5 de agosto de 2018 • Volumen XIII • No. 651
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sta reflexión continúa sirviendo como un paréntesis entre las reflexiones anteriores y las subsiguientes. Procuramos aquí establecer aplicaciones prácticas a base de los ejercicios exegéticos que hemos realizado en la porción bíblica identificada en el epígrafe. En la reflexión anterior pudimos reflexionar acerca de las implicaciones que tiene la frase que usa Eliú en Job 36:5. La versión Nueva Internacional dice allí lo siguiente: “5 »Dios es poderoso, pero no rechaza al inocente; [a] Dios es poderoso, y todo lo entiende.[b]”
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l análisis de la necesidad de llegar ante el Señor con un corazón contrito y humillado fue precedido por la bendición de conocer que nuestro Dios todo lo entiende. ¡Dios entiende! ¡Dios entiende! ¡Dios todo lo entiende! Cerramos esa reflexión adelantando que el capítulo 36 de Job ofrece una agenda de liberación para todo aquél que se acerca al Señor con estas disposiciones del alma. El verso 16 de ese capítulo dice lo siguiente: RV 1960 “16 Asimismo te apartará de la boca de la angustia A lugar espacioso, libre de todo apuro, Y te preparará mesa llena de grosura.” DHH “16 A ti también te libró de los peligros, y te dio abundancia y libertad; llenó tu mesa de comidas deliciosas.” Nueva Traducción Viviente “16 »Job, Dios está alejándote del peligro, y te lleva a un lugar libre de angustia. Está poniendo en tu mesa la mejor comida.” NVI “16 »Dios te libra de las fauces de la angustia, te lleva a un lugar amplio y espacioso, y llena tu mesa con la mejor comida.”