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La Esponja y el Pez Payaso

Alice, Beatriz y Maria Sofia. Esta es la historia de un pez payaso que vivía con su familia en un coral: su hermano, su hermana, su mamá y su papá. Una bella noche, él estaba dormido bien tranquilo, pero de repente y de la nada, su mamá lo despierta desesperadamente y le dice:
¡Hijo necesitamos irnos rápido! ¡Ahora!

— Awwnn, pero ¿Por qué mamá? — Le pregunta el pez payaso bostezando y estirando su cuerpecito naranja.
— ¡No tengo tiempo de explicártelo, hijo! — Le responde la mamá

Entonces la Sra. Payaso agarra su aleta dorsal y nada.
Mientras se alejaban de su hogar, Payasín veía a lo lejos que su casa estaba blanca debido al monstruo marino llamado “Contaminación” y que comía basura.

Ese malvado tenía dos cabezas y tenía tentáculos, que ayudaban a extender la contaminación del océano con más rapidez y fuerza.

— Mamá todo estará bien… ¿No? — le preguntó Payasín.

Él iba aleteando muy rápido, y cuando miró hacia atrás se dio cuenta de que su familia no estaba siguiéndolo.
— ¡Mamá! ¡Papá! ¡Hermano! ¡Hermana! ¿Dónde están? — gritó desesperado



Payasín estaba asustado, no sabía a dónde ir ¡y peor!
¡estaba solo! Bueno, no tanto porque entre de toda esa penumbra, alcanzó a ver a una esponjita de mar a la cual le preguntó: — Hola Esponja, ¿Tú sabes lo que está pasando?
— Bien, lo que está pasando es que el monstruo está contaminando el océano. Él está más fuerte que nunca porque los humanos lo están ayudando, le envían grandes cantidades de basura.

Los humanos junto con él están destruyendo nuestro hábitat, nuestro lindo y precioso océano, y nosotros que les damos todo — se lamenta la Esponja.
—¿Por qué está pasando esto? Estoy preocupado por mi familia. ¿Tú piensas que están bien? — le pregunta Payasín


La esponja no tenía buenas noticias y le comenta a Payasín

— Fíjate que cuando la contaminación infecta un animal él acaba muriendo… Lo siento mucho, amigo y Payasín se impactó y se entristeció con lo que la esponja le había dicho.


Después de ser consolado por la esponja, Payasín se calma y se entristece diciendo
— ¿Entonces mi familia murió? —

La esponja le responde —

Desafortunadamente creo que sí, pues este monstruo contamina y mata todo lo que se le aparece enfrente.



Sentados bien tristes en un coral, Payasín y esponja piensan en alguna forma de comunicarse con el ser humano para que no contaminen más y envían el siguiente mensaje en forma de moraleja:

Humano, si no quieres acabar con tu propia existencia, no contamines una de las fuentes de tu supervivencia: el océano
