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VI ÍC N 88
EL ENTUSIASMO POR EL CONSUMO DE VINO EN CENTROAMÉRICA EMERGE DE LA MANO DE INICIATIVAS CREATIVAS ENCAMINADAS A EDIFICAR UNA CULTURA AUTÉNTICA Y LLENA DE MATICES.
FORBESCENTROAMERICA.COM
El romance del Istmo con el vino comenzó a gestarse hace un par de décadas y con el paso del tiempo se ha robustecido. El momento de llevar ese cortejo al siguiente nivel, en busca de consolidar una verdadera cultura enológica, se anticipa como un arte en sí mismo. Arte que seduce a los cinco sentidos a través de apasionados proyectos locales. “Existe una conexión ineludible entre el vino y las expresiones artísticas. Ese enlace nos inspiró a romper los esquemas y crear sinergias que permitan a los consumidores apreciar el vino desde una perspectiva diferente”, expone Abraham Lozano, gerente general de The Winery, en Honduras. De esta manera surgió la edición limitada de un dúo de botellas de Passimento Rosso que lleva en sus etiquetas las obras denominadas Giulietta e Romeo, realizadas por el pintor hondureño Fernando Bendeck, mejor conocido como Ferben. La empresa familiar dirigida por Abraham, con la colaboración activa de sus tres hermanas, mantiene vivo el espíritu con el que nació: “Desde que éramos tan solo una idea en la mente de nuestro padre siempre hubo el deseo de mezclar la pasión por el arte y el sentimiento detrás de cada copa. Hoy, esa visión se convierte en una realidad de la mano de Famiglia Pasqua, una casa vinícola en Italia con la
BERND SCHMIDT / EYEEM / GETTY IMAGES
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POR SHEILA RAMÍREZ