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SER DISIDENCIA EN LA UC
from Mosaico Junio 2023
by FEUC 2024
Camila “Caminsky” Rojas
La Universidad Católica se ha caracterizado por ser un espacio conservador e históricamente hostil hacia la comunidad disidente. No hace muchos años se hacían rezatones en los patios en contra de las disidencias en Derecho UC, había espacio para que les docentes fueran abiertamente homofóbicos en las salas de clase, se imponían sumarios a nuestros compañeres o se les negaba el hecho de poder colgar una bandera de la comunidad disidente bajo la justificación de “que se estaban exhibiendo símbolos provocativos para quienes pensaban diferente”.
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Al día de hoy sigue siendo difícil ser disidencia en la UC, muchas veces tenemos que ver como relativizan nuestra existencia en rayados de los baños de nuestros campus, tenemos que escuchar comentarios transfóbicos de nuestros mismos compañeres y la realidad que cada estudiante de la comunidad vive puede ser determinada fuertemente por la carrera que estudia. Aún más duro es pensar en los espacios de docencia, academiques y altos cargos de la universidad en donde en materia de disidencias pareciera ser que falta mucho por avanzar.
Sin embargo, hay que reconocer que cada año se abren los espacios y que la universidad se hace más inclusiva y se vuelve más segura. Hoy y gracias al esfuerzo de muches estudiantes que alzaron la voz tenemos representantes que son abiertamente de la comunidad, existen baños universales, se hacen actividades de conmemoración a nuestros compañeres, contamos con protocolos contra la discriminación, tenemos docentes que se preocupan de respetar los pronombres y existen programas desde salud y bienestar focalizados en quienes pertenecen a la comunidad LGBTQI+.
El desafío para la universidad es diferente que el de hace cinco años, al día de hoy podemos colgar dentro de los campus una bandera de la comunidad LGBTQI+. sin mayores problemas, pero debemos empezar a abrir el camino a toda la comunidad disidente y no solo a una parte de ella. Actualmente, por ejemplo, no tenemos ni hemos tenido representantes del colectivo trans en los altos cargos de representación estudiantil, porque no es un espacio seguro y se vuelve un ambiente hostil cuando los mismos estudiantes cuestionan su existencia constantemente.
Debemos comenzar a ser conscientes de los logros que ya tenemos dentro de la UC y construir en base a aquello para que nuestra voz se siga escuchando cada vez más fuerte a lo largo de los diferentes campus. Debemos empezar a hablar de disidencias y memoria, cuestionarnos como es ser disidencia y trabajador dentro de la universidad y debemos ser conscientes que hay parte del colectivo disidente que al día de hoy es invisibilizada y tiene mucho para decir con respecto a los cambios que se necesitan en la universidad.
Estos cambios, solo serán posible si entendemos que, como estudiantes, tenemos que trabajar en conjunto a docentes, academiques, les trabajadores y todes quienes componen la comunidad UC para hacer de la universidad un espacio más seguro para todes.
