Fauna Iberica 09.Aventura y misterio del viaje.Blanco y Negro.03.06.1967

Page 11

Los estorninos y las palomas del Dr. Kramer dormido. El largo viaje habfa terminado. Para averiguar l i el prodigioso conocifnienio M gran Atlas celeste y del curso de las estrellas, demostrado por las currucas^ era algo aprendido en su j u ventud o dependía de un factor hereditario, los Sauer criaron un ejemplar totalmente aislado de los miembros de su propJa especie. Desde la eclosión del huevo hasta las primeras pruebas, permaneció en el interior de un cuarto tranquilo y silencioso, sin ver jamás el cielo, durante el día o de noche. Cuando ilegó el mes de septiembre y el cautivo comenzó a dar señales de inquietud m3gratoria, se le metió en la jaula experimental del planetario. Encendidas de goJpe todas las estrellas del firmamento artificial, la curruca, tras unos minutos de asombro, enfiló firmemente el Sudeste, como hubieran hecho sus congéneres más experimentados. Unos años antes de que el matrimonio Sauer iniciara sus famosas experiencias, otro sabio alemán, el doctor Kramer, trabajó con pájaros de migracióri diur-

na, en la jaula circular giratoria, realmente, Inventada por é l . Sin duda, corresponde a e^ie investigador el mérito de haber iniciado los estudios de la orientación con aves enjaulada?, pero al ^er más sugestivas la? comunicaciones de los SaUer —el cielo nocturno ofrece muchas más posibilidades evperimeniales que el d i u r n o — , los he concedido más amplio espacio en este capítulo de divulgación Los € lorninos y palomas del doctor Kramer se orientaban siguiendo el curso del sal, con tañía exactitud como las currucas con las estrellas. También se les inirodujo en una gran habitación que permitía desfigurar las informaciones solares, utilizando espejos. Las aves superaron correctamente infinidad de pruebas, Pero, en la primavera de 1959, el doctor Kramer se despeñó en Calabria, escalando un cantil para capturar palomas bravias, que pensaba utilizar en sus experiencias. El sabio había dedicado su exisíencia a los pafaros y su f i n , trágico y glorioso, debe servímos de estimulo a todos cuantos de una manera u otra estudiamos a los animales salvajes en su propio ambiente. Las pruebas realizadas con aves libres parecen corroborar ios brillantes resultados obtenidos con aves cautivas, aunque sus actuaciones no sean siempre tan perfectas. Un charrán cogido en su colonia de las islas Tortugas y transportado en un navio a 1.000 kilómetros de distancia, regresó prestamente a su nido. De diez golondrinas trasladadas en avión desde Berlín a Madrid, solamente dos volvieron a Ja capital alemana, distante

1,850 kilómetros, en línea recta. De 28 vencefos reales llevados en avión desde Suiza hasta Lisboa, retornaron 12, sobre una distancia de 1,620 kilómetros. Dos cigüeñas polacas transportadas a Pales- ' tina regresaron a sus nidos, situados a 2.240 kilómetros en tfnea recia. Estas hazañas de tas aves viajeras que despiertan admiración de cuantos las conocen, no las libran e lo largo de los países que atraviesan de las asechanza*; de los cazadores. Contrariamente, las escopetas, las trampas, los cepos, están siempre prestos para hacer más difícil la ya increíble aventura de los mlgradores. Pero hemos de reconocer que las bajas causadas por los cazadores son despreciables comparadas con las catástrofes ocasionadas por los faros mari-, nos y terrestres, las altas torres de televisión, las pantallas de radar, los huracanas V borrascas. Miles y miles de criaturas Ignoradas perecen estrelladas contra el hierro de las máquinas humanas, contra las olas y los cantiles. Hace tan sólo unas semanas el petróFeo e^^capado del vientre del eTorre Canyon» ha terminado con colonias enteras que desde hace sfglos anidaban en las costes de Inglaterra y de Francia- El pulso de la tierra, el flujo y el reflujo de las arterias de nuestro planeta no debe cesar. Porque, cuando las alas de los pájaros no adornen en otoño y en primavera el cielo de nuestras ciudades y nuestros campos, la vida habrá perdido, quizá, su más genulna y bella manifestación.

Félix R. DE LA FUENTE

Uno de los m i s asombrosos ejccursíomstaíi del espacio es la curruca, ave f r á ^ l e ¡nseclívora. que viaja de noche en soli' laiie (guiándose por las pstrellss. El doctor Sauer h a Jiecbe famosos a ealo^ pajaríHos con sus maraviltofias experiencias.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.