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John y los humanos.
Ana, Duda, Nicoly

La vida seguía su curso normal en algún lugar del fondo del océano. En una ciudad llamada "Pulpilandia" vivía una familia de pulpos. Pero no todo era azul, porque los humanos contaminaban este lugar: vertían basura, petróleo, residuos de la pesca ilegal, etc.
—
¡No podemos más! — exclamaron el señor y la señora Pulpiniéz, los padres de John.
Nos mudamos a Ciudad Florida, aquí tamién todo está contaminado — refunfuñaron.
La familia recogió sus cosas y se trasladó a la Ciudad Florida, pero al llegar allí se dieron cuenta de que todo estaba también lleno de contaminación.
¡No es posible! Dios mío, traje a mi familia aquí porque el lugar donde vivíamos estaba lleno de basura, de petróleo, de residuos, y veo que aquí es igual... ¡o peor! — se lamenta el señor Pulpinéz.
—




Entonces la señora Pulpinéz propuso — Tengo una idea: pongamos carteles prohibiendo la basura en el mar. Cuando ella explicó su idea, todo mundo boquiabierto aceptó.
Días después, cuando estaba el material impreso en algas y preparado para pegarlo en los arrecifes, todos los animales marinos nadan apresuradamente ara pegarlos e invtar a más y más gente a la campaña.


Apesar de ser una buena idea y de haber pegado bastante material, la señora pulpo piensa que los carteles no fueron suficientes después de todo.


— Necesitamos advertir a los humanos lo que está sucediendo aquí, porque no somos nosotros los que arruinamos nuestra propia casa, sino ellos, los seres de la tierra!
Sí, sí, obvio, claro todos gritan al mismo tiempo

—Tuve una idea — John dice — ¿qué tal si recogemos toda la basura que tiran aquí abajo y cuando los pescadores vengan a pescar, tiramos la basura que tiran aquí en su bote? o incluso en la playa donde se bañan?
— Gran idea john — Todos alegan — A eso es lo que se le llama inteligencia.




Como de costumbre, al día siguiente, cuando los pescadores fueron a pescar, todos en el pueblo pusieron en práctica su plan. Los pescadores no entendían nada, estaban desconcertados y sin saber de donde había salido tanta basura. Se estaban volviendo locos, porque no sabían lo que estaba pasando.
Sorprendentemente, el plan de John funcionó. Los humanos habían aprendido la lección, y desde entonces la basura dismnuyó hasta que se elminó por completo del mar.

Gracias a Dios, pero en realidad, gracias a John no se habló más de basura en ese pueblo.
Moraleja




Siempre piénsa dos veces antes de hacer lo que no quieres que te hagan.
