Fauna Iberica 07.El lince la ultima fiera de españa.Blanco y Negro.20.05.1967

Page 7

Un olfato pobre, una vista "de lince" y un oído finísimo mente ^e ha matado un viejo macho que pesaba veintiocho. En la fa^ <Jel lince, serena e inescrutable como la de un oráculo silvestre, destacan los ojo5, redondos, grandes, de Inquietante brillo amarillento. No es nada extraño que. en fos fugaces encuentros del hombre con la fiera, aquél recordará sobre lodo la asombrosa mirada. Con esta circunalencia. purameníe anatómica, coincidía o i r a . mitológica; La vista prodigiosa de Linceo, h"io de Afareo y de Arene, piloto de los argonautas, que veía las personas y las cosas a través de los cuerpos sólidos. El mítico Linceo no sólo d¡o al lince su nombre: le regaló también su leyenda, Al margen de estos prodigios, el biólogo Undeman ha tratado de comprobar la agudeza visual de los linces de una maneta experimental. Para ello domesticó una pareja de ejemplares y los acostumbró a capturar ciertas presas habituales, como ralones, conejos y liebresPos ter¡orn-ien te. inició una serJe de observaciones, introduciéndose con sus fefjnos en una garita elevada, desde donde los animales veían muy bien el terreno que tenían delante- Un ayudante, escondido también, al recibir una señal luminosa del investigador, tiraba de una

cuerda que arrastraba diferentes anímalos disecados, Al vtrloin desde su torre, los linces reaccionaban de un modo agresivo, tratando de abalanzarse sobre ellos. Asi pudo comprobar Lindeman que el lince ve un ratón a 75 m e l r o j , j n a liebre a 300 y un corzo a medio kilómetro. Sin traspasar las rocas, como creían en el medievo, puede asegurarse oues. que ios linces no son miopffs. Quizá más notable que su alcance es Ea sensibilidad de la vista del lince a la luminosidad escasa. Este animal caza perfectamente de noche, aunque en esta actividad se guíe particularmente por el oído, también finísimo. Los largos pelos táctiles que le crecen en el hocico completan el perfecto disoosillvo para la marcha nocturna. El olfato es muy pobre. He visto a los linces buscando afanosamente un pedazo de carne, hasta que lo tienen prácticamente debajo de la nariz. SU TERRENO: PARAJES AISLADOS Y ESPESOS El Unce español no es un felino fcn restal como el Unce europeo o el canadiense. Prefiere los parajes muy aislados y espesos. Los lentiscares, jaguarzales y jarafes, cubiertos de encinado, donde los conejos abundan. Es indudable quG. en la elección de estos biotopos agrestes, solitarios y cubiertos, interviene, además de sus particulares gustos naturales, la necesidad de mantenerse a saTvo de los cazadores. Porqiíe la gran capacidad de adaptación deí lince le ha permitido vivir en las marismas y arenafes de Doñana, en las espesuras de los montes de Toledo y en las frías escarpas de los Pirineos. En estas zonas, donde puede disfrutar de una cierta seguridad, el lince impera en un territorio de Ires a cinco ki-

L» expedición cineírétíea del lince ha sido sa-flsfactoria. Con el »túmago

lleno

lómetros; en él no admite congéneres competidores. Su carácter feroz y eitclusivisia le lleva a combatir a los í o r r o s , nutrias, garduFjas y otros carnívoros más pequeños, entre los que causa verdaderos estragos. Tal intolerancia hace del lince un animal muy beneficioso en los cotos de caza, por el control que ejerce sobre los zorros, predatores más prolíficos y dolados de buen olfato. Detalle éste muy importante, porque el tínce, calador nocturno flde oído*, está pOco capacitado para capturar perdices. Estas aves permanecen inmóviles y silenciosas durante la noche, al resguardo de cualquier maiojo. El felino no las puede localizar y sí e! zorro, que va rastreando en sus rondas nocturnas como un perdiguero, DenTro de su feudo el lince es de costumbres ordenadas y hasta monótonasMarcha siempre los mismos caminos y se alberga en determinados refugios; las grietas y hoquedades del roquedo, el tronco hueco de una vieja encina, una cama en la impenetrable espesura o una cueva abandonada de zorro, constituyen para él adecuados cobijos. Su importancia decrece desde el que podríamos llamar refugio central, hasta los más alejados de su zona residencia!. Porque este animal no se oculta de un modo aventurado en la primera maleza donde le sorprende el día. Los apostaderos del lince para la caza, generalmente peñas dominantes, ramas bajas y gruesas o terraplenes bien cubiertos, sobre el paso de los conejos, son también usados con mucha frecuencia,

COWO TODO FELINO, CAZA DE D Í A Y POR LA NOCHE El lince, como la mayor par^e de los felinos, puede actuar de día o de noche, Pero sus horas más activas coinciden

(tiquicrda)

sestea en su refugio favorito.

•:i;vt:>.fr.v-i


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.