CON LOS PIES EN
LA TIERRA Y LA
MIRADA EN EL ARTE

“ESTASOYYO”CONFESABALAEMPRESARIACONUNLOOKMÁSDISTENDIDO, MIENTRAS EXPLICABAQUE UNADELASCLAVESDESUÉXITOFUEQUENUNCA ESPEROLAS TENDENCIAS, SIEMPRE FUE A BUSCARLAS
“ESTASOYYO”CONFESABALAEMPRESARIACONUNLOOKMÁSDISTENDIDO, MIENTRAS EXPLICABAQUE UNADELASCLAVESDESUÉXITOFUEQUENUNCA ESPEROLAS TENDENCIAS, SIEMPRE FUE A BUSCARLAS
RECORRE DESDE SUS COMIENZOS
LA IMPORTANCIA DE LOS VALORES FAMILIARES, EL PRIMER ENCUENTRO CON EL ARTE Y CÓMO LLEGÓ A CONQUISTAR LA REPRESENTACIÓN DE UNA DE LAS MARCAS MÁS ICÓNICAS DEL MUNDO.
En esta entrevista repasa su historia, desde sus primeros pasos en la “Escolinha de Arte” de Olga Blinder hasta los grandes hitos empresariales, que la posicionan como una de las pocas mujeres en la región con licencia para representar a la icónica marca suiza. Con una fuerte impronta familiar, una conexión profunda con sus raíces y un sueño aún pendiente de legado cultural, comparte cómo equilibra intuición y estrategia, qué desafíos enfrentó como mujer en el mundo corporativo y por qué cree que el lujo del futuro será cada vez más consciente, humano y emocional.
¿Cómo comienza tu historia?
Soy hija y nieta de militares, así que desde muy chica me enseñaron a obedecer. Fui la primera nieta y me criaron como un varón, lo que hizo que nunca me sintiera intimidada por los hombres. Esa formación marcó mi carácter y mi forma de ver el mundo.
¿Y quién sos hoy?
Soy una mujer profundamente apasionada por el
arte, la familia, la creación y mi país. Soy mamá, esposa y, sobre todo, abuela. También soy abogada y empresaria, pero ante todo, una soñadora con los pies en la tierra. Me forjé con mucho esfuerzo y logré convertir mi amor por la belleza, la cultura y el detalle en una forma de vida.
¿Cómo pasaste de empleada a emprendedora? Mi pasión por comerciar, por las ventas, está en mis raíces. Empecé vendiendo joyas a personas cercanas, y ellos mismos me impulsaban a crecer preguntándome qué más tenía.
A los 18 años trabajaba en un banco mientras estudiaba Derecho. Fui ascendiendo: de telefonista a cajera y luego secretaria del Gerente General. Después de casarme, sentí que quería ser independiente y comencé vendiendo ropa, porque yo no le tengo miedo a nada.
Siempre supe que tenía algo que aportar, algo que construir desde mi visión. Me rodeé de personas con las que compartía valores y eso me dio el coraje necesario.
¿Qué significa para vos ser una mujer empresaria en Paraguay?
Es un privilegio y una gran responsabilidad. Significa abrir caminos, demostrar que se puede liderar con sensibilidad y determinación e inspirar a otras mujeres a hacer lo mismo.
¿Qué aprendiste del mundo de los negocios que no está en los libros?
Que las relaciones humanas son el corazón de cualquier proyecto. La empatía, la escucha activa y el respeto son claves que ningún manual enseña.
¿Cómo lograste la representación de Rolex?
Fue el resultado de años de trabajo, construyendo una reputación sólida basada en profesionalismo, pasión por el lujo y compromiso con la excelencia. Fue un proceso que me permitió demostrar que estamos alineados con la filosofía de Rolex.
¿Qué te hizo diferente para conseguirla?
Creo que lo que me diferenció fue mi pasión inquebrantable por ofrecer experiencias únicas, la profunda comprensión del universo del lujo y una dedicación absoluta al servicio personalizado y exclusivo. Mi capacidad de generar confianza y relaciones auténticas también jugó un papel clave.
Este es un aspecto que solo yo podría contar en detalle, dado que el proceso fue muy personal y construido a lo largo de los años.
constante cambio?
Escuchando mucho, aprendiendo constantemente y rodeándome de personas talentosas que me inspiran. Creo en la importancia de estar atenta a las tendencias, pero sin perder nunca la esencia y el propósito.
Yo no espero que las tendencias lleguen a Paraguay: yo voy a buscarlas. Viajo mucho, pero siempre por trabajo.
En la empresa, ¿qué lugar tienen la intuición y los datos al tomar decisiones?
Ambos son esenciales. Los datos te dan una base sólida, pero la intuición, la experiencia y ese “ojo” que se forma con los años marcan la diferencia real.
¿Qué huella te gustaría dejar como empresaria y como persona?
CINTYA NO PARA, ESTÁ DETRÁS DE ALGO, NO QUISO REVELAR
¿Cuántas mujeres tienen representaciones?
En la región, somos solo dos mujeres: Fátima Céspedes en Bolivia y yo en Paraguay. Por una cuestión de confidencialidad, no podemos brindar información sobre la distribución de la marca a nivel global, pero sin duda es un honor ser parte de este grupo tan especial y selecto.
¿Cómo se toman las decisiones en Della Poletti?
Escuchando a todo el equipo humano y haciéndoles parte de todo el proceso de creación y desarrollo de las ideas y estrategias, eso es fundamental. En el Directorio a veces me retan porque quiero hacerlo todo. Soy de las que madura una idea, la va creando mentalmente y luego busca los recursos para concretarla. Siempre estoy en movimiento creativo.
¿Cómo te mantenés vigente en un mercado en
Una huella de pasión, compromiso y humanidad. Como empresaria, quiero demostrar que el lujo y la cultura pueden ser motores de desarrollo. Como persona, deseo dejar un legado basado en la familia, la autenticidad y la generosidad. Amo profundamente mi país, con sus claros y oscuros, y valoro mis raíces, tanto paraguayas como italianas.
¿Cuándo nace tu amor por el arte?
Mi pasión por el arte nace desde muy chiquitita. Acudí a la “Escolinha de Arte”, donde tuve mi formación con Olga Blinder, y continué en la Escuela de Bellas Artes, donde me formé como profesora de Historia del Arte. Ese amor inicial por la expresión artística me acompañó siempre, tanto en mi carrera como en mi vida personal, y se transformó en un camino de descubrimiento constante.
¿Qué deseo personal aún no cumpliste?
Sueño con concretar un museo y una escuela de restauración. Un espacio que funcione como legado cultural para mi país, donde el arte no solo se admire, sino que se viva.
¿Qué oportunidades y amenazas ves hoy en el sector del lujo?
Veo oportunidades en la personalización, en el acercamiento digital y en la sostenibilidad. Las amenazas están en no adaptarse a las nuevas generaciones, que valoran más que nunca el propósito detrás del lujo.
¿Cómo están trabajando el proceso de sucesión familiar?
Mis hijos Augusto y Franco están involucrados en la empresa y conocen en profundidad la operación. Isabella y Luciana también heredaron la cultura de ventas. Estamos trabajando activamente en una transición ordenada, con una visión clara de continuidad y expansión.
¿Qué más hay en el futuro para Cintya Poletti?
Tal vez una marca más.
¿Se viene un anuncio pronto?
Estamos en eso, detrás de una marca más; hasta ahí puedo contarte.
SOY UNA MUJER PROFUNDAMENTE APASIONADA POR EL ARTE, LA FAMILIA, LA CREACIÓN Y MI PAÍS… SOY ABOGADA Y EMPRESARIA, PERO ANTE TODO, UNA SOÑADORA CON LOS PIES EN LA TIERRA.