
Viernes 23 de Mayo • 20:00 horas • Teatro Juárez • Guanajuato
Viernes 23 de Mayo • 20:00 horas • Teatro Juárez • Guanajuato
de la Universidad de Guanajuato
Juan Carlos loMÓnaCo, director artístico
Juan Carlos Lomónaco director artístico
William Harvey violín
Johannes Brahms (1833 - 1897)
Concierto para violín en re mayor, Op. 77 (1878)
I. Allegro non troppo
II. Adagio
III. Allegro giocoso, ma non troppo vivace
Claude Achille Debussy (1862 - 1918)
Preludio a la siesta de un fauno (1894)
Claude Achille Debussy (1862 - 1918)
El mar (1908)
Tres esbozos sinfónicos para orquesta
I. Del alba al mediodía en el mar. Très lent
II. Juego de olas. Allegro
III. Diálogo del viento y el mar. Animé et tumultueux
Dur. aprox. 38’
Dur. aprox. 10’
Dur. aprox. 23’
Concierto para violín en Re mayor, op. 77 (1878)
Johannes Brahms es uno de los compositores más representativos del romanticismo musical alemán y de la música del siglo XIX. Considerado la antítesis de Wagner y Liszt, su estilo se considera tradicional. Nietzche decía de Brahms que era el músico de la insatisfacción, y que por eso su música estaba llena de la melancolía de la impotencia. Esta afirmación no hace más de resaltar la exigencia del compositor alemán consigo mismo, al revisar y retocar su música de manera constante.
Brahms transforma constantemente el material temático, haciéndolo evolucionar en un juego de riquísima variedad armónica, en el que desarrolla ambigüedades rítmicas, desplazamientos métricos, cambios de acento, una bellísima polifonía y un contrapunto magistral, lo que confiere a sus obras un equilibrio milimétrico capaz de englobar bajo una exquisita coherencia elementos divergentes.
Brahms logró un lenguaje sinfónico personalísimo y rotundo en el que no enfrenta las fuerzas psíquicas, como hacía Beethoven, sino que las superpone. Sus obras dan muestra de un riquísimo impulso lírico, con largas frases quebradas y una gran capacidad para la variación, en donde el diálogo camerístico adquiere una importancia vital, incluso en su música para orquesta.
Brahms concibió el Concierto para violín en Re mayor, op. 77, para su amigo Joachim quién lo estrenó, bajo la dirección del propio compositor, el 1 de enero de 1879 en Leipzig. En el verano de 1878, cuando Brahms acabó el concierto en Pörtschach, sometió la partitura a examen de Joachim, quien encontró que la parte solista era torpe y estaba en los límites de lo intocable y pidió una serie de modificaciones. Favorablemente acogido, el concierto tardó algún tiempo en imponerse en el repertorio. Una de las causas fue la dificultad de ejecución, la otra, la incomprensión que sufría la música de Brahms en algunos países.
Aunque el concierto está estructurado en tres movimientos (Allegro non troppo; Adagio; Allegro giocoso, ma non troppo vivace), Brahms había previsto al comienzo cuatro movimientos, pero finalmente suprimió el scherzo, el cual, según el musicólogo André Lischké, probablemente fue modificado e incorporado al segundo concierto para piano.
El primer movimiento, Allegro non troppo, se enmarca en una forma sonata con dos exposiciones, en las que se presenta el material temático que da unidad a todo el conjunto del movimiento, la primera con la orquesta como protagonista y la segunda con el solista como principal expositor de dicho material. Aunque habitualmente la exposición clásica contiene sólo dos temas, contrastantes entre sí, Brahms incorpora aquí un tercero, que será empleado durante la fase de Desarrollo. También, durante la segunda exposición, aparece una variante del segundo tema que, al igual que el tercero, tampoco tendrá carácter esporádico. La parte central, que corresponde a la sección del desarrollo, no es excesivamente extensa y se elabora a partir de la totalidad de los temas, exigiendo al intérprete una gran dominio técnico y sonoro del instrumento.
La reexposición vuelve a presentar el material temático correspondiente a la segunda exposición y en el mismo orden, con lo que se da entrada a la cadencia. Una Coda, elaborada sobre material del primer tema sirve de final a este grandioso primer movimiento.
El segundo movimiento, adagio, está estructurado en tres secciones, siendo la tercera una variante de la primera. En el tema principal, que se presenta casi al inicio del movimiento, se percibe ya el gran lirismo que envolverá a toda la parte central de la obra. De gran sencillez melódica, pero con unas cualidades expresivas
extraordinarias, el tema va enriqueciendo el movimiento gracias a las variantes que se presentan a partir de sus transformaciones.
El Allegro giocoso, ma non troppo vivace con el que Brahms cierra la obra, tiene forma de rondó. El espíritu del primer tema marca todo el movimiento y sus sucesivas apariciones, en lo que se conoce como estribillo, están separadas por tres coplas que sirven para poner de manifiesto las cualidades del intérprete solista. Una última repetición del estribillo, a modo de reexposición, desemboca en un pequeño episodio a partir del cual se elabora la coda, con la que finaliza la obra.
El compositor francés Claude-Achile Debussuy estudió en París con César Franck y con Jules Massener. En 1884 ganó el premio Roma con la cantata L’Enfant prodigue. Las obras que envió al conservatorio de París desde Italia suscitaron la indignación general por su libertad de estilo. Su orquestación refleja la de Wagner, pero con más sutileza tímbrica. En la armonía, aporta el uso de los acordes de cuatro o más sonidos, por superposición de terceras; Mussorgsky tuvo influencia en su música vocal; y en el piano parece hacer una síntesis de procedimientos propios del clavecín, de Chopin y de Liszt, si bien, con fórmulas propias, fruto de un profundo dominio del lenguaje del instrumento, con el que logró numerosísimos medios de expresión nuevos. Hizo uso constante de acordes paralelos, de largos pedales de resonancia, de armonías modales o de un atonalismo equívoco, y dio un gran valor a los silencios. Su armonía, que ha sido denominada “impresionista”, resulta –al lado del expresionismo atonal de la segunda Escuela de Viena- uno de los pilares fundamentales de la música del siglo XX.
Para la escena escribió la ópera Pelléas et Melisande (1892-1902), sobre texto de Maeterlinck, el misterio Le martyre de Saint-Sébastien (1911), para una obra de D’Annunzio, y los ballets Khamma (1912), La boîte à joujoux i Jeux (1913). Para la orquesta, destacan, Prélude à l’après-midi d’un faune (1892-94), La mer (1905), Images (1906-09). Su obra de cámara es importante: un cuarteto de cuerda (1893) y tres sonatas para diferentes instrumentos. Para piano escribió la Suite Bergamasque (1890-1905), diversas series de imágenes, preludios y estudios, y estampes (1903); y también canciones de una gran belleza (Chansons de Bilitis, 1897).
Publicó un gran número de artículos de crítica y de estética musical. En 1921 fue publicada una selección con el título Monsieur Croche antidilettante.
El Prélude à l’après-midi d’un faune fue estrenado en París el 22 de diciembre de 1894 por la Orchestre de la Societé Nationale a Paris dirigida por el compositor y director suizo Gustave Doret.
En 1912, Vaslav Nijinski, con los Ballets Russes de Serguei Diaghilev, creó una coreografía a partir del preludio que escandalizó a la audiencia parisina, tanto por el revolucionario tratamiento coreográfico como por la libidinosidad del argumento.
El Prélude à l’après-midi d’un faune, inspirado en el poema homónimo de Stéphane Mallarmé publicado en 1876, es la primera obra orquestal significativa de Debussy y tuvo efectos profundos en la siguiente generación de compositores. El compositor y director de orquesta Pierre Boulez, fija el despertar de la música moderna a partir de este punto, remarcando que “la flauta del fauno llevó aires nuevos al arte de la música”. En este mismo sentido, el musicólogo francés Harry Halbreich apunta: “Estos diez minutos de música genial […] abren una era nueva: con ella comienza la música moderna”.
Sobre esta composición el propio Debussy escribió:
“La música de este preludio es una ilustración muy libre del bello poema de Mallarmé, pero no pretende ser un resumen de él. Mas bien hay una sucesión de escenas que pasan a través de los deseos y de los sueños del fauno en el calor de la tarde. Finalmente, cansado de perseguir el temeroso vuelo de las ninfas y las náyades, sucumbe en un sueño embriagador, en el que finalmente puede realizar sus sueños en plena posesión de la naturaleza universal.”
El Prélude à l’après-midi d’un faune no es una obra programática, sino que, como en la obra poética de Mallarmé, Debussy consigue crear una música que sugiriera, pero que no describiera, que insinuara una atmósfera, pero sin definirla. Con la orquestación logra uno de los puntos álgidos de la música de todos los tiempos, y su fluctuación armónica y rítmica presenta una solución musical nueva a la construcción de una obra a partir de dos únicos temas. Su constante desarrollo siguiendo el eco, la fragmentación, la suspensión rítmica y armónica, el valor del silencio y la sorpresa sonora, son algunas de las características de una obra que se presta a muchas lecturas y análisis.
La obra se llama preludio porque la intención de Debussy era escribir una suite en tres movimientos –preludio, interludio y paráfrasis final-, pero los dos últimos jamás fueron compuestos.
Las novedades que la obra presentaba eran muchas. En primer lugar, una orquestación peculiar con sólo 3 flautas, 2 oboes (mutado uno en corno inglés), 2 clarinetes, 2 fagotes, 4 trompas y dos arpas sumadas a la formación de cuerda. Ni trompetas, ni trombones, ni percusión, nada que le alejara de la sonoridad perseguida, tenue y vaporosa. Destaca además la estructura de la composición: cinco partes de longitud desigual, pero sujetas a diversas proporcionalidades, que están estructuradas en forma de arco y dominadas por el solo de flauta inicial (très modéré), que es expuesto después con una armonización delicada y posteriormente con la orquesta completa. Una segunda parte presenta un segundo motivo en el oboe y conduce a una atmósfera de mayor animación. En la tercera parte: flauta, oboe, corno inglés, clarinetes y posteriormente las cuerdas, presentan un elemento melódico nuevo, de gran emotividad y lirismo (même mouvement et très sostenu). La cuarta parte retoma el primer tema transformado rítmicamente. Después el tema se reexpone y se esquematiza en una especie de coda final. Por primera vez, Debussy se apartaba totalmente de la estética establecida, de cualquier obligación tonal y toma libremente los recursos para expresar esa impresión general que en él dejó el poema de Mallarmé.
El Mar. Tres bocetos sinfónicos (1903 - 05 /Rev. 1908)
Debussy empezó a componer La Mer (El Mar) en 1903 en Bichain, una pequeña localidad alejada del mar en la Borgoña francesa, desde donde Debussy trabajó a partir sus recuerdos marinos. Así, el día 12 de ese mismo mes escribía a André Messager: “¡Me dirá que el océano no baña precisamente las colinas borgoñesas...! y que esto muy bien se podría parecer a los paisajes de taller, pero yo tengo innumerables recuerdos; esto estimula más mis sentidos que una realidad cuyo encanto pesa generalmente demasiado sobre la imaginación...”. Los trabajos compositivos se continuaron durante cerca de dos años en la isla de Jersey y en la ciudad marítima de Dieppe, hasta que la obra fue concluida el 5 de marzo de 1905 en Eastbourne, una ciudad de la costa inglesa del Canal de la Mancha.
En El mar, símbolo de una naturaleza en constante transformación, Debussy muestra su capacidad de compaginar una portentosa imaginación al servicio de la evocación del mundo natural con el cálculo de las proporciones formales que subyace en su manera de articular la música, pero su mirada no es simplemente descriptiva, sino que invita a verla un espacio simbólico abierto a múltiples interpretaciones.
Según su forma definitiva, la obra se articula en trois esquisses symphoniques (tres esbozos sinfónicos), que mantienen ciertos anclajes con los cánones clásicos, aunque tratados con una libertad y una complejidad de estructuras sin precedentes en la música occidental. En el primero de ellos, “Del alba al mediodía en el mar”, Debussy explora las sensaciones cambiantes provocadas por la diferente incidencia de la luz sobre un elemento inmutable (el mar), algo similar a lo que hizo Monet en su célebre serie de La catedral de Rouen. “Juego de olas” es el más revolucionario de los tres movimientos, por su tratamiento puntillista de la orquesta y por su forma cuasi-abierta, calificada por Boucourechliev como una “sucesión de instantes sin fin”. Finalmente, el “Diálogo del viento y el mar” es más tradicional, ya que presenta unos temas y una estructura cercana al rondó.
El primer movimiento, De l’aube à midi sur la mer (Del alba al mediodía en el mar), que se había titulado en un principio “Mar tranquila en las islas Sanguinarias” y cuyo inicio sombrío, que se ajusta a la idea de un amanecer, y su estallido de energía final sugieren una progresión hacia la luz del mediodía que se articula como una introducción, dos grandes partes centrales y coda. La introducción lenta propone una fórmula melódica con escalones por quintas vacías de donde saldrán los diferentes temas. El tema cíclico, que sufrirá varias transformaciones, aparece poco después, esbozado por una trompeta con sordina. Todo este misterioso principio evoca el momento anterior a la salida del sol. En la primera parte central, con la indicación “Moderato, no lento, con ritmo muy flexible” se escucha un tema que aparecerá varias veces. Cada una de estas apariciones del tema suscitará un comentario melódico que asegura la propulsión de la música hacia la segunda parte (“un poco más movido”), con un tema que tocan los violonchelos en divisi y que evoca el reflejo de las olas. En la coda, un tema solemne destinado a reaparecer en el último movimiento, que es el deslumbramiento del mediodía concluye el movimiento.
Jeux de vagues (Juego de olas) es un ligero intermedio cuyo motivo principal, presentado por el corno inglés, se va transformando en medio de una sonoridad ligera y elegante, cargada de referencias al mundo de la danza. Desde un punto de vista formal, este segundo movimiento, que según Jean Barraqué “propone una pulverización sonora tal que el tiempo musical se convierte en casi imperceptible”, se articula de la siguiente manera: Introducción – exposición – desarrollo –reexposición – desarrollo terminal – sección conclusiva – coda.
En el tercer movimiento, Dialogue du vent et de la mer (Diálogo del viento y del mar) se tiene una impresión de conexión con los movimientos precedentes. Su estructura, en forma de rondó de tres estribillos y dos estrofas con una introducción y una coda, alimenta una visión de caos en el que se oponen de manera enérgica dos fuerzas antagónicas, la violencia del viento y la tormenta del océano, y que se plasman en la partitura con procesos musicales contrastantes en medio de continuos cambios de color y de intensidad; y en donde motivos procedentes de la pieza se entremezclan con otros nuevos, entre los cuales sobresale una larga línea melódica, la más amplia de toda la obra, a cargo de los oboes.
Aunque sobre El mar, que ha sido objeto variados análisis, diversos expertos han coincidido en evidenciar el complejísimo edificio formal que da coherencia a la obra, es importante destacar uno de sus aspectos más interesantes, ampliamente estudiado por Roy Howat, es el uso reincidente de la proporción áurea y de la serie de Fibonacci, una serie numérica que se presenta repetidamente en mundo natural, y en particular en la espiral logarítmica propia de las conchas marinas, y que alimenta uno de los fines del compositor, al buscar en la armonía de los sonidos el reflejo de las grandes estructuras del universo.
El estreno de El mar tuvo lugar el 15 de octubre de 1905 en el ciclo de los Conciertos Lamoureux de París bajo la dirección de Camille Chevillard, con una acogida bastante fría motivada tanto por la mediocridad de la ejecución como por la novedad de la obra. Louis Schneider, crítico del periódico Gil Blas, escribió sobre la
decepción del público al señalar que éste esperaba “algo grande, algo realmente colosal”, y que sólo se le sirvió “un barreño en los jardines de las Tullerías”, o “un poco de agua agitada en una salsera”.
Josep Jofré i Fradera
Uno de los directores de orquesta más importantes de su generación, hizo su debut a los 23 ańos con la Orquesta Sinfónica Nacional de México y desde entonces ha dirigido más de 60 orquestas en USA, Canadá, Venezuela, Perú, Ecuador, Colombia, Espańa, Portugal, Italia, Francia, Polonia, Rusia, Kazajistán, Bulgaria, Serbia, Montenegro y Macedonia.
En su experiencia están la Orquesta y Coros Nacionales de Espańa, ADDA Simfonica, Sinfónica de Murcia, de Córdoba, Orchestra della Toscana, Simón Bolívar de Venezuela, Sinfónica Nacional del Perú, Ópera y Ballet de Bellas Artes de Mexico, Sinfónica de Xalapa, Filarmónica de la UNAM, Polish Chamber Orchestra, Czestochowa Orchestra,Filharmonia Sudeca, Garland Symphony entre otras.
Actualmente es director artístico de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG), así mismo ha sido director titular de la Orquesta Sinfónica de Yucatán 2009-2023, de la Orquesta Sinfónica Carlos Chávez 2001-2007 , del Instituto Politécnico Nacional, Conservatorio Nacional de México asi como director y fundador del Mexico-Philadelphia Ensemble y Ensamble Iberioamericano.
Graduado del Curtís Institute of Music de Philadelphia donde estudió con Otto-Werner Mueller, así mismo realizó estudios en The Pierre Monteux School con Charles Bruch y en la Universidad de Montreal.
Su extenso repertorio y versatilidad abarca desde el Barroco a música contemporánea, Ópera, Ballet. Ha participado en los festivales Internacionales de San Lorenzo de El Escorial, Música Contemporánea de Treviso, Gaia-Portugal, Cervantino de Mexico entre otros.
Ha acompañado a solistas como Juan Diego Florez, Alexei Volodin,Leticia Moreno, Vadim Brodski, Mimi Stillman, Jorge Federico Osorio, Pacho Flores.
Su discografía con diversas orquestas asciende a más de 20 grabaciones. Acreedor al Presser Music Award y las becas del FONCA en cinco ocasiones consecutivas.
Es seleccionado en 2010 por la revista Líderes Mexicanos como uno de los 300 líderes mexicanos más influyentes.
William Harvey - Violín
Nominado por dos Latin Grammys en 2021, el violinista, compositor, y director William Harvey es el primer estadounidense en ocupar el cargo de concertino de la Orquesta Sinfónica Nacional de México. De 2010 a 2014, enseñó violín y dirigió la Orquesta Juvenil Afgana (lo cual fundó) en el Instituto Nacional de Música de Afganistán. Dirigió esa orquesta ocho veces para el Presidente Hamid Karzai y en 2013, en una gira al Carnegie Hall y al Kennedy Center que recibió noticias en la primera página del New York Times.
William ha sido concertino de orquestas en los EEUU, México, Argentina, Brazil, y Sudáfrica, y ha tocado de solista con orquestas en los EEUU, El Salvador, México, Argentina, y Filipinas. Como maestro, actualmente da clases de violín en la Universidad Panamericana, fue jefe del departamento de violín de la Universidad Nacional de San Juan (Argentina), y ha sido maestro invitado en el prestigioso Universidad de Indiana (EEUU) y en universidades y escuelas de música en Birmania, Filipinas, y Pakistan. En países tan diversas como China, India, Turquía, Egipto, y España, ha colaborado con músicos de tradiciones locales. Tiene una maestría de la Juilliard School y una licenciatura de la Universidad de Indiana.
Sus composiciones han recibido más de cien actuaciones en todo el mundo y su obra por piano, Cuerpo Garrido, ganó el prestigioso Bearns Prize de Columbia University (EEUU). Ha tocado el concierto de violín de su autoría, Siete Decisiones de Gandhi, con las orquestas de Flint, Princeton, y Santa Cruz (EEUU). Como director de orquestas, ha dirigido la Orquesta Sinfónica Nacional, las orquestas de Morelia, Campeche, Pachuca, y Oaxaca, la Filarmónica de las Artes, y orquestas juveniles en los Estados Unidos, Filipinas, México, Argentina, Zimbabue, y Qatar, entre otros.
Como fundador y director de Cultures in Harmony, una ONG, dirigió más que 50 proyectos de diplomacia cultural en 16 países, de Pakistan a Camerún. Cultures in Harmony colaboró con el pianista Romayne Wheeler para traer suministros musicales y medicamentos a gente Rarámuri que viven en las montañas de Chihuahua. William ha dado discursos en los parlamentos de Reino Unido y Alemanía y ha trabajado como consultor para el Banco Mundial.
Violines Primeros
Dmitry Kiselev - Concertino
Héctor Hernández Pérez – Asistente de concertino
Maksim Smakkev
Jorge Luis Torres Martinez
Luis Enrique Palomino
Katherine Giovanna Ramírez
Urpi Dainzú Holguin González
Yessica Melgar
Pedro Zayas Alemán
Violines Segundos
Sergio Andrés González * (-)
Moab Alberto González López ** (-)
Andrés Ildefonso Gallegos Rodríguez
Fidel Berrones Goo
Violas
Lydia Bunn * (-)
Oscar Pinedo Nava **(-)
Augusto Antonio Mirón Pleitez
Betsabé Jiménez Valencia
Carlos Reyes Hernández
Anayantzi Oropeza Silva
Violonchelos
Michael Severens *
Bruno Mente ** (-)
Luis Gerardo Barajas Bermejo
Fernando Melchor Ascencio
Fortunato Rojas Francisco
Omar Barrientos
Contrabajos
Russell Brown *
Óscar Argumedo González *
Jorge Preza Garduño
Rodrigo Mata Álvarez
Pedro Álvarez Vigil
Guillermo Caminos López
Andrés Peredo Plascencia
Flautas
Cuauhtémoc Trejo *
Victor Frausto Zamora **
Laura Gracia Guzmán
Oboes
Héctor Fernández * (-)
Jorge Arturo García Villegas
Clarinetes
Hugo Manzanilla *
Heather Millette ** - Clarinete Piccolo
Fagotes
Katherine Snelling *
Ariel Rodríguez Samaniego
Cornos
Claire Hellweg *
Darío Bojórquez **
Michelle Pettit
Apolinar Alavez Salas
Trompetas
Macedonio Pérez Matías *
Juan Cruz Torres Díaz **
José Cayetano Hernández Díaz
Trombones
Louis Olenick *
Gil Martínez Herrera
Trombón bajo
John Swadley
Tuba
Salvador Pérez Galaviz *
Timbales
Óscar Samuel Esqueda Velázquez *
Percusiones
Alan Sánchez Sánchez
Ulises Hernández
Piano
Iván Hugo Figueroa **
Músicos invitados
David Pérez Patlan- Violín 1º ***
PENDIENTE – Violín 1º ***
PENDIENTE - Violín 1º ***
Andres Tovar Gómez – Violín 2° ***
Abraham Quintanilla Melgar – Violín 2° ***
Miguel Aaron Ramírez Sánchez – Violín 2° ***
Mario Soria - Violín 2º ***
Manahem Fuentes – Violín 2° ***
Christian Barajas – Violín 2° ***
Emmanuel Ramírez – Violín 2° ***
Astrid Jérez – Viola ***
Luis Eduardo Ortega Villicaña – Viola ***
Cintia Presa – Violonchelo ***
Isaac Aaron Melgar – Violonchelo ***
Joab Hiram Hervert Lara – Oboe ***
Andrés Félix Granados – Fagot ***
Alan Monahan - Contrafagot ***
Vicente García – Trompeta ***
Omar Cabrera – Trompeta ***
Julio Daniel Zamora Espinoza – Corno ***
Daniel Said Pérez Rojas – Percusión ***
Betuel Ramírez Velasco – Arpa ***
Iris Cordoba Cuevas – Arpa ***
*Principal **Co-principal ***Invitado (-) Temporal
Personal Administrativo OSUG
Mtro. Alejandro Guzmán Rojas Gerente
Mtra. Carolina de la Luz Pérez Cortés Coordinadora de personal
Lic. Ana Karen González Negrete Coordinadora de producción
Juan Carlos Urdapilleta Muñoz Coordinador de Biblioteca
Mtra. Atziri Joaquín Ramos Coordinadora de relaciones públicas
Mtra. Zugehy Alejandra Soto Vázquez Coordinadora Administrativa
C.P. Patricia Guillen Cabrera Enlace y Apoyo Administrativo
Cuauhtémoc Vega
Gustavo Emilio Espinosa Rodríguez
Manuel Gutiérrez Auxiliar Técnico
Notas al programa: Josep Jofre Fradera
DR. JOSÉ OSVALDO CHÁVEZ RODRÍGUEZ Director de Extensión Cultural
Lic. Pablo Alfredo Damián Medina, Secretario Particular | Mtra. Indra Samantha Miguel Roldán, Coordinadora Administrativa | Mtra. Karina Jussiel Espinos Gómez, Coordinadora de Seguimiento Programático y Enlace Transversal | Mtra. Valeria Rangel Romero, Coordinadora de Proyectos Culturales | Mtra. Chris Celeste Cuello Vargas, Coordinadora de Talento Artístico, Planeación de Arte y Cultura | Miguel Ángel Mata Castro, Coordinador de Programación y Difusión | Mtra. Gisela Gpe. Villegas Bolaños, Coordinadora de Fomento Cultural | Mtra. Paloma Robles Lacayo, Coordinadora de Museos y Galerías
DIRECCIÓN DE COMUNICACIÓN Y ENLACE
MTRO. ENRIQUE RIVERA CORDERO Director de Comunicación y Enlace
Diseño y Contenidos: Alejandra Rodríguez, Rocío Sánchez, Luis Estrada y Mitzi Liliana Robles
Social Media: Néstor Torres, Miguel Ángel Gómez, Ricardo Muñoz Rangel, Guadalupe Corona y Gonzalo López
Prensa: Carel Yebra, Monserrat Andrade, Berenice Fonseca y Karina Jiménez
TV UG
Producción: Miguel Ángel Morán Velázquez, Abraham Ismael Ramírez Maldonado, Isaac Alejandro García Salazar, Andrés Cordero Molina, Gildardo Montenegro Quiroz, Antonio de Jesús Rodríguez Ugalde y Ulises Flores Bárcenas
Edición y Post: Camila Barreiro Téllez, Víctor Manuel García García y Francisco Tonatiuh Navarro Mozqueda
RADIO UG
Transmisiones OSUG: Leonardo López, Cayetano García, Fernando Alba y Víctor Rivas
Difusión en Radio UG: Itzia Ruíz Correa, Gloria Rodríguez, Dalia Tovar y Hugo Gamba
UNIVERSIDAD DE GUANAJUATO
DRA. CLAUDIA SUSANA GÓMEZ LÓPEZ
Rectora General
DR. SALVADOR
HERNÁNDEZ CASTRO
Secretario General
DRA. GRACIELA MA. DE LA LUZ RUÍZ AGUILAR
Secretaria Gestión y Desarrollo
DRA. DIANA DEL CONSUELO CALDERA GONZÁLEZ
Secretaria Académica
DR. JOSÉ OSVALDO CHÁVEZ RODRÍGUEZ
Director de Extensión Cultural
GOBIERNO DEL ESTADO DE GUANAJUATO
SECRETARÍA DE CULTURA
LIBIA DENNISE GARCÍA MUÑOZ LEDO
Gobernadora Constitucional del Estado de Guanajuato
LIZETH GALVÁN CORTÉS
Secretaria de Cultura del Estado de Guanajuato
ÁLVARO OCTAVIO LARA HUERTA
Subsecretario de Desarrollo y Promoción Artística y Cultural
KATIA NILO FERNÁNDEZ Directora General de Programación Artística
MA. ADRIANA CAMARENA DE OBESO Directora General del Forum Cultural Guanajuato
JAIME RUIZ LOBERA
Director del Teatro del Bicentenario Roberto Plasencia Saldaña