PALABRAS DE LA DRA. JACQUELINE BOIN Y EMBAJADOR DR. JOSE A. SERULLE RAMIA, PRESIDENTA Y PRESIDENTE-FUNDADOR RESPECTIVAMENTE DE LA FUNDACION CIENCIA Y ARTED, INC., EN EL ENCUENTRO ALMUERZO DE PROMOCION DE LA 22 FERIA ECOTURISTICA Y DE PRODUCCION. MARTES 28 DE AGOSTO, 2018. RESTAURANTE LA LOCANDA, AV. NUÑEZ DE CACERES, SANTO DOMINGO, D.N., REPUBLICA DOMINICANA
Mayor es cada día el número de personas, de comunidades, de países y regiones, que se preocupa en el mundo por la salud del planeta en que nos ha tocado vivir. Los humanos, hablando en términos geológicos, llegamos hace unos días a la Tierra. Al surgir la vida humana, ya los mares, océanos y tierras firmes, con su biodiversidad en flor, dibujaban la grandeza de la madre naturaleza. En los últimos doscientos años de historia, tras procesos productivos, de explotación intensiva de los recursos naturales y mediante el uso excesivo de combustibles fósiles, nuestro precioso hábitat ha sido seriamente lacerado, herido de gravedad, en todas sus partes: tierras, bosques, mares, océanos, ríos, lagos… Miles de especies han desaparecido y otras tantas están en peligro de extinción. La tierra se ha empobrecido en su riqueza natural de una manera alarmante. Lo mismo ha sucedido con las expresiones culturales. Así, por ejemplo, cientos de lenguas han desaparecido, sin contar las innumerables tradiciones orales, las que se enseñoreaban antes y después de la aparición de la escritura, o sea de la historia. Se ha llegado incluso a negar la historia y se ha pretendido imponer un pensamiento único. Hoy no se trata sólo de preservar las riquezas naturales, sino también todas las formas de vida y de producción que la humanidad ha desarrollado en las distintas latitudes del globo terráqueo, y que son expresiones vivas de los valores, costumbres y tradiciones de los pueblos. Que son el eco de sus hazañas y constituyen su acervo cultural. Esa combinación de destrucción de las fuentes de vida, en lo natural y cultural, avasalla cada día más al espíritu humano, y, por los extremos que tienden a prevalecer, se pone en peligro no sólo la paz y el progreso humano, sino la vida en su más amplia diversidad. De ahí que cada vez se alcen más voces y se realicen acciones concretas para revertir una tendencia que augura catástrofes más repetidas y más devastadoras.
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