro de gobierno, le tocó enfrentar las movilizaciones nacionales ―más importantes, después de 9 de Abril‖, contra el alto costo de vida, el creciente desempleo y la represión, realizadas el 14 de Sept/1977, con numerosos heridos, presos y cerca de 50 muertos. Su crimen, un año después, en aparente

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represalia por su gestión como ministro, es un misterio, pues se lo atribuyó una organización inexistente, “Autodefensa Obrera” (ADO), ejecutada por asesinos confesos no conocidos en la izquierda. El crimen lo pagaron con “cárcel cinco estrellas” y después de haber sido condenados a 25 años de reclusión, salieron antes de 8 años (¿?). El asesinato de Pardo Buelvas fue esgrimido por el ministro de defensa y los sectores militaristas, para urgir la represión contra ―la subversión y sus colaboradores‖. Sea como sea, éste vil asesinato fue cometido, o bien por ―el fascismo rojo‖, o bien por el fascismo a secas. Rodrigo Lara (1946-1984); Abogado, economista, político liberal, fue alcalde de Neiva, diplomático, diputado, representante, senador. Cofundador con Luis Carlos Galán del “Nuevo Liberalismo”, ministro de Justicia en el Administración Betancur. Probablemente fue el primer hombre público que enfrentó clara y directamente a las mafias, especialmente a Pablo Escobar y Carlos Lheder, reactivando procesos “dormidos”, confiscándoles propiedades y avionetas y propiciando la extradición. Fue acribillado en las calles de Bogotá, dando inicio a la guerra gobierno-carteles. El escritor Nahum Montt muestra su dimensión en el ensayo-novela, ―Lara‖.

Carlos Toledo (1932-84) : el más importante dirigente del M-19, después de Bateman (algunos sugieren que llegó a tener la mayor ascendencia dentro de la organización). Médico, hacía parte del “ala anapista” del “M”. Muerto su caudillo, el General Rojas, funda ―Anapo Socialista” y -unido a sectores disidentes del PC-, el M-19. Buen orador y muy querido por la población llegó a ser el dirigente del M-19, con mayor ascendencia popular. Fue acribillado por sicarios paramilitares (al parecer militares de civil), cuando había sido amnistiado por el presidente Betancur. Ivan Marino Ospina (1940-1985): ―Caleño paisa‖, criado en Pereira, desde muy joven se alistó en la Juco y fue el secretario político del Comité Regional de Risaralda. ―Pro-chino‖, hizo parte, clandestinamente, de ―la fracción‖ que conspiraba contra las direcciones del PC y la Juco y se comprometió con la escisión en el V Pleno del Comité Central. Pero a última se arrepintió y fue un duro

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crítico de “los fraccionalistas‖. Termina separándose del Partido con Jaime Bateman, con el que funda el M-19, del que es el segundo del ―Comando Superior‖. Coadyuvó a “cranear” y ejecutar el audaz asalto subterráneo al “Cantón Norte‖, en el cual el “M”, ―expropió para la revolución‖ 5.000 fusiles. Capturado, fue interrogado. Ospina respondió las preguntas de rigor (nombre, edad, padres, hermanos) y en seguida: ―Eso es todo lo que les voy a decir, h.p‖. Fue severamente torturado y encarcelado. Bateman se la jugó por su compañero del alma y organizó una de las fugas cinematográficas más espectaculares, con efectivos del “M” disfrazados de militares. A la muerte de Bateman, asume la jefatura de la organización, pero rápidamente es reemplazado. Ivan Marino fue promotor de una paz negociada y en 1984, en Madrid, firma tregua con Belisario Betancur. Estos ―guerrilleros por la paz‖, son el blanco preferido del militarismo. En su casa de Cali es acribillado, por efectivos del ejército. Alvaro Fayad (1946-86): Estudió psicología en la Universidad Nacional, donde se distinguió por gran compañerismo y serios estudios que plasmó en varios ensayos. Fue siempre “hermético”, aislado de “rumbas” y “tenidas”, propias de la época. Cofundador del M-19, de la vertiente JUCO-PC-Farc (la otra fue “Anapo Socialista”). Desde el principio hizo parte del “Comando Superior”, muy amigo de Jaime Bateman e Ivan Ospina. “Craneó” y participó en el asalto a la hacienda-museo San Pedro Alejandrino, en Santa Marta, donde era custodiada la espada de Bolívar, con la cual el “M” anuncia los inicios de la guerra con el ideario bolivariano. También es uno de los cerebros de la operación “Cantón Norte” con la cual su organización “recupera para el pueblo‖ 5.000 armas. Preso, asume su defensa en Consejo Verbal de Guerra donde es condenado a 26 años de reclusión. Pero la amnistía otorgada por el presidente Betancur, lo deja en libertad. Estimula y firma a nombre del “M” el “Acuerdo de Paz” en Corinto (1984). Roto, es uno de los artífices de la toma del Palacio de Justicia, cuando ya había asumido la jefatura del Comando Superior en reemplazo del destituido Ospina y –un poco antes de la toma del Palacio- asesinado, por lo cual el operativo llevó su nombre. Fayad, aunque pretendió, con vehemencia, su organización le impidió participar directamente en el mismo. Un año después es asesinado,

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fuera de combate, en su casa de Bogotá, el 13 de marzo de 1986, por la alianza ―mili‖-―para‖ Los hermanos gemelos, Oscar William y Jairo de Jesús Calvo (1953-1985 /1987): Dirigentes del PC (m-l) y del EPL. Después de destacarse en combates e impulsar la ―Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar”, con las Farc, el ELN y el M-19, promovieron la paz e hicieron parte de la comisión respectiva, en el gobierno Betancur. Oscar William fue el cerebro de ―la séptima papeleta‖, con la cual los estudiantes lograron la convocatoria de la Asamblea Constituyente propuesta por él. Jairo muere en Combate en 1987 y William es acribillado en calles de Bogotá junto con sus compañeros Alejandro Arcila y Angela Trujillo. En entrevista con la escritora y periodista Olga Behar (―Las guerras de la paz‖) se pronuncia contra los asesinatos y declaratoria de ―objetivos militares”, contra dirigentes revolucionarios que Arboleda había impulsado en esas organizaciones Jaime Pardo (1941-87): Con mucha dificultad fue enrolado en la Juventud Comunista, pues se proclamaba ―liberal radical, gaitanista de raca-mandaca‖, pero la JUCO persistió en “ganarse” éste magnífico orador, muy querido por el estudiantado de la Universidad Nacional. La radicalización estudiantil de loa años 60 lo empujo hacia el marxismo y la organización comunista. Estudioso abogado hizo una rápida carrera judicial como juez y magistrado. Promueve, funda y es el primer presidente de la Asociación de empleados del poder judicial (ASONAL). Promueve la Unión Patriótica y es su primer presidente, al tiempo que miembro del comité central del PC. Candidato presidencial, rompe la barrera de 300.000 votos, número máximo de sufragios que había obtenido la izquierda hasta ese momento. La UP comienza a ser masacrada y Jaime acusa a los altos mandos del ejército de ―conocer y dejar hacer‖. Públicamente señala al narcotraficante Gonzalo Rodriguez Gacha de ejecutar los crímenes en contubernio con altos oficiales. Es asesinado el 11 de Octubre en la carretera “La Mesa”-Bogotá, Autor de ensayos, artículos de prensa, ponencias jurídicas. En su libro ―¿Paz?: ¡Pax!‖, expone la diferencia entre los procesos de paz consensuados y la “pax” impuesta con el crimen, a la manera romana y norteamericana.

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Héctor Abad Gómez (1921-87). Médico, escritor, profesor, cofundador de la Universidad Autónoma Latinoamericana, gestor de varios proyectos para la salud popular, promotor de ONG por los DDHH. Algunos de sus libros: ―Pasado, presente y futuro de la salud pública‖, ―Visión del mundo‖, ―Un programa de salud para Colombia‖, ―Manual de Tolerancia‖, ―El subdesarrollo mental‖. Fue acribillado por paramilitares. En su memoria, su hijo Héctor Abad Faciolince escribió ―El olvido que seremos‖. Carlos Mauro Hoyos (1939-1988) Procurador General de la Nación fue objetivo militar del narcoterrorismo dirigido por Pablo Escoba, que lo acribilló en Medellín, como represalia a la persecución a las mafias. Dirigente del Partido Liberal, había sido parlamentario. José Antequera (1954-89): Dirigente juvenil (Secretario Político de la Juventud Comunista y Presidente de la organización nacional de estudiantes de la época), miembro de la dirección nacional de la Unión Patriótica, fue acribillado en el aeropuerto de Bogotá, en el mismo atentado en el que fue gravemente herido el candidato presidencial Ernesto Samper. Su asesinato fue una demostración para la izquierda guerrillera (Farc, ELN, EPL) de la traición que eran objeto por parte del gobierno y se retiran de las conversaciones de paz en Tlaxcala (México) Bernardo Jaramillo (1956-90): Deportista, cantante de tangos, dirigente agrario en el Urabá antioqueño, abogado, senador, presidente de la UP, tras el asesinato de su compañero Jaime Pardo, y candidato presidencial en 1990. Abogó por un gran entendimiento ―democrático a la izquierda‖ y propuso la afiliación de la UP a la Internacional Socialista. Crítico de la ―la combinación de todas las formas de lucha‖ , bandera de las Farc y de un sector del PC, pero –ante todo- denunció con toda energía al militarismo y al paramilitarismo. Fue acribillado en el aeropuerto de Bogotá, pero trasladado con vida a la clínica de la policía, misteriosamente el ascensor dejó de funcionar. Bernardo terminó de desangrarse y murió minutos después en el quirófano. Su asesinato puso de presente ciertas diferencias entre las mafias y el paramilitarismo, pues mientras Pablo Escobar negó toda vinculación y condenó el crimen, Carlos Castaño, quien gozaba de protección, logística,

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información, de altos mandos y guarniciones militares, claramente implicado en el crimen.

estuvo

Enrique Low Mutra (1939-1991) Economista y abogado, profesor universitario, ministro de justicia de la Administración Barco, fue acribillado por las mafias, dada su vertical posición por la extradición. Conociendo que era objetivo militar fué nombrado embajador, pero el presidente Gaviria, abruptamente lo destituyó y le suprimió escoltas, cuando fue asesinado. Fernando Landazábal Reyes (1922-98): Militar de carrera, fue un sobresaliente cadete. Como miembro del “Batallón Colombia”, se alistó en la guerra de Korea, profesor en la Escuela Superior de Guerra y jefe del Departamento de Inteligencia del Estado Mayor. Ministro de Defensa en el gobierno Betancur, se retiró como protesta por los acuerdos de Paz, con las organizaciones guerrilleras. Tuvo fama por ser adalid del “aplastamiento de las organizaciones subversivas” y la persecución a todo aquel que se presumiera colaborador con las guerrillas. Fue la delicia de los caricaturistas con el equívoco Landazábal = ―lanzabala‖.. Nadie reivindicó su asesinato, pero se presume realizado por algunas de las organizaciones guerrilleras. Autor de seis libros y una colección de poemas. Raúl Reyes (1948-2008; anexo 54, p.201-02) (Como asumo que los guerrilleros muertos en el Palacio de Justicia, fueron en combate, no relaciono a importantes dirigentes del lM-19, como Andrés Almarales (1935-85), Luis Otero (1943-85) , Alfonso Jacquin/ 1954-85) Los asesinatos de Diana Turbay, 11 diputados del Valle, varios militares, niños, lo mismo que los secuestros de Andrés Pastrana, Francisco Santos, Camila Michelsen, María Montoya, Ingrid Betancur, Clara Rojas, Maruja Pachón, en los anexos 71, 145 y 149. Los de Teófilo Forero, José Miller Chacón,, Leonardo Posada, en anexo 80a. Otros dirigentes políticos secuestrados y/o asesinados fueron: Narciso Matus Torres (1937-87, conservador, ex gobernador del

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Meta, aparentemente ejecutado por las Farc); Leonardo Posada (1947-86, miembro del comité central del PC y dirigente de la Unión Patriótica, muerto por el paramilitarismo); Diana Cardona (19611990, parlamentaria, dirigente de la Unión Patriótica); Oscar Tulio Lizcano (1947, …); secuestrado por las Farc en 2000, logró fugarse. Escribió “Años de Silencio”, Alan Jara (1957, ), Liberal, ex gobernador del Meta, secuestrado por las Farc en 2001, fue liberado en 2009), (Reitero que muertes en combate o en accidentes, no los incluyo como “Magnicidios”, a pesar del indudable perfil de grandes conductores como Camilo Torres Restrepo, Jaime Bateman y otros que se relacionan en el Cap. 7, acápite 7 “El foco…”) Periodistas: En 20 años, han sido asesinados más de 150, periodistas, la gran mayoría por las mafias del narcotráfico y el paramilitarismo. Uno de los más impactantes fue el del humanista-humorista Jaime Garzón (Anexo 80b), los de periodistas-políticos como Alvaro Gómez y Manuel Cepeda (Anexo iden), el de valientes defensores de DDHH, como Eduardo Umaña, Sylvana Dussan e Ivan Ríos. Como ejemplo de periodismo intransigente con las mafias, la corrupción y el paramilitarismo, se destaca Guillermo Cano (1925-1986). Hijo de familia vinculada al periodismo en el diario “El Espectador”. Fue reportero, columnista y director, durante 44 años. Capitaneó la lucha contra la corrupción administrativa, el narcotráfico y fue partidario de la extradición. Pablo Escobar decidió su asesinato, en Bogotá cerca a la sede del periódico. En su honor, Unesco instituyó el “Premio Internacional a la libertad de expresión Guillermo Cano”. La academia (estudiantes y profesores), Sector social por excelencia que denuncia, protesta; combate y propone, no falta en ninguna ola magnicida. Desde 1.929 y Lugo en 1954, estuvo presente en nuestra historia. Pero se acentúo en forma de un verdadero genocidio, no de un golpe, sino gota a gota en nuestros claustros: Algunos casos más impactantes (además de los señalados en el anexo 42):Uno de los más sentidos porque además de ser un ilustre y muy querido profesor, fué un indoblegable luchador por los DDHH: Eduardo Umaña Mendoza (1946-98):

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Abogado de la UN, emprende a partir de 1987 una continua y sostenida campaña contra la desaparición forzada en Colombia y por la defensa de los DDHH. Abogado de sindicalistas y trabajadores presos por participar en jornadas por la nacionalización del petróleo. Se resistió a intento de secuestro de sicarios al servicio del paramilitarismo y fue asesinado en su oficina. Fraterno y solidario con todo aquel perseguido por defender sus ideas. Había sido amenazado, pero –con su alegría y desprendimiento contagioso- respondía: ―más vale morir por algo que vivir por nada‖. Otros profesores asesinados fueron Eutiquio Manrique y Jesús Antonio Bejarano, acribillado –éste último- por el ELN (anexos 68a y 68b) Indígenas e indigenistas (anexos 3,30,39,43,55-56,75,81a) Además, creo importante subrayar que en el Meta, bajo órdenes de “Romaña” (Farc), secuestran a miembros de la misión indigenista norteamericana “Nuevas Tribus”. Otros indigenistas norteamericanos (Tererce Freitas, Lahenaeee Gay, Ingrid Washinawatok), en la frontera venezolana, son secuestrados y asesinados, posteriormente, en cautiverio; Revolucionarios, sindicalistas, (Anexos 81-82-84

comunistas,

Unión

Patriótica,

Sacerdotes: Alvaro Ulcué Chaqué (1943-84), de la etnia Nasa (paez), primer sacerdote católico indígena de Colombia, promotor del “Concejo Regional Indígena del Cauca”, solidario con sus hermanos que invadieron predios de Hacienda López en terrenos usurpados a los indígenas del reguardo de Corinto (Cauca). La tropa, cumpliendo órdenes del latifundista, masacra a los invasores, dejando cinco muertos, entre ellos una niña de 7 años y numerosos heridos. Los indígenas organizan la resistencia con el movimiento armado “Quintín Lame”, que es disuelto en 1991, mediante “Acuerdo de Paz” que incluyó la representación a los minorías indígenas en la Constituyente y posteriormente en los Congresos. Monseñor Isaías Duarte (1939-2002): Arzobi9spo de la arquidiócesis de Cali, muy crítico de las guerrillas, “Premio Nacional de Paz”, fue acribillado en Cali, por desconocidos presuntamente de

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algún a de las dos organizaciones guerrilleras más fuertes: las Farc o el ELN. Pero ambas, desconocieron su autoría. Monseñor Gerardo Valencia Cano (1917-72), “obispo rojo” de Buenaventura, promotor y cofundador de “Golconda” quien desaparece trágicamente. ¿Muerte o magnicidio?: Es un misterio (cap 7, “El foco guerrillero”. “Golconda”: p. 139-140). El Obispo de Arauca, Monseñor Jesús Jaramillo, de 73 años fue asesinado por el ELN, en 1989, bajo órdenes del cura-guerrillero Manuel Pérez, en Mayo de 1999. El EPL asesina en Cáchira (N de Sant.) al cura Pedro León Camargo(Además, alusión al Grupo Golconda en p. 139-40) Falsos positivos: Niños y muchachos de barriadas escogidos, para mostrar “éxitos militares” y cobrar las bonificaciones, (Anexos 82b y 88) Asesinato tanto selectivo, como indiscriminado a toda una organización (Unión Patriótica), (Anexo 81, p. 363) Población indefensa por “colaborar con el enemigo”, o por habitar zonas estratégicas para militares, paramilitares, narcotraficantes y guerrillos: En marzo, asaltan con disparos indiscriminados a “Vigía del Fuerte”, ocasionando la muerte de 20 campesinos y policías. Luego continuaron con Bojayá, masacrando población indefensa. La Fiscalía culpó al Frente 34 de las Farc. Población víctima de la guerra entre carteles y entre mafia y guerrillos Casos que conmovieron todo el país, como las víctimas de la guerra entre los carteles de Medellín, Cali, Norte del Valle, con el genocidio a los pasajeros del avión de Avianca en vuelo Bogotá-Cali, el 27 de Nov/1989, con 107 tripulantes, más tres víctimas en tierra por la explosión; 70 muertos y 600 heridos entre funcionarios y transeúntes transeúntes, dejó la bomba de 500kg de dinamita, en el edificio del Das en Bogotá, ordenada por el Cartel de Medellín, el 6 de Dic/1989, en una operación tendiente a enfrentar tanto al gobierno como al cartel de Cali, presuntamente aliado con el jefe del Das; el 1 de Sept/2008 un carro-bomba explota en la noche en Palacio de Justicia de Cali, dejando 4 muertos y 26 heridos.

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El gobierno culpó a las Farc, quienes negaron la autoría, aunque una persona, ―carlitos‖ que se identificó como guerrillero asumió esa responsabilidad. Periodistas independientes culparon a las bandas “rastrojos” y “machos” del paramilitarismo; desde febrero/1997, aprox, más de 7000 campesinos fueron desplazados de “Montes de María” en el centro del Departamento de Bolívar, víctima de los enfrentamientos Ejército-Farc, además, 69 muertos entre la población que recibe las balas de parte y parte. En la primera quincena de mayo de 1990, varios carros bombas sacuden las ciudades (Cali, 4 muertos, 30 heridos; Pereira, Medellín 32 muertos en dos jornadas de terror más numerosos policías -5 diarios, en promedio-, cuyas muertes compraba Escobar. Sólo en la segunda quincena de Junio de 1990, 63 muertos en Envigado, en Bogotá asesinan al juez Samuel Alonso Rodriguez con su esposa. En seis meses de ese año, se contabilizó, someramente, 10.000. Comenzado el segundo semestre y tras la posesión de Gaviria, el ejército con presidente-socio incumple los aún vigentes “acuerdos de paz”, y masacra a Perijá (Cesar) y los paramilitares a Santander de Quilichao (Cauca); por lo menos 53 campesinos desaparecen en Pinillos y Achí (Bolívar), lo cual produce nuevos desplazamientos (Más, etc, etc, etc) Víctimas de secuestros y del amedrentamiento para aterrar “secuestrados económicos” Cifras imposible porque buen número no son reportados, como parte de negociaciones que amedrentan familias. La Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), reportó más de 2.000 secuestrados entre 1990-91 (Otros casos, Anexos 69, p.334; 71, p,340; 72. p.343; 75, p. 348; 84, p. 375; 86, p. 378 Reclutamiento infantil: (Anexo 77: “Aprenderás a no llorar”) Militares ejecutados por las propias fuerzas armadas, Unas contra las otras, según los intereses del Narcotráfico. El caso no es frecuente, pero sí muy significativo. El 22 de Mayo de 2006, un contingente de la Policía Metropolitana de Cali, instruida en EEUU y grupo élite en la lucha contra el narcotráfico, se desplazó a la Hacienda La Margarita, propiedad de un capo en Jamundí (Valle) pero fueron recibidas por ―fuego amigo‖ del Ejército, Batallón de Alta Montaña, comandado por el coronel Bayron Gabriel Carvajal. Los

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militares fueron condenados, incluido el jefe a 54 años de prisión. En la misma región, en el 2010, se produjo otro enfrentamiento sin muertos pero con heridos. Antes, en 2004, siete policías y un paramilitar son asesinados por unidades de fuerza pública. También en 2006, varios agentes del Das caen asesinados en “Playa de Belén” en hechos atribuidos inicialmente a las Farc pero realizados por unidades militares. Empresarios y ganaderos. También fueron blanco magnicida, especialmente por los grupos guerrilleros, las retaliaciones familiares y la delincuencia común (Están incluidos en éste anexo, p. 250). Otros en Julio de 1988 es secuestrado y asesinado por el EPL el empresario cafetero Hernán Londoño Londoño en Riosucio (Caldas). Es sólo un ejemplo, pues en 2007, según Caracol, se encontraban en cautiverio 3.000 ciudadanos y ciudadanas, la mayoría por parte de las Farc. Los militares no llegaban a un centenar, por lo que es obvio colegir que la inmensa mayoría de esos 3.000 son empresarios, ―secuestrados económicos‖, además de varios desconocidos. La empresaria Gloria Lara, merece una mención especial porque su secuestra y ulterior asesinato estuvo rodeado de hecho extraños. Ocurrió en 1982, un año temido por el militarismo y el paramilitarismo, pues cualquiera de los dos candidatos enfrentados: no les gustaba López porque “la izquierda liberal” constituía cierto tapón para sus desenfrenos. Tampoco Belisario Betancur porque su “populismo” implicaba un gobierno lleno de sorpresas. Al tiempo, el asenso del Nuevo Liberalismo, el movimiento más combativo contra el narcotráfico, los mortificaba. Se prepararon, pues, para ambos casos. Era preciso crear pretextos para cerrar cualquier “apertura democrática” en contravía al paraíso del “Estatuto de Seguridad” de Turbay. El secuestro y asesinato de Gloria Lara proporcionó los argumentos esperados. Acusaron a una organización ya disuelta e inexistente: la “Organización Revolucionaria del Pueblo” (ORP). Por eso resulta extraño que el cuerpo de la señora Lara haya aparecido envuelto en tela con letras doradas, reivindicando lo inexistente. Como los dirigentes que habían pertenecido a esa organización eran –al tiempo- líderes de la Asociación de Usuarios Campesinos (ANUC),

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la organización más odiada por latifundistas y capitalistasterratenientes, endilgarles ese crimen les caía como anillo al dedo. Uno de los ex dirigentes de la ORP, fue elegido Representante a la Cámara por el Nuevo Liberalismo en una arrolladora victoria que hacía del Congreso un probable instrumento contra las mafias, el paramilitarismo y el militarismo. Así, varios de los dirigentes de ANUC fueron acusados del crimen, con “confesiones” arrancadas mediante torturas como quedó demostrado posteriormente. La fiscalía de la época no quiso investigar ni las torturas ni evidentes violaciones al debido proceso. ¡Qué casualidad!: el fiscal, Carlos Jimenez Gómez, terminado su periodo se incorporó como abogado de…¡Pablo Escobar!. Los autores materiales e intelectuales de tan atroz crimen, permanecen aún en la penumbra. Fue tan descarada la acusación a los dirigentes de ANUC y a la ex ORP que “Amnistía Internacional” los defendió y varios gobiernos europeos concedieron asilo para los acusados. Finalmente, fueron absueltos-. En Noviembre de 1999, el ELN, secuestra a la hija del Presidente de la Andi al salir de la U. Javeriana Víctimas de “pesca milagrosa”. En el anexo 71, una referencia general. Otros casos puntuales: En 1999, en Carepa (Antioquia), en Febrero, 11 trabajadores, seleccionados de un grupo de 40; en Marzo, 3 soldados en Labrazagrande (Boyacá), fuera de combate, son secuestrados, torturados y asesinados; en Sucre, 4 policías son ejecutados, después de rendirse;; en Marzo, el ELN organiza un secuestro de 8 campesinos en Bolívar y Magdalena;; comenzando el 2002, a un avión de “Aires”, con lo cual es imposible para el presidente Pastrana mantener la “zona de distensión” y por tanto, quedan rotas las conversaciones de Paz; Revolucionarios disidentes de sus organizaciones, “ajusticiados” por sus ex compañeros (Anexos 68. P. 333 y 79, p. 359) Uno de los más impactantes en la historia de América, el holocausto al Palacio de Justicia (Anexo 80, p. 360) Personalidades, escogidas selectivamente ( Algunos: Anexos 72, p. 343; 73, p. 345; 74, p.347; 75, p. 348; 77, p. 351; 81, p. 363; 82, p. 366

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“Estado Social de Derecho” (1991-, …) (Magnicidios/genocidios de ésta “era” están incluidos en el acápite precedente) La época del “Estado Social de Derecho”, es una escalada rápida y voraz de los desplazamientos porque el nuevo capitalismo, el capital-terrateniente-mafioso, suma la necesidad de transformar el capital-dinero, producto del narcotráfico en capital agroindustrial y minero, con la necesidad de tierras a la mayor velocidad y a los más bajos precios. El militarismo-paramilitarismo soluciona su problema. Por ello las masacres en ésta “era”, están al orden del día en su agenda. A diferencia de los crímenes políticos y de advertencia característicos de las oligarquías en los gobiernos y de las mafias sobre personalidades destacadas (magnicidios), son los genocidios, por las razones anotadas lo más importante para el nuevo capitalismo. Pero no descuida los asesinatos selectivos (Anexo 79a). Pero es preciso resaltar que las negritudes del Departamento del Chocó son las mayores víctimas: “Paras” y “guerrillos” combaten entre sí para “quitarle” la población al otro, pero también se confabulan para las masacres, porque es una región que permite, a través del río Atrato, conexión con las lanchas rápidas que desembocan al océano. Está en la base que explica las masacres a poblaciones arriba citadas..La droga y las tierras para cultivos bioenergéticos se unieron a la “fiebre de oro” para desgracia de la mayor concentración afrodescendiente del país. El obispo de Quibdó, Fidel León Cadavid afirmó: “Son objeto de la disputa entre grupos insurgentes y los grandes proyectos económicos y su estrategia paramilitar. Unos y otros quieren obligar a la población a tomar partido y unos y otros, con intereses diversos, afirman o niegan el derecho a la vida” (Tomado de El País, de España: corresponsalía de Pilar Lozano, Bogotá- Sábado, 4 de mayo de 2002). En ésta “era”, del llamado ―Estado Social de Derecho‖ y/o del ―Nuevo País‖ existen cientos de “etc” de ésta modalidad criminal.

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Bibliografía General de todo el escrito, sin citas textuales, ni referidas a capítulos específicos (Por cada capítulo está incluída al final de cada uno. La bibliografía de “Anexos”, se encuentra al fina l, también anexo por anexo)

Obras Completas de Bolívar: Compilación Fica/Gerardo Rivas; Correspondencia secreta del proceso de paz”: Jacobo Arenas; “El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado”: Federico Engels; ”La violencia en Colombia”: Orlando Fals/Germán Guzmán/Eduardo Umaña; “Colombia Social”, “Colombia: país real y país formal”;”Patriotismo burgués y nacionalismo proletario”: Diego Montaña; “Historia de las ideas políticas”: Walter Theimer; “Los grandes conflictos sociales y económicos de nuestra historia”: Indalecio Liévano;”Introducción a la Historia Económica de Colombia”: Alvaro Tirado;”Colombia hoy””, 2ª edición/1991, compilación (Jaramillo, Melo, Tirado, Arrubla, Kalmanovitz, Cobo, Reyes, Alvarez, Rubiano, Leal, Urrutia, Pineda), a cargo de Jorge Orlando Melo.; La guerra de los mil días”: Jorge Villegas y José Yunis; “Memorias de la guerra de los Mil Días”: Lucas Caballero;“Los Inconformes”: Ignacio Torres Giraldo; “Rafael Núñez”: Indalecio Liévano; “Los años veinte en Colombia”: Carlos Uribe Celis; “Colombia Amarga”: Germán Castro; “Los sucesos de las bananeras”: Víctor Manuel Fuentes; “;”120 días bajo de terror militar”: informe dirigido al Congreso Nacional por Alberto Castrillón;”El café en la sociedad colombiana”:Luis E. Nieto; “¿Adios Socialismo?”: Fred Kaim; “Las ideas socialistas en Colombia”: Jorge E. Gaitán; Ponencia sobre “Historia de la Violencia de Colombia”: Darío Betancourt; “Las guerrillas de Llano”: Eduardo Franco; “La Paz es un Poema”: Gerardo Rivas/Jorge Villegas;“El problema agrario en Colombia”: Luis Emiro Valencia; “Economía social colombiana”: Carlos Mario Londoño;“Historia de Colombia”: Henao y Arubla; “Problemas colombianos”: Alejandro López; “Operación Colombia”: Lauchin Currie;; “Alto al fuego”:Jacobo Arenas, compilación y edición de Cristina De La Torre; ;“Camilo, el cura guerrillero”: Joe Broderick; ”La revolución de las sotanas”: Javier Darío Restrepo;. “Historia de la Revolución de Colombia”: José Manuel Restrepo; . “Historia de la nación latinoamericana” : Jorge Abelardo Ramos.

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Postfacio “ACUERDO FINAL PARA LA TERMINACIÓN DEL CONFLICTO Y LA CONSTRUCCIÓN DE UNA PAZ ESTABLE Y DURADERA”, firmado en Bogotá, entre el gobierno colombiano, representado por el presidente de la República Juan Manuel Santos y las Farc, representadas por el comandante del Estado Mayor Central de las FARC-EP, Rodrigo Londoño (“Timoleón Jiménez” o “Timochenko”), a los 24 días del mes de noviembre de 2016: (El documento completo , de 310 páginas, está ubicado en http://www.altocomisionadoparalapaz.gov.co) INTRODUCCIÓN “ Luego de un enfrentamiento de más de medio siglo de duración, el Gobierno Nacional y las FARC-EP hemos acordado poner fin de manera definitiva al conflicto armado interno. La terminación de la confrontación armada significará, en primer lugar, el fin del enorme sufrimiento que ha causado el conflicto. Son millones los colombianos y colombianas víctimas de desplazamiento forzado, cientos de miles los muertos, decenas de miles los desaparecidos de toda índole, sin olvidar el amplio número de poblaciones que han sido afectadas de una u otra manera a lo largo y ancho del territorio, incluyendo mujeres, niños, niñas y adolescentes, comunidades campesinas, indígenas, afrocolombianas, negras, palenqueras, raizales y Rom, partidos políticos, movimientos sociales y sindicales, gremios económicos, entre otros. No queremos que haya una víctima más en Colombia. En segundo lugar, el fin del conflicto supondrá la apertura de un nuevo capítulo de nuestra historia. Se trata de dar inicio a una fase de transición que contribuya a una mayor integración de nuestros territorios, una mayor inclusión social -en especial de quienes han vivido al margen del desarrollo y han padecido el conflicto- y a fortalecer nuestra democracia para que se despliegue en todo el territorio nacional y asegure que los conflictos sociales se tramiten por las vías institucionales, con plenas garantías para quienes participen en política. Se trata de construir una paz estable y duradera, con la participación de todos los colombianos y colombianas. Con ese propósito, el de poner fin de una vez y para

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siempre a los ciclos históricos de violencia y sentar las bases de la paz, acordamos los puntos de la Agenda del Acuerdo General de agosto de 2012, que desarrolla el presente Acuerdo. El Acuerdo está compuesto de una serie de acuerdos, que sin embargo constituyen un todo indisoluble, porque están permeados por un mismo enfoque de derechos, para que las medidas aquí acordadas contribuyan a la materialización de los derechos constitucionales de los colombianos y colombianas. El Acuerdo Final reconoce, sin discriminación alguna, la primacía de los derechos inalienables de la persona como fundamento para la convivencia en el ámbito público y privado, y a la familia como núcleo fundamental de la sociedad y los derechos de sus integrantes. La implementación del Acuerdo deberá regirse por el reconocimiento de la igualdad y protección del pluralismo de la sociedad colombiana, sin ninguna discriminación. En la implementación se garantizarán las condiciones para que la igualdad sea real y efectiva y se adoptarán medidas afirmativas en favor de grupos discriminados o marginados, teniendo en cuenta el enfoque territorial, diferencial y de género. El enfoque territorial del Acuerdo supone reconocer y tener en cuenta las necesidades, características y particularidades económicas, culturales y sociales de los territorios y las comunidades, garantizando la sostenibilidad socio-ambiental; y procurar implementar las diferentes medidas de manera integral y coordinada, con la participación activa de la ciudadanía. La implementación se hará desde las regiones y territorios y con la participación de las autoridades territoriales y los diferentes sectores de la sociedad. Acuerdo Final 24.11.2016 Página 7 de 310 La participación ciudadana es el fundamento de todos los acuerdos que constituyen el Acuerdo Final. Participación en general de la sociedad en la construcción de la paz y participación en particular en la planeación, la ejecución y el seguimiento a los planes y programas en los territorios, que es además una garantía de transparencia. Además, la participación y el diálogo entre los diferentes sectores de la sociedad contribuyen a la construcción de confianza y a la promoción de una cultura de tolerancia, respeto y convivencia en general, que es un objetivo de todos los acuerdos.

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Décadas de conflicto han abierto brechas de desconfianza al interior de la sociedad, en especial en los territorios más afectados por el conflicto. Para romper esas barreras se requiere abrir espacios para la participación ciudadana más variada y espacios que promuevan el reconocimiento de las víctimas, el reconocimiento y establecimiento de responsabilidades, y en general, el reconocimiento por parte de toda la sociedad de lo ocurrido y de la necesidad de aprovechar la oportunidad de la paz. Por lo anterior, el Gobierno de Colombia y las FARC-EP, con el ánimo de consolidar aún más las bases sobre las que edificará la paz y la reconciliación nacional, una vez realizado el procedimiento de refrendación, convocarán a todos los partidos, movimientos políticos y sociales, y a todas las fuerzas vivas del país a concertar un gran ACUERDO POLÍTICO NACIONAL encaminado a definir las reformas y ajustes institucionales necesarios para atender los retos que la paz demande, poniendo en marcha un nuevo marco de convivencia política y social. El Acuerdo Final contiene los siguientes puntos, con sus correspondientes acuerdos, que pretenden contribuir a las transformaciones necesarias para sentar las bases de una paz estable y duradera. El Punto 1 contiene el acuerdo ―Reforma Rural Integral‖, que contribuirá a la transformación estructural del campo, cerrando las brechas entre el campo y la ciudad y creando condiciones de bienestar y buen vivir para la población rural. La ―Reforma Rural Integral‖ debe integrar las regiones, contribuir a erradicar la pobreza, promover la igualdad y asegurar el pleno disfrute de los derechos de la ciudadanía. El Punto 2 contiene el acuerdo ―Participación política: Apertura democrática para construir la paz‖. La construcción y consolidación de la paz, en el marco del fin del conflicto, requiere de una ampliación democrática que permita que surjan nuevas fuerzas en el escenario político para enriquecer el debate y la deliberación alrededor de los grandes problemas nacionales y, de esa manera, fortalecer el pluralismo y por tanto la representación de las diferentes visiones e intereses de la sociedad, con las debidas garantías para la participación y la inclusión política. En especial, la implementación del Acuerdo Final contribuirá a la ampliación y profundización de la democracia en cuanto implicará la dejación de las armas y la proscripción de la violencia como método de acción política para

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todas y todos los colombianos a fin de transitar a un escenario en el que impere la democracia, con garantías plenas para quienes participen en política, y de esa manera abrirá nuevos espacios para la participación. El Punto 3 contiene el acuerdo ―Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Dejación de las Armas‖, que tiene como objetivo la terminación definitiva de las acciones ofensivas entre la Acuerdo Final 24.11.2016 Página 8 de 310 Fuerza Pública y las FARC-EP, y en general de las hostilidades y cualquier acción prevista en las Reglas que Rigen el Cese, incluyendo la afectación a la población, y de esa manera crear las condiciones para el inicio de la implementación del Acuerdo Final y la dejación de las armas y preparar la institucionalidad y al país para la reincorporación de las FARC-EP a la vida civil. Contiene también el acuerdo ―Reincorporación de las FARC-EP a la vida civil –en lo económico, lo social y lo político- de acuerdo con sus intereses‖. Sentar las bases para la construcción de una paz estable y duradera requiere de la reincorporación efectiva de las FARC-EP a la vida social, económica y política del país. La reincorporación ratifica el compromiso de las FARC-EP de cerrar el capítulo del conflicto interno, convertirse en actor válido dentro de la democracia y contribuir decididamente a la consolidación de la convivencia pacífica, a la no repetición y a transformar las condiciones que han facilitado la persistencia de la violencia en el territorio. El Punto 3 también incluye el acuerdo sobre ―Garantías de seguridad y lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores y defensoras de derechos humanos, movimientos sociales o movimientos políticos, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, y la persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz‖. Para cumplir con este fin, el acuerdo incluye medidas como el Pacto Político Nacional; la Comisión Nacional de Garantías de Seguridad; la Unidad Especial de Investigación; el Cuerpo Élite en la Policía Nacional; el Sistema Integral de Seguridad para el Ejercicio de la Política; el Programa Integral de Seguridad y Protección para las Comunidades y Organizaciones en los Territorios; y las Medidas de Prevención y Lucha contra la Corrupción.

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El Punto 4 contiene el acuerdo ―Solución al Problema de las Drogas Ilícitas‖. Para construir la paz es necesario encontrar una solución definitiva al problema de las drogas ilícitas, incluyendo los cultivos de uso ilícito y la producción y comercialización de drogas ilícitas. Para lo cual se promueve una nueva visión que dé un tratamiento distinto y diferenciado al fenómeno del consumo, al problema de los cultivos de uso ilícito, y a la criminalidad organizada asociada al narcotráfico, asegurando un enfoque general de derechos humanos y salud pública, diferenciado y de género. El Punto 5 contiene el acuerdo ―Víctimas‖. Desde el Encuentro Exploratorio de 2012, acordamos que el resarcimiento de las víctimas debería estar en el centro de cualquier acuerdo. El acuerdo crea el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, que contribuye a la lucha contra la impunidad combinando mecanismos judiciales que permiten la investigación y sanción de las graves violaciones a los derechos humanos y las graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario, con mecanismos extrajudiciales complementarios que contribuyan al esclarecimiento de la verdad de lo ocurrido, la búsqueda de los seres queridos desaparecidos y la reparación del daño causado a personas, a colectivos y a territorios enteros. El Sistema Integral está compuesto por la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición; la Unidad Especial para la Búsqueda de Personas dadas por desaparecidas en el contexto y en razón del conflicto armado; la Jurisdicción Especial para la Paz; las Medidas de reparación integral para la construcción de la paz; y las Garantías de No Repetición. El Punto 6 contiene el acuerdo ―Mecanismos de implementación y verificación‖ en el que se crea una Acuerdo Final 24.11.2016 Página 9 de 310 ―Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final‖, integrada por representantes del Gobierno Nacional y de las FARC-EP con el fin, entre otros, de hacer seguimiento a los componentes del Acuerdo y verificar su cumplimiento, servir de instancia para la resolución de diferencias, y el impulso y seguimiento a la implementación legislativa. Adicionalmente crea un mecanismo de acompañamiento para que la comunidad internacional contribuya de distintas maneras a garantizar la implementación del Acuerdo Final y en materia de verificación se pone en marcha un modelo con un componente

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internacional integrado por los países que durante el proceso han tenido el papel de garantes y acompañantes y dos vocerías internacionales, todo ello soportado en la capacidad técnica del Proyecto del Instituto Kroc de Estudios Internacionales de Paz de la Universidad de Notre Dame de los Estados Unidos. * Las delegaciones del Gobierno Nacional y de las FARC-EP reiteramos nuestro profundo agradecimiento a todas las víctimas, las organizaciones sociales y de derechos humanos, las comunidades incluyendo los grupos étnicos, a las organizaciones de mujeres, a los campesinos y campesinas, a los jóvenes, la academia, los empresarios, las iglesias y comunidades de fe, y en general a los ciudadanos y ciudadanas que participaron activamente y que a través de sus propuestas contribuyeron al Acuerdo Final. Con su participación lograremos la construcción de una paz estable y duradera.”

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4 1.- La Habana, Cuba: Raúl Castro “sella” el compromiso gobierno colombiano (Presidente Santos) y Farc (Timoleón Jimenez, “Tomochenko”); 2.-Cartagena: Con presencia de delegados de la comunidad internacional, es firmado el “Acuerdo Final…”; (El presidente Santos llora emosionado, asistido por la presidente de Chile y el secretario general de ONU; 3 y 4: Bogotá: Santos y “Timochenko” ratifican el “Acuerdo Final”, que entra en vigencia.

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