
5 minute read
IN MEMORIAM
El profesor Rafael Barriga nació en Francia en el año 1930, hijo de padre diplomático. Se tituló de químico industrial en el año 1950, efectuando posteriormente estudios de postgrado en Francia, obteniendo el grado de doctor por Sorbonne Université. A su retorno, se dedicó a investigar en las áreas de Bioquímica y Química de macromoléculas de origen biológico, destacando a la vez en temas de gestión. A fines de la década de los 60, fue decano de la entonces Facultad de Tecnología, y después de la posteriormente creada Facultad de Ciencias Exactas UC.
Habiendo sido uno de los promotores de la formación de la Facultad de Química en el año 1982, el profesor Barriga sirvió como su decano entre los años 19901993, liderando y contribuyendo al crecimiento de la facultad y su rigor académico.
Advertisement
Además de su constante dedicación al servicio a través del liderazgo en gestión, el Dr. Barriga realizó, a lo largo de su carrera, investigación relevante en el área su especialidad, formando a la vez un importante número de personas, tanto a nivel de pregrado como de doctorado, desde los inicios de la creación de este último programa a nivel institucional. En paralelo a su pasión por la Química, tenía una marcada pasión por el arte, en particular la pintura. Esto lo llevó a hacer clases por largos años en la Escuela de Arte, siendo uno de los pioneros en el tema de la restauración, área en que combinó sus conocimientos químicos con la mencionada veta artística. Una vez retirado de la actividad académica, se dedicó con mayor intensidad a la pintura, presentando sus obras en diversas exposiciones.
El profesor Mario Bodini nació en el año 1948. Sus estudios secundarios los realizó en el Instituto Nacional José Miguel Carrera y los de pregrado en el Instituto de Química UC, donde fue contratado como profesor en el año 1970. Posteriormente, obtuvo su doctorado en la Universidad de California Riverside (1976), donde fue premiado como estudiante extranjero. Siempre sintió mucho orgullo por haber trabajado con Donald Sawyer y, principalmente, en el tema de la incidencia del Manganeso en la fotosíntesis, el cual abordó desde diferentes estudios durante muchos años más. Una de sus publicaciones, producto de su tesis de doctorado y con mayor citación, es: ”Electrochemical and spectroscopic studies of Mn(II), (III) and (IV) Gluconate complexes”. M.E. Bodini, L.A. Willis, T.L. Riechel, D. Sawyer, Inorg. Chem., 15 (1976) 1538.
El Dr. Bodini alcanzó la máxima categoría como profesor titular de nuestra universidad, siendo un profesor muy respetado y un investigador muy productivo. Realizó grandes aportes, tanto en docencia como en investigación. Impartió clases de pre y postgrado en el área de Química Analítica y Análisis Instrumental, formando a innumerables estudiantes. Su notable carrera docente y de investigación tuvo un gran vuelco cuando se le diagnosticó esclerosis múltiple, a una edad relativamente temprana (principios de los años 90). Terminó asistiendo a impartir clases en silla de ruedas, siempre acompañado por su esposa Alicia, hasta que se jubiló anticipadamente. Todos los que compartimos con él, destacamos su espíritu de superación y de colaboración innata, ya que tenía gran empatía y era un gran conversador. Lo más notable, es que a pesar de conocer su enfermedad y de su deterioro lento, pero progresivo, su alegría y estado de ánimo jamás decayó.
El profesor Rafael Gana se vinculó a nuestra universidad tempranamente, como estudiante de Ingeniería Química, para luego integrarse como académico al entonces Instituto Tecnológico UC. Con el pasar de los años y el crecimiento del estudio de la Química en nuestro país, se creó la Facultad de Química UC, actual Facultad de Química y de Farmacia, de la cual el profesor Gana fue su primer decano y gran impulsor.
En el recuerdo de quienes lo conocimos, queda su alegría, optimismo y tremendo sentido del humor, pero, por sobre todo, su gran humanidad. Preocupado de cada persona, fuese estudiante, académico o funcionario, siempre tenía una palabra de aliento y una propuesta de solución a los desafíos que se les presentaban. En el corazón de muchos quedó grabada su campaña solidaria luego del terremoto que azotó Santiago en el año 1985, el cual significó la pérdida del hogar para varios miembros de la comunidad. Allí nació el Cafa, un fondo alimentado con aportes voluntarios mensuales de académicos y administrativos y que, hasta el día de hoy, apoya a quien así lo requiera.
Visionario, él fue de los primeros en pensar que la universidad debía vincularse y mirar hacia el medio externo. Durante su período se crearon los “mini-gabinetes de Química”, los cuales se distribuyeron ampliamente a nivel escolar y permitieron a alumnos de colegios de todos los sectores hacer experimentos sencillos, guiados por sus profesores, alimentando así su curiosidad e inquietud científica.
La facultad no sería lo que es hoy sin el empuje, optimismo y tremendo tesón del profesor Gana, quien tuvo en sus manos la conducción de nuestra unidad desde sus primeros años.
Dr. Deodato Radic
El profesor Deodato Radic nació en Punta Arenas, tierra en la que tenía raíces muy profundas y con la que se mantuvo siempre en contacto a pesar de trasladarse a Santiago muy joven. Estudió pre y postgrado en Química en el entonces Instituto de Química UC. En el año 1980, obtuvo su doctorado en ciencias con mención en Química, siendo el primero de los 241 graduados del programa a la fecha.
El profesor Radic fue profesor titular y uno de los fundadores del grupo de polímeros de la facultad. Durante su destacada carrera académica y científica, realizó grandes contribuciones al conocimiento y a la formación de nuevas generaciones de científicos y profesionales.
Con una gran visión del futuro, supo mantener y cultivar una extensa red de colaboración científica internacional, a partir de la cual se generaron también grandes amistades. En distintas instancias durante el desarrollo de su carrera, como, por ejemplo, desde la Presidencia de los Consejos Superiores de Fondecyt y desde la Academia de Ciencias del Instituto de Chile, realizó importantes aportes en el ámbito de la política y la gestión científica en el país.
Quienes lo conocimos (amigos, colegas, alumnos y colaboradores) pudimos apreciar sus cualidades profesionales y personales. Sus críticas rigurosas en muchas ocasiones, su capacidad de escuchar en otras, y ese humor tan propio, nos llevan a recordarlo con mucho cariño, como un hombre de carácter fuerte, visionario, trabajador incansable, y muy amistoso.
El profesor Mario Scotti nació en Punta Arenas, donde efectuó sus estudios primarios y secundarios para luego trasladarse a Santiago, con el fin de cursar estudios superiores en la antigua Escuela de Química. La muerte temprana de su madre y la soledad de los primeros años en la capital fueron un duro escollo, que fue superando gracias al conocimiento de Juanita, estudiante de Odontología, quien luego fue su esposa por más de 50 años. Pasados algunos años en que ejerció profesionalmente y fue docente, efectuó estudios de doctorado en la Universidad de Zúrich, compartiendo con grandes investigadores de la época, incluyendo premios Nobel, lo que le confirió su reconocida y sólida formación, espíritu crítico y visión de futuro, tanto en Química básica como en su aplicación en la industria.
A su retorno, se incorporó al recientemente formado Instituto de Química, destacando por sus excelentes cualidades como docente y por abrir caminos nuevos en investigación, apoyado por proyectos internacionales como el de la Fundación Volkswagen. Al término de su período como académico, fue nombrado director del Centro de Servicios Externos de la facultad (actual CEQUC), donde desarrolló una fructífera labor por más de 15 años, modernizándolo y proyectándolo a diferentes áreas para el servicio de la industria y empresas del rubro farmacéutico y químico.
La facultad le rinde tributo y lo recuerda como un hombre sabio, reflexivo y amante de la Química, en todas sus dimensiones.