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ACOMPAÑAMOS A ALE INFANTE Y

Peyo Canales En Su Boda Civil

Después de 15 años de relación, la modelo y el empresario tapatíos unieron sus vidas legalmente en una íntima reunión y ya preparan todo para su boda religiosa, que será en octubre.

Por Alejandro Ocaña

Eran las cinco de la tarde. Nadie lo predijo, pero Guadalajara tuvo su primera lluvia de la temporada ese 17 de junio. Nada iba a impedir que ese día Alejandra Infante y Juan Pedro Canales firmaran ante una jueza su voluntad de unir sus vidas.

Originarios ambos de Jalisco, Ale y ‘Peyo’ (como llaman sus cercanos a Juan Pedro) se conocieron hace 15 años gracias a una amiga en común, y aunque al principio no hubo química, cinco meses después se hicieron novios. “Me encantaba el hecho de que él no tuviera nada que ver con el medio de mi trabajo. Tiene una empresa de energía renovable que se llama ENERFIX y lleva ya varios años con ella”, platica la novia, quien ha construido una importante carrera en el mundo del modelaje.

Trece años más tarde, había llegado el momento de llevar la relación a otro nivel y el novio eligió un anillo con tres diamantes para pedirle a la modelo que fuera su esposa. “A pesar de tantos años juntos, me sorprendió. Yo sé lo que tenemos y el protocolo del anillo y boda era más un tema de formalidad”, nos confiesa la novia, quien emocionada recuerda que el compromiso se dio en las montañas de Vail, Colorado, en un viaje que hacen anualmente con algunos amigos.

Esto sucedió en febrero de 2021, pero esperaron hasta junio de este año para formalizarlo ante las leyes mexicanas y lo hicieron rodeados de sus más cercanos en una íntima ceremonia. “Queríamos estar rodeados de las personas correctas”, nos cuenta Ale. Ese deseo se concedió, y a pesar de que “nos tocó la primera lluvia del año, los invitados llegaron y nos ayudaron a montar todo lo que tuvimos que desmontar. Además, todo el mundo comentó que la lluvia es una señal de abundancia y buena suerte, entonces bienvenida sea”, comparte entre risas.

Por su trabajo, Ale ya había usado muchos vestidos de novia desde los 15 años y tenía claro que no iba a encontrar sus looks de boda en ninguna tienda, así que decidió encomendarlos a uno de sus grandes amigos, el también tapatío, Benito Santos. En cinco días consiguió el atuendo perfecto. “Siendo súper desorganizada, armé todo de último momento y Benito y su equipo lograron a terminar mi vestido en cinco días desde el proceso de bocetaje hasta los fittings. Optamos por hacer algo moderno con un pantalón con detalles bordados. Mis zapatos también fueron mexicanos, de la marca Dione”, agrega.

ESCENARIO FAMILIAR

Alrededor de 40 personas se dieron cita en casa de unos tíos del novio, donde fue la ceremonia.

Para complementar el look, Ale eligió joyas de Bvlgari, “fue un placer portar su colección Serpenti en un día tan especial. Mi maquillaje de novia fue en el salón de mi querido Luis Torres, que es otro tapatío que la está rompiendo en grande”, comenta orgullosa.

Cada vez falta menos para la religiosa –será en octubre–y, aunque para Ale, su boda nunca fue una asignatura pendiente, casarse la está emocionando cada día más, tanto que para su vestido ya están trabajando: también será un diseño exclusivo de su amigo Benito.

“ES MI MEJOR AMIGO, MI EQUIPO. SOMOS MUY DIFERENTES, QUE ES LO QUE NOS HACE MANTENER UN BALANCE COMO PAREJA. LO QUE MÁS ME GUSTA DE ÉL ES QUE ES

SÚPER DIVERTIDO, INGENIOSO Y ES UN CORAZÓN CON PATAS. ES EL SER QUE TODO MUNDO ADORA, SIEMPRE LE DIGO QUE TIENE AMIGOS HASTA POR ABAJO DE LAS PIEDRAS, A DIFERENCIA DE MÍ, QUE SOY UN POCO MÁS CERRADA Y SELECTIVA EN MI CÍRCULO CERCANO”.

UNA BODA ENTRE AMIGOS

Ale tenía algo muy claro: quería una celebración relajada. La organización y decoración corrieron a cargo de Martha Chaurand y Ana Paula Leaño. “Sin ellas no hubiera sido posible. Son parte de nuestra familia, lo cual lo hizo todavía más íntimo”, comenta la novia. Para la comida se montó una barra de pasta, pizza y ensaladas que fue ideal para generar el ambiente. Elogia Elogia realizó un delicioso pastel, Maestro Dobel montó una barra de tequila y, como digestivo, ofrecieron Auténtico Corajillo.