652- La Teología de Eliú: Tercer Discurso. Parte VI; Job 36:1-26

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12 de agosto de 2018 • Volumen XIII • No. 652

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sta reflexión continuamos el análisis del tercer discurso que Eliú le ofrece a Job como parte de sus interlocuciones con el patriarca. Eliú es presentado por el narrador omnisciente que tiene el libro de Job en el capítulo 32 de ese libro.1 Éste joven comienza su primer discurso en el capítulo 33 reflexionando acerca de la misericordia y/o la gracia de Dios. Eliú inicia su segundo discurso en el capítulo 34, discurso que trata acerca de la justicia de Dios. Este discurso se extiende hasta el capítulo 35 del libro que tiene el nombre del patriarca. El tercer discurso da inicio en el capítulo 36. Este último puede ser dividido en dos (2) secciones. La primera, la que acabamos de analizar y que encontramos en Job 36:125. La segunda parte de este discurso se extiende desde Job 36:26 hasta Job 37:24. Eliú dedica esta parte de su discurso a reflexionar acerca de la grandeza de Dios manifestada en Su creación, así como la benevolencia que el Todopoderoso exhibe a través de esta.

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na frase común en toda esta sección del tercer discurso es que Dios es grande. ¡Dios es grande! De hecho, casi todos los exégetas de este libro nos invitan a disfrutar las aseveraciones que Eliú hace acerca de esta grandeza. Veamos algunos ejemplos de esto: “26 He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos, Ni se puede seguir la huella de sus años.” (Job 36:26) “5 Truena Dios maravillosamente con su voz; El hace grandes cosas, que nosotros no entendemos.” (Job 37:5) “22 Viniendo de la parte del norte la dorada claridad. En Dios hay una majestad terrible. 23 El es Todopoderoso, al cual no alcanzamos, grande en poder; Y en juicio y en multitud de justicia no afligirá.” (Job 37:22-23)


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