SASCHA POHFLEPP Press The Bottom To Take The Moment
La fotografía se ha convertido en un proceso íntimamente ligado a las redes cuyo resultado ya no es un álbum de fotos en papel. En lugar de eso, hacemos públicas las imágenes en medios como Flickr, que se están convirtiendo en las principales herramientas para manejar nuestros recuerdos. El proceso fotográfico pasa de ser la conservación de un momento a ser un acto de telecomunicación, con sus consecuencias sobre en cómo percibimos la realidad, cómo “hacemos” nuestros recuerdos y cómo le damos a todo ello un discurso narrativo. La propia cámara es ya un objeto conectado a internet y, a través de la fusión de la cámara instantánea y el teléfono móvil, este objeto estará cada vez más presente en nuestra vida diaria. Las cámaras siempre han reproducido sus contextos gracias a que están equipadas con un sensor lumínico que captura una representación visual y un sensor de presión, el botón, para la persona que decide el momento que quiere capturar. Una foto se puede construir de muchas formas, pero es casi siempre la prueba de que alguien ha apretado el botón en un momento determinado para aislar un pestañeo en el tiempo. En este sentido, no se trata solo de una referencia temporal o de la representación de una situación, sino que existe también un vínculo con la persona, la que queda fuera del encuadre. Además, junto a las fotos digitales se generan muchos otros datos, las llamadas etiquetas EXIF. Estas incluyen mucha información y muy precisa sobre cuándo se tomó la instantánea, sobre aspectos técnicos del disparo, sobre la propia manufactura de la cámara o sobre cómo se estaba sujetando en el momento de la foto. Cuando se suben a la red, estos objetos fotográficos forman una gran colección de experiencias humanas que, a la vez, se puede rastrear en busca de información específica. En este proyecto nos centramos en los datos que revelan el tiempo exacto en que se tomó la foto, pues
E X I T Nº 59-2015 78
Photography has become a networked process. It no longer ends with pasting prints into an album. Instead, making them public through services like Flickr is rapidly becoming one of the main ways how we treat our visual memories. The photographic process extends from preserving a moment to an act of telecommunication, with numerous implications on how we perceive reality, how we make our memories and how we create a narrative from it. The camera itself has become a networked object and through the fusion of the snapshot-camera and the mobile phone, this object will even become more part of our everyday lives. Cameras always have been recorders for their contexts, essentially equipped with a light sensor to capture a visual representation and a pressure sensor for the person who decides which moment will be saved—the button. A photo can be constructed in a variety of ways, but in almost every case it is proof that someone pushed a button at a chosen moment, isolating a blink in time. In this sense, there’s not only a reference to time and a framed representation of a situation, but also a link to a person—the person outside the frame. Furthermore, digital photos come with a great amount of data attached to them as so-called EXIF-tags. These include a multitude of precise information about when the image was taken, technical aspects of the shot, the make of the camera and how it was held. When uploaded to the web, these photographic objects form a vast collection of human experience, which at the same time can be searched for specific information. In this project, we focus on the data about the time that a photo was taken, since we consider the notion of the moment of great importance. For almost any given moment since early 2004, it is possible to