Claudio Mangifesta y Luis Pazos realizan un experimento más que interesante, en el cual presentan poemas visuales acompañados de otros tantos textos aforísticos, que si bien son vecinos de las imágenes, no necesariamente están relacionados entre sí. Lo mismo que en nuestras vidas: tenemos una relación a veces intensa con algunos vecinos, moderada con los otros, y nula con el resto. Una mirada cuidadosa sugiere que al crudamente poético realismo explorado por Mangifesta, se le opone la construcción de una ciudad imaginaria -poéticamente perfecta- creada por el optimismo de Pazos. El lector/espectador podrá elegir qué recorridos posibles de lectura/mirada desea hacer, para encontrar secretas simetrías, resonancias implícitas, o hallar ocultas correspondencias….. En sus posibilidades permutativas, la obra es una invitación a jugar, a construir puentes y, en definitiva, lograr que cada lector/espectador “arme” sus posibles lecturas y encuentre en esos recorridos, qué significaciones se disparan.