
15 minute read
Una Travesía con Rienda Corta
from Encuentro 81 N°8
by Encuentro 81
Celinda Lilian Letelier
Desde Brasilia, viernes 6 de enero de 2023.
Advertisement

Después de días de sobresaltos que consumieron más de alguna voluntad humana, el proceso de transición y el cambio de mando desde el gobierno saliente hacia el presidente Lula en Brasil, se llevó a cabo el 1 de enero del 2023 con tranquilidad, seguridad pública, y por cierto con esperanza y alegría de parte de la población que constituye su base de apoyo. Aunque también, y con un cierto ímpetu, ya existe la articulación del voto crítico que observa el proceso de instalación sobre todo del PT, Partido de los Trabajadores, con una cierta cautela.
Solo como un recordatorio de la expresión de la derecha extrema que desvaría entre usar el voto cuando le conviene; y valerse de las armas, de las balas y de asociaciones ilícitas cuando no le conviene. Queda para el recuerdo la chambonada de un ex gobernante, que huye del país a dos días de tener que cumplir el rito republicano de entregar la banda presidencial, a quién legítimamente hubo ganado en las urnas. Cualquier comparación con Trump en sistemática y disciplinada fue respondiendo con la aplicación y cumplimiento de la ley, a los ataques reiterados del propio ex Presidente de la República, en lo que respecta a la aceptación de los resultados de la elección.
Estados Unidos de parte de Bolsonaro, no es casualidad. Una derecha que dice amar la patria y respetar la institución militar y de la defensa nacional; pero que en verdad con su comportamiento demuestra que lo hace cuando conviene a sus intereses particulares.
En ese contexto, es importante comenzar por validar y reconocer la defensa de la democracia que hicieron las Instituciones del Brasil durante todo el año electoral, y más específicamente, durante el periodo de tiempo que transcurre desde que se objetiva el resultado electoral de la segunda vuelta, hasta el día en que asume el poder político y el gobierno el presidente Lula.
1 de enero de 2023, posesión de Lula

El STF, el Supremo Tribunal Federal que es el más alto tribunal del Poder Judicial de Brasil, el cual posee las atribuciones propias de una Corte Suprema y de un Tribunal Constitucional, en este caso, actuó de manera impecable en su función de guardián de la Constitución Federal. Este STF, liderado por su presidente Alexander de Moraes, que además es el presidente del Consejo Nacional de Justicia; de manera

Por otra parte, el TSE, el Tribunal Superior Electoral, que preparó e hizo posible que la soberanía popular se expresara a través del voto tomando todos los resguardos jurídicos que garantizaran un clima de normalidad y seguridad pública, durante los diferentes momentos del proceso durante el año. En efecto, no fueron pocos los momentos en que el presidente saliente, junto a su base de apoyo, buscó deslegitimar, intimidar, anular y cohibir la democracia cuestionando la legitimidad del sistema de votación electrónica; traspasando un clima armamentista a sus seguidores en las calles y levantando noticias falsas a través de las redes sociales.
La acción del TSE, en relación con la distribución de noticias falsas a través de las redes sociales durante todo el proceso electoral de la primera y segunda vuelta, sin duda quedará como una experiencia de control, regulación para la defensa de la democracia de Sudamérica.

El TSE actuó de manera rápida, eficiente y sostenida en el tiempo trabajando en conjunto con agencias especializadas, que defendieron a la población de verdaderos ataques de desinformación vehiculados a través de dark web, que anidaban fake news para con posterioridad distribuirlas a través de diferentes medios de comunicación.

El combate a estos sistemas de desinformación, su denuncia en tiempo real, la aplicación de medidas garantistas de derechos y la protección de la ciudadanía constituyó una primera victoria para las instituciones del país. Con nostalgia se puede decir que, si Chile hubiera contado con un sistema de vigilancia que actuara de esta manera, otra historia se hubiera contado en la contienda electoral Apruebo/Rechazo.
Algunos casos emblemáticos pasarán a la historia y siguen en proceso de judicialización en última instancia en manos del STF como:
La persecución armada en plena calle central de Sao Paulo, a un ciudadano negro por la diputada bolsonarista nacionalista Carla Zambelli, ad portas de la segunda vuelta.
El caso de Roberto Jefferson, ex diputado brasileño bolsonarista que en pleno proceso de elecciones hizo uso de armas en contra de policías federales en Brasilia; es acusado de cuatro tentativas de homicidio, un crimen de resistencia cualificada, crimen de posesión ilegal de arma de fuego de uso restringido y munición de uso permitido y restringido, más posesión en su domicilio de tres granadas adulteradas. diversos que entregaron la banda presidencial y acompañaron la caminata hacia el palacio de gobierno Queda por verificar si esta puesta en escena cobrará profundización, solvencia, o se tratará como otras veces en la historia, de un barniz que a la primera de cambio será invisibilizado dada las altas demandas de los partidos que recibirá en este, su tercer mandato el presidente Lula.
Todo el movimiento hostil y violento de toma de las carreteras para impedir el libre tránsito y circulación; así como el abastecimiento de productos entre las diferentes regiones del país, de parte de bolsonaristas organizados que no aceptaban el resultado de las urnas y que en muchos casos los enfrentó a las policías.
También está el caso de George Washington de Oliveira Sousa, empresario bolsonarista sorprendido colocando bombas en el aeropuerto internacional de Brasilia, y con armamento en su casa, días antes de la posesión del actual presidente Lula. El silencio sostenido de Bolsonaro después de la derrota electoral, la demora en asumir ante el tribunal los resultados, las reiteradas quejas y denuncias que reforzaban a sus seguidores a mantener las carreteras y las calles de ciudades tomadas o sitiadas y que finalmente termina con la “huida” hacia Florida, Estados Unidos a dos días del cambio de mando, sin aceptar las reglas del juego democrático. De hecho, en la actualidad debe responder a cuatro procesos ante el STF y dos ante el TSE.
Más allá de este peso, se ubica la resiliencia, el coraje, la valentía, la paciencia a prueba del miedo que queda impregnada en el rostro de la ciudadanía brasileña Un comportamiento mayoritario del pueblo demostrando: cautela, prudencia, sensatez política, confianza en sus instituciones. Gente que apretó los dientes y aseguró la primavera.
1 de enero de 2023, asunción de Lula De la Posesión y Conformación de Gabinete del Presidente Lula

En relación con el cambio de mando, ya el propio protocolo estuvo marcado por presencias, apuestas y puestas en escena culturales de integración de las diferencias identitarias y sexuales que conforman el Brasil. Para una ciudadanía acostumbrada a una presencia de reglas diplomáticas más delimitadas, y de formas de trato y decoro más formalizadas, la ceremonia de traspaso de la banda presidencial verde amarilla cobró otro significado, otro camino de institucionalización de la democracia con la presencia de una mujer negra, el destacado líder indígena del pueblo raoni de la etnia caiapó, y representantes de grupos minoritarios de movimiento sociales

Al tomar posesión el presidente aumentó a 37 los ministerios, algunos de ellos con un fuerte componente social identitario como el ministerio de los pueblos indígenas, el de las mujeres, el de la igualdad racial, el agrario y de agricultura familiar, y otros necesarios para el equilibrio político de participación de la alianza de gobierno y la reestructuración como: el ministerio de derechos humanos, el de pesca y acuicultura, de las ciudades y el de puertos y aeropuertos.
Una simple mirada indica que de un total de 37 ministerios, 20 han sido ocupados por ministros y ministras que tienen más de 60 años de edad, incluido 5 sobre 70 años, entre hombres y mujeres; es decir, más de la mitad de su gabinete, el 54% También se nombraron 10 ministros y ministras que están entre los 50 y 60 años, es decir el 27%. Esto significa que el 81% de su gabinete está compuesto por personas con experiencia política en la administración y el gobierno del país como lo son: Relaciones Exteriores, Hacienda, Medio Ambiente, de la Mujer, Salud, Educación, Defensa, Desarrollo Social y otros. Menores de 40 años solamente hay dos ministros. No hay ningún elemento de improvisación, no se deja ningún cabo suelto, porque se tiene conciencia del valor de la democracia.

En la actualidad, el propio Presidente Lula tiene 77 años Y toda la apuesta política se sostiene en la experiencia política y la capacidad de conducir no solamente hacia dentro el país, sino también conducir una política exterior de liderazgo principalmente sudamericano. De hecho, asistieron 30 jefes de estado y variadas delegaciones internacionales, de los cuales desde Sudamérica estuvieron presentes todos los países comenzando por: Argentina, Uruguay, Colombia, Ecuador, Bolivia, Chile, Paraguay, Guyana, Surinam, y Perú. Solamente no estuvo presente Venezuela que argumentó problemas de seguridad, dada la numerosa presencia de la delegación norteamericana.
Primeras Medidas y la Redefinición de la Integración Latinoamericana

Una de las primeras medidas que el presidente Lula tomó durante los primeros días de gobierno, es la suspensión de procesos de privatización de ocho estatales, entre las cuales están Petrobras, Correos y el Puerto de Santos en Sao Paulo Al colocar a unos de sus hombres de confianza en el Ministerio de Hacienda, Fernando Haddad, pone de manifiesto la redistribución, reorientación, y reestructuración de la economía brasileña para los próximos años. Una forma de preservar el control estatal de las grandes industrias brasileñas.
Se agrega a lo anterior, la dimensión medioambientalista y del cambio climático, precisamente por el carácter sudamericano que enfatizará la construcción de gobernanza latinoamericana. En este Ministerio de Medio Ambiente y del Cambio Climático, Lula nombró a una de las mujeres con más experiencia política del país: Marina Silva. Tiene 64 años de edad y comenzó su trayectoria de activista medioambiental y de la CUT ya en los años 80, así como su militancia en partidos de izquierda.
Se consideran estas dos variables; económica y medioambiental para la construcción de la gobernabilidad latinoamericana en términos de una nueva “Integración” en definición, debido a que son estos los dos ejes, además del político, los que articularán la gobernabilidad de las relaciones diplomáticas de Sudamérica y Américalatina en general hacia el resto del mundo
El eje económico viene a definir las cuestiones relativas a los intercambios entre los países de la región.
Estas pueden reforzarse y ampliarse, así como determinar inversiones necesarias para permitir la mayor circulación de los productos La primera que está siendo discutida es la cuestión de la moneda a usar para las transacciones que se hagan dentro de Sudamérica. Argentina solicitó no usar el dólar, sino usar la moneda brasileña para pagar el intercambio. Se trata de una manera de valorizar las monedas de cada país.
El segundo eje viene a definir y ampliar ciertos aspectos de los intercambios económicos, que debieran reorientar la integración de nuestros países en orden a lo que ocurre en el siglo XXI, con el medio ambiente, y el cambio climático. En este sentido, junto con la recuperación de la Amazonía, el control de la deforestación planteada como medida de prioridad por Lula, la cuestión de la “bioeconomía” es y será la orden del día.

Es en esta línea de recuperación de la Amazonía, del proceso de deforestación que ha experimentado, junto con la recuperación de su biodiversidad, donde entran en escena los países con los cuales Brasil tiene y sostiene relaciones de frontera. Esto debido precisamente a que, para ejercer protección y desarrollo en el Bioma Amazónico, se necesita controlar el intercambio y la circulación que se realiza y se lleva a cabo en estos límites de soberanía con los países frontera Los países prioritarios en este esquema de gobierno son: por el norte la Guyana Francesa, Surinam, Guyana y Venezuela; por el este Colombia, Perú y Bolivia. Y si bien es cierto Brasil no tiene límites fronterizos con Ecuador, al ser este país también amazónico, entra en la integración debido a los intereses de “integración bioeconómica” que buscará construir para la región en su conjunto.
Se agrega a lo anterior, países que si bien es cierto no son en su totalidad amazónicos, si son países frontera con Brasil, hacia el sur de su ubicación geográfica, y por lo mismo constituyen y recrean vasos comunicantes en materia de intercambios, es decir Paraguay, Uruguay, Argentina. De hecho, la tradición diplomática del Ministerio de Relaciones Exteriores, Itamaraty en Brasil, ha sido construida sobre esta división geopolítica, y ahora buscará redefinir el concepto de integración latinoamericana para estos nuevos tiempos, distintos a los del siglo pasado.
Desde esta mirada y desde esta posibilidad de construcción de gobernanza y liderazgo, el presidente Lula busca retomar el lugar y la posición de Brasil hacia Europa, hacia Asía y América del Norte. Se sabe que ya en los primeros días de gobierno, Lula recibió apoyo financiero para controlar la deforestación de países como Noruega y Alemania. Sus primeros viajes hacia el exterior serán en enero a Argentina, para afianzar desde ese país su propio posicionamiento político, para, desde allí dirigirse a China y Estados Unidos.
Una excepción de esta redefinición de integración se circunscribe a Norteamérica, y específicamente con México, país con el cual Brasil tiene una relación más cercana debido a que, por tamaño, geografía y cultura se da por descontado que ejercerá mayor influencia sobre el área latina y de habla hispana tanto en la zona centro como norteamericana de las américas en su conjunto. Se trata de la recuperación de una articulación de gobernabilidad histórica, dada la presencia territorial de ambos países con el resto de América Latina. Son los dos países más grandes y con ubicaciones estratégicas en América.
En el esquema anteriormente definido, Chile por su morfología cordillerana queda aislado de esta integración. Sin embargo, por esta misma característica, pero oceánica y pacífica norte y sur, se vuelve atractivo y estratégico para Brasil en su relación con Asia y principalmente con China, Australia y el sudeste asiático
Dados los intercambios económicos en el mundo global, y el lugar que ocupa China en este escenario en la actualidad, impensable en el siglo XX, es cada vez más relevante no solamente para Chile sino para Brasil definir las vías de intercambio. En este contexto la ruta abierta por el océano pacífico es estratégica. Por lo tanto, las rutas terrestres Chile-Brasil, se vuelven necesarias para la apertura de mercados.
Y además se necesita de una integración que pueda sostener una cierta independencia política de la región sudamericana en relación con Estados Unidos y Europa Y claro, Chile por tener un largo litoral que se baña en el océano pacífico, es el país que ofrece esa alianza de integración al Brasil de Lula 3.
Aunque históricamente ha estado en la mira de Brasil esta forma de integración, ahora en el siglo XXI esta cuestión se precipita desde el punto de vista de la infraestructura de caminos y puertos, desde el punto de vista científico y tecnológico post pandemia, por las cuestiones de sustentabilidad de nuestras democracias, por las cuestiones de las políticas identitarias similares que incluyen los traspasos generacionales y los modelos de traspaso.

Es mucho lo que está en juego y tanto el presidente Lula como el presidente Boric lo tienen muy claro.
Tribunal Superior Electoral en Brasilia (TSE)

Nota aclaratoria sobre rol de TSE y STF en las elecciones en Brasil en la defensa de la democracia (1)
Hacia el final de 2017, el TSE, Tribunal Superior Electoral de Brasil instituyó el Consejo Consultivo sobre Internet y Elecciones, con el objetivo de desarrollar investigación y estudios preparatorios a las elecciones de octubre del 2018, y que dieron como resultado el triunfo de Jair Bolsonaro Ya en junio del 2018, en conjunto con la Unión Europea, el TSE, realizó un primer seminario internacional llamado: Fake News: Experiencias y Desafíos.
Producto de este seminario, el TSE, encaminó una serie de acuerdos de colaboración con los partidos políticos en el sentido de firmar compromisos respecto de mantener, durante el período electoral del 2018, un ambiente saludable informativo, y la reprobación del uso de contenido falaz en las campañas electorales, actuando contra la proliferación de desinformación. En esta línea de desarrollo, el Tribunal Superior Electoral firmó alianzas con representantes expertos en marketing político, para impulsar un ciclo electoral transparente, inmune a la difusión de información falsa. Los firmantes asumieron entonces la misión de colaborar con el TSE, y otros organismos en la identificación de contenido falso, y apoyaron proyectos para impulsar la educación digital. (Ministra Rosa Weber, Presidente do Tribunal Superior Electoral, Seminario Internacional Fake News y elecciones 2019:9 Brasilia, TSE, DF edición bilingüe inglés portugués).

Ya para esas elecciones del 2018, y bajo la disposición jurisdiccional, se destacó el fructífero desempeño de los jueces auxiliares (art. 96, inciso 3, de la Ley nº 9.504/1997), en el análisis de denuncias para eliminar contenido falso de Internet.
La velocidad de propagación de noticias falaces en las elecciones del 2018 exigió, una vez más, a la Justicia Electoral actuar con celeridad y eficacia en la adjudicación de estos casos. Varios contenidos con información falsa y ofensas al honor de los candidatos al cargo de Presidente de la República fueron eliminados de la red mundial de las computadoras, por decisión judicial de los Ministros designados por Ordenanza-TSE N° 747/2017. Sin embargo, en este mismo proceso, el propio TSE se auto percibió atacado en su trabajo en términos de cuestionamiento al sistema electrónico del voto, lo que determinó hacer un esfuerzo conjunto con la Policía Federal para aclarar y punir a quienes vehiculasen informaciones falsas al respecto de esta institución.
Terminadas esas elecciones del 2018, que por cierto colocaron a Jair Bolsonaro como presidente de Brasil, y con toda la experiencia acumulada de ese proceso eleccionario, en el año 2019 nuevamente en conjunto con la Unión Europea, se realizó el segundo seminario internacional: Fake News y Elecciones. El espacio de participación a la reflexión estuvo marcado por especialistas del área del derecho, específicamente abogados, periodistas, expertos en comunicaciones de redes, marketing y publicidad política, policía especializada del FBI, miembros de la OEA, de la Interpol, autoridades de gobierno, profesores universitarios, centros de investigación internacional en el manejo de BIG DATA.
Uno de los aspectos más relevantes referenciado fue: el trato de los fake news cibernéticos desde el punto de vista de la libertad de expresión en democracia, por una parte, y como abordarlo desde el Derecho y la legislación brasilera en cuanto mentira, dolo y engaño por otra: la cuestión del fraude. También, se circunscribió al ejercicio de la libertad de opinión pero que remite a una ofensa o abuso cuando daña a una persona, también llamados crímenes contra la honra de las personas.
En este mismo sentido, cobró relevancia el hecho de presentar ante una comunidad internacional y bajo la observación de una organización como la Unión Europea, y con la participación de expertos de manera transdisciplinaria, una cuestión que necesitaba ser abordada. Esto, porque se legitimaron las conversaciones acerca de la forma de actuar a nivel judicial, se legitimaron los procedimientos, y los protocolos. Es decir, el Supremo Tribunal Federal (STF-- Suprema Corte) en el 2019 antes de las elecciones presidenciales del 2022, y del proceso eleccionario de campaña electoral, tomó conocimiento de lo que estaban pensando los expertos en esta materia. Y, decidió actuar en concordancia con ello. Lo mismo ocurrió con el TSE Tribunal Superior Electoral en las diversas actuaciones y pericias judiciales, incluida la remoción y casación de los URL, direcciones de internet, al proceder frente a ofensas y fraudes denunciadas por personas desde plataformas.
En efecto, a tres años del proceso eleccionario de Brasil, se sentaron las bases de preparación para enfrentar: hackers, esquemas de manejo de emails a nivel internacional, “implantación de ransomwares, campaña de hacking para minar y desestabilizar las agencias internacionales y a los gobiernos demócratas”. (David Brassanini Agregado Policial do FBI para o Brasil, nombrado en julio de 2017, Seminario Internacional Fake News y elecciones 2019:61 Brasilia, TSE, DF edición bilingüe inglés portugués).
Incluso se delimitaron los problemas del futuro, en términos de enfrentar el momento en que la inteligencia artificial comience a producir “fake news” y “deep fakes” que son la propia inteligencia artificial adaptándose, produciendo audios y vídeos.
Finalmente, todo este trabajo permitió generar un Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) y que comenzó a ser aplicado ya en el 2018. El GDPR busca proteger a las personas respecto al procesamiento de datos personales y respecto de la libre circulación de esos datos.
También se hizo una revisión de la ley electoral desde 1950 para demarcar los fake news como delitos cuando se divulgan a través de propaganda de información no verídica, lo que permitió evacuar sanciones, puniciones y otros, durante todo el proceso eleccionario del 2022.
Esta última semana de enero, y gracias a un trabajo que el Supremo Tribunal junto al Tribunal Electoral de Brasil y que la Comunidad Europea vienen haciendo desde 2017, hay dos hechos que llaman la atención en términos de procesos de judicialización y que se agregan a los ya mencionados.

El primero fue una resolución, de que solamente ahora, se posibilitara que Telegram pueda vehicular mensajes en Brasil, después de pagar una multa por distribución de fake news a través de uno de sus asociados, un político recién electo diputado.
El segundo, una petición del ministro de la corte de no permitir que 11 diputados asuman como tales el 1 de febrero, debido a publicaciones llamando al golpe, y defendiéndolo en las redes sociales, twitter, específicamente.
Es posible que este último caso, solamente quede como un encuadre normativo que no llegue a mayores, sin embargo, dice bastante del trabajo por encauzar la verdad.

En Chile, nos mienten minuto a minuto, enfrentamos una elección a punta de mentiras y nadie hizo nada.
Ahora vamos a otra elección, donde nuevamente van a mentirnos y llenar la cabeza de insanidades y ningún poder del estado nos defiende.
Es cierto que se debe dar una discusión sobre la cuestión de la libertad de opinión, pero un político o política, senador o diputado que miente a través de los medios y las redes sociales, en las campañas electorales, un líder de movimientos sociales que usa las plataformas digitales para engañar e incentivar golpes de estado, o invocar a las fuerzas militares para que se salgan del marco constitucional de su accionar, en Brasil al menos por ahora no la tendrá fácil, tampoco se la llevara pelada.
Celinda Lilian Letelier Instructora de Meditación Profesora de Filosofía Doctora en Sociología-Ciencias Sociales Estudios comparados de América Latina y El Caribe
Flacso - Universidad de Brasilia (U.n.B.)
