MOVIMIENTO CONGELADO / cómo representar flujos peatonales dentro de una hoja de papel

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METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN MENCIÓN: ARQUITECTURA DE LA INFORMACIÓN

MOVIMIENTO CONGELADO CÓMO REPRESENTAR FLUJOS PEATONALES DENTRO DE UNA HOJA DE PAPEL

POR: SEBASTIÁN PASTÉN

Facultad de Arquitectura y Arte de la Universidad del Desarrollo

PROFESOR MENCIÓN ALESSANDRA SANDOLO

Junio, 2019 Concepción


0.1 ÍNDICE GENERAL 0.1 | Índice general

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0.2 | Índice de figuras

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1 | Introducción

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2 | Marco teórico

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2.1 Importancia del estudio de los flujos peatonales para

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la arquitectura 2.2 Flujos peatonales: nivel de masas, organizaciones colectivas.

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2.3 Introducción a las formas de representación gráficas de flujos

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peatonales. 2.4 Formas de representación de flujos peatonales: sistema de puntos

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+ grilla. 2.5 Formas de representación de flujos peatonales: sistema

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de puntos/líneas 2.6 Formas de representación de flujos peatonales: fotografías

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2.7 Ritmos peatonales: relajo, urgencia y naturalezas del espacio.

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3 | Hipótesis

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4 | Objetivo general

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5 | Objetivos específicos

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7 | Métodos y Materiales

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8 | Bibliografía

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0.2 ÍNDICE DE FIGURAS 2.1 Formación de vías peatonales en base a sentidos y direcciones en común. (Helbing et al, 2001)

2.2 Organización colectiva peatonal en torno a dos aperturas. (Helbing et al, 2001)

2.3 Fotografía de larga exposición, “Calling”, Ryuichi Noguchi. Yokohama, Japón, 2014

2.4 Gráficos de los flujos del Paseo Peatonal Barros Arana, entre Anibal Pinto y Castellón, a lo largo de (Sutter, 2016)

2.5 Gráficos de zonas definidas en torno a las zonas más transitadas del Paseo Peatonal Barros Arana. (Sutter, 2016)

2.6 Gráficos de las representaciones gráficas de los flujos peatonales (Vásquez, 2016)

2.7 / 2.8 Representaciones gráficas de los flujos peatonales dentro de la Plaza de Armas (Vázquez, 2016)

2.9 Representación gráficas de los flujos peatonales dentro del campus UdeC. (Romero, 2016)

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2.10 Representaciones gráficas de las vías de conectividad del Gran Concepción. (Romero, 2016)

2.11 Fotografías superpuestas del Paseo Peatonal Barros Arana. (Romero, 2016)

2.12 Fotografía de larga exposición de una multitud frente a un cine, que muestra cómo los peatones conforman un flujo, y dejan un trazo como un río. (Thomas Arns, s/f)

2.14 Esquema de velocidades observadas en el experimento, distribuidas en correr y caminar. (L. Long, Srinivasan. 2013)

6.15 Tabla de horarios superpuestos y categorizados de la carrera Arquitectura, en Universidad del Desarrollo, año 2019, primer semestre. Elaboración propia.

6.14 Colores utilizados y gradientes que conforman, en CMYK. Elaboración propia.

6.15 Fotografía procesada de ejemplo, creada con stock footage de tránsito peatonal en un espacio público. Elaboración propia.

6.16 Esquema de los flujos peatonales en una planta de Wyndham Garden Hotel, por N2B Arquitetura. Elaboración propia, planta arquitectónica de N2B Arquitetura.

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1. INTRODUCCIÓN Caminar es la forma más vieja, básica de transporte, y utilizada alrededor del mundo, siempre hay una demanda por maneras de estudiar los comportamientos peatonales, con tal de aumentar la seguridad y la calidad de los espacios públicos. Sin embargo, el acto de caminar conlleva un tiempo, y forma un movimiento. De ahí se presenta una problemática al momento de representar el movimiento; siempre se perderá información al momento de traspasar un levantamiento de datos en una hoja. Con tal situación, se formula la pregunta: ¿cómo es posible graficar los flujos peatonales y representar la mayor cantidad de información en ellos, dentro de un plano bidimensional, como lo es una hoja? ¿es posible estandarizar tal procedimiento para otorgar un respaldo a cualquier estudio realizado que trabaje y analice el movimiento pedestre? Con la primera aproximación al tema, se plantea que es posible estandarizar el estudio de los flujos peatonales a través de la mezcla de varias maneras de representación pre-existentes, y generar un esquema bidimensional que permita otorgar información de rutas, densidades, permanencias y ritmos. Con esta investigación se va a desarrollar un modelo de representación propio que conforme un estándar de mayor fidelidad a la información y al lugar, facilitando una herramienta para el levantamiento de información de cualquier investigación que busque trabajar los movimientos pedestres en el futuro, en campos que no solamente se limiten a la arquitectura, con resultados de lectura universal y simplificada. Además, se espera que para el futuro se realicen más estudios sobre los flujos peatonales

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dentro del campo de la arquitectura, ya que al trabajar con los fenómenos que se dan dentro del movimiento de las personas en la ciudad, se pueden descubrir una infinidad de nociones del entorno que permiten formar ideas como las personas van a interactuar con los espacios que se diseñen en la posteridad.

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2. MARCO TEÓRICO 2.1 Importancia del estudio de los flujos peatonales para la arquitectura. Para el trabajo de la investigación, es necesario tener claridad del aporte y de su contribución a la arquitectura, de otro modo, se estaría investigando un tema que posiblemente no tenga gran uso en el campo de interés. La arquitectura siempre posee un usuario determinado, y es posible realizar estudios y diseños en base a tal usuario, como también plantear diseños que fuercen el comportamiento determinado de un usuario; es decir, la arquitectura como tal se define por una fuerte relación de usuario diseño. En “Los hechos de la arquitectura”, Pérez, Aravena y Quintanilla (1999) declaran: “El cuerpo propone a la arquitectura un ámbito de verificación de sus operaciones.” Dentro del mismo libro, se plantea también otra relación interesante: si bien la arquitectura debe tender al calce con la vida, no la imita; la modifica.

“Es verdad que el ritmo de huellas y contrahuellas de una escalera nace del ritmo de nuestros pasos y no de una ley interna, autorreferente, meramente formal; el sentido de su forma está fuera de ella. Sin embargo, una escalera es también la proposición de un ritmo. El ritmo que propone la escalera de la biblioteca de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Chile, nos obliga a caminar muy lento para calzar con el ritmo de los peldaños propuestos. Si no nos adecuamos a esa lentitud propuesta, la escalera es incómoda.” (Pérez et al, 1999)

Otro caso, del mismo libro, “Los Hechos de la Arquitectura”, explica que en el aeropuerto de Santiago, específicamente en la escalera del segundo y tercer nivel, por

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fuera de la Policía Internacional, y en la calle que sube al nivel de los vuelos internacionales, se junta mucha gente. Se presenta la situación, y cómo a pesar que sí hay un espacio pensado para el acto de saludo/despedida de las familias de los viajeros, se prolongan tales actos hasta el último momento posible; y a pesar de la incomodidad y la precariedad de los espacios donde se produce tal fenómeno, se realiza la ocupación pública de esos dos lugares, lo que demuestra un descalce entre la realidad y el proyecto, ya que el usuario es capaz de adaptar espacios para darles el uso que intenciona.

Por otra visión, más relacionada con un concepto inevitablemente ligado al movimiento: el tiempo, Meyers (1999) considera el diseño del espacio y el tiempo dentro del mismo contexto, y declara que la construcción en la arquitectura no solamente se refiere al proceso de armar un edificio, sino también a la construcción de una narrativa dentro del espacio, es decir, cómo el espacio diseñado contempla el movimiento de su usuario. Meyers ejemplifica su estamento con una grilla estructural, que puede marcar un ritmo de recorrido, y que toma vida cuando el sonido de nuestros pasos calza con la grilla del espacio. En este caso, se muestra como el diseño de una estructura contempla el ritmo de caminata del usuario, por tal, busca conectarse a este creando una grilla que calce con sus pasos.

Como se plantea anteriormente, estas perspectivas permiten el análisis de la arquitectura (espacio) y de los actos humanos (flujos peatonales) usando uno como

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herramienta para descubrir el otro, y realizar observaciones fundamentadas en la realidad por sobre ella, enmarcadas e influenciadas por el tiempo. Hernan Silva escribe para Plataforma Arquitectura escribe en 2013:

“...el peatón ha sido sistemáticamente un agente olvidado en la planificación, a pesar que más de un tercio de los viajes que se realizan en las ciudades de Chile son a pie, según las encuestas de movilidad de grandes centros urbanos llevadas a cabo por la Secretaría de Transportes (SECTRA).”

Posteriormente, en el mismo artículo, se presenta la problemática de cómo, a pesar de que el caminar sea uno de los principales medios de transporte en muchas ciudades chilenas, no se ha diseñado la ciudad para el movimiento pedestre; y si bien se trabajan proyectos enfocados para el usuario, como parques, zonas recreativas, entre otras, estas no contemplan el acto de caminar como una manera propia de transporte. El estudio de los flujos peatonales, complementado con un análisis desarrollado del lugar a trabajar, permite definir parámetros esenciales a implementar en el diseño, ya sea una vereda, un paso de cebra, en un lugar de tránsito público, a escala de ciudad, como también en un patio conector de un recinto de oficinas, como los pasillos de los edificios, como en infinitas instancias más, que contemplan la comodidad del usuario en su rutina, lo que permite bienestar en este, y que la realidad de los proyectos será coherente con la manera en la que se plantearon y diseñaron.

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2.2 Flujos peatonales: nivel de masas, organizaciones colectivas. Antes de profundizar en las maneras de representación gráfica de los flujos peatonales y de llegar al análisis del Paseo Peatonal Barros Arana, es necesario adquirir y considerar un par de nociones sobre el comportamiento humano en el acto de caminar. Es importante comprender que las predicciones y nociones que se construyen en torno al tránsito peatonal son extremadamente complejas de trabajar, no solamente por la gran cantidad de variables propias de los peatones, sino también por las variables del lugar, espacio, actividades, cultura, etcétera. Esto otorga un carácter único a cada investigación dentro las distintas ciudades o países donde se trabaje. Los flujos peatonales se han estudiado empíricamente por casi cinco décadas hasta ahora. Aparte de un par de investigaciones basadas en el comportamiento (véase Batty, 1997; Hill, 1984), el objetivo principal de los esfuerzos se ha centrado en llegar a una medición del level-of-service1, diseñar elementos para las comodidades peatonales, o sugerir guías para la planificación urbana. Sin embargo, ninguno de esos avances ha tomado en cuenta los efectos de la autoorganización que sucede en los grupos de peatones. Según Hughes (2003):

Una gran multitud se mueve con muchos de los atributos de un fluído. Sin embargo, a diferencia de un fluído clásico, una multitud tiene la habilidad de pensar. Existe un mito muy viejo que plantea que todas las multitudes son

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Level-of-service: Medida cualitativa que se utiliza para medir la calidad del tráfico, principalmente el vehicular.

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irracionales y de actuar errático, y que por implicación, su comportamiento es impredecible. (p.171)

Complementando las observaciones de Hughes; Helbing, Molnar, Farkas, y Bolay (2001), declaran que, a pesar del aparentemente y caótico caminar individual, es posible encontrar algunas observaciones al trabajar con videos time-lapse y grupos de personas, en vez del actuar aislado de un individuo. “Los peatones sienten una gran aversión a tomar desvíos, aún cuando la ruta directa se encuentra llena de personas. También hay evidencia que los peatones eligen las rutas más rápidas a sus destinos, aunque no siempre las más cortas.” (Ganem, 1998). Otra observación relevante, expuesta en la investigación de Helbing et al (2001) es como en vías peatonales se observan varias vías de tránsito formadas por individuos que comparten sentido y dirección, a pesar de sus distintos destinos. Esto se explica por su eficiencia; cuando una persona se mueve en una vía, disminuye la frecuencia en la que tendrá que desacelerar y realizar maniobras de esquiva.

Figura 2.1 Formación de vías peatonales en base a sentidos y direcciones en común. (Helbing et al, 2001)

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Siguiendo los avances realizados por Helbing et al, otra situación interesante que se da es cómo las masas actúan al enfrentarse con dos aperturas, y se organizan de manera automática de acuerdo a sus sentidos, lo que permite la fluidez del tránsito. (véase fig. 2.2) Así, dos aperturas son mucho más eficientes en un lugar de alto tránsito que una apertura de doble ancho. Este y muchos otros fenómenos colectivos se presentan a lo largo de muchas investigaciones que tratan el tráfico peatonal. Es importante tenerlos en cuenta al momento de diseñar espacios, ya que pueden llevar a comportamientos indeseados en las planificaciones, pero también pueden llevar a flujos más eficientes con menores espacios, con vías que sigan una serie de guías más naturales, según Helbing et al (1997) Estas observaciones nos demuestran que a través del estudio de las masas, podemos obtener mucha información del entorno y de la manera de operar de un grupo peatonal colectivo, como ritmo, densidad, tipos de rutas, ya sean curvas, rectilíneas o mixtas, como también permanencias y divisiones imaginarias de los espacios de tránsito. Entendiendo estas ideas, se obtiene un pequeño avance hacia la comprensión del actuar de los flujos peatonales.

Figura 2.2 Organización colectiva peatonal en torno a dos aperturas. (Helbing et al, 2001)

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2.3 Movimiento como expresión del paso del tiempo; variable y coordenada Entender el movimiento peatonal es complejo cuando se le compara al movimiento vehicular, ya que los peatones poseen la libertad de moverse dentro de direcciones diagonales, longitudinales, distintas alturas, pero por esencial, todo ello dentro de un marco del tiempo. Ünsalan (2001) declara que “puede reconocerse que la gente vive en el tiempo, como también en el espacio, y que incluso el entorno es una evidencia directa de la organización temporal, ya que refleja e influencia el comportamiento de las personas a lo largo del tiempo”, con lo que es posible interpretar el tiempo como una dimensión que modifica los lugares dentro de un punto estático, sin embargo, en contraste y en una interpretación más positiva, Ho (1987) escribe que “el paso del tiempo es un accidente, por lo que el espacio y el tiempo son meramente coordenadas para localizar un objeto.” Tomando bases en torno a estas ideas, sin jerarquizar una por sobre la otra, se puede reconocer el tiempo como un elemento principal sumado al espacio, que posee un rol que provoca cambios, ya sean deseados o indeseados, en un grupo de objetos, y que además permite localizar objetos dentro de un espacio tridimensional. El rol del tiempo como cuarta dimensión es un tema muy debatido, filosófica y matemáticamente hablando; sin embargo, por propósitos técnicos, se transforma en un parámetro esencial para la representación gráfica de los flujos peatonales. Una persona en un momento estático, posee tres coordenadas (x, y, z). Sin embargo, cuando trabajamos con el movimiento, la esencia del flujo peatonal, estas coordenadas cambian en función del tiempo. Si se trazara la posición de un peatón en específico,

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sería necesario conocer su tiempo, como una variable que modifica las coordenadas, ya que, a menos a que se encuentre en un estado de reposo, su posición cambiará de acuerdo al segundo, minuto, hora, día, o cualquier unidad de medida que por la cual se mida.

Además de entender la definición y la relación de tiempo y espacio, es importante localizarlas dentro del ámbito del diseño. El propósito de estructurar espacio y tiempo es para organizar y estructurar comunicación, y esto se logra parcialmente organizando significados. (Rapoport et al, 1990).

Figura 2.3 Fotografía de larga exposición que muestra un hombre en permanencia con claridad; los peatones en movimiento dejan trazos que demuestran sus movimientos y sugieren un sentido dentro del espacio. (“Calling”, Ryuichi Noguchi. Yokohama, Japón, 2014)

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2.4 Formas de representación de flujos peatonales: sistema de puntos + grilla La primera metodología a referenciar es el método del sistema de puntos + grilla, definido por Sutter (2016) en una investigación centrada en el estudio del efecto de la lluvia en el Paseo Peatonal Barros Arana. Esta metodología trabaja con dos etapas: en la primera etapa de levantamiento de datos, se define una grilla que divide los espacios de la zona a analizar en cuadros de 9 metros cuadrados, y se define un parámetro de densidad a registrar en cada área, expresado en tres estados: no transitado (cero personas), transitado (una a tres personas) y atochado (tres o más personas), todo esto en un contexto de quince días, con registros a las 12:00 y 18:00 horas, divididos en tres condiciones climáticas. En la segunda etapa, se representan zonas de permanencia y tránsito, las cuales se corroboran a través de la visita al lugar, donde se registra dirección, morfología, exposición espacial, entorno inmediato y estado de suelo, con tal de determinar parámetros que potencien tales zonas.

Figura 2.4 Gráficos de los flujos del Paseo Peatonal Barros Arana, entre Anibal Pinto y Castellón, a lo largo de tres días con distintas condiciones climáticas a las 18:00 horas. El primer esquema representa el día 15 de junio de 2016, sin precipitaciones, el segundo esquema trabaja el día 1 de junio de 2016, con precipitaciones moderadas, y el último esquema trabaja con el día 8 de junio de 2016, con lluvia intensa. (Sutter, 2016)

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Esta metodología resulta particularmente útil para definir zonas de permanente tránsito en base a la densidad, y la utilización de la grilla permite ordenar el espacio en unidades independientes, cuyas interrelaciones dan lugar a las conclusiones trabajadas en la investigación, que trabaja una visión con una escala relativamente amplia, definida por la grilla de unidades de 3 x 3 metros.

Figura 2.5 Gráficos de zonas de definidas en torno a las zonas más transitadas del Paseo Peatonal Barros Arana. (Sutter, 2016)

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2.5 Formas de representación de flujos peatonales: sistema de puntos/líneas La segunda metodología referente proviene de la investigación de Vásquez (2016), la cual trabaja con el comportamiento socio-espacial del comercio de calle en el espacio público, dentro de la Plaza de Armas de Concepción. Para el análisis del espacio, se trabajan tres dimensiones: el espacio urbano, el flujo peatonal, y el comercio de calle. Además, se definen cuatro geometrías, la geometría urbana, la gráfica de los flujos peatonales, la gráfica del comercio de calle, y un sistema gráfico de las tres dimensiones previamente mencionadas. El análisis del flujo peatonal se trabaja en torno a fotografías, y posteriormente, se representan los flujos observados en base a tres lenguajes distintos: el flujo condicionado visualmente, líneas que se modulan en torno a puntos que representan elementos de interés al peatón; el flujo peatonal directo, con líneas rectas, y el flujo de relación directa, donde los peatones adquieren permanencia en torno a un elemento de interés en la zona, y se transforman en puntos pequeños en torno a un gran círculo.

Figura 2.6 Gráficos de las representaciones gráficas de los flujos peatonales según Vásquez, 2016

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Este sistema permite representar rutas peatonales y permanencias, más las relaciones que se producen en torno a ciertos elementos del lugar, como el inmobiliario de la plaza, o los vendedores ambulantes. Esto otorga un idioma fácil de leer, con un resultado geometrizado que permite visibilizar jerarquías dentro del espacio analizado.

Figura 2.7 / 2.8 Representaciones gráficas de los flujos peatonales dentro de la Plaza de Armas según Vázquez, 2016. La primera figura contempla las rutas peatonales directas, y la segunda figura trabaja añadiendo otra capa de detalle, con relaciones más específicas, lo que permite establecer una clara jerarquía en los flujos presentes.

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Una metodología similar a la anterior es trabajada por Romero (2016), sin embargo, esta determina los flujos peatonales desde una escala mayor, en el campus de la Universidad de Concepción y en otras vistas de la ciudad. Estos trazos permiten apreciar rutas, como también jerarquías, en torno al grosor de las líneas formadas.

Figura 2.9 Representación gráficas de los flujos peatonales dentro del campus UdeC. (Romero, 2016)

Figura 2.10 Representaciones gráficas de las vías de conectividad del Gran Concepción. (Romero, 2016)

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2.6 Formas de representación de flujos peatonales: fotografías La fotografía es una herramienta esencial para el registro de información. Cros (2013) escribe que “la imagen tiene una relación directa con el objeto y el mensaje que transmite coincide con la realidad del mismo”, es decir, la fotografía permite capturar una realidad, lo que le otorga una noción básica de objetividad. Las investigaciones que trabajan flujos peatonales suelen beneficiarse mucho de trabajar con fotografías, ya que permiten al investigador observar las imágenes y trazar las rutas sin necesidad de estar en el lugar en el momento determinado. La investigación de Romero (2016) trabaja editando las fotografías que toma con la ayuda de un atril, y así superpone imágenes de un mismo lugar con distintos minutos/horas y flujos peatonales, lo que permite observar densidades, tiempos, direcciones, y variadas situaciones espaciales, además de plantear un resultado que comunica tales datos de manera clara y directa.

Figura 2.11 Fotografías superpuestas del Paseo Peatonal Barros Arana. Se observa cómo las personas transitan evitando la dirección bloqueada por los árboles, lo que aumenta la densidad por los lados de la calle. (Romero, 2016)

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Este método permite llevar la fotografía un poco más allá, ya que plasma una realidad a lo largo del tiempo en un instante, que no sería visible de ningún otro modo, lo que comunica grandes cantidades de información y le otorga a la fotografía un carácter representativo del flujo peatonal, alejándose un poco de su tradicional uso como herramienta para levantar información, dotándola de una vida propia. Otra técnica, expuesta en la investigación de Helbing (2002) es el uso de la fotografía de larga exposición. Esta técnica fotográfica opera determinando un prolongado tiempo de exposición, es decir, un tiempo en el que el sensor digital de la cámara se expone a la luz para capturar una imagen. Esta manera permite crear trazar rutas y recrear de manera cualitativa y sugerente los ritmos de los movimientos pedestres, como son los apreciados en la figura.

Figura 2.12 Fotografía de larga exposición de una multitud frente a un cine, que muestra cómo los peatones conforman un flujo, y dejan un trazo como un río. (Thomas Arns, s/f)

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2.7 Ritmos peatonales: relajo, urgencia y naturalezas del espacio. Una cualidad muy interesante de los flujos peatonales es la información que estos revelan en base a sus ritmos. Es clave entender que el peatón siempre se mueven dentro de un lugar con un propósito determinado, con una dirección a seguir, con un objetivo a cumplir. Sin embargo, esa no es la única dimensión que poseen, es correcto también ahondar en cómo el peatón realiza ese trayecto. ¿Lo realiza de manera directa y muy direccionada? ¿se pasea entre los árboles? ¿a qué velocidad transita? ¿interactúa con el espacio que lo rodea o evita las interacciones para poder llegar a su destino de manera más expedita? L. Long (2013) establece, a través de una investigación de carácter cuantitativo, distribuciones promedio de velocidades, y cómo se vinculan al acto de caminar o correr. Así, se observa que un peatón que camina lento, camina a aproximadamente 1 m/s, mientras que uno que corre lo hace a 3.81 m/s. Según su investigación, la velocidad media se establece en 1.4 m/s.

Figura 2.14 Esquema de velocidades observadas en el experimento, distribuidas en correr y caminar. (L. Long, Srinivasan. 2013)

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3. HIPÓTESIS Retomando la problemática de la representación del movimiento en un plano estático, y la falta de una manera determinada de representar flujos peatonales para su análisis dentro de la arquitectura, se plantean las preguntas investigativas: ¿cómo es posible graficar los flujos peatonales y representar la mayor cantidad de información en ellos, dentro de una plana bidimensional, como lo es una hoja? ¿es posible estandarizar tal procedimiento para otorgar un respaldo a cualquier estudio realizado que trabaje y analice el movimiento pedestre?

Hipótesis: Es posible estandarizar el estudio de los flujos peatonales a través de la mezcla de varias maneras de representación pre-existentes, y generar un esquema bidimensional que permita otorgar información de rutas, densidades, permanencias y ritmos, traspasando información y otorgando un respaldo que permita mantenga la noción del tiempo en un esquema estático y planar.

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4. OBJETIVO GENERAL Desarrollar una forma de representación gráfica de los movimientos peatonales que permita estudiar los flujos peatonales con mayor detalle y respaldo para probar su aplicación dentro de un lugar determinado; realizando conclusiones y llevando a cabo un análisis de los resultados, con tal de mostrar su funcionalidad.

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5. OBJETIVOS ESPECÍFICOS -

Estudiar las distintas técnicas de representación gráfica de los flujos peatonales utilizadas hoy en día para realizar investigaciones.

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Establecer un lugar a trabajar y realizar un análisis de este, que permita entender cómo es, teóricamente hablando, el movimiento del usuario dentro del espacio; que propósito lo mueve dentro del espacio, y qué podría modificar sus recorridos.

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Realizar mediciones de los flujos peatonales y las permanencias en el lugar en base a parámetros establecidos para formular esquemas y representaciones gráficas de estos.

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6. MÉTODOS Y MATERIALES

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Para comenzar este capítulo, cabe declarar la naturaleza de la investigación, que sigue una línea cualitativa, con tal de poder realizar el estudio del movimiento peatonal, los espacios, y los fenómenos que podrían darse a tratar en cada espacio en preciso. Para el desarrollo de la metodología, el primer paso es la selección del lugar a trabajar.

ÁREA DE ESTUDIO Pasillo techado entre facultad de arquitectura y edificio común Universidad del Desarrollo, sede Pedro de Valdivia Avenida Sanhueza 1750 / Pedro de Valdivia 1783, Pedro de Valdivia, Concepción, Chile. Superficie: 100m²

Este espacio posee dos principales funciones dentro de la universidad; cumple como un espacio de descanso al semi-aire libre, y como una zona de transición entre las salas de clases de los estudiantes de arquitectura y espacios comunes como el casino, y las dos entradas principales de la universidad. Esta elección postula así un interesante caso de estudio, ya que es posible encontrar flujos peatonales en una base diaria, los cuales, teóricamente deberían potenciarse a las “ventanas” de horarios, períodos entre clases, los cuales se utilizan para descansar, dar una vuelta dentro de la

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universidad, comprar algo, y posteriormente volver a las aulas. Además, al ser en general, un espacio de transición, sus permanencias no son muy extensas, lo que permite identificarlas, y profundizar en cómo se forman, por qué se forman, a qué horas se forman y por qué, entre otras razones.

La elección de este lugar se basa en los siguientes parámetros: -

Requiere ser un espacio privado.

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Debe poseer horarios.

-

Debe presentar una circulación en dos sentidos predominantes.

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Debe presentar permanencias.

Como la investigación en sí busca demostrar el desarrollo de una metodología propia para representar flujos peatonales y permanencias, se estima conveniente presentar un proceso en el cual se llega a un resultado, para otorgar una manera de realizar una investigación que requiera el análisis de los peatones en cualquier otro lugar. Así, se establece, por la comodidad de la investigación, trabajar dentro de un lugar privado de buena seguridad; con horarios, que permiten realizar una tabla para estimar a qué horas se presenta mayor flujo peatonal; una circulación basada en dos sentidos predominantes, que permiten mayor control del análisis al acotar el ángulo de la captura del video, y que además, presente permanencias. El caso de la universidad, reiterando, es interesante, debido a que las permanencias están fuertemente ligadas a

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las actividades académicas y las horas de ventana que se generar entre ellas. Por ello, resulta particularmente útil trabajar en un pasillo que concentra el flujo de los estudiantes, como también sus permanencias de descanso. Conjunto a esta elección, es necesario levantar y recopilar información planimétrica del lugar. Esta información en planta es la base para el desarrollo de las representaciones gráficas de los flujos peatonales, ya que ahí se trazará toda la información recopilada. Posteriormente, es necesario adquirir los horarios de las actividades académicas de la universidad. Con estas, se desarrolla una superposición de los horarios de las actividades académicas de arquitectura, desde primer año a anteproyecto, en el primer semestre de 2019. Como muestra la tabla, se pueden apreciar los horarios superpuestos, y se puede apreciar dos horarios que deberían concentrar grandes movimientos de estudiantes, el día Lunes, entre 14:00 y 15:25, y el día Miércoles, a las mismas horas. En la observación de la tabla, entendiendo que los alumnos pueden o estar en la universidad antes de una clase, como también llegar antes de la hora a clases, se limita el trabajo a buscar períodos de tiempo (ventanas) que existan entre horarios compartidos por 4 - 5 generaciones de estudiantes. Asimismo, se determinan los horarios para realizar la medición (captura de videos del lugar). Esto permite capturar la mayor cantidad de estudiantes, por ende, recolectar la mayor cantidad de información al momento de realizar un análisis posterior.

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Figura 6.15 Tabla de horarios superpuestos y categorizados de la carrera Arquitectura, en Universidad del Desarrollo, año 2019, primer semestre. Elaboración propia.

HORARIOS: Lunes, entre 14:00 y 15:25. Miércoles, entre 14:00 y 15:25.

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Teniendo claro el lugar y los horarios a realizar las mediciones, se prosigue con todo el proceso de realizar tales mediciones. Con ello, se establecen los parámetros a medir:

SEGÚN PEATONES: Ritmo de sus recorridos. Rutas que marcan dentro del espacio. Sentido al cual se dirigen. SEGÚN PERMANENCIAS: Ubicación dentro del espacio. Tiempo de permanencia en el lugar.

Estos parámetros son importantes de medir, ya que indican información de cómo el peatón se mueve dentro del espacio, cuál es la dirección predominante en una hora determinada; donde las personas permanecen y descansan, cuánto tiempo lo hacen, y cómo las permanencias interactúan con los peatones que pasan por el pasillo. Todos los nombrados son posibles de capturar con videos del lugar, por lo que tal es la siguiente metodología a realizar. Esta se realiza con la ayuda de instrumentos, siendo estos una cámara y un trípode. Utilizando un ángulo abierto que permite observar el lugar y sus aperturas, es posible grabar videos en los horarios previamente establecidos, obteniendo material de los flujos peatonales en el espacio.

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Con ello proviene la metodología más importante de esta investigación, que es crear los esquemas con el lenguaje gráfico desarrollado para los flujos peatonales. Este paso se divide en muchas metodologías, y nace en el análisis y la extracción de parámetros gráficos útiles para esta investigación en base a los referentes de las formas de representación gráfica de los flujos peatonales tratados en el marco teórico de esta investigación. Estos serían: Sutter, que utiliza el color para marcar la densidad/ritmo peatonal; Vásquez, que traza círculos para indicar las permanencias; y Romero, que traza rutas en base a líneas y flechas, y además establece un método de respaldo en base a fotografías a lo largo del tiempo superpuestas, que permiten capturar movimientos en el lugar en una fotografía de carácter cualitativo y casi conceptual. Todas estas cualidades extraídas de los referentes trabajados se aplican en el análisis de los videos del flujo peatonal, paso principal para crear tales esquemas, sin embargo, antes de adentrarse en ello, es necesario categorizar los ritmos y las permanencias. primero, se miden las distancias promedio recorridas por el peatón en el lugar. En este caso, tenemos un área de trabajo de 15 metros promedio, espacio abarcado en su totalidad por el video encuadrado. Esto permite definir:

Si la persona toma 0 – 5 segundos en recorrer, lleva un ritmo rápido. Si la persona toma 6 – 9 segundos en recorrer, lleva un ritmo mediano. Si la persona toma 10 – 20 segundos en recorrer, lleva un ritmo lento. Si la persona está más de 21 segundos, es necesario ver si hay una permanencia.

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Ahora, para categorizar las permanencias, se establecen parámetros muy similares:

Si la persona permanece 21 segundos a 3 minutos, establece una permanencia leve. Si la persona permanece 3 a 7 minutos en el lugar, establece una permanencia media. Si la persona permanece más de 7 minutos en el lugar, establece una permanencia extensa.

Con estas categorizaciones ya definidas, es posible comenzar el análisis del material audiovisual capturado, y seguir una serie de métodos para obtener los esquemas representativos. Primero, se observa el video y se trazan todas las rutas con sus sentidos en la planta del lugar. Estas se realizan con la ayuda de un instrumento, Adobe Photoshop, específicamente con la herramienta “pluma”. Esta permite trazar rutas y sus sentidos, representando con una flecha los movimientos pedestres. Al mismo tiempo de ello, se registra el tiempo de cada

persona

transita el lugar, en base a las categorizaciones establecidas previamente.

Se utiliza el color rojo (#b94e54) para representar un ritmo rápido. Se utiliza el color amarillo (#ffd248) para representar un ritmo mediano. Se utiliza el color azul (#1f5a94) para representar un ritmo lento.

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que


Estos mismos colores se utilizan además, para la duración de las permanencias dentro del lugar. Estas se representan con círculos en un punto específico. Entendiendo que hay un recorrido que desembocan en estas, se categorizan con los tiempos previamente establecidos, y se utilizan los colores expresados para representar:

Se utiliza el color rojo (#b94e54) para una representar una permanencia leve. Se utiliza el color amarillo (#ffd248) para representar una permanencia media. Se utiliza el color azul (#1f5a94) para representar una permanencia extensa.

En base a los tiempos de recorrido/permanencia, es posible trabajar con colores dentro de una gradiente. Así, se acercar a una representación más precisa. Posterior a esto, se baja la transparencia de los elementos creados en Photoshop, con tal de que permitan superposición entre sí, y se exportan los esquemas en formato .png, el cual permite transparencia, para la facilidad de cualquier manipulación futura de los esquemas, y se obtienen los esquemas representativos del flujo peatonal en el lugar, con rutas, sentidos, ritmos y permanencias.

Figura 6.14 Colores utilizados y gradiente que conforman, en CMYK. Elaboración propia.

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Como último paso, con tal de otorgar un respaldo que permita hacer uso de la capacidad de la fotografía de capturar la realidad en un momento determinado, se procede a utilizar Sony Vegas 13 como instrumento para la investigación, y se extrae una secuencia de imágenes, extrayendo cuadros del video cada 30 segundos. Esto permite tener una serie de fotografías del lugar, dos por minuto, que deberían demostrar flujo peatonal a lo largo del tiempo. Esta secuencia se importa a Photoshop, y se establece una opacidad de 30-35% en todas las imágenes menos la primera, y se usa la opción de fusión de “luz focal”. Así, se repite el proceso para obtener una fotografía de respaldo cada diez minutos de video.

Figura 6.15 Fotografía procesada de ejemplo, creada con stock footage de tránsito peatonal en un espacio público. Es posible observar cómo el flujo peatonal se concentra por el centro del cuadro, y como en las bancas verdes, alrededor de los árboles, se ve muy poco flujo peatonal. Elaboración propia.

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Figura 6.16 Esquema de los flujos peatonales en una planta de Wyndham Garden Hotel, por N2B Arquitetura. Elaboración propia, planta arquitectónica de N2B Arquitetura.

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