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Educación & Familia

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¡Verano,vacaciones!: Como disfrutarlo en familia Llego¡ !!!!!! Son las vacaciones más esperadas en el año y adicional muy largas en las que la mayoría de las familias tienen que reorganizar sus horarios o buscar actividades con alternativas para los niños hasta que los padres (o por lo menos uno de ellos) puedan disfrutar también de sus días de descanso.

Es sumamente importante preparar con sumo cuidado y con detalle los días en los que coinciden las vacaciones de padres e hijos para poder disfrutar juntos del tiempo. Así poder fomentar una vida en familia más tranquila, aumentar la comunicación y estrechar los vínculos afectivos y, por supuesto, para seguir aprendiendo. Las vacaciones son muy largas y pueden dar mucho de sí. Si nos organizamos bien, tendremos tiempo para todo.

Así te comparto y que tengas en cuenta algunas recomendaciones para gozar de unas merecidas vacaciones:

.1 Todos contamos a la hora de planificar para ir a la playa, a la piscina, relajarnos en casa; dar rumbo hacia nuevos lugares o reencontrarnos con familiares y amigos. Sin embargo, el destino y las actividades elegidas dependerán tanto de las edades e intereses de los más pequeños como de las posibilidades y preferencias de los padres. Por esto, a medida que nuestros hijos vayan creciendo se sentirán más involucrados, en opinar o participar cada vez más en la planificación de las vacaciones familiares.

Por: Lcda. Joanna Pereira - MPCL Consejera Profesional Licenciada www.joannapereira.com

2. El camino,

un momento más de las vacaciones. Sea cual sea el medio de transporte elegido, debemos procurar que el viaje sea lo más placentero posible, explicando con anticipación a los niños los pormenores del itinerario (ruta, tiempo estimado, posibles paradas, etc.), intentando que todos estén lo más cómodos posible, observando y comentando todo lo que los rodea, cantando, jugando... Así podremos convertir los pequeños acontecimientos en experiencias gratificadoras y de aprendizaje.

3. Un chispito de todo. No todo el mundo planifica el tiempo del mismo modo, cada persona busca realizar actividades diferentes. A lo largo del verano se presentan numerosas oportunidades de descanso, de diversión, de comunicación con los demás o de desarrollo personal. Está bien contemplar el paisaje o dejar la mente en blanco para relajarnos y disfrutar de todo. Sin embargo, es sumamente importante planificar mínimamente un horario relativamente estructurado para que el verano no se convierta en algo aburrido, sin objetivo alguno. Podemos hacer muchas cosas, desde desarrollar nuestros propios intereses o despertando nuevos caminos, pero siempre tomándonos el tiempo necesario para poder disfrutar de todas y cada una de las actividades.

4. Planificar sí, pero no obligar.

Si bien no debemos dejar que pase el tiempo, tampoco debemos obsesionarnos con ejercer sobre los niños una custodia exagerada pensando que siempre tenemos que estar realizando algo práctico o educativo. Seleccionaremos actividades que sean del interés familiar, del tiempo de que dispongamos y del entorno en el que nos encontremos, de modo que siempre encontremos algo que hacer, pero debe existir también cierta libertad. Es importante que nuestros hijos, además de aprender, puedan también descansar y tomar sus propias decisiones. El tiempo libre debe estar lleno de naturalidad y espontaneidad porque van a ir surgiendo numerosas situaciones imprevistas que no deberemos dejar escapar.

5. ¿Tiempo de estudio? A lo largo del año escolar, los niños han dedicado muchas horas al estudio (escuela y deberes) y a las actividades extraescolares. Si los resultados han sido buenos, es preferible que realicen actividades recreativas atractivas que puedan compartir con sus padres o que les permitan ampliar sus relaciones con niños/as de su edad y no hacer más que las tareas recomendadas por los maestros. Ahora bien, si el curso escolar no ha terminado satisfactoriamente, habrá que planificar un tiempo para repasar, pero sin olvidar nunca el ocio y el descanso, ingredientes imprescindibles para poder afrontar con éxito el próximo curso escolar.

6. Practicar deporte: contribuye a formar la personalidad del niño. No solo es beneficioso al desarrollo físico, sino que también les enseña a relacionarse con los demás, estimula la responsabilidad y la constancia desarrollando valores.

7. Un alto en el camino. Las personas necesitamos descansar a mediodía, pero la costumbre de la siesta se suele perder en los niños en edad escolar. Sería por tanto necesario destinar después de la comida un período de tiempo de reposo, en el que, aunque no duerman puedan reponer fuerzas. Podrían aprovechar para llevar a cabo actividades que no supongan un esfuerzo físico, como leer, ver un buen programa de TV todos juntos, mirar fotos, realizar manualidades o pasatiempos, escuchar música, jugar al parchís, al ajedrez, etc.

8. Implicarse en las tareas domésticas. Los niños poco a poco deben ir asumiendo diversas responsabilidades. Hay que hacerles ver que su colaboración es necesaria. Implicarse en las tareas de la casa es necesario para su desarrollo personal y su autoestima; el ritmo más sosegado de las vacaciones hace que sea un momento ideal para que aprendan a ayudar.

9. Disfrutar en familia, fomentar el diálogo, comunicarse, dar a conocer nuestras razones, expresar nuestras necesidades y deseos, saber pedir perdón, trasmitir valores. El diálogo se aprende y, con él, les facilitaremos la comunicación y la comprensión sobre sí mismos. Debemos conseguir en vacaciones un clima familiar más relajado, sin que el trabajo y la escuela sean el centro de atención y en el que no tengamos tanta prisa. Podemos hacer planes juntos: ir en bicicleta, ir de campamento, de compras, a nadar, a tomar un helado, al parque. Hay que disfrutar ahora de su compañía, porque a medida que vayan creciendo pasarán menos tiempo con nosotros.

10. Una pequeña escapada. Puede ser una opción que la pareja se reserve unos días para disfrutar sin niños, como, por ejemplo, hacer un corto viaje aprovechando que los niños están al cuidado de algún familiar o se encuentran en algún campamento. Es una elección que no tiene por qué conllevar ningún sentimiento de culpa o de abandono de los hijos. Mayores y pequeños necesitamos unas merecidas vacaciones.

Disfruta, vívelo, porque el tiempo pasa rápido.

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