PHOTO SET DANNY GAMBOA

Danny Gamboa

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Pocas imágenes de Guatemala son tan simbólicas y tan conocidas. Y Guatemala bien puede resumirse en esa estampa donde lo bello y lo complejo se unen de manera tan estrecha. Porque nuestra Guatemala es un país hermoso sin duda alguna, pero también es un país multifacético y multidimensional.

Aprender a querer a nuestra tierra implica comprender esa doble dimensión presente en la arquitectura del Templo de La Merced de la Antigua Guatemala. A nuestro país lo queremos por sus colores vivos y su luz incomparable que se refleja en volcanes, montañas, valles, lagos, ríos, bosques y costas. Y lo queremos por su complejidad, que incluye nuestro carácter irrenunciable como una nación plural, multiétnica y multilingüe, donde diversos pueblos de muchos colores convivimos y estamos destinados a construir una Patria Grande, justa y hermosa.

El Papa Francisco nos ha hablado de la necesidad de recibir siempre como hermano al migrante y al que es distinto. Y nos ha invitado a celebrar el gozo de la solidaridad con el prójimo como forma de vivir plenamente nuestra cristiandad.

La Merced nos recuerda que no hay nada más guatemalteco y cristiano que ver lo bello en lo complejo, así como sentir un amor profundo al ver la luz y admirar los colores de la diversidad. Luz y colores que he tenido presente en mis sueños, desde que era un niño.