4 minute read

Un refugio histórico en medio de la belleza rural

La Hacienda Carrillo Don Alonso está ubicada en el municipio de Chitagá, en el hermoso departamento de Norte de Santander, a solo 7,7 kilómetros de distancia y a 15 minutos de Chitagá. Esta encantadora hacienda se presenta como un auténtico refugio de serenidad y belleza natural, un entorno pintoresco donde se descubre un lugar que transporta a un oasis de tranquilidad en medio de la naturaleza exuberante.

En la Hacienda Carrillo se ofrece una experiencia inolvidable, donde se disfruta de una noche de alojamiento por tan solo $65.000, que incluye un delicioso desayuno viajero con huevos, arepa, café o chocolate. También se cuenta con servicio de alimentación adicional, con opciones que van desde $15.000 hasta $30.000, dependiendo de la proteína que se elija. Además, se puede aprovechar del plan pasadía, en el cual se brinda un refrigerio y se podrá explorar la ruta del durazno, visitar una laguna cercana y descubrir el encanto del municipio de Chitagá.

Advertisement

Con una larga historia y una amplia variedad de actividades para disfrutar, esta hacienda se ha convertido en un destino de alojamiento y deleite para aquellos que buscan escapar del bullicio de la ciudad y sumergirse en un ambiente campestre lleno de encanto. Además de su sereno entorno, se destaca por sus cultivos de durazno, y sus productos agrícolas que produce la región y que añaden un toque de color y sabor a la experiencia de sus visitantes.

La Hacienda Carrillo tiene raíces que se remontan a varios siglos atrás, cuando fue construida por una familia de agricultores y líderes locales. “Es una casa de más de 200 años, fue heredada por mi bisabuela Fidelia Vera y ella se la heredó a mi abuela Mercedes Albarracín, quien a su vez se la heredó a sus hijos. Ella tenía cinco hijos, incluido mi papá, Alonso Leon Villamizar Albarracín”, expresó la actual dueña de la hacienda, Nohora Liliana Villamizar Villamizar.

A lo largo de los años, la hacienda ha conservado su espíritu y tradición por varias generaciones. En sus inicios, se enfoca principalmente en la producción agrícola, cultivando diversos productos para el consumo local y regional, tales como: Ciruela, frijol, manzana, cilantro, remolacha, arveja, maíz, cebolla, zanahoria, espinaca, coliflor, brócoli, níspero japonés y calabacín verde.

“En cada mordisco jugoso de un durazno de Chitagá, están los sueños y las esperanzas de aquellos que cultivaron con amor”.

Durante el periodo colonial, la Hacienda Carrillo fue un importante punto de encuentro para comerciantes y colonizadores, ya que se encontraba en una posición estratégica en la ruta comercial, que conectaba los Andes colombianos con Venezuela. Esto contribuyó al crecimiento económico de la hacienda y atrajo a numerosos colonos que se establecieron en la zona.

En el siglo XX, la hacienda fue modernizada y se introdujeron técnicas de producción más avanzadas. Se implementaron sistemas de riego y se adquirieron maquinarias agrícolas para aumentar la productividad de los cultivos. Además, se construyeron infraestructuras adicionales, para la mejora de un sitio turístico.

Sin embargo, a medida que el turismo rural comenzó a ganar popularidad en la región, la Hacienda Carrillo decidió diversificar su oferta y abrir sus puertas a los visitantes en el año 2019. Con el tiempo, se ha convertido en un lugar privilegiado para aquellos que buscan experimentar la vida en una hacienda tradicional, combinando la comodidad del alojamiento con la oportunidad de participar en las labores diarias del campo, esperando a un promedio de 90 huéspedes por mes dependiendo de la época en que se encuentre, sin embargo, se espera poder atender a más de 180 visitantes con las estrategias turísticas.

La ex trabajadora de la finca Laura Viviana Vera Villamizar afirmó: “El proceso de la hacienda es muy llamativo, muy turístico, para las personas que vienen de la ciudad podrán conocer la siembra, la mata del durazno, hacer caminatas. En lo personal a mí me gusta porque es muy acogedora, es un ambiente muy amañador”.

Uno de los aspectos más destacados de la Hacienda Carrillo Don Alonso son sus cultivos de durazno. Los amplios campos adornados con los coloridos árboles frutales crean un paisaje espectacular que atrae a fotógrafos y amantes de la naturaleza por igual.

Durante la temporada de cosecha, los visitantes tienen la oportunidad de recoger sus propios duraznos frescos y disfrutar de su sabor dulce y jugoso. También ofrece una amplia gama de opciones de alojamiento para satisfacer las necesidades de los turistas, todas las instalaciones están diseñadas para brindar comodidad y privacidad, mientras se integran perfectamente en el entorno natural circundante.

Además del alojamiento, la hacienda ofrece una serie de servicios y actividades para que los huéspedes disfruten durante su estadía. Paseos por los campos de durazno, caminatas guiadas por senderos naturales, visita a los lugares más emblemáticos de la zona, degustaciones de productos locales, son solo algunas de las experiencias que se pueden realizar. También se organizan eventos especiales, como bodas y celebraciones, aprovechando la belleza escénica del lugar.

Además de su importancia histórica, la Hacienda Carrillo también ha logrado mantenerse relevante en la actualidad. A través de la diversificación de sus actividades, se ha convertido en un centro turístico que atrae a visitantes tanto nacionales como internacionales. Los turistas pueden explorar los espacios abiertos, disfrutar de la belleza natural de la región y sumergirse en la historia y la cultura que envuelve el lugar.

Turismo Rural

La Hacienda Carrillo es un ejemplo destacado de cómo la preservación del patrimonio cultural puede impulsar el desarrollo económico de una región. Además de generar empleo local, promueve la inversión turística y fortalece la identidad y el sentido de pertenencia de la comunidad.

“Los invito a que conozcan el turismo rural que se está haciendo en Chitagá, que tenemos mucho por ofrecer, la calidad humana, las buenas costumbres, una riqueza agroecológica y turística- reiteró Nohora Liliana Villamizar Villamizar- mejor dicho, que nos envidiaría cualquier país del mundo. Entonces, siempre invito a que pasen por Norte de Santander, especialmente por el municipio de Chitagá”.

En definitiva, esta hacienda en el municipio de Chitagá, es mucho más que una simple propiedad. Es un legado histórico y cultural que ha logrado adaptarse y mantenerse relevante a lo largo del tiempo. Con su arquitectura colonial, sus extensos campos y su atractivo turístico, la Hacienda Carrillo Don Alonso se caracteriza como un símbolo de la identidad y la tradición de la región, atrayendo a aquellos que buscan conectarse con la historia y la belleza natural del oriente de Colombia

“Los duraznos en Chitagá son mucho más que siemple frutas; son un vínculo entre el trabajo incansable del agricultor y el paladar de aquellos que degustan su dulzura”.

This article is from: