BOLETIN OFICIAL DE AMEC • CASA DE ALABANZA 5 de mayo de 2019 • Volumen XIV • No. 690
H
emos re-iniciado en este ciclo de reflexiones el análisis del capítulo dos (2) del libro de los Proverbios. La reflexión anterior nos permitió iniciar el análisis de los resultados o las bendiciones que se obtienen al obedecer los consejos que se ofrecen en los primeros cuatro (4) versos de ese capítulo. Estos resultados iniciales se encuentran en el verso cinco (5) del mismo capítulo. Volvamos a leer los mismos: 1 Hijo mío, si recibieres mis palabras, Y mis mandamientos guardares dentro de ti, 2 Haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; Si inclinares tu corazón a la prudencia, 3 Si clamares a la inteligencia, Y a la prudencia dieres tu voz; 4 Si como a la plata la buscares, Y la escudriñares como a tesoros, 5 Entonces entenderás el temor de Jehová, Y hallarás el conocimiento de Dios.
E
l análisis del verso cinco (5) nos permitió realizar algunos planteamientos iniciales acerca de lo que significa entender el temor del Jehová. En esta reflexión procuraremos analizar el significado del segundo resultado que ofrece este verso: “Y hallarás el conocimiento de Dios.”
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¿Qué es el conocimiento de Dios? ¿Qué significado puede encerrar esta frase? Esta es una frase que puede prestarse para confusiones toda vez que la versión Reina Valera de 1960 se inclina a describir algunas cosas como conocimiento de Dios que no están relacionadas con lo que dice el proverbista en este capítulo. Por ejemplo, en 1 Samuel 2:12 nos señalan que los hijos de Samuel no tenían conocimiento de Jehová. Así mismo, en Isaías 11:9 nos dicen que la tierra será llena del conocimiento de Jehová. Ambas frases describen diferentes tipos de conocimiento y ninguna de las dos expresiones están relacionadas entre sí, ni con lo que nos dice el proverbista en Prov 2:5.