Sports Illustrated Julio 2025: Isaac del Toro

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EL GIRO DE UN PAÍS

AS FOTOGRAFÍAS se recordarán siempre: un mexicano en el podio del Giro de Italia, la segunda competencia más prestigiada del mundo del ciclismo. Isaac del Toro escaló ángulos imposibles en las montañas, dominó sobre los pedales paisajes renacentistas italianos, se vistió durante 11 días con la maglia rosa (que distingue al líder de la competencia) y, finalmente, con solo 21 años, posó frente a las cámaras en el segundo lugar del podio. Su gesta se convirtió en algo inédito para el ciclismo nacional.

Las noticias, que en un inicio llegaban de a poco, crecían jornada a jornada sobre los pedales. Las hazañas del Torito eran una novedad para México. Agua fresca para un país con prolongadas sequías deportivas. Por primera vez se habló de ciclismo en el desayuno, en las mesas de café y en los grupos de WhatsApp.

Sucesos únicos y extraños como el de Del Toro habían sucedido algunas veces en el deporte mexicano, tan lleno de esfuerzos individuales y tan lejano de una estructura que soporte el desarrollo de los atletas.

Aquí, ejemplos de esos espontáneos flashazos de eternidad: el 22 de octubre de 1968, Felipe Tibio Muñoz provocó una efervescencia inusitada cuando ganó el oro en los 200 pecho en los olímpicos. México nunca había tenido un triunfo en la alberca y nunca más lo tuvo. Sin embargo, el Tibio inspiró a miles para probarse en las albercas.

Fernando Valenzuela estaba muy cerca de cumplir 21 años cuando tocó el cielo con las manos. El 23 de octubre de 1981 ganó su primer juego de Serie Mundial en contra de los Yankees de Nueva York. En esa misma temporada fue Novato del año y Cy Young de la Liga Nacional. Sus hazañas eran seguidas en vivo por televisión nacional y comentadas por muchos a la mañana siguiente. Después de Fernando, más jóvenes tomaron el bat y la pelota, a sabiendas de que era posible el sueño de las Grandes Ligas. Esas mismas mañanas, Hugo Sánchez demostraba que era posible que un mexicano triunfara en Europa.

También lo hizo Soraya Jiménez con su oro olímpico en halterofilia, en Sídney 2000. Después de ella, las mujeres

mexicanas han conseguido tres medallas más en levantamiento de pesas.

Esas hazañas permanecen en la memoria colectiva y cambiaron el ánimo del deporte. Lo mismo sucederá con los éxitos de Isaac del Toro. Un joven de 21 años le demostró a México que puede triunfar sobre los pedales. Los jóvenes tienen un nuevo referente. Su ejemplo será inspiración para la práctica de una nueva disciplina. Pocos números son tan significativos y redondos como los que completan un siglo. La Liga Mexicana de Beisbol llega a sus 100 años con el rostro recién lavado.

Hoy, en un entorno barnizado por la prisa y con propensión al déficit de atención que provocan los teléfonos inteligentes, el beisbol corría el riesgo de quedar en el desván. Su recorrido de nueve entradas sin límite de tiempo parecía casi desactualizado. Sin embargo, la pelota empieza a encontrar los caminos para mantenerse vigente y llegar a las nuevas generaciones. Las reglas consideran un cronómetro que apresura los lanzamientos del pitcher y la música ambienta cada vez que termina una entrada (práctica que no le gusta a los puristas). Tal vez los jóvenes ya no llenan los boxscore jugada por jugada, como hacían los aficionados más rigurosos, sin embargo, se acercan a la experiencia de la pelota en las 20 plazas que tiene a lo largo del país la pelota de verano.

Otro número cerrado, pero en forma de cuenta regresiva, hace latir el corazón. El mundial de Norteamérica ya empieza a colgar los globos y las serpentinas para recibir la fiesta. Aquí, la memoria prevalece. México ha sido tierra de gigantes. En la cancha del estadio Azteca se coronaron Pelé y Maradona, dos cúpulas del futbol. Sus hazañas siguen enmarcadas en el corazón de quienes las vieron. Sin embargo, la tercera experiencia mundialista difícilmente seguirá ese relato protagónico. El principal organizador, el vecino más poderoso, está peleado con las casas de al lado. Aranceles, detenciones de migrantes, declaraciones que desestabilizan todos los días las bolsas de valores. En el camino que marca menos de un año hay emoción, pero también preguntas abiertas sobre cómo será la relación trilateral Canadá-Estados Unidos-México mientras rueda el balón. No cabe duda de que la fiesta del balón se jugará entre muros y fronteras. Aun así, se espera que prevalezca la histórica frase de Maradona y, más allá de todo, la pelota no se manche.

ALINEACIÓN

SIGLO DORADO

Del blanco y negro al color, 100 años de evolución de la Liga Mexicana de Beisbol.

JULIO-AGOSTO

2025 | Nº 3

ALINEACIÓN

DEPARTAMENTOS

CARTA EDITORIAL P. 4 ENTRE LA MULTITUD P. 17 A LOS OJOS P. 34 SCORECARD P. 47

TORITO

Isaac del Toro le demostró a México que se puede triunfar sobre los pedales. Una historia que inspira desde su niñez.

p.86

MUNDIAL: A UN AÑO

Una mirada deportiva y política del evento que en verano paralizará Norteamérica.

POR MARIEL IBARRA

Y TLATOANI CARRERA

REPORTAJES

p.52

AMAURY VERGARA

El dueño de las Chivas habla del pasado y del presente del equipo que defiende la identidad nacional.

POR MARIO PALAFOX

p.112

GIGNAC: UNA DÉCADA

Llegó como refuerzo, y hoy es una leyenda viviente de los Tigres. Un francés que ya roza la eternidad.

POR RICARDO LÓPEZ SI

FOTO
TIM DE WAELE / GETTY IMAGES

EL FUTBOL QUE PERDIMOS

La tradición futbolística en Surinam, una antigua colonia neerlandesa ubicada en la costa norte de Sudamérica, no se limita a las raíces de leyendas internacionales, como Edgar Davids, Clarence Seedorf, Frank Rijkaard y Ruud Gullit. Paramaribo, la capital del país, también es sede del Sport Vereniging Robinhood, un histórico club local con espíritu amateur que culturalmente se siente más cercano al futbol del Caribe que al de la Conmebol.

HEREDERO LEGÍTIMO

La arcilla de la pista Philippe-Chatrier de Roland Garros, antes consagrada a la voluntad indomable del mallorquín Rafael Nadal, hoy se rinde ante el heredero legítimo: Carlos Alcaraz, un tenista murciano de 22 años que ha irrumpido en el circuito de la ATP con la fuerza de un torbellino. Su emocionante victoria ante el imperturbable Janik Sinner, tras cinco horas y 29 minutos de un duelo sin tregua, ya forma parte de la historia del tenis.

FOTO THIBAUD MORITZ/AFP

LA ESTÉTICA LE MANS

La nueva versión del Corvette Z06 LMGT3.R, con el rojo predominante y los detalles en blanco en tributo a las raíces canadienses del equipo Andrew Wojteczko Autospor (AWA) Racing, causó conmoción durante la más reciente edición de las 24 Horas de Le Mans. Tanto asistentes como fotógrafos deportivos acreditados inmortalizaron el paso de los pilotos Orey Fidani, Lars Kern y Matthew Bel por la legendaria carrera de resistencia fundada en 1923.

FOTO MARCEL WULF / DPPI VIA AFP

SCORECARD:

VUELVE LA REINA DEL AGUA

NUEVE AÑOS DESPUÉS DE IMPONER UN RÉCORD

MUNDIAL EN LOS 800 METROS LIBRES, KATIE LEDECKY SE REINVENTÓ Y LO HIZO DE NUEVO. ASÍ, LA MÁXIMA GANADORA EN LA HISTORIA DE LA ALBERCA ENCENDIÓ LA LLAMA RUMBO A LOS ÁNGELES 2028

POR PAT FORDE / SI

E

l 3 de mayo, en la habitación de su hotel, Katie Ledecky abrió la aplicación de notas en su teléfono y escribió una sola palabra como encabezado: “Creer”. Tenía que empezar por ahí. ¿De qué otra forma se consigue lo que parece imposible?

Debajo de ese título, escribió los parciales que quería alcanzar en la prueba de 800 metros libres que nadaría horas más tarde en el TYR Pro Series, en Fort Lauderdale. No fue un cálculo vago. Desmenuzó la carrera tramo por tramo – cada 50 metros– y escribió sus tiempos objetivo con precisión de décima s de segundo. Es una costumbre que mantiene desde su infancia.

MÁQUINA DE LA DISTANCIA

La primera vez que Ledecky rompió el récord mundial de los 800 metros tenía 16 años.

Mientras otras niñas dibujaban arcoíris o cachorros en sus libretas, ella garabateaba posibles tiempos de competencia. “Doodles”, los llama.

Siempre estuvo hecha de otra materia.

La primera vez que sumó los parciales, el resultado fue 8 minutos con 5.40 segundos. A menos de un segundo del récord mundial de 8:04.79 que había impuesto en los Juegos Olímpicos de Río 2016. “Es tan cerca”, pensó. “¿Por qué no intentarlo?”.

Volvió a calcular y logró recortar algunas décimas.

El nuevo objetivo: 8:04.60. Una marca de época. Después fue a la alberca… y nadó aún más rápido. En una de las gestas más deslumbrantes de la historia de la natación, Ledecky rompió su propio récord de hace nueve años con un crono de 8:04.12, superando por .67 lo que parecía una marca intocable nacida en la cúspide de su talento.

A la mañana siguiente, abrió su nota, revisó los parciales y pensó: “Dios mío… esto fue casi exacto”. Así es como se construye la grandeza: una visión de fondo (“Creer”) combinada con el rigor de los detalles, hasta la última décima de segundo.

¿Cuánto puede conocerse alguien que domina su arte? Lo suficiente para anticipar 16 parciales de 50 metros y quedarse a medio segundo de su propio tiempo real.

Ledecky arrancó ligeramente más rápido de lo previsto: esperaba 27.90 segundos para el primer 50 y 29.90 para el segundo. Registró 27.59 y 29.98, tres décimas por delante del ritmo esperado. El segundo bloque de 100 fue exacto:

proyectó 1:00.80 y nadó 1:00.81. En el tercer y el cuarto segmento estuvo apenas por debajo de lo estimado, con 1:01.70 en ambos, frente a los 1:01.40 previstos. Pero en los siguientes tres bloques retomó el guion: 1:01.21, luego, 1:01.28 y 1:01.10. Como si lo hubiera profetizado.

El remate fue una locura. Ledecky había visualizado los últimos 100 metros en 59.80 segundos –30.30 + 29.50–. Nadó 58.75, con un cierre de 30.29 y 28.46. La multitud en el Fort Lauderdale Aquatic Center se desbordó. El estallido la empujó a la meta.

“No habría sido posible sin ellos”, dijo después. “Escuché los gritos y pensé: ‘No dejes que se desperdicien’. Di unas patadas de delfín extra al salir de la pared y cerré más fuerte”.

El resultado no tiene precedente. Jamás alguien había roto el mismo récord mundial de piscina larga con una brecha de nueve años. Ha habido márgenes de siete u ocho años. Pero nunca nueve. Era la sexta vez que Ledecky rompía el récord de los 800, una historia que empezó en 2013, cuando tenía apenas 16 años.

La marca fue el broche de oro a una semana que dejó un mensaje claro: Katie Ledecky no se va a ningún lado. Algo verdaderamente extraordinario tendrá que pasar para que no llegue a sus quintos juegos olímpicos –y sume más medallas– en Los Ángeles 2028. Desde la primera jornada, anunció que este sería un evento distinto: nadó el segundo 1,500 más rápido de la historia. Luego, firmó su mejor 400 desde Río.

Sus brazadas electrizaron a la competencia. La estadounidense

SONRISA DORADA

Gretchen Walsh rompió dos veces en un día su propio récord del mundo en 100 mariposa. Entre una marca y otra, Ledecky tomó su celular y volvió a trazar su plan.

El desenlace fue tan brutal como emotivo. Golpeó el agua con ambas manos cuando vio el resultado. Y lloró. En las gradas estaba su madre, Mary Gen. La primera en abrazarla fue Kim Williams, entrenadora asistente de Stanford, su excompañera universitaria desde 2016. En aquel entonces, los récords parecían inevitables. Pero el deporte no funciona así.

A lo largo de cuatro juegos olímpicos, Ledecky ha construido un palmarés incomparable: 14 medallas olímpicas, nueve de oro. Pero reproducir la perfección –e, incluso, mejorarla– es una hazaña casi inhumana.

“Es como perseguir un fantasma”, dice. “Perseguir a tu yo del

pasado, a la versión adolescente de ti misma”.

Tal vez lo más asombroso de Ledecky es que nunca se ha desanimado frente a ese espectro. Nunca ha dejado de creer. Sigue ganando con medio carril de ventaja y regalando una de las imágenes más impactantes del deporte. Pero no solo intenta vencer a sus rivales. Intenta vencer a la mejor versión de sí misma.

Ya lo dijo en Tokio 2021: “Siempre intento ser la mejor versión de mí. No es fácil cuando tus mejores tiempos son récords del mundo. Pero entro a cada carrera con la idea de que todo puede pasar. Que puedo romper marcas ese día. Me paro en el bloque… y me lanzo”.

Esa mentalidad exige una dosis de fe inquebrantable. Casi una pequeña mentira para desafiar lo que parece natural con la edad. Pero en Fort Lauderdale, Ledecky

El legado olímpico de Ledecky es incomparable en la alberca: 14 medallas, nueve de ellas, de oro.

demostró que no mentía. Que su verdad sigue flotando: a los 28 años, puede ser mejor que nunca.

“Siempre ha existido este mito de que las fondistas alcanzan su mejor momento cuando son jóvenes”, dice. “Yo nunca lo creí del todo. Siempre sentí que podía mejorar. Me importa, ¿sabes? Me encanta el proceso. Me gusta más entrenar que competir… y eso se ha acentuado con los años. Me estoy acercando otra vez a esos tiempos de récord, y esa emoción… esa emoción volvió”.

ENTRE LA MULTITUD

NATACIÓN

NOMINA A TU CANDIDATO

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RICHARD GONZÁLEZ SUÁREZ Deporte: artes marciales mixtas Lugar de nacimiento: Ciudad de México

Encontró en el deporte su inspiración y una forma de expresar su valentía y sus ganas de trascender en la vida. Entrena MMA y futbol americano, esta combinación le permite fortalecer su mentalidad y desarrollar explosividad y fuerza. “Desde la primera vez que vi una función de esta disciplina supe qué era a lo que me quería dedicar y qué es lo que quería ser, quiero ser peleador, el mejor en la UFC”, dice a sus 15 años de edad.

Durante seis años consecutivos, ha sido reconocida como la mejor atleta de su categoría en la Liga Diamante de la CDMX, como representante de la Escuela de Atletismo Raúl Barreda. En 2015 brilló con luz propia al consagrarse en el Torneo de la Amistad en Querétaro. Hoy, su mirada sigue firme hacia el horizonte: sueña con ese momento dorado en el que pueda clasificarse a unos Juegos Olímpicos.

IÑAKI HERNÁNDEZ Deporte: clavados Lugar de nacimiento: Ciudad de México

Con solo 12 años fue figura del Campeonato Panamericano de Deportes Acuáticos, al conquistar la medalla de oro en la final de trampolín de tres metros, en la categoría Junior, celebrada en Medellín, Colombia. Iñaki se trasladó a Guadalajara muy pequeño para perfeccionar su talento en los clavados. “La verdad, mi mamá no pudo venir; le dedico esta medalla. Te amo, mamá”, expresó en el podio tras su conquista en Colombia.

Campeona acuática

AMAIA CRUZ

GUZMÁN tiene 13 años de edad. Desde los dos , el agua ha sido su segundo hogar. Lo que comenzó como una herramienta para aprender a nadar se transformó en una pasión profunda por la natación. A los nueve años , se unió a un equipo y, desde entonces,

MARÍA DEL CARMEN REGINA SALAS MIJARES Deporte: atletismo Lugar de nacimiento: Ciudad de México su progreso ha sido constante. En 2024, se consagró campeona nacional en los 800 metros libres, logro que impulsó a su entrenador a motivarla para incursionar en la demandante disciplina de las aguas abiertas, con miras a los Panam Acuatics 2025 en Medellín, donde

ganó medalla de oro. Para ella, nadar es sinónimo de libertad y de claridad mental. Admira a grandes fi guras como la canadiense Summer McIntosh y las mexicanas María José Matacoco y Miranda Granada, quienes inspiran su camino en este deporte.

“Es mucha la emoción de escuchar el himno de mi país. Es mucho orgullo , todo el trabajo ha valido la pena”.

CÁPSULA DEL TIEMPO

EL ASTRO DISCRETO DE LA ILUSIÓN

LO QUE DURA UN BESO EN EL ESPEJO

POR MAURICIO MEJÍA

ELLA ESCRIBIÓ EN INSTAGRAM el 11 de abril, fecha que acometió sus vidas como elfo entre matorrales: “Te amamos, te admiramos, te respetamos. Tu valentía y actitud es ejemplar. A los que te rodeamos solo nos queda aprender de ti. Fuiste un campeón mundial del tenis, el mejor de todos los

tiempos de México. La vida te presentó un reto; el más grande en tu vida, y lo estás llevando de manera extraordinaria…”.

Maritza Sayalero evocaba el enunciado de Albert Cohen. El amor, de veras, es un parpadeo, una pelota que vuela sobre la red; ida y vuelta. 15-15.

Ella era ella. A Raúl Ramírez –en efecto, el mejor tenista mexicano de la historia, quien hace medio siglo ganó su primer Gran Slam en el dobles de las canchas de Roland Garros– se le diagnosticó la enfermedad de Parkinson en 2014, cuando llevaban 34 años casados. Se conocieron cuando el mundo los observaba como a dos aves entre nubes. Maritza había ganado el certamen de Miss Universo en Perth, Australia, en julio de 1979, y Raúl compartía repertorio con el gran

cartel del tenis mundial en el que concurrían notables como Jimmy Jimbo Connors, Illie Nastase, Arthur Ashe, Björn Borg, Manuel Orantes y Guillermo Vilas. Era noviembre. El 13 de noviembre de 1979, para ser rigurosos.

Después de aquel encuentro de espejos (esas manías de los taciturnos y solitarios, dice Cohen) en casa de los Ramírez, Maritza invitó a Raúl a que la acompañara a Miami para pasar Noche Vieja en casa del cantante Julio Iglesias, quien se había instalado en Florida un año antes. La voz de Julio se escuchaba en toda Iberoamérica interpretando uno de sus más grandes éxitos: “Me olvidé de vivir”.

Durante aquellas campanadas que anunciaban la nueva década, el magnífico jugador de las series Copa Davis para México dibujó una promesa en el aire. Sirvió y subió a la red arriesgando el corazón ante un posible revés desde el fondo de la insondable pista. Propuso matrimonio a la joven nacida en Caracas el 16 de febrero de 1961.

La madre de Maritza, Gloria Fernández, conocía muy de cerca la vida cultural de México; era prima de Sara Montiel, la afamada actriz española que había compartido reparto con Pedro Infante en la emblemática cinta Necesito dinero, de Miguel Zacarías, de 1952. Sayalero, quien había estudiado Arquitectura en la Universidad Central de Venezuela, dio el sí como quien da un tiro de pase para ganar el punto, sin tener idea de cuánto duraría el lance de la siguiente ronda. Raúl llegó a Londres dos días después para jugar el mundial de dobles, que ganó con su inseparable compañero David Gottfried, con quien había levantado el trofeo del Abierto de Francia cuatro años antes.

Parecía imposible que las agendas de las grandes celebridades latinas pudieran ajustarse a la vida matrimonial, más inclinado al breviario que al desasosiego.

RAÚL RAMÍREZ, TODO UN CID Ganó 19 títulos de la ATP en singles y 60, en dobles. En 1976, el Gran Prix Tennis Circuit lo catalogó como el número uno en las dos ramas.

Maritza y Raúl llegaron –en dobles mixtos; iguales sin igual–al altar el 6 de diciembre de 1980, en Ensenada, la antigua capital de Baja California, que fue decretada como entidad de los Estados Unidos Mexicanos en 1952, un año antes de que naciera allí (20 de junio de 1953) Raúl Ramírez Lozano, a quien la prensa estadunidense solía llamar con cortedad BC.

UN ROMPIMIENTO DE SAQUE

El amor y los romances blancos, como el atuendo de los tenistas, suelen ser forasteros en las páginas deportivas, alimentados con asiduidad por los simplones sucesos de la dialéctica victoria sobre derrota; fracaso debajo de éxito. Aun así, el deporte más caballeroso y más caballeresco suele producir arrebatos de pestañas en los que se aplauden los aciertos y nunca, los errores no forzados.

Cuando a Raúl le transmitieron el parte médico en el que se corroboraba que padecía párkinson, Maritza reforzó el acompañamiento como si la dupla enfrentara un rompimiento de saque en el tercer juego del quinto set.

Raúl, el gran experto en la arcilla, comenzó a jugar en una superficie desconocida; ardua y pesarosa para la cual la ciencia aún no tiene remedio ni salvación. Pancho Contreras, la gran raqueta mexicana del medio siglo, llamaba al 5-4 con el saque a favor “el juego del hombre”.

Ramírez –para quien todo presente es continuo recuerdo de escapes entre voleas– volvió a aprender de aquellos duelos trascendentales en los que –como en las crisis médicas de los griegos– un remate o tiro en la red significaba recuperar el 40 iguales o perder el juego al borde de la línea blanca del callejón derecho. El juego del hombre, cierto.

Todos, en todo momento, se juegan el match point de la existencia sin saber de los desplantes del tornadizo destino; hoy o mañana pueden saltar por última vez a la pista,

INIGUALABLE

Difícilmente, México contará de nuevo con un tenista con las dotes del gran Raúl Ramírez.

un quiebre puede –en cualquier arrebato– arruinar la colocación de las zancadas. Raúl comenzó a pelotear con una noticia que hacía más nítido al enigmático rival; el más combativo e indócil, si se quiere. Como la vida, el tenis comienza con un saque; el remate postrero deshabita el tiempo. En la pista, un punto puede durar un guiño o la eternidad. La fatalidad o la ventura son ases y

reveses del azar. En la vida de los héroes, los dones encubren desconsuelos. 40-15.

Maritza repetía el tiro de pase, como mantra en entrenamiento: “La vida te presentó un reto; el más grande en tu vida, y lo estás llevando de manera extraordinaria…”. Raúl debía recordar, recordar. A ella, su nombre escrito en el aire en aquel Año Nuevo; a él, el más grande mexicano de todos los tiempos. El astro discreto de la imaginación.

MARCO AURELIO

EN PANTALONES CORTOS

BC tenía 16 años cuando Rafael Osuna murió en un accidente aéreo en Pico de Fraile, cerca de Monterrey,

en 1969. El Pelón , como llamaba la euforia mexicana al ídolo de la Copa Davis del 62 –en la que México perdió la final ante la Australia de Rod Laver, Roy Emerson y Neale Fraser–, había sido la gran iluminación para el niño de Ensenada que quería caminar en medio de la cancha central del mundo. Osuna, además, había ganado –cuando Raúl tenía 10 años— el Nacional de Estados Unidos, antes de que fuera abierto a los profesionales en 1968. Otro referente de BC fue Antonio Potrillo Palafox, quien con Rafael había ganado el dobles de Estados Unidos (en el West Side Tennis Club de Queens) en 1962 y el de Wimbledon en 1963.

ARISTOTÉLICO INVOLUNTARIO, INTUÍA QUE LA VIRTUD ES UN PUNTO MEDIO ENTRE LA TEMERIDAD Y LA TURBACIÓN.

Osuna y Palafox fueron los primeros grandes tenistas mexicanos que compitieron con la Gran Reserva de las canchas que transitaban por el momento axial entre la madera del amateurismo y el titanio del juego de paga. Además de Laver y Emerson: Manolo Santana, Bobby Wilson, John Newcombe y Tony Roche.

Maritza estudiaba la primaria en Caracas cuando Raúl decidió –como Rafael Osuna– alistarse para estudiar en la Universidad del Sur de California, en la que se ganaría un lugar en el All American. Además, como los grandes jugadores de tenis, poseía –según sus entrenadores– un temperamento ponderado. Aristotélico involuntario, intuía que la virtud es un punto medio entre la temeridad y la turbación. El deporte blanco es más anímico y espiritual de lo que muchos se imaginan; logra parecerse al billar o al ajedrez. Raúl era diestro en el arbitrio de las emociones; Marco Aurelio en pantalones cortos.

Así, en su primera temporada como profesional, en 1973, logró apuntarse victorias con valor curricular sobre algunos miembros del top ten , entre ellos, Borg, Ashe y Connors, ganador de Wimbledon en ese año. El mexicano poseía otro atributo difícil de encontrar dentro y fuera de las pistas: sabía, como los estoicos, que en el debate entre causa y efecto se encontraba la razón, la cuerda de la templanza.

El espejo es una raqueta a cuatro manos. Raúl sacaría provecho de esa gracia para detonar el talento propio y el de su compañero en la asignatura de parejas, en la que se convertiría en la gran alegoría de los años 70.

Brian Gottfried nació año y medio antes que Raúl, en Baltimore. Llamó la atención de la Universidad de Trinity por su resistencia y su fino tiro cruzado. En ese 73 fue calificado como Novato del Año por la revista Tennis, que entonces marcaba el compás de la opinión en clubes y torneos. En 1974, la Asociación de Tenistas Profesionales otorgaría el premio a la mejor pareja del circuito al bimembre Ramírez-Gottfried que en abril de 1976 comenzaría una larga racha de 61 semanas como número uno del mundo.

Raúl debía recordar aquellos años: “Tu valentía y actitud es ejemplar. A los que te rodeamos solo nos queda aprender de ti. Fuiste un campeón mundial en el tenis, el mejor de todos los tiempos de México…”.

BC llegó al Másters de Roma de 1975 como número seis en la siembra; atrás de Borg, Vilas, Nastase, Orantes y Harold Solomon. Gottfried fue octavo en la lista. En los cuartos de final venció al sueco Borg (6-4 y 6-3), quien terminaría el año como número tres del mundo. En las semifinales, a Nastase (6-2 y 5-2 Ret.) y en la final, al segundo lugar de la ATP,

Manuel Orantes (7-6, 7-5 y 7-5). Fue el primer gran título individual en la carrera de Raúl, quien un año después perdería en una de las semifinales de Wimbledon ante el rumano Nastase. Desde aquel día, ningún mexicano ha logrado clasificarse a la antesala de una final de Grand Slam.

En la semana del 7 noviembre de 1976, BC fue colocado como el cuarto mejor tenista profesional; la mejor plaza de su itinerario. Desde entonces, ningún mexicano ha logrado colocarse en el top 5 de la ATP. En noviembre de 1992, Luis Enrique Herrera fue el último en involucrarse entre los mejores 50 del circuito. Al margen del boxeo, que siempre ha tenido campeones mundiales, con sus vidas solitarias y corazones rotos, Raúl Ramírez fue el gran signo del deporte mexicano de los 70; más distinguido aún que su admirado Pelón Osuna. Y, como él, un Cid en el fragor de la batalla de raquetas como espadas.

Hay algo de trovadoresco, de medieval, en el juego de tenis, en cuyo nombre se entreveran el francés y el inglés. Reglamentado en 1874 en Inglaterra, tennis deriva del tenez de Francia, que puede traducirse como “tienes”, la palabra que gritaba el servidor a la hora de sacar. Ahí, tienes. Aviso patricio de que el juego comienza. Un tenista es, antes que nada, un leal debatiente de igualdades en el que, a veces, se dirimen los colores nacionales.

Raúl Ramírez fue anunciado por el capitán Yves Lemaitre para jugar dos partidos de singles y el dobles en la serie Copa Davis ante Estados Unidos en diciembre de 1975. Rafael Osuna había muerto seis años antes. Entre las personas con las que se debía reunir en Monterrey en aquel día del fatídico accidente de Pico de Fraile del 69, estaba justamente Lemaitre, un empecinado jugador y fumador compulsivo de origen francés quien había promovido, como pocos, el desarrollo del tenis en México.

En su primer partido Ramírez se enfrentó a su gran compañero en el dobles con el que había ganado el Abierto de Francia venciendo (6-3 y 6-2) a la pareja del soviético –de origen gregoriano– Alexnadr Metreveli y el rumano Nastase. En el estadio Rafael Osuna del Centro Deportivo Chapultepec, Raúl ganó el primer punto para México con una victoria 6-1, 6-4 y 6-2 contra Gottfried. Marcelo Lara había perdido el primer partido ante Jimmy Connors. Al día siguiente, en el duelo de equipos, la pareja mexicana venció a la estadounidense (Dick Stockton y Erik van Dillen) en cuatro sets (6-4, 8-6, 3-6 y 6-3).

El 21 de diciembre de 1975 –cinco años antes de su boda con Maritza–, BC caligrafió uno de los máximos galardones de su larga semblanza sobre las pistas. Venció en cuatro sets –después de perder el primero–a Jimbo, quien desde el 29 de julio de 1974 se mantenía como número uno de la ATP.

La victoria mexicana sobre Estados Unidos en los cuartos de final de aquella Serie Copa Davis perdura como una de las más emotivas de la historia. Connors –quien de niño había se entrenado con el mexicoestadounidense Pancho Gonzales– extendería su reinado de semanas consecutivas en el top hasta 160; terminaría el 22 de agosto de 1977. El suizo Roger Federer rompería el récord entre el 2 de febrero de 2004 y el 17 de agosto de 2008: 237 sucesivas. La Ciudad de México, huérfana de romance, vivió en aquella tarde un idilio a las faldas de Chapultepec. Medio año después, BC ganó el dobles de Wimbledon con Gottfried como compañero de firma: Lennon con McCartney.

Raúl debía recordar que, en 1984, había anunciado su retiro del tenis. Que ganó 19 títulos de la ATP en singles y 60 en dobles y que en 1976 el Gran Prix Tennis Circuit lo catalogó como el número uno en

EN 1997 la Organización Mundial de la Salud estableció el 11 de abril como día para crear conciencia sobre la enfermedad de Parkinson. La fecha es un homenaje al nacimiento (1755) del británico James Parkinson, quien llamó a este detrimento “parálisis agitante”. También aquí se mezclan lo anglo y lo franco. Fue el médico francés Jean Martin Charcot quien fijó el término médico como enfermedad de Parkinson en honor a su descubridor. Actualmente, se estima que 10 millones de seres humanos lo padecen. Serán 20 millones en 2050. Muhammad Ali sigue siendo el caso más llamativo de los afectados por el deterioro neurodegenerativo en el ambiente deportivo internacional. POSDATA:

las dos ramas. Ahora, justo ahora, debía recordarlo todo. Poco a poco, imagen tras imagen. Y, también, a los hijos: Rebeca, Raúl y Daniel Francisco. Maritza y él, BC, han escrito una historia maravillosa a dos manos y con la misma raqueta, manos llenas de gratitud y gracia en un mundo raro, excepcional entre las páginas deportivas de los diarios y revistas. Ella, Maritza, quien sigue siendo paraje y pareja: “Te amamos, te admiramos, te respetamos”. Mientras preserva el espejo, perdura el beso.

RENACIDO

Boris Becker

HACE CUATRO DÉCADAS SORPRENDIÓ

AL MUNDO AL GANAR

AÑOS. EN

WIMBLEDON CON

SOLO 17

ESTA CONVERSACIÓN REPASAMOS SU AZAROSA VIDA HASTA HOY, CON 57 AÑOS

POR FLORIAN KINAST Y CHRISTOPH LANDSGESLL / SI FOTOGRAFÍA SPORTS ILLUSTRATED ALEMANIA

S UN JUEVES nublado cuando nos encontramos con Boris Becker en Fráncfort del Meno. Él mismo propuso el lugar: el hotel Roomers, cerca del centro. Becker llega con una maleta de ruedas y una bolsa de viaje personalizada de la marca Boss. En ella se lee: Boris the Boss. Antes de la entrevista, nos reunimos a almorzar en el restaurante de la planta baja. Becker pide agua mineral, guacamole con totopos, edamames y, como plato principal, sopa de pollo. Es amigo desde hace años de los propietarios del hotel; uno de ellos saluda a la mesa... y trae vasos de vodka. L’Chaim , el brindis hebreo: “Por la vida”. Becker choca los vasos pero no bebe. Al final, pide un espresso. Luego subimos en el ascensor hasta el sexto y último piso. El salón reservado para la charla lleva un nombre curioso: Gossip (chisme). Y entonces: casi dos horas con Boris Becker.

Sports Illustrated: Señor Becker, queremos viajar con usted en el tiempo. Regresar al 7 de julio de 1985.

Boris Becker: Con gusto.

SI: Final de Wimbledon contra Kevin Curren. El marcador 5-4 a su favor en el cuarto set. ¿Qué pasaba por su cabeza?

BB: No podría decirlo con exactitud, pero estaba nervioso, muy nervioso. Por primera vez en ese partido, sentía que algo podía cambiar.

SI: ¿En su vida?

BB: Sí. Sabía que si ganaba ese último juego, lograría algo histórico. El campeón más joven de Wimbledon, primer alemán, primer no sembrado. Intuía que algo grande estaba por pasar.

SI: Y empezó ese game con una doble falta...

BB: Cero-quince. Y empecé a rezar. “Dios mío, dame un primer servicio”. Lo tuve, me puse 40-15… y volví a hacer una doble falta. 40-30. Volví a hablar con el de arriba. Y me regaló un saque ganador para cerrar el partido. Después miré hacia mi palco: mis padres, mi mánager Tiriac, mi entrenador Bosch. Esa alegría, y también esa

incredulidad, esas miradas de asombro… jamás las olvidaré.

SI: ¿Sintió miedo en las horas posteriores a ese punto final, miedo por lo que ese triunfo vendría con su vida?

BB: Miedo solo le tuve a la recepción de gala esa noche en el hotel Savoy y al obligado vals de los campeones. Bailar con Martina Navratilova, que era 11 años mayor que yo y ya había ganado su sexto Wimbledon el día anterior… ¡Hubiera sido un papelón! No sabía bailar vals. Por suerte, esa tradición se había suspendido el año anterior.

SI: Su siguiente torneo fue cuatro semanas después, en Kitzbühel, sobre arcilla.

BB: Perdí 3-6, 1-6 en primera ronda contra Diego Pérez, de Uruguay. El público arrojó cojines y sillas a la pista. Ahí empecé a entender lo que significaba vivir con el peso de ser campeón de Wimbledon.

SI: ¿Qué pasó en esas cuatro semanas?

BB: Al día siguiente volé a Niza con Ion Tiriac (su mánager). Me hospedó en un hotel en la playa y se pasó toda una semana explicándome cómo iba a cambiar mi vida para siempre. Que me seguirían los paparazzi, que ya no podría salir con chicas tranquilamente, que la prensa publicaría si rompía una raqueta en el entrenamiento. O algo así. Yo me reía, no lo creía.

SI: ¿Y hoy qué piensa?

BB: Que Ion Tiriac tenía razón. Como siempre.

SI: ¿Qué le diría hoy, con 57 años, a ese Boris Becker de 17?

BB: ¿Crees que ese chico de 17 años entendería lo que iba a pasar? Yo no lo entendía entonces. Era muy joven para dimensionarlo. Pero tampoco es que el de 57 años tenga que explicarle tanto. A fin de cuentas, ese muchacho no lo hizo todo mal. También

tomó buenas decisiones.

SI: ¿Fue un problema que el deportista Boris Becker estuviera mucho más maduro que la persona Boris Becker?

BB: Quizá fue mi mayor victoria: no haberme quebrado. Después de Wimbledon tuve que madurar de golpe. Aprender a defenderme, a luchar, a hacer las cosas a mi manera. El año clave fue 1986. Volvía como campeón defensor, pero mis posibilidades eran aún menores. Solo había ganado un torneo, en Chicago, en pista cubierta. Ni Tiriac ni Bosch creían en mí.

BB: Y volvió a ganar el título. ¿Fue más importante que el de 1985?

BB: Sin duda. Defender el título con 18 años fue más grande que ganarlo por primera vez con 17. Esa fue mi prueba de madurez. Entendí que podía confiar en mí cuando todo se ponía difícil. Ese año, gané otros cuatro torneos y terminé número dos del mundo. Nadie lo había logrado a esa edad.

SI: ¿Se considera una persona más emocional que racional?

BB: Una vez dije que aprendí a racionalizar mis emociones. Lo sigo sintiendo todo muy intensamente, pero ahora sé qué hacer con eso.

SI: ¿Se puede ganar Wimbledon solo con la razón?

BB: No. Las emociones son el motor. Muchos jugadores hoy parecen tenerle miedo a sus emociones, las confunden con debilidad. Yo pienso lo contrario: si

actúas con el corazón y estás convencido, eso te fortalece. Es lo que me enseñaron mis padres.

SI: ¿La disciplina también fue clave en su educación?

BB: Total. Me educaron de forma muy conservadora y estricta. Solo como ejemplo: en casa se cenaba a las 6:30. Si llegaba a las 6:45, ya no había comida. Si le dijera eso hoy a mis hijos, se reirían y pedirían algo por Uber Eats. La puntualidad, la disciplina, todo me lo inculcó, sobre todo, mi padre. Llorar podía hacerlo por la noche, a solas en mi cuarto.

SI: Dijo que no se quebró. ¿Estuvo cerca?

BB: Claro. Lo que viví no lo aguanta cualquiera. La forma en que me trataron los medios alemanes fue brutal,pero sobreviví. Y quizá regresé más fuerte. Que con 57 años siga aquí, me sorprende a mí. Es como haber ganado Wimbledon otra vez.

SI: ¿Cuál fue el momento más crítico?

BB: Muchos. El primero, tras mi retiro: “¿Qué hago ahora con mi vida?”. Necesitaba una razón para levantarme cada mañana. Fueron tres años difíciles, hasta que descubrí la televisión. Me convertí en analista, comentarista, presentador.

SI: ¿Jugó hasta los 31 años por miedo al futuro?

BB: No soy alguien que le tema al futuro, aunque a veces hubiera sido mejor. Pero, la verdad, si hubiera sido por mí, habría dejado de jugar antes. Ya había ganado todo lo que quería. Estar

“GANAR TAN JOVEN NO FUE UNA BENDICIÓN”

WIMBLEDON, SU SALA DE ESTAR “Es un lugar donde me siento en casa. Incluso después del retiro, como entrenador o periodista, siempre me trataron como un amigo”.

por séptima vez en una final de Wimbledon… ya no me emocionaba. A los 25 ya me sentía agotado, sin motivación.

SI: ¿Y quién lo detuvo? ¿El mánager? ¿Los contratos? ¿Los millones?

BB: Exacto. Todos sabían lo que pensaba, pero me decían: “¿Estás loco? Tienes contratos, estás en el top 10, ganas millones”. Me convencieron de seguir.

SI: Alguna vez dijo que ahora, con más de 50 años, ya no necesita

fingir. ¿Antes sí lo hacía?

BB: Sí. Se decía que no aceptaba consejos, pero era todo lo contrario. Permití demasiadas injerencias en mis decisiones, tanto profesionales como personales. Muchos malos consejos a los que hice caso. Y eso fue especialmente problemático después de mi carrera.

SI: Tocó fondo en 2022, cuando como consecuencia de su proceso de insolvencia fue condenado a

prisión. ¿Le marcaron más esos 231 días en prisión que sus 15 años como tenista profesional?

BB: Cada crisis que he superado en mi vida ha tenido algo positivo. Siempre he aprendido más de las derrotas que de las victorias. Pero esa fue una crisis existencial. En prisión volví a encontrarme, no tenía otra opción. Cuando lo pierdes todo –libertad, familia, dinero, casa–, lo único que queda es tu personalidad, tu carácter. Y en eso me refugié. Mi mundo interior siempre ha sido mi refugio en los momentos difíciles.

SI: ¿Esa crisis existencial fue también una catarsis? ¿Una forma de liberarse del lastre acumulado por décadas y empezar de nuevo?

BB: “Catarsis” es la palabra adecuada. Hoy estoy mucho mejor preparado que hace 20 años para detectar a los falsos amigos y a los parásitos. Ahora tengo un entorno que me protege, ya no es tan fácil acercarse a mí. Puedes llamarlo un reinicio.

SI: ¿No extraña la adrenalina de la cancha? ¿Nunca echa de menos esos momentos de presión que sacaban lo mejor de usted?

BB: Todavía siento presión. En el estudio de televisión, cuando se enciende la luz roja, eso es presión. Ahí tienes que rendir, concentrarte, estar completamente presente. No puedes equivocarte. Es exigente, pero necesito ese reto. Soy un workaholic. Si no trabajara, me aburriría.

SI: ¿Cómo ha cambiado el tenis en los últimos 40 años?

BB: No tanto. Solo que ahora hay tie break en el quinto. Lo que sí ha cambiado es que hoy los jugadores lo tienen mucho más cómodo. Desde lo médico: antes, si sentías un tirón en el muslo, te callabas y seguías. Si no, eras un blandengue. Hoy, el médico corre de inmediato a la cancha. También están las

sombrillas en los cambios de lado. Nosotros nos sentábamos bajo el sol y te arriesgabas a un golpe de calor.

SI ¿Era mejor el tenis de antes?

BB: Ah, la vieja pregunta. Ya teníamos una técnica condenadamente buena. Todos sabían sacar, volear, hacer slice de revés y subir a la red. Hoy, ya no todos pueden hacerlo. Otra diferencia: en mi generación había más jugadores capaces de ganar un Grand Slam, y varios lo hicieron. La élite mundial era mucho más amplia, antes de cada torneo había 15 o 20 candidatos que, en un buen día, podían ganarle a cualquiera. ¿Y en los últimos 25 años? Federer, Nadal, Djokovic, ahora Sinner, Alcaraz y Zverev. Siempre me pregunto: ¿son realmente tan extraordinarios los de arriba? ¿O será que el resto ya no es tan bueno? La respuesta está en algún punto intermedio.

SI: ¿Ya encontró su lugar en la vida? ¿Está donde quiere estar?

BB: Creo que ahora atravieso una muy buena etapa. Sí, he encontrado estabilidad, tanto en lo personal como en lo profesional. Crucé un valle de lágrimas muy profundo, pero ahora estoy bien. Por eso intento tomar mis decisiones con más cautela que antes. No quiero volver a pasar por lo que ya viví, no se lo desearía ni a mi peor enemigo y, menos aún, a mí mismo. También me siento plenamente instalado en mi nuevo centro de vida: Milán, Italia. Es un lugar, un país, donde siempre me he sentido muy a gusto.

SI: ¿De dónde su amor por Italia?

BB: De niño iba cada verano con mis padres a vacacionar a la costa del Adriático. Rímini, Milán, Marittima… cada año íbamos en auto. Durante mi carrera, tuve una relación muy cercana con el país, sobre todo, por mis patrocinadores, muchos de los

ALEMANIA, DUELE

Becker espera en algún momento sanar heridas con la prensa de su país. Su relación con ello siempre fue tensa.

cuales eran italianos. Además, siempre fui un gran fan del AC Milan. Paolo Maldini y Ruud Gullit estuvieron en mi boda. Y me encantan las películas de mafia con Marlon Brando, Al Pacino, Robert De Niro. Hace poco volví a ver El Padrino III.

SI: ¿Qué le gusta de la mentalidad italiana?

BB: Sobre todo, que el fin de semana es sagrado. En Italia solo hay tres cosas el fin de semana: familia, futbol e iglesia. Me gusta mucho eso.

SI: Después de todas las críticas que ha recibido en Alemania durante estas cuatro décadas, ¿ha hecho las paces con su país?

BB: ¿Cuántas horas tiene usted?

SI: Muchas.

BB: Eso es un tema para toda una velada. Digamos que no siempre fuimos los mejores amigos, pero aún nos doy una oportunidad. Espero que durante lo que me queda de vida se me trate con más respeto, que se reconozca más mi trayectoria como el mejor tenista alemán de la historia. Me lo gané, y me gustaría que así fuera. Soy patriota,

tengo pasaporte alemán y siempre me encantó representar al país. Pero eso no siempre fue bien recibido, sobre todo, por parte de los medios. Aunque el año pasado las cosas mejoraron un poco. Me gustaría extender la mano una vez más, tal vez todavía estemos a tiempo.

SI: Suena como si anhelara que ese amor por Alemania fuera correspondido.

BB: Al menos, es importante para mí porque es mi país. Y cuando juega la selección, como en marzo en Milán, soy su mayor fan. Sería lindo poder reconciliarnos.

SI: ¿Le teme al envejecimiento?

BB: No exactamente. Pero sí me pregunto cuánto tiempo me queda. Y mis hijos mayores también empiezan a notarlo: su papá no va a estar para siempre.

SI: Llevado al tenis: ¿en qué set está?

BB: En el quinto todavía no. Diría que estoy en el cuarto, entrando en la fase decisiva.

SI: ¿Y cómo va el marcador?

BB: Un break arriba. Ventaja para Boris Becker.

He logrado volver bien al partido.

EL ENEMIGO INVISIBLE

Entre el KILÓMETRO 30 Y EL 35, cuando el atleta amateur de maratón siente que el cuerpo cae y la mente titubea, se ha llegado al Muro y pocos salen de él

MARIO ALBERTO VERDUSCO

Que duela, que no se me olvide. Me lo repetí una y otra vez cuando llegué al Muro. Ese punto crítico, brutal y despiadado que aparece y golpea con crudeza en cada maratón. Llevo cuatro y casi siempre llego a él a partir del kilómetro 32. Es inevitable. Nadie te alista para ese momento. Lo puedes leer, te lo pueden contar, pero hasta que no estás ahí, no lo entiendes.

Fatiga, dolor, piernas que hace unos minutos volaban ligeras ahora pesan como columnas de concreto. La mente que duda, el cuerpo que pide parar. Hay sed, mucha sed. Quiero una Coca-Cola, una fruta. Estoy harto de los geles energéticos, esos que te dan un impulso adicional en la carrera. El trayecto se alarga. El aire ya no refresca. El sudor pesa. A mi alrededor, algunos me rebasan. ¿Cómo lo hacen? ¿De dónde sacan fuerza? Pero también veo a otros caminando, acalambrados, rotos. Ahí está el Muro que no perdona a nadie.

He corrido cuatro maratones –tres en la Ciudad de México, uno en Roma– y siempre me lo encuentro. En la Ciudad

Eterna vi a dos corredores desvanecidos: uno pálido, flácido; otro cubierto con una manta, asistido por paramédicos. Se me erizó la piel. No quería estar ahí. Pero tampoco quería rendirme.

EL MURO ES UN PARTEAGUAS: o te detiene o lo atraviesas con lo que te queda. Y eso, nadie te lo resuelve. No hay estrategia, app ni entrenador que pueda correr esos kilómetros por ti. Solo tú.

QUERIDO RUNNER: este es el famoso Muro. Ese momento en el que el cuerpo ha quemado casi todo su combustible. Se agotó el glucógeno, la fuente primaria de energía, y ahora tira de la grasa. Estás deshidratado.

La mente flaquea. Cada paso exige una voluntad que parece extinguirse. No hay truco. No hay atajo. Es el momento en que decides si sigues o te rindes. Así de simple. Así de brutal.

Y por eso entreno. No solo para correr, sino para resistir. Enfrentar el Muro implica mucho más que acumular

kilómetros. He tenido que sacrificar horas de mi día, cuidar lo que como, hidratarme, dormir mejor. Ordenar mi vida para estar listo. Porque sé lo que es fallar ahí. Me pasó en mi primer maratón, en 2022. Alrededor del kilómetro 31 en la CDMX, llegaron las náuseas. El sol me fundía. Las piernas se endurecieron como piedra. Sentía que se acalambraban, que me desplomaría en cualquier momento. Lo único que me empujó fue el miedo y –lo admito— la vergüenza de no terminar. Pensaba en quienes me desearon suerte la noche anterior. No quería fallarles.

Tomé todo lo que encontré: dulces, Coca-Cola, naranjas, vasos de agua. Alguien repartía hielos. Tomé uno. Lo apreté con fuerza, como si pudiera trasladar el dolor de mis piernas a la mano congelada. Buscaba engañar al cuerpo, distraer a la mente.

El tramo por Reforma después del Monumento a la Revolución fue un infierno: sin sombra, sin voces, sin respiro. Me pregunté qué carajos hacía ahí. Me prometí que sería la última vez.

PERO NO LO FUE. Ese sufrimiento me fortaleció. Me mostró lo que el Muro realmente es: una prueba de voluntad. Desde entonces, lo respeto. Me preparo con más seriedad. Y aunque las siguientes experiencias fueron igual de duras,

también fueron más disfrutables. Y más memorables.

Hoy, entreno con conciencia: paso de trotar 5k a correr 10k, luego, 21, después, 30k. Poco a poco. Fortalezco las piernas, entreno la mente, calibro el corazón. Cambia la vida: duermo más, salgo menos, cuido la alimentación, dejo la cerveza, las desveladas, el antojo.

Porque aprendí la lección: “Si ya hice 30, ¿qué son 12 más?”. Me mentí aquella primera ocasión, sin saber que el Muro me iba a sacudir con todo.

El Muro es otra cosa. Se vive. Se sufre. Pero si lo cruzas, te transforma.

Y te transforma porque, entre el kilómetro 30 y el 35, ya no eres el mismo. Las reservas se han ido, el cuerpo entra en estado de

emergencia. El corazón late más fuerte. Los músculos tiemblan. Cada paso es una batalla. Te quitas los audífonos. Escuchas tu respiración. Tus pasos. Tu alma gritando que sigas. Escuchas a la gente. Alguien te anima. Te lanza una sonrisa, un “¡vamos, tú puedes!”. Y eso también es el maratón.

¿QUÉ ES EL MURO EN UN MARATÓN?

ARA MUCHOS corredores, el Muro o la pared llega entre el kilómetro 30 y el 35. Es ese punto donde el cuerpo se niega a avanzar, las piernas pesan como plomo y la mente parece rendirse. Las causas físicas son conocidas: se agotan las reservas de glucógeno, se acumulan sustancias como el lactato y el cuerpo entra en crisis energética. Benjamín Paredes, doble campeón mundial de la disciplina, identifica los errores más comunes que conducen a ese colapso: mala hidratación,

cambiar de ritmo sin estrategia o no entrenar con la base suficiente. Incluso el clima puede acelerar el desgaste: mucho calor, humedad o frío extremo vacían más rápido el tanque. Y si bien puede golpear a corredores experimentados, la pared castiga con mayor frecuencia a los amateurs. Pero hay otro muro que no se ve: el psicológico. Claudia Zaragoza, health coach , triatleta y entrenadora de atletas, secunda a Paredes, y aporta más luz al tema: el crack también ocurre en la cabeza. Para ella, no basta con llevar geles y

electrolitos: también hay que cargar frases de resistencia, emociones guía y una mente entrenada para aguantar cuando el cuerpo pide parar. De hecho, entre corredores no profesionales, la sugestión suele ser un factor determinante.

Ambos coinciden: no hay estrategia mágica, pero sí una preparación integral. El Muro les aparece a los atletas menos experimentados y para ellos difícilmente es inevitable pero sí predecible. Y con entrenamiento físico, mental y emocional, se puede atravesar.

EL MURO

RECOMENDACIONES PARA CORRER UN MARATÓN Y EVITAR EL MURO

PREPÁRATE CON AL MENOS SEIS MESES DE ANTELACIÓN

Corre mínimo tres veces por semana y complementa con entrenamiento de fuerza para evitar lesiones.

EVITA ENTRENAR SIEMPRE A INTENSIDADES ALTAS

La mayoría de tus rodajes deben ser en zona aeróbica baja. El sobreentrenamiento conduce a fatiga crónica y lesiones.

NUNCA VAYAS EN AYUNAS A UNA SESIÓN DE INTENSIDAD O TIRADA LARGA

Tu cuerpo necesita energía disponible para adaptarse al esfuerzo.

NO PIENSES QUE LO LOGRARÁS SOLO POR SER FUERTE MENTALMENTE

El entrenamiento físico es irremplazable. No hay atajos.

DURANTE EL MARATÓN, CONSUME CARBOHIDRATOS

CADA 30 MINUTOS

Entre 20 y 40 g por dosis. Usa geles, gomitas o bebidas con carbohidratos, según lo que ya hayas probado.

COMIENZA LENTO

Los primeros 2-3 km deben ser tranquilos, en zona 2 , con respiración “ conversacional ” . Ahí se gana o se pierde la carrera.

HIDRÁTATE CON ESTRATEGIA

Comienza 2-3 días antes del evento, con electrolitos sin azúcar y alto contenido de sodio. Durante la carrera, toma sorbos en cada estación.

NO ESTRENES NADA EL DÍA DEL MARATÓN

Todo –ropa, zapatos, geles, bebidas – debe haberse probado previamente. El maratón no es para improvisar.

LAS TRES

ESTRATEGIAS MENTALES DE ALTO RENDIMIENTO

ESTRATEGIA MENTAL

Ten listos dos mantras:

Uno para cuando te sientas inseguro (ej. “Encuentra la manera” o “Por algo estoy aquí”). Otro para cuando el Muro esté empinado y todo parezca perdido (ej. “Los locos son los que mueven al mundo”).

También puedes identificar al “loco de la cabeza” –esa voz interna que sabotea– y ponerle un nombre: Cruela, Garfio... y hablarle.

ESTRATEGIA EMOCIONAL

Pregúntate: ¿cómo me quiero sentir durante la carrera? Fuerte, ligero, feliz, invencible. Elige una emoción guía y conéctate con ella.

ESTRATEGIA TÉCNICA

Céntrate en el presente: postura, respiración, zancada, frecuencia cardiaca y cadencia. Conecta con tu cuerpo.

CLAUDIA ZARAGOZA MARCOS es health coach, triatleta y fundadora de Endurance MX, donde entrena a atletas amateurs con un enfoque integral en la preparación física, mental y emocional.

BENJAMÍN PAREDES

SCORECARD: NADIA COMĂNECI Y SIMONE BILES

A LOS OJOS

CADA UNA EN SU TIEMPO, REDEFINIÓ LA PERFECCIÓN Y EL LÍMITE DEL CUERPO HUMANO, DEJANDO UN LEGADO QUE TRASCIENDE EL DEPORTE MISMO

POR: ALEJANDRA GONZÁLEZ

ASTA LOS juegos olímpicos de 1976, la perfección era concebida como una aspiración inalcanzable. Se volvió tangible en apenas un minuto y medio, cuando Nadia Comâneci, la menuda niña rumana de 14 años, se plantó frente al mundo y ejecutó una rutina tan perfecta que los marcadores, programados para mostrar calificaciones de un solo dígito, no supieron cómo reaccionar.

Cuatro décadas después, Simone Biles emergió con una fuerza distinta. Explosiva, musculosa, con una potencia que desafiaba las leyes físicas, Biles reescribió el código de dificultad de la gimnasia moderna y se convirtió en la gimnasta más condecorada de todos los tiempos. Su legado no solo habita en los podios, sino, también, en los cinco ejercicios nombrados en su honor.

LOS EXPERTOS OPINAN

“En mis inicios, fui fan de Nadia, álbumes, recortes, todo era lo máximo. Hoy, me inclino por ver lo casi imposible y me impresiona lo que hace Simone; me quedo con ella”.

CLAUDIA ESTEVA, jueza en París 2024

“Respeto y admiro mucho la carrera de Nadia Comăneci, pero mi corazón está con Simone Biles. Amo ver como es una gimnasta que rompe barreras”.

MARISELA CHELLY CANTÚ, gimnasta en Beijing 2008

NADIA ELENA COMĂNECI

FECHA DE NACIMIENTO: 12 de noviembre de 1961

LUGAR DE NACIMIENTO: Onești, Rumanía

JUEGOS OLÍMPICOS: Montreal 1976, Moscú 1980

MEDALLAS OLÍMPICAS

5

3

1

EN EL CAMPEONATO MUNDIAL DE GIMNASIA ARTÍSTICA: 4

“Son extraordinarias, aunque me inclino y me siento más identifi cada con la manera de hacer gimnasia de Nadia. Esa elegancia clásica y efímera”.

ELSA GARCÍA, gimnasta en Londres 2012

SIMONE ARIANNE BILES

FECHA DE NACIMIENTO: 14 de marzo de 1997

LUGAR DE NACIMIENTO: Columbus, Ohio, Estados Unidos

JUEGOS OLÍMPICOS:

Río 2016, Tokio 2020, París 2024

MEDALLAS OLÍMPICAS PLATA ORO BRONCE

7

2

2

MEDALLAS EN EL CAMPEONATO MUNDIAL DE GIMNASIA ARTÍSTICA: 30 PLATA ORO BRONCE 23

“Son disruptoras de tiempo y espacio. La gimnasia y el deporte a nivel mundial cambió por completo, se habla de un antes y un después de Nadia, así como se habla de Simone”, afirma Elsa García, gimnasta mexicana en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Si bien ambas redefinieron la gimnasia, tenían estilos diferentes.

“La gimnasia que hizo Nadia Comâneci fue una gimnasia basada en perfección artística, empezando con cuerpos muy esbeltos parecidos a las bailarinas de ballet y más que ver maromas en el aire, era ver la calidez, la gracia, el estilo, el arte de la gimnasia, claro que con algo de saltos gimnásticos y elementos de dificultad”, explica 4 3

Marisela Chelly Cantú, gimnasta olímpica en Beijing 2008.

Biles, por otro lado, es la encarnación de una atleta superlativa, con un cuerpo diseñado para lo imposible. Claudia Esteva, jueza mexicana en París 2024, marca con claridad las diferencias entre ambas. “Simone es atlética, potente, extremadamente fuerte y de complexión más muscular. Nadia era tímida en su actuar mientras que Simone se dirige con más fuerza y apertura al público”, dice.

Otra clave para entender su diferencia está en los escenarios políticos en los que alcanzaron la gloria. El desarrollo de Nadia –explica Esteva– estuvo profundamente influenciado por el contexto político de la Rumanía comunista y lo que el deporte representaba para el régimen; Simone nació en un entorno distinto pero cargado de la abrumadora –y exigente– presión mediática y de los patrocinadores.

A pesar de las distancias, a ambas las une su legado: Nadia encarnó el ideal inquebrantable de una infancia convertida en máquina de precisión; Simone, el acto radical de decir “no”, en un sistema que premia el dolor y castiga la vulnerabilidad.

“Ambas pasaron de ser gimnastas a artistas, a seguir existiendo en la historia como leyendas. Es quizás ocioso compararlas, lo correcto es admirarlas como las grandes figuras que fueron, son y seguirán siendo”, concluye García.

SCORECARD: GRANDES LIGAS

LOS RÉCORDS ETERNOS

PETE ROSE

Más hits en la historia: 4,256

El jugador activo más cercano: Freddie Freeman, 2,337

Rose consolidó su legado con una regularidad ofensiva que atravesó décadas y transformó la constancia en grandeza. Su apodo, Charlie Hustle (Carlos el Esforzado), nunca fue una exageración, sino un reflejo de la intensidad que lo definió. La distancia respecto a Freeman —que apenas supera los 2,300 hits— confirma la dimensión histórica de aquella marca.

RICKEY HENDERSON

Más bases robadas en la historia: 1,406 | Bases robadas en una temporada: 130 Los jugadores activos más cercanos: Starling Marte: 358 | Ronald Acuña: 73

Henderson no solo tenía la tenacidad para robar bases, también era dueño de una habilidad extraordinaria para batear y embasarse. Marte es el líder de bases robadas entre jugadores activos, pero el mérito es de una carrera de 14 años, no de una velocidad sobrenatural.

CY YOUNG

Más juegos ganados: 511

El jugador activo más cercano: Justin Verlander, 262

El récord de Cy Young es una herencia de otra época: cuando los abridores completaban

NOLAN RYAN

Más ponches en la historia: 5,714 El jugador activo más cercano: Justin Verlander, 3,457

Lo de Ryan fue una rareza en toda regla: no solo lanzaba una de las rectas más veloces que se hayan visto, también logró sostener ese poder durante casi tres décadas. Su dominio marcó a generaciones enteras, imponiéndose con una inusual mezcla de fuerza bruta, comando y resistencia. Verlander, el más cercano en la lista, transita ya el ocaso de su carrrera.

JOE DIMAGGIO

Más juegos consecutivos pegando hits: 56 juegos en 1941

El jugador activo más cercano: Freddie Freeman, 30 juegos en 2016

La hazaña de DiMaggio resiste, no solo por su dificultad técnica, sino por el temple mental y una combinación casi imposible de cualidades: contacto constante y disciplina extrema para evitar bases por bola que arruinen la fiesta de imparables. Freeman, el virtuoso primera base de los Dodgers, tuvo una racha de 30 juegos en 2016.

partidos —no existía el juego colectivo y la especialización del bullpen — y lanzaban cada tres días. Young —que atribuía la fortaleza y la longevidad de su brazo a una vida entera cortando leña— completó, en 22 campañas, cinco temporadas de más de 30 juegos ganados.

HAY CIFRAS que no son solo números. Son monumentos, vestigios de una época en la que el beisbol se escribía con otro ritmo, otra lógica. Marcas que parecen leyendas más que estadísticas porque fueron forjadas en una era de sacrificio, resistencia y juego continuo. Marcas imposibles de romper hoy.

CAL

RIPKEN JR.

Más juegos consecutivos: 2,632

El jugador activo más cercano: Matt Olson, 685 juegos

Ripken representó una idea de compromiso con el juego que ya no existe de la misma forma. Hoy, la gestión del cuerpo y del descanso planificado son parte integral de cualquier carrera exitosa. Su récord habla de durabilidad física y de una mentalidad que ha quedado en el pasado. El jugador activo con más juegos consecutivos es Matt Olson, de 31 años, quien tendría que jugar 12 temporadas seguidas para alcanzar el récord de Ripken Jr..

YOGI BERRA

Más anillos de Serie Mundial: 27 Los jugadores activos más cercanos: Will Smith y Mookie Betts, 3

En Serie Mundial no hay nadie como Yogi. Apareció en 21

ediciones del Clásico de Otoño como jugador, coach y mánager y ganó 10 como pelotero, un récord que, hasta ahora, nadie ha igualado ni está cerca de hacerlo. Berra fue una combinación de talento individual y pertenencia a una dinastía irrepetible, la de los Yankees.

FOTOS: MARK KAUFFMAN

EL DÍA QUE

WILLIE MAYS WILLIE MAYS

SE APODERÓ DEL CARIBE

WILLIE MAYS, ESTRELLA DE OTRO MUNDO, DESLUMBRÓ EN CARACAS COMO SI EL DESTINO HUBIERA QUERIDO REGALARLE AL CARIBE UN PEDAZO DE SU GRANDEZA

POR CAROLINA PADRÓN

HHHH, SHHHH, shhhh.

Era 12 de febrero de 1955. El Estadio Universitario de Caracas, ruidoso como siempre, le dedicaba a Willie Mays una onomatopeya. Para presionarlo o burlarse de él, que por los lados del Caribe, a veces, viene siendo lo mismo. Le recordaban su silencio ofensivo en esa edición de la Serie del Caribe, como bien apunta el historiador –e histórico– puertorriqueño Jorge Colón Delgado. El jardinero central de los Gigantes de Nueva York se preparaba para tomar un nuevo turno al bate. En frente estaba el lanzador venezolano Ramón Monzant, de los Navegantes del Magallanes,

equipo que representaba a Venezuela y que, además, jugaba de local en ese recinto. Mays había pasado 12 veces por el plato y sus números seguían en cero. El campeón de bateo de la Liga Nacional de las Grandes Ligas no había conectado ni un solo imparable en la justa.

Caracas aún lo esperaba. En uno de los duelos más electrizantes del torneo. Pero Willie Mays, a sus 24 años, no se impacientaba. Había formado parte de los Black Barons de Birmingham, en las Ligas Negras. Nacido en Alabama, en el sur de Estados Unidos, en donde reinaban las llamadas leyes de Jim Crow que legalizaban la segregación racial. El

La participación

en la

LUJO DE PELOTERO
de Willie Mays
Serie del Caribe de Venezuela es considerada un sueño irrepetible.

mismo estado del que era oriunda Rosa Parks, la activista que se negó a ceder su asiento del autobús 2857 en Montgomery y encendió la chispa de la lucha por los derechos civiles a fines de 1955.

Mays era superlativo. Se sabía histórico, manejaba muy bien la intimidación. No en vano venía de ganar la Serie Mundial de 1954 ante Cleveland. Era el sexto afroamericano en MLB, conformando junto con Monte Irvin y Hank Thompson el primer outfield completamente de afroamericanos en la historia del big show. No había ido hasta Venezuela para fallar, mucho menos, representando al campeón de Puerto Rico, los

EL ESCUADRÓN DEL PÁNICO

Mays y Zimmer (centro) con el temible equipo de Puerto Rico, en la Serie del Caribe de Venezuela 1955.

Cangrejeros de Santurce, que llegaban como grandes favoritos.

Vale la acotación: Santurce, apodado ‘El escuadrón del pánico’ o La maquinaria perfecta, como se titula el libro del maestro Colón Delgado, era tan poderoso que no necesitó reforzarse con otros beisbolistas, como es común. Acudió a la cita del Caribe con el mismo roster con el que se coronó en la pelota puertorriqueña. Entre tantos hombres de poder tenían a Roberto Clemente, un jovencito de 20 años que debutaría en abril siguiente en las Grandes Ligas con los Piratas de Pittsburgh, y a Don Zimmer, que resultó el más valioso del torneo.

El lanzador dominicano George Garabato Sackie formó parte del equipo. Me recuerda mi compañero de ESPN, Enrique Rojas, que como República Dominicana no participaba en la primera etapa de la Serie del Caribe, los dominicanos iban a otros equipos de diferentes ligas invernales para estar en el evento. Era la entrada número 11 con el juego empatado a dos. El derecho Monzant estaba parado en la lomita, prospecto de los Gigantes, compañero de equipo de MLB de Mays. El puertorriqueño Clemente conectó un hit y esperaba que lo remolcara el llamado Say Hey Kid. Mays volvió a ser Mays. Conectó un cuadrangular

CLAUDIA CÁNDANO EDITORA GENERAL
JORDI LINARES EDITOR DIGITAL
El primer podcast de moda en México

que cruzó la barda del jardín central para que los Cangrejeros dejaran en el terreno al Magallanes.

El estadio explotó. Los aficionados de los Cangrejeros de Santurce que estaban en la grada estallaron en júbilo. Se comprobaba que la leyenda era cierta. “Su estilo de juego combinaba excelencia en cada faceta del deporte: bateo, velocidad, potencia, defensa y brazo, lo que lo convirtió en el prototipo del pelotero de las cinco herramientas”, explica Colón Delgado. Pero antes de ese momento, para el público, su ofensiva era una simple referencia de la radio o de los periódicos.

En ese extrainning, con la tensión al máximo, rompió su slump ofensivo y conectó su primer hit en una Serie del Caribe: un cuadrangular. El equipo lo esperó en el home para abrazarlo. Mays estaba eufórico. Santurce ganó 4-2 ese juego tres. Ganarían todos sus enfrentamientos de la Serie a excepción del último, que perdieron frente al Magallanes. En ese juego también la sacó del

estadio Willie Mays. Ganaron el tercer título para la franquicia y el cuarto para Puerto Rico.

Mays se destapó. A veces, se necesita eso, un solo contacto con la pelota para sacudirse el polvo. En la vida y en el beisbol. Después conectó 10 hits en sus siguientes 12 turnos a lo largo de la Serie: cuatro ante Almendares de Cuba, tres a Carta Vieja de Panamá y tres más a Navegantes del Magallanes. Su nombre formó parte del equipo ideal del torneo que también incluyó a sus compañeros de equipo, los lanzadores Sam Jones y Bill Greason, al campocorto Don Zimmer, al catcher Harry Chiti y al tercera base Buster Clarkson. Ver a Willie Mays era impactante. “El debut de Mays –en la isla– fue todo un acontecimiento. El parque Sixto Escobar se abarrotó de fanáticos deseosos de ver al campeón bateador de la Liga Nacional lucir, por primera vez, el uniforme cangrejero. Su impacto fue inmediato. Puerto Rico nunca había visto

MAYS ERA SUPERLATIVO. MANEJABA MUY BIEN LA INTIMIDACIÓN, NO EN VANO VENÍA DE GANAR LA SERIE MUNDIAL DE 1954.

algo igual”, cuenta Colón Delgado. Tampoco Venezuela. Quizá Mays era la mayor estrella que había estado en el Universitario, también casa de los Leones del Caracas, en sus cuatro años de vida. Allí había jugado Chico Carrasquel, el querido parador en corto venezolano de los Chicago White Sox que estaba representando al Magallanes y que el siguiente año se cambiaría a Cleveland.

La participación de Willie Mays en la Serie del Caribe de Caracas 1955 fue tan relevante que dio origen a una frase del imaginario colectivo venezolano: hacerse el Willie Mays. Que significa que alguien se hace el loco, el desentendido de una situación que le es común o el tonto a propósito. Una frase que, hasta hoy, seguimos usando en nuestro argot, incluso sin saber quién fue el tal Willie Mays.

El beisbol tomó terreno en Venezuela luego de que ganaran la Serie Mundial Amateur en 1941 ante Cuba un 22 de octubre. Un evento que paralizó al país, nombrado La Hazaña del 41. Incluso, el entonces presidente Isaías Medina Angarita suspendió una reunión de gabinete para unirse a las celebraciones. Derivado del boom se fundó cuatro años después, en 1945, la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, tal cual apunta el periodista venezolano Pascual Artiles.

Pero ¿cómo terminó Willie Mays, jardinero central nacido en

UN SALTO IMBORRABLE

Puerto Rico, con Mays (24), celebra el título al vencer a Venezuela en el Estadio Universitario.

Westfield, jugando en el Caribe? El historiador Colón Delgado tiene la respuesta: la culpa es de Pedrín Zorrilla. El apoderado de Santurce tenía estrecha relación con los Gigantes y conocía a Mays desde las Ligas Menores. Supongo que también ayudó el sueldo. Pascual Artiles apunta al contrato que firmó Mays con los Cangrejeros. Por la época, era muy bien pagado el beisbol caribeño. Mientras que Mays cobraba en MLB un sueldo de 250 dólares mensuales, en Puerto Rico ganaba 1,000 por el mismo tiempo.

Todo se conjugó para que una de las mayores estrellas de MLB,

EN LO MÁS ALTO

Mays, quien fue elegido el MVP de aquella Serie del Caribe, celebra sobre Don Zimmer, otra estrella.

Salón de la Fama en 1979 en su primer año de elegibilidad, terminara jugando pelota en las ligas invernales del Caribe. El número 24 formó parte de un equipo de ensueño que mantiene vivo el debate de siempre: ¿fueron los Cangrejeros de Santurce del 55 el mejor equipo que ha pasado por la Serie del Caribe? Para Colón Delgado, lo es, enmarcados en la primera etapa de la Serie, porque considera al Dream Team de 1995 como el mejor de todos los tiempos. Ese equipo de ensueño fueron los Senadores de San Juan, que se beneficiaron de la huelga de MLB de 1994 y lograron reunir un equipo repleto de nombres pesados, como Carlos Baerga, Roberto Alomar y Bernie Williams. Ganaron de forma invicta el título para Puerto Rico. Mientras cada uno resuelve su propia discusión, nos quedan las fotos del recuerdo de un Willie Mays sonriente, adoptando bajo su cuidado al novato Roberto Clemente para enseñarle a tomar la bola de canasta y patrullar los jardines. Cuando Clemente conectó su hit 3,000 en las Grandes Ligas, Willie Mays fue al dugout de los Mets a felicitarlo, me cuenta Pascual Artiles. Le preguntaron a Clemente tras ganar la Serie Mundial del 71 con los Piratas ante los Gigantes: “¿Es este el mejor equipo en el que has jugado?”. Respondió que no. Que ese, definitivamente, fueron los Cangrejeros de Santurce de 1955.

POPOVICH

MÁS INFLUYENTES DE LA NBA. SU IMPACTO VA MUCHO MÁS ALLÁ DE VICTORIAS Y ANILLOS

a NBA se encontraba en una etapa de transición cuando Gregg Popovich fue nombrado gerente general de los San Antonio Spurs antes de la temporada 1994-95, una noticia que solo fue importante en la Ciudad del Álamo. El triunvirato sagrado sobre el cual la NBA había construido su marca durante la década anterior había desaparecido: Michael Jordan se fue al beisbol de ligas menores, Larry Bird, a las oficinas de los Celtics, Magic Johnson, a una especie de purgatorio debido a su condición de VIH positivo. Con esas salidas (Jordan regresó por cinco temporadas completas, como todos sabemos, y Magic tuvo una reaparición momentánea) se fue gran parte de la base fundamental de la liga, los pilares confiables de los Bulls-Celtics-Lakers que habían ganado 11 campeonatos de la NBA en las 15 temporadas anteriores y cuyos jugadores, entrenadores y directivos habían llegado a definir la excelencia de la NBA. Era poco probable que alguien nominara a los Spurs dirigidos por Popovich para encabezar la nueva

elite, si es que habría una. San Antonio sí tenía una de las estrellas más grandes de la liga en David The Admiral Robinson, quien entonces entraba a su sexta temporada. Pero los Spurs, nacidos de los escombros de la vieja ABA –comenzaron su vida en el basquetbol profesional en 1967 como los Dallas Chaparrals antes de mudarse 275 millas al sur y ser rebautizados como San Antonio Spurs en 1973– eran conocidos principalmente por dos cosas: la frialdad de dispara-primero-último-y-siempre de George Iceman Gervin, un avatar perfecto para la ABA libre y ofensiva, y una propensión al fracaso en playoffs. En las 27 temporadas antes de que Popovich tomara el trabajo, ni los Chaps ni los Spurs habían llegado nunca a una final de campeonato y la franquicia había competido por el título de conferencia solo tres veces.

¿Y qué sabíamos de Popovich, una rama menor del árbol de Larry Brown? Aún no era el enófilo/posible espía/crítico de Donald Trump más conocido del mundo deportivo. Todo eso vendría después. Pop había

surgido principalmente como un “tipo universitario”, asistente en Air Force (su alma máter), entrenador en jefe en Pomona-Pitzer (donde también era profesor asistente) y asistente voluntario con Brown por un año en Kansas. Brown había traído a Popovich a la NBA como asistente con los Spurs en 1988 y Popovich también tuvo dos temporadas con Golden State bajo Don Nelson. Los reporteros que encontraron a Pop durante ese tiempo hallaron a un hombre inteligente aunque reticente. Poco sabíamos de que Pop tenía una gran personalidad él mismo, cuya profundidad y amplitud no emergería hasta mucho después.

Fuera lo que fuera lo que movió al dueño de los Spurs, Peter Holt, a contratar a Popovich, resultó ser una de las decisiones de personal más astutas de la historia de la NBA. Con la renuncia de Popovich en mayo, principalmente, debido a los efectos de un derrame cerebral que sufrió el noviembre pasado, se cierra la puerta a una de las carreras más notables en el deporte profesional. No fue solo lo que hizo

ERA POCO PROBABLE QUE SE NOMINARA A LOS SPURS PARA ENCABEZAR LA NUEVA ELITE Y LO HICIERON

como entrenador durante 29 temporadas —un récord de 1,422 victorias y cinco campeonatos–. Fue su establecimiento de esa cosa inefable llamada “cultura” en San Antonio, un ethos de franquicia que contrastaba con, digamos, los Showtime Lakers y los Jordan Bulls. Esas eran, esencialmente marcas, de entretenimiento, deliciosas y exitosas como fueron. Año tras año, la República de Pop (como este reportero llegó a llamar a la franquicia perennemente exitosa en San Antonio) funcionaba como su propio organismo distinto dentro de la NBA, definida por la excelencia en ambos extremos de la cancha, la prevalencia de jugadores internacionales, la taciturnidad de la superestrella residente Tim Duncan, y, sobre todo, la presencia de Pop. A veces soleado pero más a menudo irascible, Popovich gobernaba su feudo como un Red Auerbach de los tiempos modernos, tomando virtualmente todas las decisiones de franquicia que importaban.

Mostrando los efectos del derrame cerebral, el Popovich de 76 años habló lento pero lúcidamente en una conferencia de prensa el 5 de mayo en la que anunció que Mitch Johnson, quien había dirigido a los Spurs en su ausencia la temporada pasada, será el entrenador de San Antonio. El nuevo rol de Pop se reveló cuando los inmortales de los Spurs Duncan y Manu Ginóbili le quitaron su chamarra de calentamiento. Debajo había una playera blanca que decía “El Jefe”.

DURANTE SUS PRIMERAS dos temporadas como gerente general, Popovich reinó silenciosamente (o eso parecía) mientras los Spurs continuaron su patrón: florecer en la temporada regular (Robinson fue el MVP de la liga en 1995, la primera campaña de Pop como GM), fracasar en los playoffs. San Antonio ni siquiera era el mejor equipo de Texas; los Houston Rockets ganaron títulos consecutivos en ‘94 y ‘95.

Mientras tanto, en lo profundo de la organización de los Spurs (y Popovich generalmente mantenía las cosas en lo profundo), el GM tenía otra visión para el equipo, una en la que él tomaría las decisiones no solo en las oficinas, sino también desde la banca. Y 18 juegos después del inicio de la temporada 1996-97, con el récord del equipo en 3-15, despidió a Bob Hill y se instaló como entrenador. La reacción dentro de la NBA fue de shock, o al menos, de sorpresa. Mientras Popovich seguía siendo relativamente desconocido, Hill era una figura popular que había guiado a los Spurs a temporadas de 62 y 59 victorias en sus primeros dos años. ¿Y no era ese inicio abismal atribuible principalmente a lesiones de Robinson y Sean Elliott, el segundo mejor jugador del equipo? Hill nunca se desató con invectivas completas después del despido, pero sus sentimientos, y los de sus seguidores, circularon por toda la liga.

Pop comenzó a “meterse” alrededor de su segundo año. Pop siempre quiso ser el coach. Pop aprovechó la oportunidad [del mal inicio] para tomar el control del equipo. Todas esas cosas pudieron haber sido ciertas. Pero nunca hubo un momento en que Pop dudara de que podía entrenar.

Las dificultades por lesiones no disminuyeron después de que Pop tomó el control, ya que los Spurs terminaron 20-62. Pero entonces, las cosas comenzaron a cambiar, la atmósfera de San Antonio repentinamente cargada con la energía nerviosa de Pop. Hazle una pregunta que él considerara buena y obtendrías una respuesta razonada y matizada; hazle algo que él considerara estúpido y obtendrías algo más. Podría ignorarte con una mirada desdeñosa, administrar una disertación severa sobre Basquetbol 101, darte una conferencia sobre la ética del periodismo o la estupidez en general.

La palabra serbia para suerte –srea– estaba en el aire en la lotería del draft de la NBA de 1997. Con solo 21% de posibilidades de obtener la primera selección, las pelotas de ping-pong cayeron a favor de San Antonio, y eligieron a Duncan de Wake Forest, una de esas selecciones de no-hay-forma-de-queno-sea-grandioso como Jordan y LeBron James. Así se cimentó la base de los Spurs para las siguientes dos décadas. Pop y Tim. Tim y Pop. Estaban hechos el uno para el otro, no forzados como otras relaciones entrenador-superestrella (Magic y Pat Riley, Jordan y Phil Jackson por nombrar dos). La actitud de soy-solo-uno-más-del-equipo de Duncan jugó bien con Popovich, y la mentoría sin adornos de Pop jugó bien con Duncan. En práctica e, incluso, después de algunos juegos, Pop fue tan duro con Duncan como con todos los demás. Pero cuando se le presionaba tras bambalinas, Popovich hablaría sobre la especialidad de Duncan como jugador y líder silencioso, y, en ocasión, particularmente cuando él estaría siendo

elogiado, Pop ofrecería alguna versión de esto: “Por supuesto, mi movimiento más brillante fue tener la suerte suficiente de elegir a Tim en el draft”. Auerbach entrenó a Bill Russell de la misma manera: trato a Russ como a todos los demás. Guiño, guiño.

Detrás de Duncan, Robinson y Elliott, los Spurs ganaron su primer campeonato en la temporada acortada por el parón de 1998-99. Se toparon con la sierra de Kobe-Shaq de los Lakers al comienzo del siglo, pero por el resto de la década de 2000 los Spurs fueron la clase de la NBA, su cultura comparada con la de los New England Patriots, Popovich en el rol de un Belichick (más interesante), Duncan como Brady. No jugaban de una sola manera en ofensiva –la presencia en el backcourt del veloz base Tony Parker y el infatigable Ginóbili los hacía impredecibles, a veces incluso para ellos mismos–, pero siempre jugaban desinteresadamente, en gran parte porque así jugaba Duncan. Y los Spurs siempre jugaron defensa dura, anclada por Duncan, quien

MENTOR

Gregg Popovich se distinguió como uno de los mejores gestores de talento de la historia de la NBA.

podía defender pick-and-rolls altos y regresar para cerrar el interior.

The Admiral se retiró después de la temporada 2002-03, pero Duncan siguió mejorando, ganándose el apodo de Big Fundamental

Además del Big Fundamental , Popovich obtuvo el máximo de jugadores que podrían haber tenido poco valor en otros equipos. El base de estatura pequeña Avery Johnson dirigió a los Spurs por seis temporadas para abrir el camino a Parker. Rose, también de estatura pequeña como anotador en el poste, fue un jugador sólido de banca por siete temporadas. En las Finales de 2003 contra los Nets, Pop dependió mucho del suplente de Parker en la base, Speedy Claxton, quien estuvo alrededor solo esa temporada, así como Stephen Jackson, un alero talentoso que tenía reputación de

problemático. Ayudaron a traer a los Spurs su segundo campeonato. Veteranos respetados de otros equipos campeones pasaron al final de sus carreras para ayudar, siendo los más prominentes Kerr (quien aprendió muchas de sus futuras habilidades de entrenador de Pop) y Robert Big Shot Horry, cuya puntería de momento ayudó a los Spurs a vencer a los Pistons en 2005 y ganar su tercer título.

Quizá ningún jugador encapsuló más la singularidad de los Spurs que Bruce Bowen, quien jugó de alero, normalmente, una posición de anotación, sin ser mucho de un anotador. Bowen nunca promedió más de 8.2 puntos, pero inició casi todos los juegos de 2001-02 hasta 2007-08 y ganó tres anillos de campeonato como defensor cerrado con reputación de ser excesivamente físico, incluso sucio. Bowen, un hombre inteligente que se vestía con saco y corbata conservadores, siempre deflectaba sonriendo las críticas con un gesto de mano de ¿eh?-¿yo? Por ocho temporadas consecutivas estuvo en el primer o segundo equipo All-Defensive de la NBA. Pop, Buford y el departamento de scouting de los Spurs también vieron el draft diferente a la mayoría de equipos. Los jugadores internacionales habían comenzado a poblar lentamente las plantillas de la NBA para el cambio de siglo, pero San Antonio apostó completamente por un enfoque de Naciones Unidas. A lo largo de los años del mandato de Pop, los Spurs eligieron en el draft jugadores de –entre otros lugares– Argentina, Brasil, Canadá, República Centroafricana, Inglaterra, Francia, Grecia, Haití, Hungría, Lituania, Serbia y Eslovenia, y firmaron varios agentes libres internacionales en el camino. (Y eso, sin incluir a Duncan, quien nació en las Islas Vírgenes de Estados Unidos.) La filosofía de draftar-sin-fronteras encajaba con la visión del mundo de

Popovich. Se había especializado en Estudios Soviéticos en la Academia de la Fuerza Aérea, viajó ampliamente como jugador por varias temporadas como capitán del equipo de las Fuerzas Armadas y hablaba ruso y serbio pasablemente. Se sentía completamente cómodo entrenando en una torre de Babel.

Importaba, por supuesto, que los Spurs a menudo hicieran las selecciones internacionales correctas, siendo dos de ellas el argentino Ginóbili, en 1999, y el francés Parker, en 2001. Obvios ahora pero no entonces. Ginóbili, un zurdo que parecía sin posición, seguía disponible cuando los Spurs lo obtuvieron en el Nº 57, una selección antes de que terminara el draft. Y Parker, quien tenía solo 17 años pero parecía de 14 cuando los Spurs

se interesaron por primera vez en él, fue la selección 28 de su draft, elegido después de otros bases, como Joe Forte, Jeryl Sasser y Raül López. Por tanto, en la República de Pop, la atmósfera simplemente se sentía y sonaba diferente de otros equipos de la NBA. Y sustentando esta franquicia fusional estaba, por supuesto, el misterio del trasfondo de Pop como hombre militar. Después de su graduación en 1970 de la Academia de la Fuerza Aérea, Pop aplicó para un trabajo gubernamental ultrasecreto en Moscú, pero dice que el papeleo retrasado le impidió obtenerlo. Sí sirvió como oficial de inteligencia en el este de Turquía, en las fronteras de Irán y Siria, pero se ríe de la idea de que hizo espionaje serio. Más adelante confesó

LA REPÚBLICA DE POP FUNCIONABA SIEMPRE CON EL MOTOR DE LA DISCIPLINA, NO CON EL DEL MILITARISMO

que fue su puesto en una estación aérea naval cerca de Napa Valley, en donde comenzó su historia de amor con la uva. Una de las mejores experiencias en la cobertura de la NBA era toparse con Pop y sus entrenadores en un restaurante en el camino durante las Finales. Una vez envió una botella cara de vino a una mesa de periodistas deportivos con la nota: “Aunque no lo apreciarán”. En otra ocasión, nuestra mesa le envió a él y a sus entrenadores una lata tibia de la peor cerveza del restaurante. No eras invitado a partir el pan en la mesa de Pop, pero podías quedarte un rato e intercambiar insultos. Pop sigue siendo socio en A to Z Wineworks con base en Oregon y tiene una impresionante cava en su casa.

En 2016, la República de Pop se volvió abiertamente política. La

elección de Donald Trump prendió a Pop como un error en un cambio defensivo. Arremetió contra Trump por “el tenor y tono asqueroso y todos los comentarios que han sido xenófobos, racistas, misóginos. Y vivo en ese país donde la mitad de la gente ignoró todo eso para elegir a alguien. Esa es la parte más aterradora de todo esto para mí”. Hubo varias ocasiones más cuando Pop habló su verdad al poder desde el estrado, como lo hizo el entrenador de los Warriors Kerr, un amigo cercano. Inevitablemente, atrajeron la atención y la subsecuente reprimenda de Trump y el mundo MAGA, y así Cállate y Dribla se convirtió temporalmente en Cállate y Entrena. Hay poca duda de que Popovich tiene diferencias políticas/filosóficas genuinas con Trump, pero había algo más en juego. Por muchos años después de tomar el trabajo, Popovich se dio cuenta de que era ampliamente mal entendido, en parte porque hablaba sobre sí mismo infrecuentemente, pero también porque su trasfondo militar y maneras cascarrabias lo marcaban como conservador de derecha. Sin duda, diría que no le podría importar menos eso, pero sostengo que sí le importaba... y le importa. Cuando Sean Elliott lo vio por primera vez, lo catalogó como “un marine típico”, lo cual Elliott después enmendó a “hombre del Renacimiento”. (Pop y Elliott hicieron un programa de reseñas de películas para una estación de cable de San Antonio, con Pop eligiendo películas que eran, en palabras de Elliott, “oscuras, tenían subtítulos y no pasaba nada”.)

Pop siempre reaccionó fuertemente cuando alguien comparaba la cultura de los Spurs –dura e insular– con la militar. “Solo hacen eso porque estuve en el servicio”, diría. Era firme en su insistencia de que la República de Pop funcionaba con el motor de la disciplina, no

el militarismo. Mike Budenholzer, asistente de los Spurs por mucho tiempo, quien ganó un campeonato como entrenador en jefe de los Bucks en 2021, una vez me dijo: “La única manera de no triunfar aquí es ser un hombre que dice que sí a todo”.

Año tras año, los Spurs eran los Spurs, y los Spurs eran, más que nada, Pop. “Cada vez que hablo con jugadores de otros equipos sobre ciertas situaciones”, dijo Ginóbili una vez, “lo que termino escuchando es, ‘sí, pero tú estás en los Spurs’. Quieren decir, ‘está bien, lo resolverás y seguirás ganando’”. Jim Eyen, un scout de los Timberwolves que entonces era asistente de los Kings, lo puso así: “¿Sabes que tienes equipos universitarios, Kansas y Duke, que juegan de cierta manera? La versión de la NBA son los Spurs. Son lo más cercano a un programa que tienes en la liga”.

CARÁCTER

El mítico Pop se ganó el respeto de la liga por sus ideas, pero también por su personalidad feroz.

Bueno, el programa es diferente ahora. La estrella de la franquicia –un francés dotado de 7’3” llamado Victor Wembanyama– no podría ser más diferente en estilo que Duncan; Wemby puede anotar adentro, pero esta temporada pasada intentó casi nueve triples por juego. El programa es dirigido desde la banca por el graduado de Stanford Johnson, hijo del exjugador de la NBA John Johnson, y desde las oficinas, por Brian Wright, quien tiene una maestría en administración de negocios deportivos. Son poco conocidos, pero también lo era un tipo llamado Popovich cuando tomó el control. Es imposible decir qué contribuciones al programa vendrán de El Jefe. En su última declaración pública, dijo que está mejorando de su derrame cerebral. Solo se puede esperar que emerja de vez en cuando para ponerse un poco serbio, agitar su puño, insultar a un reportero, rugir contra la luz que se apaga o la decisión de un árbitro, y recordarnos del tesoro que una vez tuvimos en ese lugar extraordinario llamado la República de Pop.

EMPRENDEDOR

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los pasos de su padre, Jorge Vergara, es uno de los orgullos de Amaury en Chivas.

ENTREVISTA: AMAURY VERGARA

EL AMOR ES GENERACIONAL

EL PRESIDENTE DE LAS CHIVAS DE GUADALAJARA EXPONE SU PASIÓN POR EL CLUB AL CUAL APRENDIÓ A AMAR GRACIAS A SU ABUELO Y, FINALMENTE, HEREDÓ DE SU PADRE

POR MARIO PALAFOX

FOTOS ÁNGEL GUEVARA

LLA PASIÓN por el futbol nace muchas veces en la casa del abuelo. Así es la historia de Amaury Vergara, en Ocotlán, Jalisco. A principios de los años 90, el niño de entonces cuatro años se sienta en el sillón un domingo al mediodía. A su lado está Bautista Zatarain Mendiola. Miran la televisión en silencio. Observan un partido de Chivas de Guadalajara. Y ahí, sin quererlo, surge el amor por la tradición rojiblanca.

“Jamás en la vida me hubiera imaginado que ese niño hoy iba a ser el presidente del club”, comparte Amaury en el hospitality del estadio Akron, a 100 kilómetros del lugar donde dio origen la historia. “Mi abuelo fue un inmigrante vasco, que vino a este país con una mano por detrás y una mano por delante”. Al pasar de los años, Amaury entendió que en esos domingos con su abuelo, aprendió a abrazar la identidad de su club.

“Tenía nostalgia de su país, de su equipo, que era el Athletic de Bilbao... Mi abuelo tuvo que encontrar uno nuevo. Un equipo de sus amores y cuando se enteró de Chivas, que solamente juega con futbolistas mexicanos y que además tenía los mismos colores que el Athletic, se casó con este club.

“Mi abuelo fue el chiva que más admiro porque su pasión era el futbol. Después de que terminaban los juegos, se ponía a jugar conmigo”.

El amor por los colores rojiblancos se acrecentó en Amaury cuando vio su primer partido del Guadalajara en un estadio: la final del 1 de junio de 1997, cuando el Rebaño Sagrado le ganó 6-1 a Toros Neza. Amaury tenía nueve años.

“Imagínate la impresión que me causó… No había entendido del todo qué significaba Chivas hasta que estuve en el Jalisco. Me tocó ver un campeonato. Además, un marcador espectacular. Fue una locura, tantos goles… Fue algo que de verdad me marcó, me impactó”.

Aquella vez fue al estadio por invitación de un primo que cumplía años. Pero el festejo, finalmente, fue para todos: “Es algo que me hizo chiva de por vida. Independientemente de que mi papá comprara años después al equipo, eso fue ya muchos años después”.

UN AMOR, UNA TRADICIÓN , UN LEGADO

Amaury Vergara no solo heredó la presidencia del Club Deportivo Guadalajara. Heredó una visión y la pasión. Un legado. Su padre, Jorge Vergara, se hizo con la franquicia de Guadalajara en octubre de 2002. Compró 190 certificados de propiedad a cambio de 260 millones de dólares, bajo la promesa de mantener el mexicanismo en Chivas.

Tras ganar dos títulos de Liga, dos de Copa, uno de Concacaf, una Supercopa, jugar una final de la Copa Libertadores en 2010, Jorge Vergara, cinco meses antes de morir, dejó la presidencia de Chivas en manos de Amaury: un 24 de junio de 2019.

“Es la persona más valiente que he conocido. El puro hecho de comprar Chivas. ¡Fue disruptivo!”, comparte el directivo, de 37 años. “Mi padre era

un gran contagiador de emoción, de visión, de innovación. Todo lo que hizo, en mi punto de vista, transformó de sobremanera el futbol mexicano para siempre”.

Su padre implementó varios proyectos: Chivas TV, la construcción del estadio Akron, la limpieza de patrocinios en la camiseta, impulsó cursos de desarrollo personal para jugadores, cambió la forma en que el equipo posaba para las fotos oficiales y fue conocido por sus desplegados en medios nacionales: “Todavía hay cosas de hoy en día que suceden y se las atribuyo a Jorge Vergara; fue un disruptivo en la comunicación, sacudió el statu quo, refrescó el juego”.

Amaury admite que, constantemente, se pregunta qué haría su padre en ciertas situaciones, en ello encuentra inspiración y creatividad: “Ese sentimiento de pensar constantemente cuál es el siguiente proyecto y qué vamos a hacer y cómo vamos a mejorar, eso sí te lo digo es muy inspirado en mi padre”.

SPORTS ILLUSTRATED: ¿Qué tan complicado fue para ti aquel 2019 cuando te haces cargo del club? AMAURY VERGARA: Mi vida cambió a partir del momento en que me convertí en el presidente de Chivas. Soy otra persona, con un antes y un después. No estaba en un momento donde quería sustituir a mi jefe.

REMODELACIÓN

El estadio de Guadalajara se prepara para recibir el mundial.

Todo hijo que quiera a su papá no piensa en quedarse con lo que es de él. En ningún momento pasó eso por mi mente. Me estaba preparando para lo que se venía –ya había sido director general de Chivas TV y vicepresidente de Grupo Omnilife Chivas–. Todos esos años previos a que mi padre partiera, estuve muy cercano a él y a muchas decisiones muy importantes, fueron para mí un entrenamiento. Al asumir esta responsabilidad y estar en duelo por la partida de mi papá, no me daba el tiempo para bajar los brazos ni poderme dar un momento de consuelo, tuve que entrar al ruedo, digamos, de una manera muy rápida; a una industria que es de alto pesaje, de espalda dura y de buenos madrazos. Ha sido el reto más grande de mi vida… Siempre he tenido muy claro qué es Chivas, qué significa y cuál es la responsabilidad de Chivas. Hay otras cosas que he encontrado en el camino, que las he aprendido a madrazos, a periodicazos, a escándalos.

SI: ¿Cuál es tu visión del proyecto Chivas?

AV: Para mí, Chivas es el equipo más querido de México. Y amar a Chivas es como amar a México. Es un sentimiento muy poderoso, que ningún otro equipo en el país tiene. No lo digo solamente por alardear o por sentirme superior a nadie, cada equipo tiene lo suyo y tiene sus méritos, pero, para mí, Chivas es México. Y amar a tu país creo que es una de las cosas más honorables que puedas tener como ser humano.

A mí eso me entusiasma y me inspira. Para mí, eso es la esencia de lo que es Chivas. A pesar de las adversidades; es un sentimiento inagotable, a pesar de lo difícil que pueda ser, cuando tienes un propósito superior tan grande y tan poderoso, sigues adelante sin importar dificultades.

SI: ¿Qué tan lejos están de lo que decía tu papá, ser el mejor equipo del mundo?

AV: Depende de cómo lo midas y con quién tengas esa conversación. Si voy con un “loquito” por el futbol, pues entonces me va a reclamar que los resultados deportivos no coinciden con lo que estoy diciendo. Pero te digo con certeza que vamos por buen camino y que no hemos retrocedido en ningún momento. Por supuesto que ha habido errores, que ha habido cosas que mejorar, el club ha ido in crescendo desde que mi padre lo tomó. Se cuida la esencia del club, se cuida la tradición, también somos un club innovador, queremos ser mejores.

ENTREVISTA: AMAURY VERGARA

SI: ¿Y perciben mejoría?

AV: Hay momentos donde se puede ver la mejoría de todo esto que te estoy diciendo y hay momentos donde pareciera que no está sucediendo. El club cada vez es más grande, los pasos que damos son más firmes; desde las alianzas comerciales hasta las inversiones en infraestructura, la formación de jugadores mexicanos, el sentido de pertenencia que le damos a cada persona que forma parte del club, la constante búsqueda de que el aficionado tenga la mejor experiencia para disfrutar del futbol en México, tanto en el estadio como en la televisión o por streaming. Siempre hay un sentido de cómo seguir enalteciendo el club.

INNOVAR DUELE

SI: ¿Chivas TV, un proyecto que no se entendió?

AV: Chivas TV es un ejemplo puntual de cómo innovar duele. No es fácil cuando eres tan disruptivo porque hay un gran riesgo de fallar. Innovar duele, pero, a la larga, puede ser una apuesta valiosa. El club se transformó completamente después de Chivas TV, aparte de ser innovadores y pioneros en una plataforma. No había la infraestructura ni el software para poder lograr que se pudiera hacer un buffering adecuado por la conectividad del país. En ese sentido, nos adelantamos, lo que fue transformador de Chivas TV es que empezamos a recibir información que no recibimos antes.

SI: ¿Esto ayudó para un contrato con Amazon?

AV: Empezamos a ver en dónde estaban nuestros aficionados, en qué parte del planeta, no solamente en México. Cuando comenzamos a ver el mapa de las conectividades en el mundo, nos dimos cuenta de que había “chivahermanos” perdidos, más de lo que pensábamos. Empezamos a ver las zonas geográficas calientes en donde se concentran los grandes números de aficionados en el país, en Estados Unidos y en Centroamérica también. Y ahí se transformó el club.

SI: ¿Fue un parteaguas entonces?

AV: Sí. Te puedo decir que el club es un antes y un después de Chivas TV, independientemente del tema del broadcasting. Se convirtió en otro club porque empezamos a incorporar la data para cruzarla en diferentes departamentos… En la parte deportiva también.

“INNOVAR

DUELE, PERO, A LA LARGA, PUEDE

SER UNA APUESTA VALIOSA”.

Venimos de una cultura deportiva en donde todo es un poco empírico. Un poco subjetivo. Es el tacto de un entrenador virtuoso, que sabe todo. Migrar más a utilizar la estadística y la base de datos para tomar mejores decisiones en lo deportivo.

SI: Ayudó en los derechos de transmisión, ¿ustedes cambiaron un modelo?

AV: La configuración que tenemos actualmente me parece muy penosa para el aficionado. Si te pones a pensar en otros países y en otros aficionados de otros deportes bajo una sola plataforma, puedes ver completamente todos los partidos. Y hoy en día, en México, si quieres ver la liga, es un desmadre. Necesitas más de cinco servicios diferentes y créeme, no estoy diciendo que quien transmite a Chivas lo haga con todos, pero sí estoy diciendo que estamos restándole a nuestra industria. Le estamos restando a nuestro producto de entretenimiento y le estamos complicando al aficionado hacerse cada vez más apasionado por nuestra liga. Lo digo abiertamente, lo he dicho en la mesa de dueños: vamos en la dirección equivocada en ese sentido. En las decisiones que hemos tomado en Chivas queremos inspirar a que tenemos que innovar, tenemos que buscar quién puede ser el mejor aliado para ofrecer la mejor forma de ver el futbol. SI: ¿Cómo sería, desde tu perspectiva?

AV: No soy partidario de los comerciales intrusivos en la transmisión. NO me gusta que no te muestren la repetición, a lo mejor es polémica, pero creo que eso te resta, resta a la transparencia del futbol y a la experiencia.

Lo que hicimos es muy relevante porque cambiamos la forma en la que se hacían los contratos de broadcasting. No se habla mucho, pero Chivas se ve en más de 50 países en el mundo. Puedes verlo en Rusia, en África o en Asia. Eso se pudo dar una vez que destrabamos nuestros derechos a nivel mundial, normalmente, los contratos de broadcasting en México eran contratos que acaparaban todo el derecho mundial y de por vida, era una locura. Los clubes no podíamos hacer nada con otros territorios y quedaban totalmente congelados.

SI: ¿Chivas busca trasladar su idea a todo el futbol mexicano? ¿Es difícil?

AV: Lo más. Así te la pongo, lo más. Está comprobado que desde que ciertas ligas élite de Europa consolidaron sus derechos en un solo acuerdo de broadcasting, el valor de la liga y el valor monetario que se recauda creció exponencialmente. El ejemplo es la Liga Española.

SI: Sobre la multipropiedad, ¿qué posición tomar?

AV: La multipropiedad es uno de esos elementos que hay que cambiar. La visión que se tiene desde fuera la debemos cambiar. Les da risa que en México tengamos dueños con varios equipos o incluso equipos que están relacionados con televisoras. Eso siempre va a jugar en nuestra contra porque van a cuestionar la credibilidad y la transparencia del futbol. Podemos mejorarlo, en beneficio de todos, y transmitir al mundo que somos una liga seria, donde no hay ningún conflicto de intereses y hay transparencia. Todo es mérito deportivo. Cuando dos equipos de un mismo dueño se enfrentan, siempre habrá un cuestionamiento. A mí me costaría mucho trabajo, si me hubieran preguntado sobre comprar otro equipo… Sería rotundamente un “no”. Porque no concibo apasionarme por otro equipo.

EL MUNDIAL, EL MOMENTO ESPERADO

SI: A un año del mundial, ¿qué retos tienes con este estadio y lo que viene?

AV: Tenemos una gran ventaja en Guadalajara a diferencia de cualquier otra sede. Jalisco es la capital cultural de México, de las tradiciones, de lo que conocemos como la mexicanidad.

CONFIADO

Amaury indica que Jalisco tendrá una oferta en turismo y en cultura para el mundial.

Es un estadio con todas las comodidades y la tecnología, invertimos importantemente en el tema de conectividad. El estadio Akron (el estadio Chivas) es el mejor conectado de todo el país y de los mejores de Latinoamérica. Invertimos también en la cancha, que es lo más importante en un estadio. La experiencia del jugador en el estadio tiene que ser buena para que haya un buen futbol. La cancha es el templo del estadio. Es el piso sagrado del estadio y es donde se está haciendo la mayor cantidad de inversión.

SI: Y tendrán un partido de la selección mexicana.

AV: Es increíble porque ya con ese partido, lo único que le falta a este estadio, aparte de un mundial, es un partido oficial de la Selección Mayor. Ya ha tenido prácticamente todo, campeonatos de la Liga Nacional, campeonatos internacionales, todos los certámenes que se pueden disputar. Con el partido de la selección lograremos que el estadio tenga todas las estrellitas de lo que se necesita para ser un estadio histórico.

SI: ¿Qué piensas cuando escuchas las críticas?

AV: Lo que tenemos en Chivas no lo tienen muchos equipos y eso nos hace ser únicos ante una industria que está cada vez más globalizada. Muchos equipos en el mundo matarían o invertirían muchísimo dinero en la tradición y el honor que tiene Chivas en el futbol. Lo que hacemos, lo hacemos solamente con jugadores nacionales. Para mí, quitar eso es quitarle una parte esencial. No lo hace más fácil, lo hace más difícil y podría parecer una excusa, pero no lo es. Es una realidad. A Chivas le cuesta más hacer lo que hace. Le cuesta más conseguir jugadores, le cuesta más formar. Lo fácil sería quitarse ese reto y convertirse en uno más. Esa dificultad hace que seamos mejores, el mérito es doble. Lo fácil sería comprar jugadores y formar una miniselección de jugadores internacionales, pero lo difícil es formar jugadores mexicanos que quieran ser campeones.

SI: ¿Es difícil creer en el futbolista mexicano?

AV: Lo difícil es creer en los mexicanos cuando nadie cree que podemos ser exitosos, que necesitamos de extranjeros para ser exitosos. Por todas esas razones, pienso que lo que tenemos en Chivas nos hace ser doble ganadores. Como dicen coloquialmente, “la burra anda con carga” y pues tenemos una carga muy grande, pero eso nos hace ser mejores. Además, lo hacemos con mucho honor y con

mucho orgullo. No por interés ni por satisfacer a nadie, excepto a quienes aman al equipo y saben lo importante que es que Chivas mantenga su apoyo al talento mexicano. Te diría que, hoy en día, todavía con mucha más razón. Cuando la gente pregunta o escucho las críticas respecto a que, hoy en día, debería ser el momento donde más deberíamos pensar en cambiar, veo todo lo contrario. Hoy en día, se requiere mucho más que Chivas siga apoyando al talento mexicano.

SI: ¿Te venden al futbolista mexicano más caro?

AV: No es porque nos lo vendan más caro, que pasa también. He escuchado locuras. A veces, el doble, el triple, el cuádruple; hay veces que nos lo venden 10 veces más caro de su real valor en el mercado, para que te des una idea. Es absurdo.

¿Por qué es más difícil formar? Porque formar toma más tiempo. Formar o inculcarle a un jugador el amor por la camiseta es más difícil. Porque requiere compromiso, requiere responsabilidad, requiere creer en los jugadores.

SI: En otras áreas has contratado extranjeros.

AV: Una cosa es que tengamos la tradición de tener jugadores mexicanos, otra cosa es que estamos en busca de lo mejor del mundo. Somos un club multinacional en ese sentido. Hay gente de todo el mundo trabajando.

Esto es un poco presumir. A donde va Chivas siempre tenemos acceso. Tenemos alcance a prácticamente cualquier persona del mundo del futbol. A Chivas siempre nos reciben, siempre saben quién es Chivas en todo el mundo. Somos un equipo que goza de un prestigio a nivel mundial y eso nos abre muchas puertas y por eso también ha venido gente, porque saben la importancia de Chivas. Si no tuviéramos eso, sería muy difícil atraer talento.

SI: ¿Qué tan difícil es que se entienda esto?

AV: Lo más. Es entendible porque prefiero que hablen las acciones, los resultados, a estar en campaña constantemente, para convencer a todo mundo de que lo que estamos haciendo es lo más importante. Donde más podemos hablar es en la cancha. Quizá me ha faltado comunicarlo más, pero es que me propuse que quería ser un presidente que actuara más de lo que hablara.

SI: ¿Cómo te hace sentir ver al América? Tres títulos y casi empata ese récord de ustedes…

AV: Tetracampeón solamente hay uno y es Chivas. Entiendo que a lo mejor la pasión nos hace pensar que hay que comparar. Hay equipos

12 COPAS

El Museo de Chivas, en su estadio, presume las copas que ha ganado en el futbol mexicano.

que necesitan compararse para entonces definirse. Chivas no necesita compararse con nadie más porque como Chivas no hay ningún otro. Lo que evoca este club, lo que el verdadero aficionado siente y las razones por qué ama a este equipo son porque su papá le iba a Chivas, porque su abuelo le iba a Chivas, porque de niño le pusieron esa camisa. Lo que se siente cuando amas a Chivas no se compara con ningún otro equipo mexicano, sin importar los campeonatos que tenga.

SI: ¿Qué sueño te falta por cumplir en el club?

AV: Sueño con el próximo campeonato de Guadalajara. Hemos trabajado muy duro y vamos a seguir trabajando para merecerlo todavía mucho más. Para mí, sería uno de los mayores logros de mi vida. Sueño con mi primer campeonato en mi gestión y con mi equipo de trabajo. Con el sudor, la sangre y las lágrimas que se han derramado estos años. Lo difícil que ha sido levantar al equipo después de que estuvo cerca del descenso. Disputar una final y pensar en ese campeonato es algo con lo que sueño todos los días. Te lo digo de corazón. Lo más difícil es ganar después de ganar. Una vez que conquistas un campeonato, pues tienes que ponerte una meta más grande todavía y es lograr el siguiente campeonato y otro más. Y para mí, ser parte de un campeonísimo es un sueño muy difícil de lograr, pero es algo que también me motiva y me apasiona.

PARA ENTENDER

TODO SOBRE DINERO

SIGLO UN

DE MUCHA

PELOTA

El BEISBOL DE VERANO EN MÉXICO cumple 100 años de memorias fundacionales, relatos corales y anécdotas barnizadas de épica

POR

GONZALO SOTO

DDe todos los deportes en el mundo, el beisbol tiene quizá las historias más románticas, exageradas y hasta inverosímiles. Se dice, por ejemplo, que el primer partido en México fue en 1847, cuando en plena invasión estadounidense, un grupo de soldados norteamericanos en Veracruz jugó en un descampado con la prótesis de palo de la pierna capturada de Antonio López de Santa Anna. La historia es completamente falsa, por supuesto, pero desde sus orígenes, el beisbol en México está rodeado de anécdotas más grandes que la misma realidad.

Será porque nuestro territorio es grande y, a veces, aislado, pero es una constante aquello de que Méxicos hay muchos, también en el deporte y en el beisbol. Si nos apegamos a la estadística fría, el futbol sostiene un mandato casi inamovible en la predilección de los aficionados. Al igual que el resto de América Latina, las comunidades inglesas y españolas formaron pronto clubes bien organizados para patear balones de cuero en los verdes campos del país.

Sin embargo, en el otro México, aquel más aislado, empolvado o húmedo, el beisbol echó raíces sólidas. Hay regiones enteras en donde el futbol es el “otro” deporte. Al centralismo mexicano pocos lo han retado tanto como el bate y la pelota.

CAMPEONES

En 1925, la Liga Mexicana de Beisbol cobró vida en la capital y, según los empolvados libros de historia, el primer encuentro bajo el nuevo esquema organizado lo jugaron el Club México, que ganó 7 carreras a 5, contra el Club de Beisbol Agraria en 14 entradas. En 100 años, el beisbol evolucionó con los tiempos y las aficiones. El beisbol nacional fue refugio del talento afroamericano discriminado al norte de la frontera y un hogar de centenares de peloteros latinoamericanos en busca de una mejor oportunidad en la vida. La Revolución cubana, que también formó en los Barbudos de Fidel Castro un equipo de beisbol, expulsó más talento que vistió los uniformes de nuevos equipos y otros en constante evolución. El beisbol fue un ejemplo de apertura y democratización mucho antes de que el régimen político siquiera considerara, por ejemplo, el voto para las mujeres, y en ese recorrido los grandes

Los Cafeteros de Córdoba, en una visita al legendario Parque Delta.

parques populares se convirtieron en estadios que, en años recientes, aspiran a parecerse, por lo menos, a los de las ligas menores de Estados Unidos. Y, aun así, los equipos retienen nombres que remiten a su propia identidad histórica: se es Diablo, Olmeca, Acerero, Sarapero, Rielero y, muy recientemente, hasta Conspirador.

En el sonido local ya no se escucha a los grandes cronistas de una era que recuerda a la época dorada del cine nacional. Ahora, suenan Peso Pluma, Queen y el éxito regional mexicano del momento. Para mantener la atención de una generación digitalizada y acostumbrada a la gratificación inmediata, el beisbol tuvo que sujetar a los pitchers a la dictadura de un reloj de lanzamiento para reducir el tiempo del juego. La cerveza abunda y los bailes son frecuentes. Pero en este deporte caben todos: desde quienes acuden con su scoreboard y siguen cada pichada hasta quienes se estrenan en el parque ya que alguien los invitó porque “el ambiente se pone bueno”. Todos tienen derecho a ver, como se les dé la gana, las nueve entradas, los 27 outs, que se requieren para terminar el partido.

Una característica fundamental del beisbol es que no importa el tamaño, el peso o la edad, cualquiera puede tomar el bate e intentar sacar la pelota del parque o, al menos, del diamante. México es un país con severas carencias, con desigualdades profundas y deudas históricas con amplios sectores de la población. El beisbol ha sido, desde hace 100 años y un poco más, un igualador de aspiraciones y entretenimiento. El primer siglo de la liga mexicana pasó como un vendaval de historias pasadas de boca en boca y de padres a hijos. Los próximos 100 quedarán grabados en redes sociales y en estadísticas digitalizadas. Da igual, el beisbol permite un héroe en cada partido y un villano en cada entrada. Si en México la primera bola fue bateada con la pata de palo de Santa Anna, que la última se lance el día en que dejemos de creer en esas historias.

FRAY NANO, EL INICIO DE TODO

Alejandro Aguilar Reyes –conocido como Fray Nano– no tenía más de 23 años cuando concibió una idea que trastocó los cimientos caóticos del beisbol mexicano: fundar una liga nacional, estable y moderna, que rompiera con el modelo anárquico de los equipos itinerantes de entonces. En un país acostumbrado al culto caudillista, él apostó por un beisbol organizado. Se inspiró en un viaje a Estados Unidos, donde fue testigo de cómo el beisbol era industria, espectáculo e identidad nacional. Al volver a México, trazó su proyecto con obsesiva claridad: equipos fijos, calendarios largos, estadios propios en cada plaza y clubes operados como empresas, no como feudos personales. Esa visión encontró cuerpo gracias a la alianza con Ernesto Carmona, un administrador metódico, y operador hábil, que supo traducir las ideas. Carmona consiguió el terreno, Fray Nano tejió las alianzas.

El 28 de junio de 1925, en el Parque Franco-Inglés, nació la Liga Mexicana de Beisbol con un primer juego que se extendió a 14 entradas: el México venció 7-5 al Agraria. Por primera vez, el beisbol mexicano se articulaba como una liga con vocación nacional.

PELOTA DE 1942

Monterrey, después de un largo trayecto, posa en su visita al parque de Tampico.

Fray Nano –su apodo de Fray nace de la idea de que era un auténtico discípulo del deporte– no se conformó con haber sembrado la liga. Fundó La Afición, el primer diario deportivo del país, e impulsó la creación del Salón de la Fama.

A 100 años, su huella persiste en cada out cantado, en cada batazo, en cada circuito de verano que abril inaugura con el rito de siempre: celebrar que una nación aprendió a organizar su pasión sobre la geometría sagrada de un diamante.

MARTÍN DIHIGO CAMBIÓ LA LIGA

Martín Dihigo –el apodado Babe Ruth Negro– irrumpió en el beisbol mexicano como un huracán imprevisto. El pelotero nacido en 1906 en Matanzas, Cuba, era un prodigio adelantado a su época; un multiinstrumentista del diamante y el mejor jugador cubano de entonces. Una firma que, hasta ese momento, todos –incluso los más optimistas– creyeron improbable para un equipo de la Liga Mexicana de Beisbol.

En los primeros días de agosto, tanto el equipo de El Águila de Veracruz, como el Agrario de la Ciudad de México –campeón en las temporadas de 1935 y 1936– lo habían registrado como su más reciente adquisición. Sin embargo, Dihigo –que había aceptado los adelantos y bonos de viajes de ambos equipos– todavía no había salido de Cuba.

Después de una pelea silenciosa por el jugador, fueron los directivos de El Águila quienes emprendieron el viaje a Cuba con un solo propósito: persuadir, cara a cara, a Martín Dihigo de vestir los colores del club veracruzano.

El Babe Ruth Negro llegó entonces al puerto de Veracruz el 11 de agosto de 1937 y cambió la historia de la LMB. Su historia se construyó poco a poco, alimentada por la leyenda de ser capaz de dominar el juego desde cualquier posición.

Un mes después, el 17 de septiembre, lanzó el primer juego sin hit ni carrera en la LMB y terminó la campaña con cuatro juegos ganados –todos completos–y promedio de .337. Ese mismo año, El Águila –líder de la Zona Sur–enfrentó a su rival, el Agrario –líder

de la Zona Norte– para definir al campeón de la temporada. Lo que hizo Dihigo fue colosal: en seis días, abrió, completó y ganó los tres encuentros necesarios para darle a Veracruz el título.

Martín Dihigo parecía invencible. Era un pelotero en todo el sentido de la palabra, un titán solitario que alteró el equilibrio competitivo de la Liga Mexicana y cuyos equipos –ante tal supremacía– no tuvieron más remedio que mirar más allá de sus fronteras. La respuesta fue una febril búsqueda en ligas independientes de Estados Unidos y el Caribe, donde encontraron

talento de élite dispuesto a cruzar el golfo y medir fuerzas con el coloso cubano. Jugadores como Chet Brewer, Cool Papa Bell y Satchel Paige –quienes no tenían permitido jugar en Major League Baseball por las leyes de segregación racial– llegaron a México para revolucionar el juego. Así comenzó una nueva era: la del beisbol mexicano como refugio y escenario para los mejores jugadores del continente. Todo, para intentar vencer a un solo hombre. Todo un titán.

POR ALEJANDRA GONZÁLEZ

UN PRODIGIO

El cubano Martín Dihigo, pelotero cubano cercano a la perfección en aquellos días.

INNOVADOR

Miguel Pasquel (izq.) tuvo la visión de enviar emisarios a convencer a grandes peloteros de jugar en México.

PASQUEL, VISIÓN DE LIBERTAD

Sucedió a principios de la década de los 40: peloteros que más tarde entrarían al Salón de la Fama de Cooperstown jugaron en los diamantes mexicanos. La razón: en Estados Unidos, eran tiempos difíciles y los beisbolistas afroamericanos no podían participar en las Grandes Ligas. Hubo un visionario para que todo sucediera: Jorge Pasquel, un empresario veracruzano que envió emisarios para convencer a beisbolistas del más alto nivel para jugar en México.

Fue así que para el beisbol de México fueron tiempos luminosos.

Llegaron así nombres legendarios: Satchel Paige, Josh Gibson, Cool Papa Bell, Roy Campanella, Monte Irving y encontraron en México mucho más que la posibilidad de jugar a la pelota.

Miguel Pasquel, nieto de Jorge, pudo charlar, años después, con uno de los legendarios jugadores.

Palabras textuales de Monte Irving. “Ojo: en México me sentía libre. Podía comer donde quisiera, ir a donde quisiera, vestirme como quisiera y no preocuparme absolutamente de nada”. Y termina diciendo: “Esta experiencia se la debo a Jorge Pasquel”.

Así, el beisbol mexicano vivió su época más gloriosa.

POR REDACCIÓN SI

(1980) (1955)

EL PASO A LA MODERNIDAD

En 1952, mientras se disputaba el tercer partido de una serie entre los Rojos del Águila de Veracruz y los Diablos Rojos del México, la estructura de madera del viejo Parque Delta colapsó. La tragedia dejó dos muertos, decenas de heridos y un estado de conmoción que alejó a la gente de los parques durante los meses venideros.

Cuando parecía que el beisbol en la capital languidecía, ocurrió un hecho que devolvió la pelota a las conversaciones populares: el juego perfecto que tiró el pitcher de los Tecolotes de Nuevo Laredo, Ramiro Cuevas, frente a los Diablos Rojos. Para capitalizar el renacer del juego, en 1955, el Parque Delta fue vendido al Instituto Mexicano del Seguro Social, entonces dirigido por Antonio Ortiz Mena, dando inicio a la historia del Parque del Seguro Social, que se construyó sobre los cimientos de su antecesor. Además vieron la luz los Tigres capitalinos.

PELOTEROS ÉLITE

La Liga Mexicana de Beisbol también buscó talentos en las ligas independientes de Estados Unidos.

ANABE: ASÍ SE

DETUVO EL BEISBOL “Ya van a ser 45 años el primero de julio, todavía no ha podido formar el equipo”, ríe El Abulón. El 1 de julio de 1980 quedó marcado en el calendario de la historia de México como el día en que el beisbol se detuvo.

Aquella noche de julio de 1980, el Parque del Seguro Social parecía suspendido en una espera sin respuesta. Unos 15,000 fanáticos aguardaban inquietos el inicio de la serie más intensa del verano: Tigres capitalinos contra Diablos Rojos del México.

Nadie lo sabía aún, pero abajo, en el clubhouse, empezaba la conjura que cambiaría para siempre a la Liga Mexicana de Beisbol.

“No vamos a salir a jugar”, amenazaron los peloteros.

“Tienen que salir a jugar, les voy a dar cinco minutos”, les advirtió Ángel El Gallego Vázquez, el entonces dueño de los Diablos Rojos.

“Esto ya es definitivo”,sentenció Ramón El Abulón Hernández, líder de la Asociación Nacional de Beisbolistas (ANABE). De guante fino y bate preciso, era el segunda base escarlata y uno de los mejores jugadores de la liga por aquellos años. Si no hay diálogo, no hay juego.

Alejo Peralta, el magnate dueño de los Tigres y a la vez presidente de la Liga Mexicana de Beisbol, se erigía como una de las figuras más autoritarias de la liga.

A las ocho en punto, 30 minutos después de la hora señalada para el playball, el estridente y distorsionado sonido de los altavoces del estadio interrumpió la tertulia nocturna: el anuncio era oficial, los Diablos Rojos no saldrían al terreno de juego.

Cuando le informaron a Alejo Peralta que los peloteros se habían negado a jugar, respondió con el desprecio de quien se sabe intocable. “Pues, mándalos a chingar a su madre, a todos, que yo mañana te formo otro equipo”, le dijo a Ángel Vazquez.

Ese mismo día, la rebelión se extendió: los Ángeles de Puebla se negaron a jugar en Poza Rica, y en cuestión de días, la solidaridad se volvió multitud. Cerca de 400 peloteros –de los 500 registrados–, pertenecientes a 14 de los 20 equipos de la LMB, se unieron abiertamente a la ANABE.

La liga, comandada por Peralta, despidió a todos los jugadores que se unieron a la protesta; continuó la minitemporada con apenas seis de los 20 equipos que la conformaban. Los jugadores agremiados –ya sin recibir salarios de sus equipos–se vieron obligados a formar su propio circuito, la Liga Nacional de Beisbol Profesional, sueño saboteado, sistemáticamente, por Alejo Peralta y otros propietarios de la liga, quienes utilizaron todo tipo de jugarretas para ahogar el proyecto. La estrategia fue efectiva: sin visibilidad, sin ingresos publicitarios y sin infraestructura estable, seis años después, la Liga Nacional fue insostenible. En 1986 se desvaneció, silenciosamente, en medio de la euforia por el mundial de futbol en México. Lo que pudo haber sido un cambio histórico en el beisbol mexicano terminó reducido al olvido institucional, mientras que los nombres de sus protagonistas siguen ausentes del Salón de la Fama y de la memoria oficial del deporte nacional. Aquel 1 de julio de 1980 marcó un antes y un después en la LMB. Aquel juego nunca se repuso.

POR ALEJANDRA GONZÁLEZ

POR RICARDO LÓPEZ SI

PASIÓN

Alfredo Harp Helú, alma de los Diablos Rojos del México y los Guerreros de Oaxaca. Es beisbol puro.

LA IRRUPCIÓN DEL MECENAS DEL JUEGO

Alfredo Harp Helú lleva tatuadas las triples coronas de Alonso Perry (bateo) y Panchillo Ramírez (pitcheo) en 1956. Ambas pueden reconocerse como la génesis de su pasión irrefrenable por el beisbol.

Las expediciones juveniles que emprendió, desde su casa en la calle de Medellín hasta el Parque del Seguro Social para ver a los Diablos Rojos, terminaron en leyenda.

Su llegada al beisbol profesional se dio en enero de 1994, ya plenamente consolidado como uno de los empresarios más acaudalados y prestigiosos del país. Antes de afrontar su primera temporada como propietario del equipo al que se entregó con fervor, fue víctima de un secuestro que estuvo cerca de torcer la historia que hoy conocemos.

Se refugió en la pelota, con sus Diablos Rojos como abrigo, y se

acercó más al juego. Al grado de que, en 1996, adquirió los derechos de los Charros de Jalisco para establecer la franquicia de los Guerreros en Oaxaca, el estado que lo acunó y acogió a su familia migrante.

Éxitos deportivos y un cuestionable modelo de multipropiedad aparte, el beisbol mexicano le debe el Salón de la Fama de Monterrey, donde se resguarda la memoria sentimental de la liga; la Academia Harp Helú de Oaxaca, de la que han surgido varios de los mejores prospectos mexicanos; y el estadio Alfredo Harp Helú, un moderno recinto que se ha convertido en la mejor experiencia deportiva del país.

NOSTALGIA PREVIA A LA MODERNIDAD

No hay memoria más fiel que aquella que se teje con el hilo invisible de los afectos. El Parque del Seguro Social pertenece a esa estirpe de espacios imborrables; aun desaparecido para siempre del mapa de la Ciudad de México, sigue habitando la conciencia colectiva como si el tiempo no hubiera logrado demolerlo del todo. El parque cobró vida el 8 de marzo de 1955 y durante 45 años fue el epicentro de una devoción colectiva por el beisbol capitalino. Hasta que la noche del 1 de junio del año 2000, el diamante se apagó de madrugada. Un cuarto de siglo después, parece que nada ha logrado colmar el vacío dejado por el Parque del Seguro Social, ese refugio que recibía a los aficionados con el inconfundible olor de los tacos de cochinita –despachados por La Güera– y mezclado con el envolvente humo de los cigarros y las cervezas que vendía Juanito.

Con la mudanza al Foro Sol llegó también una dosis inevitable de desencanto. Aquella no era una casa hecha para el beisbol, sino un recinto adaptado, sin alma ni memoria. Poco después, los Tigres abandonaron la Ciudad de México y los Diablos emprendieron un peregrinaje que también los llevó al Fray Nano antes de erigir, por fin, una catedral en el oriente de la ciudad, el estadio Alfredo Harp Helú.

(2019) (2024)

LA PROMESA DE SUSTENTABILIDAD

En 2019, cuando la oficina de la liga promovió un abrupto cambio de timón a nivel modelo de negocio, la pandemia que provocó el covid19 condicionó ese primer esbozo revolucionario.

Pese a que la temporada tuvo que ser cancelada, durante el receso se alcanzaron varios de los acuerdos comerciales que permitieron que la liga redefiniera su condición de producto masivo.

Con un enfoque abiertamente consagrado al espectáculo y la experiencia en los parques de pelota, al año siguiente, la LMB expandió su propuesta en canales restringidos y de cobertura nacional.

Con el estadio Harp Helú de la Ciudad de México recién inaugurado, el beisbol comenzó a ocupar un lugar privilegiado en las conversaciones populares. Gente que tradicionalmente se había mantenido ajena al deporte se acercó por primera vez seducida, en un principio, por todo lo que ocurría alrededor del juego y, después, como parte de un círculo de nuevos conversos.

La transformación de la liga a nivel nacional incluyó expansiones, inauguraciones de estadios, remodelaciones de parques, pasillos gastronómicos, nuevos formatos digitales y planes de comercialización, experiencias y espacios seguros.

Todos los clubes, sin excepción, apostaron por construir una narrativa integral que no solo articulara un relato en torno al romanticismo y a la tradición del juego, sino también en función del espectáculo y de los fuegos pirotécnicos.

Didi Gregoruis,

a

sus 35 años es estrella de los Algodoneros de Unión Laguna.

LA SALVAJE INTERNACIONALIZACIÓN DE LA LIGA

El año pasado, con el centenario en el horizonte, la LMB implementó una nueva política de peloteros extranjeros.

Para 2024 y 2025, el circuito de verano permitió el registro de 20 peloteros no nacidos en México en los rosters de 38 jugadores, en teoría, y paradójicamente, para permitir el desarrollo de jugadores mexicanos bajo la mentoría de estrellas internacionales. La medida incluye una cláusula que estipula que cada dos años se irán reduciendo los espacios para los foráneos.

La decisión, impopular para unos y atractiva para otros, puede verse como una hoja de ruta continuista respecto al modelo de negocio que se ha impulsado durante el

último lustro en la oficina de LMB. Con las exestrellas ligamayoristas Trevor Bauer y Robinson Canó como valores competitivos e imanes de taquilla, los Diablos Rojos rompieron todos los récords de asistencia posibles y conquistaron su título 17 en 2024, después de firmar la mejor temporada regular de su historia.

Propietarios como Eustacio Álvarez, de los Rieleros de Aguascalientes, han mostrado su preocupación respecto a la brecha de desigualdad que se está fraguando. Sin una clase media sólida, los clubes de ciudades grandes y presupuestos faraónicos acaparan todo el talento extranjero.

SUPERHÉROE SOBRE RUEDAS

TEl joven ciclista escala a la cumbre de la élite mundial

DARIO BELINGHERI / GETTY IMAGES

SSE ENFUNDÓ LA MAGLIA ROSA como si fuera una capa, se colocó el casco, se ajustó los lentes, se subió los calcetines… y dijo: “Soy Isaac del Toro, pero también soy un superhéroe”.

Esas palabras de autoafirmación fueron una expresión de confianza después de convertirse en líder del Giro de Italia, la segunda competencia de mayor prestigio del mundo. Para llegar a ese primer lugar en el tiempo acumulado, Isaac había recorrido nueve etapas y más de 1,400 kilómetros.

El codiciado traje rosa —que lo distinguía como líder de la carrera italiana— le hacía asumirse dotado de superpoderes. No era solo un ciclista más dentro del pelotón. “Era Isaac del Toro con un plus.

Me daba el plus de probarme que podía hacerlo”.

Así, con su armadura rosa, se miró al espejo con orgullo durante los 11 días que duró su liderato en el Giro. Isaac responde a esta entrevista con Sports Illustrated México en el lugar donde transcurre su vida: San Marino, un microestado de 61.2 km², enclavado en Italia. Apenas ha pasado una semana desde que terminó el Giro. Se recupera del desgaste físico y la montaña de emociones experimentadas después de comenzar como gregario (ciclista de apoyo), liderar la carrera por 11 etapas y terminar como subcampeón… todo, a sus 21 años.

Es entonces cuando empieza a contar su historia. El primer superpoder de Isaac fue ver su propio futuro.

Un día, cuando era niño, quedó hipnotizado frente a la televisión como si el tiempo hubiera decidido detenerse. Fueron tres minutos eternos en su memoria. El británico Chris Froome y el colombiano Nairo Quintana escalaban una difícil etapa de montaña en el Tour de Francia. La resistencia de cada pedaleo por las despiadadas subidas traspasaron la pantalla de su casa, en Ensenada. Y, entonces, dice, pudo ver su destino: “No sabía qué era el Tour de Francia ni que cada etapa duraba más de cinco horas, ni que la competencia se extendía por 21 días. Muy arrogante de niño dije: ‘¡Voy a estar ahí un día!’”.

Ensenada, su ciudad natal, no suele ser tierra de ruedas. El surf y el voleibol de playa son deportes que se practican por su cercanía

con el mar. Pero fue ahí en ese rincón donde el viento huele a sal que Isaac se subió por primera vez a una bicicleta. Hay algo en esa ciudad del Pacífico mexicano que aún marca su ritmo en cada pedaleada.

—¿Recuerdas tu primera bicicleta?

—Era una bicicleta negra. Me la dieron mis papás cuando era muy pequeño. No sé si se le puede llamar bicicleta, era muy chiquita. Era especial decir que era mía. Seguramente, pudo haber llegado en Navidad, de cumpleaños o, simplemente, porque molesté mucho.

Mientras habla, abre las manos, intentando medirla en el aire como si aún la tuviera frente a él.

Una bicicleta dorada fue su compañera de aventuras con la que descubrió, a los siete

DE ROSA Desde 1940 nadie lograba lo hecho por Del Toro.

años, que pedalear también podía ser un juego. “Esa bicicleta estuvo llena de diversión”, dice Isaac.

Su primer entrenador, José Ascensión Acevedo Castellanos —mejor conocido como El Chon—, recuerda con precisión aquel modesto modelo: una rodada de 22 pulgadas de 1,000 pesos. Cuenta con orgullo que ahora Isaac vuela en el World Tour a bordo de una “nave espacial”: una bicicleta ligera, electrónica y que parte de los 15,000 dólares.

El Chon pasaba tres veces por semana para llevarlo a entrenar en una inconfundible camioneta rotulada con el nombre del equipo: Los pupilos de Chon Pedalearon por caminos donde se levantaba el polvo con cada rueda, realizaban paseos por terrenos irregulares como si fueran grandes aventuras y, al final, para divertirse, solían comer palomitas de maíz como premio a las pequeñas hazañas sobre dos ruedas.

Isaac recuerda: “Era como si fuera mi cumpleaños… incluso mejor. Es de mis mejores días siendo niño”.

Con El Werito Ayala aprendió de técnica y se convirtió en un ciclista más habilidoso. Más adelante, con Alfredo Freddy Cruz entendió cómo competir con una visión más estratégica, como si viera su propia carrera desde afuera, como si la analizara desde la televisión: otro superpoder que desarrolló.

A los 15 años fue elegido como parte de un grupo de 100 ciclistas para concentrarse en Valle de Bravo en un campamento organizado por A.R. Monex Pro Cycling Team. El objetivo del programa era detectar a los mejores 10 talentos y llevarlos a competir a Europa al siguiente año.

—¿Qué fue lo más difícil de dejar Ensenada?

—No me gustaba la idea de irme. No me gusta estar fuera de mi casa. Es un castigo, algo que me costaba mucho y que no me sentaba nada bien. Y, al final, pude aprender a sobrellevarlo. Me sirvió mucho para crecer.

—¿Cuál era ese dolor?

—La verdad, simplemente era que yo no quería. Me gustaba mucho mi casa, era una zona de confort. No me gustaba

salir para nada. Obviamente, salía con amigos, me la pasaba muy bien, pero me la pasaba mejor en mi casa, y es algo que, para mí, es muy difícil de explicar. Me gusta tener mi propio espacio y divertirme. Extrañaba mucho a la familia y mi propia comodidad, mis propias vueltas… y siempre pasar desapercibido.

Él tenía una idea muy clara: ser ciclista profesional. Y entendía que eso se hacía en Europa.

DESCUBRIMIENTO ANTES DEL ATLÁNTICO

Antes de cruzar el Atlántico, las pruebas físicas a las que fue sometido arrojaron que, a sus 15 años, Isaac tenía aptitudes físicas que lo separaban del resto. A diferencia de muchos jóvenes que se desarrollaban con el tiempo y el entrenamiento, él destacaba desde niño por una cualidad que no se enseña: su extraordinaria capacidad de consumo de oxígeno.

Sus niveles de VO2 máx —la cantidad de oxígeno que el cuerpo puede procesar por minuto por kilogramo de peso— se ubicaban en un porcentaje más alto que la población para su edad. Este valor, fundamental en los deportes de resistencia, es uno de los mejores predictores del rendimiento de un atleta de élite. En otras palabras, su cuerpo era capaz de absorber y utilizar oxígeno con una eficiencia digna de un ciclista profesional… cuando apenas era un adolescente.

EL PORVENIR DE ISAAC

EEl Tour de l’Avenir no es solo una carrera juvenil: es una ventana al futuro del ciclismo mundial. Por sus rutas han desfilado leyendas que más tarde conquistarían los podios más codiciados. Tadej Pogačar, Egan Bernal, Nairo Quintana, Greg Lemond, Laurent Fignon y Miguel Induráin supieron brillar allí antes de enfundarse el maillot amarillo en el Tour de Francia.

En 2023, Isaac del Toro escribió su propio capítulo en esta historia.

El ciclista mexicano no solo ganó la general del Tour de l’Avenir, sino que arrasó:

se llevó también el maillot verde de la clasificación por puntos, el de lunares, al mejor escalador y el blanco, al mejor joven sub-20. Una proeza que incluso supera la de la leyenda estadounidense Greg Lemond, quien en 1982, a los 21 años, logró tres de las cuatro camisetas en disputa.

Del Toro se convirtió así en el primer mexicano en ganar esta prestigiosa competencia, dejando claro que su nombre puede ser el próximo en engrosar la lista de campeones que saltaron del Tour de l’Avenir al estrellato del World Tour y, por lo pronto, lo hizo con el subcampeonato del Giro de Italia, a casi dos años de aquella hazaña.

Pese a las evidencias que lo comprueban, Isaac no lo atribuye todo a la genética. De hecho, es él mismo quien niega tener el biotipo ideal o estar “cerca de la perfección”. Aun así, acepta que sus registros están por encima del promedio. Esto para él significa más una carga emocional que una ventaja. Es, en el fondo, una lucha contra sí mismo.

—¿Los resultados de las pruebas te hicieron ver tu talento de otra manera?

—Cada vez que tengo que hacer un test es de los peores días de mi vida. Hacer una prueba para mí es mucho estrés y es una pesadez muy grande mentalmente porque el Isaac del pasado lo hizo muy bien y el Isaac del futuro tiene que hacerlo mejor. Eso implica demasiado… sí creo que tengo buenos números. No puedo pensar que porque nací fui tocado con la varita mágica y seré mejor. No puedo pecar de ser arrogante o confiado.

NO PUEDO ESTAR MÁS ORGULLOSO DE CÓMO LO HICE. TENGO 21 AÑOS, ME LO GANÉ TODOS LOS DÍAS.
LO HICE BASTATE MEJOR DE LO QUE CUALQUIERA HUBIERA PENSADO”. “

Isaac pasó por un proceso de selección. Los ciclistas elegidos para concentrarse en San Marino firmaron un contrato que les exigía tener claridad en sus objetivos deportivos. Parte de ese compromiso era también continuar con sus estudios. Isaac, al igual que sus compañeros, aprendió italiano e inglés. Desde entonces, y muchas veces en solitario, comenzó a practicar sus entrevistas. Era una vida 95% inmersa en el ciclismo. Se levantaban muy temprano, desayunaban, entrenaban, regresaban para recuperarse por la tarde, estudiaban a distancia…y así, día tras día.

La exigencia de los entrenamientos en el ciclismo europeo era tal que había días en los que Isaac llegaba “pajareado”, cuenta Gerardo Rivera, entonces miembro del staff en San Marino. En una ocasión, pasó algo inusual. Solo se llamaban por teléfono en casos de emergencia e Isaac contactó a Gerardo, entonces, fisiatra del equipo. Estaba al borde del desmayo y le pidió que le preparara algo de comer, aunque no fuera parte de sus funciones.

Isaac, muy estricto en su alimentación, se rió porque su amigo le preparó una pizza de calabaza… justo cuando

él necesitaba pasta. Pero, a partir de ese día, se convirtió en uno de sus platillos favoritos junto con las papas al horno. La receta era simple: calabaza, queso y jitomate. Pese a la distancia de su lugar de origen, esos eran momentos que Isaac disfrutaba con los miembros del equipo que, eventualmente, se convirtieron en familia.

Otro de sus amigos cercanos, Jorge Peyrot, resalta su espíritu competitivo. Isaac era un atleta implacable sobre la bicicleta, pero en los videojuegos era lo contrario: al principio, “bastante malo”, especialmente, en el FIFA. Aun así, no se rendía fácilmente en algo tan aparentemente sencillo como un videojuego. Pasó de ser goleado una y otra vez hasta convertirse en el “rey del FIFA”. Una anécdota divertida y memorable que mostraba su incansable deseo de mejorar en todo lo que hace.

Del Toro templó su carácter en los duros caminos de Europa, donde el reto no solo

era mantenerse en rueda en un pelotón exigente, sino enfrentar los desafíos culturales y personales que implica ser un ciclista latino en una disciplina dominada por europeos.

“Era una persona muy líder que hablaba con nosotros”, recuerda Jorge. “Nos decía que no nos hiciéramos menos por los europeos”.

Los comentarios —como aquel “mexicanos tontos”— que a veces se dejaban oír en el pelotón no parecían afectarle. Isaac respondía a sus compañeros: “Al final, todos andamos en bici, todos tenemos dos piernas y al final, gana el que más lo quiere”.

UNA CAÍDA FUE SU IMPULSO

Hay un sentimiento punzante que Isaac procura esquivar a toda costa: la frustración de caerse.

—¿Por qué odiabas caerte?

—Porque creo que, cuando alguien se cae, también es por su propia responsabilidad. Es como un error. Y soy una de las personas que no me gusta cometer errores, me gusta ser prudente. Y caerme, para mí, refleja que cometí un error.

Un día de verano de 2022, mientras Isaac se preparaba para competir por primera vez en el Tour de l’Avenir, la prueba juvenil equivalente al Tour de Francia, no pudo evitarlo y se cayó en una carretera en San Marino durante un entrenamiento. Él iba al frente del pelotón. Se deslizó con la grava en un descenso cuando bajaba a alta velocidad. Se estrelló con un muro de contención. Se rompió el fémur de la pierna derecha y tuvo una hemorragia en una arteria. De inmediato, intervino la asistencia médica y lo trasladaron en helicóptero al hospital para operarlo. Su primera gran prueba quedó interrumpida.

—Sentía que se me iba todo: la oportunidad de estar ahí. Miraba mi pierna rota, estaba como gelatina. Era algo que, la verdad, nadie quiere ver. Al final, sufrí mucho mentalmente.

Los médicos pronosticaban que volvería a caminar en un periodo de seis a nueve meses. No hablaban siquiera de que pudiera volver a competir. Pero Isaac apenas iba regresando del hospital a la casa y ya estaba hablando del día en que regresaría a subirse a una bicicleta.

Para lograrlo, siguió cada terapia con rigor: no se saltó ni una sola sesión. Sus amigos admiran la convicción que mostró desde el primer día. Exprimió en conocimiento al equipo médico. Ganó movilidad en la cadera, la rodilla y el tobillo; alcanzó la flexibilidad necesaria solo para volver a ponerse de pie… y luego, caminar. A sus compañeros les sorprendió que no quisiera regresar a Ensenada con su familia. Eligió recuperarse en San Marino, lejos de casa.

A los 24 días, Isaac estaba arriba de una bicicleta. Y volvió al lugar donde se rompió la pierna.

—Nadie me quería dejar ir. Quería pasar por donde me había roto la pierna. Iba muy lento, con mucho cuidado. Es algo muy fuerte. Hoy, paso todos los días por ahí. No me causa ya la misma sensación. Le tengo respeto a lo que pasó. En el momento en el que fui sentí peligro, pero forcé a mi cuerpo a superar lo que había pasado.

—Fue de los pocos días en los que no he sido tan prudente… y así lo pagué. Todos queremos cambiar algo del pasado, y sí, es algo que, obviamente, me hubiera gustado cambiar.

—¿Por un instante pensaste que no volverías a subirte a una bicicleta?

—Sí, porque fue la pierna. Pero nunca pregunté si me iba a afectar. Y si alguien viene y te dice que no puedes, es de tomar en cuenta porque es un doctor. Lo dice para cuidarte, pero también está lo que tú quieres y lo que puedes cambiar.

Sus amigos bromean diciendo que Isaac tiene una “pata biónica”. También encontró nuevos rituales, como el de bautizar como Wanda a la bicicleta con la que volvería a correr.

Después de un año de entrenamientos y de fortalecer su “nueva” pierna, la vida le devolvió la oportunidad perdida: competir en el Tour de l’Avenir.

Comenzó bien y pronto llegó a un punto que considera climático: ganó la sexta etapa en Col de la Loze, una cima de 2,304 metros de altitud, temida por todos.

Un triunfo con un valor más profundo. Se demostró a sí mismo que podía. Recuperó la confianza y, en un gesto de gratitud, se la devolvió a todos los que lo acompañaron en todo un año.

Etapas después, conquistó la carrera completa.

“Fue catarsis, nunca había ganado una carrera en ruta, siempre había hecho podios y todo lo que se había trabajado era para estar bien. Es, muy de lejos, de las mejores carreras que he hecho. Es el tipo de corredor que estoy siendo y ganar con Wanda fue bonito”.

UN GIRO DE VIDA

Cuando Joxean Matxin Fernández, director deportivo del equipo UAE Team Emirates, lo vio correr por

primera vez en Bélgica, confiesa que, además de su talento sobre la bicicleta, lo convenció su carácter abajo de ella. “Vi el coraje y el valor que tenía, y eso me impresionó. Es diferente a los demás. Es muy buena persona, muy respetuoso y agradecido. No tiene problema en trabajar para un compañero y asume su responsabilidad cuando le toca competir”.

Pronto firmó con UAE Team Emirates XRG, el conjunto más poderoso del pelotón internacional y a menos de un año de haber firmado con el equipo, Isaac corrió la Gran Vuelta de España el año pasado, pese a haber estado enfermo, y culminó en el lugar 36. Esta temporada, a pesar de llegar como gregario en el Giro de Italia, Del Toro demostró ser el ciclista más fuerte del equipo, superando incluso a su líder designado, Juan Ayuso.

Y poco a poco, creció su gesta.

Era el octavo día que defendía la maglia rosa, en jornadas decisivas de montaña. Un día antes, Del Toro había perdido terreno, pero en la etapa 17 venció en un duelo con el ecuatoriano Richard Carapaz. Isaac lanzó su ataque a la victoria a nueve kilómetros de la meta en Bormio.

Una foto que quedó guardada para siempre en la historia: Isaac del Toro cruzaba la meta de Bormio como si sostuviera un capote invisible (la señal del superhéroe).

—¿Cómo preparaste ese festejo?

—Mi hermano me había dicho que

lo intentara hacer así. Sé que soy Del Toro, pero realmente yo lo hago un poco para agradecerle a la gente que está ahí. En Italia, soy una persona muy querida, y en México, la persona más apoyada.

Allá las banderas mexicanas ondeaban por doquier. La gente se trasladaba para verlo pasar un fugaz segundo y solo comprobar, de cerca, que el superhéroe mexicano era real.

Un día antes de llegar a Roma —en la etapa 20—, buscaban arrebatarle el liderato. El británico Simon Yates, quien estaba en la tercera posición de la general, atacó y se fugó. El ecuatoriano Richard Carapaz (campeón del Giro en 2019) se negó a colaborar con el mexicano y, ante el asombro del pelotón, el británico no miró atrás y contrarrestó el minuto y 21 segundos que tenía de desventaja respecto a Del Toro, asegurando el título en la víspera de la llegada a Roma.

Aun así, los ecos quedaban. El superhéroe mexicano portó 11 días consecutivos la maglia rosa y se convirtió en el ciclista más joven en lograr esta hazaña desde Fausto Coppi en 1940. Conquistó el subcampeonato del Giro y recibió la maglia blanca, distintivo para el mejor corredor joven de la carrera.

—¿Cuál es el sentimiento de portar la maglia blanca?

—Es algo que todos quieren. No

puedo estar más orgulloso de cómo lo hice. Es bonito porque tengo 21 años, me lo gané todos los días. Mis decisiones me pusieron ahí, me dieron o me quitaron. Lo hice bastante mejor de lo que cualquiera hubiera pensado y eso es increíble.

—¿Qué se siente estar en el podio?

— Me hará mucho más fuerte y me hace sentir orgulloso haber llegado en las condiciones como llegué y cómo me gané mi propio lugar. Necesitaba una confirmación de que podía hacerlo. Ya no es una incógnita: ahora, es una certeza.

En México, las noticias también corrían rápido. Isaac se había vuelto tema de sobremesa, nombre recurrente en las charlas de café, figura en las primeras planas de los diarios nacionales. Cada mañana, hasta el término del Giro, la gente en México se levantaba por las mañanas para buscar una señal o encender el televisor y verlo competir en la carrera italiana.

En el Ángel de la Independencia, ese lugar donde México celebra sus gestas, la comunidad ciclista se reunió para homenajear al Torito. Su rostro estaba en carteles gigantes y hasta en estampitas. Era un símbolo de lo posible. Lo sentían suyo.

—¿Quieres ganar el próximo Giro de Italia o qué Grandes Vueltas te gustaría ganar?

—Esta pregunta la contesto como si fuera un niño. El niño quería ser campeón olímpico, ser bueno en contrarreloj, ser campeón del mundo, pero el niño no sabía lo que era. El niño no sabe qué tan duro es.

Si se trata de soñar, me gusta soñar con lo más grande. Quiero ser un ganador de Grandes Vueltas. Estar ahí siempre, ganar carreras como cualquier otro. Soy muy soñador y creo que no voy a parar hasta lograrlo.

El niño que un día, mientras desayunaba en casa, vio por televisión a Chris Froome y Nairo Quintana y decretó que algún día estaría en una gran vuelta ciclista, hoy vive su sueño vestido de superhéroe, listo para usar su capa y sentirse invencible contra el viento…

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“HE VIVIDO MI HISTORIA Y ESTOY EN MI MEJOR MOMENTO”

LOS MUNDIALES DE MÉXICO

EL IDILIO VIVIDO EN 1970 Y 1986 CON LOS ÉXITOS DE PELÉ Y MARADONA ES IRREPETIBLE. AHORA, MÉXICO SOLO ES COMPARSA

POR TLATOANI CARRERA

LOS 3 MUNDIALES DE MÉXICO

LLos que estuvieron ahí sostienen que fueron días maravillosos, llenos de pasto y confeti. El balón del mundo rodó dos veces en México. La primera en 1970, justo cuando terminaba el llamado “milagro mexicano” y se ponía el mantel verde para los prodigios del futbol.

Los recuerdos de lo que sucedió en aquellos días luminosos han pasado de generación en generación. Si estuviera en la cancha, el escritor Juan Villoro llevaría el número 10 en la espalda. Mente creativa que ha embellecido el juego, presenció desde una platea ambos mundiales en el estadio Azteca. Las memorias de su adolescencia y de su juventud todavía abundan: “En términos deportivos, han sido dos de los mejores mundiales de la historia. Baste pensar que 1970 consagró a Pelé y que 1986, a Maradona, que han sido, indiscutiblemente, los jugadores más trascendentes junto a Lionel Messi. Por otra parte, la calidad general de los partidos fue muy buena y la algarabía en las tribunas, la hospitalidad de la gente, incluso con los hooligans ingleses, fue notable”.

México se prepara rumbo a su tercer mundial, con las leyendas de los dos primeros frescas en la memoria.

ITodos recuerdan al Brasil del 70 como un equipo para enmarcar en el museo del mejor futbol de la historia. Transitaba el balón en el campo con ritmo y elegancia. Era una orquesta llena de virtuosos, pero con un solo rey.

Así se considera la estancia del mejor jugador del mundo que, aunque la prensa brasileña decía que ya estaba cerca del retiro, llegó a México con esa aureola que distingue a los mejores. Las dos semanas previas a la Copa del Mundo, Brasil hizo su campamento en Guanajuato y después se trasladó a Guadalajara, la ciudad que todavía hoy tiene corazón amarillo. Narra Pelé en su autobiografía que la seguridad era muy cercana, porque la policía mexicana tenía informes de que existían planes para secuestrarlo. Incluso, se habló de que arrestaron a un venezolano que era el líder del complot.

AMOR ETERNO

Pelé se sentó en el trono del futbol en México y el cariño recibido en este país conquistó para siempre al brasileño

Más allá de las impresiones sensacionalistas, Brasil fue un deleite en el campo. Pero aquellos días dieron para mucho más. Hubo muchas otras épicas inolvidables también en el Azteca. El 17 de junio de aquel 70 se enfrentaron en semifinales Italia y Alemania. Los italianos anotaron al minuto 7 y cuando parecía que todo estaba definido, la maquinaria alemana empató al 90. Ahí comenzó la verdadera épica. Franz Beckenbauer, el histórico capitán, regresó al campo con el brazo entablillado después de una luxación de hombro. Lo que vino a continuación fueron quizá los mejores 30 minutos de la historia del futbol. Alemania se fue arriba, Italia remontó. Empataron de nuevo y, finalmente, los italianos

vencieron 4-3. Se le recuerda como el “juego del siglo”.

Por supuesto, hubo secuelas físicas rumbo a la final para los italianos que llegaron con pocas piernas. Recuerda Pelé que había más de 100,000 gargantas en el Azteca aquella calurosa tarde y que “todas gritaban a favor de Brasil”. Otros jugadores brasileños dicen que se sentían “mejor que en casa”. Finalmente, el virtuosismo de Brasil y de Pelé se impuso 4-1 frente a los cansados italianos.

El equipo brasileño recuerda con afecto aquellos días. Primero, por el romance que vivieron en Guadalajara y, más tarde, por el alarido con el que fueron apoyados en el Azteca. Pelé cierra: “Cuando bajamos al campo para recibir el trofeo Jules Rimet, de manos del presidente de México, sentí una emoción que nunca había experimentado. Hubo lágrimas de felicidad”.

México puede presumir aquellos goles y regates. Nunca ha olvidado que aquí se coronó el rey.

IILas memorias están abiertas. Los que estuvieron ahí cantan orgullosos que después de Pelé, otro de los mejores jugadores del mundo embelleció el Mundial de México: Diego Armando Maradona. El equipo argentino se hospedó en las instalaciones del América en Coapa. Siempre tan cercanos a las cábalas, antes de cada partido los albicelestes paseaban por Perisur y se tomaban un helado en el restaurante Hellens. Ahí encontraron el lugar para ponerse en sintonía espiritual.

Maradona caminó en medio de patadas rumbo a los cuartos de final y ahí se encontró con una fecha que está marcada con letras mayúsculas en los calendarios célebres del futbol: 22 DE JUNIO DE 1986. Argentina enfrentaba a Inglaterra con el paladar amargo que dejaba la guerra de las Malvinas. Por eso, los jugadores veían en la cancha una especie de redención. Cosas extraordinarias estaban por suceder…

El marcador estaba 0-0 al minuto 51, cuando Maradona se elevó, levantó su mano por encima de la cabeza y metió un célebre gol. Así lo recuerda en su autobiografía Yo soy el Diego de la gente: “Ahora sí puedo contar lo que en aquel momento no podía, lo que definí como la ‘mano de Dios’. Metí el puño izquierdo y la cabeza detrás, el arquero Peter Shilton ni siquiera se enteró… El

EL D10S BAJITO

Diego Armando Maradona guió a Argentina con coraje, picardía, fervor y un talento muy por encima de cualquiera.

LOS 3 MUNDIALES DE MÉXICO

juez de línea corrió hacia el centro de la cancha. Todos los ingleses protestaban y Jorge Valdano me hacía así, ¡shhhh! Con el dedo en la boca como si fuera una foto de enfermera en un hospital”.

Maradona ya había sido el diablo… y cinco minutos después, al 56, fue dios.

Así sucedió la obra maestra, ese gol clasificado en la parte más alta de la historia de los mundiales: tomó el balón de espaldas un poco más atrás del medio campo. Según cuenta en Yo soy el Diego..., cuando dio la vuelta vio que del lado izquierdo lo acompañaba desmarcado Jorge Valdano.

Siempre es mejor escuchar el final de lo que sucedió en la cabeza de Maradona, mientras movía los pies para una de las jugadas más célebres.

“Si Fenwick (el defensa inglés) me salía, yo se la daba a Valdano y

3 MUNDIALES LOS 3 MUNDIALES DE MÉXICO

Una fiesta, tres países

ASÍ SE DISTRIBUYEN LAS SEDES EN LAS QUE RODARÁ EL BALÓN EL PRÓXIMO VERANO

Cómo leer el gráfico México Canadá Estados Unidos

él quedaba solo frente a Shilton… Pero ¡Fenwick no me salía! Yo lo encaré, entonces, amagué para adentro y me le fui por afuera, hacia la derecha. ¡Me tiró un guadañazo terrible, Fenwick! Yo seguí y ya lo tenía a Shilton de frente. Estaba en el mismo lugar que en una jugada en Wembley dos años antes (aquella vez, quiso cruzar a Shilton y el balón rozó el poste por fuera). Iba a definir de la misma manera, pero el Barba (Dios) me ayudó, el Barba me hizo acordar… Pic… Hice así y Shilton se comió el amague. Entonces, llegué al fondo y le hice, tac, adentro”. Todavía le pegaron un patadón, “pero no me importaba nada de nada… Había hecho el gol de mi vida”.

Todo se coronaba con la emotiva narración del uruguayo Víctor Hugo Morales: “Barrilete cósmico, ¿de qué planeta vinisteeee?”.

La final fue la consagración de Argentina en contra de Alemania. Maradona termina: “Campeón del mundo, campeón del mundo. Yo digo, hoy, que en aquellos increíbles días de México 86, Dios estuvo conmigo”.

Y México fue testigo de su gran gesta.

III

Solo 15 días antes de que se escuche el silbatazo inicial del mundial del 2026, el estadio Azteca cumplirá 60 años. Apenas tenía cuatro cuando vio coronarse a Pelé. Después, como un joven de 20, fue la casa del triunfo de Maradona. Hoy, llega a su tercera edad después de pasar una cirugía completa que respetó su relato legendario: será el único recinto del mundo que podrá presumir tres inauguraciones mundialistas y eso lo sitúa por encima de Wembley, Maracaná y el resto de los gigantes. En su pasto (que será renovado también) se han llevado a cabo las gestas de los más grandes.

Sin embargo, el contexto es muy diferente al de las pasadas ediciones. Esta vez, el mundial comenzará en México, pero permanecerá poco tiempo. De 104 partidos programados, solo 13 serán aquí, es decir, el 12.5% de la fiesta.

A diferencia de los grandes relatos de Pelé y Maradona, que encontraron los mejores momentos para engrandecer su leyenda en los partidos definitorios, el pasto mexicano solo aspira a un partido de octavos de final.

El mundial se trasladará entonces a Estados Unidos y definirá ahí a los héroes que quedarán guardados en las principales historias deportivas.

Para entender el papel secundario de México, la línea de tiempo remonta a 2010, el año en que la FIFA otorgó simultáneamente (y con una anticipación nunca antes vista) las sedes de Rusia y de Catar. Estados Unidos, que había sido uno

de los principales contendientes para ganar esas candidaturas, movilizó al FBI para hacer una investigación que en 2015 fue nombrada el “FIFA Gate” y que dejó sin trabajo a su entonces presidente Josep Blatter.

De nuevo dice Villoro: “Y efectivamente, el siguiente mundial fue dado a Estados Unidos, pero para cubrir las apariencias se finge que es para toda Norteamérica. Parece que somos una comparsa en la organización… yo creo que México, que ha organizado con éxito dos de los mejores mundiales, merecería ser sede por derecho propio de un tercer mundial”.

Falta menos de un año para que el balón ruede nuevamente en México. La fiesta estará en la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. Todos esperan con emoción un mundial que nos dejará huérfanos pronto.

LA COPA, EN EE. UU. Esta vez, el trofeo de campeón de la FIFA no se levantará en el Azteca: la final del mundial será en Nueva York.

LA FIESTA ENTRE MUROS Y FRONTERAS

EL BALÓN VIAJARÁ SIN VISAS NI PASAPORTES, PERO DEBERÁ SORTEAR LAS ADUANAS POLÍTICAS

L MISMO DÍA que los relojes oficiales de la FIFA marcaron la cuenta regresiva a un año del inicio de la Copa Mundial de Futbol 2026 en Norteamérica, 4,000 efectivos de la Guardia Nacional y 700 infantes de marina llegaron a las calles de Los Ángeles, California.

El objetivo: frenar las manifestaciones en contra de las redadas masivas y detenciones de migrantes –con y sin documentos–, que días antes se habían dado en los barrios latinos de esa ciudad. El resultado: decenas de migrantes detenidos, la mayoría mexicanos, y acusaciones directas desde el gobierno de Donald Trump a la presidenta, Claudia Sheinbaum, de “alentar” las protestas de migrantes mexicanos.

La sincronización del hecho no es casualidad. Los Ángeles es una de las 16 sedes del mundial de futbol más grande de la historia: 48 selecciones, 104 partidos y más de 6.5 millones de aficionados, que por 39 días cruzarán, una y otra vez, las fronteras entre México, Estados Unidos y Canadá.

Pero, a menos de un año de que el 11 de junio de 2026 se dé el pitido inicial en el estadio Azteca de la Ciudad de México, la imagen de unidad de los tres vecinos que comparten comercio, amistad y una historia de cooperación atraviesa su peor momento. El inicio de la cuenta regresiva toma a los anfitriones de la fiesta global en un momento en el que lidian con tensiones por la guerra arancelaria que el presidente Donald Trump ha declarado al

LOS 3 MUNDIALES DE MÉXICO

A UN AÑO

Clara Brugada, jefa de Gobierno de la CDMX, con el exfutbolista

Alessandro del Piero y Jurgen Mainka (FIFA México)

mundo, sin perdonar del todo a sus socios y vecinos a los que amenaza con terminar el acuerdo comercial, a Canadá, con anexarlo a su territorio, y México le reclama por no frenar la migración y el tráfico de drogas a su país. Este mundial deberá enfrentarse a la incertidumbre llamada Donald Trump, quien podría cambiar las reglas de un momento a otro y reservarse el derecho de admisión a una fiesta, que si bien él no organiza, sí es dueño del salón donde

ocurrirán 78 partidos en 11 ciudades.

“El hecho de que esté distribuido de manera tan desigual (...) es reflejo del desbalance que existe dentro de esta reacción trilateral”, señala Barthélémy Michalon, profesor de Relaciones Internacionales de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec de Monterrey.

ENTRE RESTRICCIONES Y CORAZONES ABIERTOS

La idea de la unión del continente americano y este, con el resto de países a través del mundial de México, Estados Unidos y Canadá, ha quedado plasmado en varios discursos que Gianni Infantino, el presidente de la FIFA, ha pronunciado desde que se

dieron a conocer las ciudades sede destacando la diversidad y la multiculturalidad de ellas.

“Nos entusiasma recibir a las selecciones y aficionados de cada rincón del mundo para que disfruten de la máxima fiesta del futbol”, dijo el 11 de junio al celebrar la cuenta regresiva para el mundial.

Pero Donald Trump, en medio de los discursos beligerantes en contra de la migración, decidió reservar su derecho de admisión a Estados Unidos y anunció la prohibición de entrada para 12 países, incluido Irán –ya clasificado al mundial–y restricción de acceso a ciudadanos de otros siete países, entre ellos, Cuba y Venezuela. La medida entró en vigor dos días antes de la cuenta regresiva a la Copa del Mundo.

De esta orden ejecutiva están excluidos los atletas, entrenadores y miembros de equipos deportivos, pero no sus aficiones. Las personas que ya tengan visa

podrán entrar y, a diferencia de Catar, tener un boleto o una acreditación no bastará para poder entrar al país.

“El presidente Trump está cumpliendo su promesa de proteger a los estadounidenses de actores extranjeros peligrosos que quieren venir a nuestro país y causarnos daño”, justificó la subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Abigail Jackson.

A esto, siguió la ola de redadas masivas en puntos de reunión de trabajadores latinos en Los Ángeles, como el Distrito de la Moda, que alberga una gran cantidad de negocios de ropa que son atendidos y frecuentados por mexicanos, obras en construcción, restaurantes y tiendas donde suelen acudir en busca de trabajo.

Y con ello, vinieron las protestas y las banderas mexicanas en ellas, que le

TEMPLO ÚNICO

El estadio Azteca vivirá su tercera inauguración de una Copa del Mundo, ningún otro recinto en el mundo se le compara.

CDMX

HABITANTES: 5.3 MILLONES, CON LA ZONA METROPOLITANA

ALTITUD: 2,240 M SOBRE EL NIVEL DEL MAR

Número de partidos: 5

11 de junio. Juego inaugural del mundial 2026 con la selección mexicana.

17 de junio. Partido Grupo K. 24 de junio. Partido de la selección mexicana. 30 de junio de 2026. Juego de Dieciseisavos de Final. 5 de julio de 2026. Juego de Octavos de Final.

EVENTOS Y TURISMO

“LA CIUDAD VIVIRÁ EL MUNDIAL SIN RACISMO, SIN CLASISMO, SIN DISCRIMINACIÓN, SIN XENOFOBIA Y SIN HOMOFOBIA. UN MUNDIAL PARA TODAS, TODOS Y TODES. AQUÍ, EN LA CIUDAD DE MÉXICO, TODAS LAS AFICIONES SON BIENVENIDAS ”.

CLARA BRUGADA, JEFA DE GOBIERNO DE LA CDMX.

Fan Fest en el Zócalo y en las 16 alcaldías de la CDMX con la transmisión de partidos y actividades. Habrá rutas turísticas en varios corredores de la CDMX.

Alianza metropolitana con los estados vecinos de la capital para hospedajes y alternativas turísticas.

Exposición El juego eterno, sobre el juego de pelota.

Torneo de futbol infantil con la participación de 40,000 niñas y niños.

Exposiciones de memorabilia de los mundiales en la Ciudad de México.

MOVILIDAD

Centrobús: línea de autobuses para moverse dentro del Centro Histórico de la CDMX. Ciclovía Gran Tenochtitlán: con 34 km en ambos sentidos, de Tlalpan al Zócalo. Pasará por el estadio Ciudad de México (Azteca) y formará parte del proyecto de la calzada fl otante en Tlalpan.

Expansión del sistema de bicicletas públicas Ecobici, de 9,300 a 15,000 unidades y nuevas cicloestaciones en el sur, oriente y norte de la CDMX.

SEGURIDAD

Inversión histórica en videocámaras para instalar 40,000. Se prevé un incremento de elementos, entre ellos, de la Guardia Nacional. Instalación de un subcomité de seguridad con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la Consejería Jurídica, la Secretaría de Gobierno, la Fiscalía de la CDMX, la Guardia Nacional, la Marina, la Secretaría de la Defensa, la FIFA y su área dedicada a seguridad.

CONECTIVIDAD

Remodelación del Aeropuerto Internacional de la CDMX, con mejora en las dos terminales, pistas, drenaje y señalización. Inversión: 8,500 mdp. Modernización de los aeropuertos de Toluca y Cuernavaca.

LOS 3 MUNDIALES

dieron pretexto a Donald Trump para mandar a la Guardia Nacional y Marines y a la secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, Kristi Noem, para culpar a Claudia Sheinbaum de las manifestaciones.

Del otro lado de la frontera, más allá de negar y demostrar que los dichos eran falsos, se apostó por un discurso para diferenciarse de la hostilidad del vecino del norte.

“Somos una ciudad de corazón grande, que recibe a todas las naciones, las culturas, las creencias (...) una ciudad que vivirá el mundial sin racismo, sin clasismo, sin discriminación, sin xenofobia y sin homofobia. Aquí, en la Ciudad de México, todas las aficiones son bienvenidas”, señaló la jefa de Gobierno de la capital del país, en la ceremonia para develar el reloj que marca los días, horas y minutos para el comienzo del campeonato mundial.

EL MÁS DESTACADO

El estadio de Guadalajara es el inmueble con menos requerimientos en el libro de cargos de la FIFA.

Las redadas, las restricciones en el visado y las prohibiciones de nacionalidades han encendido las alarmas de organizaciones en defensa de los derechos humanos que han pedido a la FIFA ejercer su influencia y exigir garantías concretas de que “los derechos humanos no se sacrificarán más por el bien del juego”.

“La FIFA debería reconocer, públicamente, la amenaza que suponen para la integridad del torneo las políticas estadounidenses de inmigración y otras contrarias a los derechos humanos”, señaló Minky Worden, director de Iniciativas Globales de Human Rights Watch.

EL GIGANTISMO

DEL MUNDIAL

Pero más allá de las dificultades diplomáticas entre los gobiernos,

GUADALAJARA

HABITANTES: 5.2 MILLONES, CON LA ZONA METROPOLITANA

ALTITUD: 1,566 M SOBRE EL NIVEL DEL MAR

Número de partidos: 4

11 de junio. Juego del Grupo A. 18 de junio. Juego de México en Grupo A. 23 de junio. Juego del Grupo K. 26 de junio. Juego del Grupo H.

“JALISCO DISTINGUE LA MEXICANIDAD EN EL MUNDO. CUANDO SE HABLA DE CUALQUIER SÍMBOLO MEXICANO COMO , EL TEQUILA, EL MARIACHI, LA CHARRERÍA (...) ES DE JALISCO”.

PABLO LEMUS, GOBERNADOR DE JALISCO.

MOVILIDAD

SEGURIDAD

Creación de dos nuevas policías: la Policía Estatal de Caminos y la Policía Turística, que será bilingüe.

Adquisición de 703 patrullas.

Tres Cybertruck de Tesla como centro de “inteligencia rodante”, acompañado de un dron de avanzada que proporcionará información clave.

Habrá vigilancia especial en hoteles donde se hospeden deportistas y turistas.

Rehabilitación del Camino Real a Colima, alternativa a la avenida López Mateos.

Inversión: 1,980 mdp.

Ampliación de la carretera Chapala en dos carriles por sentido, banquetas, ciclovía y más luminarias.

Inversión: 2,500 mdp.

Línea de Macrobús para conectar el centro de Guadalajara y el estadio Akron con el aeropuerto.

CONECTIVIDAD

Modernización del Aeropuerto Internacional de Guadalajara. Contempla una nueva terminal, con siete puertas de embarque, más plataformas de vuelos internacionales y un segundo acceso en la avenida Adolf B. Horn y Periférico.

Inversión: 22,000 mdp. Se abren más vuelos directos a Toronto y Montreal, en Canadá, y de Puerto Vallarta a Nueva York.

EVENTOS Y TURISMO

Fan Fest en el Centro Histórico de Guadalajara. Rutas turísticas a municipios como Tequila y a 12 pueblos mágicos, a Puerto Vallarta y Costalegre. Entrega de los Arieles en Puerto Vallarta. Concurso mundial de destilados.

hacer un mundial entre tres países, 16 sedes y miles de kilómetros de distancia una de la otra, impone mucho trabajo y coordinación.

“Este será un mundial infectado por el gigantismo.Tres países, muchas sedes, muchos equipos, muchos partidos. Es la abundancia económica para repartir entre los involucrados, en detrimento de la parte deportiva”, señala Francisco Javier González, periodista deportivo, cronista y quien ha cubierto, de manera presencial, las Copas del Mundo desde 1986.

Según el estudio de

Open Economics, la Copa Mundial 2026 podría contribuir con unos 40,900 millones de dólares al producto bruto mundial, y se espera un gasto de 13,900 mdd, que abarca inversiones de capital, costos de las ciudades anfitrionas, presupuesto de la FIFA y el gasto turístico previsto. Y de acuerdo con este estudio referido por la FIFA, las previsiones turísticas son prometedoras: se esperan 6.5 millones de visitantes que generarán un gran actividad económica en las ciudades sede, con grandes ganancias en hoteles, transporte, restaurantes.

“Los hoteles de las ciudades anfitrionas anticipan una ocupación récord, y los negocios locales se beneficiarán del aumento del tráfico de visitantes”, señala el estudio.

Para el escritor Juan Villoro, un mundial conjunto donde México solo tiene 13 de 104 partidos es parte de un agravio lucrativo de todos lo que se benefician de ello.

“Ciertamente, tendremos el partido inaugural, que dará mucho dinero, pero esto no deja de ser un agravio para México. Lo que pasa es que es un agravio lucrativo para

Calendario de fiesta

quienes se van a beneficiar de esto, los directivos, las televisoras, los anunciantes. (...) Es un despropósito enorme, pero la FIFA perdió el rumbo y su única meta es la ganancia económica”, señala.

Villoro considera absurdo que los futbolistas tengan que recorrer distancias tan grandes para jugar en una sede con condiciones climáticas totalmente distintas.

CONSTRUIR LA UNIDAD Aunque las relaciones entre Estados Unidos y sus coanfitriones no pasan ahora por su mejor momento,

EL MANTEL VERDE ESTÁ PUESTO; ASÍ RODARÁ EL BALÓN

LOS 3 MUNDIALES

internacionalistas, diplomáticos y futbolistas apelan a que esto pueda recomponerse y dar al mundo una cara amistosa y sin conflictos.

“Es posible que los tres gobiernos limen sus diferencias momentáneamente para ser anfitriones del evento. A los tres países les conviene presentar una cara de unidad frente al mundo por razones de prestigio”, dice Rafael Velázquez Flores, presidente de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales (AMEI), y miembro del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI).

Así lo espera también la exdiplomática y exsenadora Beatriz Paredes, quien señala que, más allá de los retos logísticos, la propuesta de hacer el mundial en América del Norte es muy atractiva porque le permite a los tres países mostrar a esta región con mucha viabilidad y prospectiva para el mundo.

“Nadie se esperaba, porque no tiene racionalidad histórica, el discurso

Las obras en el estadio Monterrey se encuentran acorde con los tiempos estipulados; estarán listos.

ni la narrativa que está empujando el presidente Trump”, señala Paredes, quien es una apasionada de la selección de Brasil, país del que fue embajadora durante el mundial en 2014.

Por ello, sabe que la diplomacia debe tomar su lugar e intervenir fuerte para que en el campeonato no se mezcle la política migratoria con la fiesta. “Mucho menos algo que, rechazo categóricamente, una política persecutoria contra los latinoamericanos”.

Así, con el reloj en cuenta regresiva, además de los retos logísticos que implica tener 16 sedes, este mundial será puesto a prueba sobre si podrá ser una muestra de cooperación regional o un escaparate de contradicciones diplomáticas, donde el balón choque contra los muros y pueda quedar atrapado en la red de la política.

MONTERREY

HABITANTES: 5.3 MILLONES, CON LA ZONA METROPOLITANA ALTITUD: 540 M SOBRE EL NIVEL DEL MAR

Número de partidos: 4

14 de junio.

Juego del Grupo F. 20 de junio.

Juego del Grupo F. 24 de junio.

Juego del Grupo A. 29 de junio.

Juego de Dieciseisavos de Final.

SEGURIDAD

Cámaras alrededor del estadio. Se blindaron las entradas y salidas del estado con un destacamento de la Fuerza Civil con más de 300 elementos, helicópteros y drones. Patrullaje en conjunto con la Guardia Nacional en las vías terrestres de comunicación. Renovación del puente Colombia para agilizar el cruce a Estados Unidos.

“VAMOS A TENER EL FAN FEST MÁS GRANDE EN LA HISTORIA, QUE SON 40 DÍAS EN EL PARQUE FUNDIDORA, ME IMAGINO A MALUMA, RICKY MARTIN . (...) ESO TAMBIÉN DEBE PROVOCAR MUCHO MÁS TURISMO PARA LA CIUDAD”.

SAMUEL GARCÍA, GOBERNADOR DE NUEVO LEÓN.

MOVILIDAD

Nuevas líneas del metro de Monterrey. La línea 4 irá de Monterrey a San Pedro Garza García en 7.5 km y la línea 6 conectará el centro de Monterrey con Apodaca en 17.5 km y se conectará con el aeropuerto.

Inversión: 40,000 mdp.

4,000 camiones eléctricos nuevos para las diferentes rutas de la ciudad. Inversión: 9,000 mdp.

Siete nuevas carreteras, como la Interserrana de 81.5 km, para conectar el sur de Nuevo León con la región citrícola y La Gloria-Colombia, de 102 km, para conectar Monterrey con Texas sin cruzar por Tamaulipas. Inversión: 6,000 mdp.

Fan Fest de 40 días en el Parque Fundidora operado por quienes hacen el Festival Musical Pal Norte. Festival de 12 horas en el Parque Fundidora con música, cine, futbol y gastronomía.

Festival de Freestyle con la Asociación Mundial de Freestyle. Se inaugurará el Parque del Agua con 80 hectáreas.

Estrategía para recibir a visitantes del sur de Texas.

Romper récord Guinness de carne asada con asociaciones culinarias y de parrilleros.

CONECTIVIDAD

Ampliación en un 42% del Aeropuerto de Monterrey: tendrá capacidad para recibir a 15 millones de pasajeros al año. Se abrirá vuelo directo a Toronto para cubrir todas las sedes mundialistas. Se habilitará el Aeropuerto Internacional del Norte en Escobedo para la llegada de vuelos privados.

EVENTOS Y TURISMO
BUEN TRABAJO
FOTO: DANIEL
BECERRIL/REUTERS

CAMPOS,

y siempre tratando de disfrutar el momento. Así me enseñó mi papá: hay que disfrutar”.

ÍDOLO ESPONTÁNEO Y FIGURA GLOBAL, EL EXARQUERO RECUERDA SUS INICIOS, SUS SUEÑOS NO CUMPLIDOS Y SU DESEO DE VER A MÉXICO TRIUNFAR EN EL MUNDIAL

POR YAREK GAYOSSO

ORGE CAMPOS entra a un salón de un hotel en el sur de la Ciudad de México como si no hubiera pasado el tiempo. Lo hace con la misma naturalidad con la que atajaba, salía del área –cuando eso aún se consideraba un atrevimiento hace tres décadas– o, incluso, marcar goles en sus años dorados. Sin pretensiones, sin poses, con la ligereza de quien dio todo en la cancha... aunque confiesa que hay un sueño que nunca se cumplió.

“Sí, ser campeón del mundo para México. Todos sueñan con eso y es muy difícil, es un equipo y se tienen que combinar muchos factores. Espero que México sea campeón del mundo algún día y creo que eso se puede lograr con el tiempo. No me puedo quejar, así es la vida, no todo se te va a cumplir. Es difícil tenerlo

todo. Se te presentan oportunidades, se me cumplieron muchos sueños y con eso estoy muy contento”, afirma Campos.

A sus casi 58 años, Campos habla como jugaba: sin filtros. Dice que nunca imaginó llegar tan lejos, pero que desde niño tenía el deseo profundo de jugar futbol profesional. Lo demás –los mundiales, las portadas, los comerciales, incluso el personaje animado en los Supercampeones que se inspiró en su figura o el fenómeno global en el que se convirtió– llegó después, casi como una consecuencia inevitable de haberse atrevido a ser él mismo.

“Cuando eres niño sigues soñando, pero no sabes si lo vas a lograr. La vida te pone momentos y oportunidades. En mi caso, fui tomándolas con alegría, con ganas,

En chanclas, como acostumbra, con una camiseta roja a rayas de Nike –la misma marca que ayudó a reinventar con sus colores fosforescentes– y unos lentes oscuros, que no logran esconder su eterna sonrisa, Jorge Campos comparte una anécdota poco conocida. La famosa palomita, identidad de la marca que se ve en todos los colores, antes era solo blanca o negra. Él fue el primero en pintarla de verde, rosa, naranja, lo que fuera.

“Siempre me gustaron los colores. Pintaba los zapatos y la palomita, pero, en esa época, no les gustaba. Hoy, si no es blanca o negra, está mal…, pero, en ese entonces, me llamaban la atención por eso. No me dejaban jugar así y me la despintaban. Yo usaba todos los colores. En Pumas, me daban mucha libertad en ese aspecto: ser yo. Y eso me encantaba, porque en la cancha podía ser yo mismo”.

UN ÍDOLO ESPONTÁNEO

Campos no tiene redes sociales personales. Nunca las ha tenido. No le gustan. Dice que prefiere que todo sea natural. Aunque, recientemente, abrió las cuentas del torneo que lleva su nombre y que se celebrará del 12 al 15 de septiembre en Guadalajara, Jalisco. “Nunca he buscado ser famoso. Me gusta que todo fluya”.

DE ÉPOCA

Jorge Campos fue un portero de vanguardia, hoy aún está vigente por aquelloque sembró.

Recuerda con asombro cuando fue a jugar a Japón y lo recibieron como a una superestrella. “Me llevaban fotos de los Supercampeones, me decían que era como un personaje de caricatura. Y yo ni me daba cuenta del impacto. Hasta que lo ves, hasta que te pasa, entiendes que lo que hiciste fue especial”.

Iker Casillas, el legendario portero español, ha reconocido publicamente la admiración que siempre sintió por Jorge Campos. En más de una ocasión ha contado que, de niño, lo veía jugar con asombro y que incluso llegó a usar mangas cortas como homenaje al exarquero mexicano y sus coloridos uniformes, exhibidos en los museos más prestigiosos del mundo: el Museo de las Artes Decorativas de París y el Museo Olímpico de Suiza.

Al recordarlo, Campos deja ver algo más íntimo: “Es especial, porque yo nunca me consideré una estrella. Gracias al futbol, me conoce el mundo. Sentía que se fijaban mucho en México, y, para mí, fue un gran honor y orgullo defender la camiseta de mi país. Eso me llenaba”.

Pocas veces, Jorge Campos habla desde lo íntimo. Su sentido del humor suele robarse la atención. Pero hay momentos en los que baja la voz, hace una pausa y deja ver algo más personal. “No me gusta hablar de tristeza”, dice con honestidad. Recuerda que su mamá siempre le decía que, de niño, lloraba todo el tiempo. Lo cuenta como si ese niño siguiera ahí, debajo del jersey colorido. “Llorar no es para que el mundo te vea… Yo he llorado de alegría y de tristeza”, confiesa mientras su voz se tambalea, pero mantiene la entereza. Los lentes oscuros impiden ver la profundidad de sus ojos, aunque algo en su tono dice más de lo que muestra. Han transcurrido ya 23 años desde que asistió a su último mundial. Fue en Corea-Japón 2002,

DE

CARA A LA COPA

“México

será local también en Estados Unidos y debemos aprovecharlo”.

curiosamente bajo el mando de Javier Aguirre, quien dirigía su primer proceso mundialista con la selección mexicana. Campos contemplaba el retiro y la Copa del Mundo sin saberlo era parte de una despedida silenciosa. “No vas a jugar”, le dijo Aguirre sin rodeos y entendió el valor de estar en el Tricolor, incluso cuando no se es protagonista. “Yo ni iba a ir”, admite, “pero siempre es importante colaborar”.

Aunque no fue titular eligió ir y acompañar desde donde le tocara. “Ya estaba por retirarme, no tenía ni que estar ahí, pero son cosas que pasan”, reflexiona con serenidad. Porque en su visión del futbol –y de la vida– no todo se trata de estar bajo los reflectores. “Siempre me ha gustado apoyar, colaborar con los jugadores, estar cerca del grupo”, dice. Y en esa frase deja ver que fue un compañero capaz de entender que, a veces, el liderazgo no se ejerce con atajadas, sino con presencia.

MUNDIAL, SIEMPRE EN CASA Fue convocado a tres mundiales: Estados Unidos 1994, Francia 1998 y Corea-Japón 2002. En todos, México llegó hasta los octavos de final. Hoy, a más de dos décadas de su última participación, habla del mundial de 2026 con la misma ilusión de quien aún se siente parte del equipo. México será local, incluso en territorio ajeno.

“Sabemos que estamos en casa y tenemos que aprovechar ser locales”, dice quien alguna vez se ilusionó con ser técnico de la selección mexicana. “Tanto en México como en Estados Unidos vamos a ser locales. Donde juguemos estará todo México. El 90% serán mexicanos… y en el 94 me tocó así”. Lo dice con el orgullo que solo pueden tener quienes ya vivieron lo que viene. Para él, esta oportunidad no es una más, es un momento que podría marcar historia.

“Esta oportunidad es única”, afirma con certeza. “Lo importante es pasar a la otra ronda… hay que avanzar. Tenemos más conciencia de eso. Vamos a Estados Unidos, pero es nuestra casa también”. Y entonces suelta una frase que, aunque parezca sueño, la dice como si fuera predicción: “Siento que México puede llegar a las finales”.

UN CAMPO RISUEÑO

Alfonso Herrera comparte una jornada inolvidable de futbol y esperanza con jóvenes refugiados en Uganda.

TIEMPO FUERA: PONCHO HERRERA

AYUDAR DA SENTIDO A LA VIDA

EL ACTOR MEXICANO, EMBAJADOR DE BUENA VOLUNTAD DE ACNUR DESDE 2020, EN ALIANZA CON LA FUNDACIÓN FC BARCELONA, DA ROSTRO Y VOZ A UNA CAUSA URGENTE: RECORDAR QUE LA COMPASIÓN Y LA SOLIDARIDAD EN EQUIPO SALVAN VIDAS

POR ÁNGEL SOTO M. FOTOGRAFÍA ALEX IGLESIAS

L

A SONRISA DE PONCHO HERRERA es de emoción contenida, evidente, pero con un dejo de nostalgia. Habla de refugiados, de derechos humanos, de esperanza. Y lo hace con más brillo en los ojos que aquella noche

de 2021, cuando recibió el premio Ariel como mejor actor por su papel en El baile de los 41, donde encarnó a Ignacio de la Torre y Mier, yerno de Porfirio Díaz, atrapado entre las apariencias del poder y el secreto de una doble vida. Aquella historia

lo consagró como actor. Esta, la de su labor con ACNUR y su alianza con el FC Barcelona, lo revela como algo más: un hombre entregado al rescate de un valor fundamental –pero cada vez más olvidado– de la condición humana: la compasión.

SPORTS ILLUSTRATED: Poncho Herrera, embajador de buena voluntad de ACNUR desde 2020… ¿por qué?

PONCHO HERRERA: La respuesta es sencilla pero muy profunda: por humanidad. Cuando existe la posibilidad de hacer equipo y ser parte de transformar vidas y circunstancias, eso vale muchísimo la pena, más, cuando lo haces con el equipo de Icunacury Acosta y Daniel Maldonado, que son fundamentales. Esta plataforma nos da la oportunidad única de ayudar a modificar la vida de una niña o de un niño que puede estar en Uganda, en Ucrania o en Centroamérica.

Alfonso Poncho Herrera (CDMX, 1983) tiene una vasta trayectoria en el espectáculo y las artes. Conocido por papeles en series ligeras como RBD hasta películas de distintos géneros y complejidades como Amarte duele y la ya mencionada El baile de los 41, o como anfitrión de la serie La ciencia de lo absurdo (NatGeo), aceptó la oportunidad de ser embajador de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), que en más de 130 países protege a personas desplazadas por la violencia, la persecución o desastres naturales.

SI: ¿Cómo se da la relación del sentido aficionado de los Pumas, el actor, cantante, productor y presentador que llega y forma esta simbiosis para poder trabajar en equipo con ACNUR y la Fundación FC Barcelona?

PH: Ocurrió de manera muy natural. Empezamos a involucrarnos y a trabajar en conjunto. Ellos me mandaban un mensaje y me decían: “Oye, ¿nos podrías apoyar con este video para redes sociales porque va a ser el Día del Refugiado (20 de junio)?”. Y yo les decía: “Sí, claro, con mucho gusto”. Después, otro mensaje: “Oye,

nos puedes apoyar con esta con esta activación…?”.

Tiempo después, me invitaron a sus oficinas y de pronto ya estaba en El Salvador y en Honduras. En aquellos días era muy profundo y violento el tema de Las Fronteras Invisibles (los límites no oficiales que separan territorios controlados por pandillas criminales).

Después, viajamos a Ucrania. Fuimos a Leví, a Pushkar, a Kiev para conocer un poco el tema de los desplazados internos y la migración ucraniana hacia otros países alrededor de Europa.

Contrario a muchos de quienes crecieron en el México de los años 80, deslumbrados por las exhibiciones de Hugo Sánchez con el Real Madrid, quien entre otros galardones ganó cuatro títulos de goleo y cinco títulos de Liga consecutivos (1985 a 1990) con ese club, Poncho Herrera –con un romance declarado hacia los Pumas de la UNAM–siempre ha sido un admirador del FC Barcelona, y ahora el destino le ha permitido jugar en equipo con ellos.

“Cuando yo era niño, todo aficionado al futbol en México seguía a Hugo Sánchez, por supuesto, yo también estaba al pendiente de sus éxitos. Pero recuerdo que en el mundial de 1994, en Estados

Unidos, México perdió en serie de penaltis contra Bulgaria en octavos de final. Ahí vi a un futbolista que robó mi atención: Hristo Stoichkov, quien dio un partidazo mientras que a Hugo el entrenador decidió no meterlo a jugar. ‘¿Pero quién es este futbolista?’, me dije. Entonces averigüé que jugaba en el Barça y comencé a seguir a ese club. Años después, llegaron Rafa Márquez, Ronaldinho, Iniesta, Xavi, Messi y la historia que ya conocemos”.

SI: El FC Barcelona también pone de su parte con músculo y exposición… ¿Es así?

PH: Sí. Con la Fundación FC Barcelona y su programa Sportnet. Es un método que usa el deporte como una herramienta para enseñar valores, trabajo en equipo, liderazgo y resolución de conflictos a niños en comunidades vulnerables. Cuando me invitaron, entendí que era una oportunidad única para ver el impacto del deporte más allá de la cancha.

EL SISTEMA SPORTNET

La Fundación FC Barcelona busca enseñar a los jóvenes las virtudes de trabajar en equipo para que ellos, en un futuro, lo repliquen.

1. Esperanza con nombre de bebé

SI: ¿Qué es lo que más te ha impactado en esos viajes con ACNUR?

PH: ¡Uf, demasiadas cosas! Lo que más me ha tocado el alma son las historias de esperanza nacientes en medio de tanta tragedia. Por ejemplo, recuerdo a una mujer refugiada con su bebé en brazos que me dijo algo que no olvido: “Si no tuviera a mi bebé, no sé qué sería de mí”. Su hijo era la razón para seguir adelante, para levantarse cada día y creer en un futuro mejor, pese a que no sabía nada de su familia que se quedó en medio del conflicto. “Todos los hombres están en el este luchando y no sé si mis padres están vivos o muertos, pero mi bebé es lo único que me da esperanza”.

SI: Me platicabas también de la difícil situación de los migrantes venezolanos en busca de mejores condiciones de vida…

PH: El tema de los refugiados de Venezuela es tremendo. Toda la migración venezolana en América Latina es un asunto bastante complejo. La gente debe cruzar el Darién y jugarse la vida. Familias quedan rotas, niños solos, cuyos padres murieron o fueron desaparecidos. El corredor migratorio del Darién, al cual hace referencia Herrera, es una conexión de gran peligro entre Colombia y Panamá. Por esa zona selvática huyen de la crisis económica, política y violencia social cientos de migrantes, especialmente, venezolanos, en busca de llegar a Centroamérica, posteriormente, a México y, finalmente, a Estados Unidos. El cruce del Darién es uno de los tramos migratorios más difíciles y riesgosos del mundo: selva espesa, fauna peligrosa, condiciones climáticas extremas y, lamentablemente,

también violencia y explotación por parte de grupos criminales.

SI: Y ahora la política antiinmigrante en Estados Unidos ha agravado esto…

PH: Sí. Nuestro vecino del norte ha decidido modificar toda su estructura económica y han recortado casi el 40% de la ayuda humanitaria que tenía destinada. Esto se traduce en insumos, comida, medicamentos o doctores. Incluso en asesoría legal o educación. Y al hablar de educación surge la vulnerabilidad que tienen los niños en sus comunidades y, por supuesto, los niños que están huyendo de la guerra. Hay niños con discapacidad

“SE

BUSCA QUE LOS JÓVENES APRENDAN LO IMPORTANTE DE JUGAR EN EQUIPO Y LLEVEN

ESTO A SUS COMUNIDADES”.

auditiva, visual o peor: algunos no tienen extremidades. Entonces, ese apoyo se vuelve aún más necesario. Y todos quienes estamos involucrados en este tema decimos: “¿Qué va a pasar?”

SI: ¿Y qué va a pasar?

PH: Cuando yo estaba en Nakivale y en Oruchinga –campamentos en el suroeste de Uganda. Albergan alrededor de 100,000 y 6,800 refugiados, respectivamente– hablábamos con los doctores y con los encargados de estos espacios y les preguntaba: “¿Qué es lo que va a suceder?”. Y me respondían: “Bueno, pues no va a haber comida”. Precisamente por eso, ACNUR, explica, el FC Barcelona y muchas otras organizaciones ya dirigen esfuerzos hacia la iniciativa privada, para que puedan cubrir ese espacio, que es muy grande pero necesario para lograr que la ayuda siga llegando.

SI: ¿No hay un momento en el cual dices: “Esto es abrumador, quizás imposible, no lo vamos a lograr?”.

PH: Sí, el problema es abrumador. Sin duda, a veces puede ser un poco desalentador, pero hay que seguir caminando para después comenzar a correr. Cuando yo

AYUDAR ES UNA VOCACIÓN

“Mis padres me han inculcado la conciencia de ayudar. Y cuando uno está en una situación de privilegio, debe hacerlo”.

CAPÍTULO

hacía maratones me acuerdo que mi entrenador me decía: “Mira, cuando ya no puedas más, tú simplemente sigue, sigue, sigue”. Las dificultades cada vez son más graves, pero yo prefiero enfocarme en el ahora. Es impresionante la resiliencia de los compañeros que están en las diferentes oficinas alrededor del mundo y no paran: siguen con la asistencia pese a las carencias.

SI: Con las escenas de lo que has vivido, ¿puedes dormir?

PH: A ver, mi labor en ACNUR es dar visibilidad. Los héroes son los voluntarios, los maestros, los médicos, los doctores, la gente de ACNUR. Claro que sí me pongo a pensar en qué es lo que está pasando hoy en día alrededor del mundo con todas las oficinas que se están cerrando, con todos los recortes y, por supuesto, hay historias que hieren.

Soy padre de familia y cuando veía en estos asentamientos niños de cuatro y ocho años que llegaron completamente solos, les preguntaba: “¿Pero cómo es que llegaron?”. Y me decían que observaban la caravana y simplemente se ponían a caminar porque veían a un grupo de adultos y caminaban junto con ellos. El mundo se desangra y

muchos de nosotros vivimos en una burbuja y no estamos conscientes de lo que está pasando a 13,000 kilómetros de distancia, donde hay un refugio al cual llegan aproximadamente 5,000 personas a la semana que están huyendo de conflictos armados en República Democrática del Congo, en Sudán o en Sudán del Sur.

CAPÍTULO 2.

La guerra en los ojos de un chico

PH: En uno de esos campamentos conocí a un adolescente que nació en República Democrática del Congo y justo acababa de llegar al albergue de Nakivale (Uganda). Estábamos todos reunidos, hablábamos de trivialidades acerca del futbol, ya sabes, de quién era nuestro jugador favorito y cosas así. De pronto, él alza la mano, se levanta y empieza a contar su historia. Yo observaba sus ojos y pensé: “Este cuate ha visto la guerra y tiene el alma completamente destrozada”.

Hay una película durísima que se llama Ven y mira (Come and see), que es la historia de un niño bielorruso que está en la guerra y vive delante de sus ojos los actos de tortura del ejército nazi. Nunca voy

ILUSIÓN DESDE EL OLVIDO

En el campo de refugiados de Nakivale, Uganda, jóvenes futbolistas se sientan sobre un mural que promueve la paz.

a olvidar la mirada de ese niño. No sé ni siquiera cómo describirlo. Es desgarrador.

CAPÍTULO 3. La esperanza

SI: Entonces, esta historia también tiene sonrisas…

PH: Sí, obviamente, también hay ejemplos de resiliencia de muchos refugiados. Por ejemplo, te puedo contar el caso de Prince; él ahora vive en Kampala (capital de Uganda). Es un chico que lo perdió todo, pero con el deporte cultivó esa resiliencia para buscar revancha sin rencores. Quiere estudiar inteligencia artificial. Desea ser ingeniero para devolver a su país de acogida –Uganda– absolutamente todo lo que ha conseguido. Y fíjate en esta belleza: quiere estar en la selección de voleibol de Uganda. ¡Es fantástico!

SI: ¿Este es el mensaje que te gustaría que adopte quien lea esta conversación?

PH: Sí. Que no perdamos la esperanza ni la voluntad de ayudar. Cierto: las dificultades y los retos son enormes, pero pensar en soluciones y actuar es el camino. De esto se trata la vida: de vivir y ayudar.

GIGANTE DE HIERRO

LA BIOGRAFÍA DEL EXBOXEADOR MIKE TYSON, COMO NUNCA ANTES SE HA CONTADO

YSON HA sido famoso –famosísimo, una figura de alcance internacional, objeto de atención constante–durante casi toda su vida. Pero esa familiaridad con su historia ha hecho que, en los últimos años, casi cualquier cosa relacionada con él tienda más hacia la mitología que hacia el hombre real. No es el caso de Baddest Man: The Making of Mike Tyson , el nuevo libro de Mark Kriegel. Y no podía serlo tratándose de Kriegel, uno de los mejores cronistas que ha tenido el boxeo, un escritor que jamás ha rehuido las partes oscuras del deporte, aquellas que nos obligan –incluso a quienes lo amamos– a cuestionar si deberíamos seguir haciéndolo.

Ese solo hecho ya le da a Kriegel la credibilidad para adentrarse en un terreno tan transitado como la vida de Tyson. Pero hay más. Antes de convertirse en un referente del periodismo deportivo, Kriegel escribía para el New York Daily News, donde cubría notas de crimen… en Brownsville, el barrio de Brooklyn donde creció Tyson. Su carrera se ramificó en múltiples direcciones, pero es justo decir que muy pocos –si es que hay alguno– manejan el género biográfico como él. Kriegel ha retratado a figuras como Joe Namath, Pete Maravich y Ray Boom Boom Mancini con una sensibilidad capaz de revelar cada rincón de su esencia, de sus impulsos más profundos. Kriegel escribe, y sigue escribiendo, con una mezcla de justicia

y contundencia. Por eso es el autor ideal para contar a Tyson tal como fue y como es. Baddest Man no es otra biografía más. Ahí está su virtud: en una relectura que roza lo etnográfico, en la forma en que desmonta o recontextualiza los mitos. Esas exploraciones son las que atrapan a los lectores. Y vaya que hay muchas. Kriegel repasa la carrera de Tyson, pero pone especial énfasis en los primeros años, aquellos que casi no recibieron atención antes del estallido mediático. Aporta contexto al analizar la escritura sobre boxeo –históricamente, una de las más brillantes dentro del periodismo deportivo– y se sumerge en los relatos que tantos cronistas de élite ayudaron a construir y perpetuar.

El retrato más humano y honesto del demoledor noqueador que dominó el boxeo por un lustro.

Observa con especial agudeza a los periodistas de Nueva York que cubrían el deporte en aquella época: los mejores entre los mejores. Y dirige también su mirada hacia su propio trabajo anterior, en particular, sus textos sobre Brownsville y el propio Tyson. Lo que Kriegel encuentra –columnas que aún le enorgullecen, otras que hoy lo avergüenzan, y muchas más que reflejan la evolución de un joven columnista buscando estilo, voz y, finalmente, compasión–muestra cuánto han crecido, cada uno a su modo, tanto el excampeón mundial como el autor que lo retrata. Todo eso se traduce en el retrato más humano, más complejo y más honesto de Mike Tyson que se haya hecho. Así de distinto es. Sí, aparecen Atlantic City en los años

80, Donald Trump y el circo que rodeaba las peleas por el título de los pesos pesados. El libro se articula en torno a una de las victorias más contundentes y subestimadas de Tyson: su nocaut sobre Michael Spinks, entonces invicto, apenas 91 segundos después de iniciar su pelea por el campeonato en 1988. Encontramos también a los personajes conocidos –el entrenador y figura paterna Cus D’Amato, entre otros–, pero no en el orden o en la forma en que suelen aparecer. Esta vez, la intención es otra: explicar a Mike Tyson, el hombre real. Sin complacencias, pero tampoco con crueldad. El resultado es un retrato completo de Mike Tyson, el ser humano común… que muy pronto pareció convertirse en mucho más que eso.

AL FONDO DE IRON MIKE

LIV GOLF Y THE BACK9 REDEFINEN LA EXPERIENCIA DEL DEPORTE EN LA CIUDAD

The Back9 Golf unió a fanáticos y figuras de LIV Golf en un evento que marcó un antes y un después para esta disciplina deportiva: cercana, vibrante y llena de comunidad.

Los visitantes pudieron llevarse más que un recuerdo, desde gorras firmadas por sus jugadores favoritos, hasta piezas de edición limitada que combinan funcionalidad y estilo.

La Ciudad de México vivió uno de los momentos más importantes en la historia del golf contemporáneo: The Back9 Golf organizó un exclusivo Meet & Greet en su sucursal de Polanco, que logró reunir a cerca de 300 aficionados con varias de las figuras destacadas del circuito LIV Golf League. El encuentro no solo fue la antesala del torneo realizado en el Club de Golf Chapultepec, sino que también dejó claro que este deporte está adentrándose en una nueva era, más cercana, más vibrante y más auténtica.

A partir de las 16:00 horas, los pasillos de The Back9 comenzaron a llenarse de fanáticos, algunos vestidos con sus mejores outfits, otros con polos firmados en ediciones pasadas y aquellos que llegaron acompañados por amigos o familiares, con quienes comparten el amor por el golf. Lo que los unió fue una misma emoción y la posibilidad de estar frente a frente con sus ídolos, de saludarlos, tomarse una foto o agradecerles por todo lo que representan dentro y fuera del campo. Porque para muchos, ver en persona a jugadores como Abraham Ancer, Dustin Johnson o Joaquín Niemann es un beneficio que parecía reservado únicamente para quienes viajan a torneos internacionales. Pero esta vez sucedió aquí, en el corazón de la CDMX.

The Back9 Golf: un puente entre fans y profesionales

Con certeza, uno de los aspectos que hizo a este evento realmente especial fue la presencia de cuatro equipos icónicos de LIV Golf: Torque GC, Fireballs GC, Iron Heads GC y 4 Aces GC. Cada uno llegó acompañado de figuras que han hecho historia y que, a través de dicha liga, siguen renovando el significado del golf profesional.

Abraham Ancer y Carlos Ortiz, representantes de México, fueron recibidos con ovaciones que reflejaban el orgullo nacional.

Asimismo, Sergio García, Sebastián Muñoz, Mito Pereira, Patrick Reed, Thomas Pieters, Kevin Na y, por supuesto, Dustin Johnson formaron parte de esta experiencia que convirtió una simple tarde

de abril en una celebración inolvidable para los asistentes. Durante más de dos horas, las barreras entre los aficionados y los atletas sencillamente desaparecieron. La accesibilidad, sencillez y buena disposición de los jugadores transformaron el encuentro en una convivencia genuina.

No hubo prisas ni protocolos complejos. Al contrario, el tiempo fue suficiente para intercambiar historias y sonrisas, recibir autógrafos y capturar instantes con fotografías que, para muchos, significan más que cualquier trofeo.

La tienda también brilló por sí sola. Ese día, The Back9 Golf se transformó en el epicentro del deporte, la cultura y el estilo. Gracias a las colaboraciones con marcas como Extracurricular, Greyson, WAAC y Stubburt, los invitados pudieron acceder a una selección exclusiva de mercancía de LIV Golf.

Desde gorras firmadas hasta ropa de edición limitada, cada artículo fue una extensión del modo de vida que promueve la liga; uno que combina la elegancia clásica con un espíritu joven, libre y actual. El establecimiento lucía vibrante, lleno de color, de risas, de conversaciones donde los fans se reconocían mutuamente como parte de una colectiva en crecimiento.

Mirando hacia el futuro del golf en México

Hoy, una cosa es clara: México tiene hambre de más golf. La respuesta de la gente, tanto en el Meet & Greet como en el torneo, fue contundente y todo apunta a que lo mejor está por venir. La organización ya trabaja en más ediciones, sorpresas y nuevas formas de seguir haciendo del golf un espectáculo cercano, inclusivo y emocionante. “México merece eventos de esta calidad y, lo más importante, tiene un público que sabe disfrutarlo, lo vive con intensidad y lo valora”, aseguró Carlos Cazaubon, gerente comercial de The Back9 Golf.

En este contexto, la marca consolida su papel como un actor estratégico en la expansión del golf en México. No solo por sus productos o su conocimiento, sino por su capacidad de crear puentes, conectar a los jugadores con sus seguidores y apostar por un golf que mira hacia adelante.

Porque si algo quedó demostrado es que cuando el deporte se experimenta desde la cercanía, la comunidad florece; y cuando hay amor por la disciplina, las fronteras son capaces de desaparecer.

FOTOS: CORTESÍA
The Back9 Golf convocó a más de 300 personas con una misma pasión. La atmósfera fue vibrante, amigable y cargada de emoción desde el primer minuto.

EL NORTE DE TIGRES

EL FUTBOLISTA, ALGÚN DÍA FRANCÉS Y HOY MEXICANO, CUMPLE UNA DÉCADA INOLVIDABLE DEL OTRO LADO DEL ATLÁNTICO.

MARTIGUES y Lorient las separan más de 1,100 kilómetros, una distancia aparentemente intransitable para un adolescente de origen gitano que no quería ser bombero, como su padre, ni dependiente de un mercado ambulante, como su madre.

André-Pierre Gignac tuvo claro desde niño que, en realidad, quería ser futbolista. Y, de ser posible, del Olympique Marsella, el club representativo del puerto más próspero del Mediterráneo francés. Cuando rememora lo que supuso dejar atrás su Martigues, un lugar del sureste al que le llaman la “Venecia provenzal”, para probar fortuna con el Lorient de la Bretaña francesa, en el extremo noroeste del país, respira hondo y concede que le resultó traumático abandonar el regazo de su madre y los días de sol de la Costa Azul.

Al recapitular el viaje que emprendió, habla del norte con un tono distante, severo y hostil. Como un territorio vedado. Cualquiera que lo escuche pensaría que es improbable que se trate de la leyenda viviente de un equipo septentrional. Sin embargo, Gignac no solo se estableció con éxito en Lorient, sino también en Monterrey, una ciudad que forma parte de la segunda área metropolitana más poblada de México y que lo ha acogido a golpe de reverencia desde hace 10 años.

EL AMOR DE VERANO QUE TRASCENDIÓ

Es curioso que no se haya reparado lo suficiente en la contradicción que supone que Gignac, un sureño orgulloso, encontrara algo parecido a una patria sentimental en el norte de un país situado del otro lado del Atlántico, especialmente, después de

haber cumplido el sueño de jugar en el Stade Vélodrome.

En julio de 2015, luego de meses de gestiones, Gignac le dio el sí a Tigres, el equipo de la clase popular en Monterrey. Mientras vacacionaba en la isla caribeña de San Vicente, tuvo “un buen feeling” en su primera toma de contacto con el ingeniero Alejandro Rodríguez, entonces presidente del club. La directiva de Tigres definió el hallazgo como la “veta que encuentra un minero”.

Gignac aterrizó en Nuevo León con 29 años y un estado físico envidiable. Venía de firmar la temporada de su vida bajo el método de Marcelo Bielsa en Marsella y había dejado atrás los problemas de sobrepeso que lastraron su reputación como internacional francés.

Se integró a la dinámica de Ricardo Ferretti para coronar uno de los mejores ataques organizados

de la historia moderna del futbol que ha visto el balompié mexicano.

Gignac simbolizó una nueva especie de delantero en México: autosuficiente, exuberante, dotado, arrojado e insuflado de esa dosis de altivez seductora.

Destrozaba en transición y ofrecía soluciones en espacios reducidos. Remataba, cabeceaba, anticipaba, eludía rivales en conducción, competía, se imponía en duelos y emergía de la adversidad. Se apropió del concepto clutch y lo adaptó al lenguaje de la Liga MX. Invariablemente, aparecía en los momentos de máxima tensión.

Entendió que para ser entronizado en Tigres había que asumir todas las responsabilidades de un ídolo: conectar con la afición, marcar en días importantes, comprometerse con las declaraciones, defender la contraposición respecto al Monterrey, fomentar la incipiente rivalidad con el América y tender puentes con las figuras que lo antecedieron en el club.

En paralelo, fue solidificando su relación con México, el país con el que desarrolló un “amor a primera vista”. Adoptó el español como primer idioma, se integró a la cultura pop regiomontana y vio nacer a sus dos últimos hijos en Monterrey.

Se lamió la herida de la final de la Copa Libertadores frente a River Plate y, a cinco meses de distancia, ganó su primera liga en México en el Apertura 2015. Luego de marcar 15 goles en fase regular, experimentó la agitación de una liguilla que lo vio coronarse en el Olímpico Universitario, tras una emocionante tanda de penales ante Pumas.

En los años subsecuentes se encadenaron los títulos de liga (Apertura 2016, ante América; Apertura 2017, ante Monterrey; Clausura 2019, ante León; y Clausura 2023, ante Chivas) y de goleo (Clausura 2016, Apertura 2018 y Clausura 2022) que le confirieron el estatus de caudillo de la mejor generación de futbolistas

CONTEXTO

IDEAL

A su llegada, Gignac no solo encajó en las demandas futbolísticas del proyecto de Ricardo Ferretti, también se erigió como símbolo de la cultura popular de Monterrey.

de la historia de Tigres. La triada dorada se conformaba por Gignac el goleador, Pizarro el temporizador y Nahuel el guardián.

La verdadera prueba de fuego de su investidura consistió en confrontar a Tomás Boy, quien, hasta antes de su llegada, ostentaba los títulos de máximo goleador y mejor jugador en la historia del club. En un partido entre Tigres y Chivas del Apertura 2019, se enfrascaron en una acalorada discusión. “Yo soy el uno, yo soy el uno”, lanzó Boy desde el área técnica de Chivas, para después retarlo a golpes en el vestidor. Al otro día, Gignac subió una foto de Boy durante su presentación como técnico de Monterrey, cuestionando su fidelidad y su estatus de máxima leyenda felina.

Semanas antes del incidente, el francés había marcado su gol 105, superando a Tomás en la lista histórica de goleadores de Tigres. Para entonces, Gignac ya había recibido la carta de naturalización que lo certificaba como mexicano. “Teníamos este deseo, mi esposa y yo, de convertirnos en mexicanos como nuestros dos últimos hijos, que nacieron en Monterrey. Todos nos integramos perfectamente. Hemos estado aquí durante casi

cuatro años. Nos quedaremos mucho tiempo”, le dijo a L’Equipe. A finales de 2020, conquistó uno de los pocos torneos que se le habían resistido: la Concachampions. La postal del partido fue uno de sus típicos goles en comba desde la frontal para decidir el partido ante Los Ángeles FC.

Luego llegó el título de liga de 2023 ante Chivas, su quinto, tras la afrenta de Miguel Herrera: tildar la plantilla de “vieja”. Con 37 años, el francés se mantuvo al frente de la primera línea de batalla.

Aquejado en los últimos torneos de problemas físicos, André-Pierre Gignac cumple una década en México con 219 goles y 10 títulos en su registro personal con Tigres.

Durante su estancia lo ha visto todo: el auge y la caída del proyecto de Ricardo Ferretti, la transición frustrada con Miguel Herrera, la efímera gestión de Diego Cocca, el interinato del Chima Ruiz, la liguilla providencial de Robert Dante Siboldi, la insurrección frente a Veljko Paunovic y la toma de protesta de su otrora segunda guitarra, Guido Pizarro.

Y pensar que, como buen sureño, el norte le provocaba rechazo.

La experiencia del entrenamiento 360

POR PEDRO TREJO*

EN UN MUNDO lleno de atajos, el compromiso con un entrenamiento completo y bien diseñado sigue siendo el único camino hacia la verdadera transformación.

En el mundo del fitness contemporáneo, ya no basta con levantar peso o correr kilómetros sin rumbo. La verdadera transformación –física, mental y funcional– ocurre cuando abordamos el entrenamiento desde una perspectiva integral: lo que llamamos un entrenamiento 360.

Este enfoque trabaja todos los grupos musculares: combina potencia, resistencia, fuerza, coordinación y, sobre todo, constancia. ¿Por qué conformarnos con un entrenamiento parcial, si el cuerpo humano está diseñado para moverse en múltiples direcciones y contextos?

LA FÓRMULA: FUERZA + RESISTENCIA + INTENSIDAD

En Commando, ofrecemos un entrenamiento 360 efectivo porque integra componentes claves, como intervalos de alta intensidad (HIIT) en caminadoras, ejercicios de fuerza y resistencia con mancuernas, ligas y peso corporal, y rutinas de bici que desafían tanto al cuerpo como a la mente. El resultado es un programa de acondicionamiento físico que no solo desarrolla masa muscular, sino que mejora el rendimiento global, la postura, la agilidad y la conexión mente-músculo.

Más allá del diseño técnico de las rutinas, el verdadero diferenciador está en la experiencia. Entrar a una clase de 50 minutos es ingresar a una atmósfera cuidadosamente curada,

Un inolvidable reto de resistencia

IMAGINA PEDALEAR entre paisajes volcánicos, rodeado de naturaleza salvaje, atravesando rutas técnicas que ponen a prueba tu resistencia y tus habilidades.

Eso es Reto Jala: una experiencia única en el corazón de Nayarit, hecha para quienes buscan algo más que una competencia.

Con recorridos de 40 y 60 kilómetros, y la nueva modalid ad Duo Ride 100K, este reto está diseñado para ciclistas que van más allá de quienes no se conforman con lo ordinario.

Aquí, cada kilómetro es una historia, cada ascenso, una conquista, y cada vista, un premio. Los formatos de competencia disponibles son XC MTB y XC E-MTB, con categorías varonil y femenil divididas en: 20 a 35 años, 36 a 50 años y 51 años o más. Competidores como Gerardo Ulloa, Fabiola Corona, Amando Martínez, Anaruth Clark o Jorge Adán Cota ya se preparan para participar en esta aventura, siempre demandante y de gran exigencia.

donde la música, la iluminación y la energía del coach se alinean para llevar el rendimiento físico al máximo.

Más que fitness: una comunidad con propósito.

El entrenamiento 360 no es solo cuestión de músculos. Es disciplina, comunidad y una mentalidad de mejora continua. Entrenar en grupo genera una dinámica poderosa: la energía colectiva se convierte en combustible.

Ya no se trata de entrenar para “verse bien”, sino para vivir mejor. El entrenamiento 360 es la evolución natural de quienes buscan rendimiento real, balance muscular y una conexión real con su cuerpo. En cada clase, no solo se entrena un músculo, se construye una versión más fuerte, más resistente y más consciente de uno mismo.

*Director deportivo de Commando

Triatlón salvaje: adrenalina entre montañas y ríos

PARTICIPAR EN UN XTERRA va mucho más allá de nadar, pedalear o correr. Es sumergirse en una experiencia que combina el reto físico con la conexión profunda con la naturaleza. Para quienes buscan más que una competencia, Xterra representa una aventura total, el escenario ideal para exigirse sin desconectarse del mundo natural.

El reto Xterra se ha enfocado en una tarea fundamental: rescatar la esencia del triatlón, pero la lleva a un terreno distinto: fuera del asfalto, fuera del bullicio urbano y dentro de senderos rodeados de árboles, montañas y aire limpio.

Después de un accidente grave en bicicleta de ruta, Sergio Sarmiento, triatleta calificado a los Juegos de Río de Janeiro 2016 y CEO de Clandestino Travel, encontró en Xterra una alternativa segura, emocionante y viva.

“Cada metro de la ruta de la bici de montaña es diferente al anterior. No te vas a encontrar con 100 metros planos de pavimento que es absolutamente igual, sino acá cada metro hay una piedra, una rama, una curva o algo en donde tienes que poner atención”, dice.

Una de las sedes para Xterra este año es el Rancho Santa Elena, una joya escondida en pleno corazón de Huasca de Ocampo, Hidalgo, que funciona como un área privada de conservación.

Ahí, en la casa de Daniela Campuzano –ciclista olímpica mexicana en los Juegos de Río de Janeiro 2016 en la disciplina de cross country –, se abre un circuito de veredas diseñadas para bicicleta de montaña y trail, con la ventaja de tener también una presa ideal para

la natación. Todo eso en un mismo espacio, sin repetir ruta, y a menos de dos horas de la Ciudad de México. Pero lo que realmente distingue a Xterra es su espíritu. No se trata solo de competir. “Lo más importante es disfrutarlo”, explica Sarmiento. No hay presión por tiempos ni un enfoque exclusivo en el rendimiento. Los próximos eventos serán en Rancho Santa Elena (30 y 31 de agosto) y en Los Cabos (22 y 23 de noviembre), dos escenarios

completamente distintos pero igualmente espectaculares.

El objetivo es claro: mostrar México a través de sus paisajes y ofrecer una experiencia deportiva auténtica. Para más información sobre ambos eventos, puedes visitar www. xterraplanet.com

Para quienes aún lo dudan, la invitación está abierta con un consejo incluido: empiecen despacito, sin miedo pero con ganas de vivirlo todo porque no se arrepentirán.

SCORECARD: PLAYLIST

A MÚSICA EN LA LIGA MEXICANA DE BEISBOL

COMIENZOS DEL siglo pasado, mientras viajaba en el metro de Nueva York, Jack Norworth vio un cartel que anunciaba un juego de los Giants en el Polo Grounds. Nunca había asistido a un juego de beisbol, pero algo en esa imagen lo inspiró para escribir los versos de Take Me Out to the Ballgame , una canción que, con el paso de los años, se transformaría en el himno sentimental del juego y se entonaría en decenas de estadios como una especie de ritual en la séptima entrada.

Desde entonces, cada parque de pelota ha compuesto su propio lenguaje sonoro, una partitura emocional que revela su identidad más profunda. En el estadio Mobil Súper de los Toros de Tijuana, no hay canción más emblemática que El baile de la toallita, de Joel Higuera –con toda la afición ondeando toallitas al ritmo de la canción–, y en el estadio Alfredo Harp Helú de los Diablos Rojos, nada describe mejor un rally de carreras que la clásica Rock ‘n’ Roll (Part 2), de Gary Glitter. Estas canciones han encontrado en los parques de la Liga Mexicana de Beisbol un sentido de pertenencia y se han convertido en la segunda piel del juego.

Sultanes de Monterrey

El subteniente de LinaresLos Invasores de Nuevo León

Saraperos de Saltillo

Arriba arriba - El Verdadero

Algodoneros del Unión Laguna

Sweet Caroline - Neil Diamond

Rieleros de Aguascalientes

Pelea de gallos (La feria de San Marcos) - Antonio Aguilar

Toros de Tijuana

El baile de la toallita - Joel Higuera

Charros de Jalisco

Guaro - Trago - Comando Tiburón

La Evolución

Tecolotes de los Dos Laredos

Feliz feliz - Mi Banda El Mexicano (Parque La Junta, México)

Born in the U.S.A. - Bruce Springsteen (Uni-Trade Stadium)

El Águila de Veracruz

Mesa que más aplauda - Grupo Climax

Leones de Yucatán

Welcome to the Jungle - Guns N ’ Roses

Guerreros de Oaxaca

Mixe de Oaxaca

Piratas de Campeche

Pa’ que lo bailes - Lomiel

Diablos Rojos del México

Oaxaca vives en mí - La banda

Rock ‘n’ Roll (Part 2) - Gary Glitter

Pericos de Puebla

Bule Bule - Los Rockin Devils

Olmecas de Tabasco

Popurrí Pelotero a la bolaKarmito y los Supremos

Conspiradores de Querétaro

Cumbia conspiradora - Olmont

Dorados de Chihuahua

Por las calles de ChihuahuaConjunto Primavera

Caliente de Durango

Caliente - Kussi, Marine Sm, Fhilips, Said Flex

Tigres de Quintana Roo

Welcome to the Jungle - Guns N ’ Roses

Bravos de León

Caminos de Guanajuato - José Alfredo Jiménez

EL PERRO SULTÁN, mascota de Monterrey.

NASCAR EN ESTADO PURO

JAMES GILBERT/GETTY IMAGES

A L CONTEMPLAR el estado del automóvil Chevrolet de Daniel Suárez, después de un accidente durante las pruebas clasificatorias de la NASCAR Xfinity Series The Chilango 150 en el autódromo Hermanos Rodríguez de México, no está del todo claro si se trata de un superviviente de un desastre natural o de un piloto que está por coronarse ante su gente en el día más importante de su carrera profesional.

PUNTO FINAL

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