10 de diciembre de 2017 • Volumen XII • No. 617
Num 21:18b-19 “ Del desierto vinieron a Matana, 19 y de Matana a Nahaliel, y de Nahaliel a Bamot; ”
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a reflexión anterior nos permitió llegar a un lugar llamado Nahaliel (H5160). Nahaliel, que significa “bosquecillo de palmeras de Dios” o “valle del torrente de Dios,” es uno de los muchos lugares a los que hemos llegado acompañando al pueblo de Israel en su peregrinación por el desierto. Los capítulos 20 y 21 del libro de Números nos han ofrecido las bases bíblicas para esta travesía. Las expresiones finales de esa reflexión nos permitieron examinar algunas de las razones que Dios tenía para haber llevado a su pueblo a este valle. Concluimos la misma destacando que este es el valle en el que somos pastoreados en verdes pastos y abrevados en el río de Dios. Los torrentes son vistos en la Biblia como lugares de encuentro y para la toma de decisiones. Uno de los más famosos es el torrente de Cedrón, porque este cruza entre la ciudad santa y el Monte de los Olivos.
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os escritores bíblicos se acercan al valle del torrente de Dios con hambre y sed de Dios, con la confianza absoluta de que sus necesidades serán satisfechas, con el compromiso de cumplir con las responsabilidades que tenemos como hijos de Dios y con expectativas tangibles del cumplimiento de las promesas divinas. Veamos lo que dice el salmista acerca de esto en el Salmo 36: “ 5 Jehová, hasta los cielos llega tu misericordia, Y tu fidelidad alcanza hasta las nubes. 6 Tu justicia es como los montes de Dios, Tus juicios, abismo grande. Oh Jehová, al hombre y al animal conservas. 7 ¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas. 8 Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, Y tú los abrevarás del torrente de tus delicias . 9 Porque contigo está el manantial de la vida; En tu luz veremos la luz. ” (Sal 36:5-9)
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s obvio que la misericordia, la fidelidad, la justicia y los juicios de Dios son los temas centrales de este salmo. La bondad y la belleza de Dios (“ hesed ”, H2617) son descritas aquí como infinitas. Su fidelidad (“ emûnâh ”, H530) tan vasta que cubre toda la tierra como lo hacen las nubes. Su justicia (“ ts e dâqâh ”, H6666) firme y alta como los montes. Sus juicios (“ mishpât ”, H4941) son insondables, como abismos profundos. El salmista dice aquí que estas virtudes divinas aseguran que los seres humanos que buscan al Señor puedan ampararse bajo la sombra de las alas del Omnipotente, idea que se repite en el Salmo 91:1. Es allí, bajo ese cuidado, que el salmista dice que somos completamente saciados de lo mejor de la comida que ofrece la casa de Dios. Es allí que somos abrevados del torrente de las delicias de Dios. Y este torrente es posible porque el manantial que lo produce le pertenece a Dios; el manantial de la vida. La Biblia se encarga de indicarnos cuál es el significado de la frase “manantial de vida.” Veamos las definiciones que ella nos provee: • “ 11 Manantial de vida es la boca del justo; (Prov 10:11)
• “ 27 El temor de Jehová es manantial de vida. Para apartarse de los lazos de la muerte. ”(Prov 14:27)
• “ 14 La ley del sabio es manantial de vida Para apartarse de los lazos de la muerte.”(Prov 13:14)
• “ 22 Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee; ” (Prov 16:2).
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esde estas perspectivas bíblicas, el salmista está diciendo que con el Señor está la capacidad para que nuestras bocas hablen como hablan los justos. Dios es el que hace que haya leyes producidas por sabios, leyes que nos apartan de la muerte. Es Dios el que provoca el “respeto reverente” (temor) que nos hace sabios y nos aparta de morir. Hay una dimensión de entendimiento que proviene de Dios. Esto es, una dimensión de (“ sêkel ”, H7922), de inteligencia, capacidad para el éxito, discreción, conocimiento, prudencia, capacidad para entender y sabiduría que provienen de Dios.