MANUFACTURA: AUTOMOTRIZ Y FARMACÉUTICA

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S U P L E M E N T O

E S P E C I A L Número

A U T O M O T R I Z

DESAFÍO

La industria se enfrentará al T-MEC justo en el año más retador que ha tenido en el último lustro.

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EL PLAN B DE LA INDUSTRIA AUTOMOTRIZ ANTE EL T-MEC Frente a la imposibilidad de ajustar sus mecanismos de cumplimiento en menos de 30 días, los fabricantes de vehículos podrán solicitar, uno a uno, un régimen de transición alternativo.

POR IVET RODRÍGUEZ

FOTO PORTADA: REUTERS


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El 2020, el año en el que la industria automotriz rompería la barrera de los cinco millones de unidades producidas, ha tomado un rumbo completamente inesperado y se ha convertido en el año más retador para el sector en los últimos 50 años. La llegada de la pandemia del coronavirus dislocó las cadenas globales de suministro, tiró las ventas de vehículos durante el primer cuatrimestre del año y sumergió la economía mundial en una crisis profunda. Mientras los corporativos globales de las marcas están aprendiendo a navegar en estas aguas turbulentas, las filiales en Norteamérica tienen el reto adicional de ajustar sus operaciones regionales para la próxima entrada en vigor del acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá: el T-MEC. Bajo las reglas del nuevo acuerdo, que entrará en vigor el 1º de julio, un vehículo producido en la región

El sector tiene el doble reto de lograr cumplir con las reglas del T-MEC y reiniciar sus actividades sin contagios.

FOTO: AFP


podrá exportarse entre los países firmantes libre de aranceles cuando cumpla cuatro condiciones: que 75% de su contenido provenga de la región de Norteamérica (México, Estados Unidos y Canadá) –un incremento importante desde el 62.5% que requería el TLCAN–, y que, dependiendo del modelo, entre 40 y 45% del valor del vehículo sea producido por trabajadores que perciban al menos 16 dólares la hora. Además, 70% del acero y del aluminio utilizados en la fabricación de los vehículos deberán provenir de Norteamérica, igual que algunos componentes esenciales, como el motor y la carrocería, que deberán tener un valor de contenido regional de 75%. La aplicación de la mayoría de las nuevas reglas será gradual. En el caso del porcentaje de contenido regional, por ejemplo, los fabricantes y sus proveedores atravesarán cuatro etapas hasta alcanzar el 75%. El primer escalón es pasar del 62.5% de contenido regional en las partes esenciales o core parts a 66% en este año. Para 2021, debe ser 69%, para 2022, debe ser 72% y en 2023 debe ser 75%. “Las empresas se han preparado para poder enfrentar estos cambios, han buscado proveedores en la región, han seguido con atención el AMIA tema del acero. Al menos para esta

“Los cambios que se requieren para cumplir con las nuevas reglas no se pueden dar en 60 días”


66%

Es el primer escalafón para el contenido regional que deberá cumplir la industria en este año.

primera fase, podría decir que están listas”, afirma Tere González, socia de la práctica de Global Trade de EY. Si bien los fabricantes han revisado y preparado sus cadenas de suministro para cumplir con las nuevas reglas, también han mostrado su inquietud ante el desconocimiento de las reglamentaciones uniformes, que establecerán los mecanismos para poder acreditar que están cumpliendo con los nuevos requisitos. “Ese es justo el problema, que nosotros no tenemos conocimiento de las reglamentaciones uniformes que nos permitirán operar con las nuevas reglas de origen establecidas en el T-MEC”, dice en entrevista Fausto

La aplicación de las nuevas reglas de origen en el sector automotriz se hará de forma gradual hasta el año 2023.

FOTO: NACHO PONCE


Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA). “Los cambios que se requieren hacer, en procesos, en controles administrativos y en los sistemas de comunicación con toda la red de proveedores, derivados de esta nueva forma de cálculo de las reglas de origen automotrices, no se pueden dar en 60 días ni siquiera en 90 días, es muy muy difícil. Estamos pidiendo mínimo seis meses”, añade. En el texto del nuevo acuerdo se establece que el T-MEC entrará en vigor 60 días después de que el último socio comercial notifique que ha concluido FOTO: NACHO PONCE

La industria automotria ha solicitado postergar la entrada en vigor de las reglas del T-MEC hasta enero de 2021.


sus procedimientos internos de aprobación. Canadá lo hizo el 2 de abril y México, el 4 de abril. Veinte días después, el representante comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, notificó al Congreso de su país que el nuevo acuerdo comercial con México y Canadá (T-MEC) entraría en vigor el 1º de julio, un mes más tarde de lo inicialmente propuesto. Pero según datos de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), las reglamentaciones uniformes se publicarán, DE LA PRODUCCIÓN AUTOMOTRIZ EN MÉXICO tanto en Estados Unidos como EN 2019 TUVO COMO DESTINO ESTADOS en México, a principios de junio, UNIDOS. dejando a los fabricantes con menos de 30 días para hacer todos los ajustes. “Lo que parece que va a suceder es que vamos a tener que vivir con un nuevo acuerdo que se implementará lo más pronto posible. Pero, para nosotros, eso va a ser muy difícil”, dice Cuevas. “La Secretaría de Economía nos dice que nos entiende, que están haciendo lo posible para ayudarnos y que han insistido en el tema”, añade. A principios de abril, México pidió a Canadá y a Estados Unidos definir un periodo especial de transición, que es una posibilidad que contempla el propio acuerdo en el capítulo 4, para que la industria automotriz pueda cumplir con las normas sectoriales del T-MEC. La medida prosperó y el 30 de abril, México publicó en el Diario Oficial de la Federación un acuerdo

70%


donde se establecen los procedimientos para que los fabricantes de vehículos soliciten un régimen de transición alternativo. “Esta es la salida que nos ha dado la Secretaría de Economía”, dice Cuevas. Según el documento, las automotrices interesadas en acogerse a este régimen de transición alternativo deberán presentar de forma individual su solicitud a más tardar el 1 de julio de 2020. Esta solicitud deberá incluir un plan “detallado y creíble” de que las unidades que produzcan y exporten dentro de la región cumplirán con todas las disposiciones relacionadas con las reglas de origen dentro de cinco años contados a partir de la entrada en vigor del T-MEC. Eduardo Solís,miembro del consejo directivo de la Concamin, considera que esta podría ser la alternativa para que las empresas puedan seguir enviando sus unidades al mercado estadounidense, que en 2019 consumió el 70% de la producción mexicana de vehículos, sin pago de arancel. La otra alternativa sería pagar el arancel de 2.5% que establece la Organización Mundial del Comercio, que se sumaría a los otros sobrecostos que enfrentarán los fabricantes este año, como el tipo de cambio o el encarecimiento de entre 4 y 7% de la producción de Eduardo Solís

“Cada empresa tendrá que decidir el camino que tomará, según su propia realidad”


algunos componentes que antes compraban en Asia y que ahora están localizando en Norteamérica. “Pero cada empresa tendrá que decidir el camino que tomará. Habrá unas que estén más cerca de cumplir con las nuevas reglas de origen y otras que estén un poco más lejos”, dice Solís, quien hasta enero fungió como presidente ejecutivo de la AMIA. “Por ahora, el reto más grande que enfrentan las empresas es llevar a cabo una buena negociación para utilizar este régimen de transición alternativa y luego adaptarse a la nueva regla de origen”, concluye.

Eduardo Solís sugiere a las empresas aprovechar el régimen de transición y posteriormente cumplir con las reglas del T-MEC.

FOTO: REUTERS


LA SIGUIENTE

INDUSTRIA FARMACÉUTICA El posible desarrollo de una vacuna contra el COVID-19 en tiempo récord es apenas el inicio de la transformación de la industria de la salud. Una donde la tecnología y las alianzas serán protagonistas.

POR VÍCTOR LOMELÍ

FOTO: GETTY IMAGES / ISTOCK


Para Johnson & Johnson, el segundo semestre del año será más que interesante. A partir de junio, Janssen Pharmaceutica, filial de la firma estadounidense, prevé entrar de lleno en la carrera por desarrollar una vacuna contra el COVID-19. El plan es tener una primera producción de emergencia en los primeros tres meses de 2021. No es la única ni la más aventajada en la carrera por lograr una solución de fondo para la pandemia. Hasta el 22 de mayo existían 10 vacunas candidatas en evaluación clínica y otras 114 en evaluación preclínica, entre estas, la de Janssen, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El 70% de las iniciativas más aventajadas y poco más de la mitad de las que están en evaluación preclínica, son de colaboraciones de empresas con universidades o centros de investigación y entre compañías. Cristóbal Thompson

“No es una carrera de quién llega primero, sino que todos se están uniendo para tener una solución global”


La colaboración entre empresas ha permitido avanzar en la investigación de vacunas y tratamientos contra el coronavirus.

FOTO: REUTERS

“El desarrollo de una vacuna contra el COVID-19 no es una carrera entre empresas”, mencionó Alejandro Cane, jefe de asuntos científicos y médicos para América del Norte de la división de vacunas de Pfizer, en una reunión virtual realizada en mayo por la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF). A fines de marzo, Pfizer unió esfuerzos con la alemana BioNTech, para el desarrollo de una vacuna a base de ARN mensajero (ARNm) y, a inicios de mayo, comenzó las pruebas clínicas en adultos jóvenes de Estados Unidos. “Pasar de los estudios preclínicos a las pruebas en humanos en menos de cuatro meses, es extraordinario”, dijo Albert Bourla, presidente y director ejecutivo de Pfizer, en un comunicado.


El plan es que esta vacuna sea una realidad antes de que termine el año, lo que supone un hito en la historia de la industria. “Para desarrollar un medicamento y vacunas normalmente los procesos son de hasta 15 años”, afirma Cristóbal Thompson, director ejecutivo de la AMIIF. Este avance no es gratuito, pues la colaboración entre compañías ha permitido aprovechar las fortalezas de cada una y avanzar, a pasos agigantados, en la investigación de vacunas y tratamientos contra el coronavirus. “Toda la tecnología para descubrir vacunas que se está compartiendo permite acelerar empresas globales de la AMIIF, procesos. Se está nutriendo de una base trabajaban –hasta abril– en tratamientos para pacientes global de información y eso nos pone con COVID-19; cuatro en vacunas y tres compañías más, a todos al mismo nivel, compartienen dispositivos médicos. do todo para solucionar un problema global”, agrega. Thompson se refiere al consorcio global que la Fundación Bill & Melinda Gates anunció en marzo, integrado por empresas como Bayer, Gilead, Merck, Novartis, Pfizer y Sanofi. El objetivo: acelerar el desarrollo, la fabricación y la entrega de vacunas, diagnósticos y tratamientos para COVID-19. También a la iniciativa global COVID-19 Tools (ACT) Accelerator. Esta fue diseñada para acelerar el desarrollo de terapias y vacunas y reúne a organismos como

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170,000 MDD invierte la industria farmacéutica, cada año, para descubrir nuevos medicamentos y tratamientos.

8 de cada 10 dólares de esa inversión es en investigación clínica.

FUENTE: AMIIF

la Coalición de Innovaciones para la Preparación ante Epidemias (CEPI), la Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas (IFPMA), y a la OMS, entre otros. De acuerdo con el director ejecutivo de la AMIIF, esta colaboración redundará en menos tiempo para encontrar nuevos medicamentos, tratamientos y vacunas para las enfermedades del futuro.

El salto tecnológico

Las alianzas entre compañías también contribuyen a la reducción de los costos asociados a la investigación y desarrollo (I+D), según José Manuel Caamaño, director de Takeda México, Centroamérica y Caribe. “La investigación es cada vez más costosa y estas alianzas ayudan mucho a que puedas desarrollar los productos de forma rápida y eficiente”, comenta.


En abril, Takeda reforzó su alianza con la australiana CSL Behring, con la adhesión de Biotest AG, proveedor alemán de proteínas plasmáticas y medicamentos biológicos; la inglesa Bio Products Laboratory; la biofarmacéutica francesa LFB y la suiza Octapharma, uno de los principales fabricantes de proteínas humanas del mundo. Todo ello con miras al desarrollo de un posible tratamiento derivado del plasma para pacientes graves de COVID-19. “Estas alianzas entre empresas del sector, e incluso de la industria farmacéutica con empresas de otras industrias (tecnológicas) que tienen la información en sus servidores, serán cruciales para acelerar el proceso de innovación”, afirma Caamaño.

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millones de dólares es la inversión anual en I+D en México; monto que podría duplicarse dentro de tres a cinco años, según la AMIIF.

FOTO: GETTY IMAGES


Microsoft, por ejemplo, apoya la alianza conocida como CoVIg-19, al proveer el sitio web de esta iniciativa y el “Plasmabot”, el asistente virtual que orienta al donador de plasma sobre su centro de recolección más cercano. Pero esto es apenas una muestra del potencial que tiene la inteligencia artificial (IA) y las nuevas tecnologías en la industria. En I+D, la inteligencia artificial aceleraría “el descubrimiento de medicamentos analizando los datos de la investigación de manera más efectiva y analizando las bibliotecas químicas, la reutilización de medicamentos y las pruebas preclínicas”, según el artículo ‘La pandemia de Covid-19 podría cambiar para siempre a las biofarmacéuticas’, elaborado por Deloitte. La tecnología también permitirá continuar con los ensayos clínicos de forma remota y evitar así que los voluntarios vayan a hospitales de las grandes compañías y centros de investigación y se exfarmacéuticas ya utiliza la pongan a contagios de COVID-19. telemedicina para dar seguimiento a personas que forman parte El artículo firmado por Mike Dede ensayos clínicos en respuesta al COVID-19, según Lone, líder de Deloitte para el sector la consultora McKinsey. de ciencias de la vida en Estados Unidos, añade que las compañías exploran nuevas formas de entregar suministros clínicos directamente en casa de un paciente. “Somos optimistas de que, cuando nos recuperemos de esta crisis, habrá una adopción aún más rápida de las tecnologías”, señala. Cristóbal Thompson, de la AMIIF, asegura que una vez que pase la crisis, el sector debe repensar la forma

60%


Conforme el país salga de la pandemia, el sector, junto con otras industrias, debe trabajar para tener alternativas en la atención de pacientes.

en cómo diagnosticar a los pacientes y garantizar el acceso a los medicamentos de forma remota. “Debemos tener mecanismos para llevar el tratamiento a donde la persona vive para que no se tenga que trasladar a un hospital (...) Esta crisis nos lleva a una enseñanza porque si a futuro piden sana distancia, qué tanto vamos a poder seguir trabajando de la manera tradicional”.

La telemedicina emerge

La llegada del COVID-19 hizo de los centros hospitalarios un lugar no apto para dar seguimiento a pacientes con enfermedades no ligadas al coronavirus, lo que abrió la puerta a una tendencia global poco explorada en México, la telemedicina. En la situación actual, esta tecnología genera un doble beneficio, según Itzel Ocampo, directora médica de Doc.com. “Entre más consultas puedan ser resueltas desde casa, habrá una menor saturación de los serFOTO: GETTY IMAGES


vicios hospitalarios y, por ende, una reducción de la propagación del virus”. Cada mes, la aplicación móvil que da servicio profesional de asistencia y orientación médica y terapia psicológica en más de 20 países registra, en promedio, 3,500 asistencias y entre marzo y abril, creció un 25%. El reporte ‘Ganar contra el COVID-19: las implicaciones para biofarmacia’, de McKinsey indica que ante la saturación de los sistemas de salud, la adopción de esta tecnología puede aumentar. “Definitivamente, se va a acelerar. Todo el tema de tecnologías digitales millones de dólares es el valor estimado para el mercado global –que ya sucedía en el mundo– se acede la telemedicina en 2027, según la lerará, no tengo ninguna duda”, añade consultora Grand View Research. Thompson, de la AMIIF. Sin embargo, para que esto sea una realidad, es necesario que la industria esté integrada por otros participantes que conforman el ciclo del paciente, como laboratorios para el caso de los estudios que la persona requiera o las farmacias con entregas a domicilio, aun de medicamentos controlados. Para ello, Doc.com alista un proyecto de integración que permita al paciente tener su medicamento y terminar su ciclo de consulta, sin salir de casa. Las farmacéuticas van en la misma línea. La AMIIF estima que una vez que termine la crisis, los integrantes del sector –con apoyo de equipos multidisciplinarios– harán los ajustes necesarios de cara a la nueva realidad de la industria post-COVID-19. “Tendremos que evolucionar”, concluye.

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