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Primera edición, 2016 D.R. © 2016, Universidad de Guadalajara Feria Internacional del Libro de Guadalajara Avenida Alemania 1370 44190 Guadalajara, Jalisco, México www.fil.com.mx ISBN 978-607-742-590-8
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A todos, gracias 5
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Como una iniciativa de la Universidad de Guadalajara, la prime-
quitectura, el profesionalismo editorial y el arte, entre los que
ra Feria Internacional del Libro de Guadalajara se inauguró en
destaca el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, que
1987. Desde entonces, esta celebración de la cultura no sólo es
desde 1991 reconoce la trayectoria de un autor.
causa de orgullo para México, sino que gracias a ella los ojos del mundo se han puesto en nuestra ciudad.
De igual manera, ha extendido sus beneficios en el área metropolitana de Guadalajara y en las diversas regiones de Jalisco,
Esta fiesta literaria define una fecha en el calendario glo-
con proyectos como Ecos de la FIL, que posibilita la visita de
bal de los profesionales de la industria editorial, así como de
escritores a los planteles educativos, y el maratón de lectura del
quienes hacen de la lectura una actividad fundamental de sus
Día Mundial del Libro, cada 23 de abril.
vidas, para llevar a cabo una reunión que se ha vuelto tradición tapatía.
La Feria también constituye una oportunidad para renovar los lazos de amistad entre México y otros pueblos. Desde 1993,
Las 30 celebraciones ininterrumpidas de la FIL Guadalajara
con Colombia como primer Invitado de Honor, hasta 2015 con
la consolidan como la Feria del libro más grande en español y la
el desembarco del Reino Unido, hemos recibido a 23 delegacio-
segunda en el mundo, tan sólo después de la de Fráncfort.
nes de países, regiones o ciudades.
Convertida en una plataforma de difusión, tanto para es-
Es significativo que en 2016 la trigésima Feria se dedique
critores noveles como consagrados, la FIL se ha engalanado con
a América Latina, lo cual fortalece los vínculos de intercambio
la presencia de los premios Nobel Gabriel García Márquez, Wi-
con nuestros países hermanos, con los que compartimos histo-
lliam Golding, Nadine Gordimer, Jean-Marie Gustave Le Clézio,
ria, lengua y cultura.
Rigoberta Menchú, Toni Morrison, Herta Müller, Orhan Pamuk,
Reconozco el esfuerzo del equipo de la Feria Internacional
Shimon Peres, José Saramago, Joseph Stiglitz, Mario Vargas Llo-
del Libro de Guadalajara y de cada una de las entidades de la
sa y Ada Yonath.
Red Universitaria, que año con año colaboran en este gran en-
Además de contribuir a trascender el centralismo cultural
cuentro. Asimismo, agradezco el respaldo y el apoyo de las insti-
que prevalecía en México, la FIL ha demostrado la capacidad de
tuciones y personas que han confiado en la visión y persistencia
las universidades públicas para generar políticas académicas y
de la Universidad de Guadalajara para organizar a este magno
culturales de largo aliento que coadyuven al desarrollo econó-
foro del libro, la ciencia y el arte.
mico y social de nuestro estado y nuestro país. Durante estos años, la Feria ha instituido premios para promover la escritura, el periodismo, el amor por los libros, la ar-
Nos complace publicar este volumen conmemorativo que reúne voces y acontecimientos del devenir de este festival de la lectura durante sus primeras tres décadas de existencia.
I t z c ó a t l To n a t i u h B r av o P a d i l l a Rector general de la Universidad de Guadalajara
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La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) es, a
relacionamos y comunicamos. Los procesos de producción,
30 años de su inicio, una cita fundamental para la industria
distribución y consumo de los bienes y servicios culturales
editorial en español. Fundada en 1987 por la Universidad de
alrededor del libro y la lectura, se han transformado, y con
Guadalajara, la FIL representa el encuentro, durante nueve días
ellos las ferias, los lectores y tal vez incluso el modo y sentido
al año, de más de dos mil editoriales de 44 países, y la presencia
mismo de leer, que puede ser más abierto, cruzado, diacrónico,
de más de 650 escritores reunidos con sus lectores en el mayor
lúdico y a distancia. La Universidad de Guadalajara, la FIL
festival literario del orbe, lo que implica una capacidad de
y el mundo entero nos hemos adaptado a esos cambios, y
organización y convocatoria que estamos determinados a
ahora celebramos y promovemos que el libro tenga el mayor
mantener en el nivel de excelencia actual.
alcance de su historia en todas las plataformas posibles, las
La FIL Guadalajara es una experiencia única que otorga a
tradicionales y las más innovadoras.
las más de 780 mil personas que la visitan cada año, un pase a
Este 2016, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara
la ciudadanía del mundo, a un espacio que suscita el hallazgo
llega a sus primeras 30 ediciones con América Latina, la casa
continuo de ideas y palabras, siendo el escenario inmejorable
grande de los mexicanos, como Invitada de Honor. Esto como
para el debate y el intercambio cultural que invita a reflexionar
reconocimiento a los países que han acudido como invitados
acerca de la sociedad contemporánea, y en el que se manifiesta
desde 1993 y para celebrar el anhelo de libertad que vincula
el pulso de la actualidad.
a los países de la región, así como para seguir transitando en
La historia de cariño y complicidad que autores, editores y lectores han escrito, desde hace tres décadas con nosotros, ha
la búsqueda de nuevas formas de reencontrarnos desde las páginas de los libros.
consolidado a la FIL en el cenit de las ferias del libro en español
Esta edición da cuenta de los años recientes de la FIL
del mundo. La Feria nació con la idea de impulsar la vida
Guadalajara y reúne testimonios, experiencias y anécdotas
cultural de Guadalajara y hoy día, gracias a un trabajo dedicado,
de figuras que han sido actores clave para el crecimiento y
intenso, continuo y, sobre todo, de suma de voluntades, es
la consolidación de nuestra Feria. A 30 años, la FIL acumula
referente internacional en materia de cultura.
numerosas memorias y se prepara de cara al futuro para
Desde entonces, y a la fecha, han sucedido grandes
continuar a la vanguardia con la mejor propuesta cultural, para
cambios en el mundo, siendo quizá el tecnológico uno de
fortalecer a Guadalajara y a Jalisco como referentes culturales
los más vertiginosos y relevantes para la manera en que nos
en América Latina y el mundo.
Raúl Padilla López Presidente de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara
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Lo que comenzó como un sueño hace 30 años es hoy una
ya una cita ineludible para los lectores, los creadores y los
realidad cuya repercusión es de alcances inasibles y en algunos
representantes de la industria editorial.
sentidos incuantificables. La historia de la Feria Internacional
Así como los libros crean memoria, la FIL Guadalajara
del Libro de Guadalajara es la de una casa que devino hogar
es ya parte fundamental de la historia cultural de México, de
para generaciones de lectores que en ella se han formado, para
América Latina y de tantas naciones de diversas latitudes que
autores que han madurado gracias al encuentro con su público,
han contribuido a la construcción de esta gran fiesta.
para los profesionales que desde la Feria han afinado su labor.
La FIL Guadalajara es uno de los eventos culturales en
Los lindes de la FIL Guadalajara no se definen por el
español de mayor relevancia en el ámbito internacional. Es
espacio físico que ocupa. Su influencia se extiende a todo lo
un encuentro que ha llegado a su madurez, al reconocimiento
que ocurre dentro de ese espacio y permanece en quienes la
de lo sólido de su estructura sin perder de vista la constante
han construido y habitado durante estos 30 años. La Feria es
renovación, lo que lo ha llevado a ser reconocido como el
un eco, un legado para quienes amamos los libros, la palabra
festival literario más importante en nuestro idioma.
escrita, y creemos en su poder transformador.
Me honra estar al frente del equipo que trabaja
La devoción por la literatura se palpa desde los pasillos
incesantemente y con un compromiso permanente para dar
del recinto ferial, en sus salones, en los encuentros de los
forma a este hogar que es la FIL. El espíritu de este equipo es el
lectores con los autores que han firmado las obras que los han
alma de la Feria, el afán de quien construye un legado para las
acompañado y construido su visión de sí mismos, del otro, de
siguientes generaciones.
la realidad y de los mundos edificados en la imaginación.
Desde mi primera visita a la Feria, hace 30 años, recorrer
Y es el encuentro uno de los grandes valores de la Feria:
sus pasillos y salones ha sido una sorpresa permanente. La
entre países, entre culturas, entre profesionales del libro, entre
FIL, nuestra Feria, es una experiencia que deja huella en
los autores y sus lectores. El encuentro como semilla de futuros
todos quienes la hemos vivido y quienes la hemos construido
proyectos, de largas lecturas, de entrañables amistades. Un
desde muy distintas trincheras. Gracias a todos quienes han
encuentro que desde hace 30 años llega con el otoño y es
contribuido a que la FIL, nuestra FIL, sea un hogar vivo.
Marisol Schulz Manaut Directora general de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara
Índice Bienvenida La FIL de América Latina
Convalecencia 70 15
Origen El mismo espíritu en un cuerpo más robusto
19
Así me fue en la Feria
23
Fernando del Paso
Motivos de festejo
26
Rafael Tovar y de Teresa
Una ciudad con aroma a tinta
30
Hugo Gutiérrez Vega
30 años de la FIL Guadalajara
34
Angelina Muñiz-Huberman
FIL, literatura y vida
Antonio Ortuño
Autores de Iberoamérica Autores de otras lenguas en la FIL
Mario Vargas Llosa
38
Lectores Hecha a la medida: la Feria de los lectores
85
Sorpresa y admiración
88
Yves Bonnefoy
Yo lector 92 Mariño González
Eco 98 Marina Perezagua
Mi casa grande 102 Benito Taibo
Rosa Beltrán
Nobeles en la FIL
Autores Una Feria, una casa, una fiesta
45
49
Negocios Una apuesta de ganar-ganar
111
¿Ya 30 años de FIL?
115
Guillermo Schavelzon
Biblioteca de Babel borgiana
54
Margo Glantz
Un festivo lugar de encuentro
58
Élmer Mendoza
Guadalajara por 30
122
Daniel Divinsky
62
Cristina Rivera Garza
Amigos y lectores
118
Anne Marie Métailié
Claudio Magris
Desapropiar la FIL
Puerta a América Latina
Cinco minutos de conclusiones 130 Juan Casamayor
66
Profesionales del libro en la FIL
135
Cultura
139
El faro de la cultura
La FIL que habito
206
Jorge F. Hernández
¡Guadalajara, Guadalajara! La Feria de mis amores
142
212
Beatriz Helena Robledo
Celebremos con la FIL
Lucina Jiménez
Espacio de encuentro
146
216
Martha Cerda
Ignacio Solares
Cultura en el Foro FIL La FIL o el fin de la soledad
151 154
Futuro Una Feria en evolución
Gioconda Belli
223
La ebullición 158 Sobre la FIL 226
David Huerta
Pabellones del Invitado de Honor
163
Alberto Manguel
Guadalajara 2046 230
Pensamiento
Jorge Volpi
Una ventana al mundo
169
FIL Guadalajara: una epopeya
174
Mirando hacia adelante
234
Marina Colasanti
Antídoto contra un mundo sin libros
238
Patricia Kolesnicov
Nélida Piñón
Ideas con alegría
180
Roger Chartier
Una tribuna 185 Fernando Vallejo
FILagro 188 Juan Cruz
Pensadores y académicos en la FIL
Premios y Homenajes 245 Imagen FIL 262 La FIL en el tiempo 263
193
Ciudad La ciudad que se aferró a los libros
197
Una ciudad para recordar
201
Rubem Fonseca
Galerías
Auspiciantes y patrocinadores
271
Directorio 272
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La FIL de América Latina M a r i o Va r g a s L l o s a
Ir a la FIL es acudir a un espectáculo hermoso y gratificante, sin duda. Mañana, tarde y noche uno está rodeado de libros y de gentes cultas, apasionadas por el arte, las ideas, la música, la poesía, las novelas, hombres y mujeres que acuden en masa a escuchar presentaciones de novedades literarias, diálogos y debates de escritores, filósofos, politólogos, críticos y masas de personas que salen de los interminables pabellones de la Feria con enormes bolsas llenas de los libros que acaban de comprar. La importante labor que la Feria realiza desde hace 30 años la convierte en un punto focal para el intercambio cultural e intelectual, bondades que hacen de ella la FIL de América Latina y de todos los que hablamos español. Gracias a la FIL todos los involucrados alrededor del maravilloso mundo de los libros hemos recibido enormes beneficios en lo que se refiere al conocimiento mutuo entre los escritores y los lectores de todo el ámbito de la lengua española. Creo que tenemos que regocijarnos con este 30 cumpleaños y desearle a la FIL que celebre muchos más.
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origen
Origen
Pase a la pรกgina X
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El mismo espíritu en un cuerpo más robusto Treinta años después de su primera edición, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara es exactamente la misma y es también otra, una muy distinta a aquella celebrada en 1987. Su crecimiento exponencial y su consolidación como la más importante en el mundo de habla hispana, la hacen hoy muy diferente. Pero es, al mismo tiempo, la fiesta de los libros de la primera vez: la celebración de las letras que provoca la emoción por el encuentro, la sorpresa y el hambre por ensanchar los horizontes de la cultura y del conocimiento. Sigue siendo, con otro rostro, el espacio plural en el que cada año se reúnen los lectores, los autores y los profesionales del libro para dialogar y discutir, para hacer negocios, para pensar y para bailar. Los primeros stands eran todos iguales. Filas de pesados estantes de metal pintados de amarillo. Hoy son diseñados por especialistas. Hay los que tienen dos pisos, salas, oficinas y espacios para conferencias y presentaciones. La FIL comenzó con 219 pequeños stands. En 2015 se montaron 462. Algunos son más grandes que muchas librerías establecidas. La oferta de libros se ha multiplicado, pero la diversidad se mantiene desde la primera vez. Antes y ahora, se encuentra en la Feria lo mismo un clásico que un libro de moda; un best seller que un ejemplar raro; libros regalados y libros que valen una fortuna; la última novedad o una edición antigua. Los hay editados en Guadalajara y traídos desde Japón. Un recetario de cocina, una disertación filosófica, un cuento para niños, un manual de cirugía… lo que sea. En la FIL 2015 se ofrecieron 200 mil títulos.
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1989
2015 20
Los compradores son también plurales: noveles lectores que se adentran por primera vez en el mundo de los libros, profesores, coleccionistas privados, profesionales en búsqueda de actualización, lectores empedernidos ávidos de nuevos horizontes… y también los grandes sistemas de bibliotecas públicas. Expo Guadalajara, la sede, es la misma, y es también muy diferente. En 1987 la Feria se desplegaba en 12,180 metros cuadrados; hoy son 60 mil. En las primeras ediciones había sólo cinco salones improvisados con tablarroca; el sonido de uno se escuchaba en el otro dando origen a una “guerra de microfonazos”, donde los autores iban subiendo el volumen de los aparatos de sonido. Ahora son 24 salones, con paredes acolchadas y alfombras. Lo que no ha cambiado es lo que ocurre dentro de ellos: la discusión intelectual, la difusión del conocimiento y el vínculo directo entre lectores y autores en un ambiente libre y plural. Con los años, los asuntos que se discuten se van multiplicando: literatura, ciencias sociales, historia, política, ciencia, religión, arte. La fiesta del pensamiento y de la cultura se desborda y llega por igual a una escuela enclavada en una zona rural que al hermoso Paraninfo de la Universidad de Guadalajara. En esos días el libro convoca las más variadas conversaciones en restaurantes, aulas, hoteles, zonas turísticas y cantinas de la zona metropolitana. Desde siempre, la FIL ha tenido espacios para que los autores y los lectores se encuentren. Los cazaautógrafos de los años 80 se convirtieron en caza selfies. Hay estudios de televisión que transmiten en directo. En las primeras ediciones, el video era la nueva forma de expresión, y se mostraban en un improvisado auditorio cerrado con sencillas cortinitas negras. Ahora son muchos los asistentes que graban sus propios videos con sus teléfonos. En 1987 nadie
Expo Guadalajara, sede de la FIL, es la misma y es también muy diferente
origen Espectacular de la primera edición de la FIL, en las afueras de Expo Guadalajara
se imaginaba la importancia que tendría 30 años después una extraña palabra: WiFi. Los niños que se encontraban en los inicios de los años 90 con una sección infantil pequeña y artesanal llevan ahora a sus hijos a un área de 3,800 m2, en donde pueden elegir entre 18 talleres. Pero desde la primera edición, los niños son invitados especiales a la FIL. Acudir cada año a la fiesta de los libros se ha vuelto ya una tradición para muchas familias. La explanada al aire libre, sede de las presentaciones y los conciertos masivos, se ha convertido en un moderno foro y las actividades culturales llegan también a otros espacios como el teatro Diana o el Instituto Cultural Cabañas. El teatro, la danza, las ar-
tes plásticas, el cine e incluso la gastronomía forman parte también de la fiesta de los libros. Saltimbanquis, princesas y monstruos caminan por los pasillos de la Feria entre batucadas y tamborazos al lado de escritores consagrados y niños con uniforme escolar. Los profesionales, invitados desde el inicio, ahora cuentan con un enorme salón donde negocian millones de pesos y hasta las editoriales más pequeñas reciben pagos electrónicos, pero la primera vez los promotores de la lectura aún no se contaban entre los visitantes con gafete de profesional del libro. Este crecimiento tiene también sus retos. Llegar al recinto se hace más difícil y en momentos se Pase a la página 24
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Así me fue en la Feria Fernando del Paso
Tendríamos
unos dos años de vivir en
París cuando Margarita Sierra, mi amiga y directora por muchos años de la Feria
... nunca había asistido antes a una feria del libro tan maravillosamente puesta y organizada como la FIL
de dos décadas de residentes en la capital
una feria del libro tan maravillosamente
jalisciense.
puesta y organizada como la FIL. El
No es nada difícil que con estas
escritor invitado se siente, creo yo, como
Internacional del Libro de Guadalajara,
palabras reitere una vez más lo que he
un visitante del paraíso… o casi. Tiene la
me invitó a participar en uno de esos
dicho sobre mi amor a Guadalajara y su
oportunidad no sólo de adquirir sus obras,
magníficos eventos. Siendo como era yo,
Universidad: si de manera constante se me
sino también en muchas oportunidades de
un escritor de muchas ambiciones y pocos
ha otorgado un reconocimiento, resulta
traer en la mano y de establecer, con suerte,
libros, decidí aceptar la invitación y llegué
inevitable que yo reaccione también de
una correspondencia. De la FIL yo aprendí
a Guadalajara, donde se me recibió con los
manera constante y mi agradecimiento se
también, y eso seguramente lo aprenden
brazos abiertos, cuando el licenciado Raúl
fortalezca en cada ocasión.
muchos jóvenes escritores de los grandes
Padilla supo que yo estaba predestinado a
Por su parte, un servidor ha tenido la
genios que la visitan, aunque los genios
dejar el servicio diplomático para regresar
fabulosa oportunidad de estar en contacto
no siempre parecen entender el mundo, en
a México, me ofreció generosamente un
directo con los libros, y ha servido con
cambio otros menos distinguidos resultan
empleo que abarcaría la dirección de la
entusiasmo en el largo proceso de despertar
más nobles al menos en su conocimiento
Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz y un
el interés de los nuevos y los novísimos
personal de lo que uno jamás imaginó.
nombramiento como profesor investigador
correligionarios en esa también nueva
de la Universidad de Guadalajara, más tarde
y muy humana religión del libro, que a
Romances, hasta hace poco Premio Juan
me fueron conferidos los títulos de maestro
duras penas, aunque con alegría, se abre
Rulfo, ha sido otro de los grandes éxitos de
emérito, y recientemente el de doctor
paso de manera a veces ingenua, a veces
la Feria. Yo tuve el gran honor de recibirlo
honoris causa.
brillantemente planeada.
y de agregarme a la lista junto con Eliseo
Si me permito recordar todos estos
No me limité a ser un invitado
El Premio FIL de Literatura en Lenguas
Diego, Juan Marsé, Nélida Piñón, Juan
eventos es porque quiero asegurarme de
esporádico, cuando vine aquí, a
Gelman y Sergio Pitol, entre otros. Así, de
que todos ustedes estén convencidos de la
Guadalajara, como residente, me convertí
maravilla, me fue en la Feria.
gran, enorme trascendencia, que ha tenido
en un visitante consuetudinario de la Feria
para mí y mi familia vivir en esta ciudad,
y he asistido a no menos de diez o quince
con tu Feria nos has dado a miles de
la segunda en importancia y la primera
ediciones. Aunque vivía en Europa, debo
escritores un regalo anual que se ha vuelto
en belleza de la república, durante las más
señalar que nunca había asistido antes a
imprescindible, mil gracias! m
¡Gracias Universidad de Guadalajara,
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fil 30 años
1987
2003
deben hacer grandes filas para ingresar a la Feria o para conseguir un lugar en alguna de las actividades estelares. En un mundo global y complicado, ahora es necesario pasar por controles de seguridad y arcos detectores de metales. Treinta años después es el mismo espíritu en un cuerpo más grande y más complejo. Los pasillos se han convertido en una verdadera ciudad donde te puedes perder. Raúl Padilla López, presidente de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, dice: “Desde un principio, la Feria se concibió más allá de los libros, se pensó con ideales académicos, con actividades para profesionistas y como una fiesta de la cultura. Desde sus inicios fue un espacio de libertad, de crítica y de reflexión aguda para los intelectuales más sobresalientes que hacían de la FIL un espacio no sólo para hacer sus presentaciones editoriales, sino para
24
manifestar sus ideas. Eso explica por qué también la organiza la Universidad de Guadalajara”. Desde su nacimiento la FIL es eminentemente una Feria universitaria, afirma Tonatiuh Bravo Padilla, rector de la Universidad de Guadalajara: “La Feria Internacional del Libro nace justamente como un proyecto de la Universidad, y hasta la fecha es nuestro buque insignia en materia de cultura. Nace en el seno de la Universidad, pero se proyecta como un espacio de multirrelaciones con editores, gobiernos, bibliotecarios y ámbitos de carácter cultural de las más distintas composiciones. Entonces trasciende el ámbito de la propia Universidad, trasciende fronteras y se proyecta para ser el espacio de interacción e interrelación de cientos o quizá miles de actores”. Marisol Schulz Manaut, directora general de la FIL, asistió a la Feria desde su primera edición. En esa ocasión lo hizo como editora universitaria. Narra que
En las primeras ediciones de la FIL había sólo cinco salones; actualmente se montan 24 con alfombra y paredes acolchadas
2010
desde la primera vez en que fue invitada a participar en un encuentro de editores universitarios le llamó la atención la gran organización de la Feria, su profesionalismo, su visión internacional. “Imposible saberlo en aquel entonces, pero la magnitud de la Feria, el espíritu de quienes la organizaban y todo lo que alrededor de ella se movía me hizo presentir que sería una Feria de largo aliento. Particularmente la actitud de quienes la dirigían en aquel momento, Margarita Sierra y Maricarmen Canales. Con esta última tuve una relación muy amistosa. Desde entonces para mí, como para todos los editores y gente perteneciente al mundo del libro, la FIL se volvió una meca. Nunca dejé de asistir, aunque mi labor varió dependiendo de los distintos cargos que ocupé”, comenta. Durante los 17 años que trabajó en el sello literario Alfaguara, su labor estuvo ligada a la promoción
origen
de autores internacionales: “Todos querían venir a la FIL. En cierto sentido debo decir que he trabajado para la FIL desde mucho antes de que me nombraran directora general”. Y continúa: “Parte de mi vida activa como editora tiene el sello indeleble y emotivo de la FIL: de sus salones de presentación, de los cocteles que organicé y a los que asistí, de los miles de rostros y encuentros. Son también 30 años de mi vida. Un recuerdo fundamental es que a la primera FIL acudí con mi pequeña hija, quien en años posteriores me acompañó y participó en las actividades del patio infantil, que con el paso del tiempo se convirtió en FIL Niños. Ver en lo que ha devenido la FIL, es un orgullo para mí no sólo en mi carácter de directora general, sino como editora literaria”. La anterior directora de la Feria, Nubia Macías Navarro, también participó en su organización desde las primeras ediciones cuando era una estudiante de sociología. Recuerda cuando llegó por primera vez a la oficina de Margarita Sierra, quien, junto con Maricarmen Canales, dirigía la FIL. “Era una señora que andaba descalza en su minidespacho. Empezamos a platicar. Habíamos apenas intercambiando tres o cuatro frases cuando de repente me dice: ‘Niña, ponte a trabajar’. Ahí descubrí el espíritu de la Feria”. Al paso de los años, ahora como editora, dice: “El concepto general de la FIL sigue siendo el mismo: un proyecto que fuera un faro de promoción para Guadalajara y el occidente de México, un espacio donde la Universidad de Guadalajara pudiera plantear sus investigaciones, un espacio del conocimiento, un lugar que reuniera el norte y el sur del mundo de la edición, que toda Latinoamérica viniera a exponer y que Estados Unidos bajara a comprar libros. Había que construir un programa que permitiera que la FIL Pase a la página 28
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Motivos de festejo R a f a e l To v a r y d e Te r e s a
La Feria
Internacional del Libro de
Guadalajara es, desde hace 30 años, el
que nadie quiere perderse, y que cabe en un
acontecimiento editorial más importante
acrónimo: FIL.
en México y el segundo en relevancia del
Cuando hablamos de la Feria
mundo. No sólo porque en ella ocurre la
Internacional del Libro nos referimos,
reunión más grande de lectores, autores
en primerísima instancia, a un binomio
y profesionales alrededor del libro, ni
fundamental para la cultura: libros y
porque sea el mayor mercado mundial de
lectores. No debemos olvidar esa fórmula
publicaciones en español. Su repercusión
básica que siempre me ha parecido
más profunda radica en que es un espacio
milagrosa: el encuentro entre un libro y su
cultural y, por tanto, un ámbito de libertad
lector. Sin libros no es posible la cultura,
y de confluencia.
pero sin lectores no son necesarios los
La FIL nos llama a todos alrededor de
libros. Esa confluencia entre un lector y
los libros y el libro nos convoca alrededor
un texto en particular, multiplicada por
de la palabra, es decir, del diálogo, del
decenas de miles, configura la esencia
intercambio y la circulación de ideas,
constitutiva de la FIL. Sin ella, todo lo
de la confrontación civilizada de los
demás es inconcebible.
diferentes puntos de vista. Su fundamento
Hablamos también de la industria que
es esa libertad de lo múltiple, y son
hace posible la existencia, la movilidad
estos componentes los que generan su
y la promoción de los libros, una cadena
perpetuo movimiento, su permanencia y su
en la que se eslabonan editores, agentes,
renovación. Una diversidad que converge
traductores, libreros, bibliotecarios,
de igual modo que la pluralidad de nuestras
impresores, distribuidores y gestores
sociedades confluye en la cultura.
culturales, todos ellos reunidos en días de
Esto es lo que significa para nosotros
26
el mundo se congregan en esa convocatoria
intenso trabajo que permiten a los motores
la FIL. Esto es lo que la convierte en una
de la industria continuar su movimiento.
excepcional fiesta del libro en la que las
Aunque quizá sea menos visible que
industrias editoriales de Hispanoamérica y
otros aspectos de la FIL, las jornadas
profesionales que ocurren en ella, son la sangre de este gran organismo. Otro aspecto esencial es el encuentro entre los autores y sus lectores que la FIL propicia. Esta oportunidad de darle un rostro y una voz al admirado nombre que viene impreso en un libro, y de darle, a su vez, rostro y voz a esa abstracción llamada “lectores” es lo que hace posible que, durante nueve días del año, los salones y pasillos de la FIL vibren con multitud de personas que tienen aquí encuentros inolvidables. Una historia que ha sido acompañada desde sus orígenes hasta el día de hoy por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, en su momento, y por la Secretaría de Cultura del gobierno federal actualmente. La presencia del Conaculta en la FIL teje una historia indisociable de programas compartidos, de impulso a la industria editorial y generación de nuevos lectores. La Feria Internacional del Libro de Guadalajara es una pieza crucial del patrimonio de nuestro país que, a 30 años de existencia, todos preservamos, fomentamos y celebramos. m
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fil 30 años
Guadalajara compitiera en el escenario de la venta y compra de derechos de autor. Siempre ha existido la explanada para los conciertos. Todo esto estaba ya desde el origen de la Feria”. El periodista y editor Ricardo Cayuela era estudiante de letras hispánicas en los primeros años de la FIL. “Se empezó a generar muy pronto una suerte de corre, ve y dile sobre la Feria de Guadalajara. Todo el mundo hablaba de ella porque empezó muy sólida. Todos los que estudiábamos letras o éramos aprendices de escritores y editores teníamos la necesidad de asistir”, recuerda. La editora nicaragüense Salvadora Navas lo confirma: “Para nosotros, los editores, es la Feria más importante de Latinoamérica, pues todos consideramos que no participar en la FIL es no estar en el mundo del libro. El mundo del libro está en la FIL Guadalajara”. David Unger, representante de la FIL en Estados Unidos, se incorporó al equipo organizador en los primeros años, y ha sido testigo del proceso de consolidación: “Hace quince años todavía teníamos que vender nuestra Feria en otros países. Hoy, sin decir
nada, la gente nos dice: ‘Ah, ustedes son de Guadalajara, qué Feria tan magnífica, hemos oído mucho de ella, a mí me gustaría ir’. Es como el último modelo de teléfono celular, todos lo quieren, todos quieren la FIL, ya no hay que convencer a nadie de que tienen que venir a Guadalajara”. Pero este proyecto cultural que se ha consolidado, y que desde el principio tenía clara su vocación, vio la luz tras un parto difícil.
La carta mágica Seis semanas antes de la inauguración de la primera edición de la Feria, sólo estaban registradas siete editoriales. Era octubre de 1987 y parecía una locura lanzar desde una ciudad sin tradición editorial, en medio de una crisis económica y en un país marcado por el centralismo y los bajos índices de lectura, una Feria del libro. Parecía tan descabellado como instalar una agencia de viajes en la cárcel. Mucho más absurdas sonaban sus pretensiones internacionales. Muchos editores y libreros consideraban que más valía no hacer el intento, pues preveían un fracaso seguro.
1. Margarita Sierra, Maricarmen Canales y Nubia Macías formaron parte del primer equipo organizador de la FIL 2. Margarita y Maricarmen gestionan la presencia de profesionales
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origen
1987
Los primeros stands eran todos iguales, de metal pintados de amarillo; hoy, los hay de dos pisos, con salas, oficinas y espacio para presentaciones
Los editores mexicanos advertían a los organizadores de la FIL que el proyecto no era viable. Sin embargo, los promotores de la Feria vislumbraban una enorme área de oportunidad, pues más de mil bibliotecas de Estados Unidos compraban libros en español y el mercado de textos en castellano en aquel país estaba en pleno desarrollo. La posibilidad de vincular el mercado latinoamericano del libro con el estadounidense del libro en español, que crecía vigorosamente, abría un mundo de opciones para la FIL. La clave sería hacer una labor de cupido para flechar a los compradores estadounidenses con los editores latinoamericanos, en medio de una fiesta cultural que se ofrecería en Guadalajara. La fórmula parecía buena, pero alguno de los dos tendría que dar el primer paso y ninguno parecía dispuesto. Una intensa labor de celestina, mucho picar piedra, altas dosis de audacia, miles de kilómetros
2014
recorridos y una firma que resultó mágica, lograron conjurar el fracaso augurado para la FIL y consiguieron multiplicar el número de participantes para la primera edición de la Feria, semanas antes del corte del listón. En abril de 1987, miembros del Comité Organizador viajaron a la Feria del Libro de Buenos Aires para presentar la FIL. En un primer momento se les negó el espacio, pero la intervención de Isay Klasse (†), responsable de las jornadas de profesionales de aquel festival, logró abrir las puertas para el lanzamiento de la Feria tapatía. La noticia fue vista con escepticismo por buena parte de los asistentes. En tanto, Maricarmen Canales y Margarita Sierra, que a la postre serían directoras de la FIL, viajaban a Estados Unidos para invitar a bibliotecarios y editores de ese país. En esas primeras visitas no tuvieron éxito. Pase a la página 32
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Una ciudad con aroma a tinta* H u g o G u t i é r r e z Ve g a ( † )
Es difícil
pensar en Fráncfort sin su
feria del libro, como lo es también pensar
literatura escrita en las lenguas latinas. Lo
en Cannes o Berlín sin su festival de cine.
han recibido escritores notables de distintas
Para nuestra fortuna, a estas alturas de
latitudes: España, Chile, Argentina, Brasil,
su historia, ya es imposible pensar en
Perú, Cuba, México... Al lado del Cervantes,
Guadalajara sin su Feria Internacional del
el Premio de la Feria de Guadalajara puede
Libro, pues este acontecimiento anual forma
ser considerado como uno de los galardones
parte, tanto de la vida cultural como de la
principales de la literatura de los países
vida social de la capital de Jalisco.
que tienen como raíz la lengua latina.
He asistido a casi todas las ferias, he
Recuerdo, entre otros nombres, el de Juan
presentado libros y me han dado generosos
José Arreola, Nicanor Parra, Juan Goytisolo,
premios. Me ha sido dado testimoniar cómo
Olga Orozco, Julio Ramón Ribeyro, Claudio
año con año la Feria crece y cómo en sus
Magris, Yves Bonnefoy, Fernando del Paso,
pasillos las muchachas y los muchachos se
Sergio Pitol, Carlos Monsiváis.
sientan en el suelo, ligan, platican, compran
Tiene la Feria un aspecto de difusión
libros el día de la barata, leen, asisten a
cultural de gran importancia, pues no sólo
presentaciones de libros y, por la noche,
alberga las múltiples presentaciones de
acuden a los actos artísticos que se celebran
libros, sino que tiene actividades musicales
dentro de la Feria, y que representan los
y, a últimas fechas, presenta algunas
mejores aspectos de la vida cultural de la
exposiciones en distintos locales de su
naciones homenajeadas en cada una de las
ciudad sede.
ediciones. El premio que inicialmente llevaba
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lugar especialísimo en el desarrollo de la
Para atender otros aspectos de la vida cultural, la Feria entrega premios a la
el nombre de Juan Rulfo y que ahora se
literatura femenina y al periodismo cultural
entrega en la sesión inaugural, tiene ya un
y tiene una serie de actividades paralelas en
distintos rumbos de Guadalajara y de otras ciudades del estado de Jalisco. Es ya muy rico el anecdotario de los 30 años. Lo forman, tanto los ponentes, los premiados y los presentadores de libros como el público que llena salas y pasillos y aprovecha todas las oportunidades para adquirir los libros que necesita para leer durante un año en espera de la próxima reunión. Tres mañanas de los días feriales se dedican al intercambio comercial en el
Es ya muy rico el anecdotario de los 30 años. Lo forman, tanto los ponentes, los premiados y los presentadores de libros como el público que llena salas y pasillos...
que participan las casas editoras de todos nuestros países. Este aspecto tiene una importancia especial en el desarrollo de la cultura del libro y de la promoción de nuevos valores literarios. Han venido a la Feria en calidad de invitados y homenajeados varios países y ciudades. Recuerdo a Chile, Argentina, algunas autonomías españolas, Quebec, Italia... Llegan con sus escritores, artistas plásticos y musicales y, fundamentalmente, con sus libros, revistas y, de acuerdo con nuestro tiempo, con sus programas virtuales. La Feria se mantiene al día en materia tecnológica y, sobre todo, en las nuevas manifestaciones virtuales de la producción y difusión de los libros, pero rinde homenaje a la palabra escrita, al rumor del papel y al aroma de la tinta, en fin, a todos los emblemas de la galaxia de Gutenberg. m *Este texto fue escrito por Hugo Gutiérrez Vega cuatro meses antes de fallecer
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fil 30 años
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Sin embargo, en sus recorridos aparecía una y otra vez un nombre: Peter Weidhaas, director de la Feria del Libro de Fráncfort. “Nos habían dicho que si Peter apoyaba la Feria, tendríamos éxito. En julio fuimos a un festival del libro en Nicaragua, donde estaba él. Me hice unas cartas a mí misma donde me recomendaba, y perseguía día y noche a Peter para que me las firmara. Él me decía: ‘Señora, a usted no la conozco, no me interesa y no puedo recomendar algo que no existe, por favor, déjeme en paz’. Lo fastidié tanto que al final firmó”, recuerda Margarita. Aquel festival del libro en Nicaragua fue también un lugar de práctica para quienes organizarían la FIL Guadalajara. Salvadora Navas fue una de las organizadoras de aquella actividad: “Enviamos invitación a la Universidad de Guadalajara y la respuesta fue inmediata y positiva, ya que en ese momento había un grupo de jóvenes bajo la responsabilidad de Margarita Sierra, que planificaba hacer la primera Feria Internacional del Libro en Guadalajara. Además de confirmar su participación en nuestro festival del libro también solicitaron que ese grupo de jóvenes, que trabajaría en la FIL de Guadalajara, llegara con quince días de anticipación a Managua para participar en los preparativos del festival, y así poder hacer una pequeña práctica para la Feria que ellos estaban organizando. Verdaderamente fue una experiencia lindísima con este grupo de jóvenes mexicanos porque todos estaban dispuestos a colaborar en nuestro proyecto y deseosos de aprender”. La carta de Weidhaas fue “mágica”. Con ella lograron convencer en un primer momento a 92 libreros y bibliotecarios de venir a la Feria. Y esta lista, a su vez, animó a los editores que encontraban una oportunidad muy importante para promover sus títulos.
La aceptación de unos y otros multiplicó en unas semanas la lista de participantes. Pero convencer a los editores, bibliotecarios y libreros no era el único desafío. Había que resolver también el financiamiento y la sede. “A mediados de 1986 le propuse al entonces gobernador de Jalisco, Enrique Álvarez del Castillo, crear una feria internacional del libro, desde el primer momento la veíamos como internacional. Él era un hombre culto, lector y fue el gobierno del estado el que financió íntegramente la primera edición y la mitad de la segunda. A partir de ahí, la Feria empezó a recuperar su inversión hasta ser completamente autofinanciable desde la sexta o la séptima edición, que fue también cuando se consolidó como la más importante del mundo de habla hispana”, recuerda Padilla López. “Nosotros proponíamos que la sede fuera el Instituto Cultural Cabañas, pero en una de nuestras conversaciones, Álvarez del Castillo me propuso que lo organizáramos en Expo Guadalajara, que era entonces apenas una maqueta. Él confiaba en que estaría terminada para noviembre de 1987. Era un enorme riesgo, pero lo asumimos”, añade.
La inauguración Raúl Ramírez Galván, el Pantera, ha participado en el montaje de la Feria desde la primera edición: “Al principio todos los stands eran iguales, unos anaqueles de metal bien pesados, que pintamos de amarillo. Fue una bronca llevarlos a la expo, no había dinero para pagar transporte, ni nada”. Emmanuel Carballo Villaseñor y Antonio Venzor, integrantes de aquel primer comité, recuerdan la pesadilla que fue trasladar los pesadísimos libreros de
origen
1989
Página izquierda: 1. El ex gobernador de Jalisco, Enrique Álvarez del Castillo (†) 2. Raúl Padilla López, presidente de la FIL Guadalajara
metal. A un vochito le engancharon un remolque para trasladar los libreros. Se pasó todo el día yendo y viniendo para acarrearlos; fueron como cien viajes. Horas antes de la inauguración, los organizadores corrían de un lado a otro de la expo, que además no estaba completamente terminada. Raúl Padilla comenta: “La noche anterior fue un esfuerzo titánico. Tuvimos que hacer el montaje con personal voluntario, cien por ciento de la Universidad. Con intendentes, choferes, empleados de diferentes instancias que en ese momento tuvimos que aprender a montar la Feria. Hora y media antes de la inauguración estábamos terminando de montar. Recuerdo con mucha nostalgia ese momento por el esfuerzo, la dedicación
y el sacrificio del personal de la Universidad para que pudiera surgir la Feria Internacional del Libro de Guadalajara”. Aunque la FIL tenía clara su vocación desde el principio como punto de encuentro y como Feria de ferias, su proceso de consolidación llevó su tiempo. Distintos hechos contribuyeron a fortalecerla. En 1993 se incorporó la figura del Invitado de Honor, que le dio consistencia al contar con un país o región del mundo que trae a Guadalajara no sólo a sus autores y sus libros, sino también su cine, su gastronomía, su música, sus artes plásticas, su teatro. El crecimiento de Expo Guadalajara, en el año 2000, amplió las posibilidades de desarrollo del área
Ceremonia de inauguración (1989)
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30 años de la FIL Guadalajara Angelina Muñiz-Huberman
Qué es una feria
sino una fiesta, si nos
el lector, el autor, el editor, el traductor, el
tradición proveniente desde la Edad Media.
ilustrador, el librero. Cómo se preocupa
Es, por lo tanto, una fiesta de abolengo.
por cada tipo de lector, sea niño, joven o
Y si la feria es de libros, qué mayor alegría
adulto y para cada uno crea actividades
que poder reunir en un espacio y un tiempo
específicas, juegos, talleres, conferencias,
determinados la producción literaria
reuniones académicas, conciertos, películas.
de países y países a lo largo y ancho del
Es también de admirar todo el personal
mundo. Dedicar la Feria a uno de esos
tras bambalinas, que año con año se dedica
países en especial es aún mayor gozo, pues
a imaginar nuevas propuestas y hacer
entonces no sólo nos rodean los libros, sino
posible el caudal de ofertas para el público
sus autores que hablan con nosotros y nos
visitante. Sin esa valiosa presencia el
transmiten su sabiduría.
mecanismo de la Feria no funcionaría.
Hoy celebramos 30 años de la FIL de
Renglón aparte es el de los premios
Guadalajara y quienes, como yo, hemos
y homenajes literarios que se otorgan.
asistido fielmente a ella, nos sentimos
En 1991 se creó el Premio de Literatura
parte inseparable de su destino. En el
Latinoamericana y del Caribe Juan
pensamiento contamos los meses que
Rulfo que cambió su denominación a
faltan para cada Feria como el mejor
Premio FIL de Literatura en Lenguas
acontecimiento del año.
Romances en 2008. En 1993 surgió el
Si hago un poco de historia desde sus orígenes me admira cómo la FIL crece,
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mejora y ofrece siempre novedades para
atenemos a su sentido etimológico, con una
Premio Internacional de Novela Sor Juana Inés de la Cruz. Otras distinciones son:
... la FIL crece, mejora y ofrece siempre novedades para el lector, el autor, el editor, el traductor, el ilustrador, el librero...
Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez, ArpaFil para arquitectos, Reconocimiento al Mérito Editorial, Homenaje al Bibliófilo, Homenaje de Caricatura La Catrina. Como buena Feria, el espacio para los negocios es imprescindible y va en aumento, sobre todo en el rubro de las traducciones. Otras actividades primordiales abarcan la cultura, la academia, el pensamiento, la ciudad. Mi relación más intensa con la FIL fue a partir de 1993, cuando tuve el honor de ser la primera recipiendaria del Premio Internacional de Novela Sor Juana Inés de la Cruz. Desde entonces asistir a la FIL, entre las más importantes mundialmente, es un orgullo y un privilegio. Por los pasillos de la Feria, en perfecto orden y distribución, ver desfilar a un público tan amplio y variado, de cualquier edad, clase social y profesión, es un deleite único. Los libros se convierten en un factor de unidad y pareciera que el público se conoce de siempre, por el ambiente tan cordial que se crea. Si algo caracteriza a la FIL es su vitalidad. Mis palabras finales unen festival y Feria en estos sus 30 años de entrega al ideal de la lectura como sinónimo de conocimiento y diversión a la vez. ¡Enhorabuena! m
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1987 36
de exposición y de actividades de la Feria. La inclusión del Salón de Derechos a partir de 2004 fue fundamental para terminar de afianzar su vocación profesional. Esta decisión convirtió a la FIL en la primera Feria de Hispanoamérica en la que se llevan a cabo formalmente este tipo de transacciones. Con esa visión de futuro y ese espíritu innovador que ha caracterizado a la Feria de Guadalajara, en 2013, se instauró por primera vez un espacio dedicado exclusivamente al libro digital, y en 2014 los jóvenes booktubers entraron en escena. Para el Comité Organizador de la FIL el reto de convertirla en la más importante del mundo de habla hispana no era una vanidad, sino simple y sencillamente un asunto de sobrevivencia. Raúl Padilla explica por qué: “Desde el principio tuvimos muy claro que al editor común latinoamericano e iberoamericano sólo le era posible asistir a una feria internacional del libro. Los gastos no le permiten ir a dos. Hay mercado para una sola Feria. Por eso el mayor reto desde un principio fue posicionarnos como la más importante. Yo creo que eso se logró a los siete u ocho años de su arranque. Y desde entonces, el mayor reto de la FIL es mantenerse en ese lugar”. Macías Navarro agrega: “A partir de la decisión de que nosotros no queríamos ser la Feria número 2, sino la número 1 en español, construimos un proyecto mucho más ambicioso. Empezamos a tejer alianzas y conseguimos que la gente se apropiara de la Feria”. La propia dinámica de la Feria fue convocando a cada vez más autores, a más profesionales y a más público. Las presentaciones de libros, los foros y congresos en el marco de la FIL crecían año con año. En 1989 acudió por primera vez un premio Nobel, William Golding, y desde entonces no han dejado de venir; hoy, ya son trece nobeles los que se cuentan
2015
1. William Golding (†) fue el primer Nobel de literatura en visitar la FIL (1989) 2. Juan José Arreola (†), durante su homenaje (1987)
rosamente compartieron con los lectores y con otros colegas sus textos, su sabiduría y sus vidas. Pero los retos que ha tenido que sortear la Feria en sus 30 ediciones han sido también muchos y de todo tipo. Desde los técnicos, hasta los políticos. El Pantera recuerda varias noches de angustia en los montajes. “Hace como diez años se concesionó el montaje y a la mera hora la empresa que ganó no sirvió para nada. No acabaron de montar y los libros se caían de los estantes. Tuvimos que entrarle de última hora, tuvimos que trabajar dos días y dos noches sin dormir, todos los del comité, pero salimos adelante. Otra vez, el área de FIL Niños comenzó a inundarse. Ahí estaban todos los jefes, trabajando, echando agua para fuera. Trabajamos toda la noche para construir una barda que detuviera el agua”. En los primeros años, las dificultades para financiar la Feria fueron significativas. Los cambios políticos dentro y fuera de la Universidad han causado también tensiones en distintas épocas.
origen
en la nómina de la Feria. La presencia de presidentes y jefes de Estado de todo el planeta, de científicos y de intelectuales la convirtieron muy pronto en un referente en el mundo de las ideas. Los momentos memorables se multiplican cada año y se marcan hitos. El homenaje a Juan José Arreola en la primera edición, la sorpresiva visita de Salman Rushdie, amenazado de muerte, en 1995; las más de mil personas que en 1996 coreaban los poemas de Jaime Sabines, ante la presencia del poeta sentado en una silla de ruedas; la explanada desbordada en 2002 durante el concierto de Silvio Rodríguez; la celebración por el IV centenario del Quijote, en 2005; la conversación entre Felipe González y Shimon Peres, en 2013. Año tras año se suman los recuerdos. La presencia entrañable de Carlos Monsiváis (†), Carlos Fuentes (†), José Saramago (†), Gabriel García Márquez (†), Mario Benedetti (†), Nicanor Parra y Tomás Eloy Martínez (†), entre otros muchos autores que gene-
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FIL, literatura y vida Rosa Beltrán
Cuando cumplí 30 años
me sentía tan joven
que me sorprendió recordar la máxima
de contar con un concierto de formas
que aconsejaba no confiar en nadie mayor
creativas y naciones en el que por un
de esa edad. Tan cerca de la adolescencia,
tiempo no hay fronteras. He asistido a
después de todo, y entrando a una edad
la FIL desde sus inicios. Salvo por unos
que nos distingue de los que fuimos tan
años en que viví fuera, he tratado de no
sólo porque creemos tener la ignorancia
faltar a ningún encuentro. Porque para mí
un poco más organizada. Los 30 son la
escuchar a los grandes autores es recibir
edad en que se alcanza el conocimiento
una lección y atesorar un recuerdo que
suficiente para intuir todo lo que falta, y
se graba con tinta indeleble. Es también
es también el tiempo en que sabemos que
ser partícipe de uno de los prodigios que
lo mejor está por venir. La FIL Guadalajara
ocurren nada más en este país. ¿O quién
cumple 30 años. Con ellos el recuento
más tiene una cita anual con Claudio
de lo vivido se suma a la promesa de lo
Magris, David Grossman, Alessandro
porvenir.
Baricco, Nélida Piñón, Olga Orozco,
Por la FIL he vivido la euforia de la
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país sin FIL para entender el prodigio
Rubem Fonseca, Doris Lessing o Jeanette
literatura y su efecto multiplicador en la
Winterson, o quién puede preciarse de
vida. Nadie que haya asistido es el mismo
haber conocido a Herta Müller y Mario
que aquel que llegó. Siete días se tomó
Vargas Llosa en un mismo día? En la FIL
la creación del mundo, pero nueve son
escuché el mejor consejo de Ray Bradbury
suficientes para crear todos los mundos
a un joven autor: “¿Quieres ser un gran
concebibles y además guardarlos en una
escritor? Escribe. Y si lo que escribes no le
biblioteca. Quizá haya que estar en un
gusta a tus amigos, cambia de amigos”. Por
Quizá haya que estar en un país sin FIL para entender el prodigio de contar con un concierto de formas creativas y naciones en el que por un tiempo no hay fronteras
la FIL he oído a Salman Rushdie hablar de cómo se vive libre aunque se viva en cautiverio; he visto a García Márquez moverse como si estuviera en Aracataca, y vi a Monsiváis asustarse cuando se develó su estatua al obtener el Premio FIL. En la FIL he presentado todos mis libros y he asistido a las presentaciones de los libros de los autores que admiro. Por la FIL supe que existen las peregrinaciones laicas. Viajes sacrificiales en que los fieles son capaces de perderlo todo menos el libro al que su autor pondrá una dedicatoria. He visto a autores ser seguidos por una legión. En 2013 la cita se extendió hasta las calles de la capital, donde la indignación por Ayotzinapa se fundió en una sola voz. ¿Se puede esperar más? La FIL es un vínculo real entre literatura y vida, donde año con año comprobamos que es posible entendernos porque el mundo cabe en un signo. m
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La controversia que generó la presencia de Cuba como Invitada de Honor, el desencuentro con la fundación de la familia Rulfo o la polémica por el otorgamiento del premio a Bryce Echenique han sido algunos de los momentos más difíciles. Ahora, el propio éxito de la Feria se convierte en un desafío. “Cada año superamos las cifras de asistencia y los impactos. Eso es muy estimulante, pero esto también es un reto, porque hay momentos en que la saturación del público es tal que tenemos que detener la taquilla. Hay momentos en que es muy complicado conseguir un estacionamiento. Todo ello se ha convertido en un tema que tenemos que discutir con los propietarios de Expo Guadalajara”, comenta Padilla López.
El sello de la FIL Luego de 30 años, la Feria ha marcado muchas vidas. Para los tapatíos es la gran oportunidad de hablar con la “bibliografía”, como ha dicho el historiador y sacerdote Jesús Gómez Fregoso. También representa la posibilidad para los tapatíos de encontrarse con gente a la que no se ve el resto del año. Los primeros “niños FIL” llevan ahora a sus hijos al área infantil. Algunos noveles autores de las primeras ediciones, son ahora escritores consagrados. Se han cerrado importantes negocios y se han consumado grandes amores. Hay lectores que cada año piden sus vacaciones en el tiempo de la Feria para dedicarse de tiempo completo a disfrutar de sus múltiples actividades, y gente que viene de muy lejos. “Para mí, la FIL ha sido siempre un gran espacio de encuentro, de indagación y de contacto. Como editor de revistas, suplementos y libros siempre he pensado que es un espacio para dar a conocer el tra-
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bajo propio y conocer el trabajo de los demás. La Feria está atada a mi historia personal como lector y a mi biografía como editor y como escritor”, comenta Ricardo Cayuela. El escritor Adolfo Castañón dice: “A lo largo de 30 años, ir a la FIL ha sido un rito, una fiesta, una gimnasia física, mental y emotiva, una prueba iniciática, un derroche de energías, como el de una serie de fuegos artificiales que durara cada año nueve días y en la cual uno fuera el espectador y el castillo incendiado, la Feria y su sombra, un laberinto de conversaciones
Durante la primera edición de la FIL se registraron 150 mil asistentes; en 2015 la visitaron 780 mil
2015
y de sueños y, de nuevo e inevitablemente, una o varias maletas llenas de libros que hay que traer de regreso a la ciudad, ya sea pagando el sobrepeso, ya sea fletando la carga en la camioneta de un amigo, ya resignándose a traer en un autobús la preciosa carga de libros, revistas, discos…”. La FIL es un escaparate fundamental para el conocimiento, pues en ella se muestra y difunde la producción científica, afirma Enrique Cabrero Mendoza, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt): “La Feria se ha convertido en
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un patrimonio cultural de Iberoamérica; se ha hecho más global, diversa. Al principio, las tecnologías de la información no eran tan importantes; ahora hay presencia de libros electrónicos, por ejemplo. La Feria ha crecido; se han incorporado nuevos temas, paneles, conferencias, conciertos, mesas redondas, especialistas más connotados, los premios tienen más prestigio. Cada vez más autores y editoriales quieren participar […] Muchos de quienes asistimos tratamos de ir cada año. Por ejemplo, yo soy visitante regular de la Feria. En algunas ocasiones he tenido la oportunidad de presentar publicaciones de mi autoría; en otras he participado en la presentación de publicaciones de colegas y amigos”. En la enorme bodega permanente donde se guardan durante el año mesas, letreros, escaleras y un sinfín de materiales para la Feria, el Pantera hace honor a su apodo. Brinca, va de aquí para allá, se sube a unos tablones. Desde ahí asegura: “Para mí, la Feria es lo principal, es lo que me da vida. Aquí me casé con mi señora, mis hijos aquí nacieron. Cuando comenzó la FIL mis hijos estaban chicos; hoy me ayudan a montar. Un hijo que vive en Estados Unidos viene cada año para ayudarme en el montaje. Cada FIL es diferente, en cada una te relacionas con gente de otros países y te enseñan muchas cosas”. Leticia Cortés Navarro, coordinadora de Ventas de los stands nacionales, quien forma parte del Comité Organizador desde la primera edición, afirma: “La Feria tiene alma. Tiene ese carisma que le dieron desde el principio quienes la dirigieron, y que no se ha perdido. Hay muchas adicciones y una de ellas es la FIL. Una vez que la conoces ya no la quieres dejar”. Treinta años después, el espíritu de la Feria se mantiene, afirma Carlos Maciel: “El espíritu de la FIL es una entrega total de todos los que hacemos el
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trabajo, sin importarnos cuánto recibimos. Muchos, como yo, no recibimos sueldo por hacerlo, y entrega uno todo. No es por obligación, es por el gusto de participar. Siempre hay tensión porque enfrentamos cosas de mucha responsabilidad y todos, desde los que hacen el montaje, los que llevan el sonido, los jóvenes que nos ayudan como vigilantes, los del servicio social, se contagian de ese espíritu. Los muchachos que en su casa nunca agarran una escoba para barrer; en la FIL, si se necesita que barramos, pues todos barremos. Ese espíritu se ha mantenido, y espero que no cambie”.
El futuro Aquella carta “mágica” que firmó Weidhaas en 1987 y que hizo viable la Feria, circuló a través del télex. Quienes trabajaron en la organización en aquella época recuerdan cómo pasaban horas esperando que el interminable zigzaguear del carrete de aquella enorme máquina terminara de enviar la información, una y otra, y otra vez. En la primera edición de la FIL, el libro electrónico era una cuestión de ciencia ficción. Ahora se lee en los teléfonos móviles. Las discusiones sobre el futuro del libro impreso han sido ya tema de coloquios y polémicas. ¿Cómo será la Feria en el futuro? “Los retos de la FIL serán los retos que enfrente el mundo editorial”, afirma su presidente, y añade: “Yo, a la Feria, la imagino cada vez más como una Feria de ferias en evolución permanente, como una Feria de festivales en la que el libro seguirá siendo, por supuesto, el eje. La veo como un festival de literatura, un festival de las ideas, de la ciencia, de la cultura. Se trata de generar un gran momento de la cultura en la vida de Guadalajara, México e Iberoamérica”.
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Para Laura Niembro Díaz, directora de Contenidos de la FIL, el reto continuará siendo desentrañar el gusto y las expectativas de la enorme diversidad de lectores que la Feria atrae, ofrecerles un programa de calidad que logre sorprenderlos año con año, así como continuar el trabajo de fomento a la lectura con los ojos bien puestos en las nuevas generaciones de lectores. Seguramente en el futuro la FIL será la misma Feria de 1987, y será al mismo tiempo una muy diferente. Como diferentes e iguales han sido las ferias de 1997, la de 2006 o la de 2016. La misma en su espíritu libre, profesional, plural y divertida. La Feria sólida que es hoy. Pero será también una Feria muy distinta la que gozarán los bisnietos y tataranietos de los primeros asistentes. Una Feria que se transforma al ritmo vertiginoso de los cambios en el mundo.
El ahora rey de España, Felipe de Borbón, durante su visita a la Feria (2006)
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Otra y la misma. La misma de la primera vez, cuya vocación quedó establecida en El Cuadratín, el periódico que tuvo la FIL en sus orígenes y que en 1987, un día después de abrir, decía: “FIL 87 es una celebración gozosa. Por ser la primera vez, por abrirse al futuro ante nosotros, por ser al fin libres de decir que la pasión por los libros es tan legítima como cualquier otra, el signo de esta Feria es el entusiasmo y la alegría. Los espacios a veces se ganan, a veces se nos ofrecen casi gratuitos. Pero en todos los casos, sólo se con-
servan con un gran esfuerzo. Los muchos que hemos dedicado todos nuestros pensamientos y energías a hacer posible este encuentro libresco, no podremos abandonarlo fácilmente. Significa ya demasiado en nuestras vidas. Es nuestro deseo más sincero que así se interprete. Porque estamos convencidos de que el esfuerzo vale la pena. Esperamos sinceramente que FIL 87 sea sólo el comienzo de una costumbre anual de por vida para todos los que hoy la visitan”. Han pasado ya 30 años. m
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Gabriel García Márquez (†)
William Golding (†)
Nadine Gordimer (†)
Jean-Marie Gustave Le Clézio
Premio Nobel de Literatura 1982 Colombia
Premio Nobel de Literatura 1983 Reino Unido
Premio Nobel de Literatura 1991 Sudáfrica
Premio Nobel de Literatura 2008 Francia
Herta Müller
Orhan Pamuk
Shimon Peres
José Saramago (†)
Premio Nobel de Literatura 2009 Alemania
Premio Nobel de Literatura 2006 Turquía
Premio Nobel de la Paz 1994 Israel
Premio Nobel de Literatura 1998 Portugal
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Nobeles en la FIL Rigoberta Menchú
Toni Morrison
Premio Nobel de la Paz 1992 Guatemala
Premio Nobel de Literatura 1993 Estados Unidos
Joseph Stiglitz
Mario Vargas Llosa
Ada Yonath
Premio Nobel de Economía 2001 Estados Unidos
Premio Nobel de Literatura 2010 Perú
Premio Nobel de Química 2009 Israel
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autores
Autores
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Una Feria, una casa, una fiesta Un día sonó el teléfono en la oficina de Laura Niembro. El hecho como tal no es una novedad: uno de los teléfonos más activos en la sede de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara es precisamente el de su directora de Contenidos. Sin embargo, la llamada que se recibió ese día en el 1370 de la avenida Alemania, en Guadalajara, tenía lo suyo: al otro lado del auricular había una mujer que, desde Argentina, quería asegurarse de que el escritor António Lobo Antunes iba a estar presente durante la inauguración de la FIL. Era 2008, y el portugués había sido anunciado como ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances. “Voy a ir a Guadalajara para conocerlo personalmente“, dijo la mujer, palabras más, palabras menos. Niembro contestó que sí, que Lobo Antunes estaría ahí para recibir su premio. La mujer se despidió diciendo que se veían en Guadalajara. Laura dijo: “Está bien”, con un escepticismo cercano a la incredulidad. Y, sin embargo, pasó: el día de la inauguración, entre las cerca de mil personas congregadas en el auditorio Juan Rulfo se encontraba aquella mujer, vestida con el saco color naranja que dijo que iba a usar para que pudieran reconocerla, que viajó desde Argentina hasta Guadalajara y que, tras los actos protocolarios, pudo conocer y estrechar la mano de Lobo Antunes.
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La anécdota sirve a la perfección para ilustrar lo que para muchos representa la FIL Guadalajara desde hace 30 años: un espacio privilegiado para el encuentro de los autores con sus colegas, con los editores y, sobre todo, un lugar para verse las caras con sus lectores. Y no importa si el autor es hombre o mujer, premio Nobel o novel autor, un consagrado de la literatura mexicana —argentina, española, israelí o de prácticamente cualquier parte del mundo— o uno de los secretos mejor guardados de un rincón del continente, un integrante del boom, del crack, de la onda, poeta, narrador o ensayista. Cada año, todos acuden a la cita con Guadalajara para congregarse en la que es considerada como la feria del libro en español más importante del mundo. Y es que, desde sus primeros años, la FIL Guadalajara se constituyó como un punto de encuentro entre autores y lectores. Un encuentro que, hay
que decirlo, siempre ha sido visto como un festín, una gran celebración. Marisol Schulz, actual directora de la Feria, señala que uno de los activos más valiosos que esta tiene es, precisamente, la capacidad para reunir a los autores con los lectores, y generar un sinnúmero de experiencias únicas. Y si bien para los lectores siempre será significativo ver de primera mano a sus autores favoritos, el encuentro también es relevante para los creadores. “La escritura, como la lectura, son actividades en principio solitarias, y está muy bien que así sea. Algunos, sin embargo, necesitamos conocer a quienes nos leen y, sobre todo, saber cómo nos leen. Cuando un actor presenta una obra puede ver si consiguió o no lo que buscaba, y puede remediar lo que no ha funcionado o reiterar lo que tuvo efecto en su público. En la literatura eso no sucede, como no sea a toro
pasado y a través de los encuentros con los lectores”, detalla el escritor mexicano Ignacio Padilla (†). La sentencia popular afirma que cada quien habla de la feria —cualquier feria— según como le haya ido en ella. Y la de Guadalajara no es la excepción: mientras para algunos la FIL representa un momento de interacción y retroalimentación, para la escritora y periodista argentina Luisa Valenzuela, uno de los aspectos más valiosos es “el encuentro, cara a cara y mano a mano, con colegas de distintas procedencias, sobre todo con los mexicanos y las mexicanas que, de otra forma, suelen estar dispersos". Y estos encuentros no ocurren únicamente en el lobby del hotel Hilton, sino también en la sala de autores, "ese espacio tan especial que sólo tiene esta FIL, donde los participantes podemos relajarnos y juntar fuerzas para enfrentar al gloriosamente ávido público”, afirma.
autores Página izquierda: 1. Presentación de libro de António Lobo Antunes, acompañado por el escritor mexicano Antonio Ortuño (2006) 2. José Emilio Pacheco (†) (2010) 3. El escritor coreano Hwang Sok-yong, en la apertura del Salón Literario (2008)
“Lo que más me gusta de la FIL es ver a familias enteras entrando a la Feria; ver a los niños corriendo y pidiendo a sus papás que les compren libros; parejas abrazadas viendo un libro en un ambiente de convivencia extraordinario. No se puede explicar: la Feria es un maravilloso momento de encuentro. Es como ir a la universidad: uno se para en los corredores y respira otro ambiente”, cuenta la escritora y periodista cultural Cristina Pacheco. Para ella representa también la oportunidad de convertirse en un visitante más, vagar por los pasillos, buscar libros y autores que, dice, muchas veces están fuera del alcance de la mano. Esta experiencia de visitar la Feria en calidad de lectores fue compartida con su pareja de toda la vida: José Emilio Pacheco (†).
“La disfrutábamos mucho juntos. Él me decía que iba a ir a Guadalajara para buscar los libros de tal autor. Era una convivencia muy grata: estar ahí era como estar en una extensión de nuestra casa”, cuenta Cristina. Para dejar más claro este grado de compenetración y empatía que se tiene con la Feria, recuerda que en una ocasión José Emilio tenía muchas ganas de fumar y, debido a que está prohibido hacerlo dentro del recinto ferial, buscaron hasta encontrar una escalerita escondida donde, pensaron, nadie los descubriría. La sorpresa fue bastante grande: el espacio secreto estaba ocupado por otras personas que, de buenas a primeras, se encontraron fumando al lado de una de las más grandes figuras de la literatura mexicana.
Mario Vargas Llosa, premio Nobel de literatura 2010, y el israelí David Grossman, en la apertura del Salón Literario (2013)
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“Venir a la Feria de Guadalajara es muy estimulante porque uno ve que el libro está vivo, que la literatura tiene un público que todavía es muy entusiasta y felizmente muy joven, lo que quiere decir que su futuro está asegurado”, ha dicho el escritor peruano y premio Nobel de literatura en 2010, Mario Vargas Llosa. Para su compatriota Ezio Neyra, cada una de sus visitas a la FIL ha significado la posibilidad de, por un lado, “conocer a autores y editores de diversas regiones de habla hispana y de otras partes del mundo; por el otro, es la posibilidad de acercarme a lo más reciente de la producción literaria de los autores en español. Me gusta mucho la sala de autores y pasear por los pabellones de la Feria buscando libros. Y claro, me encanta también la comida mexicana”. Sus palabras hacen eco en el chileno Diego Zúñiga, quien señala que ciclos como Latinoamérica Viva tienen mucho sentido porque “permiten que crucemos ideas, intercambiemos libros, conozcamos autores y comencemos a leerlos”.
Y continúa: “La FIL Guadalajara es la más importante de Latinoamérica, y eso nadie lo va a poner en discusión. Lo es no sólo por sus dimensiones, sino porque concentra a una buena parte de la literatura latinoamericana y de otros lugares. Eso es sano, muy bueno. Ojalá haya FIL de aquí a mucho rato más”.
Mi casa es tu casa El narrador israelí Etgar Keret comenta haber visitado la Feria en tres ocasiones, más de lo que ha hecho con alguna otra. ¿Por qué? “Me parece que es la Feria del libro más cálida y emocionante del mundo. Se trata de una Feria lo suficientemente grande como para presentar a una impresionante lista de invitados, pero al mismo tiempo es cálida y bastante íntima como para que uno se sienta como en casa”. La voz de Daniel Samper se suma al sentir de Keret. El colombiano explica que una de las cosas que más disfruta es “el ambiente distensionado y alegre de la Feria. Me atraen sus multitudes, su dinámica,
el gran bazar que es la FIL. Creo que disfruto cada momento: desde la ocasión para salir a comprar libros que no encontraría en ningún otro lugar, hasta los almuerzos con amigos escritores de otras latitudes. Sospecho que cada vez me siento más en mi casa”. Y las habitaciones de esta casa están repletas. Por los pasillos, autores y lectores recorren los stands a la caza de libros por leer; en los salones, autores y lectores charlan, se encuentran, se conocen, se ven las caras. Este elemento —la gente en los pasillos, en los salones, en todas partes— es, quizá, uno de los principales atractivos de la FIL respecto de otros festivales literarios alrededor del mundo. Así lo cree, por ejemplo, el brasileño Ignácio de Loyola Brandão, quien en 2015 describió al encuentro librero tapatío como “una Feria alegre y dominada principalmente por jóvenes. Nunca vi tantos eventos, tantas conferencias, tantos encuentros, tantas charlas. De hoy en adelante Guadalajara será un lugar para ser visitado cada año, ya sea como invitado de la Feria o por mi propia cuenta”.
autores Página izquierda: 1. El escritor iraquí Jabbar Yassin Hussin en conversación con el israelí Etgar Keret (2006) 2. José Colinas, Antonio Gamoneda y Juan Gelman (†), en la mesa "Poetas del Cervantes" (2010)
Para Jonathan Franzen, la relación con la FIL fue “amor a primera visita”. Y es que su primera estancia en la Feria fue tan grata, que no dudó en regresar. No es para menos: en 2012 fue el encargado de abrir el Salón Literario, que ese año recibió el nombre de Carlos Fuentes (†), y recibir la medalla conmemorativa de manos de Silvia Lemus, la viuda del autor de Aura, “es uno de los reconocimientos de los que me siento más orgulloso. Puedo decir algo que parece ridículo, pero es muy personal: haber recibido esta medalla de oro, por el hecho de haber escrito unos libros, me parece maravilloso”. Franzen afirma que una de las características principales de la FIL tiene que ver con la “buena energía” que proyecta, así como por la “emoción” que entraña. “Es algo que no se puede decir de otros festivales”, dice. Por la misma línea va el comentario del autor chileno Antonio Skármeta, quien en alguna ocasión definió a la Feria como “el momento de los abrazos,
de las dedicatorias. El arte de la escritura es solitario y de pronto estar en medio de tanta gente y ver el entusiasmo con el que leen, con el que te hablan, el momento de magia de estar dentro de la Feria es irremplazable”. La británica Joanne Harris visitó México por primera vez en 2015 y su puerta de entrada fue, precisamente, la FIL: “Me siento muy bienvenida, es muy impresionante. Todas las ferias son diferentes y pienso que esta es especial por el compromiso con el público. Otras privilegian el mercado, los negocios, pero aquí todo es sobre el público. No es una Feria exclusiva, sino que es para todos”. Harris no es la primera que tiene a la FIL como escenario para conocer a sus lectores mexicanos. También es el caso de Keret, para quien “los lectores mexicanos son muy cariñosos y son un gran apoyo. Mi primer encuentro con ellos fue en la FIL, y esa es una de las razones por las que esta Feria me gusta tanto”.
1. El escritor estadounidense Jonathan Franzen, en firma de libros (2015) 2. La premio Nobel de literatura Toni Morrison firma autógrafos después de la apertura del Salón Literario (2005)
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Biblioteca de Babel borgiana Margo Glantz
Quizá empecé
a venir a la Feria de Guadalajara
a finales de 1988 cuando regresé de Londres, donde tuve un cargo diplomático. Recuerdo con nitidez una mesa redonda en honor de William Golding, premio Nobel y autor de la famosa novela El señor de las
moscas. La sala donde hablábamos estaba separada de otras salas de manera bastante precaria. Golding me confesó durante la cena que no había entendido nada, primero porque hablaba yo en español y él no lo comprendía, y segundo porque en los salones reinaba el alboroto y la confusión que seguramente reinaron en Babel. Desde entonces he sido una visitante asidua de la Feria, y he visto cómo ha ido creciendo hasta convertirse en una de las más importantes del mundo. Sus bellas instalaciones y la afluencia cada vez más extensa de público de todas las edades propician la lectura y múltiples intercambios, debido a la presencia de los
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...he sido una visitante asidua de la Feria, y he visto cómo ha ido creciendo más connotados escritores de distintas
cada una de nosotras practicaba. En
partes del mundo y de las numerosas
2010 tuve la inmensa fortuna de ser, a
editoriales, tanto transnacionales como
mi vez, galardonada con el Premio FIL
independientes o universitarias, que allí
de Literatura, que por desgracia ya no
se congregan.
se llamaba Juan Rulfo, sino Premio FIL
Casi todos los años vengo, como
en Lenguas Romances, y escuchar las
simple ponente o para comentar la obra de
hermosas palabras que sobre mi obra
alguno de los premiados, por ejemplo la
pronunció la gran escritora chilena
de mi admirado amigo Tito Monterroso,
Diamela Eltit, miembro del jurado ese
quien en su discurso de premiación en
año, quien me dio la bienvenida.
1996 se lamentaba de que entre los más de
Sigo yendo y viniendo a Guadalajara
400 millones de habitantes que pueblan
con el objeto específico de asistir a esta
Latinoamérica y el Caribe (antigua
Feria, de presentar, cuando se publican
denominación del Premio Rulfo) “son muy
algunos de mis libros, o los de mis
pocos, poquísimos, los lectores…”, lectores,
escritoras y escritores amigos, de caminar
cabe agregar, que han ido aumentando
por sus inmensos pasillos y sentir que, de
gracias a ferias como esta. También formé
alguna manera, he entrado —aterrorizada
parte del jurado que galardonó al poeta
y fascinada— a la habitación del Ángel
argentino Juan Gelman en 2000, y fui
Exterminador, he podido gozar por
elegida para darle la bienvenida.
breves instantes de la Biblioteca de Babel
En 2003 me otorgaron el Premio
borgiana, he vuelto a encontrarme con
Sor Juana Inés de la Cruz por mi novela
tantos amigos y enemigos juntos o por
El rastro, premiada entonces con un
fin he logrado conseguir ese libro tan
diploma y la traducción al inglés; en
anhelado y perseguido que de ninguna
2014, reunida con varias escritoras que
otra forma —ni por Amazon— hubiese
habían merecido ese galardón, logramos
podido adquirir.
compartir experiencias y asomarnos a los distintos tipos de narrativa que
Gran felicidad me da celebrar sus primeros y fructíferos 30 años. m
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fil 30 años
El afecto es correspondido. Diego Rabasa, editor de Sexto Piso (que publica al autor israelí en México), cuenta que, junto con Goran Petrovic, Keret se ha convertido en uno de los consentidos de los ávidos lectores tapatíos. Al respecto comenta: “Con ellos hemos hecho relaciones increíbles, tanto en términos profesionales como personales. Recuerdo que la primera vez que ambos estuvieron en la FIL no pudimos llenar ni siquiera uno de los salones chicos. Pero después ambos han regresado en un par de ocasiones, ahora con público muy nutrido y cautivo. La visita de Keret hace un par de años fue un hito en la editorial, porque fue la primera vez que tuvimos que adaptar la infraestructura de nuestra empresa a una verdadera estrella literaria”. Y si se afirma que la FIL es como una gran casa, también es preciso anotar que esta cuenta con espacio en su memoria para recordar a todas aquellas figuras que la habitaron con frecuencia y ahora ya no están: Augusto Monterroso, Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez, José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis,
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Daniel Sada, José Saramago, Vicente Leñero, Álvaro Mutis, Hugo Gutiérrez Vega y Tomás Eloy Martínez son solamente algunas de las muchas figuras que se convirtieron en pilares del gran encuentro librero, y de quienes se guarda una feliz memoria.
Elena Poniatowska, José Saramago (†), Tomás Eloy Martínez (†) y Nadine Gordimer (†), en la mesa "Literatura y política ¿un territorio compartido? El escritor como referente político de la sociedad" (2006)
La cuenta de los años No importa de quién se trate: si ha visitado la Feria del Libro por primera vez en los años recientes, seguramente quedó deslumbrado por la cantidad de lectores que esta convoca, por la cantidad de libros que exhibe, por el conjunto de actividades que tienen lugar durante esos nueve días. Simplemente, para darse una idea, basta señalar que en 2015 se dieron cita en Guadalajara 650 autores de 38 países. Pero no siempre fue así. Juan Villoro, quien presume haber estado presente en cerca de 25 ediciones de la Feria, recuerda que esta “tuvo un arranque más experimental: no había instalaciones tan buenas, el espacio era más reducido, los expositores no se esmeraban tanto,
autores
era más casera. Luego se consolidó como una Feria extraordinaria”. El narrador tapatío Bernardo Esquinca guarda en su memoria el recuerdo de una Feria pequeñita, poco visitada: “Conozco a la FIL desde que éramos chiquitos, ella y yo. Ver cómo ha crecido es impresionante. Le tengo mucho cariño porque he pasado por todos los roles por los que se pueden pasar en ella: vine como visitante cuando era pequeño; vine a trabajar con producciones en vivo cuando estaba en Radio UdeG (la radiodifusora de la Universidad de Guadalajara); cuando pasé a prensa escrita me tocó hacer desde columnas pequeñas con recomendaciones de libros hasta dirigir un suplemento dedicado a la Feria; trabajé en el área de Prensa en 2002; últimamente he venido como autor. He visto a la FIL desde todos los ángulos”.
Reunión de todos La nostalgia de Esquinca también permea las palabras de Sergio González Rodríguez, quien dice que en sus primeros años la FIL era como “una novia eterna”, una Feria local que pasó a convertirse en “el gran acontecimiento de la cultura en México. Venir año tras año y ver cómo ha crecido es una experiencia importante. Para mí la FIL siempre ha representado algo extraordinariamente vital, novedoso y brillante”. Marcela González, ex directora literaria de Alfaguara y Taurus en Random House, cuenta que la FIL Guadalajara está ligada de manera muy estrecha con su vida como editora: “La primera Feria a la que asistí debe haber sido cerca de 1996. En ese entonces trabajaba en Ediciones del Ermitaño, y me tocó desde ayudar a montar el stand. Es una de las experiencias cumbre para un editor: tener la posibilidad de exhibir
Algunos de los cuentistas que han visitado la FIL De izquierda a derecha y de arriba a abajo: 1. Marcelo Birmajer (Argentina) 2. Ana Clavel (México ) 3. Alejandra Costamagna (Chile) 4. Mario Delgado Aparaín (Uruguay) 5. Felipe Garrido (México) 6. Mónica Lavín (México) 7. Isabel Mellado (Chile) 8. Fabio Morábito (México) 9. Ednodio Quintero (Venezuela) 10. Evelio Rosero (Colombia) 11. Eloy Tizón (España) 12. Hebe Uhart (Argentina)
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Un festivo lugar de encuentro Claudio Magris
El Premio FIL
es un generoso y gran
reconocimiento del cual estoy feliz y
a platicar con sencillez sobre sus cosas y
agradecido, que nunca habría pensado
asuntos. En estos encuentros (programados
llegar a recibir. Pero además de esta obvia
o casuales) hacían más viva la vida de la
alegría hay algo más, algo que ya había
ciudad, de la comunidad.
vivido (si bien no tan intensamente) hace
Aquellos libros expuestos en los stands
algunos años, la primera vez que estuve en
de Guadalajara, aquella gente de todo tipo
la FIL. Conozco muchas ferias del libro,
y sobre todo el alegre tropel de adolescentes
lugares de encuentro de VIP que escriben,
que se mueven felizmente en esa floresta de
venden o compran libros, algo muy útil para
libros, me parecían precisamente árboles
el incierto destino del libro, sin el cual,
y plantas en un bosque, en el cual se puede
además, el mundo es impensable.
mover con pasión y ligereza.
Pero la FIL de Guadalajara es otra cosa,
Incluso los encuentros oficiales (como
no es una fortaleza de libros aislada en sí
ese que, con emoción, me ha premiado)
misma ni un vertiginoso supermercado
no eran sólo oficiales, eran alegres como
editorial; no es una borgesiana biblioteca
las nuevas amistades que he hecho y como
de Babel ni una Bolsa de valores del libro.
esos niños vestidos con sus colores, en ese
Cierto que es todo esto, como debe
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políticos, poetas y transeúntes se detenían
encuentro que ha sido tal vez (al menos
ser, pero sobre todo es un festivo lugar de
para mí) el más bello, el verdadero espíritu
encuentro y me viene a la mente el ágora
de la Feria de Guadalajara: jóvenes entre los
de la antigua Grecia, en el cual filósofos,
libros como entre flores del prado. m
... el más bello, el verdadero espíritu de la Feria de Guadalajara: jóvenes entre los libros como entre flores del prado
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el catálogo construido a lo largo de años de trabajo y ponerlo al servicio de los lectores, y es también la oportunidad de celebrar la pasión por los libros y a sus creadores. Para la editorial es la parada obligada al final del año”. Otro de los testigos del crecimiento de la FIL es el protagonista de la que es, quizá, una de las anécdotas más significativas de la Feria. Se trata del escritor Salman Rushdie, quien apareció por sorpresa en uno de sus salones durante la edición de 1995. El asombro de todos no era para menos: eran tiempos convulsos para el escritor indio-británico a causa de la fetua a la que había sido condenado por la publicación de su libro Los versos satánicos. En medio de grandes medidas de seguridad, Rushdie visitó Guadalajara invitado por Carlos Fuentes para presentar su libro El último suspiro del moro. Pero no sólo eso: también hizo un viaje en helicóptero a Tequila, donde
comió con otros escritores que habían participado en la Feria. “Había incluso una banda de mariachis y todos bebieron demasiado tequila, y a eso siguieron los habituales dolores de cabeza. Su visita a Tequila le proporcionó el escenario para una escena casi al principio de El suelo bajo sus pies”, consignaría Rushdie en Joseph Anton, su libro de memorias. Veinte años después, en un contexto completamente diferente, Salman regresó a la FIL Guadalajara. La fetua había quedado atrás, y con ella la seguridad extrema. Tampoco estaba su amigo Carlos Fuentes, pero recibió la medalla conmemorativa que se entrega a los escritores que abren el Salón Literario que lleva el nombre del escritor mexicano. ¿Cómo encontró la Feria Salman Rushdie dos décadas después de su primera visita?: “Se ha transformado, es más grande. Es muy impresionante. Recuerdo que Guadalajara era una ciudad más
1. Silvia Lemus entrega la medalla conmemorativa a Salman Rushdie, en la apertura del Salón Literario (2015) 2. Antonio Muñoz Molina presenta su libro Como la sombra que se va, acompañado por Jorge F. Hernández (2015)
autores Fernando del Paso recibe el Premio FIL de Literatura 2007, acompañado por Álvaro Mutis (†), Carlos Fuentes (†) y Gabriel García Márquez (†) (2007)
pequeña y la Feria del Libro tenía una escala menor. Es impresionante, y estoy muy feliz de estar de vuelta”. Para el autor de Hijos de la media noche, la FIL “es una ocasión maravillosa para que las personas que aman los libros vengan, se encuentren entre ellas y tengan encuentros con los autores que les gustan. Es un momento invaluable para estar juntos”.
La Feria de los premios Otro de los sellos distintivos de la FIL es la cantidad de premios y reconocimientos que entrega: a la literatura escrita por mujeres, al editor, al bibliotecario, al bibliófilo, al dibujante, al arquitecto, al periodista cultural. Y delante de todos ellos, el más importante: el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances.
Entregado por primera vez en 1991 al poeta chileno Nicanor Parra, es considerado uno de los galardones literarios más importantes del mundo, sólo después del Nobel de Literatura y del Premio Cervantes. Los escritores Fernando del Paso y Juan José Arreola (†) estuvieron, junto con Raúl Padilla López, en el equipo que concibió y echó a andar el Premio FIL, que nació con el nombre de Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo. De su origen, Del Paso recordaba en una entrevista que “la creación de todo premio tiene dos objetivos: uno, premiar algunas obras de arte o científicas. El otro, no menos importante, es darle prestigio a quien lo otorga. Pero los premios no tienen prestigio por sí solos. Yo tengo la idea de que no son los premios los que le dan prestigio al autor, sino de que son los Pase a la página 64
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Desapropiar la FIL Cristina Rivera Garza Crecí como escritora y, sobre todo, como lectora, de la mano de la FIL
Digo de la FIL
lo que decía Max Ernst cuando
le preguntaban quién era la mujer 100
cuentan que han organizado un grupo
cabezas: “Me basta con mirar a la mujer 100
de lectura —luego me informarán que le
cabezas para saberlo. Basta que pidáis una
han puesto mi nombre— y que ese grupo
explicación, y ya no lo sabré”.
se reúne en lo que fue mi bar favorito en
Son muchos años de todo esto. Crecí
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de libros, por supuesto. Las mujeres me
Guadalajara: El Gato Verde. Siempre que
como escritora y, sobre todo, como lectora,
las veo —y las veo año tras año— las veo
de la mano de la FIL: desde los tiempos en
maravilladamente. Tener lectores es, sin
que la pregunta “¿vas este año a la FIL?”
duda, un pequeño milagro con exceso de
era respondida con una contenida cara de
dimensiones (como dicen los tráileres
asombro o de reprimida vergüenza porque
de dos o más ejes en las carreteras de
todavía no me llegaba la invitación, hasta
Mexicali). Alguna vez, mientras daba un
los tiempos en que la respuesta ha sido una
taller en la cárcel de Mazatlán, respondí
detallada agenda con actividades diversas
una a una las preguntas que planteaban
de principio a fin de la Feria. Como los
los reos sobre una de mis novelas que tiene
letreros de las míticas cuatro flechas que
que ver con un gran encierro. Con ellos
intentan dar en el centro de un círculo
en mente —esos hombres de la prisión
llamado Punto de Reunión: así la FIL.
de Mazatlán y esas mujeres del grupo de
Finales de noviembre-inicios de diciembre:
lectura de Guadalajara— me acostumbré a
nos vemos en la FIL.
decir: “Mis lectores son hombres presos y
Punto de Reunión #1: estamos
mujeres libres”. Era un chiste, y no, puesto
alrededor de mesas largas y hablamos
que tengo la impresión de que todo el que
lee un libro es libre de alguna manera:
libro de su morral. ¡Y cómo se me antoja
como también tengo la impresión de
decir que lo hace furtivamente ahora
que, si estamos verdaderamente leyendo,
mismo!, "Es que me lo acabo de robar",
suspendemos nuestras filiaciones de género
explica, viéndome de frente. Y mientras
para ser otro y otros, aunque sea por un
firmo el libro y le aseguro que está del todo
momento. Pero cómo me gustaba imaginar
bien expropiar la mercancía del capital
a esas mujeres serenas de Guadalajara
y hacerse de los medios de lectura por
comentando un libro entre copas.
la acción directa de la mano en vilo, me
Punto de Reunión #2: estamos en una
pregunto qué puedo hacer yo para que ese
preparatoria en las afueras de Guadalajara
intercambio que está tomando lugar ahí,
y las maestras de literatura han organizado
entre ese ladrón en ciernes y esta escritora
una charla con sus alumnos después de
con ganas de dinamitar la producción y los
asignar y leer con ellos uno de mis libros.
canales de distribución del capital, prolifere
Como los presos de Mazatlán, estos alumnos
y se extienda.
hacen preguntas pero, a diferencia de ellos,
¿Qué puedo hacer yo para que el libro,
han desarrollado proyectos de fotografía
que es una mercancía que se intercambia
sobre una detective peculiar.
por dinero, se convierta en un lazo humano,
Las preguntas que surgen de la
terrestre, pegado al cuerpo? ¿Qué puedo
lectura y del ejercicio fotográfico pronto
hacer yo para que el libro conserve el
se transforman en preguntas sobre la
nosotros que lo genera, que lo constituye,
ciudad, sobre los cuerpos y las maneras
vivo y palpitante entre sus hojas? ¿Qué
de la convivencia cotidiana, sobre la vida.
puedo hacer yo para salirme del reino
Luego de darme ese gran regalo de la
de lo propio y desapropiar mi libro de
conversación —¿y qué es una conversación
mí hacia el nosotros continua, rabiosa,
acerca de un libro sino el libro mismo pero
infatigablemente?
de otra manera?— me dan a elegir una
Supongo que a eso también voy
de las fotografías. Esta. La que veo ahora
a la FIL: a construir una respuesta o
mismo encima de mi escritorio, cerca de la
varias respuestas para esas preguntas en
ventana, siempre me recuerda a esos jóvenes
conjunto con los lectores: a configurar una
lectores de Guadalajara.
comunidad más entre nuestras múltiples
Punto de Reunión #3: estamos en los
comunidades que nos dan aire y forma; a
pasillos de la FIL. De repente, un jovencito
sentir y practicar la lectura y la vida, que,
presuroso se detiene frente a mí. Saca un
bien miradas, son la misma cosa. m
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Sergio Ramírez y Nélida Piñón, en la apertura del Salón Literario (2014)
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autores quienes le dan prestigio a un premio. En ese sentido, este Premio cuenta ya con muchos premiados de un gran prestigio”. La entrevista en cuestión fue realizada en 2007 y Del Paso acababa de ingresar a esa lista de autores que, cada año, han engrandecido el prestigio del Premio. En quince años recibieron el Premio Juan Rulfo los escritores Nicanor Parra, Juan José Arreola, Eliseo Diego (†), Julio Ramón Ribeyro (†), Nélida Piñón, Augusto Monterroso (†), Juan Marsé, Olga Orozco (†), Sergio Pitol, Juan Gelman (†), Juan García Ponce (†), Cintio Vitier (†), Rubem Fonseca, Juan Goytisolo y Tomás Segovia (†). Sin embargo, después de que fue concedido a este último, el Premio tuvo que cambiar de nombre luego de un conflicto con los herederos de Juan Rulfo. “Hubo un lamentable desencuentro con el arquitecto que maneja la fundación de la familia Rulfo, y con la propia viuda, situación que nos llevó a un deplorable litigio. Aunque en tribunales la Feria ganó, consideramos que, no habiendo el consentimiento de la familia, lo más lógico era no seguirle dando el nombre”, cuenta Raúl Padilla, presidente de la FIL. Se buscaron alternativas. En 2006 y 2007 se adoptó el nombre provisional de Premio FIL de Literatura, resultando ganadores Carlos Monsiváis y Fernando del Paso —quien en ese entonces dijo que él lo llamaba “Premio Juan Rulfo, alias Premio FIL”. Aunque el autor de Noticias del Imperio confiaba en que el Premio recuperaría su nombre original esto no ocurrió, y en 2008 adoptó su nombre definitivo: Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, expandiendo de esta manera sus alcances. “Partiendo de una revolución del Premio y del crecimiento en el estímulo económico, este pasó de tener un carácter regional, centrado en escritores de Iberoamérica y del Caribe, a abarcar a todos los escri-
1. Eliseo Diego (†) recibe el Premio Juan Rulfo de manos del entonces presidente de México, Carlos Salinas de Gortari (1993) 2. Carlos Fuentes, en la presentación de la edición conmemorativa de las Academias de la Lengua de su novela La región más transparente (2008)
fue anunciado como ganador el peruano Alfredo Bryce Echenique. Al darse a conocer el fallo, diversas voces se alzaron para cuestionar la entrega del Premio debido a las acusaciones de plagio que pesaban sobre el escritor. “Fue un suceso lamentable que generó un enorme malestar en la comunidad cultural, particularmente la mexicana. No tuvimos más opción que apoyar la decisión del jurado, porque los jurados son la esencia de todo: son los que le dan credibilidad a un premio. Pasar por alto la decisión del jurado hubiera sido aniquilar el Premio en ese mismo momento”, relata Raúl Padilla. Al final, se tomó una decisión: se mantuvo a Bryce Echenique como ganador, pero se le entregó el Premio en su casa y no en la ceremonia inaugural de la Feria, como es costumbre. “Coincidió que ese año
autores
tores cuyo idioma tiene como origen el latín, como son el español, el portugués, el italiano, el francés y todas las lenguas de la península ibérica”, añade Padilla. Con este nombre han recibido el Premio: António Lobo Antunes, Rafael Cadenas, Margo Glantz, Fernando Vallejo, Alfredo Bryce Echenique, Yves Bonnefoy (†), Claudio Magris y Enrique Vila-Matas, quien en 2015, tras recibir el reconocimiento, señaló que cuando asistió por primera vez a la FIL, en 1992, “jamás se me ocurrió pensar que lo obtendría, tal vez porque era joven y no me planteaba que pudiera ser un premio Rulfo. Ahora que lo tengo lo he vivido con tranquilidad, paso a paso. Es un Premio contundente que viene a darme energía para escribir, para trabajar en casa, para seguir mi trayectoria”. Durante esta segunda etapa de su historia el Premio pasó por otro duro momento cuando, en 2012,
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Amigos y lectores Élmer Mendoza
Cosas de la Feria
(FIL) que no olvidaré: en 1998
en que Raúl Padilla, presidente de la Feria,
a Beatriz de Moura, a Tony López y a
pidió a Nubia Macías que organizara
la plana mayor de Tusquets. Leonor y
una mesa con los narradores del Norte.
yo quedamos gratamente sorprendidos
Esa caterva. Y allí estuvimos Daniel
y hasta chocamos por López Cotilla.
Sada, David Toscana, Eduardo Antonio
Me fascina de la FIL: cómo lectores y
Parra y yo, moderados por Arturo Pérez-
personajes beben café, intercambian
Reverte, tratando de explicar a más de 700
direcciones y se hacen promesas que no
personas lo que estábamos escribiendo.
piensan cumplir. Por ejemplo, Héctor
Me maravilla encontrar amigos. Son
Belascoarán Shayne prometió a Juan
días en que Pérez-Reverte, Xavier Velasco,
Preciado que le ayudaría a encontrar a
Leonor y yo, adoramos a Pantagruel y nos
su padre.
ponemos al día; horas en que Paco Ignacio
El doctor Juvenal Urbino pretendió
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lo intimidan. Tampoco olvidaré la tarde
recibí mi primer adelanto, conocimos
Taibo II me aconseja comprender a
hacerse cargo de Carlota Amalia, pero
Warhol y Benito me recomienda los libros
Maximiliano no lo escuchó porque en ese
que debo leer; Eduardo Antonio Parra,
momento, el detective peluquero Tomas
Cristina Rivera Garza y David Toscana,
Prinz, le arreglaba la barba. Fue notoria la
nos convencen de que El Gato Verde era de
presencia de Michael Ohayon custodiando
Cortázar.
al primer ministro de Israel cuando vino
Verónica Flores los apoya, siempre
a dar su discurso, y la de Julio Etchenike,
y cuando primero vayamos al Veracruz
la vez que Argentina estuvo presente. Me
a ver bailar a Alberto Ruy Sánchez.
cuenta el Zurdo Mendieta que Filiberto
Federico Campbell, ese bato acá, raza
García está dispuesto a volver todos los
pura, no baila, sólo bebe café y conversa.
años, aunque haya algunas escritoras que
Haghenbeck, Bef, Imanol, César Silva,
Jamás olvidaré mis encuentros con mis lectores. Esa raza que ya es parte de mí y de mi literatura
Martín Solares, Orfa Alarcón, Alejandro Almazán y Juan José Rodríguez dejan claro que practican un arte que cada vez los hace más visibles. ¿Creen que olvidaría la mañana que me informaron que había ganado el Tusquets? Nel, ni madres. Es de esas noticias que te ponen blandito. Allí estaban Beatriz, Tony, Verónica, Juan Cerezo y Leonor, que se puso tan nerviosa como yo. Uf, qué maniaco. Imposible olvidar las caras de mis amigos periodistas: Jesús Alejo, Carolina López Hidalgo, Janet Aguilar, Nelly Sánchez y Baltazar Domínguez. Creo que ellos también fueron sorprendidos. Tengo grabados el abrazo de Gonzalo Celorio y la llamada de Daniel Sada. Una vez comimos con José Saramago que, a su vez, saboreaba chicas hermosas que acompañaban a la Mujer del Médico. Me cuesta contar lo que sentí cuando José Emilio Pacheco me confesó que leía mis comentarios de novelas en El Universal y sugirió que no suspendiera esa tarea. Fue grandioso compartir escenario con Los Tigres del Norte y con Arturo. Sé que el corrido que cantamos estuvo nominado a siete premios, pero Blanca Nieves no apoyó. Jamás olvidaré mis encuentros con mis lectores. Esa raza que ya es parte de mí y de mi literatura. m
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fil 30 años
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sería la primera vez que Carlos Fuentes no estaría en la Feria [había muerto en mayo de ese año] y le hicimos un homenaje en la ceremonia inaugural, decisión que recibió muy bien la comunidad cultural”. De este modo, a pesar del cambio de nombre y la polémica generada por el caso Bryce Echenique, el Premio se mantiene fuerte, y su entrega en la ceremonia inaugural de la Feria sigue siendo el banderazo inicial de la fiesta de los libros. Dulce María Zúñiga, coordinadora del Premio, señala que luego de 25 años de existencia “el balance es muy positivo. Siempre ha sido concedido a autoras y autores de alta calidad literaria: constituye una pléyade de la literatura, y una referencia obligada en el mundo cultural”. Para ella, los cambios que ha experimentado el Premio han sido positivos porque “nos han llevado a conocer y tener el privilegio de recibir en la FIL a escritores de lengua francesa, italiana y portuguesa. Y en
el futuro podría ser algún alto exponente de lengua rumana, catalana, occitana, gallega, etcétera”. Por otra parte, los ajustes ocurridos luego de la polémica han permitido que la asociación civil que entrega el Premio reafirme “su propósito de galardonar a un autor o autora con una obra de calidad literaria, sin atender a ningún otro tipo de criterio”. Al Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances le sigue el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, que reconoce la literatura escrita por mujeres. Perla Suez, ganadora en 2015, explica que recibir el Premio Sor Juana Inés de la Cruz es como “empezar de nuevo el camino. Si bien en mi obra siempre estoy empezando, ahora lo hago con otra fuerza: con el estímulo y el desafío que representa para un escritor captar más lectores. Eso es maravilloso, y eso es lo que brinda la FIL Guadalajara. Es el impulso que necesitaba para continuar y cambiar el registro de mi obra”.
Inés Fernández Moreno, Ana García Bergua, Tununa Mercado, Margo Glantz, Cristina Rivera Garza, Silvia Molina, Gioconda Belli y Claudia Piñeiro participan en la reunión de ganadoras del Premio Sor Juana, moderadas por Edmundo Paz Soldán (2014)
autores
1999
Las distancias no son una barrera para que los autores participen en la FIL, como fue el caso de Günter Grass (†) y Ray Bradbury (†), quienes estuvieron presentes por medio de videoconferencia
Desde 1993, el Premio se ha otorgado, entre otras, a Elena Garro (†), Laura Restrepo, Cristina Rivera Garza —la única en recibirlo en dos ocasiones—, Margo Glantz y Gioconda Belli (la lista completa está en la página 249). Cristina Pacheco, quien recibió el Homenaje al Periodismo Cultural Fernando Benítez en 2000, cuenta que “todos los premios son inesperados. Uno siente que no los merece, pero ver mi nombre ligado a uno de los hombres que más he querido y admirado… es una sensación maravillosa. Cerca de mi habitación tengo el Premio, y me gusta verlo. Ahí está concentrado un momento muy importante de mi vida”. Por su parte, Juan Villoro, homenajeado en 2013, recuerda ese día como un momento “muy emocionante. Es uno de los grandes regalos que me ha dado esta Feria”. Y la emoción es compartida: Sergio González Rodríguez, quien fue reconocido en 2015, confiesa
2009
que cuando vino por primera vez a la Feria, allá por 1990, era algo que le parecía “inimaginable. Pero ahora, al ver todo en retrospectiva, es estimulante, un privilegio maravilloso. Es un honor experimentar esto, y para mí es doblemente importante porque Fernando Benítez fue un hombre con el que yo trabajé”. Junto con ellos han sido premiados Carlos Monsiváis, Raquel Tibol (†) y José de la Colina (el listado completo, en la página 253).
Experiencias para todos La FIL es una gran generadora de experiencias. Así lo constata la emoción que cientos de lectores sintieron en 2009 al unirse en una videoconferencia con el escritor estadounidense Ray Bradbury (†); la presencia, a lo largo de los años, de trece ganadores del Premio Nobel, entre ellos Mario Vargas Llosa, Gabriel García Márquez, Jean-Marie Gustave Le Clézio, Pase a la página 72
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Convalecencia
Antonio Ortuño
Me asalta
en ocasiones, un peculiar estado
de agotamiento. Lo llamo “colapso FIL”. Es un amasijo de deshidratación, jaqueca, acalambramiento, tinnitus (esos espasmos y resonancias del oído que no son causados por una fuente externa), afonía, síncope nervioso y hasta crisis de llanto. Suele sobrevenirme el último domingo de la Feria del Libro, a eso de las ocho o nueve de la noche, cuando me derrumbo en el sofá de la sala luego de evadir la novena jornada consecutiva de multitudes y alcohol. Es un momento muy confuso. A lo largo de los días he ido apilando sobre una mesa, ubicada junto al sofá, el botín obtenido en la Feria (es decir, decenas de libros deseables por uno u otro motivo, que van desde el tiempo que tardé en dar con un título hasta el color de una portada) pero el “colapso FIL” impide, claro, leer. Me limito, pues, a permanecer tendido. Estiro la mano y tomo de las pilas desordenadas (y tachonadas de revistas, volantes
70
... la verdadera FIL, sigue siendo, con distancia, el encuentro editorial más importante del país y del idioma español
y separadores promocionales que se irán di-
truo libresco tapatío, es decir, la verdadera
recto a la basura) algún volumen, huelo las
FIL, sigue siendo, con distancia, el encuen-
páginas de otro, repaso lomos y contrapor-
tro editorial más importante del país y del
tadas. Hace casi 30 años que se presentan
idioma español (no sin controversias de por
estos episodios en mi vida, porque, voy a
medio, para qué negarlo).
presumirlo: no he faltado a una sola edición de la Feria. Comenzaron con mis visitas escolares
Mientras intento superar el episodio de “colapso FIL” (para lo cual hay que destapar una modesta cerveza, darle algunos sorbos
(incluido el día en que mi hermana perdió
y no moverse del sofá) repaso la catarata de
el sentido porque le dieron a probar un po-
incidentes que dejó la semana (el sofá es el
deroso aguardiente), siguieron durante los
mismo, pero los incidentes y los nombres de
doce años que trabajé, como periodista, en
sus protagonistas varían).
la cobertura de actividades (pocos zapatean
Las charlas de Martin Amis, Angélica
esos pasillos abarrotados tanto como los
Gorodischer, Viktor Pelevin, Lina Meruane,
reporteros) y no han hecho sino aumentar
Rubem Fonseca o Raúl Zurita. La ocasión
y recrudecerse desde que escribo y publico
en que me topé con Carlos Fuentes en los
libros que son presentados allí.
mingitorios y él se lavaba las manos mien-
Hay muchas ferias en el mundo pero,
tras silbaba (lo juro) el “Cielito lindo”, o la
para mí, una sola FIL. Aunque hoy día, a
noche en que, por motivos nunca aclarados,
cualquiera que organice una kermés con
bailé cumbia con el gran Francisco Hinojosa
venta de libros le da por llamarla “FIL” (la
en el salón Veracruz.
i, claro, es por “internacional” pese a que la
Al final, termino por quedarme dormi-
dichosa internacionalidad provenga de la
do y el “colapso FIL” se va. Pero los libros,
visita de los primos de Anaheim de uno de
y eso es lo importante, se quedan. Y estarán
los organizadores), lo cierto es que el mons-
ahí cuando despierte. m
71
fil 30 años
Jorge Alberto González Arce, Carlos Correa, Sergio Aragonés, José Trinidad Padilla López, Roberto Fontanarrosa, Raúl Padilla López y Eduardo del Río, Rius, en el Homenaje de Caricatura La Catrina a Roberto Fontanarrosa (†) (2006)
José Saramago, Orhan Pamuk, Shimon Peres, Joseph Stiglitz, Rigoberta Menchú y Herta Müller, por mencionar algunos; el auditorio Juan Rulfo repleto para los múltiples encuentros de Mil Jóvenes con... al que han acudido figuras como Isabel Allende (2003), Jostein Gaarder (2007), John Boyne (2008), Fernando Savater (2011), Jane Teller (2012) y Alessandro Baricco (2013); la emotiva lectura en la que Juan Gelman se conmovió hasta las lágrimas, y un largo etcétera. Pero así como genera gratas e imborrables experiencias para los lectores, la FIL Guadalajara también es escenario de un sinnúmero de momentos inolvidables para los autores y editores que en ella se dan cita cada año. En 2006, Roberto Fontanarrosa viajó hasta México para recibir el homenaje del Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta. En ese
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entonces estaba ya postrado en silla de ruedas. Sin embargo, esto no mermó su humor. Durante la entrega de La Catrina —la escultura con la que está dotado el homenaje—, el humorista y escritor argentino estuvo flanqueado por el entonces rector de la UdeG, Trinidad Padilla López, y por el presidente de la FIL, Raúl Padilla. “Me han puesto un Padilla López a cada lado. No sólo soy un catrín: soy uno de los primeros empadillados”, dijo Fontanarrosa durante una memorable intervención que arrancó carcajadas a todos sus asistentes aquella tarde. Pero no sólo los asistentes guardan feliz memoria de aquella visita. Daniel Samper rememora: “Siempre recordaré la imagen de Roberto, el Negro, Fontanarrosa, ya mortalmente enfermo, cuando acudió por última vez a la FIL y, a pesar de las difi-
cultades que entrañaba su desplazamiento en silla de ruedas, insistió en asistir a muchos de los actos y conferencias. Cierta noche, a la salida de un concierto en el teatro Degollado, lo acompañamos su mujer y yo. Y estando en la calle, tuvimos que pedirle que se quedara solo durante un par de minutos mientras buscábamos el carro. Siempre ingenioso y capaz de reírse hasta de su mala salud, nos despidió con estas palabras: ‘Vuelvan pronto, que ya la gente empieza a darme limosnas’”. Es común que los editores guarden sus memorias. Diego Rabasa recuerda que, en 2005, viajaban en una camioneta Roberto Calasso, Jorge Herralde, Jaume Vallcorba (†) y seis personas más del equipo de la editorial Sexto Piso. En ese trayecto, de la Ciudad de México hacia Guadalajara, “recuerdo que Herralde le dijo al
No deja de crecer En cada edición, la FIL Guadalajara es más grande: más actividades, más autores, más lectores. En cada edición, la Feria se diversifica: el programa literario que se integra cada año contempla un abanico que da espacio para la novela, el cuento y la poesía, además de abrir sus puertas, en las más recientes ediciones, a la divulgación de la ciencia y la dramaturgia. Actividades casi sectarias y rituales entre lectores y escritores, como el Encuentro Internacional de Cuentistas que se realiza desde 2007, y por cuyas
mesas han pasado escritores como Ricardo Piglia, Andrés Neuman, Cristina Rivera Garza, Sergio Pitol, Eloy Tizón, Guadalupe Nettel y Álvaro Uribe. O el entusiasmo casi fanático de quienes acuden al Salón de la Poesía, donde los autores asisten para leer sus textos en voz alta. Y es que todo cabe en esta Feria sabiéndolo acomodar. Prueba de ello es que, además de ser la más importante para el universo hispanohablante, la FIL Guadalajara se ha convertido también en un aparador para las letras escritas en otras lenguas. Tan sólo en 2015, el programa oficial contempló actividades literarias en 29 idiomas. Prueba de esta diversidad son los programas Destinação Brasil —que desde 2012 forma un puente entre la literatura brasileña y el resto del continente— y el Festival de las Letras Europeas, que desde 2011 busca profundizar el intercambio literario entre los países de la Unión Europea y los lectores latinoa-
autores
conductor: ‘¡Tened cuidado, que lleváis en tus manos buena parte del presente y el futuro de la edición literaria en castellano!’. Vallcorba iba en la parte de atrás entre libros y camisetas, golpeándose la cabeza cada vez que caíamos en un bache. Fue una noche muy divertida”.
Salón de la Poesía con Ernesto Cardenal, acompañado de Gioconda Belli y Carmen Villoro (2014)
Pase a la página X
73
fil 30 años
mericanos, ofreciendo un panorama de la literatura contemporánea del Viejo Continente, y mostrando su diversidad y multiculturalidad. Atrás quedaron los años en los que el recinto ferial le quedaba grande. Por el contrario, Expo Guadalajara, su sede de toda la vida, tuvo que crecer para seguir recibiendo el encuentro librero. Y es que la FIL es un espacio que no deja de crecer en un país que ha atravesado momentos difíciles, y en un entorno editorial que ha sido sacudido en los tiempos recientes. “Año tras año no deja de asombrarme que la FIL siga creciendo y superándose en todos los sentidos, sobre todo en un país en permanente crisis lectora y en un mundo en el cual el ámbito libresco se remueve y se alarma ante una revolución de las comunicacio-
74
nes y de la edición que no acabamos de asimilar”, dice Ignacio Padilla. Y añade: “La Feria es un motivo para sentirse verdaderamente orgullosos en un país donde no abundan razones así. Creo que la FIL es la Feria del libro más completa del mundo”. Lugar para el asombro, para el encuentro, para la camaradería. Espacio en el que autores y lectores se encuentran, se conocen. Así ha sido desde el 28 de noviembre de 1987, cuando una lona traslúcida colgada de un andamio informaba a la gente sobre lo que iba a ocurrir en Expo Guadalajara. Así es ahora, 30 años después, con casi 800 mil asistentes y cientos de autores que cruzan las puertas del recinto ferial para instalarse, durante nueve días, en la que puede ser considerada la casa de todos. Una casa que, eso sí, siempre está de fiesta. m
Poetas del mundo en la FIL De izquierda a derecha y de arriba a abajo: 1. Maram Al-Masri (Siria) 2. Claribel Alegría (Nicaragua) 3. Diana Bellesi (Argentina) 4. Eduardo Chirinos (†) (Perú) 5. Orlando González Esteva (Cuba) 6. Darío Jaramillo (Colombia) 7. Luis García Montero (España) 8. María Negroni (Argentina) 9. Gonzalo Rojas (†) (Chile) 10. Raúl Zurita (Chile)
autores
Los 25 Secretos Mejor Guardados de América Latina (FIL 2011) 4
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2
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3 5
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19
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25
1. Francisco Díaz Klaassen (Chile)
11. Hernán Ronsino (Argentina)
20. Roberto Martínez Bachrich
2. Luis Alberto Bravo (Ecuador)
12. Fabián Casas (Argentina)
(Venezuela)
3. Miguel Antonio Chávez (Ecuador)
13. Jacinta Escudos (El Salvador)
21. Ulises Juárez Polanco
4. Juan Álvarez (Colombia)
14. Eduardo Varas (Ecuador)
(Nicaragua)
5. Fernanda García Lao (Argentina)
15. Emiliano Monge (México)
22. Nona Fernández (Chile)
6. Daniela Tarazona (México)
16. Enrique Planas (Perú)
23. Javier Mosquera Saravia
7. Andrés Burgos (Colombia)
17. Carlos Oriel Wynter Melo
(Guatemala)
8. Carlos Cortés (Costa Rica)
(Panamá)
24. Diego Muñoz Valenzuela (Chile)
9. Giovanna Rivero (Bolivia)
18. Luis Miguel Rivas (Colombia)
25. Pablo Soler Frost (México)
10. Dani Umpi (Uruguay)
19. María Eugenia Ramos (Honduras)
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Héctor Abad Faciolince Gabriela Alemán
Isabel Allende
Selva Almada
Roberto Ampuero
José Balza
Colombia
Ecuador
Chile
Argentina
Chile
Venezuela
Alberto Barrera Tyszka
Rosa Beltrán
Mario Benedetti (†)
Rodrigo Blanco
Piedad Bonnett
Carmen Boullosa
Venezuela
México
Uruguay
Venezuela
Colombia
México
Alonso Cueto
Jorge Edwards
Jorge Franco
Santiago Gamboa
Tomás González
David Huerta
Perú
Chile
Colombia
Colombia
Colombia
México Galería de autores de otras lenguas en la FIL d
Autores de otras lenguas en la FIL
Chimamanda Ngozi Adichie
Moussa Ag Assarid
Rabih Alameddine
Miral al-Tahawy
Tariq Ali
Martin Amis
Francia
Jordania
Egipto
Pakistán
Reino Unido
Jon Lee Anderson
Yuri Andrujovich
Arnaldo Antunes
Marçal Aquino
Margaret Atwood
Bernardo Atxaga
Estados Unidos
Ucrania
Brasil
Brasil
Canadá
País Vasco
Nigeria
Rike Bolte
Kevin Brooks
Thomas Brussig
David Byrne
Pino Cacucci
Patrizia Cavalli
Alemania
Reino Unido
Alemania
Escocia - EU
Italia
Italia
Ermanno Cavazzoni
John Connolly
Kiran Desai
Joël Dicker
James Ellroy
Italia
Irlanda
Ignácio de Loyola Brandão
India
Suiza
Estados Unidos
Brasil
Valerio Evangelisti
Ken Follett
Aminatta Forna
Jostein Gaarder
Milton Hatoum
Chenjerai Hove
Italia
Reino Unido
Reino Unido
Noruega
Brasil
Zimbabue
Pawel Huelle
Nancy Huston
John Katzenbach
Camilla Läckberg
Jonathan Lethem
Paulo Lins
Polonia
Canadá
Estados Unidos
Suecia
Estados Unidos
Brasil
Valerio Massimo Manfredi
Colum McCann
Robert Menasse
José Luis Peixoto
Monique Proulx
Luiz Ruffato
Irlanda
Austria
Portugal
Canadá
Brasil
Rüdiger Safranski
Annie Saumont
Ingo Schulze
Owen Sheers
Masahiko Shimada
Roman Simić
Alemania
Francia
Alemania
Gales
Japón
Croacia
Italia
Peter Stamm
Saša Stanišić
Aleš Šteger
Rusia
Suiza
Bosnia y Herzegovina
Eslovenia
Miguel Syjuco
Gonçalo M. Tavares
Janne Teller Colm Tóibín
Filipinas
Portugal
Dinamarca
Irlanda
Robin Valtiala
Antoine Volodine
Jeanette Winterson
Liao Yiwu
Finlandia
Francia
Reino Unido
China
Vladimir Sorokin
Autores de Iberoamérica
Alejandro Jodorowsky
Élmer Mendoza
José María Merino
Mayra Montero
Guadalupe Nettel
Sergio Olguín
Chile
México
España
Cuba-Puerto Rico
México
Argentina
Leonardo Padura
Alan Pauls Edmundo Paz Soldán
Ricardo Piglia
Santiago Roncagliolo
Eduardo Sacheri
Cuba
Argentina
Bolivia
Argentina
Perú
Argentina
Daniel Samper
Mayra Santos-Febres
Iván Thays Luisa Valenzuela
Jorge Volpi
Eraclio Zepeda (†)
Colombia
Puerto Rico
Perú
México
México
Argentina
lectores
Lectores
Pase a la pรกgina X
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Hecha a la medida: la Feria de los lectores La fila se extiende alrededor del módulo donde las firmas de autores se llevan a cabo, se enrosca por los pasillos de la Feria, y continúa hasta un punto inexacto que se pierde entre el andar de la gente. En las caras de las personas que esperan en la línea, abrazando libros, se lee la ilusión que uno vería en quien está a punto de recibir un regalo. El lema de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, “Somos lectores”, no tendría un mejor rostro que este: el del lector que espera a que el autor llegue para constatar que existe, que es real. Alessandro Baricco, a quien esa fila espera, saluda con un apretón de manos y una sonrisa a todos sus lectores, mirando hacia las incontables cámaras fotográficas que apuntan hacia él. Por un extraño proceso, el espacio público de Expo Guadalajara se transforma con cada nuevo saludo y cada libro firmado, en un momento íntimo y único. Por unos minutos, el autor deja de ser una fotografía y unas palabras impresas para convertirse en un amigo, un confidente, alguien real. La escena de la firma de libros con el aclamado autor italiano es una de las muchas que se han repetido, casi con la misma intensidad, desde las primeras ediciones de la Feria. Esta cercanía se ha convertido en una de las maneras en las que la FIL celebra a sus lectores y en la que todos, sin importar el papel que jueguen dentro de la industria editorial, tienen la posibilidad de celebrar su amor por los libros.
85
Para Rosa María Martínez, gerente de Promoción de la Editorial Océano, la importancia de la existencia de la FIL radica en todas las posibilidades que dentro de ella existen para que lectores, autores, editores y demás piezas que forman la industria editorial se encuentren, lo que por nueve días genera un clima y un universo aparte. “Es una de las apuestas culturales más grandes y formidables que tiene este país. Ahí se generan negocios, ideas e intercambios que tienen interconexiones con la educación, el arte, la ciencia, la música y la literatura, desde luego. Lo cual es mucho para una nación, en donde sus gobernantes constriñen cada día más sus programas de educación y cultura para los ciudadanos”, dice. La FIL busca satisfacer los diversos intereses que pueda tener su público; así, cada año, su programa se expande y genera un tejido más complejo y que abarca mayores posibilidades. “Programamos más de 1,300 horas de actividades durante los nueve días que dura la Feria, entre presentaciones de libros, eventos académicos, profesionales, de divulgación científica y literarios. Coordinar todos estos actos es una tarea titánica, pues nos debemos asegurar de que todo funcione a la perfección para que los asistentes disfruten de manera ordenada y segura”, comenta Carolina Tapia, coordinadora de Programación en la FIL. Dentro de estos espacios se encuentran, por ejemplo, las Galas de El Placer de la Lectura, concebidas para propiciar encuentros en donde autor y lector están en calidad de iguales. Desde su creación en 2001, más de 150 escritores han participado en estas sesiones, quienes han podido compartir la importancia que la lectura ha tenido en sus vidas y proponer, al contar su propia experiencia, rutas de lectura para el público asistente.
86
Así, se ha logrado que, durante 30 años, la FIL cuente con alrededor de doce millones de visitas de personas que llegan y regresan, año con año, en un acto de lealtad con esta fiesta única en el mundo, que los invita a entrar, a conocer y a volver una vez más para sorprenderlos en cada edición. En las palabras del escritor alemán Gregor Sander, “siempre es impresionante para mí que la gente se interese en las ferias de libros, porque para conseguir un libro no tienes que venir hasta una feria. Sin embargo, la gente quiere ver a los escritores, a las casas editoriales, todo. Ese movimiento, dentro de esta Feria, es impresionante”. Según datos de una encuesta realizada en 2015 por la casa consultora Berumen, los asistentes al programa de la FIL han visitado en promedio la Feria
El escritor Alessandro Baricco firma libros a sus seguidores (2013) Página derecha: 1. El autor serbio Goran Petrović se toma fotos con sus lectores (2012) 2. La periodista y escritora española Rosa Montero, creadora del programa Los Lectores Presentan (2003)
Hilando fino Hablar de los asistentes a la Feria es hablar de una multiplicidad de voces, de un conjunto de personas que, con un rostro distinto y único, provienen de una amplia gama de edades, contextos e intereses. Son ellos quienes se adentran al recinto, ya sea con la esperanza de escuchar de viva voz a un autor que ha ido más allá al convertirse en un amigo, con las ganas de conseguir el siguiente libro para viajar por sus páginas o con la curiosidad y ahínco de quien busca alimentar su biblioteca. A sabiendas de que es imposible definir al lector asistente de la Feria como uno solo y limitarlo a una descripción única, tanto en comportamientos como en gustos, el equipo que organiza la FIL ha tenido en claro que, para conectar con los asistentes y conseguir que se sientan identificados con lo que sucede dentro de esta, es necesario crear y ofrecer programas, dinámicas y contenidos que sean atractivos para todo tipo de lectores. Para lograrlo, la organización de la FIL está constantemente pulsando el gusto de los asistentes, adelantándose incluso a los nuevos retos que, con la tecnología, los lectores han presentado a la industria y buscando a aquellos públicos que, por una multi-
plicidad de razones, no han asistido o no se sienten invitados todavía. La escritora puertorriqueña Mayra Santos-Febres resume así su experiencia: “Para mí, como lectora, ir a la FIL y saber que se celebra desde hace 30 años, es saber que hay justicia en el mundo. Todos los fanáticos de algo tienen su ‘actividad internacional’. Los deportistas tienen sus olimpiadas, sus series mundiales, los músicos tienen sus Emmy, sus Grammy, sus Viñas del Mar y Lollapalooza; pero los lectores que amamos el español, tenemos a la FIL”. Con esto en mente es que se han creado ejes por medio de los cuales los lectores consiguen relacionarse y acercarse a aquello que les interesa o les divierte, convirtiendo la Feria también en un espacio en donde las diversas e inabarcables expresiones de la palabra escrita convergen. No sólo el amplio espectro de lectores se ve beneficiado, sino que también la industria editorial responde alimentando y reforzando lo que dentro de la FIL se ofrece. Durante 2015 se presentaron 600 novedades editoriales en la FIL, por ejemplo. En 2003, fue la escritora española Rosa Montero quien inauguró otro de los proyectos con la finalidad no sólo de acercar a autores y lectores mediante la lectura sino que, por primera vez, los sentó en la misma mesa para charlar sobre una obra literaria. Así nació Los Lectores Presentan, actividad que hasta el día de hoy ha convocado a más de 80 autores, quienes se reúnen cara a cara con sus propios lectores, estudiantes, profesionistas, académicos, amas de casa y hasta niños, para conocer lo que tienen que decir sobre su obra. Buscando nuevos hilos que tejer en esta red que atraviesa las posibilidades y gustos de los lectores, en el año 2007 se llevó a cabo por primera vez
lectores
durante siete años, y regresan, cada año, un promedio de tres días para conocer y reconocer el espacio y encontrarse con otros lectores. De esta manera, entre los pasillos llenos de libros y de historias, en medio de mesas y presentaciones y sorteando los tumultos de gente que observa, escucha o simplemente pasea, dentro de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, hay un libro para cada visitante y un lector para cada ejemplar.
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Sorpresa y admiración* Yves Bonnefoy (†)
Regresé
de Guadalajara sorprendido,
admirado, y desde entonces no he dejado de pensar en la enseñanza de esa visita demasiado breve. ¿Por qué esta sorpresa, por qué esta admiración? Porque yo llegaba de un país en el que la poesía, que puede ser grande, muy grande, interesa sólo a unas cuantas personas. Los franceses tienen tanta aptitud para la poesía como cualquier otro pueblo, pero la deplorable tradición nacional ha convertido a la enseñanza primaria y secundaria en un medio para afirmar que lo único que cuenta es el pensamiento racional: el razonamiento de las ideas, es decir, de las ideologías, y no los impulsos del instinto y del corazón. También es posible que nuestra lengua, carente de acento tónico, se preste menos que otras a la palabra en voz alta; a la libre expansión del sonido de las palabras, que es la mitad de la verdad. En Francia las lecturas de poesía rara vez congregan a más de cien o ciento cincuenta oyentes. Cada vez más personas,
88
*
aun siendo cultas y sensibles, pierden interés.
filosófico o sociológico, al contrario, le dan
Los nombres de muchos de nuestros poetas
la ocasión y el medio para ser más verdadero,
más notables como Nerval, Mallarmé, Pierre
más creativo. Partí de Guadalajara consciente
Jean Jouve, —esos mismos que despiertan
del hecho de que México tiene grandes
intensa devoción en quienes consideran a la
problemas que resolver, pero que también
poesía la esencia de la vida— esos nombres
tiene, y más que nosotros en Europa, muchos
no son más conocidos por el público general
recursos para superarlos. Porque la poesía por
que los nombres de los matemáticos que
sí misma sin duda no podrá salvar al mundo.
son notables en su propio medio, pero
Pero nuestra civilización sólo tendrá futuro
evidentemente desconocidos por quienes
gracias a los justos y a los visionarios que, por
ignoran todo de esa disciplina.
suerte para nosotros, se nutrirán frecuentando
También fue una gran sorpresa ver que en Guadalajara una lectura de poemas —y
Y cuánta emoción cuando empezó el acto, con las preguntas que venían desde todas partes de la sala, y cuánta emoción ver lo que suscitaba la palabra de este poeta anciano
a los grandes poetas. Mientras leía en la sala de los Mil jóvenes
además en una lengua extranjera, y por un
con…, pude distinguir en las primeras filas,
autor nada célebre en México—, podía atraer
frente a mí, a un grupo de jóvenes y bellas
mil oyentes, creo que no exagero. Y cuánta
personas visiblemente desbordantes de
emoción cuando empezó el acto, con las
fervor y esperanza, y me pregunté quiénes
preguntas que venían desde todas partes de la
podrían ser, con sus vestimentas blancas y
sala, y cuánta emoción ver lo que suscitaba la
rojas. Cuando se me acercaron al final de
palabra de este poeta anciano, que escribe de
la sesión, supe que para llegar a la lectura
una forma a veces difícil de seguir y a veces
habían viajado en diversos medios de
quizá repelente. No era curiosidad, siempre
transporte durante todo un día. Venían de
un poco sospechosa, sino la confianza, ¡la
un poblado en las montañas, donde aún
confianza en la poesía!
hablan principalmente su lengua autóctona y
Mientras respondía a esas preguntas,
conservan viva su cultura tradicional.
mientras miraba esos rostros atentos, podía
El futuro de la vida en sociedad está
ver que no era la satisfacción narcisista del
en manos de aquellos que sabrán, como
intelecto lo que movía a mi auditorio, sino eso
estos jóvenes y jovencitas, unir la sabiduría
que la poesía desea más: la profundización
y el conocimiento de las sociedades que
de los intercambios, el deseo de “cambiar la
permanecen ancladas en su espacio terrestre
vida”.
al amor de la poesía. Desde donde estoy ahora,
¡Qué suerte para una sociedad cuando
de nuevo en la vieja Europa, digo a quienes
tantos de sus jóvenes tienen este deseo! Este
conocí en México, que los conservo entre mis
anhelo, esta generosidad, no restringen de
recuerdos más gratos. m
ninguna manera el lugar del pensamiento
*Este texto fue escrito por Yves Bonnefoy un año antes de fallecer.
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el Encuentro Internacional de Cuentistas, que se ha convertido en una parte permanente e integral de la FIL, y en el que hasta la fecha se han dado cita autores de 20 países. “El Encuentro Internacional de Cuentistas es una de las pocas actividades de la FIL donde los autores fundamentalmente asisten para leer sus textos en voz alta. No sé si por esta razón, o por tratarse del género cuentístico, el encuentro suele tener muchísimo éxito y abundante concurrencia. Es casi una actividad sectaria y ritual entre lectores y autores”, comenta Ignacio Padilla (†), coordinador de varias ediciones de este encuentro que ha contado con la presencia de autores de la talla de Sergio Pitol, Rubem Fonseca, Guadalupe Nettel, Cristina Rivera Garza, Juan Villoro y Goran Petrovic. Dentro de las actividades realizadas en la Feria, que tienen como eje principal los géneros literarios, se encuentra también el Salón de la Poesía que comenzó sus sesiones en el año 2008, y ofrece un lugar
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en donde el público interesado en los versos puede adentrarse a escuchar a algunos de los autores consagrados del género en un espacio cuidado e íntimo, en el que apenas se admite a una treintena de escuchas. La inauguración de este salón corrió a cargo de José Emilio Pacheco (†), quien estaría seguido por Alí Chumacero (†). Desde entonces han pasado por el salón, sede del encuentro, poetas de la talla de Antonio Gamoneda, María Negroni, Juan Gelman (†), Richard Blanco y Ernesto Cardenal, entre muchos otros exponentes de la poesía contemporánea, tanto en castellano como en otras lenguas. En la tónica siempre vibrante y en constante transformación, en la que la Feria busca abrir caminos para complementar sus frentes y convertirse en un referente para todo tipo de lectores posibles, es que desde 2014 se inauguró también el Encuentro Internacional de Dramaturgia, en donde autores de teatro se reúnen a conversar con sus lectores sobre los retos, las corrientes y los nuevos mecanismos bajo los que
1. Ricardo Piglia, José María Merino, Ana Clavel, Fabio Morábito e Ignacio Padilla (†) (2010) 2. Cíntia Moskovich, Paula Parisot, Marçal Aquino, Luiz Ruffato y Marcel Ventura, parte del programa Destinaçao Brasil (2012) 3. Los dramaturgos Luis Enrique Gutiérrez Ortiz Monasterio, Alejandro Ricaño y Manuela Infante discuten el teatro latinoamericano, moderados por Lourdes González (2014)
lectores 1. Robert Menasse, Alessandro Baricco, Adam Thirwell y Sandra Lorenzano (2013) 2. Laura García, Jordi Soler, Raquel Lanseros, Emilio Bueso, Herman Koch y Roger Chartier, en Galas de El Placer de la Lectura (2015)
esta rama de las artes escénicas opera y cambia, poniendo a la Feria a la vanguardia y convirtiéndola en un laboratorio de transformación y contacto único en su clase. “En la mayoría de las ferias del libro, los dramaturgos no son invitados. Es interesante que en Guadalajara se abra esta plataforma y esta discusión para la dramaturgia. Me gustaría que hubiera más dramaturgos y guionistas circulando junto con los poetas y narradores”, comenta la dramaturga, guionista y profesora Ximena Escalante. Por otro lado, como parte del compromiso que la Feria sostiene de abrir nuevos horizontes para sus lectores, en 2011 comenzó el Festival de las Letras Europeas, que acerca al público a lo que sucede en el panorama literario contemporáneo europeo, privilegiando a aquellos autores que, desde el otro lado del Atlántico, presentan una opción fresca y de calidad. Inaugurado por Saša Stanišić (Bosnia y Herzegovina-Alemania), Erich Hackl (Austria), Andrés Neuman
(Argentina-España), David Le Breton (Francia), Stefan Chwin (Polonia), Calin-Andrei Mihailescu (Rumania) y Magnus William-Olsson (Suecia), este programa ha dado la oportunidad a los lectores y escritores europeos de involucrarse y conocer directamente las historias, y los creadores de ellas a las que, de otra manera y aun en un mundo plagado por la comunicación inmediata, serían de difícil acceso. De esta misma manera, el programa de Destinação Brasil presenta la posibilidad de conocer a este país por medio de los exponentes literarios. Un gigante dentro de la industria editorial, como es considerado Brasil, llega con las maletas llenas de historias que cobran vida dentro de la FIL. Poco más de 50 escritores, la mayoría de los cuales se han escuchado por primera vez en México, han sido los partícipes de este foro en donde, bajo el lema de “Leer a un país es conocerlo”, la industria latinoamericana en español ha podido sumergirse a la riqueza de los autores brasileños. Pase a la página 94
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Yo lector
Mariño González
Me gustaría decir
que he crecido con
la Feria Internacional del Libro de
soñamos, porque como escritor la FIL me
Guadalajara, pero no voy a faltar a la
ha dado la oportunidad de convertirme en
verdad, tan cara en estos días: con ella,
un lector profesional.
por ella y gracias a ella, me he encorvado.
No concibo mi vida sin libros, y la
A lo largo de 30 años, kilos de libros han
Feria tapatía es cada año, durante nueve
dejado su marca en mi estatura y, por
días, la mayor librería del mundo hispano:
supuesto, en mi espinazo. Los he cargado a
hay para escoger de aquí y de allá, y no
montones por los pasillos de la FIL, al fin
tengo ninguna duda de que por lo menos
hijo de la médula literaria, y si los huesos
tres cuartas partes de los títulos que
se han deteriorado no me atrevo a pensar
habitan mi hogar fueron conseguidos, de
en el efecto de tantas palabras en mi salud
una u otra forma, en sus stands.
mental. Corvo y todo, la Feria llena de
Como periodista —es decir,
emociones letrosas mi víscera cardiaca. Y
como lector investigador—, la Feria
siempre la disfruto como enano.
Internacional del Libro de Guadalajara
La de los lectores es una tribu extraña
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tipográficos. Es decir, caminamos y
me ayudó a convertirme en escritor, y
y divertida. Citan escritores y libros a
para lograrlo hice trampa. Durante los
la menor provocación y sueñan, cuando
trece años que tuve la oportunidad de
caminan por las alfombras de la Feria, con
cubrir el encuentro literario me dediqué
paisajes de páginas y bosques de caracteres
a entrevistar autores a diestra y siniestra,
La de los lectores es una tribu extraña y divertida. Citan escritores y libros a la menor provocación y sueñan, cuando caminan por las alfombras de la Feria, con paisajes de páginas y bosques de caracteres tipográficos
procurando, cada vez, hacer preguntas que sirvieran tanto para publicar la nota del día siguiente como para intentar entender las cuitas de la escritura, sus sabores y, faltaba más, sus humores. Entre la búsqueda de la nota informativa y la afición por la ficción —valga el ripio— mi primer libro de cuentos fue también mi tesis de periodismo. Como ser humano —es decir, como lector emocional—, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, hoy tan treintañera, ha sido fuente de miles de historias y encuentros con los amigos. Los lectores son una tribu extraña a la que me gusta pertenecer. Nos divertimos leyendo porque caminamos pensando. Y aunque el peso de los libros nos arruine la espalda, sonreímos por el peso de las palabras que llevamos dentro. m
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Un espacio para jóvenes Más allá de las paredes de Expo Guadalajara, lejos del constante ajetreo que ocurre en sus ocupados pasillos y del ir y venir ininterrumpido de periodistas, visitantes, autores y editores, la Feria ha encontrado a algunos de sus más grandes aliados y seguidores mediante un programa denominado Ecos de la FIL, en el que los autores pueden salir del recinto ferial para conocer no sólo la ciudad sino también el estado de Jalisco con sus particularidades, excentricidades y tradiciones, y charlar con algunos de sus lectores más fervientes y atentos: los estudiantes de educación media superior, o preparatoria, como se denomina en México. En 2002, Ecos de la FIL se llevó a cabo con la participación de 19 autores pertenecientes a cuatro países de Latinoamérica. Trece años después, en 2015, el programa creció hasta alcanzar una participación de 129 autores de todo el mundo, con 69 sesiones realizadas en la zona metropolitana de Guadalajara y 63 en escuelas regionales.
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El programa se ha ido consolidando hasta transformarse en una de las actividades favoritas, tanto de los escritores y de los estudiantes que se convierten en anfitriones como de aquellos que son testigos de lo que la participación en este encuentro genera, como lo declara el periodista colombiano Marcel Ventura: “Ecos de la FIL es, con muchísima diferencia, lo que más me gusta siempre. Es extraordinario ver lo bien que la Universidad de Guadalajara y todos los involucrados en Ecos organizan esto para que los chicos, en efecto, lean. Una y otra vez me encuentro con que los estudiantes han leído. Y poder hacer eso, contar con ayuda de profesores de toda la región, la alegría con la que en cada escuela reciben a los escritores, son experiencias que cambian a los involucrados. Creo que Ecos acerca a lectores jóvenes a la posibilidad de crear mundos, y a los escritores a la noción de que la creación es un tema trascendental desde muy jóvenes”. “Uno de los mejores programas de la FIL es precisamente el que tienen que ver con las actividades que
1. Moussa Ag Assarid, en la Preparatoria Regional de Tecolotlán (2009) 2. Richard Blanco, en la Preparatoria 14 (2015) 3. Xavier Velasco, en la Preparatoria 12 (2014)
1. Javier Sagarna, en la Preparatoria Regional de Tecolotlán (2014) 2. Agustín Fernández Mallo, en la Escuela Politécnica (2015) 3. Ruta Sepetys, en la Preparatoria 9 (2014)
al que los autores piden regresar. Por medio de este intercambio crea un clima único en donde la lectura se vuelve ya no una obligación, sino una puerta para conectar con el escritor. “Considero que dicho evento ha dado excelentes resultados, pues los alumnos han fortalecido su visión como lectores y se sorprenden a sí mismos de lo que son capaces de hacer. El hecho de que exista Ecos de la FIL ha sido un detonador del hábito de la lectura en los alumnos de las preparatorias de la Universidad de Guadalajara”, continúa. Con ese espíritu es que los autores que visitan las escuelas por medio del contacto que la Feria Internacional del Libro de Guadalajara hace, se encuentran con un grupo de lectores que lo mismo los impacta que los encanta y atrapa, para seguir participando en esto año tras año. Así lo atestigua el autor español Emilio Bueso quien, después de participar por primera vez en Ecos de la FIL, en 2015, declaró que pocas veces se ha
lectores
se realizan fuera del recinto ferial. He participado en más de una ocasión con los muchachos de bachillerato en sus escuelas y de todas las actividades, y soy enfático, de todas, todas absolutamente, las actividades de la FIL Guadalajara, esta es la mejor. Es el único momento en que los muchachos pueden platicar en serio con los autores sobre lo que leen o quieren leer, sobre lo que les gusta o les disgusta”, expresa Juan Domingo Argüelles, escritor, ensayista y crítico mexicano. “Desde sus inicios, en mi calidad de lector, siempre tuve la inquietud de acercar a mis alumnos a la Feria del Libro de Guadalajara. Organizábamos un viaje a la ciudad para poder asistir a la fiesta de los libros, ya que la posibilidad de escuchar a los autores que has leído, el palparlos como individuos de carne y hueso, conocer de viva voz lo que piensan y sienten me parece que resulta extraordinario, pues te enriquece como persona”, afirma el profesor José Natividad Cueva López, quien ha sido el encargado de brindar, desde la Escuela Preparatoria Regional de Tecolotlán, un sitio
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encontrado con lectores tan preparados, sin importar su edad o intereses: “Ha sido impresionante porque me he encontrado un recibimiento único. Se han hecho camisetas con mi cara y mi nombre y se han disfrazado de mis personajes. La literatura juvenil no es mi campo y no esperaba un recibimiento así, y sin embargo me he encontrado con un público lector que no es el que esperaba. No es mi público natural y me he encontrado con lectores estupendos, con un profesorado que estaba más que implicado, tenían todos mis libros, hasta algunos descatalogados. Es una cosa que me ha dejado completamente descolocado. Estoy encantado”. Contraria a la creencia de que los jóvenes no consumen literatura, es la importancia que la FIL otorga a este grupo también dentro del recinto ferial con el programa FIL Joven, que los hace partícipes de la experiencia única de reunirse, durante nueve días, con algunos de los escritores con mayor renombre y trayectoria a escala internacional. Además de Ecos de la FIL, dentro de FIL Joven se llevan a cabo también las presentaciones de Mil jóvenes con… en donde el auditorio Juan Rulfo abre sus puertas para recibir a las voces, energía y vivencias de este particular grupo de lectores, quienes se reúnen con el ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances y un grupo seleccionado de autores internacionales para escucharlos, increparlos y dialogar con total libertad. El programa Mil jóvenes con… fue inaugurado en 1997 por el escritor mexicano Carlos Fuentes (†), quien regresaría en 2008 para tener una nueva actividad en este espacio, en donde los mil jóvenes leyeron, junto con él, su novela Aura para después cantar “Las mañanitas” al autor, como parte de los festejos por su 80 aniversario.
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1. Los lectores presentan Aura, de Carlos Fuentes (†) (2008) 2. Mil jóvenes con Fernando Savater (2005) 3.Mil jóvenes con Rubem Fonseca (2003)
Algunos autores que han participado en programas para jóvenes
lectores
Incluso la posibilidad, llevada a cabo en 2014, de que los jóvenes pudieran escuchar lo mismo a Claudio Magris, premio FIL en Lenguas Romances de ese año, que a Ruy Pérez Tamayo, médico patólogo e inmunólogo, investigador y académico, pero sobre todo divulgador y defensor de la ciencia, demostrando que para la Feria no hay límites en cuanto a la literatura y el acercamiento a ella que pueden realizar desde este frente. Por la curiosidad desde la organización, y con miras a acercar a este núcleo de lectores a lo que sucede en el panorama de la creación literaria internacional, desde el comienzo de este programa, los jóvenes de Guadalajara han podido reunirse y charlar con escritores como Carlos Monsiváis (†), Isabel Allende, Rubem Fonseca, Jostein Gaarder, Jaime Sabines (†), John Boyne o Fernando Savater, creando entre la comunidad de lectores jóvenes y estos escritores una conexión única que revitaliza y ofrece una nueva mirada sobre las posibilidades de la lectura, la escritura y los puentes que los lectores pueden lograr entre quienes cuentan las historias y ellos. La Feria entonces se convierte en un lugar en donde los jóvenes de Guadalajara, de otras ciudades e incluso de otros estados, pueden conocer lo que sucede en la actualidad dentro de la literatura, charlar con autores y acercarse a la lectura como un ejercicio cotidiano. Como lo relata la maestra Elsa Cristina Esquivel González: “Cuando inicié mis labores como docente me di cuenta de que mis alumnos de licenciatura y bachillerato sólo habían escuchado que existía la FIL, pero en realidad no la conocían, pues creían que era un gran espacio para comprar libros. Entonces decidí involucrarlos de lleno en todas las posibilidades que ofrece la FIL, de inicio platicándoles todo lo que se puede encontrar, después haciéndolos imaginarse
De izquierda a derecha y de arriba a abajo: 1. Daniel Centeno (Venezuela) 2. Alberto Chimal (México) 3. Rodrigo Fresán (Argentina) 4. Eduardo Halfon (Guatemala) 5. Fernando Iwasaki (Perú) 6. Andrea Jeftanovic (Chile) 7. Andrés Neuman (Argentina) 8. Pedro Ángel Palou (México) 9. Arturo Pérez-Reverte (España) 10. Ana María Shua (Argentina) 11. Antonio Skármeta (Chile) 12. Juan Gabriel Vásquez (Colombia)
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Eco
Marina Perezagua
El aliento
de una vida, ya sea de la
vida que nos mueve o de la vida con que movemos las palabras, se calibra por su eco. Si no se propaga, es que ha muerto. Por eso una feria del libro ha de reunir las condiciones necesarias para que la palabra prolifere, para hacer sonoro el vacío del tiempo. Hay ferias del libro que, por planas, no pueden devolvernos sonido alguno. Así, volvemos a casa con algún contacto, o tal vez muchos, pero con el alma achicada y sorda. Y hay —alegría— otras ferias que propician el eco por estar concebidas como una gran bóveda. Este es el caso de la FIL de Guadalajara. Cuando termino de escribir algo, me asomo a un precipicio, lo arrojo y escucho. Si sólo hay silencio, es que no existe la distancia suficiente entre yo misma y el texto o, lo que es lo mismo, mi eco es sólo un ego. Al igual que los delfines, los vencejos o esas aves de las cavernas llamadas guácharos, utilizo la ecolocación: tomando como dato el tiempo de retardo del sonido, calculo la
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distancia a la que estoy de lo escrito. Para
¿Cómo es posible, entonces, que la
que el eco sea posible es necesario callar,
voz individual encuentre su espacio de
escuchar, y un cierto grado de vacío, de
reverberación? Mi hipótesis es:
abismo, que permita que las ondas de mi
Una organización cuidada al milímetro
palabra lleguen, toquen, y regresen a mí
sostiene la estructura que, aunque plana,
para volver a llegar, a tocar, a regresar.
tiene la acústica de una enorme bóveda,
El problema de las ferias del libro planas es que el eco se hace imposible. No hay la suficiente oquedad. Las muchas
un cielo alcanzable donde colisionan y dialogan las ondas de la palabra. En los cuatro laterales, cuatro
voces que hablan al mismo tiempo hacen
montañas: selección exquisita de
que el verbo se ahogue en la multitud de
participantes; atención individualizada;
paredes blandas. Lo más bonito de la voz
hospitalidad en el sentido noble,
de una persona, la reflexión del sonido,
primigenio de la palabra; y unos
se malogra por la masacre de las ondas a
moderadores que oscilan el diálogo entre
manos de un horror vacui de bocas que
la elegancia del trato y la grandeza del
intentan hacerse audibles como lobo
pensamiento.
altanero en una jauría de perros. En contraste con estas ferias, está la
En esos jóvenes pienso ahora [...] y me atrevo a soñar que recuerden, siquiera, un tono mío: un do, un re, o mejor: el abrazo de un sí. Sí. Sí
Pero una bóveda de estas dimensiones necesita unos contrafuertes que permi-
FIL de Guadalajara. Allí vi cómo autores
tan a los muros aguantar el empuje,
y lectores agarraban su texto, su nombre,
y estos están situados en las escuelas
sus tarjetas o sus saludos, los tiraban al
preparatorias que acercan los escritores a
vacío y los agarraban de nuevo, pero ya
los jóvenes estudiantes, en unos encuen-
transformados por ese receptor que los
tros que tienen lugar bajo el nombre de
detenía para devolverlos enriquecidos.
Ecos de la FIL. En esos jóvenes pienso
Era el eco, un eco posible a pesar de la
ahora. Así como desde Nueva York aún
multitud. Para dar una idea, considérense
escucho su eco, yo sé que en su voz está el
las estadísticas de 2015: un público de casi
eco puro y sabio de México, y me atrevo
800 mil personas. 44 países representados.
a soñar que recuerden, siquiera, un tono
1,983 editoriales. 2,397 representantes de
mío: un do, un re, o mejor: el abrazo de un
medios acreditados.
sí. Sí. Sí. m
99
Algunos autores de literatura infantil y juvenil que han visitado la FIL De izquierda a derecha y de arriba a abajo: 1. María Teresa Andruetto (Argentina) 2. Anthony Browne (Reino Unido) 3. Ivar Da Coll (Colombia) 4. Anne Fine (Reino Unido) 5. Francisco Hinojosa (México) 6. Ana María Machado (Brasil) 7. Antonio Malpica (México) 8. Yolanda Reyes (Colombia) 9. Sensi Romero (España) 10. Jordi Sierra i Fabra (España)
100
como parte de ese universo y, finalmente, cuando la semilla de la curiosidad ya estaba firme en ellos, fuimos y disfrutamos de la experiencia. Eso se ha venido repitiendo por 18 años. A partir de entonces, los alumnos van por su cuenta y gusto porque es el mejor escenario para conocer y dar seguimiento a los escritores, a los lectores, para conocer las nuevas propuestas editoriales, para estar frente a frente con los creadores, con los que hacen e inyectan la energía creativa que tanta falta le hace al ser humano”. Y continúa: “Además, cada año tenemos la oportunidad de adentrarnos en una cultura diferente donde los cinco sentidos tienen una cita para dejarse seducir por el encanto del visitante. La FIL ha sido un excelente canal para traer y atraer a los lectores y a los que apenas se inician con esa necesidad que rompe con cualquier paradigma. El que un lector tenga la posibilidad de ver y escuchar a su escritor es una oportunidad que sólo se puede dar en este espacio, porque además puede generarse un diálogo con él. La FIL ha acercado a ambos, lector y escritor, ha borrado la lejanía y se ha encargado de ponerlos en un mismo plano donde lo accesible es parte del encanto, donde el acercamiento se da sin formas previas, sólo existe la cita. Ya reunidos, nadie sabe qué o cómo se dará esa, muchas veces, ‘cita a ciegas’, porque la magia que se da entre dos es un misterio”. En las palabras de Lilia Mendoza, quien trabaja como coordinadora de Difusión y Extensión en el Sistema de Educación Media Superior de la Universidad de Guadalajara, que junto con la FIL se encarga de organizar los Ecos, “al tener la cercanía con ese escritor al que siempre ven ajeno o en lo alto, quien se les acerca y se pone a su nivel para charlar sobre su vida, su carrera, cómo le va, para los chicos es algo que los marca. La FIL hace un gran esfuerzo por generar lecto-
lectores
1990
res con experiencias de vidas que impactan. Muchos jóvenes acuden a la Feria, y para ellos es importante acercarse a los libros, ver al escritor, todo eso les deja huella y les deja la espinita de leer. Creo que al final todo esto es el propósito”.
Generación de lectores FIL No hay límites de edad para considerar a una persona un lector dentro de la Feria y, por ello, desde su primera edición se contó con un lugar para que los niños pudieran también participar dentro de esta gran fiesta de las letras. Se trataba del llamado Patio Infantil, en donde, con un trabajo en conjunto con el Departamento de
2012
Educación Pública, se ofrecían talleres y representaciones teatrales, música y danza, todo planeado para que los más pequeños tuvieran un acercamiento directo con las artes y la literatura. A partir de 1991, sin embargo, la Feria se dio cuenta de que el espacio para niños requería mucho más que ofrecer sólo una oportunidad de entretenimiento. Fue así como FIL Niños se convirtió en una área diseñada para recibir a estos asistentes no sólo para entretenerlos, sino acercarlos a las letras, a los libros y a los autores a partir de talleres diseñados específicamente para la ocasión, rodeados de un entorno que toma un tema anual y es diseñado alrededor de este para crear un mundo único y sorprendente. Con alrededor de 180 mil niños asistentes durante los
El área de FIL Niños ha vivido una transformación con el paso de los años, no sólo en términos de imagen sino en el tipo y la cantidad de actividades que ofrece a los pequeños
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Mi casa grande B e n i t o Ta i b o
Llevo unos 20 años
asistiendo a
la FIL de Guadalajara, sin fallar. Y entro a ella siempre con la misma devoción, asombro, irredenta admiración, como la que llevaría tatuada en el rostro esa monja que entrara por primera vez al Vaticano. Será que es para muchos, nuestra muy peculiar, barroca, luminosa catedral; allí, donde manifestamos nuestra fe. Pasillo a pasillo, esquina a esquina, resquicio a resquicio, me va asaltando siempre la maravilla y el gozo, la sorpresa. Y digo que es muchísimo más que una Feria del libro; el lugar donde cada final de otoño, se erige, ondeando invencibles sus banderas al viento, la Democrática República de los Lectores, que rejuvenece siempre con el ingreso de miles de entusiastas nuevos ciudadanos. Ese espacio único en el mundo donde miras cómplice a los ojos de los otros, que como tú, llevan tesoros en las manos y que no soportan la tentación de confiarte sus descubrimientos y secretos, y te muestran
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... la de Guadalajara, conserva intacta, después de tanto tiempo, su máxima virtud: ser un espacio privilegiado donde el lector es el jefe que, en medio de la marea de cuerpos y papeles llenos de tinta, decide el destino
con júbilo adolescente el mapa que te
profundo en las entrañas. Una feria de
dirige hasta ellos.
inteligencias y solidaridades sin límite.
Yo no voy a la FIL a conocer escritores,
Ágora enorme, en la que se discute, se
críticos, agentes, editores, aunque los
escucha, se paladea, se disiente, se resiste,
conozca a fin de cuentas, e incluso disfrute
se discrepa.
enormemente muchos de esos encuentros. Voy a abrazar lectores con los ojos
El resto del año, me quedo en mi casa chica. Esperando ferviente que vuelva a
y a veces con los brazos. A esos que
suceder ese milagro laico que nos aparta
son mis pares. A darles las gracias,
de la rutina y que con imaginación,
porque sin ellos, los que además de leer,
alboroza.
nos atrevemos a escribir, ni siquiera existiríamos. Como ninguna otra feria del libro en
Soy una chica FIL, me apunto a un bombardeo, ayudo en lo que puedo y como puedo a que otros lectores, como
el mundo, la de Guadalajara, conserva
yo mismo, descubran la magia irresistible
intacta, después de tanto tiempo, su
que encierran los cuadrángulos de papel;
máxima virtud: ser un espacio privilegiado
esos que gracias al señor Gutenberg, nos
donde el lector es el jefe que, en medio de
permiten tener antropofanías, que son
la marea de cuerpos y papeles llenos de
las epifanías de los seres terrenales que,
tinta, decide el destino.
como yo, no creemos en nada, excepto en
Si la escritura es un evento solitario, la FIL es por el contrario, ruidosa y multitudinaria, de una algarabía ingobernable, libre hasta la médula, capaz de sacar carcajadas o dejar un hueco
el libro, y lo que él contiene. Somos animales del lenguaje, criaturas que sueñan, seres hechos de palabras. Y mis mejores sueños, suceden casi siempre en la FIL, mi casa grande. m
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1. Cornelia Funke firma libros a los pequeños asistentes de la Feria (2011) 2. El autor Cees Nootebom durante su presentación en la FIL Guadalajara (2006)
nueve días de duración de la Feria, FIL Niños no es sólo un espacio para jugar, sino un recinto donde encontrar todo tipo de literatura infantil, una sucesión de espectáculos o una veintena de talleres que buscan estimular sus mentes. Hablar de la generación FIL es entonces hablar de aquellos pequeños asistentes que visitaron la Feria por primera vez en 1987 y participaron en las actividades del Patio Infantil, quienes son los mismos lectores que, al día de hoy, llevan a sus hijos a compartir con personajes de los cuentos de hadas o del sinsentido. Son esos mismos lectores quienes hace 30 años estrenaron los talleres y asistieron a los montajes, quienes en el presente mantienen activo y en constante cambio el espacio diseñado para que los que son o podrían ser sus hijos tengan un lugar dónde participar en la Feria, que no sólo les permita acercarse a los libros, sino que propicie una experiencia sensorial y emocional que les dé la posibilidad de generar una conexión profunda con la lectura.
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Ana Luelmo, coordinadora de FIL Niños, explica que el pabellón infantil ha crecido, y la asistencia cada vez mayor de los niños a la Feria ha propiciado diferentes cambios, sobre todo en cuanto a su lugar dentro de la expo. “Desde sus inicios hasta hoy, el cambio más significativo de FIL Niños es la dignificación del espacio que ahora tiene dentro de la FIL Guadalajara. Si bien la FIL es la cita de negocios más importante para la industria del libro en español, es también el epicentro cultural más importante del país, en torno a la literatura y los programas de formación de lectores lo que hace diferente a esta Feria del resto”, enfatiza. Por otro lado, en su constante afán por atraer más lectores, la FIL decidió desarrollar un nuevo programa en donde se pueden encontrar astrónomos que hablan de poesía, matemáticos y biólogos que discuten sobre las novelas que han marcado sus vidas o poetas que hablan sobre las leyes físicas implícitas en las palabras.
Aunque podría parecer que escenas como estas sólo serían posibles en los sueños de algún científico loco, la Feria lo hizo realidad durante su edición número 28. Fue ahí, en 2014, cuando por primera vez, se realizó un esfuerzo por conjuntar dos líneas de la innovación surgidas a partir de la inherente creatividad humana: la ciencia y la literatura. Así, el programa ¡La FIL También es Ciencia! reunió por primera vez a algunos de los científicos más importantes del país con sus lectores. Atraídos no sólo por la posibilidad de escuchar a algunas de las mentes más brillantes dentro de las ciencias exactas, sino también por la curiosidad de saber qué es lo que estos participantes podrían aportar a una fiesta de las letras, dieron el primer paso para volver de esta iniciativa una de las más exitosas, al complementar la visión que existe dentro de la misión de la Feria: la de abrir un espacio en donde todos los lectores, sin importar su vocación, puedan sentirse bienvenidos a compartir aquello que los une.
de una manera lúdica a las charlas, demostraciones y homenajes llevados a cabo dentro de este programa, ¡La FIL También es Ciencia! demostró en esa primera edición que puede ser derribado el muro imaginario que se ha erigido separando tajantemente las ciencias duras de las ciencias sociales. Pero, aún más allá, la separación que divide a la ciencia de la vida diaria es inexistente y, por lo tanto, los lectores se embarcaron en la aventura de participar de este espacio único de divulgación científica sin la necesidad de ser eruditos, pero con la ventaja de que dentro de este espacio existe, como existe en todas las actividades de la FIL, algo por descubrir para cada asistente. ¡La FIL También es Ciencia! se convirtió no en un agregado a las vertientes y posibilidades que ofrece la Feria para la multitud de lectores que la visitan cada año, sino que, como declara Laura Niembro, directora de Contenidos, “la divulgación científica entró al ADN
de la Feria en este esfuerzo de acercarnos a cada vez más diversidad de intereses de lectores, y de ser punta de lanza como festival cultural”. Y es que la ciencia, como lo definiría el científico Ruy Pérez Tamayo en una de sus múltiples participaciones en el recinto ferial, es una actividad humana y creativa que busca comprender la naturaleza y que, vista desde esa luz, se encuentra mucho más cerca de la experiencia literaria de lo que podría parecer a primera vista.
lectores
En la ceremonia inaugural de esta primera edición del programa —que se realizó mediante la convergencia de distintas instituciones encabezadas por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt)—, José Carreño Carlón, director del Fondo de Cultura Económica (FCE), invitó a los asistentes a dejarse maravillar por la relación única que existe entre la cultura y la ciencia. “Van a descubrir que los científicos también son fuente de cultura, en realidad no hay mayores fronteras entre la cultura y la parcela científica. Este debate gira en torno a la necesidad de acercar los temas y el conocimiento científico a la agenda cultural, de hermanarlos como nunca debieron separarse. Porque es un hecho que la ciencia forma parte de la cultura”, declaró en este acto. Con actividades que involucraran a todos los lectores, sin importar su edad o grado académico, y con la posibilidad de acercar a todos los participantes
Somos lectores. Somos booktubers Fue en el año 2014, cuando la Feria Internacional del Libro de Guadalajara efectuó por primera vez una convocatoria que invitaba a una nueva generación, ya no sólo de lectores sino también de usuarios de las redes sociales y demás plataformas del ciberespacio
Omar Eduardo Flores López, Valeria Celina Hernández Moreno, Alberto Villarreal, Priscila Talavera, José Omar Vidrio Arreola y Ari Juda Pérez Núñez, ganadores del primer Concurso de Videorreseñas Somos Booktubers (2014) Pase a la página X
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para formar parte de esa ventana a través de la cual la FIL se asoma al futuro. De esta forma, el primer concurso de videorreseñas realizado por la Feria, bautizado como Somos Booktubers, convocó a cualquiera de estos incipientes críticos quienes, desde los videoblogs, generan contenido en el que se entrecruzan las nuevas tecnologías, los libros, la lectura y la conversación, y que han ido ganando adeptos dentro de plataformas multimedia como YouTube, donde la lectura se ha convertido más allá de una obligación escolar, en un espacio en donde se compite por leer más, mejor y tener acceso a las novedades para compartirlas con un público ilimitado. En palabras de Laura Niembro, “conocer a los booktubers fue descubrir a una comunidad gigante con su propio lenguaje y canales de comunicación, que no tienen que ver con los que cuenta la Feria como institución. Entonces decidimos subirnos a esa ola y atraer a esa comunidad, gracias a que tengo la fortuna de que en mi equipo hay gente muy joven, y atenta a las nuevas tendencias tecnológicas”. Los cinco ganadores de aquella primera edición, quienes se presentaron en un evento especial en el auditorio Juan Rulfo de la FIL, fueron jóvenes con intereses, carreras, gustos y enfoques distintos sobre lo que la literatura les representa. Pero sentados frente a una multitud de chicos, quienes los vitorearon durante sus presentaciones, demostraron que contrario a lo que podría pensarse, la Feria no envejece sino que se renueva y encuentra, como los propios lectores, las nuevas formas posibles de relacionarse con los libros. Mientras que para algunos de los asistentes que crucen la puerta en el primer momento del aniversario, el entrar al recinto ferial será como volver a casa después de un año de ausencia, quizá con una lista
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completa de libros y autores por conocer, o tal vez con las expectativas abiertas a las sorpresas que se esconden en cada esquina y en cada recoveco; para muchos otros, esta será la primera ocasión en la que el universo de las letras y los personajes se abra y expanda frente a ellos.
Como la primera vez Quizá para algunos editores, la FIL sea un lugar de encuentro en donde los libros parecen más vivos, los lectores más atentos, las historias más punzantes. Quizá para algunos será la prueba de fuego y para otros la FIL vendrá acompañada de festejos, premios y amigos. Quizá, los 30 años de la FIL marcarán el primer libro de un lector en ciernes, quizá el último de algún lector experimentado.
José Saramago (†), como público en la sesión de Los Lectores Presentan, de Laura Restrepo (2004)
El escritor español Juan José Millás firma autógrafos a sus lectores (2012)
cional del Libro de Guadalajara, de aprender, conocer y sentir. Esto es la Feria del Libro. El trabajo que hacen es encomiable, lo contagian todos los que organizan esta Feria. A seguirle, porque nos falta mucha Feria por delante, y aquí estaremos”. Cualquiera que cruce el umbral de la FIL y se adentre por sus pasillos, lo mismo se puede encontrar con el ganador de un Premio Cervantes que a su mejor amigo de la infancia, conviviendo por igual en un momento en donde se privilegia la experiencia de los lectores y con la invitación abierta a participar activamente dentro de ella, sin importar la edad, el gusto o el contexto desde donde se provenga. La Feria es un lugar en donde la experiencia proviene de la posibilidad de convertir cada visita en un recuerdo único, con sus propios caminos, invitados y compañeros y que, cada día y, por eso, cada año, sorprende e invita a todos aquellos quienes han estado presentes en el pasado, sin por ello descansar o dejar de generar nuevas invitaciones y espacios para quienes podrían, por primera vez, convertirse en alguno de esos miles de lectores que conviven y convergen en sus pasillos y salones. Precisamente por este deseo de atraer a todos los lectores y a aquellas personas que podrían, eventualmente, convertirse en ellos, la Feria está en constante transformación y por lo que, cada año, existen nuevos panoramas, estrategias, programas e invitados. Así como el mundo literario se transforma, y los métodos de lectura preferidos por las nuevas generaciones están mutando, adentrándose en las nuevas tecnologías, sin dejar la emoción de abrir un libro nuevo y hundirse en sus páginas, así también la FIL apuesta a la novedad, a las vertientes que surgen de la actividad lectora, y a los géneros que año con año convierten a lectores de todas las edades en visitantes. m
lectores
La Feria, sin embargo, recibirá a todo tipo de lectores como lo ha hecho a lo largo de tres décadas, con los brazos abiertos, exactamente con la misma emoción de la primera vez. El éxito de la FIL, como lo atestigua Juan Carlos Valdés, periodista del Instituto Mexicano de la Radio, quien ha presenciado la Feria durante los últimos quince años, se basa en la experiencia de vivirla y revivirla con una nueva mirada cada año: “La FIL, para mí, es una experiencia de convivir con la lectura, con el pensamiento, con la palabra. De encontrarme con los grandes nombres, los premios Nobel, los importantes, los que todos quieren ver. Pero sobre todo ha sido la oportunidad de encontrarme con nuevos hallazgos, descubrimientos. La posibilidad de encontrar escritores a los que, aparentemente, nadie les hace caso. De esto me da la oportunidad la Feria Interna-
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negocios
Negocios
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Una apuesta de ganar-ganar Por la cantidad de gente que lo habla y lo utiliza para hacer negocios, fomentar cultura y en general para producir e intercambiar información, el español se ubica como el segundo idioma en importancia en el mundo. Es la lengua nativa de 450 millones de personas y secundaria para cien millones más, a las que se suman decenas de millones que lo estudian, pues es uno de los idiomas que provocan mayor interés de aprender a escala global. Año con año se incrementan estos números y el Instituto Cervantes, organismo público de España que promueve universalmente la enseñanza, el estudio y el uso del español, estima que para 2030, 7.5 por ciento de la población mundial será hispanohablante. La Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara se ha convertido en el principal punto de encuentro con las personas y las empresas que producen y comercializan publicaciones en la lengua de Cervantes. Editoriales, autores, impresores, distribuidores, traductores, ilustradores, agentes de derechos, libreros, bibliotecarios, promotores de lectura y lectores, es decir, todos los eslabones de la industria editorial, se dan cita cada año en lo que hoy en día es reconocida de manera unánime como la Feria del libro en español más importante del mundo. Este título no es gratuito. Se ganó y mantiene gracias al trabajo profesional, tenaz y constante del equipo que encabeza Raúl Padilla López, presidente de la FIL, quien a lo largo de 30 años se ha esmerado por pulir la idea que convirtió a la Feria en un referente para la industria editorial global, un símbolo del quehacer profesional en el país, y en un motor que dinamiza múltiples sectores de las economías local e internacional. 111
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1. Margarita Sierra, ex directora de la FIL 2. Maricarmen Canales, ex directora de la FIL 3. Nubia Macías, quien lideró la FIL de 2003 a 2013
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La idea de la FIL, como un lugar de encuentro para los miembros de la industria editorial y los destinatarios de sus productos en un ambiente de fiesta y cultura, nació de la mente del presidente de la Feria y, contra viento y marea, pues los profesionales del ramo no pensaban que pudiera fructificar en una ciudad sin tradición editorial como Guadalajara, la llevó adelante hasta verla cristalizar en 1987. Tres décadas después, los números confirman lo acertado de la apuesta. En 1987 participaron alrededor de 300 casas editoriales que ofrecieron sus catálogos a 120 profesionales extranjeros y a los 153 mil visitantes que se pasearon por los pasillos de la FIL durante los nueve días del encuentro. Para 2015 acudieron 1,983 casas editoriales de 44 países, 20,517 profesionales del libro y 304 agentes literarios, así como 125 empresas procedentes de 27 países para participar en el Salón de Derechos. La concurrencia no se podía quedar atrás, ya que el número de visitantes se quintuplicó respecto a la primera edición de la FIL, al llegar a 787 mil personas —un promedio de 87 mil por día—, para un total de casi doce millones de asistentes en las primeras tres décadas de la Feria. Estos números ubican a la FIL Guadalajara como el mayor mercado mundial de publicaciones en español, es tal su éxito que otros han buscado replicarlo en diferentes latitudes. Laura Niembro, directora de Contenidos de la FIL, indicó que organizadores de eventos o proyectos culturales se han acercado para pedir asesoría a los organizadores de la Feria en materia de contenidos, organización, logística y montaje. El tamaño y éxito logrados por la Feria del Libro de Guadalajara aún sorprende a mucha gente, no así a quienes conocieron el proyecto desde un principio, como José Ignacio Echeverría Ortega, ex
presidente del Consejo de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), quien en 1985 asistió a la presentación que Raúl Padilla López, Maricarmen Canales y Margarita Sierra hicieron ante la organización. “Se le veían perspectivas que se han cumplido, aunque la verdad es que la FIL superó todas las expectativas que tenía”, indica el también director general de SITESA, Editores e Impresores Profesionales EDIMPRO, quien participa como expositor desde la primera edición de la que hoy considera, sin lugar a dudas, como “la primera Feria del libro en habla hispana”.
Un éxito que sorprende Desde la primera edición, los resultados que dejó la venta de libros convencieron a las editoriales de que estar en la FIL era un buen negocio, agrega Jorge González Villalobos, director general de Librerías Gonvill, quien conoció y se sumó al proyecto desde que este se gestaba. A la fecha, la cadena de librerías que encabeza acumula una participación ininterrumpida en todas las ediciones de la FIL, que “se ha convertido en un escaparate para que todos vean de lo que esta ciudad y México son capaces de realizar”. A las personas que se vincularon a la FIL a partir de que abrió por vez primera sus puertas, o en años posteriores, es a quienes más impresiona el tamaño e importancia alcanzados por esta. David Unger, quien en 1987 era el codirector de una pequeña feria del libro latinoamericano que se hacía en Nueva York, y asistió a la primera edición de la FIL para tratar de interesar a editoriales mexicanas para que fuesen a Estados Unidos al encuentro que él organizaba, indica
negocios
que “uno nunca podía haber imaginado que esa Feria podía llegar a ser lo que es hoy en día la FIL”. “Fue una voladura de cabeza. Yo ni siquiera sabía que la industria del libro en español pudiera ser tan grande”, manifiesta el escritor colombiano Juan Álvarez, con respecto a su primera visita a la Feria, acontecida en 2011. “Desde un principio vimos en la FIL una buena posibilidad de dar a conocer los fondos editoriales que en ese entonces distribuíamos”, expresa Ramón Cifuentes Nava, director general de Colofón, empresa distribuidora y comercializadora de libros con 40 años en el medio, y que desde la primera edición está presente en la FIL, a la que considera como una excelente oportunidad de venta y de conocimiento para los editores y distribuidores, pues permite exhibir los catálogos disponibles, tanto a las instituciones educativas como a las bibliotecas, así como cualquier persona incluida en el negocio del libro y al público en general.
Los elementos clave Miembros de la industria editorial y empresarios coinciden en que dos son los elementos clave que hicieron posible que la FIL se convirtiera en el mayor y más importante encuentro cultural y de negocios del libro en español: por un lado el equipo humano que la organiza y, por el otro, el perfil con en el que se concibió y desarrolló, que privilegia la atención a los profesionales del ramo. Contra lo que pudiera pensarse, el equipo que se hace cargo de la organización de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara no es grande. La plantilla se conforma por apenas 27 personas fijas, que crece hasta 66 durante la FIL. Pase a la página 116
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negocios
¿Ya 30 años de FIL? G u i l l e r m o S c h ave l z o n
Si la FIL
cumple 30 años, quiere decir
que yo sólo me perdí las primeras cuatro ferias, ya que llevo 26 de asistir cada año.
hijos, a quienes conocí cuando nacieron,
digital, por eso sólo ponen calificativos
hace más de veinte años”.
generales, que nunca dicen nada.
Lo mejor de la FIL de Guadalajara ha
En Guadalajara, en los salones
No es una cifra que se diga fácil. Primero
sido siempre la informalidad de algunas
repletos de gente de todas las edades, que
iba como editor, y desde hace quince años
cosas. Nada de media hora, encuentros
mira, escucha y pregunta, el contacto es
como agente literario.
en los bares de los hoteles, en los pasillos,
diferente, más real.
Muchas veces me pregunté por qué “la
desayuno, cenas. Encuentros con tiempo,
Con los editores sucede algo muy
Feria de Guadalajara”, como se la llama
con conversación. Los escritores están
excepcional, que es su disponibilidad.
en todo el mundo, tiene tanta importancia
siempre de buen humor allí, el encuentro
Luego de muchos años tratando de
para los profesionales.
con sus lectores es algo excepcional.
entender por qué en la FIL podemos
Para un agente, la oportunidad de
Escribir es un trabajo arduo, sin
hacer tantos negocios, me di cuenta de
poder encontrarse con los autores que
límites de horario, y sobre todo un trabajo
la razón principal: la Feria no es en la
representa y con los editores con que
solitario. El escritor escribe cuando
ciudad capital, los editores no están en
trabaja, es invalorable.
regresa de su trabajo, sacrifica horas
su oficina ni en su casa, no tienen otras
y fines de semana con la pareja, con
preocupaciones ni cuestiones qué atender.
ocasiones, viajes, o las ferias de Fráncfort
la familia, y le vaya bien o mal, nunca
Eso genera el clima tan positivo que se
y de Londres, pero son encuentros
sabe de verdad qué piensan sus lectores.
encuentra en la Feria, y me parece que
germánicos, lo que entre nosotros
Cuando más sabrá si tuvo muchos o pocos,
a medida que crece de la manera que
quiere decir agendas cerradas meses
lo que es algo, pero no es suficiente.
vemos año con año, es lo que más hay
A los editores los vemos en otras
antes, reuniones de media hora que en
Las redes sociales, que parecían
la práctica resultan 20 minutos, y que
venir a resolver esto, se han llenado de
en cuanto terminan te quedas con un
halagadores profesionales, justo lo que un
la genial idea de hacerse justamente
sentimiento horrible: son tantas cosas
escritor no necesita. Todos los seguidores
ahí, no tiene que ser como Fráncfort,
concretas qué ver en esos minutos, que
los admiran, se sienten obligados al elogio,
sino exactamente lo opuesto, alejarse,
cuando una reunión termina te quedas
a veces son muchos miles, pero pocos leen
hacer algo muy diferente. Lo ha logrado,
pensando “ni siquiera le pregunté por sus
su libro. No lo compran, ni en papel ni en
cuidémoslo. m
que cuidar. La FIL Guadalajara, que ha tenido
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“Ellos se encargan de organizar el trabajo en sitio de 1,400 personas, en su mayoría prestadores de servicio social”, menciona Tania Guerrero, directora de Operaciones de la FIL. “Este equipo tiene a su cargo desde los aspectos básicos, como el registro de los participantes, la organización de las presentaciones de autores, libros y los encuentros académicos y culturales que se efectúan dentro y fuera del recinto ferial, hasta el control de la taquilla, la venta de los stands, la atención a patrocinadores y profesionales, el programa de hospedaje y la renta de mobiliario. Es decir, todos y cada uno de los engranes que hacen realidad cada año la inusual y exitosa combinación de cultura, academia y profesionales que es la FIL Guadalajara, y que la mantienen
como un imán que atrae a todos los públicos”, afirma Marisol Schulz, directora general de la Feria. El montaje es tema aparte, pues armar todas las estructuras y desplegar los servicios que se requerirán durante la Feria, es una tarea titánica en la que llegan a participar hasta 800 personas, desde electricistas y alfombreros hasta el personal de seguridad y los chicos de servicio social. “Sí, es un mundo de gente. Desde que empezamos hasta que sacamos el último tornillo, nosotros no paramos, prácticamente vives ahí, en Expo Guadalajara”, comenta Adrián Lara, coordinador de Montaje en la FIL. “No desfallezcan y sigan adelante”, es lo que le pide a este equipo Fernando Serrano Migallón, profesor de ciencias políticas y derecho constitucional
negocios
mexicano, quien recibió el Homenaje al Bibliófilo en 2015 y quien considera que, gracias a su trabajo, la FIL se ha convertido en un “monumento al libro” y de afirmación cultural del idioma español, así como de la cultura mexicana. En cuanto a su vocación como un espacio privilegiado para los negocios de la industria editorial, el otro elemento que se considera clave para el éxito de la FIL, María Espinosa, directora de Petra Ediciones, editorial enfocada a libros infantiles y juveniles, es contundente: “Si no hubiera sido una feria de negocios, o sea, profesional, no creo que hubiera tenido el impacto que tiene”. Peggy, como mejor se le conoce en el ramo y quien en 2015 recibió el Homenaje al Mérito Editorial por parte de la FIL, la conoce desde que era un proyecto y desde entonces vio que “realmente era una idea bien planeada, en que se había tomado en cuenta el mediano y largo plazo, pues aunque había otras ferias del libro en América Latina, el planteamiento de esta, al ser verdaderamente un espacio para los profesionales y reservar algunos días sólo para ellos, ofrecía un atractivo que las demás no tenían”. “Ser una feria de profesionales de la industria, como lo son Fráncfort y Londres, adicional a ser una feria abierta al público, ha dinamizado de forma impresionante a la FIL. En otras ferias del libro en español no se hace compra-venta de derechos, pero la Feria de Guadalajara ofrece todo ello y más, por ello se ha posicionado como la Feria del libro en español”, asegura Roberto Banchik, director general para México de Penguin Random House. El interés de las editoriales mexicanas por participar es tal que el área de stands nacionales prácticamente no sufre cambios año con año y, de hecho, hay una larga lista de espera con empresas prestas Pase a la página 120
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Puerta a América Latina Anne Marie Métailié
Mi primer viaje
a México fue a la
ciudad de Guadalajara, invitada por un
con una hospitalidad y una cordialidad
autor nacido en la Ciudad de México
formidables para quien llega de la otra
pero con tantos años en Jalisco, que bien
orilla del Atlántico. Sé que aquel año no
se puede decir que es también tapatío:
trabajé mucho, pero me enamoré de la
Antonio Sarabia. No había oído hablar
ciudad.
antes de la Feria y tenía una visión muy
Volví en 1996 de la mano de Luis
pesimista de la edición latinoamericana
Sepúlveda y en compañía de Ray-Güde
en su conjunto, a través de lo que había
Mertin, su agente y muy querida amiga.
visto en los stands nacionales que esos
Y esa vez sí que empecé a trabajar y
países llevaban a la Feria de Fráncfort.
a establecer contactos profesionales
Conocía desde hacía unos quince años a
importantes, tanto latinoamericanos
editores del Cono Sur o de Brasil, pero con
como españoles o italianos. Era tan
excepción de su literatura no conocía nada
fácil conocerse mientras se compartía
de México.
una cena, tan agradable discutir con
Recuerdo muy bien lo que sentí al
tiempo y buen humor… Muchas de mis
entrar en el recinto de la Feria, en ese final
publicaciones de autores latinoamericanos
de noviembre de 1994. Lo que allí había
surgieron de ese ambiente. Volví otra vez
nada tenía que ver con lo que se mostraba
en 1998, y más tarde, en 2005, para un
en Fráncfort, todas las editoriales
encuentro de editores independientes
presentes eran modernas, dinámicas,
en el cual se profundizaron amistades
diversas y numerosas. Me di cuenta de que
intercontinentales con colegas mexicanos,
tenía que olvidarme de los esquemas que
chilenos y uruguayos.
traía de Europa sobre el sector editorial de América Latina. Fui acogida por los
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colegas y los organizadores de la Feria
En estos viajes me asombraba la manera cómo la Feria se extendía, se
Que mi catálogo fuera reconocido por mis colegas latinoamericanos era extraordinario, pero que lo fuera además en la Feria más importante y más simpática me provocó un estado de profunda alegría
negocios
profesionalizaba, se abría a nuevos públicos. A raíz de los contactos establecidos aquel año, viajé a otros países de América Latina. Y no me fue posible volver a México hasta 2011, cuando regresé para participar en el Salón de Derechos. De nuevo todo había cambiado, todo era mayor, más dinámico, más moderno aún, más frecuentado. Lo que no había cambiado era la gentileza y la disponibilidad de los organizadores. De nuevo volví a mi editorial con nuevos libros nacidos de los encuentros de la Feria, que a esa altura se había convertido en la Feria de América Latina. Mi último viaje a Guadalajara, en 2014, fue una de las mejores cosas que me han pasado en la vida: recibí el Homenaje al Mérito Editorial de la Universidad de Guadalajara y de la 28ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara por mi trabajo de edición en Francia, de la literatura contemporánea latinoamericana (ese diploma está aquí, colgado en frente de mi mesa de trabajo). Que mi catálogo fuera reconocido por mis colegas latinoamericanos era extraordinario, pero que lo fuera además en la Feria más importante y más simpática me provocó un estado de profunda alegría que me anima, a pesar de las dificultades de los tiempos que vivimos, a seguir publicando a autores latinoamericanos. m Pase a la página X
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para entrar en caso de que alguna cancele su presencia, comenta Leticia Cortés Navarro, coordinadora de Venta de Stands Nacionales, quien maneja alrededor de 240 empresas con espacios de diferentes tamaños (una puede tener nueve metros y otra, 300 metros). Este perfil permite que el libro en español, y también en otros idiomas, circule de una manera muy viva y presente en la Feria, que este sea el acontecimiento para que libreros, editores, autores y público en general confluyan, acudan, vean novedades, proyecten, acuerden y hagan negocio, explica Sergio López Ruelas, coordinador de Bibliotecas de la Universidad de Guadalajara. Él habla con conocimiento de causa, pues la red de bibliotecas de la máxima casa de estudios de Jalisco invierte una partida presupuestaria importante al año para la compra de libros en la FIL, dinero que le rinde gracias a los descuentos que puede negociar con las editoriales presentes en la Feria, que van desde 20 hasta 40 por ciento. “Logramos ahorros sustanciosos, que los aplicamos ahí mismo, porque en vez de comprar un ejemplar de cada título compramos más ejemplares u otros títulos”, comenta. De esta forma, se pueden llevar entre 50 mil y 60 mil títulos cada año para enriquecer el acervo de las 120 bibliotecas que conforman la red universitaria. Esta oportunidad de negocio también la aprovechan otras instituciones educativas y culturales. Por ejemplo, en el caso de las bibliotecas, se estima que alrededor de mil realizan adquisiciones en la FIL, de estas, las mexicanas invierten 70 millones de pesos al año en la compra de libros. “Por lo que yo escucho de mis colegas nacionales e internacionales, la FIL es el mejor mercado de compra de libros, además de que nos permite la
1987
actualización de nuestros conocimientos profesionales y ofrece una retroalimentación valiosa para la diversificación de las actividades que se realizan en la biblioteca”, indica Diana Eugenia González Ortega, directora general de Bibliotecas de la Universidad Veracruzana, casa de estudios que adquiere en esta Feria 30 por ciento del total de libros que compra en el año, para lo cual invierte entre 800 mil y un millón de pesos. Por lo que se refiere a las bibliotecas estadounidenses, Michael Dowling, director de la American Library Association (ALA), informa que el grupo de asociados que cada año trae esta organización a la FIL
En su primera edición, la FIL contó con la participación de alrededor de 300 casas editoriales
2015
Casi 30 años después acudieron a la cita poco menos de 2,000 editoriales provenientes de 44 países
—que en 2015 ascendió a 164 y se espera ronde los 200 para 2018— invierte entre 700 mil y un millón de dólares en la adquisición de material de lectura para atender a la creciente población que habla español en Estados Unidos, cuyo crecimiento es de 2 por ciento anual, lo que en número de personas significa dos millones más en cinco años. El Instituto Cervantes reportó que en Estados Unidos habitan casi 46.7 millones de personas que hablan español y otros 15 millones que tienen una competencia limitada del idioma, además de que hay 20 millones de alumnos que lo estudian como lengua extranjera, lo que sumado al crecimiento poblacional
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le convertirá en el primer país hispanohablante del mundo para el año 2050 y, por ende, en el principal consumidor de material académico, didáctico y de lectura general de este idioma. Esto lo saben en la ALA, de ahí el interés de mantener vigente el acuerdo de colaboración que tiene con la FIL, que en 2015 cumplió 17 años y se renovó por tres más, ya que se reconoce la ventaja que esta Feria ofrece a sus asociados —que suman alrededor de 58 mil— de encontrar en un solo lugar publicaciones de todos los países latinoamericanos y de España, así como de otras latitudes, por lo que la consideran como el “escaparate” ideal para surtir a las bibliotecas e instituciones educativas que representan. La ubicación también pesa. Gabriel Waldhuter, gerente de la editorial y distribuidora argentina de libros que ostenta el apellido familiar, indica que la FIL Guadalajara “cuenta con una ubicación geográfica que la convierte en un espacio estratégico propicio para el acercamiento de los mercados editoriales más importantes de la región”.
Una visita enriquecedora Además de un espacio y ambiente idóneos para formalizar contactos de negocios, lograr alianzas y acuerdos de compraventa y distribución de publicaciones, a lo largo de sus 30 ediciones los organizadores de la FIL se han preocupado por ofrecer a los asistentes una variada agenda para impulsar su desarrollo profesional. Para los interesados, actualmente se generan actividades como el Foro Internacional de Editores y Profesionales del Libro, el Encuentro de Promotores de Lectura, el Coloquio Internacional de Bibliotecarios, el Congreso Internacional de Pase a la página 124
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Guadalajara por 30 Daniel Divinsky
En el año 1987,
un trío simpático
FIL, la de 1987. Dudosos de su utilidad, los
—y tal vez algo pintoresco, desde la óptica
Isay Klasse, uno de los miembros de la
editores de la Flor no estuvimos presentes
etnocéntrica de los argentinos—, visitó
organización inicial de la feria local,
allí. Luego de asistir a la segunda, nos
Buenos Aires con un fin nada turístico:
editor y distribuidor, quien, según
convertimos en casi adictos. Entre las
quería obtener toda la información
reconocieron después los visitantes, estuvo
numerosas causas de esto, más allá de
posible acerca de la Feria Internacional
sumamente generoso en la información
que en la FIL se vendían ejemplares
del Libro de Buenos Aires, que ese año
que suministró sin guardar secreto alguno.
a clientes diferentes —incluso por la
se había realizado por decimatercera
También visitaron Ediciones de la
afluencia de muchos bibliotecarios de los
ocasión, con vistas a organizar una similar
Flor, donde Kuki Miler y yo, los dueños,
Estados Unidos, ávidos de novedades y
en la ciudad de la que venían. La iniciativa
tampoco ocultamos nada acerca de
dispuestos a gastar lo que les restaba de sus
había surgido de la Universidad de
nuestra experiencia como expositores en
presupuestos por año calendario—, fuimos
Guadalajara.
Buenos Aires y en otras ferias, fundando,
descubriendo que tenía el plus de ser la
sin saberlo, una relación afectiva y
Feria de libros más divertida del mundo.
Los tres mosqueteros, que en este caso sí eran sólo tres, se llamaban
profesional con lo que sería la FIL, que
Margarita Sierra, Maricarmen Canales y
dura hasta hoy.
Antonio Bolívar. Fueron recibidos con el
No es deshonroso confesar que esa
Las noches del Casino Veracruz, una experiencia diferente y movilizadora para editores engominados como éramos
escepticismo propio de la autosuficiencia
actitud de Klasse y de nosotros nacía de
los argentinos, los cocteles del Fondo de
(y pedantería) argentina, especialmente
una simpatía cortés, que disimulaba la
Cultura Económica, engalanados por
las de los porteños, los habitantes del
incredulidad. ¿Una feria internacional
sus autores, las veladas en la cantina,
puerto de Buenos Aires.
del libro en una ciudad de provincia, sin
inicialmente frecuentada por obreros,
tradición editorial que conociéramos,
donde vimos actuar —deslumbrados— por
se sabía, entonado, era que esa ciudad
donde teníamos ninguna o muy pocas
primera vez a Liliana Felipe, marcaron
estaba en un llano, en tanto México se
librerías como clientes?
jornadas interminables, donde se trabajaba
Salvo para los muy informados, lo que
hallaba en una laguna. En realidad, era Guadalajara la que
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Se entrevistaron, entre otros, con
Los visitantes asimilaron muy bien la información, a la que seguramente
de día y se festejaba de noche. Cuando en 1997 Kuki Miler y yo
para nosotros estaba en una laguna…
adicionaron otra recibida en diferentes
fuimos galardonados con el Homenaje al
informativa.
países y se abocaron a organizar la primera
Mérito Editorial, al honor que significó
negocios
... la FIL llega a sus 30 años con la madurez y sabiduría que dan tres décadas, pero con la frescura que ha sabido mantener por estar abierta a la innovación
recibirlo en un acto con nuestros autores estrella como Quino y Fontanarrosa, se sumó la publicación de un libro con testimonios sobre nuestro trabajo. A partir de entonces, la adicción a la FIL se transformó en devoción. Imposible omitir lo que significó la presencia de los países invitados de honor (con la Argentina en tal rol por dos veces, en 1997 y 2014), los actos culturales, las presentaciones artísticas, la presencia de escritores de primera línea, el otorgamiento del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, son condimentos que tienden a tomarse por dados, pero que la FIL debió construir a partir de cero. Muestra de lo que se puede obtener con inteligencia, imaginación, talento y recursos (que sin lo anterior no generan nada) la FIL llega a sus 30 años con la madurez y sabiduría que dan tres décadas, pero con la frescura que ha sabido mantener por estar abierta a la innovación. La instalación del Salón de Derechos, destinado a la compra y venta de derechos de traducción, introdujo un plus para editores abiertos al mundo y la colocó en la senda de lo que Fráncfort significa desde hace muchos más años. ¡Larga vida a la FIL, que entre tinta de imprenta y tequila supo armar un coctel que nos hace bien a todos los ligados al libro! ¡Salud! m Pase a la página X
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Traducción e Interpretación San Jerónimo, así como diversas presentaciones de mercados editoriales, a lo que se suman conferencias y talleres especiales para ilustradores, libreros, editores universitarios, traductores y edición digital. Estas actividades, además de mantener actualizados a los profesionales en los temas de su interés, les permiten interactuar con sus pares, expandir sus contactos e incluso generar una agenda de trabajo y hasta de vida. Tal fue el caso de Alejandro Ochoa, monero tapatío, quien en sus primeras visitas a la FIL conoció a Daniel Divinsky, editor de Quino, quien le dijo: “Anímate a ser un monero, sí puedes”. Siguió su consejo y ahora su trabajo es reconocido en México y el extranjero. Alejandro ha participado en varios de los talleres para ilustradores organizados por la FIL, así como en el Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta, lo que le ha permitido conocer a mucha gente relacionada con su oficio, así como a editoriales y organizadores
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de festivales, de modo que puede armar “una relación para luego hacer convenios” e ir, por ejemplo, a las reuniones de caricatura de Milán y Madrid. En la FIL, “las oportunidades de crecer profesionalmente, las oportunidades de encuentro, cada vez son más interesantes”, explica María Osorio, directora editorial de Babel Libros y quien desde 2006 acude desde Colombia a Guadalajara, en lo que cataloga como una visita absolutamente obligada. La razón: “Desde el primer día que fui, que hice el primer contacto y empecé a trabajar, dije: esta es la Feria donde voy a trabajar con mis pares, donde voy reflexionar sobre lo que pasa con el libro en la región, donde voy a conocer a todas las personas de América Latina que trabajan en lo que yo trabajo”. Y no se equivocó: “Del crecimiento de mi negocio en el tema de la distribución, en lo que yo aprendo y en lo que me doy a conocer, 50 por ciento de mi trabajo se logra aquí”. El “contacto vivo” es una de las grandes bondades de la FIL, considera Jorge Orendáin, director y
1. Laura Ceballos Watling y Javier Celaya participan en el XIV Foro Internacional de Editores y Pofesionales del Libro (2015) 2. Andrés Sandoval, en el taller "Explorar el dibujo como forma de leer e interpretar la ciudad" (2015) 3. Sofía Jiang, en la "Presentación de Mercado editorial de China" (2015)
negocios 1. Esther Allen, Alfredo Michel Modenessi y Gisbert Haefs participan en el “Diálogo a 3 voces sobre traducción literaria”, en el marco del Congreso de Traducción e Interpretación San Jerónimo (2010) 2. Pablo Braun, Francisco Goyanes y José Luis Ponce participan en el II Encuentro de Librerías y Editoriales Independientes Iberoamericanas (2012) 3. Programa de Apoyo a la Traducción con Nili Cohen, Oliver Mostrad, Tomasz Pindel y Koen Van Bockstal (2014)
fundador de la editorial La Zonámbula, quien durante la Feria aprovecha para estar “en contacto humano con esos amigos escritores que han confiado sus libros a la editorial. Otra ventaja es que se acercan otros autores a ofrecerte un libro o a platicarte un proyecto, y a lo largo del año te buscan o los buscas. Se entablan contactos y de ahí después surge un libro, alguna novedad”. En el mismo tenor se expresa el traductor Lawrence Schimel, quien consideró a la FIL como “el crisol de toda la industria editorial hispanoparlante”, donde se puede conocer y establecer conexiones con autores y editores en relaciones que a largo plazo dan fruto. “Esta Feria es parte integral en lo que es mi actividad, es una pieza clave [...] hay muchos proyectos que han surgido en la FIL o que han sido posibles gracias a gente que he conocido en la Feria, o que hemos cerrado los detalles en la Feria”, comenta. “Si uno quiere tener presencia en América Latina, por supuesto que la FIL es un destino obligado y es un lugar fundamental para terminar de armar o consoli-
dar la red de libreros y distribuidores que uno tiene”, dice Leonora Djament, directora de Eterna Cadencia Editora, en Argentina, para quien “algo muy lindo que tiene esta Feria es simplemente encontrarse, cruzarse casualmente en un pasillo con alguien que no tenía previsto y a partir de ahí que surjan negocios insospechados o, simplemente, compartir inquietudes, experiencias”. “Cuando vengo a la FIL, me entrevisto con distribuidores, compro libros, de muchos editores; además, entrevisto a editores o libreros para los programas de gestión cultural que desarrolla la librería, mantengo reuniones institucionales, multitud de cosas”, complementa Paco Goyanes, director de Librerías Cálamo y gestor cultural español. “La oportunidad de hacer negocios que te da la FIL es fundamental”, explica María Beatriz Medina Simancas, para quien, sin lugar a duda, la programación para los profesionales del libro es el fuerte de la FIL. La directora del Banco del Libro de Venezuela reconoce que los organizadores no se durmieron en
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sus laureles: “Se han ampliado los espacios de la Feria y la programación, incorporado eventos y afianzado otros, como el encuentro de promotores de lectura, el congreso de editores. La posibilidad de intercambios, de relaciones y, una cosa más importante, la visibilidad de los expositores y de los que participan en la FIL se ha visto redimensionada, y eso es fundamental para el éxito de la Feria, y para los profesionales que asisten a esta”.
Una chispa vital Con el fin de congregar a un mayor número de gente involucrada en la cadena del libro, a lo largo de sus 30 ediciones en la FIL se ha seguido una estrategia de acercamiento, apoyo y mejora de servicios, como el establecimiento del Salón Internacional del Libro Latinoamericano Rotativo, en 1991; la firma del convenio de colaboración con la American Library Association, en 1996, y el establecimiento, un año después, del Centro de Negocios para Profesionales, a lo que siguió, en 2001, la creación del Salón del Libro, como un espacio dedicado a los profesionales de la industria editorial. Pero la chispa que terminó por atraer los reflectores hacia la FIL y consolidarla fue la creación del Salón de Derechos, cuya primera edición se llevó a cabo en 2004. Desde entonces, la FIL se convirtió en la única Feria de habla hispana con un espacio para formalizar este tipo de transacciones. Fue “un cambio importantísimo”, considera Roberto Banchik, quien explica que así la FIL se puso un paso adelante de su competencia y a la par de las ferias de Fráncfort y Londres, que hasta entonces eran las dos que monopolizaban la compraventa de derechos.
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Lo acertado de la decisión lo refleja el incremento exponencial en el número de editores y agentes extranjeros que acuden a Guadalajara a comprar y vender derechos. Si se compara con el registro de 1987, el aumento es de 710 por ciento en el primer caso y aún mayor en el segundo, pues a la primera edición de la Feria prácticamente no acudió ninguno, frente a más de 300 que lo hacen hoy en día. En sus dos primeras ediciones, el Salón de Derechos vendió alrededor de 20 mesas. Ahora el número se ubica en 125 mesas, informa Rubén Padilla Cortés, coordinador general de Profesionales de la Feria. En cuanto a los que lo utilizan, afirmó que la mayoría son profesionales provenientes de Reino Unido y de Estados Unidos, seguidos por los de España, México, Colombia, Argentina y Chile. Lucia Riff es una de las muchas agentes literarias que asiste cada año a la FIL. Procedente de Brasil, considera que por la excelencia de los autores convidados y de la gran cantidad de editores y agentes asistentes, de las más variadas nacionalidades, la Feria le permite “conocer más de cerca el mercado editorial de nuestros vecinos del continente, y me da también la oportunidad de ofrecer obras de autores brasileños al mercado de lengua hispana”. Las facilidades como el Salón de Derechos, agregó, ayudan a cristalizar contratos, que en su caso catalogó como “muy importantes”. Guillermo Schavelzon, agente de derechos literarios especializado en escritores latinoamericanos y quien asiste a la FIL desde su primera edición, la describe como un “evento de relaciones profesionales”, donde los negocios se hacen de una manera informal, y opciones como el Salón de Derechos ofrecen una excelente oportunidad para reunirse con
La FIL es calificada como el mayor certamen del libro en la portada del diario español El País (2005)
negocios La primera edición del Salón de Derechos se llevó a cabo en 2004 con 20 mesas; en 2015 se montaron 125
editores y autores, mexicanos y de otros países, que tienen una disponibilidad de 100 por ciento. De hecho, muchos profesionales coinciden en que el Salón de Derechos fue una buena decisión, que ayudó a consolidar a la FIL como una verdadera Feria internacional profesional.
Dinamizador económico Alcanzar los estándares de calidad y eficiencia logrados por la FIL implica una inversión considerable. Organizar el encuentro tiene un costo de alrededor de 90 millones de pesos (unos cinco millones de dólares), dinero que se recupera con creces, ya que además de ser autofinanciable desde su séptima edición y gene-
rar una utilidad de operación, que va de los cinco a los catorce millones de pesos, la FIL se ha convertido en un motor económico. Así la describe Manuel Herrera Vega, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin): “La FIL es un dinamizador de la economía, local y nacional. Es un motor que favorece directamente a los sectores relacionados con la industria editorial, pero que además beneficia a muchos otros sectores”. En el caso de la industria editorial, las imprentas son uno de los eslabones más afortunados. Los libros que se presentarán y comercializarán en la FIL se elaboran todo el año, pero es a partir de agosto que las prensas prácticamente no paran.
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Están imprimiendo o reimprimiendo los ejemplares solicitados “y generalmente, un par de semanas antes del encuentro es cuando ya estamos a tambor batiente en ese sentido”, explica Agustín Nuño Ruiz Velasco, director comercial de Impre-Jal, empresa que ha confeccionado materiales para la FIL desde que esta abrió sus puertas. De hecho, la existencia de la Feria ha tenido un impacto positivo en su negocio, ya que aprovecha la ocasión para hacer contactos y de esta han surgido una gran cantidad de clientes, además de brindarle seguridad para desarrollar su firma. “Definitivamente, el tener la certeza de que vienen libros para la FIL fue importante para tomar la decisión de la compra de algunos activos para crecer, como equipos de costura y de preprensa”, asegura.
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La FIL “es un factor de desarrollo de la industria editorial mexicana. Las casas editoriales hacen una especie de corte del año, es decir, reflexionan sobre los proyectos realizados, exhiben sus novedades, revisan los argumentos gráficos y de contenido de los demás y fortalecen los planes de los próximos años”, asegura Javier Martínez Ramírez, director general de Publicaciones y Fomento Editorial de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien aprovecha este espacio, tanto para comprar derechos y ofrecer licencias de publicación como para “proyectar su catálogo y distribuirlo entre lectores, bibliotecas, librerías y comercializadoras”. La relevancia alcanzada por la FIL también se refleja en la venta de libros al por menor, que no deja de ser importante para las casi dos mil casas editoria-
les, y cientos de autores que se dan cita cada año en Guadalajara. Los destinatarios de los títulos que comercializan es un público cautivo, pues de cada diez asistentes a la FIL, ocho ya la habían visitado en años anteriores, reveló una encuesta elaborada por la firma consultora Berumen. Del total de visitantes, al menos uno de cada tres acude con el objetivo de comprar un libro. Quienes lo hacen, en promedio adquieren cuatro ejemplares e invierten en ello alrededor de 900 pesos, pero incluso hay quienes destinan más de cuatro mil pesos para la adquisición de diez o más títulos. Así, con que sólo 20 por ciento de los casi 800 mil asistentes a la FIL adquiera material de lectura, de acuerdo con el promedio de ejemplares registrado, el
Avilés, gerente de Promoción y Publicidad de la editorial Océano. Más allá de los grandes consorcios, las editoriales independientes también han sido en los últimos años una parte importante del Área de Negocios de la FIL, pues actualmente se cuenta con dos pasillos conformados por editoriales de estas características, uno en el Área Nacional y otro en la Internacional. “Las editoriales independientes siempre nos ofrecen una manera nueva de ver el mundo, con nuevos autores, nuevas propuestas, con la libertad de publicar sin estar sujetos a las políticas editoriales de los grandes grupos. Es por esto que nos interesa desde hace varios años darles un espacio privilegiado de exhibición”, afirma Armando Montes de Santiago, coordinador general de Expositores en la FIL.
negocios
negocio para las editoriales por la venta de libros al menudeo superaría los cien millones de pesos. “La Feria es una inversión, una buena inversión”, asegura Nubia Macías, quien dirigió la FIL durante una década (2003–2013) y que ahora, como cabeza del Grupo Planeta en México, explica que esta “es el espacio donde todo el trabajo que tú realizas como editor se concreta, generas el encuentro, entre el lector, al autor y sus libros”. “Aquí podemos ver el rostro de nuestros interlocutores, conocer a nuestros negociantes y hablar con los lectores, es un encuentro que nos permite exponer nuestras novedades, nuestros mejores libros, que son los del último trimestre del año, y medir la tendencia del mercado, saber si vamos por buen camino y tomar ciertas decisiones”, explica Rosa María Martínez
Desde 2013 la FIL tiene una área dedicada específicamente al libro electrónico
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Cinco minutos de conclusiones Juan Casamayor
Algunos
de los que viajamos en su día
a la Feria Internacional de Libro de Guadalajara por primera vez, lo hacíamos también a México. Ambos destinos coincidían en un mismo vuelo, en un mismo destino, bajo un mismo entusiasmo. De algún modo, ese trayecto de ida implicaba simultáneamente conocer el país y visitar una de las celebraciones de la lectura y la escritura más importante de la cartografía del español. Así, la tarjeta de visita con la que México se presenta a este editor-viajero es inseparable de la vivencia de la Feria. Tanto como para reincidir en una cita anual y convertirla en parada obligada de aquellos que entendemos nuestra existencia vinculada a ese bien común, enriquecido con el paso del tiempo, que es el libro. El primer encuentro con la Feria siempre resulta sobrecogedor. Sus enormes dimensiones, repartidas en espacios de venta, de diálogo, de aprendizaje; su
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negocios
Cinco minutos... ese tiempo es exactamente el que tarda cualquier visitante en quedar atrapado por la FIL Guadalajara incesante movimiento de profesionales
y eso es más que suficiente; entre los
y lectores que, concentrados unos,
que acudimos cada año, ofreciéndonos
expectantes otros, se dirigen a los mil
siempre nuevos argumentos para volver,
y un eventos y citas que se programan
para llevar a cabo otras iniciativas. Es el
cada jornada en la Feria; la milimétrica
punto de encuentro donde hay espacio
organización de todo ese vaivén de
para que pase lo que tiene que pasar,
escritores invitados o de escolares
pero también acontezca lo insólito, en
divertidos y agitados ante tanta novedad;
una mezcla sutil que envuelve la cita en
todo ello es lo que el editor-viajero debe
un halo mágico e inexplicable. Es en ella
asumir en pocas horas. Y eso no es lo
donde el editor-viajero cierra acuerdos
mejor o no es lo único que ofrece esta
fenicios, tiene la ocasión de hablar con el
fiesta lectora. Su amplitud es seguramente
escritor consagrado, es confundido con
factible o se equilibra con la cercanía
Fernando Iwasaki por un lector anónimo
extrema de sus responsables. Con todo
o asiste, feliz, al Encuentro Internacional
el mundo. Con el premio Nobel o con
de Cuentistas. Es la anfitriona de noches
el editor-viajero. El editor-viajero que
festivas, antológicas, inconfesables para
emprendió, por primera vez, su camino
el editor-viajero, en la que multitud de
a México y a la FIL hace ya unos cuantos
nacionalidades se funden en una sola: la
años, y siempre recibió el cariño de
de la FIL.
la primera vez. Además, la FIL de
Y llega ya la nota que entrega
Guadalajara escapa de sus cuatro paredes,
puntualmente el personal de sala al
de sus días de festejo. La Feria se articula
término de los actos de la FIL: “Le quedan
todo el año; se abre a los ciudadanos;
cinco minutos, por favor concluya”.
irradia ese mimo y cuidado, esa pasión y
Concluyo, sí. Cinco minutos, me digo,
exaltación, entre los jóvenes de las prepas
para finalizar, ese tiempo es exactamente
que reciben a escritores de los que nunca
el que tarda cualquier visitante en quedar
oyeron hablar, pero a los que han leído,
atrapado por la FIL Guadalajara. m Pase a la página X
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Marisol Schulz, directora general de la FIL desde 2013
De la misma forma, siempre vigilantes de las principales tendencias en el mercado editorial, en 2013 se decidió abrir un espacio dentro de la Feria para el libro electrónico, cuyo uso empezaba ya a despuntar en todo el mundo. Se trata de una zona diseñada específicamente para acercar a los desarrolladores de productos y servicios digitales con sus clientes potenciales, ya sean editoriales, bibliotecas, repositorios o los propios lectores. “Desde su creación, el Área de Libro Electrónico de la Feria ha recibido una buena aceptación por parte de las empresas, pues tienen la oportunidad de compartir con el público asistente sus nuevos desarrollos en material digital, mediante módulos de exhibición, una zona interactiva con dispositivos de libro electrónico y un nutrido programa de conferencias y presentaciones”, afirma el coordinador de Expositores. Pero los beneficios de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara no se circunscriben a los partici-
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pantes directos del encuentro. La derrama económica que genera la fiesta de los libros se expande por toda la ciudad y sus alrededores. La primera beneficiada es, sin duda, Expo Guadalajara, sede de la Feria durante las tres décadas en que se ha celebrado. De hecho, fue uno de los primeros eventos que albergó el recinto ferial inaugurado en febrero de 1987. En ese entonces contaba con 12,180 metros cuadrados de área de exposición, superficie que se multiplicó hasta llegar hoy en día a los 60 mil metros cuadrados, que apenas son suficientes para dar cabida a las editoriales y actividades que se dan cita en la FIL. “No cabe duda que, el crecimiento de Expo Guadalajara mucho ha tenido que ver con la Feria del libro, por sus eventos. La FIL ha sido un motor del crecimiento de Expo y, por tanto, del crecimiento económico de Guadalajara y de Jalisco”, reconoce Manuel Herrera Vega, quien fue presidente del recinto ferial de 2005 a 2007. Un sector que es fiel testigo de ello es el hotelero. Cuando Expo Guadalajara y la FIL abrieron sus puertas había siete hoteles en un radio de tres kilómetros a la redonda; hoy, 27 hoteles se elevan en esa zona con cinco mil habitaciones que se abarrotan en los días en que se celebra la fiesta de los libros. En esas fechas prácticamente es imposible encontrar una habitación disponible en el área circunvecina, y una tarea muy difícil en el resto de la zona metropolitana, que cuenta con 22,500 cuartos, que reportan una ocupación promedio de 80 por ciento, durante los nueve días del encuentro librero. “Más o menos la FIL genera alrededor de quince mil cuartos–noche, que con una tarifa promedio de 1,500 pesos por noche estamos hablando tan sólo de hotelería de un ingreso de 23 o 24 millones de
42 millones de dólares, con lo que conservadoramente se puede hablar de que la realización de la FIL en sus primeros 30 años de vida ha dejado a la ciudad, y a la cadena de la industria editorial ingresos por más de cinco mil millones de dólares, lo que confirma que la apuesta por Raúl Padilla López y su equipo para ejecutar la Feria Internacional del Libro de Guadalajara fue y es, de ganar–ganar. m
negocios
pesos”, informa Gustavo Staufert Buclon, director de Promoción de la Oficina de Visitantes y Convenciones de Guadalajara, quien ve a la FIL como “la cabeza de playa de todas las exposiciones, una piedra de toque para la industria turística local, y un dínamo para toda la economía”. La FIL “es el evento más importante a escala empresarial que tiene Expo Guadalajara, ya que viene una cantidad increíble de visitantes, y en un periodo de menos de una semana la derrama económica que genera es realmente importante, dentro del transporte, hoteles, restaurantes, taxis, por lo que todos los comerciantes y los empresarios estamos esperando cada año la inauguración”, menciona Ana María García Calleja, presidenta de la Asociación de Empresarios del Centro Histórico de Guadalajara. En el caso del sector restaurantero, “estamos hablando de que el promedio de ventas, respecto a un mes normal, se incrementa hasta 50 por ciento”, explica Ana María García Calleja, quien además fue presidenta de la Cámara de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados de Jalisco. “Este es un escaparate para tu trabajo. A mí, en lo particular, me funciona, porque hay nueve días consecutivos en los que la gente puede visitar tu obra y verla en funcionamiento, lo que me permite captar nuevos clientes”, indica Berenice Sandoval Ochoa, directora de Mobil.D, empresa dedicada al diseño de stands y piezas para impulsar la comercialización de productos en punto de venta. Estimaciones del gobierno del estado consideran en que para la zona metropolitana de Guadalajara, la FIL deja una derrama económica superior a los 330 millones de dólares al año, a lo que se suma el volumen de negocios generado en la Feria, que al cierre de la edición 29 las editoriales calcularon en alrededor de
Mauricio Achar, librero destacado, en el stand de Cataluña (2006)
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Carmen Balcells (†) España
Diego Bianki Argentina
Elisa Bonilla México
José Luis Caballero México
Nili Cohen Israel
Marina Colasanti Italia-Brasil
Leonora Djament Argentina
Sergio Fajardo Colombia
Daniel Goldin México
Francisco Javier Goyanes España
Ofelia Grande España
Daniel Halpern Estados Unidos
Antonia Kerrigan España
Sergio López Ruelas México
Alejandro Magallanes México
Profesionales del libro en la FIL
Alberto Manguel Argentina - Canadá
María Beatriz Medina Venezuela
Ray-Güde Mertin (†) Alemania
María Osorio Colombia
Lucia Riff Brasil
Guillermo Schavelzon Argentina
André Schiffrin (†) Michi Strausfeld Francia Alemania
Michèle Petit Francia
Nicole Witt Alemania 135
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cultura
Autores Cultura
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El faro de la cultura Ana Teresa Ramírez tenía 24 años de edad cuando Raúl Padilla, su jefe en el Departamento de Investigación Científica y Superación Académica (DICSA), le hizo una petición suicida: que organizara espectáculos para la naciente Feria Internacional del Libro que impulsaba la Universidad de Guadalajara. Tenemos una explanada y no hay dinero, le dijo. A ver qué consigues. Ella había estudiado teatro en la Universidad de Guadalajara, pero casi no tenía experiencia. La explanada de Expo Guadalajara no era el escenario profesional que es hoy, con su espectacular carpa blanca de picos, pantallas y equipo técnico de primer nivel, sino un sencillo templete de madera que montaban los trabajadores de intendencia de la Universidad. Las luces y los micrófonos, cuenta Ana Teresa, los conseguía con sus amigos músicos y teatreros. No había presupuesto, pero sí mucha libertad. Así es que echó mano de sus amigos, de lo que a ella le gustaba: grupos locales de reggae, de ska, de la escena subterránea del rock mexicano. La explanada se llenó de espectáculos de una escena emergente que era muy viva. Y la respuesta de los jóvenes de la ciudad, que no tenían esta clase de espacios, fue extraordinaria. Estamos a finales de los ochenta. El país aún está gobernado por el PRI, pero el conflicto poselectoral de 1988 ha cuestionado la legitimidad y la legalidad del régimen. El rock ha estado proscrito desde el festival de Avándaro, en 1971, pero en la periferia se está gestando una escena contracultural que mezcla la literatura (se fundaron revistas como Moho y La regla rota), la caricatura (Jis, Trino y Falcón), y, por supuesto, el rock.
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Durante los primeros años, la FIL cobijó a algunos de los grupos de esa escena, en conciertos gratuitos que reunían a dos mil o tres mil personas: El Personal, Café Tacuba, Santa Sabina, El Juguete Rabioso, Gerardo Enciso, Flor de Metal, Real de Catorce, entre otros. “El Foro Expo era como un punto de partida, en ese espacio fue donde se inició un movimiento, si se puede hablar de movimiento, de todos estos grupos”, dijo para el libro del vigésimo aniversario de la FIL Rita Guerrero, cantante y líder de Santa Sabina, ya fallecida. “Antes de eso sólo había Caifanes. Fue un detonador, un impulso fuerte”. “Estos conciertos fueron un oasis”, asegura Gerardo Enciso. “Se hicieron cuando aún las disqueras no habían acaparado el movimiento. En aquel entonces existía una represión hacia el movimiento del rock, y prácticamente no había foros dónde hacer conciertos a gran escala”. Enciso recuerda que el foro estaba abierto, por lo que se podía ver el escenario desde cualquier ángulo de la calle, y que había muchos problemas técnicos, pero un equipo muy profesional. Un panorama muy distinto al que encontró veintitantos años después, en 2010, cuando volvió a tocar en el Foro FIL para presentar su disco Es por ti: “Volver a tocar en este escenario fue muy emocionante para mí, vinieron muchos recuerdos y, como me comentaron después, para el público también”. Pero la explosión definitiva de esos primeros años, el punto de inflexión sobre todo lo que vendría después, fue el concierto de Maldita Vecindad en 1991. La banda acababa de grabar El Circo, que hasta la fecha es su disco más popular. Y se corrió la voz de que tocarían en Guadalajara. Y gratis. En la FIL. En aquella ocasión comenzó a llegar más gente, y más gente… Tanta, que empezaron a ocupar las
1989
avenidas Mariano Otero y Las Rosas; tanta, que la camioneta que transportaba al grupo desde el hotel no podía llegar. Había necesidad de que se subieran a tocar, porque la gente estaba muy desesperada. Gritaban. Empujaban. Las luces del escenario se movían de un lado a otro. Y el equipo de seguridad, formado por personal de intendencia de la Universidad, no sabía qué hacer. José Luis Pacho Paredes, baterista de Maldita Vecindad, recuerda que tuvieron que conducirlos por
Un pequeño escenario en medio de un espacio abierto fue suficiente para detonar un movimiento musical en la entonces llamada Explanada
2015
El Foro FIL, como es conocido desde 2010, ahora ofrece infraestructura de primer nivel para albergar cualquier tipo de espectáculo
algunas callecitas y meterlos por las bodegas de la expo. Atravesaron los pasillos de la Feria. Las puertas delanteras estaban cerradas, por la cantidad de gente que había en la explanada. “Salimos por las puertas de cristal que eran la entrada, entre el público, y de ahí a empujones hasta el escenario. Y a tocar”, dice. “Desde luego fue un concierto maravilloso, lleno de energía del público. Hasta donde alcanzaba la mirada se veía gente”. Para Maldita Vecindad, aquel concierto fue un signo de que su suerte estaba cambiando. “De ser un
cultura
movimiento proscrito, ahora éramos legitimados por una universidad pública como parte de un proyecto de formación de nuevos públicos que conjuntaba música, arte, literatura”, reflexiona Pacho, actual director del Museo Universitario del Chopo, en la Ciudad de México. No se trataba sólo de rock, sino de un movimiento cultural que buscaba incluir otras visiones del mundo. “Reivindicábamos nuestro derecho a participar y a hacer lo que quisiéramos en un país que sistemáticamente nos excluía”. Treinta años después, cuesta comprender cuánto ha cambiado el país: ahora hay conciertos masivos de rock en plazas públicas, estaciones de radio organizan conciertos gratuitos, y muchos grupos internacionales ya tienen a Guadalajara, a Monterrey y a la Ciudad de México en el mapa de sus giras mundiales. Y la FIL se ha convertido en el evento literario más grande del mundo, precisamente por su peculiar mezcla: no sólo es una feria de libreros, no sólo es una feria de lectores, de intelectuales, sino una fiesta cultural que ha transformado la ciudad. Después de ese concierto se empezó a comprender el potencial de la Explanada y se empezó a pensar en ofrecer ese espacio a otros. Así arrancaría una segunda etapa de conciertos en la expo vinculados a la presencia de los países o regiones invitados de honor. El programa cultural se internacionalizaba.
Culturas que nos honran “La idea de tener un invitado surgió durante una cena en Colombia, en casa de Ramiro Osorio, que es un gran promotor cultural”, relata Margarita Sierra en el libro del vigésimo aniversario de la FIL. Empezaron a imaginar cómo se podría potenciar la presencia de Colombia no sólo con sus libros, sino de toda su Pase a la página 144
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fil 30 años
La Feria de mis amores Lucina Jiménez La Feria se volvió un referente y cita continua para pensar una ciudad lectora
La FIL Guadalajara
ha sido durante estos
años como una cita de amor: apasionada,
ciudad nómada, acaso ordenada por sus
tensionante, comprometedora, capaz de
itinerarios lectores o donde el libro es
desnudar todo lo que sabes, todo lo que
el actor del suceso mediático y de la cita
ignoras, y todo lo que el deseo te mueve a
ineludible. Sus ires y venires en los pasillos
curiosidad.
me dieron el espacio para reflexionar
Ahí viví uno de mis más entrañables
sobre las travesías de los lectores, sus
encuentros amorosos, parte de mi secreta
paradojas y sus irreverencias. También ahí
biografía sentimental. Pero los actos
soñamos una y otra vez con un país menos
de amor de la Feria no se quedan en la
conservador en sus diseños y caminos
autobiografía íntima, se extienden a mis
culturales, de eso también hicimos libros,
pasiones y a mis delirios intelectuales.
diálogos, pasajes revisitados a cada tanto.
Ahí me encontré una y otra vez con una
Un espacio para dialogar y construir las
ciudadanía amorosa capaz de donar
rutas inexploradas de la política y de las
su tiempo y sus ideas, sus casas y sus
instituciones culturales.
esfuerzos para promover el libro, las mil y
Como lectora, bibliotecaria,
un lecturas del mundo. A esas ciudadanías
antropóloga, investigadora, gestora,
escribí como un acto de reciprocidad en
madre y mujer apasionada, nada se parece
los afectos.
a lo que la Feria me ha ofrecido: ese placer
La Feria se volvió un referente y cita continua para pensar una ciudad
142
lectora, o una ciudad espectáculo, una
de encontrar lo extraño, lo inesperado, el libro sorpresa, aquel que no figura en las
cultura
listas de best sellers, ni en los favoritos de nadie. Ahí atrapé los primeros balbuceos impresos del mundo de la gestión cultural, aunque luego hube de desplazarme por el mundo para constatar que toda bibliografía siempre se queda corta respecto a ese mundo tan cambiante. Pero también aquel libro nocturno que me hacía pasar los momentos más íntimos con mi Nahui. Y si de confluencias se trata, no hay mejor combinación que la cita del libro con la de la música y el baile. Esa parte gustosa y placentera de la vida nocturna, sin la cual la Feria no me sabe. Crónicas silenciosas de muchos momentos luminosos en bares, centros alternativos y el Veracruz, claro que sí. Y una de las experiencias difíciles de expresar en toda su dimensión. Haber presenciado desde la nostalgia tapatía, el homenaje al legendario grupo El Personal, nutriendo la energía de tres generaciones que no son otra cosa más que la comunión de un mismo deseo, la crónica propia de un mundo urbano que se narra a sí mismo desde la música. La Feria, esa cita puntual que corona cada año, ha ido cambiando su rostro. Se matiza y se cubre de ciudades, de países, de autores y escritoras, de infancias y juventudes lectoras que se envuelven de palabras, de preguntas, cuestionando siempre a aquellos que insisten en decir que no leemos. m
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Comida de inauguración con el toque del prestigioso chef Alan Coxon, de Reino Unido (2015)
oferta cultural. Así, después de meses de gestiones, Colombia se convirtió en el primer país Invitado de Honor de la FIL, en 1993. Ese año se presentó en la explanada el colombiano Carlos Vives, quien ya era conocido en su país por su renovación del vallenato, pero prácticamente desconocido en México, y Totó la Momposina ofreció un concierto mítico en la explanada que puso a bailar a miles de personas. La presencia del Invitado de Honor apostaba por una programación integral, que incluyera muchas disciplinas intelectuales y artísticas, para ofrecer una ventana a la cultura de otro país. Y esto es precisamente lo que la Feria ha entregado, año tras año, desde hace 23 ediciones. “El Invitado de Honor es fundamental”, expresa Marisol Schulz, directora de la FIL. “Yo creo que ha sido otro de los grandes aciertos de la Feria; que el país invitado venga y ofrezca una ventana a un mun-
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do que no conocemos, que nos presente lo mejor de su creación literaria, lo mejor de su creación intelectual, de su creación académica, a sus grandes pensadores, a sus grandes cineastas, a sus grandes chefs”. “Los artistas de aquí se quieren acercar a los artistas internacionales para conocer, para saber más”, asegura Myriam Vachez, secretaria de Cultura de Jalisco. “Creo que no hay nada mejor para el mundo cultural de un estado, que nutrirse viendo lo que hacen otros países”. Desde el inicio, ella estuvo involucrada en la promoción de las primeras ediciones de la FIL. “Era una Feria chiquita, con esa sensación de que a todos los ves, a todos conoces, con todos platicas […] porque finalmente era muy pequeñita, eran unos cuantos stands”, recuerda. Y sin embargo, desde el principio le pareció un esfuerzo sólido: “Sentías que había llegado para quedarse, porque la gente se volcó a la FIL… y aquí seguimos”.
Vachez no tiene duda en calificar a esta semana del calendario cultural, junto con el Festival de Mayo, como una oportunidad “única” para recibir grandes eventos de otros países: “Que venga, por ejemplo, Israel a presentarte algo que jamás tendrías oportunidad de ver, justamente porque la FIL lo trae, es enriquecedor para la comunidad […] eso lo valoramos y lo apreciamos. Y más lo aprecia el sector cultural, evidentemente, que aprende y goza”. Un buen ejemplo de este intercambio de ideas y experiencias ocurre en el Cine Foro de la Universidad de Guadalajara, donde tiene lugar el tradicional Ciclo de Cine, que presenta una selección de películas representativas del país Invitado de Honor, con el propósito de mostrar al público en general —no sólo al que asiste a la FIL— la diversidad, riqueza y complejidad de su oferta. Y otra huella evidente del paso del Invitado de Honor en la cultura local se da en el ámbito gastro-
cultura El cantautor Silvio Rodríguez, en la presentación de su libro en el pabellón cubano (2002)
nómico, con la llegada a Guadalajara de sus mejores chefs para preparar platillos típicos para el almuerzo inaugural de cada edición de la FIL, y la realización de un festival gastronómico en el hotel Hilton para que cualquier paladar pueda probar la tradición culinaria de la región visitante. Javier Palacios, quien fue director de la delegación que representó a Andalucía en la Feria de 2006, coincide en la valoración desde la perspectiva del invitado: “La amplitud del programa cultural de la FIL, capaz de movilizar todas las disciplinas artísticas y además plantearlas como un intercambio cultural entre el invitado y la cultura mexicana, es una nueva perspectiva que a Andalucía le abrió nuevos panoramas de colaboración e intercambio cultural”. A diez años de su participación, Palacios asegura que la presencia de Andalucía fue una especie de “presentación” ante la sociedad latinoamericana, que abrió nuevos mercados y permitió que después
recibieran invitaciones a otros eventos culturales. “Para nuestros creadores, gestores y empresarios culturales [participar como invitados], supuso poder estar presentes en ese marco incomparable de la Feria del Libro de Guadalajara para dar a conocer sus obras y sus productos comerciales, que era y es uno de los grandes objetivos de la Junta de Andalucía: internacionalizar la cultura y la economía que genera la cultura en la sociedad globalizada”. La presencia del país invitado y sus diversas manifestaciones culturales se queda en la memoria del público de la FIL. De hecho, es frecuente que los asistentes a la Feria de Guadalajara se refieran a una edición en particular como el año de Perú, el de Cuba o el de Reino Unido. Incluso, en ocasiones el invitado no sólo vive en el recuerdo, sino que deja una huella física en la ciudad. Tal fue el caso de Cataluña, que en 2004 donó una réplica de la escultura Sant Miquel, del barcelo-
nés Josep Llimona, para engalanar la recién inaugurada Rambla Cataluña, que hoy funciona como centro cultural y de entretenimiento para la comunidad tapatía. Este andador, ubicado frente a la Rectoría de la Universidad de Guadalajara, es precisamente la sede principal de la celebración del Día Mundial del Libro, que año con año coordina la FIL.
El Foro FIL: memoria sentimental Se preguntó en Facebook: ¿Cuáles han sido los mejores conciertos en la FIL? Y, además de Maldita Vecindad, llega una tormenta de respuestas: Silvio Rodríguez y la Orquesta Filarmónica de Cuba —las avenidas atestadas, la gente apartando lugar desde mediodía y el músico, conmovido, que accede a complacer al público a pesar de no haber tocado en años—; Los Tres —con la aparición sorpresa de Café Pase a la página 148
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fil 30 años
Espacio de encuentro Ignacio Solares
El año
en que le dieron el Premio FIL a
Juan Goytisolo, después de la presentación que hizo de él Mario Vargas Llosa y de su propia plática sobre su obra, me tocó ver que un lector (así se definió a sí mismo, como “un lector”) saliera a comprar los libros del escritor español para que se los dedicara. Me contó que nunca lo había leído, pero que escucharlo lo convenció de tal manera que ahora quería leer todo lo que había escrito. Esta anécdota define por sí sola la importancia que tiene la FIL de Guadalajara en la promoción de la lectura. La más satisfactoria de las experiencias que tengo como asiduo visitante de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara es el contacto directo con los lectores. Desde el año 1994, cuando fui invitado a presentar mi novela Nen, la inútil, editada por Alfaguara, hasta mis libros más recientes —casi cada año en los últimos diez—, no deja de entusiasmarme la interacción con el público, responder
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a sus preguntas, charlar con los jóvenes,
Romances que se otorga cada año, he
Fernando Benítez. Esa ceremonia
descubrir los rostros de aquellos para
podido adentrarme en la obra de autores
fue una experiencia inolvidable, que
los que uno escribe y que sólo podemos
como Rubem Fonseca, António Lobo
conservo en mi memoria con profundo
imaginar ante la soledad del teclado o la
Antunes, Yves Bonnefoy, Claudio Magris,
agradecimiento.
libreta de apuntes.
aparte de festejar el reconocimiento
A pesar de todos los adelantos
Como funcionario cultural, desde que
que se le ha hecho a algunos de los más
fungí como director de Teatro y Danza,
tecnológicos y la vorágine informativa en
destacados escritores de Iberoamérica,
y luego como coordinador de Difusión
la que estamos sumergidos actualmente,
como Juan José Arreola, Nicanor Parra,
Cultural de la Universidad Nacional
nada se compara con el contacto humano,
Juan Marsé, Augusto Monterroso,
Autónoma de México, también me ha
charlar cara a cara, estrechar la mano de
Sergio Pitol, Fernando del Paso, Carlos
tocado atestiguar y colaborar con el gran
aquellos que han leído lo que escribimos,
Monsiváis, Juan Goytisolo y Margo
esfuerzo de planeación, organización y
que han imaginado con lo que hemos
Glantz, entre otros.
realización que implica una fiesta del
creado con el afán de compartir nuestras
También me ha permitido convivir
libro y la cultura de la magnitud de la
fantasías, nuestros sueños y, por qué no,
con amigos y colegas escritores de todo
FIL Guadalajara, que cada año crece y
nuestras pesadillas, a través de la forma
el mundo, con lo que de otra forma sería
se consolida como la más importante
más bella y efectiva de comunicación que
muy difícil coincidir, para intercambiar
del ámbito iberoamericano y una de las
sigue siendo la literatura, pues si Borges
experiencias, lecturas y puntos de vista, o
principales de la industria editorial a
siempre imaginó que el paraíso sería algún
simplemente darnos un abrazo y preguntar
escala mundial.
tipo de biblioteca, una porción de ese
por la familia.
paraíso en esta Tierra tendría que ser muy
En 2008 tuve el privilegio de que mi
En sus pasillos, salones y auditorios, todos aquellos que amamos los libros y
parecido a un encuentro sobre libros como
querido y siempre recordado Vicente
vivimos de la palabra escrita encontramos
la FIL Guadalajara.
Leñero fuera quien me entregara el
un espacio de encuentro y de convivencia,
reconocimiento como parte del Homenaje
de trabajo y creatividad, que todos deseamos
Nacional de Periodismo Cultural
que se amplíe y dure muchos años más. m
Además, a través del prestigioso Premio FIL de Literatura en Lenguas
cultura
… pues si Borges siempre imaginó que el paraíso sería algún tipo de biblioteca, una porción de ese paraíso en esta Tierra tendría que ser muy parecido a un encuentro sobre libros como la FIL Guadalajara
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fil 30 años
Tacuba durante el encore—, Joaquín Sabina —único concierto gratuito del músico español en la ciudad. No hay respuesta unánime, porque cada evento está ligado a la memoria sentimental de los espectadores del Foro FIL. Los eventos son inolvidables: el concierto sorpresa de La Barranca con otros artistas de Quebec; el concierto de Los Aterciopelados durante la segunda visita de Colombia, en 2006; Los Lobos y Ozomatli, Wayne Shorter (Los Ángeles); la primera fiesta rave organizada por el colectivo Mutek, de Quebec; el Ballet Nacional de Cuba, las banderas palestinas ondeando bajo la música electrónica del grupo Infected Mushroom, de Israel.
Un foro diverso En una historia tan vasta y tan diversa es difícil seleccionar “lo mejor” sin traicionar el espíritu incluyente de la Feria, pero se pueden esbozar algunas constantes: La primera es que el público tapatío ha podido ver artistas que ya eran grandes figuras en sus países, pero que en México eran prácticamente desconocidos, como Carlinhos Brown, Carlos Vives, Kiko Veneno, Martirio, Ariane Moffat, Chobkibtown, Javiera Mena y Lenine. La segunda es la presencia de propuestas que, a pesar de su calidad artística, difícilmente podrían presentarse en la cartelera comercial de la ciudad, como Pedro Aznar, la Premiata Forneria Marconi, Astro, Los Jaivas y Arizona Baby. Una tercera constante es que siempre ha habido algo de música folclórica del país invitado: tango argentino, ballet flamenco, murgas de Castilla, klezmer (música tradicional judía), danzas incas, canción
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1. El flamenco se hizo presente en la FIL, con Carmen Linares (2006) 2. El público vibró al ritmo carioca de la mano de Carlinhos Brown (2001) 3. La banda Enanitos Verdes se presentó ante su público fiel (2014)
cultura
tradicional napolitana, etcétera, lo que ha permitido que el público tapatío pueda asomarse un poco a las raíces de las culturas invitadas. No ha habido año en que no haya venido algo interesante a la FIL. Quizá no sean siempre las propuestas más populares, que más expectativa generan entre el público, pero los espectáculos han ofrecido, invariablemente, sorpresas que abren ventanas a lo mejor de otras culturas. Aunque el público no siempre lo note, conseguir estos resultados en una semana implica muchísimo trabajo. En la Feria se trabaja con más de un año de anticipación en la definición del programa. No es fácil: cada espectáculo, cada escritor, cada cuadro, cada película, implica cientos de horas de negociaciones, gestiones y promoción. ¿Cómo llegan al Cine Foro de la Universidad los rollos de las películas del invitado que, como todos los años, se proyectan en el Ciclo de Cine de la
FIL? ¿Cómo se consiguió que el pintor Fernando de Szyszlo accediera a exponer en el Museo de las Artes una serie de cuadros que nunca habían salido de su casa porque estaban ligados al recuerdo de una terrible pérdida personal? ¿Qué gestiones se tuvieron que hacer para presentar en el teatro Diana la ópera Santa Anna, con libreto de Carlos Fuentes y música de José María Vitier? ¿Cuántas personas debieron trabajar para que las enormes estructuras de Diavolo Dance Company (Los Ángeles) pudieran desplegarse por el escenario o para que las compañías Sol Picó y La Viuda (Cataluña) montaran un espectáculo en el que bailarinas danzaban con tres retroexcavadoras? En 2009, por ejemplo, la escenografía de una producción que iba a presentarse en el Teatro Experimental venía en el mismo camión que la del Diavolo Dance Company, que se presentaba en la explanada. El problema es que el teatro estaba lleno, no había
1. El cineasta tapatío Guillermo del Toro, en la presentación de su libro Oscura (2010) 2. Proyección en la plaza Fundadores, en el marco del Cine de Barrio (2009)
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cultura
Cultura en el Foro FIL 4
1. Ojos de Brujo (2004) 2. La Sarita (2005) 3. Joaquín Sabina (2006) 4. Aterciopelados (2007) 5. Teatro Potlach (2008) 6. Diablo Dance Company (2009) 7. Corella Ballet (2010) 8. DRA (2011) 7
8
9. Los Tres con Café Tacuba (2012) 10. Hadag Nahash (2013) 11. Escalandrum con Julieta Venegas (2014) 12. The Cinematic Orchestra (2015)
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dónde descargar. En resumen: un día antes hubo que esperar, enviar un ejército de trabajadores para acelerar las maniobras y trabajar durante toda la noche a marchas forzadas para que al día siguiente, cuando se abría la Feria, todo estuviera listo. O en 2001, cuando Brasil era invitado, hubo un problema aduanal en el aeropuerto de la Ciudad de México, con los instrumentos de Carlinhos Brown. Había muchos tambores con pieles y maderas exóticas sin certificado sanitario. No sólo los habían confiscado en la Aduana, sino que amenazaban con prenderles fuego. Ana Teresa Ramírez recibió la noticia y, después de hacer varias gestiones telefónicas, consiguió que los instrumentos estuvieran a salvo. Pero no era seguro que alcanzaran a llegar a tiempo para el concierto. Así es que fue al hotel a explicarle al artista lo que estaba pasando. Carlinhos Brown nunca había esta-
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do en México, pero ya era una leyenda en Brasil. Ella cuenta que lo vio salir del elevador —imponente, con rastas y sombrero— y que ella se acercó a él. Le explicó lo que sucedía, temblando. Y Carlinhos Brown, sin dejar de sonreír, le dijo en portuñol: —Ana Teresa, ¿vocé quiere bailar? —la tomó de la mano y la hizo girar rápidamente sobre su propio eje—. No te preocupes. Con tambores o sin ellos, yo ya estoy aquí. Finalmente, los tambores llegaron a tiempo. El cantante, compositor y productor brasileño Carlinhos Brown ofreció un concierto memorable en la Concha Acústica del parque Agua Azul. Es importante mencionar que, durante los últimos diez años, ha habido dos cambios importantes en la infraestructura cultural de la FIL: la construcción del foro de conciertos en lo que era la explanada y la incorporación de otros recintos culturales de la
1. La obra de teatro Solas se presentó en el teatro Degollado (2006) 2. Lectura dramatizada La noche que jamás existió, con Ofelia Medina (2015) 3. Diego Luna y Jaime López interpretan Aullido, del escritor estadounidense Allen Gingsberg (2012)
cultura 1. Mario Vargas Llosa y Aitana Sánchez-Gijón, en La verdad de las mentiras (2005) 2. Obra La emperatriz de la mentira, inspirada en Noticias del imperio, de Fernando del Paso (2012) 3. Trainspotting, basada en la famosa obra de Irving Welsh, llegó al teatro Diana (2015)
Universidad de Guadalajara, como el auditorio Telmex y el renovado teatro Diana. En el primer caso, se levantó una imponente carpa blanca y se delimitó el área de conciertos. Esto cambió la naturaleza de los espectáculos: se perdió el espíritu masivo y democrático de los primeros años —hoy serían imposibles los multitudinarios conciertos que bloqueaban las avenidas—, pero ahora ofrece un sentido de intimidad que acerca al público y a los artistas, hay mejores condiciones de seguridad para todos los asistentes y permite hacer actividades durante el día, cuando hay mucho sol. El teatro Diana, a pesar de estar lejos del recinto ferial, se ha convertido también en un espacio para ampliar la oferta de la FIL. En paralelo con la oferta del Invitado de Honor, la Universidad de Guadalajara (UdeG) ha montado obras de teatro y lecturas dramatizadas.
“Los inmuebles de la UdeG han aportado bastantes posibilidades de enriquecer la oferta cultural que viene en la temporada de la FIL”, asegura María Luisa Meléndrez, quien fue directora del teatro Diana desde su concepción hasta 2013, y actual directora del auditorio Telmex. Algunas delegaciones han podido traer a la ciudad espectáculos —particularmente danza y teatro —que lucen más en espacios cerrados; en segundo lugar, a veces es más sencillo que instalar recursos “extra” en el Foro FIL; y en tercer lugar, al ser instituciones universitarias, es más barato producir ahí que lo que costaba hacerlo en otros espacios, como el teatro Degollado. Mucha gente recuerda la lectura dramatizada de algunos textos de José Saramago que protagonizaron Gael García Bernal y el propio Nobel portugués. “Saramago vino unos años antes de morir, ya grande y muy frágil”, recuerda Meléndrez. Pase a la página 156
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fil 30 años
La FIL o el fin de la soledad
Gioconda Belli
La FIL era
una recién nacida y yo una
joven cuando nos encontramos la primera vez en 1988. Cuando me adentro en la memoria, los espacios lucen diferentes: los infaltables pasillos llenos de libros están en un edificio más tosco. Veo escaleras de concreto con muchos chicos y chicas sentados en sus peldaños, y me llega la escena de Margarita Sierra, Raúl Padilla, Maricarmen Canales y un restaurante ruidoso, lleno de rostros y nombres conocidos poseídos de entusiasmo, desbordados por la certeza de que esa Feria era el comienzo de un acontecimiento cultural que llegaría a hacer época. En la Feria ese año presenté
La mujer habitada, mi primera novela. Ante un público generoso y ávido. Año con año, el público es la presea más grande de la Feria. Se congrega y genera un estado de ánimo ingrávido, donde anda suelta la
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vagan como ectoplasmas por los pasillos. Caminar en un espacio tan grande, confundido con multitudes de todas las edades tocando y husmeando libros es, para quienes escribimos, la reiteración de que esas horas solitarias frente a una pantalla, enhebrando historias, valen la pena. De la FIL recibí, en 2008, uno de los premios más queridos de mi carrera de escritora: el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, otorgado a mi novela, El infinito en la
palma de la mano. Me conmovió el homenaje a sor Juana, una figura emblemática del intelecto y el drama femenino. La sorpresa de ese merecimiento y la celebración, fueron hermosas. A 30 años de la FIL, las “Juanas” de ese premio somos muchas ya. La FIL ha logrado, no sólo la conjunción de la alta cultura con la cultura de masas, sino mostrar el aspecto individual y original del proceso de creación, presentando los autores al público, no como íconos lejanos, sino como mujeres y hombres con quienes los lectores pueden identificarse. En este sentido, el programa de la Feria es admirable, al reunir diversas manifestaciones artísticas que no compiten con la palabra escrita, sino que la complementan para formar un todo estético, santo y seña de la FIL. Las
cultura
imaginación y las criaturas de la ficción
diferentes regiones y países del mundo, que se van sucediendo año con año como ejes temáticos de la Feria, brindan la riqueza de acercar el mundo a quienes la visitan y también de generar diálogos e intercambios entre los protagonistas de culturas diversas. Para nosotros, escritores, la experiencia más preciosa de la FIL y por la que dan ganas de volver una y otra
... el programa de la Feria es admirable, al reunir diversas manifestaciones artísticas que no compiten con la palabra escrita, sino que la complementan
vez a Guadalajara, a pesar de apretados programas, consiste en vivir por unos días el ambiente de reunión familiar
hoy ya son indivisibles de la FIL. No puede
espontánea que suscita el encuentro.
uno escribir sobre la Feria y no mencionar
Condenados por oficio a la soledad,
la siempre sostenida hospitalidad y gracia
podemos disfrutar de los colegas, sus
de nuestras y nuestros anfitriones.
conversaciones y afecto. Incontables lazos
Termino como comencé, recordando
profesionales y de amistad entre autores
aquella primera FIL a la que asistí;
y editores, se han forjado en la FIL. Este
la confianza y optimismo que privó
producto intangible y no cuantificable es,
desde esos primeros años, y sobre todo
sin duda, una sólida correa de transmisión
la voluntad manifiesta de hacer de
cultural. Me atrevo a decir que, gracias a
la FIL la Feria de la lengua española
la FIL la soledad de América Latina de la
más importante del mundo. Que sus
que habló Gabo, se ha poblado de sendas
organizadores lo hayan logrado con creces
electrónicas y de mensajes que se cruzan
en un continente donde los sueños rara
desde la Patagonia hasta México. Esta
vez se hacen realidad, es una hazaña
cualidad de la FIL no es casual; ha sido
maravillosa, digna de un cantar o, de
el mérito y el empeño de quienes la han
plano, de un corrido.
dirigido en el pasado y la dirigen hoy.
La FIL es una hermosa criatura que
Nubia Macías, Marisol Schulz, Laura
nos pertenece y a la cual pertenecemos.
Niembro, Raúl Padilla, sus equipos de
¡Que vengan otros 30, y gracias a ese
trabajo y el cuerpo de voluntarios y
equipo extraordinario que la hace posible!
voluntarias, gestaron estas corrientes que
Les debemos tanto. m Pase a la página X
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fil 30 años
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El director de escena, Antonio Castro, había decidido incluir en el montaje al perro de una de las personas que trabajaba en el foro. “Bueno, el perro era el mejor actor. Lo hizo perfecto”, recuerda de buen humor Lourdes González, entonces directora de Artes Escénicas y Literatura de la Universidad de Guadalajara. El animal estaba echado, pero hubo un momento, justo cuando Saramago va a leer un texto importante, en el que el perro, con un sorprendente olfato dramático, se paró. “Todo el mundo estaba fascinado”, comenta. En el mismo escenario se presentaron Mario Vargas Llosa y Aitana Sánchez Gijón con La verdad de las mentiras; y se montaron algunas puestas en escena importantes, como la adaptación al teatro de Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez (†), dirigida por Jorge Alí Triana. En 2008, en el marco de las celebraciones del 80 aniversario de Carlos Fuentes (†), se presentó en este mismo recinto la ópera Santa Anna, escrita por Fuentes y musicalizada por José María Vitier. Los preparativos de la ópera comenzaron un año antes e involucró periplos en Cuba, Venecia y el entonces Distrito Federal, dignos de una película. La ópera se estrenó en el Teatro de la Ciudad, en la capital del país, dos días antes de su presentación magna en el Diana. “Fue muy emotivo ver a Fuentes y a García Márquez viendo la ópera”, recuerda Lourdes González, quien fue la productora del montaje, porque en un momento de la ópera, cuando Santa Anna se exilia en Colombia, había un guiño al autor colombiano que él supo reconocer. Otros montajes memorables que se han presentado durante la Feria han sido La muerte se va a
Granada, de Fernando del Paso; Amanecer en Tel Aviv, 7 de agosto de 1974, montaje dirigido por Ofelia Medina en homenaje a Rosario Castellanos, o la versión teatral de 1984, de George Orwell, dirigida por Tim Roth, que presentó la compañía angelina de teatro The Actor’s Gang.
Arte: lo que hay tras bambalinas Como en todo el programa cultural, las negociaciones para definir qué artistas visuales formarán parte de la delegación del invitado toman mucho tiempo. Se propone a los ministerios de Cultura de los países quién debe venir, se define un curador —el encargado de seleccionar y articular el discurso de la obra que se traerá—, un comisario —responsable de la integridad y el mantenimiento de las obras—, se gestiona con los dueños de las obras —que pueden ser coleccionistas privados o instituciones. La primera gran exposición que se presentó en el Museo de las Artes (MUSA) de la Universidad de Guadalajara, en el mismo edificio que alberga los murales de José Clemente Orozco pintados en el Paraninfo, fue una retrospectiva de Jacobo Borges, en 1995. “La aportación que [la FIL] ha hecho a los museos de Guadalajara y en el caso específico del MUSA, ha sido muy significativa”, asegura Maribel Arteaga, su directora. Han sido ya 17 años, con distintos países, ciudades, regiones, artistas, curadores, comisarios… “Cada exposición tiene una museografía totalmente diferente, desde el color, la vitrina, la pantalla, la dimensión, el sonido y todo lo que cada uno de ellos implica”, dice. Una de las grandes exposiciones que ha recibido el MUSA fue la retrospectiva del Fernando de
1. Obra del artista peruano Fernando de Szyszlo, en el Museo de las Artes (2005) 2. José Saramago (†) visita la exposición Siglo XX en la Málaga de Picasso, en el MUSA (2006) 3. Exposición Oz New Offerings from Angel City, en el Museo Regional de Guadalajara (2009)
En esta página: 1. Marc Dean Veca presentó su exposición Revenge of Phantasmagoria, en el Instituto Cultural Cabañas (2009) 2. Exposición Obras Públicas Artefactos, de Nicanor Parra, en el Cabañas (2012) 3. David Shrigley y su exposición Lose your mind, en el Cabañas (2015)
Szyszlo, uno de los pintores latinoamericanos más importantes del siglo XX, cuando Perú fue el Invitado de Honor, en 2005. Por primera vez se expusieron al público dos cuadros de gran relevancia emocional para el artista, que De Szyszlo nunca había querido mostrar al público porque estaban asociadas a un gran dolor: uno de sus hijos había muerto en un accidente de aviación mientras llevaba estas obras a una exposición. “Él nos las prestó, sólo por tratarse de la Feria del Libro de Guadalajara”, recuerda Suny Ramírez, entonces directora del MUSA. Ella cuenta que una noche antes de la exposición, De Szyszlo visitó el museo para presenciar los últimos detalles de los preparativos. Los curadores habían reproducido en gran tamaño unas fotografías que habían conseguido con Aleida de Ribeyro, viuda del escritor peruano Julio Ramón Ribeyro, en las que el pintor aparece en París con Borges y otros escritores. Están debajo de una farola, fumando. —¿De dónde sacaron esas fotos?— se sorprendió De Szyszlo al entrar al vestíbulo de la exposición. Se sentó en una banca, conmovido; no podía hablar. El texto introductorio, escrito por Mario Vargas Llosa, se había colocado sobre una pared de un tono azul que era su favorito. —¿Y ese azul?—, decía. ¿Cómo supieron? Otra gran exposición muy importante fue la de los cuadros de juventud y la obra gráfica de Pablo Picasso en 2006, una de las grandes atracciones que trajo Andalucía como Invitada de Honor. Aquella exposición no sólo es recordada por los organizadores como un momento de gran orgullo, sino también como uno de los más difíciles. Después de sacar los dibujos de Picasso de los contenedores especiales en los que habían sido
cultura
Página izquierda:
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fil 30 años
La ebullición
Tres notas para las tres décadas de la FIL Guadalajara
D av i d Hu e r t a 1
2
En mi memoria, las imágenes de la Feria
Hay una triste nota mexicana en estos
Internacional del Libro de Guadalajara
años: hemos perdido para siempre la
son las de una curiosa ebullición: miles
posibilidad de que nuestras ciudades se
de personas, miles de libros, miles de
conviertan en sitios llenos de librerías.
colores y miles de voces. Cada uno de
Los libros electrónicos, los attachments,
esos millares divergentes y convergentes
los pdf, han cancelado para siempre ese
está en movimiento continuo. Las manos
paisaje urbano y libresco, sueño de muchos
abren los libros y estos se mueven con una
de nosotros —quiero decir, de quienes
especie de revoloteo incesante en cada uno
formamos parte de las generaciones menos
de los stands de las editoriales; la gente
jóvenes. Nuestras ciudades nunca tendrán
se cruza y se saluda y conversa y eleva la
esas librerías.
voz y algunas veces la voz desciende hasta
La FIL de Guadalajara es una especie
el susurro, la confidencia y el secreto.
de extraordinaria compensación por
Es una fiesta y es una prueba para los
semejante pérdida: una ciudad efímera
nervios, al mismo tiempo. ¡Tanta gente que
—pero que regresará, siempre, al año
uno conoce y está aquí, en este lugar! El
siguiente— hecha de libros de punta
crítico literario dice que es una imagen del
a cabo; una ciudad techada, amable,
infierno. Los lectores de a pie lo vivimos
vertiginosa, pobladísima de seres humanos
como la gran verbena de los libros, la
y de papeles impresos. Una ciudad en
lectura, la conversación: como el feliz
ebullición intelectual y animada por la
encuentro de la gente, la tinta y el papel.
convivencia conversadora.
Los lectores de a pie lo vivimos como la gran verbena de los libros, la lectura, la conversación: como el feliz encuentro de la gente, la tinta y el papel 158
Hace muchos siglos, el filósofo y moralista
cultura
3 Séneca le escribió a su sobrino, Lucilio, una serie de cartas que contenían un puñado de consejos. Uno de estos tenía que ver con los libros: procura leer libros esenciales, repletos de sabiduría: lee mucho, pero no te disperses (Multum
legendum, sed non multa); que esas lecturas tengan un valor tal que te ayuden a vivir plenamente; trata de conseguir libros portátiles y llévalos contigo a todas partes. Siglos más tarde, el turbulento Francisco de Quevedo glosaría esa epístola romana de tema libresco: en un soneto famoso (“Retirado en la paz de estos desiertos”) habla de las jornadas en un pueblo español alejado de la corte, y de la “vida retirada” del insaciable lector que era Quevedo. Se acompaña “con pocos, pero doctos, libros juntos”. Los libros que tenía en su casa de descanso, en la Torre de Juan Abad, no tenían que ser portátiles, como los de Lucilio: el poeta y cortesano español disfrutaba allí, a plenitud, del sedentarismo de los lectores reposados. El diálogo entre el romano estoico, Séneca, y el español de los siglos de oro, Quevedo, es formidable: toda una lección en torno de los libros. Es la imagen doble que quiero evocar aquí para celebrar la gozosa ebullición que significan los 30 años de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. m
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fil 30 años
trasladados, de haber esperado a que se adaptaran a las condiciones climáticas del museo y de haberlos enmarcado siguiendo los rigurosos protocolos establecidos, el papel terminó por absorber un poco de humedad y se empezó a poner "chinito". Sin duda, esta fue una de las situaciones más estresantes vividas por los organizadores de la Feria. El problema era que el museo no tenía controladores de humedad, por lo que se vieron obligados a hacer maromas para conseguirlos. Media hora después de que se instalaran, los papeles habían regresado a la normalidad. Otros museos de la ciudad, como el Museo de Arte de Zapopan (MAZ) o el Instituto Cultural Cabañas, también han participado como sedes de algunas exposiciones incluidas en el programa cultural del Invitado de Honor. En el primer recinto se han albergado exposiciones de Antoni Tàpies, Luis Delgado, Marcelo Quejido, Eduard Rushka, Liliana Porter, además de expo-
siciones colectivas sobre corrientes o movimientos artísticos específicos, como la retrospectiva de arte chicano que trajo Los Ángeles. En el Cabañas han dejado huella las exposiciones del Museo del Oro de Colombia, un mirada colectiva al arte contemporáneo de Israel o la exposición de los artefactos de Nicanor Parra, uno de los experimentos artísticos más originales y ocurrentes para trascender las fronteras de lo que normalmente ha sido considerado poesía, que vino cuando Chile fue el país Invitado de Honor. El programa de artes plásticas de la FIL, en opinión de Suny Ramírez, ha ayudado a que Guadalajara y su comunidad de artistas tengan una visión más abierta y global. Según comenta, “si un museo no presenta obras de otros países, no sabes la calidad que tienes. ¿Cómo mides que tu obra es única, que nadie pinta como tú, que tu contexto y tu mirada es importante si no es por medio del encuentro con otros artistas del mundo?”.
Del quiosco a la librería Otro de los foros que se han hecho tradición en el marco de la FIL es el Encuentro Internacional de Caricatura e Historieta, que desde 2002 ha sido una plataforma fundamental para difundir la diversidad de la gráfica, la caricatura y la narración gráfica de México y el mundo. Para Bernardo Fernández, Bef, autor de novelas gráficas, álbumes ilustrados, novelas y cómics, la importancia de la FIL en el desarrollo y la consolidación del cómic, la ilustración y la novela gráfica como formas legítimas de cultura ha sido definitiva: “Esta Feria ha sido fundamental para mudar el cómic mexicano del puesto de periódicos a la librería”. Por los pasillos y salones de la Feria han pasado algunos de los grandes caricaturistas de México y el mundo, como Quino, Sergio Aragonés, Naranjo, Peter Kuper, Magú, Fontanarrosa, Maitena y por supuesto, Jis y Trino, los moneros locales que abarrotan los salones de la FIL cada vez que se presentan, quizá
1. Jis, Ponchito y Trino, en la presentación del libro Cartas. Correspondencia íntima 19972009 (2009) 2. Entrega del Premio La Catrina a la caricaturista argentina Maitena Burundarena (2013)
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cultura 1. El autor escocés Irvine Welsh presenta su libro La vida sexual de las siamesas (2015) 2. Joselo Rangel, de Café Tacuba, presenta su libro One hit wonder, acompañado por Mariana H, Bernardo Fernández, Bef y Juan Villoro (2015)
porque el público sabe que en sus presentaciones lo imprevisible siempre puede suceder. “Somos parte del mobiliario. Desde el origen de los tiempos”, dice Jis. “Es como hablar del inicio de la Biblia, del Verbo, ahí fue cuando todo empezó. Yo sigo siendo Adán, un poco venido a menos, pero aquí seguimos… Hemos visto pasar a escritores, hemos visto pasar a premios Nobel, hemos visto pasar a Chabelo. Y aquí vamos a estar…”. En particular, se siente agradecido por la relación cariñosa que ha podido establecer con sus lectores. “Es una vibra muy chida […] Hemos pasado por muchas etapas. Hemos pasado de moda y vuelto a entrar en canal ya varias veces, varias reencarnaciones. Yo este año, por ejemplo, pasé de moda, pero el próximo año tendré un regreso fulgurante”. El Homenaje La Catrina, que se entrega a los mejores ilustradores y caricaturistas del país, ha rendido honores a clásicos como Sergio Aragonés, Quino, Rius, Maitena, Calderón, Naranjo, entre otros.
Lo que siempre vuelve entrañable este espacio es el encuentro entre autores y lectores, aunque este pueda darse de las maneras más curiosas. Bef recuerda, por ejemplo, la vez que iba caminando por los pasillos y escuchó a su espalda que un jovencito, a los que lleva su escuela a la FIL, lo señalaba mientras murmuraba a uno de sus amigos: “Ese gordo escribe de güevos”. “Es grandioso que una ciudad y un país tenga un evento así. Y después de tantos años, significa que se ha conquistado su propio lugar”, dice Irvine Welsh, el autor de Trainspotting, quien visitó la FIL en 2015 como uno de los platos fuertes de la delegación de Reino Unido, a pesar de que tenía más de diez años oyendo que en Guadalajara se celebraba una de las ferias del libro más vivas de América. Y continúa: “Se siente que esta Feria trata de los libros, los autores y los lectores; no se siente tan corporativizada. Yo sé que para estas cosas se necesitan patrocinadores, pero no se siente sobrepatrocinado
o que la agenda está definida por alguien que mueve los hilos”. En su opinión, hacer una programación que mezcle distintas disciplinas artísticas es una práctica clave para acercar a los libros a personas aficionadas a otras disciplinas: “En Reino Unido, los grandes festivales de música tienen elementos literarios, de teatro, de comedia; y los festivales literarios tienen elementos musicales, teatrales. Creo que la gente quiere ver todo; si vas a una feria del libro, quieres tener un espacio diferente al de los libros para escuchar música o ver una película. Y en los festivales de cine pasa lo mismo: después de ver muchas películas, vas a escuchar una charla y luego a un concierto. Debes construir muchas cosas alrededor de tu actividad central”. Esta condición de circo de muchas pistas, hace que el programa de la FIL sea único en el mundo. “La Feria se expande, inunda la ciudad”, dice Myriam Vachez: “La FIL simplemente ha puesto a Jalisco en el mapa cultural del mundo”. m
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1. Andalucía (2006)
6. Alemania (2011)
2. Colombia (2007)
7. Chile (2012)
3. Italia (2008)
8. Israel (2013)
4. Los Ángeles (2009)
9. Argentina (2014)
5. Castilla y León (2010)
10. Reino Unido (2015)
cultura
Pabellones del Invitado de Honor
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cultura
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pensamiento
Pensamiento
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Una ventana al mundo Los académicos asisten periódicamente a foros, coloquios y seminarios en los que discuten con sus pares. Son encuentros de público interesado en los temas específicos de su disciplina. Pero cuando llega el fin de año, Guadalajara se convierte en un espacio emblemático al que acuden profesores y miembros del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), intelectuales y pensadores, a veces serios y a veces irreverentes, difusores de la ciencia y la sustentabilidad, estudiantes, público en general y conversadores de café. Es el sitio donde la academia se ha vuelto popular sin perder su rigor. “Si el propósito era poner a Guadalajara en el mundo de la cultura y del conocimiento, se logró con creces”, comenta Juan Ramón de la Fuente, ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), asiduo al Programa Académico de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara. Hace 30 años, una actividad que parecía más una extravagancia, es ahora un lugar donde se produce y difunde conocimiento al más alto nivel. Un espacio donde se propicia la reflexión en torno a los hechos humanos, con pinceladas cálidas. El historiador Jean Meyer revela un detalle del Nobel de literatura, Jean-Marie Gustave Le Clézio, cuando ofreció la conferencia titulada “La literatura intercultural” en 2010: “Antes tenía la fama, justificada, de ser un hombre tímido, poco comunicativo, muy parco en las entrevistas y que se sentía incómodo frente al público o las cámaras”. En Guadalajara Le Clézio se descongeló, perdió toda timidez y disfrutó el contacto con la gente. “Firmó cientos de libros siempre con una sonrisa, una palabra amable para cada persona”, recuerda.
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Historia, filosofía, economía, democracia, ciencia, derechos humanos, medio ambiente, educación, política, nuevas tecnologías, pueblos originarios… temas muy diversos con el objetivo de mantenerse al día en la discusión en términos globales del conocimiento. Coordinar el Programa Académico de la FIL es responsabilidad de Héctor Raúl Solís Gadea, como rector del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la Universidad de Guadalajara (UdeG), quien destaca su importancia como un espacio permanente de discusión. “Las ideas son un recurso fundamental para que las sociedades se democraticen innoven y piensen críticamente sus problemas, que reflexionen sobre su pasado y visualicen su futuro”, mencionó durante la presentación del programa 2015. Posicionado como una de las principales vitrinas para la reflexión, el análisis y desarrollo del conocimiento en América Latina, el Programa Académico
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es uno de los mejores frutos de la cercana relación que mantienen la FIL y la UdeG, pues a lo largo de las diferentes actividades que se realizan, entre seminarios, conferencias magistrales, coloquios, diálogos y mesas redondas, y que son atendidas por más de doce mil personas cada año, se realiza un intercambio libre que toca temas de actualidad y propicia la reciprocidad de las ideas. “Desde su nacimiento, la Feria Internacional del Libro es eminentemente una Feria universitaria, por vocación es una Feria de y para el libro, pero por el público que involucra y los ámbitos que abarca, es una Feria universal que ha tenido el gran logro de insertarse como la segunda Feria más importante del mundo, la más importante de habla hispana y generar un impacto en más de 40 países que vienen y encuentran un propósito de convergencia, de trabajo, de desarrollo. Como tal, la Feria tienen un gran contenido de actividades organizadas por las diferentes
1. Eduardo Galeano (†), Mario Benedetti (†) y Jorge Alonso 2. Raúl Padilla López, Víctor Flores Olea, Fernando Solana Morales y Gabriel Covarrubias Ibarra
pensamiento 1. Apertura del Salón Literario, a cargo de el premio Nobel Jean-Marie Gustave Le Clézio y el historiador Jean Meyer (2010) 2. Julio Scherer Ibarra, Carmen Aristegui, Elena Poniatowska, Juan Ramón de la Fuente, Rafael Rodríguez e Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla, en el homenaje a Julio Scherer García (2015)
dependencias y centros universitarios que conforman la red universitaria”, afirma Tonatiuh Bravo Padilla, rector de la UdeG. “Yo no creo que nadie tenga el saber total. Aquí todos llegan y contribuyen con conocimiento en sus respectivas áreas y lo ponen a disposición del público. Eso es lo valioso”, dice Juan Manuel Durán Juárez, testigo del programa FIL Pensamiento desde sus inicios, quien lo planteó así: el Programa Académico de la Feria es una ventana de la Universidad de Guadalajara para mostrarse al mundo. Que esta Feria del libro sea iniciativa de una universidad pública le permite no supeditar su programa a la órbita comercial al momento de hacer la programación. No significa que no sea una Feria de negocios, pero en materia de lo que se ofrece al público en el diseño de contenidos existe libertad absoluta. “Esto nos permite pensar en ese lector que no es uno, ni único, sino que es un lector varia-
do y exigente”, afirma Laura Niembro, directora de Contenidos de la FIL. De esta manera, la Feria apuesta por géneros y autores de calidad, poco masivos y, en el aspecto académico, ofrece diferentes actividades que no necesariamente reditúan en lo comercial, pero que contribuyen a desarrollar mejores lectores y ciudadanos, personas informadas y críticas. Quienes diseñan el programa de la FIL tienen claro este objetivo.
Intercambio de ideas Armida González de la Vara, desde su oficina en el CUCSH de la UdeG, es la coordinadora operativa del comité que reúne a los responsables de cada uno de los foros que conforman el programa de FIL Pensamiento, y que proponen el contenido del año siguiente. “El país invitado se incorpora a este comité y ahí es donde cada edición adquiere su propia personalidad,
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por ejemplo, el encuentro interreligioso con Israel en 2013, la presencia de los jóvenes con Quebec en 2004 o el movimiento chicano de Los Ángeles en 2009”, comenta la académica. El éxito es la suma de varios factores y uno de estos es la amistad. Gabriel García Márquez (†) y Carlos Fuentes (†), dos amigos de la Universidad de Guadalajara, pusieron trabajo, prestigio y dinero para fundar la cátedra universitaria en honor de uno de los más relevantes autores latinoamericanos: Julio Cortázar, cuando donaron el monto de sus becas vitalicias de Creadores Eméritos del gobierno mexicano en el año de 1993. “Es una cátedra que nació con buena estrella, ya que se funda bajo el signo generoso de la amistad y el
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respeto", comenta Dulce María Zúñiga, directora de la cátedra, cuya programación de fin de año enriquece la oferta de la FIL. Bajo su auspicio se han presentado el propio Carlos Fuentes; el filósofo español Fernando Savater; el ex presidente de Chile, Ricardo Lagos; el escritor Antonio Muñoz Molina; y la premio Nobel de química, Ada Yonath, entre otros. De hecho, ella inauguró el coloquio “La mañana de la ciencia” en 2013. “Todos hacemos experimentos científicos básicos a lo largo de nuestra vida”, afirmó la científica israelí, interesada en que cada vez haya más personas explorando los secretos de la vida. La relación entre la Cátedra Cortázar y la Feria ha sido más que formidable, porque los invitados se
Gabriel García Márquez (†) y Carlos Fuentes (†), fundadores de la Cátedra Julio Cortázar
1. José Narro Robles, Margo Glantz, Miguel León-Portilla y José Sarukhán participan en el homenaje al primer centenario de la UNAM (2010) 2. Federico Reyes Heroles, Ricardo Lagos, Beatriz Paredes, Héctor Aguilar Camín y Rafael Rojas presentan el homenaje "Carlos Fuentes y la conciencia latinoamericana" (2012)
“Si México no se decide a hacer un cambio importante en el modelo educativo, estamos condenados a seguir viviendo en los suburbios de la sociedad del conocimiento […] Mis puntos de vista son solamente textos que ofrezco al debate y la FIL ha sido un gran foro para ello porque es un verdadero festival de ideas, de una cultura bien entendida donde no cabe el pensamiento único ni los dogmas”, concluye el autor, doctor honoris causa por la Universidad de Guadalajara. La metáfora de la ventana al mundo se ensancha a las principales instituciones mexicanas de educación superior —como la UNAM, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la Universidad Veracruzana y El Colegio Nacional, entre otros—, que año con año asisten para mostrar su producción editorial porque saben que encontrarán un público atento e informado.
pensamiento
presentan ante públicos muy diferentes: el fundamentalmente académico de la cátedra y el amplio y diverso público de la FIL. Por ejemplo, Carlos Fuentes y Juan Ramón de la Fuente mantuvieron una relación afectuosa e intelectual, en la que reflexionaron sobre los grandes temas nacionales. “Recuerdo la última vez que asistí con el querido y recordado Fuentes, presenté un pequeño libro llamado Voces de Iberoamérica”, comenta De la Fuente. De hecho, en uno de los capítulos, ambos discuten la necesidad de un cambio profundo en el modelo pedagógico del sistema educativo mexicano. En la FIL 2012, el doctor De la Fuente volvió ahora con el libro Universidad, responsabilidad social y bien público, coordinado en mancuerna con Axel Didriksson. Es una continuidad a dos temas que le apasionan: la educación y la universidad.
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FIL Guadalajara: una epopeya Nélida Piñón
La vocación
de la Feria Internacional
del Libro en Guadalajara, que celebra 30
que Raúl Padilla, anfitrión perfecto,
años de existencia, es repartir beneficios
reservaba para libros y autores. Vi cómo
y estímulo intelectual entre lectores y
él y sus colaboradores, celosos por la
autores. Su existencia gloriosa enaltece lo
creación literaria, reconocían el esfuerzo
que resulta de los libros, de la creatividad
mágico de parte de los escritores por dar
humana. Recordar, pues, estos años, es
vida a los libros de su creación.
desplegar el tiempo por medio de intensas
Yo, sin embargo, era una mujer de la
memorias, y mantener encendidos los
palabra, que amaba México, a Sor Juana,
notables hechos engendrados por el
Carlos Fuentes, Elena Poniatowska,
visionario Raúl Padilla.
Octavio Paz, Juan Rulfo. Y que tenía
Conocí la Feria del Libro de
motivos para sentirme en casa, no extrañar
Guadalajara en el año 1995, cuando me
la sal y el azúcar que la generosidad y
anunciaron que el Premio Juan Rulfo
el talento mexicano me ofrecían aquella
de aquel año estaba siendo atribuido, y
semana.
por primera vez, a un escritor de lengua
Y fueron días magníficos, que
portuguesa, a un brasileño, a una mujer.
se prolongaron a lo largo de otras
Un premio que me lanzó al epicentro de
visitas, cuando constataba que la Feria
la cultura iberoamericana y me obligó a
Internacional se robustecía con los
comprobar la fiebre de mi pasión literaria.
años, ganaba un prestigio más allá de las
Desembarqué en Guadalajara, Jalisco, una tierra que encarna valiosos
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convivir con la excepcional hospitalidad
fronteras. Hay tanto que celebrar en estos 30
paradigmas de la nacionalidad mexicana,
años, las iniciativas que reflejan una
ansiosa por conocer una Feria cuya
grandeza que proporcionó orgullo y honra
magnitud habría de exceder mi fantasía, y
al continente iberoamericano. Con tal
expansión jamás se iba a empequeñecer
retribuir, con igual gesto, el besamanos del
un sueño pensado, desde el inicio, para
gran escritor.
valorizar libros, autores, lectores. Desde
Siempre que llego a Guadalajara
su nacimiento, la Feria estableció entre
me siento en casa. Me amparan el
público y autores una confraternización
afecto y los abrazos de los amigos. Estos
grata al corazón y al espíritu.
mexicanos que me enseñaron a combinar
Fueron encuentros que, bajo la égida
las instancias de la inteligencia con la
de la creencia en la literatura, ayudaban
emoción. Para que yo, por dondequiera
a pensar el mundo, incluso en épocas
que camine, en los pabellones de la Feria
tormentosas.
y en las calles, sea quien soy, la escritora
¿Pero cómo fijar la memoria de tantas
para quien la palabra es pan. Sin por esto
emociones provenientes de esos años, sin
olvidar que la Feria Internacional del
el recurso de la risa?
Libro de Guadalajara es hoy un poderoso
Recuerdo cuando Carmen Balcells
símbolo para los escritores. Un territorio
me hizo llegar, de Barcelona, el mismo
que fertiliza la imaginación de los lectores
día de la entrega del Premio Juan Rulfo,
y escritores e igualmente combina el
un arreglo de flores gigantesco, cuyo
patrimonio mexicano con lo que es
diámetro excedía el tamaño de la mesa
universal. Y que no nos sorprenda tal
puesta delante de las poltronas de mi
afirmación, una vez que México es un país
aposento.
en donde el arte gana real trascendencia.
Con la intención, naturalmente, de
Fui siempre feliz en Guadalajara. Y
que las flores me siguieran dondequiera
hoy más aun al festejar los 30 años de
que yo fuese. Mientras que yo, durante
existencia de la Feria Internacional del
la ceremonia, me exaltaba con la bella y
Libro de Guadalajara. Las alegrías ganadas
generosa “semblanza” que Carlos Fuentes
en este tiempo me acompañan y motivan a
leía sobre esta autora y sus libros.
que agradezca, conmovida, la preservación
Yo llegué al fin de la solemnidad sin derramar una lágrima, y capaz aún de
pensamiento
Estos mexicanos que me enseñaron a combinar las instancias de la inteligencia con la emoción
de esta Feria que consagra la inteligencia y la sensibilidad del mundo. m Pase a la página X
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fil 30 años
La UNAM precisamente celebró aquí los cien años de su refundación en compañía del rector José Narro Robles y una amplia representación de académicos, escritores y gestores culturales. “Para quienes hemos laborado muchos años en la UNAM, conmemorar los cien años fue una fiesta inolvidable. Y para mí fue gratísimo recibir entonces el doctorado honoris causa concedido por la Universidad de Guadalajara. Ese acontecimiento me ha ligado todavía más con la Universidad de Guadalajara, con Jalisco y, por supuesto, con la FIL”, recuerda Miguel León-Portilla, insigne antropólogo e historiador mexicano. El Programa Académico, pues, se abre a otros grupos universitarios y se genera un clima de intercambio entre instituciones, lo mismo con las universidades del país invitado. Esto genera una
176
dinámica de futuro: se firman convenios de colaboración, de investigación, de producción bibliográfica, de intercambio de estudiantes, etcétera. Al final es un ganar-ganar. Ganan los académicos, los estudiantes, las universidades, las editoriales y, sobre todo, gana el lector que acude a la FIL. Y es que, ¿en qué otro espacio se vuelve popular un diccionario? La publicación de la Nueva gramática de la lengua española fue el marco para que se reunieran los 22 presidentes de la Asociación de Academias de la Lengua Española. “Qué mejor manera de conmemorar el inicio de nuestra Independencia (en 2010) que convocando a la lengua española, que es el patrimonio común de los países hispanoamericanos y, al mismo tiempo, nuestro más profundo signo de identidad nacional”, comenta Gonzalo Celorio Blasco, asesor literario de la FIL.
Estar en la Feria le da valor a ciertas cuestiones que en los ámbitos específicos no tienen gran impacto, como el ejemplo de la Nueva gramática que se presentó en un auditorio repleto con más de 400 personas e, incluso, hubo mucha gente que se quedó afuera. Ese mismo año también se presentó el Diccionario de mexicanismos y los ejemplares se agotaron. Y en 2014, Guadalajara fue el centro de los festejos por el tricentenario de la Real Academia Española. El escritor Sergio Ramírez ofreció la conferencia inaugural en la que recordó que Miguel de Cervantes Saavedra pidió permiso al rey, en 1590, para ocupar una vacante en la Nueva España. Finalmente, Cervantes no vino a América como era su deseo, pero sí nos heredó “una lengua en estado de perpetua invención”, comentó en aquella ocasión el escritor nicaragüense.
1. La FIL fue sede de una reunión histórica de las 22 Academias de la Lengua Española (2010)
En esta página: 1. Andrés Lira, Enrique Krauze y Alejandra Moreno Toscano, en el homenaje a Luis González y González (†) (2001) 2. Charla del periodista alemán Günter Wallraff con su colega mexicana Sanjuana Martínez, moderada por Rubén Martín (2008)
“La lengua es un instrumento para la libertad. La lengua libre en la boca nos identifica, nos comunica, nos permite ser diferentes en el pensamiento; hace que exista el debate, sin el que la libertad no sería posible. Una lengua necesariamente crítica, que aspira a cultivar los espacios contrapuestos y aborrece del pensamiento único. Eso es lo que crea mejores sociedades”, agregó Sergio Ramírez. La FIL es tradición y modernidad. Aquí se presenta la academia que ha cuidado del idioma durante siglos, donde la lectura impresa ha sido la protagonista, y también coincide la lectura a través de los dispositivos tecnológicos que se han incorporado en los años recientes. Los encuentros de Promotores de Lectura, los diversos foros para analizar las políticas culturales en México y las reflexiones en torno al Programa
Nacional de Lectura, dan cuenta de ello. La Feria ha sido muy sensible a estos análisis y ha convocado a los mejores expertos, especialmente del mundo hispanohablante. “Es notable la presencia de adolescentes y de jóvenes; esa es una de las manifestaciones de que la lectura sigue importando en las nuevas generaciones, incluida la lectura en papel. Por supuesto, vemos el uso de smartphones, tabletas y lo que debemos pensar es en cómo incorporar esos nuevos dispositivos en la vida cotidiana de la FIL”, observa el doctor Néstor García Canclini, premio nacional de Ciencias y Artes 2014, y quien tiene como tema de estudio los nuevos hábitos de la lectura en papel y de manera digital. “Sin duda, la FIL de Guadalajara ha consolidado ya una contribución central al desarrollo editorial y académico en México”, afirma.
pensamiento
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Sin duda, uno de los personajes clave en el nacimiento del programa académico de la Feria fue el prestigioso historiador mexicano Luis González y González (†), cuyo apoyo invaluable en los primeros años fue incluso reconocido en un merecido homenaje en 2013 por parte de la Universidad de Guadalajara y las principales instituciones educativas del país. “La obra de Luis González es un remedio saludable e indispensable a todas las limitaciones académicas, culturales y políticas que nos afectan, al grado de enfermarnos. La seguimos festejando porque la lectura de cualquier texto de don Luis es un festín intelectual a la vez que un regocijo. Su sentido del humor, su irreverencia, una fina ironía, están perfectamente servidos por un estilo único que hace de él un gran escritor, un escritor inimitable. Amigo de Antonio Alatorre (†), Juan José Arreola (†), José Luis Martínez (†), Juan Rulfo (†), todos natales, como él,
de esa comarca dominada por el volcán de Colima, se forjó un estilo al servicio de un pensamiento que revolucionó la manera de escribir la historia de México”, afirma Jean Meyer, honoris causa por la UdeG. En el contexto de los aniversarios de 1810 y 1910, en la Feria hubo una intensa revisión crítica de las interpretaciones anteriores de la Independencia y de la Revolución. Se manejaron nuevos enfoques teóricos (procedentes de la ciencia política, el derecho y la sociología) que contribuyeron a presentar una nueva imagen de los antecedentes y procesos de la Independencia en varias regiones. “Puede decirse que hoy circula en libros y ensayos una nueva interpretación del origen, desarrollo y características políticas, sociales, económicas y culturales de la Independencia. Y tenemos una nueva interpretación de lo que fue la Revolución en el norte, el occidente, el centro y el sur”, dice Enrique Florescano.
1. Estela de Carlotto, representante de las Madres de Mayo, acompañada de Paula Bombara, Taty Almeida y María Teresa Andruetto (2014) 2. La Feria fue tribuna para los padres de los desaparecidos de Ayotzinapa (2014)
pensamiento
Además de propiciar la generación del conocimiento, ha sido el lugar donde se han manifestado los zapatistas y se conmemoró el 40 aniversario del movimiento estudiantil del 68; el sitio a donde llegó la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad, que encabezó Javier Sicilia; se acogió a Lydia Cacho tras la publicación de sus investigaciones sobre pederastas; fue un foro de expresión para el valiente Adolfo Aguilar-Zínser (“México es el patio trasero de Estados Unidos”, afirmó siendo titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores de nuestro país); donde se recibió al Movimiento 132 y desde donde partió una caminata por la ciudad para solidarizarse con las víctimas de la violencia provocada por la guerra contra el narcotráfico. También fue elocuente en la edición de 2014 la ausencia de los 43 normalistas de Ayotzinapa. “La Feria tiene un carácter plural y crítico. Desde sus inicios fue un espacio de libertad, un ejercicio de reflexión aguda y crítica, por ello, para los intelectuales más sobresalientes la FIL ha sido uno de sus principales escaparates. Los momentos más gozosos de la Feria los asocio a la presencia de grandes personalidades protagonizando grandes momentos de la cultura iberoamericana y universal, como cuando Carlos Fuentes presentó a Salman Rushdie (1995)”, opina Raúl Padilla López, presidente de la FIL. El Encuentro de Humanistas, creado en 2004, es el foro que ha encabezado varios de los anteriores diálogos, en los que se trata el humanismo desde distintas perspectivas por parte de expertos, activistas, ex mandatarios e investigadores. Porque, a pesar del enorme desarrollo que han tenido algunos países y a pesar de los grandes avances en los ámbitos de la ciencia y la tecnología, “el respeto a los derechos humanos es un asunto que está muy lejos de resolverse”, manifiesta Miguel
Ángel Navarro Navarro, vicerrector de la UdeG y coordinador del Encuentro. Es así como se proyectan las diferentes postales de Jalisco, de México y del mundo, con el debate de los temas que en la actualidad son de mayor urgencia para nuestra sociedad. Como el diálogo que sostuvieron en 2013 el entonces presidente de Israel, Shimon Peres, y el ex presidente de España, Felipe González, quienes analizaron los retos que enfrentan las sociedades del siglo XXI, especialmente en lo que se refiere a la consolidación de la democracia y la tolerancia en un mundo cada vez más complejo. La Feria logra repercusión mundial, de manera constante, por las figuras que la visitan y los temas
Diálogo entre Shimon Peres, el entonces presidente de Israel, y Felipe González, ex presidente de España, con Enrique Krauze como moderador (2013)
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Ideas con alegría Roger Chartier
Hamlet
en dos horas. Es lo que propuse
energía se convierte en otra: amistad.
publicado por mi amigo Alejandro Katz.
con valientes y talentosos actores
Tanto la amistad que vincula a todos los
En 2015, anticipando el año 2016, presenté
mexicanos en la FIL de 2008. El desafío
que creen en la importancia del libro, en
con actores que los escenificaron, algunos
es aún más fuerte si se trata de escribir
la formación del ciudadano y en la lectura
pasajes clave del Quijote.
con quinientas palabras un epítome de
como fuente inagotable de “provecho y
todas mis experiencias en las ferias en las
entretenimiento”, como se decía en el Siglo
recinto. Transmite la energía que nace
cuales participé (2006, 2008, 2010, 2015).
de Oro, como la amistad que une al libro
y circula en los pasillos, stands y salas
Una palabra tal vez puede resumirlas:
y al lector cuya vida acompaña, ilumina y
más allá de sus muros. Me acuerdo con
energía. La energía amena y generosa de
hace más soportable.
emoción de la conversación sobre las
los organizadores, la energía que circula
Participé en varias ferias del libro,
relaciones entre literatura e historia que
en los corredores de la Feria, la energía
tanto en Europa como en América Latina,
tuve en el aeropuerto de Guadalajara con
de los jóvenes visitantes entusiastas y
lo que me permite afirmar que la FIL es un
Ricardo Piglia, esperando un vuelo a la
aparentemente nunca cansados.
evento único porque sabe asociar una alta
Ciudad de México, que se quedó en mi
exigencia intelectual en todos los debates
memoria e inspiró muchas de mis recientes
los promotores de la lectura que se
o conferencias que propone, con una
investigaciones. Tengo la certidumbre de
encuentran en Guadalajara para
extraordinaria y atractiva fuerza. Es ella
que cada uno de los que han conocido la
intercambiar ideas y experiencias, y es la
misma provecho y entretenimiento. Lo sentí
FIL comparten esta misma experiencia
que habita los editores jamás desalentados
con alegría en cada una de mis presencias.
y se acuerdan de un evento que perdura
En 2006, mis conferencias serias
después de su clausura, no sólo porque
Esta energía es la que anima a
por las mutaciones de las prácticas de
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La magia de la Feria no se limita a su
lectura o la “crisis” del libro. Los autores
(por lo menos, eso espero…) para los
permite descubrir libros, autores, ideas,
convidados comparten algo de la energía
promotores de la lectura y los libreros
proyectos, sino también porque refuerza la
que les maravilla y que también se
fueron acompañados por un diálogo
certidumbre en la posibilidad de acoger a
encuentra en el diálogo que entablan con
agradable sobre el placer de la lectura.
todos, los que leyeron y los que leerán, en
los oyentes de sus charlas y los lectores
2008 fue el año del Hamlet en dos horas
el mundo vigoroso, apasionante y benévolo
de sus libros. Pero en la FIL la palabra
y de la presentación de un libro mío
de lo escrito. m
pensamiento Pase a la pรกgina X
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que abordan. En 2013, el tema en la opinión pública fue el de la extrema seguridad ante la presencia de Peres y de Israel como país invitado. Ese año se hizo una encuesta interna y ante la pregunta “¿Para ti qué fue lo mejor de la FIL?”, un porcentaje significativo de los asistentes contestaron: la seguridad. “Lo que fue una molestia en un sector, para el público en general fue un acierto, por paradójico que parezca”, informa Marisol Schulz Manaut, directora general de la FIL, quien asegura haber vivido uno de los momentos más impactantes de su vida al tratar al ex presidente de Uruguay José Mujica en 2014. La expectativa por ver y escuchar al ex guerrillero, al mandatario que se transportaba en un “vocho”, fue
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muy grande, incluso un reto para la organización de esta Feria, acostumbrada a las reuniones multitudinarias. “Qué tragedia tendría yo si fuera más joven y me tomara al pie de la letra tantos elogios […] porque yo veo en el aplauso y en el calor una cosa que no soy yo, y es la necesidad de creer en la esperanza que tienen ustedes […] porque sé que ustedes pasan por un mal momento”, declaró Mujica, un ser que ha forjado una imagen de coherencia porque es una especie de santo republicano que sobresale de entre el pecaminoso mundo de la economía y la política de hoy. Pierre Salama, economista francés estudioso de América Latina, conoce bien las ferias de París y Fráncfort, donde sobresale el aspecto comercial, pero
El ex presidente de Uruguay José Mujica charla con el periodista Ricardo Rocha (2014)
pensamiento
hay menos lectura y academia. “Desde ese punto de vista me gusta más la de Guadalajara”, precisa. Otro francés, Roger Chartier, especialista en la historia del libro, de la edición y la lectura, muestra su agrado por los esfuerzos en la promoción de la lectura. Guadalajara, dice, tiene una exigencia intelectual más fuerte que las ferias que sólo se aplican en la edición o ventas de derechos. De esta manera desempeña un papel en la formación de los ciudadanos; no solamente en la promoción de los libros. “En esta Feria circula la energía de los escritores, de los promotores, editores, lectores, de los muchos jóvenes; y esta energía se convierte en una forma de amistad”. Además de la asistencia de niños y jóvenes, la Feria se ha convertido en un foro para las jóvenes promesas de la academia. “Para mí, oír a los treintañeros ha sido descubrir cómo ciertos temas ya han pasado; problemas que eran de tu máxima tensión ya pertenecen más a la historia de las ideas y hay nuevos problemas que esta generación de jóvenes te presenta… y con actitudes muy desenfadadas, no con la pose del autor consagrado que siempre tiene que decir cosas brillantes”, opina Luis F. Aguilar Villanueva, coordinador de la Red de Políticas Públicas de la UdeG.
Ciencia para todos 1. El pensador italiano Claudio Magris presenta su libro El Danubio, acompañado de Juan Cruz (2014) 2. Julieta Fierro Gossman, del Instituto de Astronomía de la UNAM, imparte la charla "Divulga la luz de la ciencia" (2015)
En este océano literario, en el año 2006 emergió una pequeña isla que pasó inadvertida para las multitudes; sin embargo, un puñado de asistentes la miró con sumo interés. Con el objetivo de indagar la relación entre ciencia y literatura, de provocar un diálogo entre escritores, científicos y lectores, se incluyó un foro en la que uno de los invitados especiales fue el biólogo argentino Diego Golombeck, quien dirige la colección editorial Ciencia que Ladra. Pase a la página 186
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pensamiento
Una tribuna F e r n a n d o Va l l e j o
El libro es el invento más hermoso del hombre y la FIL, como la llamamos, un orgullo para Guadalajara y nuestro idioma
En el curso
de un decenio he estado en varias ocasiones en la
Feria del Libro de Guadalajara, y la he visto convertirse en la primera de mi idioma, y luego en una tribuna internacional de la libertad y el pensamiento. Me he pasado las horas de mis visitas entre escolares, escritores, editores, tipógrafos, impresores, libreros, deambulando feliz por su laberinto de pasillos rebosantes de casetas y puestos de venta de libros, refrescado por una brisa de esperanza y alegría, con la sensación de que ese vasto recinto de cultura era mi casa y queriendo siempre regresar. El libro es el invento más hermoso del hombre y la FIL, como la llamamos, un orgullo para Guadalajara y nuestro idioma. Ahora está cumpliendo 30 años. Ojalá que dure muchos más. m
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Juan Nepote, tapatío inquieto, lo ve así: “En la FIL yo encontraba los mejores libros de divulgación científica, los más interesantes y divertidos, pero el resto del año no los conseguía por ninguna parte”. Para 2008, el foro cambió a coloquio y se incluyó en el programa oficial. La pequeña isla comenzó a crecer. La del científico no es una profesión a la que se aspire en México, ni en la mayoría de los países de América Latina. Por ello se busca que se incorpore la ciencia como un elemento de bagaje cultural, que el conocimiento permita saber hasta dónde funciona una vacuna; que al conocer un poco de biología, anatomía o fisiología se sabe que las fajas reductoras que anuncian en la televisión son una falacia. Que la gente se haga preguntas. “Escuchar a los científicos permea tus hábitos y tus opiniones”, dice Nepote. El coloquio fue creciendo pese a las carencias, hubo ocasiones en que meses o semanas antes no se contaba con el dinero para el avión de equis invitado, pero siempre tuvieron en mente a la Feria
Internacional del Libro de Guadalajara porque es un imán que permite que personalidades de altos vuelos acepten venir. Y la FIL, por su parte, incrementó su participación con el paso de los años, hasta que en 2014 la divulgación de la ciencia se convirtió en uno de sus ejes centrales para buscar que los círculos virtuosos que se han logrado en el área de las humanidades, se repitan en las áreas del conocimiento científico, con el mismo propósito que ha alentado la Feria en sus 30 años: el beneficio de los asistentes. María Teresa Ruiz es una astrónoma de la Universidad de Chile, cuya cotidianidad transita en la búsqueda de planetas, que giran en torno a otras estrellas. con potentes telescopios. De ello habló ante un público diverso en la mesa redonda “Luz del universo. Logros y desafíos de la astronomía actual”. Sin embargo, comparte un recuerdo de su visita al Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Jalisco (Cecytej) número 18, donde al final una niña se le acercó y le dijo: “Varias
1. Elías Trabulse y Ruy Pérez Tamayo dialogan en el marco del Coloquio Internacional de Cultura Científica (2010) 2. Desde 2013, el Conacyt ha apostado por incorporar la ciencia en la vena literaria de la FIL
pensamiento José Carreño, Héctor Mayagoitia, Tonatiuh Bravo Padilla, Enrique Cabrero Mendoza, José Narro, Gerardo Gutiérrez y Elia Marum participan en la mesa "Conacyt 45 años. El desarrollo de la ciencia, tecnología e innovación en México" (2015)
veces nos han traído a gente de la FIL, pero esta conferencia ha sido la mejor”. “El contacto con los jóvenes es un privilegio. Me encanta platicar con ellos porque son unos científicos, siempre preguntan del porqué de las cosas. Después, con la llegada de las hormonas, los perdemos, sobre todo a las niñas; un colega dice que es preferible que les lleguen antes las neuronas, que las hormonas”, asegura. El objetivo inicial con que surgió el foro, hablar de ciencia y libros, se fue extendiendo para ofrecer un programa completo como los de 2014 y 2015 bajo el título ¡La FIL También es Ciencia! Ya no como una moda, sino como una misión y visión institucional. “Hubo un tiempo en el que el conocimiento sistematizado era parte de la vida misma. Todo el mundo sabía cómo ordeñar una vaca o cómo hacer un canal para que el agua fluyera”, comenta José Sarukhán Kermez, ex rector de la UNAM.
El contacto con el conocimiento se perdió por dos razones, fundamentalmente: la velocidad gigantesca con que la ciencia se ha desarrollado en los últimos 150 años, y la creciente especialización y el aislamiento de quienes producen ese conocimiento con el resto de la sociedad. La ciencia se desarrolló a tal velocidad que mucha gente se quedó rezagada. “El conocimiento que se genera a diario en las universidades, en los institutos, se debe convertir en conocimiento accesible, entendible y manejable para que la gente entienda su entorno. Por eso es tan importante que la FIL haya abierto esta parte de ciencia”, agrega el doctor Sarukhán Kermez. En su edición 2015, ¡La FIL También es Ciencia! contó con la participación de más de 40 invitados y se celebró el Año Internacional de la Luz. También se conmemoró el 45 aniversario del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la cereza del pastel se dio en la azotea de Expo Pase a la página 190
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fil 30 años
FILagro Juan Cruz
La primera vez
que fui a la Feria
del Libro de Guadalajara me fui de aquella
observando a Raúl Padilla, en un coche
atmósfera vital y luminosa e inolvidable
oscuro que nos llevaba a las afueras de
con la palabra milagro en la mente, en la
Madrid. El arquitecto intelectual de este
memoria y en la boca. Nada más llegar
milagro iberoamericano que es la FIL
a Madrid les dije a quienes quisieran
quería ver a Jesús de Polanco, presidente
escucharme que esta Feria es un milagro.
de Prisa y de El País, a quien le quería
Y esa palabra ha seguido acompañando
proponer una relación más cercana
a la FIL cada vez que la nombro. No nace
con la Feria Internacional del Libro de
de la nada, naturalmente, al contrario
Guadalajara. Polanco se había hecho, en
que los milagros inspirados por la
su juventud de editor, en América Latina,
voluntad de Dios, sino de un esfuerzo
vendiendo libros por las puertas, cantando
múltiple y tranquilo. Y nace, además, de
rancheras en las horas libres, haciendo
una voluntad que se nota tan sólo en los
amigos y estableciendo relaciones de las
efectos; en el tránsito de la voluntad al
que nació, al fin, la idea de crear, en una
acto hay como una sensación de facilidad,
España difícil, un periódico que ayudara a
de que todo va a salir bien. No hay esa
entenderla. Polanco y Juan Luis Cebrián,
velocidad supersónica que inspira la
el primer director de El País, ahora
histeria, sino sosiego, sensación de que las
su presidente, alentaron en nosotros,
cosas van marchando, con una paciencia
en el periódico, en las editoriales, una
benéfica que ayuda a sentir que uno no
vocación que se emparentaba con lo
está en un barco que se mueve como un
que siempre inspiró a la FIL: el carácter
terremoto, sino en un mar que avanza
iberoamericano de nuestra cultura. En un
como riendo. Es un esfuerzo múltiple
mundo en el que eran aún más férreas las
y tranquilo: todo parece estar hecho
fronteras, lo que venía a decirle a Polanco
de antemano, y todo, hasta los errores,
Raúl Padilla era lo que estaba latente
parecen preparados por una mano mágica
en el trabajo como editor que entonces
que no tiene ni rostro ni nombre, o que
estimulaba el presidente de Prisa y del
sólo tiene un nombre milagroso y mágico:
Grupo Santillana, en el que se alojaba
Milagro FIL. FILagro, que diría Guillermo
la editorial Alfaguara. En ese momento
Cabrera Infante.
yo dirigía Alfaguara en España, y era
La primera vez que percibí ese sosiego del que ha nacido un milagro múltiple,
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de una eficacia cultural incalculable, fue
normal que acompañara a Raúl en ese viaje. En ese trayecto hasta Valdemoro,
y ahora Marisol Schulz y su propio equipo,
entender el espíritu del mensaje que traía,
son mucho más que seres humanos al
y supe de inmediato (no era difícil) que
frente (sucesivamente) de ese equipo que
ese encuentro iba a tener la consecuencia
actúa para hacer milagrosa la FIL: son la
que luego tuvo. Jesús Polanco (y Juan Luis
expresión carnal del entusiasmo que se
Cebrián) se volcaron en seguida en apoyo
precisa para que una idea sea un hecho y
de la FIL, como idea y como hecho, y a mí
que este sea gozoso, real, inolvidable.
me tocó (como a tantos de mis compañeros)
En la historia cultural iberoamericana,
secundarlos en la admiración y en el
que empieza en la FIL, en esta etapa, hay
recuento del milagro.
pocos acontecimientos globales de esta
En la propia FIL, cuando la conocí,
pensamiento
donde vivía Polanco en verano, pude
envergadura. Si acaso, la inasible realidad
es cuando se me vino aquel adjetivo a la
del boom, que nace en Barcelona y se
cabeza: estábamos acostumbrados a ferias
desparrama por todo el universo, secunda
del libro lánguidas, en las que escritores
este milagroso evento tapatío. En el corazón
más o menos entusiastas se encontraban,
de una región de México, a la que uno ha de
detrás del mostrador de las casetas de los
llegar después de varios trasbordos, la FIL
libreros, firmando libros para ciudadanos
se alza como un milagro de las personas,
que se llevaban una o dos palabras de
como un oasis lleno de libros, como un
saludo de los creadores de cuyas ficciones
escaparate en el que hay a la vez libros y
se querían nutrir. En la FIL esos escritores
almas. Es emocionante ese milagro, porque
estaban en los estrados y en los bares, en
uno sabe que, al contrario que las personas,
los hoteles y en las calles, y todos eran de
que no son eternas, ese edificio virtual que
libre acceso a multitudes que representaban
hicieron Raúl Padilla y los suyos es, como
el espíritu del lector mexicano e
las grandes ideas, imperecedero y generoso,
iberoamericano: ávido, respetuoso,
eterno, un lugar que es como el corazón
silencioso escuchando los diálogos y las
de las obras de los autores grandes: aquí,
conferencias; miles de personas en una
alguna vez, siempre vendrá alguien que se
sala, cientos de personas en las salas más
vaya diciendo que asistió a un milagro, y
pequeñas. Leer es un entusiasmo, y tiene su
lo dirá en el sitio del que viene. Y un día
capital en la FIL. Aquel sosiego de Padilla,
la FIL de Guadalajara se llamará Milagro,
continuado luego por personas mágicas a
porque eso es ante todo este lugar sin
las que les debo el sosiego en la FIL, Nubia
límites, este centro mágico del universo al
Macías, Myriam Vidriales, Laura Niembro,
que llamamos libro. m Pase a la página X
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fil 30 años
Guadalajara, que funcionó como plataforma espacial desde donde fue lanzado el nanosatélite Ulises 1 y la plataforma estratosférica Aton, por parte del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, el Colectivo Espacial Mexicano y el Conacyt. La plataforma Aton, equipada con cámaras fotográficas y de video, sistemas de telemetría, GPS, telecomandos, sensores de aceleración y orientación, entregó información de condiciones climáticas, de viento, temperatura y algunos otros parámetros de la estratosfera. En tanto que el Ulises 1, construido con cartón, celdas solares y circuitos, envió señales de audio consistente en piezas musicales prehispánicas y un latido de corazón que, en clave morse, repetía, “yo amo el camino”.
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El experimento constó de dos partes: la física y la artística. “Tratamos de juntar estas dos facetas del hombre, que son la cultura y la ciencia”, comenta Gustavo Medina Tanco, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM. “La Feria del Libro es un escaparate que promueve la divulgación del conocimiento y la apropiación social de este. Esto contribuye a democratizar el saber y a la construcción de la sociedad del conocimiento”, afirma el doctor Enrique Cabrero Mendoza, director del Conacyt. Incluso, como lo reflexiona el poeta y matemático Pedro Poitevin, gracias a este acercamiento único se ha permitido a una variedad aún más amplia de lectores conjuntarse y crear nuevas experiencias que
Lanzamiento del nanosatélite Ulises 1, desde la azotea de Expo Guadalajara (2015)
Por ejemplo, en el área de la historia, muy bien cubierta en los pasados 30 años, tal vez en un futuro cercano se invite a un literato para que dé su visión histórica, o a un neurocientífico para que explique cómo se mueve el cerebro cuando pensamos históricamente. “Se necesitan pensadores que hablen sobre temas de áreas distintas a su especialización. No cabe duda que las disciplinas requieren cada vez más un nuevo nivel de profundidad de conocimiento, pero se buscará alimentarlas con una visión humanista. Es sumamente importante que la especialización también ofrezca una visión universal sobre los grandes temas que importan a esta sociedad global tan dinámica”, asegura Héctor Raúl Solís Gadea. Treinta años después, la FIL no envejece sino que amplía y complementa su espectro. Renueva sus expectativas. Alimenta su futuro. m
pensamiento
parten ya no desde las divisiones de las ciencias, sino del conjunto único que la Feria permite. “A mí me parece que históricamente la creación y fomento de las disciplinas y sus fronteras tienen su propósito: ha sido una forma de generar escuela de ideas y pensamiento especializado. Sin embargo, en nuestro mundo contemporáneo, las ideas más promisorias son las que surgen de la transgresión de las fronteras entre las disciplinas. Surgen ideas nuevas al conjuntar las humanidades que han estado por mucho tiempo tan distantes de la ciencia. Es muy estimulante tener una conversación entre ambas disciplinas, ambas formas de ver el mundo. Pueden y han surgido cosas muy interesantes”, dice Poitevin. En cuanto al equipo de la FIL Guadalajara, lo que se ve hacia al futuro es una transversalidad. Más conferencias magistrales que transfieran conocimiento a la audiencia.
El colectivo Big Van Científicos sobre ruedas, en sesión Mil jóvenes con... (2015)
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Adolfo Aguilar Zínser (†) Maurice Biriotti Reino Unido México
Lydia Cacho México
Jorge Castañeda México
Néstor García Canclini Argentina
Concepción Company México
Juan Ramón de la Fuente Theotonio dos Santos México Brasil
Enrique Florescano México
Baltasar Garzón
Miguel Ángel Granados Chapa (†) México
Hugo Gutiérrez Vega (†) Ágnes Heller (†) Hungría México
España 192
Natalio Botana Uruguay
Álex Grijelmo España
Pensadores y académicos en la FIL
Enrique Iglesias Uruguay
José Miguel Insulza Chile
Lucina Jiménez México
Lorenzo Meyer México
Ginés Morata España
Thomas Piketty Francia
Federico Reyes Heroles México
Pierre Salama Francia
José Manuel Sánchez Ron España
Julio Scherer (†) México
Javier Sicilia México
Eduardo Subirats España
Silvia Torres-Péimbert México
Antonio Villaraigosa Estados Unidos
José Woldenberg México 193
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Ciudad
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La ciudad que se aferró a los libros La cita para verse en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) se amarró en la Preparatoria Vocacional de la Universidad de Guadalajara, en el oriente de la ciudad, donde ambos estudiaban. Corrían los últimos días de 1987 y soplaba un viento frío. Sandra se acuerda siempre de que su primer beso de veras memorable ocurrió en la FIL, ese año. No fue un beso de piquito, sino uno largo, ensalivado, lleno de hormonas. Y cómo iba a ser de otro modo si ella tenía catorce años. Su novio se llamaba Toño. Era el guapo de la escuela. Ella les dijo a sus padres que iba a buscar un libro, pero no se acuerda de que le hubieran dado dinero, así que más bien fue a buscar al tal Toño. Él andaba montando tarimas, porque su profesor de literatura le había prometido ponerle diez si trabajaba en eso, y el galán no leía ni su boleto de autobús. Decir tarimas es correcto, porque en la Feria no había escenarios ni muros, ni nada. Aquel año había un expositor con una decena de oyentes por público; luego, unos cuantos estantes con unos cuantos libros; un Toño, muchas hormonas y más cinismo. Afuera, la ciudad, aletargada, se preguntaba qué era eso de la Feria Internacional del Libro. Transcurrieron casi 30 años. Los escenarios son ahora muy diferentes. Para empezar, a finales de los años ochenta del siglo XX, la zona metropolitana de Guadalajara tenía poco menos de dos millones de habitantes, y ahora la pueblan casi cinco millones de almas. Otra cosa: hoy hay menos intimidad para un beso alocado durante los últimos días de noviembre en la FIL, pues por lo menos 70 mil almas circulan a diario por sus pasillos, donde se persiguen estantes y estantes repletos de títulos, al mismo tiempo que una decena de escritores, editores y científicos hablan de lo suyo en diversos salones y foros abiertos de Expo Guadalajara, que desde 1987 ha sido la sede principal. 197
fil 30 años
Principal no es lo mismo que única. La fiesta se escabulle de allí para producirse y reproducirse en diversos rincones de la ciudad e incluso más allá: escuelas, museos, galerías de arte, cines, restaurantes, cantinas, espacios turísticos, programas de televisión y radio, así como municipios cercanos legendarios, donde la población se identifica cada vez más con el eslogan “Somos lectores”, que ha usado la Feria desde 2011. Lo de las hormonas y los besos de novela sigue vigente, porque según la encuesta que la firma de
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investigación Berumen y Asociados hizo en 2015, seis de cada diez asistentes a la FIL tienen menos de 30 años de edad. Ellos vienen de decenas de escuelas públicas y colegios particulares de la ciudad. Se ponen de acuerdo en los jardines de sus bachilleratos y facultades para verse ahí. Muchos de ellos no conocen una Guadalajara sin la FIL, han crecido con ella, regresan año con año —la misma encuesta arroja que, en promedio, un visitante a la Feria ha asistido a siete ediciones a lo largo de su vida.
Estudiantes wixáricas se suman a quienes escuchan poesía en francés
desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, que ocurrió el 26 de septiembre de ese año. “No podemos dejar que la FIL sea un espacio de silencio cuando tienes un país en grito”, exclamó Paco durante la protesta. Y por eso, cada año, durante los últimos 30 que ha estado presente la fiesta de los libros en Guadalajara, y, cada día, ocurren dentro de la Feria todo tipo de manifestaciones extraordinarias de conocimiento; del que sucede cuando uno lee, pero además cuando uno vive. Ocurrió el 2 de diciembre de 2012. Una estudiante wixárika (huichola, en castellano), Lucero Salvador, viajó doce horas desde una comunidad rural del norte de Jalisco, San Miguel Huaixtita, para ver si se le hacía conocer a un habitante de Israel, el país Invitado de Honor ese año. Lucero y 23 compañeros suyos, todos adolescentes, se pusieron sus mejores galas, ropas de confección ancestral, de manta bordadas con figuras de punto de cruz y un morral de unos colores y combinaciones que sólo son posibles después de un viaje de peyote: “Nos fascina leer y conocer contextos distintos. Hoy vamos a conocer a los israelíes y a Yves Bonnefoy”, relató Lucero aquella tarde, con palabras de intelectual y una pronunciación envidiable del nombre del poeta francés. Pero lo más extraordinario es que la FIL no sólo ocurre en Expo Guadalajara. La FIL es una onda expansiva. Cada año, desde octubre, la ciudad entera, que es muy ancha, varios poblados aledaños e incluso urbes de otros estados del país se visten como para feria, y miles de personas de todas las edades esperan que la inauguración empiece ya. Todos se preparan meses atrás para echar la casa por la ventana.
ciudad
Los muchachos salen de sus casas a echar relajo cultural sin que sus padres los riñan, y es ahí donde aprovechan para conocer a otros y otras. Así ha sido siempre la Feria del Libro y así está bien, decía el escritor, profesor y ex diplomático Hugo Gutiérrez Vega (†): “La FIL Guadalajara es única porque tiene un impacto social definitivo en la vida de la ciudad. ¡Los muchachos la visitan! Los vemos por miles, sentados por ahí, participando a su manera. Se quedan todo el día. Es fabuloso que decenas de ligues ocurran en ese espacio”. Tenía mucha razón. Hay que ver cómo los autobuses urbanos que circulan cerca de Expo Guadalajara se llenan de juventud y se vacían cuando pasan por ahí. Cómo gran parte de una ciudad se vuelca en torno a la expo, a la cual, por cierto, muchos asisten hasta tres ocasiones a lo largo de los nueve días que dura cada edición. Como cada cabeza es un mundo y aquí conviven casi un millón, habría que ver, además, cómo la FIL se ha transformado en el ágora, el lugar de la discusión, de la diversidad de ideas y maneras de expresarlas, del intercambio simbólico. Es una pequeña ciudad que convoca a un territorio mucho más grande. Por eso, el 1 de diciembre de 2012, un contingente quiso llegar hasta la Feria, en protesta por la elección del presidente Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), y se enfrentó con la Policía fuera de expo. Por eso, exactamente dos años después, el 1 de diciembre de 2014, los escritores Juan Villoro, Benito y Paco Ignacio Taibo II y el cantante de Botellita de Jerez, Armando Vega Gil, se unieron a una manifestación de decenas de personas anónimas—pero presentes— para exigir que se resuelva el caso de la
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ciudad
Una ciudad para recordar Rubem Fonseca
... lo que más me encantó de Guadalajara fue su gente [...] hice muchos amigos queridos. Esa es una gran virtud del pueblo mexicano, su generosidad
Conozco
incontables ciudades en el mundo,
pero pocas me dejaron tantos recuerdos felices como Guadalajara. Mi primera
Guadalajara se convirtió en la capital del estado, hasta los días actuales. En la ciudad fue construido el primer
visita a esa admirable ciudad fue para
shopping center de América Latina, la
participar en la Feria Internacional
Plaza del Sol, además del primer sistema
del Libro, seguramente una de las más
de tranvías urbano en América Latina
importantes ferias literarias del mundo.
(light rail) y la primera universidad
Gané un gran premio en la Feria, y ese,
privada de México, fundada en 1935.
evidentemente, es uno de los buenos recuerdos que tengo. Otro recuerdo inolvidable que tengo
En 2005 Guadalajara fue nombrada, con todos los méritos, la Capital Americana de la Cultura. Pero lo que más
es de la propia ciudad. Todos conocen
me encantó de Guadalajara fue su gente.
el papel importante que Guadalajara
Durante las visitas que efectué a esa bella
desempeñó durante la Independencia de
ciudad, hice muchos amigos queridos. Esa
México, ya que fue en esta ciudad que el
es una gran virtud del pueblo mexicano,
padre Miguel Hidalgo y Costilla decretó
su generosidad, su amabilidad, su rica
la abolición de la esclavitud en el país.
cultura. Y esas cualidades pueden
Después de la guerra de
ser percibidas por todos aquellos que
Independencia, y de la proclamación
participan de la prestigiosa Feria
del estado libre y soberano de Jalisco,
Internacional del Libro, en Guadalajara. m Pase a la página X
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Las autoridades de los municipios metropolitanos, gobernadas por partidos distintos, acuñan la causa del libro como una lucha común. Lo mismo hacen los directores de diversas escuelas, universidades y centros comerciales. Decenas de profesores les hablan a sus alumnos de lo que se aproxima. Cientos de personas se fotografían con el logotipo institucional y la ponen en la página de Facebook. Autobuses y taxis anuncian la fiesta en sus cristales, porque sus choferes conocen lo que se viene. Los resultados de las encuestas arrojan que, a lo largo de los nueve días del encuentro, casi 320 mil personas se desplazan a la Feria a bordo de un colectivo, mientras 94 mil lo hacen en taxis, algunas de ellas, hasta dos veces al día. Y, por supuesto, decenas de artesanos ponen sus hornos a trabajar porque saben que les irá bien. Ángel Santos, uno de los artistas de barro bruñido más prestigiosos de México, relata que las colecciones que exhiben los stands que montan Artes de México y Fomento Cultural Banamex, benefician directamente a los artesanos proveedores de estas empresas e indirectamente a todo el gremio, que recibe imagen y promoción para que los asistentes a la Feria visiten también Tonalá, un municipio al oriente de la zona metropolitana de Guadalajara, famoso por sus trabajos de barro, vidrio soplado y cerámica contemporánea. Lo mismo ocurre con los joyeros de larga tradición. Si un habitante de la ciudad tiene ganas de comprarse unos aros, un collar o un brazalete de alguno de los miembros de la familia Sánchez (cuyas marcas son Citlali, Gabriela Sánchez y Flora María), durante o los días posteriores a la clausura del encuentro de las letras, ese habitante de la ciudad hallará casi nada en los estudios de estos artistas, que agotan sus piezas en el stand que montan en la expo.
Cada año, la invitación a participar en la FIL está presente en toda la ciudad
ciudad
Cada noviembre, desde la mañana de la inauguración, Jesús Gómez Fregoso, filósofo historiador de la Universidad de Guadalajara y del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), mejor conocido como el padre Chuchín, se levanta temprano para llegar en cuanto abran la expo y se dirige a toda prisa a las librerías francesas, en el Área Internacional. La boca se le hace agua y los ojos escáner. Luego de las francesas, corre a las italianas. Luego, a la de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Luego, a la de Artes de México... Si un día no le alcanza para tanto, tiene otros ocho. Su euforia está más que justificada. El padre Chuchín nació en Guadalajara en los años treinta del siglo pasado, y es testigo de que la metrópoli no fue siempre igual. En los años cincuenta, a las pocas librerías que había aquí, se iba a buscar sólo textos escolares que llegaban de la Ciudad de México. Prácticamente era imposible comprar literatura. Ahora, en el centro de Guadalajara y sus alrededores, lo mismo que en otras colonias, las librerías son un negocio emergente y muchos pueden leer casi lo que se les antoja. Algunos piensan que la FIL ha sido el principal detonador de esta actividad, que ha poblado los cafés, restaurantes y cantinas de gente con un libro bajo el brazo. Mientras que en México se lee en promedio por gusto 3.5 libros anuales (según la Encuesta Nacional de Lectura y Escritura 2015), los asistentes a la Feria manifiestan leer diez ejemplares al año. Así, para cientos de personas, la Feria es como un viaje a Disneylandia, que el resto del año los deja “enfilados” y, al mismo tiempo, deseosos de otro trago de fiesta. “Es como ver un escaparate”, concluye Gómez Fregoso.
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Las dos actividades que convocan a más personas en Expo Guadalajara son la Feria Internacional del Libro y la Expo Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD). Sólo que la primera dura nueve días y la segunda, tres. “Si somos capaces de recibir a casi 21 mil profesionales del libro, alojarlos y atenderlos, qué no seremos capaces de hacer”, asegura el secretario de Turismo en Jalisco, Jesús Enrique Ramos. Recuerda que la Feria del Libro ha colocado a Guadalajara en el mapa internacional. En 2014, por ejemplo, 4 por ciento de los paseantes viajó a centros de sol y playa en el mundo, mientras que 12 por ciento se desplazó a sitios donde existen actividades artísticas como en esta ciudad. En este caso, la capital de Jalisco es un referente mundial entre las personas que saben de letras, pero también entre las que no saben tanto, pero ven que los libros pueden ser el pretexto para pasarla bien.
2006
Onda expansiva Ana María García, presidenta de la Asociación de Empresarios del Centro Histórico de Guadalajara y ex lideresa de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Codimentados (Canirac), relata que la onda expansiva que se genera en Guadalajara a finales de noviembre beneficia no sólo a los restauranteros, sino a todo el país, “porque a escala mundial se habla de la FIL, de México, de Jalisco y de Guadalajara”, y de las miles de personas que se “mueven en orden”. Iván Mendo, periodista de Televisa, tiene un privilegio escaso. Como reportero cubrió la primera edición de la Feria en 1987 para el programa semanal Al tanto en la cultura, de la televisora local de esa
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cadena. “La primera FIL fue un experimento que a muchos nos hizo preguntarnos qué será eso”. ¿Qué resultó? “Descubrimos que el Nobel inglés de literatura William Golding era un hombre afable, y que el escritor guatemalteco Augusto Monterroso era un tipazo. Resultó la familiaridad del contacto de los autores con sus lectores. Antes ni nos imaginábamos cómo eran. Ahora, algunos escritores son casi amigos de un gran público amorfo, el tapatío, aunque es un poco más difícil saludarlos”, comenta Mendo. Ni tanto, siempre que uno esté en el lugar correcto: al volante de un taxi; a cargo de una mesa en una fonda con suerte; en el quiosco de huevos de un hotel.
Expo Guadalajara ha sido la sede de la FIL desde su primera edición
2015
Hoy, el recinto ferial ha expandido su infraestructura para satisfacer las necesidades del creciente número de visitantes
Ahí, en el último lugar, es donde uno halla a Juan Rodríguez, Juanito, maestro desde hace quince años en el arte de la preparación de omelets, huevos estrellados y revueltos en el hotel Hilton y, justo por eso, gran cuate de la escritora mexicana Elena Poniatowska. Esto, Juanito lo presume siempre y con todos, entre ellos sus amigos y los vecinos del barrio donde vive. Lo narra con tanto sabor, que muchos de sus interlocutores se han acercado a la Feria gracias al veterano de la parrilla. Ahí va: “Llegó una señora blanca y muy amable y me platicó: ‘te voy a decir como al que era mi marido; yo le preguntaba ¿cómo quieres tus huevos?, y él me contestaba ¡Con toda el
ciudad
alma! ¡Con toda el alma!’. Así empezó nuestra historia de amor y ahora tenemos una relación de huevos”. ¿Y cómo quiere sus huevos la Poniatowska? — se le preguntó a Juanito, para calarlo. —Fritos, sin voltear, tiernos, sin que se dore la orilla de la clara y que la yema quede suavecita — responde él, sin dudar un poco. Juan Rodríguez hace la Feria a su modo: “Me gusta muchísimo mi trabajo, pero en la FIL me encanta lucirme. Hasta me aprendo cómo se dice gracias y buen provecho en el idioma del país invitado”. La misma técnica siguen los dueños tapatíos de un restaurante a dos cuadras de la expo, El Carnal, especializado en mariscos, así como de otros de comederos de todos los precios aquí y allá, en gran parte de la urbe. La magia ocurre en los restaurantes y también en las calles que les dan vida. La Feria ha cambiado muchos metros del rostro de Guadalajara. Hace sólo cuatro decenios, el lugar donde actualmente se celebra la fiesta cultural era una zona caída; una fábrica de jabones, rodeada de pastizales y basura. La Expo Guadalajara, y en particular la FIL, provocaron la construcción de miles de habitaciones de hotel en los alrededores. Ahora, los últimos días de noviembre y los primeros de diciembre, entre 70 y 90 por ciento del espacio de los hoteles del polígono es habitado por gente que tiene relación con la literatura, el conocimiento científico, el arte, la edición, el comercio. Y los hoteleros, restauranteros, meseros, dueños y empleados de los comercios que ofrecen bienes y servicios se han propuesto recibir con los brazos muy abiertos a toda esa gente. El taxista Miguel Guerrero, un cuarentón con varios años en el oficio, sabe que por esas fechas Pase a la página 208
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La FIL que habito
J o r g e F. H e r n á n d e z
Sólo he faltado
a cinco o seis
ediciones de esta FIL, desde la primera que era de carpas y mesitas endebles. Llegué como historiador, microhistoriador en potencia, acompañando a mi maestro, Luis González, y sin tener la mínima esperanza de que aquello creciera cada año y se volviera internacional, me propuse venir a todas para conocer escritores, recabar autógrafos de los consagrados y de paso, armarme de libros y conocer editores a quienes podría proponer mis cuentos. Aquí me hice amigo de autores desconocidos y más amigo de lo que esperaba de escritores ya inmortales; aquí, Eliseo Diego le acarició la panza embarazada a mi mujer y años después, decidimos hermanarnos con Eliseo Alberto; he recorrido los pasillos con Arreola, Fuentes, Saramago, Gabo, Mutis, Pacheco, Magris, y he tenido el descaro
206206
de presentar casi cien libros (todos leídos),
Guadalajara para pagar cada uno de los
ellos cómo se cierra un año de párrafos y
no sé qué tantas conferencias (casi todas
libros del naufragio), pero en mi abono
qué se piensa publicar para la primavera
improvisadas) y moderar ya casi una
van ya catorce años en los que asisto
que entra, a ellos les consta que soy
veintena de mesas redondas (donde he
sobrio y me la paso mejor: conociendo año
culpable de haberme presentado como “el
fingido que hablo ruso, hebreo, serbio y
con año a un nuevo agente literario que
hijo perdido de Pavarotti” cuando Italia
árabe).
se niega a representar mis propios libros,
fue el Invitado de Honor y que quizá
uno nuevo o el mismo editor que acepta
por ello, una inocente dama tapatía me
ingresos que los que me pagaba el FCE
someter a dictamen algún otro invento y
pidió foto y autógrafo asegurando haber
como viáticos, al volverme miembro del
muchos, pero muchos entrañables lectores
conocido a mi padre “cuando cantó Aída
trío que tocaba en el bar de un hotel
a los que se suman desde hace una década
en el estadio Jalisco” (vieja mentirosa).
aledaño (hasta que me cachó el director
los estudiantes de Jalisco, que me han
De la Madrid y tuve que dejar la guitarra
permitido visitar sus escuelas con lecturas
escritores les consta que cuando retó a
de lado) y el año en que estuve a punto de
de cuentos o adelantos de novelas.
su esposo con la ya clásica "¿A ver, de
Hubo un año en que cobré mejores
cobrar una jugosa apuesta por la que tenía
Cuando andaba de bigote confieso
Aun así accedí, aunque a varios
quién es hijo este señor?", el ya cansado
que felicitar efusivamente a Vargas Llosa
haber firmado no pocos ejemplares de
marido, cargado con tres abultadas bolsas
por su novela Cien años de soledad…
diversas obras de Paco Ignacio Taibo II
de libros, me miró fijamente a los ojos
De la época etílica (que queda como la
(al no tener ni el valor ni corazón para
y espetó sorprendido: "¡¡¿¿Eres hijo de
peor versión de mí mismo) acepto haber
revelarle a los incautos su equivocación),
Chuy??!!".
pasado cuatro días en Tlaquepaque sin
y cuando anduve de barba firmé una
pararme en la FIL y volver a casa con un
centena de ejemplares de Guillermo
la FIL de Guadalajara; cada año con la
ejemplar de Og Mandino comprado en el
del Toro (diciéndole a todos los jóvenes
ilusión de presentar un nuevo libro, cada
aeropuerto de vuelta como salvoconducto
que en la próxima película que pensaba
año comprando ejemplares que parecían
para una mentira infructuosa, y la triste
dirigir “mato a todos los personajes en la
inencontrables o novedades que valgan
tarde en la que los tequilas me hicieron
primera escena…”) y así cada año, como
la pena. Cada año, navegando la marea
ejercer una rara forma de la crítica
si fuera personaje de la más rara trama de
inmarcesible de asistir o participar
literaria, al sentirme indispuesto y
Almodóvar.
en tantas presentaciones como sean
cantarle Oaxaca al stand de los ejemplares importados (tuvo que viajar mi padre a
Ya que aprovecho cada año para verme con mis amigos y aprender de cada uno de
ciudad
Aquí me hice amigo de autores desconocidos y más amigo de lo que esperaba de escritores ya inmortales
Así que me conozco y me esfumo en
posibles… con el convencido afán de que cada día nazca un nuevo lector. m Pase a la página X
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visitar la zona es una garantía de que el trabajo se duplicará: “Si voy por ahí, ya sé que voy a subir pasajeros”. Como la vida es muy imperfecta, el chofer paga el precio. Y el precio es que el tráfico avanza igual que un intestino perezoso. Prudencio, un agente vial veterano que no se anima a decir su nombre real, afirma que la FIL, al igual que las visitas presidenciales, es un reto para los que soplan un silbato intentando que los automovilistas y los peatones se pongan de acuerdo para cruzar las calles cercanas a la expo. Aun así, se pone poético y lo sopla con gusto, porque le fascina darles el paso a los caminantes del mundo. Al final, la ciudad de Guadalajara ha aprendido ese oficio y mostrado al mundo que está más allá de la tierra de los mariachis y el tequila, de los imagi-
narios de un monte de cactus y un ranchero dormido bajo uno de ellos. "En la capital Buenos Aires y Córdoba hay ferias del libro… pero no creas que son como la de Guadalajara”, comenta Inés Moisset, prestigiosa académica de las universidades Nacional y Católica de Córdoba, Argentina. Quizá una de las diferencias es que durante la Feria hay un estallido que se escapa de su perímetro y hasta de la ciudad, para ir a la montaña, como Mahoma. Así define el escritor español Emilio Bueso al programa Ecos de la FIL, con el cual escritores y poetas de varios países llevan sus letras y voz a centros culturales, vecinales y escuelas de Jalisco. En 2015, estas voces se oyeron en 132 jornadas, en todo el estado. Ese año, se visitó la colonia
Los tapatíos participan efusivamente durante las campañas de difusión de la FIL en los principales centros comerciales de la ciudad, como Plaza del Sol y Plaza Patria
El centro histórico de Guadalajara se viste de libros durante los meses previos a la FIL
—la mayoría muy jóvenes— e inyecta combustible a los escritores. Para varios de los segundos, es una de las mejores experiencias de su vida. “Que te den una inyección de moral así viene muy bien”, admite el propio Bueso. “¡1,600 alumnos absolutamente conscientes del valor de la literatura y la cultura! […] confirmaron que no todos los escritores son mamones!”, exclama el mexicano Jorge F. Hernández. Y así, el colombiano Juan Álvarez, quien tiene tres años en matrimonio con Ecos, jura que sigue “enamoradísimo”. Su colega chileno José Ignacio Valenzuela afirma que su visita a la Preparatoria 10 ha sido una experiencia “de las más maravillosas” de su vida. La española Marina Perezagua asegura que Ecos es lo mejor de la Feria. Para el mexicano Rogelio Guedea,
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Santa Cecilia, un barrio extenso y popular del oriente de Guadalajara. Ahí, el escritor mexicano Élmer Mendoza leyó y habló con señoras como las que uno se encuentra en el mercado o en el autobús. Una de ellas, Martha Loza, se decía feliz porque la FIL había llegado a su colonia, “que tanto lo necesita”. “Que se lo merece”, acotó el cuentista y novelista. Francisco Hernández reflexionó que, en general, los lectores no conocen todas las experiencias de vida que tuvieron sus escritores antes de comenzar una obra, y este programa extramuros hace posible el acercamiento entre unos y otros. Otra asistente, Ana Atilano, puso el dedo en la llaga: “Esto es algo gratuito. No hay pretexto para no conocer la FIL”. Ecos de la FIL es de esos acontecimientos que tienen un efecto bumerán. Sorprende a los lectores
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aeropuerto, las centrales de autobuses, las empresas que rentan mesas y sillas para banquetes, los que alquilan alfombras, computadoras, mamparas y equipo de proyección, a decir de la coordinadora de Servicios de Viajes de la FIL, Yolanda Herrera. Y aunque es verdad que toda la metrópoli se acelera, sin duda uno de los espacios más agitados esos días es el hotel Hilton, que siete meses antes de la inauguración ya tiene reservadas 300 de sus 450 habitaciones para los visitantes de la Feria. “Este es un sitio de encuentro entre escritores amigos, algunos de los cuales no se habían visto hacía muchos años”, dice un empleado.
La pachanga
Las noches de baile en el Casino Veracruz son ya una tradición para los asistentes a la Feria
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Ecos es “medio tronco” del cuerpo de la FIL, y “fundamental para darle vida y acercar a los autores noveles y consagrados a los jóvenes”. De manera tácita o con todas sus palabras, los escritores creen que la magia de la Feria Internacional del Libro es que envuelve a una gran parte de la ciudad y de un estado, que durante nueve días recibe al mundo con mucho cariño. Lo cierto es que un día de Feria provoca una danza invisible de coordinación espontánea en el
En la FIL, la fiesta tiene un nombre. Se llama Mónica Rosete, aunque todos le dicen “Mona”, y es la coordinadora de Alimentos y Bebidas de la Feria. “Yo soy la pachanga”, se presenta. Casi nadie se pone a pensar que con la pachanga que trae a cuestas, esta mujer provoca visitas de libreros, escritores y similares a polos turísticos, restaurantes y centros comerciales que están fuera del polígono más cercano a Expo Guadalajara, incluso en otros municipios como Chapala, donde está el lago más extenso de México. Por eso su trabajo deja beneficios en cadena. Un ejemplo: en días de la FIL, Karne Garibaldi, el restaurante más rápido del mundo, según el Récord Guinness, ofrece un vehículo que va y viene a Expo Guadalajara para transportar comensales, y contrata mariachis para alegrarlos. Igual ocurre con los centros comerciales de la urbe, algunos cercanos y otros no tanto a la sede principal. Como La Gran Plaza, que en cada edición se
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pone la camiseta y le dedica espacios y promociones a la Feria y a sus lectores. Plaza Galerías, de donde esos días, desde hace un poco más de un lustro, un autobús de pasajeros va y regresa de la FIL, desde el mediodía hasta la noche. Plaza del Sol, a sólo unas cuadras de la expo, aumenta sus ingresos más del doble por el servicio de estacionamiento, relata Meli Trejo, su directora de Relaciones Públicas. Pero no sólo eso: el espacio se llena por completo de jóvenes nómadas que hacen base ahí para partir a su encuentro con las letras. Por esa razón, los gerentes de restaurantes y cafés de ese shopping se
preparan con más alimentos frescos… y los comerciantes del Mercado de Abastos cercano al recinto ferial se ponen sumamente contentos. Adriana Menchaca, directora de Mercadotecnia de otro centro comercial, Andares, tiene una opinión similar al comentar que la Feria pone a Guadalajara “como la gran ciudad que es. El hecho de que instituciones públicas y privadas trabajen en esta sinergia es de primer mundo”. Es en algunos de estos sitios, así como en las plazas públicas y centros universitarios de diversos puntos, donde el equipo de la coordinadora de
La atmósfera de la FIL también cubre las inmediaciones de Expo Guadalajara
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¡Guadalajara, Guadalajara! Beatriz Helena Robledo
Nombre sonoro
que en la
infancia era una deliciosa ranchera: “¡Guadalajara, Guadalajara! / ¡Hueles a pura tierra mojada!” Muchos años después tuve la fortuna
intentar pintar un fresco que describa su
espectáculos musicales, a la rumba.
esencia. Una alegría que se desborda del
Recuerdo especialmente un taller
recinto ferial y ocupa las recepciones de
que dicté con varios promotores de
los hoteles, los cafés, los andenes de los
lectura mexicanos, y sentía que más
barrios aledaños. Complicidades tejidas
de comprobar la humedad de esta
que enseñar estaba aprendiendo de
al sabor de una cerveza o un tequila en
tierra, dibujada por las notas musicales
ellos, de su entrega y su pasión por
la terraza de la Feria, o en el encuentro
y el sonoro canto del mariachi. Y ¿qué
mucho más que un oficio; y lo que más
sorpresivo en la mitad de un pasillo con el
me encuentro?: una fiesta de libros,
me sorprendió fueron sus preguntas,
amigo que no ves hace años; o el orgullo
de palabras, de música. Un escenario
auténticas, reales, nacidas de la dureza
de compartir un premio al coterráneo; o la
donde más que hacer mesas de negocios
de una realidad que compartimos; o el
satisfacción de encontrar ese libro tantas
o discurrir en lenguaje académico, se
deleite de encontrar tesoros publicados
veces buscado. La FIL de Guadalajara tiene
celebra. Porque eso es para mí la FIL de
por las universidades mexicanas con la
resonancias profundamente humanas
Guadalajara: una celebración.
certeza de que, al regresar a Colombia,
porque allí se quiebran las formalidades
era imposible conseguirlos; o el afán
y en el clamor de la fiesta, las palabras y
ha brindado siete veces la oportunidad de
de que no se cruzaran los horarios para
los gestos se hacen auténticos. Todos los
participar en ella. Cada año ha sido una
alcanzar a escuchar tantas voces antes
invitados a la fiesta se despojan cada año
experiencia única, irrepetible: caminar
leídas y ahora presentes; o el encuentro
de su máscara o su traje de oficina, y se
por los pasillos y los estantes como si
con los amigos con quienes se tiene cita
entregan a la celebración.
tuviera ante mis ojos muchas librerías
cada año, precisamente en la Feria; o
ofreciendo sus novedades y sus tesoros
los deliciosos mariscos de El Carnal y el
especial por el cumpleaños, y de manera
escondidos; participar activamente como
tequila saboreado al paso del baile en el
agradecida, por poder tener un espacio de
conferencista y tallerista en el Encuentro
Veracruz…
vida donde los seguidores de la palabra y
La vida, generosa como siempre, me
de Promotores de Lectura y estar al tanto
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los eventos académicos y culturales, a los
Porque la FIL de Guadalajara, es por
Celebremos, esta vez de manera
de la esperanza nos damos cita cada año.
de lo que pasa en este campo y por dónde
supuesto, todo lo que una feria ofrece,
Y como dice la canción: ¡Guadalajara,
van los avances y las reflexiones más
pero hay algo que la hace única: su alegría.
Guadalajara, tú que conservas agua del
actuales; asistir a las conversaciones, a
Sí, esa es la imagen que perdura en mí al
pozo! m
ciudad Pase a la pรกgina X
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Difusión de la FIL, Isabel Islas, monta quioscos un mes antes de la inauguración, para recordarle a los tapatíos que el festival de las letras se acerca. Varias semanas antes de la inauguración, Difusión vive la locura: cada día, que incluye hasta los sábados y domingos, el equipo visita un sitio diferente de la zona metropolitana de Guadalajara para distribuir separadores de libros, prendedores, pulseras bordadas y pelotas que recuerdan los días exactos en los que se celebrará la FIL y al Invitado de Honor. “Hay gente que colecciona separadores desde siempre; gente que tiene todos los brazaletes que se han mandado hacer; hay quienes nos preguntan si no tenemos afiches promocionales para enmarcarlos”, comenta Islas. En 2014, durante un maratón de conocimientos en una plaza pública, se retó a los presentes a que dieran el nombre de cinco invitados de honor para obtener dos boletos de ingreso a la Feria. El equipo de Difusión se quedó boquiabierto cuando un joven,
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de apenas unos 25 años de edad, resultó ser un sabiondo en el tema. No recordó cinco ni diez, sino quince naciones. El muchacho confesó que desde que tiene recuerdos sus papás lo llevaban a la Feria, y él se había ocupado de hacer un registro de los países protagonistas.
Guadalajara y más allá Que se sepa: el acto de pensar siempre ha provocado hambre. Por eso, durante la semana de la FIL acaban en estómagos anglosajones decenas de saltamontes y escamoles (larvas de hormiga), que llegan desde el sur y el centro de México hasta La Tequila, uno de los restaurantes de ley para muchos convocados a la Feria, como la Asociación de Libreros Americanos. Desde hace 20 años, La Tequila es la FIL y la FIL es La Tequila, asegura el dueño del comedero de platillos mexicanos antiguos y contemporáneos, Federico Díaz de León.
En otro extremo de la urbe, en el centro histórico de Tlaquepaque, Romina Montero, gerente administrativa y consejera del restaurante El Patio, narra que cada año, las letras se sienten y se sientan en los comercios y las mesas de esta villa. Los últimos días de noviembre, ese sitio debe surtir más ingredientes que de costumbre para las minitortitas ahogadas — platillo regional de pan salado relleno de carne de cerdo y bañado en salsa de jitomate y picante—, la entrada preferida por los locales que quieren curarse la resaca y los intelectuales. Durante estos tres decenios, El Patio ha crecido con la FIL. Más allá todavía, a una hora de la ciudad, en Ajijic, un poblado turístico mítico al borde del lago de Chapala, los comerciantes saben que con la FIL comenzará su temporada alta en pleno invierno. Y al otro lado está Tequila, el pueblo que da nombre a la tradicional bebida mexicana, a donde viajan cientos de intelectuales, curiosos por los paisajes de agave azul o maguey. Muchos de ellos hacen el recorrido a
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bordo del Tequila Express, un tren donde los mariachis nunca callan y el destilado nunca se acaba. Y como viajar da más hambre y más sed, en eso trabaja la Coordinación de Alimentos y Bebidas de la FIL, en donde se administran unas cuatro toneladas de alcohol patrocinado que otros se toman durante los diversos cocteles y las fiestas oficiales. A este equipo le toca programar, contratar, verificar y vigilar los detalles —dicen que ahí está el diablo— de las alrededor de 150 celebraciones en las mañanas, tardes, noches y madrugadas de los nueve días que dura la fiesta de las letras. El Casino Veracruz, un salón de baile tropical que con ese nombre y apellido tiene 34 años, en los últimos 30 se ha transformado en el sitio obligatorio para que la música guapachosa de dos orquestas en vivo, unos tequilas y unos pasos de cumbia, danzón y chachachá sacudan el estrés que se cargan los que pasan los días en Expo Guadalajara. Si antes el Veracruz ya era el espacio del bullicio para cientos de
tapatíos, la FIL lo catapultó. “Desde que empezó la FIL hemos tenido la visita de grandes personalidades. Algunos de ellos, como don Gabriel García Márquez, regresaban aunque no fueran días de FIL”, afirma Roberto Ramírez, dueño del famosos casino. Hasta Valentino Morales, un taxista que está de fijo en el Sitio 30 del hotel Carlton, frente al Veracruz, encuentra memorable la Feria y las fiestas frente a su trabajo: “¡Uyyy! Se acaban hasta las dos o tres de la mañana y el trabajo de uno, que es esperar, se vuelve menos tedioso. Ya hasta nos enseñamos a reconocer a los que vienen de otros países”. Para los que no pueden echarse una bailada están los teatros, cines, museos y hasta las calles de Guadalajara y otros municipios. El espacio público es donde se va calentando la Feria desde abril, siete meses antes de su inauguración oficial. Desde 2002, cada 23 de abril, cuando se festeja el Día Mundial del Libro, en la Rambla Cataluña y otras
En el marco del Día Mundial del Libro, la FIL organiza una lectura masiva en distintos puntos de la ciudad, el resto del estado y otras regiones del país
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Celebremos con la FIL Martha Cerda
La FIL Guadalajara
ha sido
un parteaguas en la vida cultural y social de nuestra ciudad. Puede decirse que Guadalajara era una antes de la FIL y ha sido otra después. Antes era una ciudad provinciana donde nunca pasaba nada, con una vida cultural pobre y, desde que llegó la FIL, la ciudad es más cosmopolita. En sus inicios la FIL estuvo dirigida por dos mujeres: Maricarmen Canales y Margarita Sierra, quienes se complementaban muy bien. Ambas la impulsaron y en poco tiempo la Feria creció y fue reconocida dentro y fuera del país. Después vino una directora que traicionó a la Feria, y de la cual prefiero no mencionar su nombre. Afortunadamente duró poco y la FIL siguió adelante bajo la dirección de Nubia Macías, quien la consolidó para dejarla actualmente en manos de Marisol Schulz. Ha sido una característica de la FIL el que ha tenido puras mujeres de directoras y en su equipo también predominan las mujeres, como Laura Niembro, directora
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... Guadalajara se llena de energía y entusiasmo al ver a tantos escritores y espectáculos que traen los países invitados de honor
de Contenidos, cuya labor ha sido y es
Cada año asisten las mejores editoriales
fundamental para la Feria, y Dulce María
de México y del mundo, y Guadalajara
Zúñiga, coordinadora del Premio FIL de
se llena de energía y entusiasmo al ver a
Literatura en Lenguas Romances.
tantos escritores y espectáculos que traen
Entre otras cosas la FIL se ha distinguido por tener como invitados a
los países invitados de honor. Y así es como la FIL ha llegado a su
los mejores escritores de México y del
trigésimo aniversario, más pujante que
extranjero. Carlos Fuentes y José Saramago
nunca.
fueron asiduos visitantes de la FIL, así
Pero detrás de todo esto está una
como Mario Vargas Llosa, Gabriel García
persona que ha tenido la visión para
Márquez, Vicente Leñero, Emmanuel
transformar esta ciudad creando la
Carballo y no pocas mujeres como Nélida
feria del libro más importante de habla
Piñón, Margo Glantz, etcétera.
hispana, sólo detrás de la de Fráncfort.
La FIL también se ha preocupado por
Esa persona es Raúl Padilla López, gran
dar una espacio a los escritores jóvenes
promotor de la cultura, a quien debemos
y por tender lazos entre los países de
no sólo la FIL sino otros proyectos que
América Latina y de otros lugares del
se han hecho realidad y han posicionado
mundo, que han sido invitados de honor
a Guadalajara como una de las capitales
año con año.
del arte y la cultura, además de generar
Otro aspecto importante de la Feria han sido los premios que ha instituido, desde el Premio FIL de Literatura en
empleos y dejar una derrama económica importante. Yo, como muchos de los que amamos
Lenguas Romances, hasta el Premio Sor
la FIL y cada año disfrutamos de ella,
Juana Inés de la Cruz, para escritoras,
felicito a Raúl Padilla y a todo su equipo
pasando por otra serie de premios. La FIL
por haber llegado a cumplir 30 años, y les
es una celebración del libro y la lectura.
auguro muchos años más de éxito. m Pase a la página X
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La FIL extiende su alcance con exposiciones de arte en los principales recintos culturales de la ciudad, como el Museo de las Artes (MUSA)
100 sedes de Jalisco al aire libre o bajo techo, suenan con la lectura, en voz alta, de un título que, entre varios, elige una multitud casi anónima. En 2016, durante diez horas, todos estos sitios y otras sedes de dos estados de la república, dieron vida al monstruo creado por Mary Shelly al leer Frankenstein o el moderno Prometeo. El tradicional maratón de lectura ocurrió “con una voz colectiva y original” que se oyó en 59 municipios de Jalisco, desde Acatic hasta Zapotlanejo, y metió a lectores, escuchas y marchantes en el mundo que creó esta autora, hace 200 años. En ocasiones anteriores, habían resonado los universos de Juan José Arreola, Julio Cortázar, Pablo Neruda, Jorge Luis Borges, Jorge Ibargüengoitia, Bram Stoker, José Emilio Pacheco… 242,775 lectores
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entre 2002 y 2016. Un Día Mundial del Libro, que convocó, en una sola lectura, a instituciones como el Ayuntamiento de Guadalajara, el Museo de las Artes, la Coca Cola Company, diarios y estaciones de radio de distinta naturaleza. Un día de abril que comenzó a hacer expansiva la pasión por el quehacer de los libros, que cada año, a finales de noviembre sube hasta el fervor. Uno de los museos a los que llega esta onda expansiva todos los otoños es el Regional de Guadalajara, ubicado en el centro de la ciudad, que cada año ofrece una exhibición relacionada con la cultura del país invitado: “La gente de muchos puntos de la ciudad, Jalisco y México viene para sorprenderse por la similitud o la diferencia que tenemos con
otros”, asegura Martelva Gómez, la directora del espacio museográfico. En 2007, por ejemplo, los tapatíos se quedaron boquiabiertos por sus semejanzas entre sus costumbres y las de Colombia, el invitado ese año. Bueno: hay festín hasta para los que nunca han ido a la Feria Internacional del Libro, pero bien saben lo que se cuece ahí dentro. Desde diversos municipios, los comerciantes de papas fritas, elotes y huevos cocidos que se instalan en las calles contiguas a Expo Guadalajara, sólo vienen durante la FIL. Sin duda, la Feria es un espacio donde se practica la libertad por dentro y por fuera, en la opinión de Norma Vicentic, reportera del diario local El Informador, especialista en moda y quien ha cubierto
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la FIL desde 2009. Desde los vestidos vintage combinados con botas industriales de las veinteañeras, hasta los piercings de los cuerpos de las tribus urbanas, se nota que todos se visten de domingo para ir a la FIL, y uno se puede arreglar como le da su gana, porque el entorno lo adopta. “La FIL tiene un espíritu maravilloso porque no cohíbe a nadie y ha ayudado a que los más añosos no se asusten con las propuestas nuevas. Es un espacio que regala ventas a los diseñadores independientes de la localidad y del cual todos aprendemos”, dice. La arena Coliseo es un tema aparte. Las noches de los martes y los domingos se presentan funciones de lucha libre mexicana con un público habitual. Esas noches, durante la Feria, el espacio revienta y los comerciantes de máscaras de las calles contiguas hacen su Navidad. Sí. No cabe duda de que la FIL es la “muchez”, como dice Martelva Gómez: para los lectores experimentados y los nuevos, para exportadores e importadores de los vinos que han llegado a la ciudad para satisfacer a los públicos de paladar fino, para los restauranteros, taxistas, comerciantes de verduras, las nuevas editoriales presentes todo el año en la zona metropolitana de Guadalajara, los que asisten a ver las obras de arte del país invitado, los que van a las salas a probar el cine internacional. En esos días uno se encuentra a todos. O casi a todos. Sandra no volvió a ver a Toño, su galán de la prepa. Su cuento tuvo un final dramático. Luego, hace unos años, se hicieron amigos de Facebook, pero hasta ahí es muy raro que se saluden. Sin embargo, el otro día ella encontró en su buzón un mensaje de Toño, que sigue sin leer: “¿Kehases?”, preguntó él. “Aquí, escribiendo sobre nosotros”, respondió Sandra. m Pase a la página X
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Autores Futuro
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Una Feria en evolución En un popular café, una rubia busca algo de privacidad en un rincón para seguir leyendo un best seller erótico en su computadora. Pasa inadvertida para la pareja de la mesa más cercana que conversa tranquilamente, gracias a que la niña que los acompaña está absorta con la realidad aumentada que emerge del libro infantil en su tableta. La pequeña está tan fascinada, que no parece molestarle el grupo de jóvenes que, en la sala de enfrente, se carcajean mientras escriben nuevas historias relacionadas con la novela de moda en un portal de fan fiction. El único inconforme con el ruido es un señor malencarado que hace fila para comprar un café a su amiga, 20 años más joven, que a su lado sigue con un solo audífono el video blog del “chavorruco” más popular desde su teléfono. Esta escena es parte de la vida cotidiana de Guadalajara y muchas otras ciudades, una evidencia de los cambios que se han vivido en el mundo del libro en los últimos años. Ante este panorama, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara se ha convertido ya no sólo en un escaparate para las nuevas publicaciones, sino también en un espacio para mostrar las posibilidades que la innovación ofrece en cuanto al ejercicio de la lectura y al negocio del libro.
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El pabellón dedicado al Libro Electrónico, la creación del concurso Somos Booktubers y las mesas de discusión en torno a las nuevas tecnologías, son sólo algunos ejemplos de cómo la Feria busca ampliar su alcance para acercarse a los nuevos contextos en los cuales se producen y consumen los contenidos. Por ello, debido a que el lector está siempre explorando las nuevas posibilidades que la tecnología ofrece, es que la FIL se adelanta no sólo para adaptarse al mercado, sino principalmente al lector, cualquiera que sea su edad, gusto y formato de lectura. Lo dice Tonatiuh Bravo Padilla, rector de la Universidad de Guadalajara (UdeG): “Tenemos que integrar una nueva generación de gestores para la FIL. Y tenemos que centrarnos en el público joven, no solamente para la formación de lectores, sino para entender el mundo de las nuevas generaciones. Representa todo un reto”. ¿Qué le depara el futuro a la industria editorial? ¿Cómo podría vislumbrarse una Feria como escenario de negocios y en cuanto al fomento de la cultura y el conocimiento? Representantes de los diferentes eslabones de la cadena de libro expresan sus ideas sobre lo que podemos esperar para los próximos años.
Tinta vs pixeles Cualquier intento por abordar el futuro de la industria editorial, innegablemente tendrá a la tecnología como protagonista. Y de todas las innovaciones que han arribado al universo de las letras, existe una en particular que ha comenzado una verdadera revolución en la forma en que se produce, distribuye y consume el contenido: el libro electrónico. Javier Martínez Ramírez, director general de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM, co-
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menta que el libro electrónico satisface tres paradigmas fundamentales de la sociedad del futuro: “Lo que Roman Gubern define como la pantallización de la sociedad, proceso que comenzó con el cine; el fenómeno del zapping televisivo trasladado a la lectura de libros, es decir, la lectura impaciente y nerviosa de fragmentos; y el multitasking o el uso simultáneo de varias tecnologías”. Y continúa: “Con el ebook, la biblioteca electrónica y la librería virtual existe la oportunidad de llevar los fondos bibliográficos a los lectores de manera in-
Desde sus primeras ediciones, la FIL dio a los niños acceso a la tecnología
futuro
observa es que ha aumentado el uso recursos electrónicos. Eso ya es evidente en el número de servicios que otorgamos [en las bibliotecas], 50 por cientode servicios se ofrece en formato impreso y otro 50 por ciento, en formato digital”, afirma Diana Eugenia González Ortega, directora general de Bibliotecas de la Universidad Veracruzana. Su colega Sergio López Ruelas, coordinador de Bibliotecas de la Universidad de Guadalajara, concuerda con esta afirmación:“Nuestra red de bibliotecas, que suma 170, ya cuenta en este momento con cerca de 200 mil libros electrónicos y tres millones de libros impresos. Ya no se puede concebir a las bibliotecas sin la parte tecnológica”.
Hay espacio para todos
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Hoy, los pequeños tienen en sus manos nuevas herramientas totalmente interactivas
mediata y cómoda; la oportunidad de atender el derecho a la bibliodiversidad, que es el derecho al acceso a la totalidad de las obras creadas sin depender del funcionamiento de la mercadotecnia o del margen de ganancias por la venta de libros”. Esta tendencia digital también ha llegado al ámbito de las bibliotecas, donde los especialistas coinciden en un impacto evidente y en constante crecimiento tecnológico. “En el mercado editorial, independientemente de que a mí me gusta el formato impreso, lo que se
Papel y tinta o pantallas y pixeles. La industria parece no tener una opinión sobre qué prevalecerá en el futuro. En su lugar, todos hablan de convivencia y complemento. “Yo sí creo que en la parte de medios electrónicos están aquí y se van a quedar. No creo que el libro en papel vaya a desaparecer, pero sí que los medios electrónicos son alternativas, en especial para la nueva generación. Y creo que tenemos que ser muy cuidadosos en cómo publicamos cada uno de los libros, porque no es lo mismo un mercado que el otro. Creo que hay libros que son ideales para mercado electrónico y otros que son ideales producirlos en el sistema tradicional, y hay muchos que pueden compartir los dos sistemas”, asegura Agustín Nuño Ruiz Velasco, director comercial de Impre-Jal, reconocida firma tapatía de servicios de impresión. Por su parte, Jorge Antonio Orendáin Caldera, fundador y director editorial de La Zonámbula, Pase a la página 228
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Sobre la FIL Alberto Manguel
Una feria
del libro encierra una
antigua paradoja. La lectura es un acto esencialmente solitario que exige un espacio íntimo y secreto para el lector y su libro. Una feria lanza a ese lector absorto y reservado a un mundo compartido, bullicioso, público. ¿Cómo se explica el deleite de estos lectores, sustraídos de sus rincones privados y obligados a relacionarse entre sí, en medio de un diluvio de libros? Quizá la solitud del lector sea sólo un primer paso en el arte de la lectura. Quizá todo lector, después de establecer su intimidad con la página elegida, busca compartir su emociones con otros, decir a sus camaradas qué libro le ha gustado y porqué, y también descubrir las pasiones de otros lectores para poder, él también, compartirlas. La lectura no es monógama. La Feria del Libro de Guadalajara, a la que he asistido varias veces a lo largo de los años, es una de las ferias más dinámica, más entretenida, más exigente
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futuro
La Feria de Guadalajara generosamente alberga a los descendientes de la imprenta de Gutenberg, pero también los frutos de las nuevas tecnologías
y más popular de las que he tenido la fortuna de visitar. Cada vez que vengo, mi sorpresa se
Un lejano antepasado de la Feria del Libro de Guadalajara, la remota Feria de Fráncfort del año 1455, fue teatro de la
renueva ante la marea de lectores que se
revolución tecnológica de la imprenta,
presentan para buscar novedades, recordar
cuando Gutenberg presentó al público los
clásicos, interesarse por libros que aún
cuadernos de su Biblia impresa. Casi seis
no han leído, y escuchar a esos seres tan
siglos después, la Feria de Guadalajara
extraños —los autores— hablar de los
generosamente alberga a los descendientes
actos de magia que les han permitido
de la imprenta de Gutenberg, pero también
crear esas páginas que encierran nuestros
los frutos de las nuevas tecnologías, sin
secretos más ocultos y nuestros deseos más
desdeñar ni una ni otra, entendiendo que la
ardientes.
imaginación humana es capaz de infinitas
Actos de magia que nunca nos son
maravillas a la vez, y que nada nos obliga
revelados del todo. Un autor puede
a elegir una u otra manifestación de la
contarnos cómo ha trabajado noche tras
palabra. Sin duda la Feria del Libro de
noche, cuándo surgió la inspiración de
Guadalajara, en aniversarios futuros (¡y le
tal o cual historia, qué cosa le inspiró la
deseo que celebre muchos más!), albergará
música de un poema, pero nunca, desde
otras formas del libro, hoy insospechadas.
la primera fábula inventada alrededor de
Tal vez sea ésta la calidad más evidente
una fogata prehistórica, la magia de la
de la Feria: su fe en la inmortalidad de la
creación literaria fue explicada de forma
palabra escrita, sea cual fuera su forma, y
satisfactoria. La explicación de cómo se
en sus futuros lectores, sean cuales fueran
escribe es también un cuento.
sus identidades. m Pase a la página X
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Una nueva generación de lectores está cambiando la forma en que se consumen los libros
tampoco considera que exista competencia: “He notado en mi pequeño mundo como editor independiente, y como autor también, que más bien es un complemento, un apoyo. Creo que el electrónico viene a apoyar al libro que está en soporte de papel más que a competir con él. Siento que el libro electrónico no va a superar al papel, ya las grandes editoriales lo han constatado, sus ventas de libros electrónicos no son tan grandes como se imaginaban hace algunos años”. A pesar de las innumerables posibilidades que la imaginación humana ofrece ante el futuro de los lectores, el escritor y editor mexicano Juan Domingo Argüelles opina que la discusión en torno al libro debe estar centrada precisamente en los lectores, y la FIL es el espacio ideal para que tenga lugar esta conversación.
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“Los lectores han cambiado porque toda nueva tecnología modifica hábitos. Lo malo es que las tecnologías digitales modificaron hábitos sin que la afición o el gusto por la lectura de libros se hayan afirmado en las personas. Quienes no están leyendo libros en papel, tampoco lo están haciendo en pantalla. Éste es el drama y habría que insistir en la FIL a debatir este tema que mucha gente considera inútil”, asegura Argüelles. Diego Rabasa, editor de Sexto Piso, pone énfasis en otro aspecto: “Me parece que la relación más interesante que pueden establecer los autores y los lectores está en los libros. Quizá las editoriales tienen que seguir pensando en cómo hacer más atractivas las presentaciones y las charlas que suceden en la Feria. Lo único que se me ocurre es que los posibles
nuevos jugadores puedan tener un papel más activo en la promoción y difusión de libros que los lectores tradicionales (booktubers, blogers, etcétera)”. Es verdad, quizá la escritura y la lectura en sí no han cambiado ni cambiarán en el futuro, pero la forma en que los lectores expresan su opinión sobre el contenido de los libros sí se ha modificado dramáticamente en los últimos años, y con seguridad seguirá evolucionando. Lejos han quedado los días en que los lectores enviaban cartas y esperaban una respuesta del autor, que muchas veces nunca llegaba. También los clubes de lectura tradicionales, con pequeños grupos de personas encerrados en una habitación, parecen cosa del pasado. Hoy, una nueva generación de lectores y aspirantes a críticos literarios están cambian-
futuro
do la forma en que se consumen los libros y se intercambian ideas al respecto. Un buen ejemplo son los llamados booktubers, cuya presencia ha sido tan fuerte que desde hace varios años tienen su espacio propio en la FIL, el cual seguramente continuará creciendo conforme más y más personas se apropien del universo editorial por medio de las nuevas tecnologías, con las cuales crecieron y han adaptado de forma natural en su día a día, tanto en la vida personal y como en el ámbito profesional. Con una linda cabellera de color rosa brillante, Fa Orozco, creadora del canal de YouTube, Las Palabras De Fa y pionera de este movimiento en México, describe a un booktuber como “aquel lector que tiene una cámara y ganas de hablar de un libro. Puedes definirlo como un gran club de lectura. Lectores que queremos contar qué sentimos con tal libro. Queremos hablar de nuestra historia con el libro, no tanto si es bueno o malo, sino si me gustó o no y por qué. Compartir tus sentimientos”. La esencia no cambiará, parecen afirmar los más conocedores; simplemente habrá contenidos en diferentes formatos, y personas que los busquen. Jaime Iván Hurtado, presidente de Hiper Texto, firma colombiana especializada en el desarrollo de soluciones para la creación y distribución de contenidos, asegura que la clave del éxito en el mundo digital es tener en mente el público objetivo. “La gran enseñanza es que al lector tenemos que darle contenido en el formato que él lo quiera. El papel seguirá tendiendo un rol preponderante en la industria, pero lo que cada editor y cada creador de contenido deben establecer es cuál es el modelo que se adapta de mejor manera para desarrollar su estrategia digital. Deben entender el proceso de transformación que la editorial va a tener, ya sea una Pase a la página 232
229
fil 30 años
Guadalajara 2046 J o r g e Vo l p i
Aunque
mi memoria falla cada día más,
habiendo rebasado a Fráncfort hace
miles de escritores de todos los países,
recuerdo con precisión la primera vez que
más de una década. Ahora el público no
géneros y lenguas dispuestos a prodigarse
visité la Feria del Libro de Guadalajara,
viene aquí a pasar horas y horas para
en una miríada de eventos, cada vez más
hace casi medio siglo. Acudí a una firma
hojear novelas, crónicas, poemarios,
difíciles de contabilizar. Más que un
de libros junto con mi amigo, Pedro
reportajes o manuales de autoayuda,
muestrario de objetos —de esos hermosos
Ángel Palou, y, tras dos horas en el stand
sino fundamentalmente para ojear y
objetos que eran los libros en papel—,
de la editorial Nueva Imagen, habíamos
escuchar —como ya ocurría entonces— a
Guadalajara es hoy uno de los mayores
conseguido estampar nuestros nombres en
sus autores favoritos, reunidos en esta
centros de difusión del pensamiento en
apenas cuatro ejemplares: dos para cada
celebración planetaria. A diferencia de lo
el orbe, un espacio único de discusión
uno, contando a una amiga a quien casi
que ocurría antaño —lo digo sin ápice de
entre autores y lectores —su vocación
le rogamos que comprase una de nuestras
nostalgia—, los anaqueles hoy no rebosan
de siempre— que, sin jamás quedarse
novelas. Mucho ha cambiado en el mundo
con libros de todos los tamaños y colores
atrás en los avances tecnológicos, supo
de los libros y las ferias desde entonces.
apilados por países, editoriales, lenguas u
transformarse y evolucionar, reuniendo
otra clasificación antediluviana, sino de
decenas de miles de visitantes, y millones
una dedicatoria en la primera página de
pantallas que permiten interactuar con
de visitantes virtuales, en sus distintas
uno de aquellos viejos ejemplares cosidos
los distintos conferencistas a distancia,
actividades.
o pegados, los cuales hoy sólo permanecen
conversar con ellos, hacerles preguntas
como reliquias u objetos de arte en
sobre sus obras o intervenir en un sinfín
un honor venir a esta fiesta a inscribir
galerías y museos, que en los pergaminos
de paneles virtuales. Destacan también
mi firma en unos cuantos pergaminos
o desplegables electrónicos que proliferan
las clases, los talleres, los cursos y las
electrónicos o dispositivos flexibles
en nuestros días (aunque en ellos sea
conferencias con especialistas de todas
—espero sean más de dos—, pero sobre
imposible distinguir una firma electrónica
partes, así como el maravilloso programa
todo para compartir con otros miles de
de una hecha con tinta). No obstante, la
para niños que ha conseguido impulsar el
escritores y lectores la pasión por esta
transformación mayúscula es otra: más
placer por la lectura en México a niveles
actividad humana o, diré mejor, por la
que una Feria del libro, Guadalajara es
insospechados. Aun así, lo más esperado
actividad que más humanos nos torna: la
hoy el mayor muestrario de la creación
en este universo esencialmente virtual
lectura. Brindo, pues, porque la Feria de
literaria y multimedia de nuestro tiempo,
es la presencia física, analógica, viva, de
Guadalajara viva 60 años más. m
Para empezar, no es lo mismo escribir
230
Aun así, lo más esperado en este universo esencialmente virtual es la presencia física, analógica, viva, de miles de escritores...
Igual que hace 50 años, para mí es
futuro Pase a la pรกgina X
231
fil 30 años
232
editorial infantil, universitaria, de interés general, independiente, la que sea", dice. En este sentido, resulta mucho más importante hablar de contenidos que de medios en los que se lee. Así lo expresa también María Osorio, directora editorial de Babel Libros, al comentar que “es más importante pensar que haya buenos autores, buenos ilustradores, buenas historias para compartir, y poco a poco ese cambio se irá dando de otra manera […] Lo mejor es que tengamos una buena Feria, buenos editores, buenos distribuidores, libreros, autores, ilustradores y que después el cambio se dé naturalmente”. Y es que, en la esencia de la literatura está la eterna necesidad humana de contarle algo a alguien, la necesidad del otro de escuchar esa historia, todo esto sin importar formatos o tecnologías específicas. Así lo considera Goran Petrovic, escritor serbio de estrecha relación con el realismo mágico, al opinar
que “la forma va cambiando, y eso es menos importante; espero que la base permanezca igual. La literatura y el libro llevan siglos preservando y cristalizando los sentimientos. Espero que eso no cambie de algún modo decisivo. A pesar de todos los milagros tecnológicos creados y desarrollados por el hombre, me parece que el libro, esa vieja creación suya, sigue siendo la más cercana a lo que llamamos perpetuummobile se necesita una energía inicial que después, con un esfuerzo mínimo, puede durar y transmitirse durante siglos. Es más, advertiría que incluso la tecnología más moderna y la más perfecta puede descomponerse, está hecha para tener caducidad; de otro modo, no compraríamos un aparato nuevo. Con los libros ocurre algo distinto. Los verdaderamente buenos son eternos”. Con los grandes cambios que se vislumbran en toda la cadena de valor de la industria editorial a es-
cala global, la Feria Internacional de Libro enfrenta un panorama complicado que requiere una gran capacidad de adaptabilidad, algo que ha logrado perfeccionar en sus primeros 30 años de vida, y que seguramente dominará en los años por venir. ¿Cómo será la FIL en diez años? En su faceta como impulsor de negocios, el camino parece claro. “Los profesionales del libro quieren, sobre todo, buenas reuniones, buenos contactos, por lo que si la FIL es capaz de mantener una buena cantidad de editores, agentes y autores, un buen espacio físico y buenos eventos que satisfagan a todos, será una Feria importante, sin duda aún más por concentrarse en el mercado editorial de América Latina”, asegura Lucia Riff, agente literaria de Brasil, definiendo con gran precisión lo que muchos otros jugadores clave de la industria editorial ven –o esperan ver– en el futuro cercano de la FIL: más negocio.
futuro
“La parte que veo que se va a expandir es la de profesionales […], en todos los sentidos, desde las mesas de compra de derechos, los encuentros con bibliotecarios, el seguimiento de negocios que se hace ahí, creo que esa es la parte donde la Feria empieza a vivir una expansión, además inusual, porque ahora tenemos autores que se autopublican, ahí hay un negocio que no se ha explorado todavía. La Feria es un buen foro para que esa parte de profesionales se expanda para modificar todo lo que tiene que ver con la cesión de derechos, los intercambios con agencias literarias”, afirma Rosa María Martínez Avilés, gerente de Promoción y Publicidad de Editorial Océano.
Hacia la FIL 2025 Roberto Banchik, director general de Penguin Random House México opina: “Yo creo que el camino que tiene es el correcto y tiene que seguir fortaleciendo la parte profesional de la FIL para, por lo menos en los días de profesionales, parecerse cada vez más a las ferias de Londres y de Fráncfort, que sea un espacio donde los profesionales del libro hagan y cierren negocios. Creo que hacia allá va, se tienen que posicionar mucho más, tiene que trabajar mucho más, para que sea el referente único de la compra de derechos en español”. Como cabeza de uno de los grupos editoriales más grandes del país, Banchik considera que aún hay mucho trabajo que hacer con el mercado de Estados Unidos, especialmente con los bibliotecarios en español. Y continúa: “Tal vez moverse más a cosas temáticas, identificar nuevas tendencias. La FIL, que tiene la visión completa de lo que está pasando en el mercado […] podría ser una especie de catalizador de Pase a la página 236
233
fil 30 años
Mirando hacia adelante Marina Colasanti
¡Llegué a la FIL
por primera vez,
llena de encantamiento! Desde hace mucho tiempo la fama del mayor encuentro de la literatura latinoamericana en español me atraía. Y no me decepcioné. Al contrario, creció mi reverencia por ese trabajo colosal, verdadera declaración de pasión por los libros. Ahora la FIL festeja 30 años. En la modernidad, los aniversarios no son, como en el pasado, celebraciones de la permanencia o el mantenimiento de los estándares. Al contrario, se celebra el dinamismo, la renovación constante que permite el crecimiento y mantiene el paso acertado con los tiempos siempre nuevos. Vivimos la era del movimiento, nuestra mirada se dirige hacia delante. Conmemorar es, por lo tanto, interrogar el futuro.
234
Y, aunque el futuro comienza a cada instante, en el universo del libro tenemos la sensación de que el futuro comenzó hace
ciudadanos del mundo, también los chinos leerán en ambas formas. Nunca el material de lectura fue tan
algunas decenas de años, con la entrada en
abundante, nunca esa abundancia se
escena de los nuevos soportes digitales. Desde
multiplicó con igual velocidad. ¿A quién
entonces, las placas tectónicas de la lectura
se destina? ¿Quiénes serán los lectores del
están en movimiento, y nos preguntamos,
mañana?
no sin una cierta ansiedad, cuándo y cómo entrarán en reposo. Temimos mucho, al principio, que fuese
Sabemos que los jóvenes nacidos en la era digital pasan casi la totalidad del día conectados a Internet. Y nos inquietamos
el fin de los lomos de los libros, aquellas
pensando que les sobra poco tiempo para la
modulaciones coloridas que daban vida
lectura. Pero constantemente encuentro en
a nuestros anaqueles; temimos por los
mi trabajo a jóvenes lectores apasionados,
anaqueles, temimos perder el peso del
y a toda hora algunos de ellos me dicen que
volumen en la mano acompañando la lectura;
quieren volverse escritores. Unos y otros
temimos, tanto, perder el cuerpo físico
abundan en Internet.
del libro. Pero nunca temimos perder el contenido. Después vimos que no, el de papel y el
Durante décadas tuvimos la ilusión utópica de poder construir para el futuro un mundo todo lector. Hoy sabemos que
digital existirían juntos, por lo menos por un
no veremos que eso suceda. Pero sabemos
tiempo cuya extensión desconocemos.
también que no veremos el fin de la poesía,
Ya en 2014, la mayoría de los chinos leía más periódicos y libros digitales que de papel, y más en el teléfono que en la computadora.
de las narrativas, del bello diseño mental de los ensayos. ¿Qué destino, entonces, aguarda a la
Pero en 2015 fue inaugurada, en la desierta
FIL? La evolución. Será necesario vivir
playa de Qinhuangdao, a 300 kilómetros al
intensamente los cambios tecnológicos,
este de Pequín, “la biblioteca más aislada del
dedicar espacios crecientes a los nuevos
mundo”.
soportes, lidiar con el libro/papel con miras
Con apenas 70 lugares disponibles,
futuro
¿Qué destino, entonces, aguarda a la FIL? La evolución. Será necesario vivir intensamente los cambios tecnológicos, dedicar espacios crecientes a los nuevos soportes, lidiar con el libro/ papel con miras a un público más definido...
a un público más definido, buscar soluciones
obtenidos a través de 200 contraseñas
creativas, aumentar siempre la presencia de
distribuidas en la red social, ofrece cinco mil
la inteligencia, mantener viva e intensa su
títulos en chino, principalmente de filosofía,
propia función. Felizmente, sabemos que
historia y literatura. Como los demás
nada de eso es difícil para la FIL. m Pase a la página X
235
fil 30 años
nuevas tendencias que puede ir identificando, para empujarlas durante la FIL, con presentaciones, con mesas, con reflexiones, con publicaciones”. El español Paco Goyanes, director de Librerías Cálamo, se muestra en el mismo tenor: “La parte profesional es muy importante y tiene que mantenerla. Durante los últimos años ha crecido y es un referente. Es fundamental que la FIL sepa mantener el equilibrio entre una feria popular, que lo es y que tiene que seguir siéndolo, divertida y llena de opciones culturales y llena de público, con la parte estrictamente profesional, porque es importante que las mesas de derechos se mantengan, que las jornadas del submundo de la edición o de la ilustración que se celebran todos los años estén bien asesoradas, que haya espacios para las librerías, para los editores independientes, creo que esa parte es muy importante”.
236
Incluso, el también gestor cultural va más allá, al mencionar la posible influencia de la FIL en una mejora al comercio del libro entre los países de Iberoamérica: “A veces los libros no circulan por cosas absurdas. No deja de ser absurdo que para un librero de España sea mucho más barato importar libros de Estados Unidos que de México o de Argentina. Creo que la FIL debería ser un poco uno de esos instrumentos que impulsan a los gobiernos a cambiar políticas o a apoyarlas. A lo mejor es pedirle mucho, pero creo que el prestigio de la FIL también le exige de alguna manera que tenga un papel de vanguardia en cuanto a visualizar cuál es el futuro de la edición y de la comercialización del libro en lengua española”. Finalmente, se vislumbra también un mayor uso de las innovaciones para expandir el alcance de la propia FIL: “Imagino que [la tecnología] cada vez
1. Fa Orozco y Javier Ruescas presentan a las ganadoras de la segunda edición del Concurso de Videorreseñas Somos Booktubers (2015) 2. Charla sobre los derechos del lector en la era digital en el área destinada al libro electrónico (2013)
futuro
tendrá más importancia temática en la agenda y, al mismo tiempo, la tecnología permitirá expandir el alcance de la Feria: sus mesas redondas, sus actos especiales, etcétera”, comenta el periodista y escritor colombiano Daniel Samper, quien es secundado en esta idea por el joven escritor peruano EzioNeyra, al sugerir que “quizá valiéndose de las nuevas tecnologías, la FIL podría tener un impacto y una llegada muchísimo mayor, por ejemplo, transmitiendo en vivo las conferencias o las diversas mesas y presentaciones de libros”.
Compartir conocimiento Más allá del trabajo que se ha hecho para posicionarla como un encuentro editorial del más alto nivel, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara también es considerada hoy en día como una de las principales vitrinas para la reflexión, el análisis y desarrollo del conocimiento en América Latina. ¿Qué depara el futuro a este encuentro, específicamente en su Programa Académico? “Sólo puedo concebir un crecimiento cuantitativo, porque es difícil superar la calidad de los encuentros que han sucedido a lo largo de 30 años. Auguro que, en diez años, la FIL Académica será el escenario del más alto nivel internacional en el que se debatirán los asuntos culturales de mayor relevancia”, afirma Dulce María Zúñiga, directora de la Cátedra Cortázar. En este sentido, Juan Manuel Durán, director de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco y quien fue coordinador del Programa Académico de la FIL durante varios años, comenta que para consolidar el estatus de la Feria en esta área, es de particular importancia explorar los temas que están en la Pase a la página 240
237
fil 30 años
Antídoto contra un mundo sin libros Patricia Kolesnicov
Nos encanta decir
que hay cosas que después
de inventadas no pudieron ser mejoradas,
marca indeleble, una huella. Reconocimos,
hacer una corta lista —el martillo, la
bueno, que eran tan, tan baratos y que
rueda, etcétera— y que el libro forme
su distribución podía ser infinita, pero
parte de la lista. Aunque hayamos
odiamos esa otra distopía en que el olor a
mejorado las tipografías, embellecido las
papel era un recuerdo lejano —¿por qué
tapas, estudiado la diagramación, en lo
no hacérnoslo implantar?— y las hojas no
esencial —nos encanta decir y que sea
tenían espesor entre los dedos. Ahora que
cierto— el libro es el mismo.
el fantasma dejó de asustar, lo miramos
Nos encanta temer que el libro vaya
con más cariño. Para las universidades,
a desaparecer, prever un mundo sin
para darse un gustito, para tener la
lectores, un mundo de zombis que reciben
biblioteca mundial a dos clics en el
proyecciones directamente al cerebro,
teléfono, para tener más libros que los que
la tecnologicracia que imaginaron los
—especulación inmobiliaria mediante—
libros. Nos encanta sentirnos los últimos
caben en nuestros cada vez más pequeños
ejemplares de una especie en extinción,
hogares. Qué lindo. Pero tranquilos, no
creer que merecemos cuidado extremo y
pasa nada.
medidas que nos preserven cueste lo que
Quienes nos dieron ese respiro, y tal
cueste. Sabemos que "cueste lo que cueste"
vez marcan el camino, son los jóvenes.
no está en vigencia. Nos encanta esa
Esa generación llamada a tener el cuello
catástrofe en puerta.
doblado sobre los videojuegos se lanzó a
Al principio amamos odiar los
ebooks, que se iban a llevar esa esencia:
238
una rasgadura sobre una superficie, una
las aventuras, los viajes espaciales y los amores hechos con palabras. Hicieron
futuro
estallar las estanterías. Usaron las redes sociales para promover su pasión. Nos desafiaron a leer tanto como ellos, con tanto compromiso. Papel, dicen. Tapa dura, ilustraciones, papel. Que el libro sea grueso, que se vea debajo del brazo, que le muestre al mundo quiénes son, quién es cada uno. Como una remera del Che, un libro de Anna Todd. Es que el libro ha sido siempre lo que fuimos nosotros. Las reglas para vivir obedeciendo, las ideas para ser libérrimos. Los varios dioses únicos, los tantísimos iconoclastas. Los amores eternos, los amores fingidos. Tartufo y Fuenteovejuna. El libro nos ha contado fábulas e hipótesis sobre nuestro origen, fábulas e hipótesis sobre nuestro destino. Adorado, custodiado, prohibido, quemado, rescatado. En un mundo de riqueza concentrada y mayorías excluidas, será difícil pelear otro modelo para el libro. En un mundo con resistencia en la periferia, seguramente ahí estará también. Con dos tapas, cosido, pegado, virtualísimo y en los teléfonos y hasta escrito por un algoritmo construido contando los "Me gusta". Para leer con los ojos o escuchar de boca de una grabación mientras cruzamos la ciudad por los cielos en nuestros autos voladores. Los libros ahí seguirán hablándonos. Porque somos seres conscientes de su muerte, y una sola vida es demasiado poco. m Pase a la página X
239
fil 30 años
240
discusión internacional sobre avance del conocimiento, y no quedarse solamente con los asuntos de coyuntura. “Yo vería un programa académico acompañando a la Feria del Libro más importante en el mundo en español que incorpore las discusiones más trascendentes del conocimiento en los campos de las ciencias sociales, las humanidades y las ciencias exactas, por ejemplo”, comenta. Una diversificación de temas es también lo que ve en el futuro Miguel Ángel Navarro Navarro, vicerrector Ejecutivo de la UdeG, con lo cual se continuará acrecentando el prestigio de la Feria: “En general, la FIL en su conjunto ha mantenido una tendencia hacia el alza; cada vez hay más variedad, más calidad, más interés, y más participantes, y lo mismo ha sucedido con el Programa Académico y con el Encuentro
(de Humanistas), lo cual me hace pensar que en diez años continuará esta tendencia”. Un posible cambio en la estructura del encuentro académico es lo que vislumbra el escritor, antropólogo y crítico cultural argentino Néstor García Canclini, quien imagina una descentralización: “Algunas bienales de arte han hecho estas experiencias, como la de Porto Alegre, que se realizan en lugares muy grandes, pero al mismo tiempo se dispersa en el conjunto de la ciudad. De hecho, forma productores culturales, centenares de promotores para que actúen y lleven experiencia de trabajo de la bienal a lugares alejados de la ciudad. Me parece que hay una tarea en este sentido, que la envergadura y la fuerza de la FIL le permitiría realizar”. Nuevas temáticas y más sedes son algunos de los caminos que se ven a futuro, pero aún queda una
pregunta: ¿Quiénes participarán en estas conversaciones? ¿Qué sigue cuando se ha traído ya a los principales pensadores de una disciplina? ¿Será el momento de evolucionar más allá de las conferencias magistrales, los coloquios y los simposios como medios para transferir el conocimiento a la audiencia, invitando a participar a una nueva generación de expositores? Laura Niembro, directora de Contenidos en la FIL, reconoce que el camino a futuro implica salir del esquema tradicional: “Quizá, como hipótesis, podríamos traer a un literato que nos dé su visión en un foro de historia, o a un físico que nos hable de poesía. Lo que se ve en un futuro es la transversalidad. Pensadores expresándose en áreas del conocimiento distintas a su especialidad. Más que académicos, tener pensadores en las conferencias magistrales, que tal vez
futuro
1987
La tecnología ha evolucionado junto con la Feria para ampliar el alcance de sus actividades
escriben en medios, tal vez dan clases en una universidad y tal vez hacen libros. Se trata, sin duda, de otro perfil del académico no constreñido a las paredes de un cubículo de las universidades y a las publicaciones arbitradas. Un experto capaz de moverse en diferentes disciplinas y atento a lo que pasa a su alrededor”.
Acercar dos mundos Es verdad que el futuro plantea grandes cambios para la FIL, tanto en el mundo de los negocios como del pensamiento. Sin embargo, para muchos la clave del éxito de este encuentro radica en mantener y fortalecer su capacidad por acercar a todos los jugadores de la gran familia editorial. Darles la oportunidad de conocerse cara a cara y comunicarse entre sí. “Yo creo que, dentro de 25 años, habrán cambiado mucho las ferias del libro. Se convertirán en estos grandes espacios culturales en donde tendremos
2015
contacto con los autores, con los lectores, pero donde la exhibición de libros quizá se vuelva lo menos importante”, afirmó el escritor mexicano Jorge Volpi en una entrevista realizada en 2011, cuando la FIL cumplió 25 años. La percepción no parece haber cambiado mucho. Así lo piensa el periodista y escritor mexicano Sergio González Rodríguez, al comentar sobre el futuro de la Feria: “La imagino como uno de los foros con enorme vigencia y potencia para la defensa del libro, la lectura y los gremios que están alrededor. El mundo está cambiando, el proceso comunicativo se ha hecho audiovisual, interconectado por Internet y otras plataformas, pero el libro, que hace cinco o diez años se decía que iba a desaparecer, no ha desaparecido ni creo que vaya a desaparecer. Y la Feria seguirá siendo una plataforma extraordinaria para la defensa del fenómeno lectura, de la mercancía llamada libro, etcétera”.
241
fil 30 años
Cientos de títulos al alcance de un clic, es lo que ofrecen las nuevas plataformas electrónicas
242
No cabe duda que un lector que ha tenido una experiencia formidable con un libro, la quiere compartir y volver a sentir, lo que augura un buen futuro para la FIL, al tratarse del escenario ideal para este íntimo encuentro. “El mundo virtual será siempre una posibilidad, pero la experiencia de primera mano es, desde mi punto de vista, inigualable. Estar en un salón en presencia del autor del libro que más te gusta y luego tener un libro firmado, es algo que no se cambia por nada. Eso en cuanto a la relación autor-lector. Por otra parte, la Feria es y seguirá siendo un espacio para ver, tocar, escuchar, presenciar, intercambiar, elegir, aprender”, asegura la editora Marcela González Durán.
Incluso, los más jóvenes y ávidos usuarios de las nuevas tecnologías reconocen la importancia del encuentro cara a cara. Así lo atestigua el español Javier Ruescas, conocido por su influencia en el género juvenil de la literatura: “Yo, como escritor, desde luego agradezco mucho estar en contacto con mis lectores en Twitter, Facebook, YouTube, de todas estas redes sociales, pero me sigue fascinando que, a pesar de tener miles de personas en un canal de YouTube, no hay firma o presentación de un libro que no se acerquen, porque los jóvenes somos muy apasionados y queremos tener esos libros en nuestro librero porque nos definen, porque es una radiografía de lo que nos gusta. Y como autor me sigue emocionando que, a pesar de que tienen todo de mí,en cuanto a contacto y respuesta, siguen queriendo venir y decírtelo a la cara y mirarte a los ojos. O sea, que las nuevas tecnologías no consiguen que evites el contacto, sino que lo potencian”. Al respecto, David Unger, representante internacional de la FIL, dice: “El libro electrónico está cada día más fuerte, pero si uno lo ve como otra plataforma, los contenidos siguen siendo importantes. Muchas de las ferias, incluyendo la de Fráncfort, la de Londres y BEA ya no están creciendo; la FIL sigue creciendo. Yo creo que crece porque el libro todavía tiene su valor, el escritor tiene su valor; la parte cultural es sumamente interesante para los tapatíos, quieren conocer a los escritores, quieren las firmas. Yo creo que si nosotros como equipo seguimos cuidando nuestra Feria va a seguir consolidándose como una Feria más importante en nuestro idioma”. Para Laura Niembro, se trata de no olvidar lo elemental: “Creo que lo sustantivo de la literatura va a existir mientras exista el ser humano, porque somos fabuladores por naturaleza. Puede ser que el libro ya no se vaya a llamar así, que adopte distintas
La existencia de la Feria está garantizada mientras siga siendo el punto de reunión de los dos eslabones más importantes en la cadena del libro: autor y lector
lo que puede esperarse en el futuro: “Veo a la Feria como algo mucho más que un encuentro en torno al libro; la veo como un gran festival de literatura, la veo como un festival de la ciencia, la veo concurrir también como un festival de las ideas e igualmente la veo asociada a los importantes acontecimientos culturales. La vislumbro como un gran festival de festivales, que le dé a México, América Latina e Iberoamérica un gran momento de intensa vida cultural”. En el transcurso de 30 años, el universo editorial y literario ha cambiado dramáticamente y, sin duda, la clave del éxito de la FIL es que se ha adaptado a esta constante evolución, capacidad que será clave para consolidarse hacia delante como un encuentro único, lleno de fiesta y alegría, que celebra la existencia del libro y todas las manifestaciones culturales que giran a su alrededor. m
futuro
formas, pero mientras exista el ser humano va a haber alguien que cuente historias, y otros que estén dispuestos a creerlas. El formato es lo menos importante y, en ese sentido la existencia de la Feria está garantizada mientras siga siendo el punto de reunión de los dos eslabones más importantes en toda la cadena del libro: autor y lector. Esos dos extremos van a seguir siendo humanos, mientras esos dos existan, lo que hay en medio puede mutar. En el corazón de la Feria está generar los espacios de encuentro entre lector y autor; en parte, su futuro depende de seguir privilegiando ese contacto y adaptarse a los nuevos entornos del negocio donde el contacto personal sigue siendo también fundamental”. Como líder de la evolución de la Feria desde el comienzo hasta nuestros días, Raúl Padilla López, presidente de la FIL, posee una visión muy clara de
243
Premios y Homenajes
1991
1992
1993
1994
1995
Chile
México
Cuba
Perú
Brasil
1996
1997
1998
1999
2000
Guatemala
España
Argentina
México
Argentina
2001
2002
2003
2004
2005
México
Estados Unidos
Brasil
España
España
Nicanor Parra
Augusto Monterroso (†)
Juan García Ponce (†)
246
Juan José Arreola (†)
Juan Marsé
Cintio Vitier (†)
Eliseo Diego (†)
Olga Orozco (†)
Rubem Fonseca
Julio Ramón Ribeyro (†)
Sergio Pitol
Juan Goytisolo
Nélida Piñón
Juan Gelman (†)
Tomás Segovia (†)
Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances
2006
2007
2008
2009
2010
México
México
Portugal
Venezuela
México
2011
2012
2013
2014
2015
Colombia
Perú
Francia
Italia
España
Carlos Monsiváis (†)
Fernando Vallejo
Fernando del Paso
Alfredo Bryce Echenique
António Lobo Antunes
Yves Bonnefoy (†)
Rafael Cadenas
Claudio Magris
Margo Glantz
Enrique Vila-Matas
247
1993
1994
1995
1996
1997
Dulcinea encantada Francia-México
Nosotros que nos queremos tanto Chile
Asalto al paraíso Costa Rica
Busca mi esquela México
Dulce compañía Colombia
1998
1999
2001
2002
2003
El amor que me juraste México
La tierra del fuego Argentina
Nadie me verá llorar México
Cielo de tambores Argentina
El rastro México
2004
2005
2006
2007
2008
Ya no pisa la tierra tu rey España
Agosto y fuga México
Desde las cenizas Uruguay
Yo nunca te prometí la eternidad Argentina
El infinito en la palma de la mano Nicaragua
Angelina Muñiz-Huberman
Silvia Molina
Cristina Sánchez-Andrade
248
Marcela Serrano
Sylvia Iparraguirre
Paloma Villegas
Tatiana Lobo
Cristina Rivera Garza
Claudia Amengual
Elena Garro (†)
Ana Gloria Moya (†)
Tununa Mercado
Laura Restrepo
Margo Glantz
Gioconda Belli
*En 2000 el Premio se declaró desierto
Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz
2009
2010
2011
2012
La muerte me da México
Las grietas de Jara Argentina
Inés y la alegría España
Sangre en el ojo Chile
2013
2014
2015
La bomba de San José México
El cielo no existe Argentina
El país del diablo Argentina
Cristina Rivera Garza
Ana García Bergua
Claudia Piñeiro
Inés Fernández Moreno
Almudena Grandes
Lina Meruane
Perla Suez
249
1993
1994
1995
1996
FCE y Siglo XXI Editores
FCE y Editorial Joaquín Mortiz
Ediciones Era
Editorial McClelland & Stewart
Argentina
México
México
Canadá
1997
1998
1999
2000
Ediciones de la Flor
Grupo PRISA
Tusquets Editores
Editions Gallimard
Argentina
España
Brasil
Francia
Arnaldo Orfila Reynal (†)
Joaquín Diez-Canedo (†)
Jesús de Polanco (†)
Daniel Divinsky y Kuki Miller
Jack McClelland (†)
Beatriz de Moura
Antoine Gallimard
2001
2002
2003
2004
2005
FCE
Anagrama
Minotauro
Adelphi Edizioni
Grove / Atlantic Inc.
México
España
Argentina
Italia
Estados Unidos
Alí Chumacero (†)
250
Neus Espresate
Jorge Herralde
Francisco Porrúa (†)
Roberto Calasso
Morgan Entrekin
Homenaje al Mérito Editorial 2006
2007
Giangiacomo Feltrinelli Editore
Christian Bourgois
Alemania
Francia
2008
2009
2010
Pre-Textos
Carl Hanser
Quaderns Crema y Acantilado
España
Alemania
España
Inge Schönthal Feltrinelli
Manuel Borrás
Christian Bourgois (†)
Michael Krüger
Jaume Vallcorba (†)
2012
2013
Adriana Hidalgo Editora
Argentina
Fabián Lebenglik y Adriana Hidalgo
Marcelo Uribe
2011
25 editores homenajeados
2014
2015
Anne Marie Métailié
Peggy Espinosa
Ediciones Era
Métaillié Publishing
Petra Ediciones
México
Francia
México
251
1992
1993
1994
1995
1996
México
México
México
México
México
1997
1998
1999
2000
2001
México
México
México
México
2002
2003
2004
2005
2006
México
México
México
México
México
Fernando Benítez (†)
Vicente Leñero (†)
Armando Ponce y Padilla
252
Carlos Monsiváis (†)
Raquel Tibol (†)
Braulio Peralta
Elena Poniatowska
Emilio García Riera (†)
Paco Ignacio Taibo I (†)
José Emilio Pacheco (†)
Cristina Pacheco
José de la Colina
Jaime García Terrés (†)
Huberto Batis México
Emmanuel Carballo (†)
Homenaje Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez
Héctor García (†)
Ignacio Solares
2008
2009
2010
2011
México
México
México
México
México
2012
2013
2014
2015
México
México
México
México
2007
Rogelio Cuéllar
Juan Villoro
Roger Bartra
Virgilio Caballero Pedraza
Hugo Gutiérrez Vega (†)
Guillermo Sheridan
Sergio González Rodríguez
253
2001
2002
2003
2004
Brasil
México
México
México
2005
2006
2007
2008
México
México
México
México
José Mindlin (†)
Eulalio Ferrer Rodríguez (†)
254
José Luis Martínez (†)
José Rogelio Álvarez (†)
Andrés Henestrosa (†)
Ernesto de la Torre Villar (†)
Jorge Álvarez del Castillo (†)
Ernesto de la Peña (†)
Homenaje al Bibliófilo
2009
2010
2011
México
México
México
Adolfo Castañón
Elías Trabulse
Ángel García Lascuráin
2012
María Isabel Grañén Porrúa México
2013
2014
2015
México
México
México
Miguel Ángel Porrúa
Juan Nicanor Pascoe Pierce
Fernando Serrano Migallón
255
2002
2003
2004
México
México
2006
2007
2008
2009
México
México
México
México
Roberto Gordillo Gordillo (†) Rosa María Fernández México de Zamora
Ario Garza Mercado
256
Estela Morales Campos
Guadalupe Carrión Rodríguez
Ana María Magaloni Gómez Rul
2005
Celia Delgado Rodríguez México
Helen Ladrón de Guevara Cox
Homenaje al Bibliotecario
2010
José Adolfo Rodríguez Gallardo
2011
Jesús Lau México
México
2012
Irma Graciela de León de Muñoz México
2013
2014
2015
México
México
México
Diana Eugenia González Ortega
Elsa Margarita Ramírez Leyva
Irma Cordera de Pérez Monroy
257
2002
Sergio Aragonés México
2003
Joaquín Salvador Lavado, Quino
2004
2005
México
México
Eduardo del Río, Rius
Gabriel Vargas (†)
Argentina
2006
2007
2008
2009
Argentina
México
México
Chile
Roberto Fontanarrosa (†)
258
Helio Flores Viveros
Rogelio Naranjo
José Palomo Fuentes
Homenaje de Caricatura La Catrina
2010
Rafael Barajas, El Fisgón México
2011
Bulmaro Castellanos Loza, Magú
2012
Hernán Vidal, Hervi Chile
México
2013
2014
Argentina
México
Maitena Burundarena
Sixto Valencia Burgos (†)
2015
Francisco Calderón Lelo de Larrea México
259
1995
Gonzalo Villa Chávez (†) México
1996
Teodoro González de León (†)
1997
1998
México
Puerto Rico
Julio de la Peña (†)
Ricardo Alegría (†)
México
1999
2000
2001
2002
Austria
España
Brasil
Cuba
2003
2004
2005
2006
España
Austria
Alejandro Zohn (†)
Ricardo Legorreta Vilchis (†) México
260
Juan Navarro Baldeweg
Oriol Bohigas
Paulo Mendes da Rocha
Erich Coufal
Eusebio Leal Spengler
Guillermo Vázquez Consuegra España
Homenaje Arpa FIL
2007
2008
2009
2010
2011
Colombia
Italia
Estados Unidos
España
México
2012
2013
2014
2015
México
México
México
Rogelio Salmona (†)
Francisco de Borja García Huidobro
Giorgio Grassi
Enrique Norten
Thom Mayne
Mauricio Rocha
Javier Rivera Blanco
Otto Schöndube
Alberto Kalach
Chile
261
1987
1988
1991
1992
1989
1993
Colombia
1990
1994
Nuevo México
La FIL en el tiempo d
1992
1987
∙ La FIL crea el Premio y Homenaje Fernando Benítez para reconocer a los periodistas culturales
∙ Expo Guadalajara se inaugura el 20 de febrero ∙ Las puertas de la FIL se abren por primera vez el 28 de noviembre
1989
∙ Juan José Arreola es el personaje homenajeado este año ∙ El espectáculo de clausura en la Explanada de Expo consistió en una noche mexicana con juegos pirotécnicos, mariachi y bailables del Ballet Folclórico de la UdeG
1991
∙ William Golding es el primer Nobel de literatura en asistir a la FIL
1988
∙ Juan Rulfo es el escritor homenajeado ∙ Llegan las primeras computadoras a las oficinas de la FIL ∙ Se organiza el primer bailongo en el Casino Veracruz ∙ Los moneros se reúnen en la FIL por primera vez
∙ Nicanor Parra recibe el primer Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo
∙ El boleto de entrada a la FIL cuesta mil pesos para adultos, 500 estudiantes y los niños entran gratis ∙ Carlos Salinas de Gortari es el primer presidente mexicano en visitar la Feria
∙ La Feria es el marco para el primer Salón Internacional del Libro Latinoamericano Rotativo (SILAR)
1990
∙ Se crea el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo ∙ En el Foro FIL se presentan los grupos Azul Violeta y Café Tacuba
∙ La Maldita Vecindad desborda la Explanada ∙ Nace el periódico Siglo 21, que haría el primer suplemento sobre la FIL
∙ El correo electrónico llega a la FIL
1993
∙ La FIL recibe a su primer Invitado de Honor: Colombia ∙ Angelina Muñiz– Huberman recibe el primer Premio Sor Juana Inés de la Cruz ∙ Se entregan por primera vez los premios a los mejores stands ∙ Se publica el primer libro digital: Del asesinato, considerado como una de las bellas artes, de Thomas de Quincey
1996
∙ Olga Orozco y Álvaro Mutis dialogan con jóvenes
∙ La poesía de Jaime Sabines conmueve a un auditorio abarrotado
3
1995
rimer
∙ Con la colaboración de Scotland Yard, se logra que Salman Rushdie visite la FIL
∙ Por primera vez se coloca alfombra en el área de exposición
uana
imera s
∙ Amazon comienza a vender libros por Internet
er
do as
1998
1994
∙ El futuro hotel Hilton abre sus puertas con el nombre de Continental Plaza ∙ Nuevo México es el Invitado de Honor
∙ Venezuela es la Invitada de Honor
∙ Luis Rafael Sánchez abre el Salón Literario, con Puerto Rico como Invitado de Honor
∙ La American Library Association y la FIL firman su primer convenio de colaboración ∙ El proyecto Gutenberg alcanza los mil libros digitalizados
1997
∙ Se monta por primera vez el Centro de Atención a Profesionales ∙ Carlos Fuentes y Juan Marsé son los primeros autores que participan en el programa Mil jóvenes con… ∙ Se publica Harry Potter y la piedra filosofal, iniciando lo que sería la serie de libros más vendida de la historia, con 500 millones de ejemplares
1999
∙ La tecnología de punta llega a la Feria: Günter Grass y José Saramago dialogan por medio de una videoconferencia Guadalajara–Fráncfort
2000
∙ La FIL crece de 14 mil a 26 mil metros cuadrados de área de exhibición ∙ Se inaugura el Centro de Negocios de Expo Guadalajara, con lo cual la Feria cuenta con siete salones más para sus actividades, sumando así trece en total ∙ Stephen King publica su novela Riding the Bullet sólo en formato digital
2001
∙ José Mindlín es el primero en recibir el Homenaje al Bibliófilo
∙ Se asigna un espacio a las editoriales independientes
∙ Se abre El Placer de la Lectura, un espacio dedicado a los lectores
∙ Se techa la explanada de Expo y se convierte en el Foro FIL
∙ Nace el Salón del Libro, espacio dedicado a los compradores profesionales
2
2005
2002
∙ La FIL celebra por primera vez el 23 de abril, con un maratón de lectura
∙ www.fil.com.mx se convierte en un portal actualizado los 365 días del año
∙ La FIL cambia de cara: renueva todo su montaje institucional
∙ Es lanzado el teléfono celular Nokia 1110, convirtiéndose en el más vendido de la historia (250 millones de unidades)
∙ Se inaugura el primer Salón de Derechos para Hispanoamérica en FIL
∙ Se crea La Catrina, homenaje a los caricaturistas ∙ Se acreditan más de mil periodistas
2004
∙ El caricaturista argentino Quino se presenta frente a mil jóvenes
2003
∙ Los Lectores Presentan se establece por primera vez ∙ Se crea el Centro de Referencia que después se denominó Catálogo de Libros para consulta del público ∙ Se publica El código Da Vinci, que llegaría a 80 millones de ejemplares vendidos
∙ Llega a Expo Guadalajara la conexión inalámbrica a Internet
2006 ∙ Tres premios Nobel aterrizan en tierras tapatías para participar en la FIL: Nadine Gordimer, José Saramago y Joseph Stiglitz
∙ El cantante Joaquín Sabina llega con Andalucía, para ofrecer un concierto en el Foro FIL ∙ Llega Facebook a nuestras vidas ∙ Se presenta la exposición Siglo XX en la Málaga de Picasso en el Museo de las Artes (MUSA)
2007
∙ Se lleva a cabo el primer Encuentro Internacional de Cuentistas ∙ Una fuerte lluvia inunda FIL Niños. En una noche, todo el equipo FIL tuvo que volver a montar el área ∙ Nace el iPhone y arranca la carrera de los smartsphones ∙ Sony (Sony Reader), Amazon (Kindle) y Papyre (en España) lanzan al mercado sus ereaders con tinta electrónica
7
imer onal
unda che, vo el
los
, apyre
s con
2012
2008 ∙ El Premio Juan Rulfo cambia de nombre a Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances
∙ La literatura brasileña tiene una representación importante con Destinação Brasil
∙ El Salón de la Poesía es inaugurado por José Emilio Pacheco y Alí Chumacero
∙ Los 25 Secretos Mejor Guardados de América Latina se transforman en Latinoamérica Viva
∙ Primer Coloquio Internacional de Cultura Científica ∙ FIL Niños encuentra un nuevo espacio dentro de la Feria, donde permanece hasta la fecha
2009 ∙ Ray Bradbury se presenta ante el público de la FIL mediante una videoconferencia
∙ Mil jóvenes leen Batallas en el desierto, junto con José Emilio Pacheco
2011 2010 ∙ Las 22 Academias de la Lengua Española se reúnen en la Feria
∙ El Foro Internacional de Ilustración FILustra llega para quedarse ∙ Apple lanza el iPad y comienza a vender libros electrónicos para este dispositivo
∙ 25 narradores de quince diferentes países, son presentados por FIL como Los 25 Secretos Mejor Guardados de América Latina ∙ El Festival de las Letras Europeas elige a la FIL como sede
∙ La Feria crece un poco más de 9,000 m2 ,al crearse el Área Internacional
2015 ∙ Es lanzado a la estratosfera, desde la azotea de Expo Guadalajara, el nanosatélite AtónUlises
2014 ∙¡La FIL También es Ciencia! es lanzado por la Feria como el programa estrella de divulgación científica
2013 ∙ Por primera vez se instala en la FIL una área destinada por completo al libro electrónico
∙ La Feria estrena su aplicación para dispositivos móviles ∙ Los booktubers se hacen presentes en la Feria
∙ Se lleva a cabo el primer encuentro entre dramaturgos de América Latina ∙ El entonces presidente de Uruguay, José Mujica, ofrece una charla ante un auditorio Juan Rulfo repleto
∙ Salman Rushdie regresa a la FIL para la apertura del Salón Literario ∙ La literatura centroamericana y la dramaturgia tienen su propio stand ∙ 1’420,000 es la cantidad de resultados que aparecen en Google, al teclear las palabras “Feria Internacional del Libro de Guadalajara”
imagen fil
1995
Venezuela
1999 Chile
1996
1997
1998
Canadá
Argentina
Puerto Rico
2000
2001
2002
España
Brasil
Cuba
2003
2004
Quebec
2005
Cultura Catalana
2007
Colombia
2006
Perú
2008 Italia
Andalucía
2009
Los Ángeles
imagen fil
2010
Castilla y LeĂłn
2013 Israel
2011
2012
Alemania
2014
Argentina
Chile
2015
Reino Unido
2016
AmĂŠrica Latina
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
270
Aeroméxico Alfaguara Alma de México American Express American Library Association Arancia Asegraf Asociación de Libreros de Occidente Asociación de Libreros Mexicanos Asociación Mexicana de Bibliotecarios Ayuntamiento de Guadalajara Ayuntamiento de Tlaquepaque Ayuntamiento de Tonalá Ayuntamiento de Zapopan Banamex Banco Nacional de Comercio Exterior Bancomer Barrilito Biblioteca Mexicana del Conocimeinto Bibloteca Mexiquense del Bicentenario BIC Brown-Forman Café Martinique Cámara Nacional de Comercio de Guadalajara Cámara Nacional de la Industria Gráfica de Jalisco Canal 22 Canal 44
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana Castillo Cengage Learning Centro Regional para el fomento del libro en América Latina y el Caribe Club Deportivo UdeG Coca-Cola Colorantes Importados Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología Comisión Nacional Forestal Consejo de la Comunicación Consejo Nacional de Fomento Educativo Continental Airlines Copa Airlines Corporativa de Fundaciones Corporativo de Empresas Universitarias de la Universidad de Guadalajara Correos de México Corporación Universitaria para el Desarrollo de Internet Delta Airlines Dirección de Literatura de la UNAM Discovery Kids
• • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
Dulces de la Rosa Dulces Montes Dulces Vero Ediciones SM Ediciones Winbook Editorial Trillas Educación Financiera Banamex Efecto Creativo A.C. Ekar de Gas El Informador El País Embajada de Canadá Embotelladora AGA Expo Guadalajara Faber Castell Feria del Libro de Fráncfort Ferrero de México Fondo de Cultura Económica FCE Fundación Barrilito Fundación José Cuervo Fundación Televisa Fundación Universidad de Guadalajara Global Book Gobierno de la Ciudad de México Gobierno del Estado de Jalisco Grupo Editorial Norma Grupo Editorial Tomo Grupo Interamericano de Editores
Auspiciantes y patrocinadores • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • • •
Grupo Milenio Grupo Modelo Grupo Omnilife Grupo PepsiCo Heidelberg México Henkel Hotel Aranzazú Hotel Hilton Hoteles Quinta Real Hoteles Villa Primavera y Villa Montecarlo HP IBM Instituto Mora Instituto Nacional de Antropología e Historia Instituto Nacional Electoral Infinitum Instituto Nacional de Bellas Artes Instituto Nacional de Migración Intel Kodak Laboratorios Julio Lala Librerías Gonvill Lotería Nacional McGraw-Hill Megacable
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Secretaría de Cultura del Gobierno Federal Secretaría de Educación del Estado de Jalisco Secretaría de Gobernación Secretaría de Turismo Secretaría de Educación Pública Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación Solar Servicios Editoriales Siglo 21 Star Tree Tea Telcel Televisa GDL Telmex Tequila 1800 Tequila Don Julio Tequila Herradura Tequila Sauza Thomson UNESCO Universidad de Colima Universidad del Claustro de Sor Juana Universidad Guadalajara LAMAR UPS Volaris Volkswagen de México W Radio
271
Comité Organizador Raúl Padilla López
Leonardo Ureña Bailón
Presidente
Coordinador de Tecnologías de la Información
Marisol Schulz Manaut Directora general
Adrián Lara Santoscoy Coordinador de Montaje
Dania Guzmán Torres
Tania Guerrero Villanueva Directora de Operaciones
Laura Niembro Díaz Directora de Contenidos
Coordinadora de Diseño y Ambientación
Carolina Tapia Luna Coordinadora de Programación
Yolanda Herrera Paredes Coordinadora de Servicios de Viajes
Ma. del Socorro González García Administradora general
Isabel Islas Cervantes
Mariño González Mariscal
Mónica Rosete García
Coordinador general de Prensa y Difusión
Coordinadora de Difusión
Coordinadora de Publicidad, Alimentos y Bebidas
Armando Montes de Santiago
Miriam Arias García
Coordinador general de Expositores
Coordinadora de Recursos Humanos
Rubén Padilla Cortés Coordinador general de Profesionales
Leticia Cortés Navarro Coordinadora de Venta de Stands Nacionales
Érika Jiménez Novela
Bertha Mejía Vázquez Coordinadora general de Patrocinios
Ana Luelmo Álvarez Coordinadora general de FIL Niños
Coordinadora de Crédito y Cobranza
Elena Mondragón Villegas Coordinadora de Contabilidad
Lourdes Rodríguez de la Torre Coordinadora de Protocolo
Adriana Rodríguez Gallardo Coordinadora de Venta de Stands Internacionales
272
Dirección General:
David Unger Érika Beltrán Fierro Alejandra Reyesretana Gutiérrez José Luis Martínez González Dirección de Operaciones:
Yolanda Peguero López Judith Morales Moreno Nancy Cruz Nieto Mariela Cruz Mena Mundo Livier González Moreno Blanca Estela Valdéz Padilla Dea Nicté López García Bernardo Sahagún Torres Dirección de Contenidos:
María Daniela Ascencio Casillas Melina Flores Hernández Araceli López Alvarado Natalia Montes Sánchez Josué Enrique Nando Durán Itzel Estefanía Sánchez Hernández
Coordinación de Patrocinios:
José Rafael Sánchez Hinojosa
Universidad de Guadalajara
Coordinación de FIL Niños:
Mario Carreón García Abigaíl Corrales Pérez Juan Manuel Guzmán Saavedra
Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla Rector general
Miguel Ángel Navarro Navarro Coordinación de Expositores:
Vicerrector ejecutivo
Angélica Gabriela Villaseñor Rivera
José Alfredo Peña Ramos Coordinación de Profesionales:
Diego Arellano Riverón Jazmín Vianett Martín Orozco Érick Fernando Ortiz Ocegueda
Secretario general
Héctor Raúl Solís Gadea Rector del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades
Coordinación de Montaje:
Jessica Elizabeth Navarro Tinajero Raúl Ramírez Galván Felipe Díaz Sedano Coordinación de Tecnologías de la Información:
Noe Davila Leandro Juan Antonio Mercado González
Alberto Castellanos Gutiérrez Rector del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas
Ernesto Flores Gallo Rector del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño
Coordinación de Protocolo:
Blanca Daniella Gama Cárdenas Coordinación de Edición y Diseño:
Paulina Maciel Navarro Erika Rivera Íñiguez Francisco Javier Ojeda Álvarez
Coordinación de Servicios de Viajes:
Mónica López Bravo Aranzazú Soledad Meza Macías María Verónica Flores García Coordinación de Publicidad, Alimentos y Bebidas:
Paola García Martínez
Ángel Igor Lozada Rivera Melo Secretario de Vinculación y Difusión Cultural del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño
Andrés López Díaz Secretario de Vinculación y Desarrollo Empresarial
Coordinación de Prensa y Difusión:
Karla Lizeth Bañuelos Sáenz Gerardo Covarrubias Arana Areli Belén Martín Orozco Juan Manuel Alatorre García
Ana Teresa Ramírez de Alba Coordinación de Música
273
274
Laura Niembro Díaz Proyecto editorial y coordinación general del libro Alejandro Figueroa López Editor Natalia Montes Sánchez Subeditora y selección de fotografías Dania Guzmán Torres Diseño editorial Sayri Karp Mitastein Editorial Universitaria Asesoría editorial Javier Murillo Digitalización de imagen Tania Guerrero Villanueva Gestión administrativa Rosa Morales Ornelas Corrección de estilo
Redactores:
Fotógrafos:
Juan Carlos Núñez Bustillos Capítulo Origen
Pedro Andrés Barba Jorge Barragán Michel Amado Carpio José Bernardo De Niz Villaseñor Marcela De Niz Natalia Fregoso Gonzalo García Ramírez Sergio Garibay Melinda Llamas Ana Lorena Méndez Marte Merlos Josué Nando Ana Karen Reyes Valdez Ana Cristina Rodríguez Martínez Gilberto Torres Cyndi Torres Domínguez Paola Villanueva Bidault Diego Zavala Scherer
Édgar Velasco Barajas Capítulo Autores María José Delgadillo Ramos Capítulo Lectores Jorge Valdivia García Capítulo Negocios José Miguel Tomasena Glennie Capítulo Cultura Francisco Vázquez Mendoza Capítulo Pensamiento Sandra Vanesa Robles Aguilar Capítulo Ciudad Alejandro Figueroa López Capítulo Futuro
Elizabeth Nazzari Verani Catherine Pizani Traductores
Agradecemos por su valiosa colaboración a: Pilar Aguirre Thomas, Erandi Barbosa, Viktor Boga, Rafael Cásares, Gonzalo Celorio, Susana Chávez Brandon, Armida González, Lilia Mendoza, Carmina Nahuatlato Frías, Marina Núñez Bespalova, Sol Ortega, Humberto Manuel Ortiz Padilla, Noemi Peralta, Jorge Pérez Gómez, Karla Planter, Julio Cesar Ponce, Ana Teresa Ramírez, Desirée Rivas, Ernesto Villarruel Alvarado, Dulce María Zúñiga
Fotografía de Toni Morrison, página 45 cortesía de Timothy Greenfield-Sanders Fotografía de Hebe Uhart, página 57 cortesía de Alejandra López Fotografía de Rodrigo Blanco página 76 cortesía de Roberto Mata Fotografía de Ermanno Cabazzoni, página 76 cortesía de Grazia Neri Fotografía de Rudiger Safranski, página 81 cortesía de Peter-Andreas Hassiepen Fotografía de Eduardo Halfon, página 97 cortesía de Paula Morales Fotografía de Mario Vargas Llosa, página 45 Guadalupe Nettel, página 77 Carmen Balcells, página 134 cortesía de Lisbeth Salas
275
30 años • Feria Internacional del Libro de Guadalajara Se terminó de imprimir en noviembre de 2016 en los talleres de Infagon Web, S.A. de C.V. Calle de la Alcaicería No. 8 Col. Zona Norte Central de Abastos, 09040 Delegación Iztapalapa, Ciudad de México El tiraje fue de 3,850 ejemplares encuadernados en pasta dura.