VENEZUELA POST RENTISTA





Bienvenidos a nuestra revista sobre Venezuela Post Rentista, en esta edición exploraremos conocimientos económicos, políticos y social que han afectado a Venezuela en los últimos años y que dieron origen a acontecimientos importantes que hoy rigen la sociedad venezolana como país rentista, intentando incursionar en el Post Rentismo, vital para competir y adaptarse al diversificado Comercio Internacional
En síntesis, esta revista tiene por objetivo ofrecer una visión completa y objetiva de la realidad actual que atraviesa el país, generando un espacio de reflexión y análisis sobre los desafíos que enfrenta Venezuela en la actualidad y las estrategias que podrian ser utiles para mejorar el futuro del pais y su desarrollo sostenible
Espero sea del agrado del lector
Autora
Eurisvany Rodríguez
Estudiante de Derecho
Universidad Yacambú
cuando bajan los precios y mas aun, cuando la producción se encuentra restringida. La ausencia de ahorros durante los años de bonanza repercute con la reducción abrupta de los ingresos, ya que la brecha presupuestaria difícilmente es cubierta con financiamiento, que de existir, seria altamente costoso para una economía que depende directamente de la renta
Es aquí pues, donde radica la importancia de construir fondos de estabilización macroeconómica con los ahorros de los tiempos de abundante bonanza petrolera y de altas exportaciones, que permitan contar con los recursos en casos de caídas de ingresos en los periodos de menores precios.
A lo largo de las ultimas décadas, se ha mostrado bastante que las bonanzas económicas generadas por las políticas que se aplican en los periodos de altos precios peroleros son insostenibles desde todo punto de vista
Intensos aumentos de la demanda, principalmente del consumo, son seguidos por situaciones de crisis que se presentan
La Enfermedad Holandesa, fenomeno que se hace presente en toda economia rentista, conlleva a economias altamente vulnrables, como consecuencia de la perdida de la capacidad competitiva de los productores locales, que eventualmente seran obligados a cerrar sus plantas, vender sus equipos y transformarse en importadores de lo que antes pro
ducían Esto, además de limitar la inversión y reducir las plazas de trabajo, aumenta la vulnerabilidad del aparato económico, ya que cuando aparecen las épocas de menores exportaciones y escases de divisas, la economía no puede sustituir las importaciones con producción local Este proceso causa inflación que se ve agravada por intensas e inevitables devaluaciones que se caracterizan principalmente por recesión económica, escapes de capital neto, mayor desempleo, escases de inversión y bajas del consumo personal, debido a la caída del ingreso monetario individual.
Este tipo de economías no puede experimentar procesos de desarrollos sustentables, puesto que, dependen de actividades económicas que podríamos llamar inestables, como lo es la comercialización de un commodity, sujeta a cambios internacionales dependiente de las realidades de los países que dictan esos cambios y las convierten en vulnerables y riesgosas, como es el caso de las economías petroleras, donde sus precios son altamente volátiles
Si bien es cierto que el modelo rentista a sido el canon a seguir a lo largo de la historia de nuestra nación, también lo que es las intenciones del Ejecutivo Nacional nunca han sido abandonar este modelo, aunque numerosos estudios en el ámbito han aconsejado pensar en alternativas que permitan aprovechar los cuantiosos dividendos que ha dejado el comercio petrolero.
Sin aras de entrar en controversias políticas, los gobiernos de las ultimas décadas (en particular de las dos ultimas), han intensificado el modelo rentista hasta niveles históricamente desconocido en el país. Han sido estos últimos 20 años correspondientes al proceso bolivariano los que nos han hecho sistemáticamente mas dependientes del ingreso
petrolero, ingresos sin los cuales seria imposible importar los bienes requeridos para satisfacer las necesidades básicas de la población, incluyendo una amplia gama de rubros que antes se producían a nivel nacional.
La mayor parte de las empresas que fueron "estatizadas" en el sucesivo proceso de nacionalización, y en el caso de que siguiesen operando, lo hicieron gracia al subsidio de la renta petrolera
El gobierno operó como si los precios del petróleo fuesen a mantenerse indefinidamente sobre los 100 dólares por barril, ignorando la experiencia histórica con relación al carácter cíclico de los precios de los commoditys, y basó las políticas sociales y económicas, que por algún tiempo mejoraron la calidad de vida de los ciudadanos, en estas estrategias vacías e inestables, las cuales mas tarde terminaron por acrecentar la dependencia del ciudadano común hacia el Estado.
Siendo el petróleo comercializado exclusivamente por el Estado y representando el 96% del total de las exportaciones venezolanas, las divisas que han entrado al país en estos años lo han hecho a través de estado, bajo la política de control de cambio; acentuando una paridad insostenible de la moneda, que significo un subsidio al conjunto económico Estas son solo algunas de las consecuencias desencadenadas a raíz de depender solo de la renta petrolera
Así mismo estas consecuencias han formado un tenaz puñal que socava día tras día a la población, haciendo necesaria la obtención de recursos mediante vías alternas para poder responder a estas necesidades. La idea de una auditoria publica y ciudadana de las entregas de divisas por parte del estado, permitiría recuperar los recursos extraídos a la nación
Sim embargo, esta posibilidad ha sido rechazada por el estado, ya que con seguridad implicaría tanto a altos funcionarios públicos, civiles y militares como a empresarios privados, De igual importancia, seria una auditoria de la deuda externa con el fin de identificar cuanto de ella es legitima y cuanto no.
Sobre esta premisa, renegociar los pagos, pensando en la prioridad que tienen las necesidades inmediatas de alimentación y salud de la población sobre el pago a los acreedores.
El petróleo es y seguirá siendo por un largo periodo la fuente principal de ingresos de nuestra nación, debido a que no existe una disposición por parte del ejecutivo nacional de incursionar en otras vías de adquirir ingresos Muestra de esto, es la tangible manera en que el Estado maneja el asunto del Arco Minero y las altas expectativas que se muestran a diario a través de los medios de comunicación, poniendo toda su fe en la recuperación del valor del crudo nacional
Vivimos entonces en un periodo marcado por un ambiente que nos circunda, orientado a la permanencia en este modelo gastado e inestable, mientras que el mundo en crecimiento y desarrollo constante nos remite a la urgencia de superar el agotamiento del modelo rentista que tuteló la vida nacional por casi un siglo y que se manifestó en el debilitamiento del Petro Estado, dejando al descubierto las faltas de institucionalidad publica del país. Por esta razón aun no es posible imaginar una Venezuela Post Rentista, porque mientras que el país no se siente a trabajar en un profundo acuerdo político, en torno a lo que hay que hacer y como hacerlo, dentro de una visión compartida y en sintonía con los códigos del siglo XXI, seguiremos en el eterno vaivén de la inestabilidad gobernada por un solo rubro económico
Se supone que si el petróleo es un recurso no renovable que viene dado por las bondades de la naturaleza venezolana sus beneficios debería ser invertidos para un mejor futuro; de ahí viene la frase
Si por el contrario se despilfarra este recurso, el país se acostumbrara a un nivel de gastos poco sostenible que eventualmente no será capaz de satisfacer.