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Sexualidad Femenina
F e m e n i n a S e x u a l i d a d

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¿Qué es el Empoderamiento Sexual?

Lic. Jennifer Figueroa
IG: @tupsico _ motivadora
FB: Tupsicomotivadora www.tupsicomotivadora.com
Todavía son muchos los estereotipos que tenemos que dejar atrás y aún son más los pasos que nos quedan por recorrer para que la igualdad de género sea una realidad. Para nosotras, hablar de sexualidad nunca ha sido un tema fácil, más bien todo lo contrario. Un tabú social marcadamente machista, como si no tuvieran derecho a sentir placer, pero si obligación de proporcionarlo. Reprimidas, juzgadas y cosificadas como objeto sexual a lo largo de la historia, las mujeres también están luchando por la libertad en el terreno sexual. El empoderamiento femenino también se puede enfocar desde la perspectiva sexual, una de las muchas barreras de género que aún tenemos que superar entre todas.
1. ¿Hablamos las mujeres de sexo y masturbación sin
tapujos?
Antes nuestro placer no interesaba a nadie (ni a nosotras mismas porque nadie nos había contado que teníamos que interesarnos por él) ni se le dedicaba tiempo ni atención. Afortunadamente cada vez más mujeres reivindican su derecho al placer sexual y pueden hablar sin tabúes de la masturbación y otros temas relacionados con el sexo, aunque todavía hay muchas mujeres a las que les cuesta hablar de ello. Por ejemplo, la revolución del famoso succionador de clítoris ha sido la excusa perfecta para que las mujeres hablen de sexo y masturbación femenina por primera vez.

2. ¿Nos sentimos juzgadas si lo hacemos? Justo esta es una de las razones por las que las mujeres no hablaban de sexo. Escuchar a un hombre hablar de sexo o de que se masturba se asume normal «porque son hombres» , pero si esas mismas palabras salían de la boca de una mujer se le podía decir «fresca» y hasta cosas peores simplemente por hablar de sexo. «Como señoritas que somos» de «eso» no se habla. Entendamos la ironía. Este pensamiento viene de una concepción machista del sexo. Poco a poco se van derribando estos prejuicios, pero se necesita todavía mucha educación general y sexual.
3. Los hombres hablan desde la adolescencia libremente de temas relacionados con las
relaciones sexuales y la masturbación, ¿las chicas también?
Hoy en día las chicas hablan más de sexo, sí, pero probablemente no con toda la libertad que les gustaría por ese miedo a sentirse juzgadas o a que se les ponga etiquetas basadas en su vida sexual. A mi consulta vienen muchas chicas jóvenes con multitud de dudas acerca del sexo que no han hablado antes con nadie y su única información es la que aparece internet (información de dudosa fiabilidad si no se consulta en fuentes fiables).
4.¿Cómo dirías que se concibe hoy el papel de la mujer en el sexo? ¿Nos sentimos realmente
liberadas?
La mujer hoy en día se siente más empoderada en su sexualidad, pero todavía queda trabajo por hacer. Para sentirnos empoderadas la sociedad también tiene que reconocernos ese derecho. Más allá de esto, sí estamos en un momento en que las mujeres, como decía, están reivindicando su derecho al placer femenino y esto las lleva a dar a su sexualidad un lugar importante en su vida, ocupándose más de ella desde un papel más activo y menos sumiso.
5. ¿Se sigue considerando que la mujer «debe dar placer al hombre» durante las relaciones
sexuales?
En esa premisa se ha educado a muchas mujeres en esta cultura coitocentrista. El «tú deja que él haga, disfrute y se quede contento» ha sido como un mantra en el que la mujer pasaba a ser una cosa abierta de piernas al servicio de su marido. Que, ojo, si de casualidad sentías algo de gustito, eso que te llevabas. ¡Qué horror! Hoy en día muchas mujeres heterosexuales siguen con la presión de que en la cama su pareja tiene que disfrutar sí o sí, olvidándose de su propio placer.

6. ¿Conocemos realmente nuestro cuerpo? ¿Nos sentimos cómodas explorándolo a través
de la masturbación?
No todas conocemos nuestro cuerpo. Tampoco se nos enseña a hacerlo. Es difícil que alguien nos diga que cojamos un espejito de mano y que nos miremos la vulva. Al contrario, si de niñas se nos ocurre tocarnos los genitales (aunque sea porque nos pica) todavía en muchos casos enseguida se nos dice: «¡Niña, quita la mano de ahí que eso no se toca!» , de forma que se censura el autoconocimiento y lo que tenga que ver con el descubrimiento de nuestros genitales. De hecho, en el libro 'Los enemigos del sexo' (Editorial Letrame) hay un capítulo entero al desconocimiento del propio cuerpo como enemigo sexual. Si no me conozco sexualmente hablando no puedo disfrutarme. Hay mujeres que sí se sienten cómodas y disfrutan explorando su cuerpo a través de la masturbación, pero hay otras que no, hay mujeres que lejos de disfrutarlo se censuran en esta práctica, la evitan o incluso que si lo hacen sientan culpa o asco hacia sí mismas por hacerlo. Esto es consecuencia de la pobre relación que nos enseñan a tener con nuestros genitales. Una prueba más de lo necesario que es educarnos sexualmente de forma positiva.
Los hombres, por lo general, sí que están contentos con que la mujer adquiera un papel activo en el sexo, porque en las relaciones sexuales con mujeres ellos también van a beneficiarse positivamente, refiriéndose a que la mujer no sea un objeto pasivo y sí un sujeto activo. El encuentro sexual se enriquece muchísimo más.
Es cierto que hay otros que pueden llegar a pensar que si la mujer puede satisfacerse por sí misma no necesitará tener sexo en pareja, pero es una idea errónea, pues la masturbación en solitario y tener relaciones sexuales en pareja no son incompatibles. Una cosa es nuestra sexualidad individual y otra es la sexualidad compartida. De hecho, no sé cuántas veces he escuchado de boca de hombres en estos últimos meses que «el cacharrito» , refiriéndose al succionador, ha llegado para hacerles competencia. ¡Qué tendrá que ver! Los juguetes sexuales suman, no restan ni son competencia.
8. ¿Cómo es la relación de las mujeres con los juguetes sexuales? ¿Experimentan solas o en
pareja?
La relación de las mujeres con los juguetes sexuales es mucho más sana de la que tienen los hombres. Ellas suelen tomarlo como lo que son, complementos que añaden un plus positivo a sus encuentros íntimos tanto en solitario como en pareja, pero a ellos les cuesta un poco más entender este concepto por el miedo a «si necesita un juguete es porque conmigo no tiene suficiente». Ni usar juguetes eróticos es una necesidad ni las relaciones sexuales se valoran como suficiente o insuficiente. Usar juguetes es una cuestión de elección, apetencia y gusto, nada más. Es más, esa reticencia de muchos chicos heterosexuales a introducir juguetes en la cama lleva a que sus parejas mujeres utilicen los juguetes de forma individual en silencio o que incluso se repriman en su uso por no tener problemas con su pareja por este tema. Ojo, es completamente sano y respetable que una persona utilice juguetes en su intimidad sexual individual y no lo comparta con la pareja, nadie tiene derecho a meterse en nuestra intimidad, pero si no lo cuento que sea porque no me apetece y no por miedo a discutir.

9. ¿Acuden las mujeres a tiendas eróticas para asesorarse y comprar productos orientados
a su placer?
SÍ, de hecho la mayoría de las personas que acuden a las tiendas eróticas suelen ser mujeres y lo mejor de todo es que son mujeres de diferentes edades, una inequívoca señal de que cada vez más mujeres, independientemente de su edad, quieren aprender cosas nuevas en el plano sexual, conocer más su cuerpo y disfrutarse. El ir físicamente a la tienda también hace que se rompan tabúes y vergüenzas sobre acudir a este tipo de establecimientos y asumir que pedir consejo para comprar un succionador de clítoris en una tienda erótica es tan natural como pedir consejo sobre qué aguacates están más maduros en la frutería. Hay que normalizarlo y naturalizarlo.
Si tus sueños son grandes es porque tu capacidad de lograrlos también lo es.
