Soy Emprendedor Nro. 5 - Año 3

Page 10

Consejos

 Equivocarse es parte de Emprender Hacé algo nuevo pero no te equivoques. La contradicción ante cada desafío. Estamos acostumbrados, tanto en lo personal como en lo organizacional, al doble mensaje. “Hace algo nuevo, pero no te equivoques”. Necesitamos aceptar que los errores y fallas están ahí, a la vuelta de la esquina. La única receta para evitarlos, es hacer siempre lo mismo. El riesgo, es ese aliado inseparable de la innovación. Cada uno de nosotros, cada equipo de trabajo, cada organización, tiene o debería definir su propia medida de riesgo aceptable, en función de lo que se desea obtener y lo que está dispuesto a poner en juego. El miedo es una emoción que nos dice que percibimos que no tenemos los recursos necesarios para atravesar una determinada situación y es muy probable que aparezca cuando nos encontramos ante un nuevo desafío. Identificarlo y desarrollar las habilidades necesarias para disminuir esa brecha es, quizás, la forma más inteligente de capitalizar una emoción. Todos nos encontramos con ese desafío que nos invita a ir por él, sabiendo que para eso necesitamos trabajar nuestros miedos, aprender de nuestros pasos en falso y explorar el mejor camino aunque no siempre sea el más rápido.

¿Qué hacer cuando un error nos paraliza la vida? El primer paso es aceptar lo que ocurrió, porque de esa forma podemos mirarlo, analizarlo y podemos avanzar. Sin embargo la aceptación de aquello que no salió como lo esperábamos, en general nos cuesta. Es la aceptación el estado que nos pone en el camino del aprendizaje. Lo que hacemos comúnmente es revivir una y otra vez eso que no fue y que pudo haber sido, y eso no es ni más ni menos que el resentimiento. Lo único que logra el resentimiento es dejarnos estancados en un espacio sin poder avanzar. Hay que preguntarse: ¿Cómo contribuimos nosotros a que esta situación se haya dado? Esta es la única forma en la que se puede aprender.

10

El poder de las palabras qué decimos sobre nosotros mismos. Lo primero que tenemos que saber hacer para aprender de nuestros errores y también de nuestros fracasos, es poder separar a las personas del proyecto. El proyecto puede ser un éxito o puede ser un fracaso, pero eso no nos define como exitosos o como fracasados. Somos mucho más grandes que cualquier proyecto en el que participemos o que hayamos estado desarrollando. Hacer esa distinción es fundamental para poder analizar nuestros errores o lo que no está funcionando, ya sea en el ámbito personal, o bien para generar conversaciones en un equipo de trabajo, o incluso en el ámbito organizacional. El lenguaje que utilizamos no es para nada inocente, porque lo que nos decimos o le decimos a otros tiene un poder enorme. Cuando hablamos de fracaso, le damos una connotación negativa, más allá de ser un resultado no deseado, pocas veces pensamos en el fracaso como una instancia más de la vida, tan o más común como la que habitualmente llamamos éxito. Al fin y al cabo, las dos son experiencias y ambas nos permiten aprender para seguir creciendo.


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.